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  • LA TRADICION ANDINA EN TIEMPOS MODERNOS 159

    Notas para una Historia de la Ciudad de Trujillo del Per en el Siglo xvn

    Juan Castaeda Universidad Nacional de Trujillo

    El estudio de la ciudad indiana permite al historiador conocer distintos aspectos de la historia social, desde su evolucin arquitectnica y urbanstica que responden a las necesidades de la poblacin hasta las relaciones socio-econmicas en la que participaban los distintos componentes raciales. La ciudad de Trujillo del siglo XVII, ha merecido poca atencin de los historiadores y tratamos ahora mediante este estudio contribuir al conocimiento de esta parte del Per.

    Empezaremos por la reconstruir del escenario urbano y su evolucin. Es durante el siglo XVII, que la ciudad consolidara la forma elptica rodeada de una muralla y que dur hasta fines del siglo XIX. Asimismo abordaremos el riego y abastecimiento de agua de la poblacin.

    El segundo tpico que consideramos en nuestro estudio es la poblacin. Desgraciadamente carecemos de abundante informacin censal que nos permita rastrear el balance de la poblacin trujillana de acuerdo a los grupos raciales, pero hemos pesquisado a lo que se dedicaba esa poblacin.

    El tercer tema est centrado en la economa y sociedad, all abordamos de lo que subsisti la ciudad de Trujillo, de donde vinieron sus ingresos y la manera como fue abastecida. Basada en una economa de exportacin y un circuito comercial hacia Panam, Guayaquil y Lima, la sociedad trujillana no fue afectada por la cada de la plata en Potos, como lo fue el sur peruano; y no fue sino hasta 1687 que su economa colaps por los efectos de la epidemia del trigo.

    Por ltimo hemos considerado un acpite dedicado a lo que fue la religin en Trujillo y lo importante que fue para la ciudad la creacin de la dicesis, as como el papel que jugaron las rdenes regulares en la sociedad trujillana.

    La Ciudad

    El rea donde se levanta el centro histrico de la ciudad tiene un suelo arenoso, muy diferente a la tierra arcillosa y compacta donde actualmente, se hallan las urbaniza-ciones vecinas. Esto nos lleva a sugerir que los espaoles eligieron una zona del tipo matorral desrtico, donde hubieron algunas huacas, pues las excavaciones arqueolgicas realizadas en distintos sectores del centro histrico dejaron a la vista estructuras prehispnicas.

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    Para trazar la ciudad fue necesario quemar la vegetacin y las huellas de este hecho pueden observarse en la estratigrafa del centro de la ciudad, donde una gruesa capa de ceniza y carbones sella la ocupacin precolombina!).

    La zona se encontraba alejada de los pantanos y a la vez, rodeada de tierras frtiles que seran destinadas a los cultivos de pan sembrar y a las actividades pecuarias, favoreciendo a sus primeros pobladores.

    De acuerdo a las ordenanzas dictadas para la fundacin de ciudades, el trazo de Trujillo fue hecho a cordel teniendo como centro a la Plaza Mayor, a partir de la cual se organizaron las manzanas en forma de damero, en un nmero de venticuatro,. que cubrieron un rea total de 400,OOOm2 2). Cada una de las cuadras fue dividida en tres solares longitudinales, que individualmenmte cubran un rea total de 4,000 a 5,OOOm2

    Desde la fundacin de la ciudad, a fines. de noviembre de 1534, hasta el terremoto de 1619, su arquitectura fue de estilo gtico isabelino; las casas de los primeros vecinos se construyeron de piedra 3), con muros altos y almenados; las ventanas exteriores eran pequeas y la fachada posea una gran portada con escudo en la parte

    superio~). La extensin de los solares permiti una arquitectura con muchos espacios, incluyendo patios, huertos, jardines y caballerizas en la parte posterior. Las habitaciones rodeaban al patio y se conectaban a travs de un corredor techadoS}. Los patios eran de tierra apisonada o adobes y despus fueron empedrados con canto rodado. Los corredores y habitaciones se levantaron a un nivel superior del suelo, modalidad constructiva que fuera observada por el contador Agustn de Zrate en 1544. Finalmente, los pisos se hicieron de ladrillo y estuvieron cubiertos con petates y sobre stos se colocaron alfombras6).

    Las iglesias se edificaron con una sola nave, sin coro alto y con una sola torre campanario. Los muros interiores estaban decorados con pinturas murales que representaban retablos?). El piso era de ladrillo, donde se enterraban personajes importantes. La piedra era inhumada en el atrio de las iglesias.

    El terremoto del 14 de febrero de 1619 dej la ciudad completamente destruida, con algunos inmuebles en pie, siendo ste el caso de una parte de la fachada con muros almenados del convento de San Agustn. Sobre el hecho nos informa patticamente el fraile agustino Antonio de la Calancha, quien a la sazn, se desempeaba como prior del citado convent08): "... siendo jueves despus del miercoles de Ceniza da de San Valentn a 14 de febrero del ao 1619, a las once y media de la maana, da claro, quieto y agradable uvo un criminoso temblor y tan general terremoto ... demoliendo no slo los edificios desde sus cimientos en los llanos y las sierras ... pues en un breve credo que dur el temblor, arruin desde los templos ms fortalecidos hasta los edificios ms livianos, no valiendo la fortaleza para hacerle resistencia, ni cal i canto para oponerse a un soplo de viento ... Murieron en aquel da trescientas y cincuenta personas de todos los estados y edades los heridos como no haba quien los curase murieron lo mas, i quedaron liciados los pocos, y aser de noche murieron todos".

    Otro cronista conventual Fray Diego de Crdoba y Salinas9) describi el suceso del siguiente modo: "fue un temblor y terremoto tan espantoso que no dej edificio de casa ni iglesia que desde sus fundamentos no se viniese al suelo dejando debajo de sus

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    ruinas sepultados gran multitud de hombres y mugeres de toda edad". En base a estas dos citas podemos tener una idea de la magnitud del terremoto,

    donde perecieron alrededor de 400 personas. La destruccin total de la ciudad motiv que parte de los vecinos pensaran en reedificarla en otro lugar.

    Enterado el Virrey Prncipe de Esquilache de este hecho trgico, acord con la Real Hacienda socorrer a la ciudad proporcionando a Trujillo una ayuda de 10,000 pesos en alimento y vestuario, de los cuales 4,000 deberan ser entregados a los pobres de la ciudad a cuenta de su majestad, con cargo de completarlo de los tributos vacos, mientras que los 6,000 restantes se prestaran a quien los devolviera a la Caja Real, con lo cual se pudieron entretener los pobladores sin abandonar la ciudad. Por otro lado autoriz el prstamo de treinta mil pesos de las cajas reales de los corregimientos de Cajamarca, Conchucos y Guailas y otros por un tiempo de seis aos y liber a los vecinos y habitantes de esta ciudad del impuesto del alcabala 10).

    Adems Esquilache dispuso el traslado de la ciudad, a otro sitio y, mediante una provisin despachada el 23 de febrero de 1619, orden que el obispo D. Fray Francisco Cabrera, el corregidor D. Luis de Esquivel y los vecinos feudatarios D. Francisco Merino Ferrer y D. Juan de Avendao y Gamboa " ... acuerden y resuelven y determinen lo que mas convenga a la restauracin de la repblica y si les pareciese que se mude a otro sitio, tomarn acuerdo en razn dello"lI).

    Recomendaba .el virrey que el sitio a donde se mudare la ciudad no debera ser muy distante, y que el suelo no fuere arenoso y que tuviera fcil acceso al agua. As, el cabildo eligi la zona de Miraflores para reedificar la ciudad.

    Con el fin de ayudar a la poblacin trujillana, mand se destinasen 800 mitayos para que trabajaran en la reconstruccin de la ciudad. De ellos, 400 bajaran de la sierra en los seis meses de invierno y los restantes provendran de los llanos para trabajar en los meses de verano.

    Esta cuota extraordinaria de mitayos cubrira el lapso de diez aos y era parte del nmero de mitayos disponibles de ordinario que la ciudad posea. La reparticin de los mitayos se realiz de la siguiente maneraI2):

    Cuadro 1 Indios procedentes de los llanos

    Lugares de procedencia Chimo y Chicama Guaape y Chao Paijn San Pedro de Lloc y Jequetepeque Chepn YIlimo Tucome Chiclayo y Collique Cherrepe Ferriife Mocupe

    No. de mitayos 67 12

    10 45 13 56 78 33 28 29 29

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    Lugar de procedencia Caxamarca Guamachuco Conchucos

    Cuadro 2 Indios procedentes de la sierra

    J. Castafieda

    No. de mitayos

    180 83 137

    La recuperacin de la ciudad fue lenta, an cuando se haba librado de impuestos al vecindario por un tiempo. Trece aos despus, los vecinos se quejaban de los oficiales de la Real Hacienda, porque abusaban del cobro de alcabalas sin tener en cuenta la pobreza de los vecinos motivada por el terremoto, y suplicaban ser aliviadas convenientemente del cobro de alcabalas13). Ms tarde en 1639, el cabildo suplic al monarca excusar a la ciudad del pago de Junta de Armas, alegando la pobreza de los vecinos por la causa antes mencionada 14).

    La reconstruccin de la ciudad se hizo totalmente bajo los cnones del nuevo estilo manierista. Nuevamente se erigieron templos as como grandes masiones, algunas de ellas con capilla propia, que presentaban pinturas murales tanto en su exterior como en su interior. Esta vez las iglesias presentaban tres naves, con la excepcin de Santa Clara y San Agustn, que continuaron con una sola nave.

    La Muralla

    La amenaza de los corsarios y piratas era constante, y se agudiz en la dcada de 1680, cuando las incursiones del holands Eduardo Davis, trajeron como consecuencia el saqueo de los puertos de Guayaquil, Paita y Pisco, as como de la ciudad de Saa.

    En 1683 el corregidor D. Lorenzo de Brito propuso en sesin de cabildo la construccin de una fortaleza o ciudadela para defender la ciudad, la misma que deba de ser costeada por los vecinos. As, este personaje fue el primero en suscribirse, ofreciendo la suma de 1,000 pesos1S). Sin embargo, los regidores ofrecieron minucias, es decir, entre 100 Y 200 pesos por ao, en tanto otros prometieron la participacin de un pen anualmente con la finalidad de aportar con mano de obra para construir la muralla.

    En un cabildo abierto celebrado al ao siguiente, volvi a insistir con su propuestal6, pero los vecinos argumentaron que la extensin de la ciudad era un impedimento para amurallarla. A pesar de ello, reunieron los fondos, y los alcaldes ordinarios Bartolom Martnez de Jarabeitia y D. Fernando Ramrez de Orellana firmaron contrato con el arquitecto italiano Joseph Formanto, el 19 de febrero de 1687. El trazo de la muralla estuvo inspirado en un diseo de Leonardo da Vinci para la ciudad de Florencia, el mismo que nunca fue ejecutado por su autor. Se eligi la forma elptica para ahorrar costos de su ereccin.

    La obra fue concluida dos aos ms tarde y la inversin lleg a sumar 84,000 pesosI7), cantidad reducida si se considera que no fue incluido el pago de los jornales.

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    La muralla alcanz un permetro de 5.5 kilmetros e involucr el empleo de 100,000 adobes18). La estructura defensiva se compona de 15 baluartes (uno de los cuales fue costeado por el virrey Duque de laPalata), 15 cortinas y, adems, 5 portadas. La portada de Huamn estaba orientada hacia el Oeste y se abra hacia el camino que conduca al pueblo del mismo nombre; la portada de Mansiche era el acceso de las personas que venan desde el Norte por el camino real; la portada de Miraflores se abra hacia el Este en direccin al barrio de San Esteban; la portada de la Sierra era llamada as por el camino que conduca hacia esa regin y, por ltimo, la portada de Moche era el acceso para las personas que venan desde el Sur. En su construccin intervinieron ocho comunidades indgenas en el abastecimiento de adobes, cuatro del valle de Moche y las restantes eran forneas. Estas ltimas mandaban cuadrillas separadas a la regin de Trujillo, donde producan los adobes in situ, para evitar traerlos de afuera.

    En realidad, la muralla cumpli una funcin decorativa por lo cual sus muros no eran suficientemente altos; adems, careca de fosos y terraplenes para hacer una efectiva defensa19l

    La edificacin de la muralla hizo considerar al cabildo que la caja de agua debera estar ubicada dentro de la ciudad, porque el antiguo estanque se encontraba mayor distancia, en la actual ubicacin del mercado de la Unin. De igual manera, en previsin del futuro crecimiento de la ciudad se dejaron reas libres para realizar cultivos que pudieran servir para alimentar a la poblacin de ocurrir un asedio. En realidad, la idea original de Formento era que la ciudad contara con tres estanques para abastecer al vecindario20>, aunque slo construy uno que fue ubicado en la cabecera de la ciudad, es decir, donde ahora se encuentra la actual plazuela El Recreo.

    Abastecimiento de Agua

    El abastecimiento de agua fue una preocupacin constante del cabildo. Luego de su fundacin, se mand abrir una acequia destinada exclusivamente a este uso, cuya bocatoma se hallaba a dos legua al Este de la ciudad, junto al puente de Conache en los terrenos de la actual Cooperativa Laredo.

    El canal era conocido como Acequia Vieja, y llegaba hasta la ciudad depositando sus aguas en el estanque, de donde salan tres acequias: " ... una se diriga hacia el hospital, otra hacia la casa de Alonso Dvila y Alonso Gutirrez, y la otra que se va a San Francisco ... "2I l.

    Posteriormente, con la fundacin del convento de San Agustn fue necesaria una cuarta acequia. Y en el siglo XVII, tras la construccin del Seminario de San Carlos y San Marcelo, se abri otra denominada "acequia del Colegio". De manera que, al llegar al siglo XVIII, la ciudad contaba con 7 acequias.

    El mantenimiento del sistema de riego era obligacin de todos los pobladores; por ello, el 27 de setiembre de 1623 el corregidor D. Fadrique Cncer mand pregonar en la plaza mayor, que los vecinos y moradores limpiaran las acequias interiores por

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    donde discurra el agua para el servicio de sus casas, imponiendo unas multas de 2 pesos a los infractores. Con la tercera parte de lo recaudado de esas multas, el cabildo mand reparar el estanque de agua y el de repartimiento, as como los puentes dispuestos sobre las acequias que atravesaban las calles22).

    En otros casos, cuando el cabildo dispona de la cantidad de dinero necesaria, la limpia de la acequia se haca al mejor postor, y a voz de pregonero se convocaba a quien quisiera asumir la dicha empresa. As, en 1687 Joseph Jorge Nevado ofreci hacer el trabajo por "la suma de 300 pesos de a ocho reales, con calidad de que a los indios peones que trabajaren en ella, se les ha de pagar por su trabajo, a dos reales y medio por cada da, como el ao pasado se pag y tambin se les notifique a las personas que pasan agua por alcantarillas, por encima de la acequia, para que de esta manera est siempre seca y se limpie como se debe"23).

    Poblacin

    En 1604, la ciudad de Tnijillo contaba con una poblacin de 3,264 habitantes14) distribuidos de la siguiente manera:

    Categora Espaoles y mestizos Hombres casados Mujeres casadas Solteros Mestizos solteros Solteras Nios Nias Total

    Cuadro 3 Nmero de individuos

    108 133 185 20

    208 143 128 925

    El cuadro 3 se refiere al conjunto de la poblacin que inclua peninsulares, criollos y mestizos. En base a la cifra proporcionada por Antonio Vsquez de Espinoza25), la poblacin blanca de ese conjunto ascenda a unos "cuatrocientos vecinos espaoles" . Si comparamos estas cifras con las de 157526) notamos un descenso del orden del 50% en la poblacin espaola, al igual que la poblacin mestiza. Este fenmeno se debera a la atraccin que ejerca la ciudad de Saa, al ofrecer mejores prespectivas econmicas.

    El alarmado cabildo trujillano no pudo evitar el flujo de sus vecinos y moradores hacia la flamante ciudad27}, donde desde un principio se instalaron desde encomen-deros hasta artesanos, mercaderes y asalariados as, en 1602 era evidente el abandono de muchas de las viviendas de los benemritos que se haban marchado a otros lugares

  • Una Historia de la Ciudad de Trujillo

    Categora Negros y mulatos.

    Hombres esclavos Mujeres esclavas N ios esclavos Nias esclavas Total esclavos Hombres libres Mujeres libres Nios libres Nias libres Total

    Categora

    Indios Hombres y mujeres Hombres solteros y nios Mujeres solteras y nias Total

    en busca de mejor fortuna28>.

    Cuadro 4

    Cuadro 5

    Nmero de individuos

    378 381

    91 93

    1073 32 49 20 20

    1073

    Nmero de individuos

    622 309 263

    1194

    165

    Durante los primeros cincuenta aos Trujillo no tuvo barrios indgenas y los indios que vivan en la ciudad tenan la condicin de forasteros, debido a que provenan de otras partes del virreinato. Hasta comienzos del siglo XVII an usaban alguna prenda nativa29>, pero debido a su trato diario con los espaoles fueron absorbidos por la cultura hispnica y devinieron en ladinos, vistiendo a la usanza espaola, a tal punto que los objetos suntuarios eran occidentales . . Una provisin correspondiente al ao de 1603 indicaba que en Trujillo haba

    " ... muchos indios oficiales labradores y pescadores y de otros entretenimientos y ocupaciones y no reconocan cacique ni pagaban tributo ... los quales por conocer la libertad se bienen de sus pueblos ... " ordenaba el virrey D. Luis de Velasco que se los redujese "... para que viviesen en toda pulizia '" "30>. Es por eso que los indios forasteros fueron reducidos en una zona extramuros de la ciudad en San Esteban, creado ante el crecimiento de la poblacin indgena urbana, al punto que fue necesario un servicio de vice parroquia curapl>. Pero tambin hubieron quienes tenan propiedades dentro de la ciudad, como solares, huertos y casas. La posicin econmica de estos indios no era mala, pues tenan la posibilidad de alquilar inmuebles o comprarlos. Otra forma de acceder a ellos eran recibirlos en forma de herencia32>.

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    Desde el siglo XVI tenemos conocimiento de indios de la gleba que vivan dentro de la ciudad como propietarios de solares concedidos por el cabild033' Otros indios ocuparon la zona de ejidos de la ciudad, cuya habitacin estaba prohibida, aunque el cabildo termin por reconocerlos34l Asimismo, hubieron indios principales a quienes les fue concedido un solar5).

    La pesquisa documental ha permitido conocer los trabajos a los que se dedicaba la gleba indgena urbana: zapateros, silleros, barberos, msicos, cantores, cereros, sederos, sastres; algunos destacaban como oficiales y otros como maestros con taller propio36). Por el momento no hemos identificado a indios urbanos trabajando como herreros, picapedreros o albailes, oficios que demandan un mayor esfuerzo fsico. Sin embargo, hubieron quienes se desempearon como pulperos, otros se dedicaban al servicio domstico en casas de espaoles37) y, un ltimo sector, al arrieraje, trajinando hasta Lima, Piura o la sierra norte.

    Pero los forasteros no escaparon de las obligaciones para con la Corona y fueron requeridos para la limpia de acequias y calles de la ciudad y en la construccin de arcos para recibir alguna autoridadimportante38). Estuvieron organizados en un "Ayllu de forasteros de la ciudad"39) y tenan su alcalde de naturales40).

    Casi la mayora de la poblacin negra de la ciudad era esclava y estaba dedicada al servicio domstico en las mansiones de los vecinos. Hubieron negros que aprendieron oficios y ostentaron cargos de oficiales y maestros41). Entre los oficios que desem-pearon tenemos: panaderos, silleros, zapateros, botoneros, albailes, carpinteros, herreros, guitarreros, picapedreros42). En algunos casos, eran los amos quienes decidan los oficios de sus esclavos, con el fin de ponerlos a trabajar para su benefici043); otras veces eran usados como buhoneros en las calles de la ciudad"). Sin embargo, tambin hubieron negros y mulatos libres " ... en gran nmero que vive de por s en la ciudad ... "45), los cuales se ganaban la vida trabajando en su propio taller. la poblacin de color tambin se dedicaba al negocio de la pulperas y hemos identificado hasta cuatro mulatas que ejercan este oficio.

    Lamentablemente por ahora no contamos con otro censo de la poblacin trujillana, realizado enel siglo XVII. El censo subsiguiente, que por ahora disponemos, es el que mand hacer el corregidor D. Miguel Feijo de Sosa46l, por lo cual hay un lapso de 154 aos durante el cual desconocemos la evolucin de la poblacin trujillana. La cifra proporcionada por Feij60 hacia 1760 es de 9,000 habitantes, suma que triplica a la del censo de 1604. Suponemos que la poblacin trujillana sufri altibajos, teniendo en cuenta las diversas calamidades ocurridas a lo largo del siglo XVII, como el terremoto de 1619 y las epidemias que asolaron a la poblacin: bubnica (1619t7), sarampin (1659)48), viruelas (1663t), causando estragos especialmente entre la poblacin infantil.

    Economa y Sociedad

    La ciudad estuvo marcadamente dividida en tres estratos sociales, a los que

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    ZevallosSOl denomina: superior, medio e inferior. El primero presida y diriga la vida pblica de la ciudad, manifestndose dentro de los patrones de una sociedad cortesana, siendo sus miembros los encomenderos y sus familias los funcionarios de la Corona: corregidores, miembros del cabildo y del clero, los oficiales de milicia y real hacienda, los hidalgos peninsulares y criollos, a los cuales se agregaba los indios nobles. La clase media reuna a los chapetones, pecheros, criollos y mestizos sin origen distinguido -grupo que por lo general ejerca el comercio minorista en tiendas y pulperas-, los maestros y oficiales de labores artesanas. En la clase inferior estaban los indios tributarios, sean lugareos o forasteros , que incluan mitayos de servicio -una verdadera mano de obra pagada segn arancel oficial-, vendedores al por menor de producto agrcolas o de manufactura casera y a los arrieros. En este estrato estaban incluidos los negros, los mulatos y zambos -que eran gente de mandado-, la selVidumbre casera y los encargados de oficios menores.

    Debido a que era ciudad cabeza de distrito de encomiendas, Trujillo fue afectada por la baja demogrfica de la poblacin tributaria, lo cual incidi directamente en la renta de los poseedores de indios, aunque los problemas econmicos originados por la escasez poblacional ya afectaba los encomenderos de la primera generacin, como sucedi con Lorenzo de Ulloa y Garci Holgun51). La situacin de los encomenderos se agudiz a fines del siglo XVI y en el trascurso del siglo XVII.

    Podemos hacer un seguimiento de la merma de la poblacin indgena y su incidencia en la renta tributaria, entre los aos 1561 a 1629, en base a cinco testimonios histricos:

    l. Visita general a los repartimientos indgenas del Per, ordenada por el virrey Marqus de Caete, 156152).

    2. Visita y tasacin de las encomiendas peruanas, dispuesta por el virrey D. Francisco de Toledo, 157553).

    3. Relacin de indios tributarios y montos de su tasas, ordenada por el virrey D. Garca Mendoza54).

    4. Lista de encomenderos y repartimientos de los distritos de Lima, Hunuco, Trujillo y Chachapoyas realizada por Sebastin Cruzate, 1601 55).

    5. Datos proporcionados por el carmelita Antonio Vsquez de Espinoza 1629:5956).

    Los cuadros muestran claramente una gran disminucin, particularm.ente en las primeras dcadas y contina disminuyendo hasta llegar a un 33% del total de 1561. Al comparar las cifras de la renta encomendera notamos la merma de los rditos que cobraban los encomenderos trujillanos, suma que se contrajo an ms debido a las cargas salariales impuestas sobre el tributo (hospital, justicia, iglesia), sin quedar nada para el encomenderoS7).

    Existe documentacin sobre las denuncias realizadas por los comerciantes contra los encomenderos o sus deudos (cuando stos eran fallecidos). Por ejemplo, Juan Chacn, vecino encomendero, fue denunciado en 1601 por una deuda de 176 pesos adeudados al mercader Francisco Ayala58l Otro caso es el de las viudas las cuales

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    Cuadro 6 Nmero de tributarios en la jurisdiccin de Trujillo

    Ao 1561 1575 1591 1601 1629

    Poblacin Tributaria 42000 22447 15597 14127 14087

    Cuadro 7 Valor de la renta encomendera en la regin de Trujillo

    Ao 1561 1575 1591 1601 1629

    Renta 63800 ---- 49680 28023 . 24224

    quedaban en la miseria, por ejemplo Da. Francisca de Borja, esposa de Lorenzo de Ulloa, quien deba al mercader Juan Rafael Olivio 279 pesos y medio por concepto de 13 lienzos, una saya de gasa y dos de pimientas59}; Da. Beatriz de los Ros, viuda del alfrez Diego de Mora Manrique por adeudar al ao siguiente de la muerte de su esposo (1612), 1,067 patacones al mercader Juan Rafael Olivio y en 1616, 2,180 pesos al mercader Juan Alonso Ortiz(0).

    Otro ejemplo de la precaria economa de los encomenderos era la venta de la ropa de tributo por adelantado a los mercaderes de la ciudad, los cuales quedaban a la espera del plazo legal de la entrega -el tercio de San Juan en junio o el de Navidad en diciembre-, para ir a los pueblos de indios a recoger el producto. Segn Zevallos61), quienes realizaban este tipo de transacciones eran la mayora de los encomenderos regionales, de ah que los negocios beneficiaba enormemente a los mercaderes quienes pagaban lo que queran a los necesitados encomenderos. Por ello, discrepamos con la afirmacin de Coleman62) de que la venta de bienes de tributo atrajo en poca escala a los mercaderes.

    No obstante, en el siglo XVII todava era un smbolo de prestigio social el tener un repartimiento de indios. Muchos cargos pblicos estaban reservados a los encomen-deros y sus descendientes quienes podan ser alCaldes u ocupar el cargo de corregidor, alfrez real, alcalde de la Santa Hermandad, oficios que no tuvieron una renumeracin alta o simplemente, no la hubo. Sin embargo, les daban "lustre" y continuaban figurando como gente "de calidad". Ellos estuvieron en primera fila para recibir a los virreyes o dignidades eclesisticas que pasaban por Trujillo rumbo a la capital, as como en la procesiones y desfiles63). Los peninsulares y criollos que destacaron en la vida econmica y pblica no vacilaron en unirse a esos linajes patricios.

    Hacia 1602, el cabildo trujillano lamentaba la situacin de los benemritos afirmando que: " ... los hijos y nietos de conquistadores han llegado a tanta pobreza que la mayor parte por no tener con que sustentar estn ausentes y sus casas despobladas... "64). Asimismo, el cronista Reginaldo de Lizrraga sealaba la diferencia entre la poca de prosperidad de los vecinos encomenderos y la decadencia de sus descendientes en el siglo XVII; fue testigo de la prodigalidad de los vecinos

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    para con los recin llegados, a quienes daban hospedaje en sus casas, fuesen ricos o pobres y se admiraba que no hubiese carnicera, porque a todos sobraba lo necesario " ... y el que no lo tena no le faltaba porque los encomenderos le enviaban el camero, la vaca y lo dems cada da ... ", agregando al final con amargura " ... ya todo eso ha cesado y sus hijos han quedado pobres ... 1165).

    Otro hecho que afect a la ciudad aconteci cuando le quitaron los indios mitayos de los corregimientos de Saa y Cajamarca (que inclua Huamachuco y Huambos) de los que la ciudad se beneficiaba con la sexta parte de su poblacin. Estos dos corregimientos tenan mayor densidad poblacional indgena, en relacin al corregi-miento de Trujillo. Gracias a la disponibilidad de mano de obra, los vecinos podan alquilar los servicios de mitayos para que trabajaran como pastores de ganado en sus estancias, en las actividades agrcolas de las haciendas, en albailera, como ayudantes en trabajos mecnicos y como huaqueros en la bsqueda de tesoros(6).

    En das de mercado, los mitayos llegaban a la plaza mayor de la ciudad, donde formaban para que los espaoles los escogieran. Luego se legalizaba un contrato ante notario, segn el cual el espaol estaba en la obligacin de pagar un sueldo al mitayo, proporcionarle alimentacin y vestid067). Segn el cabildo, la prdida de los mitayos de esos corregimientos, haba causado " ... mucha disminucin porque no tiene xente ni servicio que la ilustre y para su sustento y otras cosas padece mucha necesidad ... 1168).

    Pese a la pobreza de sus benemritos, en 1600 Trujillo fue un activo centro comercial; el judo portugus Len Portocarrero vio "grandes casas de caballeros y ricas tiendas de mercaderes ... 1169). A travs de sus puertos de Huanchaco y Malabrigo (en el valle de Chicama) se exportaba trigo y azcar en grandes cantidades a Panam, Guayaquil y Lima originando el enriquecimiento de los productores y ms an los mercaderes intermediarios70). Otro negocio fue la venta de lea, la cual se exportaba por el puerto de Guaape hacia Lima, participando en el negocio tanto los espaoles como los indios nobles71).

    Aunque Coleman considera que una de las razones del colapso econmico fue el rompimiento de la ruta comercial con Panam, debido a los ataques filibusteros, pensamos que el terremoto de 1687, cuyo epicentro fue la costa central, alter la qimica del suelo a tal punto que a partir de entonces los terrenos de la costa no sirvieron para cultivar trigo y en las tres dcadas posteriores no se pudo cosechar un solo grano.

    Antes de aquel evento, los valles de Trujillo producan 160,000 fanegas de trigo; pero en 1763 el corregidor Miguel Feijo de Sosa anot un rendimiento inferior a los 25,000 fanegas. Y el obispo Martnez Compan dice: " ... antes del temblor de 1687 rendan estas tierras hasta 200 fanegadas por una de trigo y hoy rinden cuanto ms 50"72).

    Debido a esto, sucedi un empobrecimiento general y el mercado de Panam se perdi definitivamente. Entonces, la espectativa de los hacendados se volc hacia el cultivo de la caa de azcar, pero el exceso de este producto en el mercado produjo la cada de su precio73). En fecha posterior, el mercado de Lima empez a consumir la azcar proveniente de la costa central.

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    El comercio en menor escala era controlado por el cabildo, de manera que, para abrir una pulpera el interesado tena que solicitar una licencia real y pagar a la corona 30 pesos anuales. En establecimientos como estos, generalmente se venda vino, pan y velas. La evasin tributaria estaba a la orden del da y muchas pulperas funcionaban sin licencia. El cabildo tambin controlaba su nmero, por lo cual en 161274) las autoridades municipales decidieron que la ciudad deba de tener un mximo de doce pulperas y su administracin debera estar a cargo de personas casadas. Despus, en 1633 una Real Cdula ordenaba que las pulperas de la ciudad deban de ser 7 y el cabildo consider que esa cantidad era suficiente para abastecer a Trujill07S). En 1640 el cabildo mand clausurar un excedente de 11 pulperas "porque iban en perjucio de la Real Hacienda,,76). Este exceso de pulperas ilegales se explica porque la poltica de control de precios y el pago de impuestos incrementaba el precio de los productos de consumo en los establecimientos ilegales. Entre 1623 y 1640 hubo una cada en el otorgamiento de licencias de estos negocios, debido al control ejercido por el cabildo sobre el comercio (ver cuadro 8).

    Cuadro 8 Ao Licencias pulperas ilegales

    1623 10 1624 8 1625 9 1626 17 1627 13 1628 2 1636 5 1637 7 1638 5 1639 5 1640 6

    Otra forma de controlar estos negocios fue la represin de la delicuencia, pues suceda que entrada la noche los negros solan reunirse en estos lugares al trmino de sus labores77), a jugar bolillas y a libar. A menudo esto ocasionaba reyertas y la muerte de sus participantes o bien, que los" negros faltan el respeto a sus amos ... "78>. Por eso, el cabildo orden que cerraran sus puertas a la 7 de la noche para evitar problemas19>.

    La Ciudad Consumidora

    Los alimentos que consuman los trujillanos eran conducidos desde otras partes del virreinato, como los valles serranos y costeos. En el caso de la carne, generalmente la ciudad era abastecida por ganado mayor y menor procedente de la provincia de

  • Una Historia de la Ciudad de Trujillo 171

    Huamachuco80l, en cuyas estancias se criaban ms de 20,000 ovejas81>. Anualmente el cabildo sacaba a remate el puesto de proveedor oficial al mejor postor ("remate del abasto de carne"). El elegido acordaba el precio de venta de la carne, sea de vaca o camero, con el cabildo y trataba con los estancieros, muchos de los cuales eran vecinos de la ciudad. El ganado era arreado desde la sierra a travs del valle de Vir, que era un camino natural hacia la provincia de Huamachuco y desde all se le conduca a Trujillo para beneficiarlo en el rastro o camal, ubicado fuera de la ciudad por razones de higiene82).

    Cuando escaseaba el pasto en las alturas, la ciudad se perjudicaba consumiendo carne de psima calidad; por lo cual este problema se solucionaba cuando los estancieros arreaban su ganado a la zona de Cucur y Chorobal, donde haba "grandes pastos yaguas baldas sin tener dueo propio". Despus que el ganado engordaba era conducido a Trujillo para su comercializacin83). Es evidente que los espaoles no hacan sino repetir un patrn de movilidad prehispnico, que tena lugar de acuerdo a las estaciones del ao.

    El monopolio de abasto de carne era quebrado muchas veces por los estancieros, quienes vendan clandestinamente el producto en sus casas84>, motivando la queja de quien tena en su cargo la provisin de carne.

    El pescado fue una especie de gran consumo popular en Trujillo y los abastece-dores eran indios de Huamn, Moche y Huanchaco. Las embarcaciones y aparejos fueron los mismos que utilizaron sus antepasados en tiempos prehispnicos, segn lo comprob el padre Reginaldo de Lizrraga8S). Los indios tenan la obligacin de llevar su producto a la pescadera, a un precio establecido por el cabildo.

    Pero en trayecto del mar hasta la ciudad, el pescado era comprado por los pulperos (indios, mulatos y espaoles) quienes los revendan a un precio mayor que en sus establecimientos86). En consecuencia, el pescado poda no llegar a esta tienda y cuando ello ocurra era muy escaso.

    Los indios se quejaron de las imposiciones de las autoridades locales a travs de su protector de naturales ante el virrey D. Luis de Velasco, porque el precio de venta del pescado era muy bajo y no compensaba los sacrificios que hacan para obtenerlos; y llegaron a conseguir una provisin mediante la cual se mandaba al corregidor Felipe Lezcano Gaona que los dejase vender libremente el pescado al precio que los naturales determinaran. Sin embargo, lejos de cumplir con la provisin, ste orden que todo el producto se llevara a la "pescadera" para ser expendido de acuerdo al precio fijado por las autoridades y quiso aliviar el problema prohibiendo la compra de pescado a los indios en la playa, imponiendo castigos a los desobedientes. Por eso el protector de naturales volvi a quejarse y el virrey D. Luis de Velasco reiter al corregidor dejase vender libremente a los indios, no quedndole otra salida que acceder a ello.

    El problema reapareci nuevamente en 1625, debido a que el pescado era adquirido a los indios en la misma playa y revendido en la pulperas, perjudicando a los vecinos y los conventos con los altos precios. El documento consultado deja entrever que algunos vecinos y conventos no alcanzaban a adquirir el pescado por lo que el regidor

  • 172 J. Castaeda

    y fiel executor D. Iigo de Espinoza mand que los indios del pueblo de "Guanchaco traygan el dho pescado a vender a la plaza pblica oo' y los indios de, Guaman y Moche acudan con el dicho pescado a la casa del dho fiel executor para que por su orden se rreparta entre los vecinos de la dicha ciudad,,87).

    En los das de abstinencia impuesta por la iglesia, el consumo de pescado tena carcter de obligatorio y su demanda estimulaba el alza de precio motivando que las autoridades pusieran nfasis en controlar este problema.

    El trigo consumido en Trujillo provena de los molinos del valle de Chicama, que en sus aos de apogeo econmico lleg a producir 160,000 fanegas por ao88) , abasteciendo a la ciudad con un tercio de sus cosechas89). La mayor parte de la produccin era exportada a Lima, Guayaquil y Tierra Firme. Este auge de la exporta-cin amenaz muchas veces con dejar desabastecida la ciudad y, por otra parte, la escasez de trigo motivaba el alza de su precio normal90l, debido a lo cual el cabildo amenazaba con embargar la harina en los molinos o en los puertos, en caso que los molineros no cumplierari con abastecer a la ciudad91).

    El consumo mensual de trigo era de 1,007 fanegas92); en 1610, su costo era de 12 a 14 reales la fanega yen pocas de caresta lleg a costar entre 22 y 25 reales. En 1675 la fanega de trigo se cotizaba en 3 pesos y a 2 pesos en 1680; sin embargo, en los momentos de escasez llegaba a alcanzar hasta 4 pesos93).

    Al igual que en el caso del pescado, la ciudad era abastecida de trigo por los indios y ste provena de los pequeos agricultores de Mansiche, Santiago y Paijn. En tiempos de caresta, los regatones se dirigan a las comunidades a comprarle a los indios para especular con el producto, por lo cual el cabildo prohibi a aqullos y a los pulperos ir al valle de Chicama, ordenando a los indios vender el producto directa-mente en la plaza de la ciudad94). La escasez de trigo estuvo tambin determinada por las plagas que azotaban los campos. As, en 1607 y en 1645 hubo plaga de grillos, y en el ltimo caso el cabildo dispuso el envo de un comisionado al valle a fin de proveer lo necesario para que la ciudad no quedara desabastecida9S).

    La exportacin de trigo era un negocio de gran rentabilidad, que benefici a los hacendados y mercaderes espaoles, a la poblacin indgena que participaba muy activamente en la siembra de sus parcelas y, en especial, a los caciques poseedores de grandes extensiones agrcolas. De esta manera, el cacique principal del pueblo de Paijn, Diego del Salto, compr en 1610 la produccin de trigo a otros sembradores, como a Da. Catalina Alonso de Pareja -duea de las tierras de San Miguel- ; en 1610 adquiri un molino a Antonio Diaz Vejete, en tanto que el ao siguiente alquilaba parte de sus tierras a un mercader trujillano, para sembrar este cereal. Otro caso es el de D. Antonio Chaiguac, cacique principal del pueblo de Mansiche, quien exportaba 200 fanegas de harina de trigo en su propio barco, "Nuestra Seora del Socorro", con destino a Paita96).

    El comercio del trigo beneficiaba, de manera indirecta a los arrieros del valle de Chicama, indios de Santiago de Cao poseedores de mucho ganado equino, a quienes los mercaderes trujillanos alquilaban sus servicios para transportar el trigo a la ciudad97).

  • Una Historia de la Ciudad de Trujillo 173

    Tambin se cultivaba en los valles de Chimo y Chicama otros cereales, que eran suficientes para abastecer el mercado interno, siendo ste el caso del maz, garbanzo y arroz. Existan dos calidades de ste ltimo: blanco y negro, aunque se exportaba en menor cantidad.

    La ciudad de Trujillo gozaba de un buen abastecimiento de azcar, miel, diacitrn, conservas y chancaca; y en la regin del mismo nombre fue pionera de la industria azucarera en el Per. Uno de sus vecinos fundadores, el capitn Diego de Mora, fund el ingenio de Chicama, que fue el primero en el Per. El azcar llegaba de los trapiches ubicados en los alrededores de la ciudad; y hacia el ao 1630, Lpez de Caravantes daba cuenta de tres trapiches en el valle de Chimo, cuyos propietarios eran D. Juan Daza Carbajal, D. Luis Roidn Dvila y Pedro Gonzlez de Ayala, mientras que en el valle de Chicama haban cuatro ingenios de azcar. El azcar se exportaba a Guayaquil y Lima98).

    Despus del terremoto de 1687 los sembros de caa de azcar reemplazaron a los trigales. Pero la regin trujillana no alcanz los niveles productivos a los que llegaron las plantaciones azucareras del valle de Saa.

    Durante los meses de verano, los trujillanos se deleitaban consumiendo hielo trado desde la provincia de Huamachuco, y en 1610 el cabildo destin para esta labor a ocho mitayos de la provincia de Huamachuco y Conchucos. Cuando aos ms tarde la mita (1668), fue suspendida el abasto de la nieve fue concedido a particulares, quienes se comprometieron a proveer a la ciudad hasta los ltimos das de la Pascua de Resurec-cin, percibiendo el cabildo 50 pesos al ao por derecho de abasto. Generalmente, quienes se dedicaba a este negocio eran los vecinos de la provincia de Huamachuco y el hielo provena del nevado de Huaylillas. En el ao 1668 el precio de una libra de hielo era de dos reales99).

    El Obispado de Trujillo

    Fue creado en 1557 por el Papa Gregorio XIII, junto a la dicesis de Arequipa. Sus lmites fueron demarcados por el virrey Marqus de Montesclaros quien hubo de reunir informacin acerca de las ciudades, villas y pueblos del rea de formar la nueva dicesis y encarg al P. Diego Mndez, capelln de Monasterio de la Encamacin de Lima y Cosmgrafo Mayor del Per, el diseo del plano del arzobispado de Lima y del obispado de Quito, con la finalidad de tener una idea clara de cmo hacer la divisin. Con todos esos datos, en 1614 el Marqus pudo suscribir el auto en el cual se delimitaba el territorio que comprendera el nuevo obispado 100).

    El 25 de mayo de 1610 fue preconizado como obispo D, Gernimo de Crcamo, quien se desempea como tesorero de la Catedral de Mxico, pero lamentablemente falleci durante el viaje al paru en Tierra Firme. No sera sino hasta 1616 en que la ciudad recibi a su prelado, el dominico Fray Francisco de Cabrera, quien luego de eregida la dicesis el 14 de' octubre de 1616, procedi a visitar su dilatada dicesis. Durante su episcopado sucedi el terremoto del 14 de febrero de 1619; y debido al

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    estado en que se encontraba la ciudad mediante un auto de fecha 19 de marzo de 1619 traslad la sede episcopal al pueblo de indios de Lambayeque, constituyndose en ese lugar el 27 de ese mismo mes, aunque poco despus enfermara de gravedad, falleciendo el 25 de abril.

    La sede vacancia de la dicesis dur tres aos, hasta que el 29 de marzo de 1622 hizo su ingreso a la capital el obispo Carlos Marcelo Come. El era natural de Trujillo y su padre fue Diego del Canto Come, maestro de latn en la ciudad, quien fue llevado por el virrey D. Francisco de Toledo a Lima, donde dict la misma clase en la Universidad de San Marcos. Carlos Marcelo Come estudi en el Colegio Real de San Martn e hizo el doctorado en teologa en la Universidad de San Marcos, gradundose en 1590, para ser posteriormente catedrtico de artes en la misma univesidad. En 1617 se trat de presentarlo ante la sede chilena de Concepcin, sin embargo, al vacar la sede de Trujillo, fue elegido para sta, siendo consagrado para Lima por el arzobispo Lobo Guerrero, el18 de octubre de 1618101).

    A su ingreso a Trujillo, del 4 al 29 de marzo de 1622, hall una ciudad en ruinas y la iglesia matriz funcionaba en una ramada construida en la plaza mayorI02). El lugar donde haba estado la antigua iglesia era un promontorio de escombros, aparentemente imposible de allanar, aunque se limpi a fin de construir el nuevo edificio. Para ampliar la nueva fbrica se compr la casa del mercader Juan Rafael Olivito, cuyo frontis daba a la plaza mayor, la misma que debi ser un solar extenso, pues cost 800 pesos 103).

    En ese contexto de reconstruccin de la ciudad, el obispo Carlos Marcelo Come fund el Seminario de San Carlos y San Marcelo en 1627. Si bien en 1603 el corregidor Felipe Lezcano Gaona reconstruy la Casa Real de Estudio1(4), donde se enseaban las primeras letras y latinidad, el Obispo consider que la juventud trujillana, deba tener una mejor formacin, para lo cual sus constituciones y planes de estudios estuvieron basados en los del Seminario de Santo Toribio de Lima. Ese mismo ao los jesuitas fundaron el Colegio de San Salvador y, siguiendo el plan del Obispo La Raya en el Cuzco, los seminaristas de Trujillo tambin asistieron a las clases de los jesuitas. Ambas instituciones convirtieron a Trujillo en foco de irradiacin cultural en la regin norte de la Audiencia de Lima.

    El primer rector del Seminario fue el presbtero Antonio Correa, quien ejecut los ttulos aprobados definitivamente el 20 de noviembre de 1628. La edad mnima para ingresar al Seminario era de 12 aos, debiendo ser hijos legtimos, y de ninguna manera mestizos. El Seminario otorgaba 12 becas para los hijos de los vecinos pobres y los restantes corran con sus propios gastoslQ5).

    En julio del mismo ao se realiz el primer snodo trujillense; y el da 2 del mes en curso fue designado como Dean y Arcediano, en representacin del cabildo catedra-licio, Luis de Paz. El 15 de agosto se publicaron las sinodales, pasando una copia al virrey Marqus de Guadalczar para su aprobacin.

    Un punto importante de las disposiciones sinodales, fue la obligacin de los sacerdotes para denunciar ante el obispo los abusos de los corregidores contra los indios, de manera que el obispo lo elevase al virrey. Y es aqu donde Come entr en

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    contradiccin con la Real Audiencia de Lima. El obispo haba hecho la defensa de un visitador suyo, encarcelado por el corregidor de Chiclayo, por quemarle los depsitos de hilo de algodn y ropa de la tierra de aqul, haba obligado a hacer a los indios con el pretexto de la armada106l

    Un sonado caso fue el que afront con los regulares, al entrar en la clausura del Monasterio de Santa Clara -sujeto al convento de los franciscanos- en uso de sus facultades. Debido a ello se le acus de violar la clausura monstica papal, por lo cual estaba incurso en excomunin. A los franciscanos se le sumaron los dominicos, mercedarios y agustinos, quienes nombraron juez conservador al prior dominicano Juan de Zrate, quien excomulg al obispo y al corregidor Cristbal de Lozada. Las sanciones se extendieron porque puso en entredicho a toda la ciudad. Se cerraron todas las iglesias conventuales, menos la de los jesuitas, que estuvieron al margen del problema, en tanto las iglesias parroquiales permanecieron abiertas. Frente a estos hechos, el corregidor orden llamar a rebato en previsin que los regulares intentaran cerrar la catedral107).

    Al enterarse de estos acontecimientos, la Real Audiencia orden levantar las censuras, de manera que, en abril de 1627, tanto el, obispo como el juez adhirieron al dictamen de la audiencia contra la resistencia de los capitulares. Y, en julio de 1627, se dispuso que los regulares no actuaran fuera de los casos permitidos.

    Finalmente, el obispo falleci el14 de octubre de 1629 y fue sepultado en la iglesia de la Compaa, levantada en el solar de la casa donde naci.

    Las Ordenes Religiosas

    Desde la fundacin de la ciudad se repartieron solares para las rdenes religiosas, y hacia 1609 haban cinco conventos de frailes: San Francisco, Santo Domingo, La Merced, San Juan de Dios y, posteriormente, la Compaa de Jess, los Betlemitas (en reemplazo de los juandedianos). A lo largo del XVII hubo un solo monasterio, el de Santa Clara. Gracias a la generosa ayuda de los vecinos las rdenes religiosas pudieron mantenerse y construir sus conventos, que tambin reciban una limosma "para la cera y el vino" de parte del Real Patronato. Las fuentes de ingreso, de las cuales vivan, pueden clasificarse en rentas de haciendas, rentas de censos, rentas de casas, capellanas, snodos y limosnas del rey.

    Cuando el arzobispo Santo Toribio de Mogrovejo visit los valles de Trujillo en 1593, hall 27 haciendas y 5 ingenios azucareros, de los cuales ninguno estuvo en manos de las rdenes religiosas108l A lo largo del siglo XVII las rdenes se fueron enriqueciendo y en 1700, de un total de 2,836 fanegadas de tierra cultivada del valle de Moche los religiosos posean 775, mientras que 573 fanegadas eran de los laicos.

    La propiedad de inmuebles por parte de la iglesia, que se fue dando a lo largo del siglo XVII, fue el reflejo de una poca de prosperidad econmica en Trujillo, donde los hacendados impusieron censos y capellanas sobre sus propiedades. Durante el siglo XVIII fue raro hallar una hacienda que no estuviese cargada de censos o

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    capellanas, por lo cual antes de comprar una hacienda haba que pensarlo dos veces. Sin embargo, los hacendados encontraron la solucin pagando esos beneficios en especies 1(9).

    Agustinos Los agustinos llegaron a Trujillo en 1558 y fueron sus benefactores el capitn D.

    Juan de Sandoval y su esposa Da. Florencia de Mora, quienes costearon las edifica-cin de sus iglesia y convento. Tuvieron a su cargo la doctrina de Huamachuco, lo que les dio la posibilidad de administrar las haciendas y obrajes dejados a los indios por los personajes mencionados. De esta forma manejaron Yanobamaba, Tulpo y Sinsicapa y, recibieron en donacin las tierras de Usquil de parte de la Corona 110). Posean adems el obraje de Cara bamba, que fue arrendados a terceros, el fundo de Sogn, ubicado en los trminos del pueblo de Lucma, que les fue vendido por D. Alonso de Alvarado en 1655111). En la costa posean la hacienda de Menocucho, la chacra de Santa Catalina y las tierras de Guambs1l2).

    Asimismo estaban impuestos a su favor los censos sobre Licapa113), San Francisco de Buenos Aires1l4) y Mocollope, haciendas ubicadas en el valle de Chicama. Bajo esta misma forma los agustinos perciban ingresos de las haciendas de Angasmarca y la estancia de GauyatnllS) y, de otro lado, se beneficiaban de una capellana que, en 1629, D. Fernando de Avila hizo a favor de una capellana impuesta por Catalina Snchez sobre una casa ubicada en la calle "que va del Convento de Santa Clara al Convento de San Agustn,,116).

    Franciscanos Los franciscanos llegaron a Trujillo en 1540, siendo su fundador el padre Fray

    Francisco de la Cruz. En 1611 posean la chacra de Cuape, que era arrendada a Francisco Saucedoll7) y, en 1658, D. Antonio Blasco, vecino de Truj illo , don unas tierras ubicadas al Este de la ciudad, llamadas Miraflores, a condicin de que su producto fuese destinado al mantenimiento de la lmpara del Santsimo. Posea asimismo, una renta de capellana impuesta sobre la hacienda N unja 118).

    Dominicos Los dominicos tuvieron a su cargo el servicio espiritual de los indios de Chicama,

    edificaron un convento en ese valle y tuvieron doctrineros en Facal, Chcope, Magdalena y Santiago, siendo su benefactor el capitn Diego de Mora.

    En 1607, los bienes y rentas del convento de Santo Domingo eran: 900 pesos de rentas de capellanas, una chacarilla junto a la ciudad, con 20 fanegadas sin sembrar por falta de agua, y una chacra en el valle de Chicama, con 300 fanegadas de trigo. Tenan adems "unas haciendas que dej Franc Garca clrigo" con un cargo de 42,000 pesos destinados a pagar sus deudas y mandas, de manera que los frailes alegaban no poder hacerlas "sin que pasen muchos aos".

    Los frailes adeudaban ms de 2,500 pesos a particulares "que los han prestado para el sustento deste convento". En aquel ao, no estaba concluida la construccin del

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    convento faltando construir dormitorios, celdas, la portera. De ah que Fray Francisco Mesas se quejara que "por ser la tierra y distritos tan pobres no se puede sacar limosnas" para poder concluir el edificio, ni para el sustento de los religiosos119l

    Con el correr de los aos sus propiedades fueron aumentando y, en 1613, tenan la chacra de Cuape -ubicada en Santiago de Cao-, la cual antes haba sido de los franciscanos 120). Posteriormente ejercieron la posesin de la estancia de Yagueda, en la provincia de Huamachuco121).

    Sus .rentas de capellanas tambin aumentaron. Hacia 1669, D. Antonio Blanco fund una capellana y, en 1692, el Dean Fernando de Saavedra y Leyba fund una buena memoria en la iglesia de Santo Domingo, asignndole 4,000 pesos en la hacienda Angasmarca.

    Mercedarios Despus de los agustinos, fueron los merced arios quienes tuvieron ms rentas.

    Estaba gravada a su favor la hacienda de Santa Ana de Buena Vista, con un censo de 1,400 pesos, la cual les fue traspasada por el comerciante Juan Rafael Olivitos. Por otro lado, eran propietarios de un olivar ubicado junto a la ciudad, el cual colindaba con las tierras de Icoca122l Asimismo, por manda testamentaria les fue otorgada la hacienda Exaltacin de la Cruz (conocida hoy como Hacienda Arriba), en el valle de Chicama. En 1695, el convento realiz la venta enfitutica de las tierras denominadas y nimim, que les fueron donadas por Antonio Chayhuac, cacique de Mansichel23l

    En la sierra, los mercedarios tenan censos impuestos a su favor en la estancia de Cauday, localizada en Huamachuco. En los trminos de la ciudad de Trujillo, estaba gravado con censos el alfalfar de Aranjuezl24l y, bajo el mismo sistema, perciban ingresos de las haciendas de Toln y Pituma en el valle de Saa que haba mandado D. Pedro de Alvarado en 1669125). Asimismo, tenan un censo gravado sobre unas tierras posedas por Isabel Jurez en el valle de Chicamal26l

    Eran suyas tambin unas casas ubicadas "a la salida de la ciudad camino a Chicama"I27), vendidas por esta orden a Juan Gutirrez de Faras. Sin embargo, despus del terremoto de 1619 se vieron obligados a deshacerse de algunos de los bienes inmuebles, tales como unas casas localizadas en la calle de San Agustn que fueron vendidas a Pedro de Rivasl28l

    Los mercedarios recibieron un tambo "ubicado en la traza de esta ciudad" por fin y muerte de Elvira Martn y, el cual tena por linderos "por un lado las casas que fueron de Juan Lezama, por delante la Alameda y por otro lado, las espaldas de la calle real", en 1611 fue vendido por tres viudas a Alonso Ortiz, quien pag al convento una renta anual de 70 pesos, de a 8 reales, dividido en dos terciosl29l

    Jesuitas La compaa de Jess fue constituida en Trujillo el ao 1627, siendo su llegada muy

    celebrada " .. hubo repiques de campanas y el corregidor dispuso que hubiese luminarias en las noches, se corriesen toros y se concertasen mascaradas, secundando los plcemes con que el vecindario los recibi .. .''JO). Tuvieron todo el apoyo del obispo

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    Marcelo Come, quien les entreg el solar donde haba nacido para su iglesia y convento, mientras que su mantenimiento fue apoyado por D. Juan de Avendao y Gamboa les dej la estancia de Chusgn con 4,000 cabezas de ganado131). En 1629, el maestre de campo D. Juan de Losada y Quiones hizo de la Compaa de Jess una de sus herederas, ordenando la edificacin de su iglesia, lo cual fue confinnado en sesin capitular del 1 de marzo de 1630.

    Como ha sido mencionado, los padres de la Compaa fundaron el Colegio de San Salvador, recibieron en donacin la hacienda de Guaape, ubicada en el valle de Chicama, de parte del obispo Marcelo Come, la cual estaba valorizada en 42,000 pesos, y adems tena 37 esclavos. Adems les dio 5,000 pesos con la condicin de que haban de dotar a 2 doncellas pobres 132). Tambin fue propiedad del colegio de la Compaa, la hacienda Pixi, que estaba gravada con un censo de 2,250 pesos, y fue dejada por el Licenciado Francisco Pacheco133>.

    La iglesia de la Compaa de Jess, fue edificada por el maestro alarife portugus Alonso de las Nieves, quien en 1631 inici los trabajos siendo realizados dos etapas. En.la primera etapa deba de ser entregada la albailera y fue culminada en 1634. La segunda parte fue la obra de carpintera, consistente en la colocacin de las puertas y ventanas y la cubierta, que fue culminada en febrero de 1636. Posterionnente, el maestro Salvador Leandro le agreg un coro alto de madera, y el convento le proporcion dos negros aserradores y uno "medio oficial" para su ayuda. La iglesia estaba ricamente decorada "con retablos de mucho costo y de pinturas de gran admiracin que en ella no hay lugar blanco"l~).

    Betlemitas En 1680 los frailes Betlemitas se hicieron cargo del antiguo hospital de San

    Sebastin, anterionnente en manos de los padres juandedianos, cuya fecha de fundacin se remonta a la dcada del 50 en el siglo XVI. El hospital tuvo como benefactor al capitn Juan de Sandoval, quien don el solar e instituy una capellana, y sus gastos se solventaron en base a un pequeo porcentaje de la tributacin indgena, y de los censos y donaciones. De otro lado, reciban entradas por concepto de obenciones eclesisticas y de las ventas de medicamentos realizadas en la botica.

    El hospital de San Sebastin fue controlado por el cabildo hasta 1625, cuando el obispo Marcelo Come solicit al vicario general de la Orden del Beato San Juan de Dios, hacerse cargo de los hospitales de Saa y Trujillo. El debate sobre el traspaso se dio el da 15 de setiembre de 1625, y en l se acord "se diese administracin del dicho hospital y las de sus bienes a los dichos hennanos de Juan de Dios sin perjuicio del derecho de Patronazgo y con la obligacin que tenan que dar cuentas cada vez que se les pidiese"uS).

    El acto de posesin tuvo lugar el 17 del mismo mes, figurando entre los bienes recibidos: 10 cujas para espaoles y 4 esclavos, pero no les sealaron bienes de iglesia. Aos despus, el cabildo se opuso a que los hennanos juandedianos siguieran administrando sus bienes, debido a que, al parecer, no tuvieron xito en su empresa.

    En 1671, el obispo de Trujillo invit a la orden betlemtica hacerse cargo de la

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    administracin del hospital; aunque dicha idea se pospuso porque el objetivo de los padres era el hospital del Cannen de Lima; por lo cual no sera sino hasta 1680 que los frailes llegaron a hacerse cargo del hospital.

    Hubo una fuerte oposicin de los cabildantes, pues ellos consideraban que el hecho iba contra . los intereses del cabildo, de ah que no pennitieron que las rentas del hospital fueran a parar directamente a manos de los religiosos. Por tal motivo en aquellos primeros aos "padecieron los hennanos vindose precisados a vivir en chozas en lugar de celdas, y otros sitios de igual incomodidades" 136).

    Clarisas Las monjas clarisas llegaron a Trujillo el 25 de marzo de l587137). Pero como no

    estuvo concluida la edificacin del monasterio, se hospedaron en la casa de Da. Florencia de Mora hasta el 12 de agosto de ese ao, fiesta de su patrona Santa Clara, fecha en la cual se trasladaron en procesin a su nueva morada. Como este ltimo sitio era malsano y hmedo, tuvieron que desplazarse al lugar que actualmente ocupan.

    Para el sustento de las clarisas, el virrey Toledo les otorg 300 pesos anuales provenientes de los tributos del repartimiento de Jequetepeque y San Pedro de Lloc, en ese entonces vacuos por fallecimiento de su encomendero Rodrigo Lozano. Y en 1595 el Virrey Fernando de Portugal les aument la renta a 1,000 pesos del mismo repartimiento, debido al fallecimiento de D. Pedro Gonzlez de Ayala.

    Como la Real Hacienda no cumpla con el pago, en 1609 las monjas reclamaron al virrey, a travs de su procurador Fray Miguel de Oca, se hagan efectivos los donativos hechos por los vicesoberanos anteriores. Alegaba el procurador que " .. .las monjas estn pobres y no tienen con qu sustentarse, ni con qu labrar ni hacer monasterio". El virrey accedi a la peticin, y mediante una provisin mand al corregidor de Trujillo se pagara a las monjas lo adeudado.

    En los siguientes aos tambin hubo incumplimiento, y, en 1623, Fray Jernimo Serrano expuso al virrey que los oficiales reales deban al monasterio las rentas de todo el ao de 1615, y de 1621 hasta el ao 22, haciendo un total de 1,500 pesos "por lo qual el monasterio no tiene ms para comer y no para cercar su casa". Entonces, el virrey compeli a los oficiales reales para que la deuda fuera saldada.

    Sus bienes y rentas estaban fonnadas por la huerta y tierras de Collambay, otor-gadas por Da. Florencia de Mora; la estancia de Sangual, en el corregimiento de Huamachuco, la cual fue recibida como dote del acaudalado D. Juan Alonso Ortiz por sus cuatro hijas que ingresaron al convento, tena 25,000 cabezas de ganado ovejuno. En un detenninado momento la estancia fue administrada junto con D. Pedro de Alvarado y Abarca, aunque, al parecer, los negocios fracasaron pues en 1689 las monjas pidieron la separacin de la compaal38).

    En el valle de Chicama, las clarisas compraron la hacienda y molino de pan llevar San Mathas del Sacramento a D. Juan Galindol39). Esta tena 30 esclavos, pero tuvo que ser vendida a causa de las prdidas originadas por la plaga que atac a los trigales. De otro lado, posean en la ciudad terrenos eriazos que lindaban con el solar de Juan de la Pea, un mulato cuarentn, y con la cerca posterior del convento.

  • ISO 1. Castaeda

    Adems, tenan impuestos a su favor: un censo sobre la hacienda San Francisco de la Colpa en Cajamarca, con una renta anual de 150 pesos y de a 8 reales l 4O) y, bajo esta misma forma, una renta anual de 100 pesos proveniente de la hacienda San Agustn de Mocollope, situada en el valle de Chicamal-41), cuyo censo era de 3,000 pesos y fue llevado como dote por Da. Ins de Benegas, hija del Capitn Juan de Benegas.

    Finalizando el siglo XVII, hubieron 21 personas que tenan gravadas sus propie-dades con impuestos a favor de dicho convento, adeudando 8,481 pesos y 2 reales. En la lista figuraban personas distinguidas, entre ellos hacendados y miembros del cabildol-42). La cifra citada nos da una idea de la declinacin econmica de la ciudad de Trujillo, a causa de la plaga del trigo.

    Carmelitas Aunque las monjas carmelitas se establecieron en Trujillo hacia el siglo XVIII,

    haremos una breve nota sobre los orgenes de su llegada. Lorenzo de Cepeda, hermano de Santa Teresa de Avila, fue vecino de la ciudad y

    estaba casado con Da. Juana de Fuentes, hija del encomendero Francisco de Fuentes, quienes se avecindaron a poco tiempo de fundada la ciudad. Asimismo, el capitn Juan Roldn Dvila, uno de los fundadores de la ciudad de Trujillo, era to de la santa doctora de Espaa l -43). Obvio es que, con la presencia de los familiares, la devocin de los vecinos trujillanos a la Virgen del Carmen era patente y deseaban que se fundase en la ciudad un convento de la Orden Carmelitas. En 1663, ocup la sede deTrujillo el obispo Fr. Juan de la Calle Heredia, y quiso acceder a los deseos de los vecinos de tener un nuevo convento. Con este fin, reuni algunas limosnas y de su propio peculio don la suma de 8,000 pesos, dinero que fue destinado a ,la dotacin de las religiosas. El obispo escribi al Rey de Espaa y al Papa solicitando las respectivas licencias; pero a pesar de su voluntad de querer acelerar los trmites, el permiso no lleg. El obispo fue trasladado a Arequipa en 1675, y antes de partir dej establecida una donacin nominal de 20,000 pesos, que habran de rendir una renta anual de 1,000 pesos, la cual fue destinada al sostenimiento de las religiosas. El obispo falleci en 1676, a los 15 das de haber llegado a Arequipa, sin haber visto el ingreso de las monjas a la ciudad. En tanto no llegaban las religiosas, los 8,000 pesos se convir-tieron en una obra pa que rentaba 400 pesos anuales y con este dinero se dot a 40 doncellas durante casi 40 aos, ya sea para vestir hbitos o para contraer matrimonio.

    La poblacin continu pagando limosnas y hacia 1722 se haban juntado 79,000 pesos; y dos aos despus hacan su ingreso a la ciudad cuatro monjas carmelitas procedentes de Quito, en medio de la algaraba popular1 .... ).

    A travs de estas pginas hemos visto como las rdenes religiosas lograron enriquecerse a lo largo de los aos. La posesin de haciendas, estancias, casas y solares les permitieron obtener pinges ganancias; pero con escasa incidencia en el beneficio exterior. Al estar las Ordenes excluidas del pago de diezmos, la Real Hacienda se perjudicaba, por no recibir la correspondiente cuota que por ese concepto estaban obligadas las haciendas y estancias.

  • Una Historia de la Ciudad de Trujillo 181

    Notas

    1) Campana D., Cristbal, Trujillo antes de la fundacin espaola, en Plaza Mayor No. 20, 1985, p.12 2) Zevallos Quiones, Jorge, Semblanza histrica de Trujillo durante el Virreynato (1534-1820), Banco Central de Reserva del Per, 1985, p.23. 3) Lpez de Velasco 1., Geografa y descripcin universal de las Indias, desde el ao de 1571 al de 1574 (ed. Justo Zaragoza), Madrid. 4) Dibujo de la fachada de la casa del conquistador Capitn Diego de Mora. Comunicacin personal del Dr. Jorge Zevallos Quiones. 5) Ganoz Plaza, Manuel Angel, Evolucin arquitectnica de Trujillo a travs de todos los siglos, en Plaza Mayor, No. 20, 1985, p. 24. 6) Ganoza Plaza, 1985, op. cit. 7) Ganoza Plaza, 1985, op. cit. 8) Calancha, Antonio de la, Crnica moralizada del Orden de San Agustn, 1977, pp. 1099-1100. 9) Diego de Crdoba y Salinas, Crnica franciscana de las provincias del Per, p. 542. 10) ART, Ca., L.A., Leg. 5, sesin del 30 de diciembre de 1619. Lpez de Caravantes, Francisco, Noticia del Per, 1985. 11) ART, Ca., L.A., Leg. 5, provisin inserta en la sesin dell1 de junio de 1619. 12) Ibid. 13) ART, Ca., L.A., Leg. 6, sesin del 19 de octubre de 1632. 14) ART, Ca., L.A., Leg. 7, sesin del 09 de mayo de 1639. 15) ART, Ca., L.A., Leg. 11, sesin del 13 de noviembre de 1683. 16) ART, Ca., L.A., Leg. 11, sesin del 16 de diciembre de 1684. 17) Feijo de Sosa, Miguel, Relacin descriptiva de la ciudad y provincia de Trujillo, 1984. 18) Ganster, Paul, Report on the construction of the Trujillo defensing walls, 1684-1688, 1973.(ms.) 19) Feijo, 1984, op. cit. 20) Vega Crdenas, Miguel Adolfo y Carlos Alberto Vega Crdenas, Historia del abastecimiento de agua en la ciudad de Trujillo, en El agua en la ciudad de Trujillo, Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Trujillo, 1991, p. 129. 21) Vega y Vega, 1991, op. cit. 22) Vega y Vega, 1991, op. cit. 23) ART, Ca., L.A., Leg. 11, sesin del 27 de julio de 1678. 24) Censo mandado a realizar por el corregidor Felipe Lezcano Gaona que es citado por el Annimo Trujillano, en Carlos A. Romero, Fragmento de una historia de Trujillo, Revista histrica, T. VIII, 1925, p. 91-93. 25) Vsquez de Espinoza, op. cit. 26) Cifras publicadas por. Cabero M. A., El Corregimiento de Saa y el problema histrico de la fundacin de Trujillo, Revista histrica, T.1.

  • 182 1. Casta\eda

    27) ACT, T. 11, ver las sesiones de los das 24 de julio de 1566, 16 Y 24 de febrero de 1568,24 de setiembre de 1568. ACT, T. 111, sesiones de los das 30 de marzo de 1602 y los correspondientes al 23 de julio y 24 de setiembre de 1604. 28) ACT, T. 111, 30 de marzo de 1602. 29) Zevallos Quiones, 1973. 30) Provisin mandada por el Virrey D. Luis de Velasco, en la que se manda se haga una visita y padrn de los indios, forasteros, negros y mulatos que viven libremente, en ACT, T. IlI, inserta en la sesin del da 07 de agosto de 1603. 31) Zevallos Quiones, 1985, op. cit. 32) En 1643, Juan Pariacocha, indio forastero tena alquilado un alfalfar, ubicado en la traza de la ciudad. ART, Ca., C.D., Leg. 18, exp. 378. Juana Cache india natural del pueblo de Cao compro un solar al carpintero Alonso de Castro en 1610. ART, Ca., C.O., Leg. 15, exp. 299. Diego Montalvo, indio solarero vendi un solar a otro indio Pedro Jurez, india natural de Santa, declaraba en 1634, haber recibido como herencia un solar de parte de su esposo Pedro Jurez, indio sillero. ART, Prot. Andrs de Obregn, Leg. 61. 33) El 30 de mayo de 1554, acordaba el cabildo trujillano en sesin dar un solar a un indio (desgraciadamente por el estado de los folios no se logr identificar su nombre), el inmueble limitaba con las tierras del solar de Juan Rodrguez Coronado, el cabIldo tomaba en consideracin la peticin de este indio por ser casado y vivir como espaol, ACT, T. l. Otro indio de la gleba beneficiado por el cabildo fue Juan Alonso que el 14 de abril de 1559 reciba un solar, ACT, T. l. 34) ART, Ca., L.A., Leg. 6, sesin de 1675. 35) Con mayor razn los indios principales se les hizo merced otorgndoles un solar como a D. Cristbal cacique del valle de Chimo, a quien se le dio un solar en 1522 junto a San Franco. p. queste cerca para la doctrina. D. Francisco cacique de Licapa recibi6un solar de parte del cabildo el 24 de abril de 1559, ACT, T. 1. 36) ART, Ca., Legs. 19 y 21. ART, Ca., C.c., Leg. 82, RH, T., Leg. 144. 37) Carlos A. Romero, 1925, op. cit. 38) ART, Co., C.O.,Leg. 161, exp. 406, en 1607, los indios solareros de Trujillo acusaron a Diego Tacta, de oficio arriero de no acudir a sus obligaciones. 39) ART, R.H., T., Leg. 144, exp. 554. 40) ART, R.H., T., Leg. 144, exp. 543. 41) ART, Ca., C.C., Leg. 82, exp. 1454. Se hace mencin a Domingo negro de casta Congo, Oficial de botonero. ART, Ca., C.C., Leg. 81, exp. 1417 Alonso Rodrguez, mulato oficial de Carpintero. ART, Ca., C.C., Leg. 81, exp. 417 mulato maestro herrero. ART, Ca., C.C., Leg. 79, exp. 1337 Miguel Snchez negro libre oficial herrero. 42) ART, Ca., C.D., Leg. 19. ART, Ca., C.D., Leg. 07. ART, Ca., C.C., Leg. 77, exp. 1268. ART, Ca., C.C., Leg. 78, exp. 1284. ART, Ca., C.C., Leg. 79, exp. 1335. 43) ART, Ca., C.D., Leg. 19. 44) ART, Ca., A.G., Leg. 105, exp. 1820. 45) ART, Ca., A.G., Leg. 106, exp. 1836.

  • Una Historia de la Ciudad de Trujillo 183

    46) Feijo de Sosa, 1984, op. cit. 47) Lastres, Juan B., Historia de la medicina, T. 11, 1951. 48) ART, Ca., L.A., Leg. 8, sesin del 4 de diciembre de 1659. 49) ART, Ca., L.A., Leg. 8, sesin del 9 de julio de 1663. 50) Zevallos Quiones, 1985, op. cit. p. 23. 51) Zevallos Quiones, Notas sobre trujillanos mencionados en la relacin de Feijo de Sosa, 1984. 52) Teodoro Hampe Martnez, Relacin de encomenderos y repartimientos del Per en 1561, en Historia y cultura 12, pp. 81-115. 53) Levillier, Roberto (ed.), Gobernantes del Per, Cartas y papeles siglo XVI, Vol. IX. 54) Torres Saldamano, Enrique, Apuntes histricos sobre las encomiendas en el Per, 1964. 55) Teodoro Hampe Martnez, Sobre encomendero y repartimientos de la dicesis de Lima a principios del siglo XVII, en Jarbuchfr Geschichte, No. 23, pp. 123-144. 56) Vsquez de Espinoza, Antonio, Compendio y descripcin de las Indias Occidentales, 1629. 57) AAT, QQ Padrones, Leg. 1. Fue el caso de D. Antonio Cabero de Valerrbano, encomendero ~e Chao, Guaape y Huamn en el ao de 1618 no le toc nada de la renta tributaria. 58) ART, Ca., C.O., Leg. 10, exp. 208. 59) ART, Ca., C.O., Leg. 11, exp. 228. 60) ART, Co., C.O., Leg. 164, exp. 486. ART, Co., C.O., Leg. 167, exp. 547. 61) Zevallos Quiones, La ropa de. tributo de las encomiendas trujillanas en el siglo XVI, en Historia y cultura, No. 7, 1973, pp. 107-127. 62) Coleman, Katherine, 1979, op. cit. p. 383. 63) Garca lrigoyen, Carlos, 1931, T. 11 Y 111, resea brevemente cmo se reciba cada virrey y obispo. 64) ACT, T. 111, sesin del 30 de marzo de 1602. 65) Lizrraga, Reginaldo de, Descripcin y poblacin de las Indias, 1968, p. 87. 66) Zevallos Quiones, Huacas y huaqueros en Trujillo durante el Virreynato (1535-1835), 1994. 67) Zevallos Quiones, 1973, op. cit. p. 17. 68) ACT, T. 111, op. cit. 69) Portocarrero, Len, Descripcin annima del Per yde Lima a principios del siglo XVII, 1958, pp. 25-26. 70) Zevallos Quiones, 1985, op. cit. p. 25. 71) Zevallos Quiones, Los cacicazgos de Trujillo, 1992, p. 177, "Don Carlos de Vergara, Cacique de Vir de palo, remitiendo este producto en barcos para su venta en Lima". 72) Feijo de Sosa, 1984, op. cit. 73) Coleman, 1979, op. cit. 74) ART, Ca., C.O.

  • 184 J. Castaeda

    75) ART, Ca., L.A., Leg. 6, sesin del 30 de setiembre de 1633. 76) ART, Co., A.G., 1640. 77) ART, Co., A.G., Leg. 106, exp. 1826. 78) Ibid. 79) En base a, ART, Co., Ped., Leg. 282, exp. 3781. 80) Calancha, Fray Antonio, op. cit. T. In, p. 1090, "Bajanle de la sierra abundancia de ganados por estar colmadas de copiosas estancias" . El Annimo Trujillano destacaba la comunicacin que tena con las provincias de la sierra "donde hay muchas estancias de ganado ... " op. cit. p. 100. El contador Lpez de Caravantes (1630) menciona que exista en las provincias de Huamachuco y Cajamarca ms de 250 estancias. op. cit. 81) La estancia de Sangual tena 25,000 cabezas de ganado menor ART, Ca., C.O., Leg. 27, exp. 560. La estancia de Chusgn posea 20,000 cabezas de ganado menor. 82) ACT, T. nI, sesin del da 27 de julio de 1601. El camal anteriormente estaba ubicado en la ciudad frente a la casa de Pedro de Hojeda (1576) por lo que se quej por el perjuicio que ocasionaba el mal olor, gran cantidad de moscas y gallinazos, ART, Co., Ped., Leg. 280, exp. 3586. 83) ART, Co., Ped., Leg. 282, exp. 3735. 84) En 1624 fue acusado D. Juan de Avendao y Gamboa, encomendero de Huamachuco y del dueo de las estancias Arequeda y Chusgn, por matar clandestinamente cameros en su casa, en perjuicio de Alonso de los Ros, persona que tena el monopolio de abasto de la carne. ART, Co, A.G., Leg. 267, exp. 3018. En 1679 el alcalde ordinario de la ciudad de Trujillo, D. Juan de Moneada Galindo prohibi sacrificar ms ganado del que se haca en la carnicera, ART, Ca., Leg. 106, exp. 1841. 85) op. cit. p. 88. 86) ACT, T. In, sesin del 8 de agosto de 1602. 87) ART, Ca., A.G., Leg. 105, exp. 1791. 88) Feijo de Sosa, op. cit., p. 14, la cifra corresponde al perodo anterior a 1687; en 1763 Feijo indicaba que la produccin llegaba apenas a 25,000 fanegas. 89) ACT, T. III, sesin del 26 de abril de 1602. 90) ACT, T. nI, 19 de marzo de 1601. El cabildo notific que no se moliera trigo y que no se vendiera trigo hasta que la ciudad viese lo conveniente para su abastecimiento, adems recaudaba Gonzalo Alvarez Beltrn, maestro de navo "que no reciba carga de harina y trigo del valle de Chicama". ART, Ca., L.A., sesin del 15 de marzo de 1607. El cabildo decide vigilar la exportacin de trigo a fin de que la ciudad no quede desabastecida, lo mismo se pidi en la sesin del 13 de julio de 1612. 91) En 1612 el cabildo embarg a Garca Fernndez 100 fanegas de harina que estaban en el molino de Juan de Grado, por lo que se acord pagarle 4 petacones por cada fanega que era el "precio mayor que pudo cobrar puesta en malabrigo". En 1650 se embarg 4,082 fanegas de trigo de los molinos del valle de Chicama, ART, Ca., L.A., Leg. 7, sesin del 26 de julio de 1650. En 1680 se prohibi la exportacin de

  • Una Historia de la Ciudad de Trujillo 185

    harina debido a la escasez por la que atravesaba la ciudad y en temor de un ataque de los rivales quedaba desabastecida. 92) ART, Ca., L.A., sesin del 26 de julio de 1560, diariamente la ciudad consuma 52 hanegas de trigo. 93) ART, Ca., L.A., Leg. 4, sesin del 2 de febrero de 1610. Ver tambin sesin del 10 de octubre de 1675, sesin del 1 de julio de 1680. 94) ACT, T. 111, sesin del 18 de enero de 1603. 95) ART, Ca., L.A., Leg. 4, sesin del 11 de diciembre de 1608. Un ao antes el fenmeno del Nio irrumpi en la costa norte, hubo "grandes aguaceros" perdindose una tercera parte de la cosecha de trigo y despus sobrevino una plaga de grillos "que lo que se sembraba lo coman y fue necesario tornallo a resembrar". En 1645 los campos de trigo fueron atacados por una plaga de grillos, ART, Ca., L.A., Leg. 7, sesin del 9 de abril de 1646. 96) Zevallos Quiones, 1992, op. cit. 97) ACT, T. 111, sesin del 2 de enero de 1603. El arrieraje a los indios del valle Chicama le ser "util y provechoso". Feijo de Sosa, 1763, op. cit. refirindose a los indios del pueblo de Santiago de Cao dice que "regularmente se aplican en ser arrieros". 98) Lpez de Caravantes, 1985, op. cit. 99) Vega y Vega, 1991, op. cit. 100) Vargas Ugarte, Rubn, La historia de la Iglesia en el Per, T. 11, 1959, p. 392. 101) Vargas Ugarte, 1959, op. cit. p. 396. 102) Garca Irigoyen, Carlos, Monografa histrica de la dicesis de Trujillo, T. 111, 1931, p.13. 103) Morales Gamarra, Ricardo, La Catedral de Trujillo del Per, en Plaza Mayor, No. 20, p. 52. 104) ACT, T. 111, sesin correspondiente al 27 de julio de 1601, p. 137. 105) Oquillas, Conrado, Historia del Colegio Seminario de San Carlos y San Marcelo, T.1. 106) Vargas Ugarte, 1959, op. cit. p. 399. 107) Garca Irigoyen, 1931, op. cit. T. 1, p. 267. 108) Libro de Visita del Arzobispo Toribio de Mogrovejo, Revista del Archivo Nacional, No. l. 109) Coleman, 1979, op. cit. 110) AA T, UU Religiosos, Leg. 3. 111) AAT, UU Religiosos, Leg. 4. 112) Zevallos Quiones, Jorge, Toponimia Chim, 1993, p. 36. 113) AAT, UU Religiosos, Leg. 3. 114) AAT, UU Religiosos, Leg. 3. 115) AAT, UU Religiosos, Leg. 3. 116) ART, Ca., C.D., Leg. 18, exp. 392. 117) Zevallos Quiones, 1993, op. cit. 118) AA T, UU Religiosos, Leg. 3.

  • 186 1. Castaeda

    119) ART, Co., C.O., Leg. 161, exp. 403. 120) Zevallos Quiones, 1993, op. cit. 121) ART, Co., C.O., Leg. 192, exp. 1229. 122) AAT, UU Religiones, Leg. 1. 123) ART, Prot. Martnez de Escobar, 1965. 124) AAT, UU Religiosos, Leg. 3. 125) AAT, UU Religiosos, Leg. 3. 126) ART, Co., C.O., Leg. 165, exp. 496. 127) AAT, UU Religiosos, Leg. 2. 128) AAT, UU Religiosos, Leg. 2. 130) Vargas Ugarte, 1959, op. cit. T. 11, p. 400. 131) Zevallos Quiones, 1984, op. cit. p. 85. 132) Vargas Ugarte, 1959, op. cit. 133) ART, Ca, C.O., Leg. 26, exp. 555. 134) Vega Miguel Adolfo, Alonso de las Nieves: arquitecto de la Iglesia de la Compaa de Jess, en Plaza Mayor No. 20, 1985, pp. 32-34. Castro Domonte, Luis Joseph, 1708, Vida de Don Garca de Toledo Bracamonte, en Revista del Museo Nacional, Tomo XLIV, 1978-80. 135) ART, Ca., L.A., Leg. 6, sesin del 16 de setiembre de 1626. 136) Huertas Lorenzo, Invetigacin histrica de la iglesia Beln de la ciudad de Trujillo, 1987.(ms.) 137) Crdoba y Salinas, op. cit. p. 873. 138) ART, Ca., C.O., Leg. 27, exp. 560. 139) ART, Co., C.O., Leg. 210, exp. 1580. 140) ART, Co., Com., Leg. 210, exp. 2959. 141) ART, Co., C.O., Leg. 210, exp. 1572. 142) ART, Co., lCo., Leg. 277, exp. 3516. 143) Zevallos Quiones, Introduccin a una historia de la Iglesia del Carmen. (ms.) 144) Cruz, Fr. Juan de la, Monografa del convento de las Rvdas. Madres Carmelitas Descalzas, 1924.

    Breviaturas

    AA T : Archivo Arzobispal de Trujillo ACT : Actas del Cabildo de Trujillo A.G. : Asuntos de Gobierno ART : Archivo Regional de Trujillo C. C. : Causas Criminales C.O. : Causas Ordinarias Ca. : Cabildo Co. : Corregimiento Comp.: Compulsas

  • Una Historia de la Ciudad de Trujillo

    lCo.: Juez Comisario L.A. : Libro de Actas Pedo : Pedimentos Prot.: Protocolo R.H. : Real Hacienda Tr. : Tributos

    Fuentes Manuscritas

    Archivo Arzobispal de Trujillo UU Religiosos, Leg. 2, 3, 4 QQ Padrones, Leg. 1

    Archivo Regional de Trujillo Cabildo, Libros de Actas Cabildo, Causas Ordinarias, Legs. 07,10,11,14,15,19,21,27 Cabildo, Causas Criminales, legs. 77-79, 81, 82 Cabildo, Asuntos de Gobierno, Legs. 105, 106 Corregimiento, Causas Ordinarias, Legs., 161, 164, 167, 192,210 Corregimiento, Pedimentos, legs. 280, 282 Corregimiento, Juez Comisario, Leg. 277 Real Hacienda, Tributos, Legs. 144

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