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Texto de apoyo Segundo Semestre Lengua y Literatura Nombre: _____________________________ Profesora: Andrea Sarpi Urra Octavo básico

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Texto de apoyo – Segundo Semestre

Lengua y Literatura

Nombre: _____________________________

Profesora: Andrea Sarpi Urra

Octa

vo b

ásico

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Unidad 5: “Mundos descabellados”

Actividades:

“Algo muy grave va a suceder en este pueblo”, Gabriel García Márquez ……. 3

“Axolotl”, Julio Cortázar …………………………………………………… 6

“El síndrome de Alicia en el país de las maravillas”, Elena Sanz ………………. 10

Películas descabelladas …………………………………………………… 11

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“Algo muy grave va a suceder en este pueblo”, Gabriel García Márquez

Nota: En un congreso de escritores, al hablar sobre la diferencia entre contar un cuento o escribirlo, García Márquez contó lo que sigue, "Para que vean después cómo cambia cuando lo escriba".

Imagínese usted un pueblo muy pequeño donde hay una señora vieja que tiene dos hijos, uno de 17 y una hija de 14. Está sirviéndoles el desayuno y tiene una expresión de preocupación. Los hijos le preguntan qué le pasa y ella les responde: -No sé, pero he amanecido con el presentimiento de que algo muy grave va a sucederle a este pueblo. Ellos se ríen de la madre. Dicen que esos son presentimientos de vieja, cosas que pasan. El hijo se va a jugar al billar, y en el momento en que va a tirar una carambola sencillísima, el otro jugador le dice: -Te apuesto un peso a que no la haces. Todos se ríen. Él se ríe. Tira la carambola y no la hace. Paga su peso y todos le preguntan qué pasó, si era una carambola sencilla. Contesta: -Es cierto, pero me ha quedado la preocupación de una cosa que me dijo mi madre esta mañana sobre algo grave que va a suceder a este pueblo. Todos se ríen de él, y el que se ha ganado su peso regresa a su casa, donde está con su mamá o una nieta o en fin, cualquier pariente. Feliz con su peso, dice: -Le gané este peso a Dámaso en la forma más sencilla porque es un tonto. -¿Y por qué es un tonto? -Hombre, porque no pudo hacer una carambola sencillísima estorbado con la idea de que su mamá amaneció hoy con la idea de que algo muy grave va a suceder en este pueblo. Entonces le dice su madre: -No te burles de los presentimientos de los viejos porque a veces salen. La pariente lo oye y va a comprar carne. Ella le dice al carnicero: -Véndame una libra de carne -y en el momento que se la están cortando, agrega-: Mejor véndame dos, porque andan diciendo que algo grave va a pasar y lo mejor es estar preparado. El carnicero despacha su carne y cuando llega otra señora a comprar una libra de carne, le dice: -Lleve dos porque hasta aquí llega la gente diciendo que algo muy grave va a pasar, y se están preparando y comprando cosas. Entonces la vieja responde:

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-Tengo varios hijos, mire, mejor deme cuatro libras. Se lleva las cuatro libras; y para no hacer largo el cuento, diré que el carnicero en media hora agota la carne, mata otra vaca, se vende toda y se va esparciendo el rumor. Llega el momento en que todo el mundo, en el pueblo, está esperando que pase algo. Se paralizan las actividades y de pronto, a las dos de la tarde, hace calor como siempre. Alguien dice: -¿Se ha dado cuenta del calor que está haciendo? -¡Pero si en este pueblo siempre ha hecho calor! (Tanto calor que es pueblo donde los músicos tenían instrumentos remendados con brea y tocaban siempre a la sombra porque si tocaban al sol se les caían a pedazos.) -Sin embargo -dice uno-, a esta hora nunca ha hecho tanto calor. -Pero a las dos de la tarde es cuando hay más calor. -Sí, pero no tanto calor como ahora. Al pueblo desierto, a la plaza desierta, baja de pronto un pajarito y se corre la voz: -Hay un pajarito en la plaza. Y viene todo el mundo, espantado, a ver el pajarito. -Pero señores, siempre ha habido pajaritos que bajan. -Sí, pero nunca a esta hora. Llega un momento de tal tensión para los habitantes del pueblo, que todos están desesperados por irse y no tienen el valor de hacerlo. -Yo sí soy muy macho -grita uno-. Yo me voy. Agarra sus muebles, sus hijos, sus animales, los mete en una carreta y atraviesa la calle central donde está el pobre pueblo viéndolo. Hasta el momento en que dicen: -Si este se atreve, pues nosotros también nos vamos. Y empiezan a desmantelar literalmente el pueblo. Se llevan las cosas, los animales, todo. Y uno de los últimos que abandona el pueblo, dice: -Que no venga la desgracia a caer sobre lo que queda de nuestra casa -y entonces la incendia y otros incendian también sus casas. Huyen en un tremendo y verdadero pánico, como en un éxodo de guerra, y en medio de ellos va la señora que tuvo el presagio, clamando: -Yo dije que algo muy grave iba a pasar, y me dijeron que estaba loca.

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“Algo muy grave va a suceder en este pueblo”: Actividades de comprensión y análisis

1. Al comienzo del cuento se presenta una nota, vuelve a leerla y responde: ¿En

qué partes del cuento es evidente que originalmente esta historia fue relatada de

forma oral?

Vocabulario: En el cuento hay palabras ennegrecidas y subrayadas, con ayuda de un

diccionario defínelas y escribe una palabra de reemplazo, sin que esta cambie la

coherencia.

1. Presentimiento

2. Estorbado

3. Esparciendo

4. Remendados

5. Brea

6. Éxodo

2. ¿Qué fue lo que provocó la huida de los habitantes del pueblo? Describe y explica

3. ¿Por qué el calor y el pajarito producen tanto caos en el pueblo, a pesar de que

siempre haya sido un pueblo caluroso y con pajaritos?

4. ¿Se cumple finalmente el presentimiento de la señora? Explica por qué

5. ¿Qué tienen de “descabellado” el pueblo y los personajes presentados? Explica

Elementos: Identifica en el cuento los siguientes elementos propios del género narrativo,

justificando cada uno con citas del texto

a) Narrador

b) Focalización

c) Estilo narrativo

d) Disposición del tiempo del relato (Ab ovo – In media res – In extrema res)

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“Axolotl”, Julio Cortázar

Hubo un tiempo en que yo pensaba mucho en los axolotl. Iba a verlos al acuario del Jardín des Plantes y me quedaba horas mirándolos, observando su inmovilidad, sus oscuros movimientos. Ahora soy un axolotl. El azar me llevó hasta ellos una mañana de primavera en que París abría su cola de pavo real después de la lenta invernada. Bajé por el bulevar de Port Royal, tomé St. Marcel y L’Hôpital, vi los verdes entre tanto gris y me acordé de los leones. Era amigo de los leones y las panteras, pero nunca había entrado en el húmedo y oscuro edificio de los acuarios. Dejé mi bicicleta contra las rejas y fui a ver los tulipanes. Los leones estaban feos y tristes y mi pantera dormía. Opté por los acuarios, soslayé peces vulgares hasta dar inesperadamente con los axolotl. Me quedé una hora mirándolos, y salí incapaz de otra cosa. En la biblioteca Saint-Geneviève consulté un diccionario y supe que los axolotl son formas larvales, provistas de branquias, de una especie de batracios del género amblistoma. Que eran mexicanos lo sabía ya por ellos mismos, por sus pequeños rostros rosados aztecas y el cartel en lo alto del acuario. Leí que se han encontrado ejemplares en África capaces de vivir en tierra durante los períodos de sequía, y que continúan su vida en el agua al llegar la estación de las lluvias. Encontré su nombre español, ajolote, la mención de que son comestibles y que su aceite se usaba (se diría que no se usa más) como el de hígado de bacalao. No quise consultar obras especializadas, pero volví al día siguiente al Jardin des Plantes. Empecé a ir todas las mañanas, a veces de mañana y de tarde. El guardián de los acuarios sonreía perplejo al recibir el billete. Me apoyaba en la barra de hierro que bordea los acuarios y me ponía a mirarlos. No hay nada de extraño en esto porque desde un primer momento comprendí que estábamos vinculados, que algo infinitamente perdido y distante seguía sin embargo uniéndonos. Me había bastado detenerme aquella primera mañana ante el cristal donde unas burbujas corrían en el agua. Los axolotl se amontonaban en el mezquino y angosto (sólo yo puedo saber cuán angosto y mezquino) piso de piedra y musgo del acuario. Había nueve ejemplares y la mayoría apoyaba la cabeza contra el cristal, mirando con sus ojos de oro a los que se acercaban. Turbado, casi avergonzado, sentí como una impudicia asomarme a esas figuras silenciosas e inmóviles aglomeradas en el fondo del acuario. Aislé mentalmente una situada a la derecha y algo separada de las otras para estudiarla mejor. Vi un cuerpecito rosado y como translúcido (pensé en las estatuillas chinas de cristal lechoso), semejante a un pequeño lagarto de quince centímetros, terminado en una cola de pez de una delicadeza extraordinaria, la parte más sensible de nuestro cuerpo. Por el lomo le corría una aleta transparente que se fusionaba con la cola, pero lo que me obsesionó fueron las patas, de una finura sutilísima, acabadas en menudos dedos, en uñas minuciosamente humanas. Y entonces descubrí sus ojos, su cara, dos orificios como cabezas de alfiler, enteramente de un oro transparente carentes de toda vida pero mirando, dejándose penetrar por mi mirada que parecía pasar a través del punto áureo y perderse en un diáfano misterio interior. Un delgadísimo halo negro rodeaba el ojo y los inscribía en la carne rosa, en la piedra rosa de la cabeza vagamente triangular pero con lados curvos e irregulares, que le daban una total semejanza con una estatuilla corroída por el tiempo. La boca estaba disimulada por el plano triangular de la cara, sólo de perfil se adivinaba su

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tamaño considerable; de frente una fina hendedura rasgaba apenas la piedra sin vida. A ambos lados de la cabeza, donde hubieran debido estar las orejas, le crecían tres ramitas rojas como de coral, las branquias supongo. Y era lo único vivo en él, cada diez o quince segundos las ramitas se enderezaban rígidamente y volvían a bajarse. A veces una pata se movía apenas, yo veía los diminutos dedos posándose con suavidad en el musgo. Es que no nos gusta movernos mucho, y el acuario es tan mezquino; apenas avanzamos un poco nos damos con la cola o la cabeza de otro de nosotros; surgen dificultades, peleas, fatiga. El tiempo se siente menos si nos estamos quietos. Fue su quietud la que me hizo inclinarme fascinado la primera vez que vi a los axolotl. Oscuramente me pareció comprender su voluntad secreta, abolir el espacio y el tiempo con una inmovilidad indiferente. Después supe mejor, la contracción de las branquias, el tanteo de las finas patas en las piedras, la repentina natación (algunos de ellos nadan con la simple ondulación del cuerpo) me probó que eran capaz de evadirse de ese sopor n el que pasaban horas enteras. Sus ojos sobre todo me obsesionaban. Al lado de ellos en los restantes acuarios, diversos peces me mostraban la simple estupidez de sus hermosos ojos semejantes a los nuestros. Los ojos de los axolotl me decían de la presencia de una vida diferente, de otra manera de mirar. Pegando mi cara al vidrio (a veces el guardián tosía inquieto) buscaba ver mejor los diminutos ojos, esa entrada al mundo infinitamente lenta y remota de las criaturas rosadas. Era inútil golpear con el dedo en el cristal, delante de sus caras no se advertía la menor reacción. Los ojos de oro seguían ardiendo con su dulce, terrible luz; seguían mirándome desde una profundidad insondable que me daba vértigo. Y sin embargo estaban cerca. Lo supe antes de esto, antes de ser un axolotl. Lo supe el día en que me acerqué a ellos por primera vez. Yo creo que era la cabeza de los axolotl, esa forma triangular rosada con los ojitos de oro. Eso miraba y sabía. Eso reclamaba. No eran animales. Parecía fácil, casi obvio, caer en la mitología. Empecé viendo en los axolotl una metamorfosis que no conseguía anular una misteriosa humanidad. Los imaginé conscientes, esclavos de su cuerpo, infinitamente condenados al silencio, a una reflexión desesperada. Su mirada ciega, el diminuto disco de oro inexpresivo y sin embargo terriblemente lúcido, me penetraba como un mensaje: «Sálvanos, sálvanos». Me sorprendía musitando palabras de consuelo, transmitiendo esperanzas. Ellos seguían mirándome inmóviles; de pronto las ramillas rosadas de las branquias se enderezaban. En ese instante yo sentía como un dolor sordo; tal vez me veían, captaban mi esfuerzo por penetrar en lo impenetrable de sus vidas. No eran seres humanos, pero en ningún animal había encontrado una relación tan profunda conmigo. Los axolotl eran como testigos de algo, y a veces como horribles jueces. Me sentía innoble frente a ellos, había una pureza tan espantosa en esos ojos transparentes. Eran larvas, pero larva quiere decir máscara y también fantasma. Detrás de esas caras aztecas inexpresivas y sin embargo de una crueldad implacable, ¿qué imagen esperaba su hora? Les temía. Creo que de no haber sentido la proximidad de otros visitantes y del guardián, no me hubiese atrevido a quedarme solo con ellos. «Usted se los come con los ojos», me decía riendo el guardián, que debía suponerme un poco desequilibrado. No se daba cuenta de que eran ellos los que me devoraban lentamente por los ojos en un canibalismo de oro. Lejos del acuario no hacía más que pensar en ellos, era como si me influyeran a distancia. Llegué a ir todos los días, y de noche los imaginaba inmóviles en la oscuridad. Los ojos de los axolotl no tienen párpados.

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Ahora sé que no hubo nada de extraño, que eso tenía que ocurrir. Cada mañana al inclinarme sobre el acuario el reconocimiento era mayor. Sufrían, cada fibra de mi cuerpo alcanzaba ese sufrimiento amordazado, esa tortura rígida en el fondo del agua. Espiaban algo, un tiempo de libertad en que el mundo había sido de los axolotl. No era posible que una expresión tan terrible que alcanzaba a vencer la inexpresividad forzada de sus rostros de piedra, no portara un mensaje de dolor. Inútilmente quería probarme que mi propia sensibilidad proyectaba en los axolotl una conciencia inexistente. Ellos y yo sabíamos. Por eso no hubo nada de extraño en lo que ocurrió. Mi cara estaba pegada al vidrio del acuario, mis ojos trataban una vez más de penetrar el misterio de esos ojos de oro sin iris y sin pupila. Veía de muy cerca la cara de un axolotl inmóvil junto al vidrio. Sin transición, sin sorpresa, vi mi cara contra el vidrio, en vez del axolotl vi mi cara contra el vidrio, la vi fuera del acuario, la vi del otro lado del vidrio. Entonces mi cara se apartó y yo comprendí. Sólo una cosa era extraña: seguir pensando como antes, saber. Darme cuenta de eso fue en el primer momento como el horror del enterrado vivo que despierta a su destino. Afuera mi cara volvía a acercarse al vidrio, veía mi boca de labios apretados por el esfuerzo de comprender a los axolotl. Yo era un axolotl y sabía ahora instantáneamente que ninguna comprensión era posible. Él estaba fuera del acuario, su pensamiento era un pensamiento fuera del acuario. Conociéndolo, siendo él mismo, yo era un axolotl y estaba en mi mundo. El horror venía -lo supe en el mismo momento- de creerme prisionero en un cuerpo de axolotl, enterrado vivo en un axolotl con mis pensamientos de hombre, condenado a moverme lúcidamente entre criaturas insensibles. Pero aquello cesó cuando una pata vino a rozarme la cara, cuando moviéndome apenas a un lado vi a un axolotl junto a mí que me miraba, y supe que también él sabía, sin comunicación posible pero tan claramente. O yo estaba también en él, o todos nosotros pensábamos como un hombre, incapaces de expresión, limitados al resplandor dorado de nuestros ojos que miraban la cara del hombre pegada al acuario. Él volvió muchas veces, pero viene menos ahora. Pasa semanas sin asomarse. Ayer lo vi, me miró largo rato y se fue bruscamente. Me pareció que no se interesaba tanto por nosotros, que obedecía a una costumbre. Como lo único que hago es pensar, pude pensar mucho en él. Se me ocurre que al principio continuamos comunicados, que él se sentía más que nunca unido al misterio que lo obsesionaba. Pero los puentes están cortados entre él y yo porque lo que era su obsesión es ahora un axolotl, ajeno a su vida de hombre. Creo que al principio yo era capaz de volver en cierto modo a él -ah, sólo en cierto modo-, y mantener alerta su deseo de conocernos mejor. Ahora soy definitivamente un axolotl, y si pienso como un hombre es sólo porque todo axolotl piensa como un hombre dentro de su imagen de piedra rosa. Me parece que de todo esto alcancé a comunicarle algo en los primeros días, cuando yo era todavía él. Y en esta soledad final, a la que él ya no vuelve, me consuela pensar que acaso va a escribir sobre nosotros, creyendo imaginar un cuento va a escribir todo esto sobre los axolotl.

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“Axolotl”: Actividades de comprensión y análisis

Vocabulario: En el cuento hay palabras ennegrecidas y subrayadas, con ayuda de un

diccionario defínelas y escribe una palabra de reemplazo, sin que esta cambie la

coherencia.

1. Soslayé

2. Mezquino

3. Turbado

4. Impudicia

5. Aglomeradas

6. Abolir

7. Sopor

8. Insondable

9. Metamorfosis

10. Innoble

11. Amordazado

12. Lúcidamente

1. Resume en máximo 5 líneas el cuento, enfatizando en el desenlace de este.

2. ¿Por qué el protagonista decide visitar el acuario? ¿Por qué comienza a observar

a los axolotl?

Elementos: Identifica en el cuento los siguientes elementos propios del género narrativo,

justificando cada uno con citas del texto

a) Narradores

b) Tipo de mundo

3. ¿Por qué se obsesiona tanto con estos peces? ¿Qué siente?

4. ¿Qué importancia tienen los ojos de los axolotl en el cuento? Explica

5. ¿Qué elementos de los mundos descabellados se presentan en el cuento?

Describe

6. ¿Qué sensaciones te provocó este cuento? Describe y explica

7. ¿Qué sucede en el desenlace con el hombre? ¿Qué siente el axolotl?

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“El síndrome de Alicia en el país de las maravillas”, Elena Sanz

"Un día vi cómo los libros de mi hermana se volvían más grandes y cómo mi padre se hacía tan pequeño como un muñeco". "Siento que mi cuerpo crece y crece hasta que parece ocupar la habitación entera". Son algunas de las sensaciones que caracterizan al síndrome de Alicia en el País de las Maravillas, que suele afectar a niños y adultos con migraña. Investigadores gallegos han estudiado un caso excepcional de este trastorno neurológico en una niña de ocho años de edad que nunca antes había tenido migraña. Sus observaciones se publican en el último número de la Revista de Neurología. La niña, que sufrió trastornos de la percepción visual todos los días durante un mes y cada dos o tres días en las dos semanas siguientes, empezó con los síntomas sin haber tenido antes cefalea, explica a SINC María José Corral Caramés, autora principal del estudio y pediatra del Centro de Salud A Ponte (Orense). Los pacientes que sufren este síndrome perciben alteraciones en la forma, tamaño y situación espacial de los objetos, así como distorsión de la imagen corporal y del transcurso del tiempo. También se han asociado otras ilusiones visuales como palinopsia (imágenes múltiples), acromatopsia (no percepción del color) y prosopagnosia (incapacidad de reconocer caras). Según los expertos, las personas afectadas por el síndrome de Alicia en el País de las Maravillas son en todo momento conscientes de la naturaleza ilusoria de sus percepciones. Sin embargo, éstas son lo suficientemente intensas como para que tengan que mirarse en un espejo para comprobar su talla. Aunque las pruebas diagnósticas aún no han permitido identificar ningún área cerebral específicamente afectada, los resultados de los estudios realizados en pacientes en su fase aguda mediante tomografía computarizada revelan áreas de hipoperfusión en las proximidades del tracto visual y córtex asociado, lo que podría explicar las quejas visuales de los pacientes. Los científicos sospechan que Charles Lutwidge Dodgson, conocido bajo el pseudónimo de Lewis Carroll y afectado por migrañas, pudo sufrir el síndrome, de forma que las experiencias de la joven Alicia fueran bien conocidas por su creador.

Actividades de comprensión y análisis

1. ¿Qué cosas en común tiene este síndrome con las percepciones de Alicia?

2. ¿Por qué crees que elementos de este síndrome han sido llevados a un “mundo

descabellado”?

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Películas descabelladas

¿Recuerdas películas que hayas visto en que

los mundos presentados no sean como el nuestro?

Selecciona dos películas que cumplan esta característica y escribe una breve reseña de ellas, destacando por qué pertenecen a un mundo descabellado.

Película: ________________________________________________________

Año de estreno: _____________________

Director/a: ______________________________________________________

Personajes principales: ____________________________________________

Resumen: ______________________________________________________

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¿Por qué pertenece a un mundo descabellado?: ________________________

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Película: ________________________________________________________

Año de estreno: _____________________

Director/a: ______________________________________________________

Personajes principales: ____________________________________________

Resumen: ______________________________________________________

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¿Por qué pertenece a un mundo descabellado?: ________________________

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Unidad 6: “La comedia”

Actividades:

“Maribel y la extraña familia”, Miguel Mihura ………………………………..…. 13

“La importancia de llamarse Ernesto”, Óscar Wilde …………………………… 14

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“Maribel y la extraña familia”, Miguel Mihura (fragmento) DOÑA PAULA: Muy simpáticos, ¿verdad? DOÑA MATILDE: Mucho. Muy amables. DOÑA PAULA: Una gente muy atenta. DOÑA MATILDE: ¿Y quiénes son? DOÑA PAULA: Ah, no lo sé... Yo les pago cincuenta pesetas para que vengan de visita dos veces por semana... DOÑA MATILDE: No está mal el precio. Es económico. DOÑA PAULA.: A veinticinco pesetas la media hora... Pero te da mejor resultado que las visitas de verdad, que no hay quien las aguante y que enseguida te dicen que les duele una cosa u otra... Estos vienen, se quedan callados, y durante media hora puedes contarles todos tus problemas, sin que ellos se permitan contarte los suyos, que no te importan un pimiento...

Actividades de comprensión y análisis

1. ¿Quiénes son los personajes de los que están hablando doña Paula y doña

Matilde? ¿Cómo se comportan?

2. ¿Por qué el fragmento anterior corresponde a una comedia? Explica

3. En el fragmento se han borrado todas las acotaciones, agrega las que creas

necesarias para que este se entienda mejor y sea de ayuda para los posibles

actores

4. Agrega, al final del fragmento, un aparte. Tú decides cuál de las dos personajes

lo dice y qué es lo que dice.

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“La importancia de llamarse Ernesto”, Oscar Wilde

Cuarto de estar en el piso de Algernon en Half-Moon Street, Londres. La habitación está amueblada artística y lujosamente. Se oye un piano en la habitación contigua. (Lane está preparando en la mesa el té de la tarde. Cuando para la música, entra Algernon.) Algernon: Lane, ¿has oído lo que estaba tocando? Lane: Me parece que escuchar no es de buena educación, señor. Algernon: Pues te lo has perdido. No toco el piano demasiado bien, cualquiera puede hacer eso, pero lo toco con gesto admirable. En lo que atañe al piano el sentimiento es mi fuerte. La ciencia la guardo para la vida. Lane: Sí, señor. Algernon: Y, hablando de la ciencia de la vida. ¿Has cortado el pepino para los sándwiches de Lady Bracknell? Lane: Sí, señor. Algernon: Ya. ¿Y están listos? Lane: Aquí están, señor. (Le muestra una bandeja.) Algernon: (Los mira, coge dos y se siente en el sofá.) Y a propósito, Lane, he visto en tu libro de cuentas que el jueves por la noche, cuando Lord Shoreman y Mister Worthing cenaron conmigo, se consumieron ocho botellas de champán... Lane: Sí, señor. Ocho botellas y algo más. Algernon: ¿Por qué será que en los pisos de soltero son los criados quienes se beben el champán siempre? Conste que lo pregunto a título de información. Lane: Lo atribuyo a la superior calidad del vino, señor. Con frecuencia he observado que en las casa matrimoniales, el champán no suele ser de buena cosecha. Algernon: ¡Cielos! ¿Tan desmoralizador es el matrimonio? Lane: Yo creo que es un estado muy agradable, señor. Hasta el momento, mi experiencia sobre el asunto es muy escasa. Sólo una vez estuve casado. Y fue a causa de un malentendido entre cierta joven y yo. Algernon:(Lánguidamente) No sé hasta qué punto me interesa tu vida familiar, Lane... Lane: No, señor; no es un tema muy interesante. Yo nunca pienso en él. Algernon: Seguro que aciertas. Es todo, Lane. Gracias. Lane: Gracias, señor. (Lane comienza a salir) Algernon: Ah... ¿me alcanzarías otro sándwich de pepino? Lane: Claro, señor. (Vuelve y le ofrece la bandeja)

Actividades de comprensión y análisis

Vocabulario: En la obra hay palabras ennegrecidas y subrayadas, con ayuda de un

diccionario defínelas y escribe una palabra de reemplazo, sin que esta cambie la

coherencia.

1. Contigua

2. Atañe

3. Desmoralizador

4. Lánguidamente

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1. ¿Cuáles son los temas tratados por Algernon y Lane? Resuma

2. ¿Por qué el fragmento anterior corresponde a una comedia? Explica

Elementos: Identifica en la obra los siguientes elementos propios del género dramático,

justificando cada uno con citas del texto

a) Estructura externa (acto, cuadro, escena)

b) Lenguaje dramático

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Unidad 7: “Medios masivos de comunicación”

Actividades:

“Bullying escolar”, Katherine Urrutia ………………………………………..…. 17

“Homenaje a Gary Medel”, Martín Espinoza …………………………………… 19

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Columna de opinión:

“Bullying escolar”, Katherine Urrutia (Adaptada)

La universidad Mayor dictó un seminario gratuito con el tema de “Bullying Escolar”. Los expositores eran un periodista, un psicólogo, un integrante de la PDI, entre otros.

No deja de sorprenderme el aumento significativo del bullying en Chile, como también el crecimiento en el desglose de los distintos tipos de maltratos dentro del colegio. En el 2003 se medían 3 o 4 tipos de malos tratos. Hoy más de 11.

En una sociedad donde la preocupación radica en mostrar o exhibir lo material, es muy difícil pretender tener otros resultados. Hoy tenemos padres criando sin criar, preocupados de sí mismos, olvidando entregar valores a sus hijos.

En el seminario, el foco era mirar con ojos más amables al que ejecuta la acción de agresión, ya que ese niño/a está desprovisto de todo valor, ética e incluso, de afectos por parte de su entorno familiar. Cuando se habla de bullying, también tenemos que dejar de pensar en esas modelos de farándula que acusan a la mitad de los panelistas, a la mayoría de sus ex amistades o parejas de tal hecho, ya que el término lo tenemos que limpiar de tanto barro.

Lo más importante de esta columna, es ver cómo estamos aportando a estas conductas entre los niños. Es decir, qué hacemos, como padre o madre, para evitar el bullying en las escuelas. Creo que en este minutos muchos se dirán con relajo “yo no hago nada malo”; “en el colegio de mi hijo/a no hacen bullying”, etc. Sin embargo, en una sociedad vacía de valores, sí podemos hacer algo esencial y más participativo.

Sería bueno enseñarles a nuestros niños, que no solo tienen derechos, sino que también deberes y, entre esos, el respeto al resto. “No hacer lo que no nos gusta que nos hagan” es un muy buen consejo y un gran valor.

El bullying es una enfermedad que transformará la vida de todos quienes participan (agresor, agredido y espectadores). En el seminario se pudo mostró algunos seguimientos realizados después de la vida escolar de los participantes, dando como resultado que, tanto agresor como agredido fueron marcados para siempre por la violencia ejercida o recibida.

Con estos antecedentes ¿nos quedaremos tan pasivos?

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Actividades de comprensión y análisis

Vocabulario: En la columna hay palabras ennegrecidas y subrayadas, con ayuda de un

diccionario defínelas y escribe una palabra de reemplazo, sin que esta cambie la

coherencia.

1. Desglose

2. Radica

3. Ejercida

1. ¿Cuál es la postura de la autora frente al bullying? Explica y destaca frases en

las que sea posible identificarla

2. ¿Qué argumentos utiliza para defender su postura? Explícalos resumidamente

1. Identifica hechos y opiniones presentes en la columna leída

4. ¿Estás de acuerdo con lo planteado en la columna? ¿Por qué?

5. Imagina que esta columna es compartida en Facebook y tienes la oportunidad

de responderle a la autora. Escribe el comentario que harías, manifestando

claramente tu postura y argumentos.

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Columna de opinión:

“Homenaje a Gary Medel”, Martín Espinoza (Adaptada)

“Si no fuera futbolista, hoy sería narcotraficante”, aseveró en una entrevista hace cinco años Gary Medel. Las cosas no se le dieron fácil al oriundo de Conchalí. En la casa de su abuelo, un conjunto de mediaguas en las que Medel pasó su infancia, vivían otras 30 personas y tenía un solo baño. Desde temprano encaraba la cruda pobreza a la que las superestrellas del fútbol latinoamericano ya nos tienen acostumbrados.

Las pichangas que jugaba en el Sabino Aguad, su club de barrio, no eran partidos por la amistad. En La Palmilla se jugaba más que el honor. A veces se jugaban la vida. Literal.

No pasaba de los 15 años cuando, en medio de la polvareda de un clásico local, a Medel le pusieron dos pistolas en la cabeza. Era la prueba de que, en medio de las trifulcas del futbol amateur, las soluciones –a veces- llegan en forma de balas. Era la prueba, también, de que salir de la villa no sería misión sencilla.

Medel llegó a los nueve años a la Católica. Los primeros viajes los hacía en una micro desde Conchalí a San Carlos de Apoquindo, 2 horas y media cada uno. Lo acompañaba su papá, lo que complejizaba aún más la situación económica de la familia. La primera vez que pisó el barrio no podía creer el tamaño de las casas. Cuando hacían asados, la carne que sobraba se la daban a Marisol, su madre.

Pero fue en el barrio en donde forjó el carácter que más de una vez le trajo problemas. No obstante su fuerte personalidad, al mismo tiempo Medel imprimía una marca registrada y un sello de calidad que lo ubican en un sitial que a sus pies tiene a un país entero venerando su humanidad. Porque Gary Medel es un pitbull. Es un perro de caza con el hambre de un recién despierto. Medel es un jugador que en cada jugada refleja el esfuerzo que hacían sus padres encalillándose con bancos y casas comerciales para comprarle zapatos que durarían menos que la deuda.

Medel es de los que representa el espíritu del feriante y del obrero. Ese que mirando el partido de Chile daría la vida por llegar a una pelota o por evitar un gol. Ese que daría todo por vestir la Roja sin distinguir entre el Nacional y la cancha de tierra. Porque qué es una patada cuando en la infancia te tocó lidiar con balas.

Cuando hablamos de Medel no hablamos de lujos. No nos referimos a su elegancia ni mencionamos su delicadeza. Cuando hablamos de Medel hablamos de esfuerzo, de sacrificio, de agresividad, de sangre, de patria. Hablamos de un cabro de 171 centímetros que en sus 28 años de vida no ha sabido de temores. Porque Gary no se ha achicado ante nadie.

Eso es lo que nos enseñó Gary. Más que una forma vistosa de hacer fútbol, nos instruyó en coraje, inteligencia y disciplina. En esas clases Medel nos mostró que los chilenos no tenemos porqué conformarnos con la medida de lo posible. Nos adiestró para no agachar el moño cuando nos enfrentamos a los grandes.

Y esa es la lección más valiosa que nos ha dejado Gary Medel. Que contra quien sea la lucha se puede hacer de igual a igual. Que da lo mismo que no tengamos autos de última generación y varias casas en la playa. Gary muestra en cada actitud que en micro se puede.

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Que sin casa en Cachagua la podemos pelear igual. Que no importa el patrón, los derechos se defienden igual.

El espíritu del pitbull vive en cada uno de los chilenos y chilenas que le dan un pequeño espacio a la satisfacción y alegría que nos brinda una selección ganadora.

Actividades de comprensión y análisis

Postura:

Hechos Opiniones

1.

2.

Etc.

1.

2.

Vocabulario: En la columna hay palabras ennegrecidas y subrayadas, con ayuda de un

diccionario defínelas y escribe una palabra de reemplazo, sin que esta cambie la

coherencia.

1. Oriundo

2. Trifulcas

3. Complejizaba

4. Encalillándose

5. Instruyó

1 ¿Por qué el autor realiza un “homenaje” a Gary Medel? ¿Cuáles son sus

razones? Explícalas resumidamente

2. Identifica la postura, los hechos y opiniones presentes en la columna leída,

realizando una tabla como la ejemplificada:

3. El autor mezcla el lenguaje formal e informal en su texto, ¿por qué crees que lo

hace? Explica e identifica 3 expresiones de cada uno.

21

Taller de lenguaje

Actividades:

Categoría de las palabras …………….…………………….……………………..…. 22

La oración ………………………………..…………………………… 23

El sujeto …………………………………………………………….. 24

El predicado …………………………………………………………….. 25

Perífrasis verbal …………………………………………………………….. 26

Categoría de las palabras:

1. Lee el siguiente texto y reconoce las categorías de las palabras subrayadas:

23

La oración:

1. Reconoce el sujeto y predicado de las siguientes oraciones:

a) Camila y sus amigas fueron al mall.

b) La prueba de Matemáticas estuvo muy difícil.

c) La nueva novela de TVN se llamará “Sin permiso”.

24

El sujeto:

1. Identifica el sujeto y predicado de las siguientes oraciones:

a) Los animales son nuestros amigos.

b) Comemos fruta todos los días.

c) Luis estudia a diario.

d) Vendrán a casa pronto.

e) Caminaremos por todo el puerto de Valparaíso.

f) El libro era súper entretenido.

g) Quiero comer ensalada de lechuga.

25

El predicado:

1. Reconoce el sujeto y predicado de las siguientes oraciones:

a) La profesora de Física nos regaló un lápiz azul.

b) Caminamos por la playa en la noche.

c) Felipe, cada vez tocas mejor el piano.

26

Perífrasis verbal:

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