Monograf- ¦ía Transferencia y Contratransferencia

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Nombre de la asignatura : Psicología Clínica Titular: Dr. Héctor Rodolfo Fischer Docente a cargo de los teóricos : Lic. Anahí M. Rebagliati Alumna: Silvia Brizuela Vandor Legajo: 169.315 Monografía teórica : Transferencia y contratransferencia Año : 2004

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Transcript of Monograf- ¦ía Transferencia y Contratransferencia

Nombre de la asignatura: Psicologa Clnica

Titular: Dr. Hctor Rodolfo Fischer

Docente a cargo de los tericos: Lic. Anah M. Rebagliati

Alumna: Silvia Brizuela Vandor

Legajo: 169.315

Monografa terica: Transferencia y contratransferencia

Ao: 2004

2 INDICE Pgina

-Portada

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-Indice

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-Introduccin

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-Desarrollo -A partir de Freud Psicoterapia de la histeria (1895) La interpretacin de los sueos (1898/9) Anlisis fragmentario de una histeria- Caso Dora (1905) Anlisis de un caso de neurosis obsesiva- Caso: el hombre de las ratas (1907/09) El porvenir de la terapia psicoanaltica (1910) Dinmica de la transferencia (1912) La iniciacin del tratamiento (1913) Recuerdo, repeticin y elaboracin (1914) Observaciones sobre el amor de transferencia (1914) Ms all del principio del placer (1920) 7 11 11 12 13 6 6 7

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-A partir de Winnicott El odio en la contratransferencia (1947)

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3 -Conclusin 16

-Bibliografa

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4 Introduccin En esta monografa se aborda el tema Transferencia y contratransferencia a travs de dos autores: Freud y Winnicott. La importancia de este tema para quien se dedica a investigar sobre la prctica clnica y, ms an, para el que ha decidido consagrarse a ella, es de innegable magnitud. Por ello surgen de continuo seminarios, publicaciones y textos que dan cuenta de las diferentes derivaciones que esta temtica arroja en la cotidianeidad del consultorio. Transferencia y contratransferencia constituyen las dos caras de una misma realidad: relacin analista-paciente en un proceso teraputico. Dice Freud -a partir de la experiencia clnica y posteriores conceptualizaciones tericas- que dichas caras son dinmicas, no estticas. Y que en ellas se irn sucediendo distintos personajes, vnculos, conflictos y complejos patgenos no resueltos, volcados desde el inconsciente hasta la conciencia presente. Estos procesos psquicos se encuentran en constante movimiento, e implican dos niveles en el trabajo psquico. Lo que genera los dos niveles es la represin, y el elemento que articula esos dos niveles es la pulsin. El pensador viens realiz una evolucin en la nocin de transferencia, que se puede apreciar en su obra, por ello se toman distintos momentos de su extensa produccin cientfica. Adems, estos dos autores descubrieron facetas variadas y complementarias de las problemticas que se plantean en las situaciones que surgen a travs del trayecto analtico. Vayamos, entonces, al recorrido por sus textos para que las preguntas que nos surgen encuentren respuesta, y, avanzando un poco ms, para que surjan nuevas inquietudes a dilucidar.

5 Desarrollo -A partir de Freud Psicoterapia de la histeria (1895) (1) Es la primera vez que Freud utiliza el concepto de transferencia. En este texto habl de falso enlace, al referirse que la transferencia al mdico se lleva a cabo por medio de una falsa conexin. La transferencia es un falso enlace, y tambin en cuanto al sntoma neurtico. Supone entonces un enlace verdadero, que es el de la investidura libidinal de las representaciones reprimidas. A partir del nuevo enlace, falso, emergern en la conciencia como sntoma. La cura consistir en reenviar al enlace verdadero. Implica que todo sntoma es sustitucin. Est sustituyendo la representacin reprimida y la investidura libidinal que se enlaza, es la que corresponde a la representacin reprimida. Este mismo concepto lo utiliza para la transferencia. El analista est sustituyendo a otra persona y el enlace libidinal que se establece con l, es subrogado del enlace libidinal que se corresponde a esa otra persona sustituida. Falso enlace o falsa conexin, Freud lo utiliza slo en este texto, pero no deja de considerar a la transferencia como falso enlace. Hay un enlace libidinal al analista que se corresponde al que tienen personas significativas en la formacin del sujeto. Lo sita como un obstculo para la cura. Porque si se pone en primer plano el vnculo transferencial, ste entorpece la bsqueda de lo inconsciente. Analiza tres casos que ha observado como trastornos del vnculo producido en esa relacin. 1.- Es cuando (hablando de la histeria) las pacientes se creen relegadas, menospreciadas, afrentadas por el analista. No se encuentran lo suficientemente reconocidas y valoradas por l. Tiene que ver con algo esencial de la histeria, que es buscar un lugar en el otro y cuando no lo encuentra, lo reclama y no siempre tranquilamente. Es un obstculo no tan grave. Es fcil de vencer por la va de la declaracin o muestra de inters de parte del analista. En casos graves, el testimonio no es de una sola vez, sino en casos reiterados, acerca de su inters por ella: lo pone a prueba muchas veces. 2.- Es ms general (no slo en las histricas) y es el temor a perder autonoma e independencia. Es cuando los pacientes temen quedar demasiado ligados al analista y demasiado pendientes de su palabra. Esto tiene su raz inconsciente en la dependencia sexual al otro: quedar en un lugar de sometimiento al otro, temer que el otro lo prive o enajene de su libertad. En ambos casos se reeditan vnculos pretritos que no han otorgado el lugar suficiente (en el primer caso es el reclamo de la histrica de no haber sido lo suficientemente querida, es a la mam); y a los otros esenciales, en los momentos de configuracin del aparato, de los cuales se dependa (en el segundo caso).

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3.- Aqu es donde habla de enlace falso. Pone el ejemplo de una paciente que mucho tiempo atrs acariciaba el deseo de que la persona que estaba a su lado le diera un beso (un hombre). Este deseo fue reprimido. Freud se enter de esto luego que esto ha emergido en relacin a l. Lo que surge en relacin a l es la imposibilidad de asociar. Estaba incapacitada para el trabajo analtico. Cuando la interroga, la paciente le confiesa que aflor en ella el deseo de que Freud la bese. Ante este deseo, la paciente se resguardaba oponindose al anlisis. Como trabajo consecutivo por asociacin, surge el recuerdo patgeno reprimido. En lugar de recordarlo, lo actuaba. Aparece porque en el trabajo analtico estaban cerca de llegar a l. En vez de recordarlo, lo acta enlazado a Freud. Freud se sirve de esto, a pesar de ser obstculo para ahondar a qu refiere esto, por qu le surge esto. Lo piensa como efecto. La interpretacin de los sueos (1898/9) (2) Aqu el concepto es ms general. De la misma manera a como se lo utiliza en el sistema bancario: transferencia de valores. Contempla la transferencia como desplazamiento del valor de un lugar a otro. De la misma manera como considera al resto diurno. En este sentido, el analista vendra a ocupar el lugar del resto diurno, al cual se enlaza el deseo inconsciente, para manifestarse. El resto diurno constituye ese resto cercano a la produccin del sueo, de la misma manera que el analista se presenta en cercana para que el deseo pueda expresarse. Considera a la transferencia como un investimiento libidinal de objetos desde un objeto original. Para Freud, el movimiento de transferencia implica que la lucha de fuerzas no es una relacin esttica, sino que la oposicin entre un deseo y la defensa hace a la emergencia de una representacin sustitutiva que, por la misma naturaleza de su carcter sustitutivo, establece cambios en las relaciones de sentido que ligan el deseo y su representacin. Por lo tanto este movimiento espiralado que nunca termina hace a la dinmica del inconsciente, y se expresa en su forma de operar: condensacin y desplazamiento. Desde aqu se vislumbra a la transferencia analtica como el instrumento a travs del cual se posibilita ver cul es la dinmica del inconsciente. Se refiere a cmo la energa no descargada genera angustia y cmo por desplazamiento se convierte en un sntoma. Plantea que todo aquello que perturba a la continuacin del trabajo analtico es una resistencia. O sea, la resistencia es un fenmeno clnico, que se manifiesta por una perturbacin del cumplimiento de la regla fundamental. El fenmeno de resistencia como fenmeno clnico debe ser pensado desde la transferencia, en donde sta es resistencia. Anlisis fragmentario de una histeria- El caso Dora (1905) (3) En este texto se plantea que el tratamiento de Dora se ha interrumpido por la imposibilidad del manejo de la transferencia, de visualizar cul era el vnculo que Dora establece con el analista, y adems en servirse de l para continuar el tratamiento.

7 Si bien la considera, Freud dice que la transferencia es la reedicin de vnculos pasados que se repiten con el analista. Sin embargo, no alcanza a incluirla en el conjunto y en la dinmica de la cura. Encontramos en el caso Dora la primera consideracin a la transferencia en cuanto concepto clnico como reedicin sobre la figura del analista. Por ello es que este historial es considerado como el primer historial analtico. A partir de l, a partir de un Freud que queda conmovido por los interrogantes que se le abren sobre este historial, el concepto clnico de transferencia se organizar guiado por la praxis. Anlisis de un caso de neurosis obsesiva- Caso: el hombre de las ratas (1907/09) (4) Aqu Freud s se sirve de la transferencia y lo hace respondiendo de una manera diferente a como lo haban hecho las figuras masculinas que haban sido importantes para Paul Lorenz. Muestra que slo por el camino de la transferencia, el paciente pudo adquirir el conocimiento de que la relacin con el padre exiga inconscientemente aqul complemento: la agresin. Destaca la transferencia como esencial en todo tratamiento psicoanaltico como motor de la cura y trata de pensar por qu surge. Es decir, busca su origen. Plantea tambin la transferencia como resistencia (no es lo mismo que la resistencia de transferencia). La plantea porque dice que con el analista se vuelven a vivir escenas traumticas en lugar de recordarlas. El porvenir de la terapia psicoanaltica (1910) (5) Freud denomina contratransferencia al influjo que el paciente ejerce sobre el sentir inconsciente del mdico; se instala como contratransferencia. Dice que la contratransferencia se encuentra entre los problemas tcnicos ms complicados del psicoanlisis. Al reconocer la contratransferencia y superarla, slo entonces se estar liberado. Freud destaca la importancia de discernir la contratransferencia, de tomarla concientemente, de poder manejarla para no actuarla con el paciente. Dinmica de la transferencia (1912) (6) Freud escribe en este artculo algo que ya haba publicado en el Peridico Central de Psicoanlisis. All tambin publica Stekel. Freud destaca que el abordaje de Stekel con respecto a la transferencia, era descriptivo. Pero l pretende analizar por qu surge la transferencia y por qu desempea, en el proceso de la cura, el papel que ya todos conocemos: el de un lugar esencial e impulsor de la cura. La transferencia surge necesariamente en toda cura psicoanaltica. El factor desencadenante es la impresin actual, y junto con la disposicin por fijacin de la libido constituyen el sntoma de la neurosis ya instalada. Freud dice que el factor desencadenante son los sucesos actuales que acontecen en la cotidianeidad del sujeto, que se van a constituir en desencadenante del sntoma, si se asocian a escenas donde se produjo una fijacin libidinal, un proceso traumtico. Los factores actuales tambin pueden servir para resignificar el momento traumtico.

8 Freud plantea que de la conjugacin de lo constitucional ms los sucesos infantiles, da como resultado un modelo, un estereotipo o un clich, o serie de ellos que se repiten a lo largo de la vida, en cuanto lo permiten las circunstancias exteriores y la naturaleza de los objetos erticos asequibles. Estos estereotipos son susceptibles de modificacin bajo la accin de las impresiones recientes. Ac empieza a tallar la transferencia, porque es la impresin actual que permite la rectificacin, la modificacin de ese clich. Los rasgos posibilitadores actualizados en la transferencia, son lo que hacen posible la transferencia positiva, la transferencia necesaria para el trabajo analtico. El analizante, en el vnculo, regresa a vnculos primitivos. Las tendencias libidinales que se van a orientar hacia otro, se instauran en la primera infancia. Estas tendencias van a tener una evolucin psquica completa, accediendo hacia la conciencia. Estas tendencias libidinosas estn disponibles para el sujeto y son volcadas a la realidad. Pero dice Freud que hay una parte de esos componentes libidinosos que han quedado retenidos en el Inconsciente y slo pudieron desplegarse a nivel de la fantasa. Un individuo cuyas necesidades erticas no son satisfechas por la realidad, orientar entonces mociones libidinosas hacia toda nueva persona que surja en el horizonte. Esta persona reunir las tendencias libidinosas capaces de conciencia y las Inconscientes. Este montante de libido insatisfecho que se mantiene expectante es el que se va a enlazar hacia la persona del analista. El analista va a pasar a formar parte de esos modelos libidinales ya instaurados. Dicho de otro modo, pasar a quedar incluido dentro de la serie psquica que el paciente ha formado hasta ese entonces. Ac Freud toma un concepto de Jung : el analista va a pasar a ocupar el lugar de la imago paterna, y no slo este lugar, sino tambin el de la madre, el hermano y aquellas otras personas que hayan sido importantes en la infancia y en la vida de esa persona. En este enlace libidinal con el analista, el analizante es reenviado al enlace libidinal primario y es por esto mismo que el actuar (en cuanto a actos y medios) y la palabra del analista tiene una importancia diferencial. No es una respuesta ms. El analizante est en una posicin de alta vulnerabilidad (una actitud iatrognica por parte del analista, es por eso, muy difcil de superar). Por los enlaces inconscientes, es que muchas veces la transferencia se torna irracional, y por tanto, difcil de soportar para el analista. Freud plantea que no tendra qu decir acerca de la transferencia, si no surgieran otros problemas que deben ser explicados, como por ejemplo por qu no comprendemos por qu la transferencia de los sujetos neurticos sometidos al Psicoanlisis, se muestra mucho ms intensa que otras personas que no se analizan. Nos resulta enigmtico por qu en el anlisis se nos opone la transferencia, como la resistencia ms fuerte del anlisis (despus va a decir que no es la resistencia ms fuerte). Cita cuando el enlace al analista dificulta la emergencia de lo reprimido. El dispositivo analtico es angustiante porque el analizante se encuentra ante otro que espera que l hable. Por lo tanto, esta espera del otro suele paralizar y esa paralizacin angustia. El analizante queda en una posicin de objeto ante el analista, ante el deseo del otro.

9 Una manera de defenderse de esto, es asociando. Y la asociacin inmediata que surge es con el analista. Volviendo al primer problema, Freud dice que esto no es as, no es cierto que la transferencia sea ms intensa en los neurticos que se analizan. Dice Freud que la transferencia no es inherente al anlisis, es inherente a la neurosis (estara homologando neurosis y normalidad, la transferencia es inherente al psiquismo). No hay ms que remitirse a las relaciones que se establecen en los sanatorios entre mdico y paciente: mxima intensidad y mximo sometimiento de los pacientes al mdico. El segundo s es un problema. Para dar cuenta de esto, Freud recurre al proceso de retroversin libidinal que consiste en la disminucin de la porcin de libido capaz de conciencia y orientada hacia la realidad. Mientras el investimiento libidinal se orienta a la fantasa, queda sustrado del mundo exterior. Ahora esa fantasa deviene Inconsciente. Para esto, la libido ha emprendido un camino regresivo, total o fragmentariamente. En la neurosis hay una introversin y regresin de la libido Esto reanima imagos infantiles que en la transferencia son sobreimpuestas al analista. La cura analtica debe redescubrir la libido, hacerla asequible a la conciencia y ponerla al servicio de la realidad, pero cada vez que se intente todas las fuerzas que han motivado a la regresin se alzarn en calidad de resistencias. Los rasgos posibilitadores actualizados en la transferencia, son los que le dan factibilidad a la aparicin de la transferencia positiva, la transferencia necesaria para el trabajo analtico. Ac se van a armar dos fuerzas en contra del trabajo analtico: 1) la inherente a la realidad, la falta de satisfaccin en la realidad con la consiguiente frustracin; libido que regresa por esa frustracin. Esta fuerza est regida por esta fijacin libidinal. 2) la atraccin de lo Inconsciente, que determina la frustracin en la realidad. Ac los arquetipos inconscientes (como factor fijacin) son los que atraen. A mayor fijacin, menor factor desencadenante para que aparezca el sntoma. Freud est planteando anticipadamente dos tipos de resistencias que provienen de distintas fuentes. Cuando habla de la atraccin del Inconsciente dice que es una resistencia difcil de vencer, y que el anlisis tiene que luchar con las resistencias que son emanadas de estas dos fuentes. Durante el tratamiento se produce una transaccin entre las fuerzas favorables a la curacin y las opuestas a ella. Un caso ejemplificador de esa transaccin es la resistencia de transferencia, aquella que se produce cuando las asociaciones se detienen por la presencia del analista (de la persona del analista) o por algo que forme parte del campo analtico, que est en referencia al analista. Se est avanzando en un complejo patgeno y se alza la resistencia para evitar que se llegue al nudo del complejo y algo de ellos se enlaza al analista para parar el trabajo asociativo. Pero esas representaciones revelan a su vez lo que quieren ocultar. El analista y lo que surge de l frenan el avance de lo reprimido. La transferencia como resistencia es la que se plantea en la compulsin a la repeticin: en el vnculo con el analista se vuelve a vivir, se actualiza en el aqu y ahora situaciones pretritas traumticas. El paciente no recuerda haber sido maltratado por el padre, sino que hace que su analista lo maltrate.

10 Aqu una resistencia de transferencia puede ser utilizada para que emerja aquello reprimido: el analista debe posibilitarlo. Freud sostiene que la resistencia de transferencia se debe pensar como una transaccin, es decir, que al mismo tiempo que esa idea transferencial obstaculiza las asociaciones, tambin nos est revelando algo de aquello de lo que el yo pretende defenderse. La habilidad del analista estar en poder ver qu es lo que est revelando la idea enlazada a l, que forma parte del complejo patgeno. Freud: cuanto ms avanza el anlisis, mayor posibilidad de que el Inconsciente se valga de la resistencia de transferencia. La transferencia se nos puede presentar como el arma ms poderosa de la resistencia. Y en muchos momentos del anlisis, la transferencia puede estar regida por la resistencia. La resistencia se sirve de la transferencia para impedir la consecucin del anlisis y el analista se sirve de la transferencia para vencer esas resistencias. Por esto mismo, es que la transferencia no se agota en influjo sugestivo, sino que se sirve de esos influjos para vencer las resistencias cualesquiera que sean. Freud analiza diferentes tipos de transferencia. Hay transferencia positiva, transferencia negativa. La transferencia positiva tiene dos manifestaciones: a) transferencia ertica: las mociones pulsionales se manifiestan con el analista con vivencia de realidad. Hay una transferencia ertica y amorosa dirigida hacia el analista. b) Transferencia sublimada: la relacin con el analista es amistosa, cariosa, afable, confiable, este vnculo es facilitador del anlisis. Esta transferencia es con la que nos manejamos la mayor parte de las veces. La raz de este vnculo es el erotismo que ha sido vehiculizado y desviado de su fin. La transferencia negativa es la hostilidad dirigida al analista. Desafo constante al analista, descalificacin, competencia, provocacin constante. La transferencia negativa y la transferencia positiva ertica son las que se alzan como resistencias al anlisis. Freud plantea que la transferencia que obstaculiza el anlisis (ertica u hostil) es la que debemos tratar de dilucidar y desarmar para que pueda aflorar la transferencia positiva. Se trata de reenviar a su fuente las mociones ertica y hostiles. Freud se pregunta si esta transferencia negativa y la ertica se presentan slo en el anlisis o tambin se ponen en juego fuera de l, y sostiene que no slo se dan en el anlisis, sino que se presentan en tratamientos mdicos, y son manifestaciones del Inconsciente. En las neurosis que no son graves, las curables, coexisten la transferencia cariosa, momentos de transferencia negativa, mociones de odio que no tienen gran intensidad. Introduce as por primera vez el concepto de ambivalencia: esto es as cuando coexisten valencias opuestas dirigidas hacia un mismo objeto. Menciona a los paranoides, en ellos es ms durable la transferencia negativa, an coexistiendo ambas, predomina la desconfianza y el sentimiento de ser atacado y perseguido. Puede hacer interrumpir un tratamiento. Al final del texto, Freud dice que todas las explicaciones no han hecho ms que examinar uno de los lados del fenmeno de la transferencia: sera de la transferencia al servicio del yo y no tanto del Inconsciente.

11 Con respecto a la compulsin a la repeticin, plantea que es inherente al fenmeno transferencial. Si bien Freud se da cuenta del obstculo que implica que el paciente reanime escenas en lugar de evocarlas, en lugar de que aparezcan a la manera de un relato. Es preferible que estas mociones pulsionales se presenten, aunque sea de esta manera (actualidad, identidad y referencia al analista), a que no se presenten. Esta misma posicin la va a mantener en Observaciones sobre el amor de transferencia y en Recuerdo, repeticin y elaboracin. La iniciacin del tratamiento (1913) (7) En este texto plantea que todos los conflictos deben ser analizados sobre el terreno de la transferencia. Freud encara con mucha soltura el problema de las reglas prcticas que se deben observar y nos permite ver en qu medida ellas eran un instrumento, en el sentido en que se dice una herramienta hecha a medida. Interesa rescatar en los consejos tcnicos cmo trabaja la relacin transferencia/resistencia y cmo ubica a la transferencia como motor de la cura. Tambin se refiere a su abordaje, especificando que mientras las comunicaciones y las ocurrencias del paciente se sucedan sin interrupcin, no se debe tocar para nada el tema de la transferencia. Esto slo hay que dejarlo (ya que constituye la ms espinosa de todas las tareas que se plantean en el anlisis) para el momento en que la transferencia se haya convertido ya en resistencia. Recuerdo, repeticin y elaboracin (1914) (8) Este es el primer lugar donde aparece el concepto de neurosis de transferencia. La define como una neurosis artificial (de transferencia, porque es posible la transferencia libidinal) que se establece entre la salud y la enfermedad, en la que tienden a organizarse las manifestaciones de transferencia. Es un espacio instituido a partir y por el vnculo con el analista en donde se actualizan las nociones inconscientes edpicas, y esta actualizacin se da por la va de revivir escenas traumticas, de revivir en lugar de recordarlas. Representa una nueva edicin de la neurosis clnica; su esclarecimiento conduce al develamiento de la neurosis infantil. La instauracin de la neurosis de transferencia constituye un elemento positivo en la dinmica de la cura. En s el analizado no recuerda nada de lo olvidado o reprimido, sino que lo vie de nuevo en la relacin transferencial. No lo reproduce como recuerdo sino como acto, lo repite sin saber. Por eso Freud dice que en el trabajo analtico interesa la relacin de la repeticin con la transferencia y la resistencia. Tambin plantea que la cura se inicia con la repeticin, que cuanto mayor es la resistencia ms queda sustituido el recuerdo por la repeticin y que a veces dicha repeticin trae aparejada una agravacin, pero que es a travs del manejo de la transferencia que se puede convertir la repeticin en recuerdo. En este momento, Freud consideraba que era mejor que esto se diera a que no se hiciera presente en la escena transferencial. Lo consideraba un obstculo, pero no importaba, porque todo aquello que se repite en transferencia, en algn momento va a poder ser rememorado.

12 Concibe a la transferencia como el cierre de lo inconsciente en tanto que impide el acceso del deseo reprimido. As cierra el inconsciente en tanto que es esencialmente resistencia. Constituye la puesta en acto de la realidad del Inconsciente. Puntualizaciones sobre el amor de transferencia (1915) (9) Aqu trabaja la transferencia de mociones erticas. Es a ese amor que se est refiriendo, no a las cariosas. Es un amor que no acepta subrogados ni renuncias. Por lo tanto Freud va a plantear que es un obstculo altamente intenso y pone en peligro la consecucin del tratamiento. Es una de las transferencias que se alzan como resistencia. Freud lo plantea como una dificultad en lo referente al manejo de la transferencia. Y el manejo de la transferencia sera que el analista pueda aprovechar esas escenas que se repiten con l en pos de un beneficio para el analizante en la continuacin del anlisis. Poder transformar lo traumtico en algo posibilitador. Ante la posibilidad del enamoramiento hacia el analista, para el profano habra dos soluciones: 1) Que ambos, analista y paciente contraigan una relacin legtima, con la consiguiente interrupcin del anlisis. Esto es poco frecuente. 2) Que deba abandonar el tratamiento Freud expresa que existe una tercera posibilidad que parecera compatible con la prosecucin de la cura, pero que es inadmisible: que sean amantes. Esto va en contra de la dignidad profesional. Freud dice: para que el analista pueda enfrentar y soportar el amor de transferencia, tiene que trabajar la contratransferencia. Llama contratransferencia al conjunto de representaciones, sentimientos, reacciones y al vivenciar en su conjunto, que despierta en el analista las actitudes del analizante, o el sufrimiento del analizante, o sus caractersticas de personalidad. Si el analista no se encuentra con lo que a l le produce el analizante, difcilmente pueda soportar la transferencia que se alza como resistencia: tanto la negativa como la ertica. Freud destaca la importancia de discernir la contratransferencia, de tomarla concientemente, de poder manejarla para no actuarla con el paciente. Si el analista no se encuentra con los sentimientos contratransferenciales que el paciente le despierte, va a ser manejado por l por esos sentimientos y puede llevar adelante actos perjudiciales. Generalmente el amor de transferencia surge cuando se estn trabajando temas importantes en la vida de una persona. En lugar de enfrentarse a esos fragmentos penosos e intensamente reprimidos de su historia, surge el amor como freno a esa emergencia. Adems de apartar al paciente del encuentro con lo reprimido, coloca al analista en una posicin embarazosa. Hay que manejar la contratransferencia, sosteniendo el principio de abstinencia: el analista, debe saber y comunicarle al analizante que este amor es una repeticin y que no posee ni un solo rasgo nuevo nacido de la situacin actual, sino que se compone en su totalidad de repeticiones y ecos de reacciones anteriores e infantiles y que nos comprometemos a demostrarles que esto es as.

13 Ms all del principio del placer (1920) (10) En este tiempo va a cambiar sus conceptos respecto a esto. La neurosis transferencial es estudiada en relacin con la compulsin de repeticin. Al principio del punto III, dice que lo que se repite en transferencia es lo esencial o lo esencialmente reprimido. Con esto se est refiriendo a la represin primaria: que lo que se repite es lo esencial del Edipo, aquello que nunca va a poder ser recordado y por lo tanto, escapa al mtodo de la rememoracin. Para entender la propuesta del texto debemos recordar que Freud en el Proyecto (1895) dice que la huella mnmica que queda inscripta por la atencin y la imagen mnmica del objeto de satisfaccin, se enlazan en la vivencia de satisfaccin. Esta vivencia constituye, a partir de su inscripcin, que el sujeto busque reeditar en identidad de percepcin el objeto de satisfaccin original, es decir, que se reitere en todos sus trminos la primera vivencia de satisfaccin. El deseo busca aquello que le falta y lo que encuentra son slo objetos sustitutivos de aquel objeto original. De este modo entre el objeto sustitutivo encontrado y el original se establece una diferencia que torna a este encuentro en fallido, en tanto que no logra reeditar la identidad de percepcin. Por eso la repeticin es un encuentro fallido, porque ah donde el sujeto espera encontrar el objeto de su deseo, slo encuentra el testimonio de la falta. Freud sostiene en este texto que no hay que alentar la neurosis de transferencia, sino restringirla en la medida de lo posible, ya que por ms que el analista lo intente, no puede impedir que el paciente vuelva a vivir. Estas situaciones responden al principio del placer porque se instrumentan para que el yo quede resguardado del encuentro con el ms all del principio del placer. El trabajo de anlisis es de desligadura y ligadura. En el momento de la desligadura hay angustia y de eso se cuida. No todo va a ser posible de recordar. Por lo tanto, vamos a tratar de que repita lo menos posible. Y de lo que se va a valer Freud aqu es de algo nuevo, que ya viene perfilando: la construccin y del manejo de la transferencia. Aquello a lo que no se puede arribar por va del recuerdo se arriba por la va de la construccin. - A partir de Winnicott El odio en la contratransferencia (1947) (11) En cuanto al manejo de la transferencia, Winnicott plantea que la construccin no sea slo una hiptesis o una construccin simblica que el analista le provee al analizante, sino que la construccin es en transferencia. Define la transferencia como: la manera en que se repite en el anlisis, un modo subjetivo de relacin con los objetos, la considera como repeticin y hace mucho hincapi en la relacin de objeto. Esto es una constante en los analistas de la escuela inglesa (Klein, Fairbank). Este trabajo sobre las relaciones de objeto fue necesario, porque a pesar de que en Freud es el vnculo esencial para la constitucin del yo, no queda resaltado a lo largo de su obra. En todos sus conceptos se ve que no pudo pensarlos sino a travs de una ajenidad primordial constituyente. Tiene en cuenta el espacio transicional y dice que el anlisis lo es y la transferencia es un fenmeno transicional y que el analista es un objeto transicional. El espacio analtico, como transicional, es similar al concepto

14 freudiano de neurosis de transferencia (artificial), que marca un pasaje de la enfermedad hacia la cura. Winnicott habla de dos clases de transferencia: a) Neurtica, y b) Psictica. Ambas no se corresponden a las estructuras: un neurtico puede cursar psicticamente y viceversa. En la transferencia neurtica se recrea el espacio transicional. En la transferencia psictica se instituye el espacio transicional. La transferencia neurtica es una transferencia donde hay ambivalencia, en donde se reviven situaciones de confianza bsica que ya se han experimentado. Confianza bsica y experiencias de sostn y de soporte ya instituidos. Lo que se hace en la relacin con el analista es recrear. Se recrea el amor materno. La transferencia neurtica es una transferencia que no le implica demasiadas exigencias al analista. El espacio del analista, el encuadre propio de la situacin analtica posee una funcin simblica, es un como si. En cambio la transferencia psictica, es transferencia que puede cursar dentro de una neurosis lo que priman son los mecanismos de proyeccin, escisin, introyeccin y las vivencias de persecucin y desintegracin. La transferencia psictica es una transferencia regresiva y se actualiza el tiempo de la dependencia absoluta al otro que es el primer tiempo en la constitucin del sujeto, en donde la vivencia es de desintegracin, si el otro no est. El encuadre y el amor del analista no simbolizan algo, no simbolizan el amor materno, sino que es el amor del analista. El divn es el cuerpo o regazo del analista. Ac no se trata de reeditar algo, no se reedita una experiencia de confianza bsica, sino que se implanta esta experiencia de sostn con el otro. Esto que se da con el analista se experimenta por primera vez. Funcin de holding que debe realizar el analista: sostn, provisin. El analista va produciendo la amalgama pulsional cuando est funcionando la desmezcla pulsional. Esta actitud del analista no puede ser una estrategia clnica: debe desear al analizante, quererlo realmente. De aqu es que habla de los diferentes tipos de contratransferencia y dice que este tipo de transferencia psictica produce el odio contratransferencial. En la transferencia psictica el paciente que la desarrolla: es regresiva, fusionante. Se actualiza el primer perodo de la formacin del psiquismo, dependencia absoluta de la madre. En la situacin analtica, los elementos presentes en el encuadre: presencia del analista, el espacio analtico, el divn, no simbolizan una relacin ya constituida en ese sujeto en un vnculo originario de confiabilidad y previsibilidad, sino que se instauran por primera vez. Como el amor del analista no simboliza el amor materno, sino que es el amor del analista, todos los elementos del encuadre son elementos de sostn, abrigo, proteccin y provisin que no han sido brindados por la madre en tiempos arcaicos. Todo lo referido a la transferencia psictica, es imposible de ser recordado, es anterior a la etapa flica. Winnicott est construyendo en base a cmo se vincula el paciente con l, es parte de su historia subjetiva. La construccin permite la reelaboracin, igual que la interpretacin o el advenimiento de un recuerdo. El analizante que transita esta transferencia psictica no entiende y no le importa otra razn que la propia. El analista debe poder entender esto para no responder desde las razones personales. Ya que si la respuesta es desde el

15 principio de realidad y desde la realidad, el analizante, a esto lo vivencia en forma hiriente. Porque si el analista responde desde la realidad significa que no lo entiende, que no conoce su sentir. El paciente utiliza los fracasos de adaptacin del analista para reelaborar sus traumas tempranos originados en el fallo ambiental. Por este motivo, el analista tiene que estar muy atento a su contratransferencia. Para ello es absolutamente necesario que el analista se haya analizado y que lo haya llevado en forma profunda. Los 3 tipos de contratransferencia que plantea Winnicott son: a.- reacciones fijas que realiza el analista promovido por identificaciones negativas habidas en l y por conflictos no resueltos, produciendo una anormalidad o una patologa en los sentimientos contratransferenciales. Esta contratransferencia obstaculiza el desarrollo teraputico. Determina actitudes o conductas del analista sin que l mismo lo sepa. b.- Es positiva. Est signada tambin por identificaciones del analista, pero que han sido posibilitadoras en l. Corresponden a sus experiencias personales positivas y a un desarrollo personal producido por el propio trabajo analtico. Le otorga un margen positivo para la labor analtica, y que la reaccin del analista no sean una accin fija o defensiva. El analista no implementa defensas ni obsesivas, ni fbicas, sino que se trata de un analista que torna posible un marco flexible, no se instituye rgidamente. c.- La objetivamente verdadera. Es un resultado de la anterior. De lo que se trata, es que el analista se permita sentir amor y odio contratransferencial cuando la situacin as lo instituye. Los pacientes graves producen en el analista la emergencia de una angustia que no es de castracin (sera la posibilidad de encontrarse perdiendo algo), sino que lo que surge es la angustia propia de perderse entero, perderse l en el otro, dejar de ser. Ante la demanda de la transferencia psictica, el analista es un objeto, esto le produce la angustia traumtica. El analista se siente con estos pacientes como la madre de un recin nacido, ya que la madre odia al beb an antes que el beb la odie a ella. Esto es as porque la mam es alguien con el psiquismo ya constituido, posee un yo con ms posibilidades elaborativas. Para odiar es necesario que haya un yo, tiene que haber una unidad ya constituida y en afirmacin para que ame y odie: ama a los objetos que lo satisfacen y sostiene esa afirmacin: y odia a aquellos objetos que socavan esa unidad, esa armona y lo vivencia como ataque, como amenaza. El analista, entonces, debe poder identificarse con el paciente igual que la mam hace en su funcin de reverie, para poder tranquilizarlo. Y de lo que se trata es de identificarse con el paciente y salir de all constantemente. El desafo para el analista es aceptar incursionar en la locura del paciente a travs de identificarse con l y a la vez permanecer anclado en el juicio de realidad y preservar la propia subjetividad. Tambin hay otra cuestin a tener en cuenta: muchas veces el paciente necesita percibir el odio del analista cuando ste es justificado, cuando hace cosas para ser odiado. Slo as, habindole sido comunicado el odio, podr creer en el amor que el analista le brinde.

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Conclusin La disposicin a la transferencia es la tensin inherente a las pulsiones reprimidas. Implica la persistencia de un conflicto infantil no resuelto, establecido segn la secuencia: frustracin, represin, regresin, fijacin. La situacin analtica, segn un mecanismo que interviene tambin en la vida diaria, proporciona a las pulsiones y a las fantasas reprimidas, a la libido introvertida, un material con el cual actualizarse. La repeticin en la transferencia es una repeticin motivada por necesidades, conforma el principio del placer-displacer. En lo referente al funcionamiento del aparato psquico, se basa en una necesidad especfica de repeticin como mecnica que hace al modo de funcionar constante del mismo (necesidad de repeticin en vez de repeticin de las necesidades). Develar la transferencia es sealar no aquello que est, sino lo que falta. Este fenmeno es posible porque existe en primer lugar un deseo, en segundo lugar un mecanismo de repeticin y en tercer lugar la actuacin de la condensacin y el desplazamiento. A travs del recorrido de esta temtica en Freud y Winnicott, en esta monografa se abord una problemtica compleja y nodular de la prctica psicoanaltica. Muchas cuestiones se desprenden del material aqu consignado. Pero hay dimensiones que slo en la experiencia se develan. Y para esto, la bibliografa y el propio anlisis constituyen soportes fundamentales, aunque insuficientes, ya que la creatividad y valenta del analista para permitirse explorar terrenos pantanosos son los que tallan a la hora del momento preciso. Despus de la larga reflexin que imponen estos temas, surgen, sin duda, inquietudes ms profundas an, vinculadas con la responsabilidad que cabe para el ejercicio profesional, en orden a la capacidad para afrontar los riesgos que aparecen. Sin embargo, la descripcin de los procesos psquicos consignados implica un esfuerzo adicional, en el sentido de seguir ahondando y ampliando estos conocimientos expuestos, profundizando el examen de los nuevos puntos descubiertos. Y sa es una tarea desde hoy en adelante.

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Bibliografa (1) Freud, S.- Psicoterapia de la histeria (1895), en Obras Completas, Vol. I, Buenos Aires, Editorial Losada, edicin 1997, pgs. 155 y sgtes.(2) Freud, S.- La interpretacin de los sueos (1898-9), (La elaboracin onrica: el proceso de desplazamiento), en Obras Completas, Vol. IV, Buenos Aires, Editorial Losada, edicin 1997, pg. 532-535.(3) Freud, S.- Anlisis fragmentario de una histeria- El caso Dora (1905), en Obras Completas, Vol. VII, Buenos Aires, Editorial Losada, edicin 1997, pg. 998.(4) Freud, S.- Anlisis de un caso de neurosis obsesiva- Caso: el hombre de las ratas (1909), en Obras Completas, Vol. XI, Buenos Aires, Editorial Losada, edicin 1997, pgs. 1.467-68.(5) Freud, S.- El porvenir de la terapia psicoanaltica (1910), en Obras Completas, Vol. XII, Buenos Aires, Editorial Losada, edicin 1997, pg. 1.566.(6) Freud, S.- Dinmica de la transferencia (1912), en Obras Completas, Vol. XII, Buenos Aires, Editorial Losada, edicin 1997, pgs. 1.648 y sgtes.(7) Freud, S.- La iniciacin del tratamiento (1913), en Obras Completas, Vol. XII, Buenos Aires, Editorial Losada, edicin 1997, pgs. 1.661 y sgtes.(8) Freud, S.- Recuerdo, repeticin y elaboracin (1914), en Obras Completas, Vol. XII, Buenos Aires, Editorial Losada, edicin 1997, pgs. 1.683 y sgtes.(9) Freud, S.- Observaciones sobre el amor de transferencia (1914-15), en Obras Completas, Vol. XII, Buenos Aires, Editorial Losada, edicin 1997, pgs. 1.689 y sgtes.(10) Freud, S.- Ms all del principio del placer (1920), en Obras Completas, Vol. XVIII, Buenos Aires, Editorial Losada, edicin 1997, pg. 2.514.(11) Winnicott, D.- El odio en la contratransferencia (1947), en Int. J. PsychoAnal., Vol. XXX, 1949.-