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    blog Hojas del Abanico

    ndice de autores

    Eustaquio Pellicer

    El botn del calzoncillo

    Eustaquio Pellicer (Burgos,1859-Buenos Aires, 1937)

    fue un animador culturalclave de la vida portea enel trnsito del siglo XIX al

    XX y en las primerasdcadas de este ltimo. La

    actividad teatral y lacinematogrfica, as como

    muy especialmente las lidesperiodsticas constituyeronlos principales canales en

    que su presencia marcrumbos. En lo que hace al

    cine es de sealar sobretodo su carcter de

    indiscutible pionero; AndrsPohrebny conjetura quePellicer debi asistir a

    algunas de aquellasprimitivas proyecciones (las

    del 14 Boulevard desCapucines de Pars)

    quedando entusiasmado porla novedad, al punto deadquirir una filmadora-

    proyector Lumire y copiade las 'vistas' que se

    exhibieron aquel 28 dediciembre, con la idea de

    ofrecerlas en Buenos Aires.Aqu cont con el apoyo de

    Francisco Pastor, otroespaol, empresario del

    Teatro Oden, 'concretandola presentacin del

    Cinematgrafo Lumire en lanoche del 18 de julio de

    1896. (...) Se escribe as laprimera pgina de lacinematografa en la

    Argentina.

    El botn del calzoncillo fue publicado en El Cuento Ilust1, Tomo 1, N 5, 10 de mayo de 1918; J. Lafforgue y J.lo reprodujeron en Asesinos de papel, 1977, y J. LafCuentos policiales argentinos.

    Polidoro era un joven plido, de ojos soadores y labioque no impeda exteriorizar un espritu risueo, puestango con corte, haca juegos de palabras, tocaba el(definido por todos los autores como el menos filenternecedor de los instrumentos) y prefera losfestivos al Kempis y al Diario de Sesiones.Sus padres, pobres, pero tucumanos, haban predicho, dvio la primera luz que por cierto fue la de una lkerosene, pues naci en la madrugada de un 8 de aPolidoro no vena al mundo para ser una simple

    demogrfica, sino para algo ms honroso, elevado y diespecie.Te has fijado en el gesto que pone cuando le aplican ldel agua fra en la regin gltea? observaba don Hilpadre del recin nacido, a doa Efigenia, su consorte.S contestaba sta, pero todos los nios se esigual.No lo creas; los nios vulgares lloran, encogen las pierevuelven en guarangas contorsiones, revelando u

    chcaro y una grosera ingnita. El nuestro es sobprotesta, moderado en el vagido y temperante en el pque acusa un sentido de la circunspeccin y de la urbaslo puede atribuirse a su precoz discernimiento.cuando mama: primero examina el recipiente lcteo, cinteresara conocer el mecanismo que encierra; despuslabios, suave y parsimoniosamente, a la vivificadora canivez en la tarea de la succin, el ritmo pausado con que tver claramente que la angurria no se asocia a su inconservacin, porque la considera como una fallacorrecto.Anoche me dio un mordisco por querer aliafanosamente.

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    En cuanto al teatro, sucompaero de tareas

    revisteriles, Lasso de laVega, apunta en 1899 y

    luego de aludir a una piezaestrenada en Madrid por

    Julio Ruiz y Gal, que

    obtuvo xitos con Sangreblanca en la Alhambra deMadrid y El gran

    esterescopo, en la Zarzuelade Buenos Aires, y conozco

    tambin su Don CrspuloCspedes, y... Pero sutalento se despleg en

    forma brillante y duraderaen el periodismo: primero

    en su patria, que debiabandonar por razones

    polticas; luego enMontevideo, donde lleg en

    1886, tent fortuna sin xitoen el comercio, fund una

    hoja peridica, Pelicerina, yla versin oriental de Caras

    y Caretas, adems detrabajar en el diario Ferro-

    Carril; por ltimo en BuenosAires. En esta ciudad form

    parte del cuerpo deredaccin de La Nacin por

    largos perodos e incluso fuecorresponsal del diario en

    Espaa. Sin embargo, su ta-lento se adaptaba mejor alformato revista que al del

    batallar cotidiano, y en estesentido se le deben doshitos del periodismo na-

    cional: Caras y Caretas, quecont con el impulso inicial

    de Bartolito Mitre y el aportetripartito del dibujanteManuel Mayol, Jos S.

    lvarez conocido comoFray Mocho y Pellicer

    (pero la verdadera revistaargentina empez con Caras

    y Caretas 1898/1941,donde quedaron registradascuatro dcadas de historia,Pablo Mendelevich dixit), yms tarde P.B.T, de larga

    vida tambin. Dos seccionesfijas: Sinfonas y Charlas

    de Pebete, respectivamente

    en uno y otro medio, dieroncuenta de su agudeza ypoder de observacin.

    Soara con que se lo daba a Ugarte en el cogote, sadistanciado del partido conservador. No te quepa dudanene rene todas las condiciones necesarias para figurarconspicuos.Polidoro fue creciendo bajo los mejores auspicios para lpaterna, que todo lo interpretaba en favor del purrete.

    ste un tintero o el tacho del engrudo para beber su cPues denunciaba sed de escribir o de pegar. Meta su dun ojo del gato? Pues era para explorar su encfalopsicolgicos. Clavaba las tijeras en la pulpa del aya?pretenda hacerla brincar de dolor, sino someterla a unde inmutabilidad estoica para mejor calcular la fuerzfacultades volitivas.Slo un da flaque en su fe el pap de Polidoro, y fueque el maestro de primeras letras le dijo:Seor, su nene, si no estoy muy equivocado, va a

    mulita y perdone la comparacin.Qu dice usted? repuso airadamente el progepresunto irracional.Lo que oye. Llevo ya muy cerca de tres meses traembutirle el abecedario, y an estoy en la jota, de lpuedo hacerle pasar ni a caonazos.Su abuelo fue aragons y no tiene nada de particulaletra en que se ha empacado le abstraiga y ensimineluctables tendencias lricas y coreogrficas.

    Puede que sea as, pero es que adems hacepapel con las hojas del silabario, dice cosas feas demadre, imita con la boca ruidos que no corresponden adel cuerpo, y se come la tiza de los pizarrones.Todo eso es propio de los nios prescientes. La travesudenota imaginacin vivaz, rpido entendimiento y energde que carecen todos los retardados fsica y moralmente.Opino, seor, todo lo contrario, y tan firme es mi con

    que estoy trabajando al cuete, que desde ahora rinsistir en que avance una sola letra de la jota, aunqusted mil pesos por cada una ms que aprenda.Le preocup mucho a don Hildebrando esta actitud reeducador, evidentemente aterrado ante la perspedesasnar a Polidoro; pero no tard en reaccionar yengredo con las extraordinarias dotes de su vstransportaba a un futuro en que le vea ocupandpresidencial, ciendo a sus sienes la mitra delinventando una mquina para extraer aluminio delemulando a Salomn o reduciendo a poroto a Hindenbur

    y dems peleadores famosos de la clase civil y militar.

    Polidoro, no obstante, conjugaba a los doce aos hhecho, piensado por pensado y cuezco por cuezo, pero e

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    imitaba a la maravilla el gruido del chancho, fumabael humo por las narices y corra en cuatro pies con la aun Botafogo, haciendo pensar a la gente queencontrado la carrera ms acomodada a sus aptitudes.No fue, sin embargo, la hpica su verdadera vocacin, pmartes..., pero no precipitemos los acontecimientos.Dos o tres aos despus de producirse fonticamentedigno sucedneo del cerdo, Polidoro lea de corrido loslos diarios, sumaba de memoria hasta diez, distibarmetros de los relojes, se ondulaba el cabello con arty sin otro auxilio que el de una lapicera, haca susbalbuceos en el acorden, con tan notorio dominio delartefacto, que al poco tiempo expresaba con l lo quean repite su padre de memoria el suelto que publicSocialcon motivo del concierto organizado a beneficio dal que atropell una motocicleta cuando volva de entmujer, sacndole de quicio una porcin de huesos indispe

    Pero el xito de la noche se deca en dicho sconstituy el joven Polidoro Mojarrita, a cuyo cargo estude acorden que figuraba en el programa. Principalmepiezas Manggia que t escucho, A m, con la piolital'alpargata, scame, demostr una sensibilidad tan meltal riqueza de matices, desarroll una tcnica tan vpersuasiva, supo penetrar tan en lo hondo el coraconcurrencia, que algunos del auditorio, presas de unirreprimible, prorrumpieron en aclamaciones y vtores alsus paps y parientes ms cercanos y a don Victorino dde quien se sabe que es el principal estimulador de las

    disposiciones musicales de Polidoro, pues al serle presnovel concertista para que le tocase algo, tuvo ocasin dsu extraordinaria soltura, tanto en el manejo de la teclel del fuelle captador del aire, en que hincha y deshmpetus ora enrgicos, ora suaves, segn que la sonorireproducir la imprecacin o el sollozo, el dulce lamemelancola o el detonante arrebato de la iracundia.Este chicuelo afrmase que declar el ex vice en ejeexpresa todo neumticamente, y en el primer acuerdo qpara tratar de asuntos notables o en que intervengpropondr que se le otorgue una beca para que siga est

    acorden en cualquier academia poliacstica de BulgariMurgatorio Imperial de Petrogrado.Cada vez ms chocho con su hijo, don Hildebrando ntodas las paredes de la casa espacio bastante para las colos triunfos de Polidoro hacan inminentes, y haba queclub, en la calle o en la botica que frecuentaba por la njugar al truco con el idneo, el jefe del correo, un denlocalidad y algunas veces el juez de menores.No me hablen de Hileret deca cuando se suscitadiscusin sobre los adelantos de la industria azucarera

    grande ingenio de esta provincia es el de mi Polidoro.Y si la conversacin recaa sobre el esprit, la agudeza o lelocucin, tena para su hijo frases como sta:

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    Donde est Polidoro, boca abajo todo el mundo, aunqAlta Gracia. Yo, cuando tengo el labio partido, tengo qupebete, porque no puedo contener la carcajada y se me

    Cumpla los diecinueve aos un martes del mes de abrviene el acontecimiento que no queramos precipitar)caprichosa suerte, el irnico acaso, la burlona casualidad

    poner en manos de Polidoro un libro, y que ste fueraDoyle y que se titulara Aventuras de Sherlock Holmes.Por ese tiempo ya haba logrado Polidoro leer bastanporque renunciaba a toda puntuacin que implicase solucontinuidad retardatarias, aunque ello atentase contraconstruccin gramatical y el sentido de las oraciones. Aen poco ms de una semana, ya se haba embuchado obra, verdaderamente revolucionaria para su espritudetermin un cambio radical en todas sus modalidades.tocar el acorden; contrajo el ceo en sombros arrobosa ver con displicencia el zapallo, su manjar favorito; se

    inquieto a todas horas, principalmente en las nocturnabandonando su cabello hasta el punto de no ondulartificio.Sus padres, muy especialmente don Hildebrando, seinvadidos por la aprensin y la zozobra, no sabiendo a quaquella sbita transformacin de las aficiones, costmanera de ser de Polidoro.Puede que sean los desequilibrios sintomticos delobservaba don Hildebrando para mitigar la alarma y congmujer. Dios sabe lo que estar maquinando ese cer

    llameante y hervoroso.Ests seguro de que habr comprendido bien todo loen ese librote? interrogaba la recelosa madre, msque su esposo en cuanto a las entendederas del chico.Cmo no voy a estarlo! No ha de ser ms incomprenaquel manifiesto publicado recientemente por elautonomista, y ya viste la facilidad con que descubritrataba de producir una escisin con los del grupo quedoctor Lisandro de la Torre.Con el ensimismamiento, el desalio, el desasosieinapetencia, coincidi otra anormalidad que no pudesapercibida para los que observaban atentamente aquien a partir del instante en que termin la ltimaaquella afortunada obra con que se estrenase comolibros, se entreg furiosamente a las crnicas policialdiarios, seccin informativa por la que nunca haba demms pequeo inters, y que, a decir verdad, ms biendesde que por ella supo que en una cervecera frecuealemanes fue seriamente lastimado en el apndice nasalcatamarqueo, por el simple motivo de haber tMarsellesa en el acorden, no explicndose Polidoro qu

    razones de patriotismo, pudiera ser nadie acordeonfobo.

    Ha venido El Orden? Trajeron La Gaceta? pregunt

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    que las primeras claridades del astro naciente disipnegruras de la noche.Y azorado, nervioso, intranquilo, caminaba del balcn ade calle y de sta al balcn, sin dar punto de reposo a sinferiores, hasta que el repartidor vena con la anhelada

    Nadie poda interrumpirle durante la lectura sin desafiagraves riesgos, lo que determinaba una quietud y un situmba en toda la casa.A cada atracn de sucesos policiales suceda un letargo pde las serpientes ahtas de alimento, durante el cual sePolidoro recogido en s, con los ojos entornados, tironebelfo, las piernas estiradas y la cabeza cada para atrs.se incorporaba como impelido por un resorte, extraa unbolsillo del chaleco y una libreta del interior del saco,diarios ante los ojos, haca anotaciones y algunageomtricas, despus de lo cual se entregaba a

    menesteres que ponan en movimiento a todo el mundo.A ver dnde hay una lupa! Necesito un poco de cera!traigan un comps! Me urge un bigote postizo! Bsquende borrar y una piel de conejo!Aquella boca no cesaba de pedir cosas raras, mientras ldel cuerpo se mova en vertiginosas ambulaciones reestantes, trasegando ropas y abriendo cajones.Hildebrando, nuestro hijo ha perdido la chaveta definimusitaba misia Efigenia, medio atorada por la afliccin.No macanees, mujer. Cuando pide todo eso y aun bms, ser porque lo necesita. Bien agitada estuviste vda, yendo de aqu para all y haciendo mil pincomprensibles para m, y sin embargo no te supusesino urgida de algo, que luego result ser el tarrito delcontra los bichos colorados.Un lamentable acontecimiento social vino a constituir eltodos los comentarios y a monopolizar el celo inquisitireprteres policiales, para quienes la tinta existente enera poca si haban de escribir con la extensin reclamasuceso tan subyugante...Se trataba del robo de una pulsera que le haba sido runa seorita con motivo de su enlace, habindosesubstraccin durante la fiesta con que se celebraba el caen la casa de la novia, consistente en un baile amenimasas, sandwichs, refrescos y licores finos.La joya desaparecida, tasada en mil trescientos cincuenpesos por uno de los circunstantes, se exhiba junto a lregalos, valiosos tambin algunos de ellos, sobre un

    colocada en lugar preferente, ante la cual se haban odfrases de admiracin igualmente gratas para los obsequipara los obsequiados.

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    La polica, como medida previa, haba detenido a los sirviun caballero de pronunciacin extranjera y bastante caespaldas, que se hizo notar por sus reiteradas visitas a ly sus frecuentes acometidas a los sandwichs de anchobotellas de guindado. Dijo ser viajante de una fbrica depara las durezas de la epidermis y haberle invitado a laun cannigo amigo del prroco que bendijo la coyunda,

    haba hecho relacin en Cacheuta cuando estuvoestablecimiento termal para curarse de unos dolores agempez a sentir en la rabadilla desde que se cay de unde mano al colgar un mosquitero.No necesit ms Polidoro para orientar definitivamente ssus aptitudes. Nada de msica con o sin fuelle. l habpara detective como Sherlock Holmes, al que de fijo eclicuanto se lo propusiera, disponiendo de la perspicaciasagacidad e intrepidez que le dio Natura.sta es la mejor oportunidad para hacer mi debut s

    cuanto ley el primer relato del suceso delictuoso,exclusiva cuenta y con olmpico desdn por los trabajosse lanz a la bsqueda del raspa.La tarea se le present erizada de dificultades, y el plandeba ser objeto de gran meditacin para que el olvido ddetalle no malograra el xito de la pesquisa...Lo primero que se procur fue un plano de la casa en quefectuado el robo, con la exacta ubicacin de los mueblrespectivas habitaciones, lo que es de suponer el mprobque le exigi y los disgustos que le acarreara, pues las

    que le encontraban en el momento de aplicar la cinta mmuro del zagun, a una puerta o a una persiana, trepbalaustres del balcn, le crean llevado de malos fines,lechero vasco que le agarr por las piernas y le hiztirones, creyendo que trataba de apoderarse de unas cor

    Considerndolo elemental, obtuvo una lista de los regala los novios, que podan dividirse en dos categoras: suprcticos. Entre los primeros figuraban, con la rica pulsehizo humo, un anillo de oro representando una lagartijaen s misma como para echarse a rodar; un par de arosbrillantes de segunda agua, pero muy nitrada; un collar d

    merluza asitica engarzados en cobre, y un prendedoren forma de un corazn hipertrofiado con perlas. Y ensegunda categora: un bastn con puo de fmur de terpieza de gnero de algodn con mezcla de hilo y otra dgnero, pero sin hilo, sistema Marconi; una cigarrera dcarancho; kilo y medio de papas en estuche, envase quel alto precio a que hoy se vende este tubrculo; unColonia pura, es decir, sin ruleta; un molde para bulimpiatubos de carey; una imagen de San Francisco defrasco tambin de sales; una letra a la vista por la s125,50 contra una casa de negocio de Taf Viejo, y unmesa de luz, que da las horas, despierta con La Marianin

    caf, corta el pan en rebanadas y lo manteca despus dla y enciende un cigarrillo y lustra los botines.Esta lista de regalos fue complementada con la de sus

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    especificando profesiones, edades, estado civil y econmisocial, antecedentes de familia y cuanto pudiera convenrpido y seguro esclarecimiento del robo.De tales elementos provisto, restbale a Polidorominuciosamente el terreno en que oper el punguista, podejado algn rastro, aunque slo fuera por llevar la co

    conde de Luxburg, enemigo declarado de toda sealque revele algn hecho execrable. Pero cmo introdaquel hogar tan desdichadamente inaugurado? Era, sinmayor de las dificultades que Polidoro necesitaba venceconsagr por entero su inventiva.Toda una noche se pas exprimiendo el meollo y mordilabio con que, a guisa de vlvula de escape, acosdesahogar sus impaciencias y nerviosidades, a lo que sele tuviese gordo como el de un hotentote y extraordincado.Seran prximamente las 4.30 de la madrugada, cusonrisa de satisfaccin vino a iluminar su rostro, anticipFebo. Haba encontrado la solucin que persegua?Algo de eso debi ocurrir, porque raudo, como enmanifestaciones dinmicas de su naturaleza impulsiva, suna cmoda, sac del primero de sus cajones unaaumento con manija de jacarand, un pauelo de la npinza, una linterna elctrica de bolsillo y una caja de bomchocolate, sujeta por una cinta con los colores de lanacional. Despus se encamin al vestbulo, tom deluna galerita algo longeva, pero a la que ningn Berisso

    las alas, y se precipit por la escalera, llegando en tresla calle.Empezaba a amanecer y eran fciles de contar los trque circulaban a esas horas por El jardn de la Ralgunos vendedores ambulantes, unos cuantos peonepales, escoba en ristre, varios canes nocherniegos olfatetachos con basuras, y los vigilantes que, estratgdistribuidos, velaban por el orden y la seguridad del vEra Polidoro el nico ser humano que se mostraba conlos ms madrugadores.Doblando a la derecha por la primera esquina, cacuadras, volviendo a doblar por otra de las vas transvela que le esperaba un episodio ingrato por todos concephaba recorrido unas quince o veinte varas apenas, cpichicho de los que husmeaban residuos comestibles,tendenciosa la rapidez de la marcha de Polidoro, porqueprimer puntapi que haba recibido de los que iban haigual paso, sali a su encuentro mostrndole los colmilloviera que el bpedo transente, lejos de aceptar la proabandonaba prudentemente la vereda, para esquivar elcon su adversario, no vacil en rsele a las gambas y haen una de sus pantorrillas. Sin ms armas con qu defen

    la lupa, la pinza y la caja de bombones, opt por direcipiente en que momentos antes metiera su hocico elextrayendo de l una costilla de vacuno impber, la arrla cabeza del pendenciero, con tan exacta puntera

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    animalito, seriamente lesionado en la tapadera de los sesel rabo entre las piernas y dispar como lanzadocatapulta.No triunf de arriba, sin embargo, el joven Polidoro,ligero examen de la zona atacada comprob una rasgadpantaln y un desperfecto de carcter erosivo en la molla

    El trmino de la gira lo seal un edificio de altconstruccin moderna que se levantaba entre otrosantiguos y de una sola planta. Corresponda al nmerocalle, que por sumar ocho presagiaba los ms felices rpara su empresa, porque ocho era el da de su nacimielos aos que tena cuando logr salir de la jota, ocho laque toc para el viudo desencuadernado por la motocicllos pesos que le haba costado del acorden (de segundaocho las letras de ste, las de su propio nombre, las de llas de don Hiplito Yrigoyen.La puerta de calle permaneca cerrada an, y se puso a pla vereda sin perder de vista a ninguno de los perros queEl sonido de una llave y la apertura de dos macizascedro, anunciaron la presentacin de una mujer morcabello abundante y negro como la conciencia del fisligeramente arqueada y hmeda en su parte inferoblicuos, pero fulgurantes, boca ms bien chica, estaturamenguadas carnes, salvo algn sitio del trax en queacumulado para curvar la lnea en pronunciada conveaccin del tiempo no acusaba estragos que permitierams de veinticinco primaveras a la poseedora de aquelpor su indumentaria modesta y la canasta que penda de

    coleganse las funciones de sirvienta que desempeaba.Polidoro por haberla visto en la hojalatera donde variascompusieron el acorden, y fue verla a tiro de saludodulce y cariosamente:Buen da, Ramona!Buen da, nio.Al mercado, eh?S, seor. Es el primer da que voy desde hace unaporque ya sabr usted, que me tuvieron detenida.Lo s, y bien injustamente por cierto, pues nadie puecapaz de una accin tan mala.El comisario tampoco lo crea, pero como precisabaalguno...Ayer supe que la haban puesto en libertad, y para deque me alegro mucho he venido a traerle estos bomchocolate, que son los preferidos de usted, segn m

    hojalatero.

    Muchas gracias. Por qu se ha molestado?

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    No hay tal molestia. Hay que recompensar de algnvirtud cuando triunfa de la malevolente sospecha.Es usted muy bueno y generoso.Y no sabe usted si la polica adelant algo en la investi

    Creo que no, porque la seora sigue desesperada ytodos son unos ineztos.Pienso del mismo modo, y si a m me facilitasen losintervenir en la pesquisa...Entiende usted de buscar ladrones?He estudiado mucho sobre ese particular, y por lo quactuacin que hasta hoy ha tenido la polica, yo le gararobo quedar impugne.Sera un escndalo!Pues tngalo por seguro, y si usted desea evitarlopatrona recupere la alhaja, hgala saber que estoy diseguir las averiguaciones independientemente de la poligrandes esperanzas de esclarecer en breve plazo estenebroso.Cuente usted con que la seora aceptar sus serviciono ve el momento de juntarse con su pulsera. En cuandel mercado voy a decrselo.Cundo y cmo podr saber la contestacin?

    Yo misma ir a llevrsela.Sabe mi domicilio?S, junto a lo de Pengn, frente por frente de la zapzueco dorado.All mismo. Probablemente me encontrar usted esperla puerta.Pues hasta despus, que no quiero demorar su encargo

    Adis, Ramona.Y muchas gracias otra vez por los bombones.De nada, mi prenda.Retorn a su hogar Polidoro tan embriagado por el convarias veces tuvo que pedir disculpas por sus ciegas em

    la gente que encontr en el trayecto, en una de las cuala una vieja, en otra a un atxico y en la ltima la parbaratijas que transportaban dos turcos, cuya clerasimples denuestos gracias a los nueve puntos que el at

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    joven dio a sus tabas, ganoso de poner toda la tierra possus mejillas tiernas y los acerados puos de aquellasotomanas. Y convengamos en que el paroxismo jubilopara menos ante la probabilidad de conseguir que se lun camino tan spero y duro como el que se disponacon su oficiosa gestin detectivesca.Dos horas y pico permaneci apostado en el dintel de lasu casa, y quien posea nervios un poco reacios areflexiva y una vehemencia como la que Polidoro ponaque apasionaba, no creer exagerado que ste consiplantn, a la espera de Ramona, tortura equivalente a latenido que escuchar durante ese tiempo unparlamentario sobre finanzas, en sus relaciones ms direl presupuesto.Pero todo llega en el mundo, menos el fallo del interventque ahora ejerce el mando en aquella provincia, y Ramtambin, agitada, aunque sonriente, porque era portado

    buena noticia para Polidoro. La seora haba accedido ala pesquisa a condicin de que lo ignorase su esppariente del comisario, e invitaba al discpulo de Sherlocpara que la visitase sin prdida de tiempo, a fin de aproausencia de Serafn, el dueo de casa, que entre 12 y 12.del escritorio en que trabajaba como tenedor de librosconstructor de tranqueras, tacos de billar y embudos.Polidoro casi no escuch las ltimas palabras de la mpues con rapidez meterica se encamin al domicilio decasada, al que lleg jadeante, con la corbata torcida, lopolvorientos y la faz demudada.Recibido por la seora sin el menor reato protocolar,siquiera se cuid de recogerse el cabello ni de cachancletas que llevaba por un calzado ms distinguido,Polidoro en verse dentro de su campo experimental, cpropia sala en que el ladrn de la pulsera habala arreembeleso de su propietaria.Sobre esta consola y una mesita que tuvimos que adoestaban los regalos que nos hicieron expuso la seora.Qu sitio ocupaba la pulsera? inquiri Polidoro.

    por ser la alhaja mejor y ms vistosa.Polidoro sac la cinta mtrica y midi la distancia que hel centro de la consola y los bordes de la misma, entrepuerta, entre la puerta y uno de los balcones, entre el btaburete del piano, y entre dicho asiento y el que ocupparte de la noche un seor, representante de una casexportadora de polvos para matar cucarachas, a quienhaba querido detener en los primeros momentos juntael de las escofinas.Hecho lo cual, con las correspondientes anotaciones en l

    Polidoro sigui interrogando:A qu hora dej de verse la pulsera?

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    Seran las nueve y media aproximadamente.

    No lo sabe con exactitud?Con exactitud no, seor; pero recuerdo que a las 9llegaron las de Corvejn y se pusieron a tomar ensehelado de zanahoria con crema de vainilla que nos

    preparar un escribano amigo nuestro, y con la ltimase fueron a ver los regalos y ya no estaba la pulsera.usted que estoy acertada al calcular en 30 minutos el tipas desde que vinieron hasta que acabaron de tomar el

    Segn lo fro que estuviera.Al seor se le pasaban los dientes.Han barrido ustedes la casa alguna vez desde ecasamiento?Todos los das. La encuentra usted muy sucia acaso?Precisamente me disgusta verla limpia, porque la edebido borrar importantes huellas. Tena bolsillos exttraje de novia?Qu esperanza! No se llevan.Fue su pap el obsequiante de la pulsera, no es cierto

    S, seor.Cmo se llama?Apolinario Mondonguete, para servirle.Sabe dnde compr la joya?No nos lo ha dicho.Juega al pker el esposo de usted?No, seor. De naipes no conoce ms que el tute de en

    Abandon la casa algn invitado a la hora del robo?Ninguno enteramente. El nico que sali unos mompap, temeroso de que cerrasen la botica donde cremedio que sabe tomar para el flato ardiente, al qupropenso.Y como la gentil e ingenua dama le observase que eranonce y que su marido no tardara en llegar, Polidoro disu inconmensurable interrogatorio para entrar en lo tcn

    labor, y con la venia de la seora, que le autorizaba a estodo, pel el lente y, empezando por la habitacin ehallaba, no dej suelo, muebles, ropa ni objeto algunsometiera a un examen minucioso a travs del vidrio de

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    En decbito ventral unas veces, para reconocer el piso cogateando otras por debajo de las camas y con el missubido sobre armarios y aparadores en busca de insosindicios, Polidoro lleg hasta la pieza ms angosta, osambiente ms peculiar que tena la casa.Ansioso de impresiones digitales, en ningn otro sitio po

    ms copioso material de observacin y anlisis cientficoste a que lo llevara su fino olfato de investigador.Qu nitidez la de las huellas que presentaba el revoqparedes laterales! Si a simple vista se apreciaba el trazoal deslizarse fugaz por la superficie enjalbegada, con ella lupa se vean con notable relieve todas las circunvsupercutneas, permitiendo determinar no tan slo el caltercera falange, sino la persona a quien perteneca, el grpulcritud y una porcin de circunstancias concomitantesutilidad para la identificacin.Daba Polidoro por terminado con esta pieza el reconocila casa, cuando la seora le dijo que an quedaba lbales, pero que crea innecesario inspeccionar, porqentr en ella extrao al servicio.No lo crea usted replic Polidoro. Es cabalmentmejor pudo aprovechar el que necesitara ocultarse. Pque la vea.La seora le condujo a un altillo en que, efectivaguardaban tres bales grandes, una valija, un catrevarias sombrereras, una jaula de loro y algunos cachivac

    Ayudado de Ramona, cuyo auxilio requiri para removms grande y pesado, pues contena libros y papelecomo una bestia, pero no sin fruto, porque instantes dlevantar en vilo aquella especie de Piedra del Tandil concofre, Polidoro lanz un grito salvaje, que hizo pensar aen la rotura de una tripa a consecuencia del esfuerzo.Un botn de calzoncillo! vocifer estentreamente.Pues de Serafn no es, porque los que lleva en la ropson de ncar y ste es de hueso y de los ms ordinariosseora apenas hubo acercado a sus ojos el botn encontr

    Eso proyecta ms luz sobre su procedencia. Est ustde que en la casa nadie usa botones como ste?Segursima, porque los de Ramona son de pasta, y elque viene a lavar la escalera y hacer los mandadoscalzoncillos, segn asegura Ramona.Sujetndolo con las pinzas y ayudado por la lente,reconoci por todos sus lados la vulgar pieza, cuya cara

    anverso, moldeada en forma de presentar la perifprominente que la parte central, donde tena los agujercosido, difera slo en esto de la otra cara o reverso,completamente lisa.

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    Envuelto el botn en un papel, con el mismo cuidado qexigido una reliquia del Apstol San Pedro, la guard Polibolsillo, dirigi a la seora algunas otras preguntas relcon los invitados al gape nupcial, principalmente las dey expresado que hubo su reconocimiento por lasrecibidas en su misin investigadora, se dispona a partilos pasos de una persona, que suba la escalera denu

    llegada de Serafn, el jefe de la casa.Ah est mi esposo! exclam aterrada la seora.que no le vea!y empujando a Polidoro hacia un corredor, sali al encuemarido, no tanto por halagarle con tal recibimiento, coal joven detective el tiempo necesario para esconderse bi

    Polidoro se introdujo en el primer cuarto que encontr aque result ser el que la seora empleaba como ctoilette, y en el que haba un ropero con vestido

    propsito para servir de refugio en tan crticos momentometi, cubrindose con una amplia salida de teatro, suspuna percha de colgar junto a otras prendas femeninas.Quiso el demonio que a Serafn se le ocurriera entrar enen busca de un polissoirpara lustrarse las uas, y a Poliparaliz completamente la sangre, ponindole en los bsncope. Nunca sinti ms necesidad de toser y de enunca le crujieron tanto las rtulas al menor movimientocomo en ese instante, haba deplorado no aceptar la invile hiciera un amigo francs, naturalizado aqu, paracompaase a luchar en las trincheras contra los teutone

    Con un Dios aparte sin duda, Polidoro experiment ldicha de ver salir al temible compaero de toilette, sinantojase buscar nada en el ropero.Hasta ms de la una permaneci en su escondrijo, yseora dio con l, despus de haberle buscado porrincones desde que se fue Serafn, lo encontr rgidomomia y hasta algo comatoso.Vyase pronto, por la Virgen, no sea que se le ocurradjole la seora golpendole suavemente en la boca delpara comprobar que an viva.Polidoro lanz un suspiro apamperado con el que hubieapagar doscientas bujas a la vez, y sacando una piernaotra, abandon el ropero mirando recelosamente a todno muy seguro de estar a solas con la duea dedesaparecida.Y, una vez en la calle, se crey resucitado, lo que lepara seguir su pesquisa con el mismo ardimiento que la e

    Este insignificante disco de hueso deca contembotn va a ser el venero de mi fama y de mi fortuna.Para averiguar la procedencia del botn, tuvo P

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    benedictina paciencia de interrogar una por una alavanderas de Tucumn y a los sirvientes de todas las fahaban visitado la casa de los novios el da de la bcontento con esa investigacin, efectuada por barruntarlos sirvientes y las lavanderas pudiera haber algunconviniese ocultar el nombre de la persona que teniguales al encontrado en la pieza de los bales,

    comprobado por s mismo, haciendo uso del corcaradurez que siempre aplicaba con xito a susempresas.El primero a que abord fue don Abundio, un profesor dde sesenta y tres aos de edad y lo menos ciento cuarenpeso del que deca un chacotn amigo suyo que era unmetido en una barrica de chinchulines.Polidoro fue a visitado con el pretexto de averiguar lo qupor sus lecciones, y a las primeras de cambio se le fuecon la diestra, y asegurando haber visto una araa que s

    por debajo del chaleco, le desabroch ste y luego la ppantaln para dejar al descubierto la de los calzoncillbotones resultaron no ser como los que Polidoro necesfueran para declarar presunto caco al voluminoso prvolapuk.Recurriendo a otro expediente, logr ver en calzoncillSofanor, otro de los invitados a la epitalmica fiesta. Does perito agrnomo casi de nacimiento, pues su padre, sel autor de ste ejercieron la misma profesin. Alegandocon urgencia la mensura de un patio que iba a destinarde la berenjena, se present Polidoro en su casa, al de

    da, para sorprenderle en la cama. La mensura de unhora tan temprana tena que sobrecoger a cualquiera,perito que fuese, y prueba que nuestro hombre se stambin el hecho de haber abandonado la cama in coacudido a la presencia de Polidoro sin otro atavo que ldel comedor sobre las ropas menores.Percatado de la patraa con que su intempestivointerrumpi lo ms dulce de su sueo, hubo de matatrpode de un teodolito que hall a mano, pero espefugas desde que las practic en el acorden, en el caturcos y despus de su cautividad en el ropero, Polidoro

    buen recaudo del agrimensor, aunque no sin verle toquiso.La polica mientras tanto no cejaba en su empeo de enpista del ladrn, y aprovechando la presencia en Tucuagente de investigaciones de la metrpoli, que se habaa aquella provincia para visitar a un to residente en Aguhaba solicitado una manito en la pesquisa, obtepromesa de una desinteresada cooperacin.Y puesto en campaa el aludido funcionario, averigu poque se haba encontrado un botn de hueso, extr

    calzones y calzoncillos de la casa, y que ese botn sllevado Polidoro.Este joven debe ser un pjaro de cuenta pens el

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    agente porque ya he sabido por varios conductos quepasos muy sospechosos. Lo que me cont el lechero vasa creer que se haba trepado al balcn de don Serafnrapaz intento, que muy bien pudo haber sido el de quelas cortinas. Hay que detenerle sin demora antes desfume.Y al atardecer de un domingo 7 (bastaba que no fueseaciago) don Hildebrando entraba en la habitacin de suen ese momento contemplaba una fotografa de las imdigitales encontradas en las paredes de aquel pequeexaminado en la casa de Serafn.Ah est un caballero que desea verte le dijo.Quin es?No me ha dado su nombre.Qu ropa usa?Como hay poca luz no lo he visto bien, pero me pareceun jaquet color trtola y una corbata caf con leche, peleche que caf, atravesada por un alfiler que representcon chispas.Con chispas?S, con chispas de brillantes.Dile que entre.Y entr el caballero del jaquet y del gallo, y despus dePolidoro, ver la lupa, la fotografa, los planos y todoinvestigolgico de que estaba provisto y afirmarse en lde que se hallaba ante el propio ladrn de la joya,cortsmente que le acompaara para una breve diligencivez en la calle, le asegur la mano izquierda con una eslo llev al Departamento de Polica, donde fue rencontrndosele, entre otras cosas, el botn del cenvuelto en el mismo papel que haba sido guardado. Enmetieron en un calabozo, donde qued rigur

    incomunicado.Cuando los diarios hicieron conocer al pblico la sedetencin, los padres de Polidoro se conmovieron alsufrir don Hildebrando un semiataque de hemipleja quduro el dedo gordo del pie y casi sin movimiento el ojo dlado. En cuanto a sus relaciones y amistades, se mallenas de estupor, no faltando quien propusiercolectivamente un telegrama al presidente de la Repinternuncio apostlico y a Wilson, protestando contra ladisposicin policial y pidiendo la inmediata liberacin del

    Pero an le esperaban otras sorpresas de ms formidablla primera fue la de descubrirse que el botn encontradmismsimo Polidoro. Un minucioso registro practicado edel preso permiti comprobar que Polidoro tena u

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    calzoncillos a los que les faltaba un botn, y que el enconexactamente de la misma forma, substancia, tamao ylos otros dos botones que an le quedaban a la prenda.Slo faltaba ya encontrar la pulsera, pues en cuanPolidoro fuese el raspa, no haba la menor duda.Obtenido lo ms difcil de la pesquisa, gracias a la habagente metropolitano, no tuvo ste por qu retrasar msu visita al to de Agua Dulce, y hacia aquel punto rumprimer tren que Dios y los huelguistas quisieron proporci

    Si hay en el mundo personas suertudas, este pesquisagran urbe argentina merece el primer puesto, porque tose diga es poco de lo que le favorece el hado benvolo.ustedes creer que en su viaje a Agua Dulce encontr lbuscada? Tal como lo oyen. En el mismo compartimienviajaba una seora que luca la alhaja perteneciente a lde Serafn. Y conoca de la joya tantos detalles el agent

    vacil un segundo para decir a la pasajera:Seora, esa pulsera ha sido robada.

    Robada? Usted me confunde, caballero.En cunto se la vendi Polidoro?A m no me la ha vendido ningn Polidoro. La herefinada mam, que en paz descanse.Nunca se desprendi usted de ella?Slo una vez por un gran apuro econmico, tuve que een lo de don Apolinario; pero fue rescatada la vspevencimiento, pagando lo que me prest por ella,intereses. Por cierto que lo hice bien entrada la nochdeba partir en las primeras horas del da siguiente paray no quera exponerme a perder la alhaja por caducipliza. Le mand decir a don Apolinario que si, por el cde su hija, efectuado esa misma noche, le era incmodme presentase en su casa para la operacin del resenviara la pulsera a la ma con persona que a su vez re

    dinero, y, no teniendo, por lo visto, ninguna de su conese momento, vino l mismo a traerme la pulsera, y aqusted desde esa noche, pues yo cuando viajo no me lpara dormir.Por stos y los dems informes se puso completamente eocurrido, que no fue robo, aunque s accin punible anteTribunal. Don Apolinario, prestamista por conviccin y potena como axiomtico que las joyas de alto valor no ren las horas hbiles de la vspera del vencimieabandonadas por el prestatario irremisiblemente. Laconsider perdida y, como lo que haba prestado por

    menos de la mitad de su valor, quiso que fuese el rnecesitaba hacer a su hija. Sorprendido por la reclamaprenda pignorada, no se atrevi a afrontar las consecuuna negativa injustificada y se decidi a tomar de la

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    pulsera, aprovechando una momentnea ausencia de losal comedor, y llevrsela a la empeante, a reserva de ca su hija con otra alhaja de valor equivalente o con su iefectivo. Advertida la desaparicin y lanzada al aire lrobo, dej que la bola corriera, pensando que a naperjudicar sino a l, como nico autor, pues la hija recuperdido en plata o en objeto...Queda explicada la salida que hizo, pretextando ir a la faen cuanto al botn de los calzoncillos de Polidoro, no hamuy lince para suponer que salt de la tela en unesfuerzos que hizo para levantar con Ramona el bal dey papeles. Esos calzoncillos hubo de mudrselos rpidallegar a su casa por razones que ignoramos, pero qucolegir despus de haberle visto con la batata queropero, y es muy natural que en el apuro de camcalzoncillos no se fijara en la prdida del botn de los qpuestos.Obvio es decir, en honor de la justicia tucumana, que loen libertad con los pronunciamientos ms favorables;jurado por Dios y por Bascary, no volver a meterse ensherloholmescas, y lo primero que hizo al restituirse alsus atribulados padres fue reemplazar una pequeincorporada a los servicios sanitarios de la casa, con lConan Doyle, lo que reconocemos una hereja.Nos han dicho que ahora trabaja Polidoro con un hecaballos, pero que aprovecha sus ocios tocando elventoso utensilio al que sin duda debe sus desgracias tolo emplea, porque es sabido que quien siembra vientos...

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