VIOLET SLANT

EASTER TALE

By

Aelfrich Sparemberg

WOMB

Con el pelo lleno de champú y los ojos que me escocían cada

vez más, mi madre no dejaba de cantar y sermonearme para

que no los abriese, no se cansaba de frotarme el pelo con

fuerza, mientras canturreaba olvidadas canciones de

Machín, sobre todo la de “ mira que eres linda “ y “ toda una

vida”, también lo hacía con otras canciones, pero siempre se

arrancaba a cantar con alguna de estas dos.

También le gustaban algunas canciones de Claude Nougaro

como una petite fille y danser sur moi y de otras que me

acuerdo de las melodía, pero no de los autores.

Resultaba curioso, mi madre apenas mantenía el orden en

nada que estuviera relacionado con la casa, nunca

comíamos a la misma hora y casi nunca los mismos platos,

improvisaba y era caprichosa con las dietas y otras muchas

cosas del sórdido universo hogareño, pero con las horas del

baño y los cantantes que adoraba, no se permitía ninguna

libertad de cambio o descuido.

Estaba enfadada, antes del baño me había peleado con mi

hermana mayor y me había dado un buen tirón de pelo, no

le había dicho nada a mi madre mientras me enjabonaba sin

cesar mis rizos con brío, para que no dejara de cantar.

Limpia, cenada, con el pijama planchado y recién acostada,

mi padre era puntual para entrar a darme un beso, colocar

la lucecita naranja en el enchufe porque me daba miedo la

oscuridad.

Nunca se olvidaba de contarme alguna anécdota divertida

que me hacía olvidar todo lo que había pasado durante el

día, sonsacándome una sonrisa cada noche antes de dormir.

Ahora, no sé lo que pasa, hay luces rojas parpadeando y

algunas de color verde que parecen que emiten sonidos

ininterrumpidos.

Calor.

06:00 Hrs.

Cielo. Azul. Vasto. Omniscente

Den Sute-jo,

Las luciérnagas temen su reflejo en el agua.

VINEYARDS

Sin darme cuenta, las noches de color naranja, los besos de

mi padre, el champú en los ojos, la legañas se evaporaron y

ya me encontraba en el colegio, estudiaba poco, jugaba

mucho y empecé a fantasear con las cosas que quería ser y

hacer de mayor.

La mayoría de las clases me parecían interminables,

bastante cargantes, por eso mi refugio natural era la

imaginación.

No fomentaba las relaciones públicas entre mis

compañeros, prefería la amistad de unos pocos, y he

conseguido proseguir cultivando algunas de ellas.

Los días pasaban tan rápidos como cuando correteaba en

los veranos por la arena de playa, crecía y ya no buscaba las

mismas cosas.

Los colores empezaron hacerse más extraños y me

resultaban cada vez más desconocidos.

El molde de mis pensamientos también crecía al mismo

ritmo que aumentaban los incómodos y altisonantes

timbres de las voces en mi entorno familiar.

Se abren y cierran puertas todo el rato.

07:00 hrs

Cielo. Limpio.

Matsuo Basho,

En la primera nieve. Las flores de los narcisos casi no se doblan

BOUNDARIES

Entré en la noche y la noche entró en mi vida con garra, el

cielo negro, las estrellas doradas y plateadas se asoman

cabizbajas cada noche ante los acontecimientos que tienen

que presenciar detrás de cada fingido espectáculo, detrás de

cada engañoso sentimiento, donde la mentira reina junto a

las insatisfacciones permanentes de los que hormiguean

sedientos de noche.

Bordeé la noche como una inexperta zurcidora, al poco

entendí que detrás de muchas sonrisas se esconden

cardenales, que van abriendo sangrantes vías de lágrimas

violetas.

La búsqueda para experimentar y conciliar los límites en la

oscuridad es una ocupación placentera, perseguir los

propios confines en las fronteras de la noche, parece un

derecho inexcusable en cualquier joven que se vanaglorie de

creer poseer el poder de despreciar al miedo.

Falsas experiencias. Falsas expectativas. Individualidad

Muchos recuerdos no aparecen, no consigo remolcarlos.

Más alboroto alrededor mía.

Tensión.

08:00 hrs

Cielo con las primeras cirrocúmulos

Kobayashi Issa,

Ocurre en los humanos y también con los espantapájaros no son

derechos.

INMERSED

Escucho los primeros truenos de esta mañana aún medio

dormida, no han caído demasiados y los percibo como si se

tratasen del burbujeo y los fuelles de una caldera de hotel.

Hoy me he atragantado con algo que me ha impedido

respirar con normalidad durante toda la noche, algo amargo

que ha estado circulando y queriendo salir por la boca de mi

estómago, como si hubiese encontrado su jardín de infancia

entre los ácidos jugos de mi estómago.

Sólo recuerdo algún perecedero romance, algún momento

de inmaterial pasión y sin embargo, no logro ver las caras

de ningún amante, ni siquiera la mía.

Ahora el cansancio insatisfecho reclama el sueño perdido

con la terquedad de un anciano.

El único recuerdo que acude es el de mi rostro frente al

espejo pintándome antes de salir por la noche.

Caigo dormida. Silencio.

No escucho nada, sólo de vez en vez el sonido de una

lágrima arrastrándose.

12:00 hrs

Cielo, aparecen Cirrostratos

Masaoka Shiki,

Las manzanas robadas que comí me produjeron dolor de estómago.

CRUMBS

Sigo atrapada en la noche, rodando por esa pendiente que

acaricia mi rostro, mis mejillas y enmaraña mis rizos sin

delicadeza, quiero seguir fogueándome, probar nuevas

emociones, vulnerar fronteras y espiar en cuántas orillas

puedo amarar mi barca.

Sensaciones que estrujo y disfruto en todos los seductores

trances de la noche, no dejo de ensayar, es como sentir

resbalar frías gotas de rocío por mi espalda, cada gota tiene

su fragancia y cada fragancia su raíz.

Ahora los recuerdos vienen a galope, no se van a detener,

van a pasar de largo, no quieren parar, tienen prisa por

continuar su carrera, no distingo a nadie familiar, ninguno

quiere estar conmigo ahora, no hacen caso a mis súplicas.

Veo intermitencias de luces blancas que van y vienen como

cangrejos, todo el escenario está resquebrajándose, nada

más quedan siete focos alumbrando la platea, ya no queda

nadie en su asiento.

16:00 hrs

Cielo, primera aparición de una gran Cumulonimbos

Kaga No Chiyo

Del violeta de las nubes al morado de los arcos iris se dirige mi pensamiento.

SNIPPETS

Estoy cansada, no aparece nadie, mejor así, han desaparecido los centelleos de las luces de colores, los ruidos de los goznes de las puertas abriéndose y cerrándose, y toda clase de bullicio a mí alrededor.

Estoy tranquila, no espero nada ni a nadie, pienso en poesía imagino con música y escucho el silencio.

Ahora me cuesta respirar un poco, la saliva se me agolpa en la garganta y tengo sed, de repente, alguien me ha cogido en brazos y corre, corre muy deprisa, parece una carrera sin fin, voy viendo pasar cómo atravesamos muchos salones y muchas puertas, las manos que me sujetan parecen las de mi padre, no estoy segura y cuando se detiene, lo hace delante de un campo de amapolas.

A lo lejos, distingo una puerta de color violeta.

21.27 Hrs

Cielo. Abierto. Moráceo.

Hora defunción: 21:28 Hrs

Nombre: Beatrice Le Clichy

Edad: 22 Años.

Wu Men Kuan “ Mumon”

Un instante es la eternidad. Eternidad es un instante. Cuando ves todo como un instante, comienzas a ver

Matshuo Basho

Ese camino sólo lo toma el crepúsculo en otoño