Universidad de Concepción
Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Geografía
(
Sebastián Luengo Susa*
25 de Septiembre del 2015
* Estudiante de Psicología, Universidad de Concepción.
Introducción
El presente trabajo consiste en una aplicación sencilla del método cualitativo conocido
como etnografía, sobre la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Geografía de la
Universidad de Concepción. La etnografía tiene sus bases sentadas en la fenomenología y
en teorías de la cultura como el interaccionismo simbólico y la etnometodología. Consiste
básicamente en la inmersión del(de la) investigador(a) dentro del campo que quiere estudiar
(una cultura, un grupo), para comprenderlo desde una perspectiva interna, o sea, desde los
significados que las personas que viven en esa cultura o grupo le dan a las situaciones, a las
relaciones, a los distintos eventos, a la vida, a la muerte, al mundo y, en fin, a la realidad.
Para lograr esto, el(la) investigador(a) utiliza dos herramientas básicas de la etnografía, a
saber, la entrevista y la observación participante.
A continuación se presentan las bases teóricas de la observación participante, ya que este
es el principal método utilizado para el presente estudio de campo. Luego se habla de la
importancia del cuaderno de campo o las notas de campo. Posteriormente se describen los
escenarios (espacios físicos) en los cuales se llevó a cabo la observación participante, para
luego pasar al filtro del cuaderno de campo, es decir, al relato ordenado y elaborado de lo
que se observó. Finalmente se exponen las conclusiones que derivaron del trabajo de
campo.
Cabe destacar que un trabajo etnográfico ideal ha de ser mucho más completo y ha de
tomar mucho más tiempo que el presente. La etnografía busca llegar a niveles de
participación y de inmersión en una cultura o grupo mucho más profundos de lo logrado en
este trabajo. Más bien, recomiendo al lector o lectora tomar el presente como un ejemplo
austero y simplificado sobre la aplicación de un trabajo etnográfico enfocado en la
observación participante.
La observación participante
Para entender de qué se trata la observación participante, es conveniente primero revisar
aunque sea brevemente sus bases epistemológicas. Para ello es importante distinguir,
primero que nada, que las ciencias sociales se han desarrollado (y se desarrollan) siguiendo
la dirección de dos grandes corrientes teóricas – de algún modo antagónicas –, a saber, el
positivismo y la fenomenología. El primero pretende llegar a los hechos o a las causas de
los fenómenos sociales sin ninguna influencia de los estados subjetivos de los individuos, o
sea, en una descripción muy simplificada, es una corriente motivada por la ilusión de
alcanzar el objeto de estudio “en su estado más puro”, para lo cual se suelen utilizar
métodos cuantitativos, como inventarios, cuestionarios y/o estudios demográficos. La
fenomenología, en cambio, pretende entender la perspectiva del actor sobre los fenómenos
sociales, en otras palabras, comprender cómo el individuo percibe las cosas, su vida
cotidiana, algún fenómeno social, etc., para lo cual se frecuentan métodos cualitativos
variados, tales como la entrevista profunda y, entre otros, la observación participante
(Taylor & Bogdan, 1987).
En su introducción a los métodos cualitativos de investigación, Taylor y Bogdan (1987)
enumeran diez características de la metodología cualitativa, a saber, (1) la investigación
cualitativa es inductiva, (2) el(la) investigador(a) cualitativo(a) ve en una perspectiva
holística el escenario y a las personas (se les toma como un todo, teniendo en cuenta su
pasado y su contexto actual), (3) los(as) investigadores cualitativos(as) son sensibles a los
efectos que ellos(ellas) mismos producen sobre las personas a quienes están estudiando, (4)
los(as) investigadores cualitativas(as) tratan de comprender a las personas dentro del marco
de referencia de estas mismas, (5) el(la) investigador cualitativo suspende sus propias
creencias personales, perspectivas y predisposiciones, (6) para los(as) investigadores
cualitativos(as) toda perspectiva ha de ser valiosa (no buscan una verdad o juzgar según
criterios morales), (7) los métodos cualitativos son humanistas (se enfocan en la
experiencia personal de las personas, en lugar de datos estadísticos generalizados), (8)
los(as) investigadores cualitativos(as) hacen énfasis en la validez de la investigación más
que en su confiabilidad y la reproducibilidad, (9) todo escenario y persona son dignos de
estudio para el(la) investigador cualitativo(a), y (10) la investigación cualitativa es un arte
(es flexible para que el investigador o investigadora conduzca su investigación según sus
intereses, y así la metodología se adapte a lo que él o ella quiere, en vez de que él o ella se
adapte a la metodología).
Flick (2007) cita la distinción de siete momentos en la historia de la metodología
cualitativa, planteada por N. Denzin e Y. Lincoln: (1) el período tradicional de la
investigación cualitativa (principios del s. xx hasta la II° GM); (2) la fase modernista,
caracterizada por el intento por formalizar la investigación cualitativa (desde la II° GM
hasta la década del ’70); (3) la fase de confusión de los géneros, en la que surgieron
paradigmas alternativos (décadas del ’70 y ’80); (4) la crisis de representación y
legitimidad (desde el ’86 hasta el ’90); (5) el período posmoderno, en el que se abandonó el
concepto de investigador(a) lejano(a) (desde el ’90 hasta el ’95); (6) la investigación post-
experimental, en el que se vinculan los problemas de la investigación cualitativa con las
políticas democráticas y adicionalmente se incorporan otras formas de crear conocimiento,
tales como fotos, poemas, arte, etc. (desde los ’90 hasta la actualidad); (7) “el séptimo
momento es el futuro de la investigación cualitativa”
La metodología cualitativa tiene sus fundamentos en varias teorías, entre las cuales
Sandoval (2002) destaca las de la cultura como la etnometodología y el interaccionismo
simbólico, los enfoques filosóficos-metodológicos como la hermenéutica y la
fenomenología, y las teorías de la sociedad de la cual deriva la etnografía crítica.
El interaccionismo simbólico (entre cuyos expositores resaltan G.H Mead y H.Blumer),
por un lado, que se sostiene en las premisas de que (i) actuamos en relación con los objetos
a partir del significado que representan para nosotros(as), (ii) que el significado de los
objetos emerge de las interacciones sociales, y (iii) de que los significados son construidos
mediante un proceso de interpretación; por otro lado, la etnometodología (que surge con
H.Garfinkel) busca comprender cómo las personas le dan sentido a las situaciones
ambiguas que conforman la realidad externa, para que les parezcan más ordenadas,
rutinarias y carentes de ambigüedad, para lo cual los entometodólogos suspenden
momentáneamente su propia interpretación de la realidad (Taylor & Bogdan, 1987).
La etnografía es un método cualitativo concebido por la fenomenología, por un lado, y
por las teorías de la cultura ya mencionadas, por otro. En su acepción más actual busca,
entre otras cosas, interpretar las pautas de socialización, la construcción de valores, el
desarrollo y las expresiones de la competencia cultural, y el desarrollo y la comprensión de
las reglas de interacción, intentando entender cómo las personas lo sienten y piensan, todo
esto a través de la inmersión en la realidad que es objeto de esteudio. Para lograr esto, la
etnografía propone dos principales herramientas, a saber, la entrevista y la observación
participante (Sandoval, 2002).
La observación participante, entonces, consiste en que el(la) investigador(a) se sumerge
en el campo de estudio (en la cultura que sobre la que quiere indagar), estudiando la
conducta humana dentro de los escenarios en los que esta sucede naturalmente, para así
poder entender el mundo simbólico en el que las personas viven, es decir, la significación
que tienen para ellos – entre otras cosas – las conductas sociales, las situaciones de uno u
otro tipo, la vida cotidiana, las emociones y sentimientos, el mundo y su propia existencia.
Cabe destacar aquí que la participación en la vida cotidiana de las personas involucradas en
el campo objeto de estudio es considerado una herramienta de gran utilidad. Entre los
instrumentos que el(la) etnógrafo(a) ha de usar para lograr esto, destacan las notas de
campo, en las cuales el(la) investigador(a) procura anotar de forma secuencial tanto sus
observaciones como sus propios sentimientos e impresiones (Sandoval, 2002).
Sandoval (2002) sostiene que este trabajo de campo transcurre en un ciclo de cuatro
etapas: (i) al obtención de acceso al escenario socio-cultural objeto del estudio, (ii) la
identificación y focalización del fenómeno que se quiere abordar, (iii) la elección de las
personas que servirán como fuentes de información, y la definición de los modos por los
cuales se pretende obtener la visión de la realidad que estas tienen, y (iv) el registro,
ordenamiento, reducción, validación, análisis e interpretación de los datos obtenidos. A
causa de la naturaleza cíclica de este proceso investigativo, es posible que las últimas tres
etapas se repitan varias veces, lo que podría llegar a traducirse en una quinta etapa de
reformulación y reenfoque en base al conocimiento previamente adquirido.
Conforme a lo explicado anteriormente, el rol del(de la) observador(a) participante es
principalmente propiciar la reflexión de las personas que se desenvuelven en el campo de
estudio, sobre sus creencias, sentimientos y prácticas, para identificar el significado actual
de estos últimos. También es su rol el interpretar la información obtenida, pero desde una
perspectiva interna al campo, con el fin de comprender el sentido que se le da a las cosas
dentro de éste (Sandoval, 2002). Fielding (1995, en Sandoval, 2002) sostiene que del
trabajo etnográfico han de desprenderse tres tipos de conclusiones. Una es que el(la)
observador(a) debe poder plantear declaraciones o proposiciones completas acerca de las
condiciones necesarias y suficientes para que ocurra un patrón particular de acción o
actuación, la segunda es que el(la) investigador(a) ha de ser capaz de tipificar algunos de
los fenómenos observados como “básicos” para la actividad, evento o situación que se
estudia, y el tercero es que, como una mínima demanda de aplicación de la
conceptualización hecha, el(la) observador(a) ha de ser capaz de identificar situaciones que
ejemplifiquen los eventos o fenómenos descritos de manera teórica.
Gold (1958, citado en Gurdián-Fernández, 2007) define cuatro posturas que el(la)
observador(a) participante puede elegir para su investigación: la de participante completo,
en la que el(la) investigador(a) es un miembro del grupo que está estudiando, mientras que
el resto del grupo no es consciente de que están siendo estudiados por él o ella; la de
participante como observador, en la que el(la) investigador(a) es miembro del grupo que
estudia, pero éste sí sabe que están siendo estudiados por él o ella; la de observador como
participante (es la que predomina en el presente trabajo), que es considerada la más ética
porque el(la) investigador(a) puede participar de las actividades grupales con el fin de
recolectar datos, pero el grupo es consciente del estudio; y por último la de observador
completo, en la que el(la) investigador(a) está oculto(a) observando el campo, o bien está en
público pero pasa desapercibido.
Importancia del cuaderno de campo
En el cuaderno de campo el(la) observador(a) va tomando nota de manera secuencial
sobre todas sus interacciones y observaciones sobre acontecimientos, escenarios, personas,
y también sobre sus propias sensaciones, pensamientos, emociones, suposiciones, etc
(Gurdián-Fernández, 2007). Esta herramienta es clave para poder ordenar secuencialmente
los datos obtenidos, lo que facilita y enriquece la interpretación de los mismos y la
comprensión de los significados dentro del grupo o cultura que es objeto de estudio
(Sandoval, 2002), dicho de otra forma, las notas de campo son clave para el posterior
análisis de los datos y también para la redacción final del estudio. Respecto a esto último
hay varias recomendaciones sobre cómo hacer las notas de campo, entre las cuales destaca,
por ejemplo, el usar un lenguaje concreto en lugar del lenguaje de la ciencia social, ya que
el primero es más útil para describir la experiencia del (de la) observador(a), y el segundo
por su parte se utilizará después, en la etapa de análisis de la información obtenida (Valles,
1998).
Es más, de hecho hay quienes consideran que el cuaderno de campo no es solo un
instrumento de recopilación de datos que ayuda para recordar un sinfín de observaciones
imposibles de memorizar detalladamente, sino también una herramienta a través de la cual
se puede generar y analizar información relevante para el estudio, en la medida que es un
registro dinámico basado en la concepción interactiva de las etapas de la investigación, de
manera que en la etapa de análisis puede servir al(a la) investigador(a) para darse cuenta de
algo de lo que no se había percatado en el momento en el que tomó la nota (Schatzman &
Strauss, 1973, citado en Valles, 1998).
Spradley (1980, citado en Valles, 1998) habla sobre cuatro clases de notas de campo: (i)
las notas condensadas, tomadas durante la sesión de observación o inmediatamente
después, en ellas se anota todo lo que se ve u oye, pero sin demasiados detalles; (ii) las
notas expandidas, que se escriben en privado basándose en las anteriores, añadiendo todos
los detalles que se recuerden sobre la sesión de observación; (iii) las notas del “diario de
campo”, que son el registro introspectivo del (de la) observador(a) sobre sus experiencias
personales, sentimientos, emociones, recuerdos, etc.; y (iv) las notas de análisis e
interpretación, en las que se funde lo observado en el campo con las perspectivas teóricas y
la formación del(de la) observador(a). Con respecto a las notas del “diario de campo” es
importante destacar que son útiles para no dejar de tener en cuenta los sesgos personales
del(de la) investigador(a).
Schatzman y Strauss (1973, citado en Valles, 1998), por su parte hacen la distinción de
tres tipos de notas de campo, a saber, las notas observacionales (NO), que consisten en
observaciones visuales auditivas lo más libres de interpretación posible; las notas teóricas
(NT), que consisten en la interpretación de las notas observacionales; y las notas
metodológicas (NT), que se centran en el(la) propio(a) investigador(a) y/o en la
metodología (por ejemplo, una instrucción a sí mismo/a, el lugar y hora de una cita, un
recordatorio, etc.).
Por lo demás, cabe destacar que las notas de campo no son el único instrumento ni son
siempre la mejor alternativa, pues en ocasiones puede ser más efectivo, por ejemplo, hacer
grabaciones de audio, o usar hojas de registro u hojas de codificación. El estilo y las
preferencias del del(de la) observador(a), los temas estudiados, el escenario, las situaciones
de observación y las tecnologías usadas serán lo que determine la forma, el tipo y el
contenido de las notas de campo (Jorgensen, 1989, citado en Valles, 1998), esta es la
flexibilidad de la investigación cualitativa que el(la) investigador(a) debe saber aprovechar
(Taylor & Bogdan, 1987).
La Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Geografía
La Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Geografía (FAUG) de la Universidad de
Concepción está integrada por dos carreras: arquitectura y geografía. El edificio de la
facultad se encuentra entre el Aula 9 y los Cubos 1 y 2, bastante cerca de la facultad de
Ciencias Sociales. A las afueras del edificio de vez en cuando se ven algunos trabajos
realizados por los alumnos de la FAUG, como plataformas de madera o estructuras de
formas inusuales.
Uno de los rasgos más característicos de los alumnos de arquitectura es que
frecuentemente se ve a algunos(as) de ellos(as) caminar por la universidad llevando
enormes maquetas. Además se suele decir de ellos y ellas que generalmente son personas
excéntricas, que usualmente usan las noches para trabajar en lugar de usarlas para dormir, y
que a veces llegan a la Biblioteca Central con sus maquetas y se quedan a dormir adentro,
para no tener que viajar en micro al día siguiente en la mañana hacia la universidad
cargando sus maquetas. Cabe mencionar que tengo un tío (al cual, para proteger su
identidad, llamaré “Tío B”) que es arquitecto y profesor de arquitectura, y que aunque no es
de la Universidad de Concepción, me ha comentado acerca de la arquitectura en Chile, de
los alumnos de arquitectura en diversas universidades, de cómo es el ejercicio laboral en la
práctica de la arquitectura, y que sin duda debe haber sido un gran influyente sobre mi
estereotipo acerca de los(as) arquitectos(as) y estudiantes de arquitectura.
En cuanto a los estudiantes de geografía, tengo muy pocos antecedentes. He tendido a
pensar que son pocos, y que pasan desapercibido. Creo que sí es digno de considerar que
tengo un amigo (al cual, para proteger su identidad, me referiré como “G”) que fue
estudiante de geografía en la Universidad de Concepción, pero que congeló muy
recientemente (a comienzos de este segundo semestre del 2015), y que es una persona que
tiende mucho a reflexionar y a estudiar por interés propio, que tiende a no conformarse con
lo que le enseñan sino que analiza más a fondo para ver si realmente las cosas son así como
se lo han estado dando a conocer.
Me he interesado en estudiar la FAUG especialmente por los y las alumnos y alumnas de
arquitectura, por el estereotipo que tengo acerca de ellos y ellas, de que suelen ser extraños
o excéntricos, muy conversadores – pero generalmente desde una perspectiva
arquitectónica –, y de que en general tienen una forma bastante distinta de ver la sociedad y
hasta posiblemente el mundo (C.O: quiero recalcar que casi no conozco estudiantes de
arquitectura ni arquitectos/as, salvo mi Tío B, por lo que me doy cuenta, según las
características descritas arriba, de que este esquema está fundamentado principalmente en
la forma de ser de él). Creo que es un campo interesante para realizar un estudio
etnográfico, y a la vez no es difícil de acceder a él y a sus escenarios (al menos los lugares
públicos, pero no las salas de clases).
Además, aunque no me interesa estudiar arquitectura ni geografía, sí me parece que
tocan materias interesantes, en especial la arquitectura (ya que la conozco un poco más).
Me interesa y me intriga la búsqueda del ingenio y de la innovación para sacar el mayor
provecho posible a los espacios físicos en lo práctico y en lo estético. Desde este punto de
vista, de hecho, está bastante relacionado con la psicología, ya que de alguna forma la
arquitectura busca adaptarse al comportamiento y al sentir de las personas que hacen uso de
los espacios. De ahí mi interés por los significados interpretados por los y las estudiantes de
arquitectura al reflexionar sobre la sociedad, sobre las personas y sobre ellos(as)
mismos(as), así como las actitudes y comportamientos que derivan de ello.
Descripción de escenarios observados
Hall central: el lugar es espacioso, limpio y ordenado. El piso es de baldosas
medianas de manchitas oscuras, los tubos halógenos del techo quedaban
descubiertos, a excepción de un par que contaba con pantalla (C.O: la luz me parece
que es fría, aunque cuando el día está soleado no se nota porque entra harta luz
natural al lugar). En una pared hay unas láminas metálicas que forman el logo de la
facultad (“FAUG”) (C.O: pienso que mi facultad no tiene nada tan elaborado de este
tipo de distintivo, ni si quiera he sabido que tenga un logo). Hay
unos basureros de colores con encajes de madera, en los que se
indica qué tipo de material corresponde a cada uno (lo que se
suele llamar un “punto limpio”) (C.O: creo que los colores de
estos basureros contribuyen a darle vida al ambiente).
A cada lado hay escaleras, y en la parte frontal como en la posterior hay
mamparas de vidrio por las que entra luz natural (C.O: esto me causa la agradable
sensación de estar casi al aire libre, como en una terraza. Sobre todo cuando miro
por la mampara frontal hacia un espacio amplio de
pasto con algunos árboles). Apegada a la mampara
posterior hay una tienda de fotocopias y artículos
de librería, y por el otro lado (al frente de la
fotocopiadora) hay una pequeña cafetería que
cuenta con cuatro mesas dispuestas en par y sus
respectivas sillas, entre unas macetas de madera
con plantas de interior, que sirven para separar visualmente el espacio de la cafetería
con el resto del hall (C.O: esta es una de las primeras
cosas que noto al entrar. Pienso en sentarme en esas
mesas para pasar más desapercibido, pero temo que me
digan que era solo para los que compraban y yo no
ando con dinero).
En la pared de la escalera del lado este hay un mural
colorido con la forma de Latinoamérica y muchos
símbolos de la cultura, la historia y la naturaleza propia
de América Latina (C.O: esto me agrada mucho,
siento que le da vida y alegría al espacio, e invita a
subir esas escaleras). En las paredes de la escalera
del lado oeste hay un mural en blanco y negro, en el
que se distingue la cara de un anciano, pequeñas
siluestas de personas, enormes cajas semi-abiertas
de fósforos “copihue” y una niña extendiendo un
brazo hacia arriba, como para tomar algo (C.O: no
entiendo qué quiere decir este mural. Ese hombre
anciano, ¿representa al pueblo mapuche?).
En esto piso hay cuatro salas de clase, y al fondo hay una extensión del edificio
en forma de pasillo, en la que predomina el blanco en varios matices y el techo es de
un material semi-transparente, por lo que se ve muy luminoso (C.O: noto en cómo
está dispuesto el edificio, y en los ventanales y tragaluces, la importancia que le
aquí le dan a la utilidad y estética del espacio), en ese pasillo se han dispuesto varios
lockers enumerados (C.O: me intriga saber qué hay allá, además me llaman la
atención los lockers, ya que jamás había visto que una facultad de la universidad
contara con esta implementación. Pienso que quizá sea porque los alumnos de esta
facultad suelen trabajar con materiales más voluminosos y delicados, por lo que
deben necesitar a veces dejarlos acá).
Segundo piso: el segundo piso es similar al primero en su forma, pero le llega
menos luz natural. Las baldosas son las mismas en los tres pisos. Hacia el lado sur
dos pasillos cortos que conducen a salas de clases. Por el lado norte hay puertas
(C.O: creo que son oficinas de
profesores), y dos pasillos hacia los
lados, uno lleva hacia un auditorio y el
otro a una puerta con ventanas opacas, a
excepción de una ventana que es de
vidrio liso y transparente. Veo hacia
adentro por esa ventana: hay mesas
grandes en toda la sala, al centro y a los extremos. Hay mucha luz natural (entra por
un gran ventanal hacia el norte) y está lleno de cartones, maquetas y materiales
manuales (C.O: esto rompe abruptamente mi esquema de sala de clases, de hecho
me sale más fácil categorizarlo como laboratorio. ¿sería porque la disposición de las
mesas y los pisos altos cazan más con mi esquema de laboratorio?... Ahora noto que
ya estoy aplicando la teoría psicológica, lo que me hace sentir “como pollo en corral
ajeno” dentro de este contexto).
En el centro hay un mural de afiches
variados sobre todo tipo de eventos, como
charlas o fiestas. Por el costado sur hay unas
sillas de espera (como las de las clínicas), y
por el lado norte también, sobre las cuales hay
una vitrina en la que se exhibe un mural con
recortes de periódicos. Sobre este mural hay una ventana que da hacia lo que parece
una oficina, por la cual se puede ver una maqueta grande (C.O: que por cierto se ve
bastante compleja).
Tercer piso: lo primero que noto es
que en el centro hay una exhibición de
maquetas sobre el suelo. Por el lado
norte hay ventanales tapados por
dentro con persianas, a través de las
cuales veo a una mujer sentada en un
escritorio viendo algo en su
computador, y afuera hay asientos de espera (C.O: todo esto tiene una apariencia
mucho más solemne que el resto de la facultad, por lo que supongo que este debe
ser el departamento de arquitectura). Por el lado sur hay una puerta doble de vidrio
que da hacia la biblioteca de arquitectura.
Un pasillo hacia el este da hacia una puerta; hacia el extremo oeste veo maquetas
en fila dispuestas sobre el piso, y al final hay una mampara de con una puerta de
vidrio, a través de la cual se ven oficinas sobre piso alfombrado. Por el mismo
pasillo, antes de estas oficinas, hay dos salas de clases, una de
las cuales cuenta con computadores de apariencia bastante
moderna, y de pantallas muy grandes (C.O: me parece que son
Mac, pero no me detengo a observarlos mucho rato porque
están haciendo clases y desde adentro me miran con cara de
extrañados. Me imagino que esos equipos deben ser muy
costosos).
Pasillo común: este es el pasillo que se extiende desde el
hall central, cruzando la mampara norte, hasta el ala
norte de Geografía. El techo es semitransparente, por lo
que todo el pasillo está muy iluminado, además hay por
todo el pasillo lockers blancos, las paredes son también
blancas en algunas partes y en otras de un color crema
claro, todo esto hace que la luz rebote mucho. Las
baldosas están bastante limpias y son predominantemente
azules, con algunas en color celeste y otras que forman
líneas transversales color crema. (C.O: desde que cruzo
la mampara siento que estoy en otro ambiente, como un hospital). Hay una vitrina
pequeña con trofeos.
Al comienzo hay dos baños a la derecha (mujeres y hombres), a la izquierda hay
una sala o taller con mesas amplias y pisos altos, al medio hay una sala de estudio a
la derecha, y casi al final a la izquierda hay una pequeña sala con unas máquinas
enormes (C.O: supongo que serán impresoras gigantes para planos). Al llegar al
final del pasillo hay otra mampara que da hacia el ala norte, más propio de
Geografía.
Baño de hombres: (C.O: sostengo que suele ser interesante
analizar los baños, pues siempre dicen mucho sobre el lugar y
sobre la gente que los ocupa y/o cuida. Por ejemplo, para ver si
un restaurant es higiénico en la cocina, considero como un
indicador importante la higiene de los baños). El baño de varones no es individual,
pero es pequeño. Hay dos lavamanos, dos cubículos con w.c, y un cubículo con
ducha. Hay jabón, y en una pared un pequeño termo para calentar el agua de la
ducha.
Ala norte (Geografía): al
entrar se hace notoria a la izquierda
una pared revestida con madera, en
partes pintadas de color marengo, y
con un gran marco rojo que arriba
sobresale formando una curva. Dentro del marco hay dos puertas dobles de madera,
separadas por un tabique, todo esto sobre unas gradas de gravilla. Por un lado se
extiende una rampa con baranda para lisiados/as. A un costado de las puertas hay
unas letras grandes en relieve que dicen “Auditorio Facultad Arquitectura,
Urbanismo y Geografía”, seguido por el logo “FAUG”. Arriba hay un televisor
LCD empotrado en el techo. En la pared de al frente han pintado ocho
revolucionarios de distintas épocas y
culturas, bajo la frase “No hay revolución
sin revolucionarios”.
Al fondo hay salas de clases, una de las
cuales exhibe en una vitrina unas piedras
(C.O: que a mí me parecen extrañas), y una
escalera que se da una vuelta para llegar al
segundo piso, a la que llega luz natural por una mampara semi-cilíndrica que da
hacia el exterior, y que sub desde el primer piso hasta el
segundo. Arriba hay oficinas y el departamento de
geología. Veo que una de las puertas dice “jefatura de
carrera”
Filtrado del cuaderno de campo
1° Sesión
*Lugar: Hall FAUG
* Fecha y hora: lunes 14 de septiembre, 2015. 14:17 – 15:00 hrs.
Entro al hall vestido de manera casual, bastante parecido a la mayoría de los jóvenes que
pasan por acá. Llevo mi mochila y mi ukelele (C.O: pienso que lo ideal es no venir con el
ukelele, porque me parece que podría llamar la atención)(C.O: el lugar es en general
agradable, es espacioso y está limpio y ordenado). Una de las primeras cosas que me
llaman la atención es la cafetería con sus mesas entre las plantas de interior (C.O: pienso en
sentarme en esas mesas para pasar más desapercibido, pero temo a que me digan que son
solo para los que compran, y yo no tengo dinero).
Me siento en el piso, apegado a la pared del costado oeste. Me dedico al comienzo
principalmente a observar el escenario (véase la descripción detallada de cada escenario en
el apartado de descripción de los escenarios). Distingo el logo “FAUG” en las placas
metálicas incrustadas en la pared (C.O: pienso que mi facultad no tiene nada tan elaborado,
ni si quiera he sabido que tenga logo). Noto también los basureros de colores que
conforman el “punto limpio” (C.O: creo que los colores de estos basureros contribuyen
bastante a darle vida al ambiente, rompe un poco con lo sobrio y lo cambia por jovialidad).
Me fijo en las mamparas de vidrio por el lado norte y por el sur, y en cómo dejan entrar la
luz natural (C.O: esto me agrada. Supongo que todos estos ventanales y tragaluces fueron
arquitectónicamente pensados y diseñados para que entrara luz natural, y para dar la
sensación de estar casi al aire libre, no encerrado). Veo el pasillo que se dirige hacia
Geografía (C.O: me intriga saber qué hay allá, también me llama mucho la atención el
hecho de que en ese pasillo hayan tantos lockers enumerados. Casi automáticamente, al
notar todas estas disposiciones y ornamentos, comparo mi facultad con esta y me digo
“nosotros estamos lejos de tener todo esto”, así como también pienso que esto hace
evidente la importancia que aquí le dan a la utilidad y estética del espacio). Descubro el
mural de Latinoamérica (C.O: me agrada mucho, siento que le da vida y alegría al espacio,
e invita a subir esas escaleras).
Al comienzo de la hora hay poca gente, me llama la atención que veo pasar a dos
jóvenes (no van juntos) cargando enormes maquetas. La gente me mira extrañada al verme
con una libretita sentado en el piso, aunque fijándome bien noto que no miran la libreta ni
el lápiz, ni el ukelele, sino mi cara (C.O: teorizo dos posibles razones: una es que para
ellos/as sea raro sentarse en el piso, cosa que para los alumnos/as de sociales no es tan rara.
La otra opción es que la facultad sea pequeña, y todos se conozcan al menos las caras, por
lo que miran mi cara extrañados más que por estar sentado en el piso, por no haberme visto
antes por aquí). Noto que varios al parecer sospechan que los estoy estudiando, de estos, las
mujeres han sonreído, pero los hombres expresan gestos faciales de incomodidad, de
molesta o de intriga. Por ejemplo, uno de ellos me mira entrecerrando los ojos (C.O: es
como que me dijera con su mirada: “sé qué estás haciendo aquí, pero no te dejaré entrar a
mi mente… Te tengo identificado).
Mientras pasa el rato veo pasar personas con maquetas de distintos tamaños y de formas
excéntricas. También gente con materiales como cartones o papel. Me llama la atención
que el único basurero que está lleno – y rebalsando – es el que dice “papel y cartón” (C.O:
parece obvio suponer que es porque los/as alumnos/as de arquitectura usan muy
frecuentemente este tipo de materiales).
2° Sesión
*Lugar: Hall central.
*Fecha y hora: martes 15 de septiembre, 2015. 13:10 – 13:25 hrs.
Al pasar por fuera de la FAUG noto que han puesto ornamentos folklóricos: hay ramas
de aromo en la puerta principal, en las escaleras y en el logo de la FAUG. Hay mesas
simples, fardos y virutilla esparcida en el piso. Me siento en la escalera de la izquierda. Al
lado mío, bajo la escalera, hay un fardo cuyo olor llega hasta mí (C.O: esto me gusta, me
recuerda a cuando he estado en el campo). Hay música en volumen bastante fuerte, son
cumbias villeras (C.O: esto alegra mucho el ambiente). Noto que la gente que pasa por el
hall sonríe al ver todo esto. También hay globos blancos, rojos y azules en las paredes, en
las escaleras y un racimo al centro del techo, desde donde han extendido guirnaldas chienas
hacias las cuatro esquinas del espacio.
Hay unos pocos que, al parecer, están organizando todo. Están tras una de las mesas
cortando unos papeles que los van dejando en una caja de zapatos. Corren las mesas y
esparcen la virutilla. En una pared veo un afichee grande con el título: “GRAN
CHINGANA GRAN” y el “Tío Sam” entre dos banderas chilenas.
Ahora que me siento en esta escalera, noto que también han pintado varios murales por
este lado. Parece que el primero aun no está terminado. Está pintado – creo – con
carboncillo. Consiste en una niña mirando hacia arriba y extendiendo su mano como para
agarrar algo. Sobre ella hay siluetas diminutas de personas, y más allá hay cajas gigantes
semiabiertas de fósforos “copihue”. Al lado hay un campamento, y más hacia la pared
dibuujaron la cara de un hombre anciano con cabello largo (C.O: ¿representará ese anciano
al pueblo mapuche?... No qué quiere expresar este mural).
3° Sesión
*Lugar: Hall central.
*Fecha y hora: martes 15 de septiembre, 2015. 17:30 – 18:00 hrs.
Me siento en la misma escalera. Hay vasos servidos y una olla casi vacía con vino
“navegado”. Afuera hay hartos jóvenes sentados en el pasto. Al parecer ya está terminando
la gran chingana.
Me llama la atención que han puesto en el hall un juego criollo titulado como “piteate un
logi”. Consiste en lanzar una bola para dar vuelta uno de los ocho cartelitos redondos que
tienen impresa la cara de distintas personas (C.O: a juzgar por sus apariencias, las fotos
deben ser de profesores o autoridades en la facutlad).
Ahora la música es cueca, ya no cumbias villeras. Subo al segundo piso para ver los
murales de la escalera. Me atrae uno que al comienzo me cuesta entender, pero que después
de analizarlo comprendo que se trata de un dibujo en perspectiva de un hombre sentado en
su cocina con un vaso de algo, pero visto desde arriba hacia abajo, como del techo mirando
hacia el suelo (C.O: me causa gracia, y supongo que lo habrían hecho algunos/as
alumnos/as de arquitectura, por el motivo de la pintura).
Bajo nuevamente al hall central y me acerco a una chica (“P”) y un chico (“E”) que
conversaban. Les pregunto qué estudian, a lo que me responden que arquitectura. Les
pregunto si las fotos del juego son de profesores y me dicen que sí, aunque también hay
compañeros y otros personajes de la facultad, pero solo de arquitectura. Les comento
brevemente que estoy haciendo un trabajo en el que tengo que estudiar un amiente distinto
para mí, y ver, por ejemplo, cómo piensan las personas de un determinado grupo (C.O: en
esta ocasión evito decirles que soy estudiante de psicología, porque me da la impresión de
que les haría sentir invasivamente analizados, o en términos vulgares, que les estaría
“sacando el rollo”). Me colaboran con amabilidad. Les pregunto qué sienten ellos que los
diferencie como alumnos y alumnas de arquitectura en relación a los otros alumnos de la
universidad. E me responde inmediatamente que en el trasnoche, pero P lo corrige diciendo
que tampoco es tanto, que por ejemplo, los de medicina también trasnochan harto, entones
E piensa y me dice que sí es característico que estén siempre cargados con maquetas o con
materiales para hacerlo. Le pregunto qué cree que los y las caracterice como estudiantes de
arquitectura en su forma de ver las cosas o de pensar, y me responde que le suele pasar que
los demás difieren de él en su forma de ver las construcciones. P agrega que a veces con
sus amigos le dicen o le dan a entender cosas como “¿podemos hablar de otra cosa que no
sea arquitectura?”. E destaca también el pensamiento crítico que los y las profesores les
inculcan les queda impregnado, por lo que tiende a ser muy críticos.
4° Sesión
*Lugar: Segundo piso.
*Fecha y hora: martes 21 de septiembre, 2015. 17:45 – 18:45 hrs.
Recorriendo la Faug me doy cuenta de que en el segundo piso hay asientos, como los
que se ponen en las salas de espera de los consultorios u oficinas. Decido sentarme aquí
hoy, ya que sentarme en la escalera o en el piso solía llamar demasiado la atención.
Hay poca gente, solo se ven pasar alumnos/as – supongo – de vez en cuando, usualmente
a paso rápido. También veo pasar una auxiliar para cerrar una sala con llave. Veo bajar a
una señora con abrigo rojo y una bolsa de enero. Va seria (C.O: creo que debe ser
profesora).
A mi alrededor, como a ocho o nueve metros aproximadamente, están haciendo una
clase de una sala con las puertas cerradas. Las puertas son de vidrio, por lo que se alcanza a
ver la proyección del Power Point que el profesor expone). Veo que la actual diapositiva
tiene como título “problemas territoriales” (C.O: describiría el estilo del Power Point como
minimalista, ya que el fondo es blanco y la tipografía simple, arial o colibrí. Las palabras
son negras, son pocas y están centradas en la diapositiva, a modo de punteo. Me doy cuenta
de que el profesor mueve sus brazos harto al explicar, y que se detiene bastante rato en esta
diapositiva. Pienso que quizá es una estrategia para que sus alumnos y alumnas focalicen su
atención, su atención en él y no en el Power Point, sino que este pase aun plano secundario
y solo sea una herramienta accesoria. Tiendo casi automática a compararlo con el tipo de
Ppt. Que hacen os profesores, y el contraste es notorio: mis profesores suelen hacer Power
Points con colores, a veces animaciones, frecuentes imágenes y mucho texto. Pienso que si
estuviera dentro de esa clase me daría un sueño incontenible.) (C.O: me parece que acá
sentado en la silla, afecto menos el ambiente, porque no me miran tanto como cuando me
sentaba en el piso, ni con impresiones de extrañeza, lo que me hace pensar e inducir que la
gente no me miraba extrañada porque no me conocieran, sino que simplemente porque
estaba sentado en el piso).
Detrás de mí hay un mural lleno de recortes de diarios (C.O: desde que lo noté me
intrigó saber de qué tratan esos recortes). El título dice “Pulso Urbano”, y abajo “Facultad
de Arquitectura, Urbanismo y
Geografía. Departamento de
Urbanismo”. Los recortes son en su
mayoría noticias recientes sobre temas
de urbanismo en Concepción y sus
alrededores. Me llaman la atención los
títulos “apostar a encajonar los ríos es
igual que jugar a la ruleta rusa”, “Dos
visiones sobre los dos complejos años
tras incendio del Mercado Central” y
“Restauración del patrimonio es un camino lleno de obstáculos” (C.O: solo leo los títulos,
porque siento que si leo las noticias no las entenderé, además me parecen títulos aburridos
para mí. No puedo dejar de comparar esta facultad con la mía – la de Ciencias Sociales –, y
en este caso me pongo a pensar que en sociales si hubiera un mural como este (de noticias
recientes) estaría colmado de temas sociales, de críticas y denuncias sobre condiciones
precarias de algunos/as, sobre casos de violencia, de opresión, discriminación y críticas al
sistema político y al mercado).
A mi derecha, recién ahora, a las 18:19 hrs, el profesor pasó la primera diapositiva. Me
paro para ver hacia dentro, y veo que el profesor es un hombre de unos cuarenta años –
estoy juzgando en base a su apariencia –, vestido semi-formal, algo despeinado y con
anteojos (C.O: me recuerda a mi Tío B, que es muy bueno para hablar, ¡me imagino que esa
clase debe ser muy aburrida!). Ahora al menos hay frases destacadas en rojo, pero estas
diapositivas están llenas de párrafos que parecen haber sido sacados textuales de algún
texto teórico (C.O: ¡me da sueño! ¡En sociales está la cumbia y el sabor! Me siento dichoso
y agradecido de Dios por estar estudiando allá).
Atrás mío (tras la pared del mural) hay una
oficina del profesor “G.R” (su nombre lo indica
un letrero en la puerta de la oficina). Me doy
cuenta de que por las ventanas de arriba se ve
una gran maqueta de madera, con algunos palos
rojos, y unida con hilos e nylon transparente,
entre algunos palos (C.O: la verdad no le hallo
sentido, pero me parece interesante porque debe
ser muy difícil diseñar y construir algo así).
A mi izquierda hay una sala vacía, y por un vidrio en la puerta puedo ver hacia adentro.
Hay mesas grandes en toda la sala, al centro y a los extremos. Hay mucha luz natural (que
entra por un gran ventanal hacia el norte) y está lleno de cartones, maquetas y materiales
manuales (C.O: esto rompe abruptamente mi esquema de sala de clases, de hecho me sale
más fácil categorizarlo como un laboratorio… ¿será porque la disposición de las mesas y
los pisos altos calzan más con mi esquema de laboratorio que con el que tengo sobre las
salas de clases? En fin, veo que ya estoy aplicando la teoría psicológica, lo que me hace
sentir “como pollo en corral ajeno” dentro de este contexto).
Viene una señora (C.O: a juzgar por su vestimenta, supongo que es secretaria) bajando
relativamente rápido las escaleras, me mira, yo le miro y le sonrío amablemente, pero ella
no me sonríe sino que sigue su camino hacia abajo con una expresión fría (C.O: en sociales,
M, la secretaria de psicología, me habría saludado. Esta experiencia me da la impresión de
que esta es una facultad fría, aunque quizá sea una aseveración demasiado acelerada,
teniendo en cuenta que esta clase de gesto solo la he visto en esta mujer, pero no lo he visto
como un patrón conductual dentro del campo).
Ya me dispongo a irme (C.O: si tuviera que describir lo que me expresó esta facultad
solo considerando esta sesión, a esta hora y en sentado en este lugar, diría “fría” o “fome”).
5° Sesión
*Lugar: Pasillo y Ala norte (Geografía).
*Fecha y hora: martes 25 de septiembre, 2015. 12:00 – 13:00 hrs.
Para hoy he determinado dos objetivos principales en cuanto al trabajo de campo: el
primero es hacer entrevistas espontáneas (acercarme a hablar a las personas y entrevistarles
de manera casual e informal) para indagar en cómo piensan, qué les gusta qué sienten que
los distingue como estudiantes de arquitectura o de geografía, y como alumnos(as) de la
FAUG; el segundo objetivo es terminar de recorrer lo que aun no he conocido de la FAUG
(C.O: me intriga de manera especial la extensión hacia el ala norte del edifico). Antes de
empezar es relevante anotar cómo me veo (por si esto llegase a influenciar de alguno modo
las respuestas y reacciones que reciba de parte de la gente): tengo una parca lippi azul, unos
pantalones verdes, unas zapatillas gastadas que simulan la forma de zapatos, sin cordones, y
el cabello largo amarrado solo en la mitad de arriba, o sea una media cola. Tengo barba (no
demasiada). Llevo mi mochila negra en la espalda, y también en la espalda llevo mi ukelele
en su funda negra. Voy además con mi pequeña libreta y un portaminas. (C.O: cabe
mencionar que solo anotaré cosas puntuales durante la entrevista, si es que anoto, para que
esta no pierda fluidez y para poder comunicarme más asertivamente. Luego pasaré en
limpio lo conversado con más detalles).
No veo gente desocupada como para entrevistar, por lo que decido empezar recorriendo
el pasillo hacia el ala norte. Desde que cruzo la mampara siento que estoy en otro ambiente
(C.O: da la primera impresión de estar como en un hospital o en una clínica, aun más si no
fuera por algunos rayones en los lockers y algunos trabajos como maquetas pequeñas o
cubos de cartón con pinturas por una de sus caras). A medida que avanzo me llama la
atención una vitrina pequeña con trofeos (C.O: me acuerdo de mi amigo G – el que estaba
estudiando geografía –, porque le gusta jugar fútbol.). Más adelante veo un laboratorio de
computación, y casi al final hay una pequeña sala con unas máquinas enormes (C.O:
supongo que serán impresoras gigantes para imprimir planos) (C.O: hasta aquí ya voy
asombrado de la buena implementación en infraestructura y en accesorios de utilidad con la
que cuentan los/as alumnos/as de esta facultad).
Al llegar al final del pasillo hay otra mampara, y al cruzarla lo primero que acapara toda
mi atención es la entrada al auditorio de la FAUG (C.O: todo esto – véase la descripción del
escenario en el apartado de descripción de escenarios – me sorprende e impacta. Siento que,
solo en cuanto al tema de infraestructura e implementación, esto abre la brecha de
diferencias entre mi facutad y la FAUG en una distancia abismal. No es que me duela ni
que me sienta pasado a llevar, de hecho estoy bastante satisfecho con mi facultad, sobre
todo por el trato que recibimos de los y las profesores, y no por lo demás no me quejo, pero
sí me doy cuenta ahora con mis propios ojos de condiciones que me habían comentado
sobre otras facultades, pero que yo no había conocido, y por eso me sorprendo, tomando en
cuenta especialmente los últimos reclamos por no tener auditorio en Sociales). En la pared
de al frente han pintado ocho revolucionarios de distintas épocas y culturas bajo la frase
“No hay revolución sin revolucionarios” (C.O: esto me extraña un poco, porque hasta ahora
me había formado la impresión de que aquí no son muy dados a hablar de revolución, y
poco sobre cuestiones políticas). Al fondo veo las salas de clases, subo al segundo piso y
luego bajo nuevamente.
Saco mi celular para tomar fotos, pero espero a que no haya nadie (C.O: porque me
siento muy ajeno en este espacio, y quiero pasar desapercibido) En esto pasa un auxiliar
con delantal blanco que, muy amablemente, me saluda diciéndome “¡joven aun! ¿Cómo
está?”. Me río y le respondo que muy bien, gracias. (C.O: siento que esto me hizo romper
el hielo con el ambiente, y me relajo). Comienzo a sacar fotos.
De vuelta veo que en el pasillo hay un baño. Entro por curiosidad (C.O: sostengo que
suele ser interesante analizar los baños, pues siempre dicen mucho sobre el lugar y sobre la
gente que los ocupa y/o cuida. Por ejemplo, para ver si un restaurant es higiénico en la
cocina, considero como un indicador importante la higiene de los baños). El baño es
relativamente pequeño, se ve limpio. Me llama la atención el hecho de que haya una ducha
y un termo para ducharse con agua caliente. Alguien ha dejado un shampoo “fructis” y un
resto de jabón en la ducha (C.O: más que la ducha en sí, me parece curioso el hecho de que
hayan implementado un termo para bañarse con agua caliente, ya que es algo que no suele
darse en un baño público).
6° Sesión
*Lugar: Hall central y tercer piso, principalmente.
*Fecha y hora: martes 25 de septiembre, 2015. 13:40 aprox. – 15:00 hrs.
Esta sesión la dedico exclusivamente a las entrevistas espontáneas. El guión temático
que orientará estas entrevistas consta de cuatro temas principales que han de tocarse: (A)
gustos personales (especialmente en estilos de música y programas televisivos, pero
también en general); (B) qué piensa el(la) entrevistado(a) que distingue a los estudiantes de
su carrera en comparación a los otros y otras estudiantes; (C) qué piensa que puede ser un
rasgo característico o distintivo de los alumnos y alumnas de la FAUG; y (D) cómo ve la
persona el rol que tiene él o ella como estudiante de arquitectura o de geografía, respecto a
la sociedad en general y en específico en cuanto a las movilizaciones sociales (C.O: En el
marco de las posturas del observador propuestas por Gold (1958, citado en Gurdián-
Fernández, 2007), decido tomar principalmente la de observador como participante, por
cuestiones éticas y de respeto a los y las entrevistados y entrevistadas, es por eso que
primero me presento y les explico qué estoy haciendo, y les pido su cooperación
voluntaria).
En las gradas de la entrada de la FAUG hay dos hombres jóvenes conversando y
fumando. Visten predominantemente colores oscuros. Uno de ellos tiene el cabello largo y
barba. Me acerco a ellos, les saludo, les pregunto de qué carrera son y me dicen que son de
geografía. Les explico brevemente que estudio psicología y en qué consiste el trabajo que
estoy realizando, luego les pregunto si me quisieran ayudar con esto (C.O: cabe destacar
que todo esto transcurre en una conversación en lenguaje informal, bromeando entre medio
y procurando que tome la forma más de conversación que de entrevista, por un lado, y que
a la vez se conduzca en torno al guión temático, por otro). Muy amablemente aceptan, por
lo que comienzo preguntándoles qué estilo de música escuchan y qué les gusta ver en la
televisión (A) a ellos en particular, así como en general a los estudiantes de geografía. En
cuanto a la música, estan ambos muy de acuerdo en que los géneros musicales que a la gran
mayoría de los y las estudiantes de geografía les gusta serían el rock y la cumbia
principalmente, aunque también algo de hip-hop y música andina. En cuanto a los
programas televisivos, me dicen que sobre todo las noticias y documentales; cuando
tocamos el tema de qué los distingue como carrera (B), dan a entender de que hay un
ambiente familiar en el que la mayoría se conoce y sociabilizan harto unos(as) con
otros(as); al preguntarles ahora por rasgos característicos y comunes en los(as) alumnos(as)
de la FAUG (C), piensan un momento y me explican que no creen que haya mucho en
común entre los y las estudiantes de ambas carreras, ya que en general es poca la cohesión
que hay a nivel de facultad (menciona que los últimos dos años se han estado generando
instancias por compartir, pero aun están bastante separados/as los/as alumnos/as de cada
carrera); finalmente, con respecto al rol del estudiante de geografía en la sociedad (D) me
responden más pensando en el ejercicio laboral, explicándome que los geógrafos pueden
aportar profesionalmente a la sociedad a través de las actividades netamente sociales, o bien
mediante todo el campo de la geografía como tal (que, según me explican, es muy amplio y
variado).
El segundo grupo al que me propongo entrevistar está también a la salida de la FAUG,
son cinco jóvenes hombres sentados en el piso, conversando. Uno de ellos está acostado en
el piso. Me acerco, les pregunto de qué carrera son y me responden que de arquitectura. Me
presento a mí y lo que estoy haciendo, luego les pregunto si me podrían ayudar con el
estudio, a lo que me responden que sí. Les pregunto de qué año son, y la mayoría son de 1°,
a excepción de uno que debiera estar en 2° pero está atrasado (C.O: y otro que estaba en
silencio, me pareció que también estaba atrasado, pero no era “mechón”, porque los de
primero se referían a él como si llevar más tiempo en la facultad) En cuanto a los gustos
musicales (A) concuerdan en que es variado conforme a las circunstancias. Se comparan
con los de geografía, que escuchan música más “revolucionaria” (C.O: esa palabra
emplearon ellos) como la andina o similares. En cuanto a sus gustos televisivos, no dieron
respuestas concretas, sino más bien vagas, a excepto de uno que explicó que no ve
televisión porque la carrera no le da tiempo; con respecto a lo que los distingue como
alumnos de arquitectura (B) mencionaron el dormir poco, andar estresados y que suelen ser
cerrados y tener poca vida social porque el ritmo de la carrera, en gran parte, los obliga;
cuando les pregunto qué les caracteriza a nivel de facultad (C) me explican que no sienten
tener nada en común con los(las) de geografía. Se suelen sentir molestados por ellos(ellas),
ya que, mientras arquitectura tiene que estudiar y maquetear, los de geografía están jugando
(“juegan pin pon todo el día”, dijo uno), tocando “música revolucionaria” y haciendo vida
social (muchas veces en la sala de estudio, a la que los de arquitectura, según ellos, no
acuden mucho porque les resulta incómodo); Por último, al preguntarles por su rol como
estudiantes en la sociedad y, por ejemplo, en las movilizaciones (D) me explican que la
carrera no les da el tiempo como para estudiar y reflexionar sobre las cuestiones sociales,
por eso en general no participan en marchas ni les interesan, y evitan los paros porque les
perjudica mucho académicamente. “Entre ir a marchar y dormir, prefiero dormir”, asegura
uno, refiriéndose a los pocos momentos en que tenía tiempo libre. Me dicen que las veces
que se han movilizado lo han hecho más por demandas internas, y destacan que estuvieron
un mes en paro (C.O: me pareció que para ellos eso era una proeza o una locura por el
énfasis que hicieron en ello. Lo comparo con sociales, en donde un mes de paro no
sorprende a nadie). Cabe mencionar que en el transcurso de esta entrevista, estos jóvenes se
compraron muchas veces con los alumnos de geografía, mostrando un leve desagrado por
ellos, pero que no alcanza a ser una rivalidad explícita (C.O: cuando se comparaban
demasiado parecía que se daban cuenta, y trataban de reparar lo dicho aclarando que
obviamente eran generalizaciones, que no todos son así. Me da la impresión de que querían
distinguirse de ellos/as, pero no desprestigiarlos/as).
(C.O: Por todo lo observado y la información adquirida en las entrevistas, creo que entre
los alumnos/as de arquitectura y los/as de geografía no hay nada de cohesión, que de hecho
se perciben como si fueran dos facultades distintas. Por un lado, los/as de arquitectura están
mucho más enfocados/as en sus estudios y la presión del ritmo y la competitividad de la
carrera los hace tender un poco más al egocentrismo en lo cotidiano de su vida; por el otro
lado, los de geografía tienen incorporado un chip de vida en comunidad, de ayuda y
cooperación mutua, de solidaridad con el resto de la sociedad, de crítica social en temas
políticos, económicos y otros, de disfrutar el compartir la vida social.)
Después de despedirme, me dirijo hacia el hall central para anotar todo lo que recuerde
sobre las entrevistas. Hay poca gente en la facultad (C.O: debe ser porque es viernes en la
tarde). Mientras tomo nota sobre la entrevista en el hall, se pusieron cuatro jóvenes a jugar
tenis-pie (C.O: Por todo lo que me han dicho en las entrevistas supongo que son estudiantes
de geografía. Esto me causa gracia, porque me parece que mientras los estudiantes de
arquitectura son la faceta seria de la facultad, los de geografía serían la faceta desordenada
y fiestera. Veo un cierto antagonismo oculto – o no tan oculto – entre ambas carreras. Veo
las expresiones de los que pasan por el hall y hay varios que dan sutiles miradas
desaprobatorias, me imagino que son los de arquitectura. De hecho, pasaron los cinco que
entrevisté muy serios, no les causó gracia que hubiera un grupo jugando ahí.) Les pregunto
de qué carrera son y me dicen que son de arquitectura (C.O: ¡rompió todo mi esquema! Veo
que me formé una impresión demasiado rápido, y de alguna manera me decepciono porque
se derrumbó toda la interpretación que había estado haciendo sobre esta situación en
particular. Esto me hacer percatarme de lo delicado y fácil que resulta sesgarse sobre las
situaciones o las personas, y me recuerda que justamente las notas de campo sirven para
evitar que estos sesgos del investigador/a tiñan demasiado la interpretación).
A través de Facebook contacté a mi amigo G (que estaba estudiando geografía hasta
hace unos meses atrás) y también le entrevisté sobre estos cuatro temas. Me respondió lo
siguiente (omitiré las correcciones ortográficas, porque sería alterar el modo en el que él se
expresa): “la musica que tenga contenido social, actual y ataque puntos debiles de nuestro
estatus de vida, puede ser musica agradable e impactante, que cualquier persona deberia oir
por mas insipida que sea. Esto hace que tambien se distinga a un estudiante de geografía
(en general). Alguien revolucionario, emergente, capaz de resolver un problema social por
si mismo y no dañar el ecosistema ni agregar cosas fuera de contexto. De paso, eso remarca
a un estudiante de la FAUG con respecto a otros esrudiantes. Estan preocupados por el
medio y las personas que en eso habitan, se preocupa por la diversidad de culturas y
paisajes, asi haciendo una fuerte conexion y enlace entre estas dos variables. En una
palabra, un estudiante de FAUG es "conciente".
Conclusiones
La Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Geografía de la Universidad de Concepción
se encuentra segmentada entre los alumnos y alumnas de arquitectura, y los de geografía.
Resulta difícil referirse a la FAUG como una sub-cultura o grupo homogéneo, porque está
tan polarizado a nivel de los significados compartidos que de hecho sería recomendable
estudiarlos como dos grupos separados. Lo único que los mantiene unidos es el lazo
institucional formado a través de la universidad, en base a algunas pocas materias que se
vinculan entre una y otra carrera. Es decir, hay coherencia en la unión de ambas carreras
bajo una facultad por las materias que pasan y por las afinidades en cuanto al campo de
aplicación de la teoría, pero no hay cohesión desde un punto de vista psicosocial, porque la
manera que tienen los y las estudiantes de arquitectura de percibir su carrera, su rol en la
sociedad, la sociedad misma y, en general, el mundo, es muy distinta – y en varios aspectos
opuesta – a la de los y las estudiantes de geografía.
En cuanto a las motivaciones iniciales para realizar una observación participante en la
FAUG, considero importante mencionar que si bien comencé más interesado en los y las
estudiantes de arquitectura, terminé mucho más interesado en los y las estudiantes de
geografía. Esto por varias razones, entre ellas el hecho de que esperaba que los y las
estudiantes de arquitectura se explayaran más y dieran puntos de vista más exóticos (pues
sus reflexiones, generalizando obviamente, no me parecieron tan interesantes, sino más
bien algo egoístas), y también el hecho de que no conocía en casi nada a los y las
estudiantes de geografía, no sabía cómo suelen ser ni cómo suelen pensar. La única vaga
idea que tenía sobre estos últimos era que son pocos y pasan desapercibidos, pero este
esquema también fue reformulado completamente, al darme cuenta de que son bastante
parecidos en algunos aspectos a los estudiantes de psicología o al menos de la Facultad de
Ciencias Sociales, como por ejemplo, en las nociones de colectividad, en el rol social
asumido, en el modo de vivir la vida cotidiana y la etapa universitaria, en la crítica social,
etc.
Por otro lado, en cuanto a la experiencia de realizar un simplificado trabajo etnográfico
de observación participante, concluyo que este método es muy útil y, sobre todo,
enriquecedor, porque obliga al investigador o investigadora a desprenderse por completo de
la idea de que tiene que mantenerse ajeno o ajena al objeto de estudio, evitando al máximo
influir sobre éste y dejar que éste le influya. Insta a tomar una posición humilde, de ponerse
en el lugar de otras personas e intentar comprenderle antes que juzgarle, y de asumir que las
personas a quienes se estudia no sirve solo para ser estudiadas, sino que muchas veces para
que uno(a) mismo(a) se enriquezca de su manera de ver la realidad.
También rescato a modo de conclusión que la interpretación de los significados que las
personas que se estudian en el campo le dan a las cosas, es algo complejo que demanda un
trabajo exhaustivo, integral, dedicado y duradero, para evitar hacer interpretaciones
apresuradas, como me pasó con los cuatro jóvenes de arquitectura que jugaban tenis-pie en
el hall central de la FAUG. El investigador o investigadora debe ser paciente y atento(a), y
ha de revisarse a sí mismo(a) constantemente para identificar sus sesgos y evitar que tiñan
sus suposiciones, interpretaciones y conclusiones sobre el trabajo realizado. Para esto
también es importante ser metódico(a) en la revisión de las notas de campo.
Para todas las ciencias sociales la observación participante es un método muy completo,
útil y recomendable. Para la psicología (especialmente para la psicología social y
comunitaria) en particular resulta muy interesante y positivo en la medida en que se interesa
por la experiencia subjetiva de las personas, arraigada en sus creencias y valores personales
(que, siguiendo la teoría del interaccionismo simbólico, por supuesto que también tienen
mucho de social), en su modo de concebir el mundo, y esto puede ser de gran ayuda para la
comprensión de problemas psicosociales, que si se vieran como meros problemas sociales
se estaría ignorando factores muy importantes, a saber, el cómo se sienten las personas
frente a una determinada situación o condición (pienso, por ejemplo, en el pueblo mapuche,
que lucha por algo a lo que muchos no le encuentran sentido, claro, porque están viendo el
problema desde sus propias construcciones de significados, no de la de los/las mapuches)…
Al fin y al cabo ¿no se supone que las ciencias sociales están al servicio de las personas?
Bibliografía
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