Extraído de : Álvarez, O. (2009). Nuevas tecnologías aplicadas al entrenamiento psicológico. Libro de actas del I Congreso de Ciencias de Apoyo al Rendimiento Deportivo. CD Colección Congresos nº 12. Alto Rendimiento. Alcoy (Alicante) Nuevas tecnologías aplicadas al entrenamiento psicológico. Dr. Octavio Álvarez
Psicólogo del Servicio de Atención al Deportista de Cheste (Valencia), Consell Valencià de
l’Esport
Unidad de Investigación de Psicología del Deporte, Universitat de València.
Cuando nos referimos a nuevas tecnologías, en esta ponencia, estamos haciendo
referencia a sistemas computerizados de adquisición de datos psicofisiológicos, que si bien
llevan empleándose varias décadas (Bar-Eli y Blumenstein, 2004), son evolucionadas a medida
que la tecnología y el conocimiento científico avanza (Conde y Menéndez, 2002). La
incorporación de nuevas tecnologías al entrenamiento psicológico responde a las necesidades
de obtener medidas objetivas u objetivables que permitan evaluar la progresión de los
deportistas en sus habilidades psicológicas, como complemento de la metodología de trabajo
tradicional (percepciones, auto-informes y cuestionarios de “lápiz y papel”). En esta línea, en el
Servicio de Atención al Deportista (SAD) de Cheste (Consell Valencià de l’Esport) empleamos
algunos sistemas computerizados como complemento a los programas de entrenamiento
psicológico para la adquisición y refuerzo de habilidades psicológicas de los deportistas. Estos
sistemas son aparatos de biofeedback (BFB) y el Vienna Test System (VTS).
El VTS es un sistema computerizado de evaluación concebido para medir tanto
variables psicológicas clásicas (personalidad e inteligencia) como para evaluar aptitudes
específicas para ocupaciones concretas (tests espaciales, visuales, tiempo de reacción,
atención mantenida, coordinación senso-motora, vigilancia, visión y atención periférica, por
citar algunas). En el SAD estamos empleando este sistema como herramienta de
entrenamiento psicológico con una doble finalidad: en primer lugar obtener una línea base con
la evaluación del deportista en la aptitud concreta, a modo de prueba psicológica de esfuerzo;
en segundo lugar, podemos trabajar de manera específica habilidades psicológicas como la
atención-concentración, tolerancia a la fatiga psicológica, control de la activación, todo ello con
feedback objetivo que recibe tanto el psicólogo como el deportista. Esta información puede ser
transmitida a los demás miembros de staff (entrenador, preparador físico) para el diseño de
ejercicios de campo que tengan en cuenta la información obtenida. El trabajo de transferencia
de este entrenamiento a los deportes específicos es responsabilidad compartida entre
entrenador, preparador físico y deportista, estableciendo paralelismos entre los ejercicios y la
actividad deportiva concreta. Las pruebas que empleamos para distintos objetivos, que serán
definidos más adelante, son: Determination Test (DT) (Neuwirth, & Benesch, 2007), Peripheral
Perception (PP) (Prieler, 2007b), Reaction Test (RT) (Prieler, 2007a), Cognitrone (COG)
(Wagner, & Karner, 2006), Sustained Atention (DAUF) (Puhr, 2008a), Signal Detection
(SIGNAL) (Puhr, 2008b), Vigilance (VIGIL) (Puhr, 2008c), Perception and Atention Functions
(Alertness) (WAFA) (Sturm, 2006), Time/Movement Anticipation (ZBA) (Neuwirth, 2008).
El biofeedback consiste en un conjunto de procedimientos que “permite a los sujetos
monitorizar sus propios procesos fisiológicos con el fin de aprender a controlarlos” (Strickland,
2002, p. 77). Siguiendo a Conde y Menéndez (2002) los tres objetivos fundamentales del
biofeedback son “adquirir el control del sistema de respuesta fisiológico por medio del
entrenamiento, mantener el autocontrol de sistema de respuesta fisiológico en ausencia de
feedback, y conseguir la generalización y mantenimiento del autocontrol adquirido” (p. 166). En
el ámbito del entrenamiento deportivo, las intervenciones se basan en el principio
psicofisiológico (Green, Green, y Walters, 1970), según el cual todo cambio mental-emocional
se acompaña de un cambio fisiológico y viceversa. Las variables psicofisiológicas más utilizada
son la electromiografía, electroencefalografía, pulso, respiración, resistencia galvánica de la
piel y temperatura. Aunque en el ámbito de la práctica clínica encontramos trabajos desde los
años ’60, es en las décadas de los ’80 y ’90 donde encontramos gran número de
investigaciones aplicadas al deporte. En general, se encuentran relaciones positivas entre las
intervenciones con BFB y la ejecución deportiva (Blumenstein y Bar-Eli, 2005). Entre los
deportes donde se ha investigado la eficacia del BFB, encontramos deportes de puntería (tiro
con arco, rifle y pistola, Golf), deportes de equipo (baloncesto, fútbol americano, balonmano),
de combate (kárate, judo y taekwondo), deportes artísticos (gimnasia artística y deportiva,
natación sincronizada), resistencia (natación, campo a través, fondo, canoa y kayak), 100
metros lisos y deportes de invierno (Blumenstein y Bar-Eli, 2005).
En el SAD hemos incorporado el BFB como herramienta que complementa otras
técnicas con el fin de mejorar el rendimiento de los deportistas, en la línea de programas de
intervención como el Wingate 5-step approach (Blumenstein, Bar-Eli, y Tenenbaum, 1997). Así,
los sistemas de BFB que estamos empleando son el I 300 C2 + 6 de JJ Ingineering y el GRS2
como aparato portátil. El I300 C2 + 6 es un sistema de adquisición de datos psicofisiológicos
que se emplea para proporcionar feedback en modalidad acústica y gráfica al sujeto de las
siguientes variables: Electromiografía, electroencefalografía, pulso, respiración, resistencia
galvánica de la piel y temperatura. El GRS2 proporciona feedback acústico de la resistencia
galvánica de la piel, siendo utilizado como aparato portátil que prestamos a los usuarios para
que realicen sus programas de entrenamiento sin necesidad de acudir al SAD (trabajos en
casa y en los entrenamientos). En nuestros programas de intervención, utilizamos las técnicas
de biofeedback en el entrenamiento de habilidades como el control de activación y la
monitorización de visualizaciones, contribuyendo de esta manera a la rehabilitación de lesiones
y corrección del gesto técnico.
Los objetivos de mejora en el rendimiento de los deportistas se centran en los
siguientes aspectos: el control de la activación, el foco atencional, el pensamiento, la
visualización y la motivación.
Cómo se aplican estos sistemas a habilidades psicológicas concretas.
Control de activación.
Trabajamos la activación fisiológica como uno más de los posibles indicadores de
ansiedad (Raglin y Hanin, 2000), entrenando al deportista en técnicas de relajación/activación
de forma que sean capaces de controlar los niveles de ansiedad peri-competitiva. Por medio
del biofeedback GSR (resistencia galvánica de la piel) el deportista puede monitorizar su nivel
de activación fisiológica, de forma que, con un correcto programa de entrenamiento, sea capaz
de subir o bajar sus niveles de activación, que relacionados con su zona individual de óptimo
funcionamiento (Hanin, 1995) puede ayudarle a rendir en la práctica de su deporte. Uno de los
objetivos del entrenamiento de esta habilidad es que el deportista sea capaz de saber cómo
está antes de una competición sin necesidad de aparato alguno, lo que redundará en su
capacidad para desplegar el resto de habilidades entrenadas (técnicas, tácticas, físicas y
psicológicas). Parte de este entrenamiento se puede optimizar con equipos portátiles que
ofrecen feedback sonoro, estos aparatos son suministrados a los deportistas para que se
entrenen bajando su activación recibiendo señal acústica al alcanzar umbrales de activación.
Por ejemplo, podemos relacionar sus niveles de activación (por medio del BFB) y su calidad de
ejecución en el test periférico del VTS (ver Imagen 1 y 2), encontrando los niveles de activación
que correspondan a mejores ejecuciones (más rápidas, con menor número de errores) así
como la sensación subjetiva del deportista en aspectos como nivel de activación, calidad de la
ejecución, calidad del foco atencional y pensamientos intrusivos. En deportes donde la
simulación puede realizarse con mayor acercamiento a su deporte (por ejemplo en ajedrez),
realizamos el mismo procedimiento mientras el deportista resuelve situaciones específicas del
juego (ver Imagen 3 y 4 y Gráfico 1).
Imágenes 1 y 2. Trabajo simultáneo de ejercicio de atención periférica con feedback de actividad electrodérmica (conductancia).
Detalle donde se muestra conexión de la deportista al sistema de BF (Imagen 1) y pedal derecho (Imagen 2)
Imagen 3. Imagen 4.
Gráfico 1. Ejemplo de valores obtenidos durante una sesión de entrenamiento con feedback de temperatura periférica
(Cº) y actividad electrodérmica (µS)
Foco atencional
Los objetivos del trabajo del foco atencional son: Saber hacer cambios de foco
atencional (amplio-estrecho; interno-externo) (Nideffer, 1976), saber concentrarse, saber tener
un ritmo de competición (y entrenamiento), saber atender a estímulos estáticos y dinámicos,
así como mejorar la percepción de estímulos relevantes para la ejecución deportiva. Para
entrenar estos aspectos, tradicionalmente se diseñan ejercicios de campo que se centran en
los objetivos antes mencionados. En el SAD además utilizamos las distintas aplicaciones del
VTS. Así es posible trabajar el tiempo de reacción, la atención continuada, la toma de
decisiones, la visión periférica, los estados de alerta continua, utilizando tanto manos (hasta
siete pulsadores distintos para reaccionar a cinco colores y dos sonidos) como pies (por medio
de dos pedales de respuesta). En algunas versiones del VTS podemos diseñar test ad-hoc
para deportes concretos (por ejemplo el semáforo de salida en deportes de motor).
Se obtienen informes (véase ejemplos en Tabla 1, y Gráficos 2, 3 y 4) de cada test de
manera que obtenemos dos utilidades, un feedback objetivo de la ejecución del sujeto, a modo
de prueba de esfuerzo psicofisiológica y un medio para entrenar al deportista en esta y otras
variables psicológicas (véase habilidades de pensamiento) (véase ejemplos en Imagen 5 y 6 ).
Imagen 5. (DT)
Imagen 6. (PP)
Tabla 1. Ejemplo de informe obtenido del Test de Determinación (DT)
Gráfico 2. Ejemplo perfiles ofrecidos en el Test de Determinación (DT) referenciados a varemos de valores normales
Gráfico 3. Ejemplo perfiles ofrecidos en el Test de Determinación (DT) que informan del transcurso del test
Gráfico 4. Ejemplo gráficos ofrecidos en el Test Periférico (PP) informando de los estímulos reconocidos en función del ángulo de visión lateral a lo largo de la prueba
Pensamiento
Las habilidades cognitivas o de pensamiento, como las hemos denominado nosotros,
incluyen saber pensar eficazmente, saber pensar afirmativamente, saber dar autoinstrucciones
ante situaciones difíciles, minimizar la ansiedad cognitiva, saber evitar pensamientos intrusivos
durante la práctica deportiva (entrenamientos, y situaciones peri-competitivas), saber hacer un
correcto análisis de la competición (estilos atribucionales). Como consecuencia de esta
habilidad, se verá mejorada la autoconfianza y la autoeficacia del deportista. La manera de
trabajar esta habilidad pasa por elaborar planes para antes, durante y después de la
competición. Estos planes deben ser trabajados y ensayados en los entrenamientos de campo
y puestos a prueba en competiciones preparatorias antes de las competiciones importantes. El
VTS también nos es de ayuda en el entrenamiento de los deportistas, pues durante la
ejecución de algunas de las pruebas, los deportistas se ven sometidos a presión, incluso, el
psicólogo puede inocular esa presión, teniendo feedback inmediato de qué pensamientos
intrusivos han aparecido ante el error, la demanda por encima de la capacidad del sujeto o las
autoinstrucciones positivas. Asimismo, empleamos el biofeedback para que el deportista
comprenda cómo sus pensamientos afectan a sus variables psicofisiológicas.
Visualización
Esta habilidad nos permite saber realizar visualizaciones técnicas y tácticas, saber
reproducir situaciones de competición, saber repetir mentalmente tareas del gesto deportivo,
poder aproximar progresivamente al deportista a estímulos estresantes, y así saber elaborar
estrategias eficaces. Existe una amplia evidencia empírica de su utilidad en relación con la
mejora en el desempeño de los deportistas (Mahoney y Chapman, 2004). Es una práctica
especialmente relevante en situaciones de lesión donde el deportista no puede ejercitar su
actividad física con naturalidad, así como en deportes donde el deportista no puede disponer a
voluntad de los medios con los que va a competir (por ejemplo en deportes de motor). Se
entrena de forma progresiva, al principio con niveles máximos de relajación, ojos cerrados,
ambiente aislado de ruidos, hasta llegar a realizarse con ojos abiertos en breves momentos
previos a la ejecución del gesto técnico. Por medio del biofeedback podemos calibrar la calidad
de una visualización, proporcionando feedback al deportista de su destreza más allá de lo que
después de la práctica imaginada pueda informar. Así podemos monitorizar los músculos
implicados en el movimiento visualizado, mientras se monitoriza su nivel de activación por
medio de la conductancia de la piel (véase Imagen 7 y Gráfico 5).
Imagen 7. Se muestra a un deportista mientras realiza una visualización técnica donde se monitoriza tensión muscular en semimembranoso izquierdo (EMG) y nivel de activación fisiológica por medio de la conductancia de la piel (SC)
Gráfico 5. Niveles EMG (mV) y SC (µS) durante la visualización, el pico en la EMG corresponde a una instrucción de cambio de ritmo mientras la SC continua en niveles bajos.
Motivación
Las habilidades de motivación tienen como objetivo saber elaborar objetivos y controlar
su consecución y desviaciones, saber planificar, saber orientarse a la tarea, saber evitar la
comparación, saber desconectar, incorporar hábitos saludables (también conocidos como
“entrenamiento invisible”), atenuando las probabilidades de aparición de burnout. Las
actividades que trabajan este tipo de habilidad son principalmente de tipo cognitivo, fijando
objetivos (de ejecución y de resultado) de cada ciclo (micro, meso y macro), remarcando el
sentido de cada sesión de entrenamiento físico-técnico, impidiendo que el deportista “haga las
cosas porque sí”. Insistiremos principalmente en dirigir la focalización del deportista en las
metas de ejecución como vía principal para alcanzar el resto de objetivos. Además de la
adherencia al entrenamiento, conseguimos que en épocas de pretemporada donde en la
mayoría de los deportes todavía quedan lejos la competición y los “entrenamientos divertidos”,
el deportista adquiera un compromiso con consecuencias clave para el resto de la temporada.
La incorporación de elementos novedosos en el entrenamiento como son el VTS y el
biofeedback, contribuyen a diseñar entrenamientos más variados, en la línea del principio de
variedad del entrenamiento deportivo (Bompa, 1983).
Para concluir, quisiéramos indicar que en la presentación de esta ponencia se
expondrán ejemplos de intervenciones llevadas a cabo en el Servicio de Atención al Deportista
con los sistemas de trabajo que aquí han sido explicados. Algunos de estos casos forman parte
de investigaciones en proceso de realización, las cuales serán publicadas en el futuro.
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