Revista Riesgo Psicosocial
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N 1
Rev
ista
Cie
nti
fico
-Tc
nic
aEl Observatoriode riesgos psicosociales
Panoramas de la investigacin
cient ca sobre riesgos psicosociales
-
Secretara de Salud Laboral y Medio AmbienteC/. Hortaleza, 88
28004 MADRID
http://extranet.ugt.org/saludlaboral/OPRP
http://extranet.ugt.org/saludlaboral/cec
-
1EDITORIAL 2Imperativos cient cos relegados: interdisciplinariedad y evidencias para conocer los riesgos psicosociales Cristbal Molina Navarrete. Director ARTCULOS CIENTFICO-TCNICOS 4Los riesgos psicosociales desde la perspectiva de la psiquiatria 4
Javier Garca Campayo. Psiquiatra. Profesor AsociadoJess Montero Marn. Psiclogo. Becario de InvestigacinYolanda de Juan Ladrn. Psicloga
El estado de las investigaciones sobre riesgos psicosociales en el anlisis econmico 10Carlos Gamero Burn. Profesor Contratado Doctor. Departamento de Estadstica y Econometra. Universidad de Mlaga.
El estado de las investigacines jurdico-sociales sobre riesgos psicosociales:una visin panormica 22Ana I. Prez CamposLourdes Melndez Morillo-VelardeJosefa Romeral HernndezCarolina San Martn MazzucconiProfesoras de la Universidad Rey Juan Carlos
Del conocimiento a la accin: implicacin ide las comunidades autnomas en la prevencin de riesgos psicosociales 42Sonia Isabel Pedrosa Alquzar. Profesora Contratada Doctora de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social. Universidad de Zaragoza
TEMAS DE ACTUALIDAD 50La lucha contra el acoso moral desborda el marco laboral: el proyecto de ley para su punicin penal Manuel Garca Jimnez. Profesor Contratado Doctor. Universidad de Jan
INFORMES, DOCUMENTOS Y PROYECTOS DE INTERS 53Observatorio europeo de riesgos ERO-. Encuesta europea de empresas sobre riesgos nuevos y emergentes (Esener) 2009
OBSERVATORIO DE BUENAS PRCTICAS 54 Convenios colectivos recientes con clusulas sobre evalulacin de riesgos psicosociales Nuevas formas de tutela de los derechos de las vctimas de acoso: tienen derecho a que se publique en la empresa la sentencia condenatoria
QU PIENSAN Y QU HACEN LOS DEMS: PANORAMAS Y EXPERIENCIAS DE OTROS PASES DE LA UE Y DE LA OIT 56
Un modelo autorregulador: el favor por los cdigos de buenas prcticas. El caso australiano.Un modelo de regulacin heternoma: el favor por la ley. El caso de Venezuela.
LIBROS RECIENTES PUBLICADOS SOBRE RIESGOS PSICOSOCIALES Y PREVENCIN DE RIESGOS LABORALES 57
PANORAMAS DE LA INVESTIGACIN CIENTFICA SOBRE RIESGOS PSICOSOCIALES
DireccinCristbal Molina NavarreteDirector Observatorio Permanente Riesgos Psicosociales UGT.
Consejo de redaccinPresidente Cndido Mndez RodrguezSecretario General UGT.
Vicepresidenta Dolors Hernndez NavarroSecretara de Salud Laboral y Medio Ambiente. UGT.
Vocales Observatorio Cristbal Molina NavarreteDirector.
Lola Duce PizarroCoordinadora.
INSHTConcha Pascual LizanaDirectora INSHT.
Emilio Castejn VilellaDirector del Centro Nacional de Condiciones de Trabajo.
Catedrticos/as Jos Ignacio Garca NinetCatedrtico de Derecho del Trabajo de la Universidad de Barcelona.
Carolina Martnez MorenoCatedrtica de Derecho del Trabajo. Universidad de Oviedo. Letrada del TS, Sala de lo Social.
Lourdes Munduate JacaCatedrtica de Psicologa de la Universidad de Sevilla.
Jos Mara Peir SillaCatedrtico de Psicologa. Universidad de Valencia.
Produccin Gr ca:
PROCESS PRINT, S.L.
Maquetacin:
Espiral Diseo Gr co, S.L.
DLM: xxxxx-2009
Sumariomperativos cientcos relegados: interdisciplinariedadmI
PANORAMAS DE LA INVESTIGACIN CIENTFICA
DITORIAL EDE 2
BROS RECIENTES PUBLICADOS SOBRELIL
RTCULOS CIENTFICO-TCNICOSAA 4
EMAS DE ACTUALIDADTET 50
NFORMES DOCUMENTOS Y PROYECTOS DE INTERSNI 53
U PIENSAN Y QU HACEN LOS DEMS: PANORAMASQQ
BSERVATORIO DE BUENAS PRCTICASOO 54
NMERO 1
El observatorio de riesgos psicosociales REVISTA CIENTFICO-TCNICA
Direccin de la revistaC/. Hortaleza, 8828004 MADRID
Direccinin d de la rev
-
En el actual marco, complejo y dinmico, de mutaciones macroeconmicas, que inciden profundamente en el conjunto de condiciones de empleo y trabajo a que quedan sometidas las personas que prestan sus servicios a cambio de una remuneracin, las instituciones con mayor competencia en la materia, como son la OIT y la Comisin Europea, vienen insistiendo en la necesidad de analizar los riesgos nuevos y emergentes para la salud de los trabajadores que derivan de estos cambios. En las contemporneas organizaciones econmico-productivas, y no slo industriales, las nuevas tecnologas informatizadas y las nuevas modalidades de organizacin de la actividad econmica, aaden a los factores tradicionales de carga psquica, otros nuevos aspectos de fatiga patolgica, desgaste mental, sufrimiento, estrs y una amplia gama de enfermedades psicosomticas. Ahora bien, para que podamos llevar a cabo una correcta reconstruccin de estas nuevas realidades, y dada la naturaleza y el alcance de estos cambios, y tambin de estos riesgos nuevos y emergentes, es necesario llevar a cabo una profunda revisin tanto del concepto de trabajo como del de salud, tanto en s mis-mos como en sus cada vez ms estrechas y extensas, y muy confl ictivas, conexiones.
En esta senda revisora, debemos recordar que tales conceptos no pueden en modo alguno entenderse como signifi cantes en s mismos considerados, como valores y reali-dades predeterminadas al margen de la concreta realidad histrica sociocultural y eco-nmica en la que se producen. Una realidad que, huelga decirlo, se caracteriza por no tener un nico patrn, modelo o paradigma dominante, sino que coexisten, an en el interior de la misma zona o espacio territorial y socio-econmico, diversos, e incluso opuestos. En estos contextos en trance de revisin y cambio, lo ms singular, o lo ms aceptado por su capacidad de ser constatado empricamente, es que en todo caso crecen los procesos de vulnerabilidad sociolaboral, de modo que los riesgos ms relevantes, tanto los vinculados a la continuidad del empleo como a sus condiciones, as como, dentro de stas, los ligados ms estrechamente a la salud de las personas, se asocian a la incertidumbre por la prdida de confi anza y expectativas de futuro, por la presin derivada de las condiciones de competencia global, por cmo cada vez se desplaza ms al trabajador los costes de la gestin de las crisis econmicas-, y a la quiebra de las garantas clsicas de proteccin legal, convencional-.
2 El observatorio de riesgos psicosociales
Cristbal Molina Navarrete
Los imperativos cient cos: interdisciplinariedad
y evidencias para conocer los riesgos psicosocialesCristbal Molina Navarrete
Director
E d i t o r i a lLos imperativos cientcos:
Cristbal Molina NavarreteDirector
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Desde esta clave, y en relacin al con-cepto trabajo, parece claro cmo en el actual proceso de desarrollo de estrategias de fl exibilidad laboral el trabajo ve cmo se devala la imagen de instrumento po-tente para la construccin del sujeto tra-bajador, para retornar al primer plano su imagen de instrumento, medio o factor de produccin, por tanto como variable de rentabilidad. De ah, que el enfoque de los costes ocupe las mayores atenciones en las actuales polticas sociolaborales. Cierto es que, al mismo tiempo, el hecho de que, desde las polticas comunitarias, se ponga nfasis en una nueva ptica de Condicio-nes y Ambiente de Trabajo CyAT-, hace que se produzca una mayor atencin a los factores diferenciales, de modo que el discurso, y las prcticas, de fragmentacin de las formas de empleo llevan al mismo tiempo a poner el acento en las diferencias de capacidad y resistencia a los factores de riesgo, segn los puestos de trabajo y se-gn tambin las condiciones personales.
Y en relacin al concepto de salud, y sin perjuicio de mantener vigencia la vi-sin clsica dada por la OIT y la OMS, que alude al permanente equilibrio en-tre los factores de salud fsica, psquica y bienestar social, cada vez ms se prima la ptica de los procesos frente a la de los estados. En este sentido, la salud de la persona que trabaja vendra a entenderse como el proceso dialctico entre salud-enfermedad al que quedamos sometidos todos los ciudadanos, defi nindose por factores objetivos relativos al modo de produccin social de la vida, pero tambin a las formas en que cada uno vive, trabaja y consume en una concreta comunidad. En consecuencia, a los factores laborales propiamente hay que aadir los factores sociales, y tambin los de tipo personal, los propios hbitos, trayectorias o convic-ciones personales.
Precisamente, en estas coordenadas macro-econmicas, socioculturales y tam-bin terico-conceptuales, en nada pue-de sorprender que la secuencia factores, riesgos y daos psicosociales emerjan en escena, asumiendo un protagonismo que
va en aumento, tanto en los ambientes la-borales como en los externos a ellos, pero en nada extraos o ajenos a los procesos de salud y bienestar laborales u ocupacio-nales. Ahora bien, por lo general y hasta el momento, el enfoque predominante ha sido el que incide ms en los facto-res individual-personalistas, centrndose fundamentalmente tanto en el enfoque de perfi les de vulnerabilidad, para quien lo sufre, o de toxicidad, para quien ac-tuara de agente contaminante, cuanto en las tcnicas individuales de afron-tamiento asertividad, competencias de gestin de personas, inteligencia de tipo emocional-.
A resulta de ello, tambin se ha produ-cido la hegemona en el anlisis y com-prensin de los riesgos emergentes, y sus problemas asociados, de un tipo de disci-plina cientfi ca respecto de otras, de modo que no ya la psicologa, sino de modo an ms particular, la psicologa clnica, habra asumido el protagonismo inicial, con lo que ha dejado su impronta en la evolucin posterior de los fenmenos es-tudiados.
Paralelamente, el intento de estas disci-plinas por no perder comba con la misma evolucin de las ciencias experimentales, basadas en la reconduccin de todos los problemas al anlisis matemtico del n-mero, estara llevando a una preocupacin extrema, casi obsesin, por reducir fen-menos complejos y cualitativos como son los factores causas- y riesgos relaciones de probabilidad a la exposicin relevante-, a un nmero, a un porcentaje. El proble-ma no se habra centrado slo a la medi-cin del nivel de incidencia y prevalencia, en lnea con la ptica impulsada por la UE, sino que, adems, haba que justifi car la necesidad de una radical movilizacin social en orden a conocer y afrontar estos riesgos nuevos y emergentes. Por eso, en una sociedad que est intensamente me-diada por los medios de comunicacin era necesario atraer su atencin, para lo cual no basta con dar un nmero que mida o acote el problema, sino que debe ser un nmero sufi cientemente alarmante como
para crear conciencia social y, por tanto, movilizar paralelamente a la Sociedad Po-ltica, por mor de la presin de la Opinin Pblica. Por eso, a menudo no ha impor-tado a ciertas investigaciones cargar de da-tos controvertidos y dosis generosas alar-ma social las mediciones, en algn modo manipulando, eso s minuciosamente, su imagen social para favorecer la venta de las investigaciones la respecto, lo que ha llevado a construcciones poco fi ables, llenas de arenas movedizas que sostienen una distorsionada y errtica visin de los mismos.
Convencidos de esta situacin, es pre-ciso proponer una toma en serio, como se dijo en el nmero anterior, del problema por parte de la comunidad cientfi ca. Y a este respecto, entendemos que no slo ha de ponerse nfasis en factores objetivos, en especial en la comprensin de cmo se crean y gestionan las organizaciones, que son la principal fuente de riesgos de origen psicosocial de ah que algunos propongan incluso llamarlos riesgos or-ganizativos-, sino que hemos de promo-ver la implicacin, junto a las disciplinas y tcnicas psicolgicas, sin la menor duda pioneras en este mbito y con mucho que aportar para la comprensin e interven-cin en materia, de otro amplio y hetero-gneo conjunto de Ciencias y Tcnicas.
A tal fi n, debemos todos realizar el mximo esfuerzo por atraer, para la com-prensin, de los heterogneos aspectos que conforman esta realidad socio-conceptual, a otros colectivos de analistas e investiga-dores, as como de otros profesionales, que sean capaces de darnos la ms correcta medida o magnitud, cuantitativa s, pero tambin cualitativa, de estos riesgos.
Por eso, como tambin se dijo en el an-terior nmero de presentacin, una clave del esfuerzo que representa esta Revista se dirija a esa movilizacin. En tal sentido, ofrecemos en este nmero un balance de situacin de algunas disciplinas cientfi cas que han venido ocupndose de afrontar sus consecuencias, pero tambin de otras nuevas como la Economa-. En prximos nmeros ampliaremos el espectro.
3Revista Cienti co-Tcnica
Editorial
Deceptoactuade fl ese detentebajadi
-
Javier Garca Campayo Psiquiatra.
Profesor Asociado
Jess Montero MarnPsiclogo.
Becario de Investigacin
Yolanda de Juan Ladrn Psicloga
Hospital Miguel Servet y Universidad de Zaragoza.
Grupo Aragons de Investigacin en Atencin Primaria,
Red de Actividades Preventivas y de Promocin de la Salud
(REDIAPP) (G06/128), Instituto Aragons de Ciencias
de la Salud (IACS), Zaragoza.
Los riesgos psicosociales desde la perspectiva de la psiquiatra
Resumen:Los autores de este estudio realizan un anlisis de los principales trastornos psiqui-
tricos ligados a conductas de riesgo psicosocial, poniedo de relieve que, si bien no cons-
tituyen una de las causas ms importantes de mortalidad, sin son uno de los grupos de
enfermedades ms prevalentes. Adems, se analiza cmo el sufrimiento subjetivo que
producen es de los ms importantes entre todas las enfermedades. El artculo evidencia
las razones por las cuales a da de hoy existira un desarrollo muy dbil de la denomi-
nada Psiquiatra Laboral, durante mucho tiempo tratada con indiferencia e incluso
el rechazo de un porcentaje relevante de profesionales. Al mismo tiempo, abogan por
promocionar estudios que ayuden a consolidarla como un cuerpo de doctrina especfi -
co dentro de la disciplina psiquitrica, lo que llevara a dar un papel muy relevante a las
patologas vinculadas a los factores psicosociales de riesgo en los ambientes de trabajo
Palabras clave: enfermedades psiquitricas, psiquiatra laboral
Qu es trabajo? o qu no es trabajo?
Son cuestiones que dejaran perplejo
al ms sabio de los humanos.
Bhagavadgita
1. Introduccin
Los trastornos psiquitricos, aunque no constituyen una de las causas ms impor-
tantes de mortalidad, son uno de los grupos de enfermedades ms prevalentes ya que,
a lo largo de la vida, afectan a un porcentaje de la poblacin estimado entre el 20 y el
30%(1). Adems, son uno de los grupos de enfermedades que producen una mayor dis-
capacidad y deterioro de la calidad de vida de las personas, por su carcter crnico y re-
cidivante, adems de generar un elevado gasto sanitario(2). Por otra parte, el sufrimiento
subjetivo que producen es de los ms importantes entre todas las enfermedades.
ArtculosCient co-tcnicos:
Los riesgos psicosociales
Resumen:R
Javier Garca CampayoPsiquiatra.
4 El observatorio de riesgos psicosociales
Javier Garca Campayo. Jess Montero Marn. Yolanda de Juan Ladrn.
1. Introduccin
Los trastornos psiquitricos, aunque no constituyen una de las causas ms impor-
antes de mortalidad, son uno de los grupos de enfermedades ms prevalentes ya que,ta
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2. Etiologa de las enfermedades psiquitricas
Aunque todava se desconocen las cau-
sas, en general, se acepta que los trastor-
nos psiquitricos presentan un desarrollo
etiolgico como el que resumimos en la
Figura 1(8), en el que los factores predispo-
nentes, desencadenantes, mantenedores y
protectores son claves.
Existe una vulnerabilidad individual
de base que se encuentra sustentada, fun-
damentalmente, por aspectos biolgicos
como la carga gentica (que predispone
a ciertas enfermedades psiquitricas, so-
bre todo las ms graves como la esquizo-
frenia), infl uencias ambientales como
carencias nutricionales, accidentes duran-
te el parto o exposicin a enfermedades
infecciosas durante el desarrollo, que pue-
den haber producido una especial facili-
dad para el desarrollo de enfermedades.
5Revista Cienti co-Tcnica
Artculos Cientfico-tcnicos
Tabla 1. Principales enfermedades causantes de discapacidad en el mundo en el ao 2020(3).
2. Etiologa de las enfermedades psiquitricas
Existe
de base
dament
a cierta
bre tod
frenia)Aunque todava se desconocen las cau-
sas en general se acepta que los trastor
Figura 1. Desarrollo etiolgico de las enfermedades psiquitricas
Causas Aos de Porcentaje discapacidad discapacidad sobre el total
1. Depresin mayor 50,8 26,95
2. Anemia ferropnica 22 11,67
3. Cadas 22 11,67
4. Abuso de alcohol 15,8 8,38
5. Enfermedad pulmonarobstructiva crnica 14,7 7,80
6. Trastorno bipolar 14,1 7,48
7. Anomalas congnitas 13,5 7,16
8. Osteoartrosis 13,3 7,06
9. Esquizofrenia 12,1 6,42
1 0. Trastorno obsesivo-compulsivo 10,2 5,41
Alguno de los datos que conocemos so-
bre el impacto de los trastornos psiqui-
tricos son los siguientes:
Impacto sobre la discapacidad y
la calidad de vida: Segn la Organiza-
cin Mundial de la Salud (OMS)(3), de las
diez primeras causas de discapacidad en
el mundo en el ao 2020, ms de la mitad
sern trastornos mentales. Entre ellas, la
depresin ser la primera de estas causas
representando el 27% de todos los aos
de discapacidad generados por todas las
enfermedades, como resumimos en la Ta-
bla 1. Puede comprobarse que 5 de las 10
enfermedades ms incapacitantes sern
trastornos psiquitricos, entre los que se
incluyen enfermedades paradigmticas
de la psiquiatra como la esquizofrenia, el
trastorno bipolar y el abuso/dependencia
de alcohol. Tambin la calidad de vida,
aunque es un constructo mucho ms di-
fcil de evaluar, se encuentra ampliamente
afectada en estas enfermedades(4).
Impacto economico: Se considera
que el gasto producido por los trastornos
mentales supone ms del 3% del Produc-
to Interior Bruto (PIB) de cualquier pas
desarrollado. Un estudio realizado por la
Sociedad Espaola de Psiquiatra en 2006
calculaba el gasto de los trastornos psi-
quitricos en Espaa en 3.005 millones de
euros(5). Los principales captulos que jus-
tifi can este coste son los ingresos hospita-
larios de larga estancia, la mortalidad y la
invalidez que producen estos trastornos.
Por tanto, cualquier intervencin para re-
ducir el coste de estas enfermedades debe
tener en cuenta estos captulos.
Por todas estas razones, los trastornos
psiquitricos se consideran uno de los ob-
jetivos sanitarios prioritarios tanto a nivel
europeo(6) como espaol(7), y por eso la in-
vestigacin de sus causas y tratamiento se
esta multiplicando de forma exponencial
en los ltimos aos. Figura 1.
Factores predisponentes: Genticos Ambientales Educativos
Factores mantenedores
Factores protectores
Factores desencadenantes: Estrs Enfermedades
F t t
Aparicin del trastorno psiquitrico
RemisinCroni cacin
FactprotF t
R i
ss
i
-
Y, por ltimo, pero no menos importan-
te, los aspectos educacionales infantiles
entre los que destacan desde las carencias
afectivas hasta el maltrato fsico o psico-
lgico, la negligencia en el cuidado del
nio, etc.
Adems, existen unos factores predis-
ponentes que son los que, en individuos
susceptibles, inclinan la balanza para que
aparezca la enfermedad. Cualquier en-
fermedad fsica o toda circunstancia que
pueda producir estrs pueden llegar a ser
desencadenantes. Entre estas circunstan-
cias se incluyen prdidas de familiares o,
en muchas ocasiones, circunstancias rela-
cionadas con el empleo como sobrecarga
laboral, acoso psicolgico en el trabajo
(mobbing) o quemado profesional (bur-
nout). En los ltimos aos, los factores
relacionados con el trabajo constituyen
un elevado porcentaje de los desencade-
nantes. La asociacin de factores predis-
ponentes de intensidad sufi ciente en un
individuo con la vulnerabilidad requerida
produce la aparicin del trastorno psi-
quitrico.
A partir de ese momento, la evolucin
hacia la remisin o hacia la cronifi cacin
depender de la aparicin de otros fac-
tores. Normalmente la remisin aparece
cuando se instauran factores protectores
que incluyen desde el tratamiento psicol-
gico o farmacolgico hasta circunstancias
ambientales favorables. Por el contrario,
nos encontramos con la cronifi cacin si
se introducen factores mantenedores que
hacen que persista el estrs impidiendo la
recuperacin. En este contexto, el trabajo
se sita como uno de los ms importan-
tes factores mantenedores cuando sus cir-
cunstancias son desfavorables.
3. La postura de la psiquiatra ante la patologa laboral
Desde los aos 50 del siglo XX, la psi-
quiatra se impuso como tarea principal
desarrollar un sistema de diagnstico y
clasifi cacin de las enfermedades psiqui-
tricas que permitiese eliminar la enorme
variabilidad existente entre pases e inclu-
so entre profesionales del mismo pas en
el diagnstico de las enfermedades. El he-
cho de que la mayor parte de los trastor-
nos mentales no cuenten con pruebas bio-
lgicas (analtica, marcadores biolgicos,
etc.) o de imagen (radiografas, escner,
resonancia magntica) para su diagnsti-
co, y que este recaiga exclusivamente en
la impresin clnica del psiquiatra facili-
taba la discrepancia entre profesionales.
A partir de los aos 50 se empieza a pu-
blicar el Diagnostic and Statistic Manual
(DSM) que es un registro de todas las
enfermedades psiquitricas con criterios
diagnsticos operativos que permitan un
diagnstico equiparable en cualquier pas
del mundo. El DSM se va actualizando
y modifi cando peridicamente de forma
que actualmente nos encontramos con el
DSM-IV-TR (cuarta edicin, totalmente
revisada) en 2011 se calcula que se edi-
tara el DSM-V.
Hacia los aos 70 del siglo XX, la pre-
ocupacin se fue desplazando hacia la
medicin de todos los fenmenos psiqui-
tricos. Como pasaba con el diagnstico,
los principales fenmenos psicolgicos
(ej.: depresin, ansiedad, fobias, etc.) no
pueden ser evaluados mediante pruebas
objetivas, y de nuevo deben recaer en
la percepcin subjetiva del profesional.
En este perodo se han ido desarrollado
cuestionarios psicolgicos, con adecuadas
cualidades psicomtricas, capaces de me-
dir casi cualquier fenmeno psicolgico
de una forma vlida y fi able.
El trabajo como factor desencadenante
de enfermedades psiquitricas nunca ha
sido un fenmeno especialmente relevante
para la psiquiatra. Debido a la fuerte in-
fl uencia del psicoanlisis en nuestra disci-
plina hasta los aos 80, principalmente en
Estados Unidos, el perodo de edad que se
consideraba ms relevante en psiquiatra
era la infancia/adolescencia, siendo menor
la preocupacin por los estresantes de la
edad adulta.
Sin embargo, en los ltimos aos, y en
parte debido a la infl uencia de la Psico-
loga Laboral, el mejor conocimiento de
los trastornos psicolgico especfi camente
debidos al trabajo, ha llevado a estudiar
su importancia en el desencadenamiento
de trastornos psiquitricos en general, o
de ciertas patologas psiquitricas espec-
fi cas, principalmente depresin, ansiedad
y trastornos de adaptacin. Tambin ha
surgido una lnea interesante e indepen-
diente sobre la infl uenza del estrs laboral
(junto a algunos factores de personalidad)
en la aparicin de enfermedades cardio-
vasculares o trastornos con cierta infl uen-
cia psicosomtica (ej.: colon irritable,
fi bromialgia, etc.). No todos los profesio-
nales estn de acuerdo en esta postura, y
muchos psiquiatras consideran que los
aspectos laborales son un tema menor en
psiquiatra o que, incluso, no deben ser
tenidos en cuenta.
En cualquier caso, se empieza a conso-
lidar un cuerpo de doctrina psiquitrico
que se podra denominar como Psiquia-
tra Laboral, que incluira los siguientes
temas que resumimos a continuacin en
la Tabla 2.
6 El observatorio de riesgos psicosociales
Javier Garca Campayo. Jess Montero Marn. Yolanda de Juan Ladrn.
3. La postura de la psiquiatraante la patologa laboral
de una
El tra
de enfe
Desde los aos 50 del siglo XX, la psi-
quiatra se impuso como tarea principal
para la
fl uencia
plina ha
-
No hay ninguna subespecialidad psi-
quitrica reconocida que se denomine es-
pecfi camente Psiquiatra Laboral (como
si ocurre en Psicologa), pero todos los
temas laborales y su impacto en el desa-
rrollo de enfermedades son abordados es-
pecialmente por la Psiquiatra de Enlace
y Psicosomtica, una subespecialidad psi-
quitrica reconocida en muchos pases y
con expectativas de que tambin lo sea en
Espaa en los prximos aos.
4. Relacin entre trastornos psiquitricos y problemtica
laboral
Uno de los estudios ms importantes
sobre el tema es el meta-anlisis de Woo
y Postolache(9) en el que revisan todos
los estudios que analizan la relacin del
trabajo con la aparicin de patologa psi-
quitrica, concretamente, trastornos afec-
tivos y suicidio, que como ya hemos co-
mentado, se consideran el problema mas
prevalente e incapacitante en psiquiatra.
En esta investigacin se identifi can una
serie de caractersticas del trabajo, resumi-
das en la Tabla 3, que correlacionan con
la aparicin de trastornos mentales en el
empleado.
Estos estudios demuestran que la pa-
tologa psiquitrica puede revertirse o
prevenirse si se acta sobre las carac-
tersticas del trabajo (es decir, si se pre-
vienen riesgos psicosociales) y que estas
intervenciones son coste-efectivas, sobre
todo si se ofertan en el lugar de trabajo,
donde son ms accesibles. Sin embargo, la
escasa conciencia de enfermedad y el es-
tigma social asociado a las enfermedades
psiquitricas hace que los trabajadores no
soliciten ayuda psicolgica(9).
Otros estudios han analizado el riesgo de
la aparicin de trastornos depresivos eva-
luando no cualquier caracterstica laboral
sino slo los aspectos psicosociales(10). De
esta forma se comprueba que un entorno
laboral adverso incrementa el riesgo de
depresin entre 0,5 y 1,5 veces en de-
pendencia de los estudios. Los factores
laborales ms importantes para la apari-
cin de patologa psiquitrica son, sobre
todo en varones, las elevadas demandas
laborales junto a la escasa capacidad de
decisin sobre el propio trabajo. En las
mujeres no se identifi caban tan claramen-
te los estresantes, seguramente porque en
ellas, la vida personal pesa igual o ms
que la laboral en la aparicin de trastor-
nos mentales.
Por ltimo, cuando se analizan los fac-
tores psicosociales del trabajo que pueden
producir cualquier patologa psiquitrica,
y no slo depresin, se confi rma que los
factores que se relacionan con la apari-
cin de enfermedades mentales son las
elevadas demandas laborales, la escasa
capacidad de decisin en el trabajo, la
inseguridad en el trabajo, escaso apoyo
social o el desequilibrio entre esfuerzo y
recompensa.
Los factores son diferentes en importan-
cia en hombres y mujeres. Los ms impor-
tantes, en cualquier caso, son las elevadas
demandas laborales y el desequilibrio en-
tre esfuerzo y recompensa(11).
Otros tipos de estudios analizan la
importancia de los factores psicosocia-
les en el trabajo en la aparicin de pa-
tologas psiquitricas especfi cas, como
el alcoholismo(12), o en el desarrollo
de trastornos especfi cos. Uno de los
ms estudiados son las enfermedades
cardiovasculares(13). En los ltimos tiem-
pos, tambin se ha identifi cado la impor-
tancia del trabajo en la aparicin de una
de las enfermedades ms prevalentes e
incapacitantes, la fi bromialgia(14).
i
s
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m
c
p
t
d
7Revista Cienti co-Tcnica
Factores fsicos: Iluminacin, ruido, temperatura,
actividades, vistas exteriores
Factores biolgicos: Alergenos, agentes infecciosos,
factores cronobiolgicos.
Factores qumicos: Contaminantes.
Factores sociales: Cohesin, apoyo social entre los
trabajadores.
Factores psicolgicos: Equilibrio esfuerzo-recompensa,
capacidad de control ante la demanda.
Factores organizacionales: Estilos de liderazgo
Tabla 2. Principales aspectos de estudio includos en la Psiquiatra Laboral
Tabla 3. Aspectos del trabajo que se han relacionado con la aparicin de patologa psiquitrica
l
l
s
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l
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p
l
c
t
l
dTabla 2.
Estrs laboral
Quemado profesional (burnout)
Acoso psicolgico en el trabajo (mobbing)
Clima laboral
Impacto de los del trabajo (con especial nfasis en los factores psicolgicos)
en el desarrollo de enfermedades psiquitricas (ej: depresin, ansiedad, tras-
tornos de adaptacin, fobias, etc.)
Impacto de los factores psicolgicos del trabajo en el desarrollo de enferme-
dades mdicas (enfermedades cardiovasculares, osteoarticulares, digestivas,
etc.). Aqu se pone especial nfasis en las enfermedades psicosomticas.
Trabajo y prevencin de enfermedades mentales
4. Relacin entre trastornos psiquitricos y problemtica
FacIlu
Uno de los estudios ms importantes
sobre el tema es el meta-anlisis de Woo
Alefac
FacCo
Artculos Cientfico-tcnicos
-
5. Lneas de trabajo del grupo de investigacin
En la Facultad de Medicina de la Uni-
versidad de Zaragoza, y concretamente en
el Departamento de Medicina y Psiquia-
tra en el que se incluye nuestro grupo,
hace aos que estamos desarrollando una
labor investigadora y docente sobre temas
de Psiquiatra Laboral. A continuacin de-
tallamos nuestra actividad en los diferen-
tes temas:
a) Psiquiatra Laboral en general:Desde fi nales de los aos 90 contamos
con un Curso del Doctorado sobre Psi-
quiatra Laboral con una carga docente
de 6 crditos (equivalente a 60 horas), as
como de una lnea de investigacin reco-
nocida sobre el mismo tema con la misma
carga docente. El nmero medio de alum-
nos (licenciados en medicina y psicologa
principalmente) que se matriculan en el
Curso del Doctorado es de 15-20 cada
ao. La lnea de investigacin, con una
capacidad mxima de 4 alumnos segn
normas de nuestro departamento, se com-
pleta anualmente. A nivel docente tambin
impartimos, de forma peridica, cursos
sobre Psiquiatra Laboral a profesionales y
personas del pblico general interesadas,
dentro de los Programas de Formacin de
Ibercaja y en colaboracin con la Escuela
Aragonesa de Cuidados de la Salud.
Para apoyar este proceso docente, es-
cribimos recientemente un libro en el
que resumimos la situacin actual de la
Psiquiatra Laboral en nuestro pas y re-
comendamos futuras lneas de trabajo e
investigacin(15). Sobre esta base, hemos
impartido diferentes cursos a nivel nacio-
nal sobre este tema, invitados por algunas
universidades del pas.
b) Estrs Laboral:El estrs laboral se considera el primer
paso en la aparicin de trastornos psi-
quitricos as como el nivel de actuacin
ms exitoso para poder prevenir las enfer-
medades psiquitricas producidas por el
trabajo. Sin embargo, uno de los mayo-
res problemas es poder evaluar de forma
adecuada el impacto del estrs en cada
individuo. Tradicionalmente se haba eva-
luado el estrs de forma objetiva, como en
la Escala de Estrs de Holmes y Rahe(16),
adscribiendo una cierta cantidad de estrs
a situaciones concretas en dependencia
de su supuesta gravedad (por ejemplo, la
muerte de un hijo o de un cnyuge pun-
tuaban lo mximo en la lista, mientas que
una situacin econmica adversa o prdi-
da de puesto de trabajo se situaba en la
parte media o cambios menores dentro
del propio trabajo se situaban al fi nal de
la clasifi cacin).
Sin embargo, esta valoracin obviaba
el efecto modulador que sobre el estrs
ejerce la personalidad del sujeto y sus me-
canismos de afrontamiento, de modo que
la misma situacin objetiva (la muerte de
un cnyuge) puede ser mucho menos es-
tresante en una persona adaptada y con
buen apoyo que en un sujeto aislado y
dependiente. Por ello, se enfatizaba en
psiquiatra le medicin del estrs desde
una perspectiva subjetiva del sujeto. As
surgi el concepto de estrs percibido, de-
sarrollndose escalas para su valoracin.
Nuestro equipo ha validado en espaol la
escala ms utilizada para la medicin de
este constructor(17), y que se usa sistemti-
camente para evaluar su impacto en temas
laborales y en la aparicin de enfermeda-
des psicosomticas.
c) Quemado profesional o Burnout:El cuestionario ms utilizado para le
evaluacin del Sndrome de Quema-
do Profesional es el Maslach Burnout
Inventory(18) que ha sido validado en
espaol(19). Sin embargo, pese a la amplia
difusin de esta escala no existe sufi ciente
informacin sobre aspectos tan relevantes
como:
El proceso mediante el que se produce
el quemado profesional
Cules son los subtipos que estn den-
tro de este sndrome
Cules son los desencadenantes y con-
secuencias especfi cas.
Nuestro grupo est intentando respon-
der a algunas de estas cuestiones y, para
ello, basndose en el desarrollo terico de
Farber(20) sobre Quemado Profesional y
utilizando el Cuestionario de Moreno(21),
hemos desarrollado un modelo teri-
co que permite identifi car tres subtipos
de quemado profesional que pueden ser
identifi cados mediante un cuestionario es-
pecfi co de 12 tems, cuyos procesos pre-
vios de desarrollo ya hemos referido (22, 23).
Por otra parte, estamos analizando cules
son los factores que inician el proceso de
quemado, y como evoluciona de un sub-
tipo clnico a otro mediante sistemas de
ecuaciones estructurales (en preparacin).
De esta manera, esperamos contar con un
marco terico que explique la aparicin
del quemado profesional, que pueda ser
diagnosticado y cuantifi cado con un cues-
tionario sencillo y que permita la ela-
boracin de intervenciones psicolgicas
especfi cas para cada tipo, con las dianas
teraputicas que se han identifi cado en el
estudio.
c) Mobbing (Acoso psquico o moral en el trabajo):
En este apartado hemos desarrollado un
protocolo de tratamiento con formato gru-
pal que se esta ofreciendo a los individuos
vctimas de mobbing dentro del sistema
sanitario pblico(24). Consiste en 10 sesio-
nes de 90 minutos con formato cogniti-
vo-.conductual que abordan los diferentes
8 El observatorio de riesgos psicosociales
Javier Garca Campayo. Jess Montero Marn. Yolanda de Juan Ladrn.
5. Lneas de trabajo del grupo de investigacin
b) EstrEl est
paso en
En la Facultad de Medicina de la Uni-
versidad de Zaragoza y concretamente en
ms exi
medade
trabajo.
-
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aspectos que constituyen el ncleo de las
preocupaciones de estos pacientes, que a
menudo presentan sntomas de trastorno
de estrs postraumtico y elevados niveles
de paranoia, a la vez que desarrollan aver-
sin hacia el trabajo.
En otro estudio independiente, estamos
identifi cando las caractersticas psicolgi-
cas y del entorno que producen que un
individuo sometido a acoso psicolgico
denuncie judicialmente el hecho y cules
son las caractersticas de los individuos
que consiguen ganar este tipo de juicios
(comunicacin personal).
6. Conclusiones
La Psiquiatra Laboral, pese a la indi-
ferencia e incluso el rechazo de un cierto
porcentaje de profesionales, est empe-
zando a consolidarse como un cuerpo
de doctrina especfi co dentro de la dis-
ciplina. Parece obvio que la actividad a
la que ms tiempo dedica el ser humano
sea una de las que puede producir mayor
satisfaccin personal pero tambin ms
patologa. Su papel mediador en la apari-
cin de mltiples trastornos psiquitricos
y enfermedades fsicas parece estar fuera
de duda.
En todo caso, es evidente que son ne-
cesarias ms investigaciones para defi nir
mejor los conceptos relacionados con las
patologas laborales en el mbito psicol-
gico (estrs, burnout y mobbing). Por eso,
una clave de futuro ser establecer lneas
de estudio y anlisis que, desde el rigor
cientfi co, nos permita conocer cules son
las variables intermedias sobre las que ac-
tan tales patologas, establecer modelos
etiolgicos e identifi car dianas teraputi-
cas adecuadas con intervenciones psicol-
gicas efectivas.
9Revista Cienti co-Tcnica
Artculos Cientfico-tcnicos
8. Sadodelp
9. Woocide
6. Conclusiones
10. Bonepid
11. Stanan lal
La Psiquiatra Laboral, pese a la indi-
ferencia e incluso el rechazo de un cierto
BibliografaBibliografa
1. stun TB, Sartorius N (eds.). Mental illness in general health care. An international study. Chichester, GB: Wiley, 1995.
2 Menken M Mussat T Toole JF The global burden of disease study Arch Neurol 2000;
( d ) l ll l h l h l
-
ResumenEste artculo presenta una revisin de la literatura que aborda el tema de los riesgos
psicosociales en el trabajo desde el punto de vista del anlisis econmico. Estos riesgos
constituyen un tema de investigacin de larga tradicin dentro del campo de la Psicolo-
ga de las Organizaciones. Sin embargo, y a pesar de los importantes efectos negativos
que provocan en los individuos que los padecen, las organizaciones a las que pertene-
cen y la sociedad en general, la ciencia econmica se ha mantenido tradicionalmente al
margen de su estudio. En las ltimas dcadas, esta tendencia parece haber cambiado,
probablemente como consecuencia de la creciente incidencia de tales riesgos emergen-
tes en los lugares de trabajo y la percepcin, cada vez mayor, de los elevados costes que
provocan.
Palabras clave: Riesgos psicosociales, anlisis econmico, estrs laboral, burnout,
acoso en el trabajo.
1. Introduccin
ste es un tiempo de grandes cambios para las empresas. La competencia ha aumen-
tado tanto en el interior del mercado libre europeo como ms all de sus fronteras.
La necesidad de mejorar la productividad y la calidad, las innovaciones en tecnologa
y en la organizacin del trabajo, las exigencias medioambientales y los cambios en
la estructura de la poblacin activa (envejecimiento, sociedad multicultural, creciente
participacin femenina en el mercado laboral), son todos ellos factores que requieren
fl exibilidad y adaptabilidad. Estas nuevas condiciones de productividad y competitivi-
dad empresarial, impuestas por unos mercados crecientemente globalizados en lo eco-
nmico, genera una creciente inseguridad en las condiciones de empleo e intensifi ca
la presin laboral sobre las personas en las organizaciones de trabajo. La poblacin
ocupada presenta en los momentos actuales una alta carga mental, debido a un ritmo
de trabajo alto, con importantes niveles de presin sobre el tiempo de trabajo, que se
agrava con la percepcin de una creciente carencia de autonoma, esto es, un escaso
ArtculosEl estado de las investigaciones
sobre riesgos psicosociales en el anlisis econmico
El estado de las investigaciones El estado de las investigaciones
ResumenR
Carlos Gamero Burn Profesor Contratado Doctor.
Departamento de Estadstica y Econometra.
Universidad de Mlaga. [email protected]
Carlos Gamero Burn Profesor Contratado Doctor.
1. Introduccin
ste es un tiempo de grandes cambios para las empresas. La competencia ha aumen-
tado tanto en el interior del mercado libre europeo como ms all de sus fronterast
10 El observatorio de riesgos psicosociales
Carlos Gamero Burn
-
margen para participar en la planifi cacin
del trabajo y en la toma de decisiones.
El establecimiento de nuevas prcticas
laborales aumenta las posibilidades de
que surjan nuevos riesgos para la salud
y la seguridad o que algunos de los pe-
ligros existentes se vuelvan mayores. Es-
tos cambios conducen a los denominados
riesgos psicosociales emergentes, entre los
que ocupan un lugar especialmente des-
tacado los riesgos de origen psicosocial.
De hecho, hoy son considerados uno de
los principales problemas de salud labo-
ral que tiene la poblacin ocupada de la
Unin Europea. Tales riesgos se traducen
en un incremento en el nivel de estrs so-
portado por la poblacin trabajadora y en
la aparicin de otros problemas interrela-
cionados como las desigualdades sociales,
la discriminacin, la violencia y el acoso
en el trabajo, lo que puede conducir a un
serio deterioro de la salud fsica y mental.
Los problemas de salud de tipo psquico
que se derivan de tal situacin, por su
frecuencia, ocupan un lugar cada vez ms
destacado entre los problemas de salud
que sufren los trabajadores, caracterizados
por suponer, adems de un sufrimiento
para los afectados, sus familias y entorno,
enormes costes para las empresas en tr-
minos de elevados niveles de absentismo
y de rotacin laboral, disminucin en la
productividad, presentismo, etc.
A pesar de la enorme carga que supo-
nen los riesgos psicosociales en el trabajo,
la ciencia econmica se ha mantenido du-
rante mucho tiempo al margen del estu-
dio de sus causas y consecuencias.
Sin embargo, parece que en esta lti-
ma dcada se ha roto tal tendencia, por
cuanto en los volmenes de revistas eco-
nmicas y en las mesas de congresos con
prestigio internacional han comenzado a
afl orar trabajos que aplican las herramien-
tas conceptuales y metodolgicas que son
propias del anlisis econmico al estudio
de los temas relacionados con los riesgos
psicosociales.
Algunas investigaciones en Economa
sobre los riesgos psicosociales han centra-
do su inters en lo que, a priori, debera
ser la tarea asignada a esta ciencia, esto es,
la evaluacin de la carga econmica que
suponen. Tal es el caso de los trabajos de
Cooper et al. (1996), Hoel (2001) o B-
jean y Sultan-Taeb (2005), entre otros.
Sin embargo, tambin se han realizado
esfuerzos por aportar elementos tericos
para su mejor compresin y por estudiar
tanto sus factores explicativos como sus
efectos. Es precisamente la revisin de esa
otra literatura econmica lo que constitu-
ye el objetivo de este artculo.
La estructura del artculo es la siguiente.
En la seccin 2 se presenta un conjunto de
estudios que intentan identifi car quines
son los trabajadores estresados y por qu
existen diferencias en los niveles de estrs
declarados por los sujetos. Estas investi-
gaciones siguen las indicaciones de los
estudios psicolgicos respecto a qu va-
riables introducir en modelos en los que
el estrs laboral es la variable a explicar.
En la seccin 3 se muestra un segundo
bloque que investiga el efecto del estrs
laboral sobre las conductas individuales,
introducindola como variable explicati-
va en modelos de movilidad laboral o de
absentismo, y sobre el bienestar subjetivo.
En la seccin 4 se revisan los trabajos que
usan los datos de estrs laboral para valo-
rar el cumplimiento de las predicciones de
la Teora de las Diferencias Igualadoras,
considerada durante mucho tiempo como
un marco conceptual adecuado para ex-
plicar las diferencias en el mercado de tra-
bajo. En la seccin 5 se renen las inves-
tigaciones econmicas sobre otros riesgos
psicosociales, tales como el burnout o el
acoso en el trabajo. Por ltimo, la seccin
6 recoge las principales conclusiones que
se derivan de esta revisin.
2. El estrs laboral como variable a explicar
Sin duda, el estrs laboral es el riesgo
psicosocial que ha generado mayor n-
mero de investigaciones dentro del campo
del anlisis econmico. Probablemente
ello sea consecuencia de la disponibilidad
cada vez ms frecuente de medidas auto-
declaradas de estrs percibido en encues-
tas representativas a nivel nacional, lo que
ha posibilitado los estudios aplicados.
Tales valoraciones subjetivas han sido
ampliamente aceptadas en la literatura
econmica hasta la fecha como medio de
predecir y entender el comportamiento
individual en el mercado de trabajo (Fre-
eman, 1978).
La investigacin por parte de los eco-
nomistas de los factores explicativos del
nivel de estrs soportado por los traba-
jadores ha sido fundamentalmente em-
prica, aunque tambin se ha estudiado
el estrs laboral desde un punto de vista
terico, dentro de modelos econmicos
formales. As, en Greiner (2008) se pre-
senta un modelo de consumo y oferta de
trabajo ptimos en el que se asume que el
trabajo puede generar estrs, lo que afecta
al bienestar del individuo representati-
vo. En relacin con el estrs, se supone
que se ve infl uenciado por el trabajo y el
capital acumulados en el pasado, lo que
refl eja el hecho de que el estrs laboral
evoluciona gradualmente con el tiempo y
que es ms probable que ocurra en las so-
ciedades modernas. Usando la teora del
control ptimo, el autor demuestra que
la solucin ptima conlleva la existencia
de ciclos endgenos persistentes, lo que
implica que puede ser ptimo trabajar
ms durante algunos perodos, seguido
de otros con menos trabajo o incluso de
aos sabticos. El mecanismo que genera
margen p
del trabaj
El esta
laborales
que surja
y la segu
ligros exi
tos camb
11Revista Cienti co-Tcnica
rticulos
2. El estrs laboral como variable a explicar
Sin duda, el estrs laboral es el riesgo
psicosocial que ha generado mayor n-
-
los ciclos sostenidos es el eustrs (forma
positiva de estrs laboral). Formulado de
manera distinta, el hecho de que la gente
obtenga satisfaccin fuera de su trabajo,
es decir, cuando no slo considera la acti-
vidad laboral como lo ms importante de
sus vidas, conduce a una oferta de trabajo
ptima cclica.
En Leontaridi y Ward (2002) se usan
datos del International Social Survey
Program (ISSP) para investigar el estrs
laboral entre un grupo de 15 pases de
la OCDE. Para arrojar luz sobre sus de-
terminantes primarios, se examina la
importancia relativa de las caractersticas
del trabajador versus las condiciones del
entorno laboral. La principal conclusin
que obtienen los autores de su anlisis es
que, si bien las caractersticas individua-
les son importantes prediciendo el estrs
laboral, ciertas condiciones de trabajo
tambin lo son.
La distincin entre rasgos individuales
y caractersticas de los empleos resul-
ta tremendamente importante a la hora
de realizar recomendaciones de poltica
econmica. Si las diferencias en las ca-
ractersticas de los trabajadores son ms
importantes prediciendo el estrs laboral
que ciertas condiciones de trabajo, en-
tonces lo que puede ser estresante para
una persona podra no ser un problema
para otra. Si, por otra parte, ciertas con-
diciones de trabajo son estresantes para
la mayora de la gente, entonces existe
la posibilidad de aumentar el nfasis en
la mejora de las condiciones de trabajo
y en el rediseo del trabajo en general
como soluciones clave en una estrategia
de intervencin primaria contra el estrs
laboral. Aumentar el contenido de las ta-
reas, mejorar el entorno fsico en el que
se realiza el trabajo, no prolongar exce-
sivamente el tiempo de trabajo semanal,
prestar especial atencin a los trabajado-
res con horarios nocturnos o que traba-
jan por turnos, promover la calidad de
las relaciones interpersonales en el centro
de trabajo, estimular el logro de la conci-
liacin entre las esferas laboral y familiar,
son slo algunas posibles actuaciones
que podran emprenderse para lograr el
objetivo fi nal de mejorar la salud mental
de los trabajadores asalariados.
Dentro de la literatura econmica, otro
conjunto de trabajos han puesto nfasis
en el efecto sobre el estrs laboral de al-
gn determinado aspecto del trabajo o
del entorno laboral. As, se ha analizado
su relacin con distintas modalidades de
fl exibilidad horaria, con la introduccin
de nuevas tecnologas en los centros de
trabajo y, en general, con la innovacin,
as como con la implementacin de prc-
ticas de alto rendimiento como mtodo de
organizacin en el trabajo y con la legisla-
cin protectora del empleo. A continua-
cin y muy brevemente, se exponen las
principales conclusiones que surgen de
estas investigaciones.
En Russell et al. (2007) se investiga la
relacin entre diversas modalidades de
horario fl exible y dos resultados clave de
los empleados: la presin del trabajo y el
confl icto entre vida y trabajo. Sus resul-
tados muestran que mientras que el ho-
rario fl exible y el trabajo a tiempo parcial
tienden a reducir la presin del trabajo y
el confl icto trabajo/familia, trabajar desde
casa est asociado con mayores niveles de
ambos resultados. Como consecuencia,
resulta necesario distinguir entre las dis-
tintas modalidades de horario fl exible al
objeto de descubrir su potencial reducien-
12 El observatorio de riesgos psicosociales
Carlos Gamero Burn
-
do la presin del trabajo, el confl icto tra-
bajo/familia y, en suma, el estrs laboral.
Las condiciones de trabajo han evolu-
cionado mucho en las dcadas recientes
en los pases desarrollados. Esta evolucin
ha estado acompaada de la aparicin de
nuevas formas de organizacin del trabajo
que podran ser origen de estrs y riesgos
para la salud de los trabajadores, sobre
todo de los de mayor edad. Sin duda, el
aprendizaje de nuevas habilidades relacio-
nadas con los sistemas informticos puede
ser fuente de estrs. Lin y Popovic (2002)
abordan este tema analizando los atribu-
tos que estn signifi cativamente asociados
con el estrs laboral causado por la nece-
sidad de adquirir formacin en nuevas
tecnologas. Dentro de este grupo de fac-
tores detectan la edad, el nivel educativo,
el pas de nacimiento, el sector industrial
y la ocupacin del trabajador.
Weehuizen et al. (2008) investigan de
una manera ntima el vnculo entre inno-
vacin y productividad, teniendo en cuen-
ta que la innovacin es tambin una fuen-
te de estrs, lo que a su vez puede afectar
a la productividad. La innovacin implica
cambio (es decir, aumento de la incerti-
dumbre) y novedad (anulacin de meca-
nismos rutinarios) y tambin conduce a
una intensifi cacin del trabajo, aumentan-
do las demandas mentales y emocionales
que tienen que enfrentar los trabajadores.
A partir de la formulacin de un modelo
terico simple de estrs inducido, llegan
a la conclusin de que muy altos niveles
de innovacin, si no van acompaados
por incrementos en las habilidades de los
agentes para manejar su propio estrs o
el que experimentan sus compaeros de
trabajo, podra ser contraproductivo, es
decir, podra conllevar un deterioro en los
niveles de productividad.
En Wasmer (2006) se intenta contestar
a la pregunta de si la legislacin protecto-
ra del empleo es un mecanismo efi ciente
para aumentar el bienestar de los traba-
jadores. Tal legislacin puede benefi ciar
a los trabajadores que cuentan con un
empleo, pero tambin produce efectos ad-
versos en la medida en que desalienta la
contratacin. Por tanto, este tipo de me-
didas no consiguen aumentar el bienestar
de aquellos que no cuentan con empleo y
de los trabajadores no cubiertos por esas
medidas. Pero, en opinin de Wasmer
(2006), incluso esta lnea de razonamien-
to podra estar subestimando los efectos
adversos de la legislacin, ya que sta se
puede traducir en ms insatisfaccin labo-
ral de los mismos empleados protegidos.
Una fuerza de trabajo ms protegida frente
a los despidos individuales podra perder
ms que ganar debido a las presiones no
pecuniarias ejercidas por la empresa (bu-
llying). Se sugiere que la regulacin pro-
tectora del empleo puede generar confl ic-
tos individuales y relaciones industriales
de mala calidad, explicando ambas cues-
tiones la pobre calidad de las relaciones
laborales en Europa.
De su trabajo emprico se concluye que,
efectivamente, existe una relacin positiva
entre la legislacin protectora del empleo
y varias dimensiones del estrs, la depre-
sin y el consumo de varias drogas psico-
trpicas.
Por su parte, Mohr y Zoghi (2008)
examinan si las empresas que optan por
prcticas de alto rendimiento tienen tra-
bajadores ms satisfechos. Por una parte,
las prcticas de alto rendimiento pueden
satisfacer las necesidades psicolgicas y
sociales de los empleados, incrementando
el potencial motivador del trabajo, lo que
simultneamente incrementa tanto la sa-
tisfaccin del trabajador como su esfuerzo
(hiptesis de motivacin).
Sin embargo, los trabajadores pueden
no querer tales prcticas por varias razo-
nes que pueden conducir a una menor
satisfaccin laboral: intensifi cacin del
trabajo, aumento de la inseguridad labo-
ral e intensifi cacin de la supervisin (hi-
ptesis de intensifi cacin). Introduciendo
medidas de enriquecimiento de las tareas
como regresores en una ecuacin de sa-
tisfaccin laboral, los autores encuentran
que tales variables tienen efecto positivo,
lo que apoya la hiptesis de motivacin.
Para efectuar un contraste directo de la
hiptesis de intensifi cacin, identifi can a
los trabajadores que preferiran un menor
nmero de horas de trabajo a causa del
estrs laboral y estiman un modelo para
contrastar el efecto de las prcticas de alto
rendimiento. Si estas prcticas intensifi -
can los trabajos e incrementan el estrs,
se esperara encontrarlas asociadas con
un incremento en la probabilidad de que
los trabajadores prefi eran menos horas
de trabajo. Los resultados proporcionan
muy poco apoyo a la hiptesis de inten-
sifi cacin.
3. El estrs laboral como variable explicativa
El estrs laboral ha sido introducido
como variable explicativa en modelos
de movilidad laboral, con el argumento
de que la probabilidad de observar un
abandono en el futuro debera estar co-
rrelacionada positivamente con el nivel
de estrs soportado por el trabajador en
su empleo actual. Ante la exigencia infor-
mativa de este tipo de estudios (encues-
tas longitudinales con informacin sobre
estrs laboral), una alternativa consiste en
analizar el papel del estrs laboral en la
determinacin de la intencin de aban-
dono (movilidad potencial). Esto tiene la
ventaja de que precisa informacin con
una nica referencia temporal, aunque el
inconveniente de que resulta difcil infe-
rir la direccin de la causalidad. Tambin
13Revista Cienti co-Tcnica
rticulos
3. El estrs laboral como variable explicativa
El estrs laboral ha sido introducido
como variable explicativa en modelos
-
existen investigaciones econmicas sobre
absentismo que incluyen el estrs laboral
autodeclarado como posible factor deter-
minante, encontrando correlacin positi-
va entre ambos elementos.
Otra serie de estudios analizar el vncu-
lo entre el estrs laboral y las declaraciones
subjetivas de bienestar, tanto en la esfera
del trabajo (satisfaccin laboral) como a
nivel global (satisfaccin con la vida).
En Leontaridi y Ward (2002), adems
de examinar los determinantes del estrs
laboral, se explora la importancia del es-
trs como predictor de las intenciones de
abandono de sus puestos de trabajo por
parte de los individuos y de la tasa de ab-
sentismo. De su anlisis emprico se de-
duce que aquellos individuos que decla-
ran experimentar al menos algo de estrs
en su empleo actual tienen una probabili-
dad entre un 10% y un 14% superior de
mantener intenciones de abandono o de
ausentarse del trabajo que aquellos que
no experimentan estrs, siendo la proba-
bilidad de intentar abandonar o de au-
sentarse en el trabajo creciente conforme
aumenta el nivel de estrs.
En Verhofstadt et al. (2007) se realiza
un anlisis de duracin para mostrar que
aquellos que comienzan en un trabajo con
elevada tensin mental dejan sus empleos
signifi cativamente ms pronto que aque-
llos que empiezan sus carreras profesiona-
les en empleos con elevados requerimien-
tos pero alta autonoma. Sin embargo, no
hay garanta de que el estrs sea slo tem-
poral, puesto que hay una probabilidad
signifi cativa de tener un empleo estresante
a la edad de 26 aos. Estos hallazgos de-
terminan una importante implicacin de
poltica: la discusin sobre el estrs labo-
ral debe centrarse en aqullos que estn
atrapados en empleos en los que existe
desequilibrio entre las demandas del tra-
bajo y el control que puede ejercerse en
el mismo.
Zavala et al. (2002) examinan empri-
camente el marco conceptual avanzado
por Karasek (1979) para determinar la
importancia relativa de dos componentes
del estrs laboral (la autonoma y las exi-
gencias psicolgicas en el trabajo) sobre el
absentismo, total y parcial, autodeclarado
de los empleados. Obtienen como con-
clusin que si los empleadores pudieran
crear un entorno de trabajo que incentive
la autonoma para todos los trabajadores,
entonces la productividad se vera refor-
zada mientras que el absentismo minimi-
zado. Prestar atencin a las exigencias psi-
colgicas del trabajo podra tener efectos
similares, pero esta variable es ms difcil
de ajustar en el actual clima de recorte de
plantillas e incremento de las responsabi-
lidades del empleado.
Sin embargo, estos resultados sugieren
que los empleadores y los especialistas
ocupacionales deberan considerar la im-
portancia de la autonoma y las exigencias
psicolgicas del trabajo al formular polti-
cas para incrementar el desempeo en el
lugar de trabajo y aumentar el bienestar
de los empleados.
En Clark (2005) se parte del hecho de
que, durante la dcada de los noventa, la
satisfaccin laboral global de los asalaria-
dos se ha mantenido estable o ha dismi-
nuido con el tiempo, a pesar del aumento
de los salarios y la cada en el nmero de
horas de trabajo. Del anlisis emprico se
deduce que estos movimientos no son de-
bidos a cambios en el tipo de trabajado-
res ni a cambios en sus valores respecto
al trabajo. Algunas evidencias empricas
sealan al estrs y a la dureza del trabajo
como los ms serios candidatos para ex-
plicar lo que ha ido mal con los trabajos
de los empleados.
As, la satisfaccin con el ingreso y con
la estabilidad del empleo han aumentado
y la satisfaccin con las horas de trabajo se
ha mantenido constante.
Sin embargo, es la satisfaccin con el
trabajo en s mismo, es decir, con la tarea
realizada, la que se ha reducido fuerte-
mente. Si los buenos empleos se han re-
emplazado por malos, parece que es de-
bido en parte a cambios en el contenido
del trabajo, es decir, lo que los individuos
realmente hacen cuando trabajan. El au-
tor tambin observa que a algunos grupos
de trabajadores les ha ido mejor que a
otros: los jvenes y los que tienen educa-
cin universitaria han estado aislados de
los movimientos a la baja en la calidad de
los empleos, y hay evidencia de que los
sindicatos podran haber protegido a sus
miembros contra resultados laborales ad-
versos.
En Ahn (2007) se examina la impor-
tancia de las caractersticas intangibles del
trabajo sobre la satisfaccin laboral y vi-
tal de los trabajadores espaoles utilizan-
do datos para Espaa de la Encuesta de
Calidad de Vida en el Trabajo. El anlisis
muestra que, en la satisfaccin tanto labo-
ral como vital, el valor monetario del con-
junto de las caractersticas intangibles del
puesto de trabajo, como la fl exibilidad,
la independencia, el orgullo en el traba-
jo, su utilidad social, el entorno laboral y
la percepcin de un salario adecuado, es
varias veces ms grande que el efecto de
las caractersticas objetivas como el sala-
rio y las horas de trabajo. Se observa tam-
bin que algunas caractersticas, como la
fl exibilidad, el entorno laboral y el estrs
afectan directamente a la satisfaccin vital
del trabajador en lugar de indirectamente
a travs de la satisfaccin laboral.
Con anterioridad, el mismo autor haba
examinado los determinantes de la satis-
faccin vital de los trabajadores utilizan-
do la misma fuente de informacin (Ahn,
2005). Su anlisis ya mostraba que a la
hora de determinar la satisfaccin de los
trabajadores con sus vidas, el efecto del
conjunto de las caractersticas intangibles
Carlos Gamero Burn
14 El observatorio de riesgos psicosociales
-
del puesto de trabajo, incluido el estrs
laboral, es varias veces ms grande que
el efecto de caractersticas objetivas del
empleo. Un mayor nivel de estrs laboral
reduce la satisfaccin con la vida sustan-
cialmente tanto en el caso de los hom-
bres como en el de las mujeres. Obtiene
tambin algunas evidencias que apoyan
la difi cultad a la hora de compaginar el
empleo y la familia, especialmente para
mujeres, a travs del efecto negativo de
la presencia de hijos dependientes, largas
horas de trabajo, el tiempo de desplaza-
miento al trabajo y la falta de fl exibilidad
en los das de trabajo.
4. El estrs laboral y la teora de las diferencias igualadoras
La Teora de las Diferencias Igualadoras
es una importante herramienta con la que
cuentan los economistas para entender el
mercado de trabajo.
Descansa a su vez sobre la teora de los
precios hednicos, de la que Rosen (1974)
proporciona una discusin general. Aun-
que Smith (1979) y Thaler y Rosen (1976)
aplican de manera formal el marco de Ro-
sen al tema de los diferenciales salariales
compensatorios, la existencia de diferen-
cias en las caractersticas de los empleos
y su impacto en forma de compensacin
salarial fue introducido ya hace ms de
200 aos por Adam Smith en La Riqueza
de las Naciones.
En esencia, la Teora de las Diferencias
Igualadoras sugiere que las empresas que
ofrecen condiciones de trabajo poco fa-
vorables, tales como riesgo de accidente,
infl exibles horarios de trabajo, alto riesgo
de desempleo, trabajos que implican mu-
cho esfuerzo fsico, actividades repetitivas
y montonas o actividades que exigen mu-
chas horas de formacin y entrenamiento,
deberan pagar salarios relativamente ms
altos a fi n de persuadir a los trabajadores
para aceptar tales condiciones laborales. En
suma, el principio de los diferenciales com-
pensatorios establece que buenas caracters-
ticas del empleo deberan implicar menores
salarios mientras que malas condiciones de
trabajo implicaran lo contrario.
En la medida en que el estrs laboral
puede considerarse una caracterstica des-
agradable o negativa de los empleos, debe-
ra estar asociado, segn los principios esta
teora, con un diferencial salarial positivo.
En French y Dunlap (1998) se examina
el efecto del estrs laboral sobre los sala-
rios y se explora la posibilidad de que se
encuentre efectivamente asociado con un
diferencial salarial compensatorio. Sus ha-
llazgos sugieren que, ceteris paribus, exis-
te un diferencial salarial entre los traba-
jadores que experimentan estrs mental y
los no estresados. Despus de controlar
por otros factores demogrfi cos y ocupa-
cionales, se encuentra un premio salarial
estadsticamente signifi cativo que se sita
entre el 2% y el 10% atribuible al estrs
mental, siendo su magnitud variante se-
gn el gnero.
Por su parte, en Groot y Maassen van
den Brink (1999) se adopta una aproxi-
macin econmica al anlisis del estrs
rticulos
4. El estrs laboral y la teora de las diferencias igualadoras
compen
cias en
y su im
200 ao
La Teora de las Diferencias Igualadoras
es una importante herramienta con la que
de las N
En es
15Revista Cienti co-Tcnica
-
laboral que no slo permite inferir el
equivalente monetario del estrs, sino que
tambin posibilita contrastar algunas de
las teoras psicolgicas sobre su naturale-
za, tales como la teora demanda/control
de Karasek (1979). Los autores encuen-
tran evidencia de que la asignacin de
los trabajadores varones a los puestos de
trabajo se basa en ventajas comparativas,
mientras que la asignacin de las trabaja-
doras se basa en ventajas absolutas.
Para los hombres, pero no para las mu-
jeres, se encuentra que si el trabajo con
estrs est mejor remunerado que el tra-
bajo sin estrs, resulta ms verosmil que
los trabajadores acepten un trabajo del
primer tipo. Adems se encuentra que las
demandas del trabajo afectan al estrs la-
boral ms que los aspectos de control.
Finalmente, en Verhofstadt et al. (2004)
se contrasta si los entrantes en el mercado
de trabajo son compensados por desem-
pear un trabajo estresante. Con un en-
foque similar a Groot y Maassen van den
Brink (1999), desarrollan un modelo en
el que se combinan las predicciones del
modelo econmico de los diferenciales
salariales compensatorios y el modelo psi-
colgico de demanda/control de Karasek
(1979). El modelo de diferenciales sala-
riales compensatorios predice una com-
pensacin salarial por aceptar un trabajo
con elevada carga de trabajo. El modelo
de Karasek (1979) refi na la cualifi cacin
de carga del trabajo como los aspectos
pesados del trabajo, al destacar la im-
portancia del equilibrio entre demandas
y control en el trabajo. La incorporacin
de la hiptesis de Karasek en el modelo
de Rosen para los diferenciales salariales
compensatorios conlleva la hiptesis de
que la compensacin salarial por una car-
ga de trabajo elevada ser menor en un
trabajo con alta autonoma. Sin embargo,
las estimaciones corregidas por el sesgo
de seleccin no confi rman esta hiptesis.
Se encuentra que los jvenes no son com-
pensados por elevadas cargas de trabajo
con independencia de la autonoma que
tienen. Por tanto, los entrantes en el mer-
cado de trabajo que comienzan en un tra-
bajo estresante estn en mal camino dado
que no son compensados por su carga.
Sin situar el centro de investigacin en
el tema del estrs laboral, existen otros
artculos que introducen variables indica-
doras de estrs autopercibido en ecuacio-
16 El observatorio de riesgos psicosociales
Carlos Gamero Burn
-
nes hednicas de salarios. As, en Brown
(1980) no se encuentra ningn efecto
signifi cativo asociado con tales variables,
mientras que en Duncan y Holmlund
(1983), utilizando tcnicas de panel, se
concluye que los indicadores de condicio-
nes de trabajo estresante parecen conducir
a diferenciales salariales compensatorios.
5. Otros riegos psicosociales en la literatura econmica
Durante las ltimas tres dcadas los psi-
clogos sociales e industriales han dedica-
do un considerable esfuerzo investigador
al estudio del sndrome de burnout, la
consecuencia de continuos niveles ele-
vados de estrs laboral. A menudo con-
siderado como la enfermedad de la vida
moderna, el burnout se caracteriza prin-
cipalmente por un estado de agotamiento
emocional y mental que conlleva tambin
agotamiento fsico y fatiga, sentimientos
de impotencia y desesperacin, y una ac-
titud negativa hacia el trabajo, la vida y
otras personas (Maslach, 1982).
Aunque fue considerado como un pro-
blema exclusivo de las profesiones de
apoyo (servicios sociales, sanidad, edu-
cacin), el burnout es ahora reconocido
como aplicable a todas las ocupaciones,
a cualquier persona en cualquier nivel.
Sus consecuencias inmediatas, junto a un
obvio perjuicio sobre la salud, son el des-
censo en la productividad del trabajo y el
incremento en el absentismo, los abando-
nos y los accidentes laborales.
Aunque supone importantes costes
para los individuos que lo soportan, las
organizaciones a las que pertenecen y
la sociedad, el burnout no ha consegui-
do atraer ningn tratamiento econmico
analtico, aunque s se han investigado sus
consecuencias. As, Yaniv (1995) supone
un primer paso en esta direccin al conec-
tarlo con el absentismo. Se construye un
modelo simple del proceso de burnout,
derivando una relacin negativa entre la
probabilidad de asistencia al trabajo en
un da determinado y el nmero de ho-
ras extras por da. Tal tipo de relacin es
consecuencia del hecho de que el uso de
horas extraordinarias podra ser, a su vez,
una causa de absentismo por burnout.
Aplicando esta conexin al problema de
minimizacin de costes de la empresa, se
muestra que las ausencias inducidas por
el burnout producen puntos de no deri-
vabilidad en la funcin de costes del tra-
bajo, como resultado de que la empresa
emplear menos horas extraordinarias por
trabajador y ms trabajadores en presen-
cia de absentismo inducido por burnout
que en su ausencia. De esta manera, la
tasa de absentismo resulta ser una variable
endgena positivamente relacionada con
la intensidad de la exposicin al estrs.
Este resultado modifi ca sustancialmen-
te la conclusin de Ehrenberg (1970) de
que una respuesta econmica racional a
cierta tasa exgena de absentismo conlle-
va incrementar las horas extraordinarias
por empleado, mientras que el efecto del
nmero de trabajadores es ambiguo.
Por su parte, en Weisberg (1994) el
burnout se representa por tres diferentes
medidas (agotamiento psquico, mental y
emocional), que son aplicadas a la predic-
cin de la intencin de los profesores de
abandonar sus puestos de trabajo actua-
les. De su anlisis multivariante, el autor
concluye que el burnout tiene un impor-
tante impacto signifi cativo sobre la inten-
cin de los profesores de dejar su trabajo,
siendo fundamentalmente el agotamiento
psquico el principal factor explicativo.
Un curioso aspecto del comportamien-
to de jubilacin en los Estados Unidos es
que alrededor de una cuarta parte de los
que se retiran vuelven ms tarde al traba-
jo. El burnout es importante para el com-
portamiento de jubilacin por al menos
dos razones.
En primer lugar, dado que es un fen-
meno relacionado con el trabajo, aumenta
con la exposicin continuada a los estreso-
res laborales pero debera disiparse una vez
que el individuo deja su empleo. Si el bur-
nout afecta a la utilidad marginal del ocio,
entonces podra causar que sta aumente
antes de la jubilacin y caiga despus. Si
la utilidad marginal del ocio desciende lo
sufi ciente, entonces la participacin en la
fuerza de trabajo podra a partir de cierto
punto volver a ser atractiva. El hecho de
que el burnout se mueva cclicamente con
la participacin en el mercado de trabajo
lo distingue de otros procesos variantes en
el tiempo que afectan a la utilidad margi-
nal del ocio, tales como la edad o posible-
mente la salud fsica. En segundo lugar, el
burnout podra tener un efecto mayor so-
bre el comportamiento de la oferta de tra-
bajo a edades avanzadas comparado con
edades tempranas, puesto que la prxima
disponibilidad de los benefi cios econmi-
cos derivados de la jubilacin podra ofre-
cer al trabajador que sufre burnout una
manera fi nancieramente factible y, quizs,
culturalmente aceptable de terminar una
carrera que ha dejado de ser realizadora.
Para aquellos que no estn preparados
para dejar de manera defi nitiva el trabajo,
un retiro temporal podra ofrecer la po-
sibilidad de tomar tiempo para la intros-
peccin, para desarrollar nuevas ideas de
negocio o para buscar empleo.
Siguiendo esta lnea de investigacin, en
Maestas y Li (2007) se presenta un modelo
estructural de jubilacin para mostrar de
qu manera un proceso de burnout y de
recuperacin podra afectar a la verosimi-
litud de la jubilacin y de la subsiguiente
vuelta a la actividad.
Aplicando este modelo estructural a da-
tos longitudinales se contrasta la relevan-
17Revista Cienti co-Tcnica
rticulos
5. Otros riegos psicosociales en la literatura econmica
o as e
una cau
Aplican
minimiz
Durante las ltimas tres dcadas los psi-
clogos sociales e industriales han dedica-
el burn
vabilida
bajo, co
-
cia del burnout para el comportamiento
observado de jubilacin. El perfi l de los
resultados es consistente con las hiptesis
tericas: conforme aumenta el burnout,
crece la verosimilitud de la jubilacin, y
una vez que retrocede y ocurre la recupe-
racin, resulta ms verosmil que el indi-
viduo vuelva a la fuerza de trabajo.
La literatura econmica sobre el acoso
en el trabajo es escasa, principalmente
emprica y centrada fundamentalmente en
su vertiente sexual. El acoso sexual en el
trabajo se ha convertido en un tpico ex-
tremadamente sensible y frecuente en los
aos recientes. A pesar de la atencin cre-
ciente por parte de las polticas pblicas,
no se conoce casi nada sobre el impacto de
tal acoso sobre las carreras de las mujeres
en la fuerza de trabajo. En un mundo en el
que la incidencia y la severidad del acaso
laboral podra ser difcil de probar para las
mujeres afectadas, se esperara encontrar
que el acoso laboral tuviera un impacto
importante sobre la satisfaccin laboral, el
abandono, los ingresos y la promocin de
las empleadas afectadas.
En relacin con esta cuestin, Laband
y Lentz (1998) estiman la incidencia e
impacto del acoso sexual en la profesin
legal. En los Estados Unidos, cerca de dos
tercios de las abogadas en prctica pri-
vada y cerca de la mitad que ejercen en
agencias corporativas o pblicas declaran
experimentar u observar acoso sexual por
superiores, colegas o clientes durante los
dos aos previos a la encuesta utilizada.
Del anlisis emprico recogido en ese ar-
tculo se concluye que las abogadas que
han experimentado u observado acoso
sexual por superiores o colegas reportan
menores niveles de satisfaccin laboral,
as como una mayor intencin de aban-
dono. Sin embargo, no se encuentra evi-
dencia de efecto sobre las ganancias por
hora de las abogadas afectadas. Los auto-
18 El observatorio de riesgos psicosociales
Carlos Gamero Burn
-
res especulan sobre que los empleadores
o colegas podran ser capaces de acosar
sexualmente a las mujeres en maneras o
grados que no son sancionables pero que
inducen a las vctimas a abandonar sus
puestos de trabajo.
Antecol y Cobb-Clark (2004) examinan
la cambiante naturaleza de las actitudes
hacia el acoso sexual de los trabajadores
del gobierno federal de los Estados Uni-
dos durante el perodo 1978-1994. Los
autores encuentran que aunque la inci-
dencia global del comportamiento sexual
no deseado declarado por los empleados
se modifi c slo ligeramente durante el
perodo, su patrn cambi notablemente.
As, por ejemplo, el acoso sexual por parte
de los supervisores disminuy en inciden-
cia, mientras que aument el comporta-
miento ofensivo de los compaeros y la
verosimilitud de que el acoso ocurriese
slo una vez, en lugar de repetidamente.
Las actitudes de los empleados en rela-
cin con el acoso sexual tambin cambia-
ron de manera importante, con un incre-
mento dramtico del deseo de defi nir el
comportamiento sexual indeseado como
acoso sexual. Esta tendencia parece ha-
berse debido no a cambios en las caracte-
rsticas demogrfi cas de los empleados, en
su capital humano o en las caractersticas
de los empleos, sino a cambios estructura-
les en su manera de entender lo que cons-
tituye acoso sexual.
En Antecol y Cobb-Clark (2006) se
analiza la relacin entre el acoso sexual,
de una parte, y la satisfaccin laboral y las
intenciones de abandono, por otra, entre
las mujeres en activo en el ejrcito estado-
unidense.
A tal fi n, usando modelos univariantes,
encuentran que experimentar un compor-
tamiento de acoso sexual est asociado con
una reduccin en la satisfaccin laboral y
con reforzadas intenciones de abandonar
la carrera militar. Sin embargo, un anlisis
ms detallado con base en modelos biva-
riantes indica que el fallo en controlar las
caractersticas individuales inobservadas e
invariantes con el tiempo conduce a sesgos
positivos en la estimacin.
Similarmente, controlar la visin de las
mujeres sobre si han sido sexualmente
acosadas reduce las estimaciones de los
efectos del comportamiento de acoso so-
bre la satisfaccin laboral y las intenciones
de abandono de la carrera militar.
Por su parte, Basu (2003) ofrece un mo-
delo econmico terico para explicar por
qu la sociedad podra desear interven-
ciones legislativas para controlar el acoso
sexual en el trabajo. El modelo consis-
te en una adaptacin directa del modelo
estndar de oferta y demanda de trabajo,
suponiendo la existencia de dos tipos de
contratos de trabajo, uno por el que el em-
presario retiene el derecho al acoso (H) y
otro por el que se garantiza que no acosar
(N). El autor demuestra formalmente que
el salario de equilibrio cuando el acoso es
ilegal es superior al asociado con un em-
pleo de tipo N en un rgimen que permi-
te el acoso. Por tanto, todos aquellos que
aceptaron empleos de tipo N, en un rgi-
men sin prohibicin para el acoso, estarn
en mejor situacin cuando la economa
cambie a un rgimen en el que el acoso se
prohibe por ley. Adems, tal prohibicin
benefi ciar tambin a cierto nmero de
aquellos que escogieron el contrato de tipo
H. Por tanto, incluso aunque un contrato
de acoso fi rmado por una nica pareja de
agentes sea ptimo en el sentido de Pareto,
la prohibicin del acoso sexual no resul-
ta, en general, en un estado que es Pare-
to-inferior al que se dara en ausencia de
tal ley, sino que conlleva un conjunto de
intercambios por los que algunos grupos
se benefi cian y otros sufren. Este resultado
desarma los argumentos paretianos esgri-
midos en contra de las leyes de prohibi-
cin del acoso en los centros de trabajo.
Recientemente, los economistas han
empezado a interesarse ms en la manera
en que la identidad de un individuo infl u-
ye en el comportamiento econmico.
As, aunque las nociones de identidad
difi eren, generalmente se considera que
tiene dimensiones de gnero, racial, cul-
tural y social. Incor