Revista Hyria

24

description

articulo sobre iso 24.510; normatizacion iso

Transcript of Revista Hyria

Page 1: Revista Hyria
Page 2: Revista Hyria
Page 3: Revista Hyria
Page 4: Revista Hyria

BABEL

04Enfoque

Cuestiones de agenda La agenda de los actores de la sociedad civil debe tener, por definición, una cierta tensión respecto de la agenda de los funcionarios del estado, ya que si ambas fueran coincidente estaríamos ante una absoluta interpretación

por parte de los gobiernos de las demandas sociales, lo que es imposible que suceda.

Sin embargo, en la mayoría de los casos esas agen-das no sólo son distintas, sino que están construidas

con idiomas diferentes. ¿Cómo define un funcio-nario, un técnico y un grupo de vecinos un deter-minado problema, cómo evalúan los riesgos, los

recursos a poner en juego, la forma de distribuir esa carga económica, la relación entre costos y

beneficios, los tiempos que demandará una solución, los derechos y obligaciones a asumir por las partes, la conci-liación entre el desarrollo económico y los niveles de vi-da, la tensión entre el interés individual (o grupal) y el interés social, etc.? Las respuestas a cada pregunta sue-len ser tan distintas que el diálogo es dificil como en la torre de Babel.

Ningún tema, aunque complejo, justifica la incomuni-cación. Los responsables de definir y ejecutar políti-cas públicas deberán resolver adecuadamente la forma de comunicar, implementando estrategias que constituyan una herramienta de gestión y cu-yos objetivos sean brindar herramientas para la participación. La falta de comunicación —como se expresa en una entrevista en esta misma edición— es el campo de cultivo de los mitos y los tabúes.

Las respuestas más o menos defensivas a las espasmódicas solicitudes de la prensa no constituyen un programa de comunica-ción. Para apostar a debatir los distintos temas en el marco del diálogo fructífero se requiere poner información en cir-culación, definir objetivos, formas de abordaje de los temas, sus lenguajes, canales y ámbitos. Los medios de co-municación son solamente uno de esos canales, de ninguna manera los únicos. Pero cuando no hay estrate-gias por parte de las organizaciones —sean estatales o no estatales— la única voz audible es la de los medios, que construyen su propia estrategia.

P articipar significa ser parte. Más concretamente, tomar parte en las decisiones que nos involucran. Este concepto viene reafirmándose en todos los encuentros y documentos inter-nacionales sobre el agua, y es recogido por los Principios

Rectores de Política Hídrica, producto ellos mismos de un proceso participativo.

Es importante diferenciar participación de la mera de-manda de una respuesta a los poderes del estado sobre algún problema particular. La diferencia estriba en que la participación pone en juego al individuo con todos sus atributos sociales y políticos: es decir, capaz de tomar decisiones y de asumir las responsabilidades ulteriores.

En consecuencia, la participación requiere, indefectiblemente, conocimiento. Si las personas involucradas en un proceso de toma de decisiones no conocen cuáles son los alcances rea-les del tema sobre el que están decidiendo, los resultados no serán las adecuadas, y ni conformarán siquiera a los propios demandantes.

La gestión del agua es un tema complejo y los medios de comunicación no tienen la misión de divulgar o de formar sobre aspectos específicos, y además, rara vez cuentan con periodistas especializados que puedan abordar lo complejo sin reduccionismos.

Por otra parte, hay una creciente movilización ciudadana respecto del agua que se traduce en la conformación de grupos, más o menos or-ganizados, sobre temáticas específicas. Es-tos grupos —cuya existencia constituye de por sí un hecho auspicioso para la demo-cracia— construyen una agenda que es-tá, en la mayoría de los casos, muy ale-jada de las preocupaciones de los responsables técnicos y/o políticos de la gestión del agua.

Page 5: Revista Hyria

PROGRAMA EDUCATIVO PARA EL USO SUSTENTABLE DEL AGUA

(011) 4551-0484 – [email protected]

Desarrolla

Para ser implementado por provincias, municipios, operadores de servicios o instituciones de todo el país.

MaterialesEl Programa provee los siguientes materiales:

l Cuadernillo para alumnos. l Cuadernillo para docentes (instructivo).

l Afiches de promoción. l Encuestas de evaluación para docentes.

l Actividad de cierre, con sus respectivos instructivos.

l Instructivo para aplicadores.

l Gacetilla de difusión para medios locales.

l Cartas de convocatoria para escuelas.

l Avisos de gráfica para el lanzamiento del Programa.

Un enfoque integral sobre recursos hídricosEl Programa constituye una herramienta educativa integral, sistemática y de sencilla implementación. Brindan todos los materiales para su aplicación efectiva, incluyendo los instrumentos pedagógicos, los mecanismos de convocatoria, de difusión y de evaluación.

Con el apoyo del Consejo Hídrico Federal (COHIFE)

El agua va a la escuelaObjetivos específicos

l Profundizar el conocimiento de la realidad local de la gestión del agua.

l Promover un acercamiento reflexivo sobre las prácticas de uso del agua

por parte de la población.

l Lograr la acción responsable del ciudadano sobre el recurso

y los servicios en su ámbito de competencia.

Marco de inserciónLa promoción de la conciencia hídrica entre la población es planteada como un requisito fundamental para la gestión del agua en distintos niveles:l En los Encuentros y Recomendaciones de organismos internacionales;l Es un Objetivo Estratégico definido en el Plan Nacional Federal de los Recursos Hídricosl Está subrayado en varios de los Principios Rectores de Política Hídrica.

A partir de este marco político institucional, Proxar ha desarrollado:l Un análisis de las bases culturales que determinan la percepción del problema.l Una metodología pedagógica apropiada.l Un enfoque basado en la gestión de los recursos y de los servicios.

Page 6: Revista Hyria

AGUA NO CONTABILIZADA

Pérdidas y fugas en los servicios urbanos LA CANTIDAD DE AGUA QUE SE PIERDE EN LAS REDES DE

DISTRIBUCIÓN ES IMPORTANTE. SIN EMBARGO, LA DIFERENCIA

ENTRE LAS PÉRDIDAS MÍNIMAS INEVITABLES Y LOS ACTUALES

NIVELES PROMEDIO EN NUESTRO PAÍS ESTÁ DADA POR LA

EXISTENCIA DE PLANES DE MANTENIMIENTO ADECUADOS Y POR

UNA CORRECTA POLÍTICA COMERCIAL DEL ORGANISMO QUE

OPERA EL SISTEMA.

S

06Redes

e define como agua no contabilizada (ANC) al valor resultante del balance entre el agua potable producida y el agua potable que

efectivamente fue utilizada por un sistema deter-minado.

Para valorar en forma precisa el ANC es necesaria la medición de la producción de agua potable median-te macromedidores de caudal adecuados y la medi-ción del consumo y de otros usos de agua potable mediante medidores en cada una de las conexiones y puntos de uso. Cuando no se dispone de medicio-nes precisas sólo es posible estimar estos valores.

En Argentina se expresa normalmente el agua no contabilizada en valores porcentuales con referen-cia al monto total de la producción, aunque tam-bién suele expresarse mediante otros indicadores, como los valores relativos respecto de la longitud de cañerías de la red o de las conexiones o como relación de pérdidas evitables respecto a las pérdi-das totales.

CAUSAS FÍSICAS

Perdidas de agua por mal estado de las conducciones, las redes y las conexiones domiciliarias:

l Fugas visibles (fácilmente detectables)

l Fugas no visibles (difícilmente detectables)

Usos del agua en operaciones normales no registradas

Errores en las mediciones de los caudales y los consumos

Usos del agua por consumidores no registrados como clientes

Usos clandestinos del agua por clientes registrados

CAUSAS COMERCIALES

Por Juan Pablo SchifiniIngeniero. Presidente de AIDIS Argentina (Asociación Interamericana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental)

LA PÉRDIDA INEVITABLE

Todo sistema de agua potable tiene valores signifi-cativos de ANC que surgen de dos tipos de causas diferentes: las físicas y las comerciales. Las primeras reflejan las pérdidas en las redes de distribución, mientras que las comerciales se refieren a las defi-ciencias en la gestión de usuarios y en la medición.

El cuadro siguiente muestra las principales causas del ANC.

Las pérdidas físicas son la principal componente del ANC. Podemos mencionar como ejemplos las salidas de agua en instalaciones de captación, las filtraciones en canales y conducciones a gravedad de agua cruda, las salidas de agua en desagües de la planta de potabilización, las salidas de agua en líneas de conducción y redes de distribución, por juntas en mal estado, por roturas de cañerías y por accesorios; las salidas en juntas y empaquetaduras en accesorios en las estaciones de bombeo, y en especial en las conexiones domiciliarias en las ve-redas, esto es en la conexión desde la red a la línea municipal de las viviendas (donde se estima se pro-duce el 60% de las fugas, en particular en la unión con las tuberías de distribución, en la válvula maes-tra y en las conexiones de los micromedidores).

Cuando las pérdidas se producen en las conduccio-nes y en particular en redes de distribución y las conexiones de los consumidores a la red de distri-bución se suelen denominar fugas.

Existe un gran porcentaje del agua no contabilizada que efectivamente es utilizada, pero de la que no hay registros de su consumo. En estos casos el ANC puede deberse a las conexiones sin medidor o a los usos públicos no controlados como lo son los usos para incendios, para riego de parques, jardi-nes y calles, para fuentes ornamentales, para distin-tos usos en edificios oficiales y otros usos simila-res. En este apartado también incluimos el agua consumida por las conexiones clandestinas.

EL BALANCE Y SUS DIFICULTADES

Para realizar el balance que permita determinar el porcentaje de ANC se deben tomar periodos de va-

Page 7: Revista Hyria

07Redes

rios meses, ya que la medición simultánea de los consumos domiciliarios resulta imposible puesto que no se dispone de registros instantáneos de to-dos los micromedidores. La falta de macromedi-ción adecuada, la obsolescencia de los equipos de medición y el hecho de que no todos los consumos son medidos se suman a las dificultades para de-terminar dicho balance.

En consecuencia, los volúmenes registrados son leí-dos en determinados días del mes, diferentes para cada medidor, por lo tanto los volúmenes medidos por cada medidor deberán ajustarse para el período del balance, prorrateando las mediciones reales.

En nuestro país no existen muchos estudios y tra-bajos de determinación de ANC en redes de distri-bución de agua potable. Ello se debe fundamental-mente porque la macromedición y la micromedición son inusuales y, en muchos casos, las redes no es-tán debidamente sectorizadas de manera de facili-

tar las lecturas y mediciones. Los datos que se ma-nejan son en general estimados por los operadores de los servicios.

Se tiene una tendencia además a subestimar las pérdidas de agua, resultando así niveles de ANC menores a los que la bibliografía especializada in-dica para otros países con sistemas de característi-cas similares.

De acuerdo a la bibliografía, se puede estimar que los niveles actuales de ANC para la Argentina deben rondar en promedio el 50 % del agua producida, por-centaje que puede ser mayor cuando aumenta el ta-maño de las instalaciones y cuanto mayor es el atra-so entre la detección de un problema de pérdida y la reparación por el mantenimiento correctivo corres-pondiente. También corresponden mayores valores cuando se dispone de conducciones y redes obsole-tas como lo constituyen, por ejemplo, las cañerías de hierro fundido de más de 60 años de antigüedad.

UBICACIÓN PRINCIPAL DE FUGAS:UBICACIÓN PRINCIPAL DE FUGAS:

fuente del texto y de la ilustración: Fugas y medidores; publicación de la OPS/OMS. 1999. Texto editado por la redacción.

EFECTOS DIRECTOS E INDIRECTOS DE LAS FUGASLas consecuencias de las fugas son múltiples. Desde el punto de vista financiero constituyen una pérdida neta, ya que el agua de las redes que termina infiltrándose en el suelo ha sido captarla, bombearla y, en algunos casos tratarla con costos elevados. Para compensar el volumen perdido en las fugas se suelen construir nuevas y costosas plantas de tratamiento.

Si las fugas no son reparadas o compensadas, la red puede quedar parcialmente vacía. Esto representa una amenaza para la salud pública, pues a través de las roturas se pueden infiltrar contaminantes. Cuando se reinicia el servicio, estos elementos permanecen en el agua y son consumidos por la población, con los riesgos que ello implica, como la propagación de epidemias.

La falta de agua en la red también tiene un impacto social y económico. Por un lado representa una molestia para la población y, por otro, porque la falta de presión tiene consecuencias negativas para la red, ya que las tuberías de desgastan más rápidamente por el choque violento que produce el agua con las variaciones bruscas de presión (denominado golpe de ariete), afectando especialmente los extremos de las redes, las curvas, las uniones y las válvulas.

Otros efectos de las fugas son los daños que puede ocasionar en la infraestructura circundante, como cimientos de edificios, calles y otras redes. También puede generar falta de agua para la protección contra incendios y la sobrecarga o anormal funcionamiento de las plantas de tratamiento de efluentes si las redes cloacales son alimentadas por las fugas.

Fisuras Válvulas deterioradas

Juntas y distribuciones

deterioradasCorrosión

ESQUEMA DE UNA RED DE DISTRIBUCIÓN

Desde el sistema de producción

Macromedidores

Micromedidores

Conexiones de los usuarios

Page 8: Revista Hyria

08Redes

La reducción de presión permite reducir el caudal de todas las fugas, grandes o pequeñas, profundas, visibles o no visibles. El exceso de presión y su variación rápida aumentan la frecuencia de las roturas y reducen la vida útil de la red.rápida aumentan la frecuencia de las roturas y reducen la vida útil de la red.

FugasInevitables

Pérdidas físicasrecuperables

Búsquedaactiva de fugas

Gestión de las redes y otras infraestructuras:

selección, instalación,

mantenimiento, renovación, substitución

Rapidez y calidad de las reparaciones

Gestión de la presión

PRESIÓN Y FUGAS

fuente: Ponencia del Ing. Michel Vermersch en el 15º Congreso Argentino de Saneamiento y Medio Ambiente, AIDIS, 3 al 5 de mayo de 2006.

Existe un gran porcentaje del agua no contabilizada que efectivamente es utilizada,

pero de la que no hay registros de su consumo.

Existe un valor mínimo estimado para el ANC que se calcula entre un 12 y un 15%. Estos valores que pueden definirse como inevitables se deben fun-damentalmente a las indeterminaciones y a los errores de la medición, incluyendo los instrumen-tos con mal funcionamiento, a las conexiones clandestinas que no son fácilmente detectables y a las fugas ocultas de menor cuantía cuya repara-ción podría resultar antieconómica.

Entre las medidas que pueden reducir fácilmente los valores del ANC podemos mencionar la reduc-ción de los tiempos de reparación mediante efi-cientes programas de intervención en redes para las fugas visibles (fácilmente detectables), registrar o estimar el volumen de cada uno de los usos del agua en operaciones normales no registradas y dis-poner de un buen catastro de usuarios y mantener-lo actualizado para dar cuenta de los usos por clientes no registrados.

La micromedición está estrechamente ligada a to-das las acciones de mejoramiento operativo y co-mercial. La disponibilidad de un catastro de clien-tes preciso y actualizado es esencial para decidir el tipo de medidor a instalar y fijar, de ser necesa-rio, las prioridades de instalación. La instalación de medidores debe estar siempre acompañada de la implementación de un sistema tarifario basado en la medición de los consumos y la decisión del sistema de lectura, facturación y cobranza a im-plementar debe realizarse en forma conjunta con las decisiones sobre el tipo de medidor a instalar y de su ubicación. •

PÉRDIDAS:toda salida de agua del sistema de agua potable debida a desperfectos físicos o mal funcionamiento.

AGUA CRUDA: se define de esta manera al agua tomada de una fuente natural, previa a su tratamiento.

EL MANTENIMIENTO EN EL SERVICIO SANITARIO

Una política adecuada de mantenimiento para el sector sanitario requiere de la existencia de un Plan que debe ser conocido por todos, previamen-te aprobado por las autoridades de la organiza-ción. La implementación de dicho Plan debe per-mitir el desarrollo paso a paso de las actividades programadas en forma metódica y sistemática, en lugares, fechas, y horas por todos conocidos.

El Plan debe incluir:

l El Mantenimiento Correctivo: que tiene lugar luego que ocurre una falla o avería, es decir, solo se actúa cuando aparece el problema.

l El Mantenimiento Preventivo: se realiza en forma planificada antes de que ocurra una falla o avería, y se efectúa bajo condiciones controladas.

l El Mantenimiento Predictivo: consiste en deter-minar en todo instante la condición técnica real de los sistemas, mientras se estén en pleno funciona-miento, mediante un programa de mediciones de los parámetros más importantes. l El Mantenimiento Proactivo: tiene como fun-damento la solidaridad, colaboración, iniciativa propia y trabajo en equipo. Los técnicos, profesio-nales, ejecutivos y directivos deben estar concien-tes de las actividades de mantenimiento, asu-miendo un rol en las operaciones, bajo la premisa de que se debe atender las prioridades en forma oportuna y eficiente.

Page 9: Revista Hyria
Page 10: Revista Hyria

10Normalización

11Normalización

Mecanismos para el consenso en la gestión del agua

L

Por Natalia DraultIngeniera. Dirección de Normalización del IRAM y Coordinadora del Grupo de Traducción de las Normas 24500 al español.

RECIENTEMENTE PUBLICADAS, LA SERIE DE NORMAS ISO 24500 SON ESPECÍFICAS PARA EL ÁREA DE AGUA Y SANEAMIENTO. SON UN INSTRUMENTO ENFOCADO AL CUMPLIMIENTO DE OBJETIVOS DEFINIDOS, SIN INTERVENIR EN LOS MEDIOS UTILIZADOS PARA LOGRARLOS. ESTAS NORMAS APUNTAN A PERMITIR EL USO MÁS AMPLIO POSIBLE, RESPETANDO LAS CARACTERÍSTICAS CULTURALES, SOCIO-ECONÓMICAS, CLIMÁTICAS, DE SALUD Y LEGALES DE LOS DISTINTOS PAÍSES Y REGIONES DEL MUNDO.

a expansión demográfica, el proceso creciente de urbanización y el desarrollo industrial y agrí-cola a escala mundial generan un incremento

en la necesidad de servicios de agua potable y agua residual. Por otro lado, los recursos hídricos utilizables para satisfacer esa demanda son cada vez más escasos, tanto desde el punto de vista de la cantidad como de la calidad. Por lo tanto, la ges-tión de los recursos disponibles como de los servi-cios de agua potable y saneamiento constituyen uno de los mayores desafíos a nivel mundial (1).

En este contexto, en 2001 la ISO (Organización Mun-dial para la Estandarización) (2) envió una propuesta a las organizaciones miembro (entre ellas el IRAM) sobre un nuevo campo de actividad: la normaliza-ción de las actividades de servicio relacionadas con el abastecimiento de agua potable y redes cloacales.

Esta propuesta fue presentada a la ISO por el orga-nismo de normalización de Francia (AFNOR), quien consideró que además de los desafíos de la ges-tión de los recursos y los servicios, “los consumi-dores de países desarrollados como en desarrollo son cada vez más exigentes en cuanto a la calidad de los servicios y también son cada vez más sensi-bles a la transparencia en la gestión y a la relación entre calidad y precio”. Los franceses concluyeron que “el canal normativo, basado en el consenso y considerando la reflexión de todas las partes inte-resadas, parece ser la forma más adecuada para satisfacer las necesidades de los consumidores y su medioambiente, mientras se cumple con las re-gulaciones existentes en cada país”.

Como consecuencia de esta propuesta, el Comité Técnico de Normalización Internacional ha trabajado durante los últimos 6 años en las primeras tres Nor-mas de la serie ISO 24500, que han sido publicadas en inglés en diciembre de 2007 y, que próximamen-te, serán publicadas en español (ver Las nuevas nor-mas). El objetivo de estas Normas es proporcionar a las partes interesadas directrices pertinentes para evaluar y mejorar el servicio a los usuarios y para la gestión de las entidades prestadoras de servicios de agua, de forma coherente con los objetivos globales definidos por las autoridades competentes y por las organizaciones internacionales. Estas normas tienen el propósito de facilitar el diálogo entre las partes interesadas, permitiéndoles desarrollar un entendi-miento mutuo de las funciones y de las tareas den-tro del alcance de las entidades prestadoras de ser-vicios de agua.

EL APORTE DE LA NORMALIZACIÓN

El primer paso del proceso de normalización es te-ner un entendimiento del mercado, conocer sus ne-cesidades, para que la normalización se adapte a estas necesidades y no sea un trabajo burocrático de aprobación de nuevas normas.

La normalización favorece el progreso técnico, el desarrollo económico y la mejora de la calidad de vida. De acuerdo con la ISO la normalización es la actividad que tiene por objeto establecer, ante pro-blemas reales o potenciales, disposiciones destina-das a usos comunes y repetidos, con el fin de obte-ner un nivel de ordenamiento óptimo en un

contexto dado, que puede ser tecnológico, político o económico.

Hablamos, entonces, de una actividad que se plas-ma en un hecho práctico, que luego hay que con-cretar en un documento que se pone a disposición del público.

Las directrices dadas por las Normas de la serie ISO 24500 apuntan a las necesidades y expectati-vas de los usuarios y en los servicios de agua en sí mismos, sin definir la forma en la cual se puede cumplir con esas necesidades y expectativas. Es decir, estas normas se enfocan en los resultados, en el cumplimiento de los objetivos definidos y no en los medios utilizados para lograrlos. El objetivo es permitir el uso más amplio posible de estas Nor-mas, respetando las características culturales, socio-económicas, climáticas, de salud y legales de los distintos países y regiones del mundo. Por lo tanto, se debería comprender que, en el corto pla-zo, podría no siempre ser posible cumplir con las expectativas de los usuarios locales.

Esto puede darse debido a factores tales como las condiciones climáticas, la disponibilidad de recur-sos y las dificultades relacionadas con la sostenibi-lidad económica de los servicios de agua, particu-larmente en lo que respecta a la financiación y a la capacidad de los usuarios para pagar por mejoras. Estas condiciones pueden limitar el logro de algu-nos objetivos o restringir la implementación de al-gunas recomendaciones en los países en desarro-llo. Sin embargo, estas normas están redactadas con estas limitaciones en mente y, por lo tanto per-miten, por ejemplo, los niveles variables de redes fijas y la necesidad de alternativas in situ. No obs-tante la necesidad de flexibilidad en términos de ingeniería y equipo informático, muchas recomen-daciones en estas Normas, como por ejemplo los mecanismos de consulta para la definición de obje-tivos, se deberían aplicar universalmente.

Para evaluar y mejorar el servicio y para asegurar un seguimiento de las mejoras, se puede establecer una cantidad adecuada de indicadores de desempe-ño (ID) u otros métodos para verificar el cumpli-miento de los requisitos. El uso de los ID es sola-mente una de las posibles herramientas de apoyo para la mejora continua. Estas Normas no imponen

ESQUEMA DE CONTENIDO Y APLICACIÓN DE LA SERIE ISO 24500

Evaluar el desempeño versus objetivos6

Definir indicadores de desempeño5

Definir los criterios de evaluación4

Aplicar las directrices para cumplir con los objetivos3

Definir los objetivos para el servicio2

Identificar los componentes del servicio 1

LAS NUEVAS NORMAS

El canal normativo,

basado en el consenso y

considerando la

reflexión de todas las

partes interesadas,

parece ser la forma más

adecuada para satisfa-

cer las necesidades

de los consumidores

y su medioambiente.

La serie de Normas ISO 24510 se refieren a “activida-des relacionadas con los servicios de agua potable y de agua residual”. La primera de ellas está orientada al servicio, mientras que las dos restantes están orientadas a la gestión. La serie completa se compone de las siguientes normas:

l ISO 24510: Directrices para la evaluación y la mejora del servicio a los usuarios.

l ISO 24511: Directrices para la gestión de las entidades prestadoras de servicios de agua residual y para la evaluación de los servicios de agua residual.

l ISO 24512: Directrices para la gestión de las entidades prestadoras de servicios de agua potable y para la evaluación de los servicios de agua potable.

La Norma ISO 24510 aborda los siguientes temas:

l una breve descripción de los componentes del servicio en relación con los usuarios;

l los objetivos centrales para el servicio, respecto de las necesidades y expectativas de los usuarios;

l las directrices para satisfacer las necesidades y expectativas de los usuarios;

l los criterios de evaluación para el servicio a los usuarios de acuerdo a las directrices dadas;

l los ejemplos de indicadores de desempeño vinculados con los criterios de evaluación que se pueden utilizar para evaluar el desempeño del servicio.

Por su parte, las Normas ISO 24511 e ISO 24512 consideran los siguientes temas:

l una breve descripción de los componentes físicos/de infraestructura y de gestión/institucionales de las entidades prestadoras de servicios de agua;

l los objetivos principales de las entidades prestado-ras de servicios de agua, considerados globalmente importantes en el nivel más amplio;

l las directrices para la gestión de las entidades prestadoras de servicios de agua;

l las directrices para la evaluación de los servicios de agua con criterios de evaluación del servicio relacionados con los objetivos e indicadores de desempeño vinculados con estos criterios.

En el último plenario realizado en noviembre de 2007, en Japón, se acordó sumar al plan dos nuevas propuestas de trabajo:

l Directrices para la gestión de activos físicos de sistemas de abastecimiento de agua potable y agua residual.

l Gestión de crisis de las entidades prestadoras de servicios de agua.

LA PARTICIPACIÓN ARGENTINA

Argentina fue durante los primeros 5 años de trabajo el único país de Latinoamérica en participar activamente en el desarrollo de estas normas. Dado que en el caso de la gestión de los servicios de agua el idioma es una barrera para la participación a nivel nacional y regional, la Argentina solicitó la apertura de un grupo de traducción al español, que fue creado y que actualmente nuestro país coordina.

La apertura de este grupo, y la gran difusión que se realizó, permitió que en los 2 últimos años se sumaran como miembros otros países de la región como Uruguay, Cuba y Venezuela, además de España.

Las normas ISO 24500 en español estarán publicadas oficialmente en los próximos meses.

Page 11: Revista Hyria

10Normalización

11Normalización

Mecanismos para el consenso en la gestión del agua

L

Por Natalia DraultIngeniera. Dirección de Normalización del IRAM y Coordinadora del Grupo de Traducción de las Normas 24500 al español.

RECIENTEMENTE PUBLICADAS, LA SERIE DE NORMAS ISO 24500 SON ESPECÍFICAS PARA EL ÁREA DE AGUA Y SANEAMIENTO. SON UN INSTRUMENTO ENFOCADO AL CUMPLIMIENTO DE OBJETIVOS DEFINIDOS, SIN INTERVENIR EN LOS MEDIOS UTILIZADOS PARA LOGRARLOS. ESTAS NORMAS APUNTAN A PERMITIR EL USO MÁS AMPLIO POSIBLE, RESPETANDO LAS CARACTERÍSTICAS CULTURALES, SOCIO-ECONÓMICAS, CLIMÁTICAS, DE SALUD Y LEGALES DE LOS DISTINTOS PAÍSES Y REGIONES DEL MUNDO.

a expansión demográfica, el proceso creciente de urbanización y el desarrollo industrial y agrí-cola a escala mundial generan un incremento

en la necesidad de servicios de agua potable y agua residual. Por otro lado, los recursos hídricos utilizables para satisfacer esa demanda son cada vez más escasos, tanto desde el punto de vista de la cantidad como de la calidad. Por lo tanto, la ges-tión de los recursos disponibles como de los servi-cios de agua potable y saneamiento constituyen uno de los mayores desafíos a nivel mundial (1).

En este contexto, en 2001 la ISO (Organización Mun-dial para la Estandarización) (2) envió una propuesta a las organizaciones miembro (entre ellas el IRAM) sobre un nuevo campo de actividad: la normaliza-ción de las actividades de servicio relacionadas con el abastecimiento de agua potable y redes cloacales.

Esta propuesta fue presentada a la ISO por el orga-nismo de normalización de Francia (AFNOR), quien consideró que además de los desafíos de la ges-tión de los recursos y los servicios, “los consumi-dores de países desarrollados como en desarrollo son cada vez más exigentes en cuanto a la calidad de los servicios y también son cada vez más sensi-bles a la transparencia en la gestión y a la relación entre calidad y precio”. Los franceses concluyeron que “el canal normativo, basado en el consenso y considerando la reflexión de todas las partes inte-resadas, parece ser la forma más adecuada para satisfacer las necesidades de los consumidores y su medioambiente, mientras se cumple con las re-gulaciones existentes en cada país”.

Como consecuencia de esta propuesta, el Comité Técnico de Normalización Internacional ha trabajado durante los últimos 6 años en las primeras tres Nor-mas de la serie ISO 24500, que han sido publicadas en inglés en diciembre de 2007 y, que próximamen-te, serán publicadas en español (ver Las nuevas nor-mas). El objetivo de estas Normas es proporcionar a las partes interesadas directrices pertinentes para evaluar y mejorar el servicio a los usuarios y para la gestión de las entidades prestadoras de servicios de agua, de forma coherente con los objetivos globales definidos por las autoridades competentes y por las organizaciones internacionales. Estas normas tienen el propósito de facilitar el diálogo entre las partes interesadas, permitiéndoles desarrollar un entendi-miento mutuo de las funciones y de las tareas den-tro del alcance de las entidades prestadoras de ser-vicios de agua.

EL APORTE DE LA NORMALIZACIÓN

El primer paso del proceso de normalización es te-ner un entendimiento del mercado, conocer sus ne-cesidades, para que la normalización se adapte a estas necesidades y no sea un trabajo burocrático de aprobación de nuevas normas.

La normalización favorece el progreso técnico, el desarrollo económico y la mejora de la calidad de vida. De acuerdo con la ISO la normalización es la actividad que tiene por objeto establecer, ante pro-blemas reales o potenciales, disposiciones destina-das a usos comunes y repetidos, con el fin de obte-ner un nivel de ordenamiento óptimo en un

contexto dado, que puede ser tecnológico, político o económico.

Hablamos, entonces, de una actividad que se plas-ma en un hecho práctico, que luego hay que con-cretar en un documento que se pone a disposición del público.

Las directrices dadas por las Normas de la serie ISO 24500 apuntan a las necesidades y expectati-vas de los usuarios y en los servicios de agua en sí mismos, sin definir la forma en la cual se puede cumplir con esas necesidades y expectativas. Es decir, estas normas se enfocan en los resultados, en el cumplimiento de los objetivos definidos y no en los medios utilizados para lograrlos. El objetivo es permitir el uso más amplio posible de estas Nor-mas, respetando las características culturales, socio-económicas, climáticas, de salud y legales de los distintos países y regiones del mundo. Por lo tanto, se debería comprender que, en el corto pla-zo, podría no siempre ser posible cumplir con las expectativas de los usuarios locales.

Esto puede darse debido a factores tales como las condiciones climáticas, la disponibilidad de recur-sos y las dificultades relacionadas con la sostenibi-lidad económica de los servicios de agua, particu-larmente en lo que respecta a la financiación y a la capacidad de los usuarios para pagar por mejoras. Estas condiciones pueden limitar el logro de algu-nos objetivos o restringir la implementación de al-gunas recomendaciones en los países en desarro-llo. Sin embargo, estas normas están redactadas con estas limitaciones en mente y, por lo tanto per-miten, por ejemplo, los niveles variables de redes fijas y la necesidad de alternativas in situ. No obs-tante la necesidad de flexibilidad en términos de ingeniería y equipo informático, muchas recomen-daciones en estas Normas, como por ejemplo los mecanismos de consulta para la definición de obje-tivos, se deberían aplicar universalmente.

Para evaluar y mejorar el servicio y para asegurar un seguimiento de las mejoras, se puede establecer una cantidad adecuada de indicadores de desempe-ño (ID) u otros métodos para verificar el cumpli-miento de los requisitos. El uso de los ID es sola-mente una de las posibles herramientas de apoyo para la mejora continua. Estas Normas no imponen

ESQUEMA DE CONTENIDO Y APLICACIÓN DE LA SERIE ISO 24500

Evaluar el desempeño versus objetivos6

Definir indicadores de desempeño5

Definir los criterios de evaluación4

Aplicar las directrices para cumplir con los objetivos3

Definir los objetivos para el servicio2

Identificar los componentes del servicio 1

LAS NUEVAS NORMAS

El canal normativo,

basado en el consenso y

considerando la

reflexión de todas las

partes interesadas,

parece ser la forma más

adecuada para satisfa-

cer las necesidades

de los consumidores

y su medioambiente.

La serie de Normas ISO 24510 se refieren a “activida-des relacionadas con los servicios de agua potable y de agua residual”. La primera de ellas está orientada al servicio, mientras que las dos restantes están orientadas a la gestión. La serie completa se compone de las siguientes normas:

l ISO 24510: Directrices para la evaluación y la mejora del servicio a los usuarios.

l ISO 24511: Directrices para la gestión de las entidades prestadoras de servicios de agua residual y para la evaluación de los servicios de agua residual.

l ISO 24512: Directrices para la gestión de las entidades prestadoras de servicios de agua potable y para la evaluación de los servicios de agua potable.

La Norma ISO 24510 aborda los siguientes temas:

l una breve descripción de los componentes del servicio en relación con los usuarios;

l los objetivos centrales para el servicio, respecto de las necesidades y expectativas de los usuarios;

l las directrices para satisfacer las necesidades y expectativas de los usuarios;

l los criterios de evaluación para el servicio a los usuarios de acuerdo a las directrices dadas;

l los ejemplos de indicadores de desempeño vinculados con los criterios de evaluación que se pueden utilizar para evaluar el desempeño del servicio.

Por su parte, las Normas ISO 24511 e ISO 24512 consideran los siguientes temas:

l una breve descripción de los componentes físicos/de infraestructura y de gestión/institucionales de las entidades prestadoras de servicios de agua;

l los objetivos principales de las entidades prestado-ras de servicios de agua, considerados globalmente importantes en el nivel más amplio;

l las directrices para la gestión de las entidades prestadoras de servicios de agua;

l las directrices para la evaluación de los servicios de agua con criterios de evaluación del servicio relacionados con los objetivos e indicadores de desempeño vinculados con estos criterios.

En el último plenario realizado en noviembre de 2007, en Japón, se acordó sumar al plan dos nuevas propuestas de trabajo:

l Directrices para la gestión de activos físicos de sistemas de abastecimiento de agua potable y agua residual.

l Gestión de crisis de las entidades prestadoras de servicios de agua.

LA PARTICIPACIÓN ARGENTINA

Argentina fue durante los primeros 5 años de trabajo el único país de Latinoamérica en participar activamente en el desarrollo de estas normas. Dado que en el caso de la gestión de los servicios de agua el idioma es una barrera para la participación a nivel nacional y regional, la Argentina solicitó la apertura de un grupo de traducción al español, que fue creado y que actualmente nuestro país coordina.

La apertura de este grupo, y la gran difusión que se realizó, permitió que en los 2 últimos años se sumaran como miembros otros países de la región como Uruguay, Cuba y Venezuela, además de España.

Las normas ISO 24500 en español estarán publicadas oficialmente en los próximos meses.

Page 12: Revista Hyria

SATÉLITES

Aplicación de la teledetección en emergencias hidrológicas

12Normalización

S

13Tecnología

APROVECHANDO LAS CARACTERÍSTICAS DE LAS ONDAS ELECTROMAGNÉTICAS, DESDE EL ESPACIO ES POSIBLE REALIZAR UNA LECTURA DE LA SUPERFICIE TERRESTRE QUE BRINDA VALIOSA INFORMACIÓN, COMO LOS TIPOS DE COBERTURA DEL SUELO Y LA DISTRIBUCIÓN ESPACIAL DEL AGUA A NIVEL SUPERFICIAL. ESTOS DATOS SON FUNDAMENTALES PARA EL FUNCIONAMIENTO DE LOS SISTEMAS DE ALERTA Y PARA LEGISLAR SOBRE EL USO Y OCUPACIÓN DE LA TIERRA.

ningún indicador específico ni valores mínimos o intervalos de desempeño. Respeta el principio de adaptabilidad a contextos locales, facilitando la im-plementación local.

Los indicadores de desempeño que proponen es-tas Normas se presentan solamente a modo de ejemplo, porque la evaluación de los servicios de agua no se puede reducir a un único o a una serie universal de indicadores.

El alcance de la serie 24500 excluye formalmente las instalaciones situadas en el interior del estableci-miento del usuario. Sin embargo, se presta atención al hecho de que las instalaciones domésticas pueden impactar negativamente sobre la calidad del agua abastecida o agua residual descargada. En este sen-tido, algunas partes interesadas, como por ejemplo autoridades competentes, propietarios, contratistas o usuarios pueden tener una función que cumplir.

Dado que la organización de las entidades presta-doras de servicios de agua se encuentra dentro del marco legal e institucional específico de cada país, esta Norma Internacional no recomienda las res-pectivas funciones de las distintas partes interesa-das ni define las organizaciones internas requeri-das para los organismos locales, regionales o nacionales que puedan estar involucrados en la prestación de los servicios de agua. En particular, no interfieren en la libre elección por parte de los organismos responsables en lo que respecta a la organización general y a la gestión de sus entida-des prestadoras de servicios y son aplicables tanto por entidades prestadoras públicas como privadas. Las normas no favorecen ningún tipo de propiedad ni modelo operacional en particular.

[1] Las Naciones Unidas definieron objetivos ambiciosos a este respecto en las “Metas del Milenio para el Desarrollo”

[2] El nombre ISO proviene del significado griego de la palabra “igual”, aunque se confunde con la sigla en inglés del nombre de la organización (International Organization for Standardization). La ISO fue creada en 1946 como un organismo encargado de promover el desarrollo de normas internacionales de fabricación, comercio y comunicación para todas las ramas industriales a excepción de la eléctrica y la electrónica. Su función principal es la de buscar la estandarización de normas de productos y seguridad para las empresas u organizaciones a nivel internacional. Está conformada por una red de institutos de normas nacionales de 157 países (entre ellos el Instituto Argentino de Normalización y Certificación, IRAM). Tiene su sede central en Ginebra, Suiza.

Notas

No se debiera considerar en ningún caso que estas Normas —y más específicamente los indicadores de desempeño— como un prerrequisito o condi-ción para la implementación de una política hídrica ni para el financiamiento de proyectos o progra-mas, sino que pueden servir para evaluar el pro-greso hacia las metas de esas políticas y los objeti-vos de programas de financiamiento.

Las Normas de la serie ISO 24500 son coherentes con el principio del enfoque “Planificar – Hacer – Verificar – Actuar” (PHVA): proponen un proceso por etapas, desde la identificación de componen-tes y definición de los objetivos de la entidad pres-tadora de servicios hasta el establecimiento de in-dicadores de desempeño, con un lazo de retroalimentación hacia los objetivos y la gestión, después de haber evaluado el desempeño (Ver Es-quema de contenido y aplicación).

Su implementación no depende de la adopción de las series de Normas ISO 9000 y/o 14000 (ver Hydria Nº 1, pag 14). Sin embargo, estas Normas son coherentes con ellas. La implementación de cualquiera de los sistemas de gestión menciona-dos puede facilitar la implementación de las direc-trices contenidas en la 24500 y, a la inversa, estas directrices pueden ayudar a lograr los requisitos técnicos de las 9001 y 14001 para aquellas organi-zaciones que elijan implementarlas. •

SERIE ISO 24500

La experiencia de Aguas de Santiago

Cuando Aguas de Santiago — concesionario del servicio sanitario en la provincia de Santiago del Estero — fue seleccionada por la organiza-ción ISO a través de sus representantes en la Argentina para ser la em-presa piloto en la Argentina de la implementación de las normas 24.510, 24.511 y 24.512, decidimos asumir en la organización un pro-fundo compromiso con las mismas porque tenemos la convicción de que nos ayudarán a mejorar diferentes procesos.

Estos primeros meses de trabajo fueron destinados a conocer los fun-damentos y objetivos de las normas y a realizar un diagnóstico sobre cómo estamos trabajando en la actualidad, lo que nos servirá de refe-rencia para la determinación de nuestros objetivos.

En ese sentido, hemos decidido iniciar la tarea con la norma 24.510, que está orientada al servicio y da directrices para le mejora y la evaluación del servicio al usuario. Una vez definida esta cuestión, conformamos seis grupos de trabajo, integrados por los jefes de los distintos sectores de la organización y que tienen como objetivo la confección de un plan de trabajo para avanzar en los distintos as-pectos sugeridos por la norma.

Este trabajo está siendo monitoreado por un coordinador interno de nuestra empresa y cuenta con el asesoramiento de la ingeniera Natalia Drault, quien en su primera visita a Santiago nos clarificó el panorama sobre los objetivos y metodología a seguir.

Sin dudas, a partir de esta experiencia, el 2008 es un año diferente en Aguas de Santiago, puesto que la implementación de esta norma nos ha generado expectativas y nos ayudó a estimular el trabajo en equipo.

La autora de esta nota, exponiendo en el Plenario de Japón,en noviembre del año pasado.

Por Sebastián Paz ZavalíaIngeniero. Gerente general de Aguas de Santiago e entiende por teledetección a la adquisición

de información sobre un objeto sin estar en contacto físico con él. La palabra es una

traducción latina de los términos en inglés remote sensing, ideados a principio de los ‘60 para desig-nar cualquier medio de observación remota. Una definición consensuada y más específica significa la detección de la superficie de la Tierra desde el espacio haciendo uso de las propiedades de las ondas electromagnéticas emitidas, reflejadas o di-fractadas por los objetos, con el propósito de me-jorar el manejo de los recursos naturales, el uso del suelo y la protección del ambiente.

Según estas definiciones los sensores o dispositivos de medición ubicados en plataformas espaciales (satelitales o aéreas) llevan a cabo una medición de la energía que proviene de la Tierra (incluyendo a la atmósfera). Las fuentes de energía primaria de nuestro sistema son el Sol y la temperatura propia de nuestro planeta, por lo que cada objeto terrestre emite, refleja o difracta una cantidad de energía, de-nominada radiancia (1), que depende de sus propie-dades físicas. A esta señal de respuesta, captada por el sensor en todo el espectro electromagnético, propia de cada objeto, se la denomina firma espec-tral del mismo.

En consecuencia las distintas clases de ocupación del suelo o coberturas de la superficie terrestre co-mo, por ejemplo, la vegetación y las superficies de agua tienen una firma espectral que los caracteriza.

Por lo tanto, una firma espectral característica de un tipo de cobertura no sólo puede, entonces, ser detectada a través de la teledetección, sino que se la puede discriminar o diferenciar de entre otras coberturas terrestres.

Las imágenes digitales que nos entregan estos sen-sores remotos son la representación gráfica de da-tos correspondientes a mediciones que, en general, están dispuestos en una matriz digital de n filas por m columnas, según el tamaño de la escena captura-da por el sensor. Cada celda de esta matriz se de-nomina píxel y contiene un número digital que ex-presa el valor de la energía capturada. El valor digital de cada píxel se representa gráficamente en un monitor a través de una “escala de grises” (2) que asignan el color negro para el valor “cero” y el color blanco para el “valor máximo” de radiancias medidas en cada banda o rango espectral. Como los sensores registran mediciones en más de un rango o “banda” espectral del espectro electromag-nético tendremos, entonces, más de un valor para cada píxel y tantas matrices (o imágenes monocro-máticas) como bandas espectrales posea el sensor.

Si asignamos tres de estas bandas (imágenes mo-nocromáticas) a los canales de un monitor cromáti-co, es decir los canales rojo, verde y azul, obtendre-mos en pantalla una imagen cromática o color. Dependerá de la asignación de bandas correspon-dientes asignadas a dichos canales la interpreta-ción final de los colores de la imagen resultante.

Por Álvaro SoldanoInvestigador Responsable del Programa de SensoresRemotos y Sistemas de Información Geográfica (INA) La teledetección es una herramienta tecnológica

indispensable para reducir en forma significativa

la incertidumbre sobre la evolución hidrológica

de una cuenca.

Page 13: Revista Hyria

SATÉLITES

Aplicación de la teledetección en emergencias hidrológicas

12Normalización

S

13Tecnología

APROVECHANDO LAS CARACTERÍSTICAS DE LAS ONDAS ELECTROMAGNÉTICAS, DESDE EL ESPACIO ES POSIBLE REALIZAR UNA LECTURA DE LA SUPERFICIE TERRESTRE QUE BRINDA VALIOSA INFORMACIÓN, COMO LOS TIPOS DE COBERTURA DEL SUELO Y LA DISTRIBUCIÓN ESPACIAL DEL AGUA A NIVEL SUPERFICIAL. ESTOS DATOS SON FUNDAMENTALES PARA EL FUNCIONAMIENTO DE LOS SISTEMAS DE ALERTA Y PARA LEGISLAR SOBRE EL USO Y OCUPACIÓN DE LA TIERRA.

ningún indicador específico ni valores mínimos o intervalos de desempeño. Respeta el principio de adaptabilidad a contextos locales, facilitando la im-plementación local.

Los indicadores de desempeño que proponen es-tas Normas se presentan solamente a modo de ejemplo, porque la evaluación de los servicios de agua no se puede reducir a un único o a una serie universal de indicadores.

El alcance de la serie 24500 excluye formalmente las instalaciones situadas en el interior del estableci-miento del usuario. Sin embargo, se presta atención al hecho de que las instalaciones domésticas pueden impactar negativamente sobre la calidad del agua abastecida o agua residual descargada. En este sen-tido, algunas partes interesadas, como por ejemplo autoridades competentes, propietarios, contratistas o usuarios pueden tener una función que cumplir.

Dado que la organización de las entidades presta-doras de servicios de agua se encuentra dentro del marco legal e institucional específico de cada país, esta Norma Internacional no recomienda las res-pectivas funciones de las distintas partes interesa-das ni define las organizaciones internas requeri-das para los organismos locales, regionales o nacionales que puedan estar involucrados en la prestación de los servicios de agua. En particular, no interfieren en la libre elección por parte de los organismos responsables en lo que respecta a la organización general y a la gestión de sus entida-des prestadoras de servicios y son aplicables tanto por entidades prestadoras públicas como privadas. Las normas no favorecen ningún tipo de propiedad ni modelo operacional en particular.

[1] Las Naciones Unidas definieron objetivos ambiciosos a este respecto en las “Metas del Milenio para el Desarrollo”

[2] El nombre ISO proviene del significado griego de la palabra “igual”, aunque se confunde con la sigla en inglés del nombre de la organización (International Organization for Standardization). La ISO fue creada en 1946 como un organismo encargado de promover el desarrollo de normas internacionales de fabricación, comercio y comunicación para todas las ramas industriales a excepción de la eléctrica y la electrónica. Su función principal es la de buscar la estandarización de normas de productos y seguridad para las empresas u organizaciones a nivel internacional. Está conformada por una red de institutos de normas nacionales de 157 países (entre ellos el Instituto Argentino de Normalización y Certificación, IRAM). Tiene su sede central en Ginebra, Suiza.

Notas

No se debiera considerar en ningún caso que estas Normas —y más específicamente los indicadores de desempeño— como un prerrequisito o condi-ción para la implementación de una política hídrica ni para el financiamiento de proyectos o progra-mas, sino que pueden servir para evaluar el pro-greso hacia las metas de esas políticas y los objeti-vos de programas de financiamiento.

Las Normas de la serie ISO 24500 son coherentes con el principio del enfoque “Planificar – Hacer – Verificar – Actuar” (PHVA): proponen un proceso por etapas, desde la identificación de componen-tes y definición de los objetivos de la entidad pres-tadora de servicios hasta el establecimiento de in-dicadores de desempeño, con un lazo de retroalimentación hacia los objetivos y la gestión, después de haber evaluado el desempeño (Ver Es-quema de contenido y aplicación).

Su implementación no depende de la adopción de las series de Normas ISO 9000 y/o 14000 (ver Hydria Nº 1, pag 14). Sin embargo, estas Normas son coherentes con ellas. La implementación de cualquiera de los sistemas de gestión menciona-dos puede facilitar la implementación de las direc-trices contenidas en la 24500 y, a la inversa, estas directrices pueden ayudar a lograr los requisitos técnicos de las 9001 y 14001 para aquellas organi-zaciones que elijan implementarlas. •

SERIE ISO 24500

La experiencia de Aguas de Santiago

Cuando Aguas de Santiago — concesionario del servicio sanitario en la provincia de Santiago del Estero — fue seleccionada por la organiza-ción ISO a través de sus representantes en la Argentina para ser la em-presa piloto en la Argentina de la implementación de las normas 24.510, 24.511 y 24.512, decidimos asumir en la organización un pro-fundo compromiso con las mismas porque tenemos la convicción de que nos ayudarán a mejorar diferentes procesos.

Estos primeros meses de trabajo fueron destinados a conocer los fun-damentos y objetivos de las normas y a realizar un diagnóstico sobre cómo estamos trabajando en la actualidad, lo que nos servirá de refe-rencia para la determinación de nuestros objetivos.

En ese sentido, hemos decidido iniciar la tarea con la norma 24.510, que está orientada al servicio y da directrices para le mejora y la evaluación del servicio al usuario. Una vez definida esta cuestión, conformamos seis grupos de trabajo, integrados por los jefes de los distintos sectores de la organización y que tienen como objetivo la confección de un plan de trabajo para avanzar en los distintos as-pectos sugeridos por la norma.

Este trabajo está siendo monitoreado por un coordinador interno de nuestra empresa y cuenta con el asesoramiento de la ingeniera Natalia Drault, quien en su primera visita a Santiago nos clarificó el panorama sobre los objetivos y metodología a seguir.

Sin dudas, a partir de esta experiencia, el 2008 es un año diferente en Aguas de Santiago, puesto que la implementación de esta norma nos ha generado expectativas y nos ayudó a estimular el trabajo en equipo.

La autora de esta nota, exponiendo en el Plenario de Japón,en noviembre del año pasado.

Por Sebastián Paz ZavalíaIngeniero. Gerente general de Aguas de Santiago e entiende por teledetección a la adquisición

de información sobre un objeto sin estar en contacto físico con él. La palabra es una

traducción latina de los términos en inglés remote sensing, ideados a principio de los ‘60 para desig-nar cualquier medio de observación remota. Una definición consensuada y más específica significa la detección de la superficie de la Tierra desde el espacio haciendo uso de las propiedades de las ondas electromagnéticas emitidas, reflejadas o di-fractadas por los objetos, con el propósito de me-jorar el manejo de los recursos naturales, el uso del suelo y la protección del ambiente.

Según estas definiciones los sensores o dispositivos de medición ubicados en plataformas espaciales (satelitales o aéreas) llevan a cabo una medición de la energía que proviene de la Tierra (incluyendo a la atmósfera). Las fuentes de energía primaria de nuestro sistema son el Sol y la temperatura propia de nuestro planeta, por lo que cada objeto terrestre emite, refleja o difracta una cantidad de energía, de-nominada radiancia (1), que depende de sus propie-dades físicas. A esta señal de respuesta, captada por el sensor en todo el espectro electromagnético, propia de cada objeto, se la denomina firma espec-tral del mismo.

En consecuencia las distintas clases de ocupación del suelo o coberturas de la superficie terrestre co-mo, por ejemplo, la vegetación y las superficies de agua tienen una firma espectral que los caracteriza.

Por lo tanto, una firma espectral característica de un tipo de cobertura no sólo puede, entonces, ser detectada a través de la teledetección, sino que se la puede discriminar o diferenciar de entre otras coberturas terrestres.

Las imágenes digitales que nos entregan estos sen-sores remotos son la representación gráfica de da-tos correspondientes a mediciones que, en general, están dispuestos en una matriz digital de n filas por m columnas, según el tamaño de la escena captura-da por el sensor. Cada celda de esta matriz se de-nomina píxel y contiene un número digital que ex-presa el valor de la energía capturada. El valor digital de cada píxel se representa gráficamente en un monitor a través de una “escala de grises” (2) que asignan el color negro para el valor “cero” y el color blanco para el “valor máximo” de radiancias medidas en cada banda o rango espectral. Como los sensores registran mediciones en más de un rango o “banda” espectral del espectro electromag-nético tendremos, entonces, más de un valor para cada píxel y tantas matrices (o imágenes monocro-máticas) como bandas espectrales posea el sensor.

Si asignamos tres de estas bandas (imágenes mo-nocromáticas) a los canales de un monitor cromáti-co, es decir los canales rojo, verde y azul, obtendre-mos en pantalla una imagen cromática o color. Dependerá de la asignación de bandas correspon-dientes asignadas a dichos canales la interpreta-ción final de los colores de la imagen resultante.

Por Álvaro SoldanoInvestigador Responsable del Programa de SensoresRemotos y Sistemas de Información Geográfica (INA) La teledetección es una herramienta tecnológica

indispensable para reducir en forma significativa

la incertidumbre sobre la evolución hidrológica

de una cuenca.

Page 14: Revista Hyria

14Tecnología

15Tecnología

EL APORTE DE LO TECNOLÓGICO

La teledetección evoluciona a la par del desarrollo tecnológico. Por lo tanto, presenta ventajas y limita-ciones propias de la tecnología. Dentro de sus prin-cipales ventajas podemos destacar su proceso de medición, que al ser remoto, no modifica las condi-ciones físicas del objeto que se desea medir, su ho-mogeneidad en las condiciones de adquisición (las órbitas de los satélites son controladas constante-mente), la posibilidad de observación a distintas es-calas cartográficas, la frecuencia de observación de un mismo punto terrestre o “revisita” satelital (medida en minutos, días, semanas según el sensor satelital), su formato digital (transformación que se realiza en forma simultánea a la captura de energía por parte del sensor) y, principalmente, su visión si-nóptica que, en un instante, realiza una medición de una variable distribuida geográficamente, así como su capacidad de medición en regiones fuera del ran-go visible del espectro electromagnético.

No obstante, esta tecnología presenta también limi-taciones dadas por las modificaciones que introduce la atmósfera (nubes, partículas y aerosoles) en los valores de energía que mide el sensor respecto de los valores a nivel de la superficie terrestre, también limitaciones por las resoluciones espaciales (tamaño del menor objeto que se puede discernir en la ima-gen) y temporal (el tiempo de revisita del satélite a veces no alcanza para poder observar un fenómeno natural). Otra limitación es la necesidad de validar y calibrar los valores medidos a nivel del sensor con los valores medidos a nivel del terreno.

Pese a enunciar algunas de las limitaciones de esta tecnología, la misma exhibe un espectacular desarro-llo orientado a resolver cada una de las mismas. En ese sentido, uno de los grandes impactos que tiene la teledetección sobre la ciencia y la técnica es, justa-mente, el aporte de un proceso continuo de optimi-zación y mejora de los procesos de medición. El otro gran aporte es, en consecuencia, la posibilidad de realizar una medición de las variables asociadas a procesos naturales y humanos en escalas que van de lo local a lo global.

LA TELEDETECCIÓN APLICADA A LA HIDROLOGÍA

La Hidrología en su definición más simple es la cien-cia que estudia la distribución, cuantificación y utili-zación de los recursos hídricos que están disponi-bles en el globo terrestre. Estos recursos se distribuyen en la atmósfera, la superficie terrestre y las coberturas del suelo. Para llevar a cabo dicho es-tudio se necesita contar con mediciones y datos so-bre ellos.

Tradicionalmente, para poder conocer y caracteri-zar hidrológicamente una cuenca hidrográfica se necesita de una red hidrométrica que mida sus parámetros físicos (ver Hydria Nº 9, pag 6). Tanto más ajustada será esta caracterización cuanto más densa sea esta red de medición. La obtención de esta información es muy costosa a nivel de inver-sión humana, temporal y económica. A partir de la aplicación de la teledetección al estudio de los procesos hidrológicos se ha reducido notablemen-

Notas

[1] Se define como radiancia “L” al flujo radiante por unidad de ángulo sólido, que sale de una superficie emisora en una dirección dada, por unidad de área en esa dirección (sus unidades son W/sr-¹). El concepto de radiancia se corresponde con el de brillo. Gran parte de la teledetección tiene que ver con el flujo radiante que abandona determinadas superficies emisoras en dirección al sensor (EuroMET).

[2] En las imágenes o “mapas de grises” de los dispositivos gráficos, cada píxel se codifica mediante un conjunto de bits (dígitos expresa-dos en potencias de base binaria) de longitud determinada, por ejemplo, puede codificarse un píxel con un byte (8 bits), de manera que cada píxel admite 256 variaciones (28 variaciones con repetición de 2 valores posibles, “1” ó “0”, en un bit tomados de 8 en 8).

[3] Datos satelitales suministrados al INA gratuitamente por CONAE para su uso en emergencias.

[4] ERS 1 y 2, y Envisat pertenecen a la Agencia Espacial Europea (ESA), Radarsat a la Agencia Espacial de Canadá (CSA) y Alos a la Agencia Espacial Japonesa (Jaxa).

[5] La propiedad dieléctrica o “permitividad relativa” de un medio continuo es una propiedad macroscópica. Cuando un material dieléctrico, en presencia de humedad, reemplaza los vacíos entre conductores, se produce su polarización.

[6] La misión SAOCOM contempla 2 plataformas satelitales, 1A y 1B. Cada una contará con un radar de apertura sintética (SAR) en banda L como instrumento principal, así como cámaras en el rango óptico. La misión SAOCOM forma parte, junto con la Agencia Espacial Italiana (ASI) del Sistema Italo-Argentino de Satélites para la Gestión de Emergencias (SIASGE), conjunto de nueve satélites especialmente dedicados a la gestión de emergencias.

[7] International Charter Space & Major Disasters (www.disasters.org)

Con la teledetección al

estudio de los procesos

hidrológicos se ha

reducido notablemente

la realización de

cartografía hidrográfica,

ya que se considera

que una imagen satelital

representa el “mapa

más actualizado” de

un espacio geográfico.

Las imágenes satelitales (3) pueden provenir de sensores satelitales “pasivos” o “acti-vos”, según que capturen la energía electromagnética reflejada por la superficie terres-tre ó emitan su propio haz energético y reciban la energía de la señal retrodispersada. Al primer grupo corresponden los sensores multiespectrales tales como el MMRS del satélite argentino SAC-C, la serie Landsat, la serie Spot, entre otros. En este grupo también existen también aquellos que trabajan en la región de las microondas y se los denomina sensores de tecnología radar pasivos.

Al grupo de los sensores activos pertenecen los de tecnología SAR (Radar de Amplitud Sintética). De este grupo se procesa información satelital de los sensores de las series ERS 1 y 2, Radarsat, Envisat, Alos y otros (4).

Por otro lado, los sensores activos de tecnología radar miden en la región del espectro electromagnético de las longitudes de onda denominadas “microondas”. En particular, los que operan en el rango de longitudes de la banda “L” (longitud de onda de aproximada-mente 23cm), son muy sensibles a los cambios en las propiedades dieléctricas (5) de las superficies observadas y también por su longitud de onda logran atravesar la atmósfera sin mayores perturbaciones. Esta característica hace de los sensores satelitales de tecno-logía SAR un instrumento ideal para la detección de humedad en el suelo, a nivel superficial y sub superficial. Actualmente, el INA está colaborando en el desarrollo de esta tecnología dentro de la nueva misión satelital de la Comisión Nacional de Activida-des Espaciales (CONAE): la serie de sensores satelitales SAR, denominada SAOCOM (6).

UNA MIRADA DESDE EL ESPACIO

El INA ha realizado la administración de proyectos de la Carta Internacional El Espacio y las grandes catástrofes (7). Esta Carta ha sido fundada la agencia espacial francesa (CNES) y la agencia espacial de Canadá (CSA) en el año 2000. Desde el año 2003, por iniciativa de la agencia espacial argentina (CONAE), nuestro país forma parte de esta iniciativa. Actualmente, la mayoría de las agencias espaciales y los organismos cientí-ficos de relevancia internacional son miembros de la misma. La finalidad de “La Car-ta” es asistir a las comunidades con productos satelitales en situaciones de catástro-fe. El INA ha participado hasta la fecha en diez ocasiones como administrador de proyecto para eventos desastrosos por inundaciones ocurridos en Argentina (3 veces) y países de Latinoamérica: Bolivia (2 veces), Ecuador, Colombia, Venezuela, El Salva-dor y Chile. Para ello se han desarrollado productos satelitales de utilidad para asistir a las sociedades latinoamericanas que afrontan eventos de emergencia por déficit o excesos hídricos.

LA CARTA INTERNACIONAL

te la realización de cartografía hidrográfica, siendo que se considera que una imagen satelital repre-senta el “mapa más actualizado” de un espacio geográfico.

Esta tecnología aporta un dato relevante para el co-nocimiento de una cuenca hidrográfica o un cuerpo de agua, como es la medición de la distribución es-pacial del agua a nivel superficial. La periodicidad de estas mediciones permite realizar un análisis de la variación temporal de esta distribución. El análisis de las series de datos satelitales históricas nos per-mite conocer la variación de esta cobertura a través del tiempo e inferir la dinámica de los procesos hí-dricos superficiales.

LA TELEDETECCIÓN Y LOS SISTEMAS DE ALERTA

La medida con mayor probabilidad de tener éxito en la prevención y alerta temprana de eventos hídricos extremos (inundación/sequía) es la observación sis-temática, continúa y analítica de una cuenca, ya que reduce en forma significativa la incertidumbre sobre su posible evolución hidrológica. Estas actividades están corporizadas en los sistemas de alerta hidro-lógico (ver Hydria Nº 11, pag 14).

Las características de la teledetección para su apli-cación en la temática hidrológica la configuran co-mo una herramienta tecnológica indispensable pa-ra complementar a dichos sistemas en sus etapas operativas de prevención, gestión y mitigación de eventos de excesos hídricos o inundaciones y déficit hídricos o estiajes (en cursos de agua) o se-quías (en cuencas).

En la etapa de prevención o alerta temprana los productos satelitales aportan información al carac-terizar espacialmente, para una determinada fecha, situaciones hidrológicas de inundación ó sequía (mapas de inundación, por ejemplo), al detectar cambios significativos a través del tiempo en la co-bertura de agua en superficie (mapas de detección de cambios) y al inferir la dinámica de los procesos hídricos presentes en una cuenca hidrográfica (mapa de frecuencia relativa de agua en superficie).

En la etapa de gestión de una emergencia hídrica, los productos satelitales aportan mapas actualiza-

dos que ponen en evidencia el alcance de la afecta-ción y que, al conocer información sobre el evento, permiten inferir su posible evolución (Ver Los ma-pas satelitales).

En la etapa de mitigación, a partir del procesamien-to de los datos satelitales se pueden generar datos para la configuración de modelos hidrológicos e hi-drodinámicos y, de mayor relevancia aún, se pueden desarrollar análisis espaciales para la detección de zonas susceptibles a inundación (áreas de mayor predisposición al anegamiento). Este último produc-to sólo se ha desarrollado en nuestro país a partir de técnicas tradicionales de la ingeniería que, dado sus elevados costos, su prolongando tiempo de ela-boración y su relativa rapidez a tornarse obsoleto asociada al crecimiento urbano, no han permitido que la mayoría de nuestros centros urbanos carez-can de una zonificación de zonas inundables.

INFORMACIÓN Y PLANIfiCACIÓN TERRITORIAL

La teledetección, los sistemas de información geográfica y las técnicas de evaluación multicrite-rio integradas al estudio espacial de un espacio geográfico urbano o rural permiten reducir sustan-cialmente el costo de la elaboración de esta carto-grafía. Los mapas de susceptibilidad a inundación y de vulnerabilidad asociada son factibles de ela-borar con las metodologías enumeradas.

La integración y análisis de estos mapas dan como resultado un mapa de riesgo hídrico. Esta cartogra-fía de riesgo habilita a la sociedad organizada a le-gislar sobre el uso y ocupación de la tierra. Tam-bién, es uno de insumos para la toma de decisión en la elaboración de planes de contingencia, docu-mentos que reglamentan sobre los pasos a seguir a fin de minimizar la afectación de la población an-te eventos hídricos extremos.

Finalmente, esta cartografía es la base del modelo espacial necesario para simular escenarios, evaluar alternativas y definir criterios para seleccionar las soluciones óptimas para la mejor planificación del territorio nacional. •

Imagen de detección de cambios, mostrando en el grisado que muestra la flecha las áreas anegadas. Ecuador. Marzo de 2008. Datos satelitales del sensor ENVISAT/ASAR (ESA).

La integración y análisis de los mapas elaborados

a partir de la teledetección (mapas de susceptibilidad

y vulnerabilidad) dan como resultado un mapa de

riesgo hídrico, que habilitan a la sociedad organizada

a legislar sobre el uso y ocupación de la tierra.

Page 15: Revista Hyria

14Tecnología

15Tecnología

EL APORTE DE LO TECNOLÓGICO

La teledetección evoluciona a la par del desarrollo tecnológico. Por lo tanto, presenta ventajas y limita-ciones propias de la tecnología. Dentro de sus prin-cipales ventajas podemos destacar su proceso de medición, que al ser remoto, no modifica las condi-ciones físicas del objeto que se desea medir, su ho-mogeneidad en las condiciones de adquisición (las órbitas de los satélites son controladas constante-mente), la posibilidad de observación a distintas es-calas cartográficas, la frecuencia de observación de un mismo punto terrestre o “revisita” satelital (medida en minutos, días, semanas según el sensor satelital), su formato digital (transformación que se realiza en forma simultánea a la captura de energía por parte del sensor) y, principalmente, su visión si-nóptica que, en un instante, realiza una medición de una variable distribuida geográficamente, así como su capacidad de medición en regiones fuera del ran-go visible del espectro electromagnético.

No obstante, esta tecnología presenta también limi-taciones dadas por las modificaciones que introduce la atmósfera (nubes, partículas y aerosoles) en los valores de energía que mide el sensor respecto de los valores a nivel de la superficie terrestre, también limitaciones por las resoluciones espaciales (tamaño del menor objeto que se puede discernir en la ima-gen) y temporal (el tiempo de revisita del satélite a veces no alcanza para poder observar un fenómeno natural). Otra limitación es la necesidad de validar y calibrar los valores medidos a nivel del sensor con los valores medidos a nivel del terreno.

Pese a enunciar algunas de las limitaciones de esta tecnología, la misma exhibe un espectacular desarro-llo orientado a resolver cada una de las mismas. En ese sentido, uno de los grandes impactos que tiene la teledetección sobre la ciencia y la técnica es, justa-mente, el aporte de un proceso continuo de optimi-zación y mejora de los procesos de medición. El otro gran aporte es, en consecuencia, la posibilidad de realizar una medición de las variables asociadas a procesos naturales y humanos en escalas que van de lo local a lo global.

LA TELEDETECCIÓN APLICADA A LA HIDROLOGÍA

La Hidrología en su definición más simple es la cien-cia que estudia la distribución, cuantificación y utili-zación de los recursos hídricos que están disponi-bles en el globo terrestre. Estos recursos se distribuyen en la atmósfera, la superficie terrestre y las coberturas del suelo. Para llevar a cabo dicho es-tudio se necesita contar con mediciones y datos so-bre ellos.

Tradicionalmente, para poder conocer y caracteri-zar hidrológicamente una cuenca hidrográfica se necesita de una red hidrométrica que mida sus parámetros físicos (ver Hydria Nº 9, pag 6). Tanto más ajustada será esta caracterización cuanto más densa sea esta red de medición. La obtención de esta información es muy costosa a nivel de inver-sión humana, temporal y económica. A partir de la aplicación de la teledetección al estudio de los procesos hidrológicos se ha reducido notablemen-

Notas

[1] Se define como radiancia “L” al flujo radiante por unidad de ángulo sólido, que sale de una superficie emisora en una dirección dada, por unidad de área en esa dirección (sus unidades son W/sr-¹). El concepto de radiancia se corresponde con el de brillo. Gran parte de la teledetección tiene que ver con el flujo radiante que abandona determinadas superficies emisoras en dirección al sensor (EuroMET).

[2] En las imágenes o “mapas de grises” de los dispositivos gráficos, cada píxel se codifica mediante un conjunto de bits (dígitos expresa-dos en potencias de base binaria) de longitud determinada, por ejemplo, puede codificarse un píxel con un byte (8 bits), de manera que cada píxel admite 256 variaciones (28 variaciones con repetición de 2 valores posibles, “1” ó “0”, en un bit tomados de 8 en 8).

[3] Datos satelitales suministrados al INA gratuitamente por CONAE para su uso en emergencias.

[4] ERS 1 y 2, y Envisat pertenecen a la Agencia Espacial Europea (ESA), Radarsat a la Agencia Espacial de Canadá (CSA) y Alos a la Agencia Espacial Japonesa (Jaxa).

[5] La propiedad dieléctrica o “permitividad relativa” de un medio continuo es una propiedad macroscópica. Cuando un material dieléctrico, en presencia de humedad, reemplaza los vacíos entre conductores, se produce su polarización.

[6] La misión SAOCOM contempla 2 plataformas satelitales, 1A y 1B. Cada una contará con un radar de apertura sintética (SAR) en banda L como instrumento principal, así como cámaras en el rango óptico. La misión SAOCOM forma parte, junto con la Agencia Espacial Italiana (ASI) del Sistema Italo-Argentino de Satélites para la Gestión de Emergencias (SIASGE), conjunto de nueve satélites especialmente dedicados a la gestión de emergencias.

[7] International Charter Space & Major Disasters (www.disasters.org)

Con la teledetección al

estudio de los procesos

hidrológicos se ha

reducido notablemente

la realización de

cartografía hidrográfica,

ya que se considera

que una imagen satelital

representa el “mapa

más actualizado” de

un espacio geográfico.

Las imágenes satelitales (3) pueden provenir de sensores satelitales “pasivos” o “acti-vos”, según que capturen la energía electromagnética reflejada por la superficie terres-tre ó emitan su propio haz energético y reciban la energía de la señal retrodispersada. Al primer grupo corresponden los sensores multiespectrales tales como el MMRS del satélite argentino SAC-C, la serie Landsat, la serie Spot, entre otros. En este grupo también existen también aquellos que trabajan en la región de las microondas y se los denomina sensores de tecnología radar pasivos.

Al grupo de los sensores activos pertenecen los de tecnología SAR (Radar de Amplitud Sintética). De este grupo se procesa información satelital de los sensores de las series ERS 1 y 2, Radarsat, Envisat, Alos y otros (4).

Por otro lado, los sensores activos de tecnología radar miden en la región del espectro electromagnético de las longitudes de onda denominadas “microondas”. En particular, los que operan en el rango de longitudes de la banda “L” (longitud de onda de aproximada-mente 23cm), son muy sensibles a los cambios en las propiedades dieléctricas (5) de las superficies observadas y también por su longitud de onda logran atravesar la atmósfera sin mayores perturbaciones. Esta característica hace de los sensores satelitales de tecno-logía SAR un instrumento ideal para la detección de humedad en el suelo, a nivel superficial y sub superficial. Actualmente, el INA está colaborando en el desarrollo de esta tecnología dentro de la nueva misión satelital de la Comisión Nacional de Activida-des Espaciales (CONAE): la serie de sensores satelitales SAR, denominada SAOCOM (6).

UNA MIRADA DESDE EL ESPACIO

El INA ha realizado la administración de proyectos de la Carta Internacional El Espacio y las grandes catástrofes (7). Esta Carta ha sido fundada la agencia espacial francesa (CNES) y la agencia espacial de Canadá (CSA) en el año 2000. Desde el año 2003, por iniciativa de la agencia espacial argentina (CONAE), nuestro país forma parte de esta iniciativa. Actualmente, la mayoría de las agencias espaciales y los organismos cientí-ficos de relevancia internacional son miembros de la misma. La finalidad de “La Car-ta” es asistir a las comunidades con productos satelitales en situaciones de catástro-fe. El INA ha participado hasta la fecha en diez ocasiones como administrador de proyecto para eventos desastrosos por inundaciones ocurridos en Argentina (3 veces) y países de Latinoamérica: Bolivia (2 veces), Ecuador, Colombia, Venezuela, El Salva-dor y Chile. Para ello se han desarrollado productos satelitales de utilidad para asistir a las sociedades latinoamericanas que afrontan eventos de emergencia por déficit o excesos hídricos.

LA CARTA INTERNACIONAL

te la realización de cartografía hidrográfica, siendo que se considera que una imagen satelital repre-senta el “mapa más actualizado” de un espacio geográfico.

Esta tecnología aporta un dato relevante para el co-nocimiento de una cuenca hidrográfica o un cuerpo de agua, como es la medición de la distribución es-pacial del agua a nivel superficial. La periodicidad de estas mediciones permite realizar un análisis de la variación temporal de esta distribución. El análisis de las series de datos satelitales históricas nos per-mite conocer la variación de esta cobertura a través del tiempo e inferir la dinámica de los procesos hí-dricos superficiales.

LA TELEDETECCIÓN Y LOS SISTEMAS DE ALERTA

La medida con mayor probabilidad de tener éxito en la prevención y alerta temprana de eventos hídricos extremos (inundación/sequía) es la observación sis-temática, continúa y analítica de una cuenca, ya que reduce en forma significativa la incertidumbre sobre su posible evolución hidrológica. Estas actividades están corporizadas en los sistemas de alerta hidro-lógico (ver Hydria Nº 11, pag 14).

Las características de la teledetección para su apli-cación en la temática hidrológica la configuran co-mo una herramienta tecnológica indispensable pa-ra complementar a dichos sistemas en sus etapas operativas de prevención, gestión y mitigación de eventos de excesos hídricos o inundaciones y déficit hídricos o estiajes (en cursos de agua) o se-quías (en cuencas).

En la etapa de prevención o alerta temprana los productos satelitales aportan información al carac-terizar espacialmente, para una determinada fecha, situaciones hidrológicas de inundación ó sequía (mapas de inundación, por ejemplo), al detectar cambios significativos a través del tiempo en la co-bertura de agua en superficie (mapas de detección de cambios) y al inferir la dinámica de los procesos hídricos presentes en una cuenca hidrográfica (mapa de frecuencia relativa de agua en superficie).

En la etapa de gestión de una emergencia hídrica, los productos satelitales aportan mapas actualiza-

dos que ponen en evidencia el alcance de la afecta-ción y que, al conocer información sobre el evento, permiten inferir su posible evolución (Ver Los ma-pas satelitales).

En la etapa de mitigación, a partir del procesamien-to de los datos satelitales se pueden generar datos para la configuración de modelos hidrológicos e hi-drodinámicos y, de mayor relevancia aún, se pueden desarrollar análisis espaciales para la detección de zonas susceptibles a inundación (áreas de mayor predisposición al anegamiento). Este último produc-to sólo se ha desarrollado en nuestro país a partir de técnicas tradicionales de la ingeniería que, dado sus elevados costos, su prolongando tiempo de ela-boración y su relativa rapidez a tornarse obsoleto asociada al crecimiento urbano, no han permitido que la mayoría de nuestros centros urbanos carez-can de una zonificación de zonas inundables.

INFORMACIÓN Y PLANIfiCACIÓN TERRITORIAL

La teledetección, los sistemas de información geográfica y las técnicas de evaluación multicrite-rio integradas al estudio espacial de un espacio geográfico urbano o rural permiten reducir sustan-cialmente el costo de la elaboración de esta carto-grafía. Los mapas de susceptibilidad a inundación y de vulnerabilidad asociada son factibles de ela-borar con las metodologías enumeradas.

La integración y análisis de estos mapas dan como resultado un mapa de riesgo hídrico. Esta cartogra-fía de riesgo habilita a la sociedad organizada a le-gislar sobre el uso y ocupación de la tierra. Tam-bién, es uno de insumos para la toma de decisión en la elaboración de planes de contingencia, docu-mentos que reglamentan sobre los pasos a seguir a fin de minimizar la afectación de la población an-te eventos hídricos extremos.

Finalmente, esta cartografía es la base del modelo espacial necesario para simular escenarios, evaluar alternativas y definir criterios para seleccionar las soluciones óptimas para la mejor planificación del territorio nacional. •

Imagen de detección de cambios, mostrando en el grisado que muestra la flecha las áreas anegadas. Ecuador. Marzo de 2008. Datos satelitales del sensor ENVISAT/ASAR (ESA).

La integración y análisis de los mapas elaborados

a partir de la teledetección (mapas de susceptibilidad

y vulnerabilidad) dan como resultado un mapa de

riesgo hídrico, que habilitan a la sociedad organizada

a legislar sobre el uso y ocupación de la tierra.

Page 16: Revista Hyria

uáles son, a nivel internacional, las ins-tancias de apoyo para la gestión del agua o del ambiente?

El Fondo Mundial para el Ambiente (GEF) (ver Un fondo mundial) es el mecanismo financiero que aporta la cooperación internacional para el desa-rrollo de todos los temas ambientales. Está com-puesto por 177 miembros. En una Asamblea, que se reúne cada 4 años, se definen las principales lí-neas de acción del GEF y se estipula cuáles serán las donaciones que hará cada país.

¿Esas donaciones son voluntarias?Exactamente. En la última reunión, que se realizó en Sudáfrica en 2006, se decidió la IV reposición de re-cursos del Fondo, que asciende a 130 millones de dólares, que van a ser asignados en el cuatrieño 2006-2010. El GEF constituye el principal conducto de cooperación internacional para el ambiente. Ade-más, hay muchos esfuerzos que hacen los países desarrollados que, además del dinero que aportan al GEF, financian otros proyectos que sean de su in-terés, entre ellos el agua y el cambio climático.

¿Cómo se toman las decisiones en el GEF?Además de la Asamblea, tenemos un Consejo Eje-cutivo, que se reúne 2 veces por año, y una Secre-taría. En la Asamblea participan todos los países,

pero en el Consejo participan sólo 32, ya que la re-presentación es por Circunscripción. En este mo-mento el delegado de Chile es nuestro represen-tante. La Circunscripción hace una reunión previa, para que el delegado lleve la posición del grupo al Consejo. La última reunión se realizó en Lima en abril, y allí se expusieron nuestras prioridades: darle mayor importancia a los proyectos para la adaptación al cambio climático y para la transfe-rencia de tecnología; que se dé prioridad a los programas de pequeñas donaciones, ya que son proyectos que están destinados a ayudar a las co-munidades de base, por lo que tienen un gran im-pacto especialmente en zonas pobres; y pedimos el apoyo a los proyectos que están siendo solicita-dos, como el Freplata (con Uruguay) y el del Gran Chaco Americano (con Paraguay y Bolivia).

¿En qué medida América Latina recibe este tipo de apoyo financiero?Hay una equidad regional en la forma en que se distribuyen los fondos. Pero a veces en Latinoamé-rica tenemos que hacer ver que somos países en desarrollo, porque muchas veces las medidas es-tán enfocadas a los países más pobres del mundo. Pero en áreas como el cambio climático nos consi-deramos particularmente vulnerables y por eso queremos recibir una cooperación acorde.

17Relaciones internacionales16

Tecnología

MAPA DE FRECUENCIAS RELATIVAS DE AGUA SUPERFICIALProducto satelital de Frecuencias Relativas de Agua en Superficie, área de estudio en Pehuajó (Bs. As.) (Proyecto INA-INTA).

Los mapas satelitales

DESBORDES DEL ANTIGUO CAUCE DEL RÍO BERMEJOProducto satelital para emergencias: Provincia de Chaco. Zona del Impenetrable. Desborde del río Teuco e Inundación del río Bermejito en marzo de 2008 (INA-CONAE).

SUCEPTIBILIDAD A INUNDACIÓNGoya, Provincia de Corrientes. Alta Muy Alta

IMAGEN DIGITAL: es una imagen que ha sido discretizada en coordenadas espaciales y en brillo. Una imagen digital puede considerarse como una matriz cuyos índices de la fila y columna identifican un punto en la imagen y el correspondiente valor del elemento de la matriz que identifica el nivel de intensidad de luz en ese punto.

PÍXEL: acrónimo del inglés “Picture element”, es el mínimo elemento de detalle discernible que el sistema sensor puede captar, y determina la "resolución" espacial que tendrá la imagen.

Glosario

Cuenca hidrográfica en la Zona de PehuajóPcia. de Buenos Aires

Frecuencia = 0%0% <F <=20%20% <F <=40%40% <F <=60%6% <F <=80%80% <F <=100%

“Todo incentivo a la cooperación aleja las hipótesis de eventuales conflictos”

CREADO POCO ANTES DE LA CUMBRE DE LA TIERRA EN RÍO DE JANEIRO, EN 1992, EL FONDO PARA EL MEDIO

AMBIENTE MUNDIAL (GEF) CONSTITUYE LA HERRAMIENTA FINANCIERA MÁS IMPORTANTE PARA EL SECTOR.

LAS DONACIONES PROVIENEN DEL APORTE VOLUNTARIO DE LOS PAÍSES DESARROLLADOS. ACTUALMENTE

NUESTRO PAÍS ESTÁ EJECUTANDO 15 PROYECTOS COMPARTIDOS Y 17 DOMÉSTICOS.

¿C

Entrevista con la Embajadora María Esther BondanzaDirectora General de Asuntos Ambientales de la Cancillería Argentina

UN FONDO MUNDIAL

Conocido por sus siglas en inglés (GEF: Global Envi-ronment Facility) el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) fue creado en 1991 para ayudar a los países en desarrollo a generar programas de protección del medioambiente con beneficios glo-bales y promoción de medios de vida sustentables en comunidades locales. Desde su creación, ha promovido más de mil trescientos proyectos en 140 países.

“Además de la financiación de Proyectos —especi-fica Bondanza— hay un apartado especial para financiar las acciones de un país para que pueda cumplir con una convención. Argentina, para la pre-paración de los informes nacionales para el cambio climático (ya se presentaron 2, y vamos por el terce-ro) recibió una financiación especial del GEF”.

El GEF está enfocado a 6 temas ambientales complejos:l Biodiversidadl Cambio climáticol Aguas internacionalesl Degradación del suelol Capa de ozonol Contaminantes orgánicos persistentes.

En cada país el GEF tiene 2 puntos focales. En Ar-gentina, el responsable operacional es el Subsecre-tario de Planificación y Política Ambiental, de la Secretaría de Ambiente, José María Musmeci, y el punto focal político es la Dirección General de Asuntos Ambientales de la Cancillería, a cargo de la Embajadora Bondanza.

Page 17: Revista Hyria

uáles son, a nivel internacional, las ins-tancias de apoyo para la gestión del agua o del ambiente?

El Fondo Mundial para el Ambiente (GEF) (ver Un fondo mundial) es el mecanismo financiero que aporta la cooperación internacional para el desa-rrollo de todos los temas ambientales. Está com-puesto por 177 miembros. En una Asamblea, que se reúne cada 4 años, se definen las principales lí-neas de acción del GEF y se estipula cuáles serán las donaciones que hará cada país.

¿Esas donaciones son voluntarias?Exactamente. En la última reunión, que se realizó en Sudáfrica en 2006, se decidió la IV reposición de re-cursos del Fondo, que asciende a 130 millones de dólares, que van a ser asignados en el cuatrieño 2006-2010. El GEF constituye el principal conducto de cooperación internacional para el ambiente. Ade-más, hay muchos esfuerzos que hacen los países desarrollados que, además del dinero que aportan al GEF, financian otros proyectos que sean de su in-terés, entre ellos el agua y el cambio climático.

¿Cómo se toman las decisiones en el GEF?Además de la Asamblea, tenemos un Consejo Eje-cutivo, que se reúne 2 veces por año, y una Secre-taría. En la Asamblea participan todos los países,

pero en el Consejo participan sólo 32, ya que la re-presentación es por Circunscripción. En este mo-mento el delegado de Chile es nuestro represen-tante. La Circunscripción hace una reunión previa, para que el delegado lleve la posición del grupo al Consejo. La última reunión se realizó en Lima en abril, y allí se expusieron nuestras prioridades: darle mayor importancia a los proyectos para la adaptación al cambio climático y para la transfe-rencia de tecnología; que se dé prioridad a los programas de pequeñas donaciones, ya que son proyectos que están destinados a ayudar a las co-munidades de base, por lo que tienen un gran im-pacto especialmente en zonas pobres; y pedimos el apoyo a los proyectos que están siendo solicita-dos, como el Freplata (con Uruguay) y el del Gran Chaco Americano (con Paraguay y Bolivia).

¿En qué medida América Latina recibe este tipo de apoyo financiero?Hay una equidad regional en la forma en que se distribuyen los fondos. Pero a veces en Latinoamé-rica tenemos que hacer ver que somos países en desarrollo, porque muchas veces las medidas es-tán enfocadas a los países más pobres del mundo. Pero en áreas como el cambio climático nos consi-deramos particularmente vulnerables y por eso queremos recibir una cooperación acorde.

17Relaciones internacionales16

Tecnología

MAPA DE FRECUENCIAS RELATIVAS DE AGUA SUPERFICIALProducto satelital de Frecuencias Relativas de Agua en Superficie, área de estudio en Pehuajó (Bs. As.) (Proyecto INA-INTA).

Los mapas satelitales

DESBORDES DEL ANTIGUO CAUCE DEL RÍO BERMEJOProducto satelital para emergencias: Provincia de Chaco. Zona del Impenetrable. Desborde del río Teuco e Inundación del río Bermejito en marzo de 2008 (INA-CONAE).

SUCEPTIBILIDAD A INUNDACIÓNGoya, Provincia de Corrientes. Alta Muy Alta

IMAGEN DIGITAL: es una imagen que ha sido discretizada en coordenadas espaciales y en brillo. Una imagen digital puede considerarse como una matriz cuyos índices de la fila y columna identifican un punto en la imagen y el correspondiente valor del elemento de la matriz que identifica el nivel de intensidad de luz en ese punto.

PÍXEL: acrónimo del inglés “Picture element”, es el mínimo elemento de detalle discernible que el sistema sensor puede captar, y determina la "resolución" espacial que tendrá la imagen.

Glosario

Cuenca hidrográfica en la Zona de PehuajóPcia. de Buenos Aires

Frecuencia = 0%0% <F <=20%20% <F <=40%40% <F <=60%6% <F <=80%80% <F <=100%

“Todo incentivo a la cooperación aleja las hipótesis de eventuales conflictos”

CREADO POCO ANTES DE LA CUMBRE DE LA TIERRA EN RÍO DE JANEIRO, EN 1992, EL FONDO PARA EL MEDIO

AMBIENTE MUNDIAL (GEF) CONSTITUYE LA HERRAMIENTA FINANCIERA MÁS IMPORTANTE PARA EL SECTOR.

LAS DONACIONES PROVIENEN DEL APORTE VOLUNTARIO DE LOS PAÍSES DESARROLLADOS. ACTUALMENTE

NUESTRO PAÍS ESTÁ EJECUTANDO 15 PROYECTOS COMPARTIDOS Y 17 DOMÉSTICOS.

¿C

Entrevista con la Embajadora María Esther BondanzaDirectora General de Asuntos Ambientales de la Cancillería Argentina

UN FONDO MUNDIAL

Conocido por sus siglas en inglés (GEF: Global Envi-ronment Facility) el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) fue creado en 1991 para ayudar a los países en desarrollo a generar programas de protección del medioambiente con beneficios glo-bales y promoción de medios de vida sustentables en comunidades locales. Desde su creación, ha promovido más de mil trescientos proyectos en 140 países.

“Además de la financiación de Proyectos —especi-fica Bondanza— hay un apartado especial para financiar las acciones de un país para que pueda cumplir con una convención. Argentina, para la pre-paración de los informes nacionales para el cambio climático (ya se presentaron 2, y vamos por el terce-ro) recibió una financiación especial del GEF”.

El GEF está enfocado a 6 temas ambientales complejos:l Biodiversidadl Cambio climáticol Aguas internacionalesl Degradación del suelol Capa de ozonol Contaminantes orgánicos persistentes.

En cada país el GEF tiene 2 puntos focales. En Ar-gentina, el responsable operacional es el Subsecre-tario de Planificación y Política Ambiental, de la Secretaría de Ambiente, José María Musmeci, y el punto focal político es la Dirección General de Asuntos Ambientales de la Cancillería, a cargo de la Embajadora Bondanza.

Page 18: Revista Hyria

18Relaciones internacionales

LA MATRÍCULA EN LAS CARRERAS DE INGENIERÍA SE REDUJO A PARTIR DE MEDIADOS DE LOS 90, LLEGANDO EN LA ACTUALIDAD A MENOS DE UN 8% DEL TOTAL DE INSCRIPTOS. DE ESE PORCENTAJE, MUY POCOS SON LOS QUE CORRESPONDEN A LAS GEOCIENCIAS. EN SANTA FE, LA FACULTAD DE INGENIERÍA LANZÓ UN PROGRAMA DE PROMOCIÓN DE ESTUDIOS DE INGENIERÍA QUE CONVOCÓ EL APOYO DE DISTINTAS ORGANISMOS Y EMPRESAS.

L

19Formación

a recuperación económica que experimentó la Argentina en los últimos años, luego del estan-camiento sufrido hacia finales de la década de

los noventa, generó un incremento en la deman-da de recursos humanos formados en el área de la ingeniería.

Actualmente, la dimensión ambiental que se incor-pora en las políticas a nivel mundial, así como el reconocimiento en nuestro país de la importancia del desarrollo de la inversión en obra pública e in-fraestructura de servicios —como una forma de mejorar la calidad de vida y generar mayor compe-titividad económica y social— pone a los ingenie-ros y, principalmente, a aquellos relacionados con los recursos naturales y la producción energética, en un lugar estratégico para el país (1).

El rol que les compete a estos profesionales se po-ne en evidencia, entre otros aspectos, al notar la crisis energética actual, que obliga al gobierno a solicitar a las empresas un uso más limitado de energía, con los efectos de baja de la productivi-dad que eso conlleva o al pasar revista a los dia-rios más importantes del país que anuncian que las empresas relacionadas con la industria, el transporte, los servicios públicos, la minería y la construcción tienen problemas para encontrar per-sonal, especialmente técnicos e ingenieros.

Los fenómenos climáticos que vive el planeta y las consecuencias, en muchos casos desastrosas, que ello acarrea, también constituyen un problema en el que la intervención de ingenieros especialistas es necesaria.

Sin embargo, y a pesar de lo antedicho, el número de estudiantes que registra esta disciplina es ac-tualmente escaso en relación con las necesidades que presenta el país. Según datos estadísticos del Ministerio de Educación de la Nación las carreras de ingeniería convocaron a un 7,9 % del total de los ingresantes universitarios en el año 2007. Este porcentaje se distribuye entre una gran variedad de ofertas de carreras, donde la mayor porción de alumnos se concentra en la rama de la ingeniería electrónica, la industrial o la agronómica, pero de-cae en las relacionadas con las geociencias.

Al pensar en el origen de este problema, es impo-sible no reconocer como una de las causas las va-riaciones de las oportunidades laborales que sur-gen del contexto económico y de las políticas públicas. Lamentablemente, resulta una tarea difí-cil remontar los efectos del neoliberalismo imple-mentado por el gobierno argentino durante la dé-cada de los noventa, que vació prácticamente de estudiantes las aulas de las de las facultades de ingeniería.

Por Ana Bacolla y Mariana RomanattiÁrea de Comunicación de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas (FICH) Universidad Nacional del Litoral

LOS NÚMEROS DE SANTA FE

La FICH, único centro de estudios en su tipo en el país, nace el 13 de mayo de 1970 como Departa-mento de Hidrología General y Aplicada, con el objetivo de dar respuesta a la necesidad de ingenieros que tenía la región, debido al importan-te desarrollo de obras de infraestructura vincula-das a los recursos hídricos.

En 1982 se registró el mayor número de inscriptos a la carrera de Ingeniería en Recursos Hídricos: 125 alumnos. En el período 1978-1985, la Facultad logra el promedio más alto de ingresantes por año –97 inscriptos–, pero la matrícula comienza a decaer en 1996, registrándose un promedio de 36 ingresantes en el período 1986-1991 y de 23 alumnos a partir de 1992.

Actualmente, la formación académica de grado en ingeniería que ofrece la FICH consta de cuatro carreras: Ingeniería en Recursos Hídricos, Ambien-tal, Informática y Agrimensura, siendo la primera la que menor número de inscriptos tiene y, paradójicamente, la que mayores posibilidades laborales ofrece.

LOS PROYECTOS DEL AGUA

En el sitio oficial del GEF (www.gefweb.com) figuran 7 proyectos para Argentina en el rubro Aguas Interna-cionales. Uno de ellos doméstico, 5 regionales (uno de ellos en preparación) y uno global. Entre parénte-sis se indica el presupuesto en dólares aportado por el GEF y la agencia ejecutora del programa.

Proyecto en Argentina: Prevención de la contaminación costera y manejo sus-tentable de pesqueras (8,7 millones - Banco Mundial)

Proyectos regionales: Programa de acciones estratégicas para la cuenca binacional del Río Bermejo (3,22 millones - PNUMA)

Programa de acciones estratégicas para la cuenca binacional del Río Bermejo. Fase 2. (11,04 millones -PNUMA)

Protección ambiental y manejo sustentable del Acuí-fero Guaraní. (13,94 millones - Banco Mundial)

Protección ambiental del Río de la Plata y su frente marítimo. (6,00 millones - PNUD)

Reducción y prevención de la polución basal en el Río de la Plata (3,00 millones - PNUD)

Proyecto global: Creación de organismos para asistir a países en desa-rrollo para reducir la transferencia de organismos acuáticos nocivos en aguas de lastre en embarcacio-nes. (6,38 millones - PNUD)

“SOMOS PARTICULARMENTE VULNERABLES AL CAMBIO CLIMÁTICO”

Se ha reconocido en los foros internacionales que trabajan sobre cambio climático que hay dos tipos de acciones que se tienen que llevar a cabo: una son las acciones de mitigación, que si bien interesan a toda la comunidad, están a cargo de los países desarrollados, y que consiste en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Si bien todos los países tenemos que contribuir a reducir las emisiones, el Protocolo de Kyoto establece obligaciones cuatificadas que son sólo para los desarrollados.

Pero además hay otra categoría de acciones que son las llamadas de adaptación, son las que tenemos que hacer nosotros para encarar las consecuencias adversas del cam-bio climático. Si el cambio climático va a provocar crecidas de los ríos, y en consecuen-cia, inundaciones, debemos ver cómo enfrentamos estas situaciones.

¿En el tema de aguas internacionales, el apoyo apunta a destrabar conflictos, fortalecer la gestión o a algún otro objetivo de este tipo?En general se busca la gestión sustentable de los recursos y su preservación de la contaminación. Y cuando se trata de cuencas compartidas se busca por supuesto un manejo coordinado. Toda vez que se establecen reglas de coordinación para recursos compartidos se está reforzando la actitud coopera-tiva de los países. Es obvio que todo aquello que

incentiva la cooperación aleja las hipótesis de eventuales conflictos.

El tema de aguas tiene mucha prioridad y, además, es un área de interés para el mundo. Argentina tie-ne recursos hídricos importantes y, en consecuen-cia, es beneficiaria de varios proyectos para el sec-tor (ver Los proyectos del agua).

¿Cuáles son los criterios de elegilibilidad de un proyecto?El criterio general es que los proyectos contribuyan al mejoramiento del ambiente en general y que au-menten la capacidad de los países para manejar esas problemáticas. Para nosotros tiene que contri-buir al desarrollo sustentable.

¿Cuáles son las condiciones que pone el fondo para financiar un proyecto?En primer término, que el proyecto esté dentro de las áreas que se han definido como prioritarias; en se-gundo lugar que tenga el aval del país y tercero que coincida con los criterios establecidos por el mismo Fondo, por ejemplo la preservación de recursos de la contaminación, el manejo compartido, el manteni-miento de la biodiversidad o los aspectos sociales.

En cuanto a la manara de ejecutarlos hay muchísi-mas variantes. Cuando se trata de proyectos regio-nales tiene que haber una agencia ejecutora, que puede ser el PNUD o el PNUMA (1), especialmente en aquellos proyectos donde priman los aspectos técnicos, o el Banco Mundial, que está a cargo de los proyectos más grandes. También hay casos en que las mismas comunidades de base tienen la responsabilidad de su ejecución, más allá de la función de estas agencias.

Además de los que están en marcha, ¿qué otros proyectos serían interesantes, según su criterio, para que fueran financiados con este tipo de me-canismos?De los que tenemos, son todos importantes. A mí me gustaría que se pudieran aumentar los programas de las pequeñas y medianas donaciones. Argentina está en un programa piloto de medianas donaciones que ha tenido mucho éxito, ya que hubo una gran res-puesta a la convocatoria. A mí me hubiera gustado poder financiar más que los 19 proyectos selecciona-dos. Además, me gustaría que temas como las mejo-

[1] PNUD: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo; PNUMA: Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.

Notas

Un país que necesita ingenieros

ras de vida en las montañas o el manejo de los re-cursos hídricos tuvieran mayor apoyo, y me refiero especialmente a la región del Noroeste argentino, ya que la Cuenca del Plata está recibiendo un apoyo im-portante.

¿El financiamiento también está destinado al forta-lecimiento institucional?Para nosotros el fortalecimiento institucional es prio-ritario, pero los grandes proyectos tienen varios componentes y, uno de ellos, es el fortalecimiento institucional. Es sumamente importante que la gente se capacite en el marco de un proyecto porque si no, cuando éste finaliza, los beneficios obtenidos no se pueden mantener en el tiempo.

Nuestro país tuvo determinadas políticas de estado que fueron apoyadas por organismos internaciona-les, como por ejemplo la privatización de servicios. ¿Este tipo de financiamiento implica fortalecer al-gún tipo de posición política en el país receptor?No. Son los países los que lideran la ejecución de los proyectos. Sería inadmisible que se pretendiera influir sobre las políticas internas. En estos proyec-tos las decisiones son tomadas por los gobiernos; en primer término cuando se diseña el proyecto, ya que el mismo está en relación con la política del go-bierno y, en segundo lugar, en la ejecución, ya que siempre el país va a controlar o monitorear esa eje-cución. La decisión de los gobiernos está siempre preservada. •

Page 19: Revista Hyria

18Relaciones internacionales

LA MATRÍCULA EN LAS CARRERAS DE INGENIERÍA SE REDUJO A PARTIR DE MEDIADOS DE LOS 90, LLEGANDO EN LA ACTUALIDAD A MENOS DE UN 8% DEL TOTAL DE INSCRIPTOS. DE ESE PORCENTAJE, MUY POCOS SON LOS QUE CORRESPONDEN A LAS GEOCIENCIAS. EN SANTA FE, LA FACULTAD DE INGENIERÍA LANZÓ UN PROGRAMA DE PROMOCIÓN DE ESTUDIOS DE INGENIERÍA QUE CONVOCÓ EL APOYO DE DISTINTAS ORGANISMOS Y EMPRESAS.

L

19Formación

a recuperación económica que experimentó la Argentina en los últimos años, luego del estan-camiento sufrido hacia finales de la década de

los noventa, generó un incremento en la deman-da de recursos humanos formados en el área de la ingeniería.

Actualmente, la dimensión ambiental que se incor-pora en las políticas a nivel mundial, así como el reconocimiento en nuestro país de la importancia del desarrollo de la inversión en obra pública e in-fraestructura de servicios —como una forma de mejorar la calidad de vida y generar mayor compe-titividad económica y social— pone a los ingenie-ros y, principalmente, a aquellos relacionados con los recursos naturales y la producción energética, en un lugar estratégico para el país (1).

El rol que les compete a estos profesionales se po-ne en evidencia, entre otros aspectos, al notar la crisis energética actual, que obliga al gobierno a solicitar a las empresas un uso más limitado de energía, con los efectos de baja de la productivi-dad que eso conlleva o al pasar revista a los dia-rios más importantes del país que anuncian que las empresas relacionadas con la industria, el transporte, los servicios públicos, la minería y la construcción tienen problemas para encontrar per-sonal, especialmente técnicos e ingenieros.

Los fenómenos climáticos que vive el planeta y las consecuencias, en muchos casos desastrosas, que ello acarrea, también constituyen un problema en el que la intervención de ingenieros especialistas es necesaria.

Sin embargo, y a pesar de lo antedicho, el número de estudiantes que registra esta disciplina es ac-tualmente escaso en relación con las necesidades que presenta el país. Según datos estadísticos del Ministerio de Educación de la Nación las carreras de ingeniería convocaron a un 7,9 % del total de los ingresantes universitarios en el año 2007. Este porcentaje se distribuye entre una gran variedad de ofertas de carreras, donde la mayor porción de alumnos se concentra en la rama de la ingeniería electrónica, la industrial o la agronómica, pero de-cae en las relacionadas con las geociencias.

Al pensar en el origen de este problema, es impo-sible no reconocer como una de las causas las va-riaciones de las oportunidades laborales que sur-gen del contexto económico y de las políticas públicas. Lamentablemente, resulta una tarea difí-cil remontar los efectos del neoliberalismo imple-mentado por el gobierno argentino durante la dé-cada de los noventa, que vació prácticamente de estudiantes las aulas de las de las facultades de ingeniería.

Por Ana Bacolla y Mariana RomanattiÁrea de Comunicación de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas (FICH) Universidad Nacional del Litoral

LOS NÚMEROS DE SANTA FE

La FICH, único centro de estudios en su tipo en el país, nace el 13 de mayo de 1970 como Departa-mento de Hidrología General y Aplicada, con el objetivo de dar respuesta a la necesidad de ingenieros que tenía la región, debido al importan-te desarrollo de obras de infraestructura vincula-das a los recursos hídricos.

En 1982 se registró el mayor número de inscriptos a la carrera de Ingeniería en Recursos Hídricos: 125 alumnos. En el período 1978-1985, la Facultad logra el promedio más alto de ingresantes por año –97 inscriptos–, pero la matrícula comienza a decaer en 1996, registrándose un promedio de 36 ingresantes en el período 1986-1991 y de 23 alumnos a partir de 1992.

Actualmente, la formación académica de grado en ingeniería que ofrece la FICH consta de cuatro carreras: Ingeniería en Recursos Hídricos, Ambien-tal, Informática y Agrimensura, siendo la primera la que menor número de inscriptos tiene y, paradójicamente, la que mayores posibilidades laborales ofrece.

LOS PROYECTOS DEL AGUA

En el sitio oficial del GEF (www.gefweb.com) figuran 7 proyectos para Argentina en el rubro Aguas Interna-cionales. Uno de ellos doméstico, 5 regionales (uno de ellos en preparación) y uno global. Entre parénte-sis se indica el presupuesto en dólares aportado por el GEF y la agencia ejecutora del programa.

Proyecto en Argentina: Prevención de la contaminación costera y manejo sus-tentable de pesqueras (8,7 millones - Banco Mundial)

Proyectos regionales: Programa de acciones estratégicas para la cuenca binacional del Río Bermejo (3,22 millones - PNUMA)

Programa de acciones estratégicas para la cuenca binacional del Río Bermejo. Fase 2. (11,04 millones -PNUMA)

Protección ambiental y manejo sustentable del Acuí-fero Guaraní. (13,94 millones - Banco Mundial)

Protección ambiental del Río de la Plata y su frente marítimo. (6,00 millones - PNUD)

Reducción y prevención de la polución basal en el Río de la Plata (3,00 millones - PNUD)

Proyecto global: Creación de organismos para asistir a países en desa-rrollo para reducir la transferencia de organismos acuáticos nocivos en aguas de lastre en embarcacio-nes. (6,38 millones - PNUD)

“SOMOS PARTICULARMENTE VULNERABLES AL CAMBIO CLIMÁTICO”

Se ha reconocido en los foros internacionales que trabajan sobre cambio climático que hay dos tipos de acciones que se tienen que llevar a cabo: una son las acciones de mitigación, que si bien interesan a toda la comunidad, están a cargo de los países desarrollados, y que consiste en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Si bien todos los países tenemos que contribuir a reducir las emisiones, el Protocolo de Kyoto establece obligaciones cuatificadas que son sólo para los desarrollados.

Pero además hay otra categoría de acciones que son las llamadas de adaptación, son las que tenemos que hacer nosotros para encarar las consecuencias adversas del cam-bio climático. Si el cambio climático va a provocar crecidas de los ríos, y en consecuen-cia, inundaciones, debemos ver cómo enfrentamos estas situaciones.

¿En el tema de aguas internacionales, el apoyo apunta a destrabar conflictos, fortalecer la gestión o a algún otro objetivo de este tipo?En general se busca la gestión sustentable de los recursos y su preservación de la contaminación. Y cuando se trata de cuencas compartidas se busca por supuesto un manejo coordinado. Toda vez que se establecen reglas de coordinación para recursos compartidos se está reforzando la actitud coopera-tiva de los países. Es obvio que todo aquello que

incentiva la cooperación aleja las hipótesis de eventuales conflictos.

El tema de aguas tiene mucha prioridad y, además, es un área de interés para el mundo. Argentina tie-ne recursos hídricos importantes y, en consecuen-cia, es beneficiaria de varios proyectos para el sec-tor (ver Los proyectos del agua).

¿Cuáles son los criterios de elegilibilidad de un proyecto?El criterio general es que los proyectos contribuyan al mejoramiento del ambiente en general y que au-menten la capacidad de los países para manejar esas problemáticas. Para nosotros tiene que contri-buir al desarrollo sustentable.

¿Cuáles son las condiciones que pone el fondo para financiar un proyecto?En primer término, que el proyecto esté dentro de las áreas que se han definido como prioritarias; en se-gundo lugar que tenga el aval del país y tercero que coincida con los criterios establecidos por el mismo Fondo, por ejemplo la preservación de recursos de la contaminación, el manejo compartido, el manteni-miento de la biodiversidad o los aspectos sociales.

En cuanto a la manara de ejecutarlos hay muchísi-mas variantes. Cuando se trata de proyectos regio-nales tiene que haber una agencia ejecutora, que puede ser el PNUD o el PNUMA (1), especialmente en aquellos proyectos donde priman los aspectos técnicos, o el Banco Mundial, que está a cargo de los proyectos más grandes. También hay casos en que las mismas comunidades de base tienen la responsabilidad de su ejecución, más allá de la función de estas agencias.

Además de los que están en marcha, ¿qué otros proyectos serían interesantes, según su criterio, para que fueran financiados con este tipo de me-canismos?De los que tenemos, son todos importantes. A mí me gustaría que se pudieran aumentar los programas de las pequeñas y medianas donaciones. Argentina está en un programa piloto de medianas donaciones que ha tenido mucho éxito, ya que hubo una gran res-puesta a la convocatoria. A mí me hubiera gustado poder financiar más que los 19 proyectos selecciona-dos. Además, me gustaría que temas como las mejo-

[1] PNUD: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo; PNUMA: Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.

Notas

Un país que necesita ingenieros

ras de vida en las montañas o el manejo de los re-cursos hídricos tuvieran mayor apoyo, y me refiero especialmente a la región del Noroeste argentino, ya que la Cuenca del Plata está recibiendo un apoyo im-portante.

¿El financiamiento también está destinado al forta-lecimiento institucional?Para nosotros el fortalecimiento institucional es prio-ritario, pero los grandes proyectos tienen varios componentes y, uno de ellos, es el fortalecimiento institucional. Es sumamente importante que la gente se capacite en el marco de un proyecto porque si no, cuando éste finaliza, los beneficios obtenidos no se pueden mantener en el tiempo.

Nuestro país tuvo determinadas políticas de estado que fueron apoyadas por organismos internaciona-les, como por ejemplo la privatización de servicios. ¿Este tipo de financiamiento implica fortalecer al-gún tipo de posición política en el país receptor?No. Son los países los que lideran la ejecución de los proyectos. Sería inadmisible que se pretendiera influir sobre las políticas internas. En estos proyec-tos las decisiones son tomadas por los gobiernos; en primer término cuando se diseña el proyecto, ya que el mismo está en relación con la política del go-bierno y, en segundo lugar, en la ejecución, ya que siempre el país va a controlar o monitorear esa eje-cución. La decisión de los gobiernos está siempre preservada. •

Page 20: Revista Hyria
Page 21: Revista Hyria

21Formación

En este sentido, a la idea del “ingeniero taxista”, que aún persiste en el imaginario de los jóvenes, se suma la percepción de que estas carreras ofre-cen un nivel de dificultad mayor que otras, un pla-zo más largo de estudio, que en muchos casos no están dispuestos a afrontar.

Un desafío necesario es procurar que la ingeniería no sea considerada como una disciplina que de-manda más esfuerzos que recompensas, sino como una oportunidad de crecimiento personal y profe-sional. Esta es una tarea que requiere el mayor de los compromisos por parte de las instituciones educativas, del gobierno y de las empresas.

EL PROYECTO DE LA FICH

En este contexto, la Facultad de Ingeniería y Cien-cias Hídricas (FICH) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) decidió compartir esta preocupación e ir en busca de apoyo para promover el estudio de la ingeniería.

Así, a fines de 2006 y durante el 2007, la Facultad —que funciona en la ciudad de Santa Fe— inició

una campaña que combina la difusión de su oferta académica en diferentes escuelas del país con la búsqueda de empresas e instituciones que apadri-nen a jóvenes interesados en estudiar las carreras de Ingeniería en Recursos Hídricos e Ingeniería Am-biental.

El apoyo de las instituciones y empresas se mani-fiesta a través del otorgamiento de becas, que el alumno percibe mensualmente a lo largo del cursa-do de su carrera y, en algunos casos, se comple-menta con un convenio a través del cual la entidad le asegura al estudiante un puesto laboral en el mo-mento en que se gradúe.

Esta acción se implementó en el marco del Progra-ma Padrinos de la UNL, cuyo objetivo es fortalecer las relaciones entre la Universidad, las empresas y las instituciones. La variante respecto a lo que se venía implementando es que en el caso de la Facul-tad los aportes vienen destinados al fin específico de otorgan becas de estudio.

A través de esta campaña la FICH adhirió a esta ini-ciativa a seis organismos públicos y privados, entre

Notas

[1] Esto se evidencia en políticas manifiestas del gobierno nacional en los últimos años, un ejemplo de ello es el Plan estratégico Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación "Bicentenario" (2006-2010).

los cuales se encuentra el Departamento Provincial de Aguas (DPA) de Río Negro. El DPA nos invitó a difundir la carrera en diferentes escuelas de la pro-vincia con el compromiso de brindar apoyo econó-mico a los estudiantes que decidieran estudiar en Santa Fe y de insertarlos laboralmente en el DPA al cabo de su formación profesional.

El apoyo económico que se brinda a los estudiantes consiste en becas al mérito y benefician a los alum-nos que mejor se hayan desempeñado en la escue-la secundaria. Esta iniciativa, favorece actualmente a ocho ingresantes del ciclo lectivo 2008, cifra que la FICH espera superar en el año próximo. •

Estudiantes becados por el Departamento Provincial de Aguas de Río Negro, con el decano y vicedecana de la FICH, Mario Schreider y Marta Pujol.

Fabián Cabeza, becario:

Seguramente no hubiese podido seguir estudiando, esta beca cambió mi situación y posibilitó que venga a Santa Fe desde Río Negro. Además me aseguró un trabajo para cuando vuelva”.

“Yo no tenía claro qué carrera seguir. Sabía que era una ingeniería, pero no estaba seguro del área a elegir. A raíz de las charlas que nos dieron me interesé en la carrera Ingeniería en Recursos Hídricos, por la demanda laboral y por las muchas posibilidades de ejercer la profesión”.

“Santiago Lemos, becario:

Page 22: Revista Hyria

22Autoridades

“Donde falta la comunicación crecen los mitos”

REPRESENTANTE DE LAS ÁREAS DE AMBIENTE E HÍDRICA EN SU

PROVINCIA, EL TITULAR DEL INSTITUTO CORRENTINO DEL

SECTOR FUE DESIGNADO PRESIDENTE DEL COHIFE, CONSEJO

HÍDRICO FEDERAL. LA APUESTA ESTÁ EN MEJORAR EL DIÁLOGO

ENTRE AMBOS SECTORES Y FORTALECER LOS ORGANISMOS DE

GESTIÓN, TANTO A NIVEL PROVINCIAL COMO NACIONAL.

L as áreas de agua y ambiente suelen tener un diálogo difícil. Usted representa a ambos sectores en su provincia, ¿cómo influyó eso

en su designación como presidente del COHIFE?A veces se necesita un nexo entre las dos áreas, y en Corrientes el agua y el ambiente están dentro de una misma institución (Instituto Correntino del Agua y del Ambiente). Ese fue uno de los motivos de mi designación y hemos aceptado el desafío, ya que no se puede dividir ambas temáticas: el am-biente y el agua conforman una unidad. Pero ade-más, fuimos uno de los organismos fundadores del COHIFE y estamos dispuestos a trabajar para obte-ner el reconocimiento jurídico del organismo y para lograr un fortalecimiento de los organismos provin-ciales y también de la Nación.

Entre las áreas de agua y ambiente, ¿hay miradas diferentes basadas en la formación profesional o en los objetivos de la gestión? Como en todos los órdenes de gobierno, nadie quie-re perder información, somos muy individualistas en la forma de trabajar. Cuesta trabajar en equipo, y eso hay que motivarlo. Esto no se puede resolver con un decreto del Poder Ejecutivo de cada provincia. No creo que los organismos puedan unirse en todas las

Entrevista con Mario RujanaIngeniero. Presidente del COHIFE

provincias, pero lo que tenemos que lograr es traba-jar en conjunto. Los compartimentos estancos no sir-ven. Va a costar mucho, porque hay recelos por per-der espacios, pero tenemos que hacerlo, y tendremos que poner en juego la habilidad de cada uno para juntarse con las demás áreas sin perder espacios.

Los Principios Rectores de Política Hídrica reco-miendan una autoridad única para el agua en cada provincia. ¿El COHIFE apoyará esto?Siempre vamos a seguir bregando por eso, pero sigo sosteniendo que en los casos en que ello no se pue-da lograr hay que apuntar a trabajar en conjunto en-tre las distintas áreas. Va a ser un proceso largo, pe-ro el espíritu es ése.

Estamos alentando también la conformación de co-mités interjurisdiccionales de cuencas. Hace poco, por ejemplo, se constituyó el del Río Juramento, en-tre Salta y Santiago del Estero.

¿Las inundaciones, la erosión y el acceso de la po-blación al agua potable constituyen hoy los princi-pales problemas hídricos del país?Sí, pero yo le agregaría un tema más, que es la cali-dad del recurso en cuanto a la presencia de algas, que se da en todos los ríos que tienen presas. Tene-mos poco caudal, aumento de temperaturas y un ex-ceso de nutrientes. Eso provoca conflictos con el sa-bor del agua potable. Este problema deriva -según los especialistas en el tema- de la falta de tratamiento de líquidos cloacales, de los agroquímicos utilizados en la agricultura y de los sedimentos, entre otros fac-tores. En consecuencia debemos estudiarlo a nivel de cuencas, con participación de todos los actores.

¿Los conflictos por los diferentes usos del agua se van a acrecentar?No podemos hacer producción destruyendo todo, ni

hacer preservación a ultranza. El agua es un recurso para la producción y también para el paisaje, para la promoción del turismo. Para la gestión debemos pro-fundizar el conocimiento sobre la calidad y la dispo-nibilidad del recurso. Es por ello que debemos mejo-rar los sistemas de medición. Hoy existen muchos organismos que miden, pero tenemos que integrarlos en una red, incluso la red nacional debería seguir in-corporando estaciones en las provincias. El país vie-ne de tener un estado ausente durante muchos años y necesitamos tiempo poner en orden estas cosas.

¿Faltan profesionales en el sector?Hay un déficit importante de toda la cadena de profe-sionales en el sector, desde ingenieros hasta técni-cos, tanto en las provincias como en la Nación. Son más de 10 años que las carreras técnicas tienen poca población. ¿De qué vale tener presupuestos sino te-nemos inspectores de obras? Tenemos que alentar a los estudiantes para que ingresen a estas carreras, y alentarlos para que luego se queden en el estado.(ver nota página 19 de esta edición)

Los Principios Rectores también subrayan la parti-cipación de la población. ¿Cómo evalúa este aspec-to de la gestión?No estamos incentivando a la gente a participar. Te-nemos un gran déficit en este tema. La gente no par-ticipa pero luego reclama ante el estado. Es necesa-rio que la población se involucre, incluso cuando está de acuerdo con algo. Tenemos que abordar el problema de cómo comunicar, y en ello nos tenemos que valer de profesionales de la comunicación. Don-de no hay comunicación crecen los mitos. •

Última Asamblea del COHIFE, en Chubut,donde se designó a Rujana como presidente del organismo.

Page 23: Revista Hyria

22Autoridades

“Donde falta la comunicación crecen los mitos”

REPRESENTANTE DE LAS ÁREAS DE AMBIENTE E HÍDRICA EN SU

PROVINCIA, EL TITULAR DEL INSTITUTO CORRENTINO DEL

SECTOR FUE DESIGNADO PRESIDENTE DEL COHIFE, CONSEJO

HÍDRICO FEDERAL. LA APUESTA ESTÁ EN MEJORAR EL DIÁLOGO

ENTRE AMBOS SECTORES Y FORTALECER LOS ORGANISMOS DE

GESTIÓN, TANTO A NIVEL PROVINCIAL COMO NACIONAL.

L as áreas de agua y ambiente suelen tener un diálogo difícil. Usted representa a ambos sectores en su provincia, ¿cómo influyó eso

en su designación como presidente del COHIFE?A veces se necesita un nexo entre las dos áreas, y en Corrientes el agua y el ambiente están dentro de una misma institución (Instituto Correntino del Agua y del Ambiente). Ese fue uno de los motivos de mi designación y hemos aceptado el desafío, ya que no se puede dividir ambas temáticas: el am-biente y el agua conforman una unidad. Pero ade-más, fuimos uno de los organismos fundadores del COHIFE y estamos dispuestos a trabajar para obte-ner el reconocimiento jurídico del organismo y para lograr un fortalecimiento de los organismos provin-ciales y también de la Nación.

Entre las áreas de agua y ambiente, ¿hay miradas diferentes basadas en la formación profesional o en los objetivos de la gestión? Como en todos los órdenes de gobierno, nadie quie-re perder información, somos muy individualistas en la forma de trabajar. Cuesta trabajar en equipo, y eso hay que motivarlo. Esto no se puede resolver con un decreto del Poder Ejecutivo de cada provincia. No creo que los organismos puedan unirse en todas las

Entrevista con Mario RujanaIngeniero. Presidente del COHIFE

provincias, pero lo que tenemos que lograr es traba-jar en conjunto. Los compartimentos estancos no sir-ven. Va a costar mucho, porque hay recelos por per-der espacios, pero tenemos que hacerlo, y tendremos que poner en juego la habilidad de cada uno para juntarse con las demás áreas sin perder espacios.

Los Principios Rectores de Política Hídrica reco-miendan una autoridad única para el agua en cada provincia. ¿El COHIFE apoyará esto?Siempre vamos a seguir bregando por eso, pero sigo sosteniendo que en los casos en que ello no se pue-da lograr hay que apuntar a trabajar en conjunto en-tre las distintas áreas. Va a ser un proceso largo, pe-ro el espíritu es ése.

Estamos alentando también la conformación de co-mités interjurisdiccionales de cuencas. Hace poco, por ejemplo, se constituyó el del Río Juramento, en-tre Salta y Santiago del Estero.

¿Las inundaciones, la erosión y el acceso de la po-blación al agua potable constituyen hoy los princi-pales problemas hídricos del país?Sí, pero yo le agregaría un tema más, que es la cali-dad del recurso en cuanto a la presencia de algas, que se da en todos los ríos que tienen presas. Tene-mos poco caudal, aumento de temperaturas y un ex-ceso de nutrientes. Eso provoca conflictos con el sa-bor del agua potable. Este problema deriva -según los especialistas en el tema- de la falta de tratamiento de líquidos cloacales, de los agroquímicos utilizados en la agricultura y de los sedimentos, entre otros fac-tores. En consecuencia debemos estudiarlo a nivel de cuencas, con participación de todos los actores.

¿Los conflictos por los diferentes usos del agua se van a acrecentar?No podemos hacer producción destruyendo todo, ni

hacer preservación a ultranza. El agua es un recurso para la producción y también para el paisaje, para la promoción del turismo. Para la gestión debemos pro-fundizar el conocimiento sobre la calidad y la dispo-nibilidad del recurso. Es por ello que debemos mejo-rar los sistemas de medición. Hoy existen muchos organismos que miden, pero tenemos que integrarlos en una red, incluso la red nacional debería seguir in-corporando estaciones en las provincias. El país vie-ne de tener un estado ausente durante muchos años y necesitamos tiempo poner en orden estas cosas.

¿Faltan profesionales en el sector?Hay un déficit importante de toda la cadena de profe-sionales en el sector, desde ingenieros hasta técni-cos, tanto en las provincias como en la Nación. Son más de 10 años que las carreras técnicas tienen poca población. ¿De qué vale tener presupuestos sino te-nemos inspectores de obras? Tenemos que alentar a los estudiantes para que ingresen a estas carreras, y alentarlos para que luego se queden en el estado.(ver nota página 19 de esta edición)

Los Principios Rectores también subrayan la parti-cipación de la población. ¿Cómo evalúa este aspec-to de la gestión?No estamos incentivando a la gente a participar. Te-nemos un gran déficit en este tema. La gente no par-ticipa pero luego reclama ante el estado. Es necesa-rio que la población se involucre, incluso cuando está de acuerdo con algo. Tenemos que abordar el problema de cómo comunicar, y en ello nos tenemos que valer de profesionales de la comunicación. Don-de no hay comunicación crecen los mitos. •

Última Asamblea del COHIFE, en Chubut,donde se designó a Rujana como presidente del organismo.

Page 24: Revista Hyria