Revista Athene 18

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La revista de medioambiente Athene se edita por A.N.I.D.A. (Asociación Naturalista para la Investigación y Defensa del Altiplano) y es patrocinada por el Excmo. Ayuntamiento de Yecla (Concejalía de Desarrollo Sostenible y Medio ambiente).

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SUMARIOEDITORIAL.....................................................................................................................HA SIDO NOTICIA:

Por Antonio García Serrano.................................................................................OBSERVATORIO

Por Carmelo Lara Soler.......................................................................................PALEONTOLOGÍA: Pectínidos miocénicos de Yecla.

Por Daniel Andrés Díaz.......................................................................................MICOLOGÍA: Apuntes sobre setas (hongos) en el término municipal de Yecla.

Por José Ramón Díaz Juan..................................................................................FAUNA: El Búho chico (Asio otus L.) en Yecla.

Por Francisco José Carpena Chinchilla, Julián Castaño Soriano yCarmelo Lara Soler..............................................................................................

HISTORIA: Notas históricas para conocer la evolución y desaparición de un montepúblico: los Charquillos y Canalizos de Yecla (Siglos XVIII, XIX y XX).Por Francisco José Carpena Chinchilla...............................................................

MOVILIDAD SOSTENIBLE I: Yecla-Santomera, una autovía inútil y costosa.Por Antonio García Serrano.................................................................................

MOVILIDAD SOSTENIBLE II: Propuestas para mejorar los desplazamientos a lospolígonos industriales de Yecla.Por Antonia García Navarro. Delegada Comarcal de CC.OO. - Altiplano.....................

CERRO DEL CASTILLO: El Cerro del Castillo de Yecla: Valores ecológicos ymedioambientales. Propuestas para un uso racional.Por Sergio Marco Castaño...................................................................................

ARQUEOLOGÍA: Arqueología y fauna (IV): La liebre de los Torrejones.Por Liborio Ruiz Molina......................................................................................

DESARROLLO SOSTENIBLE: Desarrollo sostenible, territorio y biodiversidad.Por Carmelo Lara Soler........................................................................................

ENERGÍA: Una aproximación a la energía solar fotovoltaica en cubiertas deconstrucciones industriales del municipio de Yecla.Por José García Serrano.......................................................................................

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FICHA TÉCNICA

Portada: Coprinus comatus. (Foto: J. R. Díaz).Contraportada: Sapo partero común (Alytes obstetricans) (Foto: A. García).Edita y coordina: Asociación Naturalista para la Investigación y Defensa del Altiplano (A.N.I.D.A.).Dirección: C/ Esteban Díaz, 52 - Entresuelo AComposición e Impresión: Quattro impresoresDepósito legal: MU-895-1992ISSN: 1698-5656Impreso en papel reciclado 100%. Tirada 800 ejemplares. Número de Revista 18. Noviembre 2008.©De la edición: Asociación Naturalista para la Investigación y Defensa del Altiplano (A.N.I.D.A.).©De los textos: Los autores.© De las imágenes, planos y dibujos: Los autores.NOTA: La Asociación Naturalista para la Investigación y Defensa del Altiplano no se hace respon-sable de las opiniones, afirmaciones y contenidos de cada uno de los artículos a excepción de la edi-torial y de los firmados por la propia asociación.

Socio de Honor de A.N.I.D.A.Joaquín Araújo

web: http://anidayecla.blogspot.com e-mail: [email protected]

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El modelo económico actual, con una ideade crecimiento ilimitado y perpetuo, ha permiti-do la creación de una burbuja inmobiliaria queha desembocado en una grave crisis financiera aescala global. Los recursos financieros mundia-les, que parecen tan escasos para atender elhambre, la pobreza, las epidemias, el medioambiente, etc., se tornan ahora extremadamentegenerosos para salvar el sistema bancario entodo el planeta. Las paradojas inherentes del sis-tema económico actual, que inevitablemente,más pronto que tarde, deberemos corregir, hanpermitido que durante años, la inmensa mayoríade los presidentes de las grandes empresas nor-teamericanas de la banca hayan demostrado unegoísmo inusual al adjudicarse durante añosstock options que les reportaron enormes ganan-cias, al mismo tiempo que alimentaban, sinescrúpulos, la burbuja inmobiliaria.

El movimiento ecologista en general y coor-dinadoras como “La Región de Murcia no seVende”, de la que forma parte ANIDA, ya aler-taban y denunciaban años atrás que la economíadel estado español, especialmente en la Regiónde Murcia, se asentaba en un modelo de desarro-llo económico y urbanístico basado en la espe-culación y el ladrillo, espiral que inflaba artifi-cialmente el precio de la vivienda y dañaba losvalores y señas de identidad de la cultura local,el paisaje, los recursos y los espacios naturales,con el enorme riesgo del estallido de la burbujainmobiliaria, supuesto que finalmente ha acon-tecido con consecuencias dramáticas para laseconomías occidentales. Pero ya se sabe, partede la clase política, enmascaró o no quiso ver, yen algunos casos alentó mediante prácticascorruptas, las maniobras especulativas que secrearon en torno al sector inmobiliario.

Los excesos de las políticas neoliberalestambién pasan factura al medio ambiente: cam-bio climático, degradación de los ecosistemas,contaminación, pérdida de biodiversidad, defo-restación masiva, sobreexplotación de los recur-sos naturales, etc. Todos estos problemasmedioambientales, en algunos casos gravísimos,y el efecto combinado de todas ellos, provoca-dos por una excesiva presión del consumohumano sobre los límites físicos que nos impo-nen los ecosistemas, como consecuencia de un

modelo económico de crecimiento expansivo,convergen sobre el horizonte inmediato de nues-tro planeta pudiendo desembocar en una crisisecológica de dimensiones catastróficas. Paraavanzar hacia la sustentabilidad y evitar eldesastre es necesario un cambio radical en elmodelo económico actual de crecimiento ilimi-tado, por una razón más que evidente: La Tierraes finita.

Pero las recetas a la crisis del capitalismoglobal actual que manejan nuestros gobernan-tes, son las mismas de siempre, más crecimien-to económico para paliar los efectos del creci-miento económico, por lo que la obra públicaredentora, entre otras soluciones, bajo el pretex-to del empleo, de los indicadores macroeconó-micos y del crecimiento, continuará dilapidadoel capital natural que nos queda. El asfalto y elhormigón probablemente tomarán el relevo delladrillo y el cemento. Como podremos compro-bar en esta revista nuestro pueblo no está al mar-gen.

No es la primera vez que aludimos al MonteArabí en esta editorial, se tramita en laConsejería competente su declaración comoMonumento Natural. La delimitación propuesta,a todas luces, es insuficiente para la protecciónde todos los valores naturales que encierra y lasalegaciones que ha presentado el Ayuntamientode Yecla tampoco son lo suficientemente gene-rosas con este lugar. Pensamos que, para salva-guardar toda la riqueza que encierra el Arabí:paisaje, flora, fauna, geología, historia, cultura,etc., hace falta establecer unas zonas periféricasde protección amplias, elemento fundamentalpara una adecuada gestión conservacionista eintegral, destinadas a evitar impactos ecológicoso paisajísticos procedentes del exterior. Es unerror delimitar la superficie protegida atendien-do exclusivamente a los límites de la propiedadmunicipal, en vez de atender a las necesidadesreales de los valores a proteger.

Finalmente nos queda agradecer el apoyo dela Concejalía de Desarrollo Sostenible y MedioAmbiente del Ayuntamiento de Yecla a Athene.Sin su apuesta, este número no sería el másextenso de toda su historia y el trabajo altruistade muchas personas no hubiera estado a la dis-posición de todos los yeclanos.

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ATHENE EEDDIITTOORRIIAALL

EDITORIAL

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Noviembre 2007

NATURALEZA ABIERTA EN OTOÑOEl 28 de octubre, inmerso en el programa

de Naturaleza Abierta que oferta ANIDA,unas 46 personas visitaron el Volcán deCancarix y el conjunto arqueológico delTolmo de Minateda. Posteriormente, el 11de noviembre se realizó una excusión aTobarrillas, realizando un recorrido a pie porlos parajes de El Boticario, Pozuelos yJodar, en término municipal de Almansa,donde se pudieron observar grandes ejem-plares de encina. Tanto a la ida como a lavuelta se paró en las “Estepas de Yecla”avistando varios ejemplares de avutarda,sisón y un gavilán.

PRESENTACIÓN ATHENEEl 24 de noviembre, en la Casa

Municipal de Cultura tuvo lugar la presenta-ción de la Revista Athene nº 17, la proyec-ción del montaje audiovisual “Estepas deYecla”, elaborado por miembros de ANIDAy la Conferencia “Las Zonas de Especial

Conservación de Aves (ZEPA): una oportu-nidad para las aves y los agricultores” acargo de Mario Giménez, delegado deSEO/BirdLife en la Comunidad Valenciana.Los aproximadamente 50 asistentes pudie-ron conocer a través del video y la charla losprincipales valores naturales que atesora las“Estepas de Yecla”, que forman parte de laRed Natura 2000, así como la importanciade las ZEPAs y el papel esencial de los agri-cultores en su mantenimiento a través de unaprácticas agrarias compatibles.

Diciembre 2007

CARTA DE AALBORGEn el Pleno Municipal de 3 de diciembre

el Ayuntamiento de Yecla ratificó en todossus términos la Carta de las CiudadesEuropeas hacia la Sostenibilidad (Carta deAalborg) de 1994, así como el Compromiso“Aalborg + 10 Inspiración para el Futuro”de 2004, asumiendo todos sus postulados ypropuestas en materia de desarrollo sosteni-ble. Destacamos algunos de los compromi-

sos adquiridos: Aumentar laparticipación en la toma dedecisiones, consolidar laAgenda 21 y enraizarla en lagestión municipal, reducir elconsumo de energía, ahorraragua, promover y aumentarla biodiversidad, aumentarlas áreas naturales, evitar yreducir los residuos, evitarel crecimiento urbano des-mesurado, priorizando eldesarrollo urbano en laszonas ocupadas, reducir ladependencia del transporteprivado motorizado y pro-mover alternativas de des-plazamiento en transporte

HA SIDO NOTICIAAntonio García Serrano

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Mario Giménez durante la charla remarcó la carencia de ayudas agroam-bientales específicas para las ZEPAs esteparias de la Región de Murciaen el momento de la exposición. (Foto: Antonio García).

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público, peatonal o en bicicleta, incentivarlos mercados hacía los productos locales yregionales y contribuir a mitigar el cambioclimático. Más información enhttp://www.aalborgplus10.dk/media/aal-borg_commitments_spanish_final.pdf.Esperamos que esta vez los compromisossean reales pues la Carta de Aalborg ya fuefirmada por este Ayuntamiento en junio de2002 y lo único que ha cambiado desdeentonces, es que al modelo de crecimiento ygestión de siempre y a la continua degrada-ción medioambiental se le coloca el eslogandesarrollo sostenible.

ALEGACIONES PARQUESFOTOVOLTAICOS

El 28 de diciembre, ANIDA presentóalegaciones en la fase de consultas institu-cionales a dos nuevas Plantas solares foto-voltaicas de 10 Mw. cada una, que se trami-tan en distintos expedientes y están ubicadasen el paraje de los Charquillos, pero que enrealidad se trata de un único proyecto, o loque a efectos prácticos significa que deberí-an contar con una única evaluación deimpacto ambiental que considere los efectosreales del conjunto de instalaciones sobre elmedio físico.

La zona en la que se pretende ubicar laplanta solar es una zona muy quebrada, conimportantes desniveles (en algunos casosmás del 17% y en buena parte del territoriopor encima del 12%), que es atravesada porvarias ramblas (dominio público hidráulico),con un porcentaje muy elevado de parcelascon un inequívoco estado forestal. Alternanlos cultivos compuestos principalmente porolivos, almendros y vid (en muchas ocasio-nes formando terrazas para evitar la fuerteescorrentía), en los que se intercalan multi-tud de ribazos ricos en flora silvestre (algu-nas consideradas especies vulnerables comoTeucrium franchetianum y Thymus funkii yotras de interés especial como Erica multi-flora o Anthyllis lagascana por la legisla-ción regional), algunas de ellas de elevado

porte (coscojas, enebros, espinos) y arbola-do disperso. Todo ese mosaico, más los con-juntos montañosos y las zonas de cultivo tra-dicional del entorno, en un ambiente pocohumanizado, configuran un paisaje de inte-rés relevante. ANIDA considera que una delas principales amenazas para el suelo de lazona es el abandono agrícola, que en ciertamedida está produciéndose, ya que el labo-reo que se practica y los cultivos, favorecenla retención del suelo, es por lo que se preci-sa de una política que contemple la refores-tación de cultivos abandonados en zonasmarginales y ésta es una de las que reúnemayores potencialidades.

Dado lo heterogéneo del territorio objetode la planta solar desde ANIDA se piensaque cada parcela exige un tratamiento dife-renciado y sugiere que las parcelas ocupadaspor vegetación natural, las ramblas, lasincluidas en el Mapa Ecológico de Yecla, lasque albergan hábitats de interés comunitarioy las que poseen un elevado desnivel seanexcluidas del proyecto. No hay nada másincongruente que eliminar la vegetación ennombre de mitigar el cambio climático.También entendemos que es necesario esta-blecer una serie de limitaciones en las parce-las a industrializar, como el respeto a la tota-lidad de los ribazos y setos, el respeto delarbolado y el mantenimiento del actualmosaico parcelario. El olivar presente en lazona es un importante legado de nuestrosantepasados, se trata en su mayoría de arbo-lado de más de cien años que cumple impor-tantes funciones ecológicas, por lo que dadosu amplio marco de plantación y las caracte-rísticas de las mesas fotovoltaicas, ANIDApropone su conservación y su compatibiliza-ción con la planta solar en el caso de llevar-se a cabo.

Por otro lado, una de las justificacionespara la elección de la ubicación de la plantasolar es la disposición del uso de la tierra porparte de la propiedad, afirmación rotunda-mente falsa. También alerta sobre la dimen-sión de la instalación, unas 200 hectáreas, lo

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que supone una verdadera modificación delmodelo de desarrollo territorial del munici-pio, un cambio de uso de suelo de granenvergadura, sin los criterios integrales yparticipativos que definen una verdaderarevisión del planeamiento territorial. Así,considera que se deberían esperar a la apro-bación de un nuevo Plan General Municipalde Ordenación de Yecla, para que sea estequien defina los usos y actividades compati-bles en el suelo rústico.

Para concluir afirma que este proyectode planta solar se plantea en una zona dondelos problemas ambientales que generaráserán numerosos, al margen del un planea-miento territorial integral, sin unaEvaluación Ambiental Estratégica previa ysin haber evaluado posibles alternativas deubicación (Texto completo en:http://anidayecla.blogspot.com).

En relación con las plantas solares foto-voltaicas cabe resaltar que ANIDA ha pre-sentado alegaciones, durante los meses fina-les de 2007, en la fase de Evaluación deImpacto Ambiental a proyectos situados enLos Pajonares, muy cerca del Arabí (Ver HaSido Noticia Athene nº 17) y en la Herradadel Manco. Respecto al proyecto de LosPajonares, la Junta de Gobierno delAyuntamiento de Yecla acordó informar des-favorablemente el expediente de autoriza-ción autonómica en Suelo No Urbanizable,y dar traslado del mismo a la Consejería deObras Públicas, Vivienda y Transportes.

MAPA EÓLICOPoco más de 4 años han pasado desde

que se adoptó por el Pleno Municipal deAyuntamiento de Yecla el acuerdo de llevaracabo la elaboración del Mapa Eólico delTérmino Municipal de Yecla. La propuestade la Concejalía de Desarrollo Sostenible yMedio Ambiente se presentó en la ComisiónInformativa de fecha 19 de diciembre de2007. Se trata de un documento de 27 pági-nas elaborado por el Servicio Municipal deMedio Ambiente en el que tras un amplio

análisis de la energía eólica, su problemáticaambiental y la selección de elementosambientales vulnerables, establece una zoni-ficación del término municipal de Yecla par-tiendo del documento base Mapa Ecológicode Yecla (MEY). Somete a cada uno de losLugares de Interés Ambiental (LIA) delMEY a un análisis de vulnerabilidadambiental por lo que, argumentando que laexclusión automática de todas las zonas conun mínimo de valores ambientales naturalesreportaría a una situación insostenible,incluyen una parte de los LIAs del MEYcomo Zona Incompatible, el resto de LIAscomo Zona de Implantación Condicionada ala declaración de impacto ambiental y elresto del término municipal como ZonaCompatible.(Consultar en www.ayuntamientoyecla.es).

ANIDA, ha sido muy crítica con estapropuesta, pues no cumple sus expectativas,por ello presentó alegaciones ante elAyuntamiento de Yecla el 1 de febrero de2008. Básicamente considera que los LIAsincluidos en el MEY hay que excluirlos de laexplotación eólica; que existen otros aspec-tos a tener en cuenta en la zonificación comolas áreas forestales, corredores ecológicos,las áreas periféricas de protección de losLIAs, las cuencas visuales y paisajísticas,las zonas de interés arqueológico, etc.; quehace falta aplicar criterios de gestión de lademanda y el principio de precaución; quehay que tener en cuenta la distancia de loscentros de producción a los de consumo y lanecesidad de infraestructuras como son lostendidos eléctricos; que hay que establecerdentro de las zonas compatibles diferentesprioridades; etc. Las opiniones, sugerencias,alegaciones y cartografía completas presen-tadas por ANIDA se pueden consultar enhttp://anidayecla.blogspot.com.

La Concejalía de Medio Ambiente yDesarrollo Sostenible se comprometió atrasladar todas las alegaciones presentadasal equipo redactor del Plan GeneralMunicipal de Ordenación.

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Enero 2008

PARQUE EÓLICO EN SIERRA DETOBARRILLAS

El 13 de diciembre de 2006, ANIDA pre-sentó ante el Ayuntamiento de Yecla, moti-vado por la solicitud de autorización autonó-mica de Eledey Murcia SA para la instala-ción del parque eólico de la Sierra deTobarrillas en Suelo No Urbanizable, unaserie de alegaciones intentando paralizar laconstrucción del ya conocido proyecto (VerHa Sido Noticia, Athene nº 15, 16 y 17) porlos importantes daños ambientales que cau-sará. Tras conocer que el 19 de octubre de2007 el Excmo. Sr. Consejero de ObrasPúblicas, Vivienda y Transportes de laComunidad Autónoma de Murcia adoptóResolución autorizando la instalación degeneración de Energía Eléctrica de Origenrenovable, parque eólico en Sierra deLácera, en Suelo No Urbanizable General,en el término municipal de Yecla, sin que endicha resolución se hiciese mención algunaal escrito de alegaciones que en su día pre-sentó ANIDA, ésta remitió un nuevo reque-rimiento, el 7 de enero de 2008, ante el Sr.Director General de Urbanismo, recordán-dole que la autorización de parque eólico enlos Montes de Tobarrillas, dado que sufrióun incendio forestal en 1994, podría vulne-rar el artículo 50.1 de la Ley 43/2003, de 21de noviembre de Montes, modificada por laLey 10/2006, de 28 de abril. Al cierre de laRevista el silencio se mantiene.

Febrero 2008

XXI CAMPAÑA DE REPOBLACIÓNComo viene siendo habitual, alrededor

de 250 personas, participaron en la XXICampaña de Repoblación ForestalAutóctona organizada por ANIDA y elAyuntamiento de Yecla celebrada el domin-go 10 de febrero en los Castillarejos, en con-creto en el antiguo vertedero. Se plantaron

alrededor de 1.300 ejemplares de especiesautóctonas las dos últimas de suelos másdegradados y de características más xeroter-mófilas: 136 sabinas, 324 acebuches, 300efedras, 162 lentiscos, 162 espinos negros,108 espartos y 108 escobillas. También seregalaron al público asistente 162 pinoscarrascos. La zona inicial de reforestacióntuvo que desplazarse unos metros debido alas presiones ejercidas ante el Ayuntamientopor un club de motocross de Yecla y sus pre-tensiones de construir un circuito en parte dela antigua escombrera en Castillarejos.ANIDA, por respeto a los participantes, rea-lizó la actividad como estaba prevista perodejó claro ante todos ellos y Ayuntamientoque no va a quedar pasiva ante esta propues-ta de construcción de circuito si sigue ade-lante.

El 17 de febrero, socios de ANIDA plan-taron en la umbría de los Cerros de la Flor –La Lobera unos 188 ejemplares de sabina y60 encinas.

La supervivencia de esta reforestación alos 7 meses es del 66,2%, desglosando:79,5% sabina, 65,6% acebuche, 72% esco-billa, 56% lentisco, 63% espino negro, 94%esparto y 70,8% efedra. En cuanto a losíndices de supervivencia de la reforestaciónrealizada en 2007 en Castillarejos – Cerro dela Campana en el primer año es la siguiente:81,15% acebuche, 90,6% efedra, y 64%sabina, lo que supone una media del76,36%.

Durante la campaña 2007-2008 lasAsociaciones de Padres y Madres de loscentros educativos de La Pedrera, MiguelOrtuño, Alfonso X, La Paz y el Alba con laColaboración de la Concejalía de MedioAmbiente y Desarrollo Sostenible, han repo-blado con 1.450 especies (sabinas, labiérna-gos y cornicabra) zonas de Castillarejos,Cerro del Castillo y Serral. Se trata de acti-vidades de convivencia y sensibilizaciónambiental más que de repoblaciones siste-máticas.

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LIBRO SOBRE ETNOBOTÁNICAEl 28 de febrero tuvo lugar en el Aula

“Azorín” de la CAM la presentación delVolumen, el nº 9, Las Plantas en la CulturaPopular de la Enciclopedia de la HistoriaNatural de Jumilla y Yecla editada por laSociedad Mediterránea de Historia Natural.Varios son los autores entre los que destacael colaborador de esta revista, FranciscoAlcaraz Ariza, Dr. en Biología de laUniversidad de Murcia. Esta nueva publica-ción en realidad es un amplio catálogo etno-botánico de plantas silvestres y cultivadas,indicando sus usos tradicionales, en laComarca del Altiplano y en las zonas limí-trofes con la provincia de Alicante, Valenciay Albacete.

Marzo 2008

PLAN DE MOVILIDAD SOSTENIBLEEl 3 de marzo del Pleno Municipal del

Ayuntamiento de Yecla aprobó por unanimi-dad tras una propuesta de IU-LV aderezadacon enmiendas de PP y PSOE, la realizaciónde un Plan Municipal de MovilidadSostenible cuyos objetivos más importantesson: La reducción del uso de vehículos decombustión, la racionalización del tránsitodel casco urbano, la peatonalización perma-nente de algunas calles del centro de la ciu-dad y el estudio de la ubicación más idóneade los carriles-bici. Para ello el compromisoes crear un foro de debate con la participa-ción del tejido social. Para ANIDA, quevenía reclamando este Plan desde hace años,las políticas de movilidad deben ser simultá-neamente de disuasión del uso del vehículoa motor mediante los múltiples mecanismosposibles (zona azul, restricciones de acceso,no ampliación y creación de carreteras ypacificación del tráfico, etc.); y, a la vez,estímulo de los medios más favorables(mejoras en el transporte público, con carri-les exclusivos, itinerarios peatonales yciclistas seguros, ampliación de aceras,etc.).

INFORMACIÓN SOBRE AGUAEn un escrito de fecha 5 de marzo,

ANIDA se dirigió a la ConfederaciónHidrográfica del Segura por segunda vezdemandando, en base al grave déficit hídri-co que sufren los acuíferos de la Comarcadel Altiplano, relación actualizada de losaprovechamientos de aguas subterráneasinscritos en los registros oficiales de aguasde la Cuenca del Segura en el término muni-cipal de Yecla y relación de los nuevos son-deos o permisos de investigación que se hanotorgado por dicha ConfederaciónHidrográfica en el último año en el mismomunicipio. En el primer escrito de fecha 26de junio de 2007 y en este segundo ANIDAse acoge a la Ley 27/2006, de 18 de junio,por la que se regulan los derechos de accesoa la información, de participación pública yacceso a la justicia en materia de medioambiente. A cierre de la Revista todavíaseguimos esperando que la transparencia yel cumplimiento de la ley sean algo normal.

PLAN ZEPAEl 25 de marzo de 2008, ANIDA se diri-

gió al Sr. Director General del MedioNatural de la Región de Murcia remitiéndo-le el informe redactado por esta asociaciónen agosto de 2007 denominado “Informedescriptivo de la ZEPA “Estepas de Yecla” yamenazas de desclasificación” (Publicadoen Athene nº 17) en el que realiza un inven-tario de las especies de fauna presentes en laactualidad y su estatus poblacional. Ademásse insta a la redacción y puesta en marcha deforma urgente de los Planes deConservación y Gestión de este espacio,para evitar que prosiga el deterioro que estánsufriendo los hábitats necesarios para lasaves esteparias, así como las medidas preci-sas para asegurar su conectividad con lasÁreas Esteparias del Este de Albacete, y aestablecer urgentemente ayudas directas decarácter agroambiental a los agricultores dela zona por mantener unos usos y medidasbeneficiosas.

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La respuesta no se hizoesperar y con fecha 21 deabril, el Director General deMedio Natural nos informaque su dirección general seha propuesto realizar duranteel año 2008 el proyecto“Directrices para la gestiónagraria y agroambiental delas zonas agrícolas de laRed Natura 2000, para laaplicación de medidas delprograma regional de des-arrollo rural de la región deMurcia” y que entre agostode 2008 y enero de 2009 seva a realizar un “Programade seguimiento biológico de aves estepariasen la Región de Murcia” cuya memoria téc-nica incluye en uno de sus apartados la“Redacción del Plan de Gestión de la ZEPAEstepas de Yecla”. En este sentido hemos deconstatar que en el BORM de 17 de noviem-bre de 2007 se publica la adjudicación delprograma de seguimiento a Arenaria Sur SL.Y que la primera reunión técnica para la ela-boración de las Directrices, a la que fue invi-tada ANIDA, tuvo lugar el 23 de julio de2008.

Sobre la ZEPA, el Pleno Municipal delAyuntamiento de Yecla el 3 de marzo de2008 adoptó el acuerdo de instar a laComunidad Autónoma de la Región deMurcia a que articule, de manera urgente,los mecanismos necesarios que garanticenla financiación suficiente para incentivar alos agricultores de las Zonas de EspecialProtección para las Aves, con el objeto demantener los Hábitats adecuados para elmantenimiento de las especies de las“Estepas de Yecla” y realizar un estudio queclarifique y delimite la realidad actual de laZona ZEPA de Yecla y que éste sea la basede trabajo para confeccionar un completo yactualizado Plan de Conservación yGestión. Esta segunda parte del acuerdo sedebe a una enmienda del Grupo Municipal

Popular a la propuesta inicial del GrupoMunicipal de Izquierda Unida-Los Verdes,que persigue, según ANIDA, cumplir uno delos intolerables compromisos del documen-to de gobierno “Compromiso por Yecla”, enconcreto la desclasificación total o parcialde la ZEPA. Dicho acuerdo dio lugar a queANIDA emitiera un comunicado de prensael 5 de marzo, en el que analiza y respondelas manifestaciones de algunos miembrosdel equipo de gobierno municipal, en algu-nos casos malintencionadas, sembrandodudas acerca de la riqueza natural de lasEstepas de Yecla. Si leemos con detenimien-to esta noticia, se visualiza rápidamente queel Ayuntamiento de Yecla, que no es compe-tente en la gestión de la ZEPA, va a duplicarun estudio y por tanto, a gastar un dineroinútilmente, porque la ComunidadAutónoma, que sí tiene la obligación legal,ya ha adquirido el compromiso de realizarlo.

Abril 2008

PLANES SOBRE AGUAEl complejo tema del agua volvió a tra-

tarse en el Pleno Municipal delAyuntamiento de Yecla de 7 de abril, que apropuesta de IU-LV enmendada por elGrupo Socialista aprobó por unanimidad

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Sisón. Su conservación depende de una gestión eficaz de las “Estepas deYecla”. (Foto: F. Rico).

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instar al Gobierno de la Nación para que ela-bore un Plan de Ordenación de los RecursosHídricos en Yecla, elaborar un PlanMunicipal de Reducción y Eficiencia en elconsumo del Agua y planificar las actuacio-nes necesarias para aprovechar al máximo elagua procedente de la lluvia y de la estacióndepuradora, para riego agrícola.

EXCURSIONES EN PRIMAVERALas excursiones organizadas por ANIDA

dentro del programa Naturaleza Abierta enesta primavera, han servido para conocer decerca el yacimiento ibérico de Castellar deMeca y la Sierra del Mugrón en Ayora y elbosque más extenso, frondoso y variado deltérmino municipal de Yecla, en Sierra deSalinas. Ambas salidas se realizaron el 13 y27 de abril respectivamente con muy buenaasistencia de participantes. Más informa-ción, con reportajes fotográficos y descrip-ciones detalladas de todas las excursionesque se realizan en http://anidayecla.blogs-pot.com.

DENUNCIA LODOS ARABÍTras observar en los alrededores del

Monte Arabí que se ha construido una balsa

de riego de grandes dimensiones, la puestaen regadío de numerosas hectáreas (en unazona de históricamente de secano) y el depó-sito y utilización de lodos de depuradora enlos nuevos cultivos de riego, ANIDA, en unescrito de fecha 15 de abril, dirigido a laConfederación Hidrográfica del Segurapidió información acerca de la legalidad de

la construcción de la nuevabalsa de riego, de la transfor-mación de las superficies desecano a regadío y de lasautorizaciones para la utili-zación de lodos de depura-dora. En caso de la supuestailegalidad se solicitó la inco-ación de los correspondien-tes expedientes administrati-vos. En cuanto a los lodos dedepuradora hemos de resal-tar que su principal riesgoviene configurado por laposibilidad de contenermetales pesados, muy tóxi-cos, que pueden filtrarse enel acuífero y pasar a la cade-na trófica.

ARBOLADO ELIMINADOAnte el proyecto de obras de remodela-

ción y peatonalización la Placeta de Ortega,ANIDA con fecha 16 de abril presentó unescrito ante el Ayuntamiento de Yecla solici-tando que se respeten los 10 árboles queexisten en dicha Plaza. Pero esto no ha sidoasí, se han eliminado 7 árboles de medianaedad, en un entorno en el que no existenespacios públicos ni aceras dotadas de arbo-lado debido a la estrechez de las calles y conabundante tráfico. Los argumentos esgrimi-dos por el Ayuntamiento y el técnico redac-tor del proyecto para eliminar la vegetaciónes mejorar la visión urbana del lugar, gene-rar una sensación de mayor anchura, crearuna zona abierta y sin obstáculos para eldesarrollo de actividades al aire libre, etc.En definitiva, un nuevo espacio público

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Excursión al Castellar de Meca, junto a la entrada del poblado Ibérico.(Foto: A. García).

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duro, que sigue la actual línea constructiva,y que demuestra que la cultura imperante, enrealidad, sitúa lo verde en un segundo plano,pese a la importancia que tiene para hacerciudades habitables y sanas.

En una segunda parte del escrito deANIDA emplaza al consistorio a que expon-ga al público y a través de la ComisiónInformativa de Desarrollo Sostenible yMedio Ambiente las propuestas de obras dela localidad, antes de redactar los proyectosdefinitivos, con el objeto de ser analizadosdesde un punto de vista ambiental, algo atener muy en cuenta dentro de un proceso deimplantación de la Agenda 21: participacióny sostenibilidad.

Mayo 2008

PLAN REGIONAL FOTOVOLTAICOEcologistas en Acción-Región

Murciana, la Asociación Naturalista delSureste-ANSE, la Asociación para laDefensa de la Naturaleza CARALLUMA yANIDA presentaron el 15 de mayo un escri-to ante las Consejerías de DesarrolloSostenible y Ordenación del Territorio y deEconomía, Industria e Innovación de laComunidad Autónoma de la Región deMurcia en el que reclaman que se planifiqueel desarrollo de la energía solar, y que sedeterminen las zonas óptimas potencialmen-te destinadas al aprovechamiento energéticomediante centrales fotovoltaicas y termoso-lares, quedando el resto del territorio exclui-do. Apoyan a la energía solar como recursoenergético renovable y como una fuente deenergía necesaria para reducir el impacto denuestro consumo energético.

Añaden en el escrito que la energía solares un recurso abundante, inagotable y lim-pio; y que la Región de Murcia reúne unascondiciones muy favorables para su aprove-chamiento. Señalan que el desarrollo de laenergía solar es desde hace años una cons-tante entre las reivindicaciones de las orga-nizaciones sociales y ecologistas que

demandan un modelo energético sostenible.Sin embargo el desarrollo de la energía solaren la Región se apoya fundamentalmente enla construcción de grandes industrias sola-res, alejadas de los puntos de consumo, ubi-cadas en entornos rurales o naturales, y conun importante consumo de grandes superfi-cies de suelo. En los últimos tiempos elincremento de solicitudes para la instalaciónde centrales solares para la generación deelectricidad (fotovoltaicas y en menor medi-da termosolares) hace que se hayan supera-do por mucho las previsiones inicialeshechas tanto por el Gobierno Regional comopor el Gobierno Central en sus respectivasplanificaciones energéticas. A mediados de2007 las solicitudes de centrales fotovoltai-cas superaban ya en más de 20 veces las pre-visiones (en potencia instalada) hechas parael año 2010 en el Plan Energético Nacional.Sin embargo este incremento espectacularno se ha acompañado de una planificacióndel sector que armonice su desarrollo con laprotección del medio natural y rural. Laactual falta de regulación está provocandoclaramente un desarrollo sin planificación ysin criterios firmes en la ubicación de lasindustrias solares en la Región de Murcia.Lo que puede provocar, como ya empieza aocurrir, un rechazo social y una imagennegativa de un recurso energético necesario.

Los cuatro grupos ecologistas conside-ran que la implantación de la energía solardebe realizarse de forma ordenada y racio-nal, por lo que resulta necesario establecerunos criterios mínimos, basados en los prin-cipios de no afección a la biodiversidad, deunidad biológica y de precaución, que per-mitan compatibilizar su desarrollo con elobligado respeto y salvaguarda de nuestropatrimonio medioambiental.

Consideran prioritaria y así lo reclaman,la elaboración de forma urgente de un PlanRegional de Ordenación Solar (centralesfotovoltaicas y termosolares para genera-ción eléctrica), donde se refleje una adecua-da planificación energética de este recurso,

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y se determine cartográficamente, en virtudde criterios de disponibilidad del recursoy de impacto ambiental, las zonas óptimaspotencialmente destinadas al aprovecha-miento energético, quedando el restodel territorio excluido. Y añaden que en eldesarrollo de la energía solar se debe darprioridad a las instalaciones que no interfie-ran en el uso del suelo (tejados fotovoltaicossobre viviendas y naves industriales, instala-ciones ganaderas, aparcamientos, vertede-ros, suelos degradados, etc.). Además deconcebirse siempre en el marco más generalde políticas efectivas de ahorro energético yfomento de la eficiencia en todos los secto-res consumidores.

Junio 2008

ECOSEMANA 2008Enmarcado en la semana que se celebra

el Día Mundial del Medio Ambiente, laConcejalía de Desarrollo Sostenible yMedio Ambiente desarrolló una campaña deconcienciación sobre el cambio climático,que consta de la edición y distribución dedípticos en el que se relacionan numerosasacciones cotidianas que contribuyen a ami-norar nuestras emisiones de gases efectoinvernadero; una exposición denominada“Clarity” expuesta en el Espacio Joven; tea-tro con la obra “Ecoaventuras de Lalo en laTierra”; y cuñas en los medios de comunica-ción.

DÍA MUNDIAL DEL MEDIOAMBIENTE

ANIDA, aprovechando la celebracióndel Día Mundial del Medio Ambiente, el 5de junio, emitió un comunicado público. Enél se afirma que el Cambio Climático es unarealidad inequívoca, contrastada científica-mente, cuyo responsable es el ser humano ysin duda, el mayor problema ambiental alque se enfrenta la humanidad, y que sucausa son las emisiones excesivas de deter-minados gases (CO2, metano y otros), pro-

ducidos principalmente por la quema decombustibles fósiles (petróleo, carbón, gas),lo que provoca un efecto invernadero y portanto, un aumento de la temperatura del pla-neta. Los impactos del cambio climático sonya evidentes y, de continuar como hastaahora, es probable que las temperaturasmedias globales puedan subir hasta 6,4º C.para finales de este siglo, lo que agravaríasus múltiples efectos: desastres naturales,desertificación, deshielo de los polos y gla-ciares, crisis económicas, hambrunas,migraciones, guerras, extinción de especies,enfermedades, etc.

ANIDA considera que la lucha contra elcambio climático es tarea de todos, por loque pide a los ciudadanos que adopten lasmedidas precisas para reducir sus emisionesde gases invernadero: se trata de ahorrarenergía, agua, de desplazarse preferente-mente a pie, en bicicleta o en transportecolectivo, en vez de usar el automóvil; decomprar lo necesario y de forma responsa-ble, productos locales y poco envasados; dereutilizar y reciclar, entre otras muchasacciones. Pero también es responsabilidadde todas las administraciones. En este senti-do ANIDA valora positivamente la primeracampaña de sensibilización sobre esta cues-tión que lleva a cabo la Concejalía de MedioAmbiente y Desarrollo Sostenible, peroindica que no es suficiente. Cree que es pre-ciso que se pongan en marcha con urgencialos compromisos adquiridos por elAyuntamiento de Yecla al adherirse a la Redde Ciudades por el Clima y cesar su actualdoble discurso, y que no se puede dar la sen-sación de estar luchando en contra delCambio Climático, pidiendo a los ciudada-nos que cambien sus hábitos de vida, mien-tras, por ejemplo, se apuesta por un modeloterritorial disperso (donde los desplazamien-tos en automóvil se multiplican y los costesen recursos son elevados), o potenciando laconstrucción de nuevas infraestructuras via-rias, favorecedoras del transporte motoriza-do, entre ellas la inútil y costosa autovíaentre Yecla y Santomera.

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ACCESO LIMITADO AL ARABÍLa Junta de Gobierno del Ayuntamiento

de Yecla el 24 de junio acordó añadir a lanormativa reguladora del acceso y visita alMonte Arabí que “Los desplazamientos porlos caminos y sendas interiores del MonteArabí cortados por las puertas de acceso serealizarán exclusivamente con medios detransporte no motorizados, quedandoexceptuados los vehículos estrictamentenecesarios para la realización de las tareasde vigilancia, conservación y mejora delespacio natural, así como aquellos otrosexpresamente autorizados”. En opinión deANIDA, una medida muy positiva, reclama-da desde hace tiempo que evitará molestiasa la fauna y el riesgo de incendios. Es buenorecordar que aproximadamente la mitad delos incendios forestales se originan cerca delos caminos de acceso a los montes lo quejustifica esta decisión.

ALEGACIONES CAMPO GOLFANIDA ha presentado con fecha 26 de

junio, una serie de sugerencias y alegacio-nes, en la fase de consultas institucionalesdel procedimiento de evaluación de impactoambiental de un campo de golf en el parajede la Umbría del Fator. ANIDA entiende queeste proyecto se sitúa en las cercanías devarios Lugares de Interés Ambiental (LIA)descritos en el Mapa Ecológico del TérminoMunicipal de Yecla (Sierra de la Magdalena– Umbría del Fator y El Puerto) que gozande un alto valor global ambiental, geológicoy paisajístico, donde destacan las aves depresa y los mamíferos carnívoros que utili-zan la periferia de estas Sierras, donde seubica el campo de golf, como zona de cam-peo y alimentación. Concretamente en elMapa Ecológico se recomienda que aten-diendo a los valores existentes, estos LIAsnecesitan un perímetro de protección quepreserve las zonas de interés faunístico ypaisajístico. Destaca que uno de los recursosnaturales básicos para el funcionamiento deun campo de golf es el agua, indicando que

la Comarca Hidrogeológica del Altiplanocuenta con un déficit hídrico histórico einsostenible y que el riego de campo de golfes prioridad 6 (usos recreativos) en base alart. 60 del Real Decreto Legislativo 1/2001,de 20 de julio por el que se aprueba el TextoRefundido de la Ley de Aguas, no estandoaseguradas en un futuro, debido al déficit decomentábamos, otras prioridades como es elabastecimiento urbano o los regadíos y usosagrarios. A juicio de ANIDA, el ahorro quese produce en el uso del agua por mejorastécnicas, reutilización o cese de actividadesha de contribuir a paliar el déficit existente,y no debe alentar nuevos usos que contribu-yan a perpetuar el déficit. Por tanto, conside-ra que todas estas cuestiones y algunas másdeben analizarse minuciosamente en laMemoria Ambiental (Texto completo en:http://anidayecla.blogspot.com).

Julio 2008

DESTRUCCIÓN CHARCAS DE LASATALAYAS.

Una superficie de 3,8 hectáreas ha sidola afectada por las roturaciones que se hanllevado a cabo en el Lugar de InterésAmbiental, catalogado en el MapaEcológico de Yecla, Charcas de las Atalayas,antiguas canteras de arcillas, y que destacanpor su interés botánico, faunístico y paleon-tológico. Los hechos han sido denunciadospor los Agentes Medioambientales en Yecla.

PRESUPUESTOS DE MEDIOAMBIENTE

En relación al proceso abierto por elAyuntamiento de Yecla de cara a los presu-puestos municipales de 2009, ANIDA el 2de julio presentó las siguientes propuestasresumidas para incorporarlas, una vez cuan-tificadas, al Presupuesto Municipal corres-pondiente al año 2009:

Medio Natural:• Delimitación del dominio público de laRambla de Tobarrillas y en su caso la adqui-

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sición de ésta y de los minados que la abas-tecen de agua. Plan de Regeneración yConservación.• Compra y puesta en valor por parte delAyuntamiento de Yecla de las Charcas de laFuente el Pinar, incluidas en el MapaEcológico de Yecla. Destaca la presencia deflora y fauna de interés e importancia pale-ontológica.• Compra de terreno forestal o agrícoladegradado en el entorno inmediato delMonte Arabí con el objetivo de ampliar lasuperficie forestal del mismo y la ejecuciónde obras de restauración y conservación delsuelo.• Adquisición de otros terrenos o parajescon valores naturales: Parcelas alcornoquesHoya de la Mansorrilla, Umbría del Fator.• Adquisición/ convenio de colaboraciónde parcela y caserío en la ZEPA de Yeclapara la conservación del hábitat y área denidificación del cernícalo primilla.• Contratación vigilante – conservador delMonte Arabí.• Deslinde de los parajes municipales,especialmente aquellos sujetos a especula-ción, e investigación del patrimonio forestalde dudosa enajenación en el S. XIX.Contratación de personal en su caso.• Reforestaciones por personal cualifica-do: Lobera y Rambla Madre, zonas con altosprocesos erosivos en la actualidad, debido alabandono agrario y al tipo de suelo.• Restauración del cordel de la Flor a supaso por Castillarejos en las zonas más ero-sionadas y adquisición de señalización paralimitar usos no compatibles (p.e. motocrós,quads). De igual manera la señalizacióncorrespondiente para colocar en la Ramblade Jumilla y Rambla Madre.

Medio urbano:• Construcción de carril – bici, con lasdebidas garantías de seguridad (firme, prio-ridad, separación física, anchura), en laRonda Norte, en la Carretera de Jumilla,desde la Avda. de San Pablo hasta la circun-valación de la nacional y en la carretera deCaudete hasta el cruce con la nacional. De

igual modo dotar de separación física elcarril bici de la Avda. de San Pablo.• Señalización vertical relativa a la presen-cia de bicicletas en el caso urbano, en lascalles donde el tráfico es más denso y en lascalles que sirven para cruzar la ciudad.• Campaña de concienciación para el usode la bicicleta en la ciudad de Yecla.• Adquisición de equipos para la mediciónde la contaminación atmosférica (SO2, NO2,O3, COVs, CO, Pb, PM 10-2,5) y ubicaciónen lugares estratégicos de la ciudad.Integración en la Red Regional y puesta dedatos a disposición de los ciudadanos.• Instalación de farolas solares en las nue-vas zonas remodeladas y/o de nueva crea-ción.• Instalación de paneles fotovoltaicos enedificios públicos para autoconsumo o verti-do a la red y termosolares para agua(Polideportivos, Piscina, Mercados, Feriadel Mueble, etc.). Evidentemente siempre ennuevos edificios y de forma progresiva en elresto de edificios municipales.• Sustituir los autobuses urbanos actualespor otros que sean menos contaminantes.Habilitar carriles especiales para este trans-porte en la Ctra. de Villena.• Establecer en los concursos de adjudica-ción de servicios municipales una serie decriterios de eficiencia energética, ahorro deagua, emisiones no contaminantes, etc. y entodas las nuevas infraestructuras.• Elaborar un Plan de sostenibilidad detodos los servicios y edificios municipales:ahorro energía, ahorro de agua, reciclado,materiales no contaminantes, criterios bio-climáticos, etc.• Instalar en todas las jardineras de losparques municipales vallados perimetralespara evitar el paso de la gente y su deterio-ro. Este proceso duraría varios años.• Remodelación del Lago del Jardín de laAvda. de la Feria, reconvirtiéndolo en unafuente y en un bosque autóctono. El derro-che de agua potable a través de este lago esmanifiesto y no cumple ninguna funciónesencial.

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• Campaña de concienciación de ahorrode agua.

ANIDA indica que la propuesta que pre-senta, no significa que la mayor parte de lasMedidas Urgentes tendentes a la mejora delmedio ambiente y a la sostenibilidad delmunicipio que esta asociación presentó en elproceso de Presupuesto Participativos en2007 ante el Excmo. Ayuntamiento de Yeclano mantengan su vigencia (Ver Ha SidoNoticia, Athene nº 17). Recuerda que algu-nas de ellas no necesitan gastos desorbita-dos, sino principalmente de una acción polí-tica determinada, en algunos casos anteotras administraciones. Es por lo que denuevo y dada su trascendencia e importanciareitera la conveniencia de llevarlas a cabo.

Septiembre 2008

ALTA TENSIÓN EN LA ZEPATras la Resolución de la Dirección

General de Industria, Energía y Minas por laque se otorga a la Empresa Elecdey MurciaS.A. la autorización administrativa y laaprobación del proyecto instalación eléctri-ca de alta tensión que evacuará la energíaproducida en el Parque Eólico deTobarrillas, ANIDA emitió con comunicadode prensa el 17 de septiembre en el quemanifiesta que, en términos generales, estalínea eléctrica generará múltiples problemasambientales dado que atraviesa espaciosnaturales y rurales de alto valor natural, pai-sajístico y cultural, hasta hoy poco humani-zados y alejados de los principales núcleosde población, por lo que su ejecución delmodo que se ha autorizado no se consideraoportuna. Destacan especialmente los pro-blemas en el tramo que discurre más omenos paralelo y a muy poca distancia delborde Noroeste de la Zona de EspecialProtección para las Aves (ZEPA) “Estepasde Yecla”, y atraviesa la Área deImportancia para las Aves nº 182“Almansa–Pétrola–Yecla” pues supondráuna peligrosa barrera por la posibilidad de

colisión en el desplazamiento de las avesesteparias, que realizan vuelos a baja altura,especialmente para la avutarda (en peligrode extinción), en su dispersión alrededor dela ZEPA, y en sus pasos migratorios hacialas zonas esteparias del Sureste Manchego,y cuya causa primera de mortalidad no natu-ral de esta especie son los tendidos eléctri-cos. Hemos de recordar que ANIDA presen-tó el 7 de enero de 2008 alegaciones, en lostérminos expuestos anteriormente, al anun-cio de información pública de la instalacióneléctrica.

ANIDA indica que la Resolución sedicta sin contar con informes de la DirecciónGeneral del Medio Natural, vulnerando, a sujuicio, la Ley 42/2007, de 13 de diciembredel Patrimonio Natural y de la Biodiversidady la Directiva Hábitats de la UE, por nohaber sometido el proyecto de línea eléctri-ca a una adecuada evaluación ambiental desus repercusiones sobre la ZEPA, teniendoen cuenta los objetivos de conservación dela misma, por lo que en base a estos argu-mentos presentó el 1 de octubre de 2008Recurso de Alzada ante la Consejería deEconomía, Empresa e Innovación solicitan-do la suspensión de la Resolución.

ANIDA entiende que no es coherenteque a muy poca distancia del trazado eléctri-co autorizado se esté financiando con dineropúblico, además acertadamente, el soterra-miento de líneas eléctricas de media tensióncomo medio para evitar colisiones, electro-cuciones y afecciones al paisaje, mientrasque se autoriza por la AdministraciónRegional a las empresas energéticas, sin nisiquiera evaluar ambientalmente las reper-cusiones, muestra de la nefasta políticaambiental que padece esta Región.

En este sentido y con el objeto de movi-lizar al Ayuntamiento en defesnsa de suPatrimonio Natural, ANIDA el 17 de sep-tiembre dirigió un escrito a la Concejalía deDesarrollo Sostenible y Medio Ambienteinformando sobre el tema y solicitando laconvocatoria urgente de una Comisión

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Municipal de Medio Ambiente en la que seanalice la situación y las diversas acciones allevar a cabo.

Octubre 2008

OCUPACIÓN CORDEL DE LA BALSAEcologistas en Acción, el 2 de octubre

informó a través de una nota de prensa sobrela denuncia que ha presentado ante elAyuntamiento de Yecla y ComunidadAutónoma alertando sobre la cimentación yel levantamiento de un muro de obra por unparticular, ocupando buena parte de la víapecuaria denominada Cordel de la Balsa, asu paso por el paraje conocido como lasCasas de la Balsa, quedando este reducido auna anchura de unos 5 metros, cuando enesta zona la vía pecuaria alcanza una anchu-ra superior a los 100 metros. Los hechoshabrían sido denunciados también por elServicio de Protección de la Naturaleza de laGuardia Civil y por la AgentesMedioambientales, así como por los servi-cios técnicos del consistorio de Yecla porcarecer los trabajo de la preceptiva licenciade obras municipal. A pesar de todo esto lostrabajos no han sido detenidos y se ha per-mitido que se concluya prácticamente elcerramiento de obra. Para la asociación eco-

logista las administraciones públicas hanactuado con lentitud y pasividad, permitien-do que por la vía de los hechos consumadosque un particular intente apropiarse de unbien de dominio público, pues tenían cono-cimiento de la ilegalidad. Ecologistas enAcción ha pedido la apertura de los corres-pondientes expedientes administrativos san-cionadores, y que se obligue a los infracto-res a reparar los daños ocasionados, con larestauración de la zona dañada a su estadooriginal, lo que implicaría la demolición detodas las obras que hayan sido ejecutadas endominio público.

INCENDIOS FORESTALESDesde octubre de 2007 a septiembre de

2008 la superficie forestal incendiada hasido la siguiente. Destaca que ha afectado alugares donde las consecuencias hubieranpodido ser mayores si no se hubiera actuadocon rapidez.Junio 08 Serral 1.500 m2

13/7/08 Hoya Muñoz 1.800 m2

13/8/08 Cerro de la Fuente 62.000 m2*

Fuente: Parque de Bomberos de Yecla y AgentesMedioambientales en Yecla.* Incluye superficie no forestal.

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Actuación de los medios aereos en el incencio forestal acaecido en agosto en el Cerro de la Fuente. De lainvestigación se desprende que fue causado por un ave al electrocutarse en un tendido eléctrico. (Foto: F. J.Carpena).

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• El pasado día 1 de noviembre de 2007 sepudo contemplar la presencia de un águilareal (Aquila chrysaetos), un halcón peregri-no (Falco peregrinus) y 2 jabalíes (Sus scro-fa) en el Monte Arabí. Observ.: Rico, F.• El día 26 noviembre de 2007 se observaa las 13,00 horas un búho real (Bubo bubo)en un pino aislado en las faldas de la Umbríadel Fator. Observ.: Díaz, J. R.• El día 23 de diciembre de 2007 se sepudieron avistar 47 cormoranes(Phalacrocorax carbo) en el embalse delPortichuelo. Observ.: Rico, F.• Se observa el día 29 de diciembre de2007 una pareja de águilas reales (Aquilachrysaetos) sobrevolando las crestas rocosasdel Serral. Observ.: Marco, O.• En la Z.E.P.A. “Estepas de Yecla” seobservó el 23 de diciembre de 2007, unejemplar de cernícalo primilla (Falco nau-manni), primera cita invernal conocida deesta especie en la Comarca, posteriormentefue observado en otras ocasiones, se trata deuna cita especialmente interesante, pues laespecie está considerada estival en la zona.Observ.: Castaño, J. y Carpena, F. J.• En la antigua huerta de Yecla, junto a laRonda Norte, se contemplaron, el 10 deenero de 2008, un grupo de 9 cotorras depecho gris (Miyopsitta monachus), agrupa-das en un árbol ornamental de un chalet, alparecer se encontraban devorando brotes

incipientes de dicho árbol, se trata de unaespecie exótica, que escapadas de cautividado soltadas a propósito, han colonizado zonashumanizadas del extrarradio de nuestra ciu-dad, llegando a construir algún nido volumi-noso, pero sin que hayamos podido compro-bar su reproducción en la zona, con todo,este grupo invernal, constituye la mayoragregación conocida hasta la fecha en nues-tro pueblo. Observ.: Carpena, F. J.• El 12 de enero de 2008 se observan 9cormoranes (sin identificar especie) en unembalse privado en el km 6 de la carreterade Montealegre. Observ.: Marco, O.• El 13 de enero de 2008 se avistó ungrupo de 54 avutardas (Otis tarda), 12ortegas (Pterocles orientalis), 10 sisones(Tetrax tetrax) y un esmerejón (Falcocolumbarius) en el paraje de losDerramadores, situado en la Zona deEspecial Protección para las Aves de Yecla.Observ.: Rico, F.• El 13 de enero de 2008, se observó unejemplar solitario de buitre leonado (Gypsfulvus), sobrevolando el Cerro del Castillo,se trata de una especie extinta como nidifi-cante en nuestra Comarca desde los añossesenta del pasado siglo, aunque en los últi-mos años se han incrementado el número decitas de la especie en vuelos erráticos sobrenuestro término municipal, generalmente esraro observar un ejemplar aislado, ya que

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OBSERVATORIOCarmelo Lara Soler

Buitre leonado en vuelo. Está extinguido como nidificante desde principios de la década de los 60.Actualmente es ocasional. (Foto: O. Marco)

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estos largos vuelos que emprenden con obje-to de encontrar alimento, los suelen llevar acabo en agrupaciones de varios ejemplares.Observ.: Carpena, F. J.• La mañana del 20 de febrero de 2008 seobservaron 3 ejemplares de cormoránmoñudo (Phalacrocorax aristotelis) en lasinmediaciones del lago artificial del Cespín.Se trataba de tres adultos con plumaje inver-nal, por lo tanto carentes de la cresta carac-terística. A diferencia de su congénere, elcormorán grande (P. carbo), más frecuenteen cuerpos de agua interiores, el tamaño delos tres ejemplares era sustancialmentemenor, su aspecto esbelto y carecían de lacoloración blanca del rostro. El cormoránmoñudo es un ave netamente marina, aun-que puede realizar movimientos dispersivoshacia el interior, como sucede en este caso.Observ.: Marco, S.• Águila calzada (Hieraaetus pennatus)avistada en el monte Arabí los días 26 y 27de Febrero. Posiblemente se trate de un indi-viduo residente, dado que las fechas de pasomigratorio para la citada especie son mástardías. Observ.: Castaño, J.• El día 13 de abril de 2008 se obervaron 2halcones peregrinos (Falco peregrinus), 2águilas reales (Aquila chrysaetos), 1 búhoreal (Bubo bubo), 1 gavilán (Accipiternisus) y 2 críalos (Clamator glandarius) enel Monte Arabí. Observ.: Rico, F.• El 17 de abril de 2008 un ejemplar debuitre leonado (Gyps fulvus) es observadoen el entorno de los Algezares. Observ.:Marco, O.• Observado un aguilucho pálido (Circuscyaneus) en el paraje de Pajonares en un parde ocasiones durante el mes de abril.Observ.: Castaño, J.• El 20 de abril de 2008 se contemplan 4ejemplares de milano negro (Milvus mil-vus), en vuelo, en el paraje del Pulpillo.Observ.: Marco, O.• El día 20 de abril de 2008 se obervan 10cernícalos primillas (Falco naumanni) enla ZEPA de Yecla, especie catalogada como

vulnerable en Libro Rojo de las Aves deEspaña de 2004, en peligro de extinción enla Ley 7/1995 de 21 de abril de 1995 de laFauna Silvestre de la Región de Murcia y enpeligro crítico en el Libro rojo de los verte-brados de la Región de Murcia de 2006. Elasentamiento y reproducción de esta peque-ña ave rapaz migratoria en los llanos cerea-listas de Yecla acentúa y engrandece la granriqueza biológica de este espacio naturalprotegido yeclano. Además se observan 23gangas (Pterocles alchata), 16 ortegas(Pterocles orientalis), 2 sisones (Tetraxtetrax), 1 busardo ratonero (Buteo buteo) y1 aguilucho cenizo (Circus pygargus) en losllanos cerealistas de Yecla. Obervador: Rico,F.• Se observa un aguilucho pálido (Circuscyaneus) el día 26 de abril de 2008 en lasestepas cerealistas de la zona ZEPA deYecla. El aguilucho pálido tiene una enver-gadura alar de 105-110 cm. y una longitudde de 45 a 55 cm. y se suele confundir conel aguiluicho cenizo. Su hábitat lo constiu-yen páramos, estepas, monte bajo, etc. EnCastilla - La Mancha esta ave rapaz essedentaria pero en zonas más al norte emigrahacia el sur de la península ibérica o haciaÁfrica. Se alimenta de pequeños mamíferos,reptiles, insectos, etc. Las tres especies deaguiluchos presentes es España son el ceni-zo, el lagunero y el pálido, todas ellas prote-gidas y con diversos problemas de conserva-ción como la pérdida de hábitat y la cosechamecanizada del cereal que provoca una altamortandad de los pollos de aguilucho cenizoy pálido. Además se avistan 16 cernícalosprimillas (Falco naumanni), 19 gangas(Pterocles alchata), 12 ortegas (Pteroclesorientalis) y 2 sisones (Tetrax tetrax)Observ.: Rico, F.• Observado un aguilucho cenizo (Circuspygargus) durante los meses de mayo aagosto en torno a la rambla del Pulpillo yproximidades del Monte Arabí. Especie muyescasa en el Altiplano, de reproducción pro-bable en la zona mencionada. Observ.:

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Castaño, J.• Observados tres buitres leonados (Gypsfulvus) durante al menos una semana delmes de mayo en la Sierra de Salinas.Ocasionalmente, fueron acompañadosdurante el vuelo por un halcón peregrino(Falco peregrinus). Observ.: Castaño, J, yAlbert, E.• El 11 de mayo de 2008 se observa unapareja de águila culebrera europea(Circaetus gallicus), en vuelo, en el parajede las Moratillas, concretamente en la zonasur. Durante esas fechas se producen tresavistamientos de un sólo ejemplar por lamisma zona, llegándose a ver un ejemplarparado sobre un risco. Observ.: Marco, O.• El día 13 de mayo de 2008 se dio unposible caso de parasitación por parte de unapareja de críalos (Clamator glandarius)sobre un nido ocupado por cernícalo vulgar(Falco tinnunculus) en un pinar deDerramadores (ZEPA). Hallado un huevodel mencionado críalo junto a otros cuatrohuevos de cernícalo. Se trata de un fenóme-no extraño del que no parecen existir otrascitas en la comarca. Observ.: Castaño, J. yLeón, M.• Un ejemplar sin vida de búho chico(Asio otus), nos fue entregado el 17 de mayode 2008, por D. José María Azorín, vecinode Yecla que lo encontró en su casa decampo, situada en el paraje de la Umbría delFator, el búho no presentaba heridas nidaños aparentes externos, podría tratarse deun ejemplar joven o de un sub-adulto, poste-riormente lo entregamos a los AgentesMedioambientales de la Comarca, los cualeslo trasladaron a Murcia para intentar deter-minar las causas de su fallecimiento, aunqueen la fuerte tormenta que tuvo lugar la tardeanterior quizás se encuentre parte o toda laexplicación del suceso. Observ.: García, A. yCarpena, F. J.• El día 18 de mayo de 2008 se observan 2cernícalos patirrojos (Falco vespertinus)en los alrededores del Monte Arabí. El cer-nícalo patirrojo es una pequeña ave rapaz de

la familia de los falconidae (halcones) conuna envergadura alar de 60 a 75cm., se ali-menta básicamente de insectos y en menormedida de micromamíferos y pequeñasaves. Se distribuye por Europa oriental yAsia, emigrando en otoño para pasar elinvierno en África. En Europa occidentalpuede verse de paso mientras realiza susdesplazamientos migratorios. Además seavistan 2 buitres leonados (Gyps fulvus), 2águilas reales (Aquila chrysaetos),1 halcónperegrino (Falco peregrinus) y 4 cerníca-los primillas (Falco naumanni). Observ.:Rico, F.• El día 25 de mayo de 2008 se observan 2busardos-ratoneros (Buteo buteo), 16 cer-nícalos primillas (Falco naumanni), 12gangas (Pterocles alchata), 10 ortegas(Pterocles orientalis), 8 alcaravanes(Burhinus oedicnemus), 10 sisones (Tetraxtetrax), 1 garza real (Ardea cinerea) y 5cernícalos patirrojos (Falco vespertinus)en la zona de especial protección para lasaves de Yecla. La presencia ocasional decernícalos patirrojos en la ZEPA de Yecladurante sus recorridos migratorios, incide enel gran valor faunístico de este singularespacion natural yeclano, en este caso por suinterés e importancia como zona de paso deaves migratorias. Observ.: Rico, F.• El 1 de junio de 2008 se observan 12cernícalos primillas (Falco naumanni), 5cernícalos vulgares (Falco tinnunculus), 23gangas (Pterocles alchata), 12 ortegas(Pterocles orientalis), 14 sisones (Tetraxtetrax), 7 alcaravanes (Burhinus oedicne-mus), 2 abejarucos (Merops apiaster) y 4carracas (Coracias garrulus) en los llanoscerealistas de la ZEPA de Yecla. Observ.:Rico, F.• El pasado día 21 de junio de 2008 seoberva un nido de azor (Accipiter gentilis)con un pollo sobre un pino carrasco a unosseis metros de altura en la zona deTobarrillas. Observ.: Díaz, J. R.• El día 3 de julio de 2008 se observa unbusardo ratonero (Buteo buteo), en vuelo,

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en el paraje en el entorno de losCastillarejos. Observ.: Marco, S.• El pasado día 12 de julio de 2008 seobserva un ejemplar, en vuelo, de aguilillacalzada (Hieraaetus pennatus) en la zona delas Cabezuelas. Marco, O.• El día 20 de julio de 2008 se avistan 24mochuelos (Athene noctua), 18 cernícalosprimillas (Falco naumanni), 16 ortegas(Pterocles orientalis), 8 gangas (Pteroclesalchata), 9 sisones (Tetrax tetrax), 1 busar-do ratonero (Buteo buteo) y 2 carracas(Coracias garrulus) en la zona ZEPA deYecla. Observ.: Rico, F.• El 26 de julio de 2008 se observa unapareja de búho real (Bubo bubo) queemprende el vuelo desde unas rocas de esca-sa altura en una zona de umbría del MonteArabí. Observ.: Marco, O.• Un ejemplar de águila-azor perdicera(Hieraaetus fasciatus) fue contemplado el16 de agosto en el paraje de la Cañadilla,como sabemos, se trata de una especie extin-guida como nidificante en la Comarca desdehace unos años, el ejemplar, un adulto, pasóbuena parte de la tarde de el día referido,realizando vuelos bajos de caza y posado enun oteadero situado en una rocas, en unazona forestal de antedicho paraje. Al parecerdurante esta pasada primavera se han produ-cido otros avistamientos de la especie enparajes cercanos, lo cual podría abrir la posi-bilidad de la instalación de nuevo de estajoya ornitológica mediterránea en laComarca. Observ.: Carpena, F. J.• El 17 de agosto de 2008 se pudieronobservar hasta 15 ejemplares de ánade real(Anas platyrhynchos), en dos grupos, en lasinmediaciones de balsas de riego del parajede Pajonares. Observ.: Castaño, J. yCarpena, F. J.• Un ejemplar de aguilucho cenizo(Circus pygargus) se observó el 17 de agos-to de 2008 en el paraje de los Pedregosillos,se trató de un macho adulto que realizabavuelos bajos de caza sobre eriales y rastrojosde la zona. Observ.: Castaño, J. y Carpena,

F. J.• El 18 de agosto de 2008 se observan 3ejemplares de águila real (Aquila chrysae-tos) en el entorno del Monte Arabí, apre-ciando en uno de ellos el plumaje con tonoscaracterísticos de un ejemplar inmaduro.Observ.: Marco, O.• El 6 de septiembre de 2008 se pudo con-templar la presencia de un azor (Hieraaetusfasciatus) posado en un pino en el interior dela Rambla de Tobarrillas. Observ.: Marco,A.• El 7 de septiembre se observa una cigüe-ña blanca (Ciconia ciconia) sobrevolandoel extremo sureste de la ciudad. Según lainscripción de la anilla que portaba en supata derecha, se trata de un individuo anilla-do en Holanda que probablemente se ha per-dido del bando en su paso migratorio.Observ.: Castaño, J.• El día 14 de septiembre se avistan 5 hal-cones abejeros (Pernis aviporus) y 1 hem-bra de gavilán (Accipiter nisus) en vuelo,además se observan 35 chovas piquirrojas(Pyrrhocorax Pyrrhocorax) posadas enárboles y alimentándose en el suelo en elparaje de La Lobera. El mismo día se obser-van 20 cornejas negras (Corvis corone) ali-mentándose en rastrojo junto a 25 chovaspiquirrojas en el paraje de Los Charquillosy 3 ejemplares de zampullín chico(Tachybaptus ruficollis) en la balsa de laEscombrera. Observ.: García, A., Carpena,D., y Carpena, F. J.• El día 17 de septiembre de 2008 sonobservados 2 ejemplares de gavilán(Accipiter nisus) sobrevolando una zona dedenso pinar en le Sierra Salinas. Observ.:Marco, O.• El día 28 de septiembre se observan 46ortegas (Pterocles orientalis), 17 avutar-das (Otis tarda), 7 sisones (Tetrax tetrax), 2halcones peregrinos (Falco peregrinus), 2azores (Accipiter gentilis), 1 gavilán(Accipiter nisus) y 1 águila real (Aquilachrysaetos) en la ZEPA “Estepas de Yecla”.Observ.: Rico, F.

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Texto y observaciones de Sergio MarcoCastaño.

Durante la excursión a la Sierra Salinasdel pasado 27 de Abril de 2008, dentro de lasactividades del programa “NaturalezaAbierta 2008” los participantes tuvimos laoportunidad de observar algunas de lasorquídeas menos frecuentes de las querepresentan a esta familia de plantas en eltérmino municipal de Yecla.• Cephalanthera longifolia (L.) Fritsch,una planta muy llamativa por sus floresblancas, propia del sotobosque de pinares ybosques mediterráneos maduros y frescos.Fue observada en las inmediaciones delBarranco del Lagrimal, en la parte pertene-ciente al término municipal de Yecla. Secensaron 15 ejemplares, más o menos prote-gidos por el sotobosque, pero susceptiblesde ser pisadas en caso de que excursionistasabandonen las sendas cercanas al emplaza-miento donde se localizaron.• Orchis mascula L. Es otra planta muyvistosa debido al color rosa intenso de susflores. Sólo se detectó un ejemplar aislado

en las inmediaciones de la garita forestal dela Sierra Salinas. La presencia en la zona yaestá bien documentada, con lo que estabreve nota contribuye a un mejor conoci-miento de esta población.• Ambas son plantas de floración muyconspicua. A ello se le suma la rareza ybelleza de sus flores, lo que supone un ries-go, pues las hacen muy susceptibles de serrecolectadas por curiosos. Hay que añadirque son especies poco frecuentes en estazona, creciendo en lugares restringidos ycon condiciones ecológicas muy particula-res. Por lo tanto, la recolección de las plan-tas de una población puede suponer la pérdi-da de la población completa, pues hay quetener en cuenta que sólo florecen una vez alaño y de arrancarla, ya no rebrota si seextrae la parte subterránea. En caso de tro-pezarnos con una de estas plantas, si desea-mos admirar su belleza o que alguien máslas admire, mejor tomar fotografías, parapoder volver a admirarlas la siguiente pri-mavera.

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Ceplalanthera longifolia. En Yecla sólo está citada en Sierra de Salinas, pero no se descarta en otras sierrascon umbrías húmedas. (Foto: J. R. Díaz).

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Introducción.El estudio que se presenta a continuación

pretende mostrar algunas de las principalesespecies de bivalvos fósiles que, a lo largode estos últimos años, han sido localizadasen los distintos yacimientos paleontológicosde nuestro término municipal. Los bivalvos,también conocidos y denominados a lo largode la historiografía como lamellibranquios opelecípodos, son seres exclusivamente devida acuática y representan, junto a los gas-terópodos, dos de las principales clases demoluscos con mayor representación tanto enel registro fósil como en los mares de laactualidad.

Por ello, en este primer monográfico querealizamos sobre los moluscos fósiles de

nuestra localidad, vamos a hablar sobre ungrupo muy concreto de bivalvos, tal y comoes la familia de los Pectínidos, describiendoun total de nueve especies, pertenecientes atres géneros distintos como son: Amussiumaff. cristatum Bronn, 1827; Chlamys(Aequipecten) scabrella Lamarck, 1819; Ch.multistriata Poli, 1795; Ch. macrotisSowerby, 1847; Ch. pseudo-pandoraeZbyszewski, 1957; Pecten vasatensisBenoist, 1873; P. benedictus Lamarck,1819; Pecten sp.1 y un pectínido sin deter-minar (Pectínido sp.2).

Todo este conjunto material, a nivelestratigráfico, correspondería a dos tramosbien delimitados del Mioceno medio-supe-rior, con claras diferencias, tanto a nivel

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PECTÍNIDOS MIOCÉNICOS DE YECLADaniel Andrés Díaz

Esquema 1: Morfología general de los pectínidos. Imagen: Concha natural de Chlamys varia Linnaeus,1758.

Resumen. Se describen nueve especies de pectínidos fósiles hasta el momento no cita-das para la comarca del Altiplano. Los ejemplares estudiados provienen de las calizasbioclásticas y calcarenitas miocénicas de Yecla (Murcia), reconociéndose dos tramosgeológicos diferentes comprendidos entre el Serravaliense superior y el Messinienseinferior.

Palabras clave. Pectínidos, Mioceno medio-superior, Yecla.

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geológico como a nivel faunístico. En estesentido, el primer tramo detectado estaríarelacionado con las unidades sedimentariasdel Serravaliense superior-Tortoniense infe-rior, pertenecientes a la Formación de cali-zas bioclásticas y calcarenitas propuesta porVilas et alii (2005) para la Comarca delAltiplano. Entre la fauna asociada a estasunidades se hallan diversas especies de equi-nodermos como son Echinolampas scutifor-mis Desmoulins, 1837; Clypeaster margina-tus Lamarck, 1816; Clypeaster foliumAgassiz, 1847; Hypsoclypus semiglobusLamarck, 1816; Schizaster aff. barbarusPomel, 1885; Spatangus sp. Gray, 1825 oParascutella sp. Durham, 1953 (AndrésDíaz, 2005a y 2006a); restos de peces carti-laginosos como Isurus oxyrhinchusRafinesque, 1810 (Andrés Díaz, 2005b); opiezas dentarias de peces óseos comoSparus cinctus Agassiz, 1843 y Trigonodonjugleri Münster, 1846 (Andrés Díaz, 2007).

El segundo tramo correspondería alTortoniense superior-Messiniense inferiorrelacionado con sedimentos de carácterdetrítico, compuesto por calcarenitas y are-nas de color blanco, donde aparecen equino-dermos del tipo Cidaris melitensis Forbes inWright, 1855 o Arbacina monilisDesmarest, 1816 (Andrés Díaz, 2006a);crustáceos como Scalpellum Leach, 1817;Balanus Da Costa, 1778; o pinzas de Dairacfr. speciosa Reus, 1871 (Andrés Díaz,2006b).

Generalidades.Los pectínidos, presentes en los mares

desde el periodo Triásico, presentan multi-tud de formas y variedades diferenciándoseclaramente de otros grupos de bivalvos. Secaracterizan por presentar una concha detamaño variable, de contorno circular, oval otrigonal. Valvas convexas, por lo general,con una de las valvas (derecha) más abom-bada que la otra, que puede ser incluso plana(valva izquierda), aunque también suelenaparecer formas con las valvas iguales.Umbo en posición central, a cuyos lados se

desarrollan las aurículas (orejetas), normal-mente de contorno triangular. La orejetaanterior suele estar más desarrollada que laposterior, pudiendo presentar pequeñas cos-tillas, pliegues bisales o denticiones bajoellas. El cierre de las valvas es de tipo recti-líneo, con un ligamento externo casi obsole-to, resilium o ligamento interior situado enuna fosa triangular por debajo de los umbos(Condróforo).

La superficie de la concha puede ser lisa,con costillas o pliegues radiales, algunasespecies con estrías o estructuras concéntri-cas. Interior liso, con costillas o con finossurcos radiales.

Los ejemplares jóvenes presentan unapequeña dentición de tipo taxodonta (dien-tes auriculares) bajo la charnela, que con eldesarrollo de las valvas, se vuelven obsole-tas, de tipo criptodonta. Formas adultasmonomiarias, con una sola impresión mus-cular sobre su cara interna cuya posiciónqueda reflejada en la concha a través de lalínea paleal. Crura cardinal o láminascomúnmente presentes.

Son seres que viven de modo libre, fija-dos al sedimento a través del biso o biencementadas al sustrato marino a través de lavalva derecha. La valva izquierda es la supe-rior. Las especies actuales suelen tener colo-res brillantes, cuyo cromatismo, en los ejem-plares fósiles, se ha perdido.

Los caracteres generales utilizados parala identificación de los pectínidos, tal ycomo los que presentamos, se basan en trestipos de elementos fundamentales comoson: la ornamentación de carácter radial yconcéntrica aparecida en el exterior e inte-rior de la concha, en la desigualdad de lasvalvas, y en la forma de las orejetas.

Para la descripción de las distintas espe-cies se adjunta un esquema morfológico conlos nombres de los principales elementosque componen la concha de los bivalvos.Las abreviaciones utilizadas en las láminasson las siguientes: VDx = Valva derecha;VIz = Valva izquierda. Las medidas siemprevan en milímetros.

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Sistemática.

Filum MOLLUSCA (Linné, 1758) Cuvier,1795.Clase BIVALVIA Linnaeus, 1758.Subclase PTERIOMORPHIA Beurlen,1944.Orden OSTREOIDA Férussac, 1822.Suborden PECTININA Waller, 1978.Superfamilia PECTINOIDEA Wilkes,1810.Familia PECTINIDAE Wilkes, 1810.

Género AMUSIUM Röding, 1798.

Especie tipo OSTREA PLEURONECTESLinné, 1758.

Amusium aff. cristatum Bronn, 1827.

Material. Se han estudiado cinco valvasaisladas, tres de ellas incompletas y malconservadas y las otras dos, pertenecientesal lado derecho, completas, bien conserva-das (véase Figura 1). Las dimensiones dedichos ejemplares oscilan entre los 51-60mm., siendo proporcional la altura y la lon-gitud de las conchas debido a su forma sub-circular. El grosor de las valvas aproximada-mente es de 1 mm.

De todas las piezas estudiadas, en nin-gún caso se ha podido observar el interior delas respectivas valvas, elemento indispensa-ble para su clasificación, por ello, hemos

optado, a modo provisional, denominar estaespecie como Amusium aff. (afín, semejantea la especie) cristatum Bronn, 1828, aunquesu semejanza con otros géneros como puedeser el caso de Korobkovia Glibert & Van dePoel, 1965 es evidente. La coloración de losejemplares es amarillenta.

Criterios de distinción. Conchas detamaño grande, de forma circular o discoi-dal, de paredes muy finas. Valvas ligeramen-te convexas, con grandes márgenes pordebajo de las aurículas, equilateral, algoinequivalva, con la valva derecha ligera-mente más curvada que la izquierda que escasi plana. Umbo en posición central, estre-cho, puntiagudo. Orejetas prácticamente delmismo tamaño, la anterior ligeramentemayor, bordes angulosos o redondeados.Superficie exterior lisa, con finas estrías decrecimiento. La superficie interior, en laespecie tipo, aparece ornamentada conpequeñas costillas radiales débilmente mar-cadas. En algunas especies, estas costillasaparecen reflejadas también en la cara exter-na de las conchas.

Se diferencia de otros géneros comoKorobkovia Glibert & Van de Poel, 1965 porla presencia de pequeñas costillas en el inte-rior de la valva derecha, ya que Korobkoviacarece de ellas y del género LentipectenMarwick, 1928 por el mayor desarrollo oanchura del área cardinal (Moore, 1969,N350). En todo caso, el género Amusiumpresenta formas de mayor tamaño como por

ejemplo puede ser el citado casode Korobkovia, cuyas valvas nosuelen sobrepasar los 30 mm delongitud.

Distribución estratigrá-fica. El género Amusium desdeel Mioceno inferior ha perduradohasta la actualidad. Amusiumcristatum Bronn, 1827 es unaespecie presente en los depósitosdel Mioceno y el Plioceno en laEuropa mediterránea. Frecuenteen el Pleistoceno de la región ita-liana (Gómez-Alba, 1988, p.

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Fig. 1 - Amussium aff cristatum.

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180). En nuestro término municipal, estaespecie está presente en los depósitos delSerravaliense superior-Tortoniense inferior.

Distribución geográfica. Europa medi-terránea. Citada para el Mioceno dePortugal. En España citada para el Miocenode Almería (Gómez-Alba, 1988, p. 180),para el Tortoniense superior “T2” de Sevilla(Rico-García et alii, 2006) o para elPlioceno de El Papiol (Barcelona).

Observaciones. Los representantesactuales del género Amusium como A. pleu-ronectes Linné, 1758 u otros géneros simila-res como Propeamussium De Gregorio,1884 habitan los mares cálidos, tropicales ysubtropicales, tal y como hoy en día puedeser la región Indo-pacífica, desplazándosemediante movimientos bruscos de la con-cha, que al expulsar el agua de su interior losproyecta en dirección contraria (LópezMartínez, 1986, p.144).

Género CHLAMYS Röding, 1798

Especie tipo PECTEN ISLANDICUSMüller, 1776.

El género Chlamys Röding, 1798 secaracteriza por presentar una concha de con-torno circular o triangular, con valvas ligera-mente desiguales, convexas einequivalvas, con la valvaizquierda o superior másarqueada o acentuada que laderecha. Las conchas son, porlo general, más altas que largas.Aurícula u orejeta anterior másdesarrollada que la posterior.Sobre la aurícula anterior dere-cha se sitúa la escotadura bisal.Umbo en posición central, conligamento interno situado en unresilifer o condróforo triangularcolocado bajo los umbos.

Presenta numerosas estríaso costillas radiales, habitual-mente finas o a veces hundidas,adornadas con motivos reticu-

lares o marcadas con estrías de crecimientoy nervaduras radiales muy finas. Interiornormalmente de margen redondeado, acana-lado, con costillas aplanadas, de tamañovariable (Moore, 1969, N355). Este género,desde el Triásico ha estado presente en nues-tros mares hasta la actualidad, tiene una dis-tribución cosmopolita y actualmente, a nivelde sistematización, queda dividido en 34subgéneros distintos.

Subgénero AEQUIPECTEN Fischer, 1886.

Chlamys (Aequipecten) scabrellaLamarck, 1819.

Material. Los ejemplares estudiados sonnumerosos, hallando valvas aisladas tantode la cara derecha como de la izquierda, setrata de una de las especies más abundantesen los yacimientos miocénicos de nuestrotérmino municipal (véase Figura 2).Las valvas halladas oscilan entre 17-32mm., de altura y los 19-33 mm., de longitud.La coloración de las valvas halladas es deblanco a amarillento.

Criterios de distinción. Conchas depequeño tamaño, paredes finas, contorno deovalado a redondeado, con los márgenespronunciados bajo las aurículas. Umbo en

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Fig. 2 - Chlamys (Aequipecten) scabrella.

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posición central. Valvas convexas, casi igua-les, algo inequilateral, con el margen poste-rior ligeramente más pronunciado. Orejetascasi del mismo tamaño, la anterior ligera-mente más larga que la posterior.

Al exterior las valvas aparecen decora-das con 14 a 16 costillas radiales aplanadasligeramente por la cara superior, con nerva-duras o pequeñas costillitas sobre ellas, queno llegan a observarse en todos los ejempla-res. Interior con débiles costillas aplanadas ysurcos acanalados más pronunciados haciael borde ventral.

Distribución estratigráfica. El subgé-nero Ch. Aequipecten ha estado presente enlos mares desde el Jurásico superior hasta laactualidad (Moore, 1969, N355). Entre lasespecies más comunes se halla Ch. (A.) pris-cus Schlotheim, restringida a los depósitosdel Jurásico inferior. En nuestro términomunicipal, esta especie se halla en los depó-sitos del Serravaliense superior-Tortonienseinferior.

Distribución geográfica. Citada para elPlioceno de Diolo (Plasencia, Italia). EnEspaña, queda constatada para elHelveciense del Cabo de Gata (Almería),nivel M-1 (Meléndez et alii, 1964). Y en elTortoniense superior “T1” de Sevilla (Rico-García et alii, 2006).

Observaciones. Se diferencia de otrasespecies como Ch. (Aequipecten) opercula-ris Linné, 1758 por el menor número de cos-tillas aparecido en cada valva y por la sec-ción ligeramente aplanada de éstas, asícomo por el menor desarrollo de la aurículaanterior.

Chlamys (Chlamys) multistriataPoli, 1795.

Material. Se han estudiado un total deocho valvas, tres pertenecientes al lado dere-cho, y cinco al lado izquierdo, dos de ellasincompletas (véase Figura 3). Los ejempla-res juveniles tienen una altura que oscilaentre los 14’5-16’5 mm., y una longitudcomprendida entre los 11-13’5 mm. Los

ejemplares adultos poseen una altura entrelos 22’5-36 mm., y una anchura de 18’5-29’3 mm. Buena conservación.

Con respecto al color de las conchas, entodos los casos las valvas fósiles son blan-quecinas, aunque las especies actuales deCh. multistriata presentan vivos colores(amarillo, naranja, rosa, rojo o marrón) dis-puestos mediante bandas radiales (Wagner,1991).

Criterios de distinción. Conchas depequeño tamaño, de paredes finas y frágiles.Contorno trigonal, más alta que ancha, conel margen ventral redondeado. Equilateral,inequivalva, con la valva derecha ligera-mente más convexa que la izquierda. Umboen posición central, agudo, convexo. A loslados del umbo surgen las aurículas, la ante-rior más desarrollada que la posterior. Laaurícula anterior de la valva derecha con 5-6 costillas radiales, la de la izquierda con 6-7 costillas. Las costillas de las aurículas pos-teriores no se han podido contabilizar ya queen los ejemplares estudiados no se han con-servado íntegramente. Ambas orejetas pre-sentan líneas o estrías de crecimiento.La superficie de la concha aparece ornamen-

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Fig. 3. Chlamys multistriata.

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tada con finas costillas radiales, entre 39-45,igualmente pronunciadas, existiendo unapequeña diferencia numérica entre las apa-recidas en la valva derecha y las de la valvaizquierda. Cada valva presenta unas costillasde carácter primario que surgen gradual-mente a la altura del ápice, posteriormentecon el desarrollo de la concha aparecen unasnuevas costillas situadas entre las principa-les, formando grupos de 2 o 3 costillas. Enel interior, la valva presenta finos surcosradiales débilmente marcados que recorrentoda la superficie de la concha desde el áreapaleal al margen ventral.

Distribución estratigráfica. La especieCh. multistriata ha estado presente en losmares desde el Mioceno inferior hasta laactualidad. Frecuente en los depósitos delMioceno y Plioceno de Europa e igualmen-te abundante en los sedimentos pleistocenosde Italia y la Península Ibérica (Gómez-Alba, 1988, p. 182). Los ejemplares estudia-dos han aparecido en un mismo yacimientodel Tortoniense superior-Messiniense infe-rior.

Distribución geográfica.En España, se cita para elTortoniense superior “T1” deSevilla (Rico-García et alii,2006). Actualmente losrepresentantes de esta espe-cie pueden encontrarse en lasaguas del Mediterráneo y enlas costas del océanoAtlántico, principalmente enel tramo comprendido entrelas islas Azores y lasCanarias, así como al sur deLiberia en la costa africana(Wagner, 1991).

Observaciones. Ch. mul-tistriata Poli, 1795 puededistinguirse de otras especiessimilares como es el caso deChlamys varia Linné, 1758por la presencia de costillassecundarias entre las prima-rias, por un mayor número de

costillas presentes en cada una de las valvasy por su pequeño tamaño, así como por unmayor desarrollo de la aurícula anterior conrespecto a la posterior.

A lo largo de la historiografía han sidomuchas las variedades que han surgido apartir de Chlamys multistriata, sobre todoentre los representantes actuales debido alcarácter cromático de las respectivas con-chas, entre otras, las más importantes son lasdeterminadas por Monterosato en 1878,tales como flava, rubra o violacea, o las queposteriormente establecerá Locard en 1888y 1896 como elongata, minor, irregularis,grises, lutea, rufula, aurantiaca, albida,zonata, marmorea, maculata, punctata oregularis entre otras.

Chlamys macrotis Sowerby,1847.

Material. Se han estudiado diversosejemplares procedentes de un mismo yaci-miento, hallándose valvas aisladas tanto del

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Fig. 4: Chlamys macrotis.

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lado izquierdo como derecho, así comodiversas piezas completas (véase Figura 4).Las dimensiones de los ejemplares oscilanentre los 11-22’5 mm de altura y los 10-21mm de longitud. Conservación buena.Coloración de las valvas, blanca.

Criterios de distinción. Conchas depequeño tamaño, paredes muy delgadas, frá-giles. Contorno triangular con el margenventral redondeado, ligeramente más altaque ancha, equilateral, con las valvas conve-xas, casi iguales. Umbo en posición central,estrecho, muy fino. La valva derecha pre-senta la aurícula anterior más desarrolladaque la posterior, con 5 o 6 pequeñas costilli-tas, con marcados pliegues sobre la orejetaanterior. La valva izquierda presenta unasaurículas de contorno triangular, igualmentecon pequeñas y finas costillitas sobre ellas.

La superficie externa de la concha pre-senta unas 25-26 costillas radiales muy finasy de sección redondeada, aunque segúnRoger, 1939 lo normal es que presenten de18 a 24. En algunas piezas se observan algu-nas líneas concéntricas de crecimiento. Alinterior la concha aparecen igualmente unas25-26 costillas radiales, débilmente marca-das, aplanadas totalmente, con surcos muyestrechos entre ellas, marcados intensamen-te sobre el margen ventral.

Distribución estratigráfica. Mioceno.Los ejemplares estudiados por nuestra parteproceden de los depósitos sedimentarios delTortoniense superior-Messiniense inferior.

Distribución geográfica. Roger, 1939cita esta especie para el Helveciense deldominio mediterráneo y atlántico, para elBurdigaliense de Austria y para elTortoniense en Cataluña. Meléndez et alii,1964 recoge varias citas de Csepreghy-Meznerics, 1960 que ubican a Ch. macrotisen diversos yacimientos del Helveciense y elTortoniense de Portugal, Cataluña, Hungríay Viena. De igual modo, dicha especie apa-rece en diversos depósitos del Serravaliensesuperior-Tortoniense del litoral de laPenínsula de Setúbal en Portugal(Zbyszewski, 1967; Legoinha, 2008). En

España se cita para el Helveciense y elTortoniense del Cabo de Gata en Almería,nivel M-4 (Meléndez et alii, 1964).

Chlamys pseudo pandoraeZbyszewski, 1957.

Material. Se estudian dos valvas incom-pletas, una de las piezas pertenece al ladoderecho, la otra se desconoce ya que no seha conservado el margen dorsal con el res-pectivo umbo y orejetas (véase Figura 5). Laaltura de la valva más completa es de 23mm., la longitud mínima de las conchas esde 20 mm. Conservación regular.Coloración de las conchas, blanca.

Criterios de distinción. Concha detamaño pequeño, paredes finas, frágiles.Contorno redondeado, equilateral, con lasvalvas convexas, casi iguales. Umbo enposición central, convexo. Aurículas desimilar tamaño, de contorno triangular, laaurícula anterior de la valva derecha ligera-mente más desarrollada que la posterior, conpequeñas costillitas radiales.

La superficie exterior de la concha apa-rece ornamentada por unas 14-16 pequeñascostillas radiales débilmente marcadas, nomuy gruesas. Presenta líneas concéntricas

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Fig. 5: Chlamys pseudo pandorae.

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de crecimiento. Al interior aparecen unas 14costillas muy débiles y totalmente aplana-das, con pequeños surcos entre ellas que sevuelven más profundos junto al margen ven-tral.

Distribución estratigráfica. Los ejem-plares estudiados han aparecido en unmismo yacimiento del Tortoniense superior-Messiniense inferior.

Género PECTEN Müller, 1776.

Especie tipo OSTREA MAXIMA Linné,1758.

El género Pecten Müller, 1776 es unantiguo género colectivo que a englobadomuchas variedades. Es evidente su similitudcon el género Chlamys, y de hecho ha sidomotivo de numerosas confusiones nomen-

claturales a lo largo de la historiografía.Se caracteriza por presentar la valva

derecha o inferior más arqueada que laizquierda, que es ligeramente menos conve-xa, plana o incluso cóncava. Con aurículas uorejetas casi iguales. Sobre la superficieexterna de las valvas aparecen anchas costi-llas radiales subcirculares o ligeramenteaplanadas por encima. Nervadura radialmarcada, diferente en cada grupo. Se tratade un género que desde el Eoceno superiorha perdurado en nuestros mares hasta laactualidad. Su distribución es cosmopolita(Moore, 1969, N366).

Pecten (P.) vasatensisBenoist, 1873.

Material. Disponemos de 5 ejemplaresprocedentes de los depósitos del

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Fig. 6: Pecten vasatensis.

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Serravaliense superior-Tortoniense inferior.Se trata de distintas valvas, tres de ellasarqueadas, pertenecientes al costado dere-cho y las dos restantes, planas, correspon-dientes al lado izquierdo (véase Figura 6).

De estas cinco valvas, tan sólo se hapodido estudiar un ejemplar completo perte-neciente al flanco derecho que presenta unaaltura de 125 mm., y una longitud de 146mm. Coloración blanca a amarillenta.

Criterios de distinción. Conchas degran tamaño, de paredes gruesas, con formaoval, más ancha que alta, inequivalva yequilateral. Valva derecha abombada confuertes costillas radiales, de 14 a 16, de sec-ción subredondeada y superficies lisas.Valva izquierda plana, con costillas simila-res en número a la de la valva derecha, aun-que son algo más delgadas. La superficieinterior de las valvas presenta costillasradiales aplanadas con surcos fuertementemarcados hacia el margen ventral. Umbo enposición central, grueso, curvado. Orejetasde tamaño similar, de contorno triangular ysuperficies lisas.

Distribución estratigráfica. Mioceno.En nuestro término municipal, esta especieestá presente en los depósitos delSerravaliense superior-Tortoniense inferior.

Distribución geográfica. Especie citadapara el Serravaliense de la región deGironde en Francia (Guadelli, 1996), aun-que con unas dimensiones inferiores (70mm).

Observaciones. P. vasatensis se diferen-cia de otros grandes pectíni-dos por el número de costi-llas y por la carencia de finasnervaduras o costillitasradiales sobre las costillasprimarias y entre los surcosexistentes entre éstas. El casode P. jacobaeus Linné, 1758(Plioceno-Actualidad) pre-senta un total de 17-19 costi-llas ligeramente aplanadaspor su cara superior y unas14-16 costillas sobre la cara

interna de las valvas.En el caso de P. maximus Linné, 1758 decirque presenta hasta 14 costillas de secciónredondeada sobre ambas valvas así como enel interior de éstas.

Se distingue de P. benedictus Lamarck,1819 por su mayor tamaño, por el número ygrosor de sus costillas y por la forma oval dela concha, con los márgenes laterales máspronunciados y bordes redondeados.

Pecten (P.) benedictusLamarck, 1819.

Material. Se ha estudiado una valvaderecha de dicha especie (véase Figura 7).Presenta una altura de 58 mm., y una anchu-ra de 67 mm. Conservación regular.Coloración blanco grisáceo.

Criterios de distinción. Concha detamaño medio-grande, paredes gruesas, decontorno oval, más ancha que alta, equilate-ral e inequivalva. Valva derecha abombada,con costillas radiales de sección subredon-deada y superficies lisas, el ejemplar estu-diado presenta unas 15 costillas, 12 de ellasfuertemente marcadas y las restantes, situa-das sobre los márgenes laterales, más estre-chas y escasamente marcadas. Aunque nodisponemos de ejemplares completos, lavalva izquierda suele ser plana, ligeramentearqueada, decorada con diversas costillasradiales similares en número a las de lavalva derecha, aunque son algo más delga-das. Umbo en posición central, grueso, con-

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Fig 7: Pecten benedictus.

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vexo. Orejetas de similartamaño, de contorno angulo-so. La superficie interna pre-senta costillas radiales apla-nadas con surcos fuertemen-te marcados hacia el margenventral.

Distribución estratigrá-fica. Presente en los depósi-tos del Mioceno y Pliocenoen la Europa mediterránea.Los ejemplares estudiadoshan aparecido en un mismoyacimiento del Tortoniensesuperior-Messiniense infe-rior.

Distribución geográfica.Citada en España para elMioceno de Bonares(Huelva), (Gómez-Alba, 1988, p. 190).

Observaciones. P. benedictus se puededistinguir de otras especies como P. praebe-nedictus al presentar una valva derechamenos arqueada, con costillas en menornúmero y más pronunciadas. Con respecto ala especie P. aduncus Eichwald, 1830 sediferencia por la carencia de cóstulas sobrelas costillas de la valva derecha y laminillasconcéntricas sobre la valva izquierda(Meléndez et alii, 1964). Otra especie simi-lar es P. bipartitus Foresti, 1876 quien pre-senta unas costillas de sección rectangularcon las superficies ligeramente aplanadas.

Pecten sp.1.

Material. Se estudian diversos ejempla-res procedentes de un mismo yacimiento,hallándose valvas aisladas tanto del ladoizquierdo como derecho, además de diver-sos ejemplares completos (véase Figura 8).Las dimensiones de las piezas oscilan entrelos 12-25 mm de altura y los 12-26 mm delongitud. Conservación buena. Coloraciónde las valvas, blanca.

Criterios de distinción. Concha depequeño tamaño, paredes delgadas, contor-no trigonal-redondeado, inequivalva e

inequilateral. Margen posterior más pronun-ciado que el anterior. Valva derecha abom-bada, valva izquierda plana, ligeramentecóncava. Umbo en posición central, estre-cho, convexo. Aurículas de contorno trian-gular y tamaño similar, con la orejeta ante-rior algo más desarrollada, presentan 5 o 6diminutas costillitas de carácter radial.Algunas piezas, sobre el borde dorsal toda-vía conservan la dentición auricular.Condróforo triangular, de diminuto tamaño.

La superficie externa de la concha pre-senta unas 16 costillas radiales en cadavalva, muy marcadas, más gruesas en lavalva derecha que en la izquierda, de sec-ción circular, con nervaduras o pequeñasestrías radiales sobre ellas. La cara interiorde la valva derecha presenta unas 15 costi-llas aplanadas, poco marcadas, con profun-dos surcos sobre el margen ventral. La carainterior de la valva izquierda presenta igual-mente unas 15 pequeñas costillas totalmenteaplanadas, con delgados surcos radiales,más profundos sobre el margen ventral.

Distribución estratigráfica. Los ejem-plares estudiados han aparecido en unmismo yacimiento del Tortoniense superior-Messiniense inferior.

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Fig. 8: Pecten sp1.

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Pectínido sp.2.

Material. Pectínido sin determinar, cuyogénero y especie desconocemos, aunquemorfológicamente, por el contorno, forma yla prominencia de sus valvas y aurículaspodríamos incluirla dentro del géneroPecten (véase Figura 9). Se han estudiadodos únicos ejemplares cuyo tamaño oscilaentre los 31-43 mm de altura y los 33-42mm de longitud. Coloración blanca.

Criterios de distinción. Conchas detamaño mediano, de paredes fuertes, contor-no entre circular y oval. Algo inequivalva,inequilateral, con las valvas bastante abom-badas. Umbo en posición central, grueso ycurvado. La superficie externa de las valvases lisa, aunque presentan algunas costillasradiales débilmente marcadas. Orejetas des-iguales, conservadas parcialmente, con laanterior ligeramente más desarrollada que laposterior, de contorno triangular. Las carac-terísticas internas de los ejemplares se des-conocen, ya que las valvas quedan rellena-das por su matriz.

Distribución estratigráfica. Por elmomento, los dos únicas piezas estudiadashan aparecido en un mismo yacimiento delSerravaliense superior-Tortoniense inferior.

Distribución geográfica. Consecuente-mente, hasta la localización de los corres-pondientes paralelos, los únicos ejemplaresestudiados se han hallado al Norte de nues-tro término municipal.

Conclusiones.A través de las distintas especies estudia-

das en el presente trabajo, podemos apreciarun importante cambio, a nivel de sedimenta-ción, entre los distintos depósitos dondeafloran dichos fósiles, ya que de ambientesmarinos de aguas someras, tales y como lasque se detectan a nivel comarcal durante elperiodo comprendido entre el Serravaliensesuperior y el Tortoniense inferior, pasamos aun ambiente claramente de tipo costerodurante Tortoniense superior, tramo ésteúltimo, que se situaría entre lo que es laFormación de margas blancas, cuya edad esTortoniense y la Formación de conglomera-dos, arcillas y calizas (Vilas et alii, 2005) deedad Messiniense, formaciones que de igualmodo se hallan extendidas por todo elAltiplano, aunque sin relación directa decarácter deposicional entre las mismas.

La constatación de nuevas especies fósi-les es siempre un hecho excepcional, ya que,con el paso del tiempo, podemos conocermejor diversos datos sobre la configuracióny composición de los distintos ecosistemasque durante el pasado fueron el claro testi-monio de la vida sobre la tierra. Este hecho,en principio debería ser motivo suficientepara abogar por la protección y conserva-ción de los distintos yacimientos que afloranen todo nuestro entorno comarcal, y que enmuchos casos, han sido y son afectados odestruidos por la acción indiscriminada delser humano, perdiéndose así un patrimonionatural que la tierra había conservado paranosotros hasta nuestros días.

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Fig. 9: Pectínido sp2.

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Introducción.Las setas son los frutos de algunos hon-

gos, son las partes reproductivas al exterior(ya sea la tierra, materia orgánica, etc.), deun hongo completo. Es por lo tanto la partemás llamativa y expuesta a la vista y de laque nos ocuparemos. Son seres que se des-componen rápidamente por lo que su dura-ción en el medio es muy limitada (con lasdebidas excepciones). Aunque tenemossetas en todas las estaciones, son sin dudalas setas de otoño y primavera las más cono-cidas.

El diccionario define hongo como:“(Del lat. fungus). m. Planta talofita, sinclorofila, de tamaño muy variado y repro-ducción preferentemente asexual, por espo-ras. Es parásita o vive sobre materias orgá-nicas en descomposición. Su talo, ordinaria-mente filamentoso y ramificado y conocidocon el nombre de micelio, absorbe los prin-cipios orgánicos nutritivos que existen en elmedio”.

El hongo que da lugar a la seta es unaextensa red de micelios que son los que fruc-tifican y dan lugar a los carpóforos (parteaérea del hongo) o “setas”, esta red demicelios (parte subterránea) puede alcanzarcientos de metros cuadrados, formandobotones o primordios que maduraran enhoras o pocos días formando la “seta”. Poreso a la hora de la recolección siempre se hadicho de no remover la tierra sino que secorte el pie para no destrozar el micelio y asílas futuras setas; otra es la de llevar cestasporosas, especialmente vegetales (esparto,mimbre, etc.) para que la esporada (conjun-to de esporas microscópicas que pueden darlugar a nuevos micelios) de los individuosque recolectemos caiga sobre tierra.

Otros hongos son, por ejemplo, elCeratocystis ulmi, causante de la grafiosisen los olmos y su propagación por medio deescarabajos (transportando las esporas ensus patas), los hongos que dan lugar a la fer-mentación del pan, los que dieron lugar aldescubrimiento de la penicilina, etc., quequedan fuera del presente trabajo.

El aspecto externo de una seta, inclusodentro de la misma especie, puede ser muyvariable dependiendo del estado de madura-ción y otros factores por lo que su identifica-ción se hace un tanto complicada para losaficionados, por lo que espero se entiendanerrores y en su caso se justifiquen y se hagansaber para que entre todos vayamos cono-ciendo cada vez más la fauna y flora denuestro entorno.

La rama de la biología que estudia estosseres es la micología. Y por lo tanto micólo-gos sus especialistas.

Hábitats y zonas de estudio.La vegetación y el suelo es muy impor-

tante para los hongos, estas variables daránlugar a especímenes diferentes. Unas seránde pinar, otras de encinar, de olmedas, deprados, de montaña, o unidos a estiércol, untocón, el tronco de un árbol, etc., así comolas de suelos ácidos o básicos.

La mayor parte de las cadenas montaño-sas de nuestro termino pertenecen a la ZonaPrebética, alineadas SW-NE, fruto de la oro-génesis alpina., con una altitud que transcu-rre desde los 1.238 m. de la Sª Salinas a los949 m. de Sª Tobarrillas o de la Sª delCuchillo a llanuras de 535 m. sobre el niveldel mar. Esta orientación montañosa nosacusa las zonas de umbría (donde la vegeta-ción será abundante y plural) y zonas de

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AAPPUUNNTTEESS SSOOBBRREE SSEETTAASS((HHOONNGGOOSS)) EENN EELL TTÉÉRRMMIINNOO

MMUUNNIICCIIPPAALL DDEE YYEECCLLAA

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solana (donde la vegetación será más pobrey xerófila, y en el caso que nos ocupa, laprobabilidad de encontrar “setas” másinusual). La zona de pinar denso representaun 11% del aprovechamiento del suelo de lacomarca del Altiplano. Son estas zonas bos-cosas donde hay una mayor diversidad y enlas que nos hemos centrado. El materialprincipal de las sierras es la caliza de origencretácico. En general, son suelos poco pro-fundos de color pardo con aporte escaso dehumus. Con diversos veneros naturales(p.ej. el del Tobarrillas o el de las Pansas),con un “clima mediterráneo continentaliza-do de carácter semiárido” que se presentacon una escasez de lluvias a la largo delaño, localizadas en los meses de septiembre-octubre y abril-mayo, con 1-2 días de mediade nieve al año; la temporalidad es a lo largode la historia, algo anárquica pasando deprolongadas sequías a lluvias torrenciales,entre otros estadios. Las precipitacionesmedias están entre 200-400 mm/año.

Atendiendo a nuestro zona de estudionos encontramos con pinar de repoblación(Pinus halepensis) relativamente joven (unamedia de 30/50 años), con matorral bajo deromero, aliagas, torviscos, carrascas, arbole-tos de encinas, normalmente reagrupados enpequeños bosquetes que en su mayoría nosobrepasan los 25 cm. de grosor, tambiénhemos dado preferencia a las zonas deumbría, la mayor parte de las zonas muestre-adas son con suelo calizo (ph básico) princi-palmente cubierto de lastones y materia dedeshecho de pinar (juma-pinocha), musgosy líquenes. La desaparición de las distintasolmedas (Olmus minor) nos han quitadociertos hongos que en el pasado recienteeran abundantes. Por lo tanto este sólo seríaun primer bosquejo de lo que serían los hon-gos en el termino de Yecla, pues como se havisto se han dejado muchas zonas sin mues-trear, limitándose principalmente a las gran-des zonas forestales, umbrías y ramblas.

Periodo de catalogación de especies.Se llevó a cabo del otoño de 2007 a la

primavera de 2008, en fines de semana yfestivos. Las escasas lluvias del otoño de2007 (Sept. 31 l/m2, Oct. 122 l/m2, Nov. 0.9l/m2, Dic. 3 l/m2) tan sólo efectivas en algu-nas semanas de Octubre tampoco han ayu-dado mucho. En primavera de 2008 nos sor-prendió Mayo (Marzo 11/m2, Abril 8.3 l/m2,Mayo 130 l/m2, Junio 44.6 l/m2)1 y encon-tramos algunas especies tras un invierno yprincipio primavera secos.

La identificación de las distintas espe-cies ha sido a través de la fotografía, princi-palmente, por lo cual no se han recolectadopara su posterior identificación y apenas sehan hecho pruebas organolépticas (sabor,olor,…) que nos pudieran ayudar a unamayor clarificación. Debido al tipo de mues-treo, aleatorio, imposibilidad de visitartodos los parajes a un tiempo, etc. se dejanfuera bastantes especies de nuestra flora,

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1 Agencia Estatal de Meteorología, Centro Meteorológico Territorial de Murcia.

El bosque umbroso concentra la mayor diversidadde setas. (Foto: A. García).

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que estudios posteriores o futuros más cuali-ficados espero atiendan.

Formas y partes de una seta.Pueden tener forma globosa, ramificada,

de copa, de mazo, etc. En cuanto a la formaidealizada de una seta (forma de paraguas)tenemos: sombrero, es la parte más vistosade las setas, formado por una cutícula (piel)en algunos casos fácilmente extraíble, pue-den ser: aplanados, embudados, convexos,cónicos, mamelonados, deprimidos, etc.Según las láminas, situadas debajo del som-brero: libres, ventrudas, escotadas, decu-rrentes, adnatas, etc. o Poros y papilas:

estructuras visibles que sustituyen a lasláminas en algunas familias de setas. Volva:es un envoltorio o capa que envuelve a laseta al nacer en forma de huevo que serompe a medida la seta madura. Suele que-dar parte en el pie, restos en el sombrero,etc. Pie: soporte del sombrero que puedetener forma cilíndrica, tubular, ahusada,mazuda, bulbosa, radicante, puede ser rígidoo muy frágil a la presión. Anillo: elementosujeto al pie normalmente en la parte altaque forma parte del velo que recubre lasláminas en ejemplares jóvenes de algunasespecies. Puede ser sencillo, doble, colgan-te, etc. cortina: resto de la membrana quecubre las laminas, suele quedar pegada alpie y coloreada por las esporas, carne: parteinterna del sombrero y que queda entre lasláminas y la cutícula. Es la parte comestiblepor excelencia. Esporas: medio de repro-

ducción de las setas de forma y estructuravariable, son microscópicas. Los coloressuelen ser cinco: Blanco, rosado, marrón,ocre y negro.

Claves de identificación.Setas con forma de paraguas: Miraremos

si tienen láminas o no (nos lleva a génerosdiferentes). Si tiene láminas y al mismotiempo volva (ej. seguramente del g.Amanitas). Si tiene anillo o no (Ej. Lepiotaso Armillarias (según el pie se desprendafácilmente del sombrero o no), pholiota opsalliota (el color de la esporada). Si no tie-nen ni volva ni anillo, observar si quedanrestos de la cortina o si la tiene (ej.Cortinarius, Hypolomas o Gomphidius). Sino tiene volva, ni anillo, ni cortina y el piees fácilmente quebradizo (ej. Lactarius,Russulas), si no tiene ninguna de lascaracterísticas anteriores, miraremos lainserción de las láminas y color de la espo-rada. Escotadas o decurrentes (ej.Tricholoma, Entoloma o Hebeloma) si sondecurrentes (ej. Clitocybe, Pleorotus,Hygrophorus, Clitopilus, Paxilus oGomphidius)

Setas sin forma de paraguas: Con formade plato, cuenco (ej. Helvella o Peziza,Aleuria, Sarcoscypha…). Con pie y som-brero pero este sin forma de paraguas (ej.de panal, de silla de montar, cerebro…Helvella, Verpa, Gyromitra, Mitrophora,Morchella…) Ramificadas o forma decoliflor (ej. Ramaria, Sparassis). De formaglobosa con el himenio en el interior (ej.Clathrus, Phallus, Rhizopogon, Tuber,Terfezia, Lycoperdon…). Diminutas conforma de nido (ej. Crucibulum, Cyathus).Gelatinosas en tiempo húmedo y secas yquebradizas en tiempo seco (ej.Gymnosporangium, Tremella, Calocera,Auricularia…). Con forma de mazo (ej.Clavaria, delphus), sin pie, en forma deabanico, leñosas (ej. “yesqueros”,Hydnellum, Phaeolus, Coriolus…), enforma de costra sobre madera muerta.(Ej. Corticiáceos).

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Figura 1: Partes de una seta. (Dibujo: J. R. Díaz).

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Especies identificadas.Como es usual en otros catálogos de

especies hemos hecho la relación comen-zando por el nombre científico, seguido deldescubridor y luego el nombre popular si lohubiese. Hemos optado por el orden alfabé-tico para una fácil localización, dejandofamilia y géneros en un segundo término. Enlas especies que había cierta duda se haoptado por una identificación genérica, aten-diendo a los datos que nos daba visualmen-te la especie. En otros, se ha optado porponer la especie que se cree posible colocán-dola entre paréntesis. Seguida de una brevedescripción de sus partes, periodo de creci-miento, hábitat, lugares del término munici-pal de Yecla donde están citadas, abundan-cia, si tiene valores gastronómicos, especiesque se le asemejan, etc.

Agaricus sp. -Champiñón. (Foto 1).Clase: Basidiomicetos. Orden:

Agaricales. Fam: Agaricáceas. De 8-10 cm.diámetro del sombrero, blanco, al principiogloboso luego se aplana al envejecer, conciertas escamas de color marrón. Láminasen principio rosadas que se van oscurecidocon la esporada hasta negras. Pie con anillopersistente. Crece en grupos más o menosnumerosos. En caminos y yermos. Umbríadel Fator, Peñas Blancas, Tobarrillas, etc.Otoño. Primavera. Especies que se aseme-jan: A. campestris. A. arvensis…

Agrocybe aegerita (V. Brig.) Singer.Pholliota aegerita. -Seta de chopo. (Foto2).

Clase: Basidiomicetos. Orden:Cortinariales. Fam. Bolbitiáceas. De 9 a 15cm. de diámetro el sombrero, convexo yluego extendido, resquebrajado con la edad.Cutícula viscosa o seca (según tiempo). Decolor marrón oscuro al principio, palidecien-do con la edad. Pie cilíndrico, curvado ylargo de 5 a 12 cm., fibroso de color blancoque se mancha de pardo por la esporada, conun anillo membranoso persistente de colorblanco. Láminas adnatas algo decurrentes,apretadas y sinuosas de color blancuzco,

marrón al madurar las esporas... Carne dura,compacta y blanca. Sabor (almendras) y oloragradables (corcho). Esporada ocre ferrugi-noso. Sobre tocones y madera de árbolesplanifolios (chopos y olmos) de primavera alotoño, en grupos. Comestible. Es posiblecultivarla. Tobarrillas. Confusión: Galerinamarginata.

Amanita ovoidea. (Bull.) Link. -Amanita blanca, Harinera. (Foto 3).

Clase: Basidiomicetos. Orden:Agaricales. Familia: Amanitáceas. Subfam.:Lepidella. Sombrero blanco grande (algunosde 40 cm.), desprovisto de escamas, húme-do, 10-20 cm. margen liso, en primeros esta-dios con tiras blancas del velo al romperse,mantecosas. Cutícula en la madurez tonosmás crema, opaca, tenaz, brillante y satina-da. Pie robusto, mantecoso, con anillos quefácilmente se deshacen. Volva desarrollada,carnosa de color blanco, blanco sucio.Láminas blancas, libres, volva persistente,olor peculiar a podrido (pescado), común enpinos, robles, terrenos calcáreos. Otoño. SªSalinas, el Serral, Tobarrillas, Umbría delFator, Arabí, etc. Comestible mediocre. Muyabundante. Confusión: A. Verna, A. phalloi-des.

Amanita proxima. Dumée. (Foto 4).Clase: Basidiomicetos. Orden:

Agaricales. Familia: Amanitáceas. Subfam.:Lepidella. Sección: Amidella. Tan parecidaa la ovoidea que a veces se la considera unavariedad de esta. 6-15 cm. diámetro sombre-ro. Algo más pequeña y alargada 10-15 cm.altura, anillo membranoso y estriado. Volvade crema a ocre algo más rojiza que la ovoi-dea. Esporada blanca. Suelos calizos. ElSerral y Gavilanes. Tóxica-venenosa.

Astraeus hygrometricus. (Pers.)Morgan. -Estrella de tierra. (Foto 5).

Clase: Basidiomicetos. Orden:Gasterales. / Sclerodermatales. Fam.:Astraeáceas. Nace de forma subterránea,aparece luego la esfera. Esfera 2 cm. (con-tiene las esporas, lanzadas en forma denubes en la madurez) sobre una estrella devarios brazos (de 6 a 10) de hasta 10 cm. que

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se cierran sobre la esfera cuando las condi-ciones de humedad son nulas. De tonos gri-sáceos ambas partes. Microrrizan con enci-nas. Suelo algo ácido. Romerales. Duranvarios meses. Otoño. No comestible. Sierradel Carche, las Pansas y Arabí. Escasa.Especies parecidas son los Geastrum demenor tamaño y de color blanco.

Chroogomphus rutilus. (Schaeff.: Fr.)O.K. Miller.-Pata de perdiz. (Foto 6).

Clase: Basidiomicetos. Orden:Boletales. Fam.: Gonfidiáceas. De 4-8 cm.diámetro del sombrero, este, de convexo ahemisférico, a veces con mamelón. De colorcobrizo-pardo vinoso. Cutícula lisa, brillan-te, viscosa con la humedad. Láminas decu-rrentes, espaciadas y simétricas de coloranaranjado a granates en madurez. Pie cilín-drico, alargado de 5-10 cm., estrechándose ycurvándose en base, viscoso, fibroso decolor más pálido que el sombrero. Comocuriosidad, “gomphos” en griego es clavo,que es la forma estereotipada de esta seta.Carne al corte anaranjada, dura, color y olorsuaves. Esporada granate oscura. Umbría laPava, Umbría del Fator, Tobarrillas y Arabí,etc. Otoño. Comestible. Abundante.

Clavulinopsis corniculata. (Clavariacorniculata). (Schaeff.: Fr.) Corner. (Foto7).

Clase: Basidiomicetos. Orden:Aphillophorales. Fam.: Clavariáceas. Detamaño 2-6 cm. de altura, de color amarilloyema multitud de ramificaciones que partende una base común. Carne dura, consistente,olor desagradable. Se encuentra entre lahierba y musgo tapizantes del suelo de bos-ques y montañas. Esporada blanca. En gran-des grupos. Umbría del Fator y Sª Salinas.No comestible. Especie semejante: C. fusi-formis.

Clitocybe geotropa. (Bull.: Fr.) Quél.(Foto 8).

Clase: Basidiomicetos. Orden:Agaricales. Fam.: Tricholomatáceas. De 6-15 cm. diámetro sombrero, este, tostadopálido con reflejos encarnados, primero con-vexo-plano con margen enrollado, después

en forma de copa, con un pequeño mamelónobtuso en el centro, margen a veces un pocohendido. Láminas del color del sombrero,decurrentes. Pie un poco mas claro, fibroso,con la base dilatada y pilosa, carne casiblanca, blando, olor agradable. Sobre suelohúmedo, en grupos o círculos. En claros debosque, arbustos espinosos, suelo calcáreo.Otoño. Corriente. Comestible de joven,solamente el sombrero.

Clitocybe dealbata. (Sowerby) Gillet.(Foto 9).

Clase: Basidiomicetos. Orden:Agaricales. Fam.: Tricholomatáceas.Sombrero de blanco pálido a tostado claroen el centro, aplanado-convexo, seco ymate, 2-4 cm. Láminas blancas un pocodecurrentes, después algo rojizas. Pie blan-co, corto 3 cm. En pastos. En grupos en cla-ros herbosos, pastos. Sª Salinas, Las Pansas,Umbria Factor... Tóxica. Especie parecidas:Clitopilus prunulus de blanca a grisácea,olor a harina. Comestible.

Coprinus atramentarius. (Bull.: Fr.) Fr.(Foto 10).

Clase: Basidiomicetos. Orden:Agaricales. Fam.: Coprináceas. Sombrerogris terroso, primero oviforme, despuéscampanulado, escamoso por el vértice, conmamelón oscuro, recorrido por surcos para-lelos por su parte baja, a menudo con partí-culas de tierra, 3-7 cm. Láminas apretadas,de blancas a negras delicuescentes. Pie ate-nuado hacia el sombrero, cinturón tenue yanillado que lo rodea hasta la superficie delsuelo, hueco y sedoso en brillo, de 5-15 cm.Nace en grupos apretados sobre toconespodridos o sobre suelo. Otoño. Tobarrillas.Tóxico de maduro sobre todo mezclado conbebidas alcohólicas.

Coprinus comatus. (Müll.: Fr.) Pers.(Foto 11).

Clase: Basidiomicetos. Orden:Agaricales. Fam.: Coprináceas. De 5 a 20 dealtura con sombrero ovoide muy alargado,con placas o mechas ocráceas, acampanadodurante la licuesciencia de las láminas.Cutícula blanca con escamas o flecos.

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Láminas blancas y apretadas, negras en lalicuescencia (se deshace en forma de tintalíquida, negra que antiguamente se utilizabapara escribir a pluma). Pie fibroso, hueco,separable, largo con anillo frágil, móvil tam-bién blanco, de 5-18 cm. Carne blanca, olory sabor suaves Esporada de color negro. Engrupos más o menos numerosos. Suelos pro-fundos. Tobarrillas. Otoño. Comestibleincluso en crudo cuando son jóvenes.

Coprinus micaceus. (Bull.: Fr.) Fr. (Foto12).

Clase: Basidiomicetos. Orden:Agaricales. Fam.: Coprináceas. De colorocre a marrón, pie largo blanco y frágil dehasta 15 cm. En la madurez se va licuándo-se. En racimos, varias juntas. Tocones,materia en descomposición. Tobarrillas.Otoño. No comestible.

Cyathus olla. (Batsch) Pers. -Seta nido.(Foto 13).

Clase: Basidiomicetos. Orden:Gasterales / Nidulariáles. Fam.:Nidularáceas. De 1 a 2 cm. tanto de alturacomo de diámetro. Basidioma no estriadocon forma de copa-taza, estrecha en la basey ancha en la parte superior. El interior esliso brillante de color grisáceo. Peridiolosson lenticulares en el interior al principiogrises (a semejanza de huevos, sujetos porun filamento que contiene las esporas, estasserán proyectadas al exterior al golpearlasuna gota de lluvia por ejemplo. Igual ocurrecon los lycoperdon, geastrum,...), contras-tando con el color más oscuro del basidio-ma, luego más oscuros. Sobre ramas caídas,restos vegetales, en el suelo formando gru-pos. Tobarrillas. Otoño. No comestible.

Fomes fomentarius. (L.) J. J. Kickx. =(Polyporus fomentarius) -Yesquero. (Foto14).

Clase: Basidiomicetos. Orden:Aphillophorales / Polyporáceas. Fam.:Corioláceas. Forma de casco, uña de caballode 10 a 40 cm. de largo y 8-20 cm. de espe-sor. Parte superior de gris a marrón, parteinferior grisácea. Poros pequeños. Carne

dura marrón-rojiza. Vive varios años sobretroncos vivos o muertos. Los ejemplaressecos se utilizaban como yescas, debido a sulenta combustión, de ahí el nombre de yes-queros a todos los hongos de esta naturaleza.Sª Salinas. No comestible.

Fomitopsis pinicola. (Sw.) P. karst. -Yesquero del pino. (Foto 15).

Clase: Basidiomicetos. Orden:Aphillophorales / Polyporáceas. Fam.:Corioláceas. Hongo leñoso adherido al tron-co de forma semiesférica y globosa de colornegro (corteza de pino) con un banda rojizaen el extremo de joven y la parte inferiorblanca de forma porosa. Carne pálida. Hasta25 cm. Sª Salinas. Todo el año. Bosquesmaduros con árboles caídos y cierta hume-dad, preferentemente ramblas. No comesti-ble.

Geastrum sp. (sessile) (Sowerby)Pouzar. = (Geastrum fimbriatum Fr.) -Estrellas de tierra. (Foto 16).

Clase: Basidiomicetos. Orden:Gasterales / Lycoperdales. Fam.:Geastreáceas. Más pequeña que la Astraeus,de 3-7 cm. de color blanquecino. Esferapequeña de color blanco, donde almacenalas esporas que expulsan por el orificio api-cal en forma de nubes, sobre estrella devarios brazos igualmente blancos que se cur-van hacia abajo. Pinares. Otoño. Sª Salinas.No comestible... Confundible con G.Triplex.

Hebeloma edurum Métr. ex Bon = (H.senescens ss. Kreis) (Foto 17).

Clase: Basidiomicetos. Orden:Agaricales. Fam: Cortinariáceas... Sombrerode 5-9 cm. diámetro hemisférico despuésconvexo-aplanado. Cutícula viscosa.Láminas apretadas, aristas escamosas decolor blanco-grisáceo. Pie corto de 3-7 cm.de color ocre, manchado de pardo en la base.Esporada marrón. Carne blanca. Otoño.Suelos calizos. Abundante. En líneas, círcu-los bien definidos. Tobarrillas. Comestiblede poco valor que se puede confundir con elH. sinapizans clasificado como tóxico.

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Helvella leucomelaena. (Pers.) Nannf. -Pucheros. (Foto 18).

Clase: Ascomicetes. Orden:Himenoascomycetidae / Discomycetes.Fam.: Pezizales. De 5-6 cm. altura, diámetrode 3-5 cm. Sobre tierra, entre musgos, ape-nas asoma la copa de color gris-pardo alsepararla del suelo se ve que la parte inferiores más blanquecina, tiene pocas venas o sur-cos en la base, pie muy corto. El interior esliso gris-pardo en los ejemplares jóvenes elborde esta ondulado, crece en grupos, enlíneas. Esporada blanca. En crudo, tóxica...Sª Salinas, Algezares, Umbría del Factor. SªCuchillo, etc. Primavera. Otoño. Abundante.Confundible con H. acetalbulum.

Hohenbuehelia geogenia (DC.: Fr.)Sing.

Clase: Basidiomicetos. Orden:Agaricales. Fam.: Pleurotáceas. Seta quecrece de forma solitaria o pequeños grupos.Sombrero en forma de abanico, concha,oreja abierta como un abanico de 6 a 10 cm.,gelatinoso en tiempo húmedo, pie lateral,corto, blanco. Láminas blancas, densas,decurrentes. Las esporas son blancas enmasa, elípticas, lisas, de 7-10 x 4-5 micras.Crece en tierra pero siempre ligado a raíceso tocones. No se debe confundir conPaxillus panuoides, que crece en los toco-nes de pino y es de bajísima calidad gastro-nómica.

Hydnellum sp (aurantiacum) (Batsch.)P. Karst.) (Foto 19).

Clase: Basidiomicetos. Orden:Aphillophorales. Fam.: Hydnáceas.Subfam.: Thelephoráceas. Sombrero pardooscuro-rojizo con margen más pálido, irre-gular, giboso al principio plano después enforma de embudo, 3-6 cm. Parte inferioragujas finas, apretadas, pardo oscuras decu-rrentes de 2-3 mm., pie cilíndrico al princi-pio naranja que se va oscureciendo.Atravesado por acículas de pino, en zonaumbrosa. Grupos. Tobarrillas.

Inocybe sp. (Foto 20 y Foto 21).Clase: Basidiomicetos. Orden:

Agaricales. Fam.: Cortinariáceas. Se han

encontrado varias especies. Una de ellasmarrón-canela de sombrero 3-4 cm. diáme-tro. Pie igual tamaño, fibroso. Con escamasen ambos. Láminas marrones separadas.Bastante abundante en primavera. Formagrupos. Especies que se le asemejan: I.lanuginosa, I. lacera… Otra especie de lasmismas características pero blanca. Especiesque se le asemejan: I. geophylla. Primavera.Tobarrillas.

Lactarius deliciosus, (L.: Fr.) S.F.Gray.Niscalo, Nizcalo. (Foto 22).

Clase: Basidiomicetos. Orden:Russulales. Fam.: Rusuláceas. De 5-12 cm.de diámetro el sombrero, este, plano, conve-xo o embudado, de color rojo asalmonadocon bandas concéntricas. Láminas ligera-mente decurrentes del mismo color, seponen verdes con el roce. Pie cilíndrico,corto y hueco, quebradizo del mismo color,de 4-8 cm. Carne más naranja que se oxidaal verde, al corte suelta un látex anaranjado.Confundible con el L. sanguifluus. Escaso,pinares, suelo más ácidos. Otoño.Comestible.

Lactarius sanguifluus. (Paulet) Fr. Fam.Niscalo, Nizcalo. (Foto 23).

Clase: Basidiomicetos. Orden:Russulales. Fam.: Rusuláceas. De 6 a 13 cm.de diámetro el sombrero. De color anaranja-do con manchas verdes más o menos exten-sas, látex de color vino-sangre. Carne másoscura que L. deliciosus. Pie de 2 a 5 cm.atenuado en la punta, de joven compacto,luego hueco. Esporada blanca. Micorrizacon pinos, se ha visto bajo carrascas aunquela masa principal era el P. halapensis. Suelocalcáreo. Abundante pero dado su valor culi-nario (el mejor de los lactarios) muy busca-da y localizada. Sª Salinas. Tobarrillas.Umbría del fator… Confundible con L.semisanglifuus (sombrero se vuelve de unverde más uniforme).

Lepiota clypeolaria. (Bull.: Fr.) Kumm.(Foto 24).

Clase: Basidiomicetos. Orden:Agaricales. Fam.: Lepiotáceas. Sombrero alprincipio ovoide, de pardo amarillo a pardo

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rojo, glabro, después blanco amarillo, con-vexo, con un mamelón central, con finasgrietas y escamas, mamelón pardo, margende color más claro, con restos deshilachadosdel velo, escamas color pardo claro, copos yescamas amarillentas, comestible sin valor.Sª Salinas. Otoño.

Lepista sordida. (Rhodopaxillus sordi-dus). (Schum.: Fr.) Singer. (Foto 25).

Clase: Basidiomicetos. Orden:Agaricales. Fam.: Tricholomatáceas.Subfam.: Lepisteáceas., sombrero de 3-7cm. de color violáceo que se va apagandocon la madurez. El pie no pasa del centíme-tro de diámetro. Esporada gris-lila pálido.Otoño, prados, plantaciones jóvenes depinar. Sª Salinas y Tobarrillas, Arabí. Nocomestible-comestible según guías.Parecida a la Lepista nuda (Pie azul) esta esmás grande 6-12 cm. de diámetro sombrero.

Lycogala epidendron (L.) Fr. (Foto 49).Clase: mixomycetes, Orden: liceales,

Fam. Reticulariáceas. Cuerpos globosos,solitarios o agrupados, de 5-20 mm. de diá-metro de color rosado a pardo claro en lamadurez. Se abre por un poro o varios libe-rando una masa también rosada. Esporadagris. Sobre troncos muertos. Sª Salinas,Tobarrillas. No comestible.

Lycoperdon sp. -Pedo de lobo. (Foto26).

Clase: Basidiomicetos. Orden:Gasterales. Genero: Lycoperdales. Fam.:Licoperdáceas. Hongos globosos, semiesfé-ricos de hasta 10 cm., de 3-6 cm. de altura,de color blanco con gránulos que van des-apareciendo al madurar. En la parte de arri-ba se abre un orificio al estar maduro pordonde sale la esporada. De joven carne blan-ca. Esporada marrón. En prados del llano ala montaña. Descomponedora. Otoño. SªSalinas. Varias especies parecidas (L. perla-tum, L. umbrinum, L. lambinonii,Demoulin…).

Lycoperdum echinatum. Pers:. Pers.(Foto 27).

Clase: Basidiomicetos. Orden:Gasterales / Lycoperdales. Fam.:

Licoperdáceas. Carpóforo casi glabro, 3-6cm. cubierto de agujitas de color avellana,caedizas en la madurez con lo que dejan lasuperficie reticulada sobre fondo grisáceo apardo oscuro, la carne es al principio blanca,violeta azulada al madurar y se convierte enpolvo pardo. Esporas marrones. Aislada o enpequeños grupos, zonas calcáreas de monta-ña. Sin valor culinario. Sª Salinas. Otoño.

Mycena pura. (Pers.: Fr.) Kumm. (Foto28).

Clase: Basidiomicetos. Orden:Agaricales. Fam.: Marasmiácias. Sombrerovaría del color carne al encarnado-violáceo,cónico, luego aplanado de 2-5 cm. diámetro.Láminas anchas, espaciadas, con numerosaslaméculas intercaladas. Pie más oscuro queel sombrero, largo y frágil de 5-8 cm. Carneblanca en el sombrero, violeta en el pie. Olora rábano o patata. Esporada blanca. Otoño.Sª Salinas. Tóxica-comestible sombrerosegún guías. Confundible con la Laccariaamethystea, Inocybe geophylla.

Mycena seynesii. Quél. (Foto 30).Clase: Basidiomicetos. Orden:

Agaricales. Fam.: Marasmiáceas. Sombrero2 cm. acampanado, borde estriado de colorpardo, laminas espaciadas, adnatas de untono rosado. Pie más claro que el sombrero,curvado, cilíndrico. Carne escasa, blanca.Crece sobre y entre las escamas de las piñascaídas en el suelo. Esporada blanca. Otoño.Sª del Carche, Las Pansas, Tobarrillas,Sierra Salinas.

Oudemansiella radicata,= (collybiaradicata) (Relhan:Fries) Singer. (Foto 31)

Clase: Basidiomicetos. Orden:Agaricales. Fam.: Marasmiaceas. Subfam.Dermolomatáceas. Sombrero pardo gris acasi blanco, aplanado, a menudo arrugado,conserva el mamelón, viscoso-mucialigino-so de 3-9 cm. Láminas espaciadas y anchas,blancas, a veces la arista parda, sin apenascarne. Pie muy largo y recto 10-20 cm. y 1cm. de diámetro, de blanco a parduzco, seprolonga profundamente en el suelo doblan-do la longitud aérea. Sin olores ni saboresdestacables. Crece en pies de árboles cadu-

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cifolios, sobre hojas. Otoño. Comestible sininterés. Sª Salinas y Las Pansas.

Paxillus panuoides, (Fr.: Fr.) Fr. (Foto32).

Clase: Basidiomicetos. Orden:Boletales. Fam.: Paxiláceas. Lignícola sobreconíferas. Sombrero amarillo oliváceo amenudo con reflejos violáceos, aterciopela-do, seco, 3-8 cm. lobulado, en forma de con-cha, o riñón, láminas algo más claras que elsombrero, fácilmente separables, despuéscolor arcilla, el sombrero se une al pie for-mando una cuña. Carne delgada, con lamadurez se vuelve coriácea. Esporadamarrón-ocre. Sin valor culinario. Otoño.Sobre coníferas. Especie parecidas Panusconchatus,… Arabí, las Pansas, Tobarrillas,etc.

Phellinus pini (Brot.:Fr.) A. Ames. (Foto33).

Clase: Basidiomicetos. Orden:Aphillophorales. Fam.: Hymenochaetáceas.Como otros yesqueros son hongos perennes(que viven varios años) en forma de concha,

media luna, de color castaño y pared gruesa.Algo filamentoso por los bordes. La parteinferior con poros de color marrón a canela.Poros grandes. A veces varias superpuestas.El Serral, Sª Salinas.

Phellinus sp. -Yesquero de la encina.(Foto 34).

Clase: Basidiomicetos. Orden:Aphillophorales. Fam.: Hymenochaetáceas.Más pequeños que los yesqueros de lospinos. Más oscuros de forma redondeada.Parte superior aterciopelada de un coloramarillento- verdoso. Tobarrillas, Arabí,…Todo el año.

Pisolithus sp. -Hipogeo o cuesco de lacarrasca. (Foto 35).

Clase: Basidiomicetos. Orden:Gasterales / Sclerodermatales. Fam.:Esclerodermatáceas. De 10-12 cm. Formade maza. Parte inferior alargada enterrada enla tierra. Ocres ferruginosos, cuando secosse deshacen en polvo. Afloran formando cír-culos alrededor de carrascas y encinas, se vaextendiendo su radio de afloramiento en

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Foto 49. Lycogala epidendron. (Foto: J. R. Díaz).

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cada nuevo afloramiento. Parecen grandescabezas de huesos de piernas, la parte ente-rrada suele doblar en tamaño a la aflorada,sale fácilmente de la tierra, zonas blandas,alteradas. Tobarrillas y Sª de Enmedio.Localizada. No comestible.

Piptoporus sp (¿?) -Yesquero olmos.(Foto 36).

Clase: Basidiomicetos. Orden:Aphillophorales / Polyporales. Blancos enambas partes, algo más entonados en laparte superior, en troncos muertos de la anti-gua olmeda de Tobarrillas. Peligro de extin-ción por el sustrato en el que se mantiene.

Rhizopogon sp. -Patata de tierra. (Foto37 y Foto 38).

Clase: Basidiomicetos. Orden:Gasterales / Hymenogasterales. Fam.:Rhizopogonáceas. De 8-9 cm. máximo,forma globosa-redondeada, carne amarillopajizo que se oscurece hacia la base. Crecemedio enterrada en la tierra (hipogeo),varias juntas. Comestible cuando jóvenes. SªCarche, Las Pansas, Tobarrillas y Arabí.Otoño, primavera. Esporádica. Más comu-nes: R. luteolus. R. roseolus. R. occidenta-les.

Russula delica. Fr. -Rusula blanca.(Foto 39).

Clase: Basidiomicetos. Orden:Russulales. Fam.: Rusuláceas. Parecido a unlactario, blanco de joven a ocre rojizo madu-ro, embudado con margen enrollado, pocoagrietado. Sombrero de un diámetro de 5-15cm. Rompe la tierra y sale manchada de ella.Láminas blancas, algo decurrentes. Carnedura que se rompe como una tiza. Pie cortoy grueso de 2-5 cm. Sabor pimienta.Esporada blanca. Tobarrillas, Arabí,Algezares, etc. Otoño. Primavera.Comestible. Abundante. Confundible con R.chloroides (Krombh.) Bres. De mayor den-sidad de láminas por cm. y relacionada conplanifólios.

Russula sp. (Foto 40).Clase: Basidiomicetos. Orden:

Russulales. Fam.: Rusuláceas. De 5 a 15 cm.de diámetro el sombrero. De convexo a

deprimido, el sombrero se va blanqueandocon la madurez y pasando de plano a formade copa. Con láminas separadas. Bordevuelto hacia adentro. Cutícula rosada o roji-za vinosa. Láminas blanquinosas, oscure-ciendo con la maduración. Pie robusto ycilíndrico, de blanco a rosado como el som-brero. Carne blanca con tonos rojizos cercade la cutícula. Dispersas pero en abundanciaen ciertas zonas. Tobarrillas. Otoño. En elmismo hábitat, especies similares o posi-bles, R. torulosa Bres., R. persicinaKrombholz, R. sanguinea, R. xerampelina.Como la mayoría de la rusulas su saborpicante desaconseja su consumición.

Stereum hirsutum (Willd: Fr.) S. F.Gray. (Foto 41).

Clase: Basidiomicetos. Orden:Aphillophorales. Fam.: Esteráceas. Setacoriácea en forma de costra pegada a lamadera o formando círculos-semicírculosagrupados. Sombrero imbricado, ligados losunos a los otros de 3-9 cm. de diámetro, decolor gris amarillento, ondulado, lobulado,tormentoso zonado, bandas paralelas decolor marrones, naranjas o rojizos, cara infe-rior amarillo yema de huevo, luego tostadas,irregulares. Esporada blanca. Presente todoel año sobre materia muerta, ramas. SªSalinas. No comestible.

Suillus bellinii (Inzenga) Watling. (Foto42).

Clase: Basidiomicetos. Orden:Boletales. Fam.: Boletáceas. Sombrero de 7-10 cm. viscoso cuando hay humedad, blan-quinoso tirando a beige a partir del centro,después marrones o sepia. Poros blancoscuando jóvenes. Cutícula fácilmente separa-ble. Tubos cortos (amarillo-verdosos), adna-tos que cuestan separar de la carne. Piecorto, 3 cm. cónico manchado de motas derojo-marrones. Carne blanca, olor a frutas.Esporada color ocre. Otoño (finales)-invier-no. Pinares, terrenos más ácidos, aunquetambién fructifica en resto de suelos. Buencomestible, el de mejor sabor dentro de losSuillus, en ejemplares jóvenes. Corriente. Sepuede confundir con otros Suillus y con

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Xerocomus aunque estos son de suelos másácidos y vegetación caducifolia.

Suillus collinitus. (Fr.) Kuntze. Pejín. -Boleto de los pinos. (Foto 43).

Clase: Basidiomicetos. Orden:Boletales. Fam.: Boletáceas. De 5 a 10 cm.,convexo, se aplana en madurez. Cutículaviscosa en tiempos húmedos, ocre amari-llenta. Carne amarilla. Sin láminas. Poros.Amarillo verdoso. Pie largo, cilíndricoensanchado en la base con puntos marrones-rojizos. A diferencia de otros Suillus, este noexuda gotas por los poros. Esporas ocre-amarillentas. Otoño. Muy abundante. Todoslos parajes con pinares jóvenes y repoblacio-nes. Tobarillas, Sª Salinas, Algezares, etc.Comestible. Se puede confundir con otrosSuillus.

Suillus granulatus (L.) Snell = (bole-tus). (Foto 44).

Clase: Basidiomicetos. Orden:Boletales. Fam.: Boletáceas. Sombrero de 5-12 cm. de diámetro, de joven naranja omarrón rojizo, viscoso con cutícula fácil-mente desechable. Poros amarillentos,sudan unas gotas lechosas cuando son jóve-nes. Pie blanco o amarillo claro que tambiénexudan gotas por los poros, de 4-8 cm.Carne tierna, no se altera al contacto con elaire. Sabor y olor agradables. Otoño. Sobrehierbas en pinares. Comestible quitando lacutícula, pero con tendencia a ser indigestos.Escaso. Confundible con S. collinitus…

Suillus mediterraneus.Clase: Basidiomicetos. Orden:

Boletales. Fam.: Boletáceas. De 10 cm. dediámetro de sombrero, de hemisférico aplano. Color amarillento a marrones entiempos secos. Poros o tubos de color ama-rillos que exudan gotas de color amarillo-cobrizos. Pie cilíndrico, más grueso en laparte inferior. Con granulaciones pequeñas.Esporas amarillo-oliva. Otoño. Escaso. Sepuede confundir con otros Suillus.

Trametes versicolor (L.: Fr.) Pilát. (Foto45).

Clase: Basidiomicetos. Orden:Aphillophorales / Polyporales. Fam.:

Corioláceas. Yesquero de varios colores enanillos concéntricos, gris claro, pardo, de 4 a12 cm. ancho, márgenes ondulados. Zonaspilosas alternan con zonas lisas. Porosminúsculos, blancos, después marrones,carne dura, coriácea, escasa y blanca. Todoel año. En grupos superpuestos sobre mate-ria viva o muerta. Corriente. Sª Salinas. LasPansas y Umbría Factor. No comestible.

Tricholoma fracticum (Britz) Kreis-Carnero. (Foto 46).

Clase: Basidiomicetos. Orden:Agaricales. Fam.: Tricholomatáceas. Hasta15 cm. sombrero. Pie 10 cm., 3 cm. diáme-tro pie cutícula rojiza a marrón oscura con-forme envejece. Olor a harina. Carne fibro-sa, láminas unidas al pie, decurrentes, adna-tas o escotadas. Láminas blancas o pálidas.Ausencia de volva y anillos (salvo excepcio-nes) pie y sombrero no separables.

Tricholoma sp (terreum). (Schaeff.: Fr.)Kummer. -Carboneras, Negrillas.

Clase: Basidiomicetos. Orden:Agaricales. Fam.: Tricholomataceas.Sombrero de 4-8 cm., al envejecer el som-brero se aplana y se abre, se va rompiendodejando ver las láminas blancas después gri-sáceas. Cutícula seca, de color negruzco máso menos intenso. De madura peluda o fina-mente escamosa. Láminas escotadas, grisá-ceas. Pie corto, blanquecino, fibroso carneblanca o algo grisáceo. Olor suave y sabordulce. Esporada blanca. Crece en grupos.Pinares, suelo calcáreo. Otoño. Buen comes-tible, numerosas especies parecidas.

Tulostoma sp (brumale). Pers. (Foto47).

Clase: Basidiomicetos. Orden:Gasterales / Tulostomales. Fam.:Calostomatáceas. Seta en forma globosa(basidioma, de 0,5 a 2 cm.) sobre un piefino, largo (este pie, de 2 a 6 cm.), coriáceo,hueco. En la cabeza tiene un opérculo bor-deado de donde salen las nubes de esporasocres en masa. Taludes rocosos con musgos,líquenes. Zonas de esparto. Corriente.Cualquier época del año. Sª Salinas. Umbríadel Fator… No comestible.

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Volvariella sp. (Foto 48).Clase: Basidiomicetos. Orden:

Agaricales. Fam.: Volvariáceas oPluteáceas. Sombrero con cutícula y carneblanca con el margen estriado, sombrero 4-7cm. de diámetro. Láminas de blancas a rosa-das, escotadas hacia el pie. Pie de 8-10 cm.Con volva membranosa, partida, en la basedel pie pero sin anillo. Esporada color rosa-do. Primavera. Tobarrillas. Sobre detritus,abonos. Especies que se le asemejan: V.murienella, V. speciosa (Fr.) Singer /V.gloiocephala (DC.) Boekhout & Enderle Sepuede confundir con las amanitas con la A.phalloides, A. verna.

Conclusiones.Por los datos hasta ahora recogidos se

podría decir que el término municipal deYecla se encontraría en una zona de transi-ción donde el número de especies comien-zan a disminuir conforme nos acercamos azonas más áridas y de costa. No hay queolvidar que el papel que desempeñan loshongos es principalmente en el marco de losecosistemas forestales.

Se conocen alrededor de unas 10.000especies de hongos en la Península Ibérica.De las familias aquí tratadas tendríamos porejemplo unas 300 en la ComunidadValenciana, más de 500 en Guadalajara, etc.De momento estimamos unas 100-150 de lasque es este trabajo se han identificado 52especies, en este primer año de trabajo. Portipos de vegetación se ha visto que en mono-cultivos de pinares jóvenes las especies máscomunes son: Suillus collinitus, S. bellini,Rhizopogon sp., Inocybe sp., Amanita ovoi-dea, Chroogomphus rutilus, Hebeloma edu-rum; hongos como Lactarios, Lepistas,Mycenes, Clytocibes son más frecuentes enbosques más maduros. Destacan por suvariedad los siguientes parajes: Sierra deSalinas con 28 especies, Tobarrillas con 24especies y Umbría del Fator con 15 espe-cies. Números que se pueden superar conestudios más exhaustivos.

Recomendación final.Tanto en fotos como en textos se ha lle-

vado cuidado en la identificación, aún así serecomienda abstenerse de consumir cual-quier tipo de seta que no se conozca o de laque se tenga la menor duda. Hay que teneren cuenta que la mayoría de las comestiblestiene una parecida que no lo es.

Bibliografía.• Atlas Ilustrado de las Setas. Susaeta.2006.• Bielli, Ettore. El gran libro de las setas. Ed.Planeta 2007. 2ª ed. revisada.• Polese, Jean-Marie. Cueillir les champig-nons. Le guide complet. Ed. Proxima.2001.• Rodríguez, J. Luis .Guía de bolsillo Natura.Setas de la Península Ibérica.• VV. AA. El Medio Ambiente, SOMEHNVOL. 1.• VV. AA. 100 setas de la provincia deAlbacete. Instituto de estudios albacetenses “DonJuan Manuel” Excma. Diputación deAlbacete.2006.• VV. AA. Guía de campo de los hongos deEuropa. Ed. Omega. 1981.• VV. AA. Guía de la Naturaleza de laComunidad Valenciana. Diario Información,CAM. 1990.• VV. AA., Setas de Salamanca. Ediciones dela Diputación de Salamanca. Naturaleza y MedioAmbiente, nº 4, Salamanca 2005.• Distintas fuentes de internet como:• http://www.amanitacesarea.com/guia.html• http://dipualba.es/micologica/setas.html• http://www.gm.es/amjc/ESP/associacio.html• http://www.micologia.net

Agradecimientos: a Alonso Verde, botá-nico, miembro de la Sociedad MicológicaAlbacetense, (Doctor en Ciencias Biológicas,miembro de grupo del Grupo de InvestigaciónEtnobotánica del Sureste Ibérico) y DomingoBlanco, miembro de la Sociedad MicológicaAlbacetense, (Ldo. Ciencias Biológicas,Presidente de SAO (Sociedad Albaceteña deOrnitología) por señalarme el camino en las dis-tintas especies. A Inma Díaz y Pedro Díaz queme acompañaron en algunas salidas, donde 4 ó 6ojos ven más que 2. Y como no, a AntonioGarcía por su consejos y labor para que estosartículos vean la luz.

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Breve descripción de la especie.El Búho chico (Asio otus L.) es un ave

rapaz nocturna de tamaño medio, pertene-ciente a la familia Strigidae, que compartecon otros búhos y lechuzas de todo elmundo. Es considerada un ave típicamenteforestal, aunque selecciona preferentementeformaciones arboladas aisladas, así comoáreas de ecotono entre bosque y cultivo, yaque es en este último ambiente donde obtie-ne su alimento. En cuanto a su comporta-miento, suele cazar en la oscuridad, al ace-cho desde la percha o bien en vuelo, captu-rando pequeños roedores y aves dormidas(Hume, 2002). Durante el día permaneceposado inmóvil en las ramas más altas,pasando totalmente desapercibido al ojohumano gracias a su plumaje críptico que lohace confundir con la corteza de los propiosárboles. Es por ello que el grado de detec-ción visual del animal es muy bajo, siendo elmétodo más empleado el rastreo de egagró-pilas.

El Búho chico presenta una distribucióncircumpolar, principalmente holártica, ocu-pando gran parte de Norteamérica y Eurasia.Sus límites de distribución septentrional ymeridional se encuentran en Escandinavia yEtiopía, respectivamente. En España se tratade un ave ampliamente representada, aun-que la baja detectabilidad de la especie setraduce en una gran cantidad de lagunas ensu mapa de distribución (Martí & del Moral,2003). En el Levante peninsular su represen-tación es escasa, estando prácticamenteausente en el sureste árido. En general, seobserva una relativa concordancia entre ladistribución del Búho chico y la de especiescomo la Corneja (Corvus corone) o laUrraca (Pica pica), lo que no resulta extrañoya que se considera a estas últimas como losprincipales constructores de nidos utilizadospor Asio otus.

A tenor de lo anteriormente expuesto, sepuede concluir que el Altiplano está situadoen el límite de distribución de la especie en

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EELL BBÚÚHHOO CCHHIICCOO((AAssiioo oottuuss LL..)) EENN YYEECCLLAA

Francisco José Carpena ChinchillaJulián Castaño Soriano y

Carmelo Lara Soler.

Los pinares isla y los ecotonales son el hábitat característico del Búho chico en Yecla. (Foto: F. J. Carpena).

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El búho chico según el presente estudio se basa esencialmente en el consumo de roedores. (Foto: J. Villalba)[email protected]

El búho chico se mimetiza perfectamente en el tron-co de los árboles. (Foto: J. Villalba)[email protected]

Egagrópila de búho chico. (Foto: F. J. Carpena).

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el este peninsular, ya que en áreas litorales yprelitorales, la falta de hábitat adecuado, asícomo la disminución en las poblaciones deCorneja y Urraca, imponen una notablelimitación a la presencia del Búho chico. Espor ello que los datos acerca de esta especieen áreas marginales aportan una valiosainformación y permiten conocer las causasde su ausencia en amplias zonas de laPenínsula. El presente estudio pretende seruna humilde aportación al conocimiento dela especie.

Población y hábitat.Antecedentes.

Los primeros datos que aparecen en labibliografía sobre el Búho chico son losreferentes al artículo incluido en la revistaJUNCELLUS (Villalba et al., 1993), querecoge información del período 1983-1992.En dicha publicación, se estima la poblaciónde la especie en el término de Yecla en 3parejas reproductoras. Dos de los territorios

considerados como seguros han sido descar-tados en la actualidad por no haber descu-bierto indicios suficientes; se trata de losdescritos como Pareja 2 (XH 48) y Pareja 3(XH 57). En el primero de los casos, el pinarse encuentra en un estado de decadenciapatente (nótese que han pasado más de 15años), y en el segundo de ellos no se halla-ron pruebas de la presencia de la especie.Tan sólo en el pinar catalogado como Pareja1 (XH 68), que en el presente artículo apare-ce como BC7, existen indicios de ocupacióndesde 1992.

La siguiente información, en orden cro-nológico, data del año 2005, y es la recogi-da en el número 15 de la revista ATHENE(Carpena, Lara & Andrés, 2005). El citadoartículo recoge datos acerca de dos nuevasparejas presentes en el área estudiada. En elcaso de la primera pareja, que aparece comoTerritorio 1 (XH 56), no existen indicios desu presencia, considerándose por tantoextinta en el lugar, sin que se descarte sudesplazamiento a alguna otra zona. Por elcontrario, en referencia al Territorio 2 (XH58), que en el presente estudio aparece conla denominación BC2, se ha comprobado lapermanencia de la pareja reproductora, de laque existe profusa información como se verámás adelante.

Del año 2005 proviene igualmente unainformación acerca de la reproducción delBúho chico en unas encinas situadas en laparte norte del término municipal, dentro dela ZEPA “Estepas de Yecla”. En este caso, sepudo constatar la presencia de hasta 5 pollosen el nido (J. Villalba, com. pers.). El lugarha sido visitado con resultado negativo afinales de verano del 2008, observándoseuna profunda transformación del entornotras el arrancado del olivar adyacente y ladrástica poda de las citadas encinas.

Finalmente, los últimos datos externosque se tienen sobre la reproducción delBúho chico son de este mismo año 2008, ytratan del hallazgo de una pollada de la espe-cie en una zona situada en el cuadrante Estedel término municipal, sin que se haya com-

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El búho chico según el presente estudio se basaesencialmente en el consumo de roedores. (Dibujo:Macarena Puche)

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probado la veracidad de la cita.

Metodología.Durante el período dedicado al estudio

del Búho chico (septiembre 2007-septiem-bre 2008), el método empleado para conocersu población en el término municipal deYecla ha sido la prospección del hábitat másadecuado para la especie. En este sentido, seha comenzado visitando aquellos lugares delos que se tenía constancia de la presenciadel Búho chico en años anteriores, tomandocomo principales fuentes de información laescasa bibliografía al respecto (Villalba etal., 1993; Carpena, Lara & Andrés, 2005),datos propios y comunicaciones verbalesdesinteresadas de personas que han tenidocontacto con la especie. De esta manera, seha estudiado la práctica totalidad de pinares-isla presentes en el área y, análogamente,diversas zonas de ecotono de pinar con cul-tivos, así como pequeñas ramblas y setosque se estimaron propicios para el Búhochico. Durante las visitas a los lugares selec-cionados, se procedió a la recolección decuantos indicios se encontraran acerca de laespecie, principalmente egagrópilas, restosde presas consumidas, plumas de adulto,plumón... En diversas ocasiones se pudoobservar a la pareja durante el día, no obs-tante, teniendo en cuenta la escasa detectabi-lidad de estas aves, la mayor parte de lainformación proviene de los datos indirectosya mencionados. No es descartable que,dada la escasez de personal y el reducidoperíodo de estudio, se haya podido subesti-mar algún área concreta o que alguna parejareproductora pasase desapercibida.Igualmente, advertirá el lector que no exis-ten datos sobre reproducción por las causasya referidas. Así, téngase en cuenta que noes este un estudio definitivo sobre la especiey que queda mucho trabajo por realizar enaños sucesivos.

Resultados.En primer lugar, ha de hacerse una clara

distinción entre los lugares donde se ha

observado al Búho chico en época no repro-ductora, correspondientes a individuosinvernantes y/o sedentarios que todavía nohan realizado la puesta (antes de febrero) asícomo juveniles en dispersión (después deagosto); y aquellos lugares donde se haconstatado la presencia de la pareja durantetoda la época de reproducción (febrero-agosto).

Las citas otoñales e invernales, ya seanpor observación de las propias aves o porrecolección de egagrópilas, son muy abun-dantes, y se dan tanto en los lugares dondese presenta la especie en época reproductoracomo en otros donde esto no ocurre. Ellolleva a sospechar que el Búho chico goza enYecla del estatus de residente, sin menosca-bo de que se pueda producir la llegada enotoño de algún contingente procedente delnorte de Europa. Las citas invernales de laespecie en parajes como Las Gateras,Calderón, Carrasquilla, Serral, Raspay...parecen corroborar este hecho.

En cuanto a los territorios de los que se

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Mapa de cobertura del Búho chico en el términomunicipal de Yecla. Se utiliza como cuadrícula basela UTM 10 x 10 Kms., todas incluidas en la 30S.(Fuente: elaboración propia).

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poseen indicios claros de ocupación, y queconforman el grueso de esta investigación,por cuestiones de seguridad se ha optado porpreservar la confidencialidad. No obstantese expone a continuación una relación de losmismos, distribuidos en cuadrículas UTMde 10x10 kilómetros, amén de otros datosgeográficos y algunas de las característicasmás reseñables de su hábitat:

TERRITORIO BC1.UTM 10x10: XH 68.Altitud: 730 msnm.Superficie: 6 Ha.

Descripción: Se trata de un pinar madu-ro aunque con gran número de individuosjóvenes, lo que asegura su persistencia. Seencuentra aislado de cualquier otra masaforestal, y partido en dos por una carretera,habiéndose encontrado indicios de ocupa-ción en ambos sectores. A escasos 100metros existe una casa rural junto a unaexplotación ganadera, así como una balsa-abrevadero para el ganado. El tipo de culti-vo del entorno es el típico de secano, coexis-tiendo la vid, almendros, olivar, cereal, eria-les y también un pequeño maizal. El citadopinar es frecuentado por cazadores, y a talefecto se han instalado bebederos y comede-ros para la fauna.

Fauna asociada: Se ha detectado la pre-sencia de Zorro (Vulpes vulpes), Jabalí (Susscrofa), Ardilla (Sciurus vulgaris), así comoCorneja (Corvus corone), Pito real (Picusviridis) y diversas especies de paseriformescomo representantes de la avifauna.

Antecedentes: No existen en la biblio-grafía citas de presencia de la especie en ellugar.

TERRITORIO BC2.UTM 10x10: XH 58.Altitud: 675 msnm.Superficie: 3.800 m2.

Descripción: Pinar-isla relativamentereciente (es el único de los pinares objeto de

este estudio que no existía en 1956, a juzgarpor la cartografía consultada). Se encuentraen una zona donde el cultivo de secano,representado por la vid, olivar y cereal, estádando paso a una agricultura intensivadonde predomina el regadío, especialmentealfalfa y algunos productos hortícolas. En unradio de 300 metros podemos encontrar unpequeño caserío, una explotación de ganadolanar y cabrío, una carretera, una rambla fre-cuentemente encharcada y, algo más lejos,un abrevadero.

Fauna asociada: Principalmente paseri-formes, aunque el pinar es frecuentado asi-duamente por un Ratonero (Buteo buteo), yse han hallado restos de Zorro (Vulpes vul-pes), Ardilla (Sciurus vulgaris), Jabalí (Susscrofa), lagomorfos y gatos domésticos pro-cedentes del caserío próximo.

Antecedentes: Los primeros indicios depresencia de la especie en el lugar datan dela primavera del año 2001, si bien en añossucesivos no se volvieron a hallar. No eshasta agosto de 2005 cuando se encuentranseñales de reproducción de la especie porparte de dos de los autores, que se puedenconsultar en un artículo publicado en el nº15de la presente revista (Carpena, Lara &Andrés, 2005).

TERRITORIO BC3.UTM 10x10: XH 68.Altitud: 710 msnm.Superficie: 1 Ha.

Descripción: Pinar-isla maduro de ori-gen antrópico, ubicado en el piedemonte deuna formación montañosa, en un terreno concierta pendiente y donde predomina la agri-cultura de secano, compuesta principalmen-te por vid, olivar, cereal, eriales y almen-dros, conformando un mosaico agrario degran interés por la variedad de cultivos y laabundancia de setos entre los mismos. Aescasos 100 metros del pinar existe una casade labranza ocasionalmente utilizada comoresidencia de verano. El lugar es utilizadopara la caza, a tenor de la gran cantidad de

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cartuchos hallados, yse sospecha que algu-nos de los nidos decorneja presentes hanpodido ser derribadoso tiroteados.

Fauna asociada:Al igual que en loscasos anteriores, lospaseriformes compo-nen el grueso de lafauna, si bien se hadetectado la Ardilla(Sciurus vulgaris),presente en gran den-sidad, y otras avescomo el Pito real(Picus viridis) o la propia Corneja (Corvuscorone).

Antecedentes: No existen.

TERRITORIO BC4.UTM 10x10: XH 66.Altitud: 575 msnm.Superficie: 2 Ha.

Descripción: Pinar-isla maduro situadosobre un sustrato arenoso y en el que el pinocarrasco (Pinus halepensis) comparte espa-cio con el pino piñonero (Pinus pinea), laencina (Quercus rotundifolia), el enebro(Juniperus oxycedrus), labiérnaga(Phyllirea angustifolia) y otras especies pro-pias del matorral. En conjunto, se trata de unecosistema muy diverso donde la diversidadvegetal y faunística es elevada. Alrededordel mismo se pueden encontrar los cultivospropios de la zona (vid, olivar, cereal), yalgo más lejos una incipiente explotaciónagraria intensiva. Próximos al pinar existenuna pequeña rambla y un caserío tradicional.El lugar es rico en plataformas de corneja yurraca, que ofrecen las condiciones necesa-rias para la reproducción del Búho chico.Así mismo, existen bebederos y comederospara la fauna instalados por los cazadores.

Fauna asociada: Mochuelo (Athenenoctua), Pito real (Picus viridis), Cernícalo

(Falco tinnunculus), Urraca (Pica pica),diversos paseriformes... Entre los mamífe-ros, destaca el Tejón (Meles meles), el Zorro(Vulpes vulpes) y el gato doméstico.

Antecedentes: No existen.

TERRITORIO BC5.UTM 10x10: XH 58.Altitud: 720 m.Superficie: 3.400 m2.

Descripción: Pinar-isla situado en unaamplia llanura cerealista donde tambiénaparecen cultivos como el olivar, almendros,así como retazos de monte bajo y algunasencinas dispersas. El estado del pinar sepuede definir como maduro, si bien lamayor parte de los árboles no alcanza unaaltura destacada. No obstante, existen variasplataformas de corneja en los pinos demayor porte. La zona es frecuentementevisitada por cazadores, que tienen instaladoun bebedero y un comedero en el lugar. Laconstrucción más cercana es una casa gana-dera situada a más de un kilómetro, y a1.200 metros existe un pinar adecuado parala especie en el que no se han hallado indi-cios de su presencia.

Fauna asociada: Paseriformes,Mochuelo (Athene noctua), Corneja (Corvuscorone)... Además, el pinar es utilizado

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Ejemplar de Búho chico muerto hallado en las cercanías de la Umbría del Fator.(Foto: F. J. Carpena).

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regularmente por un Ratonero (Buteobuteo), y en una de las visitas se constató unposible caso de parasitismo, por parte de unapareja de críalos (Clamator glandarius)sobre una puesta de Cernícalo (Falco tin-nunculus), encontrándose un huevo de losprimeros entre otros cuatro de estos últimos.

Antecedentes: No existen.

TERRITORIO BC6.UTM 10x10: XH 58.Altitud: 735 msnm.Superficie: 6.200 m2

Descripción: Territorio compuesto portres pinares aislados, distantes 270 metrosde media entre sí. Dichos pinares ocupandos pequeñas lomas, que sin duda constitu-yen los retazos de lo que en su día pudo serel área en cuestión, antes de que las rotura-ciones y los cultivos ganaran terreno almonte, y la ladera de un monte. El entornoestá compuesto por grandes parcelas decereal y vid, existiendo además una casaganadera a 1 km. y sendas balsas de riego a400 metros cada una.

Fauna asociada: Se ha constatado lapresencia en el lugar de Corneja (Corvuscorone), Pito real (Picus viridis), Mochuelo(Athene noctua), Cernícalo vulgar (Falcotinnunculus), Cernícalo primilla (Falco nau-manni), Ratonero común (Buteo buteo)Aguilucho pálido (Circus cyaneus) y, entrelos representantes de los mamíferos, destacael Tejón (Meles meles), en una de las visitasa la zona se pudo constatar la presencia deculebra de escalera (Elaphe scalaris).

Antecedentes: No existen.

Existe un séptimo territorio del que sealbergan serias dudas acerca de la presenciade la especie. Sin embargo, el hallazgo de unindividuo muerto en fecha primaveral, asícomo la existencia de egagrópilas frescas enla misma época tanto en ese pinar como enotros cercanos, aconsejan la inclusión dedicha pareja con el rango de posible:

TERRITORIO BC7.UTM 10x10: XH 68.Altitud: 650 msnm.Superficie: 4460 m2

Descripción: Pinar de pino piñonero(Pinus pinea) de origen antrópico situado enuna pequeña hoya en la que podemos encon-trar los habituales cultivos de la zona: vid,olivar, cereal, almendros, eriales... Asímismo, próximo al lugar existe un pequeñocerro poblado en su totalidad por espartizal,y varias casas de veraneo, sin que ningunade ellas presente actividad ganadera. En elcitado pinar existen varias plataformas deurraca, algunas de las cuales están derriba-das por causa desconocida. También seencuentra frecuentemente visitado por caza-dores. Igualmente, se ha de mencionar queel pinar está parcialmente afectado por unaplaga de perforadores, aunque no parecehaberse extendido en demasía los últimosaños. Como dato negativo, el día 30 de sep-tiembre de 2008 es hallado muerto un adul-to de Búho chico en dicho pinar, junto a ungran número de palomas igualmente muer-tas, desconociéndose las causas.

Fauna asociada: Destaca la presenciade colúmbidos, tales como la Paloma torcaz(Columba palumbus), Paloma doméstica(Columba livia) y Tórtola turca(Streptopelia decaocto). Por otro lado, lospaseriformes presentan una gran densidad.

Antetedentes: Los primeros datos de lapresencia de la especie datan de 1983,habiéndose controlado la pareja hasta 1990.Desde entonces, no existe bibliografía alrespecto.

Por último, se ha detectado la presenciadel Búho chico en el entorno del casco urba-no de Yecla, existiendo más de 15 contactosdesde el mes de junio hasta el mes de octu-bre del año 2008. La zona presenta pinaresde interés para la especie, sin embargo, no seha podido determinar su localización territo-rial más precisa ni tampoco hasta la fecha seposean más datos sobre su posible reproduc-ción.

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Discusión.Los datos del apartado anterior, aún sien-

do escasos, como corresponde a la escalalocal del estudio, permiten establecer unosparámetros de selección de hábitat por partedel Búho chico. Así, como característicascomunes la mayor parte de ellos, se puedenconsiderar las siguientes:

Presencia de pinares-isla, áreas de ecoto-no pinar-cultivo y ramblas arboladas.

Existencia de cultivos de secano, asícomo eriales sin cultivar, donde la abundan-cia de roedores es notable.

Proximidad a casas rurales con una cier-ta actividad ganadera, por las mismas razo-nes expuestas en el punto anterior.

Abundancia relativa de córvidos de lla-nura (Corneja y Urraca), que son los cons-tructores de las plataformas utilizadas por elBúho chico. En menor medida, influye tam-bién la presencia de Paloma torcaz, cuyosnidos pueden ser ocupados ocasionalmentepor la especie.

Para finalizar el comentario acerca delhábitat de Búho chico, cabe destacar el sola-pamiento de hábitat entre esta especie y elRatonero común (Buteo buteo), que llegahasta el 83% del territorio compartido porambas aves rapaces en la Región de Murcia(Sánchez et al., 1995). En el caso del áreaestudiada, se ha podido comprobar estehecho, ya que al menos cuatro de los pinaresenumerados en el apartado anterior son fre-cuentados con asiduidad por el Ratonero, eincluso en dos de ellos se constata la repro-ducción del mismo. La preferencia de ambasaves por áreas de ecotono pinar-cultivo, y laposible utilización de los nidos de Ratoneropor parte del Búho chico se presentan comoexplicaciones más plausibles a este fenóme-no.

En cuanto a los datos de población, y aúnsiendo difícil aventurar una cifra exacta, sepuede asegurar con un alto grado de certezaque en el término de Yecla existen no menosde 6 parejas reproductoras. Este númeropodría verse incrementado en caso de con-firmarse la veracidad de la cita, ya comenta-

da anteriormente, de una pollada en el extre-mo SE de la cuadrícula XH 68, y si final-mente se localiza a la pareja del territorioBC7. En función de todo lo anterior, sepuede considerar una horquilla de poblaciónde 6-9 parejas reproductoras de Búho chicoen el término municipal de Yecla, que arro-jan una densidad de entre 1 par/101 km2 y 1par./67 km2. No obstante, y dado que hahabido numerosas lagunas en cuanto a terri-torio prospectado (téngase en cuenta que setrata de un área de estudio de notablesdimensiones), no parece descabellado afir-mar que la población real de la especiepuede ser mayor.

En cualquier caso, y a modo de conclu-sión del apartado de población y hábitat, larealidad es que el Búho chico parece haberexperimentado un aumento poblacionalostensible desde la década de 1990, sin quepor el momento se conozcan los factoresresponsables de tal incremento.Indudablemente, posteriores esfuerzos deinvestigación deberán corroborar o cambiarel signo de esta tendencia positiva.

Alimentación.Metodología.

El método más empleado para conocer laalimentación del Búho chico, así como deotras especies de rapaces nocturnas y algu-nas diurnas, es el estudio de las egagrópilas.Las egagrópilas son los restos no digeridospor el estómago del animal que son regurgi-tados y expelidos por la boca regularmente,produciéndose una media de dos al día.Debido a que los ácidos estomacales y enzi-mas digestivas del Búho chico son muypotentes, las egagrópilas carecen por logeneral de restos orgánicos y se componenesencialmente de pelo, plumas, élitros deinsectos, estómagos, restos óseos y otrasestructuras queratinizadas.

El procedimiento habitual para la disec-ción de las egagrópilas, y el que ha sido uti-lizado para elaborar el presente artículo, esel de desmenuzamiento de las mismas enseco, reservando el material que permita la

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identificación de las presas y desechando elresto. Cuando el estado de las egagrópilasasí lo requería, se procedió a su tratamientohúmedo con el fin de separar mejor los res-tos.

A continuación, se colocaron las estruc-turas de diagnóstico, tales como cráneos,mandíbulas y partes superiores e inferioresde los picos, en la correspondiente orienta-ción, para así obtener su número real.

Finalmente, se procedió a la identifica-ción de las presas, para lo que se utilizarondiversas guías y manuales que se puedenconsultar en el apartado de Bibliografía. Enocasiones, la identificación hasta el nivel deespecie resulta un tanto difícil, no obstante,se logró diferenciar un gran número de ellas.Tan solo en el caso de los ratones pertene-cientes al género Mus (spretus / domesticus;moruno y doméstico respectivamente) seoptó por mantenerlos agrupados, ya que elmal estado de los restos, y las contradiccio-nes presentes en la bibliografía especializa-da, no permitieron distinguir un númerosuficiente individuos de cada especie comopara poder presentar unos datos significati-vos.

Resultados.Se obtuvieron un total de 1.544 presas,

con las que se han elaborado las tablas 1 y 2y la gráfica 1.

Discusión.En primer lugar, se ha de comentar que

el reducido número de territorios estudiados(recuérdese que se trata de un estudio a nivellocal) no permite el tratamiento estadísticodeseable para establecer pautas de alimenta-ción y selección de presas en función deparámetros como el hábitat, la fenología o elgrado de antropización de los citados territo-rios. Sin duda, sería este un estudio intere-sante a nivel regional e incluso nacional,pues proporcionaría una valiosa informa-ción sobre la especie. No obstante, y aún nohabiendo hecho tal distinción, no se hanencontrado diferencias significativas entre

los datos de alimentación de los búhos obje-to de estudio durante las distintas épocas delaño.

Como se puede apreciar en la Tabla 2, delos datos porcentuales de presas sí se extraeuna cierta, aunque leve, heterogeneidad.Así, a modo de ejemplo, se puede observarcómo en el territorio BC4 el porcentaje deAves es sensiblemente mayor que en el restode territorios (65.1% por 7.5% de media), alcontrario de lo que ocurre en el caso de losMamíferos (34.9% por 92.4% de media).Aunque resultaría tentador fundamentar unaposible explicación en la ubicación más alsur del mencionado territorio (el BC4 es condiferencia el más meridional de todos), locierto es que la extraordinaria diversidad ydensidad de aves paseriformes halladas en ellugar constituyen una hipótesis más proba-ble para este caso concreto.

En el caso de otras diferencias en el por-centaje de aves y mamíferos (por ejemplo, elBC7), probablemente la escasez de datos(26 presas) no ofrece casuística suficientepara extraer alguna tendencia palpable.

Por último, llama la atención, en el casodel territorio BC3, el bajísimo porcentaje,casi testimonial, de topillos (1.6% por unamedia de 18.1%). En este caso, el númerototal de presas (322) sí que resulta represen-tativo, no habiéndose llegado, por tanto, auna conclusión definitiva, ya que tanto elhábitat como las características del propiopinar son muy similares al resto.

Lo cierto es que, obviando los casos con-cretos anteriormente expuestos, el conjuntode datos compone un bloque más o menoshomogéneo,en el que la presa mayoritaria laconstituyen claramente los ratones del géne-ro Mus (ratón doméstico y ratón moruno),seguidos a gran distancia por el topillo, avesy ratón de campo, teniendo el resto de espe-cies un carácter esporádico. Entre estos últi-mos, destaca el hallazgo de una mandibulade Ardilla roja (Sciurus vulgaris), especie noencontrada entre las presas del Búho chicoen la bibliografía consultada.

Para finalizar este apartado, se expone a

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continuación la tabla 3 comparativa entre losdatos de alimentación del Búho chico enYecla (presente estudio), Altiplano (Villalbaet al., 1993) y Península Ibérica (Morillo,1984):

Como se puede apreciar claramente en latabla 3, existe una relativa concordancia conlos datos obtenidos para el conjunto delAltiplano. Tan solo en el caso de las aves laproporción difiere de forma sensible (7.5%por 15.8%), mientras que en el caso de losratones del género Mus la diferencia no estanta (67.3% por 47.4%) si tenemos encuenta que en este último estudio consta unporcentaje del 8.2 % de Múridos sin deter-minar que, suponemos, en buena medidapasarían a engrosar el mencionado apartado.En cuanto al resto de presas, las diferenciasno son significativas, demostrando que elBúho chico no ha experimentado cambiossensibles en su alimentación durante, almenos, los últimos 15 años.

Sin embargo, en el caso de los datos parala Península Ibérica sí que existe una notabledivergencia. Contrasta principalmente laaltísima proporción de topillos (77.9%) en elcitado estudio, en detrimento del géneroMus (3.1%), mientras que en el presente tra-bajo, los porcentajes relativos son de 18.1%y 67.3% respectivamente. Una posible

explicación a este hecho es la pobreza espe-cífica de topillos en la zona estudiada, altiempo que en otras zonas de la Península ladiversidad específica es mucho más alta(recuérdese que los datos de la tabla inclu-yen otras especies del género Microtus).Una segunda explicación es que el Topillomediterráneo (Microtus duodecimcostatus),a diferencia del resto de topillos existentesen la Península Ibérica, no experimentaexplosiones demográficas periódicas, man-teniéndose su número relativamente estable.Es quizá por ello que en los datos aportadospor Morillo la presa mayoritaria sean lostopillos del género Microtus, teniendo encuenta que muchas de esas especies sí pre-sentan explosiones demográficas anuales,especialmente en zonas cerealistas de ambasmesetas. No existe mejor forma de poner demanifiesto la extraordinaria labor raticida yde control biológico de plagas que el Búhochico ejerce sobre la agricultura.

Amenazas.En el período transcurrido durante el tra-

bajo de campo se ha tenido constancia dedos individuos muertos. El primero fuehallado el día 18-5-2007 en los aledaños deuna finca particular en la carretera deFuenteálamo, encargándose el propio dueño

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Gráfico 1: Distribución porcentual de las presas de Búho chico en el área estudiada. (Elaboración propia).

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Tabla 1: Datos numéricos de pesas. (Elaboración propia).

Tabla 2: Datos porcentuales de presas. (Elaboración propia).

Tabla 3: Comparativa de la proporción de presas entre el presente estudio (1), Villalba et al., 1993 (2) yMorillo, 1984 (3). * Incluye otras especies de los géneros Microtus y Crocidura, respectivamente.(Elaboración propia).

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de ponerse en contacto con A.N.I.D.A. y deentregar el animal, que aparentemente seencontraba en buen estado, desconociéndosela causa de su muerte. El segundo cadáverfue encontrado en el territorio BC7 el 30 deseptiembre de 2008 en avanzado estado dedescomposición, calculando una fecha demuerte en torno al mes de junio del mismoaño. Al igual que en el primer caso, la causade muerte es desconocida.

En cuanto a agresiones humanas, los dis-paros, expolios, atropellos y molestias alnido representan las principales amenazasde la especie en el Altiplano (Villalba et al.1993). En el caso del presente estudio, no seha tenido oportunidad de comprobar lasagresiones citadas, aunque sí se sospecha laincidencia de algunas de las mismas, espe-cialmente la última de ellas.

Conservación.En primer lugar, resulta evidente que las

medidas de conservación de la especie pasanineludiblemente por la protección de suhábitat, en este caso los pinares-isla, ya seande origen antrópico o retazos de bosques ysetos ancestrales. En este sentido, se postulacomo urgente la inclusión de algunos de lospinares estudiados en el Mapa EcológicoMunicipal, así como la ampliación de algu-nos otros ya recogidos en el mismo. Por otrolado, se ha detectado la presencia de plagasdebidas a perforadores, por lo que estima-mos necesario un seguimiento y control delas mismas. Otra acción interesante sería larepoblación o reforzamiento de dichos pina-res, ya que algunos de ellos se encuentran enun estado de madurez avanzado, sin queexista una regeneración natural de los mis-mos. Es por ello que la introducción de indi-viduos jóvenes podría asegurar la supervi-vencia de estos microhábitats, y al mismotiempo la del Búho chico.

En segunda instancia, cabe resaltar queel Búho chico no construye nido, sino quedepende exclusivamente de la presencia enla zona de córvidos como la Urraca y laCorneja, de modo que la conservación de las

dos especies citadas resulta esencial para lasupervivencia del Búho chico. Sin embargo,se ha detectado una disminución en la pobla-ción de estos dos córvidos durante los últi-mos años, al mismo tiempo que hemos sidotestigos de la existencia de varias platafor-mas derribadas o tiroteadas. Paralelamente,la inclusión de estas dos aves como especiescazables en la Ley Regional de Caza y PescaFluvial no facilita la situación, de maneraque consideramos necesaria una revisión dela legislación sobre la materia, que prohíbala destrucción de las plataformas de estoscórvidos.

Por otro lado, y aunque se trate de unproblema menor en la actualidad, se ha demencionar que el Búho chico, como conse-cuencia de su dieta mayoritariamente basadaen los roedores, es en extremo sensible acualquier veneno o raticida que se puedaemplear, principalmente en casas rurales conactividad ganadera. Por ello, se hace necesa-rio concienciar a la población acerca del usode estos productos, al mismo tiempo que sesolicita a la administración la consecuciónde planes alternativos para mitigar lasmolestias que dichos roedores puedan cau-sar.

Además, se ha constatado durante losúltimos años una paulatina transformación

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Ratón moruno (Mus spretus), una de las presas pre-dilectas del Búho chico. (Dibujo: Macarena Puche).

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en la agricultura de la zona, pasando ésta deun modelo basado en el secano tradicionalmediterráneo, a una práctica más intensivadonde va ganando terreno el regadío. Sedesconoce el efecto que este cambio demodelo agrario puede tener sobre el Búhochico; en este sentido, es de esperar que pos-teriores estudios sobre la especie arrojenmás luz acerca de su situación.

Por último, cabe mencionar que en elLibro Rojo de los Vertebrados de la Regiónde Murcia, se cataloga al Búho chico como“especie en peligro crítico”, en función delos criterios establecidos por la UICN(Martínez et al., 2006). Sin embargo, segúnlos datos expuestos en el presente artículo,al menos en el término de Yecla el estatus dela especie debería ser el de “Riesgo menor(LR)”, subcategoría 1ª “Casi amenazada(NT)”.

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Soporte electrónico.• www.cartomur.es

Agradecimientos.Vaya desde aquí nuestra gratitud hacia

una serie de personas que como siempre, deforma desinteresada, han contribuido enalguna u otra forma a que este artículo lle-gue a buen puerto:

José Villalba aportó una valiosa informa-ción sobre la especie, así como las magnífi-cas fotografías que ilustran este artículo.

Macarena Puche realizó las ilustracionesy prestó su agradable compañía durantealgunas de las salidas al campo.

Daniel Carpena, igualmente nos acom-pañó en varias de las salidas y participó enel no siempre grato proceso de disección delas egagrópilas.

Antonio García colaboró y demostró suenorme paciencia en la edición del artículo,además de acompañarnos en la visita a algu-nos pinares.

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Introducción.Con el presente artículo, vamos a tratar

de reconstruir el proceso histórico que llevóa la desaparición de un monte público, quehace poco más de 200 años era un bosquecon más de 50.000 pinos y hoy se reduce auna serie de lomas aterrazadas, desprovistasde vegetación boscosa, salpicada aquí y allá,de algún pino aislado o de pequeños bosque-tes.

El caso que nos ocupa,podría ser resumen o paradig-ma, de los procesos que hanafectado, modificado y empo-brecido el paisaje yeclano a lolargo de su historia, pero es uncaso singular, especialmente enlo referente a su práctica des-aparición física como monte.Todos los montes de Yecla hansido objeto de explotaciónhumana, bien reduciendo direc-tamente su superficie forestal,las denominadas roturaciones,efectuadas para ganar nuevosterrenos de cultivo, bien a travésde los aprovechamientos fores-tales de la madera, leña, espar-tos, pastos, piedra o caza, peropor lo general, siguieron exis-tiendo como tales montes y aúnhoy podemos contemplarlos enmejores o peores condiciones

forestales, pero el antaño denominadomonte comunal de Charquillos y Canalizos,fue despojado de su cubierta arbórea, arran-cada toda planta leñosa o de esparto y deglu-tido el espacio físico por nuevos cultivosque enterraron bajo la necesidad humana denuevas tierras, un bosque por el que corrie-ron lobos y otras bestias no hace tantos años.

Para ello hemos compilado toda la infor-mación sobre dicho paraje que hemos halla-

NNOOTTAASS HHIISSTTÓÓRRIICCAASS PPAARRAACCOONNOOCCEERR LLAA EEVVOOLLUUCCIIÓÓNN YY

DDEESSAAPPAARRIICCIIÓÓNN DDEE UUNN MMOONNTTEEPPÚÚBBLLIICCOO:: LLOOSS CCHHAARRQQUUIILLLLOOSS YY

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((SSIIGGLLOOSS XXVVIIIIII,, XXIIXX YY XXXX))

FFrraanncciissccoo JJoosséé CCaarrppeennaa CChhiinncchhiillllaa

Localización del paraje de los Charquillos, en el término Municipalde Yecla. (Elaboración: A. García).

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do en los diversos archivos históricos deYecla, información que nos permite recons-truir el pasado de este espacio y los procesosy actuaciones que lo hicieron desaparecercomo bosque, la lectura de este artículo, qui-zás también sirva de advertencia para losnuevos aprendices de brujos, aquellos paraquienes los límites de la naturaleza soninexistentes, aquellos que apuestan por laexpansión sin límite de un crecimiento eco-nómico convertido ya en fin en sí mismo,que desborda con creces la propia capacidadde nuestro pequeño planeta para absorberlos residuos que generamos y la capacidadde éste para regenerar recursos naturales delos que dependemos absolutamente, que noreparan en la insostenibilidad del modelo yen la imposibilidad de continuar esta carrerahacia la nada, sin siquiera inmutarse ante elabismo que se está abriendo ante nuestrospies, que puede acabar en breve por aden-trarse en un proceso irreversible de funestasconsecuencias para la vida en la Tierra, y enespecial, para la vida de nuestra propia espe-cie.

Notas históricas de Charquillos yCanalizos.SIGLO XVIII.

Las primeras noticias de este paraje, sur-gen con motivo de la Real Orden sobreBaldíos y Realengos, de 8 de octubre de1738, que en principio trataba de descubriraquellas tierras realengas que habían sidousurpadas por particulares y concejos alReal Patrimonio, para poner orden en dichoasunto y conseguir su restitución para garan-tizar suficientes pastos a los ganados trashu-mantes y locales, con el fin de aumentar lariqueza que de ellos se deriva, en aquelloscasos en que se demostrase su inutilidadpara el bien común, se podría proceder a suventa a particulares y con tal fin se nombróuna comisión para la vigilancia y ejecuciónde las ventas, esta Real Orden fue recepcio-nada en Yecla el 2 de enero de 1739(AHPNY 124/21). El máximo responsableen Yecla de este proceso, fue Joaquín de

Anaya y Aragoneses, juez de baldíos y alcal-de mayor de la villa de Yecla mientras dura-ron las ventas, en la práctica se actúo deforma inversa a lo determinado, favorecien-do las ventas de tierras ya roturadas y deotras que no lo estaban, a precios irrisorios ya un reducido grupo de oligarcas que vieronaumentar su patrimonio personal de formaexponencial en detrimento del bien común,los Charquillos se vieron afectados directa-mente por esta política, así Joseph Serranode Espejo, sólo pagó 390 reales por sus pro-piedades de 950 fanegas (unas 600 hectáre-as), en los Charquillos y Casa Roja el 23 deseptiembre de 1744 (AHPNY 177/6), aun-que desconocemos el número de fanegas denueva rotura o de monte que adquirió conesta operación. Dicha Real Orden fue dero-gada por otra del rey Fernando VI, de 6 denoviembre de 1747, autorizando la vuelta ala situación anterior, el Ayuntamiento deYecla, aprobó un amplio memorando sobrelos múltiples daños y perjuicios suscitadospor dicha actuación de ventas, se pleiteóante el Consejo de Castilla, pero la falta deapoyo al Procurador Síndico General y lapenuria económica, acabaron por retirar elpleito. Por otra parte, hemos documentadotambién roturaciones ilícitas por parte departiculares, así, el 27 de marzo de 1776, seconcedió fianza para abandonar las RealesCárceles a Joseph García, en los que seencontraba por haber labrado un pedazo detierras realengas y cortado y quemado dife-rentes pinos en los Charquillos y Canalizos.(CARPENA, 2008 I).

El paraje de los Charquillos y Canalizos,permaneció como zona boscosa, sujeta a laexplotación tradicional de sus recursosforestales, como la madera, la leña y muyespecialmente los pastos. El primer docu-mento donde consta la explotación de lospastos de los Charquillos, es uno referido alingreso en las arcas de propios de 450 rea-les, por parte del abastecedor de carne de laVilla por una porción de coto que se le seña-ló para el “yerbaje” de este año en la partidade los Charquillos, el pago se efectuó el 5 de

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junio de 1729 (AHPNY 99/8).El 14 de enero de 1743, el Concejo

yeclano solicitó facultad real para poderacotar dos nuevos cuartos de dehesa, una deellas en “los Charquillos y hasta la Fuente dela Negra”, dicha facultad fue solicitadacomo medio de hacer frente a los débitosque el Ayuntamiento tenía contraídos con laReal Hacienda.

El 3 de julio de 1747, de nuevo se auto-riza al concejo a habilitar nuevas dehesas,entre ellas una en los Pinillos, comprendien-do el Boalaje, baldíos de los Charquillos yCañadilla y hasta el mojón de Jumilla(AHMY Libro 5).

En los años 1756, 1757 y 1758, se des-arrolló en Yecla una gran plaga de langosta,en el último de estos años se acordó por elConcejo dividir el término de Yecla en 22zonas o cuarteles, asignando a cada una doscomisarios y dinero para extinguir la plagarecogiendo el canuto por medio de jornale-ros, el cuartel número 19 correspondía aCharquillos y Calderón y se le asignaron100 reales para el pago inmediato de los jor-naleros (AHMY Libro 8).

El 25 de noviembre de 1781, se fecha lafirma del reconocimiento del término muni-cipal de Yecla, por parte de la Comisión deMontes y Plantíos de la provincia deAlicante, éste señala que en los Charquillos,Anchura y Ramblas de Panizo, se contabili-zan 8.000 pinos carrascos viejos, 12.000crecidos y 30.000 nuevos, además de 6olmos viejos, 40 crecidos y 20 nuevos(CARPENA, 2008 I).

Como señalábamos en la introducción,los lobos recorrían estos pagos y se reprodu-cían en ellos durante esta centuria, así el 22de junio de 1758, son pagados 66 reales aJuan Soriano Cantarero de Yecla, por unaloba que ha matado de un escopetazo y por4 lobatines que cogió vivos en losCharquillos (CARPENA, 2000).

Resumiendo, durante la dieciochoavacenturia, encontramos los Charquillos utili-zados como zona de pastos y conservandoimportantes zonas forestales, pero a las tie-

rras ya roturadas de antiguo se van a unirnuevas privatizaciones que se orientan denuevo hacia el desmonte y su puesta en cul-tivo, integradas en el patrimonio de terrate-nientes y que darán numerosos quebraderosa las autoridades locales en el siglo siguien-te.

SIGLO XIX.Decíamos anteriormente que la venta de

baldíos en 1744 trajo problemas al concejoen la centuria siguiente, y es que un informede 1830, titulado “Lista de los Srs.Propietarios que en la Villa de Yecla se hanintroducido en los terrenos de Valdíos yRealengos” ya se señala en la tercera línea aun tal Juan Serrano que se ha introducido enlos Charquillos y Hoya del Moñigar (sic)(AHMY Legajo 858).

El 25 de octubre de 1854, FranciscoAmat, solicita que el Ayuntamiento de Yeclale venda 30 fanegas en dos pedazos de 13 y17, en las Ramblas de Panizo, son monte sinárboles ni arbustos y quiere ponerlo en pro-ducción, llegada la petición al Concejo el 27del mismo mes y año, se acuerda abrir expe-diente (AHMY Libro 40 B), el 27 de febre-ro de 1855, se le concede licencia para rotu-rar y poner en cultivo, pero sin derecho depropiedad y debiendo pagar 5 reales anuos(AHMY, Legajo 586).

Posteriormente en 1858, se abrirá unlargo expediente, por las nuevas y numero-sas roturaciones que se han realizado enCharquillos y la Hoya Oncenón, en dichoexpediente obran las declaraciones de 33roturadores, de los cuales 23, afirman haberrealizado las roturas en la Anchura y Casa delos Charquillos, en cuyas declaraciones noscentraremos y que resumidas, son lassiguientes:• Bartolomé Carpena, rotura desde hace 4años en la Anchura un trozo de herrada.Asegura que no es propietario, es colono yno posee escritura de arrendamiento, pagaun terraje de seis a una a D. José Serrano,roturó con el permiso verbal de un nieto deéste.

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• Francisco Hernández, roturó 2’5 fanegascerca de la casa de los Charquillos en el pre-sente año, en su opinión se trataba de un

antiguo bancal, pues tenía pocas atochas yalgún cerrillo, también se declara colono,con permiso de D. José Serrano, sin escritu-ra de arrendamiento.• Salvador Soriano, roturó en la Anchurahace 3 años, con autorización verbal de D.José Serrano, quien le aseguró que el terre-no era suyo, colono sin escritura, declaraseguir lo hecho por los enfitéutas antiguospagando el terraje a D. José.• Antonio Muñoz, desde hace 3 años hastala fecha ha realizado roturas, con permiso deD. José, es colono sin escritura y paga unterraje de seis a una.• José Ibáñez, rotura desde hace años en laAnchura, con permiso de D. José, no tieneescritura de arriendo y paga de terraje seis auna y nueve de plantío.• Miguel Francisco Candela, rotura desdehace 3 años en la Anchura con permiso de D.José Serrano, es colono sin escritura, perotiene un trato verbal con D. José a quiénpaga terraje de seis a una.• Gregorio Soriano, asegura que ha com-prado un pedazo de tierra roturado el añoanterior en el partido de la Anchura, quién le

vendió la tierra la roturó con permiso de D.José, de lo producido ha terrajeado a D. JoséSerrano, ignora si hay o no contrato de

arrendamiento.• Juan Ortín, rotura desdehace 3 años en la Anchura,dice que se animó a hacerlopor los comentarios deotros que decían que D.José dijo que siendo monte,roturaran lo que quisieran,no tiene escritura.• Francisco Fernández,rotura desde hace 5 años enla Anchura, no tiene contra-to.• José Ortega, rotura desdehace 3 años en la Anchura,es colono sin contrato, pagaterraje a D. José.• Pedro Medina, rotura tam-

bién desde hace 3 años en la Anchura, colo-no sin contrato, paga terraje a D. José de seisa una.• Antonio Ortega, rotura desde hace 2años en la Anchura, próximo a losCañalizos, es colono sin contrato de arren-damiento.• José Morales, rotura desde hace 2 añosterrenos montuosos en la Anchura, con per-miso de D. José, no tiene contrato.• José Francisco Soriano, rotura desdehace 6 años en las herradas de la Anchura,colono sin contrato, paga terraje a D. José.• Cristóbal Martínez, rotura desde hace 4años en las herradas de la Anchura, sin con-trato de arrendamiento, es colono de D.José.• Manuel Muñoz, es roturador en laAnchura desde hace 3 años, con permiso deD. José en la herrada de dicho paraje, sincontrato.• Pablo Santa, rotura desde hace 3 años enlos montes de la Anchura, con permiso ver-bal de D. José Serrano, a quién paga terrajeanual.• Juan Puche, desde hace 4 años es rotura-

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Vista parcial del paraje de los Charquillos. Al fondo el Cerro de laLobera. (Foto: A. García).

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dor en las herradas de la Anchura, con per-miso verbal de D. José.• Miguel Francisco Candela, roturador enla herrada de la Anchura, por cuenta de suspadres, asegura que primero desmontó untrozo pequeño y luego más con el permisode D. José Serrano.• Pedro Martínez, rotura en la Herrada dela Anchura desde hace 2 años, colono sincontrato, paga terraje a D. José.• Salvador Azorín, rotura en la Anchuradesde hace 4 años, sin contrato de arriendo,paga terraje a D. José Serrano.• Antonio Ortiz, es colono roturador en laAnchura desde hace 1 año, como los ante-riores, sin contrato.• Juan Martínez, rotura desde hace 6 añosen la Anchura con permiso verbal de D. JoséSerrano.

Todas estas declaraciones son realizadasel 8 de septiembre de 1858.

Como se puede apreciar, todas las decla-raciones coinciden en que no hay contratoformal de arrendamiento, sólo permiso ver-bal de José Serrano o sus herederos, tambiénhay coincidencia de testimonios en que loroturado era monte o herrada, menos en elcaso de Francisco Hernández, en cuyadeclaración se lee que él cree que fue bancalantiguo.

Todo este largo y enconado conflicto,viene por la actuación realizada en 1856 porJosé Serrano que hitó y amojonó por sucuenta el monte, comprendiendo según elnuevo deslinde terrenos del común, solici-tando el 31 de octubre de ese año certifica-ción de dicho deslinde, a lo que el Concejoyeclano se opone, pues cree que por haberserealizado nuevas roturaciones en terrenosdel común, no se perciben con claridad loslinderos del monte. Así las cosas, JoséSerrano, pone un guardia en el monte eimpide a los vecinos aprovechar los pastos yleñas, como denuncian varios de ellos alAyuntamiento el 19 de octubre de 1857, a laque se une otra denuncia del propioConcejo, fechada el 11 de febrero de 1858,

contra el susodicho por qué su guardia habíadenunciado a un vecino de Yecla por corta yextracción de leñas en los Charquillos, cosaque el Ayuntamiento considera ilegal portratarse de un monte y un derecho comunal.El 29 de marzo de 1858, se llama a variosvecinos a reconocer este monte comunal y el15 de abril de ese mismo año se desestima eldeslinde realizado por D. José Serrano porno ser conforme a derecho, provocando cua-tro días más tarde la petición de este propie-tario para que se revoque el acuerdo, cosaque obviamente el Ayuntamiento desestimatambién, decidiendo remitir el informe alGobernador Civil e instar a José Serrano aacatar su acuerdo el 20 de abril de ese año,sólo seis días más tarde el Gobierno Civil deMurcia contesta al Concejo, indicando queha ordenado un deslinde de la finca el próxi-mo 2 de julio, posponiéndose al 17 delmismo mes y por enfermedad del perito quedebía elaborar dicha actuación, se pospusootros dos meses más.

Así, el ayuntamiento de Yecla decidióincoar el expediente anteriormente resumidoel 26 de junio de 1858, tras el deslinde, sellega a la conclusión que las tierras laborea-das por José Serrano ascienden a 1.061 fane-gas (685’406 hectáreas), 111 fanegas más(71’706 hectáreas) del título que poseeIndultado en 1744, por lo que se procede alsiguiente acuerdo, las tierras cultivadas selas quedará José Serrano y todo lo que seamonte o herradas continuaran en el común.Como expertos en el proceso de reconoci-miento de lindes estuvieron AgustínDomínguez de 80 años, Juan Muñoz de 79 ySantiago Varela de 70 años de edad, ancia-nos labradores que testifican el 17 de sep-tiembre de 1858, atestiguando que eranterrenos comunales en los que se habíaintroducido este propietario (AHMY, Legajo857, Libros 41 y 42).

Se conserva otro expediente muy exten-so sobre roturaciones de terrenos del común,fechado en 1870, en el se recogen diversostestimonios voluntarios de vecinos que hanroturado en los últimos años en terrenos

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comunales, amén de una larga relación decausas pendientes en el Juzgado de 1ªInstancia de Yecla, a raíz de denuncias por elmismo motivo, en la relación de testimoniosvoluntarios podemos extraer lo siguienterelativo a roturaciones en la Anchura (VerTabla 1).

Si se comparan los datos con los delexpediente anterior, resulta que coinciden enambos listados 6 roturadores, Juan Puche,Pablo Santa, Gregorio Soriano, AntonioOrtega, José Ibáñez y Francisco Fernández,por los datos ofrecidos, se puede afirmar quealgunos de ellos siguieron roturando enfechas posteriores a la resolución del expe-diente precedente, que como es obvio pare-ce ser que no frenó las ansias expansivas delos cultivadores, pues tan sólo 12 años des-pués se constata que éstas han seguido pro-duciéndose y además se han sumado nuevosroturadores.

En este caso además podemos conocer lasuperficie afectada, que son aproximada-mente unas 110 fanegas (unas 71 hectáreas),y también constatamos su mayoritario apro-vechamiento para plantar viñedo y olivar.

La segunda parte de este expediente y

como ya hemos comentado, se compone deuna relación certificada por el secretariomunicipal de las diversas denuncias a parti-culares por ocupación de terrenos comuna-les para su laboreo, en dicha relación secitan numerosas personas denunciadas portales hechos y un largo listado de parajesafectados, entre ellos podemos citar Arabí,Espinar, Ardal, Teatina, Magdalena,Boquera del Carche, Marisparza, HoyaHermosa, etc., etc. Estos procesos legalesestán agrupados por años y rara vez dicenalgo más que el nombre del roturador y elparaje, sin que conste casi nunca el númerode fanegas desmontadas, el periodo recogi-do abarca desde 1857 a 1867.

En cuanto al paraje objeto del presenteestudio, obtenemos los siguientes datos:• 1857, se denunciaron roturas en laAnchura.• 1867, José Serrano González es denun-ciado por roturar en los Charquillos.• 7 de marzo de 1867, se denuncia aAntonio Ortiz Puche por roturar 7 celeminesen la Anchura.

Todo este expediente se certifica el 21 deabril de 1870, dos días después, el 23 el

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Tabla 1. Roturadores del paraje de la Anchura, Los Charquillos que declaran voluntariamente con la apertu-ra del expediente en 1870, número de fanegas o celemines roturados, clase de cultivo y año desde que se ini-cian las labores (Fuente: AHMY Legajo 857. Elaboración: Propia).

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Ayuntamiento de Yecla acordó la legaliza-ción de todas las roturas producidas en losmontes comunales en los últimos 30 años,tasando las tierras en función de su calidad,así las de 1ª se pagará a 8 reales la fanega,las de 2ª a 5 reales la fanega y las de 3ª a 3reales la fanega, además se amenaza conseveras penas y perjuicios a quienes osenvolver a roturar tierras comunales, cosa quecomo veremos en el capítulo dedicado alsiglo XX, no tuvo ningún efecto para salvaral monte comunal de los Charquillos.(AHMY Legajo 857).

Como puede apreciarse, en los expedien-tes anteriores, durante la centuria del XIX,continuó la presión roturadora en la zona,presión que tendería a agravarse con la lle-gada del nuevo siglo, como ya tendremosocasión de ver más adelante.

A pesar de todo y de la deforestaciónterrible a que fue sometido el término muni-cipal de Yecla coincidiendo con la guerra dela Independencia, en un informe municipalsobre los montes de la entonces Villa, sedice que el monte de los Charquillos, perte-nece al común de vecinos, tiene una cabidade 1/4 de legua cuadrada y tiene arbolado,2.000 pinos, además atestiguan que produceunos 300 reales anuales, el tercero en el ran-king, sólo por detrás de Sierra de Salinas(900 reales) y Gavilanes (400 reales) ,ambos de pertenencia estatal, por lo tanto, afecha de este documento, 27 de abril de1847, es el monte comunal de mayor renta-bilidad para el Ayuntamiento de Yecla(AHMY, Legajo 859). Aunque al realizarseel deslinde del monte de Charquillos yCanalizos el 21 de junio de 1858, se señalaque “es de monte bajo, con atochas, rome-ros, algunos pimpollos y otros arbustos”.Sorprendentemente en 11 años los 2.000pinos han desaparecido o se han hecho invi-sibles para los peritos. (AHMY Libro1.999).

Como ya señalamos en otros trabajosanteriores (CARPENA, 2006), la decimono-vena centuria, trajo importantes cambios enel modelo de explotación y aprovechamien-

to forestal a nuestra tierra, así, lo que siem-pre habían sido derechos comunes, regula-dos parcialmente en el caso de la extracciónde madera, los pastos cuando se adehesabany la caza en periodo de veda, el resto de pro-ductos forestales eran de libre aprovecha-miento por parte de los vecinos según susnecesidades y solo a partir de 1833 con lallegada de los liberales al poder, se produceuna paulatina mercantilización y regulaciónen la explotación de tales recursos comuna-les, que como daños colaterales traeríannumerosos problemas a los vecinos, pues elreconocido derecho comunal a dichos pro-ductos, se vería superado y anulado en lapráctica por las perentorias necesidadesmonetarias del Concejo, que utilizó arbitra-riamente y especialmente las reservas comu-nales de esparto, para obtener recursos adi-cionales.

Paralelamente, la venta en 1868 de lamayor parte de los montes comunales adiversos propietarios (CARPENA, 2006),agravó esta situación, provocando unaumento desmesurado de denuncias relati-vas a la extracción de recursos forestales,focalizadas en los escasos montes públicosque restaron a dicho proceso de enajenación,aunque en el caso de Charquillos yCanalizos, no hemos hallado documentaciónque pruebe al menos que intentaran vender-lo, aunque como en el citado artículo sereconoce, no obran en los archivos consulta-dos la totalidad de los lotes que se sacaron asubasta pública en aquellas nefastas actua-ciones. Sí sabemos que el 8 de mayo de1868, el Ayuntamiento informa de que a esafecha sólo quedan como montes comunalesel Serral, Gamellejas, Charquillos yCanalizos, Gateras, Espernalas yCastillarejos (AHMY Libro 44). De lo quese deduce que si los Charquillos fueronsacados a subasta, ésta no se realizó o quedódesierta.

No acabaron aquí los intentos por despo-jar al común de sus montes, así el 24 denoviembre de 1897, se dio lectura a unaReal Orden de 16 del mismo mes y año, en

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la que se concede a los Ayuntamientos tresmeses para solicitar la exceptuación deventa de las fincas de aprovechamientocomunal. Los montes de Serral, Charquillos,Espernalas, Gateras y Cerro de lasCondenadas, están catalogados como deaprovechamiento comunal y están dentro delas condiciones fijadas para la excepción deventa de la Ley de 8 de mayo de 1888, porlo que se acuerda solicitar la excepción deventa de dichos montes (AHMY Libro 56).Aunque ya previamente la Delegación deHacienda, publicó un amplio listado demontes enajenables según una Real Ordende 31 de julio de 1897, en el que se incluía“Charquillos y Canalizos” con el nº 75 deorden, perteneciente al pueblo de Yecla ycon una cabida de 1.072 hectáreas, cumpli-mentado el acuerdo del concejo yeclano, sepublicó en el Boletín Oficial de la Provincia,con fecha 5 de marzo de 1898, el listado delos montes cuya exceptuación habían solici-tado los ayuntamientos de la provincia, entreellos se encuentran todos los mencionadosanteriormente (AHMY Libros 2.040 y2.041).

Aprovechamientos forestales enCharquillos y Canalizos, durante el sigloXIX.Espartos:

Como hemos comentado anteriormente,los aprovechamientos comunales fueronprogresivamente mercantilizados y enajena-dos al aprovechamiento libre por parte delos vecinos, así en el caso del esparto, desdela mitad de la centuria ya se observan movi-mientos en este sentido, al principio, sóloson quejas y peticiones de los ganaderoslocales para que se prohíba la extracción deesparto en invierno, pues se ven perjudica-dos los ganados y las propias plantas, des-pués se procede a adoptar un recargo de 1/2real por carga de esparto extraída de losmontes comunales, declarados como talesen 1850 y finalmente y pese a las reticenciasy quejas del concejo, se acuerda por ordensuperior la 1ª enajenación de los espartossobrantes del común el 20 de enero de 1858(CARPENA, 2008 II).

Los Charquillos no fueron ajenos a esteproceder, así en 1862, aparecen en el tercerlote de espartos subastados, junto a LosCerros del Campo, La Pava, Hoya Muñoz,Loma Cantarero, Arenales, Moratillas,Picarios, Calderón, Puerto de laCarrasquilla, Arabí, Magdalena y Umbríadel Fator, con un total de cargas a extraer de4.770 de 98 kilos cada una (AHMY Libro2.003)

Al año siguiente, forman de nuevo partedel tercer lote, junto al Arabí, Hoya Muñoz,

Loma Cantarero, Umbría delFator, La Magdalena, Picarios,Calderón, Ardal, Sierra delBuey y Gamellejas, extrayén-dose 3.600 cargas de 98 kilos,con una tasación inicial de5.400 reales, el lote fue adjudi-cado en 28.966’67 reales, sien-do el adjudicatario de este loteAdrián Verdú de Monóvar.(AHMY Libro 2.004 y Legajo587).

En 1864, 1865, 1866 y1867 y sin que sepamos porqué, los Charquillos no apare-cen entre los montes que com-ponen los lotes subastados,

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Típica construcción de la zona. Las viviendas de los roturadoressiguen este modelo o el de casa-cueva. (Foto: F. J. Carpena).

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aunque nos consta que no hubo licitadoresen el primer año.

El 30 de marzo de 1868, se anuncia lasubasta de los espartos de los montes comu-nales de Yecla para el próximo 1º de mayo,4.500 cargas divididas en tres lotes, el terce-ro es Charquillos y Canalizos con 800 car-gas (73.600 kilos), valoradas en 320 escudos(AHMY Libro 2.009). Todoslos lotes fueron adjudicados aGuillermo Román por 5.552escudos y 100 milésimas(AHMY Libro 525).

El 23 de marzo de 1869,se anuncia para el próximo24 de abril, la subasta de2.250 cargas de esparto de losmontes comunales de Yecla,el tercer lote corresponde alos Charquillos y Canalizos,donde sólo se extraerán 50cargas de 92 kilogramos(4.600 kilos), los tres lotessalen a subasta en 1.125escudos, siendo adjudicadosa Juan Roses Santandreu por4.500 escudos y 100 milési-mas, el 10 de mayo de eseaño (AHMY, Libro 2.010 yLegajo 587).

En 1870, se sacaron asubasta conjuntamenteGateras, Espernalas,Charquillos y agregados, Serratejo, Serral,Corrales y Castellar, Gamellejas y Cerricosdel Campo, con un total a extraer de 4.400quintales métricos, valorados en 9.850 ptas.siendo adjudicados a José Martínez Garcíapor 16.068 ptas. (AHMY, Legajo 587).

Al año siguiente se adjudicaron aFrancisco Gómez Tevar en 21.142 ptas., el 5de octubre de 1871 (AHMY Libro 528).

En 1871, se anuncia que el próximo 24de junio se subastarán los espartos sobrantesde los montes comunales de Yecla, en treslotes, siendo el tercero Charquillos yCanalizos, con 120 cargas de 100 kilogra-mos a extraer en cada uno de los tres años

comprendidos en la subasta (1871,72 y 73),valoradas anualmente en 600 pesetas, entotal se establecían para los tres lotes, laextracción anual de 4.120 cargas, valoradaen 19.200 pesetas, se adjudicaron estosespartos en 25.333’33 pesetas anuales aMiguel Azorín el 11 de octubre de 1871(AHMY, Libro 2.012 y Legajo 587).

A partir de 1874, los espartos salen asubasta en un único lote, que incluíaGateras, Charquillos y Canalizos, Serratejo,Serral, Corrales y Castellar, y Espernalas, seponían a subasta para dos años 4.100 quinta-les métricos anuos, tasados en 12.600 ptas. ypara los años 1874-75 (AHMY Libro2.015). Adjudicándose a Francisco VidalQuílez en 14.700 ptas. anuales (AHMYLibro 653). En 1876, se subastan de igualmodo, Gateras y Espernalas, Charquillos yagregados, Serratejo, Serral, Cerro Manceboy Corrales, Gamellejas y Cerros del Campo,4.204 quintales métricos, valorados en10.000 ptas. Adjudicados a Antonio Legidos

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Tabla 2. Cantidades de esparto subastado, tasación del mismo y preciode la adjudicación, perteneciente a los montes comunales de Yecla1885-1899. (Fuente: AHMY Libros, 2.028, 2.030. 2.031, 2.032, 2.033,2.035, 2.036, 2.037, 2.039, 2.040, 666, 667, 668, 669, 670, 671, 672,673 y 674, Legajo 590. Elaboración: Propia).

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Palao por 16.862’31 ptas. (AHMY Libro655). Para los años 1876-77 y 78, de nuevofue el tal Antonio Legidos el adjudicatariopor 15.974’82 ptas. anuales y a quien seentregaron los montes comunales el 5 defebrero de 1876 (AHMY Libro 2.017,Legajo 587 y Legajo 657).

En 1879, de nuevo fueron adjudicadosen un solo lote, a José Martínez García, por16.069 ptas. anuales para los años 1879-80-81 (AHMY Legajo 587).

El 8 de marzo de 1882, son subastadosen iguales condiciones, adjudicándose enesta ocasión a Patricio Pérez Nadal por17.733’96 ptas. anuales por los tres años deconcesión, (1882,83 y 84), el precio de sali-da por los 4.250 quintales a extraer era de12.178 ptas., en esta ocasión, de losCharquillos se preveía extraer 200 quintalesmétricos por año, valorados en 730 ptas.(AHMY Legajo 588).

El 20 de enero de 1897, se procedió asubastar los espartos de los montes comuna-les, estableciéndose que de Charquillos yCanalizos se han de extraer 1.000 quintalesmétricos valorados en 1.600 ptas., siendoadjudicados la totalidad de los espartoscomunales a Agustín Gallego Gálvez porsólo 6.252 ptas. cuando el precio de tasacióntotal ascendía como puede apreciarse en latabla 1 a 10.800 ptas. (AHMY Legajo 590).

En 1898, se autorizó la extracción de1.000 quintales métricos de esparto de losCharquillos y Canalizos, valorados en1.038’10 ptas. (AHMY Libro 2.041) y en1899, fueron 400 quintales métricos valora-dos en 1.200 ptas. (AHMY Libro 2.042).A la vista de la documentación expuesta,podemos afirmar sin reparos que desde lainstauración de este sistema de explotacióndel esparto, los hoy inexistentes montes deCharquillos y Canalizos formaron parte delas subasta anuales de dicho producto, apor-tando a las arcas municipales recursos acambio de la enajenación de un bien comu-nal de libre y ancestral aprovechamiento, escierto que algunos años conocidos su apor-

tación fue baja, como en 1869 cuando sólose arrancaron 4.600 kilos, pero en otras oca-siones, supuso una aportación mucho másimportante, como en 1868 (73.600 kilos) oen 1898 (100.000 kilogramos).

La única denuncia por extracción ilícitade esparto en los Charquillos que hemosencontrado en esta centuria, es curiosamen-te contra D. José Serrano el 11 de abril de1867 (AHMY Legajo 729).

Pastos:De igual modo y como ya hemos señala-

do anteriormente, los pastos suponían otroaprovechamiento forestal ancestral y segúnnecesidades en nuestra tierra, aunque desdeantiguo se solicitaba permiso para adehesary acotar ciertas porciones de tierras, queeran arrendadas a cambio de dinero, asíconsta ya en 1575 con la del Boalaje(CEBRIÁN Y CANO, 1992). Como hemosvisto en la parte correspondiente del sigloXVIII, también la zona de los Charquillosfue dehesa o parte de ellas en determinadosmomentos, a lo que podemos añadir otrointento en 1806, cuando el Concejo yeclano,agobiado como de costumbre con sus débi-tos a la Real Hacienda, decide acotar sendasdehesas en Tobarrillas y los Charquillos,esperando que con el dinero obtenido por suarrendamiento, poder hacer frente a losimpagos, se establece así un acotado delimi-tado por el término de Jumilla, RamblaMadre, Mojón de la Dehesa del Espinar y elBuey, para pastar 700 cabezas y con un pre-cio anual de 450 reales, la 1ª subasta secelebró el 30 de enero de 1806, la 2ª el 5 dediciembre de ese año, ambas quedaron des-iertas al no presentarse nadie a la puja, anteeste fracaso, intentaron obtener el dineroque debían del Fondo de Montes y aunqueen un principio se les autorizó por la autori-dad del ramo, posteriormente les fue dene-gado el acceso a tales fondos, en incluso seplanteó una tala de olmos enfermos u “hon-gados” para cubrir el déficit (AHPNY281/10).

Sí hemos podido documentar la enajena-

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ción de los pastos del Boalaje y la Anchuraen 1821, concretamente el 14 de septiembrede dicho año, fueron adjudicados por 3.978reales y 27 maravedís (AHMY Legajo 451).

Más complicado fue para las autoridadesprovinciales el obtener del Ayuntamiento deYecla su conformidad con la explotación delos pastos a través de las subastas, pues almenos desde 1838, los ganaderos localespagaban al concejo 3.000 reales anuales porlos pastos que eran repartidos entre éstossegún el tamaño del ganado, de igual modose procedía al reparto de la aportación alConcejo, además los ganaderos localesdefendían con uñas y dientes los pastos,negándose a aceptar que ganaderos de lospueblos comarcanos pastasen en Yecla,como sucede el 28 de mayo de 1838, cuan-do se deniega a dos vecinos de Jumilla elacceso de sus ganados a los pastos en Yecla(AHMY Libro 36). Pese a la presión porparte de las autoridades provinciales, lospastos no eran subastados, así en un informede los años 1861, 1862, 1863 y 1864, seseñala que los pastos no se subastan y son deaprovechamiento comunal, pagando losganaderos locales el canon de 3.000 reales,posteriormente pagaban 300 escudos (equi-valentes a la misma cifra anterior), desde1872 se pagaba anualmente 750 ptas. peroseguían siendo el conjunto de los ganaderoslocales quienes hacían frente a dicho pago yasí continuó hasta 1883, en que ya es sólo unrematante de los pastos de los montes comu-nales por 800 ptas. anuas, que suponemoslos subarrendaría a los ganaderos locales sinpastos propios. En todo este periodo sólohemos hallado una excepción que tuvo lugaren 1877, cuando los pastos de losCharquillos le fueron adjudicados a un talAntonio Moreno, procedente de Ontur por47’50 ptas. (AHMY Libro 656) y todo elloocurre pese a que desde 1861 se veníansacando a subasta los pastos comunales en elBoletín Oficial de la Provincia, por ejemplo,en ese año se sacaron a puja pública por15.137 reales en dos lotes, el primero para16.730 cabezas, con una tasación de 9.787

reales y el segundo para 4.500 cabezas ytasado en 5,350 reales, pero en los ingresosmunicipales sólo constan ingresados poreste concepto 3.000 reales de los ganaderoslocales, otro ejemplo, en 1864 se hacen treslotes, el primero se tasa en 6.720 reales, elsegundo en 13.800 reales y el tercero en19.500 reales, total 30.020 reales para utili-zar los pastos desde el 1 de octubre de 1864al 31 de marzo de 1865 y donde curiosamen-te no aparecen los Charquillos, pues bien, enlas arcas municipales por los pastos comu-nales sólo se ingresan 6.000 reales de losganaderos, pero para cubrir los años 1863-64 y 65, es decir 2.000 reales por año. Da laimpresión de que las autoridades provincia-les iban por un lado y el Concejo y los gana-deros hacían lo que les parecía más adecua-do, aunque puede tratarse simplemente deque no hubiere postores y finalmente seadjudicaran a los ganaderos por lo que tuvie-ren a bien aportar, de todas formas resultaextraño que no aparezca ningún postor forá-neo, ganadero o subarrendador que pujaseaunque sólo fuera un poco por encima de losganaderos locales (CARPENA, 2008 II).

Conocemos los datos de la forma en quese repartían los pastos y como se pagabanpor los adjudicatarios durante algunos años,los relativos a los Charquillos (Tabla 3).

Como ya hemos señalado, desde 1883,los pastos son adjudicados a un postor que asu vez los subarrendaba o directamentecobraba a cada ganadero un dinero por utili-zar los pastos que él tenía arrendados, nohay diferenciación en cuanto a los diversosmontes que se subastaban para este aprove-chamiento, saliendo todos juntos y por unúnico precio.

Pese a todo se subastaban anualmentecomo también hemos comentado anterior-mente, así en 1868, para los Charquillos seestablecía lo siguiente en el Boletín Oficialde la Provincia de 21 de octubre, 1.000 hec-táreas de superficie aprovechable, para1.200 cabezas de lanar, tasados en 120 escu-dos (AHMY Libro 2009).

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El 14 de septiembrede 1896, se establecenlas cabezas de ganadoque pueden pastar encada uno de los montescomunales, enCharquillos y Canalizoslo harían 800 de ganadolanar y 200 de cabrío, seadjudicaron los pastos aMatías Sánchez Candelapor 787 ptas. (AHMYLegajo 590).

Para el año 1899, setasan individualmentecada uno de los montescomunales, para losCharquillos podemosleer lo siguiente: Pastospara 800 cabezas delanar y 200 de cabrío,tasadas en 250 ptas.,aunque no hubo licitado-res a la subasta (AHMYLibros 2.041 y 677).

Al igual que con losespartos, los pastos deCharquillos y Canalizosson utilizados por losganaderos yeclanos a lolargo de toda esta centu-ria, en ocasiones libre-mente según el derechocomunal, en otras acota-dos como dehesas y pos-teriormente pagando unacantidad fija por la tota-lidad de los pastos de losmontes comunales (quecomo es sabido, excluíana Sierra de Salinas,Pansas y Gavilanes),

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Tabla 3. Adjudicación depastos en Los Charquillosaños 1868 - 1879 (Fuente:AHMY Legajos 851 y 856.Elaboración: Propia).

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durante más de cuarentaaños se mantienen esas con-diciones de uso, pese a quelas autoridades gubernativasprovinciales intentaron susubasta y tasaron los pastosmuy por encima de lo querealmente se llegaba a recau-dar, quedando en todos loscasos conocidos lo recauda-do muy por debajo del pre-cio oficial de tasación.

Otro detalle general degran interés es la pérdidacausada al común y a losvecinos por la venta de losmontes públicos en 1868, deuna tasación por los pastoscomunales de 30.020 realesen 1864, pasamos a una tasa-ción de 1.250 ptas. (equiva-lentes a 5.000 reales) en1877, la posibilidad deingresos en las arcas munici-pales se veía reducida a 1/6tras dichas ventas.

A partir de 1883, seacaba incluso con eso y lospastos de todos los montes comunales sonarrendados a una persona que a su vez lossubarrienda a los ganaderos locales que noposeían pastos propios, culmen de un proce-so de mercantilización de lo que siemprehabía sido un derecho de aprovechamientocomunal desde tiempo inmemorial, sólosujeto a limitaciones en caso de adehesarse.

Pese a todo esto, sólo hemos encontradouna denuncia por lo que se denominaba pas-toreo abusivo (es decir sin pagar la adjudica-ción), ésta se produce el 21 de noviembre de1898 contra Juan Gregorio Marco porencontrarse su ganado, compuesto por 50cabezas, pastando en los Charquillos(AHMY Legajo 730).

Leñas:Las leñas constituían un bien de primera

necesidad con múltiples usos, resumible en

que era prácticamente la única fuente decombustible al que tenía acceso la mayoríade la población, tenemos documentaciónque prueba que se recogía por los vecinoslibremente y según sus necesidades, estandodicho derecho limitado solamente por deter-minadas y muy concretas disposiciones,tales como la prohibición de talar árbolespara hacer leña u ocasionales disposicionesprohibiendo hacer leña en el perímetro mar-cado de un incendio forestal, e incluso enocasiones se permitía la tala de árboles coneste fin, sirva como ejemplo determinadasautorizaciones a panaderos y herreros paracortar árboles y fabricar carboneras (CAR-PENA, 2008 I).

Con el avance del siglo XIX y comoocurre con los aprovechamientos preceden-tes, se intenta reglamentar estos productosforestales, tratándose de que el

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Tabla 4. Relación de número de cabezas de lanar y cabrío, tasaciónde los pastos y precio de adjudicación en los montes comunales deYecla 1877-1898 (Fuente: AHMY Libros: 2.018, 2.019, 2.020, 2.021,2.022, 2.023, 2.024, 2.025, 2.026, 2.027, 2.028, 2.029, 2.030, 2.031,2.032, 2.033, 2.035, 2.036, 2.037, 2.039, 2.040, 656, 657, 659, 660,661, 662, 663, 664, 665, 667, 668, 669, 670, 671, 672, 673, 674, 675y 676. Elaboración: Propia).

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Ayuntamiento de Yecla acepte sacar a subas-ta anualmente las leñas de los montes comu-nales, y pese a ello, durante años no se rea-lizaron tales actos, extrayéndose las leñaspor los vecinos para mitigar sus necesidadesde combustible, así ocurrió en los años1861-62-63 y 64, el primero de estos años seconsumieron aproximadamente 300.000cargas de 8 arrobas, el segundo igual núme-ro de cargas, el tercero también y en el cuar-to hasta el 19 de agosto se llevaban consu-midas unas 200.000 cargas (AHMY Legajo856). Situación que el Ayuntamiento deYecla hacía constar expresamente y que ade-más reclamaba cuando se procedía a sacar asubasta las leñas de los montes del Estado,argumentando que éstas eran de libre einmemorial aprovechamiento vecinal, peroen 1868 ya hemos documentado la subastade las leñas de los montes comunales yecla-nos, concretamente para los Charquillosseñala una superficie de 1.000 hectáreas(aunque en numerosos documentos de laépoca se habla de 1.072 hectáreas), de la quese pueden extraer 765.000 kilogramos, tasa-dos en 382 escudos, sin que conste ningúningreso en las arcas municipales por esteconcepto, por lo que intuimos que debió dequedar desierta (AHMY Libros 2.009 y526).

Hemos localizado autorizaciones muni-cipales para extraer leña de los montescomunales, concedidas expresamente aherreros y panaderos, se les indica tambiénel lugar o lugares dónde se les permite abas-tecerse, señalándose siempre que éstas hande ser leñas muertas, con referencia a losCharquillos se puede leer lo siguiente:• 1877: Se autoriza a José Santa Martínez,hornero, ha extraer leñas muertas en elSerral, Serratejo, Gamellejas, Charquillos yCanalizos.• 1878: Se autoriza a extraer leñas muertasa Andrés Francisco Palao y Antonio ValMorales, en Charquillos y Canalizos.• 1880: Se autoriza a extraer leñas muertasen los Charquillos y Canalizos a Pedro PérezPuche y Luís Giménez Lorente.

• 1881: Para este año es autorizado aextraer leñas muertas en los Charquillos,Blas Palao Chinchilla. (AHMY Legajo 856).

Lo cierto es que apenas hemos podidoconstatar la enajenación de las leñas de losmontes comunales, sólo en 1885, hemospodido documentar su venta por 3.250 ptas.y en 1893, se señala un déficit en las previ-siones de ingresos por no haber postorespara las leñas (AHMY Libros 664 y 671).Parece ser que era mucho más difícil deencontrar adjudicatario para las leñas quepara otros productos forestales, así en 1885se produce un acuerdo del Ayuntamientopara que las leñas y los pastos sean explota-dos por los vecinos a cambio de la subastaanual de los espartos (AHMY Libro 2.027),cosa a la que no se hizo ni caso por la admi-nistración provincial, pues al año siguienteson sacadas a subasta las leñas de los mon-tes comunales, por 4.175 ptas. y después detres subastas seguían desiertas (AHMYLibro 2.028).

En 1877 no se autorizó la extracción deleñas de los montes comunales de Yecla, almenos con el objeto de enajenarla en públi-ca subasta, pues como ya hemos visto ante-riormente, sí se autorizó su extracción parahornos locales. Para el año 1899 se indivi-dualizan las diversas explotaciones foresta-les en cada uno de los montes, enCharquillos y Canalizos no se prevé laextracción de leñas para esa anualidad.

Pese a que según estos datos la adminis-tración provincial pretendía subastar anual-mente las leñas bajas de los montes comuna-les de Yecla, nosotros sólo hemos podidoverificar tales anuncios de subasta (con losresultados señalados anteriormente), losaños 1868, 1885, 1886, 1887, 1888, 1889,1890, 1891, 1893, 1896 y 1897.

La enajenación de un producto forestaltan imprescindible, provocó que los vecinosrecurrieran a extraer ilícitamente (si es quese puede hablar de comportamiento ilícito,al ejercer una actividad que había sido delibre ejercicio por los vecinos de Yecla, almenos desde la ocupación castellana en el

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siglo XIII) la leña de los montes comunales,como prueban los centenares de denunciasque hemos compilado, concretamente de losCharquillos y Canalizos son las siguientes:• 17 de marzo de 1865, Gregorio Soriano,José Martínez y Francisco García son multa-dos con 42 reales por daños en losCharquillos (AHMY Legajo 1.549).• 30 de noviembre de 1866, es multadocon 10 reales José Villaescusa, por hurto deleña en los Charquillos. • 20 de mayo de 1868, se denuncia a unvecino de Yecla por el arranque de leña y

matas en los Charquillos (AHMY Legajo729).• 23 de junio de 1869, Pedro García esmultado con 800 milésimas de escudo, pordaños en los Charquillos (AHMY Legajo1.549).• 22 de abril de 1895, comunicación delSr. Juez de 1ª Instancia de Yecla, sobre unadenuncia por hurto de un carro de ramaje depino y leña de monte bajo en losCharquillos.• 29 de abril de 1895, comunicación delSr. Juez de 1ª Instancia de Yecla, sobre otradenuncia por hurto de leñas en losCharquillos, en ambas denuncias el Concejoacordó no mostrarse parte en el juicio, sinrenunciar por ello a la indemnización que lecorresponda (AHMY Libro 55).• 9 de agosto de 1895, cuando volvía haciaYecla por la carretera de Jumilla, es denun-ciado por la Guardia Civil, Antonio CandelaAzorín (a) “Perú” por llevar en un carro condos caballerías, tocones y raíces de pino,algunos verdes, otros secos, cubiertos con30 gavillas de leña de monte bajo, romeros ychaparras (coscoja), declaró haberlos extraí-do de los Charquillos.• 11 de diciembre de 1896, se denuncia aFrancisco Baello, Antonio Puche y JoséSoriano por sustracción de leñas en losCharquillos, cada uno de ellos había hechouna carga de pinos en los restos del incendioocurrido en dicho paraje el 16 de agos-to1895, el día 18 de noviembre de ese año,el día 19 se les unió José Baello Román ehicieron otra carga cada uno, declaran que espara venderla para paliar la mala situacióneconómica de sus familias. Los denunciaroncuando volvían a Yecla por el camino de laCasa del Cura (AHMY Legajo 730).

Maderas:Las maderas constituían también un

importante aprovechamiento forestal, muynecesario para el normal desarrollo de lavida de nuestros ancestros, especialmente enel caso de la construcción, pues vigas ylomeras se obtenían de troncos de pinos

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Tabla 5. Número de estéreos de leñas bajas que sepodían explotar en los montes comunales de Yeclacada uno de los años comprendidos entre 1877 y1899 y precio en que se tasaban (Fuente: AHMYLibros: 2.018, 2.019, 2.020, 2.021, 2.022, 2.023,2.024, 2.025, 2.026, 2.027, 2.028, 2.029, 2.030,2.031, 2.032, 2.033, 2.034, 2.035, 2.036, 2.037,2.039, 2.040, 2.041 y 2.042. Elaboración: Propia).Nota: Un estéreo es igual a un metro cúbico.

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básicamente, también era importante lamadera para la construcción de diversos úti-les agrícolas y en la fábrica de carruajes, sinduda nos encontramos ante el aprovecha-miento más reglamentado y controlado denuestra historia. Así las Reales Ordenanzasde Marina, que durante al menos la segundamitad del siglo XVIII, pusieron a los árbolesde Yecla bajo la dirección exclusiva de laSecretaría de Marina, incluyendo tanto losque medraban en montes públicos, como losque lo hacían en terrenos privados, convir-tieron nuestra tierra en una importante zonade producción de pinos y olmos, tal y comoel propio Intendente de Marina reconoceríaen 1781 (CARPENA, 2008, I). Pero con elfin de la protección brindada por dichaSecretaría, se produciría una hecatombeforestal fechable entre 1795 y 1814, queacabaría con la riqueza forestal de Yecla yque provocaría hasta escasez de leña en elmunicipio, lentamente esta situación se

recompondría en parte (aunque nunca serecuperarían los bosques anteriores) y denuevo a finales del siglo XIX, la tendenciadeforestadota avanzaría implacablementesobre nuestros montes, por el aumento de lapresión sobre los escasos recursos forestalespúblicos que quedaron y por el ansia debeneficios de los nuevos propietarios de losmontes privatizados.

Es un hecho que también la administra-ción gubernativa provincial, trató de enaje-nar desde el principio de su gestión la explo-tación de los escasos recursos madereroslocales, sacando a subasta diversas talas deárboles maderables a partir de 1849, cuandoson subastados los despojos de maderas deun incendio en el barranco del Búho en elSerral o los 500 pinos señalados en Sierra deSalinas y las Pansas y otros 400 en el Serralen 1854 (AHMY Libros 1.991 y 1.996). A lolargo de la decimonovena centuria se produ-cirían nuevos señalamientos de árboles,especialmente en Sierra de Salinas y otrosmontes públicos, así como fueron constanteslas subastas de maderas decomisadas a per-sonas que las habían talado ilegalmente.

En los Charquillos y Canalizos no hemosdocumentado ninguna tala o señalamientode árboles legal durante este siglo, sólohemos podido constatar algunos datos sobretalas ilegales que a continuación expone-mos:• 11 de octubre de 1878, es denunciadoFrancisco Andrés Palao por la tala de 9pinos y la poda de otros 16 en losCharquillos (AHMY Legajo 729).• 25 de enero de 1886, se da lectura en elAyuntamiento a un oficio del Sr. Juez de 1ªInstancia sobre una “criminal corta depinos” y la causa que se sigue por ello con-tra Francisco Fernández Vergara, comoautor de la corta y sustracción de esos pinosen los Charquillos. El Concejo acordó nomostrarse parte en el proceso sin renunciar adaños y perjuicios (AHMY Libro 50).

Hemos de precisar, que aún encontrán-donos solamente con dos denuncias sobretalas ilegales en Charquillos, tenemos indi-

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Muchos de los pinos talados acabaron como lomeraso vigas de las casas de los colonos. (Foto: F. J.Carpena).

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cios más que razonables para pensar queéstas se produjeron mucho más frecuente-mente y con mayor calado del que podríaesperarse de tan escasa muestra, pues seconserva una carta fechada el 14 de abril de1900, en la que la Dirección Facultativa deMontes de la Provincia, deniega alAyuntamiento la petición realizada parasacar a subasta la tala de 30.000 pinos en eltérmino de Yecla, con los que se pretendenfinanciar diversas obras públicas (Matadero,un nuevo colegio, etc.)., la antedichaDirección, dice que en los últimos años hanabundado las talas ilegales, así como extra-limitaciones constantes de los adjudicatariosde entresacas, y que el resultado ha sido ladespoblación total de Charquillos yCanalizos (AHMY Legajo 856), siendo cier-to, por lo demás, que la afirmación referidaa los Charquillos peca de excesiva, puescomo comprobaremos en el capítulo dedica-do al siglo XX, en pocos años serán taladosvarios miles de pinos en este paraje, excesoque también permite vislumbrar que losdaños causados al bosque por la acción detaladores ilegales debieron de ser bastanteconsiderables.

Caza:Otro aprovechamiento comunal enajena-

do a los vecinos de Yecla fue el de la caza,practicada libremente por los mismos desdetiempo inmemorial, como hemos podidoatestiguar en diversos documentos de centu-rias anteriores, sólo estaba limitada por lasdiversas órdenes de veda, que al menosdesde el siglo XV, trataban de ordenar dealgún modo la actividad cinegética, ciñén-dola a determinados periodos del año.

También fue difícil para la administra-ción provincial la instauración de dichoaprovechamiento mediante la consabidasubasta pública, pues los primeros intentosse fechan ya en los años finales de la centu-ria, y pese a la intensa búsqueda en los archi-vos, no hemos podido constatar su adjudica-ción hasta la tercera década del siglo XX,además apenas se conservan datos de denun-

cias a vecinos de Yecla por ejercer dichaactividad, tan sólo un par de denuncias y enambos casos por destruir nidos de perdices(CARPENA, 2008 II).

Así la primera vez que hemos encontra-do un anuncio de subasta de la caza deCharquillos y Canalizos, se produce el 18 demayo de 1898, se trata de la 4ª subasta de lamisma para los montes de Serral,Espernalas, Gateras, Condenada yCharquillos por 630 ptas. (AHMY Libro2.041).

El 13 de diciembre de 1899, se procedióa la 5ª subasta de la caza de Charquillos yCanalizos, quedando desierta por falta delicitadores, se subastaba para 5 escopetaspor 50 ptas. anuas (AHMY Legajo 589).

Otra variable de la caza era la persecu-ción y extinción de animales denominados“dañinos”, hemos localizado datos referidosa centenares de animales carnívoros quedurante esta centuria sufrieron el acoso y lamuerte a manos del hombre por el únicodelito de ser lo que eran, pero desgraciada-mente lo habitual es que no citen los docu-mentos el paraje de procedencia de la pieza,siendo Charquillos un monte comunal, esharto probable que algunos de estos cientosde seres masacrados, tuvieran su proceden-cia en estos montes, pero hoy por hoy noestamos en condiciones documentales deafirmarlo categóricamente.

Sí se constata la presencia de lobos en elparaje, pues la comisión encargada de colo-car cebos de estricnina en 1830, envenenó lazona de La Lobera, junto a otras, pero queen opinión del lobero Miguel Lorenzo (delarga extirpe de loberos yeclanos) y losguardas celadores de montes, en ellas selocalizaban rastros e indicios de la presenciade lobos.

El 3 de marzo de 1863, se dio lectura enel Ayuntamiento a un escrito de varios gana-deros locales, donde exponían sus quejaspor los daños causados por los lobos, y soli-citaban medidas contra éstos, así el Concejodecidió que se procediera al envenenamien-to de varios parajes del sur de nuestro térmi-

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no municipal, dónde se habían producido losataques de los lobos, el día 3 de junio de eseaño se procedió a envenenar los Charquillosy al día siguiente, la Umbría de la Anchura(CARPENA, 2007).

Otros sucesos relevantes acaecidos en losCharquillos durante el siglo XIX.Incendios forestales.

Tan sólo un par de notas sobre este tipode incidencias hemos localizado en esta cen-turia.

La primera trata de una comunicacióndel Sr. Juez de 1ª Instancia de Yecla, sobre lacausa que investiga su juzgado por el incen-dio ocurrido en los Charquillos el 16 deagosto de 1895, el Ayuntamiento acuerda nomostrarse parte en el proceso, sin renunciara posibles indemnizaciones.

La segunda se fecha el 29 de junio de1896, y también es una comunicación delJuez, sobre la causa que se sigue en el juzga-do por el incendio “al parecer casual” que seha producido en los Charquillos y Cerro deAntón Soriano (AHMY Libro 55).

Tormentas.El 19 de septiembre de 1877, se produjo

una horrorosa tormenta entre las 14 y 15horas, que después de descargar gran canti-dad de piedra durante 15 minutos, dio pasoa una torrencial lluvia, que afectó especial-mente a los parajes de Charquillos, Anchura,Hoya Oncenón, Picarios, Umbría del Fator,Fuente de la Negra, Casa del Cura, Cerrosdel Campo y Serral, salieron ramblas y ave-nidas y causó numerosos daños en cultivos yen espartos (AHMY Libro 47).

El monte comunal de Charquillos yCanalizos, es durante la decimonovena cen-turia un vivo ejemplo del devenir de losmontes comunales yeclanos, se ve afectadopor el aumento de las tierras laboreadas endetrimento de las zonas montuosas, envarias ocasiones constatamos tales abusos,1830, 1858 y 1870, y pese a los intentos derestaurar su superficie inicial, ésta al final severá siempre mermada por las sucesivas

legalizaciones de las roturaciones efectua-das, sin duda nos encontramos ante un fenó-meno importante, de gran calado social yparejo al aumento casi sostenido que experi-menta la población de Yecla durante el siglo,lo que permite una mayor capacidad delaboreo y sustenta una mayor demanda denuevas tierras para el cultivo, especialmentede jornaleros y braceros, reconvertidos atiempo parcial en colonos o propietarios ile-gales, los cuales veían en los montes y tie-rras anejas la posibilidad de apuntalar suprecaria subsistencia.

De igual modo, y aunque no hemos podi-do documentar fehacientemente que estemonte fuera subastado, como otros muchos,en 1868, sí hemos podido demostrar quehasta finales de siglo, estuvo en el punto demira de la administración del estado a travésde sus representantes provinciales, con elobjeto de enajenarlo, siendo salvado “inextremis” por el Concejo yeclano junto a losmontes que en la actualidad componen elpatrimonio forestal municipal de Yecla.

Constatamos también que la enajenaciónde los productos forestales, antaño de apro-vechamiento comunal por parte de los veci-nos de Yecla, afecta directamente al parajeobjeto del presente estudio, siendo susdiversos recursos naturales sacados a subas-ta pública desde la década de los 60, siendotambién cierto que en algunos casos (losespartos especialmente), la enajenación tuvoun éxito más inmediato que en otros, cuan-do encontró una resistencia del consistorio ylos vecinos afectados, como sucede con lospastos y las leñas, que durante años siguie-ron, de algún modo, con las formas de apro-vechamientos tradicionales. La enajenaciónde estos productos forestales, supuso en susprimeros años una poderosa e importantefuente adicional de ingresos en las arcasmunicipales, pero la venta de los montescomunales en 1868, redujo tajantementedichos recursos, acudiendo el Concejo ennumerosas ocasiones a subastar incluso lareserva destinada al uso personal de losvecinos, viéndose así despojados definitiva-

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mente los mismos de un derecho que pese atodo se les había reconocido. Todo ello tuvoconsecuencias inmediatas, desde la décadade 1860, se observa un incremento impor-tante en el número de denuncias que se rea-lizan por motivos de hurtos o daños foresta-les, tendiendo a concentrarse a partir de ladécada siguiente en los escasos montespúblicos que restaron al patrimonio local yestatal, de este modo se mercantilizó lo queera una serie de bienes de libre acceso (conlos matices que ya expresamos al respecto)y se obligó a buena parte de la población aadquirir a mayoristas esos bienes o a obte-nerlos de forma ilícita con los consiguientesriesgos que eso representaba.

A pesar de todos estos avatares,Charquillos y Canalizos es durante la centu-ria un monte comunal de creciente impor-tancia para el común, por la pérdida irrepa-rable de la gran mayoría de los terrenosforestales o montuosos del término, quepasaron a manos particulares, estableciendosu propia explotación de los mismos asícomo una vigilancia más cercana que impe-día en muchas ocasiones el acceso a susrecursos forestales, es por ello que un montecomo el estudiado, cobra si cabe un mayorprotagonismo en la vida local, especialmen-te en el último tercio de la centuria, siendoobjeto creciente de deseo por parte de unapléyade de personas, necesitadas de aumen-tar los medios que les permitieran subsistira ellos y sus familias, como veremos en elpróximo capitulo dedicado al siglo XX.

SIGLO XX.Dejamos los Charquillos y Canalizos

acabada la decimonovena centuria, acosadospor diversas causas, pero sin atisbo de lo quese les venía encima, pues en el siglo XX,bastaron veinte y pocos años para hacer des-aparecer, casi todo vestigio de monte, recon-vertido en cultivos de secano por un elevadonúmero de colonos, que sin encomendarse anadie, actuaron como una marabunta quearrasó el bosque y todo aquello que de éldependía, sin que las autoridades locales y

provinciales pudieran o quisieran ponerfreno a este proceso, limitándose en muchasocasiones a lamentar los hechos y a legalizara posteriori lo ya consumado. Pero no ade-lantemos acontecimientos, primero seguire-mos enumerando las diversas explotacionesa que siguió sometido el monte, hasta pocoantes de su desaparición, que además enalgunos casos nos darán pistas claras sobrela catástrofe ambiental que determinadasactuaciones supusieron para el monte, cuyasconsecuencias todavía son hoy visibles.

Aprovechamientos forestales enCharquillos y Canalizos durante el sigloXX (1900-1923).Espartos:

Hasta la desaparición física del monte secontinuaron las subastas de los espartos delos Charquillos, aunque durante buena partede estos años, se subastaron los montescomunales conjuntamente, por lo que nopodemos saber la producción exacta de losCharquillos, tan sólo durante las tres prime-ras temporadas, los espartos comunales sesubastaron independientemente unos deotros, así en la 2ª subasta de los espartoscomunales celebrada en Yecla el 26 de enerode 1900 se subastan, los de Charquillos yCanalizos (400 quintales) que fueron adjudi-cados a José Martínez García por 1.250 ptas.anuales, el precio de tasación fue de 1.200ptas. y la misma cantidad pagó el mismoadjudicatario en 1901 y 1902 (AHMYLegajo 856 y libros 680 y 681).

Además hemos podido averiguar que lacantidad de esparto extraído de losCharquillos entre 1901 y 1907, fue de 300quintales métricos anuales, un 13’76% detodo el esparto extraído de los montes comu-nales, aunque los Charquillos representabanel 26’77% de la superficie comunal, lo cualya comienza a mostrar la reducción de lasuperficie forestal de este paraje.

La lectura de los datos ofrecidos en latabla 6, son bastante elocuentes con respec-to a la pérdida de valor del esparto, pudién-dose constatar una caída constante en el

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valor del esparto desde el principio, llegán-dose a adjudicar en 1908 por 1/4 de su valorde tasación, a partir de 1917, se registra unaligera tendencia alcista en el precio, peromuy alejada de los parámetros en que semovía el precio del esparto al inicio de lacenturia. Esta deflación del esparto, nocoadyuvaría en absoluto a acrecentar eninterés de los poderes públicos por conser-var el monte de los Charquillos.

Es significativo con respecto al deteriorodel monte, que en la entrega de los espartosde los Charquillos, el 7 de septiembre de1912, se hace constar ante el adjudicatariolas innumerables roturaciones que hay en elmonte (AHMY Legajo 856).

Sólo un par de denuncias por extracciónilícita de espartos hemos hallado para estosaños, la primera trata del hurto de 4 quinta-les métricos de esparto de los Charquillos,llevada a cabo por tres vecinos de Jumilla,Lorenzo, Pedro y Miguel Jiménez Terol (a)“los chichones”, los cuales vendieron el

esparto a un tal Natalio Navarro de la Casade la Macolla, ya en término de Jumilla, ladenuncia se fecha el 9 de septiembre de1901.

La segunda es una denuncia contraMatías Marco Azorín, fechada el 21 denoviembre de 1908, por hallarlo rozandoatochas con una azada.

Debemos señalar que en las numerosísi-mas denuncias por roturaciones ilegales, enmuchas se señala que el terreno roturadoproducía atochas. (AHMY Legajo 730).

Pastos:De igual modo los pastos siguieron sien-

do subastados hasta la roturación total delmonte, los datos conservados relativos a losCharquillos y Canalizos están recogidos enla tabla 7.

Los pastos inician la centuria siendoadjudicados muy por debajo de su precio detasación, pasando entre 1909 y 1912 por unaauténtica crisis que hace que sean otorgados

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Tabla 6. Aprovechamiento de los espartos comunales de Yecla (1903-1922), fecha del pago, Qm., tasación,precio de adjudicación y adjudicatario. (Fuentes: AHMY Libros 680, 681, 682, 683, 685, 686, 687, 688, 689,690, 691, 692, 693, 2.043, 2.044, 2.045, 2.048, 2.050 y 2.051, Legajos 856, 1.552, 1.553, 1.554 y 1.555.Elaboración: Propia).

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por 1/3 de su valor de tasación (en los casosen que aparece algún adjudicatario interesa-do), a partir de 1913, el precio se recupera yen las subastas se alcanza un valor siemprepor encima del precio de tasación, pero éstees el mismo en que se valoraban los pastosen 1902, por lo que también es destacable lamerma de ingresos e importancia por tantoque este recurso aportaba a las arcas públi-cas, de nuevo la conservación del monte porrazones economicistas pierde peso ante elempuje de otras actividades como las agra-rias.

Muy posteriormente, casi cuarenta añosdespués, se vuelven a adjudicar los pastos de

la zona, concretamente el 17 de febrero de1960, los pastos de Charquillos y Estrechosde Santiago son adjudicados en 120 ptas. yel 15 de junio de ese mismo año lo son tam-bién los de La Lobera en 240 ptas. (AHMYLegajo 1.598).

Hemos encontrado algunas denunciaspor pastoreo ilegal en los Charquillos, en losdos primeros casos se trata de denuncias porpastoreo en dicho paraje de caballerías, quesin duda iban asociadas a la actividad rotu-radora que se desarrolla en estas primerasdécadas del siglo XX en la zona, las denun-cias son las siguientes:• 10 de julio de 1914, es denunciado Juan

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Tabla 7. Fecha de pago, número de cabezas, tasación, precio de adjudicación y adjudicatario de los pastosde Charquillos y Canalizos (1900-1923) (Fuente: AHMY Libros 2.043, 2.044, 2.045, 2.048, 2.050, 2.051,680, 681, 682, 684, 685, 686, 687, 690, 691, 692, 694. Legajos 1.552, 1.553, 1.554, 1.555, 1.556, 591, 592,593, 594, 595 y 596. Elaboración: Propia). * Corresponden a la subasta de los pastos de todos los montescomunales. ** Corresponde a la subasta de los pastos de 1909, aunque no se adjudicaron hasta esa fecha, enla 5ª subasta.

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Rubio Azorín por encontrar a sus dos mulaspastando irregularmente en los Charquillos• 27 de julio de 1914, se denuncia aFrancisco Martínez García por tener unacaballería menor pastando ilícitamente enlos Charquillos (AHMY Legajo 732).• 10 de mayo de 1960, por pastar ilegal-mente su ganado en los Charquillos es mul-tado con 25 ptas. P. Y. Y. (AHMY Legajo1.598)

Leñas:Desde 1900 hasta 1907, no hay ninguna

previsión oficial de extraer leñas deCharquillos y Canalizos, al menos así lorefleja la ausencia de dicho aprovechamien-to en los planes anuales forestales de esosaños, aunque en la práctica sí se realizarontales operaciones, pues nosotros hemospodido documentar tal aprovechamiento enalguno de estos años. El 13 de febrero de1902, se publica un anuncio de subasta de14.000 estéreos de leña procedente de laspodas de los pinos de los Charquillos, tasa-dos en 3.500 ptas. Son adjudicados aFrancisco Candela Palao por 6.001 ptas., el28 de dicho mes y año (AHMY Libros 681,682 y 591), siendo ésta la única adjudica-ción de dicho aprovechamiento, pues poste-riormente, al menos que hallamos podidodocumentar, no se volvió a sacar a subastaninguna leña, ni de podas ni de leñas bajas,aunque hemos de precisar que en el primercaso, todas las talas que se realizaron, inclu-ían el ramaje y copas como leñas.

Sí hemos documentado diversas denun-cias por causa de la extracción fraudulentade leñas en los Charquillos, aunque éstassólo suponen la punta del iceberg de lo queen realidad supuso el problema, las mismasson las que siguen:• 25 de noviembre de 1900, es denunciadoJosé López González por extracción de leñade pino verde (un carro) en los Charquillos,lo llevó a cabo en el cerro tras la Casa de loAlto por orden directa de su “amo”.• 27 de septiembre de 1902, se anuncia lasubasta para el 11 de octubre de 185 pinatos

y 236 trozos de pino de entre 60 y 80 cms.de longitud no maderables, son leñas corta-das arbitrariamente por el rematante de lapoda de los pinos de Charquillos yCanalizos. El precio de tasación es de 97’65ptas. (AHMY Libro 2.045).• 21 de noviembre de 1908, se denuncia aMatías Marco Azorín por rozar leñas conuna azada, ésta le es decomisada. (AHMYLegajo 730).• 20 de septiembre de 1912, se denuncia aFrancisco Disla Medina por encontrarlopodando pinos.• 9 de diciembre de 1910, se denuncia aJuan Baello Román por el arranque de 32tocones de pino en Charquillos y Canalizos(AHMY Legajo 731).• 22 de enero de 1913, denunciadoCarmelo Ibáñez Martínez por extraer 57tocones de pino de los Charquillos• 4 de febrero de 1914, se denuncia aPascual Hernández por hacer 18 gavillas deramas de pino verde en este paraje.• 19 de mayo de 1914, denuncia a JoséLara Pérez y Pascual Hernández Muñoz porhacer 14 gavillas de ramaje de pino verde enlos Charquillos (AHMY Legajo 732).• 31 de mayo de 1915, son denunciadoscinco vecinos de Yecla por corta y extrac-ción de pinos y leñas de las Pansas, Serral yCharquillos (AHMY Legajo 854).

Maderas:A diferencia de las centurias preceden-

tes, para esta la el siglo XX, sí se documen-tan diversas actuaciones administrativas,que fueron adjudicando los pinos madera-bles que cubrían con mayor o menor exten-sión los montes comunales de Charquillos yCanalizos, a la vez, las roturaciones ilegalesque durante las primeras décadas de estesiglo se producen de forma masiva en esteparaje yeclano, llevan implícitas de formaconsustancial la corta y descuaje de losárboles que medraban en dichas tierras, porlo que en muchas ocasiones los denunciadospor tales hechos (roturación ilegal) lo son almismo tiempo por la tala ilegal de árboles.

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La primera adjudicación de maderas depino, tiene lugar el 15 de enero de 1908,cuando son adjudicados a Miguel SorianoIbáñez 300 pinos subastados en losCharquillos, por la cantidad de 1.015 ptas.,el 18 de diciembre de ese mismo año, sonentregados a José García Serrano 56 made-ros de pinos procedentes de cortas fraudu-lentas de Charquillos y Canalizos, por elprecio de adjudicación de 28 ptas. (AHMYLibro 688).

En el año 1909, se realiza un nuevo seña-lamiento de pinos en los Charquillos, bási-camente compuesto por trozos de pinos ytroncos completos, que se hallan disemina-dos por todo el paraje, éstos suman un totalde 3.142 piezas, que son adjudicados aMiguel Mateo Santa por 1.699 ptas. el 1º dejunio de ese año, se señala en algunas anota-ciones que dichos pinos y piezas de madera,provienen de los daños ocasionados por losroturadores ilegales en este paraje, sólo enlos gastos que ocasionó al Ayuntamiento deYecla la recogida y conteo de los trozos demadera, se invirtieron 655’17 ptas., algomás de un tercio de lo obtenido por su venta(AHMY Libros 689 y 690).

La siguiente tala se produce al añosiguiente, en esta ocasión son subastadosnada más y nada menos que 5.250 pinos,adjudicados a Pedro Simarro Ibáñez por3.031 ptas. el 6 de marzo de 1910 (AHMYLibro 690).

Más complejo resulta el asunto ante elseñalamiento de 3.796 pinos en dichos mon-tes comunales en 1911, pues son adjudica-dos a Juan Antonio Puche Caro en 3.065ptas., pero cuando se presentan las partes enel monte para realizar el acta de entrega delaprovechamiento entre los días 28 y 29 dejulio de ese año, descubren que sólo hay2.500 pinos de los marcados, más otros 287que no estaban marcados y que habían sidocortados y arrancados con posterioridad alseñalamiento, además los pinos marcadosestán en buena medida cortados en trozos yel ramaje y las copas ha desaparecido, tam-bién incluyen los utilizados para construir

tres cabañas por parte de los roturadores ile-gales, una con 11 pinos, otra con 16 y unatercera con 28, estos últimos, también handesaparecido.

Ante todo esto, el representante del adju-dicatario, Heliodoro Redondo, se niega a fir-mar el acta, pues alega que en el BoletínOficial de la Provincia, dónde venía lasubasta se hablaba de 3.796 pinos, no de tro-zos ni puntas, que además se han señaladopinos que no están cortados y otros que sonplantados, con lo que estima que se verádificultada la extracción. La Comisión deMontes dice que el señalamiento está bienhecho, el mismo tuvo lugar el 30 de abril deese año, y que es imposible evitar los hurtose infracciones de los roturadores, pese a lavigilancia por parte de la Guardia Civil y losGuardias Municipales. Lamentablemente,en el expediente no se especifica comolograron salir de este conflicto de intereses ynos hemos quedado sin respuesta para ello(AHMY Libro 691 y Legajo 856).

No documentamos ningún señalamientomás, sólo una anotación realizada el 28 deenero de 1915, de un gasto de 30’50 ptas.invertidas en recoger los pinos y pinochacortados en los Charquillos (AHMY Libro694).

En el caso de denuncias por corta depinos la información es bastante amplia,pues las denuncias se suceden a lo largo deestas décadas iniciales del siglo XX, en casitodos los casos, éstas van parejas a otras porroturación ilegal y es que como venimos rei-terando, la causa principal de la deforesta-ción y desaparición del monte comunal delos Charquillos y Canalizos, se debió a estemotivo. Las denuncias por esta causa son lassiguientes:• 4 de enero de 1907, denunciadosBaldomero Marcos Ortega por la desapari-ción de 30 pinos, José Domínguez Gil por lade 40 y José Martínez Pérez por la sustrac-ción de 250 pinos.• 20 de enero de 1907, denunciadosNicolás Ortega Martínez por la desapariciónde 8 pinos de regular tamaño, Pascual López

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Domínguez por la de 30 pinos, MatíasSánchez Ibáñez por 12 pinos y RoqueSánchez Martínez por 11 pinos más. • 6 de febrero de 1908, denunciadoSebastián Azorín Carpena por la tala de 13pinos en los Charquillos.• 22 de abril de 1908, son denunciados dosvecinos por roturar y tala de pinos, AgustínIbáñez Vicente por la tala de 5 pinos yFrancisco Juan Ibáñez por la de otros 7. • 7 de febrero de 1908, Joaquín DislaMedina es denunciado por la corta de 4pinos de 4 metros de largo y 30 centímetrosde grosor en este monte • 22 de noviembre de 1908, son denuncia-dos los siguientes vecinos por tala ilícita deárboles en los Charquillos, Salvador Val, 7pinos, José Marco Medina, 5, Pedro PayáSanz, 20, José Martínez Soriano, por 20más, Antonio Sánchez Martínez, por 45pinos, Francisco Molina Lucas, 40, AntonioNavarro Pérez, 40, Francisco HernándezMuñoz, 40 pinos, Gaspar HernándezMuñoz, 30, Alfonso Navarro Ibáñez, 17pinos, Salvador Muñoz Rodríguez, 10,Andrés Palao Palao, 20, José Sanchís Palao42, Juan Marcos Ibáñez, 25 pinos, SimónSánchez Palao, 6, Martín Ibáñez Fernández,32, José Juan Ortega, 11, Juan Puche Díaz,19 pinos, Juan Baello Román, 24 y PedroMuñoz Muñoz por la tala de 15 pinos(AHMY Legajo 730).• 25 de septiembre de 1909, es denunciadoJuan Soriano Marco por rotura de un terrenodonde antes había pinos.• 19 de diciembre de 1910, por la tala de83 pinos que se encuentran cortados y tendi-dos en tierra y algunos tocones de diferentesépocas en el monte comunal de Charquillosy Canalizos, es denunciado Juan BaelloRomán. Igualmente ese mismo día esdenunciado Pedro Puche Martínez por latala de otros 22 árboles.• 19 de febrero de 1911, denunciado JoséMartínez Azorín por la tala de 35 pinos enlos Charquillos.• 13 de octubre de 1911, se denuncia aMartín Morales Sánchez por rotura ilegal y

tala de 19 pinos en este paraje.• 5 de febrero de 1912, es denunciadoPedro Martínez Martínez por la tala recientede 2 pinos en los Charquillos.• 7 de febrero de 1912, denunciados JuanOlivares Armilla y Francisco Soriano Puchepor la tala y corta de un pino en losCharquillos, el mismo medía 14’20 metrosde largo y tenía un grosor de 30 centímetros,había sido partido en 4 trozos • 20 de septiembre de 1912, son denuncia-dos los siguientes individuos por la tala deárboles, Francisco Palao Medina por roturarun terreno dónde antes había pinos y ato-chas, Pascual Ortuño Ibáñez, 21 pinos,Roque Soriano Muñoz, por roturar terrenosen los Charquillos que anteriormente teníanpinos y atochas, Tomás Puche Ibáñez, por latala de 10 pinos y Pascual Palao Palao por latala de 114 pinos en diversas épocas.• 18 de diciembre de 1912, denuncia con-tra José Ortiz Serrano, por la tala de 8 pinos(AHMY Legajo 731).• 22 de enero de 1913, son denunciadosCarmelo Ibáñez Martínez y José PérezGómez por la tala de 30 pinos en el montecomunal de los Charquillos.• 8 de febrero de 1913, denuncia contraMiguel Disla Marco por la tala de 29 pinosen los Charquillos.• 4 de febrero de 1914, denunciadoPascual Hernández por la tala de 8 pinos eneste monte comunal.• 19 de mayo de 1914, denuncia contraJosé Lara y Pascual Hernández, por la faltade 15 pinos cortados recientemente en losCharquillos.• 12 de julio de 1914, es denunciado JoséMartínez Ortega por la tala de 20 pinos dediversas dimensiones en los Charquillos.• 13 de agosto de 1914, denunciadoFrancisco Bautista Ferri por la tala de 98pinos en los Charquillos (AHMY Legajo732).• 19 de mayo de 1920, recibo por 2 pinosde 4 metros de largo por 20 centímetros degrueso, 4 quintales métricos de trozas depino y 2 quintales métricos de pinocha pro-

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cedente de cortas fraudulentas en el montecomunal de los Charquillos (AHMY Legajo596).

De los datos aportados se deduce fácil-mente que entre 1908 y 1911, se talaronunos 12.000 pinos en los Charquillos, algu-nas veces, obedeciendo al modo habitual derealizar estos aprovechamientos, pero engeneral se detecta que los pinos objeto delseñalamiento, ya estaban cortados antes delmismo, por lo que la administración se dedi-ca a simplemente a subastar un recurso queya había sido destruido previamente, ade-más no tienen empacho en indicar el origende tales cortas, acusándosereiteradamente a los rotura-dores de las mismas.Especialmente llamativo esel aprovechamiento de1911, tras realizar el conteoun par de meses antes desubastarlo, cuando han deentregar el mismo al adjudi-catario, se constata que fal-tan 1.296 pinos y todo elramaje y pinocha, y queademás se han talado otros287 pinos que no se marca-ron en aquella ocasión,parte de los pinos marca-dos, forman parte de caba-ñas construidas por losroturadores para cobijarse,y sin duda muchos de aquellos árboles aca-barían formado lomeras y vigas de las cons-trucciones que se erguirían en la zona unavez iniciado el proceso de legalización delas roturas. Este proceso de deforestación serealiza con una rapidez asombrosa y a unaescala muy amplia, lo que nos lleva a pensaren que pese a sus lamentos y quejas, en elfondo los administradores del patrimonioforestal de Yecla, no andarían muy en des-acuerdo con la actividad roturadora que sedesarrolla en la zona durante aquellos años,de lo contrario todo esto se hubiera visto fre-nado e interrumpido por la acción represoraque las instituciones públicas podían haber

activado, como hicieron en otros casos simi-lares, donde la contundencia fue muchomayor y los resultados por ende, muy distin-tos.

Piedra:Aunque en otros montes públicos se

subastaban algunos metros cúbicos de pie-dra anualmente (caso del Serral) o se dabanautorizaciones para extraer yeso o cal, no esel caso de los Charquillos, donde la únicareferencia a este asunto es la referida a unapetición de un vecino de Yecla en la quesolicita que se le permita extraer piedra del

monte de los Charquillos para realizar unacalzada en su propiedad, con fecha de 8 dejulio de 1925, la Comisión Permanente delAyuntamiento de Yecla se la concede(AHMY Legajo 121).

Caza:Tal y como ocurre en los últimos años

del siglo XIX, la caza de los Charquillos esobjeto de subasta pública anualmente, tasán-dose en 30 ptas. para el año 1900, con unaforo de 5 escopetas, se siguió subastandotodos los años, sin que hallamos podidodocumentar ni una sola adjudicación de lamisma.

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Terrazas de cultivos abandonados y casas-cueva en una de las lomasde los charquillos, hoy colonizadas por la vegetación natural. (Foto:F. J. Carpena).

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En cambio, la persecución de animalescarnívoros en la zona sí nos ha dejado algúnejemplo, así el 10 de julio de 1908 se pagan5 ptas. por 2 turones capturados en laRambla Madre, el 25 de enero de 1911, sepaga 1 pta. a Juan Azorín por un zorro cap-turado en el Barranco de la Lobera y el 17 dejulio de 1922, se entregan 10 ptas. a JoséRuiz por 2 zorras capturadas en losCharquillos (CARPENA, 2008 III).

Roturaciones (1900-1929). El fin delmonte.

Desde el siglo XVIII, el terreno forestalde Yecla, venía decreciendo por mor de lasnumerosas roturaciones o rompimientos(como los denominan en esa centuria), quese fueron produciendo, intentando ganarnuevas tierras de cultivo, para cereales ymuy especialmente para el viñedo y el olivo,en detrimento de las zonas forestales, laposición oficial de las autoridades al respec-to, fue salvo contadísimas excepciones, con-traria a las mismas, pero en la práctica, ape-nas se molestaron en poner freno real a larapiña de los grandes propietarios, actuán-dose más bien con un afán recaudatorio(muy limitado también) para legalizar lasnuevas tierras usurpadas en muchos casos alcomún de vecinos y en otros a la propiaCorona. La puesta en cultivo de más tierras,acrecentaba también la posibilidad deaumentar los ingresos fiscales y por ello eraigualmente bienvenida, la tierra se compra-ba a precios irrisorios, se buscaba un colonoo varios que la ponían en cultivo y el propie-tario cobraba el terraje anual, revalorizandoel capital invertido con el sudor de los colo-nos. Ya en el siglo XIX, las roturas continua-ron sin mucha oposición, arañando especial-mente tierras forestales limitantes con pro-piedades agrícolas, igual que en el casoanterior, son efectuadas por colonos o arren-datarios, al los que un terrateniente, permiteque roturen nuevas tierras en los límites desu propiedad, a cambio de un porcentaje delas cosechas futuras, con un inconveniente(al menos en el caso de los Charquillos de

1858) y es que él no es dueño de las nuevastierras roturadas, se las está birlando literal-mente al común vecinal. En el último terciode este siglo, ya aparecen roturadores queactúan por su cuenta y riesgo, sin patrocinioaparente de ningún propietario y buscandoexclusivamente tierras de laboreo para supropio trabajo y sustento, este fenómenosocioeconómico se irá incrementando con elpaso de los años, llegando a su cénit en lasprimeras décadas del siglo XX, al menos enlo estudiado y conocido para Yecla, cuandoson puestas en cultivo todas las tierras sus-ceptibles de ser laboreadas e incluso, laderasy piedemontes de gran pendiente, escasosuelo y por lo tanto de pésimo rendimientoagrícola. Toda esta forma de actuar, tuvo suculmen con la puesta en cultivo y coloniza-ción de Sierra de Salinas (Colonia “CotoSalinas”) y casi paralelamente con la puestaen cultivo de la práctica totalidad del montecomunal de los Charquillos y Canalizos, conuna importante diferencia, en el primer caso,se trata de una actuación dirigida, orientaday patrocinada por las autoridades, con unprincipio de planificación del territorio y deluso del mismo, en el segundo es una actua-ción anárquica, promovida individualmentepor vecinos de la localidad, que sigue unapolítica de hechos consumados, primero serotura, se destruye el bosque y posterior-mente se habilitan normas para legalizar dealgún modo lo realizado, el resultado enambos casos se puede resumir en la mismapalabra, fracaso, ni eran tierras aptas para elcultivo en su mayor parte, ni las parcelas olotes eran lo suficientemente grandes paraser rentables en una agricultura extensiva desecano, pero en el primer caso, la direcciónfacultativa de la Colonia, permitió una recu-peración del bosque cuando la actividadagraria se tornó insostenible e irrentable, enel segundo, nunca se intentó volver la tierraa lo que había sido.

Sobrecoge el alma vagar por la zona,entre aquellas antaño parcelas cultivadas,hoy yermas en gran parte, y detenerse unmomento a pensar en el titánico esfuerzo

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que realizaron aquellos colonos con la únicaayuda de sus manos, de su azada y en elmejor de los casos, de una mula. Talaron elbosque, rasgaron la tierra, realizaron calza-das y ribazos para sostener el escaso suelofértil, lo cultivaron y construyeron sus refu-gios (en muchos casos infraviviendas, comocabañas o las decenas de casas-cuevas quesalpican las laderas y ramblas del paraje),con la ilusión de salir de la precaria situa-ción económica en que se encontraban, dever crecer a sus hijos en unas condicionesmejores, de negar la fatalidad como sino desus vidas, construyeron su esperanza a golpede riñón, sembrándola con los callos de lasmanos y regándola con su propio sudor, paraque hoy, 100 años después, sólo se contem-ple en la zona un paisaje gris y pardo, deinterminables yermos, salpicados aquí y alláde algún cultivo vivo o de algún pino super-viviente de la catástrofe, convertido todoaquello en un ejemplo de actuación insoste-nible e inviable, que desde la distancia yperspectiva que nos da el tiempo, así lopodemos afirmar, aunque en ningún casotratamos de juzgar ni evaluar moralmente loque nuestros ancestros se vieron obligados arealizar, azuzados por el hambre, la injusti-cia y la ignorancia con que las clases diri-gentes han abonado a sus iguales pobres a lolargo de la historia. Quiero dejar por lo tantoconstancia en estas páginas de mi sinceraadmiración hacia aquellas personas, pese aque transcurrido el tiempo, uno analice lasituación desde otras perspectivas y razones,concluyendo que lo sucedido con este montepúblico fue una catástrofe ambiental sinpaliativos, hay que señalar que no es menoscierto que la ciclópea obra llevada a cabopor estos hombres, sin medios técnicos, nifinancieros, ni de ninguna otra clase, que nofuera su propia voluntad y esfuerzo, mereceser reconocida.

El proceso roturador definitivo delmonte comunal de Charquillos y Canalizos,que conllevó a la colusión definitiva entre lavocación forestal del paraje y las necesida-des humanas, comienza muy al principio de

la centuria del siglo XX, podríamos decirque no es más que la continuación de estosprocesos que venimos documentando desdeel siglo XVIII, se podría añadir que es unproceso coetáneo y similar al sufrido porotros muchos montes públicos en esos años,pero sin duda, en ninguno de los anterioresejemplos se llegó a la desaparición física delmonte como sucede en el caso que nosocupa. Así el 15 de abril de 1903, sondenunciados Francisco Martínez Soriano,Pedro García Ortega, Mateo QuílezCarpena, Pascual Martínez Quílez yFrancisco Muñoz, por roturas ilícitas en elparaje de los Charquillos, son llamados adeclarar el 18 de octubre de 1905 (AHMYLegajo 730).

El 15 de enero de 1906, en sesión plena-ria en consistorio yeclano acuerda que unacomisión municipal en compañía del ayu-dante de montes se dirija a inspeccionar lasroturas que se han hecho en los Charquillos(AHMY Libro 64).

Pero es a partir de 1907, cuando se inten-sifica la actividad roturadora como veremosen la tabla 8.

Analizando la tabla 8 y otos datos noreflejados en ella, pero obtenidos en los mis-mos expedientes de denuncia, aparecen 72personas denunciadas durante esos años,sólo dos de ellas tienen más de una denunciay para los casos conocidos (n=29), un96’5% de los roturadores son jornaleros deprofesión, sólo en un caso (3’5%), se indicaque la persona denunciada es de profesiónpropietario. De igual modo sabemos el esta-do civil de 44 de ellos, predominan los casa-dos con un 88’65% (n=39) frente a los sol-teros 11’35% (n=5).

En cuanto a edades de los roturadores,estas varían enormemente, en un arco deter-minado por los 14 años de Pascual CarpenaMuñoz y los 68 de Pedro Muñoz Muñoz, enuna muestra de 47 roturadores, 3 tienen 20años o menos (6’38%), 10 se sitúan entre los21 y los 30 años de edad (21’27%), 16 lohacen entre los 31 y los 40 años (34’04%),otros 11 se instalan en la banda que ocupa

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desde los 41 a los 50años (23’40%), 3 másestán entre los 51 y los60 (6’38%) y final-mente 4 tienen en elmomento de la denun-cia más de 61 años.

A la vista de estosdatos, podemos afir-mar que la gran mayo-ría de los roturadoresen el momento en queson denunciados, sonjornaleros de profe-sión, mayoritariamentecasados y con unaedad situada entre los21 y los 50 años.

La superficie afec-tada por estas prácticasirregulares y según losdatos disponibles,estaría compuesta por147 fanegas (unas 95hectáreas), cifrapequeña que no supo-ne ni el 10% de lasuperficie del montede los Charquillos,pero hemos de hacerconstar, que estosdatos sólo son lasdenuncias conservadassobre el asunto, otrassencillamente sehabrán perdido y otrasse trasladaron directa-

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Tabla 8. Roturadoresdenunciados en losCharquillos (1907-1914),superficie afectada, profe-sión de los denunciados yproductos forestales sobrelos que han provocadodaños (Fuente: AHMYLegajos 730, 731 y 732.Elaboración: Propia).*Segunda denuncia enambos casos.

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mente al juzgado, por loque resulta difícil estable-cer el montante real de lasmismas, aunque lo hemosexpuesto a modo de ejem-plo de lo que sucedió,también hay que hacernotar que es precisamentea partir de 1914, cuando laadministración provincialdecide convertir (o dejarhacer) el monte de losCharquillos en zona agrí-cola y curiosamente es apartir de ese año cuandodesaparecen de los archi-vos cualquier tipo dedenuncia referida a losCharquillos, pareciera quedesaparecen las talas y lasroturaciones por arte demagia.

La superficie roturadaes también variable,encontrándose 1 rotura-ción de menos de 1/2 fane-ga (1’38%), 9 de 1/2 fane-ga (10’50%), 17 de 1 fane-ga (23’61%), 10 de 1’5fanegas (13’88%), 15 de 2fanegas (20’83%), 3 de2’5 fanegas (12’50%), 9de 3 fanegas (13’88%), 2de 3’5 fanegas y otros 2 de4 fanegas (2’77% paracada caso) y 1 rotura de 5fanegas, 1 de 7 fanegas, 1de 9 fanegas y 1 más de 10fanegas (1’38% cada unade ellas). Por lo tanto, más de la mitad de lasroturaciones denunciadas en este periodo,afectan a una superficie de entre 1 y 2 fane-gas.

Además de los datos expuestos anterior-mente, poseemos otros que nos hacen pensaren una mayor extensión de este fenómenosocioeconómico, de graves repercusionesambientales, pues entre los ingresos munici-

pales de varios años, aparece el producto delas multas a roturadores en los Charquillos,la mayoría de ellos no aparece entre las per-sonas recogidas en la tabla 8, como veremosa continuación:• 23 de abril de 1907, Francisco OrtuñoPérez ingresa en las arcas municipales 6ptas. por roturar en los Charquillos.• 6 de mayo de 1907, Juan Soriano, ingre-

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Gráfica 1. Frecuencias en el tamaño de las roturaciones denunciadas enlos Charquillos 1907-1914. F= Fanega. Fuente: Tabla 8. (Elaboraciónpropia).

Gráfica 2. Vegetación afectada por las roturaciones en los Charquillos1907-1914, sobre 79 casos conocidos, el 73’41% afecta a pinar (n=58),el 16’45% a atochar (n=13) y el 10’12% a arbustos y leñas bajas (n=8).Fuente: Tabla 8. (Elaboración propia).

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sa por el mismo motivo 7 ptas.• 9 de septiembre de 1907, Diego LópezLópez por roturar en los Charquillos, ingre-sa 5 ptas. (AHMY Libro 687).• 19 de octubre de 1908, José GarcíaSerrano, paga 1’66 ptas. de multa por rotu-rar en los Charquillos (AHMY Libro 688).• 10 de julio de 1909, Matías Sánchez *paga de multa por roturar en los Charquillos33 ptas., Miguel Pérez Ruano * por elmismo motivo12 ptas. y José Ortuño Puchepor la misma causa 2’50 ptas. (AHMY Libro689).• 1 de octubre de 1910, Sebastián LópezOrtuño paga 45 ptas. por roturar en losCharquillos (AHMY Libro 690).• 9 de agosto de 1911, a José AntonioOrtín García, por roturar en los Charquillosse le impuso una multa de 45 ptas. (AHMYLibro 691).

Los dos sujetos que al final de su nombreacompaña el símbolo * son roturadores queaparecen en el listado de la tabla 8, puedenser por ello las multas impuestas por esacausa las que aquí se ven reflejados comoingresos.

Señalábamos antes que el año 1914,marca el principio del fin de la ilegalidad delas roturaciones pues con fecha de 30 deseptiembre de ese año, la DirecciónFacultativa de Montes de la Provincia deMurcia, comunica al Ayuntamiento deYecla, que ha decidido el uso que se ha dedar a la superficie de los montes municipa-les, decidiendo con respecto a losCharquillos, que las 1.072 hectáreas quenominalmente tiene el paraje, pasan a ser delaboreo, abriéndose así la puerta a la legali-zación de las roturaciones, pues en la prácti-ca permite realizarlas al no existir ya teóri-camente ninguna explotación forestal pre-vista (AHMY Legajo 854).

Con fecha 14 de noviembre de 1914, seemite un bando de Alcaldía que por su inte-rés reproducimos íntegramente:

D. Luís Ibáñez Pisana, AlcaldeConstitucional de Yecla. Hago saber:

Que tengo en gusto de comunicar a éste

vecindario, es un hecho cierto que he conse-guido legalizar la situación de los roturado-res de los montes propios de esta Ciudad,asunto al cual me he dedicado preferente-mente desde que me hice cargo de la admi-nistración de este pueblo, teniendo hoy lainmensa satisfacción de ver realizado esteproblema, que bien podemos considerar,como el sueño anhelado de esta localidad engeneral.

Más para llevarlo a cumplido efecto, sonindispensables ciertos requisitos previos,tales como deslindes, medición, amojona-miento, etc. y por ello se cita a los roturado-res del monte “Charquillos” para que en losdías comprendidos entre el quince y entreinta del actual, pasen por estas CasasConsistoriales a manifestar su nombre, ape-llidos, domicilio y cantidad de tierras rotu-radas y una vez terminado con este monte seseguirá con los demás, para lo que se publi-cará el oportuno bando, es de advertir laobligación que tienen los roturadores dehacer tal declaración, pues de lo contrariose le irrogarán perjuicios irreparables, asícomo tampoco se puede cortar ahora pinoalguno, pues sobre imponerles fuertes mul-tas, perderán todo derecho a la porción detierra que hubieran roturado.

Todo lo que me es muy grato participara éste mi querido pueblo a quien doy la másentusiasta enhorabuena.

Yecla, 14 de noviembre de 1914.

Sendos bandos posteriores, fechados el21 y el 27 del mismo mes y año, recuerdanla obligación de hacer la declaración antedi-cha a los roturadores (AHMY Legajo 18).

A partir de esa fecha, la documentaciónrelativa a los Charquillos y Canalizos, prác-ticamente desaparece, suponiéndose que seefectúan nuevas roturaciones y se consoli-dan las existentes, pues la definitiva legali-zación de las mismas se realizará ya en1929, en base a un Real Decreto de 1 dediciembre de 1923, que dice en su Artículo1º “Los que con anterioridad a este decretotengan terrenos roturados pertenecientes al

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Estado, Propios o Comunes de los pueblos,podrán legitimar su posesión adquiriéndo-los en plena propiedad, si lo solicitan a laDelegación de Hacienda Provincial en elplazo de un año a contar desde la fecha deeste decreto… el precio lo fijarán los funcio-narios públicos en función de la calidad dela tierra…” (AHMY Legajo 857).

El Reglamento de dicho Real Decreto, sepublicó el 1 de febrero de 1924 y a su ampa-ro culminaron el proceso nada más y nadamenos que 279 roturadores en los montescomunales de Charquillos y Canalizos,Gateras, Espernalas, y otros de menor enti-dad, los cuales vieron aprobados sus expe-dientes en la sesión plenaria del Consistorioyeclano de fecha 11 de febrero de 1929, encuya acta se lee:

Resultando: Que los 279 amparados porel R.D. de 1-12-1923 y Reglamento de 1-2-1924, promovieron ante este Juzgado de 1ªInstancia la información posesoria quereglamenta el artículo 392 de la vigente LeyHipotecaria.

Resultando: Que practicada dicha infor-mación, quedó suficientemente probada laposesión de terrenos objeto de la misma ypor el tiempo máximo que determina el artí-culo 2º del mencionado reglamento.

Resultando: Que los interesados oportu-namente solicitaron a la Delegación deHacienda Provincial la legitimación de losterrenos que habían transformado de estéri-les y baldíos en tierras cultivadas.

Resultando: Que la Delegación deHacienda publicó en el Boletín Oficial de laProvincia cada solicitud de legitimación afin de que se formulasen alegaciones.

Resultando: Que los terrenos roturadoshan sido medidos y tasados sin oposición.

Considerando: Que los decretos enun-ciados amparan a los que con su esfuerzohan conseguido poner en valor estos terre-nos.

Considerando: Que el ingreso de la legi-timación o del primer canon, otorga dere-cho a recibir la certificación expedida porla Alcaldía sobre los terrenos.

Considerando: Que los terrenos quedanhipotecados a favor del Ayuntamiento deYecla hasta su total pago.

Considerando: Que las certificacionesde Alcaldía, no tienen efecto legal alguno enel Registro de la Propiedad.

A continuación se puede leer la lista conlos 279 nombres (AHMY Libro 76).

De los 279 roturadores que ultiman elproceso de legalización, 212 han realizadosus actuaciones en los Charquillos (el75’98% de los mismos), aunque de ellos 15,han roturado también en otros montes muni-cipales. De los 212 sólo 18 son mujeres (el8’49%) y en los certificados de alcaldía sehace constar en 3 ocasiones la inscripción afavor de “viuda de…”, pensamos que debióde tratarse de casos en los que quién inicióel proceso fue el marido y tras fallecer ésteantes de la aprobación definitiva, el terrenoy los derechos fueron adjudicados a suviuda.

De la documentación analizada, se des-prende que en la inmensa mayoría de loscasos, los roturadores se acogieron a la fór-mula de pago, consistente en un canon anualdurante 10 años, pero algunos lo pagaron enuna sola vez. Éstos oscilan entre las 2’32 ylas 13’99 ptas. anuales, y dependería de lasuperficie roturada y la calidad de la tierra,en el otro lado se registran pagos de 170’86ó 219’76 ptas. suponiendo a nuestro juicio elpago completo de la rotura, pero no se seña-la esta incidencia en el documento de pago.

Lo cierto es que se registran los pagos delos 279, sólo el primer año de la puesta enmarcha del proceso, en los años siguientesdisminuyen notablemente las aportaciones,en algunos casos por haber pagado en unasola aportación el montante total de la lega-lización, en otros, sencillamente desconoce-mos los motivos del impago, posteriormenteen 1941, se retoma el pago por parte de algu-nos roturadores y otros directamente ingre-san la totalidad de las anualidades debidas,en un caso 225’50 ptas. y en otro 316’34ptas., destacando un caso muy tardío cuando

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un roturador liquida las 7 anualidades que lerestaban el 7 de septiembre de 1959 (30 añosdespués de iniciarse los pagos) y paga166’83 ptas. por las 1’33 hectáreas de suroturación (AHMY Legajos 857, 1.558 y1.564).

Hemos localizado un documento deventa de una de las roturaciones, se fecha el14 de noviembre de 1929, es decir sólo unosmeses después de la legalización de losterrenos, creemos que puede servir al lectorpara hacerse una idea de lo que suponíanestas propiedades y la vez percatarse de quecon aquel derroche de esfuerzo y tesón quesupuso la puesta en cultivo del monte de losCharquillos, los que lo llevaron a efectonunca salieron de pobres, pues la propiedadvendida se componía de: 2.200 vides con 40olivos en una pieza de tierra, una casa cuevay en sus inmediaciones, 2 olmos, 3 higuerasy 10 vides más. Ni que decir tiene que nin-guna familia yeclana de aquellos años, podíahacer frente a sus necesidades más perento-rias con un patrimonio como el relatado y enuna tierra de secano (AHMY Legajo 448).

El paraje fue roturado hasta el extremo,ni siquiera se libraron las laderas más escar-padas, donde aún hoy, es posible detectarrestos de calzadas y ribazos, elaborados conpiedras para retener el suelo y permitir laubicación de una hilera de olivos, además elcaso que nos ocupa, por su propia orografíaque se distingue por una sucesión de lomasredondeadas, con escasos afloramientos oescarpes rocosos, permitió una mayor ocu-pación del suelo por la actividad agraria,pese al escaso suelo que la sustenta, portodas estas causas, Charquillos y Canalizosdesapareció como monte, aunque ahora éstereclame lo perdido ante el abandono de loscultivos en buena parte de su superficie.

Todavía en un documento fechado el 3de julio de 1931, denominado “Nota-rela-ción de los bienes comunales y del Estadoque existen en esta demarcación, comprensi-va de la extensión de los mismos, produc-ción, aprovechamiento y posible utilización,a saber:” Setecientas cuarenta y cuatro hec-táreas, 20 áreas y 14 centiáreas de monte enel partido de los Charquillos y Canalizos,valorado en 3.457’50 ptas., pertenece alpueblo, produce pinos y atochas y tiene unaprovechamiento anual de 500 ptas. Encuanto a su posible utilización, se indica

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Ejemplos de los graves procesos erosivos que sufrela zona en la actualidad. (Fotos: F. J. Carpena).

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para todos los montes comunales que actual-mente se encuentran casi en su totalidad enpoder de estos vecinos, los cuales por haber-los roturado hace infinidad de años, vienenposeyendo sus respectivas porciones deterrenos en propiedad, a virtud de expedien-tes instruidos por los mismos (AHMYLegajo 856).

Entre los años 1958 y 1967 se registranalgunas peticiones de roturadores para quese les certifique el pago total de sus débitosy poder así registrar sus propiedades, el añoque más expedientes se conservan el 1961cuando 6 antiguos roturadores o sus herede-ros, solicitan la documentación necesariapara poder inscribir en el Registro de laPropiedad las parcelas (AHMY Legajos 448y 857), este movimiento de legalizacióndefinitiva tan tardío, debe ser consecuenciadel deslinde que practicó el Ayuntamientode Yecla entre 1959 y 1960, citándose adecenas de personas antes de realizarlo paraque estuvieran presentes en el mismo(AHMY Legajo 858).

Según una certificación de la Secretaríadel Ayuntamiento de Yecla, fechada el 17 demayo de 1960, en aquel momentoMedianiles, Lomas y Partido de Charquillosy Canalizos, de este término, tiene unasuperficie de 644 hectáreas, 20 áreas y 14centiáreas, produce espartos, pinos y rome-ros y limita el Este con la Rambla Madre yolivares, al Sur con tierras de José Serrano,al Oeste con el término de Jumilla y al Nortecon el camino de Jumilla y Cerro de la Flor,cita además el tomo, libro y folio de su ins-cripción en el Registro de la Propiedad deYecla, diciendo que corresponde a la 1ª ins-cripción con el número de finca 3.659(AHMY Legajo 447).

Este intento de deslinde se encontró conlas reclamaciones de numerosos roturadoresque ya tenían legalizadas sus tierras comodan fe la gran cantidad de notas marginalesde segregación del año 1960, cuando loscolonos acudieron al registro de la propie-dad a registrar sus fincas. Así elAyuntamiento volvió a realizar el deslinde al

año siguiente, pues entre el 25 de enero de1961 y el 1º de marzo de ese año, vuelven aser convocados los propietarios colindantesa los Charquillos, para realizar el deslinde(AHMY Legajo 858). Tras las segregacionesla finca registral nº 3.659 consta de 280 ha.86 a. y 90 ca., según la oficina del Registrode la Propiedad deYecla.

Quizás como resultado de dicho deslin-de, el cual no hemos hallado en los archivosconsultados, en los padrones de roturadoresde 1964, 1965, 1966, y 1967, aparecen dospersonas que pagan una cuota anual alAyuntamiento por sus respectivas roturas enlos Charquillos, F.D.O. por su parcela de tie-rra blanca de 0’70 ha. de superficie paga 70ptas. anuales y F.S.A. por la roturación de0’60 ha. plantada de olivos, paga 90 ptas.anuas (AHMY Legajo 857).

Y hasta aquí la información que hemosrecopilado sobre el proceso que llevó a ladesaparición del monte comunal deCharquillos y Canalizos, un proceso rastrea-ble en buena medida por lo relativamentereciente del mismo y por la abundante, aun-que incompleta, documentación que dejótras de sí, por ello hemos podido hacer unrelato bastante completo de lo sucedido, decómo un proceso que nace de manera anár-quica, por la iniciativa de unos pocos jorna-leros que intentan paliar la miserable vidaque llevan apropiándose de unas tierras delcomún (cosa que ya contaba con anteceden-tes en el tiempo, como creo que hemos deja-do explicitado en este artículo) para cultivar-las, con la esperanza de mejorar así, su nivelde vida y el de sus familias, que persisten ensu empeño pese a denuncias, multas y san-ciones por parte de las autoridades, que ven,entre impotentes e incapaces, acrecentarse elnúmero de personas que se suman al des-monte del paraje y que son claramente des-bordadas por los acontecimientos, asumien-do en última instancia la máxima de que: “Sino puedes con tu enemigo, únete a él”,pasando el Alcalde de la Ciudad a ponersetodas las medallas cuando la administración

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provincial otorga un principio de legalidad alo ya realizado.

Sin duda en este cambio de actitud de lasautoridades debieron de pesar numerosasvariables, entre ellas un cierto paternalismopopulista y sin duda también otras menosprosaicas como la pérdida de valor de los

productos forestales durante aquellos años,especialmente del esparto lo cual restabainterés a la conservación de los montes porparte de los poderes públicos, mucho máspropensos a las explotación de los recursosque a su conservación y otras de índolesocial, a las que no sería ajeno el hecho del

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Ortofotomapas de Charquillos y la Lobera, años 1956 y 2007. Se puede apreciar como en poco más demedio siglo se han abandonado multitud de terrenos de cultivos roturados evolucionando a su estadoprimitivo. (Fuente: www.cartomur.es).

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nacimiento en 1914 de las SociedadesObreras Socialistas en Yecla (LÓPEZ,1989), quizás por ello también pesó en elánimo de las autoridades, la idea de que con-cediendo la posibilidad de adueñarse de lastierras a los roturadores, se frenaba y lami-naba la atractiva llamada a organizarse endichas Sociedades y reivindicar sus dere-chos a una parte importante de los jornaleroslocales, (una estimación a la baja podríasuponer alrededor de 1.500 personas impli-cadas en el proceso roturador) pues sin duday además del propio “favor “ que se leshacía por parte de las autoridades, bastantetenían los colonos con hacer cultivablesunas tierras montuosas, construir sus infra-viviendas y comer todos los días, sin másmedios que sus manos, volcados en su lega-lización y en su cultivo, quizás no tuvierantiempo para entretenerse asociándose y rei-vindicando mejoras reales en sus tristes ymiserables condiciones de vida, aunque todoesto es sólo una hipótesis de trabajo delautor, creo que hay suficientes elementoscomo para tener presente esta idea en el aná-lisis de la motivación de los responsablespolíticos para acceder a la legalización delas tierras usurpadas al común de vecinos.Por ello pensamos que la legalización de lasroturaciones en los Charquillos y otros mon-tes comunales fue utilizada por los oligarcasprovinciales y sus émulos locales, como vál-vula de escape de las crecientes tensionessocioeconómicas, que de todas formas aca-barían por estallar unos años después en losgraves sucesos de agosto de 1917.

Por otra parte y como ya hemos señala-do, el proceso se saldó a la larga con unsonoro y rotundo fracaso, sólo hay que irhoy y contemplar como la gran mayoría detierras que se pusieron en cultivo en aquellosaños, están abandonadas a su suerte, yermasy desoladas, pardas y grises laderas, asomanaquí y allá, salpicadas por pinatos o arbustosque incipientemente comienzan a recoloni-zar lo que les fue restado, contemplando losrestos de las casas y cuevas que antañoalbergaron el descanso, los útiles, las alegrí-

as y pesares de aquellos yeclanos ancestra-les, inasequibles al desánimo, que con unesfuerzo supremo, y a la vez baldío, modifi-caron el paraje de forma extrema, con laesperanza por bandera y el hambre por com-pañero.

En las zonas de mayor pendiente, seobserva con preocupación como la erosiónse lleva la tierra fértil y deja profundas cica-trices que surcan todo el paraje, tan sóloalgunas parcelas de vides, olivos o almen-dros rompen esta tónica general, de abando-no y derrota y eso que, hasta los años 60 o70, todavía se encontraban estas tierras casiplenamente cultivadas, pero la llegada de laindustrialización, la caída de los preciosagrícolas y la propias dificultades de la zonahan motivado el paulatino abandono de esteespacio agrario y nos lleva a preguntarnoshoy si mereció la pena, si compensó la des-trucción del bosque y el esfuerzo realizado,los resultados obtenidos, sinceramente creoque no, y lo digo conscientemente, sabiendoque las urgencias de aquellos yeclanos yyeclanas, llevados más por la desesperaciónque por la razón, inspirados por estómagosvacíos y alentados por la ignorancia, sólovieron lo inmediato, sólo tuvieron manos,ojos y valor para intentar paliar su penuria,quizás no había ya hueco para pensar o almenos reparar en las consecuencias y en losresultados de esta actuación individualista-mente colectiva.

Actuación que apenas perduró en eltiempo unas decenas de años, pero que sellevó por delante miles de años de lento,riguroso y desinteresado esfuerzo de la natu-raleza y de otros hombres que en tiempospretéritos se esforzaron por conservar,aumentar y mantener los bosques y montesde nuestra tierra para beneficio y provechode sus descendientes, de todos nosotros.

¿Es tiempo de rectificar, de reconstruirlo perdido? Quizás sí, quizás la palabra yconcepto “sostenibilidad”, comience a ser eleje central de la actuación de los hombreshacia su entorno, nosotros los descendientesde aquellos yeclanos esforzados, estamos

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ahora ante la posibilidad de revertir aquellosdesafueros ambientales, comenzando pordelimitar lo que queda público enCharquillos y Canalizos, elaborando planesde restauración ambiental y de lucha contralos procesos erosivos en la zona, salvaguar-dando los restos de aquellas infraviviendas yparcelas para que nadie olvide nunca estagesta fracasada y posiblemente estos años dedestrucción ambiental, en el futuro sólo seanuna terrible anécdota en el devenir de la his-toria ambiental de nuestro pueblo. Así almenos serviría de lección práctica de cómono han de hacerse las cosas.

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Soporte electrónico.• www.cartomur.es.

Archivos.• Archivo Histórico de ProtocolosNotariales de Yecla (Sección Yecla)AHPNY.99/8 Notario: Bartolomé Puche Lozano.124/21 Notario: Miguel Ortega Martínez.177/6 Notario Francisco José Azorín Bellod(Padre).281/10 Notario: Matías Lorenzo Gil.• Archivo Histórico Municipal de YeclaAHMY.Legajo 18. Alcaldía. Bandos y Edictos. 1912-1917.Legajo 121. Comisión Permanente. Actas. 1902-1927.Legajo 447. Servicios Jurídicos. Certificaciones.1869-1969.Legajo 448. Servicios Jurídicos. ExpedientesJudiciales. 1718-1965.Legajo 451. servicios Jurídicos. Expedientes deConciliación. 1813-1838.Legajo 586. Patrimonio. Expedientes, subastas yadjudicaciones. 1850-1861.Legajo 587. Patrimonio. Expedientes, subastas yadjudicaciones. 1862-1879.Legajo 588. Patrimonio. Expedientes, subastas yadjudicaciones. 1880-1889.Legajo 589. Patrimonio. Expedientes, subastas yadjudicaciones. 1890-1895.Legajo 590. Patrimonio. Expedientes, subastas yadjudicaciones. 1896-1899.Legajo 591. Patrimonio. Expedientes, subastas yadjudicaciones. 1900-1902.Legajo 592. Patrimonio. Expedientes, subastas yadjudicaciones. 1903-1905.Legajo 593. Patrimonio. Expedientes, subastas yadjudicaciones. 1906-1909.Legajo 594. Patrimonio. Expedientes, subastas yadjudicaciones. 1910-1911.Legajo 595. Patrimonio. Expedientes, subastas yadjudicaciones. 1912-1915.Legajo 596. Patrimonio. Expedientes, subastas yadjudicaciones. 1916-1922.Legajo 729. Orden Público. Expedientes de mul-tas, denuncias y sanciones 1780-1883.Legajo 730. Orden Público. Expedientes de mul-tas, denuncias y sanciones. 1885-1908.Legajo 731. Orden Público. Expedientes de mul-tas, denuncias y sanciones. 1909-1912.Legajo 732. Orden Público. Expedientes de mul-

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tas, denuncias y sanciones. 1913-1926.Legajo 851. Servicios Agropecuarios.Ganadería. Pastos y Dehesas. 1801-1975.Legajo 854. Servicios Agropecuarios. Montes.Correspondencia. 1837-1971.Legajo 856. Servicios Agropecuarios. Montes.Aprovechamiento de montes. 1828-1979Legajo 857. Servicios Agropecuarios. Montes.Roturaciones. 1826-1970.Legajo 858. Servicios Agropecuarios. Montes.Deslindes. 1830-1971.Legajo 859. Servicios Agropecuarios. Montes.Montes privados y públicos. 1840-1975.Legajo 1549. Depositaría-Tesorería. Caja.Cargámenes. 1865-1896. Legajo 1552. Depositaría-Tesorería. Caja.Cargámenes. 1913-1914.Legajo 1553. Depositaría-Tesorería. Caja.Cargámenes. 1916-1917.Legajo 1554. Depositaría-Tesorería. Caja.Cargámenes. 1918-1921.Legajo 1555. Depositaría-Tesorería. Caja.Cargámenes. 1921-1922.Legajo 1556. Depositaría-Tesorería. Caja.Cargámenes. 1923-1926.Legajo 1558. Depositaría-Tesorería. Caja.Cargámenes. 1929.Legajo 1564. Depositaría-Tesorería. Caja.Cargámenes. 1942.Legajo 1598. Depositaría-Tesorería. Caja.Cargámenes. 1960.Libro 5. Libros Capitulares. 1741-1747.Libro 8. Libros Capitulares. 1757-1760.Libro 36. Libros Capitulares. 1837-1838.Libro 40 B. Libros Capitulares. 1851-1854.Libro 41. Libros Capitulares. 1855-1857.Libro 42. Libros Capitulares. 1858-1860.Libro 44. Libros Capitulares. 1864-1868.Libro 47. Libros Capitulares. 1876-1880.Libro 50. Libros Capitulares. 1885-1886.Libro 55. Libros Capitulares. 1895-1896.Libro 56. Libros Capitulares. 1896.Libro 64. Libros Capitulares. 1906.Libro 76. Libros Capitulares.1927-1929.Libro 525. Intervención. Libros de Intervención.Libros de Ingresos. 1867-1868.Libro 528. Intervención. Libros de Intervención.Libros de Ingresos. 1870-1871.Libro 653. Intervención. Libros de Ingresos-Gastos. 1873-1874.Libro 655. Intervención. Libros de Ingresos-Gastos. 1875-1876.Libro 656. Intervención. Libros de Ingresos-Gastos. 1876-1877.

Libro 657. Intervención. Libros de Ingresos-Gastos. 1877-1878.Libro 659. Intervención. Libros de Ingresos-Gastos. 1879-1880.Libro 660. Intervención. Libros de Ingresos-Gastos. 1880-1881.Libro 661. Intervención. Libros de Ingresos-Gastos. 1881-1882.Libro 662. Intervención. Libros de Ingresos-Gastos. 1882-1883.Libro 663. Intervención. Libros de Ingresos-Gastos. 1883-1884.Libro 664. Intervención. Libros de Ingresos-Gastos. 1884-1885.Libro 665. Intervención. Libros de Ingresos-Gastos. 1885-1886.Libro 666. Intervención. Libros de Ingresos-Gastos. 1886-1887.Libro 667. Intervención. Libros de Ingresos-Gastos. 1887-1888.Libro 668. Intervención. Libros de Ingresos-Gastos. 1889-1890.Libro 669. Intervención. Libros de Ingresos-Gastos. 1890-1891.Libro 670. Intervención. Libros de Ingresos-Gastos. 1891-1892.Libro 671. Intervención. Libros de Ingresos-Gastos. 1892-1893.Libro 672. Intervención. Libros de Ingresos-Gastos. 1893-1894.Libro 673. Intervención. Libros de Ingresos-Gastos. 1894-1895.Libro 674. Intervención. Libros de Ingresos-Gastos. 1895-1896.Libro 677. Intervención. Libros de Ingresos-Gastos. 1898-1899.Libro 680. Intervención. Libros de Ingresos-Gastos. 1901.Libro 681. Intervención. Libros de Ingresos-Gastos. 1902.Libro 683. Intervención. Libros de Ingresos-Gastos. 1903.Libro 684. Intervención. Libros de Ingresos-Gastos. 1904.Libro 685. Intervención. Libros de Ingresos-Gastos. 1905.Libro 686. Intervención, Libros de Ingresos-Gastos. 1906.Libro 687. Intervención. Libros de Ingresos-Gastos. 1907.Libro 688. Intervención. Libros de Ingresos-Gastos. 1908.Libro 689. Intervención. Libros de Ingresos-Gastos. 1909.

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Libro 690. Intervención. Libros de Ingresos-Gastos. 1910.Libro 691. Intervención. Libros de Ingresos-Gastos. 1911.Libro 692. Intervención, Libros de Ingresos-Gastos. 1912.Libro 693. Intervención. Libros de Ingresos-Gastos. 1914.Libro 694. Intervención. Libros de Ingresos-Gastos. 1915.Libro 1991. Boletín Oficial de la Provincia.1849.Libro 1996. Boletín Oficial de la Provincia.1854.Libro 1999. Boletín Oficial de la Provincia.1858.Libro 2003. Boletín Oficial de la Provincia.1862.Libro 2004. Boletín Oficial de la Provincia.1863.Libro 2009. Boletín Oficial de la Provincia.1868.Libro 2010. Boletín Oficial de la Provincia.1869.Libro 2012. Boletín Oficial de la Provincia.1871.Libro 2015. Boletín Oficial de la Provincia.1874.Libro 2017. Boletín Oficial de la Provincia,1876.Libro 2018. Boletín Oficial de la Provincia.1876.Libro 2019. Boletín Oficial de la Provincia.1877.Libro 2020. Boletín Oficial de la Provincia,1878.Libro 2021. Boletín Oficial de la Provincia.1879.Libro 2022. Boletín Oficial de la Provincia.1880.Libro 2023. Boletín Oficial de la Provincia.1881.Libro 2024. Boletín Oficial de la Provincia.1882.Libro 2025. Boletín Oficial de la Provincia.1883.Libro 2026. Boletín Oficial de la Provincia.1884.Libro 2027. Boletín Oficial de la Provincia.1885.Libro 2028. Boletín Oficial de la Provincia.1886.Libro 2029. Boletín Oficial de la Provincia.1887.

Libro 2030. Boletín Oficial de la Provincia.1888.Libro 2031. Boletín Oficial de la Provincia.1889.Libro 2032. Boletín Oficial de la Provincia.1890.Libro 2033. Boletín Oficial de la Provincia.1891.Libro 2034. Boletín Oficial de la Provincia.1892.Libro 2035. Boletín Oficial de la Provincia.1893.Libro 2036. Boletín Oficial de la Provincia.1894.Libro 2037. Boletín Oficial de la Provincia.1895.Libro 2039. Boletín Oficial de la Provincia.1896.Libro 2040. Boletín Oficial de la Provincia.1897.Libro 2041. Boletín Oficial de la Provincia.1898.Libro 2042. Boletín Oficial de la Provincia.1899.Libro 2043. Boletín Oficial de la Provincia.1900.Libro 2044. Boletín Oficial de la Provincia.1901.Libro 2045. Boletín Oficial de la Provincia.1902.Libro 2048. Boletín Oficial de la Provincia.1903.Libro 2050. Boletín Oficial de la Provincia,1904.Libro 2051. Boletín Oficial de la Provincia.1906.

Agradecimientos:Quiero hacer público mi agradecimiento

por su desinteresada colaboración en la fasede investigación del presente trabajo o en suredacción a las siguientes personas:Encarnación Moreno, Antonio García yDaniel Carpena.

Igualmente quiero dar las gracias públi-camente al personal de la Casa de Cultura deYecla y al personal de Secretaría del Excmo.Ayuntamiento de Yecla, especialmente aMercedes Forte.

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Aunque todavía minoritarias, cada vezson más las voces críticas ante la feroz ava-lancha de infraestructuras viarias: autovías,autopistas y trenes de alta velocidad, a lasque está sometido nuestro país. Tal y comoprevé el Plan Estratégico de Infraestructurasde Transporte 2005-2020 (PEIT) serán másde 6.000 kilómetros de vías de alta capaci-dad (autovías y autopistas, aparte Tren deAlta Velocidad, Puertos y Aeropuertos)1 losque se cubrirán de asfalto y cemento en lospróximos años (algunos ya ejecutados), a losque se unirán las iniciativas de lasComunidades Autónomas, en una carreradesenfrenada hacia el colapso medioam-biental.

Pese a ser el país europeo con más kiló-metros de autovías y autopistas2 y el tercerodel mundo tras EE.UU. y China, se siguejustificando su expansión insistiendo en quepadecemos un déficit histórico de infraes-tructuras de transporte y en la supuestageneración de crecimiento económico,empleo y beneficios, independientementedel color de los gobiernos.

Esta “Política de infraestructuras” esdefinida por Torres (2004) como la queacepta acríticamente la tendencia al creci-miento del tráfico, y asume la necesidad dela construcción de nuevo viario que losoporte. Se trata de una política “clásica”de oferta, que puede atenuar a medio plazolos problemas de congestión del tráfico,pero que lleva a un sobredimensionamiento

de las infraestructuras, al tiempo que agravalos problemas ambientales, e incluso la con-gestión a largo plazo. En este sentido, su efi-cacia es escasa, y su eficiencia muy peque-ña, debido al alto coste de las inversiones,siendo ambientalmente negativa3.

El modelo de desarrollo económicoimpuesto por las grandes potencias econó-micas mundiales y que España sigue fiel-mente, fomenta el crecimiento de las redesde transporte de alta velocidad como clavede una cada vez más rápida transferencia debienes y servicios4. Torres (2004) afirmaque el automóvil ha sido el máximo benefi-ciario de la actual explosión de la movilidady que no se ha debido sólo a las tendenciassociales, urbanísticas y económicas, sinotambién a las actuaciones puestas en marchapor diversos agentes públicos y privados(planeamiento territorial, dispersión residen-cial y de actividades...)5.

El municipio de Yecla no se escapa a lasactuales tendencias, la autovía A-33, respon-sabilidad del Ministerio de Fomento, queunirá la localidad de Blanca con Fuente laHiguera y atravesará nuestro término muni-cipal, estará finalizada en 2010-20116.Además existe otro proyecto de autovía,presentada por el Gobierno Regional, quepretende unir la localidad de Santomera conYecla. Forma parte de los 196 kilómetros deautovía que la Comunidad de Murcia tieneproyectadas. La Dirección General deTransportes y Carreteras estima que estará

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YECLA - SANTOMERA, UNA AUTOVÍAINÚTIL Y COSTOSA

Antonio García Serrano

1 Segura, F. 2005. El PEIT: echando gasolina al fuego. El Ecologista nº 43.2 Segura, F. 2008. Más autovías, es la guerra! El Ecologista nº 57.3 Torres, V. 2004. Es imprescindible tener en cuenta no sólo las oportunidades y beneficios que proporciona eltransporte, sino también sus costes, que conviene minimizar. Tesis doctoral. Departamento de Economía AplicadaFacultad de Economía, Universidad de Valencia.4 Álvarez, Georgina. 2003. Efectos de las infraestructuras lineales de transporte. El Ecologista nº 37.5 Torres, V. 2004. Obra citada.6 El Periódico de Yecla, junio de 2008.

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terminada a finales de 20107.En el presente artículo vamos a analizar

de forma general en qué contexto se desarro-lla el crecimiento desmesurado de lasinfraestructuras de transporte en nuestroentorno, sus efectos sobre la economía, elmedio ambiente y su estrecha relación con elCambio Climático. De modo más concretoestudiaremos los costes económicos,ambientales y sociales del proyecto de auto-vía Yecla – Santomera, centrándonos espe-cialmente en el término municipal de Yecla,que no podemos entender sin conocer lasgeneralidades antes descritas, no es otracosa que pensar globalmente para actuarlocalmente. Por otro lado, entendemos queentrar en el debate sobre la conveniencia dela A-33, Blanca – Fuente la Higuera, es undebate estéril ya que se trata de una obra queestá aprobada y en breve plazo veremoscomo se ejecuta, pese a que también contri-buirá de forma general a la insostenibilidadde nuestro sistema de movilidad. Cabe des-tacar sobre ésta que el trazado elegido final-mente fue, afortunadamente, el menosimpactante sobre los parajes de Yecla.

La autovía Yecla – Santomera.El 7 de marzo de 2007, el Presidente de

la Comunidad Autónoma de la Región deMurcia y consejeros de Obras Públicas yTransportes de Murcia y Valencia, con lapresencia del Alcalde de Yecla, presentaronpúblicamente la autovía Yecla – Santomera8,que unirá estas dos ciudades. Constará de60 a 65 kilómetros, costará unos 300 millo-nes de euros y será financiada por laComunidad de Murcia y Valencia. Valcárcelafirmó que esta nueva vía contribuirá deforma decisiva al desarrollo económico delas comarcas por las que pasa y a la soste-nibilidad general del sistema.

El 27 de mayo de 2007 se celebraronelecciones municipales y autonómicas porlo que el Partido Popular la incluyó en suprograma electoral: Pondremos el máximointerés para disponer en el menor tiempoposible de la autovía Yecla-San Javier9.Posteriormente y tras el acuerdo de gobiernoentre el Partido Popular y Alcey se incorpo-ra a los acuerdos de gobierno 2007-2011Compromiso por Yecla en su apartado deinversiones y actuaciones del gobiernoregional10.

De momento sabemos que la Consejeríade Obras Públicas, Vivienda y Transportesha convocado licitación del contrato deAsistencia Técnica para la redacción deestudio informativo, estudio de impactoambiental y proyecto de trazado por impor-te de 2.946.400 euros11.

No disponemos información del trazadodefinitivo, pero entendemos que, tras obser-var la fotografía publicada en la web de laComunidad Autónoma de la Región deMurcia12 del acto de presentación de dichaautovía, coincide con el trayecto de la actualC-3223, al menos en el término municipalde Yecla.

Sí conocemos que en este término seconstruirán tres enlaces: uno con la AutovíaBlanca-Fuente La Higuera, un segundo conla A-27/C-813 que conecta con Villena, y untercero con la A-15 que conecta con Jumilla(www.elperiodicodeyecla.com, 2 de no-viembre de 2008).

Esta carretera en su tramo de Yecla hastael término municipal de Pinoso se encuentraen muy buen estado de conservación, cuen-ta con arcén y la velocidad máxima se esta-blece en 90 kms/hora. Cuenta con dos carri-les de servicio desde el cruce con la N-344hasta el p.k 7. Desde el término municipalde Pinoso hasta Abanilla esta carretera pre-

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7 La Verdad de Murcia. 21 de julio de 2008.8 La Verdad de Murcia, 8 de marzo de 2007.9 Programa Electoral Elecciones 2007. www.ppyecla.com.10 Compromiso por Yecla. Acuerdos PP – Alcey para el mandato 2007 – 2011. Junio 2007.11 BOE nº 100. 25 de abril de 2008.12 www.carm.es.

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senta buen estado y buena señalización. Apartir de aquí y hasta la Autovía delMediterráneo el estado de la carretera esdeficitario.

No disponemos de estudios independien-tes sobre el tráfico que en la actualidadsoporta la Comarcal 3223 en sus diversostramos. Únicamente hemos realizado variosmuestreos en el tramo Yecla – Pinoso duran-te los meses de junio a septiembre de 2008,cuyos resultados indican una frecuencia de1.500 a 2.000 vehículos/día, sin duda lejosde los 7.000 – 10.000 vehículos/ día que losexpertos recomiendan para el desdobla-miento de una carretera convencional.Desde Pinoso hasta las inmediaciones delmunicipio de Abanilla también hemos podi-do observar una frecuencia baja de vehícu-los. Finalmente desde Fortuna – Abanillahasta Santomera el tráfico se incrementanotablemente.

La C-3223 en término municipal deYecla atraviesa en su mayoría zonas de cul-tivos de regadío, en realidad se trata de losterrenos más fértiles del término municipalde Yecla, Hondo del Campo, Carrascalejo yHoya del Mollidar.

La autovía discurriría por la Hoya del

Mollidar dejando a un lado el PaisajeProtegido y Lugar de ImportanciaComunitaria (LIC) Sierra de Salinas y a otroel LIC Sierra del Serral y el Parque Regionaly LIC Sierra del Carche – Las Pansas.

Infraestructuras y economía.Existe la idea extendida de que las

infraestructuras de transporte generan rique-za, trabajo y múltiples beneficios a la socie-dad, se presentan como el motor económicoque casi todo el mundo reclama para no que-darse atrás. Por otro lado los partidos políti-cos lo ofrecen como un reclamo electoralmuy eficaz. Los ciudadanos han interioriza-do sus supuestas ventajas considerándolocomo un derecho irrenunciable de cualquierciudad que no desee desaparecer en el sub-desarrollo13.

Pero estas ideas no se corresponden conlos hechos, no existe evidencia sobre el vín-culo crecimiento del transporte o de lasinfraestructuras y desarrollo económico ocreación de empleo. De hecho existen múl-tiples trabajos que llegan a estas conclusio-nes14, uno de ellos es el denominadoInforme Transport15 donde se indica que“Desde hace algunos años, Europa parece

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El tráfico actual de la Carretera de Pinoso no justifica un desdoblamiento. (Foto: A. García).

13 Bárcena, J. y Segura, F. 2002. El mito de las infraestructuras. El Ecologista nº 30.14 Muchos de estos trabajos son recopilados por Bárcena, J. y Segura F. en la Obra citada.15 Grouped Transport 2000 Plus: Transport in a fast Changing Europe, Bruselas 1990.

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haber sobrepasado el punto más allá delque cualquier incremento del tráfico es con-traproducente. La suma de los efectos nega-tivos cancela los incrementos de riqueza,eficiencia, confort y facilidad que deberíanresultar del crecimiento del volumen del trá-fico”.

Un estudio relevante es el informe deSACTRA16, prestigioso panel de expertoscreado para asesorar al Gobierno Británicoen su plan de carreteras, éstos tras analizar laevolución del transporte y la economía enpaíses de Europa Occidental, EE.UU., Japóny Australia, concluyeron que, en contra de lacreencia general, los beneficios de lasinfraestructuras pueden ser limitados, pue-den favorecer sólo a los más desarrollados opueden provocar ningún tipo de beneficio oser perjudiciales17.

Bárcena y Segura (2002)18 recopilanalgunas interesantes conclusiones de diver-sos trabajos sobre los efectos de las infraes-tructuras de transporte en la economía:• Destrucción de economías locales y cre-ación de mayor dependencia y sensibilidad ala crisis.• Favorecen la penetración económica delas grandes transnacionales. La mejora delacceso a los mercados locales proporcionaventajas a las grandes empresas de zonasalejadas en detrimento del tejido económicolocal.• Facilitan a las empresas de regiones másdesarrolladas el suministro directo de bienesy servicios a otras más pobres, pero con elloa menudo han entorpecido sus perspectivasde desarrollo económico endógeno.• Centralización de industrias, comercios

y servicios en lugares próximos a las mayo-res ciudades, en detrimento de las localida-des pequeñas.

El informe Transporte Medioambiental-mente Sostenible (2000)19 y el Libro Blancode la UE sobre el transporte20 hablan de lanecesidad de desligar el crecimiento econó-mico del crecimiento desenfrenado deltransporte, por razones de estricta lógicaeconómica, y por los tremendos impactosambientales y sociales que genera.

Fernández Durán (2000) en referencia alas actuales políticas de transporte y crea-ción de infraestructuras indica que éstareforzará las tendencias territoriales de con-centración urbana y metropolitana, reforzaráel efecto succión y agravará aún más lasdiferencias regionales al concentrar adicio-nalmente el crecimiento en las regiones másdesarrolladas. También indica que a ello sesuma el que las actividades que se localizana lo largo del viario de alta capacidad, en lasllamadas áreas de descanso, controladas engeneral por grandes empresas petrolíferas,tienden a desarticular la pequeña actividadde servicios (comercios, restaurantes, hote-les…) de carácter local21.

Si cuantificamos los costes externos delautomóvil: accidentes, contaminación delaire, congestión, Cambio Climático, proce-sos industriales, construcción de obras, rui-dos, impacto sobre los espacios naturales yel paisaje, arrojan resultados impresionantesmuy a tener en cuenta en el balance econó-mico de este tipo de infraestructuras. Estoes, en 2004, más de 54.000 millones deeuros22.

Por tanto, y en base a los expuesto pen-

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16 Standing Advisory Committee on Trunk Road Assessment.17 T&E, 2000. Transport, Infraestructure and the Economy. Resumen en www.t-e.nu/publications.htm.18 Bárcena, J. y Segura F. Obra citada.19 Environmentally Sustainable Transport (EST). Futures, strategies and best practices. Synthesis Report of theOECD proyect on EST present ono occasion of the international est! Conferencia October 2000, Viena, Austria.20 Política Europea de Transporte para 2010. COM (2001) 370.21 Fernández Durán, Ramón. 2000. Transportes versus sostenibilidad. Movilidad motorizada, globalización econó-mica y proyecto europeo. Un análisis crítico de las políticas de transporte de la UE. Madrid. Enhttp://habitat.aq.upm.es/boletin/n13/arfer.html.22 Riechmann, J. 2005. Un mundo vulnerable. Ensayos sobre ecología, ética y tecnociencia. Catarata. Madrid.

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samos que el argumento que presentan lospromotores y defensores la autovía Yecla –Santomera como impulsora del desarrolloeconómico y social equilibrado23 no estájustificado.

Frecuentemente nuestros administrado-res públicos se obsesionan con las vías detransporte de alta capacidad, sin considerarotras posibles alternativas, téngase en cuen-ta que estamos hablando de inversionesespectaculares, que sí pueden contribuir cla-ramente a ese impulso del desarrollo econó-mico y social equilibrado, sin tantas conse-cuencias negativas como poseen las autoví-as, algunas expuestas y otras que se veránmás adelante. Yecla, que hasta ahora no hacontado con autovías, autopistas o trenes dealta velocidad, es un buen ejemplo. Deseguir los argumentos que hoy justificanestas obras, nuestro pueblo estaría en la másabsoluta ruina económica, y la evidencia esbien distinta, por lo que los factores básicospara el desarrollo económico y social tienenotras raíces.

Transporte, infraestructuras y medioambiente. Su relación con el CambioClimático.

El rápido y continuo crecimiento deltransporte y sus infraestructuras a lo largo deestos últimos años en España, así como suprevisible aumento, convierten a este sectoren uno de los principales agentes de insoste-nibilidad territorial y ambiental24.

Riechmann (2005) indica que los siste-mas de transporte que prevalecen en lassociedades industriales se sitúan en el“núcleo duro” de la crisis ecológica actual:producen un impacto ya inaceptable, peroaún rápidamente creciente, sobre el medioambiente; despilfarran enormes cantidades

de energía y materiales; son intrínsecamenteimposibles de generalizar a todo el planeta;matan y mutilan (en accidentes que yahemos interiorizado como “normales”) amás personas que las guerras más destructi-vas; desestructuran el territorio, degradan lasocialidad y tiranizan la vida de las urbes25.

El sector del transporte es una de lasactividades humanas de mayor impacto en lacorteza terrestre y en la atmósfera, y paraanalizar su insostenibilidad de forma com-pleta habría que usar el enfoque “de la cunaa la tumba”: fabricación de vehículos, cons-trucción de infraestructuras, circulación yeliminación de residuos.

Los impactos ambientales derivados dela construcción de infraestructuras, véaseautopistas y autovías como la que nos ocupageneran fuertes externalidades negativas,como son las derivadas de la extracción yprocesamiento de materiales constructivos,las derivadas del proceso de construcción, elimpacto en los usos del suelo y el paisaje, laalteración de los ecosistemas (efecto barre-ra, fragmentación, etc.), el ruido, etc.

Entre 1987 y 2000 el mayor consumidorde suelo con destino artificial ha sido a con-secuencia del crecimiento de las infraestruc-turas de transporte terrestre (autovías y auto-pistas), que ha aumentado un 148%, lo quesupone un 20% de todo el suelo que se haconvertido en artificial26. La mayor parte deeste suelo es agrario de calidad, pues nor-malmente las infraestructuras de transportese localizan en los fondos de valle. En estecontexto hemos de reseñar que España es elEstado europeo más afectado por la pérdidairreversible de suelo fértil27. La autovíaYecla – Santomera discurriría en el términomunicipal de Yecla por suelos de importante

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23 Texto expuesto en la fotografía de la presentación de la autovía Yecla - Santomera el 7 de marzo de 2007.www.carm.es.24 Segura, F. 2007. Transporte y Cambio Climático. El Ecologista nº 53.25 Riechmann, J. 2005. Obra citada.26 Observatorio de la Sostenibilidad en España. Sostenibilidad en España 2006. Mundiprensa.27 Comisión de las Comunidades Europeas. 1992. Programa Comunitario de Política y Actuación en materia demedio ambiente y Desarrollo Sostenible. COM(92) 23 FINAL. Instituto de Investigaciones Ecológicas. Madrid.

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capacidad agrícola, de regadío, con el consi-guiente despilfarro de un bien natural tanimportante como éste.

Rosel y Álvarez (2003)28 estudian cualesson los principales efectos ecológicos de lasinfraestructuras de transporte:• Pérdida de hábitats: tanto por ocupacióndirecta del territorio como por los efectosbarrera.• Perturbaciones: por la emisión de pro-ductos tóxicos, ruido e iluminación queafectan a una amplia franja de terreno.También se facilita el acceso a áreas natura-les que en muchos casos pueden servir deinicio de incendios forestales, etc.• Mortalidad: se estima que 10 millones devertebrados mueren cada año en las carrete-ras españolas.• Efecto barrera: en general el más impor-tante para las especies no voladores y depequeño tamaño. Supone una fuerte restric-ción a los desplazamientos, la inaccesibili-dad a determinados hábitats o recursos, asícomo el aislamiento de poblaciones. Esmayor cuento más ancha y transitada es lavía, pero también influyen los vallados peri-metrales, los sistemas de separación entrecalzadas y la velocidad de los vehículos.• Dispersión de especies: los márgenes dela carretera pueden favorecer la extensión de

determinadas especies, en particular lasespecies exóticas.• Fragmentación y perturbación del paisa-je.

Estos efectos se ven agravados cuandoen el entorno de la gran vía de comunicaciónexisten espacios naturales protegidos, comoes el caso. La autovía Yecla – Santomeracreará una fuerte barrera que separará Sierrade Salinas de la Sierra del Serral y del con-junto Pansas – Sierra del Carche, producien-do un aislamiento en algunas poblaciones defauna y una disminución y perturbación delterritorio de campeo y alimentación de otras.El principal paraje afectado sería la Sierra deSalinas pues la autovía podría bordear suslímites, si no invadir. Esto es, una amenazadirecta para la Zona de Uso Intensivo:Paisaje Agrario, cuyos méritos de conserva-ción devienen de su configuración estratégi-ca como área de transición del bosque colin-dante o ecotono, con funciones de protec-ción paisajística, hábitat de alimentaciónpara especies de fauna forestales, algunas deellas de vital importancia como las rapaces ylos mamíferos carnívoros, lugar utilizadopor determinadas especies para su reproduc-ción y la presencia de estructuras que fun-cionan como corredores ecológicos, asícomo por la relevancia de la biodiversidad

Hoya del Mollidar, Sierra del Serral, Sierra de las Pansas, El Carche y Sierra de Salinas. La autovía Yecla-Santomera causará importantes perturbaciones al paisaje de la zona y su efecto barrera provocará un aisla-miento de las poblaciones de fauna de los espacios naturales que la circundan. (Foto: A. García).

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28 Rosell, C. y Álvarez, G. 2003. La fragmentación del hábitat en relación con las infraestructuras de transporteen España. Informe nacional Acción COST 341. Comisión Europea-DGCN-U. Barcelona.

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generada por las propias prácticas agrope-cuarias29. Otro aspecto no menos relevanteque se vería afectado es la calidad paisajísti-ca, recordemos que Sierra Salinas ha sidopropuesto como Paisaje Protegido y el vallepor el que discurriría la autovía, todavíapoco antropizado y con una cuenca visualexcelente se vería muy alterado. Por nohablar del continuo ruido que se produciríaen todo el entorno, muy tranquilo en laactualidad, debido a la ausencia de núcleosde población cercanos o actividades huma-nas molestas o el escaso tráfico que recorrela zona. Hemos de decir que en más de unaocasión la Asociación Naturalista para laInvestigación y Defensa del Altiplano hamostrado su propuesta de crear en un futuroun gran espacio natural protegido que englo-baría los tres parajes antes mencionados ylos cultivos adyacentes que actuarían comocorredores ecológicos. Es evidente que si laautovía propuesta se ejecuta habremos per-dido una gran oportunidad de conservación,pero también de desarrollo económico turís-tico y agrícola a través de marcas o denomi-naciones de origen.

El transporte es uno de los sectores quecontribuye enormemente a las emisiones degases efecto invernadero (GEI) causantesdel Cambio Climático, sus emisiones mun-diales se cifran entorno al 11,9%30 y el14%31 (datos del año 2000). En Europa (UE-15) el transporte es el responsable de 21%del total de emisiones de GEI, de éstas, el

93% representa el transporte por carretera32.En España las emisiones del transporte

supone el 23,9% del total33 y las previsionesdel Observatorio de la Sostenibilidad deEspaña indican que en el año 2010 el trans-porte supondrá cerca del 40% de las emisio-nes de C02, constituyendo ya en la actuali-dad uno de los principales factores de la cri-sis ecológica34.

Desde 1990 a 2003 las emisiones deltransporte en España han aumentado un71%35 y un 97% hasta 2007 (ISTAS,www.istas.net, 10 de octubre de 2008),mientras que las de la UE lo han hecho un34%36. El transporte por carretera es el cau-sante del 90% de las emisiones de CO2 detodo el sector. El compromiso de España através del Protocolo de Kyoto era el deaumentar menos del 15% (ahora convertidoen un 24%) de GEI para el 2010.

La mejora o creación de una nueva víade comunicación induce o genera más tráfi-co adicional, es decir, aparecen nuevos usosy usuarios, lo cual tiene unas evidentes con-secuencias ambientales37. Paralelo al creci-miento de infraestructuras viarias tambiéncrece el parque automovilístico aumentandola ratio de vehículos por mil habitantes de361 en 1995 a 445 en 200438. Y de paso esti-mulamos un modo de transporte muy pocoeficiente, el peor de todos los transportesterrestres. El propio ISA habla de una situa-ción “abrumadoramente negativa para losvalores ambientales del sistema de transpor-

29 Plan de Ordenación de los Recursos Naturales de la Sierra de Salinas, aprobado inicialmente mediante la Ordende 3 de julio de 2002, de la Consejería de Agricultura, Agua y Medio Ambiente (B.O.R.M. de fecha 12 de julio de2002), sometido a información pública por primera vez a partir de la Orden anterior y por segunda vez mediante laOrden de 18 de mayo de 2005 de la Consejería de Industria y Medio Ambiente, (B.O.R.M. de 8 de junio de 2005).30 World Resources Institute, 2007. Climate Analysis Indicators Tool (CAIT) http://cait.wri.org.31 Agencia Holandesa de Evaluación Ambiental: Emisión Database for Floral Atmosfheric Research.32 Agencia Europea de Medio Ambiente, 2007. Transport and enviromnment: on the way to a new common trans-port policy. TERM 2006: indicators tracking transport and environment in the European Union.33 Ministerio de Medio Ambiente, 2007. Inventario de emisiones de gases efecto invernadero en España. Años1990-2005. Comunicación a la Comisión Europea.34 Observatorio de la Sostenibilidad de España, 2006. Obra citada.35 Observatorio de la Sostenibilidad de España, 2006. Obra citada.36 Agencia Europea de Medio Ambiente, 2007. Obra citada.37 Sanz, A. 2007. Movilidad: ilusiones contra el Cambio Climático. El Ecologista nº 53.38 Observatorio de la Sostenibilidad de España, 2006. Obra citada.

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te” causada en primer lugar por el “intensoproceso inversor en infraestructuras vialesque ha fomentado un uso indiscriminado delvehículo privado con todas sus consecuen-cias ambientales negativas”39.

Es interesante reflejar que las autopistasy autovías proponen un aumento en la velo-cidad media de los vehículos, estableciendoel límite máximo en 120 kms/hora. Puesbien, a partir de los 100 Kms/hora el consu-mo de combustible se multiplica . Son víaspara el derroche energético. En este sentido,el Ministerio de Industria, Turismo yComercio dentro del Plan de AhorroEnergético ha propuesto rebajar en un 20%los límites de velocidad en los accesos a lasgrandes ciudades y vías de circunvalaciónde gran capacidad41.

De lo expuesto, se deduce la enormeimportancia que tiene el transporte, sobretodo el transporte por carretera, en la reduc-ción de emisiones de GEI. Si creamos nue-vas autovías, como la que analizamos en elpresente trabajo, estaremos estimulandonuevos desplazamientos, en la misma diná-mica de los últimos años, por lo que nopodremos cumplir nuestros compromisosinternacionales, contribuyendo a agravar losefectos que producirá el Cambio Climático.

Por tanto, lo que se hace necesario, siqueremos frenar el Cambio Climático, escambiar nuestro modelo de movilidad, redu-ciendo el transporte y transfiriendo viajerosy mercancías hacia otros medios más soste-nibles. Y eso no se consigue creando másautovías.

Aunque de forma más escueta hemos deresaltar que el transporte por carretera estáíntimamente asociado a la degradación de lasalud, por la emisión a la atmósfera de con-

taminantes (NO2, compuestos orgánicosvolátiles, CO, SO2, benceno, partículasPM10 y PM 2,5, Ozono, etc.), estimándosela mortalidad que provoca mayor que la delos accidentes de tráfico. En este último sen-tido hemos de recordar que en España desdefinales de los años cincuenta hasta 1996 elautomóvil se ha cobrado más de 200.000vidas humanas y ha herido a 3,5 millones depersonas42. Unos 450.000 europeos hanmuerto en accidentes de tráfico en los últi-mos 10 años y 23 millones los heridos, conun coste anual derivado de los accidentesque asciende a 150.000 millones de euros43.

Alternativas.Jorge Riechmann (2005) resume en tres

ideas las claves para resolver los problemasque en la actualidad plantea el transporte:gestión de la demanda, transporte colectivoy transporte sobre rieles. Se trata de reducirlos desplazamientos innecesarios y orientarla demanda hacia otros modos más eficien-tes de transporte lo cual significa una impor-tante reducción del consumo de energía, dela contaminación atmosférica y del ruido,menor ocupación del espacio, reducción deltiempo empleado en desplazarse, menornúmero de accidentes, inversiones másreducidas en infraestructura viaria y unamejora general de la habitabilidad de las ciu-dades44.

Por su parte Fernández Durán (2000) noshabla que una reconversión ecológica deltransporte debería replantear las ventajas dela movilidad motorizada, abordar la desmiti-ficación social del automóvil, poner en telade juicio la pretendida bondad del siempremás lejos y más deprisa, superar la obsesiónpor la construcción incesante de infraestruc-

39 Ministerio de Fomento, 2005. Informe de Sostenibilidad Ambiental del Plan Estratégico de Infraestructuras yTransporte (2005-2020).40 IDAE, 2004. Guía práctica de la energía. Consumo eficiente y responsable. Madrid.41 La Verdad de Murcia. 30 de julio de 2008.42 Ward, C.; García Calvo, A; Esteban, A. 1996. Contra el Automóvil. Sobre la libertad de circular. Ed. VirusBarcelona.43 www.elmundo.es , 12 de octubre de 2008. Datos de la Fundación Española para la Seguridad Vial.44 Riechmann, J., 2005. Obra citada.

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turas, fomentar alternativas que tengan encuenta la escasez de los recursos no renova-bles, atacar las causas de la alta siniestrabi-lidad del transporte por carretera, para endefinitiva calmar el tráfico y domesticar eltransporte45.

Para poder presentar alternativas es pre-ciso tener en cuenta la crisis energética queatravesamos, con el precio del petróleo enniveles históricos y las reservas probable-mente atravesando el Pico Hubbert46, en unescenario en el que el 95% del transportemotorizado mundial depende del petróleo ysu consumo supone más de la mitad de sudemanda mundial (marzo de 2008)47. Elprofesor Ballenita (2004) se pregunta sitiene lógica seguir haciendo inversionesmillonarias en carreteras48 en esta situación.

Habrá quien busque la solución en la efi-ciencia de los vehículos, pero la evidenciaconstata que a lo largo de estos últimos añosno ha tenido incidencia en la disminucióndel consumo energético, debido a que se hanpuesto en la carretera muchos más vehículosmotorizados, su uso ha aumentado, son cadavez más grandes y las tasas de ocupación delos mismos ha disminuido.

En cuanto al uso de biocombustibles,pueden suponer una mejora en las emisionesde GEI, pero en ningún caso alcanzaría asustituir el actual consumo de combustiblesfósiles dada su alta exigencia en suelo, si noes a costa de fuertes presiones en la produc-ción agrícola del Sur, con el consiguienteaumento de la pobreza en estos territorios yel aumento de la deuda ecológica. La con-versión a este tipo de combustible puedefavorecer la sostenibilidad sólo si se realizaa la par de una fuerte reducción en la movi-

lidad de materiales y en el uso del automó-vil privado49.

Otros países europeos como Franciacomienzan a dar pasos en positivo, han ini-ciado una moratoria en la construcción denuevas autovías como forma de luchar con-tra el Cambio Climático. El Reino Unidocomenzó antes, hace casi una década pro-mulgó una ley para reducir el tráfico y seabandonó un programa masivo de construc-ción de carreterras50.

Si volvemos de nuevo a nuestra escalalocal, la alternativa a la autovía Yecla –Santomera es sencillamente no construirla.Pero como debemos hacer frente a unanueva forma de desplazarnos –y vieja a lavez- abogamos por el transporte sobre rie-les, el tren convencional. Se trata del trans-porte más eficiente, consume menos del 1%de la energía consumida por el transporte51.Además genera menos gases de efectoinvernadero, menos ruido, consume menossuelo, produce menos accidentes y generamenos residuos. Una doble vía de ferrocarriltiene la misma capacidad de transporte que16 carriles de autopista52.

Una línea de pasajeros y mercancías,bien dotada y organizada, que enlace con lasgrandes líneas ferroviarias que pasan porVillena y Murcia es la mejor opción al trans-porte por carretera, y por tanto a las grandesvías de comunicación que se nos vienenencima.

Conclusiones.A la vista de todo lo relatado podemos

establecer las siguientes conclusiones:1. Como hemos podido comprobar la

proyectada autovía Yecla – Santomera no

45 Fernández Durán, R., 2000. Obra citada.46 www.crisisenergetica.org.47 Fernández Durán, R. 2008. El crepúsculo de la era trágica del petróleo. Pico del oro negro y colapso financie-ro (y ecológico) mundial. Virus y Ecologistas en Acción.48 Ballenita, F. 2004. El final del petróleo barato. El Ecologista nº 40.49 Sostenibilidad en el Estado español. 2007. El Ecologista nº 51.50 Segura, F. 2008. Obra citada.51 Ministerio de Fomento, 2007. Plan sectorial de Ferrocarriles 2005-2012. Informe de evaluación preeliminar.52 Riechmann, J. 2005. Obra citada.

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reúne las condiciones de tráfico requeridopara desdoblar una carretera, por lo que setrata de una obra innecesaria. Con la próxi-ma construcción de la A-33 se establece unanueva vía de gran capacidad para conectarcon el centro de la Región de Murcia, sufi-ciente para albergar el actual tráfico quetransita por la N-344. De este modo la quellamamos carretera de Pinoso todavía tendrámenos tráfico, porque muchas personas quela utilizan para desplazarse a la capital ahoralo harán por la nueva autovía debido a lamenor distancia con respecto a la N-344 y ala mayor seguridad percibida.

2. Consideramos que no existe ningunarelación directa entre el desarrollo económi-co y social y la construcción de autovías, porlo que los argumentos explicados por losimpulsores de la autovía Yecla – Santomerason inconsistentes. Los estudios concluyenque a partir de un cierto umbral, que enEspaña hemos superado ya, cualquier inver-sión en nuevas infraestructuras puede sercontraproducente para el desarrollo econó-mico, ambiental y social. A nuestro juicio esun despilfarro de dinero público.Entendemos que es más productivo redirec-cionar la inversión a otros sectores de la eco-nomía local: investigación, desarrollo einnovación, diversificación de la economíao invertir en la reconversión ecológica deésta. Resulta llamativo que mientras esta-mos invirtiendo una gran cantidad de dineropúblico en desarrollar más y más autovías, apesar de estar a la cabeza mundial, nuncahay fondos para educación, sanidad, investi-gación, medio ambiente, etc. en los que esta-mos en el furgón de cola, siendo estas áreaslas que más calidad de vida aportan.

3. Los costes ambientales de la construc-ción de la autovía Yecla – Santomera sonmuy elevados, al menos en el término muni-cipal de Yecla, los más destacados: ocupa-ción de suelo fértil de importante capacidadagrícola, pérdida de calidad paisajística yefecto barrera y fragmentador en el núcleode espacios protegidos más extenso delmunicipio. Es preciso asumir que no todo es

compatible, ni con medidas compensatorias,ni con medidas correctoras, sino que paraconseguir un desarrollo sostenible a veceshay que renunciar a determinadas infraes-tructuras y éste es el caso.

4. Las políticas de movilidad debenreducir las necesidades de transporte porcarretera y su posterior disminución, y noincentivar el tráfico con la construcción denuevas vías, como método para recortar lasemisiones de gases efectos invernadero y asícontribuir a frenar el Cambio Climático, asícomo transferir viajeros y mercancías haciaotros medios más eficientes y sosteniblescomo el ferrocarril clásico.

Por tanto y para finalizar, entendemosque el proyecto de Autovía Yecla –Santomera no debe llevarse a cabo, se tratade un proyecto inútil, fruto de la miopía demuchos de nuestros políticos, que única-mente beneficia a las grandes constructorasy con unos costes ambientales y económicostremendos, que dan la espalda a cuestionestan importantes para nuestro futuro como esel Cambio Climático, la conservación denuestro Patrimonio Natural o la salud.

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La movilidad sostenibleengloba un conjunto de pro-cesos y acciones orientadospara conseguir como objeti-vo final un uso racional delos medios de transporte.Plantea la reducción de lasemisiones contaminantes deltransporte urbano, minimi-zar de la presión del automó-vil en la ciudad y dar prefe-rencia a los modos de des-plazamiento respetuosos conel medio ambiente.

Comisiones Obrerasviene desde hace años reali-zando propuestas y estudiossobre la mejora y cuidadodel medioambiente y en estalínea de trabajo, se ha crea-do en CC.OO. Región deMurcia un Gabinete de Medioambiente quedepende de la Secretaría de Acción Sindicaly Salud Laboral. La actividad en esteGabinete es importante para todos/as, tantoes así que ya son dos las Jornadas sobreMedioambiente que ha organizado y las doshan tenido un excelente recibimiento, apoyoy participación por parte de los delegados ydelegadas de personal.

Desde el Altiplano hemos apoyado estasJornadas que nos preparan para poder apor-tar en el ámbito laboral y social las propues-tas que mejorarán nuestra calidad de vida yde trabajo. En esta línea de trabajo que veni-mos realizando desde hace años y que de

forma conjunta con la secretaría regionalvenimos desarrollando en el Altiplano, enJumilla y en Yecla. Por este motivo hemospresentado en estas II Jornadas una ponenciatitulada “Movilidad Sostenible en Yecla”;con la intención de dar a conocer las dificul-tades en cuanto a movilidad al trabajo quetienen que sufrir los trabajadores/as en nues-tra ciudad y a la vez reivindicar, como yahemos hecho, las soluciones más sosteni-bles.

En Yecla al igual que en todas las ciuda-des industriales, se ha pasado de una estruc-tura local donde convivían talleres, vivien-das, comercios etc. a un modelo de ciudad

MOVILIDAD SOSTENIBLE:PROPUESTAS PARA MEJORAR LOS

DESPLAZAMIENTOS A LOSPOLÍGONOS INDUSTRIALES DE YECLA

Antonia García NavarroDelegada Comarcal de CC.OO. - Altiplano

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Imagen del colapso en el tráfico que sufren los trabajadores de Yecla adiario, tanto a la entrada como a la salida del trabajo. (Foto: A. G.Navarro).

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donde se estructuran de forma diferenciadalas zonas específicas para las industrias y lasgrandes superficies comerciales, de la zonaurbana o residencial. Esta forma de ordenarel urbanismo conlleva la necesidad de unmovimiento de trabajadores/as cuatro vecesal día a su puesto de trabajo. Un movimien-to que entendemos debe ser respetuoso conel medioambiente y por este motivo partici-pamos con estudios y propuestas para conse-guirlo.

En Julio del año 2002 fuimos pionerosen Yecla al presentar un documento de refle-xión y trabajo titulado “Propuestas paraMejorar el Transporte al Centro deTrabajo en Yecla”, el cual fue hecho públi-co en rueda de prensa por la DelegadaComarcal y el Secretario General delSindicato; así también fue entregado a lospartidos políticos y gobierno municipal parasu reflexión y debate.

Fue en este año cuando se inició el servi-cio de transporte colectivo a los polígonosindustriales, que anteriormente no existía.Una medida que fue apoyada por CC.OO. Ypor el resto de agentes sociales de la locali-dad, pero que pocos meses después con elcambio de equipo de gobierno empezó asufrir ataques periódicos, sobretodo con losdebates sobre los Presupuestos Municipales.

Desde el primer momento mantenemosque hay que defender el transporte público alos Polígonos y que defenderlo es hacerlomás eficiente invirtiendo en él y no dejándo-lo morir. Es necesario recordar las conse-cuencias que para todos y todas supone una

movilidad no sostenible: ambientales ysociolaborales.

En cuanto a las consecuencias sociolabo-rales se pueden resumir en el Cuadro 1.

No menos importantes son las conse-cuencias para el medio ambiente, derivadasdel importante consumo energético quesupone la forma de desplazarnos actualmen-te, provocando la emisión de gases efectoinvernadero, lo que contribuye de formaimportante al Cambio Climático. Convienerecordar también los daños en la salud públi-ca provocados directamente por las emisio-nes de la combustión de los vehículos quedeterioran la calidad del aire, especialmentede las áreas urbanas. Las enfermedades rela-cionadas con las vías respiratorias, el cáncero las patologías cardiovasculares son algu-nos de sus resultados. Según un informe ela-borado por el Parlamento Europeo en el2002 la contaminación atmosférica generauna mayor tasa de mortalidad que los acci-dentes de tráfico. Tampoco hay que olvidarlos daños causados por la contaminaciónacústica, los derivados de los accidentes detráfico y el impacto que suponen las infraes-tructuras en el paisaje de la ciudad y su peri-feria, eliminado suelo fértil en muchos casosy afectando directamente a la biodiversidad.

CC.OO. De Yecla pidió en el año 2002un Plan Global de Movilidad. Desde enton-ces lo hemos defendido e insistido en él. Ypor este motivo es una buena noticia que elpasado día 3 de marzo de 2008, el Pleno delAyuntamiento aprobara por unanimidad y a

Cuadro 1: Las consecuencias del desplazamiento al trabajo. (Fuente: “El transporte al trabajo” ISTAS).

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iniciativa de IzquierdaUnida-Los Verdes (loscuales han recogidogran parte de nuestraspropuestas), la realiza-ción de un Plan deMovilidad Sosteniblepara Yecla.

Diagnóstico.El municipio de

Yecla tiene una exten-sión de 603,1 Km2. Elencontrarse situadolimitando geográfica-mente con lasC o m u n i d a d e sAutónomas deValencia al Este y la de Castilla - La Manchaal Norte comunicándose con estas a travésde la Nacional 344 de la Comarcal 3223(C.A. de Castilla la Mancha) y de laComarcal 3314 (C.A. Valencia), ha determi-nado también la ubicación de las zonasindustriales.

Tiene 1.655.861 m2 de terreno industrialdividido en cuatro Polígonos Industrialessituados en la Ctra. de Villena (Polígono deLa Herrada y Polígono de Las Teresas) y enla Ctra. de Jumilla – Avda. de La Paz(Polígono Urbayecla I y Urbayecla II). Ytambién existen zonas industriales en laparte norte de la Avda de La Paz llamadaLas Tejeras y en las Ctras. de Valencia, la dePinoso y la de Fuente Álamo.

La población en Yecla ha aumentadodesde el año 2002 con (31.716) hasta febre-ro del año 2008 con (34.984) un 10’3 %.

El Parque de vehículos va aumentandopor año, pasando de 20.647 en 2004 a26.936 en la actualidad. Con una presión de770 vehículos por cada 1.000 habitantes.Con un censo de unas 3.000 empresas y cen-tros de trabajo. Y un empleo de 14.500 tra-bajadores.

Estos datos junto con la falta de unasinfraestructuras adecuadas al volumen detráfico existente, nos dan una situación de

colapso en el tráfico durante las horas puntade entrada y salida al trabajo. Si a esto lesumamos que la jornada intensiva en la loca-lidad es excepcional, nos da como resultadoque durante cada jornada laboral los trabaja-dores viven cuatro situaciones de colapso enel tráfico.

Hasta el momento la creación de carrilesbici y vías peatonales para el acceso nomotorizado al centro de trabajo, brillan porsu ausencia. Sólo disponemos de un carrilbici en la Ronda Sur y que por su diseñodeficitario (según A.N.I.D.A.), es poco utili-zado. Es necesario fomentar el transportecon medios no motorizados (desplazamien-tos a pie o en bicicleta) ya que son los máseficientes, seguidos de los transportes públi-cos. (Cuadro 2)

Tenemos un diseño de los espacios queresulta poco sostenible medioambiental-mente y que repercute de forma negativa enla salud de los trabajadores y de los ciudada-nos en general.

Cada día aumentan los accidentes “in iti-nere” debido a las malas condiciones de lared viaria y al exceso de tráfico hacia losPolígonos. El desplazamiento de miles devehículos durante las mismas horas de entra-da y salida al centro de trabajo; junto alembotellamiento que se produce en la entra-

Cuadro 2: Ranking de eficiencia energética por medios de transporte terrestre.* En millones de julios de energía primaria por viajero-km. Fuente: “El trans-porte al trabajo” ISTAS

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da de la Ctra. De Villena y en la entrada dela Ctra. De Jumilla, están suponiendo unagran contaminación acústica y por CO2 ygases contaminantes que contribuyen alaumento del efecto invernadero y del cam-bio climático.

Propuestas.• Elaboración de un Plan de MovilidadAlternativo y Sostenible que aún estandoaprobado por el Ayuntamiento necesitará delimpulso y consenso de los agentes sociales.• Mientras se realiza el Plan es necesariola potenciación del transporte público,con más líneas de autobús que se desplacena los polígonos en las horas punta. Es nece-saria la renovación de los autobuses actualesapostando por vehículos más ágiles en su iti-nerario. Es necesario que exista una ofertapor parte de las empresas y delAyuntamiento en la financiación de parte delos bono-bus mensuales o anuales.

• Transporte Público y Horarios:- Es necesario realizar un reordenamientode los horarios de trabajo y un ajuste de losmismos con el servicio de transporte públi-co, por lo que el diálogo entre agentes socia-les y ayuntamiento será necesario desde elprimer momento.- Este reajuste de los horarios deberá rea-lizarse sin provocar tensiones adicionales alos trabajadores con su empresa, pues estodesmotivaría a la utilización del servicio detransporte público.

• Infraestructuras:- Es necesario el desdoblamiento urgentede la Ctra. De Villena en un primer tramohasta el término de los PolígonosIndustriales y en un segundo tramo hasta suconexión con la Autovía Blanca-Fuente laHiguera. El desdoblamiento de 1’5 km quese está realizando es absolutamente insufi-ciente y no resuelve el problema de embudoque sucede en la entrada al centro urbano

Ejemplo de carril bici sin separación física, en la Avda. de San Pablo. (Foto: A. G. Navarro).

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desde los polígonos de la Ctra. De Villena.- Proponemos que en ese desdoblamientouno de los carriles se reserve como carril-bus y carril VAO (vehículos de alta ocupa-ción) y además que conlleve un carril-bicicon separación física de los otros carriles.- Resulta imprescindible también terminarlas conexiones de las diferentes Rondas,puesto que son trozos no continuos queresuelven menos de lo que deberían.- Es necesario mejorar las infraestructurasdel servicio público de transporte, como sonparadas acondicionadas con techo y asientosasí como la información sobre rutas y hora-rios.- Puesta en marcha de semáforos que seactiven a demanda del usuario y pasos depeatones.- Construcción de pasarelas peatonalespara cruzar la calzada, donde se considerenecesario.

• Transporte de Empresa:- En aquellas empresas que por su locali-zación no puedan utilizar el transporte públi-co, sería necesario que desde elAyuntamiento se creara algún tipo de ayudapara fomentar el transporte de empresa ybonos-combustible para los coches compar-tidos. Se trata de evitar el desplazamientoindividual que ocasiona muchos accidentesy es muy ineficiente medioambientalmente.Actualmente el transporte de empresa es laexcepción junto con los desplazamientos nomotorizados.

• Desplazamientos No Motorizados.- La Bicicleta. Aparte de ser un objetodeportivo debemos de considerarlo como unmedio de transporte que mejora nuestrasalud y no contamina. Es adecuado para dis-tancias cortas de hasta 2-3 km y sería nece-sario el diseño y creación de itinerarios decarril bici o incluso donde no sea posible,señalizar parte de la calzada para bicicletas,con preferencia de paso. Es necesario ladotación de aparcamientos adecuados paraestos vehículos.

• Desplazamientos Peatonales.- Gran parte de los trabajadores y trabaja-doras conocemos las mejoras para la saludque tiene pasear de forma diaria una o doshoras. Por este motivo junto con la anterior,creemos que esta es una propuesta viablepara la ciudad de Yecla.- Está claro que se necesita acondicionarel acceso a los polígonos de forma segura.Con señalización vertical (semáforos) yhorizontal (pasos de cebra) de los zonasurbanas cercanas a los polígonos. Y en lospolígonos construir las aceras necesariaspara crear unos itinerarios a pie adecuados yseguros.

• Conclusiones.Con estas propuestas de mejora de la

movilidad a los Polígonos Industriales enYecla tratamos de reforzar el trabajo quedesde hace años estamos realizando demanera sostenida y que pivotando sobre eleje de la necesidad de abordar un PlanGlobal de Movilidad Alternativo nos lleva aexigir del Ayuntamiento que empiece a tra-bajar sobre lo acordado en este sentido en elPleno Municipal que aprobó la realizaciónde un Plan de Movilidad Sostenible paraYecla.

Creemos necesario el diálogo con todoslos Agentes Sociales de la localidad paraavanzar por buen camino, y por nuestraparte tenemos los deberes preparados y con-tamos cada vez más con mejores instrumen-tos para asesorarnos de forma interna enCC.OO. Región de Murcia y sobre todo enesta materia tan novedosa para muchos dele-gados y delegadas de personal.

En Yecla CC.OO. Vamos a trabajar paramejorar la movilidad de los trabajadores ytrabajadoras así como para cuidar y mejorarel medio ambiente y como es natural conta-remos como todo este tiempo con la colabo-ración inestimable de los miembros deA.N.I.D.A. que con su opinión y sugeren-cias, enriquecen y mejoran nuestro trabajo.

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Yecla es un municipio, que como otrosmuchos de la zona, tiene un casco urbanoque se ha instalado y ha crecido bajo elamparo de un cerro. Pero tiene una serie departicularidades que hacen del mismo, elCerro del Castillo, un enclave periurbanoespecial, en el sentido que reúne y aglutinauna serie de valores medioambientales,urbanos, culturales, tradicionales e históri-cos. Esto convierte a la zona en un lugar

muy rico, dando a Yecla un patrimonio muyespecial y fuertemente aprovechable para eldesarrollo social y cultural de la población.

Una buena gestión y unos usos raciona-les, así como compatibles con el medioambiente y el patrimonio cultural pueden

convertir a este enclave, junto a su munici-pio, en un referente a tener en cuenta porotros muchos ayuntamientos. Atendiendo alas nuevas necesidades de la sociedad, a larevaloración del disfrute del entorno naturalcomo excelente síntoma de buena calidad devida y a los futuros proyectos destinados alograr lo anterior, se propone este pequeñotrabajo, en el que se recopilan todos esosvalores y se ofrecen alternativas y sugeren-cias para poder alcanzar el éxito siempredesde el máximo respeto a todo el patrimo-nio que atesora este paraje.

1. Introducción.El Cerro del Castillo es una pequeña ele-

vación montañosa en cuya ladera se asientael casco urbano de Yecla, municipio al nortede la Región de Murcia (figura 1). Ocupaaproximadamente el centro del términomunicipal de esta localidad, y en torno a élse han asentado diferentes pueblos, por loque arrastra una parte sustancial de la histo-ria de la ciudad. La implicación en la vida delos yeclanos de este cerro es muy significa-tiva, desde las casas cueva de principios delsiglo XX donde vivieron numerosas fami-lias humildes hasta ser meca de devocióneclesiástica. Además, dada la proximidaddel enclave con el casco urbano, es lugar derecreo, el principal pulmón de la ciudad yseña de identidad de la ciudad.

En el presente trabajo se van a mostrar yremarcar las características que definen adicho paraje, poniendo de manifiesto susvalores naturales, sociales, culturales yurbanos. Además, se van a sugerir opciones

EL CERRO DEL CASTILLO DE YECLA:VALORES ECOLÓGICOS Y

MEDIOAMBIENTALES. PROPUESTASPARA UN USO RACIONAL.

Sergio Marco Castañ[email protected]

Figura 1: Localización del Cerro del Castillo en eltérmino municipal de Yecla y su contexto geográfi-co.

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racionales para su uso y gestión, de maneraque no se alteren los atributos tan particula-res que hacen de la zona un lugar del interésde todos los ciudadanos, contribuyendo yanticipándonos a posibles actuaciones queen un futuro puedan tener lugar.

2. La presencia humana en la zona.Un aspecto esencial en la configuración

actual del Cerro del Castillo son las implica-ciones del Cerro del Castillo con la socie-dad. Es el punto de partida para el asiento dela actual urbe, ocupando el núcleo urbano enla actualidad la ladera norte del mismo yabrazando al Cerro en sentido noreste hastasu ladera sur.

La presencia humana se remonta hastamediados del segundo milenio antes deCristo (a.C.). En concreto, las evidencias delos primeros pobladores son restos cerámi-cos y líticos de la Edad de Bronce (Ruiz,2000) También hay evidencias arqueológi-cas de pobladores íberos del periodo prerro-mano comprendido entre los siglos V y IIIa.C. (Ruiz, 1993, 2000) y se extiende hastael presente. Durante ese periodo han pasadoromanos entre los siglos II a.C. y I d.C. ypobladores islámicos durante los siglos XI alXIII (Ruiz, 1993, 1995, 2000).

Del periodo almohade comprendidoentre los siglos XI y XIII quedan los restosmás abundantes, y parecen ser el inicio delasentamiento urbano que dio origen a laYecla actual. En concreto hay restos quecorresponden a un hisn (fortaleza rural) for-mado en el área de estudio por tres elemen-tos: fortaleza, madina (o zona de viviendas)y cementerio islámico (Ruiz, 1995) Estosson valores que hacen de la zona un impor-tante patrimonio cultural a tener en conside-ración.

Ya más recientes son los restos de lascasas cuevas que ocuparon, y ocupan, partede las laderas sur, norte y noreste del Cerro,que fueron el hogar de numerosas familiashumildes. Estas edificaciones se encuentranactualmente demolidas en su mayoría, bienpor el abandono o por la falta de interés que

en su día suscitaron hacia la población, aun-que aún quedan vestigios en la ladera oesteya en ruinas, así como las sitas en las vivien-das de la zona de la Molineta y en la laderanorte del Cerro, en ambos casos aún habita-das.

3. Descripción del Cerro. Característicasde su gea.

El Cerro del Castillo es una elevaciónmodesta de 654 m s.n.m. Forma parte de unaunidad estructural mayor que abarca losCastillarejos, el Cerro de la Campana y losCerros de la Flor. Geológicamente formaparte de las estribaciones nororientales delas Cordilleras Béticas, en concreto, estáincluido en el Sector Central del DominioPrebético. Se trata pues de materiales sedi-mentarios dominados por calizas, arcillas ydolomías de origen marino procedentes delCretácico Superior (Vilas et al. 2005) Lazona abarcada por el presente estudio abarcala totalidad del Cerro (figura 2), estandodefinida por las vías urbanas aledañas y lasformaciones forestales del lugar.

Su aspecto actual es el resultado de lasmúltiples acciones humanas en el mismodurante siglos de historia, por lo que su con-figuración es consecuencia de la mano delhombre, dada la cercanía a la población y asu participación en la vida de la misma. Aúnasí, se pueden encontrar ejemplos de laacción geomorfológica del clima y los mate-riales geológicos. Así pues, se localizanejemplos de erosión diferencial por accióndel viento y formaciones causadas por lasescorrentías. Los suelos de la zona son porlo general poco profundos, sobretodo en laladera sur del Cerro y en las zonas más altas,relativamente impermeables debido a laabundancia de arcillas, que lo hacen relati-vamente pobres y limita significativamentela cobertura vegetal y la diversidad de espe-cies forestales presentes de forma natural.

4. El paisaje vegetal.La zona abarcada por el Cerro del

Castillo se caracteriza por tener un clima

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Mediterráneo, lo que se traduce en un fuerteperiodo de sequía estival, máximos de llu-vias otoñales en primavera y otoño, asícomo un invierno seco. Las precipitacionesademás suelen ser de carácter torrencial,implicando una fuerte escorrentía. La tem-peratura media oscila en torno a los 15,1ºC.Las heladas son frecuentes durante losmeses de noviembre a marzo. Combinandola altitud del territorio, la climatología y lavegetación se obtiene la fitoclimatología dellugar. En el caso concreto del Cerro delCastillo, la altitud no sobrepasa los 700 m,por lo que se define un piso bioclimáticoMesomediterráneo superior semiárido(Rivas-Martínez y Rivas y Sáez, 2006).

Atendiendo a las características climáti-cas de la zona, la naturaleza de los materia-les geológicos, la topología y la acciónhumana, la cubierta vegetal del Cerro va amostrar unas características concretas, yaque se propicia el desarrollo de determina-das especies y formaciones vegetales, limi-tando y restringiendo la presencia de otrasmuchas. Biogeográficamente, es una zonade transición, a la convergencia entre elSector Manchego de la ProvinciaMediterránea-Ibérica-Central y el SectorSetabense de la Provincia Catalano-Valenciano-Provenzal (Marco, 2007) mos-trando características en la composiciónvegetal de ambas zonas.

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Figura 2: Ortofotomapa del Cerro del Castillo y los límites que abarcan el presente trabajo.

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Formaciones vegetalesYa descritas las características fitoclimá-

ticas, geológicas y topográficas del Cerrodel Castillo, se pueden tratar las formacio-nes que constituyen la cubierta de la zona.

La vegetación pretérita de la zona esdifícil de conocer, debido a que el interiorpeninsular ofrece territorios donde los pro-cesos de deforestación son muy antiguos.Concretamente, en la zona del Cerro delCastillo, como ya se dijo antes, la ocupaciónhumana permanente parece venir desde laEdad del Bronce (segundo milenio a.C.)Aún así, los datos que aporta la arqueologíada una idea de cómo fue la cubierta vegetaldurante la Edad Media en la zona. Análisisradiométricos y del leño de unos restos demadera encontrados indican que en la zonaes muy probable que medrara el pino rodeno(Pinus pinaster Aiton) Lógicamente, lascondiciones climáticas actuales y los usos

del suelo no permiten que la especie prospe-re en la zona (Alcalde et al. 2004) Hacia elsiglo XVIII hay datos históricos que apuntana la abundancia de olivares y otros cultivosde secano cubriendo la mayoría del Cerro, ydurante el siglo XIX la cubierta forestal dellugar fue prácticamente eliminada para suuso como leña, siendo entonces abundante,al menos en la solana, el espartizal(Carpena-Chinchilla, Inédito).

Para describir el paisaje vegetal, en pri-mer lugar es necesario definir la vegetaciónpotencial que se espera en la zona. Con estetérmino se hace referencia a la vegetaciónque se presentaría en la zona una vez cono-cidas las características climáticas y altitudi-nales de la zona en ausencia de perturbacio-nes humanas y en estado óptimo de desarro-llo. Para el cerro del Castillo, dadas lascaracterísticas semiáridas, no es esperable lainstalación de carrascales de Quercus rotun-

Figura 3: Tipos de vegetación real delimitados en el Cerro del Castillo.

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difolia (encinas) –pese a ejemplares aisladosde dudosa expontaneidad, sino que se res-tringe a chaparrales y lentiscares, ya seanzonas de umbría o de solana, respectivamen-te, dominando la coscoja (Q. coccifera) en elprimer caso, y el lentisco (Pistacia lentis-cus) en el segundo. En cuanto a los litosue-los, los suelos poco desarrollados donde laroca madre aflora, es característica la pre-sencia de ejemplares de Juniperus phoeni-cea.

En segundo lugar, se describe la vegeta-ción real. Ésta es la presente actualmente enla zona, como consecuencia de los diferen-tes factores que interactúan en el medio.Estará constituida por restos de la vegeta-ción potencia, diferentes estados de degra-dación de la misma, cultivos y campos aban-donados en los que tiene lugar la sucesiónecológica en diferentes grados de desarrollo.En el cerro del Castillo, la vegetación actualo real está formada por pinares de pinocarrasco fruto de repoblaciones, tomillaresmás o menos abiertos, vegetación rupícola,campos de cultivo abandonados con las pri-meras etapas de la sucesión y vegetaciónnitrófila y arvense en los antiguos asenta-mientos humanos, los vertederos abandona-dos, las inmediaciones de caminos y otraszonas muy frecuentadas (figura 3)

Principales especies vegetalesEn la zona la diversidad vegetal es rela-

tivamente alta, debido a la diversidad deambientes y la transición biogeográfica. Aunasí, las zonas de pinares ofrecen una canti-dad de especies baja, debido a las condicio-nes que impone este tipo de formaciones, sinembargo, las zonas de matorral y tomillar,así como los roquedos ofrecen un número detaxones mayor. En el caso de las zonas alte-radas, que ocupan una gran parte de toda lazona, la diversidad de especies nitrófilas,arvenses y ruderales es muy abundante.

En el anexo se ofrece un breve catálogodonde se recogen las principales especiesligadas a roquedos, matorrales, tomillares,pastizales y pinares de la zona, así cómo

aquellas con aplicaciones tradicionalescaracterísticas. La identificación de las plan-tas se ha realizado en base a diferentespublicaciones y manuales de identificaciónrelacionados (Alcaraz y Rivera, 2006, 2007;Sánchez et al. 2003), agrupadas en sus res-pectivas familias según lo establecido enFlora Ibérica (Castroviejo et al. 1998-). Hansido omitidas aquellas de carácter ruderal,arvense y nitrófila (malas hierbas).

En este breve catálogo, hay algunasespecias que son de un interés particular,bien sea por su uso tradicional, por estarcontempladas dentro de algún marco legis-lativo o bien por un interés especial ya seadidáctico, etnográfico o forestal. No obstan-te, dada la naturaleza del presente trabajo, sehan obviado muchas especies vascularesubicuas en el término municipal, dado supresencia ligada a terrenos alterados y culti-vos, por lo que el presente catálogo puedeser ampliado sustancialmente en el númerode taxones, tanto a nivel de familias comode especies.

Especies protegidasDentro de las especies vegetales que cre-

cen en el Cerro del Castillo, pese a la modes-ta biodiversidad en comparación con otroslugares cercanos, hay especies que seencuentran contempladas dentro de algúnmarco legal para su protección.

Atendiendo al Catálogo Regional deflora silvestre protegida de la Región deMurcia (Decreto 50/2003), en la zona deestudio se han identificado al menos sietetaxones incluidos en su Anexo I. Las catego-rías en las que están incluidas son las mis-mas que refleja la Ley 4/1989 de 27 demarzo, de conservación de los espaciosnaturales y de la flora y la fauna silvestre.

Especies “vulnerables”• Micromeria fruticosa (Poleo Blanco,bleo, poleo de monte). Esta planta quedarestringida a unos pocos enclaves rocosos dela umbría del cerro, muy próximos a lasviviendas y al paseo del Barco de Ávila.

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Corren peligro de desaparecer por recolec-ciones y roturaciones, teniendo en cuentaque el terreno está seriamente alterado debi-do a que la proximidad de las zonas urbanas.Escasa.

Especies de “interés especial”• Juniperus phooenicea subsp. phoenicea(Sabina negra). Es un arbusto relegado azonas rocosas de umbría, donde crece deforma muy puntual. Tradicionalmente se harecogido para la elaboración de belenes.Escasa.• Quercus rotundifolia (Carrasca, encina):su población está representada por escasosejemplares de porte poco significativo, aun-que algunos muestran un tronco relativa-mente grueso. La zona de estudio no ofrecela potencialidad necesaria para su instala-ción, por lo que es muy probable que se tratede ejemplares repoblados. Puntual.• Celtis australis (Almez) Es un árbol deporte considerable, que en cerro crece enroquedos cercanos a la ermita de manerasubespotánea, mientras que en las zonasajardinadas aparecen ejemplares cultivados.La población subespontánea está compuestapor unos seis pies de porte arbustivo, quepueden verse perjudicados por el paso decaminantes si éstos se salen de las sendas.Puntual.• Rhamnus alaternus (Espino) Formaparte del sotobosque de los pinares más den-sos y maduros, así como del estrato arbusti-vo al pie de los roquedos menos insolados.Escaso.• Lycium intricatum (Cambrón) Es unarbusto espinoso, ligado a las viviendas dela zona de la Molineta, así como a escom-breras abandonadas. En la zona se usa paradelimitar propiedades. Peligra debido aposibles construcciones y pavimentados enzona montuosa. Escaso.

En el mismo Decreto mencionado, en suAnexo II se ofrece una relación de aquellasespecies cuyo aprovechamiento en el territo-rio de la región de Murcia requiere la auto-

rización de la administración. En la zona deestudio se han identificado, siendo muchasde ellas muy abundantes, numerosas espe-cies que están dentro de esta relación, cuyouso o eliminación por razones urbanísticas,deberá de ser estudiado y firmemente justi-ficado. Así pues, serán todas las especiesrecogidas dentro de los géneros:• Pinus sp. (Pino carrasco)• Rhamnus sp. (Espinos, espinos negros,etc.)• Pistacia sp. (Lentisco)• Lavandula sp. (Espliego)• Sideritis sp. (Rabogatos)• Thymus sp. (Tomillos)

Así como las poblaciones espontáneasde acebuche (Olea europaea var. silvestris)y las especies orquidáceas presentes en lazona.

Por lo tanto, la riqueza florística delCerro del Castillo ofrece una más quemodesta contribución a la flora local, conuna biodiversidad dentro de la cual aparecenespecies singulares desdel ámbito proteccio-nista, otras de gran interés cultural y tradi-cional, así como de interés ambiental. Todoello convierte al Cerro en un potencial recur-so didáctico para permitir a los alumnos delos centros locales poder estar en contactocon un paraje típico del entorno, a pocospasos de sus centros de enseñanza dondeconocer los componentes de los ecosistemasmás cercanos a ellos.

Interés forestal y repoblacionesLa cubierta vegetal del Cerro del Castillo

ha estado restringida a causa de los cultivosque se han asentado en sus laderas desde elsiglo XI. Desde el asentamiento del hombrede forma permanente la vegetación ha esta-do ligada a los usos que el mismo hacia deésta.Con forme los cultivos de la zona han idocayendo en desuso, cada vez más han sidolas acciones destinadas a dotar al Cerro deuna cubierta vegetal, hasta llegar hoy alestado en el que se encuentra. Las primeras

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repoblaciones de las que hay constancia seremontan hacia los inicios del siglo XVIII,aunque en estos momentos primaba el arbo-lado agrícola, destacando el olivo. Sinembargo, es durante el siglo XX cuandocomienzan las reforestaciones que conducenal estado actual de la cubierta arbórea y lafisonomía del Cerro. 1925 es el año en elque se efectúa la primera plantación depinos de la que hay registro, con una partidade 50.000 plantones. En los años 1940, 1942y 1971 hay registro de plantaciones(Carpena-Chinchilla, Inédito) Así pues,sumando las partidas de pinos concedidascada uno de esos años, se estima un total de85.000 pinos. Atendiendo al registro foto-gráfico, las únicas masas forestadas estabanreducidas a la ladera norte. El resto estabacubierto por matorral ralo, espartizal y terre-nos cultivados, como se puede ver en lafigura 4.

Las repoblaciones no son un ejemplo aseguir, pues no se tuvieron en cuenta las exi-gencias de las especies plantadas, funda-mentalmente pino carrasco, ni las condicio-nes que la naturaleza geológica y topográfi-ca del entorno imponía. No obstante elresultado no es malo, pues se puede apreciaruna cobertura vegetal densa, aunque hayzonas en donde el arbolado no alcanza eldesarrollo esperado para su edad. Además,en muchos casos las plantaciones han sido

tan densas que los ejemplares apenas hantenido espacio para desarrollarse. Aún así, elmonte bajo prospera, el sotobosque paulati-namente es más rico y la biodiversidad seasemeja cada vez más a la esperable de unpinar maduro, si no fuera por la cercanía dela población. En la solana el pinar está pocodesarrollado, pero forma una cubierta acep-table pese al porte reducido de los pinos enalgunas áreas (figura 5-B), mientras que enla zona de umbría el pinar muestra señas demadurez, dando una cobertera boscosamucho más densa y desarrollada (figura 5-A) Y en las zonas de roquedos, como en lacima de la Molineta (figura 5-C) la cubiertaforestal está relegada a escasos pinos y aabundantes especies leñosas rupícolas.

En la década de los noventa del mismosiglo se reanudaron las repoblaciones, estavez añadiendo un criterio algo más variadopara la selección de las especies forestales,empleándose lentisco, acebuche, carrasca,etc. pero de nuevo el éxito no ha sido muygrande, pues a día de hoy son escasos losejemplares sobrevivientes de aquellas expe-riencias. De nuevo, hay que prestar muchaatención a las condiciones que impone elmedio ambiente, observar las plantas autóc-tonas que prosperan en la zona y en zonassimilares mejor conservadas para acertar enla selección y respetar todo lo posible losprincipios de sucesión ecológica que carac-

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Figura 4: Ortofoto del Cerro del Castillo en 2007 comparada con otra de 1956. La numeración indica: 1 =Santuario, 2 = ladera norte, 3 = Cerro de Santa Bárbara, 4 = Molineta y Cuevas de Saliente, 5 = Calle AbadJosé Sola y 6 = cementerio. Tomado y modificado de www.cartomur.com.

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terizan al bosque mediterráneo. Éstas son lasmejores herramientas para lograr la restau-ración eficaz y saludable del paraje.

5. Notas sobre la faunaLa zona comprendida por el Cerro del

Castillo no es un área propicia para el asen-tamiento de fauna, al menos en lo relativo agrandes vertebrados y especies exigentes,dadas las condiciones ecológicas que ofreceel entorno y el grado de antropización de lazona.

Remontándonos al pasado, las excava-ciones arqueológicas realizadas en la zonahan desvelado la presencia de restos faunís-ticos asociados. No son muy abundantes,pero dan una idea de la fauna con la queconvivían los habitantes de los siglos XI –XIII, y permiten establecer variaciones en lazona. Son muy abundantes las evidencias degasterópodos terrestres (caracoles), quehacen presumible la incorporación de éstosen la dieta de aquellos pobladores. Las espe-cies más abundantes de este grupo zoológi-co son Iberus gualterianus L. subsp. alonen-sis (serrana) y Sphincterochila candidisima

(caracol judío, caracol blanco) (Ruiz, 2000)Ambas especies hoy día siguen en la zona, yde igual modo, continúan siendo recolecta-das para el consumo humano. Aún así, lapoblación de la primera especie cada día esmás reducida, siendo difícil encontrar ejem-plares en las inmediaciones, debido a lafuerte presión que ejercen los recolectores.También aparecen entre los hallazgos restosde diferentes animales domésticos, comooveja, cabra, asno y mula, lo que indica lapresencia de actividades ganaderas asocia-das al Cerro. De igual modo, la caza menorera frecuente, siendo encontrados restos delagomorfos y diferentes aves, presumible-mente cazadas en la zona para el consumo(Ruiz, 2000)

Los factores que caracterizan al parajeson: cercanía del casco urbano, el papel dela mano del hombre durante siglos y los usosque se hacen del mismo. Todos estos ele-mentos limitan el espectro faunístico quepuede habitar en la zona. Atendiendo a losvertebrados, en la mayoría de los casos sonespecies antropófilas, asilvestradas o conunos requerimientos ecológicos y una distri-

Figura 5: Aspecto parcial de la cobertura vegetal del Cerro del Castillo. A = ladera NW, B = ladera sur,C = Molineta.

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bución amplios.Las observaciones actuales, así como las

recopiladas en la bibliografía no son muyabundantes. En la tabla 1 se ofrece una rela-ción de las especies de vertebrados que hansido identificadas en el área de estudio, ycuya presencia permanente ha sido confir-mada. Hay que remarcar que este listado esuna aproximación muy vaga a la realidad.Se han omitido todas aquellas especies urba-nas cuya frecuencia es alta en la zona y ale-daños. De igual modo, los artrópodos y restode invertebrados, no vienen reflejados, debi-do al desconocimiento y a la falta de estu-dios que comprendan la zona.

Se trata pues, de un listado provisional,en el que no han sido consideradas las espe-cies ligadas a los asentamientos humanos,así como aquellas que se presentan de formaesporádica o durante los pasos migratorios.

Como queda patente en el listado, no se hanencontrado especies consideradas de formasignificativa en los diferentes marcos pro-teccionistas vigentes. No obstante, esto noresta valor a su presencia. La existencia demuchas de estas especies es un síntoma muypositivo que indica un grado de madurez delas formaciones forestales y una serie deparámetros medioambientales aceptables, loque otorga al Cerro del Castillo y a susinmediaciones un valor añadido a favor de lacalidad de vida de los ciudadanos. Hay queapreciar y valorar el hecho de que son pocoslos municipios que puedan disfrutar de unafauna silvestre a muy pocos pasos del centrourbano. Además, que en una zona periurba-na se encuentren aves como la lechuza ayu-dan a entender la importancia de la interac-ción hombre-naturaleza y el interés de man-tener los usos tradicionales que fomentanesa relación.

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Tabla 1: Especies relevantes de vertebrados y sus estatus de protección según diferentes criterios y catego-rías de amenaza (Hernández y Ballesteros, 1.996) LR ESP: Libro Rojo a escala nacional; R.D. 439/1990:Catálogo de especies amenazadas); R.M. categorías de amenaza en la Región de Murcia. N.M.: no mencio-nada; I.E.: interés especial; T.U.: especie tutelada (especies en expansión o con excedentes de población pordiferentes motivos) según la legislación vigente.

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6. La relación del Cerro con la poblaciónde Yecla

Usos actualesA día de hoy, el Cerro del Castillo se

puede considerar que es el principal, y prác-ticamente único, pulmón verde del cascourbano de Yecla. Al margen del importantevalor ambiental que supone para la ciudad,hay una serie de usos directos que se hacendel mismo. Tales fines son de diferente índo-le, como aprovechamiento del suelo, interéscultural y usos de carácter lúdico.

Aprovechamiento del sueloEstas formas de utilización están relacio-

nadas con fines agrícolas, urbanos y ecle-siásticos.

Hasta hace una década, en las inmedia-ciones del Cerro aún existían cultivos,sobretodo de vid y cereal, aunque más alláen el tiempo se realizaron cultivos de almen-dro y olivo, de los que aun quedan restospuntuales en las terrazas de la ladera noroes-te y en árboles (almendros e higueras) repar-tidos puntualmente por muchas zonas. Esmás, las evidencias arqueológicas ponen demanifiesto que las terrazas de la ladera suro-este han sido cultivadas de manera ininte-rrumpida desde el siglo XII (Ruiz, 2000)

Actualmente no sigue en funcionamientoninguna de estas actividades, siendo los cul-tivos sustituidos paulatinamente por esparti-zales incipientes, herbazales y matorralesclerófilo en los casos más avanzados desucesión.

El Cerro del Castillo ha soportado aparte de la población del municipio. Sonmuy significativas las modestas casas cuevaque abundaron en la zona de la Molineta,Cuevas de Poniente y Cuevas de Saliente(figura 6-A). Tristemente a día de hoy no haquedado ninguna de esas viviendas, puesdurante un intento de saneamiento fueronsepultadas y derruidas, borrando una partedel patrimonio histórico y sentimental quejamás podrá ser recuperado, aprovechado ovalorado. Pese a lo comentado, aun son

algunos los vecinos que mantienen comoparte de sus viviendas parte de esas antiguascuevas. Algo similar sucede con la laderaNorte, en torno al paseo del Barco de Ávila,lugar por el que abundan numerosas cons-trucciones, la gran mayoría también com-puestas por cuevas excavadas en roca, desti-nadas fundamentalmente a la segunda resi-dencia.

Durante un tiempo en la ladera sur secrearon dos zonas para el vertido de escom-bros, actualmente paradas, pero cuya pre-

Figura 6: A = restos de una de las cuevas de Poniente, ya en avanzado estado de abandono. B = aspecto deuno de los senderos que recorren el Cerro.

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sencia es delatada por la vegetación asocia-da y por los restos aun visibles, creando unimpacto paisajístico con el que todos hemostenido que convivir.

En relación a los fines eclesiásticos delCerro, en la ladera sur se asienta el cemente-rio de la localidad, y en la cima se encuentrael Santuario de la Virgen del Castillo.

Hay que hacer mención a la antena decomunicaciones que ocupa la cumbre y a losdepósitos de agua situados en su laderaoeste, ya habituales del paisaje urbano.

Interés culturalSe hace referencia principalmente a las

excavaciones arqueológicas llevadas en lazona desde el año 1989. Anualmente se vie-nen realizando intervenciones, de las cualesse ha obtenido un rico patrimonio y abun-dante información sobre los pobladores delCerro, sus costumbres, su organizaciónurbana, etc. (Ruiz, 1988; 1993; 1995; 2000).

La implicación del Cerro del Castillo en lacultura local se ve reflejada también en supapel en las fiestas patronales dedicadas a laVirgen del Castillo o InmaculadaConcepción, en las que se lleva en procesióna la imagen desde el santuario del Castillohasta la Basílica y viceversa.

Esto añade un punto más de importanciadel Cerro para los habitantes del municipio,ya no por el presente solamente, sino por losfrutos que las investigaciones en la zonadarán con el paso del año y el trabajo lleva-do a cabo.

Aspectos lúdicosLa mancha forestal que ofrece el Cerro

supone una extensa área verde al alcance delos habitantes del municipio. Es una zonaforestal accesible desde muchos puntos quenumerosos ciudadanos emplean como zonade paseo, esparcimiento, para pasear a lasmascotas y realización de deporte. Dentro

del área estudiadahay toda una suertede senderos ycaminos que reco-rren todo el Cerro(figuras 6-B, 7) Lainmensa mayoríade estas sendas sonel resultado de laacción de los cami-nantes. Dichas sen-das permiten lac o m u n i c a c i ó ndesde la zona nortecon la zona sur,permiten el accesoal santuario, comu-nican con el cam-posanto, etc. Notodas son usadascon la mismaintensidad, pero eluso de las mismas,con mayor o menorasiduidad es cons-tante.

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Figura 7: Red de senderos que discurren por las inmediaciones del Cerro delCastillo.

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No hay que olvidar que el Cerro delCastillo es lo primero que el viajero ve deYecla al acceder al municipio por cualquierade las vías de comunicación. Es por tanto unsímbolo de identidad de los habitantes deYecla y de la ciudad, ya sea por aspectospaisajísticos, sentimentales o culturales,cuya configuración y aspecto no debería decambiar en esencia.

Principales amenazasTras poner de manifiesto los valores que

definen al Cerro del Castillo y analizar losusos que se hacen del mismo, hay que enu-merar y matizar los riesgos que ponen enpeligro a los mismos. Se trata de los riesgosque afectan a cualquier espacio forestal, conla particularidad de que se trata de un áreaperiurbana sometida a un intenso uso porparte de los ciudadanos, usos que han de serfomentados, siempre desde una perspectivasostenible y unos usos racionales.

UrbanismoLa construcción de edificios en lugares

inadecuados. Como inadecuados se entien-den todas aquellas nuevas edificaciones quesupongan una roturación de suelo forestal,las que afecten al patrimonio arqueológico ya lugares de interés para futuras prospeccio-nes y las que modifiquen el aspecto delCerro por su poca integración arquitectóni-ca, causando un impacto visual.

Acondicionamiento de las áreas verdesLa mayoría de los grupos políticos muni-

cipales contemplan en sus propuestas elec-torales diversas actuaciones sobre el Cerro,en general encaminadas para hacer delentorno una zona ajardinada y accesible alos ciudadanos. Hasta la fecha ningún grupopolítico ha decidido dar inicio a estas accio-nes. Dentro de estas actuaciones se contem-pla el pavimentado de sendas, construcciónde parterres ajardinados, instalación de ilu-minación artificial, áreas de recreo, etc. Dellevar a cabo todas estas intervenciones, estáclaro que la zona será aún más accesible,

pero el precio que se pagará por ello será lapérdida del valor medioambiental que osten-ta la zona, lo que resultaría contraproducen-te a la hora de poner en alza “valoresambientales” como rezan las propuestas.

Remodelación de su estructuraEs una amenaza ligada al urbanismo

inadecuado. Nuevas construcciones malintegradas con el entorno, asfaltado de gran-des áreas para crear aparcamientos alejadosdel casco urbano, etc. van a restar valor pai-sajístico al Cerro, sin ofrecer soluciones alos problemas reales de la zona.

Repoblaciones forestalesToda la masa forestal del Cerro es resul-

tado de repoblaciones durante el siglo XX.Ya se ha hecho hincapié en la composiciónvegetal del Cerro, en su vegetación real y enla vegetación potencial esperada para lazona. Una repoblación mal planificada, conespecies alóctonas, sin respetar las necesida-des ecológicas de las mismas y no teniendoen cuenta las exigencias que impone elmedio ambiente de la zona, van a suponerdos graves errores. Por un lado habrá unapérdida económica, pues el trabajo y losejemplares plantados serán perdidos con eltiempo. Y en segundo lugar, habrá una pér-dida de biodiversidad y un deterioro de lacubierta vegetal que hace tan importantepara el municipio de Yecla este Cerro. Por lotanto, una reforestación mal diseñada, queno siga las pautas de la sucesión ecológica yque busque el establecimiento de zonas ajar-dinadas en lugar de una buena masa forestales un error en zonas montuosas como ésta,pues nunca logrará el efecto de pulmónverde ni mucho menos un lugar con calidadmedioambiental que todos puedan disfrutar.

Malos usosDentro de este tipo de riesgo entran una

gran variedad de acciones. Arrojar escom-bros es el más significativo. Es muy fre-cuente encontrar basuras y desperdicios dis-persos por toda la zona, aunque este es un

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problema de urbanidad de los ciudadanoscontra el que todos debemos concienciarnos.Una forma de paliar los efectos es la recogi-da sistemática de basuras al menos dosveces al año por toda la zona. Y finalmentees muy frecuente que los caminantes aban-donen las sendas, rompan ramas de los árbo-les, etc.

Propuestas para unos usos racionales ysostenibles

El Cerro del Castillo presenta unascaracterísticas que lo hacen apto para la rea-lización de muchas actividades relacionadascon el medio natural, la cultura y el ocio. Laprincipal de éstas es que se trata de una masaforestal colindante con el casco urbano, esdecir, cercana al ciudadano.

Tras describir y analizar los diferentesvalores del lugar, así como los usos que sehacen de los mismos y los principales ries-gos a los que se expone como consecuenciade los usos actuales, se van a sugerir unaserie de usos en base a las posibilidades queofrece el entorno, tomando como ejemploiniciativas y experiencias llevadas a cabo enotras localidades y manteniendo como prin-cipal meta fomentar los usos racionales quepotencien los valores de la zona.

Red de sendasEn la figura 7 se muestra la red de sen-

das que han sido trazadas a lo largo de losaños por el uso de los vecinos en sus despla-zamientos y paseos por la zona.

La presencia de las mismas ofrece a lazona un potencial recreativo muy grande.Una buena iniciativa será la de promocionarel uso de estos senderos como medio parapasear o correr. De igual modo, una red decaminos bien trazada y señalizada puedeincluso permitir a aquellos ciudadanos quelo deseen desplazarse hacia diferentes pun-tos del municipio disfrutando de un agrada-ble paseo a través de la masa forestal queperfila al Cerro.

Atendiendo a la figura 7, se ve que es

posible unir la zona de la Molineta con elcentro urbano de Yecla a través de estas sen-das, así como conectar el barrio de lasHerratillas con la zona de las Pozas a travésde senderos bien definidos, y los accesos alcementerio pueden ser potenciados a travésestos caminos.

Así pues, recuperar y potenciar el uso deestas vías dará a toda la zona, y al munici-pio, un valor añadido que contribuirá amejorar la calidad de vida de los ciudada-nos, acrecentando el interés de los vecinospor estos parajes.

Pero, para poner en valor estas sendas,habrá que tener una serie de consideracionespara no estropear y devaluar el entorno.Recordemos que se trata de una zona fores-tal, con un valor ambiental notable. Por lotanto, la adecuación y puestas en valor de lasmismas deben ir asociados a reducir al míni-mo los impactos. Eso se puede conseguirevitando el pavimentado de las mismas,reduciendo el uso de elementos arquitectó-nicos innecesarios y ensanchando las víasrespetando la vegetación circundante. Deigual modo, elementos informativos seránde gran utilidad para los usuarios.

Parque arqueológico y geológicoEl Cerro del Castillo cuenta con los res-

tos de un antiguo asentamiento árabe, comoya se ha descrito antes. Ya son muchas lascampañas arqueológicas dedicadas a desen-trañar todo este patrimonio cultural e histó-rico, y son notables los restos y las construc-ciones rescatadas. El propio director de lasexcavaciones propone la construcción de unparque arqueológico, donde se podrán visi-tar la antigua zona urbana o hisn y la forta-leza (Ruiz, 2003-2005) De ser así, el atracti-vo del Cerro aumentaría sobremanera, sien-do un importante foco de atención para visi-tantes y los propios ciudadanos.

En este trabajo se pretende ir un pocomás allá en la gestión del patrimonio y en larevaloración del entorno medioambiental.Tomando como ejemplo las experiencias deotros municipios, incluso de menor entidad

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y desarrollo económico que Yecla, se van aproponer algunas pautas para aprovechar elpatrimonio geológico del término munici-pal. Como referente se va a tomar el parquegeológico de Chera, una pequeña localidadvalenciana. En este caso se diseñó en unasuperficie no muy extensa una serie de itine-rarios señalizados, se demarcaron lugares deinterés geológico y se ubicó un centro deinterpretación. Su objetivo no es comercial,sino el de ofrecer un espacio turístico-cultu-ral que actúa como aula de naturaleza abier-ta y un reclamo para los visitantes. En sudesarrollo intervinieron organismos locales,regionales y educativos. Actualmente hacontribuido a aumentar el número de visi-tantes a la localidad (Santiesteban, 2004).En el caso del Cerro del Castillo, se puedenexplotar las panorámicas que ofrece su cimay explanadas para poder ofrecer a los visi-tantes información sobre las formacionesgeológicas, estructurales y estratigráficasque ofrecen las montañas circundantes,pudiendo estar leyendo sobre paneles infor-mativos las características geológicas quedeterminan el origen de la sierra que el visi-tante está contemplando en el horizonte. Porlo tanto, no es una propuesta ambiciosa,pues sólo necesita de la confección de pane-les bajo el asesoramiento de especialistas oprofesionales dedicados a la materia, tenien-do bien seguro que actúa como un alicienteque animará a la visita del Cerro.Así pues, aunando la arqueología, la geolo-gía, los valores ambientales de la zona y lacercanía a la localidad, se puede llegar acrear un interesante entorno rodeado deespacios forestales donde poder aprender ydisfrutar de parte del patrimonio cultural deYecla.

Fines didácticosAtendiendo a las posibilidades que ofre-

ce el paraje, el Cerro del Castillo puedeconstituir un recurso educativo para losdocentes de los centros de enseñanza loca-les. Atendiendo a los valores históricos, pai-sajísticos y naturales, se pueden realizar

numerosas salidas con los alumnos parareconocer plantas, interpretar el medio natu-ral, estudiar diferentes impactos ambienta-les, conocer parte de la historia o aprender ainterpretar el medio geográfico que rodea almunicipio. Aunque, en este caso, las capaci-dades de uso dependerán del interés del pro-fesorado en realizar tales actividades y delos medios de que dispongan.

7. El Cerro del Castillo y el proyecto“Yecla Valora”

Descripción del proyectoEn febrero de 2008, durante la sesión

plenaria del día 14, se solicitó la ayuda delFondo Europeo de Desarrollo Regional(FEDER) para la financiación del proyectode desarrollo local y urbano llamado “PlanIntegral de Recuperación y Puesta en Valorpara el Desarrollo de la Ladera Sur del Cerrodel Castillo de Yecla y Barrios PeriféricosDeprimidos (Yecla Valora)”.

Como se muestra en la tabla 2, este pro-pósito tiene tres grandes objetivos, paracuyo logro se dictan una serie de actuacio-nes particulares.

Todos los grupos políticos del consisto-rio municipal se mostraron a favor de dichoproyecto. Aun así, hay que remarcar que,pese a las buenas intenciones del proyecto,se pueden observar varias carencias y faltasen el mismo:• Se ha realizado con una carencia de par-ticipación ciudadana en la elaboración delmismo, lo que resulta un contrasentidocuando una de las principales metas delmismo es el fomento de la participación ciu-dadana y de los vecinos afectados.• Una redacción del proyecto rápida ypoco madura, mostrando poca empatía conla zona en sí.• La ubicación del edificio “Yecla Valora”no está clara.• Construcción de un aparcamiento a laspuertas del Santuario del Castillo.

El proyecto fue aceptado tal y como se

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aprobó en el pleno extraordinario del 3 deseptiembre de 2008. De nuevo, hay una seriede alegaciones al mismo de los diferentesgrupos políticos que remarcan lo precipitadoe inflexible de su elaboración y la falta departicipación de la oposición, los ciudada-nos y las organizaciones locales, que puedenaportar nuevas ideas que complementen eltexto y enriquezcan al proyecto. Dentro deeste pleno, se modificó el proyecto inicialpuntualmente, eliminando la actuación deconstruir un aparcamiento de turismos en laexplanada de la cima del castillo, donde nohay espacio para hacer semejante empresa.Aún así, en esta sesión no se llega a unacuerdo sobre la ubicación del edificio poli-valente. Falta la memoria explicativa de losnuevos ajustes del proyecto, por lo que toda-vía hay tiempo para poder solventar los erro-res derivados de una elaboración rápida ylimitada por los plazos impuestos por la con-vocatoria.

Con este proyecto, al que se le han asig-nado casi cinco millones de euros(4,887.127 euros), las autoridades y el pue-blo de Yecla tienen la gran oportunidad dehacer algo emblemático por la ciudad. Esuna gran empresa que a la larga va a benefi-ciar a la localidad y a los vecinos de losbarrios contemplados. No obstante, en mate-ria medioambiental, valores ecológicos y

patrimonio cultural y etnográfico, mereceuna serie de puntualizaciones en base a todolo anteriormente descrito sobre los aspectosmedioambientales del Cerro del Castillo.

Relación y análisis de las actuaciones pre-vistas en materia de medio ambiente

Los objetivos perseguidos por el proyec-to “Yecla Valora” contemplan una serie deactuaciones basadas en las características ynecesidades establecidas para la zona. Enbase a los valores medioambientales descri-tos anteriormente en el Cerro del Castillo, sevan a comentar como el proyecto y lasactuaciones ligadas pretender proceder.Paralelamente, se van a analizar dichasacciones, los posibles efectos y las posiblesmedidas de compensación, alternativas yobjeciones.

La tabla 3 recoge las actuaciones que tra-tarán de lograr los objetivos previstos en elproyecto. No todas las actuaciones parecenhaber sido planteadas de un modo razona-ble, y mucho menos teniendo en cuenta alcomponente medioambiental de las zonasafectadas. Por su parte, la tabla 4 refleja lascarencias, objeciones, puntos a favor y alter-nativas que pueden ayudar a lograr alcanzarlos grandes objetivos de “Yecla Valora” sinperder la calidad ambiental y de vida queofrece un entorno natural como es el Cerro

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Tabla 2: Objetivos y actuaciones destinadas a su cumplimiento enmarcadas dentro del proyecto “YeclaValora”.

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del Castillo.Por lo tanto, el proyecto “Yecla Valora”

es una importante actuación sobre parte delCerro del Castillo, ante la que hay que medi-tar muchas de las acciones que se planeanejecutar para cumplir los objetivos pactados.El medio natural que caracteriza al Cerro esuna de sus más interesantes e importantesaportaciones hacia el municipio de Yecla,cuyo deterioro restará calidad de vida a losciudadanos y valor al entorno.

SugerenciasTras realizar un breve análisis al

Proyecto “Yecla Valora” y a los matices quese pueden resultar dañinos para el entorno,se enumeran una serie de sugerencias yalternativas que pueden lograr los mismosobjetivos planteados en el proyecto, peroreduciendo el impacto sobre el medio natu-ral y el patrimonio arqueológico que definenal Cerro.

1. Potenciar el acceso a pie al Cerro delCastillo, Molineta y aledaños. Con esta

acción se incentivan las actividades relacio-nadas con el paseo, reduciendo el acceso devehículos a la zona. Por lo tanto, así seapuesta por las actividades respetuosas conel medio, la reducción del consumo de com-bustibles y un aumento en la calidad de vidade los ciudadanos, motivándoles a realizaruna actividad tan saludable como es cami-nar. Para ello, se propone la habilitación deuna explanada en los terrenos contiguos alcementerio, antes ocupados por una escom-brera y cultivos (figura 8-B), facilitandosombra usando arbolado autóctono y pavi-mentado libre de asfalto, reduciendo la inso-lación de los vehículos y mejorando lacubierta forestal de la zona.

2. Respetar la sucesión ecológica delbosque mediterráneo como clave para teneréxito en la reforestación. Es decir, no preten-der restaurar una zona arbolada comenzandocon los árboles. Así se logrará una buenaestabilidad del suelo frente a fuertes lluviasy una recuperación del bosque mediterráneopropio de la zona, que a la larga permiten un

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Tabla 3: Actuaciones contempladas dentro del proyecto que pueden afectar los valores medioambientales,ecológicos y culturales del Cerro del Castillo.

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asentamiento próspero de las especies arbó-reas. Por lo tanto, el proceso ha de ser aintervalos, cada dos-tres años realizar unanueva intervención, comenzando con mataspioneras que estructuren el suelo, seguir conespecies arbustivas y finalizar con los árbo-les. Para acelerar el proceso se han decomenzar a instalar especies arbóreas desdeel inicio, una proporción baja y aumentán-dola progresivamente.

3. Repoblar áreas ocupadas por antiguoscultivos (figura 8-A) como método paraexpandir la masa forestal que tapiza la zona,adecuándolas a las necesidades que seanprecisas antes de instalar la cubierta vegetal.

4. Respetar los pinos que conforman elpaseo de la calle Abad José Sola. En primerlugar, no dañar las raíces de los árboles conla mejora del asfaltado. En segundo lugar,evitar cubrir de pavimento hormigonadotoda la superficie desnuda, facilitando latranspiración del suelo, la oxigenación delas raíces y la absorción del agua de lluvia.Y en tercer lugar, reponer los pinos desapa-recido con otros de la misma especie y pro-curar no pavimentar las jardineras, en dondedeberían de crecer arbustos mediterráneospropios de la zona.

5. Usar en la reforestación plantas pre-sentes en la zona e inmediaciones en la refo-restación y en la confección de las nuevasáreas ajardinadas, atendiendo las condicio-nes ecológicas establecidas por el medio ylas necesidades de las plantas para poder

medrar. Preferentemente debe de usarseplanta procedente de semilla autóctona.

6. No pretender restaurar la cubiertaforestal ni zonas ajardinadas en terrenosrocosos, donde sí se instalan especies rupí-colas como algunas de las plantas aromáti-cas descritas en la zona y de uso tradicional.

7. Explotar el patrimonio arqueológico ygeológico del municipio como importantereclamo educativo y turístico. Optar por sen-deros señalizados, paneles explicativos delos yacimientos y en los miradores panelesque informen al paseante sobre el origengeológico de las formaciones visibles desdeel mismo, como forma de enriquecer al ciu-dadano, generar interés sobre la zona yexplotar los recursos ambientales y paisajís-ticos sin ejercer impacto en ellos.

8. Mantener especial cuidado con losyacimientos arqueológicos, respetando entodo momento la carta arqueológica elabo-rada por el director de las excavaciones.

8. Recapitulación finalComo se ha puesto de manifiesto, el

Cerro del Castillo alberga más tesoros de losque a primera vista parece. El principalvalor que tiene este enclave es la cercanía ala ciudad, pues permite el contacto con lanaturaleza sin urbanizar ni asfaltar a menosde quince minutos a pie desde cualquierpunto del casco urbano.

Son muchos los valores que acapara lazona, ya sean ambientales, arqueológicos o

Figura 8: Lugares propicios para realizar mejoras en el entorno. A indica una zona de antiguos cultivos pro-picia para reforestación. B indica los cultivos abandonados junto al cementerio, propicios para realizar unaexplanada para el estacionamiento de vehículos.

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culturales. En materia medioambiental, lacubierta forestal que alberga se presta parael desarrollo de una biodiversidad no muyalta, pero si propia del bosque mediterráneo,muy digna de apreciar, pues pocas son lasciudades que puedan decir que cuentan conflora y fauna silvestre junto a sus barriadas.Además, unos usos racionales y bien plani-ficados aumentarán dichos valores.

Todo esto, en parte es así debido al aban-dono que sufre la zona, pues eso ha sido loque la ha salvado de actuaciones urbanísti-cas, asfaltado de caminos, tala de árboles,etc. aunque esto también es causa de la deja-dez que sufren los barrios aledaños, por loque hay que tomar soluciones. Así pues, trastodo lo mostrado, será necesaria una recapa-citación y una revaloración del entorno,pues lo que el urbanismo y el acondiciona-miento puede mejorar, quizás sea lo queconlleve a la pérdida de la biodiversidad, delvalor paisajístico y en suma, de lo quemuchos yeclanos hemos conocido y disfru-tado desde nuestra infancia. Queda esperarque las nuevas actuaciones mejoren, peroconserven este patrimonio, una tarea nadasencilla, pero a la larga recompensada yadmirable.

9. AgradecimientosEste trabajo ha sido completado y mejo-

rado gracias a las sugerencias y aportacionesde Antonio García y a los datos facilitadospor Francisco José Carpena Chinchilla.

10. Bibliografía• Acta del pleno de 14 de febrero de 2008.Ayuntamiento de Yecla (Murcia)• Acta del pleno extraordinario de 3 de sep-tiembre de 2008. Ayuntamiento de Yecla(Murcia)• Alcalde, C.; García-Amorena, I.; Gómez, F.;Maldonado, J.; Morla, C.; Postigo, J. M.;Rubiales, J. M. y Sánchez, L. J. 2004. Nuevosdatos de carbones y maderas fósiles de Pinuspinaster Aiton en el Holoceno de la PenínsulaIbérica. Investigaciones Agrarias: Sistemas yRecursos Forestales. Fuera de serie: 152-163.• Alcaraz, F. y Rivera, D. 2006. Árboles, lia-nas, arbustos y matas. Enciclopedia Divulgativa

de la Historia Natural de Jumilla-Yecla. Vol. 7.Jumilla. España. 191 p.• Alcaraz, F. y Rivera, D. 2007. Plantas herbá-ceas. Enciclopedia Divulgativa de la HistoriaNatural de Jumilla-Yecla. Vol. 7. Jumilla. España.247 p.• Carpena Chinchilla, F. J. Inédito. Notas parala historia del Cerro del Castillo de Yecla. SiglosXVIII-XX.• Castroviejo, S. et al. 1998. Flora Ibérica:plantas vasculares de la Península Ibérica e IslasBaleares. Real Jardín Botánico, C.S.I.C. Madrid,España.• Decreto nº 50/2003, de 30 de mayo, por elque se crea el Catálogo Regional de FloraSilvestre Protegida de la Región de Murcia y sedictan las normas para el aprovechamiento dediversas especies forestales.• Hernández, V. y Ballesteros, G. A. 1996.Lista Roja de Vertebrados de la Región deMurcia. A.N.S.E. Murcia, España. 68 p.• Marco, S. 2007. Catálogo de plantas vascula-res y estudio fitogeográfico del noroeste de lacomarca del Altiplano Jumilla-Yecla. Athene. 17:35-46.• Rivas Martínez, S. y Rivas y Saéz, S. 2006.Centro de Investigaciones Fitosociológicas(CIF). URL: http://www.globalbioclimatics.org.[F. consulta: octubre de 2008] F. actualización:octubre de 2008.• Ruiz, L. 1988. I Campaña de excavacionesarqueológicas en el Cerro del Castillo del Yecla(Murcia) Memorias de Arqueología, 5: 605-614.• Ruiz, L. 1993. El hisn rural de Yecla.Aportaciones a la arqueología musulmana de laRegión de Murcia en áreas del interior.Miscelánea Medieval Murciana. 16: 236-271.• Ruiz, L. 1995. Yakka. Un asentamiento anda-lusí de la Cora de Murcia (Siglos XI al XIV).Yakka. Revista de Estudios Yeclanos, 6: 19-26.• Ruiz, L. 2000. Hins Yakka. Un castillo ruralde Sarq Al-Andalus. Siglos XI al XIII.Excavaciones arqueológicas en el Cerro delCastillo de Yecla (1990-1999) Yakka. Revista deEstudios Yeclanos, 10: monográfico.• Ruiz, L. 2003-2005. El Cerro del Castillo deYecla (Murcia): un yacimiento islámico en laCora de Murcia. Excavaciones arqueológicas ypuesta en valor del yacimiento. Memorias delPatrimonio, 7: 189-200.• Sánchez, P. y Guerra, J. (eds.) 2003. NuevaFlora de Murcia: Plantas Vasculares. DM.Murcia. España. 499 p.• Santiesteban, C. 2004. El Parque Geológicode Chera (Valencia) como modelo de proteccióndel patrimonio geológico para la promoción del

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desarrollo rural y turístico (en: El PatrimonioGeológico: Cultura, Turismo y Medio Ambiente.Guillén, F. y del Ramo, A. eds.) Dpto. deGeología. Universidad de Murcia. 51-55 p.• Secretaría General, Servicio de Cartografía,Cartoteca. 2008. Consejería de Obras Públicas yOrdenación del Territorio. URL: http:// www.car-tomur.com [F. consulta: septiembre de 2008] F.actualización: 2008.• Vilas, L.; Martín Chivelet, J.; Arias, C.;Chacón, B.; Rodríguez Estrella, T.; García delCura, M.A. y Rodríguez García, M.A. 2005.Geología. Enciclopedia Divulgativa de laHistoria Natural de Jumilla-Yecla. Vol. 6.Jumilla. España. 249 p.

AnexoEsbozo del catálogo de plantas vasculares delCerro del CastilloPteridófitas (Helechos)Aspleniáceas- Ceterach officinarum Willd.Pteridáceas.- Cheilantes acrostica (Balbis) Tod.

GimnospermasCupresáceas- Juniperus phoenicea L. subsp. phoenicea[Sabina].Efedráceas- Ephedra fragilis Desf. [Retama].Pináceas- Pinus halepensis Mill. [Pino carrasco].

Angiospermas dicotiledóneasAnacardiáceas- Pistacia lentiscus L. [Lentisco].Apiáceas- Bupleurum fruticescens L.- Erygium campestre L. [Cardo corredor].- Foeniculum vulgare Mill subsp. piperitum[Hinojo].Asteráceas- Artemisia campestris L. subsp. glutinosa (J.Gay ex Besser) Batt [Boja].- Atractylis humilis L.- Chiliadenus saxatilis (Lam.) S. Brullo [Té deMonte, árnica].- Helichrysum stoechas (L.) Moench subsp. stoe-chas.- Leuzea conifera (L.) DC. [Alcacilicos].- Onopordum micropterum Pau. [Cardo].

- Phagnalon rupestre (L.) DC.Boragináceas- Lithodora fruticosa (L.) Griseb.Cactáceas- Opuntia maxima Mill. [Chumbera, palera].Cariofiláceas- Dianthus broteri Boiss. & Reut. subsp. valenti-nus (Willk.) Rivas Mart. & al. [Clavellina].- Herniaria fruticosa L. [Quebrantapiedras].- Paronychia suffruticosa (L.) DC.- Rhodalsine geniculata (Poir.) F.N. Williams.- Silene vulgaris (Moench) Garcke subsp. vulga-ris [Colleja].Cistáceas- Helianthemum syriacum (Jacq.) Dum.-Cour.[Té moro].- Helianthemum violaceum (Cav.) Pers.Convolvuláceas- Convolvulus lineatus L.Crasuláceas- Sedum album L. subsp. micranthum (DC.)Syme in Sowerby [Uvica de milano].- Sedum acre L.- Sedum sediforme (Jacq.) Pau subsp. sediforme[Uña de gato].Crucífeas- Eruca sativa Mill. [Oruga].- Diplotaxis erucoides (L.) DC. [Rabaniza].- Lobularia maritima (L.) Desv. subsp. maritima.- Matthiola fruticulosa (L.) Druce.Cuscutáceas- Cuscuta epithymum (L.) L.Escrofulariáceas- Antirrhinum barrelieri Boreau subsp. barrelie-ri.- Chaenorhinum origanifolium (L.) Fourr. subsp.crassifolium (Cav.) Rivas Goday & Borja.- Cymbalaria muralis P. Gaertn, B. Meyer &Scherb.Euforbiáceas- Euphorbia serrata L.- Mercurialis tomentosa L.Fagáceas- Quercus rotundifolia Lam. [Carrasca, encina].Fabáceas- Anthyllis vulneraria L.- Coronilla juncea L.- Medicago sativa L. [Alfalfa, alfalfe].- Ononis natrix L. subsp. natrix.Gentianáceas- Centaurium quadrifolium (L.) G. López &

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Jarvis subsp. barrelieri (Dufour) G. López [Hielde la tierra].Gutíferas- Hypericum ericoides L. [Rompepiedras].- Hypericum perforatum L. subsp. angustifolium(DC.) A. Fröhl [Hipérico, hierba de San Juan].Lamiáceas- Ajuga iva (L.) Schreb.- Lavandula latifolia Medik. [Lavanda, espliego].- Marrubium vulgare L. [Manrubio].- Micromeria fruticosa (L.) Druce [Bleo, poleode monte].- Phlomis lichnitis L. [Oreja de liebre].- Rosmarinus officinalis L. [Romero].- Salvia verbenaca L. subsp. verbenaca.- Satureja intrincata Lange subsp. gracilis RivasMart. Ex G. López [Ajedrea].- Sideritis leucantha Cav. subsp. bourgeana(Boiss. & Reut.) Alcaraz & al. [Rabogato].- Teucrium capitatum L. subsp. gracillimum(Rouy) Valdés Verm. [Tomillo macho].- Teucrium gnaphaloides L’Her.- Teucrium murcicum Sennen.- Teucrium pseudochamaepitys L.- Teucrium thymifolium Scherb.- Thymus funkii Coss. [Cantueso].- Thymus vulgaris L. [Tomillo].Lináceas- Linum suffruticosum L.Moráceas- Ficus carica L. [Higuera].Oleáceas- Olea europaea L. var. sylvestris (Mill.) Lehr.[Olivera borde].Plantagináceas- Plantago albicans L.Poligaláceas- Polygala rupestres Pourr.Primuláceas- Coris monspeliensis L. subsp. syrtica (Murb.)Masclans.Quenopodiáceas- Beta maritima L. [Acelga borde].- Salsola vermiculata L.Ramnáceas- Rhamnus alaternus L.- Rhamnus lycioides L. subsp. borgiae RivasMart. [Espino].- Rhamnus lycioides L. subsp. lycioides [Espino].Resedáceas- Reseda phyteuma L.

Rosáceas- Sanguisorba verrucosa (Link ex G. Don) Ces.Rubiáceas- Rubia peregrina L. subsp. peregrina [Rubia].Rutáceas- Ruta angustifolia Pers. [Ruda].Simaroubáceas- Ailanthus altisima (Mill.) Swingle.Solanáceas- Lycium europaeum L. [Cambrón].- Nicotiana glauca R. C. Graham [Gandul].Timeláceas- Thymelaea hirsuta (L.) Endl.- Thymelaea tantonraira (L.) All. [Quebraollas].Ulmáceas- Celtis australis L. [Almez].Urticáceas- Urtica urens L. [Ortiga].- Parietaria judaica L.Zigofiláceas.- Peganum harmala L.- Zygophyllum fabago L.

Angiospermas monocotiledóneasAgaváceas- Agave americana L. [Pitera].Ciperáceas- Carex halleriana Asso.Liliáceas- Allium ampeloprasum L. [Ajoporro].- Allium sphaerocephalum L.- Asparagus horridus L. f. [Esparraguera.- Asphodelus fistulosus L.- Dipcadi serotinum (L.) Medik.Orquidiáceas- Ophrys fusca Link subsp. fusca.Poáceas- Avenula bromoides (Gouan) H. Scholz.- Brachypodium retusum (Pers.) P. Beauv.- Helictotrichon filifolium (Lag.) Henrard.- Hyparrhenia sinaica (Delile) Llauradó ex G.- Koeleria vallesiana (Honckeny) Gaudin.- Melica ciliata L. subsp. ciliata.- Melica minuta L. subsp. minuta.- Lolium rigidum Gaudin.- Lygeum spartum L. [Albardín].- Stipa capensis Thunb.- Stipa lagascae Roem. & Schult.- Stipa parviflora Desf.- Stipa tennacissima L. [Esparto, atocha, viejos].López [Cerrillo].

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Un fragmento de pared de un pequeñocuenco de cerámica romana va a ser el puntode partida de esta nueva entrega de“Arqueología y Fauna”. Se trata de un frag-mento de Terra Sigillata Sudgálica, decora-do en relieve y cuyo motivo es una liebre enactitud de carrera. El hallazgo de esta piezase produjo de manera fortuita en una de lasmúltiples prospecciones superficiales efec-

tuadas sobre el yacimiento. Creo que es unabuena excusa, por lo curioso que resulta eltema decorativo, para poder comentar algu-nas consideraciones con respecto a este ani-mal y su relación con el hombre desde tiem-pos remotos.

Aclaremos, primero, que es eso de laTerra Sigillata, y por añadido el tipoSudgálico. Terra Sigillata, en principio, sería

ARQUEOLOGÍA Y FAUNA(IV):LA LIEBRE DE LOS TORREJONES

Liborio Ruiz MolinaArqueólogo y Académico

La liebre de los Torrejones. (Foto: L. Ruiz).

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una antigua expresión latina que vendría asignificar “tierra o cerámica sellada”, así lla-mada porque en buen número de ejemplaresaparece impreso la marca o sello del alfare-ro o taller que la fabricó (“sigillum=sello”).En líneas generales se trata de una cerámicade barniz o engobe rojo brillante y que ensus orígenes imitaba tipos de objetos de usodoméstico, recipientes y contenedores denaturaleza metálica y por tanto más caros.Su producción abarcaría entre los siglos I alIII de nuestra era, prolongándose hasta elsiglo IV para el caso de las producciones desigillatas norteafricanas. Cabría hacer ahoraun breve comentario para situarnos en laszonas de producción de este tipo de cerámi-cas, siendo estas cuatro fundamentalmente:

1. Itálica.Producción centrada en el área de

Arezzo, de ahí la denominación de aretina.Comienzan a producirse a mediados del Ia.C, finalizando sus producciones entre elaño 60 y 70 de nuestra era. Son muy carac-terísticos los barnices de gama ocre o tierrasiena brillante.

2. Gálicas.Correspondería a producciones de talle-

res localizados fundamentalmente en el surde la Galia, siendo cerámicas de barnicesrojos oscuros y brillantes, manteniéndose enlos mercados provinciales, en clara compe-tencia con las producciones itálicas, entrelos años 20 al 40 d.C.

3. Hispánicas.Correspondería a producciones de talle-

res localizados en Hispania, destacandoentre estos los talleres del Ebro por la enor-me cantidad y calidad producida entre elaño 50 d.C, momento que se considera elinicial, y el tránsito de los siglos III al IVd.C. El barniz de estas cerámicas es de colorrojo menos intenso y brillante.

4. Africanas.Conocidas también como “Claras”,

correspondería a producciones de tallereslocalizados en el norte de África. Se tarta decerámicas más tardías que las anteriores conbarnices de color naranja y que se extende-rían hasta el siglo IV.

Tenemos, por tanto, una primera consi-deración en torno a nuestra liebre y es su ori-gen, en este caso galo. Su edad, ejemplaradulto que debía corretear por las campiñasfrancesas en el primer tercio del siglo I denuestra era. Claro que poco o nada, estima-mos, debía diferenciar a los ejemplares deliebres galas de las íberas hispanas. Esas quedebían ser cazadas, como complemento a ladieta humana, entre los viñedos, campos deolivos y sembraduras de agro hispano, orga-nizado en torno a grandes explotacionesagrícolas las denominadas villae de corterural, como es el caso del yacimientoarqueológico de Los Torrejones de Yecla.

La liebre es una logomorfo de tamañomediano y orejas largas y patas delanterasmás pequeñas que las traseras, como conse-cuencia de su adaptabilidad a la carrera. Lailustración que incluimos en este texto nodeja dudas al respecto. Podemos diferenciarvarias especies: la común europea o norteña(Lepus europaeus), la que nos atañe; la demontaña (Lepus timidus), la ártica (Lepusarticus) y la ibérica (Lepus granatensis).

Sabemos que antes de la época que nosocupa y desde la prehistoria la liebre estuvopresente en la dieta humana. Tras el calenta-miento de la tierra producido hace unos9.000/10.000 años el cazador paleolítico hade adaptarse a la caza de animales de menorformato y de los antiguos renos, bisontes,caballos o mamuts, pasa ahora a cazar yconsumir ciervos, jabalíes, pájaros, liebres eincluso caracoles.

De la antigua Asiria he podido obteneruna curiosa información en torno al consu-mo del conejo (liebre), debiendo ser unmanjar apreciado por las clases dirigentes,en cuanto que en el banquete del príncipeEsarhaddon celebrado el año 672 a.C con

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motivo de su nombramiento como herederodel rey Assurbanipal en el banquete figura-ba: la carne de buey, cordero, aves, conejosy gerbos.

En la Grecia antigua, por ejemplo, ysiguiendo el libro el Régimen escrito por elmédico Hipócrates, natural de Kos y quevivió a fines del siglo V a.C, entre las carnesapreciadas y saludables que recomendabaincluía la liebre junto al jabalí, ciervo, tor-caz, perdiz, pichón, tórtola, oca, pato... Enun fragmento de la obra del griegoAristófanes titulada La Paz, por boca de unode sus personajes, Trigeo, se nos muestra eltipo de consumo cárnico corriente en elámbito rural griego de ese tiempo. Nos dice:“Yo no amo las batallas, solo beber con losamigos, prendiendo leños secos de raícescogidas en verano [...} Hoy no se puedenpodar las viñas, no, ni cavarlas, porque elcampo está empapado. Que alguien me trai-ga de casa el tordo y los dos pinzones; tam-bién había algo de cuajada y cuatro tajadasde liebre...”.

Marco Terencio Varrón (116-27 a.C)polígrafo, militar y funcionario romano ensu obra titulada Rerum rusticarum, divididaen tres libros dedicados a las artes del agri-cultor, las manadas y la economía rural,diferencia tres especies de liebres la hispáni-ca, la alpina y la itálica. Las liebres hispáni-cas e itálicas responden a un tamaño media-do, resultando ser más robusta la alpina. Elmismo Varrón habla de la variedad hispáni-ca refiriéndose al conejo, animal que porotra parte, el también escritor latino y natu-ralista Plinio el Viejo en su Historia natural,consideraba como perteneciente al génerode las liebres recibiendo en Hispania elnombre de cuniculi (conejos) y cuyo origenparece ser que es norteafricano. De la ferti-lidad de las liebres o conejos hispanos hablaVarrón, también el geógrafo Estrabón y elhistoriador Polibio al narrar las guerras de laCeltiberia.

La liebre fue o debió ser muy apreciadaen la cocina romana en época alto imperial.Hasta trece recetas presenta el gastrónomo

Marco Gavio Apicius en su libro tituladoDe re coquinaria escrita en el siglo I denuestra era, en tiempos del emperadorTiberio. En concreto se recogen en el capítu-lo octavo de la obra, titulado “TetrapusQuadripeia”, dedicado a los cuadrúpedos yen concreto en su apartado octavo nominado“Leporem” (liebres).

La liebre de Los Torrejones, de siluetaestilizada, con sus largas patas y orejas, tal ycomo la vemos en esta representación mile-naria, pudo tener muy bien sobre le objetodonde se representa y su propietario un sen-tido simbólico, un deseo de fecundidad, defertilidad, pues eso es lo que representanestos animales, la liebre y el conejo, asocia-dos a su propia capacidad reproductiva. Nosolo de cocina vive el hombre.

Páginas WebEn la biblioteca augustana se dispone de unaversión on – line en latín. Véase la siguientedirección:h t t p : / / w w w. h s - a u g s b u rg . d e / ~ h a r s c h /Chronologia/Lspost04/Apicius/api_re00.html

Bibliografía consultada.• Monstesinos i Martínez, Josep. TerraSigillata. Madrid, Real Academia de laHistoria, 2004.• Plinio Segundo, Cayo. HistoriaNatural. Madrid, Editorial Gredos, 1995-2003.• Roca Roumens, Mercedes yFernández garcía, María Isabel.Introducción al estudio de la cerámicaromana: una breve guía de referencia.Málaga: Universidad, 2005.• Ruiz Molina, Liborio. “Hábitat y pobla-miento rural romano en Yecla (Murcia)”Actas Jornadas de Poblamiento Romano enel Sureste de Hispania. Jumilla, 1993.Murcia, 1995.• Santos, Juan y Torregaray Pegola,Elena. Polibio y la Península Ibérica.Bilbao: Universidad, 2005.• Varrón, Marco Terencio. La lenguaLatina. Madrid, Editorial Gredos, 1998.

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Principios básicos sobre desarrollo soste-nible.

El término “desarrollo sostenible” sepresta a excesivas ambigüedades en su inter-pretación, pero antes de desglosar lo quedebería ser en un sentido más amplio el sig-nificado de dicha expresión, comenzaréhablando de la definición más básica de esteconcepto, la que se formuló por primera vezen el conocido Informe Brundtland“Nuestro futuro común” (1987), como con-secuencia de los trabajos de la ComisiónMundial de Medio Ambiente y Desarrollode Naciones Unidas, creada en 1983. El con-cepto, definido en el Principio nº 3 de laDeclaracíon de la Cumbre de Río de Janeirode 1992, dice así: “satisfacer las necesida-des de las generaciones presentes sin com-prometer las posibilidades de las del futuropara atender sus propias necesidades”.

Posteriormente la Cumbre Mundialsobre el Desarrollo Sostenible, celebrada enJohannesburgo en Sudáfrica en 2002, rea-firma su compromiso en pro del desarrollosostenible, evalúa los obstáculos para laconsecución de los fines de la Cumbre deRío y establece el Plan de Aplicación de lasDecisiones de Johannesburgo, donde seestablecen objetivos y medidas más precisasy concretas.

A mi juicio, la expresión “desarrollo sos-tenible” debe abarcar tres aspectos funda-mentales: Economía, desarrollo social ymedio ambiente, en definitiva, la reconcilia-ción y convergencia de estos tres aspectosen proyectos viables a escala global y localrespetando los límites de la naturaleza. Esdecir, crecimiento económico en beneficiodel progreso social y desde el respeto almedio ambiente, políticas sociales que pro-pugnen una distribución equitativa de lariqueza (Norte - Sur) y una política ambien-

tal que fomente el uso racional de los recur-sos y la conservación de la biodiversidad ylos ecosistemas de los que se sustenta lavida.

Quizás el término desarrollo sostenibleya esté prostituido, el desarrollo (entendidocomo crecimiento económico material) y lasostenibilidad son términos contrapuestosen un mundo finito como el planeta Tierra.Las ideologías neoliberales hacen énfasis enque el crecimiento económico, tal y como loconocemos, puede ser compatible con lapreservación del medio ambiente, pero larealidad demuestra una y otra vez que el cre-cimiento material de la economía y la acu-mulación constante de bienes de consumo esecológicamente insostenible, fundamental-mente porque estamos por encima de lacapacidad de regeneración natural del plane-ta, tal y como lo demuestran las diferentesestimaciones de la huella ecológica, indica-dor ambiental del impacto que ejerce unpaís, región o ciudad sobre su entorno sobrela base del consumo de los recursos natura-les necesarios y la generación de residuospara el mantenimiento del modelo de pro-ducción y consumo. A modo de ejemplo,para sostener a la población mundial con losmismos niveles de consumo energético queel consumo medio de un estadounidense, senecesitarían 5,38 planetas iguales al nuestro,lo cual a todas luces es insostenible.(Fuente: “Informe Planeta Vivo 2006”WWF-World Wildlife Fund).

La humanidad, bajo mi punto de vista, seenfrenta a dos grandes problemas a escalaplanetaria: la crisis ecológica (pérdida debiodiversidad y ecosistemas, cambio climá-tico, contaminación, sobreexplotación derecursos naturales, etc., en definitiva, pérdi-da de capital natural) y la desigualdad cre-ciente entre países ricos y pobres que ha

DESARROLLO SOSTENIBLE,TERRITORIO Y BIODIVERSIDAD

Carmelo Lara Soler

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aumentado en los últimos años tal y comopone de manifiesto el informe de la ONU“La situación social mundial de 2005”.Según el informe el 20% de la poblaciónmundial tiene un nivel de renta 72 vecessuperior que el 20% más pobre (Fuente:Programa de la ONU para el Desarrollo-PNUD).

Se observa una tendencia dominante: labrecha entre ricos y pobres sigue creciendo.Desde los años sesenta, en Estados Unidos,el 20% más rico de la población se ha enri-quecido un 50% más que el resto de la socie-dad. En el año 2007 las dos personas másricas del mundo poseían una fortuna supe-rior al PIB combinado de los 45 países máspobres (Fuentes: Banco Mundial 2007“Indicadores del desarrollo humano”,“2008 El Estado del Planeta” NationalGeographic”).

Ciertamente son ya muchos los que aler-tan sobre la necesidad de un cambio de para-digma, un modelo de desarrollo económico(no material) sostenible, solidario y justo(garantizando la paz social), orientando losmodelos de producción y consumo hacia lasustentabilidad y una forma de vida mássencilla, en consonancia con nuestras posi-bilidades y los límites que nos imponen losecosistemas. El mantenimiento del creci-miento económico material de la economía,tal y como hoy lo conocemos, es una huidahacia delante sin sentido que no afronta sinoagrava la crisis social y ecológica que pade-cemos a escala planetaria. Se hace necesarioreducir drásticamente nuestros niveles deconsumo, al menos en los países ricos, pen-sando en otro tipo de organización de lassociedades humanas.

Ecosistemas y Desarrollo Sostenible.En una Comunicación de la Comisión

Europea de 5 de febrero de 1998, sobre unaestrategia de la Comunidad Europea enmateria de biodiversidad, se establece elmarco general para la elaboración de políti-cas encaminadas a la consecución de lasobligaciones del Convenio de Río de Janeiro

sobre la diversidad biológica (Conveniosobre la Diversidad Biológica 1992-CDB),donde se menciona de forma explícita, en suartículo 6, la obligación de elaborar estrate-gias, planes, o programas nacionales para laconservación y la utilización sostenible de ladiversidad biológica. La Comisión Europeaafirma que la pérdida de biodiversidad bio-lógica (especies, ecosistemas y patrimoniogenético), que afecta a todo el planeta en lasúltimas décadas, es debida esencialmente alimpacto de las actividades humanas: malasprácticas agrícolas, desarrollo de infraes-tructuras, desarrollo urbanístico, turismo demasas, contaminación del aire y el agua, et.Uno de los objetivos que persigue esta estra-tegia es la conservación y uso sostenible dela diversidad biológica (conservación de lasespecies y ecosistemas) y también la recons-titución de los ecosistemas y de las especiesasociadas, así como la protección de lasespecies cultivadas o domesticadas quehayan adquirido características genéticasparticulares. Uno de los instrumentos dise-ñados para tal fin fue la creación de la red“Natura 2000” y las directivas correspon-diente para proteger las especies vulnerablesy los ecosistemas. En cuanto a políticaregional y de ordenación del territorio, dicela comunicación que se promoverán medi-das de ordenación que sean idóneas paraproteger la diversidad biológica (especial-mente en los pasillos entre zonas protegidasy en las zonas rurales y zonas sensibles noprotegidas).

En España es necesario que laAdministración desarrolle la EstrategiaEspañola para la Conservación y el UsoSostenible de la Biodiversidad Biológica, taly como obliga el Convenio sobre laDiversidad Biológica de Río 1992. Uno delos objetivos principales del Convenio sobrela Biodiversidad Biológica es detener la pér-dida de diversidad para el 2010, objetivoque se me antoja poco menos que imposibleante la dejadez y pasividad de las distintasadministraciones públicas, el propio informede la Agencia Europea de Medio Ambiente

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“The pan-European environment glimpsesinto an uncertain futuro-2007” señala quepara cumplir los objetivos de detener la pér-dida de biodiversidad en la UE para el 2010se requerirán esfuerzos adicionales impor-tantes.

Más de un tercio de suelo español tieneun riesgo muy alto de desertificación, prin-cipalmente el sureste de la península y espe-cialmente en la Comunidad Murciana, ladesertificación y la pérdida de biodiversidadse intensificarán por el efecto del cambioclimático, ocasionando un fuerte impactosobre los diferentes tipos de hábitats foresta-les, agricultura, costas y turismo. Los indi-cadores (IAD-Índice Agregado deDiversidad) utilizados para el análisis de lasituación de la biodiversidad en España, ela-borados por la OSE, muestran una situaciónmás que preocupante del deterioro de nues-tros ecosistemas. Entre 1990 y 2006 elnúmero de especies amenazadas ha aumen-tado un 34% y el índice de aves asociadas amedios agrícolas muestra una tendencialigeramente regresiva. Las zonas forestaleshan disminuido un 6,75% entre 1987 y2000, lo que representa un pérdida del 3%de la superficie total en España, por su parte,la superficie agrícola ha disminuido un 4%en el mismo periodo, trasformándose princi-palmente en superficie artificial (áreas urba-

nas+infraestructuras). (Fuente: informe“Sostenibilidad en España 2007”, OSE-Observatorio de la Sostenibilidad enEspaña).

Detener la pérdida de biodiversidad es elgran reto de la conservación en España,

pero, ¿Por qué debemos con-servar?, debemos conservarlos ecosistemas porque son elsoporte de la vida, es una cues-tión vital y de supervivencia ydebemos conservar las espe-cies porque es nuestro patri-monio natural, una cuestión deética ya que nosotros somostambién naturaleza. ¿Quédebemos conservar?Esencialmente los ecosiste-mas, es una cuestión práctica,conservando los ecosistemasconservamos las especies aso-ciadas a los mismos.Necesariamente hay que con-

servar lo más valioso y lo que esté menosalterado por el hombre, pero también reesta-blecer los entornos naturales deteriorados yconservar todos los ecosistemas posiblesaunque no sean espacios naturales protegi-dos. ¿Cómo debemos conservar? Aplicandoestrategias a escala local y global en materiade conservación de la biodiversidad, con-templando el territorio como un todo y rea-lizando una gestión integral del mismo.

Uno de los aspectos esenciales paragarantizar la conservación de la biodiversi-dad es la autolimitación del abuso de espa-cio ambiental por parte de las economíasindustriales. La huella ecológica de la UniónEuropea fue calculada por WWF/ADENAen 2005 y se situó en 4,9 hectáreas, muy porencima de la media mundial sostenible cal-culada en 1,8 hectáreas/persona, estimaciónnecesaria para mantener la capacidad decarga de la Tierra. La huella ecológica deEspaña es de 4,8 hectáreas per cápita, portanto, más de la mitad de la superficie quenecesitamos para producir los recursos queconsumimos y absorber o reciclar nuestros

Sierra de Salinas, Espacio Natural Protegido y lugar de ImportanciaComunitaria. (Foto: A. García).

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residuos queda fuera de nuestro territoriofísico nacional. (Fuente: “El informeEurope 2005” The Ecological Footprint).

Jorge Riechmann, en su libro“Biomímesis. Ensayos sobre imitación de lanaturaleza. Ecosocialismo y autoconten-ción” realiza una propuesta interesante alrespecto, como uno de los objetivos cuanti-tativos de autolimitación para reducir elespacio ambiental que ocupan los sistemassocioeconómios humanos propone una auto-limitación en el uso del territorio del 50 porciento, el otro 50 por ciento del espacioambiental se reserva para los seres vivos nohumanos. Si bien es una propuesta de auto-limitación muy ambiciosa, no es menos cier-to que garantizaría de manera efectiva laconservación de la biodiversidad y de losecosistemas y especies asociadas a lamisma.

La Red Natura 2000 es una Red deZonas Especiales de Conservación (ZECs),uno de los instrumentos fundamentales, aun-que claramente insuficiente, para conservarla biodiversidad a nivel europeo, dando res-puesta a los compromisos asumidos en elmarco del Convenio de Biodiversidad de1992, basándose en dos directivas funda-mentales: la Directiva de Aves (1979) y laDirectiva de Hábitat (1992). Según datos dela Comisión europea de junio de 2006España aporta: 1380 Lugares de InterésComunitarios (LIC), posteriormente losLICs pasarán a ser Zonas Especiales deConservación (ZEC) para que los estadosmiembros fijen las medidas de conservaciónadecuadas, aproximadamente 119.104 km2

en total y 512 Zonas de Especial Proteccíonpara las Aves (ZEPA) unos 92.337 km2.

La Red Natura 2000 cubre en la actuali-dad cerca del 20% del territorio de la UniónEuropea. El total de superficie protegida realen España, eliminando los solapamientos,entre Red Natura 2000 y Espacios NaturalesProtegidos es de 13.858.906 hectáreas, delas que 13.141.079 son terrestres, es decir el25,95% de la superficie terrestre de Españatiene alguna figura de protección. La super-

ficie protegida para la Región de Murcia esde 274,454 ha. sobre un total de 1.131.517ha., un 24,3% del total de la superficieterrestre de la Comunidad Autónoma.(Fuentes: “Mitos sobre la Red Natura2000” WWF marzo de 2008, “VIINaturaleza y biodiversidad” Ministerio deAgricultura y Pesca, datos de 2004,“Murcia natural en cifras-nº 1 octubre2003, Dirección General del MedioNatural-CARM).

La Red Natura 2000 es la iniciativa másimportante para crear una red de espaciosnaturales basada en criterios científicos yuna oportunidad para afrontar una gestiónintegral y sostenible del territorio. Bajo mipunto de vista la propuesta es insuficiente encuanto a la superficie a proteger, sólo el 20%del territorio de la Unión Europea formaparte de la red, deberíamos acercarnos a lacifra del 50% de la superficie total, para talfin es necesario ampliar el número de espa-cios naturales, añadir zonas de protecciónque actúen como pasillos o corredores eco-lógicos entre espacios naturales e incorporaráreas periféricas de protección de los pro-pios espacios naturales, que ejerzan comozonas de amortiguamiento ante posiblesimpactos. El desarrollo de la Red Natura2000 no está exento de problemas: no estácumpliendo con los plazos previstos, laspropuestas de Lugares de InterésComunitario coinciden en un porcentaje ele-vadísimo con las redes de espacios protegi-dos preexistentes y en muchos casos se hanatendido más los criterios políticos que lostécnicos, en muchos casos existen deficien-cias o lagunas importantes en la representa-ción de especies y hábitats, la aplicaciónlegal y el status de las futuras zonas a prote-ger está generando numerosas incógnitas, nollegan fondos comunitarios, etc.

Si a esto sumamos el desinterés, abando-no e incumplimiento de la administracióncentral en el desarrollo de la EstrategiaNacional para la Conservación y el UsoSostenible de la Biodiversidad Biológica,llegamos a la conclusión que el cumplimien-

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to, por parte del estado español, de los obje-tivos del Convenio sobre la DiversidadBiológica de 1992 (CDB), primer acuerdomundial sobre la conservación y el uso sos-tenible de la biodiversidad, ratificado porEspaña, es una quimera.

Gestión integral y sostenible del territorioy la biodiversidad en el término munici-pal de Yecla.

España cuenta con una gran diversidadde fauna y flora, pero su estado de conserva-ción no es óptimo, los ecosistemas han sufri-do una fuerte degradación como consecuen-cia de la fragmentación del territorio, defo-restación, alteración de los ciclos hidrológi-cos, desertización, erosión, contaminaciónatmosférica, especulación urbanística (lito-ral destrozado), etc. España cuenta con 635especies de vertebrados y 8.000 de plantasvasculares, de los cuales alrededor de 1500son endemismos. (Fuente: “La crisis de labiodiversidad”, 13-01-2003 JoséSantamarta).

Según datos del Ministerio de MedioAmbiente de 2008 (Catálogo Nacional deEspecies Amenazadas) en el territorio nacio-nal hay un total de 166 especies en peligrode extinción, 21 sensibles a la alteración desu hábitat, 61 vulnerables, y 363 de interésespecial, sumando vertebrados, invertebra-dos y flora, un total de 611 especies y 602taxones.

En el término municipal, según datos deMapa Ecológico de Yecla (elaboradomediante un protocolo de colaboración entrela Concejalía de Ecología y MedioAmbiente y ANIDA) existen un total de 55especies de flora amenazadas en sus diver-sas categorías (en peligro de extinción, vul-nerables y de interés especial), incluidas enel anexo I del Catálogo Regional de FloraSilvestre Protegida de la Región de Murciay otras 40 consideras de interés.

En la comarca Jumilla-Yecla la cifra devertebrados se sitúa en alrededor de 251especies: 127 especies de aves, 38 de mamí-feros, 17 de reptiles, y 9 de anfibios. En

Yecla, el total de especies de vertebradosamenazados se sitúa en la cifra de 24 y otras39 consideradas de interés. (Fuente: MapaEcológico de Yecla, Servicio Municipal deMedio Ambiente).

La suma de hectáreas de espacios prote-gidos (LICs, ZEPA y ENP) en Yecla nos dauna cifra de 9.340,95 ha, es decir el 15,34%del término municipal, muy por debajo de lamedia europea situada sólo para la RedNatura 2000 (sin incluir ENP) en torno al20%, de la media nacional 25,95 % y de laregional en torno al 24,3 % y muy lejos de lapropuesta de Jorge Riechmann, mencionadaen un capítulo anterior, de proteger un 50%del territorio para conservar los ecosistemas.

Análisis y propuestas sobre el medio físi-co.Creación de una amplia red de espacios pro-tegidos.

El artículo 17 de la Ley de PatrimonioNatural y Biodiversidad, como objetivo deuna futuro Plan Estratégico Estatal delPatrimonio Natural y la Biodiversidad, dicetextualmente: “contribuir al establecimien-to y la consolidación de redes ecológicascompuestas por espacios de alto valor natu-ral, que permitan el movimiento y la disper-sión de las poblaciones de especies de laflora y de la fauna y el mantenimiento de losflujos que garanticen la funcionalidad delos ecosistemas”.

El medio físico yeclano tiene un altovalor paisajístico, agrícola, cultural y ecoló-gico por sus valores naturales, no exento deproblemas, alteraciones y modificacionesque está sufriendo: viviendas de segundaresidencia, naves industriales dispersas, ten-didos eléctricos, dispersión de huertos sola-res en suelo agrícola, proliferación de par-ques eólicos en terreno forestal, cambios enel tipo de cultivo, etc. Para una adecuadagestión integral del territorio se debería con-templar la designación de todos los Lugaresde Interés Ambiental (LIAs), que no tenganuna figura de protección específica, recogi-dos en al Mapa Ecológico de Yecla (catálo-

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go de los Lugares de Interés Ambiental deltérmino municipal de Yecla) como espaciosnaturales protegidos, dotándoles de unafigura de protección a nivel local. En Españahay precedentes al respecto, en el ordena-miento jurídico gallego se contempla lafigura de “Espacio Natural de InterésLocal”, (Ley 9/2001 de Conservación de laNaturaleza en Galicia), promovida por losmunicipios y concebida como una figura deprotección de segundo rango para dar apoyoa los espacios naturales de interés del muni-cipio (su declaración no implica la inclusiónen la Red Gallega de Espacios Protegidos),los consistorios son los encargados de lagestión de los espacios, no tienen asignaciónde recursos por parte de la ComunidadAutónoma, aunque sí preferencia para laobtención de ayudas. (Fuente: boletin de laA.G.E.-Asociación de Geógrafos EspañolesNº 40 -2005, Ministerio de Medio Ambiente“Listado de normativa de espacios natura-les protegidos”, 30 de junio de 2007).

Una vez concebida una red de espaciosnaturales protegidos suficiente (ENP, LICs,ZEPA y LIAs) es necesario asegurar la inter-conexión de los mismos a través de los lla-

mados corredores ecológicos y los ecosiste-mas agrarios, conceptos que desarrollaré enun capítulo posterior.

Otras medidas prioritarias.Todos los terrenos forestales con un alto

valor ecológico, paisajístico o cultural queno tengan una figura de protección específi-ca (LIC, ENP, etc.) deberían incluirse en elplaneamiento urbanístico municipal comosuelos no urbanizables protegidos, atendien-do a sus valores paisajísticos, ecológicos oculturales, por considerarse inadecuadospara la urbanización dentro de un modeloterritorial sostenible.

Propuestas resumidas y basadas en lasalegaciones y sugerencias de A.N.I.D.A alavance del Plan General Municipal deOrdenación (PGMO) de Yecla, publicadasen el nº 16 de la revista ATHNE, noviembrede 2006. Espacios propuestos:

1. Todos los Lugares de InterésAmbiental (LIAs), en tanto en cuanto no seles dote de una figura de protección local.

2. Agrupación de LIAs. Aquellas zonasdel término municipal que posean unamayor densidad de LIAs y como elemento

Tabla 1: Superficie de la Red Natura 2000 y ENP (Espacios Naturales Protegidos: Sierra Salinas “PaisajeProtegido” y Sierra de las Pansas formando parte del “Parque Regional de El Carche”). (Fuente: Consejeríade Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente Región de Murcia y Mapa Ecológico de Yecla).

Tabla 2: Datos de interés del término municipal de Yecla. (Fuente: Servicio Municipal de Agricultura yMedio Ambiente, Junta de Gobierno 30/10/2007).

Tabla 3: Superficie protegida en porcentajes sobre el territorio. (1) Solamente para la Red Natura 2000.

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integrador para asegurar una gestión eficazde esos espacios naturales y agroecosiste-mas de alto valor ecológico:• Conjunto Fuente el Pinar-Rambla de losRincones,• Conjunto Doña Elena-Hoya de laMansorrilla• Hoya del Mollidar, área periférica deconexión (pasillo ecológico) entre tres espa-cios naturales protegidos: Sierra Salinas, ElSerral y Parque Regional de El Carche-LasPansas (amenazada por el proyecto de auto-vía Yecla-Santomera)

3. Áreas Periféricas de Protección de losLIAs. Creación, especialmente en las mon-tañas de mayor interés, de perímetros deprotección que preserve las zonas de interéspaisajístico y faunístico, áreas destinadas aevitar impactos ecológicos procedentes delexterior, bandas de un kilómetro alrededorde las siguientes montañas: Tobarrillas,Sierra del cuchillo, Monte Arabí, Sierra deSalinas, Sierra del Serral, Sierra de lasPansas, Sierra de la Magdalena, El Puerto,Los Picarios, Sierra del Buey.

4. Montes y ramblas que no están catalo-gadas en el Mapa Ecológico que poseen unalto valor ecológico y paisajístico: Ramblade Rovira, Rambla del Pozo Lisón, Ramblade la Capellanía, Rambla del Arabí, Ramblade los Gavilanes, Rambla de Jumilla (tramo

no incluido). Suelos agrícolasintegrados en zonas forestalespor su alto valor ecológico ypaisajístico: Ejemplo, Gaterasy Medianiles de las Gateras,con bandas de protección de100 m. alrededor de todas laszonas forestales (excepto enlos parajes o montañas conáreas periféricas de protección)

5. Conjuntos agroforesta-les. Se trata de zonas llanas osuavemente onduladas, ocupa-das parcialmente por cultivos,intercalados con zonas foresta-les, donde la interacción deambos elementos produce un

paisaje de alto valor con diversas especiesde flora y fauna asociada a la mismo: con-junto agroforestal de la Hoya Muñoz, yHoya de la Mansorilla.

6. Corredores ecológicos. Con el objetode garantizar el intercambio genético de laspoblaciones de fauna y flora de los distintosespacios naturales y propiciar la dispersiónde las especies es necesaria la creación decorredores ecológicos que conecten lamayor parte de los parajes de nuestro térmi-no municipal.

Pasillos y corredores ecológicos en Yecla.Los pasillos o corredores ecológicos y de

biodiversidad cumplen una función vitaldentro de los ecosistemas como vías de trán-sito, migración y dispersión de la fauna yflora, garantizando el intercambio genéticode las distintas especies, cumpliendo conuno de los objetivos más básicos de la con-servación: evitar la fragmentación de hábi-tats y de poblaciones de organismos silves-tres, garantizando de este modo su conserva-ción. Los procesos de fragmentación dehábitats naturales son apuntados por lacomunidad científica como primera causade la pérdida de biodiversidad en los paísesindustriales. Por tanto, los corredores ecoló-gicos son elementos imprescindibles para elmantenimiento de la biodiversidad.

Hoya Muñoz, conjunto agroforestal cercano al Monte Arabí, dealto valor ecológico. (Foto: A. García).

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A nivel europeo, la importancia degarantizar la conectividad ecológica entrelos espacios naturales viene recogida en elartículo 10 de la directiva 92/43/CE oDirectiva de Hábitats (de obligado cumpli-miento para los estados miembros), queregula el establecimiento de la red ecológicaNatura 2000, la directiva postula una gestiónde los elementos del paisaje que garantice elintercambio genético de las distintas espe-cies. En España la Ley 42/2007, de 13 dediciembre, del Patrimonio Natural y laBiodiversidad, en su artículo 20 dice tex-tualmente: “las administraciones públicaspreverán en su planificación ambiental o enlos Planes de Ordenación de sus RecursosNaturales, mecanismos para lograr laconectividad ecológica del territorio, esta-bleciendo o reestableciendo corredores, enparticular entre los espacios protegidos dela Red Natura 2000 y entre aquellos espa-cios naturales de singular relevancia parala biodiversidad. Para ello se otorgará unpapel prioritario a los cursos fluviales, lasvías pecuarias y otros elementos del territo-rio, lineales o continuos, o que actúan comopuntos de enlace, con independencia de quetengan la condición de espacios naturalesprotegidos...”. Con respecto a la Red Natura2000, el artículo 46, por su parte, señala:“con el fin de mejorar la coherencia ecoló-gica y la conectividad de la Red Natura2000, las Comunidades Autónomas, en elmarco de sus políticas medioambientales yde ordenación territorial, fomentarán laconservación de corredores ecológicos y lagestión de aquellos elementos del paisaje yáreas prioritarias que resulten esenciales orevistan principal importancia para lamigración, la distribución geográfica y elintercambio genético entre poblaciones defauna y flora”.

Cuando se diserta sobre desarrollo soste-nible y pasillos ecológicos se reflexiona nor-malmente a escala global (entre grandesredes de espacios naturales), pero se hacenecesario actuar a escala local para conse-guir los objetivos a nivel autonómico o

nacional. Los espacios protegidos resultaninsuficientes, por muy bien gestionados queestén, para asegurar la conservación de labiodiversidad, es indispensable diseñar yconfigurar una Red de CorredoresEcológicos para el término municipal deYecla, como estrategia para corregir y pre-venir los procesos de fragmentación delterritorio y evitar el aislamiento de las dis-tintas especies. La medida más importantees asegurar la interconexión entre ENP(Espacios Naturales Protegidos), LICs(Lugares de Interés Comunitario), ZEPA(Zona de Especial Protección para las Aves“Estepas de Yecla”), LIAs (Lugares deInterés Ambiental) y el resto de ecosistemasyeclanos, para ello se hace necesario quetodas las propuestas basadas en las alegacio-nes y sugerencias de ANIDA al avance delPlan General Municipal de Ordenación deYecla, mencionadas anteriormente, seanaceptadas (agrupacion de LIAs, conjuntosagroforestales, montes no incluidos en elMapa Ecológico, etc). En segundo lugar, taly como menciona la propia Ley de laBiodiversidad, es necesario establecer oreestablecer prioritariamente corredoresecológicos utilizando cursos fluviales (ram-blas de todo el término municipal de Yecla),vías pecuarias y elementos lineales (antiguavía del ferrocarril de Yecla).

Es preciso delimitar y configurar todaslas vías pecuarias de Yecla como pasillosecológicos por su alto valor natural: CañadaReal de los Serranos, Cordel de la BalsaNueva, Cordel de la Flor, Cordel delPozuelo o de Andalucía y abrevaderos con-cejiles. Las vías pecuarias, como dominiopúblico, tienen además un gran valor cultu-ral y paisajístico, tal y como señala la Ley3/1995 de Vías Pecuarias. Por su parte laantigua vía de ferrocarril de Yecla deberíaser rehabilidata y delimitada como pasilloecológico al margen de otros usos culturaleso recreativos (Vía Verde).

En el ordenamiento jurídico españoltambién hay precedentes sobre figuras deprotección al respecto: “Corredores

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Ecológicos y de Biodiversidad” y “CorredorEcocultural o Ecoitinerario” conceptosincorporados en la ley extremeña (Ley8/1998 de Conservación de los EspaciosNaturales de Extremadura). El gobiernovasco por su parte ha creado una Red deCorredores Ecológicos de la ComunidadAutónoma de Euskadi para fomentar laconexión de la Red Natura 2000. (Fuente:boletin de la A.G.E.-Asociación deGeógrafos Españoles Nº 40 -2005).

La rehabilitación y acondicionamientode las vías pecuarias y otros pequeños corre-dores como pasillos ecológicos es una pro-puesta claramente insuficiente para asegurarla interconexión entre ecosistemas o espa-cios naturales, es necesario, como dije antes,la protección de las zonas agrícolas y con-juntos agroforestales (cultivos intercaladoscon zonas forestales), especialmente aque-

llos de gran valor ecológico(Hoya Muñoz, Hoya de laMansorrilla, Hoya del Mollidar,etc.). En definitiva, los ecosiste-mas agrarios cumplen unamisión vital como pasillos eco-lógicos, el paisaje rural yeclanocumple la función de evitar lafragmentación y aislamiento dehábitats y espacios naturales.

Paisaje y agroecosistemas.“El paisaje se entiende

como cualquier parte del terri-torio tal y como lo percibe lapoblación, cuyo carácter sea elresultado de la acción e interac-ción de factores naturales y/ohumanos”, definición incluidaen el artículo1-capítulo1Convenio Europeo del Paisaje,Florencia 20/10/2000. El con-venio entiende el paisaje comopatrimonio natural y culturaleuropeo que contribuye a la for-mación de las culturas locales yque, por lo tanto, todos tenemosel deber de proteger, ordenar y

gestionar como un elemento del bienestarindividual y social desde el desarrollo soste-nible. El paisaje debe ser considerado comoun recurso natural más.

El artículo 2 de la Ley del PatrimonioNatural y de la Biodiversidad, señala comoalgunos de los principios básicos que inspi-ra la propia ley: “la conservación y preser-vación de la variedad, singularidad y belle-za de los ecosistemas naturales, de la diver-sidad biológica y de los paisajes”, y “laprevalencia de la protección ambientalsobre la ordenación territorial y urbanísticay los supuestos básicos de dicha prevalen-cia”.

El avance del Plan Municipal deOrdenación Urbana de Yecla en el capítulo8.2.2 (Ezquiaga Arquitectura, Sociedad yTerritorio, S.L.) define el paisaje yeclanocomo “un paisaje armónico y bien conser-

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Plano 1: Principales áreas de conexión entre espacios naturalesen el término municipal de Yecla.

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vado, con una distribución de la vegetaciónnatural y de los usos agrícolas coherentecon su arquitectura física”, “El elevadodinamismo económico del término yecla-no... con significativo avance del viñedo yde otros cultivos leñosos, y mejora de lossistemas de riego, no ha alterado en profun-didad la coherencia de la adecuación de losusos agrícolas y forestales a la estructurafísica del paisaje”, “un alto interés ecológi-co y paisajístico presentan en el Altiplanolos paisajes de mosaico agroforestal”, endefinitiva, se puede aseverar que el mediorural yeclano tiene un alto valor paisajístico.

El crecimiento desordenado de lasviviendas de segunda residencia (configu-rando en algunos casos auténticas urbaniza-ciones) ha llegado a un punto de excesos,especialmente en determinadas zonas, condemasiada ocupación de espacio ambientaly consecuencias claramente negativas: pér-dida de hábitats y de suelo agrícola produc-tivo, humanización excesiva del mediorural, degradación del paisaje y de las cuen-cas visuales, impactos de infraestructurassobre el entorno rural. La afirmación legalmás perniciosa en este sentido es la de quetodo terreno no directamente protegido porley sea susceptible de urbanización (políti-cas y recetas neoliberales de consecuenciasdramáticas para un uso sostenible del territo-rio). La planificación territorial debe orien-tarse desde la gestión de la oferta de suelo yno desde la demanda, es decir desde las pro-pias limitaciones ecológicas del territorio.

El informe de la Agencia Europea deMedio Ambiente (AEMA), titulado “Urbansprawl in Europe-The ignored challenge”nos muestra que la expansión urbana des-controlada en la UE está ocasionando graví-simos problemas medioambientales. Uno delos principales factores de la insostenibili-dad en el medio rural es el incremento exce-sivo y dispersión de áreas urbanas y aumen-to de infraestructuras viarias. El aumento dela superficie artificial en España entre 1987y 2000 fue del 30%, siendo mayor a partirdel año 2000 debido a la especulación inmo-

biliaria, la situación más grave se produceen la costa española. Durante 2006, se detec-taron en España 7.258 infracciones relacio-nadas con la ordenación del territorio (obrasy edificaciones) produciéndose un aumentoimportante con respecto al 2005. (Fuente:informe “Sostenibilidad en España 2007”,OSE-Observatorio de la Sostenibilidad enEspaña).

La protección del paisaje contribuye a laconfiguración de un modelo territorial soste-nible de crecimiento como identidad comar-cal y de calidad territorial, garantizando elpatrimonio agrícola, ecológico, cultural yproductivo del suelo. Conservando el paisa-je rural yeclano y el sistema de producciónno intensivo, compatible con la capacidadsustentable de los ecosistemas, conservamoslos ecosistemas agrarios, la fauna asociada alos mismos, las áreas de campeo y disper-sión de numerosas especies, actuando el pai-saje rural como un verdadero corredor eco-lógico multidireccional hacia los distintosespacios naturales de Yecla. Por tanto, elmedio rural yeclano (en un estado óptimo deconservación) es el principal pasillo o corre-dor ecológico del término municipal.

Los agrosistemas cultivados y gestiona-dos con criterios ecológicos (cultivos tradi-cionales frente a monocultivos y grandessuperficies), a pesar de ser entornos natura-les alterados por la acción del hombre,constituyen pequeños ecosistemas indispen-sables para la conservación de ciertas espe-cies, como puede ser el caso de las avesesteparias en la ZEPA de Yecla. Los agroe-cosistemas proporcionan además setos, lin-des, ribazos, paredes antiguas, muros, terra-zas, bancales, árboles viejos y monumenta-les, bosquetes, comunidades vegetales, ani-males, y microorganismos que interactúancomo una unidad funcional (fuentes dediversidad biológica y naturaleza en unmínimo espacio), por ello se hace necesariomejorar la calidad del paisaje y la conectivi-dad del territorio con plantaciones arbóreasy arbustivas dispuestas en los bordes o már-genes de caminos, vías pecuarias y parcelas

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del medio agrario, así como recuperando ocreando setos, bosquetes mixtos, pinares,matorral, etc., es decir, islas de vegetaciónque actúan como eslabón entre ecosistemas(cultivos, matorral, bosquetes y espaciosnaturales). El medio agrario tradicional con-figurado en mosaico (islas de vegetación +cultivos tradicionales) contribuye a unamejora sustancial del paisaje y la conectivi-dad de los ecosistemas.

La receta donde converjan sostenibili-dad, ecosistemas y paisaje es muy simple:limitaciones drásticas en el uso del espacioambiental (recurso natural limitado), esdecir, restricciones a través del planeamien-to urbanístico en la implantación de vivien-das de segunda residencia en el medio rural,la superficie mínima para este tipo de cons-trucciones no debe ser inferior a 50.000metros cuadrados y siempre ligada a la acti-vidad agrícola o ganadera, implantación dehuertos solares y naves industriales en lospolígonos industriales, evaluaciones deimpacto ambiental (EIA) rigurosas anteposibles impactos (infraestructuras, etc.),evaluaciones ambientales estratégicas depolíticas, planes, programas y proyectosdurante su proceso de elaboración, segui-miento y control de las irregularidades urba-nísticas y apostar por un modelo de desarro-llo territorial compacto, excluyendo lasurbanizaciones (modelo insostenible) y laexcesiva ocupación de espacio ambientalpor viviendas de segunda residencia einfraestructuras que fomentan un desarrolloterritorial difuso y anárquico y una degrada-ción constante en el tiempo de los ecosiste-mas y paisajes agrarios.

Amenazas, deficiencias y propuestas.Amenazas y propuestas de carácter vital.

Las dos amenazas principales sobre losecosistemas yeclanos son, a medio y largoplazo: la insuficiente red de espacios natura-les protegidos y áreas periféricas de protec-ción de los mismos, (sólo el 15,34% del tér-mino municipal posee un figura de protec-ción) y la falta de una gestión integral con-

servacionista del paisaje rural, los agroeco-sistemas y los espacios naturales, con unacreciente presión urbanística y de infraes-tructuras sobre el medio rural (vías de tras-porte, tendidos eléctricos, huertos solares,viviendas de segunda residencia, navesindustriales, etc.).

La creación de una amplia red de espa-cios protegidos y de corredores o pasillosecológicos y la gestión integral sostenible delos ecosistemas agrarios (paisaje rural) en eltérmino municipal de Yecla son las dos líne-as de actuación indispensables, los dos ejessobre los que deben girar las políticas desostenibilidad en el municipio de Yecla,desde el punto de vista territorial, para con-seguir el objetivo de detener la pérdida debiodiversidad a escala local, en cumplimien-to del Convenio sobre la DiversidadBiológica de Río de 1992 y disposiciones dela Comisión Europea en materia de biodi-versidad.

Otras amenazas y deficiencias.La Sierra Salinas, a día de hoy, no tiene

la aprobación definitiva del P.O.R.N. (Plande Ordenación de los Recursos Naturales)tras varios años de dejadez de la administra-ción regional, la Sierra de las Pansas no fuedeclarada LIC y ENP en su superficie total,solamente la propiedad pública goza de pro-tección, no así la superficie forestal de titu-laridad privada, en una decisión irracional-mente más política que técnica, la Hoya delMollidar, área periférica de conexión (pasi-llo ecológico) entre tres espacios naturalesprotegidos: Sierra Salinas, El Serral yParque Regional de El Carche-Las Pansasestá amenazada por el proyecto de autovíaYecla-Santomera, creciente aumento deviviendas de segunda residencia e infraes-tructuras en las áreas periféricas a espaciosnaturales (Sierra Salinas, Serral, etc.).

La ZEPA de Yecla no tiene, por elmomento, ningún Plan de Uso y Gestión, asícomo tampoco llegan las ayudas agroam-bientales a los agricultores afectados para elmantenimiento de los cultivos tradicionales

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de cereal, la Sierra del Serral y del Buey,designadas inicialmente como LICs para suposterior declaración como ZEC (ZonasEspeciales de Conservación), no tienenPlanes de Uso y Gestión. El retraso en laaplicación de la Red Natura 2000 y unasevaluaciones de impacto ambiental deficien-tes está permitiendo el desarrollo de planesy la construcción de infraestructuras de fuer-te impacto ambiental en el término munici-pal de Yecla, sirva como ejemplo la cons-trucción de un parque eólico en la Sierra delBuey (LIC). El Monte Arabí no ha sidodesignado, por el momento, como Lugar deImportancia Comunitaria y no posee ningu-na figura de protección a nivel regional, apesar de ser un espacio natural con un eleva-do valor paisajístico, cultural y natural.

Se hace necesario restaurar y recuperarlos pocos puntos de agua que nos van que-dando (pequeños humedales). La Rambla deTobarrillas (alto valor paisajístico, botánicoy faunístico), incluida en el mapa ecológico,no tiene una figura de protección a nivelautonómico, a modo de ejemplo las microre-servas naturales protegidas están reguladasen otras comunidades autónomas como laValenciana y la Castellano Manchega, no asíen la Murciana.

Se está permitiendo, por la vía de loshechos consumados, la ocupación y apro-piación indebida de vías pecuarias, estoscorredores conforman un patrimonio naturaly cultural único. La Ley 3/1995 de VíasPecuarias define este patrimonio comobienes de dominio público de lasComunidades Autónomas, inalienables,imprescriptibles e inembargables.

La superficie forestal de Tobarrillas noestá incluida, de forma inexplicable, en sutotalidad como LIA en el mapa ecológico,un proyecto de parque eólico (Parque Eólicode Sierra de Lacera-Tobarrillas, promovidopor Elecdey Murcia S.A.), que discurre porel interior de la sierra, atravesando laRambla de Tobarrillas, amenaza la conser-vación de este enclave natural. La línea deevacuación de este parque eólico causará

graves impactos paisajísticos y ambientalesal encaminarse por terrenos forestales yparalelo, y a muy poca distancia, al bordenoroeste de la ZEPA de Yecla (área de dis-persión y migración natural de aves estepa-rias hacia la Mancha) y atravesando el Áreade Importancia para las Aves nº 182“Almansa – Pétrola – Yecla”, lo que suponeun riesgo de colisión para las aves estepa-rias, especialmente la avutarda (catalogadacomo “en peligro de extinción” por la Ley7/1995, de 21 de abril, de la Fauna Silvestrede la Región de Murcia).

Otras medidas urgentes.Es necesaria una limitación en la implan-

tación de parques eólicos y tendidos eléctri-cos de evacuación, de la energía eléctricaproducida, por su grave afección sobre losespacios naturales, la elaboración deEvaluaciones de Impacto AmbientalEstratégicas sobre proyectos que causen ungran impacto ambiental, gestionar el territo-rio desde una ciudad compacta, limitar drás-ticamente la construcción de viviendas y deotras infraestructuras en las áreas periféricasde los espacios naturales y en el conjunto delos agroecosistemas, limitar definitivamentela apertura y ampliación de nuevas canteras(especialmente en la Sierra de laMagdalena), preservar el paisaje y los siste-mas agrícolas y naturales del municipio,rechazar la posibilidad de nuevas autovías(causan un impacto gravísimo sobre los eco-sistemas al fragmentarlos), determinar lasáreas periféricas de protección de las sierrasincluidas en el Mapa Ecológico de Yecla,vigilancia, control y gestión sostenible de lacaza, planes de reintroducción, recuperacióno conservación de especies amenazadas o enpeligro de extinción y por último, añadiría,la creación de un Plan de ReforestaciónMunicipal, dando prioridad a suelos conprocesos erosivos importantes y zonas agrí-colas abandonadas y con riesgo de erosión.

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Hoy en día, en los países más desarrolla-dos, la necesidad de alcanzar la denominada“sociedad del bienestar” ha derivado en unconsumo energético desmesurado vinculadoal transporte, la industria y el uso residen-cial. En estas sociedades industrializadas,como la española, la energía eléctrica apare-ce como necesidad básica diaria y el consu-mo final de electricidad sigue en aumento.Si analizamos los datos del documento “LaEnergía en España. 2007” publicado por elMinisterio de Industria, Turismo yComercio, el consumo final de electricidaden España en el año 2007 se situó en257.234 GWh, un 2,7% más respecto al añoanterior, cifras que nos confirma lo expues-to. Además, el consumo de energía primariaen España1 entre 1997 y 2006 creció un27,3%, pasando de 107.216 ktep2 en 1997 alas 147.502 ktep en 2007. En este últimoaño, 2007, el 6,9% de este consumo (10.147ktep) correspondió a energías renovables,constituyendo la energía solar el 0,1% sobreel total (87 ktep). El resto de energías prima-rias se repartieron con el petróleo (48,7%),gas natural (21,4%), carbón (13,6%) y lanuclear (9,7%)3.

De estos datos globales, se desprende lagran dependencia nacional de los recursosenergéticos no renovables. Sin embargo, haypoderosas razones para abandonar estemodelo energético actual y construir otromodelo basado en fuentes energéticas soste-nibles, razones que van desde la gran depen-dencia energética externa hasta el problemaactual más acuciante del calentamiento glo-bal. Numerosos estudios, coinciden en afir-mar que “el actual modelo energético mun-dial, y especialmente el de los países másdesarrollados, como España, es insosteni-ble en términos económicos, sociales ymedioambientales.” “La insuficiencia delos recursos que actualmente se dedican a labúsqueda de soluciones y la ausencia de undebate social sobre este asunto son signosde que la gravedad del problema no es aúnpercibida”. “Para encaminar el actualmodelo energético hacia una senda de sos-tenibilidad, será preciso utilizar medidas deahorro y eficiencia energética, para desaco-plar en lo posible el crecimiento económicodel aumento del consumo de energía. Por ellado del suministro de servicios energéticoshabrá que recurrir a tecnologías con bajas

UNA APROXIMACIÓN A LA ENERGÍASOLAR FOTOVOLTAICA EN CUBIERTASDE CONSTRUCCIONES INDUSTRIALES

DEL MUNICIPIO DE YECLA.

José García Serrano

1 La energía primaria es aquella que se obtiene directamente en un yacimiento de la naturaleza. Existen dos grupos:las energías primarias no renovables (petróleo, carbón, gas y uranio) y las energías primarias renovables (hidroeléc-trica, eólica, solar y biomasa).2 Kilo toneladas equivalentes de petróleo.3 Informe Mensual de Ventas de Energía del Régimen Especial en España. Fecha: 10 de Noviembre de 2008.Comisión Nacional de Energía (CNE).

Con la puesta en marcha de instalaciones solares fotovoltaicas encubiertas de construcciones industriales del municipio de Yecla se obtendría, almenos, energía destinada a usos eléctricos para un total 18.861 hogares.

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emisiones de GEI4”. En este sentido, laenergía solar fotovoltaica aparece como unrecurso energético renovable con bajas emi-siones de GEI5. De gran potencial por sugran disponibilidad en nuestro territorioespañol, y como no, en el territorio de Yecla,y que está solamente limitado por las deci-siones sobre su ubicación y por el coste.

En los últimos años, el crecimiento en elnúmero de instalaciones fotovoltaicas enEspaña y en la Región de Murcia ha sidoexponencial, situando a la ComunidadAutónoma de la Región de Murcia, a fechade 10 de noviembre del 2008 y según datosde la Comisión Nacional de la Energía, en lasegunda posición en cuanto a potencia insta-lada en España de este tipo de energía,detrás de Castilla la Mancha.

El desarrollo del sector fotovoltaico en elterritorio Yeclano, se está centrado en laconstrucción de plantas fotovoltaicas ensuelo (sobre terrenos agrícolas)6, en detri-mento de la instalaciones sobre techo (navesindustriales, edificios públicos y privados,etc.), a nuestro juicio por varias razones, lafalta de información e incentivos para losinmuebles y el sector industrial, las trabas ybarreras administrativas, los problemas dediseño estructural de nuestras industrias, laelevada inversión inicial a realizar, el desco-nocimiento por parte de nuestros industria-

les, entre otros aspectos. Pero, ¿por qué noaprovechar ese gran potencial de superficiedisponible en los tejados de edificios indus-triales en la población de Yecla?

Realmente, las afecciones sobre elmedio ambiente de la fotovoltaica en edifi-cación son poco significativas, ya que soninstalaciones alejadas de espacios naturales,situadas en paisajes muy humanizados yalterados, lejos de yacimientos arqueológi-cos, geológicos y vías pecuarias. Además,estos sistemas situados sobre edificaciones,son instalaciones con gran simplicidad, endonde no hay piezas móviles susceptibles dedesgaste, rotura o sustitución, son sistemasque no producen ruido, sin emisiones noci-vas ni gases contaminantes, con poca nece-sidad de mantenimiento, con larga durabili-dad (aproximadamente 30 años) y gran fia-bilidad.

Es por ello, que el presente artículo pre-tende motivar la instalación de centralessolares fotovoltaicas en edificaciones, prin-cipalmente en las naves industriales yecla-nas. Para ello, hemos realizado unas prime-ras estimaciones del área disponible enYecla, realizando los cálculos superficialessobre los techos de naves industriales y otrosespacios públicos (hospital, colegios, poli-deportivos, etc.), sin considerar las edifica-ciones destinadas a vivienda. Estimando el

4 Informe para el Presidente del Gobierno elaborado por expertos en cambio climático. Noviembre de 2007. “Elcambio climático en España. Estado de situación”. Documento resumen. V.3.2. La actual encrucijada energética.V.3.3. El caso español. V.3.4. Las grandes líneas de solución. Páginas 28, 29 y 30.5 Gases de efecto invernadero.6 Hasta diciembre de 2007 se han solicitado en suelo rústico del término municipal de Yecla: 15 instalaciones, quesuman una potencia aproximada de 47 Mw., en una superficie aproximada de 300 ha. Fuente: ANIDA.

Evolución anual de energía solar en España y la Región de Murcia. Potencia instalada, energía vendi-da y nº de instalaciones. Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Comisión Nacional deEnergía. Fecha de actualización: 10-noviembre-2008.

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área total disponible en 191,34 ha7, y consi-derando el área útil disponible en 478.300m2 (47,83 ha) correspondiente a un 25%sobre la superficie total calculada.Asimismo, se han realizado unas primerasaproximaciones de la posible potencia ainstalar y la energía producida según lasuperficie útil disponible. Para el cálculo delos citados datos, hemos tenido en cuentatoda una serie de variables que afectan aldiseño de las instalaciones fotovoltaicasconectadas a red como son: el nivel de radia-ción solar de la zona de estudio, laRadiación Solar Global media diaria anual,el área útil disponible8, el ángulo de inclina-ción de los módulos fotovoltaicos, el ángulode azimut, el tipo de módulos fotovoltaicoso solares seleccionados, así como los tiposde células fotovoltaicas, entre otras varia-bles.

Teniendo en cuenta las variables descri-tas, hemos obtenidos los siguientes resulta-dos9:

El consumo de energético de los hogaresespañoles desagregado en usos eléctricos enel año 2006 se estimó en 4210,6kWh/hogar10. Teniendo en cuenta los GWhcalculados, con la puesta en marcha de ins-talaciones solares fotovoltaicas en Yeclasobre techos de naves industriales y otroslugares (hospital, colegios, polideportivos,etc), se obtendría energía destinada a usoseléctricos para un total 18.861 hogares.Asimismo, supondría una reducción de

importantes emisiones de gases efectoinvernadero, disminuiría el consumo de loscombustibles fósiles. Igualmente, se incre-mentaría la capacidad de generación deenergía eléctrica a partir de energías renova-bles, se mejoraría la competitividad de nues-tra economía local, se ofrecería importantesventajas sociales relativas a la creación depuestos de trabajo y a la contribución de ladiversificación del sector industrial yeclano.

Por tanto, el interés medioambiental ysocial de las posibles instalaciones fotovol-taicas en edificaciones industriales y espa-cios públicos, queda suficientementedemostrado. Porque realmente, sí que existeese potencial de superficie útil disponible enlos tejados de las citadas edificaciones en elmunicipio de Yecla. Además, pensamos quehemos de fomentar este tipo de instalacionesen detrimento de instalaciones fotovoltaicaen suelo, ya que de por sí evitaríamos la ocu-pación de terrenos agrícolas, la desaparicióndel paisaje rural tradicional, evitaríamos laafección de los sistemas acuíferos, la cons-

trucción de caminos de acceso, procesoserosivos, pérdida de vegetación natural, pér-dida de hábitat para la fauna, terreno decampeo, alteración del paisaje, construcciónde líneas eléctricas, pérdidas de referentesculturales rurales, etc. Es por todo ello, queel arbitraje público local, regional y nacionaldebería plantearse un desarrollo real sosteni-ble de nuestro futuro energético apostandoclaramente por las instalaciones fotovoltai-cas sobre cubiertas.

7 Área disponible calculada a partir de la “Infraestructura de datos espaciales de referencia de la Región de Murcia.IDERM. CARTOMUR”, así como del Visor SIGPAC. FEGA. Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural yMarino, entre diversas aplicaciones informáticas.8 Para la estimación de los cálculos de la potencia a instalar y energía producida, se ha empleado el 25% de la super-ficie total calculada, teniendo en cuenta en este caso las posibles dificultades para aprovechar el 100 % de la super-ficie calculada.9 Primeras estimaciones obtenidas a partir del sofware de sistemas fotovoltaicos PVSYST V4.33 y la aplicacióninformática de la Comisión Europea: PVGIS. Estimación de electricidad FV.10 Banco Público de indicadores ambientales del Ministerio de Medio Ambiente. Año 2006.

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