Presentación de pedagogia (4)
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• Pedagogía
Catequística.
LA CATEQUESIS COMO "EDUCACIÓN EN LA FE"Juan Pablo II en la "Catechesi Tradendae" habla de dos conceptos de la catequesis: * SENTIDO RESTRINGIDO: "Es la simple enseñanza de las fórmulas de las que expresan la fe, sentido, al que por lo común, se atienen las exposiciones didácticas" (CT, 26).* SENTIDO AMPLIO O PLENO: "Es la educación de la fe de los niños, jóvenes y adultos, que comprende especialmente una enseñanza de la doctrina cristiana, dada generalmente de modo orgánico y sistemático, con miras a iniciar en la plenitud de la vida cristiana" (CT, 18).La catequesis pretende "avivar" y "desarrollar" la fe en una continua profundización y renovación de la conversión inicial, que de este modo, se "personaliza" y se "actualiza" continuamente, hasta llegar a la madurez plena de la vida divina en el hombre.
La formación pedagógica del catequista
"A propósito de la evangelización, un medio que no se puede descuidar es laenseñanza catequética. La inteligencia, sobre todo tratándose de niños yadolescentes, necesita aprender mediante una enseñanza religiosa sistemática losdatos fundamentales, el contenido vivo de la verdad que Dios ha queridotransmitirnos y que la Iglesia ha procurado expresar de manera cada vez másperfecta a lo largo de la historia. Los métodos deberán ser adaptados a la edad,a la cultura, a la capacidad de las personas, tratando de fijar siempre en lamemoria, la inteligencia y el corazón las verdades esenciales que deberánimpregnar la vida entera". ( Evangelii Nuntiandi # 44, Pablo VI)
La planeación en la catequesis
"La catequesis tiene la necesidad de renovarse
continuamente en un cierto
alargamiento de su concepto mismo, en sus
métodos, en la búsqueda de un lenguaje
adaptado en el empleo de nuevos medios de
transmisión del mensaje".
(Catechesi tradendae, N 17, Juan Pablo II)
Reflexionaremos acerca de la necesidad de
programar y de planear nuestras
actividades catequéticas. Aprenderemos a planear
nuestro trabajo mediante los siguientes puntos:
Análisis de la realidad: antes de programar
Necesidad de la programación
Es común ver, en todos los ámbitos, que cada vez
se planea menos, cada vez se
hacen las cosas sin responsabilidad, al "ahí se
va", por eso vemos las consecuencias: la
catequesis no ha tenido los resultados
esperados, nuestra gente no está evangelizada, los
métodos no han sido los adecuados, en vez de que
nos comprometamos como miembros de la
Iglesia, algunos nos alejamos más, pero ¿qué
hacer? Hoy, más que nunca, es fundamental que
aprendamos a planear, al hacerlo, tomaremos más
responsabilidad de nuestras acciones y
seguramente todo lo haremos mejor, vale la pena
¿o no?
: Herramientas prácticas de programación
Ya vimos qué importante es programar. No se vale improvisar
con las cosas de Dios, que es lo más importante que se nos
confiará. analizaremos las herramientas prácticas de
programación. Estamos rodeados de teorías, de ideas, de
métodos, de cursos. Todo esto resulta ser muy útil. El hombre
lo ha venido desarrollando con el paso de los siglos, de los
milenios. El conocimiento del hombre abarca cada día más
ámbitos y es más complejo. Pero hay una cosa que hace que
toda esta sabiduría sea aplicada: la voluntad de hacerlo.
No se trata sólo de conocer, sino de llevar a cabo. Se trata de
hacer vida.
Vamos nosotros a hacer un esfuerzo especial, para que una
vez que hayamos entendido cómo utilizar estos
medios, deseemos llevarlos a cabo.
A veces, no damos importancia a los pequeños detalles.
Las grandes catedrales están construidas con pequeños
ladrillos. Los grandes santos fueron fieles a momentos
aparentemente insignificantes. Santa Teresita del Niño Jesús
es la patrona de las Misiones. Jamás tuvo la oportunidad de ir
a predicar, vivió dentro de un convento de clausura; pero supo
reconocer en lo pequeño la ocasión de construir lo grande.
Nosotros debemos tener esta misma mentalidad. No vamos a
dejar los detalles al azar, vamos a cuidar todos aquellos
puntos prácticos que rodean nuestra catequesis para dar
mayor Gloria a Dios.
Podemos impartir la catequesis en cualquier hora y en
cualquier lugar. Pero, podemos facilitar o dificultar la
asistencia de los destinatarios eligiendo mal o bien, tanto el
horario como el local.
Todos sabemos que la catequesis es una actividad comprometedora y, por
tanto, difícil. No debemos, pues, hacerla más difícil eligiendo horarios o lugares
conflictivos, por ejemplo, un curso de Biblia para adultos en la mañana de un
día de la semana - porque la mayoría está trabajando- o el curso de catequesis
para jóvenes, en una huerta en la noche, porque la mayoría no obtendrá el
permiso de ir, etc.
Por esto, a la hora de programar, debemos tener en cuenta estos puntos para garantizar
mejor el éxito de nuestra catequesis.
El catequista en su comunidad ha de escuchar y sugerir, corregir y aportar, interpelar y
valorar.
Sobre el lugar:
Podemos elegir cualquier lugar para catequesis: desde un salón parroquial con aire
acondicionado hasta debajo de un árbol.
El lugar no debe tener fuentes importantes de distracción. Las distracciones son
diferentes según la edad.
Sobre el horario:
El horario mejor es el que se
acomoda a los alumnos, no el que
es bueno sólo para el catequista.
En caso de conflicto, la solución se
halla más fácilmente buscándola
entre todos, catequistas y
catecúmenos.
Es muy útil realizar cursos para
niños y para mamás en un mismo
horario, sobre todo cuando las
mamás llevan personalmente a los
niños a la catequesis. Así, se
unifican horarios y se facilita la
asistencia de ambos.
a) Es clave asegurar la
participación del párroco,
tanto en la preparación como
en su acción ministerial
durante (Misas, confesiones,
etc.)
b) Disponer de un grupo que
dirijan y animen las
actividades.
Deberán tener una buena
preparación y motivación.
c) El programa puede
descubrir un dato que sucede
muy frecuentemente a los
catequistas: hay más trabajo
que personas para atenderlo.
Por esto, es muy útil definir
cuántas personas necesitamos
para realizar todo el programa.
Y, si faltan más personas,
debemos preguntarnos cómo
las vamos a conseguir y a
quiénes vamos a invitar.
Sobre el calendario
No se puede trabajar bien sin un
calendario bien hecho. Parece muy
pesado. Pero es muy sencillo. Pues, una
vez que se ha fijado el horario de las
clases de cada curso, basta anotar la
fecha que corresponderá a cada tema y
añadir las actividades complementarias:
celebraciones, exámenes, días sin clase,
fiestas, etc.
En los puntos de partida, el catequista
ayuda a elaborar esquemas que posibiliten
el análisis de la realidad; aporta otros
análisis y datos que pueden completar lo
investigado por el grupo; pone al alcance
de todos un vocabulario adecuado; debe
ser como la memoria del grupo que saca a
relucir en momentos de olvido los
compromisos anteriores, acuerdos, de la
comunidad, conclusiones de asambleas,
etc.
Parece muy sencillo aceptar dar un curso de catequesis. "Más o menos, me lo sé, al cabo
que nadie se va a morir si no se aprenden bien las cosas." Realmente, dar un curso de
catequesis es muy complejo, se trata de transmitir la Palabra de Dios y sí se trata de un
asunto de vida o muerte, de vida espiritual.
Por suerte, contamos con la gracia de Dios, que es el ingrediente más importante de la
catequesis. Dios podría hacer llegar su mensaje a la gente sin necesidad nuestra, pero
quién sabe por qué ha querido depender de nuestra ayuda en su plan de salvación.
Ahora comprendemos del interés de nuestro Obispo Don Guillermo por una formación
permanente