Las Rosas Selvaticas (1)

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    ÍNDICE

    CAPÍTULO 1: UNA NOTICIA INESPERADA……………………………7 

    CAPÍTULO 2: LOS AMANTES………………………………………..……15 

    CAPÍTULO 3: DÁNDOLO TODO…………………………………….…….20 

    CAPÍTULO 4: LUIS Y LA NOCHE………………………………………....35 

    CAPÍTULO 5: LA VERDAD SOBRE SONIA……………………………43 

    CAPÍTULO 6: FERREIRO’S ABOGADOS, ¿DÍGAME?.....................59

    CAPÍTULO 7: LAS ROSAS SELVÁTICAS…………………………….…69 

    CAPÍTULO 8: UN SECUESTRO A PLENA LUZ DEL DÍA……..…..76 

    CAPÍTULO 9: EL BREVE ESPACIO EN QUE NO ESTÁ…………...91 

    CAPÍTULO 10: LOS MUERTOS DORMIDOS……………………........97

    CAPÍTULO 11: EL TIEMPO………………………………………………112 

    CAPÍTULO 12: ROMPER LA CINTA, ¡Y CAER!..............................126

    SEGÚN EL AUTOR………………………………………………………......143 

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    LISTA DE LOS PRINCIPALES PERSONAJES QUE INTERVIENEN EN LA NOVELA:

    GLORIA: Actriz porno que trabaja con el sobrenombre de Sonia Espejo. Su novio es Luís

    VANESA: Actriz porno amiga de Gloria e hija de Piluca. Su nombre artístico es Vanesa

    Chicago.

    MARCOS: Abogado. Es hermano de Mario y marido de Verónica

    LUIS: Novio de Gloria. Trabaja en una imprenta

    VERÓNICA: Mujer de Marcos

    CANDELA: Novia de Mario

    TONY MARCO: Actor porno que trabaja habitualmente con Sonia Espejo y con Vanesa

    Chicago.

    PILUCA: Vecina cotilla de Gloria, hermana de Antonio y madre de Vanesa

    MARIO: Abogado. Hermano de Marcos y novio de Candela

    ANTONIO:  Hermano de Piluca y tío de Vanesa, que viene a pasar unos días con su

    familia, procedente de Teruel.

    MARCELO: Vecino de Verónica y Marcos

    VEGA: Compañera de piso de Vanesa. Trabaja como enfermera en un hospital privado

    CATALINA: Vecina de Gloria y de Piluca.

    JACINTA: Anciana con demencia senil que se escapa de la residencia

    RAMÍREZ: Policía homosexual que acude a casa de Catalina cuando la denuncia

    Antonio.

    GONZÁLEZ: Policía adicto al sexo que acude a casa de Catalina cuando la denuncia

    Antonio.

    ROSA: Amiga de Gloria

    DON GENARO: Párroco de la iglesia donde se confiesa Candela

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    LAS ROSAS SELVÁTICAS

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    CAPÍTULO 1: UNA NOTICIA INESPERADA

    Llamaban insistentemente

    Gloria corrió por entre el pasillo con un ramo de rosas entre las manos. Al abrir la

    puerta se abalanzó al hombre que estaba tras su umbral, agarrándolo con fuerza y

    acercándose a sus labios sin mediar palabra.

    El sujeto consiguió separarse con insistencia-¿Qué hace?

    La mujer se estremeció al comprobar que no era su novio, sino un desconocido en

    traje de chaqueta, que la miraba con sorpresa.

    -Disculpe…-nerviosa, su voz se entrecortaba. Había dejado el ramo de rosas en una

    mesa de cristal de la entrada-…perdone, es que estaba esperando a mi novio, sabe. Ay,

    se habrá pensando usted que soy una fresca-tocándose el cordón de oro que tenía

    anudado al cuello-, pero no lo hago con todos en…-rió

    El hombre había permanecido inmóvil ante ella, con una seriedad pasmosa-No se

    preocupe, entiendo lo que me dice… ¿Qué le parece si entro y hablamos? 

    -Por supuesto, dígame que se lo ofrece… 

    -¿Puedo pasar o no?

    -Pero tendrá que decirme a qué ha venido… 

    -Es mejor que hablemos dentro… 

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    -Bueno, como quiera…aún tengo unos minutos antes de que llegue Luis, pero tendrá

    que ser breve-dijo mientras se adentraba en el comedor, al lado de aquel misterioso

    hombre. Ambos se sentaron en el largo sofá de la estancia.

    -Me presento-dijo mientras sacaba una tarjeta de su cartera. Se la pasó a Gloria-Soy

    Marcos Ferreiro, vengo de… 

    -¿Ferreiro’s abogados?-leyó ella

    El hombre puso una sonrisa-¿Nos conoce?

    -Pues no…no lo había escuchado en toda mi vida 

    -Bueno…-el hombre le arrebató la tarjeta bruscamente-…aún estamos empezando, es

    pronto… 

    -¿Y se llama Ferreiro’s?, ¿lleva su apellido? 

    -Sí claro…y además trabajo con mi hermano… 

    -Ya… 

    -Pero no es de eso de lo que quiero hablarle, evidentemente

    -Me imagino…Supongo que vendrá por lo de Piluca, ¿verdad? Ya le he dicho mil y una

    veces que yo no he tenido nada que ver con lo de su hija… 

    -¿Su hija?

    -Claro, que aunque yo sea su amiga, fue ella quien se metió a actriz porque quiso. Me

    dijo que me iba a denunciar, pero no creía en ningún momento que llegase a hacerlo.

    ¿De qué se me acusa?, ¿de inducción al porno?

    -¿Cómo dice?

    -Pero bueno, ¿es que no sabe nada de su cliente?

    -En primer lugar, no estoy aquí en calidad de abogado. Si le he dejado mi tarjeta, era

    para que se diese cuenta de que estaba hablando con alguien serio, de fiar. Dicho esto,

    debería saber, señora Hernández, que si la tal Piluca la hubiese demandado, cosa que

    según lo que me cuenta, no creo que haga, porque carece absolutamente de

    fundamento, no habría recibido la visita de su abogado, sino una citación judicial.

    -Ah, ya… ¿entonces?-la mujer puso las piernas en la mesa que tenían en frente. Era

    verano y llevaba unos pantalones cortos y una camisa que acentuaba sus curvas. Dejó

    caer las sandalias en el suelo.

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    -Pues-el hombre se estaba ruborizando con su presencia. Se aflojó un poco el nudo de

    la camisa-Hace calor, ¿no le parece?

    -¿Sí?...a mí me encanta el verano, sabe. No entiendo a la gente que le gusta el frío. Uff,

    me hielo solo de pensarlo-rió

    -En fin…si he venido a su casa es porque necesito decirle algo… 

    -Tenga en cuenta que mi novio está a punto de venir. Cuando llegue, lo siento mucho

    pero tendrá que marcharse…sea como sea…Así que podría abreviar de una vez-se

    levantó y fue a uno de los cajones de un mueble cercano. Lo abrió y cogió un neceser

    con maquillaje. Era hermosa. Tenía unas medidas perfectas y un pelo largo y negro que

    le caía entre los hombros, como cascada.

    -No se preocupe… 

    -Mientras me lo cuenta, voy a ir maquillándome. Es que me estaba arreglando cuando

    ha venido…hoy mi novio va a perderme que nos vayamos a vivir juntos, sabe-dijo

    mientras se esparcía colorete con una brocha.

    -Descuide, no hace falta que lo haga. Su novio no va a venir.

    La chica dejó el utensilio en la mesa-¿Cómo?

    -Su novio no va a venir-el hombre estaba cada vez más nervioso-…porque no tiene una

    cita con usted….sino con mi esposa… 

    -¿Con su esposa? ¿De qué me habla? Dígame de una vez quién es usted y qué hace

    aquí y déjese de tonterías, que ya me está poniendo nerviosa con tanto secretismo.

    -Me llamo Marcos Ferreiro, soy abogado, trabajo aquí cerca y mi mujer, Verónica, está

    liada con su novio, Luis, hace más de dos meses.

    -No…pero eso no puede ser… 

    -¿Por qué no puede ser?

    -Nunca me ha engañado… 

    -No sea ingenua, para que haya un mentiroso tiene que haber una víctima de sus

    engaños. Abra los ojos.

    -Pero… ¿está seguro de lo que me está diciendo? No tiene ningún sentido…-la mujer se

    levantó y comenzó a andar nerviosa de un lado a otro de la estancia, con una de sus

    manos en la frente y la otra en su cadera-No lo entiendo…no entiendo cómo ha podido

    traicionarme de esa manera.

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    El hombre se levantó y se puso de pie, en frente suya-Sé por lo que está pasando…-le

    cogió las manos-…yo me enteré hace dos días…y tampoco lo entendí al principio…pero

    ahora me da igual… 

    La mujer volvió a sentarse, con las manos en la frente-¿Cómo puede decir que ya no le

    importa?

    -No-el hombre se sentó en un sillón que había al lado del sofá- Yo no he dicho eso…me

    importa, claro que sí, pero me da igual al mismo tiempo… 

    -Se contradice…si le da igual es que no le importa… 

    -Me importa…pero sé como vengarme… 

    La mujer lo miró extrañada-¿Cómo?

    -Vengarnos… ¿qué me dice? Vengarnos de esos dos cabrones…-dijo al tiempo que

    ponía una extraña mueca.

    La mujer se fue retirando de aquel hombre, colocándose en el otro extremo del sofá-

    …mire, no sé que pretende…pero yo… 

    El hombre se puso a su lado-mira…-se quitó la chaqueta y la tiró al suelo-…es muy

    sencillo, sólo tenemos que dejarnos llevar.

    Dicho esto, se abalanzó hacia ella, le tocó el muslo y fue buceando por entre sus

    pantalones. La mujer había intentado resistirse, pero él estaba ejerciendo demasiada

    fuerza y era imposible hacerlo.

    -¡Quítate!, gilipollas… 

    En ese momento, se escuchó un ruido, que retumbó en los oídos de Gloria. El hombre

    cayó encima de ella. Piluca, su vecina de arriba, había llegado para salvarla,

    asestándole un sartenazo en la cabeza con ambas manos.

    La mujer ayudó a Gloria a quitarse a Marcos de encima. Cayó en el suelo, entre el sofá

    y el mueble y boca arriba. Parecía carente de movilidad.

    Gloria se levantó despavorida, poniéndose al lado de la anciana y abrazándose a ella-

    Ay Piluca,…estaba loco… 

    -Ya pasó… 

    -Pero, ¿lo has matado?

    -¿Con una sartén en manos de una vieja?-rió

    -Pues no se mueve… 

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    -Anda ya…-la mujer se fue hacia donde estaba y empezó a darle palmaditas en la cara

    mientras se iba despertando. Cuando terminó de abrir los ojos, se retiró desorientado,

    apoyándose en el sofá-¿Ves?, si no tenía nada… 

    Gloria se fue hacia donde estaba y le ayudó a levantar al hombre- Anda que menudo

    violador de mierda estás tú hecho…-se sentaron los tres en el sofá.

    -No iba a violarte, claro que no…es sólo que pensé que no te importaría… 

    -¿Qué no me importaría que me violases?

    -Que no iba a violarte…por Dios, ¿quién crees que soy yo?…Sólo que pensé que no te

    lo tomarías así…que no te importaría acostarte conmigo-comenzó a llorar, con las

    manos en la cabeza.

    A Gloria le dio pena verlo de esa manera y le frotó la espalda-Lo siento hombre… 

    -¿Es que no te gusto?

    -Ay, dile que sí al pobre-dijo Piluca

    -Pues hombre, eres mono… 

    -No entiendo porque te has resistido… 

    -¿Y eso?

    -Ay hija-dijo Piluca-es que no se puede ser la reina del porno y una mojigata al mismo

    tiempo… 

    El hombre asintió con la cabeza, mientras se la tocaba, compungido.

    -No soy ni una cosa ni la otra. Hago porno, pero no soy la reina. Y evidentemente, no

    soy una mojigata, pero tampoco me acuesto con cualquiera… 

    -Uy no…que tenías un concurso en tu página web, que me lo dijo la Vane, un polvo

    gratis para el visitante un millón… 

    -Piluca, ya le dije que esa página era un timo con mi nombre…yo nunca haría eso…en el

    porno no nos acostamos con cualquiera, ¿o qué se ha creído? Los actores somos gente

    responsable.

    -Ah ya…y mi hija que iba para presidenta del gobierno… ¿dónde va a estar mejor que

    ganándose la vida acostándose con uno y con otro? Es el sueño de toda madre, desde

    luego que sí… 

    -Mira Piluca, guárdate la ironía en…que se presentó al casting porque le dio la gana y la

    cogieron, que yo no tuve nada que ver… 

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    -Tu influencia…porque en mi casa, de toda ha habido eh…pero putas de nunca…fíjate

    lo que te digo… 

    -Y dale…si no fuera porque la conozco desde hace veinte años ya la habría mandado a

    freír espárragos.

    En ese momento, Piluca se dio cuenta de que el hombre ya no estaba. Lo buscaron por

    la casa, pero fue inútil, se había marchado.

    -Muchas gracias por haberme librado de aquel tipo…-le dijo Gloria a Piluca, ya en el

    rellano de la escalera.

    -Venía a devolverte la sartén- se la enseñó-la puerta estaba abierta y al escuchar jaleó

    entré y mi topé con la escena.

    Gloria la miró con el entrecejo fruncido-¿A devolverme la sartén? ¿Qué sartén?

    -Uy, que despiste tengo….pues me la habrá prestado la Juana…no sé ni en qué día

    vivo… 

    -Usted me estaba espiando como siempre

    -Hija, por dios, que cosas se te ocurren… 

    -La puerta la dejaría abierta sin darme cuenta…no me extraña…pero usted bajó con la

    sartén de casa…armada para darle un golpe a aquel hombre… 

    -Sí, no te lo niego, pero porque lo vi en las cartas…no seas mal pensada… 

    -¿En las cartas?, anda Piluca, que nos conocemos

    -Sí, me dio por ver tu destino…y fíjate que me salió algo increíble… 

    -¿El qué?

    -Que tal día como hoy más o menos a esta hora…iba a venir un hombre a violarte… 

    -¡Piluca!, no se invente historias… 

    -Vale, estaba escuchando…que por cierto-bajó la voz-…que fuerte lo de tu Luis, ¿no?

    ¿Qué piensas hacer? Yo que tú le ponía las maletas en la puerta… 

    -Esperaré a que llegue…pero si no le importa…me gustaría esperarlo sola… 

    -Claro hija, no te preocupes…pero si pasa cualquier cosa, avísame-dijo mientras cogía

    la sartén y simulaba con ella una pistola.

    -Muy bien, lo tendré en cuenta…-y cerró la puerta tras de sí- Adiós Ramba, cuidado conla escalera.

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    …. 

    Vanesa acababa de hablar con su representante a través de su teléfono móvil. Aún

    estaba en la cama. Llamó a Gloria nada más colgar. Llevaba días intentando contactar

    con ella y ahora que su amiga había llegado de Mallorca, le parecía el mejor momento.

    Gloria estaba mullendo el cojín del sofá cuando sonó el teléfono. Le asustó, aún estaba

    alterada por la situación de antes. Se acercó al aparato y lo descolgó, hablando con

    sigilo.

    -¿Sí?

    Vanesa puso el aparato de manos libres y dejó el teléfono en la mesilla de noche. Se

    levantó y cogió del suelo sus pantalones vaqueros, poniéndoselos mientras hablaba.

    -Por fin te localizo… 

    -Ya cielo…pero no sabes lo liada que he estado 

    -Es que nunca coges el móvil, no sé para qué lo tienes…-dijo mientras se colocaba el

    sostén y cogía la camisa.

    -Ya lo sé…oye, te siento lejos… ¿qué haces? 

    Vanesa cogió el móvil con las manos-…sí, es que estaba vistiéndome… 

    -Chica, nunca estas vestida eh… 

    No le había prestado atención-Bueno, ¿qué tal el viaje?

    -De mierda, ya sabes… además, me ha tocado una escena con Tony Marco… 

    -Ya… 

    -Y bueno, lo de siempre… 

    -Pues yo te llamaba para que quedásemos…tengo algo importante que decirte… 

    -Uy, no me asustes

    -Es que no te lo puedo decir por teléfono

    -¿Y eso?

    -Es que…no es fácil 

    -A ver… ¿de qué se trata?, ¿te pasa algo? 

    -No, no es eso… 

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    -¿Entonces? No me dejes con la intriga.

    -De verdad…es mejor en persona-miró el reloj de pulsera-… ¿qué te parece si nos

    vemos en tu casa en veinte minutos?

    -Estoy esperando a Luis… 

    -Ah

    -…que no sabes que papeleta tengo…pero ya te contaré 

    -Entonces, ¿qué? ¿Voy o me quedo en casa?

    -Bueno, si dices que es tan urgente. Además chica, ya me has dejado con la intriga… 

    -Perfecto, pues nos vemos ahora

    -Hasta ahora-y colgó el teléfono. Acto seguido, se dirigió al servicio. Al pasar por la

    entrada de la casa, se topó frente a frente con el ramo de rosas. Lo cogió y lo estampó

    mil veces en la pared, hasta que el suelo se convirtió en un gran manto rojo.

    Por su parte, Vanesa se fue al cuarto de su compañera de piso, que estaba durmiendo,

    y la zarandeó para despertarla.

    -Vega…cielo…he llamado a Gloria…he quedado en su casa dentro de veinte minutos,

    ¿qué te parece?

    La chica se desperezó, mirándola con los ojos hinchados-tía…que me he acostado hace

    dos horas…que ayer tuve turno de noche…recuerda que soy enfermera y no actriz

    porno como tú… 

    Vanesa rio-Con todo lo que me has insistido para que se lo dijera… 

    -Has hecho bien…pero ya lo hablamos cuando vengas, ¿vale? 

    -Como quieras… 

    Sin más, cerró la puerta y se dirigió con prisa hacia la casa de su amiga. No tenía

    tiempo que perder.

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    La mujer volvió a sentarse en el sofá-…es verdad, además, tendrás que ir a ver a Gloria.

    ¿No venía hoy de Mallorca?

    -Eso me dijo Tony, que volvían hoy… 

    -¿No has hablado con ella directamente?

    -Ya sabes que nunca coge el móvil.

    -Bueno rey…pues ve a buscar a tu princesa…no sea que den las doce de la noche y se

    convierta en calabaza… 

    -¿Te pasa algo?

    -¿A mí?

    -¿A quién va a ser?

    La mujer se levantó y se dirigió a una mesita donde había bebidas destiladas. Se sirvió

    un whisky. Después se dio la vuelta y habló desde allí, mientras agitaba la copa.

    -No puedo evitar tenerle celos

    -¿A Gloria?

    -Sí

    Se levantó-pero no tienes porqué, ambas tenéis vuestro sitio

    Se fue hacia él y lo besó, acurrucándose después en su regazo-pero yo te quiero solo

    para mí, que no hubiera nadie más

    -Pero tú no quieres separarte de tu marido… 

    La mujer se apartó y se frotó las manos-pero eso es distinto…yo a él lo quiero de

    verdad… 

    -¿Y porque dudas de lo que siento por Gloria?

    -Ambos sabemos porque estás con ella

    -Quizás no estoy enamorado, pero también la quiero… 

    Ella se dio la vuelta-¿Y de mí?, ¿estás enamorado?

    Suspiró-eso ya lo hemos hablado miles de veces… 

    -Pero miénteme, dime que sí aunque sea mentira… 

    -No puedo hacer eso. No me parecería justo, ni para ti, ni para mí

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    -Pues vaya…si nos hubiera visto alguien se habría pensado que me estabas

    secuestrando. No tienes conciencia, hombre… 

    -Escucha…he venido a contárselo todo… 

    -¿Qué? Quedamos en que se lo diría yo… 

    -Ahora quiero que subas y que seas comprensiva con ella. No le digas que lo sabías… 

    -Joder tío, ¿y entonces qué le digo?

    -No sé, invéntate algo

    -Pues la hemos hecho buena… 

    -Dile que te vas de viaje o algo así, que te ha salido un contrato millonario, yo que sé… 

    -Bueno-se colocó la falda-improvisaré-le besó en los labios-ya te contaré, nos vemos

    después en casa. Vega está durmiendo, pero te abrirá la puerta

    -Adiós mi amor.

    …. 

    -¡Qué raro!-dijo Verónica apoyada en la puerta una vez se hubo marchado su vecino

    Marcelo.

    -¿Pasa algo?-dijo Luis

    -Me parece extraño…eso es todo 

    -¿El qué?

    -Que Marcelo haya venido a esta hora…simplemente eso… 

    -Bueno…supongo que, a priori, tu marido no iba a salir hoy… 

    -No sé

    Él se acercó hacia ella y la besó-No seas tonta…todo lo que no está bajo tu control te

    agobia. Relájate un poco.

    -Sí como dice ese hombre, Marcos lo hubiera citado, estaría aquí desde las ocho o así… 

    -¿Quién?

    - Mi marido, claro… 

    -No le des más vueltas… ¿qué te parece si nos damos un baño de espuma? -dijo

    mientras acariciaba sus hombros-Estás muy tensa.

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    -No sé…todo esto me tiene muy nerviosa 

    -Por Dios Vero, que solo ha sido un vecino…anda que si le hubieras abierto la puerta a

    un terrorista.

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    CAPÍTULO 3: DÁNDOLO TODO

    Vanesa tocó el timbre de la casa de su amiga Gloria. Ella corrió descalza por el pasillo,

    hasta encontrarse con la puerta, abriéndola como un impulso frenético que se había

    colado en sus venas, eclipsándolo todo.

    -Ah...eres tú-Hija…anda que vaya alegría te ha dado de verme 

    -No es eso-es que estoy esperando a Luis…y tengo que hablar con él… 

    -Ya…, pues yo como te dije, aquí estoy 

    -Claro, pasa y siéntate.

    Vanesa se extrañó al ver los pétalos de rosas, esparcidos por el suelo de la entrada.

    Fue sorteándolos, pero no le dijo nada a su amiga. Ambas se sentaron en el sofá en elque una hora antes Gloria había estado con aquel hombre, Marcos Ferreiro.

    Vanesa notó a Gloria algo nerviosa. “Así que es verdad”, “finalmente te lo ha dicho,

    ¿no?”, pensó mientras la observaba con detenimiento. No podía soportar que fuera

    más guapa que ella y la odiaba. Pero no quiso pensarlo y se distrajo comprobando sus

    nuevas y sorprendentes imperfecciones. Había notado arrugas en sus pómulos. “Sin

    maquillaje todas somos sapos en guapa” 

    Gloria le servía leche caliente en una taza. Había preparado café para su amiga al

    mismo tiempo que le contaba lo sucedido. Aquel chorreo desde la cazuela le recordódirectamente a su trabajo.

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    -Así que un hombre trajeado y con pinta de bueno… 

    -Sí, como te digo…y lo que quería era follarme…-después de decir aquello le dio un

    sorbo al café-…pero que no te he ofrecido nada, ¿quieres unas magdalenas? 

    Miró el reloj-…son casi las once de la noche… 

    Se levantó y se metió en la cocina, un pequeño habitáculo abierto totalmente al

    comedor y con una barra americana. Abrió uno de los muebles y sacó una bolsa grande

    de magdalenas, intacta. Después volvió a sentarse.

    -Me encantan las magdalenas… 

    Vanesa no le había prestado atención-¿Y qué pasó después?

    -¿Después de a qué?-dijo con la boca llena.

    “Eso, traga, que parece que es  lo único que sabes hacer”-Ay chica, pues, ¿qué va a

    ser?... ¿qué pasó después? ¿Te lo follaste?

    -Uy no…sabes que soy fiel… 

    -Ya

    -Soy tradicional y si me apuras, un tanto conservadora…aunque liberar también, claro-

    dijo mientras abría otra magdalena y se la metía en la boca-disculpa-dijo comiendo-

    pero es que cuando estoy nerviosa me da por el dulce… 

    -No te preocupes- “Por mí como si estallas aquí mismo”-entonces, ¿no te lo follaste?

    -Uy chica, ya te he dicho que no… 

    -Entonces un descocido entra en tu casa, se sienta, te dice que es abogado y que

    quiere acostarse contigo. Intenta forzarte y en ese momento entra mi madre, que lo

    había escuchado todo desde su casa, y sin pensárselo dos veces, coge una sartén y le

    da un golpe seco, el hombre cae y cuando recupera la conciencia, se va.

    -Básicamente es eso

    -Pues no tiene sentido

    -Es que hay una parte que no te he contado

    -¿cuál?

    Gloria terminó su café y después se pronunció –Bueno…en realidad, el hombre quería

    vengarse de su esposa…. 

    -¿Acostándose contigo?

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    -Sí

    -¿Y eso?

    -Pues porque…porque 

    -¿Por qué?, que parece que no quieres decirlo

    -No es eso…Bueno, que por lo que se ve, Luis me pone los cuernos con su mujer y

    venía a que me enterase y a que nos lo montásemos juntos.

    -Entiendo

    -Así que de un día para el otro, me he enterado de que tengo cornamenta-se puso los

    dedos en la cabeza, como peineta- y de que además, es con la mujer de un vicioso… 

    -¿Y qué piensas hacer?

    -Luis tenía que haber llegado hace ya dos horas…así que me ha plantado como a una

    tonta. En el caso de que venga, le pondré los puntos sobre las íes, a ver qué me dice… 

    -Te lo negará

    -Espero que no lo haga

    -Cualquier lo hubiera dicho de Luis

    -Pues sí, pero ¿Sabes lo que te digo?

    -¿Qué?

    -Que voy a poner música… 

    La miró interrogativa-¿para celebrarlo?

    -No hombre, sino que me relaja, un poco de One Direction

    -¿One Direction?, con la edad que tienes, parece mentira

    -Uy, la música no tiene edad-Gloria se levantó y se dirigió hacia el equipo. A su lado

    había una repisa en la que se encontraban sus CD’s. Cogió el de la banda británica y le

    dio al play. Se escuchaba “Live While We’re Young” del disco “Take Me Home”. Gloria

    empezó a bailar al compás de la música mientras se dirigía a su amiga y la invitaba a

    que se levantara, cogiéndole las manos, pero Vanesa era reacia.

    -No sé cómo puedes escuchar esta porquería

    Gloria se encaminó bailando hacia el sofá y se sentó-pues sabes, mañana salen las

    fechas de sus conciertos en España.

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    -Por mí como si salen las de sus conciertos en China… 

    -Y como vengan a Madrid, me muero

    -¿No deberías de estar enfadada?

    -Lo estoy reina. Por eso mismo pongo One Direction, para relajarme… 

    -Ya veo… 

    En ese momento llamaron a la puerta. Gloria se levantó y fue a abrir. Era Piluca. Esta

    vez venía acompañada de un hombre mayor, de unos ochenta años.

    -¿Podemos pasar?-dijo la mujer

    -Está aquí su hija… 

    -Ya lo sé

    -Pase, anda… 

    Piluca y Antonio se sentaron con ellas, cada uno en un sillón. Antonio era hermano de

    Piluca y por lo tanto, tío de Vanesa. El hombre había venido de Teruel a pasar unos

    días en Madrid, con la familia. Gloria había quitado la música y había comenzado a

    pintarse las uñas. Antonio miró a Piluca con reprobación.

    -¿Qué le pasa tío?-dijo Vanesa.

    -No soy yo quién tiene que juzgar, sino Dios-señaló al techo con su bastón-…pero, ¿no

    vais un poco descocadas?

    Vanesa se tapó el escote con las manos, instintivamente-Tío, es la moda… 

    -O sea, que ahora es moda ir como una fulana… 

    -No se pase Don Antonio-dijo Gloria.

    -Si no es por vosotras…el diablo está en los hombres, que luego  no os extrañe queintenten violaros.

    -Bueno, habrá de todo-dijo Piluca intentando eludir el tema.

    -Y bueno Vanesa, tú madre me ha dicho que estás sacando las mejores notas, ¿no?

    Gloria dio una carcajada-Uy sí, matrícula… 

    -Ah, ¿matrícula? Así me gusta…aplicada… 

    -No sabes cuánto tío-dijo ella

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    -Y abierta a todo lo que venga-dijo Gloria.

    -Ah, pues eso está muy bien. En esta vida hay que ser valiente y arriesgarse…Y tú, te

    llamabas Gloria, ¿no?-dijo refiriéndose a su amiga

    -Sí señor… 

    -Tienes una bonita casa-hojeó de lado a lado-¿también estudias?

    -Uy no, yo trabajo… 

    -Muy bien, ¿a qué te dedicas?

    -Soy… 

    -Policía-se apresuró Piluca

    Vanesa y Gloria la miraron sorprendidas.

    Antonio puso una sonrisa-¿Policía? Pues es un buen puesto de trabajo… 

    -Sí, no me quejo… 

    -Menos mal, porque hoy la juventud no sabe ni a donde va…paso por la calle y solo veo

    putas… 

    -¿Por qué calles vas tío?

    -Uy, por las que sea…desde Teruel hasta Barcelona, pasando por Pamplona, en España

    sólo hay putas… 

    -¡Qué tajante!

    -Pero no me refiero a vosotras…que sois dos ejemplos a seguir… 

    En ese momento llamaron a la puerta.

    -Supongo que será Luis-dijo Gloria mientras se levantaba y se dirigía hacia la puerta

    -¿Quién es Luís?-preguntó Antonio

    -El novio de Gloria-contestó Vanesa

    La chica había posado sus ojos en la mirilla. Después volvió a sentarse, mientras

    seguían llamando insistentemente.

    -¿Quién era?

    -Uy nada, propaganda

    -¿A estas horas?

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    -Sí

    -Pues no se cansan… 

    -Bueno, es que creo que son protestantes, ya sabe, de alguna religión de estas

    minoritarias que están de moda.

    -Me figuro

    Vanesa le hizo un gesto a su amiga para enterase. Ella le susurró un nombre con

    disimulo, “Tony Marco” La joven palideció, haciendo el signo de la cruz con las manos y

    besándose el dedo.

    -Así me gusta-dijo Antonio

    -¿Cómo?

    -Ante la herejía de los que están aporreando la puerta, aferrarse a Dios en contra del

    maligno… 

    -Uy sí, ésta es una beata-dijo Gloria, al tiempo que le daba una palmadita en la espalda

    a su amiga.

    -¿Y tú como policía no deberías hacer algo?

    -Cada uno puede aporrear la puerta que quiera… 

    En ese momento se escuchó la voz del demandante, del otro lado-Oye, Sonia, que soy

    el Tony, abre anda, que te estoy escuchando…que tenemos que hablar de

    negocios…que sé que estás ahí. 

    -No se cansa, eh-dijo Vanesa, riendo

    -¿Sonia?-dijo Antonio-este se ha equivocado…ábrele y dile por donde puede meterse

    los golpecitos…que ya está molestando. 

    -Ábrele Gloria-dijo Vanesa-el pobre está perdido

    Gloria se levantó-¡Qué insistente!- se dirigió a la puerta y abrió

    Tony se abalanzó hacia ella, tocándole el culo y elevándola del suelo-Chochete, ¿qué

    pasa?

    Gloria le pegó un manotazo, con fuerza-¿Qué hace?

    Acariciándose la barbilla-Sonia tía, ¿Qué te pasa?

    -Largo de aquí tío loco… 

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    Antonio se levantó con inestabilidad y se dirigió hacia la puerta.

    -¿Quién es este?, ¿tu abuelo?

    El hombre se armó con su bastón y empezó a darle golpes, repetidamente, mientras

    Tony se defendía-¿Su abuelo?, violador…asqueroso…que no se puede vivir tranquilohoy en día… 

    Gloria se puso en medio con los brazos en cruz-Don Antonio, siéntese…que todo tiene

    una explicación.

    Tony estaba en el suelo, protegiéndose con las manos-Eso, hágale caso a su nieta

    Vanesa y Piluca, que habían estado pendientes de la escena en todo momento, se

    giraron al escuchar un grito de socorro que venía de detrás de ellas. Un hombre de

    unos treinta años de edad, se había quedado enganchado en los barrotes del balcón alintentar colarse en la casa proveniente del piso de al lado. Ambas se levantaron y

    corrieron para socorrerle. Antonio, Tony y Gloria también fueron hacia allí.

    Consiguieron adentrarlo en la casa con esfuerzo.

    -¿Estás loco o que te pasa?-le dijo Vanesa

    El hombre no le había echado cuenta. Estaba aturdido, pero pasó entre la gente y lo

    primero que hizo fue cerrar la puerta de la casa, que se había quedado abierta.

    Después se colocó detrás de ella, apoyándose en su superficie. El resto de la gente lo

    miraba extrañado.

    -¿Otro loco?-preguntó Gloria

    -Oye tío… ¿qué coño te pasa?-dijo Tony

    -Todo tiene una explicación-se pronunció el misterioso desconocido… 

    -Más vale…o llamamos a la policía-dijo Gloria.

    -Tú misma eres policía, arréstalo-dijo Antonio, pero nadie le había echado cuenta,

    estaban pendientes del hombre.

    Era un joven delgado, moreno y bastante guapo. De aspecto un tanto desaliñado, tenía

    barba de al menos dos días y su traje de chaqueta y corbata, a pesar de sentarle como

    un guante, estaba algo arrugado. Se le notaba nervioso.

    -Por favor-dijo mostrando sus manos-no soy un asesino…ni nada parecido…no tienen

    porqué temer… 

    -Es un alivio saberlo-dijo Piluca mientras se sentaba-…me vais a perdonar pero no

    tengo yo la cadera como para estar de pie.

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    Antonio la imitó-…eso, los viejos desde la barrera, que es más fácil… 

    -Pues usted antes bien que estaba empitonando en la arena-dijo Tony tocándose el

    cuello y refiriéndose a sus golpes con el bastón.

    El joven se sentó en el suelo de la entrada y comenzó a sollozar. El resto lo miróextrañado. Gloria se acercó y se puso a su altura, acariciándole el pelo. El hombre alzó

    la cabeza y se fijó en sus tetas, acentuadas por un escote sexy y provocativo. No quiso

    pensarlo y la ladeó. Gloria le dio un beso en la mejilla-Anda guapo, no llores, nunca he

    podido ver a un hombre llorar…cuéntanos que te pasa….-partió su lágrima con la

    perfecta uña de su dedo.

    En ese momento se escuchó el timbre de al lado. El joven tensó su cuerpo y Gloria lo

    notó. Quizás era deformación profesional, pero se había fijado en su paquete, que no

    sabía porque, también había empezado a encañonarse.

    -Esa es Candela-dijo agachando la cabeza.

    -¿Candela?-dijo Gloria-A ver, explícate de una vez… 

    Vanesa se acercó a los dos y también se sentó en el suelo, al otro lado del chico. Tony

    se había tirado en el sofá.

    -Eso tío, que no se entra así en la casa de la gente-dijo Vanesa

    El chico estaba esperando a que se fuera la persona que estaba llamando en la casa deal lado.

    -Pero, dinos de una vez-dijo Gloria

    -Si llego a saberlo, antes me habría ido de Teruel…que allí lo máximo fue cuando se

    murió el Genaro.

    -Pues vaya, aquí muere gente todos los días-dijo Piluca

    -Ya, pero es que murió durante las fiestas, mientras veíamos una comedia en el teatro.

    El pobre cayó de su palco mientras aplaudía, es que le encantaba Conchita Bautista.

    -Ah ya… 

    El misterioso desconocido se levantó, apoyando una de sus manos en la pared. Había

    notado como se iba la persona que llamaba en el otro piso. Vanesa y Gloria le imitaron.

    -A ver, cuéntanos ahora mismo quien es esa Candela y porque antes casi te juegas la

    vida, esquivándola-dijo Gloria

    -Candela es mi novia… 

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    -Pues vaya-dijo Vanesa

    -Candela es mi novia, pero no la quiero

    Gloria palideció, por un momento le había recordado a su situación con Luís. Y todavía

    no había llegado para hablar con él-Pues entonces, si no la quieres, no entiendo quéhaces con ella… 

    -Pues chica, está muy claro-se apresuró en contestar Tony, desde el sofá-…lo que pasa

    es que la tía es fea, más fea que un dolor… 

    -Anda ya-dijo Vanesa, yéndose hacia donde estaba y haciendo que cediera un puesto

    en el sofá, sentándose ella.

    -Mi novia no es fea-dijo dándose la vuelta-todo lo contrario, es modelo…y de las

    mejores… 

    Tony se acercó al oído de Vanesa y le habló en voz muy baja-Entonces maricón

    seguro…no falla. 

    Gloria encaminó al chico al salón, de la mano-Anda, cuéntanos de una vez… 

    -Eso, que estamos intrigados-dijo Piluca

    -Me llamo Mario, tengo 29 años, soy abogado… 

    -¿Otro?-susurró Gloria

    -…mi novia y yo estamos pasando por una mala racha-prosiguió el chico-Bueno...-

    reflexionó-…mejor dicho, yo soy quién no está a gusto. Ella me controla todo l o que

    hago, cada movimiento. Me asfixia-encolerizó y le dio un golpe con la palma a la mesa

    que tenía en frente-…y a veces desearía que estuviera muerta… 

    En ese momento llamaron a la puerta. Gloria se encaminó hacia ella, para abrir, pero el

     joven se dio la vuelta y sacó un arma del bolsillo de su pantalón, intimidándolos a

    todos. La chica se fue hacia atrás. Vanesa se desmayó y fue a caer en los brazos de

    Tony.

    El hombre estaba muy nervioso y le temblaba la mano. Habló a voz en grito- ¡Quietos!,

    a quién abra le pego un tiro…que estoy muy loco, ostias.

    -Tranquilo chaval, no cometas ninguna locura-dijo Gloria mientras se acercaba poco a

    poco, con las manos abiertas.

    -Hacia atrás o no respondo

    No dejaban de llamar a la puerta, insistentemente.

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    El hombre se puso más nervioso todavía-Cómo abráis os pego un tiro a cada uno y

    después me mato. ¿No os lo creéis?-y se metió el cañón de la pistola en la boca.

    Antonio aprovechó dicho gesto para acercarse de frente con el bastón en las manos y

    aporrearle repetidas veces, hasta que el chico perdió el equilibrio y cayó en el suelo.

    Entonces fue Piluca la que se levantó y cogió la pistola.

    Entre Gloria y Tony consiguieron reducir a un Mario que lloraba en el suelo a lágrima

    viva. Parecía un niño pequeño e inocente pidiendo disculpas tras una rabieta

    incontrolada

    -Tendré que llamar a la policía-dijo Gloria

    -Bueno, puedes detenerlo tú...y cuando vengan tus colegas le cuentas lo sucedido-dijo

    Antonio aludiendo a su condición de mujer policía.

    -Bueno, ya si eso que se las arreglen ellos cuando vengan, que estoy en mi día libre.

    -Así va el país…-dijo Antonio mientras se sentaba.

    Mario se sentó en el suelo, tocándose la cabeza-Por favor, no llamen a la policía…no

    quería hacerles daños, sólo pretendía que no le abrieran a Candela…eso es todo…si la

    pistola ni siquiera es mía y además, no está cargada.

    -Ah, ¿no?-dijo Piluca que le estaba apuntando desde el sillón. Se la acercó a los ojos,

    como si así pudiese adivinar si llevaba o no llevaba balas en su interior. En ese

    momento, Antonio se levantó bruscamente y se la arrebató, de un golpe seco,

    poniéndolo justamente en la sien del hombre que había entrado hacía ya casi diez

    minutos por el balcón de la casa.

    -Anda hijo de puta, violar, que sois todos unos violadores…que seguro que lo que

    querías era follarte a estas dos cándidas…y ahora nos sales con que la pistola no

    estaba cargada, a ver si la que no va a estar cargada va a ser la tuya, impotente, picha

    corta… 

    -Se ha pasado-dijo Tony tocándose los huevos desde su posición.

    El hombre seguía llorando-puede disparar si eso le hace feliz…no hay ninguna bala en

    el tambor… 

    Antonio le hizo caso, apretando el gatillo hasta cinco veces. Efectivamente, no había

    resultado herido. El hombre volvió a sentarse-Pues llevaba razón, ni una puta bala en

    toda la pistola… 

    -Si soy un mierda…-dijo Mario mientras comenzaba a pegarse cabezazos contra la

    pared-…un mierda, un mierda, un mierda… 

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    Gloria se apresuró a detenerlo, cogiéndolo por la espalda y llevándoselo con él,

    abrazándolo-No digas eso…todos podemos equivocarnos alguna vez… 

    -¿Y si nos vamos y os dejamos solos?-dijo Tony levantándose.

    -Pues no se olvide de que aún tiene que aclararnos quién es usted…que buscaba a unatal Sonia, ¿no?

    Tony había comprendido la situación, lo mejor era dejarse llevar-Sí…me di cuenta

    antes, pero claro…ante tanto desorden, no quería interrumpir…La Sonia que busco

    vive arriba… 

    -¿Dónde mi hermana Piluca?

    -Ay no, arriba de esta…en el séptimo C 

    -¿El séptimo cielo?-rió Vanesa

    Mario y Gloria seguían acurrucados en el suelo, balanceándose como dos enamorados

    ante el abismo.

    -Bueno-dijo Tony-un placer…pero yo me marcho 

    Vanesa le imitó-Bueno, es tarde y estoy cansada. Mañana rodamos una escena y tengo

    que estar radiante… 

    -¿Una escena?-preguntó Antonio-¿Una escena de qué?

    -Es que está rodando una película-apresuró a responder Piluca-era una sorpresa pero

    ya no tiene caso… 

    Antonio sonrió-… ¿y cómo que no me habías dicho nada?-Se acercó a la chica y le dio

    dos besos sonoros-…me tienes que contar todos los detalles. Eso sí, no dejes de

    estudiar…que nunca se sabe… 

    -Claro que no tío….-sonrió

    -Y pensar que las malas lenguas en Teruel decían que a lo único que podías aspirar en

    la vida era a comer pollas…anda que cuando se lo cuente a esas víboras, van a explotar

    de la envidia… 

    Piluca palideció-Ese lenguaje… 

    -Comer pollas a boca llena…es mejor no ocultárselo. Las fulanas comen pollas a

    mansalva… 

    -Sí, algo había oído… 

    -Pero tú no eres de esas

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    Tony no pudo sofocar la risa. Antonio se dirigió hacia él con cara de pocos amigos-Y

    usted, ¿qué hace aquí todavía?, anda, anda, vaya a trajinarse a su Sonia, que seguro

    que le está esperando.

    -Bueno mamá-dijo Vanesa-yo lo dicho, me voy a casa, que tengo rodaje

    -Y a ver si te haces famosa

    -Bueno, es una película de bajo presupuesto… 

    -Por algo se empieza… 

    -De todas maneras te acompañamos hacia la puerta-dijo Piluca-nosotros subimos en el

    ascensor y tu bajas.

    -Sí mamá

    Tony y Vanesa se encontraron abajo, en el portal del edificio. Él la miraba a ella con

    una sonrisa de complicidad.

    -Primera y última vez que voy a casa de Sonia… 

    -Querrás decir de Gloria

    -Ah, ¿pero se llama Gloria?

    -¿Te llamas tú Tony?

    -Claro que no, me llamó Jacinto…pero no quedaba sexy… 

    -Pues lo mismo, Sonia Espejo es el nombre artístico de Gloria María Hernández

    Sánchez… 

    -Sí, así habría sonado a todo menos a actriz porno… 

    -Pues por eso… 

    -Pero tú sí te llamas Vanesa Chicago, ¿no?

    -Hombre, Vanesa sí, pero Chicago…no hay que ser muy inteligente para darse cuenta

    de que no es mi apellido. Soy García.

    -Me parece que sois un poquito liantas

    -Sí vamos, el que se apellida Marco, no te jode… 

    -No-sonrió al tiempo que se ponía las gafas-Jacinto Segovia… 

    -Pues ese tiene su punto

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    -No sé… 

    -En fin, ¿a qué venías?, ¿era la primera vez?

    -A ofrecerle un negocio redondo a Sonia Gloria…pero qué coño… ¿qué te   parece si

    vamos a un pub y te cuento?…el puesto es tuyo si lo quieres… 

    -Hombre, si dices que es redondo…-sonrió-, pero no, tengo que llegar temprano a casa.

    He quedado con mi novio… 

    -Ok, entonces… ¿quedamos mañana y te cuento? 

    -Mañana podrías llamar a Sonia, ¿no?

    -Sí, pero ahora te prefiero a ti

    -En todo caso podríamos salir ambas…en la peli, me refiero… 

    -Sí, está bien, pero ahora lo veo claro-dijo mientras hacía un encuadre con sus manos-

    …tú serás mi estrella 

    Ella sonrió-en tus manos queda que no se apague.

    Gloria y Mario seguían balanceándose en silencio. El movimiento recordaba a la

    maternidad. Un bebé era acunado por su progenitora, convirtiéndose ambos en uno

    solo y al mismo tiempo, en lo único importante.

    -Dime cuáles son tus miedos…-dijo Gloria en forma de susurro, clavando sus ojos en los

    de su protegido

    Él apartó los suyos-¿miedo?, a mí me da miedo todo. Salir por si te coge un coche,

    entrar por si se cae la casa, los aviones porque se estrellan, los trenes porque

    descarrilan, los barcos porque se hunden. Cuando llueve de coger una pulmonía, si sale

    el sol de quemarme, si me leo un libro tengo miedo de saber…y si no leo el miedo me

    lo produce el abismo del desconocimiento. Si me quedo callado tengo miedo del

    silencio y si hablo mucho mucho mucho como ahora, tengo miedo del ridículo-el

    hombre se levantó con inestabilidad. Como las luces estaban apagadas, Gloria solo

    intuía su sombra, de espaldas. Se dio la vuelta-Si me tocan tengo miedo del Diablo y si

    no me tocan…, si no me tocan tengo miedo de mi mismo… 

    Gloria se levantó y se puso en frente, tocando su mano-…y ahora, ¿qué sientes? 

    El chico temblaba-Me siento bien contigo. Me gustaría… 

    -¿Sí?

    -¿Puedo tocar tus senos?-Gloria no se lo pensó y bajó su escote, mostrando sus doshermosas protuberancias. Mario colocó ambas manos-Está blandito-sonrió

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    -¿Es que nunca habías tocado unas tetas?

    El chico agachó la cabeza, por vergüenza-No…soy virgen… 

    -¿Cómo?

    -Sí

    -¿Con treinta y tantos años?

    -Veintinueve si no te importa

    -No me lo puedo creer

    -Pues es la verdad… 

    -¿Y tú novia?, ¿eres gay o algo parecido?

    -¿Gay?, no…Me encantan las mujeres…pero no sé… 

    -Pero si estás tremendo… 

    -No es para tanto

    Gloria fue tajante-¿Quieres follarme a mí?

    El chico se sonrojó-…pues…hombre… 

    -¿Sí o no?

    -Sí-contestó como si su vida dependiese de ello

    -Pues no se hable más. No puedo permitir que un chico como tú aún no haya probado

    los placeres del sexo. A partir de esta noche tu vida va a cambiar para siempre. Ya

    verás como no te arrepientes. Y a partir de mañana vas a ser más feliz de lo que has

    sido en toda tu vida. Los miedos se disiparán y podrás enfrentarte de una vez por todas

    a ella, a Candela.

    Gloria y Mario se sentaron tímidamente en la cama de invitados. Ella marcó los dígitos

    del teléfono de su novio, Luis, que aún no había llegado de la casa de su amante.

    -Parece que no lo coge-dijo hablando sola-…se escucha un pitido...no no lo coge...ay

    ostias el contestador…bueno le dejo un mensaje y punto…y así no dirá que no le he

    avisado… ¿Luis?, Soy Gloria…te he estado esperando toda la noche y tú sin aparecer

    por casa…pero bueno, ya hablaremos mañana…Y a ver si coges el teléfono cuando se

    te necesita, que luego dices que la que no lo coge soy yo. Te llamaba para que supieras

    que tengo en casa a un chico…Le voy a hacer un favor tirándomelo, porque tiene

    treinta tacos y el tío es virgen-no pudo detener una risotada-sí, ya te contaré…Porcierto, tienes gazpacho de esta mañana en el frigorífico…y pisto, por si quieres…te lo

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    calientas…No sé cuánto tiempo tardaremos…Si ves que no hemos salido ya hablamos

    mañana…Un beso amor mío-colgó

    -Bueno, solucionado…y ahora lección uno…besos de cielo…-dijo mientras se acercaba a

    los labios de su compañero. Después se apartó con una sonrisa-Aprendes rápido… 

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    CAPÍTULO 4: LUIS Y LA NOCHE

    Luís despertó aturdido. Lo primero que hizo fue incorporase en el sofá y mirar el reloj.

    Eran las cinco de la madrugada. Aún le dolía la cabeza, pero, ¿Qué era lo que había

    sucedido exactamente?

    Recordaba sólo hasta un cierto momento de la noche. Lo último había sido que

    Verónica se había vuelto una bestia salvaje, le había quitado la camisa y se había

    puesto a jugar con su sexo, en el salón. Él le había rogado que no lo hiciera. “Ya

    estamos vestidos y tengo que ir a ver a Gloria”, le había dicho. Pero ella había hecho

    caso omiso.

    ¿Y después?, se preguntó. A partir de ahí ya sólo recordaba que se habían puesto en el

    sofá, él en los brazos de ella. Y llevaba, miró el reloj, seis horas durmiendo. Se masajeó

    la frente, aún estaba cansado. Se levantó con inestabilidad y volvió a sentarse, esta vez

    en una silla cercana, porque se caía. Estaba mareado y le costaba dar un paso sobre el

    otro.

    ¿Qué habría pasado?, ¿habría llegado el marido de Verónica? Esperaba que no, pero

    en todo caso, ¿dónde estaba ella?, ¿en otra estancia?, ¿lo había dejado allí y se había

    marchado a la cama?, ¿por qué no recordaba lo que había sucedido?, ¿por qué se

    había quedado traspuesto? En su mente se agolpaban mil preguntas sin orden ni

    preferencia.

    Volvió a levantarse y fue caminando despacio, pegándose con la pared. Entró con

    esfuerzo en todas las habitaciones de la casa. No había nadie. Estaba solo y

    desconcertado.

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    Comprobó, después, que no le faltaba nada en la cartera y que tenía el resto de sus

    pertenencias. Las llaves, el móvil, (que se había quedado sin batería) el tabaco y un

    mechero Bic que le había regalado Gloria hacía unos días.

    Se acordó de su novia apoyado en el lavabo, mientras terminaba de recorrer la casa,

    palmo a palmo. ¿Estaría Verónica detrás de la cortina de la bañera?, pensó con miedo.

    Sin más, la descorrió de un golpe seco. No había nadie. No entendía que era lo que

    estaba pasando.

    Estaba recuperando la agilidad. Se fue hacia el portón de la casa, abrió la puerta y salió

    a la calle. Hacía frío, pero no le importaba. Se encontraba aturdido y necesitaba salir de

    allí cuando antes. Sacó las llaves del coche y se montó en él, dirigiéndose a la casa de

    su novia, Gloria.

    Gloria aún no estaba dormida cuando llegó. Eran las cinco y media, pero se habíaquedado esperándolo, viendo una telenovela mexicana mientras fumaba, nerviosa.

    Había dejado a Mario durmiendo en la habitación de invitados.

    -¿Dónde has estado?-le dijo Gloria, tumbada en el sofá, abrazando la almohada.

    Luís se había sentado en el sofá-Bueno…al final se ha liado la cosa… 

    -Me imagino…-dijo seriamente-bien liada… 

    Luís se quitó las botas y puso los pies en la mesa-Y tú, ¿qué has hecho?

    -Esperarte-lo había dicho alzando la voz, al mismo tiempo que se levantaba con el

    mando a distancia en las manos para darle más volumen a la televisión.

    Luis se levantó y le acarició la cara. Fue a darle un beso, pero ella apartó la mejilla

    bruscamente

    -Lo siento-se sentó despacio en el sillón-lo siento de verdad. No he podido hacer nada

    para librarme. Hemos estado liados en el curro hasta hace un momento. Pascual

    necesitaba un trabajo para mañana y me he tenido que pasar toda la noche.

    Normalmente no tenemos problemas, pero justo hoy, que habías llegado de Mallorca-

    tocó su mano-¿qué tal te ha ido todo allí?

    Ella se apartó-¿Y qué era eso tan urgente?

    Estaba improvisando sobre la marcha y se le notaba-Pues…eh…!qué va a ser Gloria!, un

    encargo.

    -¿Qué encargo?, es que soy muy curiosa…¿qué tipo de encargos son irremplazables

    para una imprenta? Porque te recuerdo que no eres médico, ni bombero, ni

    policía…trabajas en una imprenta.

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    -O sea que no te lo crees, ¿no?-se levantó, con las manos en jarra-parece mentira

    Gloria…en todos los trabajos pasan este tipo de cosas. 

    -Ya, ¿y tú móvil?

    -Uy, ya salió el móvil. Se me ha quedado sin batería, señora sabelotodo.

    -¿Y no hay más teléfonos a tú alrededor?

    -No se me ocurrió, Doña detective. Usted perdona

    -Lamento que estés enfado-dijo gritando, mientras se levantaba-…pero no soy de

    piedra…Yo también tengo sentimientos…eh 

    En ese momento los protagonistas de la novela que había en la televisión se estaban

    dando un beso apasionado. Gloria se quitó uno de los tacones y lo estampó contra el

    aparato. Se había quedado un poco coja y lanzó el otro, esta vez al balcón, que estaba

    abierto. Después se acercó a él y lo apagó con contundencia.

    -¿Estás loca?

    -Dímelo tú, dime si estoy loca o si es verdad

    Luís miró a un lado y a otro-¿De qué estás hablando?

    Gloria se sentó en el sillón y comenzó a llorar pausadamente-te quiero Luís…no podría

    soportar que me dejaras.

    Él se le acercó y le dio un beso. Esta vez, se dejó hacer. La cogió de las manos, se sentó

    en el sofá y la guió para que se posase en sus rodillas, frente a frente.

    -¿Qué te pasa, cielo mío?-dijo mientras le acariciaba el pelo.

    -No puedo decírtelo…-la chica se desplazó hacia el otro lado del sofá, evadiéndole.

    -No entiendo porqué no

    -Porque no quiero perderte-le acarició la mano-porque te quiero y no quiero

    perderte… 

    -Y dale, yo nunca voy a dejarte. No sé por qué piensas así.

    -A las ocho o así vino un hombre-Gloria había decidido contárselo-yo me estaba

    arreglando. No habíamos hablado pero pensé que después de dos semanas, querrías

    verme.

    -Nunca nos vemos los viernes… 

    -Ya, ya…pero lo di por hecho cuando leí la nota… 

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    -¿Cómo?, ¿qué nota?, ¿a qué te refieres?

    Gloria se fue a la entrada, cogió la nota que había en el suelo entre los pétalos de rosa

    y se la pasó a su novio, sentándose de nuevo.

    Él la abrió y la leyó: “Nos vemos esta tarde amor mío. Te quiero desde el pri mermomento en que te vi”  

    -Primero que no está firmada, y segundo que no es mi letra…así que no sé a dónde

    pretendes llegar con esto.

    Se la arrebató-¿yo? A ninguna parte. Es una prueba fehaciente de que esta mañana

    vino un chico joven a traerme un ramo de rosas en el que se incluía esta nota… 

    -Pues yo no he sido

    -Vaya…pues no lo entiendo 

    -Las rosas me las he encontrado de frente, esparcidas en la entrada, pero no te he

    querido decir nada para no resultar inquisidor…Pensé que había sido otra de tus

    manías…alfombrar la casa con pétalos rojos… 

    -No-Gloria estaba pensativa-pero entonces…¿esa nota?...¿habrá sido aquel hombre? 

    -¿Qué hombre?

    -Pues lo que te estaba contando antes…que a las ocho de la tarde vino un hombre muyextraño con traje de chaqueta y le dejé entrar en casa.

    -¿Y?

    -Pues que creo que ese hombre es el que me ha mandado las flores

    -¿Por qué crees eso?

    -Me dijo su nombre, estuvimos hablando unos minutos y quiso…quiso que hiciéramos

    el amor… 

    -¿Cómo?

    -A ver, no ha pasado nada eh…pero porque yo no quise, desde luego… 

    -¿No se llamaría, por casualidad…Marcos Ferreiro? 

    Gloria palideció-Sí, justamente…pero, ¿cómo lo sabes?, ¿es que lo conoces? 

    -Sí-agachó la cabeza-…lo conozco bien… 

    -¿Quién es?

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    Luís se armó de valor-Me acuesto con su mujer todos los viernes… 

    Gloria estaba tranquila, como liberada-ya sé que te acuestas con su mujer…y también

    sé que eres un cínico y un hijo de puta-dijo mientras una lágrima resbala por su cara.

    -Si no te he dicho nada es porque no quería preocuparte…simplemente eso. En losúltimos meses has tenido mucho trabajo. No he querido complicar tu vida con mis

    cosas

    Lo miró incrédula-¿Me ibas a poner un fax diciendo perdona cariño, pero me he

    enamorado de otra?

    -¿Enamorado?, ¿de qué estás hablando? Me acuesto con ella, sí, pero ni siquiera

    somos amantes, no hay amor por ninguna parte. Es como lo tuyo en el porno Gloria,

    una simple transacción económica.

    -¿Me estás diciendo que te la estás tirando porque te da dinero?

    -Ella no, sino su marido

    -¿Marcos Ferreiro?

    -Sí

    -No entiendo nada

    -Necesito un cigarro… 

    Gloria sacó uno de la cajetilla y se lo encendió, después se la pasó a Luís-Dime, ¿de qué

    conoces a ese tipo?

    -Hace unos dos meses, una tarde, vino a la imprenta. Yo le dije que se pasase en otro

    momento, que íbamos a cerrar, pero insistió en que hablásemos. Aún recuerdo su cara

    de panoli-sonrió-con aquella chaqueta y esa corbata impoluta, como un muñeco recién

    salido de la tarta. Le di unos minutos en la trastienda. Me dijo que su mujer se había

    prendado conmigo. Me comentó que vivían cerca de allí y que muchas mañanas se

    pasaba a comprar tonterías simplemente para verme.

    -¿Y le había dicho a su marido todo eso?

    -No, me dijo que había sido una amiga de la pareja, la que en confidencias, se lo había

    confesado, intentando, según él, que arreglara las cosas con su esposa. Porque claro,

    luego me dijo que la convivencia con ella no iba precisamente bien y me pidió un

    favor… 

    -Imagino… 

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    -Sí, lo que estás pensando. Me ofreció dinero, ciento cincuenta euros por noche, para

    que me acostase con su mujer. Debía ser cada viernes y…y bueno…tendría que ser

    como una auténtica conquista. Ella no podría enterarse de nada. Me pareció un dinero

    rápido y fácil…Lo siento mucho… 

    -Ahora lo único que puedes hacer es contármelo todo.

    -Está bien-tragó saliva y prosiguió-Efectivamente, Verónica era una cliente habitual. A

    veces se pasaba a comprar e improvisaba sobre la marcha. Otras, en cambio, sabía

    perfectamente lo que quería. Cuando yo estaba haciendo algo dentro, preguntaba

    siempre por mí-sonrió-soy un idiota…Así que até cabos y lo vi muy probable. Estreché

    la mano con aquel hombre y accedí sin más. A la mañana siguiente, Verónica volvió a

    presentarse en la imprenta. Figúratelo, la conquisté. La primera vez que lo hicimos fue

    en mi casa, pero las últimas cuatro semanas ha sido siempre en la de ella. Le he dicho

    que estoy de obras y se lo ha creído. Su marido prefiere que nos veamos directamenteen su apartamento. No sé por qué…pero sinceramente, ya no me importa. 

    -¿Y por qué los viernes?

    -Porque según me dijo, lo estaba haciendo porque necesitaba distraer a su esposa los

    viernes por la noche para hacer algo. No me preguntes el qué, porque no tengo ni

    idea. Hoy iba a ser una noche más, pero ya veo que no. Voy a matar a ese cerdo

    cuando lo vea… 

    -No hagas nada… 

    -¿Y eso?

    -De momento no quiero que hagas nada. Agradezco tu sinceridad, pero esto sigue

    siendo muy complicado, tanto, que incluso me parece mentira. No sé cómo voy a

    volver a recuperar la confianza en ti Luis. Espero que aún siga viva en algún rincón, en

    mi interior, porque me parece que ha muerto con tus engaños… 

    -Ya sé que para ti una relación se basa en la confianza plena, pero no quería

    inmiscuirte. Me lo tomé como un negocio, nada más que eso, y percibí enseguida queno era nada fácil… 

    -No te preocupes, te entiendo. Además, no puedo recriminarte que te acuestes con

    mujeres por dinero. Yo también me acuesto con hombres y mujeres cuando tengo un

    rodaje.

    -Sí, y nunca te he juzgado por ello. Eres libre y yo también. Nuestro amor se basa en el

    respeto y la sinceridad… 

    -Si lo sabes…¿entonces? 

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    -Me he equivocado…lo siento…no volverá a ocurrir 

    Gloria se abrazó a su novio, oliéndolo-Te quiero demasiado Luís…Sé que no es

     justo…pero me muero si alguien más te toca. No puedo soportar que te acuestes con

    otras mujeres que no sean yo-sollozaba-…y sé que no puedo pedírtelo, que sería una

    egoísta…pero también sería una hipócrita si me callara y pusiera una sonrisa. 

    -No te preocupes…no volverá a pasar…Y no pienso que seas egoísta, sino que eres

    alguien que está en su derecho de dar amor bajo sus propias condiciones. Que yo no

    las aceptase sería otra cosa, pero las acepto y las comparto. Nunca más volveré a besar

    unos labios que no sean los tuyos-la besó-te lo prometo… 

    Se incorporó pensativa-entonces, ¿no has leído los mensajes de móvil?

    Luis rió-¿a qué viene eso ahora? ¿Puro romanticismo?

    -Luis, no es cierto que te haya estado esperando hasta ahora. He estado follando hasta

    las cuatro con un desconocido y estoy cansada.

    -¿Qué?-El chico se incorporó

    -Te mandé un mensaje al móvil para decí rtelo…pero claro…ya te habrías quedado sin

    batería… 

    -Sabes que nunca me ha importado que seas actriz porno, pero esto…¿por qué lo has

    hecho?

    -Porque me recordaba a ti, aquella noche en la que te conocí en los camerinos del,

    “Pantera Rosa”-lloraba-…tan inocente y tan perdido como aquel chico que

    tímidamente había besado mis labios, regalándome una rosa y poniendo su tallo entre

    mis tetas, convirtiéndome en poesía… 

    -No quiero recordar ese momento…ya no soy ese del que hablas… 

    -Pues yo lo recordaré siempre…Mi cuerpo encajó con el tuyo y fuimos el cielo, cuando

    lo hace con los demás es la tierra… 

    -Y con aquel chico del que me hablas ahora, ese que se parece a mí tanto, ¿qué te has

    sentido?, ¿cielo o tierra?-dijo mirándole directamente a los ojos.

    -Fango…Ya no habrá otro como tú aunque haya miles

    -Eso es evidente…todos somos distintos… 

    -Pero tú y yo somos iguales, dos almas en una… 

    -Está bien, mañana me cuentas más detalles de lo sucedido-bostezó.

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    -¿Vamos a la cama?

    -Sí

    Se levantaron y corrieron abrazados por el pasillo, llegando hasta la habitación en la

    que solían hacer el amor. En la contigua, seguía Mario durmiendo su sueño poscoital,con una apacible serenidad.

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    CAPÍTULO 5: LA VERDAD SOBRE SONIA

    Antonio había salido de casa de su hermana muy temprano. Había comprado el

    periódico, había dado una vuelta por la ciudad y después se había sentado en un banco

    de un parque cercano.

    Había hecho bien volviendo por unos días al Madrid de su infancia. No quería morirse

    sin pasear nuevamente por las calles del centro, aquellas que aunque diferentes, aúnconservaban la huella de sus pies. Río al acordarse de su madre, tirándole de las orejas,

    llevándolo al patio después de una reprimenda. Lo colocaba en una de las esquinas y le

    decía que se quedase allí, sin moverse.

    A las once ya había vuelto a casa de Piluca. En el portal, antes de subir, se topó con una

    mujer muy arreglada, que sudorosa, se estaba abanicando.

    -Hola-le dijo a Antonio al entrar-…¿no ha visto usted por casualidad a una niña en la

    puerta?

    -No

    Entonces fue cuando entró una niña de unos diez años, con un enorme aro rodando

    por el suelo. La mujer se acercó a ella y la zarandeó. Antonio había vuelto a acordarse

    de su madre y sonrío por ello.

    -Sonia…calamidad-dijo la señora cogiendo a su hija del brazo-…que siempre tardas un

    montón en venir… 

    -Estaba distraída

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    -Pues como siempre-la llevó hasta el ascensor, donde ya esperaba Antonio para ir al

    piso de su hermana. Entraron los tres.

    -¿A qué piso va usted?-dijo el hombre.

    -Al séptimo… 

    Antonio apretó el botón del sexto, pero no hubo ningún movimiento-¿qué le pasa a

    este cacharro?

    -Vaya, déjeme a mí-dijo la mujer, dándole repetidas veces- ufff…otra vez

    estropeado…y después el presidente no hace nada. Pues tendremos que subir

    andando, siete pisos nada menos… 

    -Bueno yo seis-dijo Antonio mientras abría la puerta.

    -Ah ya…de visita, ¿no? 

    -Sí…soy hermano de Piluca. 

    -¿El de Teruel?

    -Sí-rió… 

    ¿Y se queda mucho tiempo?

    -Dos semanas o así… 

    -Pues Piluca es mi vecina de arriba…ella vive en el sexto C y yo en el séptimo C. En este

    edificio nos conocemos todos y nos queremos mucho eh. Se lo va a pasar usted

    estupendamente-dijo mientras abría el abanico y lo agitaba con fuerza-¡Qué calor!,

    una no sabe ya ni donde ponerse…-lo cerró de un golpe-…pero no nos queda otra que

    subir-jaló a su hija del brazo-venga Sonia…perezosa…a subir escaleras…Por cierto, mi

    nombre es Catalina, pero aquí todos me llaman Cati…a lo mejor le bajo luego unos

    pimientos asados, que me salen riquísimos. ¿Qué le parece?

    Antonio puso una sonrisa-Muy bien

    Madre e hija comenzaron a subir peldaños-Venga Sonia, que Ángel viene a las doce-

    dijo mientras le recogía el cabello-y todavía tengo que hacer las camas, poner una

    lavadora y limpiar el polvo. Y como se me queje una vez más…ay, no sé lo que te

    hago… 

    -No mamá… 

    -Tienes que ser educada…que ese hombre es muy bueno contigo…más darle a la

    Lengua-se tocó la suya con el dedo, gesticulando-…y menos morder…que menuda

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    eres. Mira que morderle…que eres una salvaje-decía la mujer mientras iban subiendo

    las escaleras.

    -Me gusta más el francés… 

    En ese momento Catalina notó como Antonio, el hermano de Piluca, había regulado yse estaba dando la vuelta-Pero, ¿no sube finalmente?-le preguntó

    Se le notaba algo nervioso-No…he recordado algo… 

    La mujer volvió a subir-Ah, pues como quiera…salude a su hermana de mi parte… 

    El hombre se había quedado pensativo, pero se pronunció antes de que Catalina

    pudiera adentrarse en el siguiente piso- Señora-gritó

    -¿Sí?-dijo asomándose-¿quiere algo? La niña ya había comenzado a subir corriendo las

    escaleras del segundo.

    El hombre se acercó y habló sigilosamente, cogiéndole las manos-…me preguntaba si

    podía darme hora… 

    -¿Hora?, ¿a qué se refiere?

    -No hace falta que disimule, lo sé todo… 

    -¿Cómo?

    -A lo que se dedican… 

    -Ah, ya…habrá visto el cartel en la puerta… 

    -¿Cartel?, ¿pero es que lo tiene publicado?… 

    -Claro, oiga…que yo todo lo hago por lo legal, eh…Pero entonces dígame, ¿quién se lo

    ha dicho?, su hermana, supongo.

    El hombre palideció-¿Piluca lo sabe?

    -Sí, lo sabe todo el barrio. El marido de su hermana fue uno de mis mejores clientes

    hasta que murió. Una lástima, porque era todo un caballero y no sabe como trataba a

    mi Sonia, siempre pendiente de ella… 

    -No hace falta que me dé detalles. ¿Tiene hora esta tarde?

    -Si hombre-dijo después de agitar el abanico-pásese a eso de las seis…y a ver qué

    podemos hacerle… 

    -Ok

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    -Pues no se hable más-dijo poniendo la mano en el pomo de la escalera y dándose la

    vuelta-Le dejo que tengo prisa, hasta las seis.

    Una vez la mujer hubo desaparecido, el hombre se dio la vuelta y corrió hacia el

    ascensor. Había tenido suerte porque volvía a funcionar. Paró en el quinto y llamó a la

    casa de Gloria. Ella salió varios minutos más tarde, en bata. Acababa de despertarse y

    se le notaba cansada.

    -¿Qué desea Don Antonio?-bostezó

    -¿Puedo pasar?

    -¿Ocurre algo?

    -Sí-el hombre entró.

    Gloria cerró la puerta-dígame…los sábados suelo levantarme tarde.

    -Necesito su ayuda-fue tajante

    -No me asuste

    -En este edificio está sucediendo algo terrible. Tiene usted que saberlo. Están

    obligando a una niña a prostituirse. Es Sonia, la del séptimo C… 

    -¿La hija de la Catalina?-rió

    -No se ría. Le he preparado una emboscada para cogerla con las manos en la masa. La

    infeliz me ha dicho que tiene el consentimiento de todo el bloque. Yo no me lo he

    creído, por supuesto que no, pero necesitamos una prueba fehaciente. He pensado

    que después de mi cita, podría ser usted quien la detuviese. Yo me meto con la niña en

    el cuarto y usted entra y nos sorprende… 

    -¿De qué me está hablando?

    -¿No se lo cree?

    -Mire, todavía tengo sueño…así que… 

    -No sé preocupe, no quiero molestarla, pero… 

    -Es que la noche fue muy ajetreada

    -Imagino

    -Y estoy que me caigo… 

    -Por cierto, ¿qué pasó al final con aquel tipo que entró por la ventana? ¿Lo terminóarrestando?

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    -Pues no…se fue…simplemente eso 

    -Entiendo

    En ese momento salió Mario de la habitación más próxima, en calzoncillos y se tocó

    sus partes con la mano derecha, mientras bostezaba. Se acercó a Gloria con unasonrisa, la rodeó y le dio un beso en la mejilla-Buenos días princesa-le dijo.

    Antonio tragó saliva-Están todos locos, locos…están todos locos…-gritaba mientras

    abría la puerta y salía corriendo hacia el ascensor. Gloria reía.

    -Dele un beso a Piluca de mi parte-cerró la puerta.

    -¿Qué le pasa?

    -Nada, cosas suyas… 

    -¿Follamos otra vez?

    Gloria le dio un manotazo en las manos, para que se apartase-Quita, que mi novio está

    durmiendo. Lo de ayer fue un favor…no te confundas…que yo a Luís le quiero y le soy

    fiel… 

    …. 

    -Bueno, y ahora cálmate y cuéntame lo que te pasa, que me ha dado miedo verte

    entrando de esa manera, con la cara desencajada y gritando-le decía Piluca a Antoniomientras le servía una taza de té que acababa de preparar y se sentaba con él en la

    mesa de la cocina. El hombre dejó el bastón en una de sus patas.

    -En este edificio están todos locos, desde el primero hasta el último… 

    -Oye Antonio…que yo también vivo aquí  

    Le acarició la mano-no me refiero a ti hermana, sino al resto. Al menos a las personas

    que yo he conocido.

    -Ya

    -¿Sabes a lo que se dedica Catalina, tu vecina de arriba?

    -Pues hombre, el marido hace ya dos años que está parado.

    -En su casa, digo… 

    -Ah, tú te refieres a su negocio…Sí claro 

    -¿Sí?

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    -Sí…mi Alfredo era uno de sus mejores clientes 

    -¡Cómo!

    Antonio se levantó y salió corriendo. Dejó a su hermana con la palabra en la boca y el

    té intacto. Había huido.

    -Hijo de mi vida, siempre ha sido un remilgado, pero esto es lo último. ¡Qué más le

    dará una peluquería arriba nuestra! En fin, ya sé cómo es-dijo Piluca mientras se

    levantaba y recogía la taza, llevándola a la losa-Y encima me deja plantado el té… 

    Ya en la calle, Antonio llamó con su teléfono móvil a la policía y denunció la situación

    por la que, supuestamente, estaba pasando aquella niña, Sonia, con el consentimiento

    de todos las personas del edificio. Después de colgar el aparato, se le acercó María, la

    vecina de enfrente de su hermana. Se paró y le dio los buenos días.

    -¿Qué tal su primera noche en Madrid?

    -¡Pederastas!, os vais a pudrir todos en la cárcel y no voy a dejar títere con cabeza-dijo

    mientras se encaminaba hacia el parque, dejándola con la palabra en la boca.

    …. 

    Gloria abrió los ojos… 

    Eran las doce de la mañana y habían vuelto a despertarla. Esta vez, había sido desde la

    calle. Gloria se había quedado traspuesta en el sofá, después de la visita de Antonio,

    así que se levantó y se asomó al balcón, que daba a la fachada del edificio. Un coche de

    policía había aparcado justo enfrente del bloque. Dos oficiales entraban en el portal a

    toda prisa, como tratándose de algo realmente importante.

    Gloria cogió la pistola de encima del televisor y se encaminó hacia la habitación de

    invitados, donde aún dormía Mario, a pierna suelta. Se la tiró, despertándolo. Dio

    varias palmadas al aire.

    -Venga, coge tus cosas y muévete…pásate a la casa del al lado… 

    -Pero tía…me has dicho que podía dormir más si quería… 

    -Pues ya no…y te llevas esto en…-se refería al arma-…que yo no quiero saber nada 

    -Pero, ¿qué pasa?

    -Venga, andando… 

    El hombre se levantó con la ropa en la mano y se dirigió a la puerta-Lástima que… 

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    Gloria lo cogió por el hombro-Oye..Que no…que por la puerta no…que viene la

    policía…por el balcón…como ayer…que ya eres especialista… 

    -Pero tía-temblaba-…¿es tu novio o algo?

    -Que no Gentleman…que mi novio está durmiendo desde hace horas. Que viene la PO-LI-CÍA…Bueno ya nos vemos otro día por aquí, besos-Y lo dejó en el balcón

    cerrándolo.

    Mario parecía un niño pequeño. Tiró la ropa y la pistola al balcón de la otra casa y en

    calzoncillos, saltó, con destreza. Entró en el comedor, lleno de cajas, y rápidamente, se

    colocó los pantalones, la camisa y la chaqueta.

    En la calle, varios transeúntes y algunas personas asomadas a las ventanas de los

    edificios colindantes, le habían visto trepar.

    Gloria se fue hacia la habitación donde dormía su novio. Lo despertó-Oye, Luís…no

    tendrás ninguna de tus bolitas mágicas…¿verdad? 

    -¿Mis bolitas?

    -Sí claro… 

    -¿La marihuana?

    -Sí

    -No, no he traído nada-se incorporó en la cama… 

    -Anda…voy a preparar café

    Se sentaron en el sofá de la casa para disfrutar de un suculento desayuno a base de

    bollos, galletas, pan, mantequilla, zumo de naranja y café recién hecho.

    -Entonces…la policía-comentó Luis una vez su novia le hubo explicado porque le había

    levantado bruscamente.

    -Sí, pero creo que ya no van a venir… 

    -Ya

    -Pero claro…yo no sabía si es que estaban buscando a ese chico…si era por ti…o yo que

    sé… 

    -Entiendo… 

    -Así que lo he echado

    -Ya

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    En ese momento, Gloria se percató de que la cartera de aquel individuo se había

    quedado en el comedor de la casa, tirada en el suelo. La cogió y volvió a sentarse en el

    sofá. La abrió como un acto reflejo. Sacó el carnet y varias tarjetas. Entre ellas, había

    una que le llamó poderosamente la atención.

    -¿Ferreiro’s abogados?-leyó

    -A ver…-dijo Luís, reclamándosela-Joder…este es el bufete del tío que me contrató…de

    Marcos Ferreiro.

    -Ya…tiene que ser su hermano. Claro, me dijo que trabajaba con él… 

    -¿Quién?

    -Pues Marcos… 

    -Pues no entiendo nada

    -Sí, la cosa se complica…¿cuál será el interés de estos tíos? 

    …. 

    La policía llamaba a casa de Catalina. Eran dos agentes de paisano. Antonio iba con

    ellos.

    La mujer abrió la puerta, llevaba puesto un delantal porque estaba preparando la

    comida. Se limpió las manos

    -¿Qué quieren?

    -Somos de la Policía. ¿Es usted Catalina?

    -Sí

    -La dueña de esta casa, supongo… 

    -Sí claro…pero, ¿qué pasa? 

    -Venimos porque un vecino suyo la ha denunciado… 

    -¿Cómo?

    -¿Podemos entrar?

    -Claro…no tengo inconveniente…tengo todos mis papeles en regla…¿alguien me puede

    decir qué está pasando?

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    Los policías pasaron sin echarle demasiada cuenta. Antonio fue detrás de ella

    esperando ser testigo primero de los terribles hechos, que según él, estaban

    aconteciendo en aquella casa.

    Fueron abriendo una por una todas las estancias, hasta que solo les quedaron dos, al

    final del pasillo.

    Se fueron hacia la primera-Allí está mi Sonia estudiando Lengua y Matemáticas con su

    profesor particular…que le han quedado para septiembre y necesita apoyo… 

    -Apártese señora…que vamos a comprobarlo… 

    Los agentes abrieron la puerta de un golpe seco. En efecto, en la habitación había una

    mesa redonda donde había un libro abierto y un estuche con lápices, pero ni rastro de

    vida humana.

    -¿Dónde están?-dijo Catalina, sin entender que era lo que estaba pasando.

    Comenzaron a escucharse sollozos del último cuarto que quedaba sin abrir. Los policías

    se pusieron enfrente. El pestillo estaba echado.

    -¿Quién hay ahí?, identifíquense-dijo el más alto de ellos, de forma contundente.

    Nadie contestaba-Abran la puerta de una vez.

    -¿Pero qué pasa?-se escuchó la voz jadeante de un hombre desde el otro lado-Estamos

    repasando Lengua.

    Los policías lograron que el pestillo cediera. Un hombre se estaba poniendo los

    pantalones, a toda prisa y en la cama permanecía una chica, de espaldas.

    -¿Quién está ahí tumbada?-dijo uno de los policías, acercándose a ella y descorriendo

    la sábana. Era una fémina de unos 17 años, en combinación.

    -Pero si esa no es Sonia…-dijo Antonio, compungido.

    Catalina se metió entre los policías-Pero, ¿qué es esto?...O sea, que yo pagándole un

    profesor a mi Sonia y lo que le estoy pagando es para que se acueste con la puta de mi

    otra hija, ¿no?

    -¿La chica es su hija?-dijo uno de los agentes

    -Sí-se acercó a ella-pero por poco tiempo-se abalanzó y la cogió de los pelos-porque la

    voy a matar. Golfa, más que puta…que eres la vergüenza de la familia-la policía

    consiguió apartarla.

    -Cálmese…¿qué edad tiene su hija? 

    -Cumplo 18 en septiembre-dijo desde la cama, con las sábanas tapando su escote.

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    -Muy bien. ¿Has mantenido relaciones consentidas con este hombre?

    -Uy sí, totalmente

    -¿No estás bajo ningún tipo de coacción o amenaza?

    -No

    -¿Quieres poner algún tipo de denuncia?

    -Tampoco

    -Bueno, entonces, a priori, no pasa nada

    Antonio se metió en la conversación-…pero ¿dónde está la niña?, Sonia.

    -Señora, ¿tiene usted otra hija llamada Sonia?

    -Sí

    Los policías derribaron la puerta del cuarto de baño, tras ella se encontraba la niña,

    maquillándose y con uno de los sujetadores de su madre. Miró a los policías con miedo

    y bajó del taburete en el que estaba de pie.

    -Pero, ¿qué es esto?, ¿un burdel?-dijo Catalina antes de desmallarse.

    Consiguieron reanimarla ya en el sofá de la casa. Lo aclararon todo en ese momento,

    mientras tomaban agua.

    -Entonces-se pronunció uno de los agentes-Usted, Catalina Quevedo, la dueña de la

    casa, contrató a este señor-se refería a Ángel-…para que le diera clases a su hija Sonia,

    también aquí presente, de diez años de edad, y que ha suspendido Lengua española y

    Matemáticas.

    -Ramírez, esos datos no son relevantes-dijo el otro policía

    -Muy bien-prosiguió-Entonces un vecino suyo la denuncia pensando que aquí se

    estaban produciendo una serie de hechos delictivos...Esta mañana, su hija pequeña y

    usted salieron a hacer una serie de gestiones. Al llegar a casa, Sonia tendría clases con

    su profesor. En vez de eso, cuando los agentes Ramírez y González nos personamos

    aquí, la niña se estaba maquillando encerrada en el cuarto de baño, mientras usted

    ordenaba la casa y hacía la comida. Por lo que se ve, la chica, que es muy femenina, le

    quita la ropa y los útiles de belleza muy de vez en cuando, fingiendo ser una mujer

    adulta. El profesor, sin embargo, no estaba dando clase, sino que se encontraba en el

    cuarto de Esperanza, su otra hija de 17 años, manteniendo relaciones sexuales

    consentidas, a sus espaldas. Por lo que se ve, lo hacen casi todas las mañanas, dejando

    a Sonia actuar por su cuenta.

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    -Así le va a la niña. No dejaba de pagarle a este sin vergüenza y seguía suspendiéndolo

    todo-dijo Catalina.

    -¿Quiere usted denunciar a este hombre?

    -Lo que quiero es que se vaya de mi vista y que no vuelva nunca más.

    -Bueno-dijo el policía levantándose-pues por nosotros, aclarado todo esto y si por su

    parte no hay problema, no hay más de que hablar…Eso sí, espero que a partir de ahora

    sepan guardar un poco más la compostura…En esta casa se necesita un poco de mano

    derecha y disciplina.

    Los policías se fueron junto con Ángel. El profesor quería quitarse de en medio,

    temeroso de las represarías de la mujer. Quedaron Sonia, Catalina y Esperanza en la

    casa.

    -Que mente tan sucia tiene usted-dijo Catalina refiriéndose a Antonio-Mira que

    pensarse eso de mí. Una peluquería es lo que tengo y para eso le di hora, para cortarle

    el pelo. Y usted pensaba que lo que tenía era un puticlub. Aunque claro-miró a su hija

    Esperanza-…bien pensando, esto parece una casa de putas en vez de una casa normal

    y corriente.

    -Mamá… 

    -Mira, no me hables en…que te pasa con todos…o me v as a negar también lo del

    electricista… 

    -Era el fontanero

    -Con todos Espe, te acuestas con todos, que parece que eres ninfómana

    -Mira, es una forma de ganarme la vida y tú no puedes impedírmelo

    -¿Cómo?

    -Tú le pagabas a Ángel, muy bien, pero después era él el que me pagaba a mí,

    dándome tu dinero. ¿Por qué te crees que era tan servicial y siempre estaba dispuesto

    a darle clases a la niña? Pues te lo digo yo, porque a quien le daba lecciones era a mí y

    no a Sonia… 

    -Mira, cállate que todavía te cruzo la cara… 

    -Sí…de momento mantendré la boca cerrada 

    Antonio se levantó-Yo…lo siento mucho Doña Catalina…pero es que todo encajaba…-

    dijo arrepentido

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    La mujer se levantó-Espere un momento-y fue a buscar una olla a la cocina-Esto es

    para usted…son los pimientos asados de los que le hablé antes, los que iba a llevarle

    esta tarde.

    -De verdad, no tenía por qué haberse molestado…Muchas gracias 

    -Ya estaban hechos… 

    …. 

    -¿Por qué me engañasteis ayer?-le dijo Antonio a su hermana, acorralándola en una de

    las esquinas de su casa.

    La mujer no entendía que era lo que le estaba pasando-Pero explícate

    -Me dijisteis que había una vecina en el séptimo C que se llamaba Sonia, pero era

    mentira. ¿Quién es Sonia de verdad? ¿Gloria?, ¿la amiga de Vanesa?

    La mujer hizo que su hermano se sentara en la mesa de la cocina-Sí, es verdad. No te

    dijimos nada porque pensamos que era lo mejor. Esa chica no es policía, sino…-miró

    hacia abajo, como dándole vergüenza.

    -Dime de una vez

    -Bueno…es actriz… 

    -¿Como Vanesa?

    -No…otro tipo 

    -¿Eh?

    -Vamos…es actriz porno.

    El hombre se puso las manos en la cabeza-Vaya por Dios

    -El hombre que fue ayer a su casa era uno de los protagonistas de sus películas. No te

    dijimos nada para que no estuvieras incomodo. Lo siento, pero pensé que era lo mejor.

    Gloria se llama Sonia Espejo, es su nombre artístico.

    -Entiendo…pues menudo lío. ¿Y dejas que Vanesa se vaya con ella? A ver si se va a

    convertir también en una puta… 

    -No…-sonrió-…está muy centrada en sus estudios 

    -Dios te oiga-se persignó. Le cogió la mano a su hermana-porque las influencias se

    pagan caras.

    -Pues sí

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    …. 

    Gloria abrió la puerta de su casa. Tenía mantequilla en los labios y uno de los dos

    policías que había al otro lado le hizo un gesto para que se la quitara. Se pasó la

    lengua, ruborizándolo y haciéndole que tragase saliva. Sacaron su placa.

    -¿Qué sucede?

    Pasaron. Se toparon con las rosas tiradas en el suelo, pero no dijeron nada. Llegaron

    hasta el comedor y se sentaron.

    -¿Quieren desayunar?-dijo Luís, incorporándose.

    -Es casi la una-dijo uno de ellos, mirando su reloj de pulsera.

    -Sí, pero es que nos acabamos de levantar hace un rato, sabe.

    -Iremos al grano. Varios testigos aseguran haber visto a un hombre semidesnudo

    saltando del balcón de su casa al de la de aquí al lado.

    -¿Cómo?-dijo Gloria-pero eso es imposible. No tiene ningún sentido… 

    -Desde luego que no-se pronunció el otro policía-pero ya que estamos aquí y ante la

    insistencia de los testigos, hemos subido a ver qué era lo que estaba sucediendo.

    -Pues habrá sido en otro piso y se habrán equivocado. Nosotros llevamos solos toda la

    mañana-dijo Luis.

    -Muy bien. Entonces tendremos que llamar al otro piso para hablar con el dueño

    -No tiene dueño. Lleva vacío más de seis años. Desde que murió Norberto, el antiguo

    propietario.

    -Entiendo… 

    -Pero bueno…en todo caso…tendremos que hacer un registro. 

    -Como quieran.

    La policía hizo sus diligencias, pero no encontraron nada sospechoso. Finalmente,

    volvieron a sentarse en el comedor de la casa de Gloria.

    Uno de ellos cogió la cartera de Mario y la abrió. Gloria y Luis palidecieron-Me gusta

    mucho…Es de piel, ¿no? 

    Gloria dijo sí y Luís dijo no. Ambos lo habían dicho al mismo tiempo, contradiciéndose.

    El hombre frunció el entrecejo-¿en qué quedamos?

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    -Bueno-habló Gloria-es que se la regalé yo…y sí, es de piel, auténtica, pero él no lo

    sabía…se pensaba que era sintética-rió

    -Sí, no tengo perdón-dijo poniendo una mueca.

    El policía la abrió-pues es de muy buena calidad y muy bonita, un diseño precioso-lavolvió a dejar en su sitio

    El calor estaba llegando a ser insoportable, entrando por entre los barrotes del balcón,

    abierto de par en par.

    -¿Podría ponernos un vaso de agua?-dijo uno de los policías-aún nos quedan varias

    horas de servicio

    -¿No preferirían una taza de gazpacho?

    -¿Tienen gazpacho?

    -Es de ayer… 

    -Ah…pues una tacita no estaría nada mal… 

    -No se hable más-dijo Gloria, levantándose-Luis, ¿me ayudas en la cocina? Ya comerán

    aquí, ¿no?

    -Claro-dijo el mismo policía que había dicho que le apetecía el gazpacho. El otro se

    sentó cerca de él, una vez se hubieron ido Gloria y su novia a preparar la comida a lacocina.

    -¿Pero qué haces tío?, ¿para qué aceptas nada?

    So