Entrevistas para la administración de test. Siquier Ocampo
Click here to load reader
-
Upload
itziar-mos -
Category
Documents
-
view
214 -
download
0
Transcript of Entrevistas para la administración de test. Siquier Ocampo
7/28/2019 Entrevistas para la administración de test. Siquier Ocampo
http://slidepdf.com/reader/full/entrevistas-para-la-administracion-de-test-siquier-ocampo 1/6
ENTREVISTAS PARA LA ADMINISTRACIÓN DE TEST
Planteamiento de la batería. Distintos tipos de batería. Secuencia de los test. Caracterización de las
pruebas. Dinámica de estas entrevistas
Cuando el psicólogo planifica la batería de test que utilizará, puede incurrir en dos errores: alargar
excesivamente el proceso o acortarlo en demasía. En la planificación de la batería debemos pensar que
el proceso psicodiagnóstico debe ser lo suficientemente amplio como para comprender bien al paciente,
pero al mismo tiempo no debe excederse poruqe esto implica (al igual que un acortamiento excesivo)
una alteración en el vínculo psicólogo-paciente). Algunas veces, se aumenta excesivamente el número
de entrevistas iniciales o finales.
Algo ocurre desde el primer contacto con el paciente, que moviliza en el psicólogo la determinación de
administrar mas o menos test. En esto tiene mucho que ver el tipo de relación predominante entre
ambos. Si predominan elementos negativos en el vínculo el psicólogo puede optar por continuar la
relación administrando otros tests, para ver si la relación mejora. Esto, contrariamente a lo que se espera,
puede empeorar la relación. Si el vínculo ha sido predominantemente positivo también puede ocurrir que el psicólogo prolongue porque dar por fnializado el psicodiagnóstico es sentido como una pérdida
que no tolera; le cuesta separarse del paciente, el primer caso por el predominio de elementos
contratransferenciales negativos, el segundo, por el predominio de los elementos positivos. En abmos
casos, por la culpa que le produce la separación, culpa relacionada con aspectos infantiles propios no
elaborados. De una manera u otra, el problema consiste en establecer una dosificación adecuada de la
cantidad de entrevistas en general, y, como veremos en este capítulo, de las destinadas a los tests, en
especial. En este momento del proceso psicodiagnóstico es cuando más frecuentemente hemos hallado
desvíos respecto de loqeu llamaremso una duración usual o tipo. En términos generales la batería de test
proyectivos puede conllevar de dos a cuatro entrevistas destinadas a examinar al paciente. En otros
casos, el psicólogo ve al paciente solo una vez. Entendemos que estos casos extremos entre los cuales se
debe hallar la duración adecuada dentro de los límites que hemos especificado más arriba.Si el proceso se acorta demasiado, inveitablemente habrá un déficit de información, sea cual fuere el
material de test utilizado.
Si se prolonga demasiado, surgen eventualidades de importancia que sólo serán reconocidas si el
psicólogo trabaja con un marco de referencia psicoanaítico y admite la importancia de la transferencia y
la contratransferencia en relación con el paciente y sus padres. Cuando la batería de test se prolonga más
de lo debido es porque en el psicólogo predomina la sensación de impotencia frente al paciente. El
paciente resulta recargado en su labor (sean horas de juego, dibujos o producción verbal). Esto facilita
en él la fantasía de que lo que le ocurre es algo tan serio y complicado que lleva al psicólogo a una
exploración intensiva. En suma, la fantasía sería la de tener algo raro, complicado y difícil de captar,
aunque el paciente no tenga idea alguna de lo que comúnmente dura un psicodiagnóstico, puede también
alimentar estas fantasías, pues el psicólogo involuntariamente le trasnmite su inquietud, incertidubmre,curiosdiad, etc. este ultimo sentimiento es el que puede favorecer en el paciente, otro tipo de fantasías: la
de que forma con el psicólogo una pareja de tipo voyeurista-exhibicionista, resultando así distorsionada
la dosis y calidad de curiosidad que el psicólogo debe utilizar para cumplir con eficiencia su rol.
Además, si la devolución de información resulta ser un paso tan importante en el cierre del proceso
como nosotros pensamos y confirmamos día a día en la práctica proesional, ese paciente resulta
frustrado en sus deseos de saber qué es lo que le ocurre y que le recomiendan hacer. Es decir, la
devolución funciona ocmo una expectativa que no se cumple, sobre todo si la cantidad de entrevistas
excede notoriamente lo estipulado en el contrato. En este sentido el paciente funciona más como objeto
de estudio que como persona. Si la problemática previa a la inciación del psicodiagnóstico fuera
precisamente esa, sentirá que se repite con el psicólogo la experiencia que tuvo en sus tempranas
relaciones objetales. Esto, lejos de ser saludable, puede acarrear serios inconvenientes en el proceso
psicodiagnóstico y en la eventual terapia futura. Si no se trabaja con técnica de devolución de
7/28/2019 Entrevistas para la administración de test. Siquier Ocampo
http://slidepdf.com/reader/full/entrevistas-para-la-administracion-de-test-siquier-ocampo 2/6
información, esa relación queda incoclusa; la despedida entre ambos se produce con gran incógnita por
parte del paciente. (y del psicólogo) y con un incremento de ansiedad persecutoria, porque no se le ha
dado la oportunidad de una experiencia correctora de las fantasías mencionadas. Otro aspecto a
considerar es lo que ocurre si finalmente se recomienda psicoterapia: el modelo de vínculo que lleva
internalizado el paciente es perjudicial porque favorece fantasías de ser retenido y, al mismo tiempo,
frustrado en sus intentos de real acercamiento. Si se prolongan las entrevistas para administrar muchostest, perdura el temor a ser hurgado. Si predominó la idealización en ese vínculo prolongado, el paciente
llegará a la terapia con la fantasía de ser tan interesante, agradable o seductor que nadie puede
desprenderse de él.
Lo que señalamos como muy importante es la distorsión que el psicólogo facilita en el paciente en un
sentido o en otro (aumento de la idealización o de la persecución) respecto del vínculo paciente-
terapeuta sobre la base del modelo que introyectó durante el psicodiagnóstico. Otro elemento negativo
digno de señalarse es que la prolongación del vínculo dificulta el pasaje transferencial que el paciente
debe realizar al comenzar su terapia. Este inconveniente se torna más serio cuando la patología del
paciente es muy grave, su Yo muy débil y sus defensas muy precarias.
Dijimos antes que cuando el vínculo se alarga notablemente por iniciativa del psicólogo es porque ha
predominado en él un sentimiento de impotencia. Lo que siente es que no logra comprender al pacietney recurre a la administración de otros test, esperando que alguno le suministres la respuesta
ansiosamente buscada. Lo más adecuado, desde nuestro punto de vista, es que la extensión de la batería
y el numero de entrevistas iniciales y finales se mantenga constante (dentro de lo posible). Esto supone
en el psicólogo la posibilidad de aceptar un límite para sí y poner un límite al paciente. Cuando alarga la
cantidad de etnrevistas con los padres, se rompe el equilibrio necesario de la relación con ellos y con el
hijo. Ellos dan mucho material y a parecen tener guardadas cosas muy importantes (actitud evacuativa);
sin embargo, suele tratarse una táctica empleada para reclamar una mayor atención para sí a expensas
del hijo. Por su parte el psicólogo sigue concediendo entrevistas, aparentemente con el fin de reunir
datos que permitan una mayor comprensión del paciente, operando con el prejuicio de que cuanto más
detallada sea la biografía, mejor lo comprenderá. Olvida, no obstante, que un vínculo así prolongado con
los padres puede convertirse en una psicoterapia breve de pareja, donde los padres lo manejan a él,
estableciendo con ellos una alianza distorsionante en la medida en que se posterga el contacto con el
hijo. Lo aconsejable, según nuestra opinión, es señalar a esos padres la necesidad de contar con un
profesional que los escuche y oriente al margen de lo que haga falta para el hijo. De lo contario, si bien
obtienen un cierto beneficio secundario (seudo alivio proveniente de evacuacionesw, actuaciones, etc.),
están procediendo al servicio de sus propias resistencias por cuanto el psicólogo debe (o debería)
centrarse en otro punto (el hijo). Si le resulta tan natural este hecho de marginar al hijo podemos
presumir la existencia de apectos infantiles que pugnan competitivamente contra el paciente reteniendo
triunfalmente a papá y a mamá más de la cuenta. Esto puede estar unido a otros factores tales como una
curiosidad perversa (voyeurismo), necesidad de ser el que lo sabe todo (omnipotencia), etc. En cuanto a
los padres que tratan de retener al psicólogo podemos afirmar la existencia de sentimientos de celos yrivalidad frente al hijo que se quedará con el psicólogo, vivido como representante de una pareja mamá-
papá buenos. Ellos pasan a ocupar el lugar de hijos necesitados. Todo esto se confirma si, en la
devolución, los padres lo evidencian en la dinámica misma de la entrevista o solicitando nuevas
entrevistas. Generalmente verbalizan que algo no les ha quedado claro, que necesitan conversarlo más,
que hay algo más de que hablar. Esto puede ser real, porque algunos padres esperan hasta estar
convencidos de que el psicólogo trabaja bien, les sabe escuchar y comprender y solo entonces le hacen
partícipe de datos muy ansiógenos. Pero es necesario ponerle un límite a esto o caeremos en los errores
señalados. Si los padres muestran un gran monto de ansiedad, aceptamos y hasta proponemos una
entrevista para ayudarlos a elaborar la ansiedad. Pero no se trata de mantener esta actitud ad infinitum
puesto que entonces la ansiedad de los padres se transforma en la táctica indicada para retener al
psicólogo, lo cual, lejos de sanear la situación traída a consulta, la complica aún más. Muchas vecesintentan retener más y más al psicólogo porque quieren mostrarle que son buenos padres, tratan de
7/28/2019 Entrevistas para la administración de test. Siquier Ocampo
http://slidepdf.com/reader/full/entrevistas-para-la-administracion-de-test-siquier-ocampo 3/6
justificarse y lo viven como un Superyó paterno-materno que exige interminables explicaciones acerca
de lo que han hecho o dejado de hacer. El psicólogo debe tener en cuenta estos elementos a los fines de
comprender mejor a los padres y fundamentalmente al hijo. Constituye una pauta diagnostica importante
que, en el momento de la devolución de información, debe incluirse para aclararles el tipo de vínculo
existente.
Veamos ahora qué ocurre cuando el proceso, en general, y la administración de test, en especial, seacortan considerablemente (por ejemplo si se recurre a la administración de una hora de juego
diagnóstica o a la administración de un solo test por iniciativa del psicólogo). Este acortamiento del
proceso favorece la fantasía de que el paciente puede depositar rápidamente los conflictos y
preocupaciones en el psicólogo, quien, además es investido de atributos mágicos de comprensión de los
mismos. Facilita en los padres una actitud tendiente a no sufrir las alternativas del proceso, a no
exponerse a la movilización de la angustia. Este contacto fugaz empobrece la capacidad comprensiva
del psicólogo, si bien hay casos en los que él mismo lo provoca impulsando por el monto de ansiedad o
rabia que siente contratransferencialmente: se trata de desembarazarse del paciente lo antes posible. Si
no trabaja con técnica devolutiva de información, las fantasías antes mencionadas no se pueden
rectificar. Cuando el psicólogo planifica un contacto tan fugaz con el paciente (y los padres) pensamos
que opera con una gran omnipotencia, sustentada por el psicólogo o transferida a un determinado test, por ejemplo el Rorschach. Tal actitud facilita ene l paciente la fantasía de que lo que tiene es algo muy
simple, muy fácil de captar, y/o simultáneamente que el psicólogo es una especie de brujo que maneja el
test como si fuera una bola de cristal que refleja todo lo que ocurre. Por otra parte disminuye su
capacidad para sutilizar, estimula la tendencia a llenar los huecos de la producción del paciente con sus
propias proyecciones, aumenta la intolerancia para aceptar lo que no sabe, para enfrentarse con dudas y
carencias. En ambas situaciones extremas pensamos que subyace un déficit de información que mueve
en un caso a una búsqueda de infinitas recurrencias que le permiten una buena síntesis de la
problemática del paciente. Hay una excesiva voracidad y curiosidad, actuada en un caso y reprimida en
otro. El mecanismo de contraidentificación proyectiva en el paciente desempeña un papel importante en
estas visicitudes del proceso psicodiagnóstico. Si el paciente trata de evitar fóbicametne al psicólogo o si
trata de absorberlo e instalarse en una relación perdurable con él, peude movilizarlo a contraidentificarse
con él a través, a través de conductas tendientes a acortar o a alargar el vínculo. Atacada su capacidad
de pensar, el psicólogo siente que no entiende al paciente y opta por prolongar el vínculo o acortarlo
más de lo conveniente, transformándose en una mal continente porque no metaboliza lo que el paciente
le da, no discrimina, acumula o por el contrario, pide poco material por temor a que lo invadan.
Planificación de la batería
Para planificar una batería es necesario pensar en test que recojan el mayor número de conductas
posibles (verbales, gráficas y lúdicas) de manera que se pueda comparar un mismo tipo de conducta
disparada por distintos estímulos o instrumentos y diferentes tipos de conductas entre sí. Es muy
importante discriminar la secuencia en la que se administrarán los test elegidos. Debe establecerse enfunción de dos factores: la naturaleza del test y la del caso en cuestión. El test que moviliza una
conducta acorde con el síntoma nunca debe administrarse primero (un test verbal a un tartamudo, o uno
de inteligencia a una persona que consulta por dificultades intelectuales o un desiderativo a un
depresivo, esquizofrénico, moribundo o anciano para quienes la viviencia de muerte es alto tan
presente). Utilizar estos test en primer término supone colocar al paciente en la situación más ansiógena
o deficitaria sin el previo establecimiento de una relación adecuada. Incurrir en este error puede viciar
todo el proceso de psicodiagnóstico o imprimir un tinte persecutorio que impida la emergencia de los
aspectos adaptativos. Como regla general recomendamos reservar los tests más ansiógenos para las
últimas entrevistas de modo tal que el paciente no utilice toda su energía para controlar la persecución
así incrementada. Hay instrumentos que son ansiógenos por su propia construcción, sea cual fuere la
problemática del paciente a quien se le administre, tal como acontece con el desiderativo. Su consignaentraña un ataque a la identidad que puede convertirse en un elemento traumático, el cual, sumado al
7/28/2019 Entrevistas para la administración de test. Siquier Ocampo
http://slidepdf.com/reader/full/entrevistas-para-la-administracion-de-test-siquier-ocampo 4/6
síntoma egodistónico, impide una buena reorganización y dirige el proceso. De ahí que el desiderativo
no se deba incluir como primero y como último test. (como primer test enfrentaría al paciente con la
muerte desde el inicio; como último test podría interferir en la elaboración depresiva que implica la
separación).
Los tests gráficos son más adecuados para comenzar un examen psicológico, a menos que el paciente
presente serios trastornos orgánicos, graves alteraciones del esquema corporal, dificultades en el uso delas manos, etc. veamos cuáles son las razones por las cuales los consideramos apropiados para comenzar
la batería. Al abarcar los aspectos más disociados, menos sentidos como propios, permiten que el
paciente trabaje más aliviado. Otro elemento que los hace recomendables para incluir al comienzo de la
batería es el hecho de ser económicos en cuanto al tiempo conlleva su administración. Salvo raras
excepciones, en pocos minutos el paciente puede cumplir con la primera tarea que se le ha pedido. El
hecho de haber salido indemne de esa primera prueba alivia al paciente, modifica las fantasías con que
ha llegado respecto del examen psicológico (generalmente muy persecutorias) y deja como saldo
favorable la disposición a establecer un buen rapport con el psicólogo. La conducta gráfica guarda una
estrecha relación con aspectos infantiles de la personalidad y, según como sea el tipo de vínculo que el
paciente guarda con esos aspectos, se sentirá tranquilizado o irritado por la tarea propuesta. Si esta
conducta fue normal en la infancia, la reacción será de alivio o agrado. Si la asocia con dificultades dealgún tipo, reaccionará con comentarios de autojustificación, autocríticas o críticas hacia el psicólogo.
Puede expresarse sin verbalizar su disgusto, con asociaciones en las que muestra su molestia o
reaccionar con un bloque total o un negativismo abierto y declarado. En mayoría de los casos el pedido
de un gráfico significa para el paciente enfrentarse con una tarea conocida que en algún momento ha
relizado. La simplicidad del papel contribuye a tranquilizarlo (papel en blanco y lápiz). Dentro de los
test gráficos propugnamos necesaria la inclusión de distintos contenidos en cuanto al tema solicitado,
comenzando por el tema más ambiguo hasta llegar a los más específicos. Por ejemplo, dibujo libre,
figura humana (Machover), pareja (Bernstein), casa-árbol-persona (Hammer y Buck), familia (Corman,
Porot, García-Arzeno).
En este sentido si queremos extraer de los tests gráficos toda la riqueza que brindan, es importante
administrarlos en forma sucesiva constituyendo un todo que nos permita la comparación intertests
gráficos, sin la interferencia de estímulos que movilicen otros tipos de conductas y de asociaciones
como pueden ser el desiderativo y el Phillipson. Esa comparación constituye un elemento diagnóstico y
pronóstico a nivel de conducta gráfica muy importante, ya que son estos test los que en distintas
investigaciones han resultado indicadores de la incipiente y detectores de remisiones tardías. A través de
la secuencia de tests gráficos podemos apreciar si el sujeto se organiza o desorganiza cada vez más. Los
test gráficos reflejan los aspectos más estables de la personalidad, los más difíciles de modificar. Este es
un elemento más a favor de no incluir sólo test gráficos en la batería porque una patología muy intensa
en los gráficos puede aparecer más morigerada en los test verbales, por eso recomendamos no quedarse
exclusivamente con una muestra de la conducta gráfica del paciente.
Comparar la producción del paciente en los distintos gráficos es un recurso que brinda elementosdiagnósticos y pronósticos adicionales respecto de los que da cada test por separado. Dentro de los test
con consigna cerrada, recomendamos incluir el HTP porque permite explorar distintos niveles de
proyección de la personalidad: la proyección de aspectos más arcaicos está en la figura del árbol y de los
menos arcaicos, en la persona. También recomendamos hacer la comparación entre los gráficos y las
verbalizaciones espontáneas o inducidas por el psicólogo. Nos referimos a las verbalizaciones de los
test gráficos correlacionadas entre sí y con los tests verbales. Podemos sutilizar aún más correlacionando
aquellas producciones con las de test verbales que utilizan un esímulo visual (Phillipson, Rorschach,
CAT) y con las que utilizan un estímulo verbal (desiderativo, mis manos, etc.). De esta manera se puede
explorar qué fantasías emergen, qué asociaciones expresa verbalmente el paciente y cuál es su
comportamiento perceptual, según que el test sea exclusivamente gráfico, exclusivamente verbal o
combine las dos técnicas. Por supuesto esto es válido también en el caso de que se incluyan técnicas otest lúdicos en la batería.
7/28/2019 Entrevistas para la administración de test. Siquier Ocampo
http://slidepdf.com/reader/full/entrevistas-para-la-administracion-de-test-siquier-ocampo 5/6
Así podremos hacer una correlación entre los tres tipos de conducta. La inclusión de estos tests (test de
la casa de Arminda Aberastury, por ejemplo) permiten explorar el manejo del espacio tridimensional,
aspecto no incluido en los otros tipos de tests.
La batería estándar
Como hemos expresado anteriormente, pensamos que en una batería estándar deben incluirse dentro delos test proyectivos aquellos que promuevan diferentes conductas. Por lo tanto, la batería proyectiva
debe incluir test gráficos, verbales y lúdicos. Respecto de los test de inteligencia, aunque no competen a
nuestra especialización, hacemos afirmaciones similares: su inclusión en la secuencia de la batería no
puede ser arbitraria, pues se corre el riesgo de traerá aparejadas consecuencias desfavorables tanto para
el diagnóstico como para la relación psicólogo-paciente. Preferimos, dadas sus características, ubicarlos
al final de la batería de test proyectivos pues:
a. El material presentado al paciente no es ambiguo (como en los test proyectivos) son de contenido
preciso (puntos, dibujos geométricos, etc.), con lo cual queda establecida una primera diferencia frente a
la cual las reacciones del paciente son importantes para el diagnóstico y el pronóstico. Debe tenerse en
cuenta que si a continuación de un test de inteligencia damos la consigna de un test proyectivo, puederesultar difícil al paciente reacomodarse a estímulos tan indefinidos como una lámina de Rorschach,
Phillipson o CAT.
b. Las consignas de los test de inteligencia entrañan una actitud más activa de parte del psicólogo, quien
propone un tipo de tarea distinta de las otras y pone un límite de tiempo más marcado que en los test
proyectivos (estipulado, inclusive por el test mismo para garantizar la validez de los resultados).
c. El registro de la prueba también difiere. En general el psicólogo no escribe todo lo que ocurre y muchas
veces es visible para el paciente que lo que registra son signos positivos o negativos respecto de sus
respuestas.
d. Algunos test de inteligencia incluyen interrogatorios que difieren de los de los test proyectivos por ser
menos ambiguos y más específicos y directivos.
e. La relación psicólogo paciente cambia desde el momento mismo de la verbalización de la consigna ymostración del material. El paciente percibe que se lo está evaluando en algo muy específico que tiene
que ver con la inteligencia. En los test proyectivos disminuye su sensación de responsabilidad y la
ansiedad persecutoria concomitante puede disminuir o aumentar según el caso. Si el síntoma que trae el
paciente es justamente una dificultad intelectual, el monto de persecución aumentará notablemente y
más aún si ubicamos el test de inteligencia en primer término. Ahora bien, lo que está “neutralizado” es
lo que suscita menos ansiedad. Puede ocurrir entonces que un esquizoide, con sólidas defensas de
intelectualización, no experimente ansiedad y respire aliviado si le presentamos un test de inteligencia
en tanto “encaja” mejor con el tipo de defensas que más utiliza frente a la ansiedad.
Pensamos entonces que un test de inteligencia no debe ser el primer test el momento exacto de su
inclusión se debe decidir según el caso. Si se trata de varios test de inteligencia y/o madurez es preferible incluirlos todos al final de la batería. Si se trata de uno solo puede ir intercalado con la
administración de los test proyectivos pero se recomienda dejarlo para el final de alguna de las
entrevistas. Por ejemplo, un Bender puede ir ubicado al final de un grupo de test graficos dado que se
pide al paciente una conducta gráfica, pero se enfatiza la necesidad de que copie el modelo lo más
fielmente posible. Si se quieren evaluar las partes adaptativas en relación con la inteligencia, resulta
adecuada la administración de un Weschler (adjudicándole toda una entrevista) intercalado con los test
proyectivos. En general preferimos dejar el Phillipson para el final de la batería con el fin de evaluar lo
relativo a la separación con el psicólogo. Las técnicas y test proyectivos permiten evaluar
cualitativamente (y cuantitativamente en forma aproximada) aspectos generales de la inteligencia que
tienen que ver con algunas capacidades adaptativas del Yo. Si administramos un Rorschach podríamos
apreciar el potencial y la eficiencia intelectual del paciente, el tipo de inteligencia predominante, en quémedida y forma los factores emocionales acrecientan, enriquecen, empobrecen o bloquean la
7/28/2019 Entrevistas para la administración de test. Siquier Ocampo
http://slidepdf.com/reader/full/entrevistas-para-la-administracion-de-test-siquier-ocampo 6/6
inteligencia. Lo que no podríamos hacer es expedirnos acerca del C.I. o del percentil o rango de
inteligencia del paciente ni acerca de otros datos que brindan exclusivamente los test de inteligencia
(Raven, Anstey, etc.)
El weschler es el test que mejor puede ayudarnos para una buena evaluaciónd de esas capacidades
adaptativas y que, lo mismo que el Bender, es susceptible de una interpretación proyectivacomplementaria de la evaluación cuantitativa, con lo que podemos integrar mejor esos resultados dentro
de la batería. Si el caso requiere una evaluación rica, detallada y precisa del nivel y funcionamiento
intelectuales, deberemos recurrir a los test específicos antes mencionados.
En caso de administrar a un adulto o adolescente una batería completa recomendamos la siguiente
secuencia:
1ª entrevista
Test gráficos: dibujo libre, pareja humana, test de la familia, HTP. Si se presuponen problemas de
madurez o lesión orgánica a continuación puede ubicarse el Bender.
2ª entrevista
Rorschach y desiderativo, finalizando con el pedido de un recuerdo o un sueño para no despedir al paciente con todo lo que hemos movilizado en este úlitmo test.
3ª entrevista
Test de las relaciones objetales de H. Phillipson.
Si se trata de un niño, la batería completa constaría de:
1ªentrevista
Hora de Juego diagnóstica
2ª entrevista
Test gráficos: los mismos que para el caso de adolescentes y adultos.
3ª entrevista
Rorschach y desiderativo, finalizando de la misma manera y por la misma razón explicitada en el caso
de adultos y adolescentes.4ª entrevista
Test de Apercepción Temática con Niños (CAT) o Phillipson en niños mayores con una tendencia hacia
la actualización y rechazo hacia estímulos más infantiles. Para investigaciones complementarias algunas
veces se administra el CAT´S o el Test de Blacky. Preferimos suplir el CAT por el Phillipson cuando se
dan las condiciones más arriba especificadas o en el caso de fobias a los animales.