Encuentros. Destino final - Nika Kirchstein.pdf

140

Transcript of Encuentros. Destino final - Nika Kirchstein.pdf

Sinopsis Encuentros es una novela romántica quenarra la historia de cómo cuatropersonas, dos mujeres, “Muriel ySoledad” y dos hombres “Andrés yEmilio” se encuentran y viven conflictosamorosos y sentimientos emocionales.Luego de compartir muchos momentos

intensos en sus años de juventud loscuatro deciden seguir sus vidas cada unopor su lado en un lugar distinto delterritorio argentino.Allí rearman sus vidas sentimentales conotras personas, pero que finalmente enúltima instancia “el destino” los vuelvea encontrar. Déjense intrigar y atrapar por el planteoutópico de la novela. Un viaje que leshará sentir el amor de otra manera.Los lectores de esta obra se quedaránreflexionando sobre el amor y el destinoque este provoca en los seres humanos.

ENCUENTROS

En el mes de abril del año 1998, en unasoleada mañana que transcurríatranquilamente en las afueras de laCiudad Autónoma de Buenos Aires, másespecíficamente en la localidad deTigre, mientras los árboles de lassemidesérticas calles estaban en flor ymillares de aves se reunían en suscoloridos follajes para dirigirse trinos yseducirse como sucedía cada añoocurrió un inesperado encuentrohumano. Uno de esos muy inesperadospara ambas partes porque ninguno deaquellos dos tenía la más mínima

intención de encontrarse con nadie.A diferencia de las expresivas aves dellamativos cantos, en general laspersonas preferían encontrarse sobre lasólida y contenedora superficieterrestre, en los recovecos de losedificios de concreto, los bancos de lasplazas, debajo de puentes abandonadosy en algunas ocasiones hasta en lasorillas de algún río.Uno de los clubes más famosos de lazona de Tigre se llamaba Club deRegatas de Marina y era uno de esoslugares de encuentro entre jóvenes quedisfrutaban de remar por aquellosmeandros acuáticos. Entre ellos habíamuchos estudiantes que en sus momentosde ocio elegían ir a distraer su atareada

mente en algún lugar natural como aquel.Fue allí donde tuvo lugar uno de esosencuentros humanos intensos yapasionados que dejan huellasimperecederas en las memorias deambos amantes. Tanto que en algunoscasos siguen mencionando lo acontecidodurante décadas hasta el mismísimo díade su muerte.Ella se llamaba Muriel, tenía veinticincoaños y ese día de abril caminabasolitariamente por allí disfrutando de lanaturaleza en todo su esplendor.Encontró un sitio cómodo y energizantebajo un sauce llorón que brindaba unahermosa e inspiradora vista al río y allíse quedó a disfrutar del paisaje hastaque alguien muy especial apareció de la

nada.Él se llamaba Emilio, que por entonceshabía cumplido recientemente susveintiún años y estaba ubicando sukayak unipersonal sobre el muelle parasalir a remar durante unas horas como lohacía todos los fines de semana desdeque tenía diez años, cuando comenzó apracticar dicho deporte. Las primerasveces que fue al río había sido con suabuelo quien en ese entonces se dedicó aenseñarle a remar en kayak.Lo que sintió Muriel apenas vio aEmilio fue simplemente inexplicable,una emoción fascinantemente intensa quenunca antes había experimentado. Quedótan pasmada que no podía más que mirara ese joven atleta acomodando su kayak

para luego perderse en las venasacuáticas del Delta rioplatense. Apenaslo vio comenzó a imaginarse envuelta enesos brazos torneados brindándole uninterminablemente tierno y cálido abrazoprotector.Ese sábado Emilio sólo intercambió conMuriel una de esas miradas furtivas ycautivantes de esas que duran dossegundos pero que luego distorsionan elpaso del tiempo volviéndoloacuciantemente interminable hasta quelos mismos pares de ojos vuelven acompartir el espacio y el tiempo.

Aquel mismo día, en un lugar un pocomás alejado de allí llamado Pilar, cerca

de uno de los countries más grandes delnorte de la Provincia de Buenos Aireshubo otro de esos encuentrosinesperados que dan inicio a relacionesamorosas complejas y profundas. Tancomplejas y profundas que los amantessiguen repitiendo ciertas formas decomportarse y hablar muchos añosdespués de haber tenido dichasvivencias.Soledad era una joven de veintidósaños, que insatisfechamente habitaba elcountry de Pilar; y Andrés vivía cercade allí pero en uno de los barriosperiféricos al country.Ella no se encontraba a gustoconviviendo con las personas delcountry porque le parecían más bien

huecas, superficiales y sumidas en unámbito demasiado materialista. En partefue por este motivo que al cumplir lamayoría de edad comenzó a frecuentarlugares aledaños a su barrio privado.Ese sábado de abril Andrés estaba solo,leyendo un libro, a los pies de ungigantesco eucalipto que siempre leobsequiaba una paz reconfortante.Soledad paseaba por el parque tratandode encontrar algún lugar que le levantaraun poco el ánimo que aquel día parecíadecaer más que nunca. Muchas vecessentía que su propia soledad laaplastaba y demolía lentamente.Al pasar cerca de aquel muchachoaparentemente desgarbado que leíaapaciblemente sentado contra el tronco

de un magnánimo espécimen vegetal,Soledad se sintió instantáneamenteatraída hacia él. Tal vez lo similar atraíalo similar ya que aquel muchachotambién parecía muy solitario.Andrés ni siquiera se había dado cuentade que una hermosa y elegante muchachalo observaba fijamente desde ciertacómoda distancia. Unos minutos despuésde que ella montara guardia para hacerun perspicaz seguimiento al muchacho,Andrés perdió su interés por la lectura.Percibía que algo inusual le estabasucediendo. Al guardar el libro ylevantarse para regresar a su agobiantehogar entendió la razón de su sutilzozobra, unos metros más allá endirección al lago artificial del parque

notó la presencia inamovible de unamuchacha encandilada por su masculinay seductora presencia.Soledad también era amante de lalectura al aire libre, y tal vez por teneresta particular pasión en común fue queal ver a Andrés allí leyendo no pudovolver a moverse hasta que él reaccionóy se levantó para marcharse.Justo en ese mismo instante, el cieloresonó con un estrepitoso rugido queresultó ser un jet ultrasónico queprovocó unos segundos de confusión, loscuales Andrés y Soledad compartieronde forma bastante perturbada yangustiante. El ruido motivó a queambos se fueran de allí rápidamentecada uno por sus respectivos caminos y

no intentaran comunicarse.Volvieron a encontrarse varios díasdespués en el mismo lugar y en unasituación similar pero, para dicha deambos, sin ninguna ruidosa interrupción.Esta segunda oportunidad que tuvieronpara conocerse fue más prolongada ygrata, y tuvo lugar bajo el mismomagnífico eucalipto, que como pocostransmitía paz y serenidad a quienessupieran apreciarlas.Y como las almas gemelas paraentenderse no necesitan más que untiempo propicio y un espacio común,Soledad y Andrés pudieron conversar yconocerse un poco más otro sábado, estavez del mes de mayo. Por lo general,mayo era un mes que les anunciaba y

sugería romanticismo sin límites a losdos. Por aquel entonces, Emilio estabaestudiando medicina y al mismo tiempoasistía a un lugar muy peculiar llamadoCentro de Sanación Holística porqueconsideraba que la medicinaconvencional no incluía todos losfactores que causaban los desequilibriosdel cuerpo y la psique.Por su parte, Muriel estudiaba en elBellas Artes y tenía un claro y definidoobjetivo, especializarse en escultura ypintura como medio para sanar traumasinfantiles de cualquier tipo; y comotodavía no había nadie que se dedicase

seriamente a esa área quería bautizarla ydenominarla “Sanarturamor”. Sería algoasí como sanar por medio de laescultura y la pintura con amor.Comprendía plenamente que el arte entodas sus manifestaciones y formatosayudaba a las personas a expresar todoaquello que no se plasmaba en el mundopor medio de la palabra o elcomportamiento social. Había mucho depsicología también en estas ideas ya queMuriel en algunas etapas de su vidahabía leído y estudiado mucho acercadel tema por cuestiones personales.De esta manera quedaba claro queEmilio y Muriel estaban destinados acompartir algo más que deseos sexualesy caricias apasionadas. Su primera

interacción más estrecha se dio dossemanas después de aquel primerflechazo en medio del blanco que lesatinó Eros.Pasada una semana desde que Murielencontrara accidentalmente a Emilio,ella sentía una intriga más queinquietante de conocer más a fondo aaquel joven remero. Aunque no fue elsábado posterior que decidió irnuevamente a buscarlo cerca de aquelamplio y conmovedor sauce llorón; pudoaguantar una semana más. Si bien estabamuy interesada en encontrarlo de nuevo,no quería parecer desesperada yansiosa.Recíprocamente, Emilio también habíasentido una atracción fuera de lo común

por aquella bella joven, pero adiferencia de Muriel, él se encontrabamás desamparado y sin medios paraubicarla con certeza, así que se quedóimpotente esperando que ella volviera aaparecer en algún momento. Aunque nollegaba a sentir desesperación algodentro le acicateaba provocando unairritación constante.Se podría decir que sentía cierta clasede angustia por no poder definir mejoresa situación, estaba realmente fuera delalcance de su control racional. Superturbación era elocuente, el recuerdode ese flechazo visual había sidorealmente movilizador de emocionesprofundas. Se sentía expectante eintranquilo. A su vez, todavía tenía un

recuerdo muy vívido del domingosiguiente a aquella experiencia cuandosoñó casi despierto con aquella anónimamirada que era por una parte dulce y porotra abrumadora. El segundo sábado de mayo de esemismo año, Andrés estaba leyendodonde solía hacerlo, a los pies delimponente eucalipto de alturaasombrosa. Y Soledad por segunda vezasistió al lugar en cuestión en busca delmuchacho lector que tanto le habíallamado la atención durante el primerencuentro. Esta vez se animó a acercarseun poco más para desahogar suinsistente curiosidad y de paso

preguntarle qué estaba leyendo y el porqué siempre elegía aquel añoso vegetalcomo compañía.Como por arte de magia, y en estaocasión Andrés sí se dio cuenta quealguien rondaba por los alrededores osería que él anhelaba que ella estuviesecerca, una hora más tarde volvió aaparecer Soledad aunque esta vez nomiraba desde la laguna artificial sinodesde un mirador que quedaba un pocomás al costado dando otro ángulo perodesde donde se podía observar el lugarpredilecto de su posible amor con mayordetalle.Luego de un rato de observar alconcentrado lector, ella se animó aacercarse y a preguntarle tímidamente si

podía compartir el espacio de lecturacon él. Si bien a Andrés le resultabaatrayente la compañía de Soledad, no sesentía a gusto compartiendo su solitariaactividad con ella. De todas formasdecidió no decir nada y dejarse llevar.En ese momento, Andrés estaba leyendo“El juego de abalorios” y la lectura adúo tuvo como resultado atraer laatención de Soledad hacia la obra deHerman Hesse. Y ese fue el comienzo deun romance que no sólo tenía momentosdesbordantemente eróticos sino tambiénactividades literarias varias.Herman Hesse durante un tiempo lesbrindó como una especie de figurapaternal, a ambos les fascinaba esaexquisita combinación entre mundo

occidental y oriental que les sugeríansus obras literarias. En particular " Eljuego de abalorios" los transportaba aese mundo imaginario de ideas sublimespara tratar de arreglar la realidad no tanperfecta ni romántica que compartian alconvivir en sociedad. Muriel volvió a ver a Emilio cuando yano pudo aguantar más que aquelinsistente recuerdo se presentara una yotra vez en su mente sin previo aviso,desconcentrándola totalmente de susactividades cotidianas. Se sentó aesperar pacientemente a que elmisterioso muchacho del kayakapareciera nuevamente, cerca del mismo

sauce llorón bajo el cual cavilabatranquilamente aquella tarde antes queuna desconcertante imagen varonil leatravesara la adormecida conciencia.No fue muy larga su espera, unoscuantos minutos más tarde y como cadasábado, Emilio se presentó a remar porel Delta. Era un hábito muy afianzado ysobre todo ahora que contaba con unamotivación extra. Él también habíaquedado obnubilado al encontrarse porcasualidad con aquella muchacha tanbella y atractiva que lo había cautivadocasi instantáneamente.No importó mucho el que hubiesenpasado unos cuantos días sin verse nihablarse. Casi inmediatamente despuésde que se reconocieron volvieron a

sentir la misma irresistible atracciónmutua que la primera vez que se vieron.Realmente era una emoción que ningunode los dos había sentido antes por nadieen particular, o por lo menos que sehubieran dado cuenta o que fuera tanperturbadora. Y, a su vez, ninguno de losdos estaba dispuesto a dejar pasar lainusitada oportunidad de conocer alamor de su vida, así como así, concluíanque ese sería el motivo por el cual sesentían tan atraídos hacia la otrapersona.Durante varias horas estuvieronpaseando y conversando a la orilla delrío, disfrutando de la naturaleza, de lavitalidad del sol y el agua reflejando laimagen de todo lo que los rodeaba con

tan exquisita belleza, una belleza quepor estar viviendo este estado deenamoramiento parecía más bella aún.A Muriel se le ocurrió que sería lindopoder pintar a Emilio con su kayak comoforma de agradecerle por haberle hechovivir un día tan especial durante elencuentro previo.Así que para la siguiente vez que sevieran en el río, Muriel preparó susútiles y herramientas de pintura paraperpetuar sobre el lienzo la imagen deeste muchacho de quien se habíaencariñado tanto recientemente. Andrés estaba estudiando filosofía en uncurso a distancia ya que durante los días

de la semana trabajaba a full vía internetmanteniendo bibliotecas virtuales ensitios como “Internetura”,“Bibliolectrónica” y “Literanet”. Él sepasaba varias horas al día trabajandocon la computadora on-line, así que detanto en tanto salía a distraerse poralgún parque o ámbito natural, y de pasoaprovechaba la salida para estudiar yleer al aire libre.Soledad no estudiaba ni trabajaba, habíaprobado ingresar a hacer un curso deasistente social, pero descubriórápidamente que al menos por elmomento no estaba destinada para esetipo de labor, todavía estaba en labúsqueda de su vocación laboral.Algo que sí hacía desde niña era

meditar, pero lo hacía intuitivamente yno porque practicara ninguna técnica niasistiera a ningún lugar que le enseñarancomo hacerlo.Igualmente, ella disfrutaba mucho deleer y conocer acerca de todos aquellostemas que le generasen interés, entre loscuales se encontraban principalmente lafilosofía, la psicología, la biología y lamedicina, aunque había muchas másáreas del conocimiento que también leatraían. Entre ellas también seencontraba el estudio de plantascurativasTiempo después ambos descubrieronque disfrutaban mucho los momentos quele dedicaban a la lectura juntos. Casisiempre luego de leer, tenían charlas

interminables sobre lo que les sugeríanlos autores. De todas formas, no pasómucho tiempo para que entraran más enconfianza y comenzaran a compartir algomás íntimo que lecturas y charlas.Como cuando se conocieron Andrésestaba leyendo a Herman Hesse, este fueun autor que los tuvo mucho tiempodiscutiendo y argumentando sobrediversos temas filosóficos y educativos.Pero definitivamente, Soledad y Andrésdisentían en muchas cuestiones. Porejemplo, Andrés pensaba que a laspersonas básicamente se las debíainstruir para que aprendieran casicualquier cosa, digamos que él defendíauna postura de estímulo y respuesta.Soledad, en cambio, pensaba que las

personas aprendían sobre cuestiones queles interesaban intrínsecamente y todo lodemás lo aprendían simplemente porqueel entorno se lo exigía pero no porquerealmente quisieran saber sobre ello.Estos intercambios de opiniones solíantenerlos mucho tiempo hablando yoponiéndose, no obstante, cuando se lespasaban los ánimos del disentimiento,comenzaban las caricias y elacercamiento apasionado entre loscuerpos que se deseaban hasta colmarsus ansias.En los momentos de pasión ya noimportaban las conjeturas contrapuestasni las hipótesis disímiles, todo se volvíaunión irracional en cuerpo y alma,intercambio de tibieza y sensibilidad

capilar, y por supuesto luegointercambio de fluidos corporalesvarios. Luego de dos sábados de observación,más otros días de la semana de pintarcasi todos los días, Muriel terminó depintar a Emilio en su anaranjado y azulkayak. Él quedó fascinado con lahabilidad artística de Muriel que loretrató espectacularmente de modo quela pintura le parecía resaltar lahermosura de la realidad.Obviamente también se sentía halagadoporque ella se hubiese dedicado a tanbello trabajo pictórico y solamente paraobsequiárselo a él. Y además, Emilio se

veía más bonito en la pintura que en elespejo, lo cual le daba el indicio queMuriel, tal vez, lo estuviese percibiendomás bello de lo que él era en verdaddando la pauta de que, al igual que él,estaba perdidamente enamorada. Unavez más el amor unía y enlazaba a dospersonas solitarias.Como retribución a tan excepcionalregalo, Emilio la invitó al Centro deSanación Holística a pasar una tarde yaque consideraba que ese lugar era muyespecial y le iba a hacer mucho bien aMuriel. Todos aquellos que se animabana ir allí, salían reanimados yrejuvenecidos.Este Centro era un lugar como ningúnotro, rebosante de naturaleza y lleno de

vida tanto vegetal como animal, ydirigido por muy pocas personas que sinduda eran bien conscientes de lo queestaban haciendo.El Centro de Sanación Holística estabaubicado cerca de la Reserva Natural delDelta, sus principios eran brindar unlugar pacífico y armonioso; y si se lorequería contención espiritual y atenciónmédica a todo aquel que accediera ysolicitara alguna atención.El reducido personal que trabajaba en elCentro se componía por profesionalesde diversa índole y conformaban ungrupo multidisciplinar. Entre elloscontaba con médicos generales,terapeutas de diversas ramas, y hastacon personal entrenado por monjes

tibetanos en diversas técnicas demeditación.A Emilio le fascinaba el lugar porqueconsideraba que allí convergían muchasramas tanto del saber occidental comooriental, esa combinación lo atraíairremediablemente, lo veía como unaespecie de puente conector de mundosmuy distintos y hasta opuestos que podíalograr un cambio importante en unasociedad cada vez más global yconflictiva; una especie de puente queharía que se pudieran aprovechar lasdiferencias de potencial entre culturasmuy divergentes.Como Soledad disponía de muchotiempo libre cada vez lo buscaba másseguido a Andrés hasta que finalmente

empezó a trabajar junto con él en laadministración de bibliotecas virtuales.Entre hora y hora de trabajo con losCPUs, comenzaron las caricias y losmomentos excitantes sobre las alfombrasde la habitación de Andrés. A ambos leshacía mucho bien esta nueva relaciónsentimental, debido a la naturalezasolitaria y de aislamiento quecompartían.En cada encuentro sexual liberabanmuchas tensiones y la autoestima mutuaaumentaba. No sólo eso, cuando seseparaban notaban que los extraños lospercibían diferente, les resultaban másatractivos a los demás, serían lashormonas que se encontraban tan activaspor esos días.

Por momentos buscaban leer libroseróticos o que trataran de sexualidad yasí fueron aprendiendo variosingeniosos trucos y entretenidosconsejos acerca del tema quecombinaban con todo aquello quepudieran encontrar en páginas on-line.Como ambos tenían acceso a grancantidad de bibliografía acerca decualquier tema, pasaban largas horasbuscando y buscando libros de los másdiversos, libros de múltiples entornosculturales y libros con múltiples puntosde vista. Libros de autores masculinos yfemeninos; libros de autores jóvenes yviejos; libros de autores vivos ymuertos. Libros y más libros, y esa erasu mutua pasión con respecto a la

sociedad que pululaba alrededor.A medida que crecía su conocimientotambién crecía la pasión amorosa quelos acercaba uno hacia el otro. Losmomentos íntimos los disfrutaban almáximo y muchas veces no podíantrabajar adecuadamente debido a queambos se compenetraban el uno con elotro y no lograban salirse de esaenmarañada red de mutuas concesionesy ternura embriagante. Cada vez que estosucedía el día se volvía tan corto yameno, lo difícil de la vida se tornabaalgo muy pasajero y tolerable. El día que Muriel visitó el Centro deSanación Holística, quedó encantada,

tanto que su alegría contagió a Emilio,quien también estaba muy contento dehaber llevado a su amada allí.Esa noche fue increíble, todo fluyódesde que salieron del Centro.Conversaron hasta quedarse con lasgargantas ásperas y luego terminaronhaciendo el amor en una camilla dehospital. Ese día Emilio estaba deguardia y como era una nocheinusualmente tranquila pudieron estarsolos un rato prolongado. Esosmomentos de pasión realmentevitalizaban a la pareja y los dos sesentían más frescos y radiantes quenunca.Asimismo la situación era propicia,ambos estaban muy necesitados de

caricias y afecto. Se les notaba cuandolas manos de los dos recorrían cadacentímetro de piel del otro, como sihubiera cierta mutua desesperación. Elgusto era recíproco, las miradas secorrespondían y el momento parecíamagia hecha realidad. Ese fue otro deesos recuerdos que ninguno de los dospudo luego olvidar ya nunca. Esosmomentos representaban la expresióninigualable de emociones muy profundasy la consecuente sanación de heridasdifíciles de curar.A partir de aquel día, se los veíaencontrarse muy seguido y disfrutar decada instante que podían estar juntos.Emilio tenía una agenda bastanteocupada, Muriel no tanto, pero muchas

veces sus mutuas actividades coincidíany no podían verse todo lo que hubiesendeseado. Al principio les costaba estadistancia, con todo, luego pudieronadaptarse y enfocarse en los momentosjuntos al máximo.Cada encuentro de pareja era único ytotalmente placentero, lleno de besos ycaricias reconfortantes y sensuales. Loque más les llenaba el alma eradescubrirse a cada instante, una nuevaforma de mirarse, una caricia dondeningún extraño había llegado antes,sentir el contacto de la piel de la otrapersona en lugares antes inimaginables.Lo más positivo de todo era que estosencuentros amorosos los solían llenar dedicha y placer, era difícil luego retomar

la rutina diaria tan mecánica y fría detrabajar y trabajar sin cesar. Los días pasaban armoniosos yamorosos para Andrés y Soledad quetambién disfrutaban mucho de losmomentos y los diferentes lugares quevisitaban para leer al aire libre enpareja. Eso de elegir algún árbol enalgún lugar y realizar lecturas se lesvolvió un hábito. Y una vez que lescomenzó a ir bien económicamente seles dio por visitar unos cuantos parquesnacionales y reservas naturalesprovinciales e ir leyendo de todo unpoco en cada lugar.Fue así que comenzaron a escribir sobre

lo que les provocaba viajar y leer encada uno de esos lugares privilegiadosque iban conociendo al pasar,describiendo con todo detalle el entornoy también toda la gama de emocionesque les despertaba el viajar juntos.Uno de esos viajes consistió en ir alParque Nacional Talampaya, el cual esmuy desértico y no tiene prácticamentevegetación arbórea. Entonces como nohabía árboles a la sombra de los cualessentarse a leer, decidieron buscarsombra detrás de una de esasformaciones geológicas erosionadas porel viento tan características del parqueaunque estas no transmitieran vida porser sólo objetos inanimados.En otra oportunidad anduvieron por el

Parque Nacional Los Cardones, y allí elproblema era que los cardones teníanespinas. En ese caso eligieron sentarse yutilizar de respaldo cardones secos sinespinas aunque estos últimosdefinitivamente no transmiten nadaporque están ya muertos.Uno de los parques que más les gustófue el Parque Nacional Iguazú, el climacálido y húmedo del parque mantiene unmicroclima prodigiosamenteestimulante. La selva que allí puedeexpresarse en su máximo potencialtransmite energías vitales excitantes yregeneradoras de ánimos. Tal fue asíque una vez allí, Soledad y Andrés sesentían distintos, con ganas de hacermiles de actividades tanto intelectuales

como físicas, entre las cuales estabaobviamente hacer el amorapasionadamente.En uno de esos recorridos por el parque,específicamente en las pasarelas de lascaídas de agua del río Iguazú, Soledadtuvo un momento de arrebato y comenzóa correr y cantar por todo el recorridode las pasarelas. Andrés, personalmente,no sabía muy bien que le estaba pasandoa su amada que tenía tal ataque dealegría y euforia, además de no saberdonde esconderse no sabía comocontener o calmar a Soledad ya queconsideraba que algo fuera de lugar leestaba sucediendo.Pero así es, los hombres no siemprecomprenden la vitalidad y felicidad

femeninas, y sólo tienden a juzgar dichosactos como locura o desquicio de lamujer en cuestión. Digamos que lo quesentía en ese entonces Soledad no eramás que plenitud interior y Andrésdurante ese viaje estaba realmente lejosde comprender lo que aquellosignificaba, y para desmedro de surelación tampoco comprendía que él erauna de las principales causas de eseestado de ánimo en su pareja.O tal vez lo comprendía pero no le erapara nada placentero a él ver eseespectáculo desenvolverse delante desus ojos, sobre todo porque Soledad nosólo llamaba su atención a la vez que loexcitaba sino que también lograbagenerar algo muy similar en el resto de

la gente que coincidentemente seencontraba allí en el parque. En cierta ocasión, Muriel decidió asistiral Centro de Sanación Holística por sucuenta sin comentarle nada a Emilio. Loque sintió al ir sola allí fue muypersonal y alentador, digamos que sepercibió más a sí misma como un serindividual y autónomo. Aunquepareciera mentira nunca se habíapercibido a sí misma de esa forma, nohabía nadie alrededor pero elequilibrado ambiente la hacía sentir muybien, y era extraño que estandototalmente sola se sintiera tan pero tan

bien. Se preguntaba si quizás seestuviera descubriendo a sí misma comonunca antes lo había logrado.Obviamente que se daba perfecta cuentade que ese lugar era único y muyespecial y una vez que hubo salido deallí, lo primero que tuvo ganas de hacerfue ir a ver a Emilio, con quien asociabaaquel lugar extraordinario debido a queél la había llevado hasta allí y se lohabía mostrado.En suma, todo lo que le estabasucediendo era parte de su mutuoromance, no concebía que debieradesligarse de esta relación tan íntimaque habían generado juntos por el sólohecho de haber descubierto unaidentidad nueva y un tanto solitaria.

Empero cuando finalmente pudo dar conEmilio y que le entregara un poco de sutiempo en tan ajetreada agenda quehabía desarrollado con los años, pudocomprender que a él no le estabapasando ni remotamente algo parecido yeso la desilusionó y desencantó en granparte.Por momentos, Muriel sentía que vivíanen universos distintos y sólo compartíanen cuerpo y alma breves instantes encomún. Cada vez eran más esporádicoslos encuentros con Emilio o lanecesidad de compartir su intimidad conél.Muriel pasaba cada vez más tiempo enel Centro sumida en sí misma, tratandode encontrarse un poco más cada día.

Podía llegar a pasar muchas horas allí,ensimismada y a su vez, asimiladatotalmente con el medio ambientenatural.Muchas otras veces decidía ir a pintar orealizar alguna escultura aprovechandotoda la dicha y paz que le trasmitía aquelescenario. Su propia solitariedad laembriagaba por completo.De esta manera llegó a alcanzar muchosmomentos de creatividad plena yoriginal sin más que la naturaleza decompañía. Usualmente bromeabaconsigo misma y se decía que tambiéntenía una relación amorosa con el Centrodonde pasaba tanto tiempo y en calmatotal.

En la Reserva Natural Punta Lara fueque un buen día se encontraron Soledady Muriel, Muriel había sentido comotantas veces la necesidad de pintar lacosta ribereña rioplatense, movida poresta relación tan íntima que tenía con lanaturaleza, y estaba justamente allícuando por esas casualidades de la vidatambién Soledad paseaba solitariamentebuscando algún lugar especial parahacer lo que venía haciendo con Andréshacía ya bastante tiempo, leer juntoscerca de algún espécimen vegetal queles suministrara sombra y un ambientepropicio y estimulante para la lectura alaire libre.Nuevamente, y con su timidez de

siempre Soledad se sintió atraída haciaaquella muchacha que pintaba tanconcentrada a orillas del Río de LaPlata.A diferencia de Andrés, Muriel sí sepercató de su presencia y de su atención,cosa de sensibilidad femenina acaso. Alverla allí con actitud de curiosaobservación la invitó a ver el cuadroque estaba pintando. Soledad quedómaravillada con tanta belleza artística yle pidió a Muriel si podía quedarse acompartir con ella aquella tarde tanpacífica y tranquila.Su relación de amistad surgió muynaturalmente, Soledad y Muriel secayeron muy bien desde un principio ypudieron establecer un vínculo muy

saludable y tierno. Evidentemente era laexpresión de un cándido y reconfortanteamor fraternal que les aportaba algo muydistinto al amor pasional que compartíancon sus respectivas parejas masculinas. Con pocos días de diferencia respecto aque Soledad y Muriel se conocieran, ymientras transcurría una de esas tardesaplastantes en la Reserva Natural delDelta fue que se cruzaron Andrés yEmilio o, más bien, literalmente,chocaron en el Delta porque por muyraro que pareciese Andrés estaba en esemomento también remando en un kayakal igual que Emilio, aunque el kayak deAndrés era de color violeta y amarillo.

Este choque tenía más de increíblecoincidencia que cualquier otro sucesoque ambos pudieran haber vivido algunavez. Parecía que el destino estabaobstinadamente obcecado en que secruzasen durante un período de tiempoen particular.Algo misterioso y mágico, osimplemente la sinergia del mundofísico, impulsaban a que las personascon intereses e ideas afines se cruzarande las maneras más insólitas ypeculiares.Ninguno de los dos se enojo ni nada. Alparecer, la atmósfera los habíaembotado y embobado de modo tal queninguno atino a hacer nada. Seobservaron fijamente y como si

estuvieran practicando una coreografíaperfectamente coordinada se bajaron desus botes a la vez y nadaron hacia laorilla acarreando los inservibles navíos,por lo menos les esperaban variassemanas en el taller para una buenareparación.Al llegar a la ribera, ni siquieraintercambiaron diálogo alguno, cada unose fue por su lado a reparar lo que elchoque casual había provocado.A decir verdad, el que estaba másdisgustado era Emilio porque su kayak yremar por el Delta tenían mucho másvalor sentimental para él que paraAndrés que sólo lo hacía para acercarseun poco a Emilio y de paso hacer algunaactividad física.

Un buen día que por entonces ya era deoctubre se reunieron los cuatro aintercambiar experiencias y a convivirun poco como una pequeña comunidad.Resultó ser que el lugar seleccionadofue la Reserva Natural Río Luján que seencontraba cerca del country dondevivía Soledad.En un principio les resultó muy raro alos cuatro aquel encuentro, no sabíanmuy bien qué hacer, tenían interesescomunes pero no sabían muy bien comocompartirlos. Además los cuatro estabanpasando con sus respectivas parejas pormomentos un poco conflictivos y dedistanciamiento.

Por un lado, Emilio y Muriel nocoincidían mucho por sus complicadoshorarios y poco tiempo para compartir;y por otro Andrés y Soledad pasabanpor una etapa de estancamiento en surelación, habían compartido muchotiempo y comenzaba a haber roces pornimiedades que deterioraban lacomprensión y paciencia de ambos.

DESENCUENTROS

Al reunirse los cuatro a la vez surgióotro tipo de interacción grupal, todos sesentían entusiasmados y alertas. Luegode varias horas de charla y diversióndescubrieron que había mucho feelingentre todos. Se sintieron tan biencompartiendo la tarde así queespontáneamente todos quisieron volvera encontrarse allí el fin de semanasiguiente.Una vez que aquella interaccióncolectiva hubo terminado ambas parejasy cada una por su lado descubrió quesentían emociones encontradas,demasiado encontradas, hasta se podíaafirmar que diametralmente opuestas.Ahora sentían que en parejas se hallabandescolocados. De pronto hubo como

profundos cambios de roles, los cuatrosintieron la necesidad de estar solos, eraun total desencuentro coordinado, cadauno sentía que estaba fuera de lugar,como desfasado.Durante la semana que siguió a lareunión en cuarteto pasó algoacuciantemente indescriptible, de prontotodos vivieron un estado de confusiónbastante intenso y estuvieron así casitres semanas, en las cuales no pudieronvolver a comunicarse de ninguna forma.Ni en parejas, ni mujeres con mujeres, nihombres con hombres, ni entre todos.Lo que, en síntesis, sucedió luego de tressemanas no tenía comparación conninguna otra situación vital quehubieran vivido ninguno hasta aquel día.

La que dio el puntapié inicial paracomenzar de nuevo las relaciones entretodos ellos y ellas fue Muriel. Se sentíainauditamente incómoda pero sentía quesi no hacía algo medianamente pronto supsiquis iba a sufrir algún tipo decolapso interno estrepitoso eirreversible.El día que Muriel decidió romper conaquel silencio y distanciamiento abismallo llamó a Emilio, quien similarmenteestaba pasando por un mutismofantasmal que ni siquiera lo dejabatrabajar eficientemente.Por añadidura Muriel era la única quepodía comunicarse con Soledad y así lohizo muy a su propio pesar. Soledad semostró tan reacia como los demás pero

al fin y al cabo aceptó la propuesta dejuntarse de nuevo.Un tiempo después Soledad se contactócon Andrés quien estaba todavía muyperturbado como era de esperar.En resumidas cuentas, cuando sepudieron volver a reunir entre los cuatrootra vez el día les pareció casiinterminable y no sabían bien si parabien o para mal.Al principio del encuentro ninguno seanimaba a gesticular palabra alguna oamagar gesto alguno tampoco, habíacomo una parálisis colectiva.Lo único que ocurría era que por largosminutos simplemente se miraban; Emiliomiraba a Muriel, luego a Soledad, luegoa Andrés y volvía a repetir su accionar

una y otra vez. Muriel se contagió deEmilio y comenzó por mirar a Andrés,luego a Soledad, luego a Emilio y asísucesivamente. Sumado a esto, Andrés ySoledad se acoplaron a la misma acción.Vistos desde afuera no se sabía bien silos cuatro sufrían de algún tipo dedeficiencia mental o estaban jugando aalgún juego muy exótico.Posteriormente, Soledad se animó aresquebrajar levemente el témpano deincomunicación verbal recitando unaespecie de confesión; algo así como quelos días previos había estado viviendosensaciones más que ambiguas, lecostaba hacer todas sus actividadescotidianas más que de costumbre. En elfondo todos intuían el por qué, ya que

todos estaban experimentando casi elmismo tipo de vivencia.Muriel de la misma forma que Soledad yuna vez que ella hubo terminadodescribió sus últimas tres semanas comodías que llevaban consigo desafíosemocionales complejos. En los últimosdías tenía que estudiar y hacer algunostrabajos artísticos y le había costadobastante concentrarse adecuadamente.A continuación Emilio y Andrésdeclararon sentir algo análogo a laschicas, por lo tanto en grupoconcluyeron que cada uno por su ladohabía estado experimentando vivenciassímiles que los tenían a todos bastanteperplejos y confundidos.De a poco se fueron soltando y paso a

paso alcanzaron la confianza necesariapara sincerarse o al menos hacerlo enparte.Por su lado las chicas sintieron quenecesitaban estar más tiempo solas. Ylos chicos en cambio sentían que queríancompartir más cosas entre ellos, comoremar o leer pero sin la presencia de laschicas. Ante este hecho las chicas semiraron atónitas, pero dentro de todo nohabía mucho conflicto porque ellastampoco querían ya estar mucho tiempocon sus respectivas parejas. Al sábado siguiente Andrés y Emilioacordaron encontrarse en el Delta parair a remar juntos, los kayaks ya estaban

preparados y listos para la acción. Ensíntesis se habían distanciado de susnovias y durante la travesía en el aguamantuvieron una larga e íntimaconversación. Sobretodo hablaronmucho de sus infancias y adolescencias;y encontraron que habían vividosituaciones comunes con familiares yamigos.Había algo más que Andrés y Emiliopodían compartir largo y tendido, suhobby por la astronomía. Desde niños ydesde aquella vez que vieran pasar alCometa Halley y siguieran de cerca losque las ondas espaciales Voyagercaptaban al realizar su travesíainterestelar, ambos de cuando en cuandoasistían a algún evento de astronomía

para aficionados, al igual que lesgustaba ir a mirar eclipses de luna o sol,o simplemente identificar los planetasmás brillantes de la bóveda celeste. Fue mientras se contaron ciertasvivencias pasadas que quedaronrealmente perplejos como por ejemplolo que sucedió durante el paso delCometa Halley en el año 1986, los dosrecordaban una serie de sucesosinusuales que luego no les volvió asuceder más.Andrés en ese entonces vivía en lamisma casa y durante aquel período enque el cometa se veía claramente en elfirmamento sufrió la pérdida de suabuelo paterno. Durante el mismoperíodo de tiempo le pasó lo mismo a

Emilio, su abuelo paterno tambiénfalleció. Los dos contaban y compartíanel hecho de que les dolió mucho estapérdida en particular y luego asociaronesta muerte a la muerte de Jorge LuisBorges que tuvo lugar aquel mismo año.A su vez, por algún inexplicable motivoAndrés y Emilio tenían los mismosrecuerdos, las mismas asociacioneshabían acontecido en sus mentes. Losdos de alguna manera estabanobsesionados con el Cometa Halley,Jorge Luis Borges y las naves Voyager;y no comprendían muy bien porque lespasaba eso, además de que se dieroncuenta en ese momento que amboshabían perdido a su abuelo paterno poraquel año.

Cuando niños los dos no sabían muybien porque Jorge Luis Borges erareconocido y siendo más grandescomenzaron a leer algo de su obraliteraria y fueron conociéndolo un pocomás.Otra coincidencia excepcional fuedescubrir que Andrés por su lado yEmilio por el suyo les había llamadomucho la atención y lo tenían muypresente al cuento de Borges llamado“Ruinas Circulares”. A partir de aquelsábado Andrés y Emilio quedaronligados subliminalmente por la obra deBorges. Comenzaron a compartirmomentos de lectura también ya que lesfascinaba como Borges había alcanzadotal nivel de abstracción ideológica.

Soledad por su cuenta había dejado detrabajar con Andrés y comenzabanuevamente a divagar por otras ramas ydisciplinas buscando qué hacer. Habíaleído tanto los pasados meses quecomenzó a escribir un diario íntimo.Una bella y cálida tarde regresó algigantesco eucalipto donde habíaconocido a Andrés y se sentó a escribir.Las palabras acudían solas a sus dedos,fluían de forma armoniosa y amena.Inició su diario con recuerdos de suniñez, muy pocos ya que de niña pasabalargos días solitarios en los que parecíaque nada acontecía, sólo silencio yvacío.

Su relación amorosa con Andrés habíaabierto un universo totalmente nuevopara ella y su diario era fiel testigo deello. Y así pudo describir con lujo dedetalles todas las emociones intensasque le había provocado aquel amor ytambién pudo expresar toda lasensualidad despertada en losencuentros físicos. Le parecía que losrecuerdos en posición horizontal todavíala excitaban, o sería que todos esoslubricantes besos y tibios apretujones lacontenían emocionalmente aún.Con todo, se daba cuenta que esarelación amorosa había llegado a unpunto de inflexión, o hasta a un puntoculminante.Otra de sus preocupaciones era como

estaría viviendo esta experiencia Murielporque al parecer Emilio se habíadistanciado de ella del mismo modo enque lo había hecho Andrés con ellamisma. Era confuso, Emilio y Andrésquerían pasar tiempo a solas entre ellosdos.Esa tarde Soledad fue a visitar a Muriela su casa y estuvieron charlando hasta lamadrugada, ambas se sintieron bienhaciéndose compañía. Por lo visto todospasaban por una especie dehomosexualidad hasta el momento muyreprimida y si bien ninguno o ningunallegó a tener relaciones carnales con lapersona del mismo sexo de todos modosse sentían fuertemente atraídos.Lo más llamativo fue que tal experiencia

se manifestó en ellos cuatro, más omenos al mismo tiempo, tal vez fue poreso también que se dio de esa manera, lacuestión era que los cuatro estabanprestos a experimentar eso, tarde otemprano tenía que sucederles algo porel estilo. Lo que unía a Muriel y Soledad,mientras los chicos seguían en su idiliomasculino, era un intenso interés por elarte en cualquiera de susmanifestaciones. Aunque Muriel sededicaba más a la escultura y la pinturatambién le gustaba compartir y disfrutarde otras ramas del arte como la música yel teatro. Y era en estas últimas ramas a

las que Soledad se sentía más atraída.Así que las dos pasaron varias semanasyendo a conciertos y obras de teatro.Una obra que realmente les impactósobremanera se llamaba “La lección deanatomía” que las dejó cavilandodurante varios días posteriores de asistira la misma. Fue una experienciasimplemente desestructuradora, a partirde ese momento parecía que descubríanun nuevo mundo de sensaciones humanasa cada paso y sin siquiera planteárseloseriamente.Por esos días, Soledad se abocó un pocomás determinadamente a la crítica deobras de todo tipo, y en contraste con elresto de los críticos ella trataba siemprede buscar todo aquello que las obras

tuvieran de bello y destacable sinprestar atención a los defectos u erroresque siempre de un modo u otro andabanpor ahí. Así que, más que críticas,escribía halagos y estimulaba de formalo más positiva posible al creador de laobra de la cual estaba escribiendo.Lo hacía de la misma manera conMuriel, quien realmente lo aprovechabapara poder consumar las obras cada vezmejor a medida que iban apareciendonuevas ideas para desarrollar.Durante este período Muriel sintiórenovadas ansias creativas por losmotivos antedichos, el aliento positivode Soledad la ayudaba a tener unaenergía creadora sin igual. En esta etapadiseñó muchos bosquejos de cuadros y

esculturas que luego iría dando formadefinitiva y finalización a lo largo devarios años subsecuentes. La mayoría delos motivos tenían mucho que ver con lanaturaleza, formas de vida tanto vegetalcomo animal, paisajes varios y personasde toda índole. Hasta llegó a concebirtoda una colección de arte abstracto conmiles de combinaciones de formas ycolores que generaba emociones muydiversas en los observadores de su obra.Y así como los varones compartíanciertas experiencias y temas en comúnmuy coincidentes, a Soledad y Murielles sucedía también algo muy parecido.Por ejemplo con Virginia Woolf, a lasdos les atraía mucho esta escritora yhabía una película llamada “Las alas de

la paloma” que en el momento de suestreno las impactó de forma muyespecial a ambas, aunque cada unaviviera en lugares distintos.Otro objeto que las unía desde antes deconocerse era La fuente de la Cibeles,esa dama subida en un carro tirado pordos leones.Se diría que estos temas siempre lashabían obsesionado a cada una por sulado, y ahora que se reunían y esostemas se expresaban naturalmente eraasombroso lo que producía al descubrirque cuestiones tan puntuales les habíanllamado mucho la atención a ambas.Pero algo estaba muy claro, la escritoraVirginia Woolf, la película “Las alas dela paloma” y la Fuente de la Cibeles

tenían también algo en común entre sí;esto se podía sintetizar como labúsqueda del rol de mujer.

REENCUENTROS Ya corría el año 1999 y se acercaba fin

de año, muchas familias estabanpreparándose para el festejo navideño.Pero Andrés, Soledad, Emilio y Murielquerían reunirse nuevamente en elCentro de Sanación Holística, allísentían que estaba la presenciaespiritual que todos buscaban por esosdías.Una vez dentro del predio del Centro, seles dio por caminar sin ir a ningún sitioen particular y terminaron por azar en unlugar llamado “El pasaje hacia la paz”donde confluían dos bosquecillosartificialmente dispuestos allí paragenerar un efecto visual y espiritualúnico a los transeúntes que caminaranpor allí. Por un lado había unbosquecillo de sauces y por otro uno de

eucaliptos. La senda que unía a estosbosquecillos de especies tanparticulares conducía a una praderallana repleta de blancas flores de lis. Enaquel campo florido se sentaron paraque el tibio sol les reconfortara con suluz y calor. Una vez reunidos,comenzaron los clásicos mudosintercambios de miradas que durabanvarios inexplicables minutos.A medida que pasaba la tarde, se dabancuenta que la atracción entre ellos habíavariado y que ahora Soledad se sentíamás próxima a Emilio, y Andrés sesentía más atraído por Muriel. Erasorprendente que todo sucediera demanera tan natural y espontánea, como sitodos consintieran que ahora las parejas

hubiesen cambiado, sin mediar ningúntipo de conflicto entre ninguno de ellos oellas.Como quien no quisiera la cosa,comenzaron los diálogos entre Emilio ySoledad, al igual que entre Andrés yMuriel. A cabo de unos minutos nomáscada pareja se fue por su lado, es másAndrés y Muriel se fueron caminando ycharlando por el bosquecillo deeucaliptos, mientras que Emilio ySoledad se fueron lentamente por elbosquecillo de sauces. Ambas parejasestaban extrañamente acarameladas conel paseo por estos divergentes lugaresde vegetación personalizada. Asípermanecieron hasta la hora de irse cadauno a su casa. La despedida aconteció

sin mayores complicaciones, como si yaestuviese todo planeado de antemano enun guión teatral. Luego de aquel esclarecedor día en laReserva del Delta, las reorganizadasparejas comenzaron a consolidarse.Emilio y Soledad pudieron contar conmucho más tiempo para compartirdebido a las cambiantes actividades deSoledad que le dejaban gran margen deelección de trabajo a realizar. Ahoraque ella estaba más enganchada conEmilio dedicaba todo su empeño enconseguir un trabajo de administrativaen el hospital donde Emilio hacía lamayor cantidad de guardias médicas.Pocas semanas después, Soledad

consiguió un puesto en laadministración, tal cual se lo habíapropuesto para estar más cerca de él.En el hospital Soledad tenía variascompañeras de trabajo que envidiabanla relación amorosa y tranquila queEmilio y ella habían logrado en muypocos meses.Al cabo de unas cuantas semanas apartir de cuando Soledad tomara sucargo en la administración, uno de susjefes la llamó para advertirle que en elhospital no se admitían expresionesexplícitas de relaciones de pareja cuyosintegrantes fueran parte del personal dela institución.Y como no podían demostrarse afectomutuamente durante las horas de trabajo,

a veces se escondían en alguna salavacía a intercambiar besos y cariciaspasajeras hasta que terminaba su turnolaboral y podían continuar el asunto enalguno de sus hogares. Estos encuentrossecretos los llenaban de ansias y deseosintensos que luego explotaban al máximoen los momentos de más libertad.En muchas ocasiones Soledadpresenciaba cómo Emilio hacía bromasy se divertía con otras empleadas delhospital, ya fueran enfermeras oadministrativas; y realmente no se sentíacómoda cuando este tipo de situacionesocurrían en su presencia. Muchas vecesintentó expresarle este malestar a Emiliopero él parecía no comprender lainsistencia de estos comentarios de ella.

En cierta oportunidad lo que sucedió fuealgo a la inversa, la que comenzó a reíry bromear con otro médico fue Soledady Emilio no estaba en la misma salapero justo reconoció la risa de Soledady se acercó a ver qué estaba pasando,por cierto que ese día fue en el queEmilio comprendió el malestar deSoledad ya que sufrió un malestarsimilar. Más o menos por la misma época en queEmilio y Soledad se estaban conociendomás profundamente, Andrés y Murieldecidieron probar intimar un poco máspara comprobar si eran compatiblesentre sí o no. A Muriel también le

gustaba la lectura al aire libre pero notanto como a Soledad.Después de unos meses de estar juntoslo que le sucedía a Andrés y Muriel eraque ambos tenían la misma sensación deestar traicionando a sus parejasanteriores. Hacía bastante tiempo ya queestaban distanciados pero de todasformas la sensación permanecíallenándolos de una molestainsatisfacción.Andrés en parte extrañaba a Soledad yen parte disfrutaba estar con Muriel. Surelación con ella duró mucho menostiempo y no pudo dejar de sentirse fuerade lugar en todo momento.A Muriel le sucedió algo muy similar ydecidieron que era mejor quedar como

amigos por que hubo una intensaatracción inicial que se desvaneció conla misma intensidad que había surgido.Muriel también extrañaba bastante aEmilio y no podía llenar ese espaciovacío con nada, ni siquiera con lapresencia más asidua de Andrés en suvida. Como a mediados de ese año sevolvieron a cruzar los cuatro, esta vezpor casualidad en la Reserva Naturaldel Delta y pasaron una tarde muy amenaallí. Ese día se dieron cuenta que cadauno tenía que ir por un camino distinto, ylo más interesante aún, fue que todos

llegaron a dicha conclusión con calma yparsimonia sorprendentes. Ninguno sesentía preparado para continuar susvidas en pareja y mucho menos formaruna familia “al estilo tradicional”.A partir de entonces, cada uno tomó unrumbo distinto sin formar luego ningúnvínculo amoroso con nadie en muchotiempo.Andrés y Emilio solían bromear acercade tantos enredados vínculos amorosos yhabían bautizado este momento deseparación de todos con todos como “Elmomento de senderos que se tetrafurcan”en alusión al cuento del venerado JorgeLuis Borges llamado “El jardín desenderos que se bifurcan”.Los cuatro decidieron mudarse a otros

lugares para distanciarse y no volverse aencontrar, de modo de no cruzarse yamás ni por casualidad, no porqueguardasen resentimiento sino porquesimplemente querían rehacer sus vidasde algún otro modo, así se sentían comolimitados entre ellos mismos yestancados en esta serie decoincidencias tan absurdas y aburridasque ya parecían ser efecto demanipulación externa.

REREENCUENTROS Muriel se mudó a la Provincia deMisiones y se instaló en un lugar

llamado San Ignacio, allí conoció lasfamosas ruinas jesuíticas que laencandilaron para realizar toda una seriede trabajos artísticos impresionantes yexquisitos.Un hermoso día de marzo, mientrasMuriel estaba compenetrada pintandolas extraordinarias ruinas de San Ignaciode Mini, se acercó a ella un elegante yrefinado señor llamado Orlando aobservar la pintura que Muriel estabaconcretando con excelente pincel.Él simplemente quedó fascinado con laobra de ella e inmediatamente sintió lanecesidad de invitarla a compartir conél alguna comida o algún lugar deentretenimientos. Muriel en principio senegaba porque ni siquiera comprendía

que un total desconocido se le acercarade esa manera. Orlando insistió tantoque al fin logró convencerla paracompartir aunque sea un almuerzo. Unalmuerzo del que ya no se arrepentiríaporque encontró en este amable y tiernocompañero al verdadero amor de suvida.Orlando también se dedicaba en ciertamanera a la rama artística, nada más queera quien compraba y vendía este tipode objetos de arte. Orlando había nacidoen España pero vivía en Misiones desdeque era niño. Desde pequeño le gustabantambién todo tipo de manifestacionessubjetivas y como su familia pertenecíaa un círculo de personas adineradas,nunca tuvo ninguna objeción para seguir

sus inclinaciones artísticas.Muriel y Orlando en muchos aspectoseran una pareja ideal, sin demasiadasfricciones y conflictos superficiales yvanos.Disfrutaban de la compañía mutua quepodían brindarse y recorrían cualquierlugar que quisieran conocer, Muriel paraexpresarse por medio del arte y Orlandopara negociar con variedad de clientesque conocía e iba conociendo con eltiempo. Soledad se mudó a la Provincia de Saltay buscó vivir en una comunidad indígenaalejada de las grandes ciudades en unalocalidad llamada Santa Victoria cerca

del límite con Bolivia. Eligió pararesidir un lugar llamado “El Valle delSilencio” y comenzó a realizar trabajosde asistencia social en las comunidadesaborígenes que allí sobrevivían. Porextraño que parezca, en ese lugar, sevolvió a enamorar, pero esta vez deforma definitiva, y nada más y nadamenos que de un lugareño llamadoLlanqi, descendiente de Incas.Él era un muchacho muy trabajador ysencillo que le derritió el corazónconfesándole un amor inenarrable. Losdos pasaban muchas horas compartiendoel trabajo de asistir a los másnecesitados del poblado. Finalmente,Soledad encontró su lugar en el mundo yal hombre que sabía contenerla y

mimarla como más lo necesitaba. Y lomejor de todo fue que él no le exigíamás que su amable compañía paracompartir una vida tranquila y llena decaricias y dulzura, no tenía ánimos dedominarla o hacerle cambiar su formade vivir.Llanqi era algo así como un chamánpero sus técnicas eran muy parecidas alas de las terapias alternativas con lascuales Soledad también trabajaba. Erauna pareja muy respetada en aquellacomunidad, siempre estaban dispuestosa ayudar en las problemáticas quesurgieran y así sacar adelante a laspersonas que recurrían a ellos. Se losconsideraba sanadores natos queirradiaban amor a todos aquellos que se

acercaran y cuando estaban juntos estasensación parecía que aumentabaexponencialmente.Eran una pareja casi ideal y es por estotambién que inspiraban a tantas personasen su camino hacia una forma decompartir el mundo cada vez másdiferente. Andrés se mudó al este de la Provinciade Chubut, a la ciudad de ComodoroRivadavia y allí instaló un local deventa de libros de todo tipo que con eltiempo comenzó a funcionar muy bien. Asu vez, allí conoció a Raquel de quien seenamoró perdidamente y con quien viajóy siguió leyendo por todos los Parques

Nacionales del sur del país.Raquel lo seguía sin cesar por dondefuera Andrés, ella había estudiado en laFacultad de Literatura y Letras allí enComodoro Rivadavia pero leapasionaba toda la actividad quedesarrollaba Andrés y también lo amabacon toda su alma.En un determinado momento Raquelcomenzó su obra literaria cuyo centrogeneralmente era su amado Andrés. Éladoraba el trabajo literario de Raquel yhacía lo posible para que este tuvierasalida y difusión.Ambos se aportaban todo lo positivoque pudieran brindarse, y si bien comotodas las parejas tenían sus diferencias ysus momentos conflictivos en general se

llevaban de maravilla.Andrés desde que conoció a Raquelpudo hacer muchos cambios positivosporque ella lo motivaba en todo sentido.En general ella se mostraba muy atenta asus necesidades y él intentabacorresponder en todo lo que seencontraba a su alcance, ya fueran cosasinmateriales o materiales. Emilio se mudó a la Provincia deMendoza y se instaló en un hermosolugar llamado La Paz donde consiguiótrabajo como médico generalista en elhospital de dicha ciudad. Allí tambiénencontró a una compañera leal ycariñosa llamada Uriana que no lo

hubiese dejado por nada del mundosolo. Estaban mutuamente muyenamorados y con muchas ganas deformar una familia.Uriana se dedicaba al Reiki, unapráctica de sanación oriental que laayudaba a vivir bastante bien. Creía enla existencia de esa energía universalque todo lo atraviesa, y que el poderentrar en contacto con dicha energíapodía traer mucha más salud y amor aeste mundo físico y tan humano.Lo que sentía Emilio por Uriana erasimplemente amor incondicional y unaadmiración fuera de serie. Jamás habíaconocido a una mujer tan madura y llenade vida como ella. Además de estar deacuerdo en casi todos los aspectos

vitales cotidianos compartíanconocimientos que sólo ellos habíanalcanzado a comprender por habervivido situaciones muy particularestanto en el ámbito de trabajo como en eldel hogar.Ayudar a los enfermos a recuperar lasalud a veces no era una tarea para nadasencilla, requería de esfuerzo, pacienciay muy buenas relaciones personales. Era curioso como se daban ciertasrelaciones interpersonales, Soledadtenía muchas cosas en común conLlanqi, pero había ciertos temas que aambos les tocaban muy profundamentede cerca. Muchas veces las

coincidencias eran increíbles y en estecaso entre Llanqi y Soledad coincidíanen cuestiones relacionadas con cómohabían aprendido ciertos conocimientossobre tratamientos naturales.En su juventud tanto Llanqi comoSoledad habían estado mucho encontacto con las plantas y con distintasformas de meditación. Y al conocerse eintercambiar opiniones y formas dehacer esto o lo otro descubrieron queambos tenían maneras de acceder alconocimiento muy parecidas.Los dos tenían una rara habilidadrelacionada con el reino vegetal,describían su relación con ciertasplantas como si pudieran establecercierto tipo de comunicación con las

mismas. En muchas ocasiones habíandescubierto ciertas propiedadescurativas de algunas plantas por mediode esta extraña interacción con losvegetales. Les llegaba como una especiede conocimiento intuitivo acerca decómo y para qué utilizar una planta enparticular.Habían descubierto una planta enparticular llamada Ayahuasca que lespermitía tener un estado alterado deconsciencia y así acceder a una especiede base de datos biológica y encontrarhasta información genética de cualquierespecie con vida sobre la tierra.Llanqi en un momento de su vida habíaestado con una tribu amazónica y elchamán de la tribu le había profetizado

que él iba a desarrollar una habilidadmuy especial con respecto al reinovegetal. Y así sucedió efectivamenteporque cada vez que entraba en contactocon una nueva especie vegetal, Llanqicomenzaba a recibir la informaciónacertada sobre para qué podía utilizarseesa planta a nivel medicinal.Otras coincidencias que compartíaLlanqi con Soledad hacían referencia aplantas tan específicas como lashigueras y los manzanos, también aciertas especies de insectos como lamantis religiosa y las mariposasmonarca. Estando juntos, cada vez queencontraban un espécimen de estasespecies algo casi mágico pasaba,podían llegar a un estado de esos

alterados sin ingerir nada, naturalmente.Y en dichos estados eran cuando sevolvían más receptivos de todos esosinteresantes datos sobre plantas y hastaanimales que estaban relacionados conlas mismas. A su vez, Raquel y Andrés generabanque las palabras aparecieran aquí y alláconstruyendo todo un mundo desímbolos que los envolvía y los llevabapor lugares asombrosos.En una ocasión Raquel se encontrabaleyendo un libro de Deepak Choprallamado “Conocer a Dios” y fueincreíble lo que sucedió cuando lapalabra Bodhisattva se le cruzó ante sus

ojos porque, además de que nunca habíaleído acerca de ello. Y al ir a buscar aAndrés que estaba mirando una película,donde dos surfers se internan en el marpara ir a buscar una gran ola, en elmismo instante en que Raquel ingresa enla sala donde está el televisor quemuestra estas escenas, ella leeexactamente la misma palabra en lossubtítulos y queda sin aliento porsemejante coincidencia escrita ensánscrito.Luego de un tiempo Raquel le comenta aAndrés sobre dicha coincidencia ycomienzan a investigar acerca del tema ydescubren todo un significado más quecomplejo y espiritual que los lleva y lossigue llevando por sendas inimaginables

para la lógica y la razón.Más tarde descubrieron un libro llamado“El ocho” que también les sugirió unaserie de conceptos y conocimientos a losque prestar atención y seguir de cerca.La vida misma se les enredaba de formatal que muchas veces el tiempo se lesdesvanecía buscando más y más temasrelacionados entre sí por estascoincidencias tan sutiles.Raquel siempre asociaba el númeroocho a su bodhisattva porque estabarelacionado con una deidad femeninahindú. Y como en parte creía en lasreencarnaciones, entendía que de algunamanera en alguna vida pasada ella habíasido esa deidad femenina que tanto laguiaba en sus momentos de decisiones

difíciles. Orlando y Muriel también vivíansituaciones muy especiales entre losdos. Si había algo que les fascinaba aambos era la obra de Michelangelo;cada vez que charlaban o buscabanimágenes que les provocaran emocionesintensas siempre caían en el David o laPiedad. Esas esculturas lograbanhipnotizarlos durante horas a los dos,observando hasta el más mínimo detalle.Y tanto fue así que un buen día Orlandoinvitó a viajar a Muriel a Italia para ir aconocer en vivo y en directo todas estasidealizadas esculturas. Por supuesto quetambién visitaron la Capilla Sixtina para

apreciar la magnánima obra de su artistafavorito.Otros objetos que no podían dejar deadmirar eran las esfinges sumerias y laseternamente mencionadas obras de VanGogh. En su viaje por Europa visitarontodos esos museos donde estas obrasestaban en exposición. Más tarde nohubo viaje como aquel en que hayacalado tan profundo en sus memorias. Elefecto de aquel viaje se sintió tiempodespués. Orlando lo manifestó con unaintensa actividad comercial referida aobras de arte europeas, y justamente delas regiones que habían visitado en eseviaje en especial.

Y como no podía faltar, Uriana y Emiliotenían sus temas favoritos en común, unautor que les fascinaba a ambos era CarlGustav Jung quien los guiaba en esostemas confusos en que nadie se atrevía ahacer demasiadas afirmaciones. Lo quemás le atraía a ambos era esa cuestiónde la sombra en la psiquis de laspersonas, que tanto tenía que ver con lasemociones amorosas de las personas engeneral, de cómo nos enamoramos yluego nos desamoramos todos.Eran bien conscientes por ejemplo que aEmilio le derretía la forma tan alegre deexpresarse que tenía Uriana y a su vezsabía que con el tiempo aquellocomenzaría a desagradarle y provocarlemuchos celos. Uriana consideraba que

Emilio era increíblemente autónomo yque eso también llevaría a la larga quese sentiría bastante sola.Y saliéndose un poco fuera del alcancede sus profesiones, los dos tenían comohobby la astronomía y el manejo detelescopios era algo en común. GalileoGalilei era y seguía siendo unainspiración constante, un ser con almade descubridor que les alentaba desdelos libros de historia, además de que fueel creador de los telescopios.Otro tema que los tenía atrapados a losdos era el número áureo o tambiénconocido como número φ que no estámuy relacionado con sus profesionespero que constituye un tema fascinanteacerca de cómo ciertas formas y

patrones de la naturaleza estándiseñados. Este número a su vez estáasociado a una sucesión matemáticadescubierta por un matemático antiguollamado Fibonnaci.En la serie de coincidencias que más omenos todos vivían el número φ era unfactor común. Varios años más tarde se organizó unevento muy importante que los reunió atodos nuevamente. Fue en febrero delaño 2010 que se llevó a cabo el PrimerCongreso aquel año había inaugurado unsector especial para enfermos de cáncer.Una sección que estaba dedicadaexclusivamente a los niños con

cualquier tipo de cáncer y estabadividida por edades. A veces sepermitía a adultos con enfermedadessimilares interactuar con los niños, porejemplo se encontraban niños y adultosen una sala amplia, y si algún adultoquería jugar con algún niño que noestuviera con su familia podía hacerlo silas dos partes estaban dispuestas, porsupuesto.En muchas ocasiones las interaccioneseran muy sanadoras, los adultos seentendían muy bien con los niños yviceversa. Esta relación tan poco comúnde mutua comprensión tenía efectosincreíblemente sanadores.En este Centro también se practicabanmétodos como la terapia con animales o

Zooterapia, donde asistían a personascon animales y a animales con personas.Era algo más bien recíproco, losanimales ayudaban a curar a laspersonas y las personas ayudaban acurar a los animales. Allí habitabanarmoniosamente perros, gatos, conejos yhasta caballos y ovejas. Quienesaccedían a este tipo de tratamiento eranpersonas muy sensibles con respecto alos animales y muchos de ellos y ellaseran vegetarianos o veganos.El centro, además, contaba con un lugarexclusivo destinado a meditar para sanaral planeta tierra en su conjunto, allísolían reunirse ecologistas, protectoresde animales y grupos afectados porcatástrofes relacionadas con la mala

gestión de algunos ambientes naturales. Por esos días, este lugar atraía a ochopersonas que se entenderían a un niveltan profundo que perturbaría el ambientecomo nunca antes había sucedido. Ensíntesis, Muriel, Soledad, Emilio,Andrés, Orlando, Llanqi, Uriana yRaquel confluían ese día de febrero enaquel lugar tan especial para todos ellosy provocarían un efecto grupal sinparalelo a largo plazo en todo el mundo.Todos se habían dedicado durantemuchos años de sus vidas a curardolencias, a ayudar a personas convariados desequilibrios, a brindar amora quien lo necesitase para remediar sus

males. Y no sólo esto, cuatro de elloshabían compartido muchas cuestionesíntimas en sus años de juventud, ademásnaturalmente los cuatro que eran losactuales acompañantes de los primeroscuatro se sentirían muy cerca tambiénpor la clase de relaciones afectivas quetodos habían forjado hasta ese momento.El evento contaba con muchos invitadosde varios lugares del mundo pero ningúngrupo estaba formado de la forma en quelo estaba el compuesto por Raquel,Uriana, Llanqi, Orlando, Andrés,Emilio, Soledad, y Muriel. Mientrasestuvieron allí las cuatro parejasdisfrutaron mucho del lugar y lacompañía de los demás, se podríaafirmar que todos vivieron una

experiencia indescriptiblemente grata.Los participantes del congreso eranpersonas muy sensibles yasombrosamente sanas por el estilo devida que habían cultivado a lo largo delos años. Las energías humanas quefluían en aquel evento eran muyespeciales y todos eran conscientes deello. Los protagonistas e invitados delcongreso se dedicaban a áreas deconocimiento no convencionales yencerraban en sí mimo mucho potencialpor el sólo hecho de pertenecer al grupode ciencias no convencionales.Para el final del evento estaba previstorealizar una meditación en conjunto paraenviar la mayor cantidad de energíasanadora a todos los seres vivos del

planeta. Todos los participantes yorganizadores de este tipo de sesionesgrupales tenían muchas esperanzas yhasta cierta certeza de que esta reunióntraería un cambio bastante significativoa todos los ambientes de la tierra parabeneficio de todos los ecosistemas enforma conjunta y sincrónica. Y todos losallí presentes tenían dicha sostenidaconvicción y eso mismo era algo quehacía muy efectiva la meditación.Durante aquel congreso hubo una seriede sesiones de meditación dedicadas alas relaciones de pareja y fue allícuando Emilio, Soledad, Muriel yAndrés se sintieron tocados en lo másíntimo al presenciar la sesión los cuatroa la vez. De cierta manera casi

comienzan a reiniciar los mudosintercambios de miradas, perofinalmente pudieron volver aconcentrarse en el guía del gruporápidamente.Este guía coordinaba al grupo y ayudabaa lograr una meditación con la mejorenergía e intensidad posible para quedicha energía que generasen se dirigieraallí donde realmente querían que fuera.Tenían que concentrarse y enviar unaenergía lo más positiva posible a lamayor cantidad de parejas queconocieran o hubiesen conocido algunavez.Para lograrlo lo primero que tenían quehaber alcanzado cada uno en sus vidasera vivir en pareja armoniosa y

plenamente porque esto significaría quecada individuo que estuviera generandola energía para ser enviada estaríaproduciendo algo realmente distinto eintenso con respecto a la relación enpareja para alguien que no hubieralogrado cierta estabilidad amorosa en suvida.Llanqui, Uriana, Raquel y Orlandosabían que sus respectivas parejasactuales habían pasado previamente porrelaciones amorosas múltiples y a su vezse sentían un poco descolocados peroaquel evento principalmente se tratabade brindar amor y atención así que nohabía lugar para sentimientos mezquinoscomo celos y posesividad.Algo que les ocurrió a los ocho a la vez

fue que se entendieron muy bien entretodos con la diferencia que esta vez novolvieron a cambiar de pareja, ya quetodos eran más maduros y más segurosque lo que ya habían elegido era lo querealmente querían.Allí residió lo mágico de la meditacióncolectiva, todos habían curado susheridas de niñez y juventud, las heridasque dejan los desencuentros y la falta dereciprocidad en muchas relacionesprincipalmente la relación que se viveen principio con las madres, los padreso las personas que se encargan decriarnos y contenernos cuando somosniños. Una vez que estas heridas sanancualquier persona se convierte en unpotencial sanador porque comprende y

sabe como tratar amorosa ymedidamente a quienes necesitan afectopara sanar a su vez sus propias heridas.Así se genera una espiral virtuosa queva transformando sutilmente los círculosviciosos en amor y reciprocidad. Y se ladescribe como una espiral quecontinuamente avanza hacia algo mejor,no se va repitiendo el mismo esquemacomo sucede con el concepto delcírculo. Otro ejercicio grupal consistió en enviarenergía a ambientes extraños mediantela observación de fotografías paracomprobar si este tipo de atencióncolectiva especial ayudaba a remediar

ciertos ambientes contaminados poractividades humanas ambiciosas ydesidiosas.Las personas que se comprometían arealizar este tipo de meditación tambiéntenían el imperativo de visitar el lugarpor lo menos dos veces al año.En un primer momento los cambios noeran demasiado perceptibles pero algocomenzó a notarse unos meses después.Lo que generó esta meditaciónmultitudinaria fue algo muy sutil pero ala vez muy poderoso.La idea de reunir a todas estas personasen un congreso se gestó con la intenciónde que todos aportaran su granito dearena. Lo importante era dar el primerpaso para que luego todas las

actividades subsecuentes se encadenarany dieran sus frutos. Mientras tanto nuestras cuatro parejassiguieron sus vidas, una de ellas, laconformada por Llanqi y Soledad,quienes últimamente habían decididodedicarse a una actividad másrelacionada con lo que habíanexperimentado en el congreso, quedarontan encantados con el lugar quedecidieron comenzar a impulsar en sulugar de origen un sitio similar.Durante su estadía en el Centro deSanación Holística consultaron sobrecómo podían armar un lugar así en supueblo, así que desde allí los guiaban

constantemente con mucho afecto y conconsignas muy claras que debíancumplir para lograr su objetivo.Por supuesto que contaban a su vez contodo el apoyo de toda su comunidad, enla familia de Llanqi eran muy numerososy asociados, y a su vez mantenían lazosbien sólidos con el resto de losmiembros de su comunidad.Lo primero que iniciaron en SantaVictoria fue el Centro de Sanación paraParejas, porque consideraban que era elprimer paso para sanar los gruposfamiliares. Entendían que luego de sanarestos grupos de personas la sociedad engeneral funcionaría mejor. Era unproyecto bastante ambicioso pero lesllenaba el alma y les ayudaba a afianzar

su propia pareja al mismo tiempo.El lugar estaba pensado para que cadapareja pasara momentos románticamenteúnicos y se les recreaba ambientesllenos de detalles especiales quealudieran al enamoramiento y queinvitaran a la intimidad platónica. Algoque se le había ocurrido a Soledad en elcongreso era parquizar algunas zonascon flores rosas de varios colores segúnlo que quisieran sugerir; por ejemplouna área de rosas color rosa para quelos amantes consumaran su Declaraciónde Amor, otra área de rosas colorblanca para aquellos que quisieran PedirPerdón, un área de rosas negras para LasDespedidas temporales o permanentes, ytal vez un área de rosas rojas que diera

más intimidad para que las parejaspudieran tener Un Momento Ardiente. La pareja conformada por Raquel yAndrés volvió a Comodoro Rivadavia aseguir con su rutina pero como elcongreso también los había movilizadomucho emocionalmente entre los dosiniciaron un proyecto de escritura ydifusión de todo aquello que habíanpresenciado allí.Como Andrés y Raquel ya sabían lo queestaban planeando Soledad y Llanqi,Raquel decidió escribir sobre ello ycreó un blog para todos aquellos queestuviesen interesados en temas comosanar por medio de métodos no

convencionales, organizar lugares dondeestas personas pudieran reunirse ycompartir conocimientos y diversastécnicas para mejorar tanto la saludcomo la calidad de vida.A su vez, Andrés comenzó a comerciarcon bibliografía relacionada a lasterapias alternativas que se practicabanen el Centro de Sanación Holística.De esta manera los dos iniciaron unacomunicación más fluida con muchas delas personas que se dedicaban a esostemas, que al ser reconocidos yaprobados también se sentían con muchamás energía para ayudar a quienesrecurrían a ellos o ellas.En parte todas estas actividades que seiniciaban estaban propulsadas por lo

que el Primer Congreso de TerapiasAlternativas había motivado. Todosafirmaban que era la nueva energíagenerada allí la que alimentaba todosestos proyectos. Uriana y Emilio volvieron a La Paz,Mendoza con ganas renovadas y nuevosproyectos en mente también. Allí eranuna pareja muy respetada por hombres,mujeres y niños porque ambos lograbanaliviar las dolencias y curar problemasde salud con muy buenos resultados.Y como trabajaban en formacomplementaria las personas querecurrían a ellos se sentían y eranatendidas íntegramente y se podían

recuperar de sus malestares conasombrosa celeridad. Pronto se dabancuenta que el tratamiento integral y conmenos fármacos tenía mayores efectospositivos sobre la salud. No sólo securaban más rápidamente sino que notenían que depender de ningún fármacode por vida.Lo más asombroso aún era que su saludse volvía inquebrantable a largo plazo,soportaban el stress de la vida cotidianay se sentían mucho más plenos y felicesque antes.Asistir al congreso los inspiró paraproyectar la organización e instalaciónde una clínica para aquellas personasque estaban seriamente desconectadasmentalmente de la realidad cotidiana

común. De alguna manera y al igual quelas personas que carecían de afecto seenfermaban o se comportaban de formasmuy antisociales y alienadas.En principio Emilio pensaba que sihubiera un lugar donde estas personas seencontrasen a sí mismas sin el entornoopresivo que las estaba enfermando,podrían volver a recuperarse mental yafectivamente. O mejor aún y porque no,encontrar al amor de su vida y tal vezformar una familia.Él había escuchado hablar de muchoscasos en que las personas serecuperaban simplemente con amor yafecto, al encontrar un compañero ocompañera de vida por ejemplo.Uriana pensaba de forma muy parecida a

Emilio por eso los dos proponían elmismo estilo de tratamiento terapéuticointegral.En la clínica planeaban instalar variossectores dedicados a la reconstrucción yasistencia a las relaciones de parejamaltrechas. Ambos creían firmementeque todos aquellos que alguna vezhabían estado enamorados podían seguirperpetuando su mutuo amor conyugalcon ayuda de una profunda comprensiónde los comportamientos y sentimientosde sí mismos y de los demás. Orlando asistió al Primer Congreso deTerapias Alternativas sólo paraacompañar a Muriel y porque el tema,

aunque desconocido para él, ledespertaba cierto interés. Luego dehaber presenciado charlas sobreMedicinas Naturales de PueblosOriginarios, Reiki, Chakras, AnálisisTransaccional y Sincronicidad, Orlandopercibió como si estuviera descubriendootro universo dentro de la mismasociedad donde vivía. Lo que en esenciale sucedía era que estaba escuchando yrecibiendo conocimientos noconvencionales ni tradicionales.Todas estas formas de encarar elcuidado del ser humano y de otrasespecies estaban muy relacionadas conlos sistemas de funcionamiento socialoriental y de culturas que habíanquedado marginadas en distintos lugares

del mundo.Muriel y Orlando concretaron la idea deMuriel de iniciar su “Sanarturamor”,Orlando manejaba la cuestión funcionaldel lugar que eligieron para establecersee impulsar esta manera de expresarsemediante el aprendizaje de distintastécnicas artísticas. La idea básicamenteconsistía en sublimar todo aquello queestaba atrapado en el inconsciente de laspersonas que sentían un fuerte impulsocreativo y que no habían aprendido elcómo expresarlo.Con el tiempo Orlando mismo descubrióque su intenso interés por el arte tambiénescondía un reprimido impulso de pintary hacer objetos artísticos manualmenteél mismo.

Otras tantas personas descubrían pormedio de Sanarturamor que habíanreprimido mucho de sí en pos de lo quesus allegados querían, o de lo que lasociedad que los rodeaba pretendía deellos o ellas.Otros tantos descubrieron que habíanreprimido su amor por otras personas yluego de realizar trabajos artísticos entendían que en realidad estabanprofundamente enamorados pero todoestaba tapado por un inmenso manto denegación y postergación del propiodeseo. Los efectos de las meditaciones

colectivas del primer congreso sesintieron con el tiempo y a largo plazo,los resultados aunque no cuantificablesni directamente comprobables lospercibieron los que habían recibido elbeneficio. Los protagonistas delcongreso se reunieron nuevamente unavez más en el Segundo Congreso deTerapias Alternativas a intercambiaropiniones y observaciones aunquefueran sólo en parte comprobables.Los primeros en notar algo fueron losvecinos de aquellas parejas que habíansido elegidas como beneficiarias de laenergía positiva colectiva del primercongreso. Casi todos habían elegidoparejas conflictivas y sus respectivosvecinos notaron como disminuyeron sus

conflictos durante el período de cincoaños que duró el ejercicio deestimulación a distancia.Otro efecto notable fue sacarnuevamente fotos de los ambienteselegidos para ser “atendidos” luego decinco años, la remediación no fue totalpero muchas plantas y animalespudieron sobrevivir con mayor enterezalas condiciones adversas generadas porcierto grupo de humanos que habíandañado sus ambientes. Más tarde tuvo lugar el SegundoCongreso de Terapias Alternativas queen este caso se realizó en las

instalaciones de la Fundación Favaloroen la Ciudad Autónoma de BuenosAires, y allí se mostraron todos estosefectos positivos que las meditacionescolectivas, entre personas preparadashacía años en diferentes técnicas, habíanlogrado.Esta vez la idea de reunirse allí era lade meditar por las personas que sufríanalgún tipo de enfermedad cardíaca.Parece ser que para esa época loscorazones rotos eran muchos, así que seeligió en la Fundación al grupo queestuviera en condiciones más graves desalud y se les hizo además deltratamiento médico tradicional unaasistencia de este tipo, con unameditación colectiva continua que

duraría diez años. Luego de diez añosiban a reunirse a ver que había sucedidocon todas esas personas a las que se leshacía un seguimiento médico continuo.Los participantes de dichasmeditaciones colectivas afirmaban quela energía amorosa colectiva quegeneraban al reunirse tenía muchaschances de llegar a quienes másnecesitaban aquel tipo de atenciónurgentemente.Luego tenían planeado invitar a todas laspersonas que se recuperasen a lassesiones de meditación para quepudieran seguir manteniendo los efectosde estos encuentros esta vez en carnepropia y también ayudar a otros adescubrir estos maravillosos efectos a

través de estas experiencias tanpersonales.

ENCONTRANDO EL AMOR

Se preveía que si los cambios esperadostenían lugar, estos darían paso a otraépoca.Los años por venir estarían marcadospor relaciones amorosas más intensas,más calidad en el tipo de relacionesinterpersonales y menor obsesión porlos objetos materiales y el dinero.Lo que desde entonces comenzaría amotivar a todas las personas a la accióny las llenaría de ganas de vivir seríaenamorarnos de todo de una maneradesapegada; cuidar la naturaleza, crearambientes armoniosos y pacíficos,cuidarnos entre todos, gestionar lo mejorposible los recursos naturales que tantoproveían al buen funcionamiento en todosentido de todos los ámbitos.

En fin la sociedad humana en suconjunto comenzaría a funcionar deforma más equilibrada y pacífica. A suvez, las personas trabajarían máscoordinada y sistemáticamente con elresto de los seres vivos y ecosistemasno habitados por seres humanos.Al AMOR HUMANO se lo consideraríael principio conectivo que comienza conla primera relación amorosa con lamadre biológica, en base a esta primerarelación se genera el amor propio queluego se extiende a la relación de parejay más tarde de forma más abstracta yabarcadora a todos los otros sereshumanos.Los seres que siguieran cultivando elamor al prójimo también incluirían entre

la lista de sus seres queridos a otrasespecies de mamíferos y hasta otrosseres vivos no tan allegados quepudieran llegar a captar sus ondas deternura y afecto.Esta nueva época estaría caracterizadapor la paz entre los seres humanos queal fin comenzarían a comprender enforma colectiva todo su bagajeemocional. Aún dependeríaníntimamente de algún otro ser humanopara vivir plenamente, lo que en generalla mayoría expresaría teniendo unapareja del otro sexo.Pronto toda esa obsesión por el sexoevolucionaría hacia un amor menosposesivo y compulsivo.Tarde o temprano el ser humano

desarrollaría una forma de amar distinta,más inclusiva y abarcadora.