cuadernillo clásico 12

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1 CUADERNILLO DE TEMAS GRIEGOS Y LATINOS Constantino el Grande REDACCIÓN Diego Ribeira María Mercedes Schaefer Raúl Lavalle Editor responsable: Raúl Lavalle Dirección de correspondencia: Paraguay 1327 3º G [1057] Buenos Aires, Argentina tel. 4811-6998 [email protected] Publicación auspiciada por la Asociación Cultural Helénica Nostos nº 12 2016 Nota: La Redacción no necesariamente comparte las opiniones vertidas en esta publicación.

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cuadernillo clásico 12

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    CUADERNILLO DE TEMAS GRIEGOS Y LATINOS

    Constantino el Grande

    REDACCIN

    Diego Ribeira

    Mara Mercedes Schaefer Ral Lavalle

    Editor responsable: Ral Lavalle

    Direccin de correspondencia:

    Paraguay 1327 3 G [1057] Buenos Aires, Argentina

    tel. 4811-6998

    [email protected]

    Publicacin auspiciada por la Asociacin Cultural Helnica Nostos

    n 12 2016

    Nota: La Redaccin no necesariamente comparte las opiniones vertidas en esta

    publicacin.

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    NDICE

    Maximiliano Hnicken. El castigo de Prometeo (poema) p. 3

    Cristian Mitelman. Sficos p. 5

    Radulfus. Paseos latinos en Salta p. 6

    Roxana Menzel Otranto. : variaciones sofocleas y versiones homricas sobre el hroe griego p. 13

    Minucias griegas y latinas p. 23

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    EL CASTIGO DE PROMETEO

    Una Rebelin Prometeica Inunda sus desencantos. Su conviccin no es austera; Su dignidad, un blsamo.

    Una Rebelin Prometeica Ha ocasionado semejante desenlace. El furor de Zeus Es ciencia del castigo Y sus fauces.

    Una Rebelin Prometeica Conjuga el poder y las habilidades. El fuego sagrado Se tie del color de las artes.

    Una Rebelin Prometeica Reza por inocentes y culpables. Aquellos bellos oficios Que enriquecieron el horizonte Del hombre y sus posibilidades.

    Un castigo acecha Con el ardor de sus males; El hgado se carcome Tras el frmaco del recinto; El guila se aproxima Y por cada picadura Prometeo se desvanece Y cae.

    Su cada es mediada Por el orgullo de su linaje, Su benefactor es el irnico destino, Que lo contiene constante; Su corazn no se marchita Ante la arenosa roca del trance.

    Su agona suscita La piedad y advertencia De quienes lo admiran, De quienes lo atraen. La humanidad ha sido bendecida Tras su proeza y romance.

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    Una Rebelin Prometeica Sabe de sus infinitos contornos. La desobediencia incita Y el rencor limita Los brebajes del desafo, Ser Prometo en la dicha, Padecer el castigo, Sufrir la presin de las cadenas Que decoran la desolacin del Cacaso; Cantarle al auxilio La piedad y el llanto.

    Una Rebelin nos ilustra Del poder creador de los santos herejes; Varones y titanes se disputan, El fuego del conocimiento.

    El castigo de Prometeo Revela la caducidad del odio, El desdoblamiento del alma que riega Sobre los dones proferidos, Ser Rebelde por los prximos Hijos del Destino!

    MAXIMILIANO HNICKEN1

    1 El autor del poema es tambin quien hizo el bello dibujo en programa Paint.

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    SFICOS

    El mar. El mar donde retorna el tiempo. El mar primero donde brota el da. El mar color de vino que nos llama. Aguas natales.

    Latn perdido en las antiguas vas del joven curso de mis aos, como la piedra breve que amoneda letras hijas del tiempo.

    CRISTIAN MITELMAN1

    Poesas inditas de Cadahalso

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    1 Escritor argentino actual. Su formacin universitaria no cercen sino potenci su

    inspiracin, como aprecia el lector de ambos epigramas. El viejo Homero y la historia

    de nuestras lenguas se nos muestran aqu como ideal de belleza, en endecaslabos

    acompaados y cerrados con adnicos. Saludamos a este nuevo Horacio. [R.L.] 2 De un ms. de la Biblioteca Nacional (Espaa): http://www.poesi.as/jc062-00foto.htm.

    Es Jos Cadalso, quien escribi un libro de versos, Ocios de mi juventud, publicado en 1773 (http://www.swarthmore.edu/Humanities/mguardi1/espanol_11/Cadalso.html). All usa el nombre literario Dalmiro.

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    PASEOS LATINOS EN SALTA

    RADULFUS

    Es natural que asociemos a Salta con el folklore pero tambin el

    mundo clsico est presente en ella. En cortos paseos por el centro de la

    ciudad encontr la inacabable presencia de Grecia y Roma, que mi

    modesto telephonium mobile trat de captar en su cmara. Empiezo por

    la Plaza 9 de Julio, que tiene alguna rplica de obras maestras. El nio de

    la espina es una de ellas. Desde la Grecia helenstica, que haca un culto

    de la belleza, hasta la Salta eterna, que tiene tan bellas damas.

    Y en la misma Plaza 9 de Julio est tambin El nio de la oca,

    rplica de una escultura helenstica muy conocida. De modo que,

    mientras tarareo la zamba de Los Chalchaleros (Recordando las cosas de mi Salta quinceaera), espero encontrarme con los bellos ojos de alguna dama y saludarla donoso. Pero tambin est all la cultura eterna,

    que ves en la foto de abajo.

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    Pero la plaza avanza un poquitn ms en el tiempo, pues un

    bebedero tiene forma de columna bizantina con capitel.

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    Nos trajiste los recuerdos de la divina Bizancio o Ciudad de Constantino, si prefieren otros sabios. Nos das agua que refresca y nos llevas al pasado de esos mosaicos sublimes Bizancio en el suelo amado.

    Y no es descaminado que un coro tenga un nombre latino. Muy

    poco s de msica, pero dicen que los nombres de las notas vienen del

    latn: ut queant laxis resonare fibris .

    Y un caf a pasitos de la Plaza 9 de Julio adorna sus paredes con

    relieves de inspiracin clsica.

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    Y una librera jurdica no es raro que se llame Ulpiano, en

    homenaje a ese jurisconsulto romano de los aos 200.

    En un negocio de libros y discos antiguos hay una oferta

    interesante, para comprar dos por el precio de uno. Eso hay que

    aprovecharlo, como muestra el cartel:

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    Esa oportunidad es tan buena que parece irreal, es como si no

    existiera en ninguna parte algo as: por eso el local lleva un nombre que

    nada tiene de insensato: Utopa. Pero en San Francisco, bellsima iglesia

    del centro, hay un cuadro con una imagen poco comn, la de Duns

    Scotus, gran filsofo y telogo medieval. Que yo sepa, no fue declarado

    santo. Es pertinente entonces que haya una imagen de alguien no

    canonizado? Creo que s. Y cul es mi argumento, si no soy telogo?

    Simplemente que convena que Scotus fuera santo, que Dios pudo

    hacerlo y que, por tanto, lo hizo, aunque no haya habido palabra oficial

    sobre este tema. En todo caso, imagino que la Virgen lo mira sonriente.

    Tan fuerte es la tradicin clsica saltea que la ciudad tiene su

    Bachillerato Humanista Moderno, donde se ensean latn y griego y

    hasta se hizo un simposio de estudios clsicos, al que fue gente de todo

    el pas. Me permit dedicarle este insignificante epigrama.

    Hoy camin por tus patios nobilsimo Colegio. Por tus aulas aletea todo el genio del Imperio.

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    He aqu una foto de su fachada.

    Ms ejemplos tenemos de la vigencia permanente de Atenas y

    Roma en la bella Salta. Lo mejor de todo es que vayas, querido lector, y

    t mismo veas. Termino con un epigrama dedicado a todos sus lugares.

    rbs Saltnsis, bna amca, que curs mes levsti, nguls in t quaesvi nguls habs pulcllos.

    RADULFUS

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    . VARIACIONES SOFOCLEAS Y VERSIONES HOMRICAS

    SOBRE EL HROE GRIEGO

    ROXANA MENZEL OTRANTO

    No ests contento? No lo s, Eurloco. Hay dos naturalezas en m. Una que ama el mar, la familia, la calma del hogar todo eso. Pero la otra parte esa parte adora los viajes, el mar abierto, las extraas formas de las islas desconocidas, los drago-nes, las tempestades, los demonios, los gigantes. S, Eurloco, una parte de m ama lo desconocido.

    Ulises, film de 1954, dirigido por Mario Camerini

    Introduccin

    De toda la constelacin de hroes y personajes mticos que leg

    la cultura griega a la cultura de Occidente, uno de los ms instalados en

    el inconsciente colectivo es, sin dudas, Odiseo. Tanto es as que la

    sustantivacin de su epopeya ha dado un nombre comn de significado

    inequvoco que ha trascendido en el tiempo. Cualquiera, en la actualidad,

    comprende que una odisea implica el trnsito por una situacin

    accidentada y de duracin excesivamente dilatada.

    No resulta, sin embargo, igual de sencillo desentraar la

    naturaleza de Odiseo. Es el hombre justo y piadoso que presenta

    Sfocles en yax o el jefe que no vacila ante el engao ni muestra

    compasin en Filoctetes? Es aquel a quien Homero encomia con

    eptetos elogiosos en la Ilada, obra en la que se coloca al valor () y no la inteligencia () como smbolo de la helnica? O ese a cuyo le dedica un poema completo, regreso que se demora diez aos, por haber ofendido a Poseidn, cuando, en otros casos, la es castigada con mayor severidad y la augura un desenlace fatal?

    Ya el gran poeta jnico lo sealaba como , el de muchas argucias, el astuto, y , el de muchos caminos, el gran viajero. En este trabajo, vamos a abordarlo como , el multifactico, tal vez el ms humano de los hroes griegos.

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    Para llevar a cabo esta empresa, analizamos principalmente las

    subjetividades presentes en las tragedias de Sfocles, donde se nos

    revelan dos personalidades bien distintas. Recurrimos, asimismo, a los

    textos homricos para contrastarlos. Por ltimo, reseamos la materia

    odiseica en la literatura universal con el objetivo de observar cules

    caractersticas han prevalecido y ensayamos algunas conclusiones.

    Odiseo en yax

    De acuerdo con Lesky (1989: 301-329), Sfocles obtuvo un

    reconocimiento temprano y logr mantener siempre el favor de su

    pblico, por lo que podemos colegir que sus versiones de Odiseo habrn

    sido tema de discusin en el gora. Sus comienzos coinciden

    aproximadamente con la poca en que ces la participacin de los poetas

    como actores. La lista epigrfica de los triunfadores en las Dionisias

    registra dieciocho victorias en su haber. Est testimoniado que Sfocles

    aument el nmero de los coreutas de doce a quince, mientras que en la

    Potica de Aristteles se dice que increment la cantidad de actores de

    dos a tres y que introdujo la escenografa.

    Sobre la cronologa de los dramas de Sfocles, slo disponemos

    de dos fechas exactas concernientes a la ltima poca del poeta:

    Filoctetes fue representado en 409; Edipo en Colono, despus de su

    muerte, en 401. Con menor certeza podemos ubicar Antgona en el ao

    442. Segn una opinin difundida, que se basa en los rasgos arcaicos del

    lenguaje y la composicin, el yax es la ms antigua de las siete obras

    que se conservan.

    As como la Ilada canta la ira de Aquiles, esta tragedia relata la

    ira de yax, furioso porque las armas de Aquiles fueron otorgadas a

    Odiseo y no a l. En consecuencia, jura matar a los jefes griegos que lo

    haban deshonrado. Aqu juzgamos necesario hacer un alto para explicar

    que la literatura del perodo arcaico y clsico tena un fin didctico. En el

    caso del poema homrico, su objetivo es inculcar el concepto de :

    El tema esencial de la historia de la educacin griega es ms bien

    el concepto de aret (), que se remonta a los tiempos ms antiguos. El castellano actual no ofrece un equivalente exacto de la palabra. La

    palabra virtud, en su acepcin no atenuada por el uso puramente moral,

    como expresin del ms alto ideal caballeresco unido a una conducta

    cortesana y selecta y el herosmo guerrero, expresara acaso el sentido de

    la palabra griega. (Jaeger, 1989: 23)

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    Esta excelencia era tal por el reconocimiento que hacan de ella

    los pares e incluso los enemigos. En este punto, se enlaza con los

    conceptos de fama, gloria y honra. Por lo tanto, para Homero y el mundo

    de la nobleza de su tiempo la negacin del honor era la mayor tragedia

    humana. De esta forma se explica la reaccin airada de Aquiles y las

    demandas de yax.

    Deshonrado, jura matar a los jefes griegos, pero interviene

    Atenea, quien le hace creer que sus enemigos del consejo son un hato de

    reses y los ataca. La diosa invita a Odiseo para que se ra de la locura de

    su rival y es aqu cuando da muestra de un comportamiento tico

    superior al de la diosa:

    79 Atenea. Rerse de los enemigos, acaso no es la risa ms grata? 121 Odiseo. [] No obstante, aunque sea un enemigo, le compadezco, infortunado, porque est amarrado a un destino fatal. Y no pienso en el de ste ms que en el mo, pues veo que cuantos vivimos nada somos sino fantasmas o sombra vana.

    Al darse cuenta del engao, yax se siente avergonzado. Su

    esposa Tecmesa le suplica que no deje a ella y a su hijo sin proteccin,

    pero el Telamonio decide poner fin a su deshonra con la espada que

    Hctor le haba obsequiado. En el ltimo acto, los jefes discuten sobre el

    destino del cadver de yax. Su hermanastro, Teucro, desea sepultarlo, a

    pesar de que Menelao y Agamenn lo haban prohibido. Odiseo, a pesar

    de que haba sido su rival, los persuade para que se entierre a yax con

    honores, aduciendo que hasta los enemigos merecen ser enterrados si en

    vida fueron nobles. 1332 Odiseo. Escucha, pues. No te atrevas, por los dioses, a exponer as cruelmente a este hombre insepulto y que la violencia no se apodere de ti para odiarle hasta el punto de pisotear la justicia. Tambin para m era el peor enemigo del ejrcito desde que me hice con las armas de Aquiles, pero yo no le respondera con injurias hasta negar que he visto en l al ms valiente de cuantos argivos llegamos a Troya, despus de Aquiles. [] 1347 Agamenn. T, Odiseo, tomas en este asunto la defensa de ste contra m? Odiseo. S, le odiaba cuando hacerlo era decoroso. Agamenn. No debas t tambin pisotear al muerto? Odiseo. No te alegres, Atrida, de provechos que no son honestos.

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    Esta esticomitia completa la semblanza de la naturaleza de

    Odiseo en yax: Sfocles lo presenta como un hombre prudente,

    compasivo, respetuoso del destino que los dioses nos deparan y de la

    justicia, con sentido del deber y del valor de la honra de un gran

    guerrero. Su capacidad como orador, que tambin es ensalzada en la

    Ilada, es el recurso que utiliza para convencer al rey Agamenn para

    que yax sea sepultado.

    As Ulises reconoce en el destino de su enemigo su propio

    destino humano y el poeta, en boca del personaje, manifiesta su

    conmiseracin sobre la mortalidad del hombre. Un personaje secundario

    que se vuelve paradigmtico, en el sentido en que expresa el deber ser, en contraposicin con yax y los Atridas. El primero, aun siendo un

    modelo de tica heroica, no respeta la decisin de los jueces, se muestra

    altivo con la diosa y obstinado al preferir la muerte antes que la

    retractacin. Agamenn y Menelao, a pesar de que actan de acuerdo

    con la ley humana, deshonran al guerrero y pretenden pasar por alto las

    leyes divinas.

    Odiseo en Filoctetes

    Esta tragedia fue representada por primera vez en el festival de

    las Dionisias del 409 a. C., donde obtuvo el primer lugar. El argumento

    gira en torno al aqueo Filoctetes, quien lleva diez aos viviendo solo en

    la isla de Lemnos, donde lo abandonaron los griegos camino de Troya a

    causa de una mordedura de una serpiente, que le causa dolor y que

    desprende un hedor insoportable. Gracias a un arco infalible que recibi

    de Heracles puede cazar y sobrevivir. Segn el orculo, sin este arco

    Troya no podr ser tomada. Odiseo y Neoptlemo, hijo de Aquiles,

    llegan y tratan de quitarle el arco con astucia. Neoptlemo gana la

    confianza del guerrero y, mediante mentiras, le roba el arco. Con todo,

    prevalece su naturaleza sincera y le devuelve el arco. Cuando los hroes

    van a retornar a sus respectivas patrias, ya que Filoctetes se niega a

    devolver el arco, Heracles aparece con el recurso de deus ex machina y

    convence a Filoctetes de ir Troya, donde ser curado.

    Ni bien comienza la obra, Sfocles plantea el primer dilema

    moral: Odiseo se aprovecha de la inexperiencia y la ingenuidad de

    Neoptlemo para manipular su naturaleza y convencerlo de embaucar a

    Filoctetes.

    55 Odiseo. Te necesito para que, al hablarle, engaes con tus palabras el nimo de Filoctetes.

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    77 Odiseo. Es necesario que en esto mismo te las ingenies para sustraerle las armas invencibles. Se, hijo, que no ests predispuesto por tu naturaleza a hablar as ni a maquinar engaos. Pero es grato conseguir la victoria. Lnzate a ello, ya nos mostraremos justos en otra ocasin. Ahora, por un corto espacio del da, prstate para algo desvergonzado, y, despus, durante el resto del tiempo, podrs ser llamado el ms piadoso de todos los mortales. Neoptlemo. Yo, oh hijo de Laertes!, odio poner en prctica las palabras que me afligen al orlas. Por mi naturaleza no hago nada por medios engaosos, ni yo mismo, ni, segn dicen, el que me dio el ser. Pero estoy dispuesto a llevarme este hombre por la fuerza y no con engaos. [] Sin embargo, habiendo sido enviado como colaborador tuyo, temo ser llamado traidor. Pero prefiero, rey, fracasar obrando rectamente que vencer con malas artes. 97 Odiseo. Hijo de noble padre, tambin yo mismo cuando era joven tena la palabra ociosa y el brazo activo.

    La segunda cuestin gira en torno al valor de decir la verdad, que

    defiende el joven, frente a la adecuacin de los medios a los fines,

    postura que sustenta Odiseo.

    99 Neoptlemo. Y qu otra cosa me ordenas sino decir mentiras? 106 Neoptlemo. Y no consideras vergonzoso, ciertamente, decir mentiras? Odiseo. No, si la mentira reporta la salvacin.

    En un tercer momento, el poeta parecera inclinar la balanza

    hacia el argumento de Odiseo, quien logra que Neoptlemo abandone

    sus convicciones, seducindolo con la promesa de la gloria futura:

    114 Odiseo. Si lo haces, obtendrs dos beneficios. Neoptlemo.- Cules? Si me los haces ver, no podra negarme a hacerlo. Odiseo. Seras reputado por sabio tanto como por valiente. Neoptlemo. Ea, lo har, liberndome de todo sentimiento de vergenza.

    Sin embargo, una vez urdido el engao y alcanzado el objetivo,

    esto es, hacerse del arco de Filoctetes, el muchacho se arrepiente y

    cuestiona los mtodos. Nuevamente, como en el yax, se pone en

    discusin el tema de la justicia, que para Sfocles supera el concepto de

    legalidad e ilegalidad.

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    1234 Odiseo. Oh, Zeus! No estars pensando en devolvrselo? Neoptlemo. Si, pues lo he obtenido de modo deshonroso y no lo poseo justamente.

    Tras la confesin que Neoptlemo le hace a Filoctetes, el aqueo

    le dice: Has demostrado, hijo, de qu estirpe has nacido, que no es de Ssifo, sino de Aquiles (1309-1311). Ciertamente esta referencia al origen de Odiseo, a contramano de la genealoga que lo ubica como hijo

    de Laertes y Anticlea, tiene un carcter peyorativo y explicita una

    opinin sobre la naturaleza del rey de taca, muy diferente al paradigma

    trazado en yax. Y a la vez, retoma el ideal homrico de una basada en antes que en .

    Finalmente, la situacin se resuelve con la intervencin de

    Heracles, en su condicin divina, un recurso que disuelve el juicio moral

    en pos del inters mayor: la conquista de Troya y el regreso a la patria.

    Odiseo segn Homero

    Para Bauz, Odiseo es, entre los hroes homricos, el ms

    diestro, el ms eficaz, el que se destaca por sus dotes persuasivas, por su

    ingenio, pero tambin por sus fraudes. No duda en utilizar mtodos viles

    con tal de lograr su propsito. Sobresale como diplomtico y como

    consejero y es a quien le encomiendan las misiones delicadas. Pero es

    recin en el relato del que describe la Odisea, con todas sus peripecias, lo que le confiere grandeza al personaje. (1997: 183-184)

    En el primer verso del poema se lo designa con el adjetivo

    , un calificativo difcil de definir unvocamente. Etimolgicamente, significa hbil, diestro, prudente, astuto, taimado, vario, multiforme, que viaja o ha viajado mucho. Para Bauz, es prcticamente una definicin de lo humano y lo que le ha conferido tanta

    popularidad. (1997: 184)

    Por otra parte, Odiseo es caracterizado como , vagabundo, inconstante, que ha viajado mucho por doquier, incluso

    hasta el Inframundo, lo cual lo hace un hombre que conoce a fondo la

    naturaleza de los mortales. A diferencia de Aquiles, Odiseo es cercano a

    los hombres. El primero, elige una vida breve pero llena de gloria

    pstuma el segundo prefiere una vejez tranquila y en familia, para lo cual intenta eludir el deber de ir a la guerra, fingindose loco, pero, tras

    ser descubierto, cumple con su deber y viaja a Troya.

  • 18

    De los dos poemas, la Odisea parece estar ms cercano al hombre

    comn y sin tiempo, porque los valores del mundo pico, como el coraje

    y la gloria, resultan inalcanzables. En la Odisea la lucha no es contra un

    ejrcito, sino contra las adversidades. Prima el amor a la patria y al hogar

    y la nostalgia por regresar a ella.

    Si podemos extraer una conclusin sobre la naturaleza del Odiseo

    homrico, deberamos inclinarnos por la ambigedad, porque, a pesar de

    ser un modelo a imitar, su proceder es reprobable. Tal condicin no fue

    bice para que las distintas corrientes filosficas destacaran en Odiseo la

    indiferencia ante el dolor (escuela cnica), la fuerza de voluntad que

    vence la adversidad (escuela estoica griega) y la sabidura nacida de la

    experiencia (estoicos latinos)

    El tema odiseico en la literatura

    Ulises, el Ulises de la modernidad y an ms de nuestra

    contemporaneidad, se hace verdaderamente Nadie, figura de ese nadie contemporneo que es el individuo. El viaje se vuelve entonces un camino sin regreso al descubrimiento de que no existe, no puede y no debe existir regreso. No el feliz arribo a taca, sino la partida hacia el loco vuelo del Ulises dantesco. El viaje circular, tradicional, clsico, edpico, conservador de Joyce, cuyo Ulises regresa a casa, es sustituido paulatinamente por el viaje rectilneo, nietzscheano de los personajes de Musil; un viaje que contina siempre adelante, hacia un malvado infinito, como una recta que avanza tambalendose en la nada. taca y ms all, como dice el ttulo de un libro que he escrito; las dos modalidades existenciales, trascendentales del viajar.

    Claudio Magris, Ulises despus de Homero

    Est claro que el Odiseo homrico no es un viajero aventurero

    sino uno de los ms calmos y terrenales griegos que se ve obligado a

    viajar. La idea del Ulises viajero est ms cerca de nuestro imaginario

    contemporneo que de Homero, y se lo debemos a Dante, en el canto

    XXVI del Infierno:

    Ni la filial dulzura, ni el cario del viejo padre, ni el amor debido, que debiera alegrar a Penlope, vencer pudieron el ardor interno que tuve yo de conocer el mundo, y el vicio y la virtud de los humanos (96-99).

  • 19

    Luego de su muerte, el Ulises dantesco ser juzgado por sus

    excesos y enviado al infierno, donde junto a Diomedes paga por sus

    astucias y ardides, que a los ojos de Dante no son sino traiciones y

    engaos, por los cuales lo condena, como falsario, a vivir al lado de los

    traidores a la patria y de Lucifer.

    Para Jorge Luis Borges, la historia de Ulises retorna una y otra

    vez, tal como seala en El Evangelio segn San Marcos, que forma parte de El Informe de Brodie, publicado en 1970. Dos son los relatos

    que siempre se cuentan: la de un bajel perdido que busca por los mares mediterrneos una isla querida, y la de un dios que se hace crucificar en

    el Glgota. Borges tambin le dedica un poema al libro XXIII de la Odisea:

    Ya la espada de hierro ha ejecutado la debida labor de la venganza; ya los speros dardos y la lanza la sangre del perverso han prodigado.

    A despecho de un dios y de sus mares a su reino y su reina ha vuelto Ulises, a despecho de un dios y de los grises vientos y del estrpito de Ares.

    Ya en el amor del compartido lecho duerme la clara reina sobre el pecho de su rey pero dnde est aquel hombre

    que en los das y noches del destierro erraba por el mundo como un perro y deca que Nadie era su nombre?

    William Bedell Stanford, en El tema de Ulises, tambin hace

    hincapi en la recurrencia del hroe en la cultura occidental:

    Aparecer como un oportunista en siglo XVI, o como un sofista o

    demagogo en el XV y un estoico en el XIV: en el Medioevo llegar a ser un audaz barn, un distinguido funcionario, o un explorador precolombino; en el siglo XVII un prncipe o un poltico y en el XVIII un hombre primitivo [Primal man]: en el XIX un aventurero byroniano o un esteta desilusionado, y en el siglo XX un protofascista o un humilde ciudadano de una moderna megalpolis. (1968: 4)

  • 20

    Para Stanford, muchas de estas repeticiones, quedaron en el

    olvido, as como otras contribuyeron a la tradicin, a tal punto que

    Ulises puede ser todos los hombres, tanto aquel que lucha por retornar a

    su patria como el judo irlands que camina por las calles de Dubln un

    16 de junio de 1904:

    As como el pasado se renueva y las civilizaciones surgen y se

    desvanecen, los personajes de la antigedad, mutatis mutandis, se reproducirn. Por supuesto, de esto no se sigue que cada avatar de un hroe de los tiempos legendarios ha de alcanzar la misma eminencia. Nstor puede aparecer como un anciano pedagogo y Circe como la Madam de un burdel insignificante.

    La otra revisita contempornea pertenece al autor cretense Nikos

    Kazantzakis. Kazantzakis consideraba su enorme poema pico (33 333

    versos de longitud), La Odisea: Una secuela moderna, como su trabajo

    ms importante. Iniciado en 1924, lo reescribi siete veces antes de su

    publicacin en 1938. En el poema moderno, tras el regreso de Odiseo a

    taca, ste, insatisfecho de la vida hogarea decide invertir el viaje,

    emprendindolo a partir de su isla con un fuerte anhelo de encontrar el

    sentido de su existencia, a donde desea vivir.

    De los muertos, aquel que dejes beber de la negra sangre, te

    otorgar sus verdades, y a quien no ofrezcas el preciado manjar, mostrar su traslcida espalda y seguir su camino. Mas se abre ya la azul compuerta de la ocenica memoria; a quin recordar primero y a quin relegar a las tinieblas? En la oquedad de su pecho atropllanse las sombras de sus amados compaeros: Dame a m tu sangre para beberla y revivir! Mas sin piedad su duro espritu elige a los espectros; y mirando las llamas con fijeza, empez lentamente a extraer del profundo recuerdo rumoroso el hilo de mil vueltas que era su viaje.

    El poeta Constantin Kavafis, nacido en Alejandra, tambin ha

    abordado el tema de Ulises, desde la perspectiva de la patria, taca. El

    siguiente es uno de sus poemas.

  • 21

    Cuando salgas en el viaje, hacia taca desea que el camino sea largo, pleno de aventuras, pleno de conocimientos. A los Lestrigones y a los Cclopes, al irritado Poseidn no temas, tales cosas en tu ruta nunca hallars, si elevado se mantiene tu pensamiento, si una selecta emocin tu espritu y tu cuerpo embarga. A los Lestrigones y a los Cclopes, y al feroz Poseidn no encontrars, si dentro de tu alma no los llevas, si tu alma no los yergue delante de ti. Desea que el camino sea largo. Que sean muchas las maanas estivales en que con cunta dicha, con cunta alegra entres a puertos nunca vistos: detente en mercados fenicios, y adquiere las bellas mercancas, mbares y banos, marfiles y corales, y perfumes voluptuosos de toda clase, cuanto ms abundantes puedas perfumes voluptuosos; anda a muchas ciudades Egipcias a aprender y aprender de los sabios. Siempre en tu pensamiento ten a taca. Llegar hasta all es tu destino. Pero no apures tu viaje en absoluto. Mejor que muchos aos dure: y viejo ya ancles en la isla, rico con cuanto ganaste en el camino, sin esperar que riquezas te d taca. taca te dio el bello viaje. Sin ella no hubieras salido al camino. Otras cosas no tiene ya que darte. Y si pobre la encuentras, taca no te ha engaado. Sabio as como llegaste a ser, con experiencia tanta, ya habrs comprendido las tacas qu es lo que significan.

    Desde el punto de vista potico, consideramos que Odiseo/Ulises,

    en toda su ambigedad, sigue vigente porque, como se ha dicho, refleja

    las distintas aristas del alma humana. Atraviesa un mar de adversidades,

    como la vida misma, amparado por el amor de los suyos e impulsado por

    la nostalgia por su tierra de sus padres. En este marco, su historia es

    imperecedera: no envejece, porque se renueva en la pica cotidiana del

    hombre comn.

  • 22

    Desde el punto de vista tico, juzgar las herramientas que emplea

    para sortear los obstculos es poner en tela de juicio la inteligencia, que

    no es otra cosa que la capacidad de resolver los problemas con los

    recursos que cada uno tiene a mano. Y ciertamente, el principal de todos

    es la palabra, el don de la oratoria, una de las virtudes que integran la

    excelencia, junto con el valor.

    Es lcito decir que, en sus acciones, Odiseo coloca antes el fin

    que los principios, anticipndose al pensamiento pragmtico de

    Maquiavelo, pero jams violenta la voluntad de los dioses. Su (la ofensa a Poseidn) la paga con diez aos de padecimientos, tras lo

    cual le es dado vivir por muchos aos sin sobresaltos, ya que no elige

    para s la gloria, sino una existencia larga y tranquila.

    La trascendencia y profundidad del personaje queda en evidencia

    en las reiteradas exgesis que se han hecho de su historia a lo largo de la

    literatura universal. No ha pasado con Aquiles, no ha sucedido con

    Heracles, dos paradigmas heroicos tan sobrehumanos como alejados del

    hombre de la calle. Siempre es Ulises el que regresa, como si hubiera

    una taca en cada esquina.

    ROXANA MENZEL OTRANTO

    Bibliografa

    Aristteles (1974 [Siglo IV a.C.]). Potica. Madrid: Gredos.

    Bauz, Hugo Francisco (1997). Historia y subjetividad: la figura de Ulises. A propsito del relativismo de los juicios, Revista de Filosofa n 32, p. 183-195. Gilbert, Stuart (1971). El Ulises de James Joyce. Madrid: Siglo XXI, p. 70.

    Grimal, Pierre (2008). Diccionario de mitologa griega y romana. Barcelona:

    Paids.

    Jaeger, Werner (2001). Paideia. Los ideales de la cultura griega. Mxico:

    Fondo de Cultura Econmica.

    Lesky, Albin (1989). Historia de la literatura griega. Madrid: Gredos.

    Panea Mrquez, Jos Manuel (1996). tica y tragedia: a propsito de yax de Sfocles, Thmata Revista de Filosofa n 16, p. 147.164. Saravia de Grossi, Mara Ins (1994). Dos discursos deliberativos en yax de Sfocles, Memoria FaHCE Volumen 1, p. 63.74. La Plata: Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacin.

    Sfocles (2006). Tragedias. Madrid: Gredos.

    Stanford, William Bedell (2013 [1968]). El tema de Ulises. Madrid: Dykinson.

  • 23

    MINUCIAS GRIEGAS Y LATINAS

    Nadie, Nemo, Todos conocen el nombre que Odiseo se dio a s mismo ante

    Polifemo: mi nombre es Nadie. Muchsimos siglos despus un autor argentino, Hugo Olmos, volvi sobre la clebre aventura del hroe. Me

    enter de ello porque compr en librera de viejo su libro Guardin de

    sueos (con ilustraciones de Ana Favazza, Buenos Aires, Magisterio del

    Ro de la Plata, 1992, p. 8). Copio entonces creo que te gustar, amigo lector su poema octosilbico:

    Nadie y ninguno

    Estas coplas son de Nadie y Ninguno va con calma, pero algo estn planeando por si Alguien las reclama. Crranse, nadie se acerque! Los dos han tomado vuelo: Ninguno se fue con Nadie ocultos bajo un pauelo. Ahora Nadie descansa y Ninguno est cantando; cuando Nadie tiene sueo Ninguno est despertando. Estas coplas son de Todos, Todos tienen que cuidarlas, porque Nadie y Ninguno hoy quisieron dedicarlas.

    R.L.

    La nueva reina o ninfa? Das pasados gan el campeonato mundial de atletismo en carrera

    de 200 metros la bella holandesa Dafne Schippers. Diarios de esta ciudad

    se refirieron a ella como la otra reina de Holanda. Sin duda haba una alusin a Mxima, que sera la primera, la principal. Mis preferencias

    estn con la nuestra, por varios motivos.

  • 24

    Uno, es reina de verdad y no figuradamente; otro, es argentina;

    tercero, tambin es una bella seora (creo que no falto el respeto ni a la

    realeza ni a la diplomacia, si la admiro por este motivo); otros: conoc a

    algunos de su familia, directa o indirectamente. Sobre esto ltimo, mi

    mujer fue profesora de una hija de una hermanastra de Su Alteza Real

    (precisamente debi entrevistarse, por cuestiones colegiales, con la Dra.

    ngeles Zorreguieta). Por otra parte, si bien suelo confundir los

    parentescos, en la SADE me presentaron y salud a una prima de la

    Reina digo prima pero es ampliamente posible que me equivoque. En efecto ella tampoco esto lo recuerdo bien es nieta de Augusto Zorreguieta, director de la revista Ronda literaria y abuelo de Mxima.

    Pido la indulgencia del lector por todas las inexactitudes que, sin

    ninguna malicia, pude haber cometido. No dedicar tiempo a estudiar el

    tema y un eventual lector puede escribirme y hacerme todas las

    correcciones que crea oportunas. Vuelvo a la segunda reina/princesa, la

    de la velocidad. La Red nos da muchas fotos. Copio una muy discreta:

    La cuestin es que nadie repar, que yo sepa, en que la atleta se

    llama Dafne, como la hermosa ninfa de la mitologa, de quien cuenta

    Ovidio que Apolo la persigui pero tuvo que conformarse con verla

    convertida en laurel (, daphne, eso significa en griego). Albricias entonces a la nueva Dafne. Qu hara Apolo, si viviera hoy y la

    conociera? Trat de responder a ello. Lnque Prnassm et Msas, cltor rcus t chelos: lia Dphne st nobscum,

    Btav em genurunt. [Deja el Parnaso y las Musas, cultor del arco y de la lira: hay otra Dafne entre nosotros, progenie de los holandeses.]

    R.L.

  • 25

    Un peln del Martn Fierro

    El ao pasado el ilustre acadmico Don Pedro Barcia me

    obsequi una fotocopia con una traduccin parcial del Martn Fierro,

    hecha por Fermn Chvez. Lejos de m el competir con hombre tan

    ilustre. En una reunin de profesores, mientras me hablaban de las

    profundidades insondables de la pedagoga, improvis esta versin, no

    literal, del comienzo de nuestro Homero: Hc loc sum cntatrus dlci pstorli lra, qua in cmpo eg viglo mgna, crte, mgna aermna; trstis dsont luscnia qudammdo consoltur.

    Te pido disculpas, amigo lector, por traducirme a m (prometo no

    hacerlo, al menos por un mes): En este lugar he de cantar / con dulce lira pastoril, / pues en el campo estoy en vela / con mis muy grandes

    cuidados / triste canta el ruiseor / de algn modo me consuela. E.L.

    Cuntos y cules fueron los Owen?

    Considerars, amigo lector, ridcula la pregunta, porque el

    apellido es centenario en cualquier directorio telefnico angloparlante.

    Est Jesse Owens, Owen Wilson e infinitos ms. Pero aqu tengo que

    ocuparme solo de dos. Uno, el mencionado en la enciclopedia en Red,

    cuyo artculo copio abajo, con alguna correccin que le hago:

  • 26

    John Owen, cuyo nombre se suele latinizar como Ioannes Owen, Johannes Owenius, Ovenus o Audoenus [] (Plas Du, Llanarmon, cerca de Snowdon, pas de Gales, c. 1564 - Londres, c. 1622/1628) fue un

    humanista y poeta latino epigramtico gals, tan famoso que lleg a

    llamrsele el Marcial ingls no debe confundrsele con otros muchos homnimos o personajes del mismo nombre, entre ellos su casi

    contemporneo el telogo puritano John Owen (1616 - 1683). Tiempo atrs escrib algo sobre alguno de sus epigramas latinos.

    Pero hubo un Owen latino-escocs, ut ita dicam, nada menos que

    en nuestras salvajes pampas. En efecto, tengo el libro: Jos Hernndez.

    El gaucho Martn Fierro - The gaucho Martn Fierro (ed. bilinge, trad.

    Walter Owen). Buenos Aires, Pampa, 1964. Nuestro amigo traductor

    dominaba el ingls, el espaol (incluso en criollo rioplatense) y por lo

    menos algo saba de latn, porque en la citada edicin (p. 14) leemos que

    su ex libris era: GUALTERI OWENIUS / UNIVERSUM EST

    SCRIPTURA DEI. Yo habra puesto Gualterius Owenius o, si no, en genitivo Gualteri Oweni. Pero esas son minucias.

    J.F.

    Vina cervisiam liques Martin Freundorfer, poeta latino actual, desde su Austria nos

    escribe este epigrama

  • 27

    Haec nos laeta dies calices uult sumere fortes. Obsequimur: Caupo, pocula magna reple! Cras, Quid heri pol! sit, fessi mirabimur, actum? nec quisquam poterit iam meminisse miser.

    [Este alegre da quiere que tomemos fuertes copas. Obedezcamos entonces: Tabernero, llena grandes vasos! Maana cansados diremos: qu pas ayer, por Plux? Y nadie ya, msero l, podr recordarlo.]

    La invitacin al vino tiene a los que exhortan y a los convidados.

    Aqu Martin, Horacio moderno, recuerda esas canciones populares que

    hacen testigo y camarada al cantinero. En todo caso, vino o cerveza, es la

    copa del olvido, pues maana ser otro da. Bacchus y Oblivio son

    dioses que se llevan bien.

    R.L.

    Paseo laboral y clsico

    Como todos los sbados, pasadas las 6 a.m., sal de casa rumbo al

    Once, a dar clases en Morn. Despegu de la puerta de mi casa un

    papelucho de una pizzera Angelica (sic). Mi asociacin inmediata, la

    zamba de Roberto Cambar: Anglica, cuando te nombro, me vuelven a la memoria un valle, plida luna en la noche de abril, y aquel pueblito de Crdoba.

    Segu unos pasos y me acerqu algo ms al mundo grecolatino,

    pues otro papiro era de Anastasia Pizza:

  • 28

    Indudablemente el cartel de la foto, con dos letras cadas,

    necesita una anstasis, una resurreccin. La siguiente cuadra encontr

    tirada una lata de bombones Havanna. Uno de los dueos de la fbrica

    fue el griego Demetrio Elades (no s si en Argentina transcribimos bien

    nombre y apellido). En tren de coincidencias helnicas, este empresario

    fue epnimo del edificio Demetrio Elades, fue construido por Juan

    Antonio Domp, quien tambin hizo el Cosmos, aunque no s si hay

    demasiado orden en Marpla, segn se ve en la foto y en la leyenda de la

    Wikipedia.

    En el panorama marplatense se destacan los edificios

    Demetrio Elades y Cosmos, ambos del arq. Domp

    Pero lo ms clsico tuvo que ver con el latn, pues cruzaron ante

    m, por Rodrguez Pea, casi una decena de jvenes como de ltimos

    aos de secundaria. Uno haba quedado rezagado, unos veinte metros

    ms atrs. Una nia le dijo con voz estentrea: Vamos, apurate, que se pasa la vida. Me result curioso y dije al mozo: Joven, su amiga es filsofa, porque reflexiona sobre el paso del tiempo. Se parece al poeta

    Horacio, quien insista en lo fugaz de la vida. Despus de haber as hablado, me di cuenta de mi necedad: cmo iba a saber un chico de hoy

    algo acerca del Venusino? Para mi sorpresa esta fue su respuesta: S, tiene razn, en el ILSE lo le y me acuerdo de carpe diem. Que pase un buen da. Pensar que en mi bolso llevaba a Morn un ejemplar muy viejo de las Odas Pero mi mejor exgesis no podra igualar a la de ese tierno muchacho.

    En fin, segu viaje, cruc la avenida Crdoba y pas por una

    verdulera de Paraguay y Ayacucho. Justo el verdulero estaba con una

    ristra de ajos. Para no ofender al poeta, cambi de vereda, pues l

    abominaba del ajo, cicutis nocentius.

    RADULFUS

  • 29

    Los caramelos ms latinos

    Todo el mundo sabe que la yerba ms latina es Amanda, que el

    talco ms latino es Veritas, . Y los caramelos? Sin duda los Sugus. Masticables, pero su nombre indica que son para chupar: sugo,is,ere. La

    enciclopedia en lnea, en su versin espaola, dice: El nombre viene de las lenguas escandinavas, suge, que significa lo mismo que chupar. No me parece demasiado confiable esto, porque, aparte de carecer de cita

    probatoria, la Wikipedia en otros idiomas nada dice de tal etimologa.

    Pero, en calidad de escritor, me arrogo el injusto y arbitrario derecho de

    dictaminar que Sugus se relaciona con la raz latina Por eso, mal que les

    pese a Arcor, a 1/2 Hora y a los apetitosos Chimbote, Sugus se lleva la

    palma de la latinidad. Y cmo se puede decir caramelo en neolatn? Me

    permito arriesgar, por ahora, una humilde, viciosa, estrambtica y

    golirdica posibilidad: gulinum.

    RADULFUS

    Lectura femenina: una alumna y las tragedias griegas

    Los alumnos experimentan diversas sensaciones, despus de leer

    y de comentar en clase las tragedias griegas. Una de mis alumnas me

    sorprende gratamente mostrndome un poema. En l intent expresar

    algunas de sus percepciones y reacciones literarias, ante un mundo tan

    rico como es el de la trama, los personajes, los conflictos, las

    maldiciones ancestrales el destino que pesa sobre los hroes trgicos y sobre nosotros mismos. Te invito a leerlo, querido amigo, aqu abajo. [Nota de la Redaccin]

  • 30

    CONTRA EL TORO Griegos, Edipos, Electras, Orculos, Jesuses, extermnenme.

    El destino est en mi boca de mujer y en mi tero.

    Incluso en la muerte conservo, debo conservar la dignidad de la naturaleza humana.

    Incluso en la muerte luchar contra el destino es el mandato de la naturaleza humana, contra la prepotencia del todo, de toro, de m.

    CARLA BIRROZZO