cuadernillo clásico 12
-
Upload
federico-caivano -
Category
Documents
-
view
37 -
download
1
description
Transcript of cuadernillo clásico 12
-
1
CUADERNILLO DE TEMAS GRIEGOS Y LATINOS
Constantino el Grande
REDACCIN
Diego Ribeira
Mara Mercedes Schaefer Ral Lavalle
Editor responsable: Ral Lavalle
Direccin de correspondencia:
Paraguay 1327 3 G [1057] Buenos Aires, Argentina
tel. 4811-6998
Publicacin auspiciada por la Asociacin Cultural Helnica Nostos
n 12 2016
Nota: La Redaccin no necesariamente comparte las opiniones vertidas en esta
publicacin.
-
2
NDICE
Maximiliano Hnicken. El castigo de Prometeo (poema) p. 3
Cristian Mitelman. Sficos p. 5
Radulfus. Paseos latinos en Salta p. 6
Roxana Menzel Otranto. : variaciones sofocleas y versiones homricas sobre el hroe griego p. 13
Minucias griegas y latinas p. 23
-
3
EL CASTIGO DE PROMETEO
Una Rebelin Prometeica Inunda sus desencantos. Su conviccin no es austera; Su dignidad, un blsamo.
Una Rebelin Prometeica Ha ocasionado semejante desenlace. El furor de Zeus Es ciencia del castigo Y sus fauces.
Una Rebelin Prometeica Conjuga el poder y las habilidades. El fuego sagrado Se tie del color de las artes.
Una Rebelin Prometeica Reza por inocentes y culpables. Aquellos bellos oficios Que enriquecieron el horizonte Del hombre y sus posibilidades.
Un castigo acecha Con el ardor de sus males; El hgado se carcome Tras el frmaco del recinto; El guila se aproxima Y por cada picadura Prometeo se desvanece Y cae.
Su cada es mediada Por el orgullo de su linaje, Su benefactor es el irnico destino, Que lo contiene constante; Su corazn no se marchita Ante la arenosa roca del trance.
Su agona suscita La piedad y advertencia De quienes lo admiran, De quienes lo atraen. La humanidad ha sido bendecida Tras su proeza y romance.
-
4
Una Rebelin Prometeica Sabe de sus infinitos contornos. La desobediencia incita Y el rencor limita Los brebajes del desafo, Ser Prometo en la dicha, Padecer el castigo, Sufrir la presin de las cadenas Que decoran la desolacin del Cacaso; Cantarle al auxilio La piedad y el llanto.
Una Rebelin nos ilustra Del poder creador de los santos herejes; Varones y titanes se disputan, El fuego del conocimiento.
El castigo de Prometeo Revela la caducidad del odio, El desdoblamiento del alma que riega Sobre los dones proferidos, Ser Rebelde por los prximos Hijos del Destino!
MAXIMILIANO HNICKEN1
1 El autor del poema es tambin quien hizo el bello dibujo en programa Paint.
-
5
SFICOS
El mar. El mar donde retorna el tiempo. El mar primero donde brota el da. El mar color de vino que nos llama. Aguas natales.
Latn perdido en las antiguas vas del joven curso de mis aos, como la piedra breve que amoneda letras hijas del tiempo.
CRISTIAN MITELMAN1
Poesas inditas de Cadahalso
2
1 Escritor argentino actual. Su formacin universitaria no cercen sino potenci su
inspiracin, como aprecia el lector de ambos epigramas. El viejo Homero y la historia
de nuestras lenguas se nos muestran aqu como ideal de belleza, en endecaslabos
acompaados y cerrados con adnicos. Saludamos a este nuevo Horacio. [R.L.] 2 De un ms. de la Biblioteca Nacional (Espaa): http://www.poesi.as/jc062-00foto.htm.
Es Jos Cadalso, quien escribi un libro de versos, Ocios de mi juventud, publicado en 1773 (http://www.swarthmore.edu/Humanities/mguardi1/espanol_11/Cadalso.html). All usa el nombre literario Dalmiro.
-
6
PASEOS LATINOS EN SALTA
RADULFUS
Es natural que asociemos a Salta con el folklore pero tambin el
mundo clsico est presente en ella. En cortos paseos por el centro de la
ciudad encontr la inacabable presencia de Grecia y Roma, que mi
modesto telephonium mobile trat de captar en su cmara. Empiezo por
la Plaza 9 de Julio, que tiene alguna rplica de obras maestras. El nio de
la espina es una de ellas. Desde la Grecia helenstica, que haca un culto
de la belleza, hasta la Salta eterna, que tiene tan bellas damas.
Y en la misma Plaza 9 de Julio est tambin El nio de la oca,
rplica de una escultura helenstica muy conocida. De modo que,
mientras tarareo la zamba de Los Chalchaleros (Recordando las cosas de mi Salta quinceaera), espero encontrarme con los bellos ojos de alguna dama y saludarla donoso. Pero tambin est all la cultura eterna,
que ves en la foto de abajo.
-
7
Pero la plaza avanza un poquitn ms en el tiempo, pues un
bebedero tiene forma de columna bizantina con capitel.
-
8
Nos trajiste los recuerdos de la divina Bizancio o Ciudad de Constantino, si prefieren otros sabios. Nos das agua que refresca y nos llevas al pasado de esos mosaicos sublimes Bizancio en el suelo amado.
Y no es descaminado que un coro tenga un nombre latino. Muy
poco s de msica, pero dicen que los nombres de las notas vienen del
latn: ut queant laxis resonare fibris .
Y un caf a pasitos de la Plaza 9 de Julio adorna sus paredes con
relieves de inspiracin clsica.
-
9
Y una librera jurdica no es raro que se llame Ulpiano, en
homenaje a ese jurisconsulto romano de los aos 200.
En un negocio de libros y discos antiguos hay una oferta
interesante, para comprar dos por el precio de uno. Eso hay que
aprovecharlo, como muestra el cartel:
-
10
Esa oportunidad es tan buena que parece irreal, es como si no
existiera en ninguna parte algo as: por eso el local lleva un nombre que
nada tiene de insensato: Utopa. Pero en San Francisco, bellsima iglesia
del centro, hay un cuadro con una imagen poco comn, la de Duns
Scotus, gran filsofo y telogo medieval. Que yo sepa, no fue declarado
santo. Es pertinente entonces que haya una imagen de alguien no
canonizado? Creo que s. Y cul es mi argumento, si no soy telogo?
Simplemente que convena que Scotus fuera santo, que Dios pudo
hacerlo y que, por tanto, lo hizo, aunque no haya habido palabra oficial
sobre este tema. En todo caso, imagino que la Virgen lo mira sonriente.
Tan fuerte es la tradicin clsica saltea que la ciudad tiene su
Bachillerato Humanista Moderno, donde se ensean latn y griego y
hasta se hizo un simposio de estudios clsicos, al que fue gente de todo
el pas. Me permit dedicarle este insignificante epigrama.
Hoy camin por tus patios nobilsimo Colegio. Por tus aulas aletea todo el genio del Imperio.
-
11
He aqu una foto de su fachada.
Ms ejemplos tenemos de la vigencia permanente de Atenas y
Roma en la bella Salta. Lo mejor de todo es que vayas, querido lector, y
t mismo veas. Termino con un epigrama dedicado a todos sus lugares.
rbs Saltnsis, bna amca, que curs mes levsti, nguls in t quaesvi nguls habs pulcllos.
RADULFUS
-
12
. VARIACIONES SOFOCLEAS Y VERSIONES HOMRICAS
SOBRE EL HROE GRIEGO
ROXANA MENZEL OTRANTO
No ests contento? No lo s, Eurloco. Hay dos naturalezas en m. Una que ama el mar, la familia, la calma del hogar todo eso. Pero la otra parte esa parte adora los viajes, el mar abierto, las extraas formas de las islas desconocidas, los drago-nes, las tempestades, los demonios, los gigantes. S, Eurloco, una parte de m ama lo desconocido.
Ulises, film de 1954, dirigido por Mario Camerini
Introduccin
De toda la constelacin de hroes y personajes mticos que leg
la cultura griega a la cultura de Occidente, uno de los ms instalados en
el inconsciente colectivo es, sin dudas, Odiseo. Tanto es as que la
sustantivacin de su epopeya ha dado un nombre comn de significado
inequvoco que ha trascendido en el tiempo. Cualquiera, en la actualidad,
comprende que una odisea implica el trnsito por una situacin
accidentada y de duracin excesivamente dilatada.
No resulta, sin embargo, igual de sencillo desentraar la
naturaleza de Odiseo. Es el hombre justo y piadoso que presenta
Sfocles en yax o el jefe que no vacila ante el engao ni muestra
compasin en Filoctetes? Es aquel a quien Homero encomia con
eptetos elogiosos en la Ilada, obra en la que se coloca al valor () y no la inteligencia () como smbolo de la helnica? O ese a cuyo le dedica un poema completo, regreso que se demora diez aos, por haber ofendido a Poseidn, cuando, en otros casos, la es castigada con mayor severidad y la augura un desenlace fatal?
Ya el gran poeta jnico lo sealaba como , el de muchas argucias, el astuto, y , el de muchos caminos, el gran viajero. En este trabajo, vamos a abordarlo como , el multifactico, tal vez el ms humano de los hroes griegos.
-
13
Para llevar a cabo esta empresa, analizamos principalmente las
subjetividades presentes en las tragedias de Sfocles, donde se nos
revelan dos personalidades bien distintas. Recurrimos, asimismo, a los
textos homricos para contrastarlos. Por ltimo, reseamos la materia
odiseica en la literatura universal con el objetivo de observar cules
caractersticas han prevalecido y ensayamos algunas conclusiones.
Odiseo en yax
De acuerdo con Lesky (1989: 301-329), Sfocles obtuvo un
reconocimiento temprano y logr mantener siempre el favor de su
pblico, por lo que podemos colegir que sus versiones de Odiseo habrn
sido tema de discusin en el gora. Sus comienzos coinciden
aproximadamente con la poca en que ces la participacin de los poetas
como actores. La lista epigrfica de los triunfadores en las Dionisias
registra dieciocho victorias en su haber. Est testimoniado que Sfocles
aument el nmero de los coreutas de doce a quince, mientras que en la
Potica de Aristteles se dice que increment la cantidad de actores de
dos a tres y que introdujo la escenografa.
Sobre la cronologa de los dramas de Sfocles, slo disponemos
de dos fechas exactas concernientes a la ltima poca del poeta:
Filoctetes fue representado en 409; Edipo en Colono, despus de su
muerte, en 401. Con menor certeza podemos ubicar Antgona en el ao
442. Segn una opinin difundida, que se basa en los rasgos arcaicos del
lenguaje y la composicin, el yax es la ms antigua de las siete obras
que se conservan.
As como la Ilada canta la ira de Aquiles, esta tragedia relata la
ira de yax, furioso porque las armas de Aquiles fueron otorgadas a
Odiseo y no a l. En consecuencia, jura matar a los jefes griegos que lo
haban deshonrado. Aqu juzgamos necesario hacer un alto para explicar
que la literatura del perodo arcaico y clsico tena un fin didctico. En el
caso del poema homrico, su objetivo es inculcar el concepto de :
El tema esencial de la historia de la educacin griega es ms bien
el concepto de aret (), que se remonta a los tiempos ms antiguos. El castellano actual no ofrece un equivalente exacto de la palabra. La
palabra virtud, en su acepcin no atenuada por el uso puramente moral,
como expresin del ms alto ideal caballeresco unido a una conducta
cortesana y selecta y el herosmo guerrero, expresara acaso el sentido de
la palabra griega. (Jaeger, 1989: 23)
-
14
Esta excelencia era tal por el reconocimiento que hacan de ella
los pares e incluso los enemigos. En este punto, se enlaza con los
conceptos de fama, gloria y honra. Por lo tanto, para Homero y el mundo
de la nobleza de su tiempo la negacin del honor era la mayor tragedia
humana. De esta forma se explica la reaccin airada de Aquiles y las
demandas de yax.
Deshonrado, jura matar a los jefes griegos, pero interviene
Atenea, quien le hace creer que sus enemigos del consejo son un hato de
reses y los ataca. La diosa invita a Odiseo para que se ra de la locura de
su rival y es aqu cuando da muestra de un comportamiento tico
superior al de la diosa:
79 Atenea. Rerse de los enemigos, acaso no es la risa ms grata? 121 Odiseo. [] No obstante, aunque sea un enemigo, le compadezco, infortunado, porque est amarrado a un destino fatal. Y no pienso en el de ste ms que en el mo, pues veo que cuantos vivimos nada somos sino fantasmas o sombra vana.
Al darse cuenta del engao, yax se siente avergonzado. Su
esposa Tecmesa le suplica que no deje a ella y a su hijo sin proteccin,
pero el Telamonio decide poner fin a su deshonra con la espada que
Hctor le haba obsequiado. En el ltimo acto, los jefes discuten sobre el
destino del cadver de yax. Su hermanastro, Teucro, desea sepultarlo, a
pesar de que Menelao y Agamenn lo haban prohibido. Odiseo, a pesar
de que haba sido su rival, los persuade para que se entierre a yax con
honores, aduciendo que hasta los enemigos merecen ser enterrados si en
vida fueron nobles. 1332 Odiseo. Escucha, pues. No te atrevas, por los dioses, a exponer as cruelmente a este hombre insepulto y que la violencia no se apodere de ti para odiarle hasta el punto de pisotear la justicia. Tambin para m era el peor enemigo del ejrcito desde que me hice con las armas de Aquiles, pero yo no le respondera con injurias hasta negar que he visto en l al ms valiente de cuantos argivos llegamos a Troya, despus de Aquiles. [] 1347 Agamenn. T, Odiseo, tomas en este asunto la defensa de ste contra m? Odiseo. S, le odiaba cuando hacerlo era decoroso. Agamenn. No debas t tambin pisotear al muerto? Odiseo. No te alegres, Atrida, de provechos que no son honestos.
-
15
Esta esticomitia completa la semblanza de la naturaleza de
Odiseo en yax: Sfocles lo presenta como un hombre prudente,
compasivo, respetuoso del destino que los dioses nos deparan y de la
justicia, con sentido del deber y del valor de la honra de un gran
guerrero. Su capacidad como orador, que tambin es ensalzada en la
Ilada, es el recurso que utiliza para convencer al rey Agamenn para
que yax sea sepultado.
As Ulises reconoce en el destino de su enemigo su propio
destino humano y el poeta, en boca del personaje, manifiesta su
conmiseracin sobre la mortalidad del hombre. Un personaje secundario
que se vuelve paradigmtico, en el sentido en que expresa el deber ser, en contraposicin con yax y los Atridas. El primero, aun siendo un
modelo de tica heroica, no respeta la decisin de los jueces, se muestra
altivo con la diosa y obstinado al preferir la muerte antes que la
retractacin. Agamenn y Menelao, a pesar de que actan de acuerdo
con la ley humana, deshonran al guerrero y pretenden pasar por alto las
leyes divinas.
Odiseo en Filoctetes
Esta tragedia fue representada por primera vez en el festival de
las Dionisias del 409 a. C., donde obtuvo el primer lugar. El argumento
gira en torno al aqueo Filoctetes, quien lleva diez aos viviendo solo en
la isla de Lemnos, donde lo abandonaron los griegos camino de Troya a
causa de una mordedura de una serpiente, que le causa dolor y que
desprende un hedor insoportable. Gracias a un arco infalible que recibi
de Heracles puede cazar y sobrevivir. Segn el orculo, sin este arco
Troya no podr ser tomada. Odiseo y Neoptlemo, hijo de Aquiles,
llegan y tratan de quitarle el arco con astucia. Neoptlemo gana la
confianza del guerrero y, mediante mentiras, le roba el arco. Con todo,
prevalece su naturaleza sincera y le devuelve el arco. Cuando los hroes
van a retornar a sus respectivas patrias, ya que Filoctetes se niega a
devolver el arco, Heracles aparece con el recurso de deus ex machina y
convence a Filoctetes de ir Troya, donde ser curado.
Ni bien comienza la obra, Sfocles plantea el primer dilema
moral: Odiseo se aprovecha de la inexperiencia y la ingenuidad de
Neoptlemo para manipular su naturaleza y convencerlo de embaucar a
Filoctetes.
55 Odiseo. Te necesito para que, al hablarle, engaes con tus palabras el nimo de Filoctetes.
-
16
77 Odiseo. Es necesario que en esto mismo te las ingenies para sustraerle las armas invencibles. Se, hijo, que no ests predispuesto por tu naturaleza a hablar as ni a maquinar engaos. Pero es grato conseguir la victoria. Lnzate a ello, ya nos mostraremos justos en otra ocasin. Ahora, por un corto espacio del da, prstate para algo desvergonzado, y, despus, durante el resto del tiempo, podrs ser llamado el ms piadoso de todos los mortales. Neoptlemo. Yo, oh hijo de Laertes!, odio poner en prctica las palabras que me afligen al orlas. Por mi naturaleza no hago nada por medios engaosos, ni yo mismo, ni, segn dicen, el que me dio el ser. Pero estoy dispuesto a llevarme este hombre por la fuerza y no con engaos. [] Sin embargo, habiendo sido enviado como colaborador tuyo, temo ser llamado traidor. Pero prefiero, rey, fracasar obrando rectamente que vencer con malas artes. 97 Odiseo. Hijo de noble padre, tambin yo mismo cuando era joven tena la palabra ociosa y el brazo activo.
La segunda cuestin gira en torno al valor de decir la verdad, que
defiende el joven, frente a la adecuacin de los medios a los fines,
postura que sustenta Odiseo.
99 Neoptlemo. Y qu otra cosa me ordenas sino decir mentiras? 106 Neoptlemo. Y no consideras vergonzoso, ciertamente, decir mentiras? Odiseo. No, si la mentira reporta la salvacin.
En un tercer momento, el poeta parecera inclinar la balanza
hacia el argumento de Odiseo, quien logra que Neoptlemo abandone
sus convicciones, seducindolo con la promesa de la gloria futura:
114 Odiseo. Si lo haces, obtendrs dos beneficios. Neoptlemo.- Cules? Si me los haces ver, no podra negarme a hacerlo. Odiseo. Seras reputado por sabio tanto como por valiente. Neoptlemo. Ea, lo har, liberndome de todo sentimiento de vergenza.
Sin embargo, una vez urdido el engao y alcanzado el objetivo,
esto es, hacerse del arco de Filoctetes, el muchacho se arrepiente y
cuestiona los mtodos. Nuevamente, como en el yax, se pone en
discusin el tema de la justicia, que para Sfocles supera el concepto de
legalidad e ilegalidad.
-
17
1234 Odiseo. Oh, Zeus! No estars pensando en devolvrselo? Neoptlemo. Si, pues lo he obtenido de modo deshonroso y no lo poseo justamente.
Tras la confesin que Neoptlemo le hace a Filoctetes, el aqueo
le dice: Has demostrado, hijo, de qu estirpe has nacido, que no es de Ssifo, sino de Aquiles (1309-1311). Ciertamente esta referencia al origen de Odiseo, a contramano de la genealoga que lo ubica como hijo
de Laertes y Anticlea, tiene un carcter peyorativo y explicita una
opinin sobre la naturaleza del rey de taca, muy diferente al paradigma
trazado en yax. Y a la vez, retoma el ideal homrico de una basada en antes que en .
Finalmente, la situacin se resuelve con la intervencin de
Heracles, en su condicin divina, un recurso que disuelve el juicio moral
en pos del inters mayor: la conquista de Troya y el regreso a la patria.
Odiseo segn Homero
Para Bauz, Odiseo es, entre los hroes homricos, el ms
diestro, el ms eficaz, el que se destaca por sus dotes persuasivas, por su
ingenio, pero tambin por sus fraudes. No duda en utilizar mtodos viles
con tal de lograr su propsito. Sobresale como diplomtico y como
consejero y es a quien le encomiendan las misiones delicadas. Pero es
recin en el relato del que describe la Odisea, con todas sus peripecias, lo que le confiere grandeza al personaje. (1997: 183-184)
En el primer verso del poema se lo designa con el adjetivo
, un calificativo difcil de definir unvocamente. Etimolgicamente, significa hbil, diestro, prudente, astuto, taimado, vario, multiforme, que viaja o ha viajado mucho. Para Bauz, es prcticamente una definicin de lo humano y lo que le ha conferido tanta
popularidad. (1997: 184)
Por otra parte, Odiseo es caracterizado como , vagabundo, inconstante, que ha viajado mucho por doquier, incluso
hasta el Inframundo, lo cual lo hace un hombre que conoce a fondo la
naturaleza de los mortales. A diferencia de Aquiles, Odiseo es cercano a
los hombres. El primero, elige una vida breve pero llena de gloria
pstuma el segundo prefiere una vejez tranquila y en familia, para lo cual intenta eludir el deber de ir a la guerra, fingindose loco, pero, tras
ser descubierto, cumple con su deber y viaja a Troya.
-
18
De los dos poemas, la Odisea parece estar ms cercano al hombre
comn y sin tiempo, porque los valores del mundo pico, como el coraje
y la gloria, resultan inalcanzables. En la Odisea la lucha no es contra un
ejrcito, sino contra las adversidades. Prima el amor a la patria y al hogar
y la nostalgia por regresar a ella.
Si podemos extraer una conclusin sobre la naturaleza del Odiseo
homrico, deberamos inclinarnos por la ambigedad, porque, a pesar de
ser un modelo a imitar, su proceder es reprobable. Tal condicin no fue
bice para que las distintas corrientes filosficas destacaran en Odiseo la
indiferencia ante el dolor (escuela cnica), la fuerza de voluntad que
vence la adversidad (escuela estoica griega) y la sabidura nacida de la
experiencia (estoicos latinos)
El tema odiseico en la literatura
Ulises, el Ulises de la modernidad y an ms de nuestra
contemporaneidad, se hace verdaderamente Nadie, figura de ese nadie contemporneo que es el individuo. El viaje se vuelve entonces un camino sin regreso al descubrimiento de que no existe, no puede y no debe existir regreso. No el feliz arribo a taca, sino la partida hacia el loco vuelo del Ulises dantesco. El viaje circular, tradicional, clsico, edpico, conservador de Joyce, cuyo Ulises regresa a casa, es sustituido paulatinamente por el viaje rectilneo, nietzscheano de los personajes de Musil; un viaje que contina siempre adelante, hacia un malvado infinito, como una recta que avanza tambalendose en la nada. taca y ms all, como dice el ttulo de un libro que he escrito; las dos modalidades existenciales, trascendentales del viajar.
Claudio Magris, Ulises despus de Homero
Est claro que el Odiseo homrico no es un viajero aventurero
sino uno de los ms calmos y terrenales griegos que se ve obligado a
viajar. La idea del Ulises viajero est ms cerca de nuestro imaginario
contemporneo que de Homero, y se lo debemos a Dante, en el canto
XXVI del Infierno:
Ni la filial dulzura, ni el cario del viejo padre, ni el amor debido, que debiera alegrar a Penlope, vencer pudieron el ardor interno que tuve yo de conocer el mundo, y el vicio y la virtud de los humanos (96-99).
-
19
Luego de su muerte, el Ulises dantesco ser juzgado por sus
excesos y enviado al infierno, donde junto a Diomedes paga por sus
astucias y ardides, que a los ojos de Dante no son sino traiciones y
engaos, por los cuales lo condena, como falsario, a vivir al lado de los
traidores a la patria y de Lucifer.
Para Jorge Luis Borges, la historia de Ulises retorna una y otra
vez, tal como seala en El Evangelio segn San Marcos, que forma parte de El Informe de Brodie, publicado en 1970. Dos son los relatos
que siempre se cuentan: la de un bajel perdido que busca por los mares mediterrneos una isla querida, y la de un dios que se hace crucificar en
el Glgota. Borges tambin le dedica un poema al libro XXIII de la Odisea:
Ya la espada de hierro ha ejecutado la debida labor de la venganza; ya los speros dardos y la lanza la sangre del perverso han prodigado.
A despecho de un dios y de sus mares a su reino y su reina ha vuelto Ulises, a despecho de un dios y de los grises vientos y del estrpito de Ares.
Ya en el amor del compartido lecho duerme la clara reina sobre el pecho de su rey pero dnde est aquel hombre
que en los das y noches del destierro erraba por el mundo como un perro y deca que Nadie era su nombre?
William Bedell Stanford, en El tema de Ulises, tambin hace
hincapi en la recurrencia del hroe en la cultura occidental:
Aparecer como un oportunista en siglo XVI, o como un sofista o
demagogo en el XV y un estoico en el XIV: en el Medioevo llegar a ser un audaz barn, un distinguido funcionario, o un explorador precolombino; en el siglo XVII un prncipe o un poltico y en el XVIII un hombre primitivo [Primal man]: en el XIX un aventurero byroniano o un esteta desilusionado, y en el siglo XX un protofascista o un humilde ciudadano de una moderna megalpolis. (1968: 4)
-
20
Para Stanford, muchas de estas repeticiones, quedaron en el
olvido, as como otras contribuyeron a la tradicin, a tal punto que
Ulises puede ser todos los hombres, tanto aquel que lucha por retornar a
su patria como el judo irlands que camina por las calles de Dubln un
16 de junio de 1904:
As como el pasado se renueva y las civilizaciones surgen y se
desvanecen, los personajes de la antigedad, mutatis mutandis, se reproducirn. Por supuesto, de esto no se sigue que cada avatar de un hroe de los tiempos legendarios ha de alcanzar la misma eminencia. Nstor puede aparecer como un anciano pedagogo y Circe como la Madam de un burdel insignificante.
La otra revisita contempornea pertenece al autor cretense Nikos
Kazantzakis. Kazantzakis consideraba su enorme poema pico (33 333
versos de longitud), La Odisea: Una secuela moderna, como su trabajo
ms importante. Iniciado en 1924, lo reescribi siete veces antes de su
publicacin en 1938. En el poema moderno, tras el regreso de Odiseo a
taca, ste, insatisfecho de la vida hogarea decide invertir el viaje,
emprendindolo a partir de su isla con un fuerte anhelo de encontrar el
sentido de su existencia, a donde desea vivir.
De los muertos, aquel que dejes beber de la negra sangre, te
otorgar sus verdades, y a quien no ofrezcas el preciado manjar, mostrar su traslcida espalda y seguir su camino. Mas se abre ya la azul compuerta de la ocenica memoria; a quin recordar primero y a quin relegar a las tinieblas? En la oquedad de su pecho atropllanse las sombras de sus amados compaeros: Dame a m tu sangre para beberla y revivir! Mas sin piedad su duro espritu elige a los espectros; y mirando las llamas con fijeza, empez lentamente a extraer del profundo recuerdo rumoroso el hilo de mil vueltas que era su viaje.
El poeta Constantin Kavafis, nacido en Alejandra, tambin ha
abordado el tema de Ulises, desde la perspectiva de la patria, taca. El
siguiente es uno de sus poemas.
-
21
Cuando salgas en el viaje, hacia taca desea que el camino sea largo, pleno de aventuras, pleno de conocimientos. A los Lestrigones y a los Cclopes, al irritado Poseidn no temas, tales cosas en tu ruta nunca hallars, si elevado se mantiene tu pensamiento, si una selecta emocin tu espritu y tu cuerpo embarga. A los Lestrigones y a los Cclopes, y al feroz Poseidn no encontrars, si dentro de tu alma no los llevas, si tu alma no los yergue delante de ti. Desea que el camino sea largo. Que sean muchas las maanas estivales en que con cunta dicha, con cunta alegra entres a puertos nunca vistos: detente en mercados fenicios, y adquiere las bellas mercancas, mbares y banos, marfiles y corales, y perfumes voluptuosos de toda clase, cuanto ms abundantes puedas perfumes voluptuosos; anda a muchas ciudades Egipcias a aprender y aprender de los sabios. Siempre en tu pensamiento ten a taca. Llegar hasta all es tu destino. Pero no apures tu viaje en absoluto. Mejor que muchos aos dure: y viejo ya ancles en la isla, rico con cuanto ganaste en el camino, sin esperar que riquezas te d taca. taca te dio el bello viaje. Sin ella no hubieras salido al camino. Otras cosas no tiene ya que darte. Y si pobre la encuentras, taca no te ha engaado. Sabio as como llegaste a ser, con experiencia tanta, ya habrs comprendido las tacas qu es lo que significan.
Desde el punto de vista potico, consideramos que Odiseo/Ulises,
en toda su ambigedad, sigue vigente porque, como se ha dicho, refleja
las distintas aristas del alma humana. Atraviesa un mar de adversidades,
como la vida misma, amparado por el amor de los suyos e impulsado por
la nostalgia por su tierra de sus padres. En este marco, su historia es
imperecedera: no envejece, porque se renueva en la pica cotidiana del
hombre comn.
-
22
Desde el punto de vista tico, juzgar las herramientas que emplea
para sortear los obstculos es poner en tela de juicio la inteligencia, que
no es otra cosa que la capacidad de resolver los problemas con los
recursos que cada uno tiene a mano. Y ciertamente, el principal de todos
es la palabra, el don de la oratoria, una de las virtudes que integran la
excelencia, junto con el valor.
Es lcito decir que, en sus acciones, Odiseo coloca antes el fin
que los principios, anticipndose al pensamiento pragmtico de
Maquiavelo, pero jams violenta la voluntad de los dioses. Su (la ofensa a Poseidn) la paga con diez aos de padecimientos, tras lo
cual le es dado vivir por muchos aos sin sobresaltos, ya que no elige
para s la gloria, sino una existencia larga y tranquila.
La trascendencia y profundidad del personaje queda en evidencia
en las reiteradas exgesis que se han hecho de su historia a lo largo de la
literatura universal. No ha pasado con Aquiles, no ha sucedido con
Heracles, dos paradigmas heroicos tan sobrehumanos como alejados del
hombre de la calle. Siempre es Ulises el que regresa, como si hubiera
una taca en cada esquina.
ROXANA MENZEL OTRANTO
Bibliografa
Aristteles (1974 [Siglo IV a.C.]). Potica. Madrid: Gredos.
Bauz, Hugo Francisco (1997). Historia y subjetividad: la figura de Ulises. A propsito del relativismo de los juicios, Revista de Filosofa n 32, p. 183-195. Gilbert, Stuart (1971). El Ulises de James Joyce. Madrid: Siglo XXI, p. 70.
Grimal, Pierre (2008). Diccionario de mitologa griega y romana. Barcelona:
Paids.
Jaeger, Werner (2001). Paideia. Los ideales de la cultura griega. Mxico:
Fondo de Cultura Econmica.
Lesky, Albin (1989). Historia de la literatura griega. Madrid: Gredos.
Panea Mrquez, Jos Manuel (1996). tica y tragedia: a propsito de yax de Sfocles, Thmata Revista de Filosofa n 16, p. 147.164. Saravia de Grossi, Mara Ins (1994). Dos discursos deliberativos en yax de Sfocles, Memoria FaHCE Volumen 1, p. 63.74. La Plata: Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacin.
Sfocles (2006). Tragedias. Madrid: Gredos.
Stanford, William Bedell (2013 [1968]). El tema de Ulises. Madrid: Dykinson.
-
23
MINUCIAS GRIEGAS Y LATINAS
Nadie, Nemo, Todos conocen el nombre que Odiseo se dio a s mismo ante
Polifemo: mi nombre es Nadie. Muchsimos siglos despus un autor argentino, Hugo Olmos, volvi sobre la clebre aventura del hroe. Me
enter de ello porque compr en librera de viejo su libro Guardin de
sueos (con ilustraciones de Ana Favazza, Buenos Aires, Magisterio del
Ro de la Plata, 1992, p. 8). Copio entonces creo que te gustar, amigo lector su poema octosilbico:
Nadie y ninguno
Estas coplas son de Nadie y Ninguno va con calma, pero algo estn planeando por si Alguien las reclama. Crranse, nadie se acerque! Los dos han tomado vuelo: Ninguno se fue con Nadie ocultos bajo un pauelo. Ahora Nadie descansa y Ninguno est cantando; cuando Nadie tiene sueo Ninguno est despertando. Estas coplas son de Todos, Todos tienen que cuidarlas, porque Nadie y Ninguno hoy quisieron dedicarlas.
R.L.
La nueva reina o ninfa? Das pasados gan el campeonato mundial de atletismo en carrera
de 200 metros la bella holandesa Dafne Schippers. Diarios de esta ciudad
se refirieron a ella como la otra reina de Holanda. Sin duda haba una alusin a Mxima, que sera la primera, la principal. Mis preferencias
estn con la nuestra, por varios motivos.
-
24
Uno, es reina de verdad y no figuradamente; otro, es argentina;
tercero, tambin es una bella seora (creo que no falto el respeto ni a la
realeza ni a la diplomacia, si la admiro por este motivo); otros: conoc a
algunos de su familia, directa o indirectamente. Sobre esto ltimo, mi
mujer fue profesora de una hija de una hermanastra de Su Alteza Real
(precisamente debi entrevistarse, por cuestiones colegiales, con la Dra.
ngeles Zorreguieta). Por otra parte, si bien suelo confundir los
parentescos, en la SADE me presentaron y salud a una prima de la
Reina digo prima pero es ampliamente posible que me equivoque. En efecto ella tampoco esto lo recuerdo bien es nieta de Augusto Zorreguieta, director de la revista Ronda literaria y abuelo de Mxima.
Pido la indulgencia del lector por todas las inexactitudes que, sin
ninguna malicia, pude haber cometido. No dedicar tiempo a estudiar el
tema y un eventual lector puede escribirme y hacerme todas las
correcciones que crea oportunas. Vuelvo a la segunda reina/princesa, la
de la velocidad. La Red nos da muchas fotos. Copio una muy discreta:
La cuestin es que nadie repar, que yo sepa, en que la atleta se
llama Dafne, como la hermosa ninfa de la mitologa, de quien cuenta
Ovidio que Apolo la persigui pero tuvo que conformarse con verla
convertida en laurel (, daphne, eso significa en griego). Albricias entonces a la nueva Dafne. Qu hara Apolo, si viviera hoy y la
conociera? Trat de responder a ello. Lnque Prnassm et Msas, cltor rcus t chelos: lia Dphne st nobscum,
Btav em genurunt. [Deja el Parnaso y las Musas, cultor del arco y de la lira: hay otra Dafne entre nosotros, progenie de los holandeses.]
R.L.
-
25
Un peln del Martn Fierro
El ao pasado el ilustre acadmico Don Pedro Barcia me
obsequi una fotocopia con una traduccin parcial del Martn Fierro,
hecha por Fermn Chvez. Lejos de m el competir con hombre tan
ilustre. En una reunin de profesores, mientras me hablaban de las
profundidades insondables de la pedagoga, improvis esta versin, no
literal, del comienzo de nuestro Homero: Hc loc sum cntatrus dlci pstorli lra, qua in cmpo eg viglo mgna, crte, mgna aermna; trstis dsont luscnia qudammdo consoltur.
Te pido disculpas, amigo lector, por traducirme a m (prometo no
hacerlo, al menos por un mes): En este lugar he de cantar / con dulce lira pastoril, / pues en el campo estoy en vela / con mis muy grandes
cuidados / triste canta el ruiseor / de algn modo me consuela. E.L.
Cuntos y cules fueron los Owen?
Considerars, amigo lector, ridcula la pregunta, porque el
apellido es centenario en cualquier directorio telefnico angloparlante.
Est Jesse Owens, Owen Wilson e infinitos ms. Pero aqu tengo que
ocuparme solo de dos. Uno, el mencionado en la enciclopedia en Red,
cuyo artculo copio abajo, con alguna correccin que le hago:
-
26
John Owen, cuyo nombre se suele latinizar como Ioannes Owen, Johannes Owenius, Ovenus o Audoenus [] (Plas Du, Llanarmon, cerca de Snowdon, pas de Gales, c. 1564 - Londres, c. 1622/1628) fue un
humanista y poeta latino epigramtico gals, tan famoso que lleg a
llamrsele el Marcial ingls no debe confundrsele con otros muchos homnimos o personajes del mismo nombre, entre ellos su casi
contemporneo el telogo puritano John Owen (1616 - 1683). Tiempo atrs escrib algo sobre alguno de sus epigramas latinos.
Pero hubo un Owen latino-escocs, ut ita dicam, nada menos que
en nuestras salvajes pampas. En efecto, tengo el libro: Jos Hernndez.
El gaucho Martn Fierro - The gaucho Martn Fierro (ed. bilinge, trad.
Walter Owen). Buenos Aires, Pampa, 1964. Nuestro amigo traductor
dominaba el ingls, el espaol (incluso en criollo rioplatense) y por lo
menos algo saba de latn, porque en la citada edicin (p. 14) leemos que
su ex libris era: GUALTERI OWENIUS / UNIVERSUM EST
SCRIPTURA DEI. Yo habra puesto Gualterius Owenius o, si no, en genitivo Gualteri Oweni. Pero esas son minucias.
J.F.
Vina cervisiam liques Martin Freundorfer, poeta latino actual, desde su Austria nos
escribe este epigrama
-
27
Haec nos laeta dies calices uult sumere fortes. Obsequimur: Caupo, pocula magna reple! Cras, Quid heri pol! sit, fessi mirabimur, actum? nec quisquam poterit iam meminisse miser.
[Este alegre da quiere que tomemos fuertes copas. Obedezcamos entonces: Tabernero, llena grandes vasos! Maana cansados diremos: qu pas ayer, por Plux? Y nadie ya, msero l, podr recordarlo.]
La invitacin al vino tiene a los que exhortan y a los convidados.
Aqu Martin, Horacio moderno, recuerda esas canciones populares que
hacen testigo y camarada al cantinero. En todo caso, vino o cerveza, es la
copa del olvido, pues maana ser otro da. Bacchus y Oblivio son
dioses que se llevan bien.
R.L.
Paseo laboral y clsico
Como todos los sbados, pasadas las 6 a.m., sal de casa rumbo al
Once, a dar clases en Morn. Despegu de la puerta de mi casa un
papelucho de una pizzera Angelica (sic). Mi asociacin inmediata, la
zamba de Roberto Cambar: Anglica, cuando te nombro, me vuelven a la memoria un valle, plida luna en la noche de abril, y aquel pueblito de Crdoba.
Segu unos pasos y me acerqu algo ms al mundo grecolatino,
pues otro papiro era de Anastasia Pizza:
-
28
Indudablemente el cartel de la foto, con dos letras cadas,
necesita una anstasis, una resurreccin. La siguiente cuadra encontr
tirada una lata de bombones Havanna. Uno de los dueos de la fbrica
fue el griego Demetrio Elades (no s si en Argentina transcribimos bien
nombre y apellido). En tren de coincidencias helnicas, este empresario
fue epnimo del edificio Demetrio Elades, fue construido por Juan
Antonio Domp, quien tambin hizo el Cosmos, aunque no s si hay
demasiado orden en Marpla, segn se ve en la foto y en la leyenda de la
Wikipedia.
En el panorama marplatense se destacan los edificios
Demetrio Elades y Cosmos, ambos del arq. Domp
Pero lo ms clsico tuvo que ver con el latn, pues cruzaron ante
m, por Rodrguez Pea, casi una decena de jvenes como de ltimos
aos de secundaria. Uno haba quedado rezagado, unos veinte metros
ms atrs. Una nia le dijo con voz estentrea: Vamos, apurate, que se pasa la vida. Me result curioso y dije al mozo: Joven, su amiga es filsofa, porque reflexiona sobre el paso del tiempo. Se parece al poeta
Horacio, quien insista en lo fugaz de la vida. Despus de haber as hablado, me di cuenta de mi necedad: cmo iba a saber un chico de hoy
algo acerca del Venusino? Para mi sorpresa esta fue su respuesta: S, tiene razn, en el ILSE lo le y me acuerdo de carpe diem. Que pase un buen da. Pensar que en mi bolso llevaba a Morn un ejemplar muy viejo de las Odas Pero mi mejor exgesis no podra igualar a la de ese tierno muchacho.
En fin, segu viaje, cruc la avenida Crdoba y pas por una
verdulera de Paraguay y Ayacucho. Justo el verdulero estaba con una
ristra de ajos. Para no ofender al poeta, cambi de vereda, pues l
abominaba del ajo, cicutis nocentius.
RADULFUS
-
29
Los caramelos ms latinos
Todo el mundo sabe que la yerba ms latina es Amanda, que el
talco ms latino es Veritas, . Y los caramelos? Sin duda los Sugus. Masticables, pero su nombre indica que son para chupar: sugo,is,ere. La
enciclopedia en lnea, en su versin espaola, dice: El nombre viene de las lenguas escandinavas, suge, que significa lo mismo que chupar. No me parece demasiado confiable esto, porque, aparte de carecer de cita
probatoria, la Wikipedia en otros idiomas nada dice de tal etimologa.
Pero, en calidad de escritor, me arrogo el injusto y arbitrario derecho de
dictaminar que Sugus se relaciona con la raz latina Por eso, mal que les
pese a Arcor, a 1/2 Hora y a los apetitosos Chimbote, Sugus se lleva la
palma de la latinidad. Y cmo se puede decir caramelo en neolatn? Me
permito arriesgar, por ahora, una humilde, viciosa, estrambtica y
golirdica posibilidad: gulinum.
RADULFUS
Lectura femenina: una alumna y las tragedias griegas
Los alumnos experimentan diversas sensaciones, despus de leer
y de comentar en clase las tragedias griegas. Una de mis alumnas me
sorprende gratamente mostrndome un poema. En l intent expresar
algunas de sus percepciones y reacciones literarias, ante un mundo tan
rico como es el de la trama, los personajes, los conflictos, las
maldiciones ancestrales el destino que pesa sobre los hroes trgicos y sobre nosotros mismos. Te invito a leerlo, querido amigo, aqu abajo. [Nota de la Redaccin]
-
30
CONTRA EL TORO Griegos, Edipos, Electras, Orculos, Jesuses, extermnenme.
El destino est en mi boca de mujer y en mi tero.
Incluso en la muerte conservo, debo conservar la dignidad de la naturaleza humana.
Incluso en la muerte luchar contra el destino es el mandato de la naturaleza humana, contra la prepotencia del todo, de toro, de m.
CARLA BIRROZZO