y referentesInfluenciasEDITORIAL

Al encontrarnos allí, frente a la hoja en blanco, frente al silencio; a esa nada que esconde todas las rutas y posi-bilidades, nos sentimos solos. Pero no lo estamos. Nos acompañan innumerables imágenes, experiencias, can-ciones, películas, situaciones, vivencias, personas, ideas; un sinnúmero de cosas que han tocado de una u otra manera nuestra sensibilidad y que han permanecido en nosotros.

Todos somos hijos de cientos de artistas que nos prece-dieron, y que, además de habernos inspirado a tomar el pincel, la guitarra o la pluma, en un principio, aparecen de manera directa o imperceptible en nuestra produc-ción. Mientras algunas sirven de impulso, también están las que nos confrontan y nos ayudan a cambiar el rumbo. Cosas externas, en principio ajenas, que se vuelven tan nuestras como de sus autores.

Pero no todas nuestras relaciones con estas obras y autores que admiramos son idílicas. En el camino de la creación, los referentes pueden ser herramientas, dis-paradores, tablas de salvación pero también se pueden convertir en una cárcel de la cual no puedes salir sin ma-tar al carcelero. ¿Cómo se borra la voz de otros autores para dejar surgir la propia? Los participantes de este número las han evocado y he-cho visibles, para compartirlas con nosotros y rendirles homenaje. También han reflexionado sobre los diferen-tes niveles de influencia y la forma en la que la vida y la obra propias se tejen con las de otros. Este será un viaje en el que los caminos se multiplican.

¡Bienvenidos a bordo!

2

3

4

5

6

7

8

So don t́ ask me “Hank, why do you drink? Why do you roll smoke?”

Hank Williams, Family Tradition

Claro, pero ¿qué pasa cuando tu familia está compuesta toda de ovejas negras? ¿Cómo hacer para la disidencia? Exacto, ser oveja blanca. Figu-róme entonces meter cuanto vitíligo, paludismo y decol se me atrave-saron. Pero acabé así buscando el yo en pleno oficialismo, en el ejercicio de rancios, rigurosos y austeros estilos. Y así, qué gracia. ¿Sin el placer de probar, sin el derecho a cagarla?Menos mal me topé, entre tanta población de políticamente correcto tono, con inusualmente alegres ejemplares. Y no dando con el abecé de su viaje traté de evocar las variantes albinas que se dan entre mi gente, pero tales hipótesis negaron. Que ya quisieran, aunque eso sí, con las tinieblas y su gente toda la onda. De hecho, estaban al tanto de nuestras movidas folk, llegando incluso al punto de nombrar a varias leyendas –vivas y finadas– de mi familia y con qué admiración. Y que yo qué hacía negando mi color y mi tumbao. Les expliqué y se quedaron pen-sando. Bueno, yo también. Porque no era no valorar ni negar, pero tam-poco adoptar así nomás las raíces (que sabrosas y todo, pero y entonces cómo voy yo ahí). – Ya, la tengo –alguien dijo (qué importa quién).

Entonces quedó: reincorporación a mi descarriado rebaño, con recluta-miento adicional de mis sabroseados secuaces, también para ir ganan-do ganado. Nuestra propuesta es conformar una especie de escuadrón infiltrado (yo, de tanto molestar con la pigmentación fui como mutan-do hacia un tono neutro, medio sepia crossover, aprobado en casi toda hueste) que se mimetice entre las tropas piadosobedientes, para irlas monitoreando con miras al ataque final. Experimentamos todavía con melaninas, pero ya por distrave. Ahora estamos más es probando ba-lidos que no visajeen tanto pero que armonicen con la bella tradición familiar de la rebelión.

9

10

11

12

13

14

15

16

17

18

19

20

María An-drea Serna Miranda

21

María An-drea Serna Miranda

22

23

24

Sebastián Segura

25

Sebastián Segura

26

Por un acto irresponsable de mi mamá me volví artista. Cuando tenía ocho años ella alquiló The Shining de Kubrick. Obviamen-te yo tenía prohibido verla, pero valiéndome de mi talento para embaucar logré hacer la mirada precisa que despertó en ella la suficiente compasión como para permitirme verla. Gané dos co-sas: tres días sin dormir y una fijación obsesiva por las cejas de Jack Nicholson. Me paraba horas frente al espejo haciendo mue-cas y ejercitando los músculos de mi frente para lograr levantar las cejas como aquel señor diabólico y altamente atractivo.

Teniendo diez años me encontré con Dalí. El enganche inicial fueron sus cejas. Esto me llevó a la expresión sobreactuada de su rostro, los bigotes y las muecas eternas, y esto al descubrimiento de todo lo que yo quería ser. No me acuerdo de haber visto sus cuadros en esa época, me acuerdo del personaje y de lo mucho que me impactó. Me encantaba su actitud, parecía percibir el mundo como si todos fueran espectadores, parecía vivir en un escenario constante. Me convencí a mí mismo de que ser artista se trataba de esto: vivir en un show eterno irradiando cosas lo-cas por los poros.

Luego encontré a Michael Jackson. No podía creer que en el mundo existiera un personaje que se desenvolviera de esa ma-nera en un escenario. Su porte, su forma de bailar, su voz. En-tonces, decidí que quería ser músico.

Pienso que las influencias vienen de pequeños detalles, de las insignificancias que terminan magnificándose porque el cere-bro centra su atención en ellas. Estos detalles se encadenan alea-toriamente, llevándonos a través de los años al punto en el cual tomamos decisiones importantes en nuestras vidas. Así que no te sientas mal por tener una verruga en la nariz, es probable que tu hijo decida ser dictador porque aprecia la oratoria de Álvaro Uribe ya que le recuerda a su venerado profesor de universidad que era un monstruo para la retórica y el cual tenía una verruga en la nariz igual a la tuya.

Por: Mau Gatiyo

La verruga es la raíz

27

ilustración Mau Ga-tiyo confirmado

28

29

Imaginemos un pedazo papel. Se ha escrito mucho sobre él. Alguna circunstancia, tal vez un impedi-mento de la movilidad, o la escasez del material (vaya uno a saber) ha obligado a borrar y a rees-cribir; aprovechando las márgenes, volviendo a borrar. Han pasado generaciones. Algunos trazos no se van del todo, y el papel exhibe un cuerpo de negritudes estratificadas, de grises y de casi blan-cos con palabras a las que su claridad ha quitado claridad; pero con un esfuerzo se pueden adivinar de esta o de otra manera. Y, como es de esperar-se, las múltiples superposiciones también tendrán distintas maneras de poderse leer. Podría uno quedarse horas apreciando y descifrando, com-pletando, reescribiendo… Y por regla habrá que preguntarse cuántos habrán escrito y quiénes son, qué buscaban.

O mejor: qué querían ocultar, sobre qué fue que quisieron superponerse. Algunas secuencias pare-cerán no tener sentido, o aunque eso casi siempre corre por cuenta del lector, corre por cuenta de su época. Algunas frases no llegarán a serlo por repe-tidas faltas sintácticas, gramaticales. Habrá lugar para la contundencia y la insinuación. Habrá tam-bién algo así como grandes frases. Y algún lector habrá creído escribir una buena frase, olvidando que sobre ese papel lo bueno ya no es de nadie, ni siquiera del otro.

Por: Camilo Velásquez

Porque lo buenoya no es de nadie

30

Editorial

Juan Gaviria(Colombia)behance.net/juangaviriab

Bibiana Rojas (Colombia) bibianarojas.net

Rafael I. Oliver G. (Colombia)

Ezequiel García (Argentina) aygerardi.tumblr.com

Criollan Brothers (América Latina)criollanbrothers.blogspot.com

Manuel Gómez (Colombia)guijarroclub.blogspot.com

Paola Acebedo (Colombia)flickr.com/paolaacebedorueda

Interestellarmedium (Colombia)ismedium.com

Juana Neuman (Argentina)juanitaneumann.blogspot.com.ar

Toto Duarte (Chile)flickr.com/sergalletas

1 2-3

4-5

6-7

8

9

10

11

12-13

14-15

Tabla decontenido

Manuela Fajardo G. (Colombia) fickr.com/manuisquity Ilustración portada y contraportada

16-17

18-19

20-21

22-23

24-25

26-27

28

29

30

Natalia Rojas Castro (Colombia)flickr.com/natalarata

Juan Pez (Aegentina) fickr.com/manuisquity

María Andrea Miranda Serna (Colombia)flickr.com/mamirandaserna

Sylvia Gómez G. (Colombia)sylviagomez.net

Sebastián Segura (Colombia)seguraespinel.tumblr.com

Mauricio Gatiyo (Colombia)instagram.com/mauriciogatiyo

Javier G. Calle (Colombia)behance.net/noveo

Camilo Velásquez (Colombia)facebook.com/esfaleron

Ernan Cirianni (Argentina)decomomehicericoyfamoso.blogspot.com

Esta publicación es beneficiaria de la beca de estímulos para proyectos editoriales en artes

plásticas y visuales del Instituto Distrital de las Artes, Idartes.

En alianza con:

Editado y producido por:

Con el apoyo de:

Publicado en septiembre de 2014,Bogotá, Colombia.ISSN: 2357-5182

Información y contacto ¡RUGE!todoslosrugidos.blogspot.comtodoslosrugidos@gmailFacebook:todoslosrugidos

Equipo editorial:Manuela Fajardo G. Rafael I. Oliver G.Sylvia Gómez G.

Producción audiovisual:Laura Mickan vimeo.com/lrmckn

Impresión de carátula en serigrafía: Rattrapfacebook.com/rat.trap.98

Impresión interior:Centro Gráficas

Este trabajo está licenciado bajo Creative com-mons Atribución-Compartir igual 3.0 Unported.

Queremos que usted pueda copiar, distribuir y comunicar esta obra, pero si lo hace, le pedimos que reconozca nuestra autoría.

También puede hacer obras derivadas siempre y cuando las comparta bajo esta misma licencia.

Avísenos si lo va a hacer; uno de los propósitos de compartir es generar vínculos. Si quiere usar esta obra de una forma diferente a la que esta licencia permite, escríbanos y nos ponemos de acuerdo.