Caballos de Plástico#1 - verano de 2012

Caballos de Plástico #1Editaron Fidel González Armatta, Fernando Ojam y Florencia Romano. Ilustró Florencia Romano. Diseñó y armó Fernando Ojam.www.caballosdeplastico.tumblr.com / caballosdeplastico@gmail.com / Facebook: Caballos de Plástico / Twitter: @caballoplastico

En el fin del mundo nos encontraremos

Caballos de Plástico no es sino una mera documentación de la muestra que se llevó a cabo en diciembre de 2011 en las instalaciones de una estancia en las afueras de la Ciudad de Buenos Aires. Para esquivar el facilismo y la obviedad recibió dicho nombre, en apariencia inconexo con su temática inicial: el fin del mundo. La muestra, soberbia aunque poco vasta, contó con lecturas de poesías, proyecciones de filmes (con la participación de una película danesa destacada en el momento de la celebración de la muestra y acompañada de la presencia de su elenco y director). Entre otras artes se incluyeron también una infame muestra fotográfica, y algunas esculturas en materiales comestibles como cerezas, que acabaron coronando el festín de un glorioso catering que conllevó una celebración con música electrónica a cargo de las máquinas. Para no dilatar en descripciones bucólicas de una cierta clase social, solamente se sugiere que otras performances tomaron lugar allí, de las que este escueto texto no puede recordar ni los participantes, ni los perros y demás animales allí presentes revelarán jamás.

EDITORIAL

4

Quizá lo más potente de los cinco poemas que integran este primer número sea que el fin del mundo no constituye, en principio, un problema histórico, ni una fuerza de la naturaleza, ni una imagen de la industria cultural sino, antes que nada, un problema de la expresión. Una expresión que se deja arrastrar por el pasado, por cierta experiencia de lo que significó el fin del mundo (todos los fines del mundo que nos han antecedido) para reponer, en términos ficcionales, un deseo. Dejar que el lenguaje nos arrastre hasta un futuro posible. Que el fin del mundo sea el motivo que inicie Caballos de plástico no es una ironía premeditada (comenzar con el fin), es uno de los modos de dar inicio a un trabajo incansable sobre el lenguaje y sus límites (los lenguajes posibles), sobre la ficción y sus límites, y sobre cómo el futuro, aunque incierto, se construye primero con palabras e imágenes.

Diciembre de 2011, Buenos Aires

5

Donde se acaba el mundoAdela Pantin

los perros de mi jardínno conocen a otros perrosy si no fuese por que son tres,no supieran cómo es que son.en el terreno de al ladoconstruyeron una casa que acaban de ocupar.cada vez que salgo a colgar ropa,escucho la voz de uno pequeñito que juega todo el tiempoy si fuera sólo por esome pareciera que esta ocupada por niños nada más.me pregunto si los pajaritos se dan cuentade que pueden cantar también de noche.o que los árboles no los construye la gente.si los peces ven el cielo como nosotrosel agua.si los perros de la calle le dicen afueraa lo que nosotros le decimosadentro.si los niños pequeños saben donde es el lugaren que se acaba el mundo.

6

7

La narración de su sensibilidad es crepitante:pone voz de nena y de lauchao se disfraza de novia y hace pis de parada a la noche en un parqueo se queda en el mar con cara de zombihasta tener cuerpo de vieja.

Yo la asocio con la guitarra de un soloporque es solitaria y suena fuerteparece los cascos de un caballo golpeando en un bosque desiertoo el ruido de un planeta en carrera contra el mundo.

Un gigante a su lado para llorarMaría Laura Romano

8

Su pecho es una malla agujereada para atrapar pecestodo su pathos se derrama en él.En sus ojos hay sabor a injusticia:que ella transparente los pechos con una camisa de encaje les encantaque haga la escenita de dolor los hace reír.Como si fuera el fin del mundove un caracol sin su concha y llorasi una rosa pierde un pétalo imagina gotitas de sangre en la roturasi pisa un hormiguero, proyecta en su cabeza la película del apocalipsis.

Tomarse todo a pecho es la droga de gente como ellala inyección de adrenalina clavada fuertele devuelve al corazón la inocencia desaparecida.Las imágenes de la tele le agujerean el cuerpo:casas derruidas, cosas feas del mundolas guerras de amor y de Estadolas cárceles y las tormentas del desierto.

9

Iempieza con la máquinadescubierta en el año nuevo cero, día nuevo ceroen el futuro trazaban la línea

IIera lo que hacíamosy eso nos alimentaba

IIILa máquina trazaba la líneacomía papeltrazaba la líneaescupía tintatrazaba la líneay era siempre recta.Varios se acercaron, y los que no descreyeron, algunosde los que no descreyeronformaron religióny la màquina que escupía papel y tinta en forma de línearecta línea nos iluminó.

La líneaFidel González Armatta

10

1la crisis del papella crisis de la tintala crisis de la líneahubo tres crisis,

ALa línea dejó de ser rectaporque algo nos quiso deciralgunos después entendimoslo que iba a pasar

BEn procesiónlos sabios marcharon hacia los Templos.Allí maquinitasréplicas módicas de la únicaEscupían ticketsy no dabanninguna verdad mecánica

CLa línea develó su verdadeso fue el año nuevo cero, día nuevo cero,la línea nos decía ahorala dirección

2

11

12

Miro la pantalla con constancia frugal, el fin al otro lado de la puerta y yo sin poder escribir la épica definitivaen el fondo nunca pude dejar de hablar de mí.El cielo hace días viró al azul, se definió por la noche. Saqué a mi hijo desesperada a pasear un ratola última semana que tuvimos sol.Creo que sabe todo, me deja abrazarlo fuerte. Tomamos la calle de los cerezos, nos reímos aplastando contra la vereda frutos machacados, pasados de maduros. Ahora mismo lo escucho no poder dormir, balbucea el tren fantasma de sus pesadillas. No me muevo, no puedo ayudarlo en nadaperdí todo contacto con el sentido, la fe en el consuelo:

MelancholiaNoelia Vera

13

tu casa un día es un refugio y al siguiente una mentira más. Corro la cortina, el viento despeina los sauces, enreda lo peor de mis teorías. Si todavía me preguntan, el fin va a ser una fiestaque esperamos juntos. Una terraza ventosa, vino burbujeante, manos entrelazadas, cantar un himno. En el establo hay stock desmesurado de botellas de agua, latas de conserva, una radio de supuesta indestructibilidad. Mi marido lleva meses guardando todo minimiza la potencia del impacto, tiene confianza en la ciencia y gran voluntad de calmarme pero no el don. Yo batallo contra mi neurosis mido la cercanía del enemigo imprimo el itinerario de nuestro planeta. Se acabó, la Tierra está sumida en la melancolía. Profeso la paz desde palabras sueltasme enamoro de los tics que tiene una loca. No vamos a estar nunca del todo listos, mi hermana ahora corre en el jardín el miedo la para en puntas de baile, ella era la más perfecta dueña de la belleza, ahora nos construye cuevas mágicas, abandona antes de tiempo la comodidad del privilegio, se tira sobre el pasto, y en sus destellos de lucidez nos promete amparose esconde, se echa a perder.

14

Un montón de gente que todavía no nacióva a nacer.Un montón de cosastodavía no descubiertasde las que no nos vamos a enterar.Va a llegar un momentocuando en el mundo no quedará nadieque conozcamosnadie que tus hijos hayan conocido. Si alguien algún día nos visita verá bosques de pinos rodeados de una bruma muy blanca.Seguro nos verá a nosotrosen nuestro antiguo mundocon las cosas no descubiertasmuriéndonos una y otra vezpero bailando.Bailando en discotecas teñidas de fucsiacon el pelo mojado sobre la cara,nuestros brazos pegándose con otrostodos una masa de muertos.

El futuroFlorencia Romano

15

Nosotros,todos besándonos en los rinconestranspirados, con el maquillaje corridolos ojos cerrados que nunca se abren,puestos en la discoteca de la muertecon todos los que alguna vez conocistecon todos los que los demás conocieron.

Somos incapaces de distinguir dónde están los vivosdónde están los muertos.No hay espacios. Sólo uno:la pista.Ahí siempre tenemos lugarpara seguir bailando.