Avances en la Constitución de la Profesión del Tecnólogo Educativoi

Rosa María González Isasi

Universidad Pedagógica Nacional

Resumen Este artículo aporta algunos elementos a la reflexión de la situación actual del campo de la Tecnología Educativa y de la profesionalización de Tecnólogo Educativo. La profesionalización del tecnólogo Educativo en México es incipiente. Sin embargo cada día se desarrollan más acciones tendientes a ello. En esas acciones, destaca la conformación de asociaciones y el ofrecimiento de programas educativos del campo de la Tecnología Educativa. Aún así, se requiere un mayor desarrollo en la profesionalización del Tecnólogo Educativo para poder afrontar, con buenos niveles de calidad, la creciente demanda y ofrecimiento de programas educativos que hacen uso de Tecnologías de la Información y la Comunicación para el logro de aprendizajes.

Introducción Mucho se ha avanzado en el campo de la Tecnología Educativa (TE) desde que,

en 1953, Finn (1962) describiera los avances que en el desarrollo de la profesión en el campo audiovisual se habían realizado. El análisis que realizó Finn estuvo orientado al desarrollo del campo audiovisual, el cual actualmente forma parte de un campo más amplio que es el de la TE.

Aún así, el análisis realizado por Finn (1962) constituye un gran aporte para el desarrollo ulterior del campo de la TE. Ello, porque hizo señalamientos muy precisos sobre los aspectos que había que desarrollar más ampliamente para que las actividades, hasta entonces artesanales, del campo audiovisual se constituyeran en actividades profesionales.

En el campo de la TE se ha avanzado en el desarrollo de bases teóricas y empíricas para el diseño, desarrollo, aplicación y evaluación de materiales educativos audiovisuales. También se ha avanzado en otro componente de la tecnología educativa, el del diseño instruccional.

El describir los avances desarrollados para la constitución del campo del la TE, y la consecuente profesionalización del tecnólogo instruccional, son el interés principal de este escrito. Así, se hace primeramente una descripción de los avances en el campo en materia de constitución de un cuerpo de conocimientos teóricos y conocimientos prácticos. Enseguida se plantean las tendencias en el desarrollo de profesión del tecnólogo educativo. También se hace una descripción de los avances que en México se han dado sobre la profesionalización del tecnólogo educativo. Por último se plantean algunas conclusiones. Génesis de la Constitución del Campo de la Tecnología Educativa

El campo de la TE ha sido considerado dentro de un ámbito técnico y no profesional. Como lo plantea Ely (Seels y Richy, 1994), actualmente la tendencia es hacia el impulso del campo profesional, y para ello se hacen diversos intentos por estructurar una definición que aunque no cree el campo, si ayuda a explicar sus funciones, roles y propósitos. También se realizan diversas acciones para desarrollar i Ponencia presentada en el XXIII Simposio Internacional de Computación en la Educación desarrollado en Morelia Michoacán 20 al 24 de octubre de 2007 www.somece.org.mx

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una comunidad más cohesionada de tecnólogos educativos, a través de congresos, conformación de grupos y asociaciones con intereses comunes, es decir, profesionalizar la práctica en este campo.

Dentro de las caracterizaciones que se han desarrollado sobre el campo de la TI esta la de Finn (1953), la cual durante años ha apoyado para que se desarrollen en el campo un cuerpo amplio de fundamentos teóricos. Los términos en que la describe son: a) un cuerpo de investigación y teoría, b) una técnica intelectual, c) aplicaciones a problemas prácticos, d) requerimientos mensurables de formación y certificación, e) un cuerpo de principios éticos, y f) asociación y comunicación entre los miembros.

Así, uno de los elementos básicos para el desarrollo de un campo es su definición en términos tanto teóricos como de práctica. La definición de Tecnología Instruccional de 1977, aprobada por la Association for Educational Communications and Technology (2001) de Estados Unidos, ha cumplido una función muy importante en la definición del campo. Sin embargo, el desarrollo de la tecnología de la comunicación, así como de la aplicación de ésta en la educación, ha propiciado el desarrollo de modalidades diferentes de educación a distancia, educación en línea, educación asistida por computadora, entre otras, y al mismo tiempo se han diversificado los materiales educativos realizados con estas tecnologías, por lo que por estas razones y otras más ha planteado la necesidad de redefinir el concepto.

En ese sentido, en 1994 se realiza una nueva definición, la cual es congruente con la teoría y la práctica que atraviesan el dominio de: diseño, desarrollo, utilización, evaluación y gestión. Esta definición reconoce también la importancia vital de que tanto procesos como productos sean reflejados en la definición.

Los cambios realizados entre estas definiciones fueron: a) Cambio del nombre del campo; el cual es el más obvio pero el menos

importante. b) De un énfasis en ambientes educativos formales a ambientes educativos más

diversificados c) Cambio de la orientación primaria de las actividades; de un énfasis en

procesos y resolución de problemas a la integración de la teoría y la práctica. d) Cambio en los dominios; se plantea una nueva configuración de dominios y

una nueva delimitación de sus componentes. Así, la definición de 1994 clarifica los límites intelectuales del campo de la TI,

identifica y enfatiza las conexiones y las dependencias entre los dominios. Además, no solo describe el campo sino que prescribe la investigación necesaria a futuro. Por otro lado deja abierta la posibilidad de innovaciones y acciones creativas en el dominio de la práctica. En este sentido, existen mejores condiciones para atender los problemas que se presentan a partir de las tendencias principales de desarrollo de la TI en la enseñanza y el aprendizaje, y los problemas a resolver. A continuación describimos los problemas, según el dominio de aplicación al que corresponden: a) diseño, b) desarrollo, c) utilización, d) gestión, y e) evaluación.

a) Dominio del diseño: existe una tendencia a dejar de considerar el uso de la tecnología de una manera lineal e inflexible, que presenta el problema del empleo de más recursos electrónicos y con mayor diversificación. Por otro lado, está el incremento de la preocupación por la ausencia de diseño instruccional en las escuelas, que plantea la necesidad de analizar la aplicabilidad del diseño instruccional en las escuelas. Se requiere así, una teoría que relacione el tipo de aprendizaje con el medio a utilizar. Por otro lado, plantea el problema de que en el diseño se consideren no solo los pasos de

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éste, sino también las teorías que explican el aprendizaje, en particular las teorías cognoscitivas, constructivas y el aprendizaje colaborativo y cooperativo.

b) Dominio de desarrollo: La tendencia en este dominio es incrementar la atención a las tecnologías de impresión y audiovisuales; diseño del texto y de los demás materiales visuales. Otra tendencia es el desafío en diseñar para la educación basada en computadora y para la integración de la tecnología en diferentes áreas, con el uso de tecnologías interactivas, y fundamentado en las teorías constructivista y de aprendizaje social.

c) Dominio de la utilización: En este dominio, la tendencia es al desarrollo de políticas y regulaciones que afectan el uso, difusión, implementación e institucionalización e las tecnologías. Otra tendencia es la preocupación por la influencia que tiene el movimiento de la reestructuración de la escuela, en el uso de los recursos instruccionales, ya que ello involucra la toma de decisiones sobre el uso de los recursos financieros de grandes montos, así como la estructura organizacional. Los problemas que plantea es cómo aplicar adecuadamente los recursos y cómo dinamizar la organización para el uso adecuado de los recursos tecnológicos con los que se cuente.

d) Dominio de la gestión. La tendencia está hacia el incremento de la calidad. En ello tiene impacto la difusión de las innovaciones, el desarrollo de la tecnología y la calidad de la gestión que puede constituirse en una herramienta poderosa para el cambio organizacional. El problema que esto presenta es que la estrecha relación entre la el sistema de información y la gestión crecerá y afectará a la TI, de tal forma que la gestión será cada vez mas dependiente en la información tratada.

e) Dominio de evaluación: La tendencia es hacia la preocupación de la necesidad de evaluar más allá de los contenidos, haciendo énfasis en el análisis de los aprendices y de la organización y el contexto. El movimiento de la búsqueda de la calidad afecta, ya que en él se requiere una evaluación continua. Otra tendencia es hacia el interés de evaluar objetivos cognitivos, afectivos y psicomotores, con el uso de los portafolios que reflejan en mayor medida la realidad y permiten evaluaciones cualitativas.

Un aporte importante al campo de la TE es la que hacen Seels y Richey (1994: 9) quienes definen a la TE como “la teoría y la práctica del diseño, desarrollo, utilización, gestión y evaluación de procesos y recursos para el aprendizaje”. Esta definición de TE incluye más componentes de la tecnología educativa que los planteados en la definición de 1994, pues abarca cuatro componentes interrelacionados: a) teoría y práctica, b) diseño, desarrollo, utilización, gestión y evaluación, c) procesos y recursos, y d) aprendizaje. Con ello se delimita el campo de la TE, identificando y enfatizando las conexiones y dependencias entre esos dominios. Además, esa definición de TI deja abierta la posibilidad de creatividad para introducir innovaciones.

Seels y Richy, (1994) plantean que el mayor desarrollo del campo está en el diseño, debido a que la mayoría de la investigación en la TE se ha dirigido hacia ese dominio y por consecuencia se requiere el desarrollo de conocimiento base en los otros dominios. En ese sentido, es necesario considerar los planteamientos de Shulman (1986) respecto a que la habilidad de comunicar es un elemento central para definir la asociación de la comunidad la cual implica tener en común: una cultura y entrenamiento, valores y metas, y experiencias, lo que se constituye en el ethos académico que posibilita la puesta en común de una definición y de desarrollos de teoría del campo. En este proceso, la conformación de asociaciones facilita la consecución de metas, ya que la identificación de los sujetos a un grupo posibilita la construcción de espacios de discusión, difusión y definición de los significados del campo. Todos estos

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aspectos, aunados al rápido desarrollo de la tecnología y sus grandes posibilidades de aplicación a la educación, constituyen los aspectos disciplinarios que definen la agenda para investigar y construir teoría, para desarrollar técnicas y principios para la práctica, así como, para la formación continua de los profesionales del campo de la TE. Principales Tendencias en el Desarrollo de la Profesión del Tecnólogo Educativa

Como plantea Seels y Richy (1994) la TE se ha desarrollado en una interacción entre la teoría y la práctica; la teoría surge del análisis que se hace de la práctica y sus resultados orientan el desarrollo de la misma. La mayoría de los modelos utilizados son estructurados en forma natural a partir de la práctica. En ese sentido, ésta ha influido en la evolución del campo y su definición más que la teoría, de allí la importancia de la forma cómo desarrolla la práctica un profesional en la TE, y como ésta es influenciada por los cinco elementos que Seels y Richy (1994) plantean: 1) tipo de contenido instruccional, 2) las características del aprendiz, 3) la organización en la cual tiene lugar la instrucción, 4) la capacidad de las herramientas disponibles, y 5) la experiencia de los instructores. Estos cinco elementos pueden considerarse como básicos, aunque no únicos, ya que gracias al desarrollo amplio que están teniendo día a día las tecnologías, tanto en su variedad como en su capacidad, las dimensiones que atraviesan la práctica profesional de los tecnólogos educativos se incrementa y diversifica, al mismo tiempo que las tareas de este profesional. En este sentido, es responsabilidad del tecnólogo educativo asumir los cambios y la diversificación en su lugar del trabajo.

Según Seels y Richy (1994) los ámbitos de trabajo pueden ser, cinco: a) Empresas e industria; b) comunidad, hogar e iglesia; c) educación; d) salud; e) gobierno. Sin embargo señalan que actualmente son en la industria y en las empresas en donde hay una oferta de trabajo mayor. En esos ámbitos, señalan Seels y Richy, el énfasis en las tareas del tecnólogo educativo están más hacia la productividad y que las variaciones de los tópicos en los que hace énfasis son: a) instrucción orientada al desarrollo de habilidades y la subsiguiente transferencia al entrenamiento, b) centrado en el contenido, más bien que la instrucción centrada en el aprendiz, c) tecnologías de aprendizaje a distancia, d) la naturaleza del aprendizaje adulto, y e) el desempeño de la tecnología. Por otro lado, señalan que en las escuelas, aunque haya menos aplicaciones en la actualidad, también tienen algunas áreas desarrolladas en las que se presentan diversidad de aplicaciones, entre ellas: 1) instrucción flexible controlada por el profesor, 2) reunir las necesidades comprehensivas de los estudiantes, 3) instrucción que no confía en la amplitud de principio a fin del diseño, y 4) examen y evaluación.

Los tecnólogos educativos son ubicados en sus trabajos con empleos cuyos títulos están muy relacionados con el dominio en el cual está el área de especialidad dentro del ámbito de la educación en donde se encuentran: diseñadores, desarrolladores educativos, supervisores de proyectos (evaluadores). Sin embargo, lo más común es que se les asignen títulos relacionados con la disciplina o el medio que se emplea; coordinador computacional, responsable de Web, coordinador de videoconferencia, entre otros.

Avances sobre la Profesionalización del Tecnólogo Educativo en México Como ya se señaló, todo campo del conocimiento pasa por un proceso gradual

en su constitución (Finn, 1953), en ese proceso se construyen los conocimientos teóricos y prácticos que permiten reconocer y solucionar los problemas prácticos que se presentan en el campo entonces artesanales del campo audiovisual se constituyeran en actividades profesionales. Hasta aquí hemos planteado los aspectos que refieren al

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desarrollo de un cuerpo de investigación y teoría, de la técnica intelectual, y de las aplicaciones a problemas prácticos de la educación que al tecnólogo educativo le competen. Estos aspectos han sido abordados desde el avance en el ámbito internacional Abordamos ahora dos aspectos importantes en la constitución del campo, visto desde el ámbito nacional de México: a) el de requerimientos mensurables de formación y certificación, y b) el de asociación y comunicación entre los miembros.

a) A pesar de que en otros países se han desarrollado diversos programas educativos que otorgan el grado de licenciatura o posgrado a los tecnólogos educativos desde hace más de dos décadas, en México esto está sucediendo muy lentamente y su inicio puede identificarse con más precisión hacia la década de los 1990s. De esta forma el paso de ser una artesanía a constituirse en una profesión, es muy reciente, al igual que el transitar de una práctica a nivel técnico a una práctica que demanda conocimientos más avanzados, y un campo con cuerpos orientado a la investigación académica y a la práctica. Un paso que ha ayudado al desarrollo de la profesión de tecnólogo educativo es el establecimiento de carreras universitarias en ese campo.

Sin embargo, son pocas las instituciones en donde se ofrecen programas educativos en el campo de la TE. Se ofrecen estos programas en solo 5 de las 139 instituciones públicas y privadas afiliadas a la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES). Además, son solo dos programas de licenciatura, cinco de maestría y una de doctorado (Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior 2005a).

Los programas de licenciatura que ofrecen son: 1) Comunicación y Tecnología Educativa en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos y 2) Ciencias de la Educación: Tecnología Educativa en la Universidad Autónoma de Tamaulipas.

En los posgrados es en donde hay más programas educativos del campo de la TE. Las maestrías se ofrecen en 16 campus diferentes de 9 estados de la República Mexicana: 1) Tecnología Educativa en la Universidad Autónoma de Tamaulipas UAT: en modalidad a Distancia combinada en línea y estancias presenciales; 2) Administración de Tecnología Educativa en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM): un campus en modalidad virtual, un campus en modalidad presencial; 3) Tecnología Educativa en el ITESM: cuatro campus modalidad virtual, dos campus en modalidad satelital y cinco campus modalidad presencial; 4) Comunicación y Tecnología Educativa en el Centro de Estudios en Comunicación y Tecnología Educativa; 5) Tecnología Educativa en el Instituto Latinoamericano de Comunicación Educativa (ILCE). El programa de doctorado es en Innovación y Tecnología Educativa y lo oferta el ITESM en modalidad virtual en siete campus de diferentes estados de la República Mexicana (Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, 2005b).

La situación que se vive en México en cuanto a la profesionalización del tecnólogo educativo ha impactado en el desarrollo del campo de la TE, pues si bien existe impulso e incremento en trabajos de las áreas de la profesión del tecnólogo educativo, gran cantidad de los puestos de trabajo son ocupados por profesionales de las Ciencias de la Información y la Comunicación, Computación y electrónica, matemáticas, entre otros. Esta situación, deja poco espacio para el profesional de educación, profesional que hasta hoy no ha conquistado su espacio en el área de la TE, a pesar de ser importante ese aspecto multidisciplinar de la TE. Esta situación se constituye en una limitante para el desarrollo de un ethos académico propio de la profesión de TE.

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b) Asociación y comunicación entre los miembros. En México existen acciones para conformar grupos interesados en la práctica y la investigación de la TE. Entre esos grupos destacan 1) el de la Sociedad Mexicana de Computación Educativa, SOMECE (http://www.somece.org.mx/index2.htm), 2) la Corporación Universitaria para el Desarrollo de Internet, A.C (CUDI) que agrupa a 83 instituciones y empresas, y tiene siete convenios con instituciones de Estados Unidos, España y otros países latinoamericanos para promover el desarrollar científico y educativo con el uso de Internet 2 (http://www.cudi.edu.mx/), 3) la Red Iberoamericana de Universidades (http://www.universia.net.mx/index.php/news_user/pgina_principal) en el cual se participa en los Congresos Virtuales CV promovidos en México por el ITESM, 4) La WebTe Tecnología en la Educación del IPN (http://www.te.ipn.mx/), y 5) la Dirección General de Servicios de Cómputo Académico (DGSCA) de la UNAM, que si bien es un área de la organización institucional, parte de sus acciones se pueden identificar por su autonomía como de una asociación (http://www.dgsca.unam.mx/).

Esas cinco instancias señaladas en el párrafo anterior desarrollan un papel muy importante en la conformación del campo de la TE en México, ya que promueven congresos y diversos eventos académicos nacionales e internacionales, así como la publicación de los avances en esta materia. Esas acciones desarrolladas poco a poco van propiciando una identidad y una delimitación de los ámbitos del campo de la TE. Conclusiones

Uno de los mayores problemas en la educación en México es la forma en como la está afectando el desarrollo de las tecnologías, ya que se han desarrollado nuevas plataformas para la entrega de los materiales, la comunicación en uno o dos sentidos, la comunicación sincrónica y asíncrona, y cada vez más las instituciones las están adoptando, pero existe en ello grandes deficiencias en cuanto al diseño instruccional, a la capacitación de los instructores, a los responsables de la gestión y también a los apoyos que deben tener los estudiantes para el uso de esas plataformas.

Por otro lado, en México está siendo considerada la tendencia de integrar las tecnologías interactivas para el logro de aprendizajes basados en teorías constructivista y social, ya que a través de instancias gubernamentales y desconcentradas del gobierno, se están desarrollando acciones con ese propósito. Sin embargo, se presenta problema en el desarrollo de la práctica, pues a pesar de que cada día son los currículos que se diseñan con esas bases, los educadores siguen utilizando estrategias que llevan a desarrollar aprendizajes mecánicos y memoristas. Por otro lado, tampoco se realiza retroalimentación adecuada y a tiempo.

El problema de la utilización en México se ve ampliamente afectada por la poca profesionalización de quienes realizan la práctica en este campo, ya que como este campo tiene poco desarrollo y este no se puede dar con la participación de algunos grupos aislados. Por ello, la constitución de asociaciones y comunidades de tecnólogos educativos es un paso natural que muy probablemente se producirá cada vez con mayor fuerza, a la par que el crecimiento en la oferta de programas de formación en el campo, lo cual, como ya se señaló en párrafos anteriores es incipiente. Así, puede considerarse que este proceso ya en desarrollo podrá en un futuro sentar las bases para investigar y construir teoría, así como para desarrollar técnicas y principios para innovar en la práctica. En este sentido, es fácil comprender como en México no existen instancias certificadoras de los profesionales de la tecnología educativa, como existen en otros países cuyo desarrollo en el campo es más amplio.

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Definitivamente falta mucho por hacer y en ello pueden tener un papel importante los egresados de los aún pocos programas de licenciatura y posgrado en los que se forman los profesionales del campo de la Tecnología Educativa. Especialistas que pueden aportar elementos de dos aspectos muy importantes de la profesión de tecnólogo educativo: la actitud innovadora y la fuerte base educacional. Los Tecnólogos Educativos pueden aportar elementos para que las tecnologías sean contextualizadas pedagógicamente para que se ostenten como educativas. Referencias

Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (2005a).

Catálogo de licenciaturas y posgrados. Recuperado marzo 13, 2005 en http://www.anuies.mx/servicios/c_licenciatura/index2.php

Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (2005b).

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Finn, J. (1953). Professionalizing the audiovisual field. Audio-Visual Communication

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