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KARL LIPPERThabla de Responsabilidad
SocialEmpresarial
Repensemos la fi lantropíaEZEQUIEL REFFICO
Empresarios socialesCARLOS VILLA
Comercio JustoFELIPE ARANGO
El Sentido de la RSEJAVIER TORRES
¿Qué nos viene a la cabeza cuando, en el contexto de la empresa
y su responsabilidad social, pensamos en “fi lantropía? A lo
largo de los años, este término ha pasado a tener diferentes
signifi cados para diferentes personas. Se asocian a la fi lantropía
distintas miradas y prácticas, que a primera vista parecen ser
incompatibles entre sí… ¿Lo son?
EmpresaResponsabilidad
SocialEmpresarial
Los criterios de comercio
justo son defi nidos por
FLO, una asociación
de ONGs de 21 países
que promueven el
consumo del ‘Fairtrade’.
El cumplimiento de los
criterios es auditado por
FLO-Cert., certifi cadora
independiente
que garantiza el
cumplimiento de
prácticas de producción
sostenible.
Felipe Arango.
Los países
comprometidos con
los Objetivos de
Desarrollo del Milenio
han establecido metas
concretas de acuerdo a
su propia realidad, su
cultura y contexto. En
Colombia el Conpes
91 del 2005 es el
documento a través
del cual se recoge
y comunican estas
metas.
Martha Sarmiento.
La Organización
Internacional de
Estandarización
(ISO) se dio a la tarea
de desarrollar una
norma la ISO 26000
de Responsabilidad
Social, que
permitirá unifi car
la multiplicidad de
estándares existentes
y facilitar su
implementación en las
empresas.
Dante Pesce.
Cadenas de Valor Sostenibles
Objetivos de Desarrollo del Milenio y sector privado
ISO 26000:una normapara la RSE
El Caballero de la CervezaKarl Lippert, el surafricano que ocupa la presidencia de Bavaria desde
que fue adquirida por SABMiller a comienzos del 2006, habla en
entrevista exclusiva para R&S de las políticas de inversión social de la
compañía y de su visión sobre el futuro de Colombia.
contenido
Repensemos la fi lantropía
12
4 RS Responsabilidad Sostenibilidad
Opinión
Además:
Noticias
Tecnología
Redes
Indicadores
El principal actor para
asegurar sostenibilidad
de los programas de
reintegración, es el
sector empresarial y
productivo. Hablar
a los empresarios
del tema, comporta
grandes retos y
desafíos, ya que ha sido
un sector golpeado por
el accionar violento a
lo largo de décadas en
nuestro país.
Mario Velásquez.
Reincorporación en el Municipio de Medellín
Carrefour ha basado
su estrategia de RSE y
Desarrollo Sostenible
en el desarrollo de 4
ejes que apoyan su
proceso de expansión
y consolidación en
Colombia, no solo a
partir de la generación
de valor económico
sino acompañado de
una clara estrategia de
generación de valor
social.
Claudia Cárdenas.
CARREFOUR ¡Chévere!
Hoy día sabemos
que para enfrentar la
pobreza, el hambre
y la desigualdad, se
requiere la acción
de los gobiernos,
de los empresarios
y de la comunidad,
lo que dio origen
a una declaración
suscrita por 191
países, conocida como
la declaración del
milenio.
Roberto Ortegón.
Hasta donde llega la responsabilidad Social
¿Cómo cumplir
con el trámite y el
procedimiento legal, y a
la vez realizar un proceso
de planeación socio-
ambiental que tenga
sentido?
La respuesta es fácil
en su planteamiento
y compleja en su
aplicación: es la
“operativización”
del concepto de
participación ciudadana.
Mauricio Ibáñez.
RS y Medio Ambiente: buscandolos lazos
Con una larga El
mercado es quien
hoy exige que detrás
de la producción de
los bienes y servicios
existan probadas
buenas prácticas de
RSE con todos sus
grupos de interés y sus
eslabones en la cadena
productiva.
John Karakatsianis.
La historia del Sector Privado Colombiano
La nueva
confi guración del
mundo nos invita a
pensar en el riesgo al
que estamos sometidos
y la urgencia de
crear nuevas fuentes
de confi anza. Las
fronteras entre
las empresas, las
organizaciones sociales
y el Estado se vuelven
fl exibles.
Javier Torres.
El Sentido de la Responsabilidad Social
48
Promover el
comportamiento ético
y en valores, además
de despertar el interés
por el bien común y
el desarrollo del país,
tiene hoy razones
adicionales a las
meramente éticas.
Carlos Villa.
Empresarios Sociales
56
5RS Responsabilidad Sostenibilidad
Sálvese quien quiera;
puede quien quiera;
muchos quieren;
muchos pueden
ayudarle a los que
quieren. La RS es una
forma de entender la
interdependencia de
los seres humanos y de
lograr que Colombia
esté en todas las
manos.
Pedro Medina.
Sálvese quien quiera: todos pueden
Para el rector desde
hace 9 años de la
Pontifi cia Universidad
Javeriana, la Academia
debe proporcionar una
educación integral.
No se trata solamente
de la formación
del conocimiento
y del saber, sino
que la afectividad,
la voluntad y el
compromiso social,
deben estar insertos en
los currículos.
Entrevista con el Padre Gerardo Remolina
50
Una publicación de
Carrera 18 No. 88-17, Of. 101PBX: 257 7622
www.gatosgemelos.comBogotá, D.C. Colombia
RS NO SE HACE RESPONSABLE DE LAS OPINIONES EXPRESADAS POR LOS AUTORES DE LOS ARTÍCULOS.
DirectoraIRENE BELLO GONZÁLEZ.
GerenteERICK H. PICHOT R
EditoraCLAUDIA MARCELA AYALA GÓMEZ
RedacciónDANNY ARTEAGA CASTRILLÓNCAMILO JIMÉNEZ CALDERÓN,HÉCTOR MIGUEL ROSERONÉSTOR BARROS
CorrecciónNELSON ROJAS
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Dirección de ArteCAMILO A. PARRA P.
DiseñadoresVIVIANA CRUZ,JOHANNA SÁNCHEZJOHNATHAN RODRÍGUEZ
FotografíaFOCO UNO / JULIÁN LINEROSHARG COLORS / HUGO ALEXÁNDER RIAÑOAMPARO FIGUEREDOABLESTOCK
IlustracionesFERNANDO PINEDA MAHECHA
Asesoría editorialCLAUDIA SÁNCHEZ RODRÍGUEZ
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AsistentesANGÉLICA MAYORGAMANUEL MAHECHA
Jefe de producciónJAVIER PINEDA MAHECHA
ImpresiónTC IMPRESORES LTDA.
ISSN: en trámite
Consejo AsesorDANTE PESCE
JAVIER JARAMILLOVELÁSQUEZ
CARLOS VILLA SALAZARRAFAEL STAND NIÑO
FABIO TOBÓN LONDOÑOLUÍS FELIPE JARAMILLO
PEDRO MEDINA
Comité EditorialJHON KARAKATSIANISROBERTO GUTIÉRREZCLAUDIA CÁRDENAS
JUAN CARLOS HERNÁNDEZMARTA HELENA VILLEGAS
FELIPE ARANGOJAVIER TORRES
Columnistas permanentesPEDRO MEDINAFELIPE ARANGO
Columnistas invitadosEZEQUIEL REFFICO
CLAUDIA CÁRDENASJAVIER TORRES
JHON KARAKATSIANISCARLOS VILLADANTE PESCE
MARTHA SARMIENTOROBERTO ORTEGÓN
MAURICIO IBÁÑEZMARIO VELÁSQUEZ
responsabilidadsostenibilidad
gatosgemeloscomunicación
colaboradores
8
EZEQUIEL REFFICO: Ph. D.
in Law & Diplomacy Fletcher
School, Tuft s University en
colaboración con Harvard
University, Master Universidad
de Barcelona, y Abogado por la
U. de Buenos Aires, es Senior
Researcher del Latin America
Research Center de HBS.
MARTHA SARMIENTO:
Abogada U. del Rosario,
Especialista en Gerencia Social
del Programa del BID, maestría
en Dispute Resolution and Peace
Studies, de Nova Southeastern
University, certifi cada en Personal
Balance Scorecard.
CLAUDIA CÁRDENAS:
Coordinadora Grupo de Ética y
Responsabilidad Social Empresarial,
Facultad de Ciencias Económicas
y Administrativas, U. Javeriana.
Economista U. Externado de
Colombia y Magíster en Política
Social U. Javeriana. Gerencia y
Consultoría de la RSE en el Centro
Vincular y en el Center for Corporate
Citizenship del Boston College.
ROBERTO ORTEGÓN:
Comunicador Social con
maestría en Investigación
Social y Doctorado en Ciencias
Políticas y Sociales. Presidente
de Fedecultura. Profesor de las
Universidades Externado de
Colombia y de la Universidad
Piloto de Colombia en la Maestría
de Gestión Urbana.
JOHN KARAKATSIANIS:
Abogado de la Pontifi cia
Universidad Javeriana, especialista
en Derecho Administrativo
y Gerente Social del INDES
(BID). Actualmente es el Gerente
Nacional de Responsabilidad
Social Empresarial de la
Asociación Nacional de
Empresarios de Colombia ANDI.
MARIO VELÁSQUEZ:
Filósofo de la U. Santo Tomás y
Aspirante al título de Maestría en
Educación y Desarrollo Humano
de la Universidad de Manizales-
Cinde. Actualmente coordina
el área de formación y
educación del Programa Paz y
Reconciliación de la Alcaldía de
Medellín.
DANTE PESCE: Historiador y
Magíster en Ciencias Políticas,
Pontifi cia U. Católica de Chile.
Magíster en Gestión Pública de
la U. de Harvard. Diplomado
en Contribuciones Estratégicas
hacia la Comunidad, Center for
Corporate Citizenship at Boston
College.
FELIPE ARANGO HENAO:
Graduado en Administración de
Empresas y Ciencias Políticas por
Boston University. Director para
Colombia de BSD – Business and
Social Development, consultoría
especializada en responsabilidad
social empresarial. Entrenador
de auditores para las normas
Fairtrade (FLO) y SA8000.
RS Responsabilidad Sostenibilidad
P
10
Para muchos una iniciativa editorial es una empresa “quijotesca”, para otros es
simplemente la oportunidad de hacer un aporte al país, con un espacio creado para
permitir la refl exión y el análisis sobre un tema de actualidad.
El tema de la Responsabilidad Social no es nuevo en el mundo ni en Colombia,
las organizaciones humanas han practicado desde mucho tiempo atrás acciones que
denotan su interés de generar desarrollo no sólo de puertas adentro, sino pensando en
otros grupos vulnerables que requieren su apoyo.
Fenómenos mundiales como la globalización de los mercados han puesto sobre
la palestra el tema de cómo se da curso al crecimiento económico acompañado de un
desarrollo sostenible; esto a manera de indicador de la preocupación inmensa de quie-
nes ven el fracaso de antiguas prácticas que amenazan el futuro del planeta.
Este es el motor para que el Estado, las pequeñas y grandes empresas y la socie-
dad civil, tiendan a trabajar en alianzas que procuren mejores niveles de desarrollo en
sus entornos y países.
En un mundo globalizado donde los mercados le imponen una nueva dinámica
a las organizaciones; surge la imperiosa necesidad de que la empresa contribuya a un
desarrollo sostenible para todos. En este contexto se propone se propone un proyecto
editorial especializado que impulse el ejercicio de la Responsabilidad Social y promue-
va los principios del Desarrollo Sostenible en Colombia.
La estrategia empresarial debe evolucionar a la par con el mundo, y el ejercicio
de acciones en Responsabilidad Social debe alinearse a los objetivos del negocio, ba-
sado en un fuerte liderazgo y convicción de la alta dirección. Este campo se convierte
en un reto constante para la gerencia y brinda innumerables opciones de mejora. Estos
aprendizajes vienen tanto de la experiencia propia como del conocimiento de las ten-
dencias mundiales y de las buenas prácticas en muchas latitudes.
La publicación pretende sensibilizar, informar, divulgar las nuevas tendencias,
comunicar la perspectiva global y ayudar a las empresas colombianas en la gestión de
sus negocios de una forma socialmente responsable, en aras de contribuir a consolidar
una sociedad más justa y equitativa.
El interés de este proyecto editorial es colaborar a las organizaciones de diferen-
tes sectores de la economía en la construcción de patrones éticos para relacionarse con
sus grupos de interés y en la divulgación de sus buenas prácticas en el tema.
Son estas algunas de las ideas que motivaron al grupo de Gatos Gemelos Comu-
nicación para aportar un espacio de intercambio donde se consignen opiniones, expe-
riencias, análisis y refl exiones en torno a la Responsabilidad Social y la Sostenibilidad.
De igual manera pensamos que las transformaciones que requiere el mundo vendrán
de la mano de los líderes de todos los sectores quienes están llamados a promover unas
nuevas políticas y prácticas en los temas estratégicos, sociales, ambientales y de respeto
a los derechos humanos.
Hoy con gran satisfacción y mucha expectativa presentamos el primer número
de nuestra revista RS Responsabilidad y Sostenibilidad, esfuerzo en el que nos acom-
pañan un grupo importante de líderes de diferentes sectores, quienes generosamente
comparten su visión sobre el tema, poniendo los pilares para el futuro desarrollo de este
medio. En especial agradecemos a quienes confi aron en este equipo de trabajo y nos ha
alentado a sacar adelante la publicación, a sabiendas de los retos que esto impone.
Invito a todos los que se sientan llamados a compartir sus conocimientos y ex-
periencias a que consideren ésta publicación como propia y compartan con nuestros
lectores toda esa riqueza.
Irene Bello Gonzálezirene@gatosgemelos.com
Directora
editorial
RS Responsabilidad Sostenibilidad
EmpresaResponsabilidad
SocialEmpresarial
¿Qué nos viene a la cabeza cuando, en el contexto de la empresa y su responsabilidad
social, pensamos en ‘fi lantropía’? A lo largo de los años, este término ha pasado
a tener distintos signifi cados para diferentes personas. Todos crecimos con él,
pero mientras algunas empresas lo siguen abrazando, otras trabajan por dejarlo
de lado. Se asocian a la fi lantropía distintas miradas y prácticas, que a primera
vista parecen ser incompatibles entre sí… ¿Lo son? Sin pretender hacer un análisis
exhaustivo de todas las acepciones existentes sobre la fi lantropía, los párrafos que
siguen proponen una refl exión sobre este abanico de miradas. Más aún: algunas
de esas miradas, que se suponen incompatibles, podrían no serlo. Pueden ser
reconciliadas a través de algunos puentes conceptuales, que les permitan convivir
cómodamente bajo un único techo. Por Ezequiel Reffi co.
Repensemos la fi lantropía
13RS Responsabilidad Sostenibilidad
U
tem
a ce
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alAgosto 2007
número 1
14
Un viejo compañero de viaje Du-
rante largo tiempo, la fi lantropía ha sido com-
pañero de viaje en la historia de Latinoaméri-
ca. Estuvo entre nosotros desde el nacimiento
de nuestras naciones, quizás un siglo antes de
que se forjara la idea de que sus integrantes te-
nían una “responsabilidad social” hacia sus pares.
En este sentido, ha sido pionera en la construcción
de la agenda de la RSE, y su historia describe un camino
interesante. Durante décadas fue terreno exclusivo de orga-
nizaciones religiosas, de sociedades de benefi cencia y de las damas de
caridad. Mayormente no eran los líderes del sector privado los que se
ocupaban de estos temas, sino sus esposas. Sin embargo, con el tiempo
la fi lantropía fue ingresando paulatinamente en el mundo de la empresa
y de sus líderes, de la mano de las creencias religiosas, los principios
éticos y –por qué no decirlo– de las relaciones públicas.
Por convicción y/o por necesidad, una a una las empresas de
la región, sobre la marcha, fueron construyendo programas fi lantrópi-
cos de relaciones con la comunidad. En los últimos años, las de cierto
tamaño incluso crearon sus propias fundaciones, con políticas a largo
plazo, fi nanciamiento asegurado y un staff de especialistas dedicados a
la inversión social. En suma, de ser algo externo a la empresa, la fi lan-
tropía ingresó en ella, y en los últimos años parece estar saliendo nue-
vamente, tercerizada hacia organizaciones dedicadas y especializadas,
que si bien cuentan con el padrinazgo de una gran empresa, no dejan
de ser externas.
¿Prestigio en baja? A lo largo de este camino, la fi lantropía
parece haber perdido algo de su prestigio. Algunas empresas parecen
defi nir lo que hacen en contraposición a la fi lantropía. Por ejemplo,
cuando la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia explica por
qué invierte en educación, se siente obligada a aclarar ante todo que
“NO lo hacemos por fi lantropía” (enfatizado en mayúsculas en el tex-
to original). En cambio, esa inversión busca “incrementar la
productividad en los predios cafeteros” o “reducir los
costos de producción”, entre otros objetivos1. Del
mismo modo, algunas fundaciones donantes tien-
den a evitar el uso del término “fi lantropía”, in-
clinándose más hacia el de “inversión social”.
¿Estamos hablando de cosas incompatibles
o siquiera diferentes? Si entendemos la fi -
lantropía como “la promoción voluntaria
del bienestar humano”2, tenemos entre ma-
nos un concepto lo sufi cientemente amplio
como para abarcar prácticas muy diversas
–incluyendo algunas que sus gestores llama-
rían de otro modo–. Lo que este espectro debe
tener en común es la transferencia voluntaria de
un activo (dinero, recursos, servicios) al servicio
de una causa comunitaria como fi n primordial.
Claramente, detrás de ese cuidado semántico
existe una preocupación por diferenciarse de la “vieja ma-
nera” de hacer fi lantropía (reactiva, carente de foco, meramente táctica
por ir a los síntomas y no a las causas de las problemáticas sociales), y es
bueno que así sea. Sin embargo, existe el riesgo de que esa legítima pre-
ocupación vaya demasiado lejos, y convierta un sano prurito semántico
en un ostracismo real. Sigue existiendo espacio para todos bajo el sol,
pero el interés donante parece haberse deslizado hacia el fi nanciamien-
to de iniciativas que tienen un componente económico. Encontramos
en esto juntas a organizaciones que apoyan el trabajo económicamente
autosostenible de emprendedores sociales, o grandes empresas que ex-
ploran la posibilidad de lanzar iniciativas de negocio para los sectores
más empobrecidos de la sociedad.
¿Qué rol darle a la filantropía? Entre las empresas que
quieren comprometerse con sus comunidades, parecen emerger dos ac-
titudes bien diferenciadas respecto al rol de la fi lantropía. La primera,
demostrada por el ejemplo de la federación cafetera, podría ser descrita
como la intención de “diferenciarse” de la fi lantropía, a través de inicia-
tivas sociales que estén alineadas con la estrategia comercial.
Por ejemplo, el gigante de la alimentación Danone estructura
su actuación social a partir de lo que denomina su “doble proyecto
La fi lantropía puede brindarnos
inteligencia de mercado sobre
posibilidades inexploradas. Un
programa fi lantrópico puede ser
instrumental para concebir y
desarrollar futuros mercados, sin
que ello implique la generación de
ventajas comerciales a corto plazo.
RS Responsabilidad Sostenibilidad
económico y social”, por el que busca generar valor en ambas dimen-
siones. Por eso, cuando la filial mexicana de Danone decidió inten-
sificar su labor social en ese país, pensó en términos de su “doble
proyecto”. En palabras de Aminta Ocampo, su gerente de Relaciones
Públicas, “queríamos algo que fuera no solo social, sino que también
representara beneficios económicos”. El resultado fue ‘Construya-
mos sus Sueños’, una campaña de marketing con causa, en alian-
za con la ONG Casa de la Amistad. “Construyamos sus Sueños fue
una respuesta a nuestra política corporativa… es un proyecto social
y económico al mismo tiempo”, explica Aminta, “es un gana-gana;
gana la sociedad, ganan las instituciones, gana la compañía, todos
ganamos”3.
La idea de generar situaciones gana-gana entre empresa y comu-
nidad es legítima, y pocos pueden dudar de su efectividad. Entre 1983
y 2003, las donaciones fi lantrópicas en los EE. UU. crecieron a un 6%,
mientras que los donativos hechos a través de mercadeo de causa han
venido aumentando desde entonces, año a año, a más del doble (14%
anual)4.
La mirada contraria consiste en marcar una frontera tajante en-
tre fi lantropía y estrategia empresarial. Según esta visión, las acciones
de marketing, aunque tengan una dimensión cultural o social, no dejan
de ser marketing, y deben evaluarse desde esta lógica. Para el brasileño
Banco Itaú, por ejemplo, “la actuación social… debe ser concebida con
una óptica de inversión comunitaria, cuyo retorno no debe ser medido
por los indicadores del banco, sino por los benefi cios concebidos a la
comunidad”5. En la misma línea, el diario argentino La Nación ha deci-
dido no cuantifi car los costos de sus aportes en especie, ni los benefi cios
de imagen que obtiene de sus donaciones a la Red Solidaria, una organi-
zación comunitaria de ese país. En la percepción de su gerencia, hacerlo
“desnaturalizaría su naturaleza solidaria”, sugiriendo algún vínculo con
objetivos comerciales o de marketing6.
Un continuo conceptual Ambas miradas cuentan con argu-
mentos de peso. Sin embargo, es posible encontrar puentes conceptua-
les que las integren, como veremos seguidamente.
La filantropía y el desarrollo de mercados. Tomemos, por
ejemplo, la primera mirada. Buscar alinear el benefi cio para la empresa
y el benefi cio para la comunidad es un objetivo legítimo. Pero lo intere-
sante es que alcanzarlo no necesariamente implica “distanciarse” de la
fi lantropía. En realidad, la fi lantropía puede brindarnos inteligencia de
mercado sobre posibilidades inexploradas. Un programa fi lantrópico
puede ser instrumental para concebir y desarrollar futuros mercados, sin
que ello implique la generación de ventajas comerciales a corto plazo.
Un ejemplo interesante de ello es el programa de Pequeños Agri-
cultores de Monsanto7, que comenzó en 1990, por iniciativa de técni-
cos de varias unidades de negocio de esta multinacional destinados en
África. A través de diferentes programas de voluntariado, estos técnicos
comenzaron a desarrollar programas destinados a entender las necesida-
des de subsistencia de los agricultores, y a generar respuestas. Durante
La RS también abarca
la política del Gobierno Nacional
El Estado busca otorgar las garantías a la inversión privada, pero, a su vez, exige que esta cumpla con su responsabilidad social.
El gobierno de Álvaro Uribe Vélez entiende la responsabilidad social desde tres aspectos: las relaciones transparentes del Estado con los inversionistas; la solidaridad y responsabilidad con las comunidades, y las relaciones laborales. Para el efecto, busca cinco objetivos: la seguridad con alcance democrático; las libertades; la construcción de cohesión social; el respeto a la institucionalidad, y la transparencia.
Adicionalmente, la consolidación de la seguridad, de la confianza inversionista y el cumplimiento de las metas sociales generan otro elemento: la legitimidad. Para alcanzarla, la confianza inversionista aporta los recursos, y las metas sociales le dan legitimidad a la política de seguridad.
Con el tiempo la fi lantropía fue ingresando
paulatinamente en el mundo de la empresa
y de sus líderes, de la mano de las creencias
religiosas, los principios éticos y –por qué no
decirlo– de las relaciones públicas.
15RS Responsabilidad Sostenibilidad
Gigantescas donaciones,el aporte de Bill Gates
16
varios años esos proyectos se desarrollaron en
forma descentralizada, sin ninguna aspiración
comercial: solo comprender y ayudar a los
campesinos africanos.
A medida que los programas aumen-
taron en escala e importancia, se decidió cen-
tralizar el esfuerzo. En 1998 el programa se
formalizó, y se le asignó un presupuesto y un
equipo a escala global. También se tomó una
decisión: la empresa dejaría de relacionarse
con los pequeños agricultores solo como be-
nefi ciarios, y comenzaría a trabajar por desarrollarlos y convertirlos en
futuros clientes.
Se desarrolló así una metodología básica, que se ajustaba a las
particularidades de cada proyecto. Se comenzaba por investigar las ne-
cesidades de los pequeños agricultores y establecer una línea de base.
Luego la compañía se aliaba a otras organizaciones con experiencia en
desarrollo rural, para el desarrollo de tecnologías apropiadas a esas nece-
sidades, y la transferencia de prácticas que impactaran positivamente su
productividad y el medio ambiente. El programa promovía la entrega de
semillas, fertilizantes y pesticidas, la capacitación en cultivos sostenibles,
y la asistencia técnica. Además, la empresa y sus socios ayudaban a los
agricultores a organizarse, para comercializar su producción en condi-
ciones más ventajosas. En algunos casos se facilitaba apoyo fi nanciero,
Por años el dueño de Microsoft, Bill Gates, uno de los hombres más ricos del mundo, ha sido asociado con los temas de la filantropía y la responsabilidad social.
De acuerdo con datos de la revista Business Week, el empresario es uno de los donantes más generosos del mundo, después de que entregara 23.000 millones de dólares a la fundación Bill y Melinda Gates, dedicada a programas sociales y de salud en países del llamado tercer mundo, con iniciativas para combatir el sida, la tuberculosis y la malaria. Se estima que 132 países han resultado beneficiados con estas iniciativas.
“Creo que una empresa que retribuye al país en el que se encuentra, va a poder atraer a los mejores empleados… Para mí, en lo personal, ha significado el comprometer mi riqueza a una fundación, y tanto Microsoft, como las cosas que hago, se centran en dar un buen ejemplo de responsabilidad social”, aseguró el empresario, que en el 2006 obtuvo el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional.
Bill Gates ha llevado su mensaje de responsabilidad social alrededor del mundo, y ha visitado, entre otros, a países como Brasil, España y Colombia, en donde se comprometió a apoyar el acceso de los desplazados y los niños de bajos recursos a los computadores y a la internet.
Entre 1983 y 2003,
las donaciones
fi lantrópicas en los
EE. UU. crecieron a
un 6%, mientras que
los donativos hechos
a través de mercadeo
de causa han venido
aumentando desde
entonces, año a año,
a más del doble
(14% anual) .
a través de microcréditos. A través de este programa, Monsanto trabajó
junto a otras 60 organizaciones de todo el mundo, incluyendo universi-
dades, fundaciones, gobiernos, ONG y otras empresas.
Por citar un ejemplo concreto, con la transferencia de semillas de
maíz de calidad superior, en 1999 el programa permitió a 450 familias
de pequeños agricultores de México, que trabajaban en 2.800 hectáreas,
aumentar sus rendimientos en un 140%. A través de alianzas con el sec-
tor fi nanciero y con el gobierno, facilitó a estos agricultores el acceso a
micropréstamos y a mercados para su producción.
Para el 2001, el programa de Pequeños Agricultores se extendía a
21 proyectos en trece países, y alcanzaba a más de 320.000 productores.
Sin embargo, al año siguiente fue descontinuado. En el 2001 la empresa
atravesó una drástica caída en sus ventas, por una sequía en el “Midwest”
tem
a ce
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alnúmero 1
Agosto 2007
RS Responsabilidad Sostenibilidad
de los EE. UU., y por la crisis fi nanciera de Argentina, dos de sus merca-
dos importantes. Para apaciguar sus mercados, la compañía debió llevar
a cabo un ajuste importante, y recortó los fondos del programa8.
¿Fue este un programa puramente fi lantrópico? Ciertamente no.
El programa nació a partir de iniciativas fi lantrópicas, y se mantuvo así
por muchos años. Sin embargo, como reconoce su director, Horacio
Navarrete, “para conseguir apoyo interno en la empresa, y una escala
sustentable, necesitábamos alinearnos con la estrategia global”9. ¿Fue
entonces un programa de marketing y promoción de ventas? Los datos
tampoco apoyan ese argumento. Los pequeños agricultores no eran un
segmento rentable a corto plazo; por eso mismo, sus necesidades habían
sido ignoradas por el sector privado. Para serlo, debían ser capacitados y
apoyados. Serían clientes solo si conseguían abandonar la agricultura de
subsistencia e ingresar en la agricultura comercial, con lo cual podrían
fi nanciar la compra estable de insumos. Es decir, la compañía solo ten-
dría éxito comercial si conseguía que los agricultores también triunfasen
comercialmente. Es difícil negar que se trató de una apuesta de riesgo y
ambiciosa.
Monsanto invirtió tiempo en conocer las necesidades de sus
benefi ciarios, y desarrollar soluciones apropiadas para su contexto so-
cioeconómico. Las herramientas para hacerlo fueron una combinación
de donaciones propias, de su brazo fi lantrópico (Monsanto Fund) y de
ventas subsidiadas. Desde que comenzó, en 1990, la iniciativa solo con-
siguió cubrir sus costos operativos en el 2001, once años después y luego
de haber canalizado una masa de recursos considerable –fi nancieros, en
especie y en tiempo de sus asociados–. Si bien no estuvo exento de pro-
blemas, el programa de Pequeños Agricultores fue un experimento in-
novador, en el cual la fi lantropía se utilizó para el desarrollo a largo plazo
de un colectivo empobrecido. Lejos de obstaculizarse, las motivaciones
fi lantrópicas y comerciales de la empresa se reforzaron mutuamente.
¿Separar filantropía y empresa?
Tampoco parece haber necesidad de
construir una “muralla china con-
ceptual” divisoria entre las acciones
fi lantrópicas y las necesidades de la
empresa. Seamos claros: cuando el
benefi cio social es un producto se-
cundario de un programa que busca
primordialmente dinamizar ventas,
eso es marketing, y no inversión so-
cial. Hay buenos motivos para conti-
nuar llamando “al pan, pan, y al vino,
vino”, como reza el refrán popular. Sin
embargo, es posible hacer inversiones
que no busquen retornos comerciales
a corto plazo, y que al mismo tiempo
refuercen nuestra estrategia.
Para ilustrar el punto, demos una mirada a otra empresa colom-
biana, Hocol. Esta es una entidad con logros interesantes: la primera en
rentabilidad sobre activos en el país, y la cuarta en rentabilidad sobre el
patrimonio, según documentos de la empresa. Ello, pese a que las áreas
que tiene en concesión no son las de mayor tamaño, ni las que producen
petróleo de mejor calidad10. Los motivos de este éxito son varios, pero
uno de ellos es contar con un modelo de gestión muy particular, que
combina objetivos sociales y comerciales en una estrategia integradora.
Hocol se defi ne a sí misma como “ensamblador de conocimien-
tos, con habilidad para navegar en ambientes turbulentos”. Se perfi la
como un catalizador de cambios y un articulador de voluntades. Hocol
Con la transferencia de semillas de maíz de
calidad superior, en 1999 el programa de
Pequeños Agricultores de Monsanto permitió
a 450 familias de pequeños agricultores de
México, que trabajaban en 2.800 hectáreas,
aumentar sus rendimientos en un 140%.
17RS Responsabilidad Sostenibilidad
18
trabaja a partir de lo que denomina el “modelo tripartito” de gestión,
basado en la activa participación de empresa, sociedad y estado. Si no
está presente alguno de estos elementos, la empresa no opera en un te-
rritorio, aunque la ecuación económica o la técnica sean viables.
Las comunidades y los socios públicos participan activamente en
cada etapa del proyecto, desde su concepción y planeamiento, pasando
por su fi nanciamiento y su gestión, hasta su conclusión y evaluación de
resultados. Como nadie se apropia de lo que se regala, cada actor parti-
cipa en la fi nanciación. Entre los años 2001 y
2003, la empresa desarrolló iniciativas sociales
por USD2 millones: el 46% provino de Hocol,
el 16% de las comunidades con las que trabajó,
el 16% del Gobierno y el 19% restante de agen-
cias multilaterales que participaron.
Los programas de Hocol se concen-
tran en cuatro frentes: generación de ingresos,
educación ambiental, desarrollo comunitario
y fortalecimiento institucional. Se trabaja por
fomentar la autogestión comunitaria, forta-
leciendo organizaciones de base y liderazgos
locales. Tradicionalmente, la empresa había
mirado con sospecha el surgimiento de líderes locales fuertes: “se orga-
nizan para hacernos presión”. Con el tiempo tomaron conciencia de que
era más fácil para la empresa dialogar con personas preparadas y con
grupos organizados, que hablar con 100 personas a la vez, que descono-
cen su historia, sus derechos y sus deberes11. También buscan fortalecer
la gestión local y participar en instancias de decisión en las cuales pu-
dieran apalancar recursos y contribuir a la ge-
neración de políticas públicas. Los programas
incluyen capacitación a funcionarios públicos,
fortalecimiento institucional de gobiernos lo-
cales para un adecuado manejo de las regalías
futuras, consultoría y entrenamiento a funcio-
narios.
Los programas se llevan a cabo desde la Fundación Hocol, que
tiene por objetivo estratégico “viabilizar las operaciones y el foco de
nuestro trabajo”, según Ramiro Santa, gerente de Asuntos de Gobierno y
Comunidades y Protección Industrial. Sin embargo, las intervenciones
sociales no son patrimonio exclusivo de un grupo de especialistas. Por
el contrario, el trabajo con la comunidad hace parte de una estrategia
La responsabilidad social es un trabajo de empresa y Estado: Jorge Cárdenas Gutiérrez
Después de permanecer durante 19 años como gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, el empresario Jorge Cárdenas Gutiérrez asegura que para alcanzar el crecimiento económico de un país como Colombia, es necesario realizar un trabajo mancomunado –de responsabilidad social– entre la empresa privada y el Estado.
Cárdenas Gutiérrez, quien actualmente se desempeña como presidente de la Federación de Biocombustibles, considera que responsabilidad social no es una acción de filantropía ocasional, sino un compromiso más serio, donde las acciones sean más públicas y constantes. Por eso afirma que “la sociedad actual está demandando de las empresas un comportamiento social más activo, y por eso se debe promover el concepto de responsabilidad social como un instrumento de competitividad empresarial y un factor clave para el desarrollo económico y social de los países”.
Entre las obligaciones del sector empresarial que propone Cárdenas, están los derechos humanos, políticas laborales y sustentabilidad ambiental; deberes que deben ir paralelos a los objetivos del Estado. Por su lado, el Gobierno debe asegurarse de que se realicen inversiones en salud, educación y construcción, y en la infraestructura necesaria para que las empresas sean más rentables.
La responsabilidad social, según el empresario, debe ser una prioridad en la empresa privada, ya que el éxito comercial se puede alcanzar respetando los valores éticos, las personas y el medio ambiente. “Hay que acompañar los logros económicos con los logros sociales”, agrega. Para él, la razón por la cual hoy en día se enseña Gerencia Social en las escuelas de economía es debido a que se quiere crear empresarios con objetivos dirigidos a la riqueza social.
El trabajo con la comunidad
hace parte de una estrategia
de planeación de Hocol, que
permite afrontar problemas de
viabilidad y sostenibilidad de su
negocio.
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Agosto 2007
RS Responsabilidad Sostenibilidad
de planeación de toda la empresa, que permite afrontar problemas de
viabilidad y sostenibilidad de su negocio. El trabajo social no se concibe
como una “función” exclusiva de un equipo, o como una táctica produc-
tiva. Por eso no la tercerizan: la empresa llegó a tener 800 empleados,
pero para el 2004 su nómina había descendido a a 140. ¿Qué retuvieron?
Lo que consideran estratégico para su negocio: el dominio técnico de la
explotación energética (geólogos, geofísicos e ingenieros), y la gestión
de estrategia de entorno (comunidades, tierras y medio ambiente). “A
nuestra fuente de vida y conocimiento no la subcontratamos”, explica
Santa.
Aprendiendo de su propia experiencia, Hocol fue hilando un
sistema de operaciones sui géneris, apreciado en la industria petrole-
ra colombiana. Su capacidad de insertarse exitosamente en contextos
turbulentos hace que sea activamente buscada como socio potencial
por empresas extranjeras que consideran invertir en ese país. No es un
secreto que la industria petrolera en Colombia enfrenta problemas de
orden público. De 753 atentados a la infraestructura petrolera perpetra-
dos por grupos armados durante el 2003, ninguno tuvo como objetivo
la infraestructura de Hocol.
¿Es esto fi lantropía? Para la empresa, la respuesta no es termi-
nante. Según Santa, “quien quiera entender desde afuera nuestra mane-
ra de hacer negocios, seguramente va a ver mucha fi lantropía, aunque
en realidad nosotros estamos detrás de esa frontera, en la estrategia”.
Quizá sea este otro ejemplo de la tendencia a buscar “diferenciarse” de
la fi lantropía. Para el observador externo, lo que hace Hocol es sin duda
un uso estratégico de la fi lantropía, en el cual alinea los intereses de su
entorno con sus objetivos a largo plazo. Refuerza sus propios intereses,
pero no desde las ventas, el marketing o las relaciones públicas, sino
desde el fortalecimiento de sus interlocutores. Sus programas fi lantró-
picos la benefi cian, aunque no se publiciten masivamente. Son un cable
a tierra, pero que no solo le permiten “vincularse” con su contexto, sino
también moldearlo activamente para generar situaciones gana-gana.
El comienzo de un camino. Por último, hay un tercer motivo para
abrazarse a la fi lantropía. Un vínculo fi lantrópico puede ser el comienzo
de un camino que, a medida que se recorre y profundiza, genera bene-
fi cios crecientes a sus integrantes. Esta es la base del llamado “continuo
de colaboración” (ver gráfi co), creado por mi
colega el profesor James Austin. A medida que
entre empresas y ONG recorren este camino,
se animan a continuar profundizando el vín-
culo, porque advierten que al hacerlo pueden
acceder a nuevas fuentes de benefi cios. Al ha-
cerlo, las características de la relación se van
transformando.
La dinámica del continuo se ve refl eja-
da con claridad en la experiencia del diario ar-
gentino La Nación12. Desde 1996, esta empresa
tenía una relación fi lantrópica tradicional con
la Red Solidaria, una organización social de-
dicada a poner en contacto a individuos nece-
sitados con personas que estén dispuestas a ayudarlos. El diario hacía
donaciones de espacio esporádicas a la ONG, para difundir alguna ins-
tancia de necesidad solidaria. Sin embargo, los anuncios comenzaron a
generar interés en los lectores del diario, por lo cual La Nación revalo-
rizó la relación. Red Solidaria se convirtió en un proveedor confi able de
historias interesantes y genuinas, que a su vez se convirtieron en insu-
mos para productos informativos, tales como las “noticias solidarias”, la
“sección solidaria”, la columna “dar una mano”, y una sección específi ca
en la revista de los domingos.
La interacción entre los socios fue creciendo en intensidad, res-
peto y confi anza, al punto tal que ambos decidieron lanzar un produc-
to conjunto: los “clasifi cados solidarios”. En este proyecto, el personal de
ambas organizaciones interactuaba en forma cotidiana, poniendo en jue-
go su know-how: por un lado, la capacidad de comunicar; por el otro, la
Un uso estratégico de
la fi lantropía alinea
los intereses del
entorno de la empresa
con sus objetivos
a largo plazo.
Refuerza sus propios intereses
desde el fortalecimiento de sus
interlocutores.
Continuo de colaboración intersectorial
Etapa de la relación Filantrópica Transaccional Integrativa
Nivel de compromiso Bajo Alto
Importancia para la misión Periférica Central
Magnitud de los recursos Pequeña Grande
Espectro de actividades Estrecho Amplio
Nivel de interacción No frecuente Intenso
Complejidad administrativa Simple Compleja
Valor estratégico Modesto Determinante
Fuente: James E. Austin, El desafío de la colaboración (Buenos Aires: Granica, 2003).
19RS Responsabilidad Sostenibilidad
20
portada
capacidad de llegar al último rincón del país
adonde hubiese una necesidad por cubrir.
Desde un marco transaccional, en el que am-
bas entidades intercambiaban recursos, los
socios pasaron a una relación integrativa, en
la que se centraron en la creación conjunta de
valor mediante la combinación de sus activos
más importantes.
La Red Solidaria también generó benefi -
cios para su socio en otra dimensión paralela. Desde
la llegada de Julio Saguier a la presidencia del directorio
del diario en 1996, la empresa había estado trabajando por
transformar su cultura organizacional, hacia la promoción de la solida-
ridad y el voluntariado. La alianza con la Red Solidaria, que encarnaba
fi elmente dichos valores, fue instrumental para plasmar ese cambio. En
1999 se creó la Fundación La Nación, con el objetivo prioritario de “pro-
moción del voluntariado y su instalación como fenómeno cultural en
nuestro medio”13. Desde su creación, la fundación trabajó estrechamen-
te junto a la redacción del diario y la Red Solidaria en la producción de
los materiales de corte social publicados en el diario.
A partir de una relación de fi lantropía tradicional, La Nación des-
cubrió un camino que la enriqueció de distintas maneras. Concibió la
publicación de esos productos no como una línea comercial más, sino
como un refl ejo de su compromiso con sus valores organizacionales y su
contribución a la comunidad. Alternativamente, otras empresas que reco-
rrieron el continuo de la colaboración decidieron en un momento
abandonar la fi lantropía, y convertir una alianza con una
ONG en parte de su estrategia de negocio14. Ambas al-
ternativas son válidas: el punto aquí es resaltar cómo
una relación fi lantrópica puede ser el comienzo de
un camino enriquecedor, que llevará adonde sus
protagonistas quieran ir.
A modo de cierre. Los párrafos que
preceden han mostrado cómo unos pocos
puentes conceptuales nos permiten ver cómo
la fi lantropía abre caminos alternativos. Todos
ellos se mantienen bajo un paraguas concep-
tual único: transferencia voluntaria de recursos
valiosos, con el fi n primordial de benefi ciar a la
comunidad. Para cerrar el artículo, retomamos
una refl exión esbozada al principio. En los párrafos
iniciales evocamos el camino que, en el transcurso del
último siglo, parece haber recorrido la fi lantropía (ver gráfi co
al pie). Luego de haber ingresado en el mundo de la empresa, la fi lan-
tropía parece estar en una etapa de profesionalización, especialización,
y en gran medida, de tercerización hacia organizaciones dedicadas y
externas a la empresa.
Las razones para la creación de fundaciones empresariales son
bien conocidas: el disponer de estructuras y presupuestos estables y
que priorizan el trabajo en lo social permite trabajar a largo plazo, y
profesionalizar la gestión. Además, su creación suele ser interpretada
como una señal del compromiso de la empresa con temas sociales.
Por último, la posibilidad de desgravar sus inversiones sociales ge-
El factor dinamizador de la empresa está
en su gente; separar a la fi lantropía de ese
reservorio de energía, sería como separar
al árbol de sus raíces. Hay buenos motivos
para que empresa y fi lantropía continúen
caminando juntas, hoy más que
nunca, en los años por venir.
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alnúmero 1
Filantropía “de parientes”(Damas de caridad)
Filantropía de empresa(Relaciones con la comunidad)
¿Filantropía de especialistas?(Fundaciones empresariales)
?
Agosto 2007
RS Responsabilidad Sostenibilidad
Arturo Calle, uno de los empresarios más importantes del país, a través de su empresa de diseño, confección y comercialización de prendas de vestir para hombre, también ha sido un ejemplo de responsabilidad social en el país.
Cerca de 150 instituciones se nutren de recursos provenientes de la Fundación Arturo Calle, la cual, según su fundador, fue creada para dedicarse a la labor social. “Todo lo que hago es producir como empresa y trasladarle esos dineros a la Fundación”, afirma Arturo Calle, cuyos almacenes suman actualmente más de 100.000 metros cuadrados.
Sus actos sociales han servido para dar vivienda a víctimas del invierno en la Costa; ha dado aportes económicos a los soldados colombianos; colabora con la Fundación Minuto de Dios para la construcción de barrios y la donación de casas para los menos favorecidos, y apoya a comunidades religiosas que realizan labores de alfabetización y alimentación en territorios alejados del centro del país.
“La responsabilidad social no debe ser un simple acto de generosidad, es el cumplimiento de un deber. Estamos obligados a darle la mano al que lo necesita”, piensa Arturo Calle, quien afirma que no es solo una labor que se debe ofrecer a toda la sociedad, sino que es algo que debe proyectarse dentro de la empresa.
Su fundación también ha apoyado el arte y, con Artesanías de Colombia, donó $100 millones para impulsar la elaboración de artesanías en los pueblos indígenas de Guainía.
El empresario piensa que el dinero es hermoso, siempre y cuando se use para buenas causas. Además, está convencido de que labores sociales no se pueden hacer una sola vez, pues las personas menos favorecidas requieren continuidad en su flujo de ingresos. “La mayor riqueza es el don del desprendimiento. No se debe hacer bien para pantallar”, concluye.
“La Responsabilidad Social no debe ser un simple actode generosidad”, Arturo Calle
nera incentivos impositivos para que las empresas creen este tipo de
entidades.
Estas son poderosas razones, que impulsan una buena idea. Sin
embargo, también las buenas ideas pueden tener riesgos, y esta no es la
excepción. El riesgo es que la creación de fundaciones empresariales sea
una excusa para divorciar empresa y fi lantropía. Esto se daría si la em-
presa se concentrase exclusivamente en la gestión de su cadena de valor,
de sus pasivos ambientales, y en el aspecto socioambiental de su manejo
de marca –el “diferenciarse de la fi lantropía”, mientras que la fundación
se ocuparía de las relaciones con la comunidad–. Esta división tajante
del trabajo, lejos de “liberar” a la empresa podría quitarle parte de su
vitalidad.
El comentario no apunta a la estructura: las empresas analizadas
en este artículo cuentan con fundaciones empresariales, y trabajaron
junto a ellas en programas exitosos e innovadores. El acento de este ar-
tículo es en la mirada: en la necesidad de tener un enfoque integrador,
en no “ceder” la fi lantropía a la fundación; que la fi lantropía no pase a
ser aquello de lo que se ocupan los de la fundación. Los casos analizados
muestran cómo empresa y fundación pueden trabajar en forma integra-
da en programas fi lantrópicos, que de diferentes maneras fortalezcan a
empresa y comunidad.
Las fundaciones empresariales tienen importantes activos por
aportar: sus fondos, su conocimiento del terreno, su foco a largo pla-
zo y en el trabajo de fondo. Sin embargo, la empresa tiene en su seno
el recurso más importante: la gente. Sin su entusiasmo voluntario, su
conocimiento técnico, su experticia estratégica, su capacidad de movi-
lización, sin todo eso la fi lantropía se debilita, y el costo lo pagan tanto
empresa como comunidad. El factor dinamizador de la empresa está en
su gente; separar a la fi lantropía de ese reservorio de energía, sería como
separar al árbol de sus raíces. Hay buenos motivos para que empresa
y fi lantropía continúen caminando juntas, hoy más que nunca, en los
años por venir. RS
1 Federación Nacional de Cafeteros de Colombia (cita hecha el 22 de julio del 2007); disponible en http://info.worldbank.org/etools/docs/library/236078/D2_cartagena_jaramillo_presSP.pdf.
2 WordNet: An Electronic Lexical Database (cita hecha el 22 de julio del 2007); disponible en http://wordnet.princeton.edu/perl/webwn?s=philanthropy.
3 Gerardo Lozano, Christopher Moxon y Angel Maass. “Construyamos sus sueños: Danone de México y Casa de la Amistad para niños con cáncer, I.A.P.”. Caso SEKN Nº SKS008 (Boston, MA: Harvard Business School Publishing, 2003).
4 AAFRC, Giving USA 2003 (Bloomington, IN: AAFRC Trust for Philanthropy, 2003).
5 Rosa Maria Fischer y Marisa Eboli. “Education & Participation Award: ITAU-CENPEC-UNI-CEF Partnership”. Caso SEKN Nº SKE008 (Boston, MA: Harvard Business School Publishing, 2003).
6 James Austin, Ezequiel Refi cco, et al. Alianzas sociales en América Latina. Enseñanzas extraí-das de colaboraciones entre el sector privado y organizaciones de la sociedad civil (Washington, DC: Banco Interamericano de Desarrollo y David Rockefeller Center for Latin American Studies, Harvard University, 2005), 144.
7 La presente descripción se apoya en James E. Austin y Diana B. Barret. “Monsanto: Techno-logy Cooperation y Small-Holder Farmer Projects”, HBS Case Nº 9-302-068 (Boston, MA: Harvard Business School Publishing, 2002).
8 Dominic Glover. “Monsanto y Smallholder Farmers: A Case-study on Corporate Accountabili-ty” (Brighton, UK: The Institute of Development Studies, 2007), 33.
9 Austin y Barret. “Monsanto: Technology Cooperation y Small-Holder Farmer Projects”, 6.
10 Elsa Margarita Uribe, Roberto Gutiérrez y Andrés Barragán. “Hocol”. Caso SEKN, próxima publicación (Boston, MA: Harvard Business School Publishing, 2007).
11 Ibíd., 8.
12 La presente descripción se apoya en Gabrier Berger. “El Diario La Nación y la Red Solidaria”. Caso SEKN Nº SKS010 (Boston, MA: Harvard Business School Publishing, 2003).
13 Ibíd., 5.
14 Puede consultarse una amplia muestra de casos latinoamericanos de alianzas intersectoriales en Austin, Refi cco, et al. Alianzas sociales en América Latina. Enseñanzas extraídas de cola-boraciones entre el sector privado y organizaciones de la sociedad civil. Sus capítulos también pueden ser descargados en forma gratuita desde www.sekn.org.
21RS Responsabilidad Sostenibilidad
L
EMPRESARIAL número 1
22
La integración de la sostenibilidad
en la estrategia de negocios, a través de
la generación de valor social, ambiental y
económico, y la búsqueda permanente de
la calidad y la ética en las relaciones con
todos los ‘stakeholders’ (públicos de inte-
rés), están siendo asimiladas como facto-
res clave de competitividad. Es así como
el compromiso de las empresas con el
desarrollo sostenible (responsabilidad so-
cial empresarial) es un asunto presente en
los sistemas de gestión, las agendas de los
CEO, las estructuras organizacionales y las
comunicaciones de un número creciente
de empresas. Las nuevas realidades de un
mundo informado, globalizado, conscien-
te y activo pueden generar enormes riesgos
de reputación, ambientales, laborales y de
nuevas legislaciones. Al mismo tiempo,
generarán importantes oportunidades de
diferenciación, innovación para las orga-
nizaciones que integren la sostenibilidad
en sus estrategias.
El compromiso con el desarrollo
sostenible se extiende más allá de las insta-
laciones de la empresa. Es necesario que las
empresas asuman responsabilidad y ges-
tionen lo que ocurre en su cadena de abas-
tecimiento (y en algunos casos en sus ca-
nales de distribución). Crisis de reputación
causadas por iniciativas de la sociedad civil
han resultado en pérdidas signifi cativas
para famosas marcas en diferentes secto-
res, por no responder al llamado de garan-
tizar apropiadas condiciones sociales, am-
bientales y económicas en sus proveedores.
La gestión de la sostenibilidad en la cadena
productiva (‘sustainable suply chain mana-gement’) es clave para establecer relaciones
estables y de calidad con proveedores estra-
tégicos, mejorar la gestión de riesgos y po-
tenciar la diferenciación en un mercado de
consumidores e inversionistas conscientes,
que crece de manera acelerada. Corpora-
ciones alrededor del mundo comienzan a
medir y gestionar su huella de agua, carbón
y energía en la cadena de abastecimiento.
De igual forma, empiezan a adquirir fuerza
normas sociales y sistemas de certifi cación
independientes, que validan la sostenibi-
lidad de los proveedores para diferentes
sectores: SA8000, ETI - ‘Ethical Trading Initiative’, ‘Rainforest Alliance’, ‘Utz Kapeh’, FSC - ‘Forest Stewardship Council’, MSC - ‘Marine Stewardship Council’ y ‘Fairtrade’, entre otros. A continuación, una mirada
más detallada al comercio justo certifi cado
o ‘Fairtrade’.
Comercio justo - “Fairtrade”El comercio justo certifi cado, cono-
cido como ‘Fairtrade’, es una iniciativa in-
novadora, basada en el mercado, para po-
tenciar el desarrollo sostenible de pequeños
productores y trabajadores rurales, a través
del acceso diferencial y directo a mercados
de consumidores conscientes. Los produc-
tos y organizaciones de comercio justo in-
tegran valores sociales y ambientales en la
cadena productiva y utilizan un sello social
que sirve como diferenciador y garantía
para los consumidores.
En los años 70 y 80, productores,
consumidores y ONG se unieron para
comercializar productos como café y ba-
nanos, comprando directamente de gru-
pos de pequeños productores a precios
justos, reduciendo así la dependencia y
vulnerabilidad causadas por el sistema
convencional de comercio. Hoy los crite-
Cadenas de Valor Sosteniblesy el Comercio Justo ‘Fairtrade’
El comercio justo certificado, conocido como ‘Fairtrade’, es
una iniciativa innovadora, basada en el mercado, para potenciar el
desarrollo sostenible de pequeños productores y trabajadores rurales, a través del acceso
diferencial y directo a mercados de consumidores conscientes.
Por Felipe Arango
Agosto 2007
RS Responsabilidad Sostenibilidad
El Fairtrade se ha consolidado en la última década como una de las expresiones máximas de responsabilidad social empresarial a nivel global, en la que consumidores y productores se unen en torno a la sostenibilidad.
24
rios de comercio justo son defi nidos por
FLO (Fairtrade Labelling Organizations International), una asociación de ONG
de 21 países que promueven el consumo
del ‘Fairtrade’ en Europa, Norteamérica,
Japón y Australia. El cumplimiento de los
criterios es auditado por FLO-Cert., una
certifi cadora independiente, que garanti-
za el cumplimiento de prácticas de pro-
ducción sostenible en las organizaciones
productoras y la adopción de prácticas
éticas en los actores comerciales involu-
crados en la cadena.
ProductosActualmente existen criterios FLO
de comercio justo para productos alimen-
ticios, como café, cacao, banano, miel,
frutas frescas, nueces, especies, té, caña
de azúcar, vegetales, jugos, arroz, quínoa
y vino, y para productos no alimenticios,
como balones deportivos, fl ores y algo-
dón. En Colombia existen alrededor de
37 organizaciones productoras certifi ca-
das, que exportan café (28), banano (7)
y fl ores (2) bajo el sistema de comercio
justo. En el futuro cercano se prevé que
se duplicará el número de grupos certifi -
cados y la expansión a nuevos productos,
como el cacao.
CriteriosLos criterios principales de FLO
para el Comercio Justo son:
Comerciantes• Pagar un precio justo a las asociacio-
nes de pequeños productores / traba-
jadores rurales, que cubra los costos
de producción sostenible.
• Pagar una prima social a las asociacio-
nes de pequeños productores / traba-
jadores rurales, para que inviertan en
proyectos de desarrollo.
• Proporcionar acceso a fi nanciamiento
de la cosecha.
• Desarrollar alianzas entre productores
y compradores, y establecer relaciones
comerciales a largo plazo.
• Transparencia en la información so-
bre costos de exportación, precios y
mercados.
Productores• Fortalecimiento organizacional, demo-
cracia, participación y transparencia.
• No discriminación.
• Producción ambientalmente sostenible.
• Condiciones de trabajo saludables y
seguras, libertad de asociación y de
negociación colectiva, y respeto a los
derechos humanos (con especial énfa-
sis en la abolición del trabajo infantil
y forzado).
Impacto y crecimiento (fuente informe
anual FLO – www.fairtrade.net)
Aunque todavía el volumen de
productos vendidos bajo condiciones
La fuerza del mercado, alineada a criterios éticos, puede ser el principal
catalizador del alivio a la pobreza, la sostenibilidad ambiental y la consecución
de los objetivos del milenio.
EMPRESARIAL número 1
Agosto 2007
RS Responsabilidad Sostenibilidad
FLO representa una porción mínima del
comercio internacional, su crecimiento
acelerado y las dinámicas que está gene-
rando en las comunidades de consumido-
res conscientes y productores sostenibles
son alentadoras:
• El número de organizaciones pro-
ductoras certifi cadas se triplicó en
la última década (569 en 59 países
al fi nalizar el 2006), y las ventas
han crecido en un promedio anual
de 40%.
• Impulsados por las solicitudes de
consumidores, grandes supermer-
cados en Inglaterra han converti-
do sus marcas genéricas al Fairtra-de. Sainsbury anunció en el 2006
la conversión de toda su línea de
bananos a Fairtrade, y lo mismo
hizo Marks and Spencer para su lí-
neas de té y café. Asimismo, Dun-kin Donuts adoptó una política de
compras 100% Fairtrade para su
línea de espresso en Norteamérica
y Europa, y es creciente el ofreci-
miento de café Fairtrade por parte
de Starbucks y McDonalds alrede-
dor del mundo.
• El crecimiento de las ventas de
Fairtrade entre el 2005 y el 2006
fue del 42%, llegando a 1.609 mi-
llones de Euros a través de 1.954
empresas licenciatarias del sello
a nivel global. El crecimiento en
ventas Fairtrade de productos
como el café y el cacao fue de 53 y
93%, respectivamente, en el mismo
período, y las ventas de algodón se
doblaron en un año de existencia.
• En Inglaterra existen más de 270
‘Fairtrade Towns’ (municipios
Fairtrade), en los que la asamblea
municipal ha aprobado resolu-
ciones para apoyar el Fairtrade y
comprar productos certifi cados.
Esta campaña se ha expandido
rápidamente a otros países, como
Bélgica, Italia, Irlanda, Canadá,
Suecia y Finlandia.
• Transfair USA, la Iniciativa Na-
cional de FLO en Estados Unidos,
lanzó la campaña de ‘Fairtrade Universities’ (Universidades de
Comercio Justo), a la cual ya se
adhirieron más de 300 universi-
dades, entre las que se encuentran
Yale, Georgetown y Harvard. Re-
cientemente fi rmó una alianza con
Google Earth, para que cibernau-
tas alrededor del mundo puedan
identifi car la localización de or-
ganizaciones Fairtrade en el globo
terráqueo y conocer su historia.
• Ya son más de 1,4 millones de pro-
ductores y trabajadores directa-
mente benefi ciados por el comer-
cio justo. Los ingresos adicionales
recibidos por las organizaciones
de productores en el 2006 fueron
de 15 y 41 millones de euros para
banano y café, respectivamente.
El Fairtrade se ha consolidado en
la última década como una de las expre-
siones máximas de responsabilidad social
empresarial a nivel global, en la que con-
sumidores y productores se unen en tor-
no a la sostenibilidad. La fuerza del mer-
cado, alineada a criterios éticos, puede
ser el principal catalizador del alivio a la
pobreza, la sostenibilidad ambiental y la
consecución de los objetivos del milenio.
Ojalá cada vez más empresas comiencen
a identifi car las oportunidades existentes
en sus cadenas de valor para contribuir al
desarrollo sostenible y fortalecer su com-
petitividad al mismo tiempo. RS
25RS Responsabilidad Sostenibilidad
RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL
La historia del Sector Privado Colombiano
CONCIENCIA número 1
Agosto 2007
EEn septiembre de 1944, los princi-
pales empresarios colombianos compar-
tían, como ahora, la preocupación por
la construcción de una nación donde se
trasladara el mayor bienestar posible a
sus habitantes, a través del ejercicio de la
iniciativa privada.
En efecto, constituyen entonces la
ANDI, con el propósito de “lograr el me-
jor ser y estar de los colombianos, a tra-
vés de la defensa de la iniciativa privada”.
Esto explica por qué desde la asociación
los empresarios colombianos, de manera
voluntaria, han asumido y honrado unos
criterios éticos de conducta y de respon-
sabilidad ante la sociedad. Estos criterios
han dado lugar a numerosas iniciativas,
en áreas tan diversas como la educación,
la salud, la vivienda, la alimentación, el
ambiente, la cultura y la recreación, entre
otras.
Inicialmente, en la década de los
años cincuenta, la ANDI, fi el a sus prin-
cipios de incentivar el desarrollo social,
prestó especial atención al bienestar de
los trabajadores, a la elevación del nivel
educativo de los colombianos y a la salud
pública.
• Entre 1945-1946 y 1958, la ANDI
construye el pabellón infantil del
Hospital San Vicente de Paúl, en
Medellín, y contribuye con el pro-
grama “Gota de Leche”, con la Es-
cuela de Servicio Social de Mede-
llín, con la Clínica de Maternidad
(1953) y con la constitución del
Centro Infantil de Bogotá. Crea
las salas cunas en todo el país, que
en 1947 fueron absorbidas por el
Instituto Colombiano de Bienes-
tar Familiar (ICBF).
• En 1946 la ANDI crea el Hospital
ANDI, con fondos de la “Cuo-
ta Social” y aportes voluntarios
de las empresas, dotado por la
Fundación Hospital Pablo Tobón
Uribe, la cual se hizo cargo de su
administración en 1957.
• Para 1952, la “Cuota Social ANDI”
se tradujo en fondos de carácter
social, primero en Barranquilla y
luego en Bogotá, Cali y Medellín
(1959). Estas fundaciones se en-
cargarían de colaborar en distin-
tas iniciativas de interés social.
En 1954 propuso el estableci-
miento de un sistema de subsidio fa-
miliar, mediante la creación de cajas de
compensación autónomas, sistema que
se hace obligatorio por el Estado en 1957;
apoyó la creación del SENA, Incolda y
varias de las más importantes universi-
dades del país, tales como la Universidad
de los Andes, el CESA y el Icesi. Lideró
proyectos, como la puesta en marcha del
hoy, Hospital Pablo Tobón Uribe, entre
otras acciones. Desde entonces, todas las
gerencias regionales de la ANDI impul-
san actividades y programas especiales
para el desarrollo social, de acuerdo con
las necesidades prioritarias de cada re-
gión, siempre contando con el apoyo y el
compromiso de los empresarios.
En la década de los ochenta ela-
boró y editó, con la colaboración de la
OIT y la Cámara Júnior de Colombia, el
Manual de Balance Social, primer mode-
lo de reporte de las acciones de RSE, que
propuso al sector privado y que, desde
entonces, ha sido acogido, cada vez con
mayor intensidad, por las compañías más
importantes del país. Asimismo, nuestras
empresas afi liadas, directamente o a tra-
vés de fundaciones creadas para el efecto,
han venido llevando a cabo importantes
programas sociales y desarrollando el re-
porte de sus acciones de responsabilidad
social en sus organizaciones.
Inicialmente, en la década de los años cincuenta, la
ANDI, fi el a sus principios de incentivar el desarrollo
social, prestó especial atención al bienestar de los
trabajadores, a la elevación del nivel educativo de los
colombianos y a la salud pública.
Por John Karakatsianis
En la década de los noventa, la
Junta de Dirección de la ANDI profi e-
re las resoluciones en las que ratifi ca su
compromiso con erradicación del tra-
bajo infantil (1996) y con el fomento del
empleo juvenil (1998).
Los principios de rendición de
cuentas, transparencia y aceptación, de
que se forma parte de una comunidad,
nos condujeron a adoptar, en la década
de los noventa, la Declaración de Princi-
pios Éticos del Empresariado Colombia-
no, que resume aquellos compromisos
que cada empresa debería asumir en sus
relaciones con el Estado, los consumido-
res, los proveedores y los acreedores, en-
27RS Responsabilidad Sostenibilidad
28
tre otros; es decir, un verdadero código
de RSE, que contempla los “stakeholders” fundamentales para la empresa.
La ANDI ha brindado su apoyo
al Global Compact, iniciativa propuesta
por el Secretario General de las Naciones
Unidas en el Foro Económico Mundial,
para que las empresas se vinculen a la
promoción y el respeto de los derechos
humanos, los principios universales del
trabajo, la preservación del medio am-
biente y el rechazo a la corrupción. De
igual manera, ha auspiciado la práctica
del gobierno corporativo, como herra-
mienta que genera confi anza a los accio-
nistas e inversionistas de las empresas,
aspectos todos que hacen parte integral
de la responsabilidad social en una eco-
nomía global.
Hoy, gracias a la iniciativa de la
ANDI y el apoyo de las Naciones Unidas
y nuestra cancillería, Colombia será sede
del Primer Centro Regional constituido
en el mundo en apoyo del Pacto Global.
Este centro tendrá como ámbito de ac-
ción las naciones de América Latina y
el Caribe, y apoyará la realización de los
principios del pacto en toda la región,
esparciendo las prácticas de ciudadanía
corporativa y aportando en la sostenibi-
lidad fi nanciera, social y ambiental de la
región.
El compromiso con las Metas del Milenio
El sector privado colombiano está
comprometido con los objetivos del mi-
lenio, que apuntan a la lucha contra la
pobreza y el hambre, la reversión del de-
terioro ambiental, el mejoramiento de la
educación y la salud, la promoción de la
igualdad entre los sexos y las metas cuan-
tifi cadas, en las que se indica el nivel que
deberán alcanzar para el 2015 las princi-
pales variables económicas y sociales que
refl ejan estos objetivos.
En ese sentido, la ANDI ha pre-
sentado al Gobierno Nacional y al sis-
tema de las Naciones Unidas, durante
nuestro Encuentro de Responsabilidad
Social Empresarial del año anterior, la
propuesta de adoptar una política na-
cional de sostenibilidad a largo plazo
para Colombia, basada en los objetivos
de desarrollo del milenio adoptados por
el país, a través de la conformación de
una mesa nacional de sostenibilidad,
integrada de manera voluntaria por los
máximos representantes de la sociedad
civil colombiana: los tres niveles de go-
bierno, el sector privado, el tercer sector,
las organizaciones no gubernamentales,
los sindicatos, la academia y la banca
multilateral, a fi n de alinear la política
pública y la acción privada de manera
sostenible hacia la obtención de las me-
tas de desarrollo del milenio, producien-
do un informe nacional de sostenibili-
dad, con el cual Colombia presentaría
ante la comunidad internacional un
diagnóstico técnico y objetivo sobre su
realidad, emprendería el camino hacia
el logro sostenible de las metas de desa-
rrollo, también contenidas en la agenda
2019, y se convertiría en ejemplo mun-
dial de una nación que busca asegurar
su sostenibilidad hacia el largo plazo,
atrayendo al paso inversión proveniente
de “ciudadanos corporativos”.
La Gerencia de Responsabilidad SocialCon el fi n de enfrentar los nuevos
desafíos, que superan la lista tradicional
de acciones de responsabilidad social em-
presarial, así como articular la agenda de
responsabilidad social del sector privado
con la acción pública y de los restantes
actores sociales, fortaleciendo la soste-
nibilidad como el principal mecanismo
de acceso al mercado en la actualidad, la
Asociación Nacional de Empresarios de
Colombia (ANDI) creó en el 2004 la Ge-
rencia de Responsabilidad Social.
La Encuesta de RSEDesde el 2004, la ANDI ha venido
practicando entre sus empresas afi liadas
la Encuesta de Responsabilidad Social
Empresarial, con el fi n de conocer las ac-
ciones que estas vienen adelantando en
materia de RSE, las características, mag-
nitud e impacto de las mismas, así como
las partes interesadas a las que están di-
rigidas.
En general, el 98% de las empresas
encuestadas en el 2005 consideran que la
empresa debe asumir responsabilidades
sociales con la comunidad; 41% elaboran
número 1
Agosto 2007
RS Responsabilidad Sostenibilidad
CONCIENCIA
balance social y el 34% informes de ges-
tión social.
La empresa tiene la obligación
de ser rentable y sostenible, primera ex-
presión de su responsabilidad social; sin
embargo, ser rentable en el mundo de
hoy signifi ca serlo en sus dimensiones
económica, social y ambiental. Por ello,
la RSE no se agota con acciones fi lantró-
picas, aunque sean sostenibles y de alto
impacto; tampoco se colma con el llama-
do “buen gobierno corporativo”, o con el
mercadeo social o la ética empresarial.
Todos estos y muchos conceptos laterales
hacen parte del concepto de responsabi-
lidad social, últimamente recogido por el
de sostenibilidad .
La RSE implica acciones en cada
uno de los grupos de interés de la empre-
sa (“stakeholders”): Estado, comunidad,
consumidores, empleados, competencia,
proveedores, acreedores, socios y la pro-
pia empresa.
El mercado es el que hoy exige
que detrás de la producción de los bie-
nes y servicios existan probadas buenas
prácticas de RSE con todos sus grupos
de interés y sus eslabones en la cadena
productiva. Ya están como ejemplo la
Alianza Europea para la RSE y la Alianza
Americana, apoyadas por la ANDI desde
la Organización Internacional de Em-
pleadores, el Consejo Económico y So-
cial de la ONU y el Sector Privado de las
Américas de la OEA, como herramientas
concretas de facilitación del comercio y
acceso a mercados para empresas con
prácticas de RSE.
Así pues, el reto social del mo-
mento es crecer la economía y el tejido
empresarial, nivelar la plataforma educa-
tiva, como primera herramienta para re-
distribuir, no una riqueza exigua, sino las
oportunidades para generarla. Ello per-
mitirá garantizar aquello que envuelve a
su vez el concepto de RSE, y se exige hoy
en el mundo a todas las organizaciones
humanas: nuestra sostenibilidad. RS
LA ANDI HA BRINDADO SU APOYO AL GLOBAL COMPACT, INICIATIVATPROPUESTA POR EL SECRETARIO GENERAL DE LAS NACIONES UNIDAS EN ELFORO ECONÓMICO MUNDIAL, PARA QUE LAS EMPRESAS SE VINCULEN A LA PROMOCIÓN Y EL RESPETO DE LOS DERECHOS HUMANOS, LOS PRINCIPIOSUNIVERSALES DEL TRABAJO, LA PRESERVACIÓN DEL MEDIO AMBIENTE Y EL RECHAZO A LA CORRUPCIÓN.
29RS Responsabilidad Sostenibilidad
Publicaciones de empresas en RSE
Empresas que consideran asumir responsabilidades sociales
98
%
Empresas que elaboran balance social
Empresas que elaboran informe de gestión social
41
%
34
%
AAún sin conocer el signifi cado del
término, para los colombianos Carrefour
ya es un nombre familiar. En su idioma
original, Carrefour signifi ca cruce de ca-
minos, y es una empresa de origen francés,
creada en el año de 1963 con el concepto
“Todo bajo un mismo techo”. Se “cruzó”
en el camino de los colombianos en 1998,
con la apertura de su primera tienda en
Bogotá, en la calle 80, y a la fecha cuenta
con 36 tiendas en 19 municipios del país.
Carrefour maneja una ambición:
“Ser el líder en el sector de la distribución
en cada uno de los países donde está pre-
sente”. Sus acciones y objetivos estratégi-
cos responden a una visión del mundo
en la que basan su estrategia, una visión
que no ignora la complejidad del mun-
do contemporáneo y los riesgos latentes
que la actividad humana representa para
el planeta y sus habitantes; es también
una visión que considera la globalización
Carrefour¡Chévere!
30
Carrefour ha basado su estrategia de RSE y desarrollo sostenible en el desarrollo de cuatro ejes principales, que apoyan su proceso de
expansión y consolidación en Colombia. Por Claudia Cárdenas.
CONCIENCIA número 1
Agosto 2007
RS Responsabilidad Sostenibilidad
como fuerza de progreso, pero a la vez
como factor de desequilibrio. Ésta mira-
da del entorno ha generado en Carrefour
una profunda convicción de la necesidad
de combinar rentabilidad económica y
equidad, convirtiéndose en una empre-
sa comercial con vocación internacional,
que pretende favorecer el acceso del ma-
yor número de personas al consumo, en
el marco de un comercio equitativo y de
desarrollo sostenible.
La RSE para Carrefour Según Marcela Romero, gerente
de Responsabilidad Social y Desarrollo
Sostenible, la RSE en Carrefour se entien-
de como el ejercicio de un comercio res-
ponsable, desde el punto de vista social,
económico, ambiental y frente a los gru-
pos con los que interactúa la compañía:
empleados, comunidades, clientes, medio
ambiente, cadena de abastecimiento, au-
toridades públicas locales y nacionales.
Ahora, si bien la fi losofía y el concepto de
RSE de Carrefour Francia acompaña las
acciones de todas sus fi liales, cada país las
adapta a las problemáticas locales; es por
esto que la RSE, y su enfoque de sosteni-
bilidad bajo la premisa de generación de
valor social y económico, aplican de ma-
nera transversal en todas las acciones de
la empresa, en las áreas de compras, cons-
trucción y operación de tiendas, selección
y gestión de personal.
Su estrategia de RSECarrefour ha basado su estrate-
gia de RSE y Desarrollo Sostenible en el
desarrollo de cuatro ejes principales, que
apoyan su proceso de expansión y conso-
lidación en Colombia, no solo a partir de
la generación de valor económico, sino
acompañado de una clara estrategia de ge-
neración de valor social, que permiten, a
través del ejercicio del negocio, contribuir
a la solución de problemáticas específi cas
del país. El programa de Responsabilidad
Social Empresarial inicia en 1999, y se en-
foca entonces a través de cuatro ejes fun-
damentales: medio ambiente, desarrollo
sostenible, no exclusión y educación.
En cada uno de los ejes de trabajo
defi nidos en su estrategia de RSE, Carre-
four ha desarrollado acciones y programas
en los niveles económico, social y am-
biental, que no solo expresan coherencia
y consistencia con el concepto de RSE que
han adoptado, sino que además permiten
Estrategia de RSE desarrollada por Carrefour
Eje de trabajo Acciones y programas Ámbito de aplicación de la RSE Grupo de interés relacionado
Medio
ambienteProtección del medio ambientePolíticas ambientalesPreservación del medioUso eficiente de recursosReciclajeCumplimiento de normas
Desarrollo
productivo
Relaciones con proveedores ComercializaciónProducciónPerfeccionamiento de procesosRelaciones con clientes y consumidoresProtección del medio ambientePreservación del medio
No exclusión Calidad de vida laboralDiversidadEmpleabilidad
Educación Apoyo a la comunidadFormación y desarrollo
Uso eficiente de recursos, tecnología limpia y uso de refrigerantes ecológicos.Reducción, control y disposición adecuada de emisiones atmosféricas, aguas residuales, residuos sólidos, sustancias químicas.Planes de reciclaje, manejo y gestión ambiental.Cuidado y mantenimiento de humedales, parques y reservas.
Construcción de relaciones y alianzas sólidas a largo plazocon proveedores.Apoyo y acompañamiento a la pequeña y mediana empresa. Desarrollo de marcas propias,con contenido social y ambiental.
Contratación de discapacitados, reinsertados, personas en situación de desplazamiento y madres cabeza de familia en empleos de medio tiempo.
Acompañamiento, donaciones y apadrinamiento a escuelas.Kits escolares.
Medio ambienteComunidadClientesEmpleados
Proveedores ConsumidoresComunidadMedio ambiente
EmpleadosComunidad
Comunidad
identifi car con claridad los grupos de in-
terés a los que impacta y los ámbitos de
aplicación de la RSE en los que cada pro-
grama se desarrolla. Los ámbitos de apli-
cación se refi eren a los elementos básicos
que la responsabilidad social empresarial
tiene en cuenta, como gobierno corpo-
rativo, sistemas de gestión, producción,
comunicación, relaciones con provee-
dores, clientes y consumidores, políticas
ambientales y de preservación del medio
ambiente, uso de recursos y reciclaje, pro-
gramas de calidad de vida laboral y apoyo
a la comunidad, entre otros.
Los cuatro ejes anteriores son el
fundamento de la estrategia de RSE para
Carrefour, y es importante tener en cuen-
ta que cada uno de ellos mantiene una
clara relación con el negocio; se desarro-
llan en ámbitos concretos de la responsa-
bilidad social e involucran a sus diferentes
grupos de interés, pero no por ello son los
únicos programas en los que Carrefour se
interesa. Es necesario evidenciar que ade-
31RS Responsabilidad Sostenibilidad
más de los cuatro ejes mencionados, Ca-
rrefour desarrolla programas de alimen-
tación, donaciones y patrocinios, entre
otros, que además de generar un impacto
importante en la comunidad, evidencian,
como se menciona en el artículo central
de este número, que la RSE y la fi lantro-
pía, entendida como “la promoción vo-
luntaria del bienestar humano”, pueden
convivir dentro de la empresa y propiciar
un proceso continuo de colaboración, en
el que el vínculo que la empresa establece
a partir de este tipo de programas con la
comunidad, puede convertirse en un ca-
mino que abre oportunidades futuras de
benefi cios para la empresa y la comuni-
dad, en relaciones gana-gana.
Beneficios de aplicar la estrategia de RSE
Para las empresas es fundamental
conocer y cuantifi car los benefi cios que se
le atribuyen a la aplicación de su estrate-
gia de RSE, no solo para mantener o mo-
difi car sus acciones, sino para evidenciar
los espacios en los que la empresa puede
concentrarse para generar mayor valor
económico, social y ambiental. En el caso
de Carrefour, los benefi cios generados de
su estrategia de RSE son claramente iden-
tifi cables, y aunque el proceso de medi-
ción de los mismos resulta más complejo,
la empresa se encuentra en este momento
en el proceso de diseño de las herramien-
tas para hacerlo.
En Carrefour es posible destacar el hecho de que todos los programas, bien manejados desde el punto de vista de la comunicación,
generan una mejor imagen corporativa
Como benefi cios de la aplicación
de la estrategia de RSE, en Carrefour es
posible destacar, por un lado, el hecho de
que todos los programas, bien manejados
desde el punto de vista de la comunicación,
generan una mejor imagen corporativa,
como lo afi rma Marcela Romero, gerente
de Responsabilidad Social y Desarrollo
Sostenible de Carrefour. Por otro lado, y
además del aumento de su reputación, Ca-
rrefour ha logrado desarrollar elementos
de diferenciación en cuanto al manejo de
proveedores y desarrollo de marcas pro-
pias, que le otorgan una clara competiti-
vidad operativa. Este mismo efecto han
traído las acciones que se desarrollan en
el aspecto ambiental, como es el caso de
la reducción de costos asociados a la ope-
ración de las tiendas, a través de un mejor
manejo de los residuos y la reducción del
consumo de agua y fuentes de energía.
Factores críticos Las estrategias de RSE implemen-
tadas no son un lecho de rosas, con fre-
cuencia se ven enfrentadas a resistencias,
y a la necesidad de identifi car todos los
32
CONCIENCIA número 1
Agosto 2007
RS Responsabilidad Sostenibilidad
factores críticos, incluso los de fracaso al
momento de la implementación. La expe-
riencia de Carrefour en la implementación
de la estrategia de RSE y Desarrollo Sos-
tenible, le permite considerar como factor
crítico para lograr sus objetivos el hecho
de que esta estrategia vaya totalmente in-
tegrada a la estrategia corporativa, pues
esta condición garantiza la sostenibilidad
en el tiempo y la transversalidad a todas
las actividades del negocio.
En el mismo sentido, para Carre-
four el factor crítico de fracaso o las difi -
cultades más comunes que se enfrentan,
se refi eren a la imposibilidad de cubrir
el nivel de expectativas de la sociedad,
pues lo que normalmente ocurre es que
las comunidades ven en una empresa
privada, y además multinacional, una
fuente inagotable de recursos moneta-
rios, que fi nancie sus iniciativas, pero
cuando al tocar sus puertas lo que en-
cuentran es una estrategia de RSE y de-
sarrollo sostenible, se genera un nivel de
confusión e incomprensión que limita
la potencialidad de las estrategias que
se van a implementar. Por esta razón, y
frente a estas difi cultades, las empresas
se ven enfrentadas a la necesidad de ini-
ciar procesos de sensibilización, nego-
ciación y nivelación de expectativas con
cada uno de sus grupos de interés, con
el fi n de identifi car las áreas de trabajo
conjunto, a partir de las cuales se logrará
el benefi cio mutuo.
En el caso de Carrefour, la iden-
tifi cación tanto de los factores de éxito
como de las difi cultades, y los programas
de perfeccionamiento de las acciones
desarrolladas que de allí se derivan, han
estado acompañados de un sistema que
permite realizar el seguimiento y mo-
nitoreo de las acciones (con base en los
indicadores GRI y otros ajustados), el
cual se encuentra en proceso de perfec-
cionamiento, para mejorar el seguimien-
to, la identifi cación de puntos críticos y
la consecuente formulación de planes de
acción.
Generador de Alianzas: Finalmente, es importante desta-
car cómo en su interés por pasar de una
etapa de gestión de la RSE a una etapa
civil, en la que Carrefour impulse la gene-
ración de acciones socialmente responsa-
bles, su estrategia de trabajo ha generado
múltiples alianzas, que le han impartido
un componente de participación muy
activo a sus políticas; no solo son actores
relevantes en sus acciones sus emplea-
dos, proveedores, clientes y autoridades
locales, sino que además ha generado
convenios de apoyo con entidades, como:
Colombia es pasión, el Programa “Tu Ca-
rrera”, Sena, Teletón, Alcaldía de Bogotá,
Alcaldía de Medellín, Tejido Humano,
Ministerio del Medio Ambiente, Nacio-
nes Unidas y Banco Arquidiocesano de
Alimentos, entre otros. RS
33RS Responsabilidad Sostenibilidad
OBJETIVOS DE DESARROLLO
Hacia una Colombia equitativa e incluyente
En el año 2000, los 189 jefes de estado de los países miembros de Naciones Unidas
se reúnen en Nueva Cork, para suscribir un compromiso de alcance global, un
compromiso que se fundamenta en realidades y necesidades concretas, sin cuya
superación no es posible hablar de esperanzas de desarrollo para la mitad de la
humanidad. Son ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) los que integran
este acuerdo, y representan el punto de convergencia a partir del cual países
desarrollados y en vías de desarrollo trabajan de común acuerdo por un mundo
más justo y equitativo. Estos objetivos representan los resultados más sensibles
para lograr un mínimo de bienestar común, la lucha contra la pobreza y el hambre,
la ignorancia, las enfermedades previsibles, endémicas, la inequidad de género, la
degradación del medio ambiente, entre otros. Por Martha Sarmiento.
34
EN EL MUNDO número 1
Agosto 2007
RS Responsabilidad Sostenibilidad
1. Erradicar la pobreza y el hambre extrema
2. Lograr la educación básica Universal
3. Promover la equidad de género y la autonomía de la mujer.
4. Reducir la mortalidad infantil.
5. Mejorar la salud sexual y reproductiva.
6. Combatir el VIH/SIDA, el dengue, la malaria y otras enfermedades endémicas.
7. Garantizar la sostenibilidad ambiental.
8. Fomentar una asociaciónmundial para el desarrollo.
Erradicar la pobreza extrema y el hambre.
Personas con ingreso inferior a 1 dólar diario.
Personas en pobreza.
Personas que viven en pobreza extrema.
Niños menores de 5 años con desnutrición global.
Personas que están por debajo del consumo de energía
mínima alimentaria.
2,3
%1
99
1
20
15
19
91
20
15
19
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19
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20
15
1,5
%
53
,8%
28
,5%
20
,4%
8,8
%
10
%
3%
17
%
7,5
%
35RS Responsabilidad Sostenibilidad
36
La Declaración del Milenio pro-
mueve la adaptación de estos objetivos
a la realidad de cada país. Los países
comprometidos con los ODM han esta-
blecido metas concretas, de acuerdo con
su propia realidad, su cultura y contexto.
Para la concertación y defi nición de las
metas para Colombia se conformó un
equipo técnico, integrado por los minis-
terios y entidades de gobierno relativos
a cada objetivo, el DANE, la Consejería
para la Equidad de la Mujer, las agencias
del Sistema de Naciones Unidas y el De-
partamento Nacional de Planeación. El
Conpes 91 del 2005 es el documento a
través del cual se recogen y comunican
estas metas.
En la Asamblea General de Nacio-
nes Unidas, llevada a cabo en septiembre
del 2005, se hizo la primera revisión so-
bre el logro parcial de los objetivos del
Milenio, y aunque algunos países han
hecho avances signifi cativos en sus com-
promisos, en otros esto no ha sido posi-
ble e incluso se ha llegado a retroceder
frente a las metas propuestas.
En Colombia, diversas circuns-
tancias, tales como el confl icto interno y
la recesión económica de 1999, han he-
cho que el país esté rezagado en cuanto
a algunos de sus compromisos. Sin em-
bargo, a partir del 2005 diferentes esta-
mentos del país se han propuesto trabajar
en forma sistemática y articulada por el
Analfabetismo.
Lograr la educación primaria universal.
Cobertura educación básica primaria.
Cobertura educación media.
Promedio de años educativos entre la población de 15 a 24 años.
Repetición de años en educación primaria y media
20
15
19
91
20
15
19
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20
15
19
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15
19
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15
19
91
1%3,7
%
10
0%
76
,08
% 93
%
59
,11
%
7 a
ño
s
10
,6 a
ño
s
2,3
%6
,1%
Reducir la mortalidad infantil.
Mortalidad por cada mil en menores de 5 años.
Mortalidad por cada mil en menores de 1 año.
Cobertura de vacunación.
20
15
19
90
20
15
19
90
20
15
19
90
37
,4
17
30
,81
4
92 95
EN EL MUNDO número 1
LAgosto 2007
RS Responsabilidad Sostenibilidad
logro de estas metas, y desde ya se puede
apreciar cómo comienzan a dar frutos al-
gunos procesos. Como ejemplo podemos
citar avances respecto a ciertas metas
propuestas para reducción de la pobreza
(ODM1), la educación básica (ODM2) y
la equidad de género (ODM3). Sin em-
bargo, vale la pena destacar que son pro-
cesos que apenas comienzan, y que solo
será posible obtener resultados sosteni-
bles con el apoyo sólido y decidido de to-
dos los actores locales. Y es en este punto
en donde la empresa se destaca, por su
potencial de impacto en el logro de estos
resultados.
Empresa y objetivos del milenioLos acontecimientos económicos
y políticos ocurridos en el último dece-
nio, en particular la mundialización y la
creciente infl uencia de los mercados y del
sector privado sobre el desarrollo de los
países, han estimulado la identifi cación
de intereses comunes entre gobiernos,
organismos multilaterales y el sector em-
presarial. En este marco global se destaca
una evolución de las empresas en Co-
lombia, en cuanto al papel que desem-
peñan frente a las diferentes realidades
del país. Hoy en día algunas de las em-
presas de nuestro país tienen una clara
conciencia de su capacidad de infl uencia,
no solo frente al crecimiento económico,
sino también ante factores de estabilidad
social, política y de desarrollo sostenible.
Evidenciar esta capacidad, para así incre-
mentar el número de empresas conscien-
tes y activas en su apoyo al desarrollo del
país, es una de las tareas que se ha pro-
puesto Naciones Unidas.
La relación del sector privado con
los ODM es fundamental para el logro
de los mismos, ya que, como se expresó
anteriormente, se trata de un compromi-
so de país, y a pesar de que en primera
instancia la responsabilidad recae sobre
el gobierno nacional, las empresas están
llamadas a colaborar activamente con su
consecución, como cualquier otro actor
constituyente de la sociedad.
En el trabajo con las empresas he-
mos identifi cado que la mayoría abordan
los ODM desde la denominada Respon-
sabilidad Social Empresarial (RSE), defi -
nida, según lo expresa Claudia Cárdenas,
directora ejecutiva del Grupo de Ética y
Responsabilidad Social Empresarial de la
Mejorar la salud sexual y reproductiva.
Mortalidad materna por cada 100.00 nacidos vivos.
Controles prenatales.
Atención institucional del parto y por personal califi cado.l
Uso de métodos de anticoncepción en población sexualmente activa.
Uso de métodos de anticoncepción entre población de 15 a 19 años.
Adolecentes que han sido madres o están en embarazo.
Mortalidad por cáncer de cuello uterino.
20
15
19
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20
15
19
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45
%
66
%9
0%
80
,6%
95
%
59
%
75
%
38
,3%
65
%
12
,8%
15
%
13
%
55
%
A PESAR DE QUE LAS EXPERIENCIAS CON EL SECTOR EMPRESARIAL SON POCAS, GRATAMENTE SE HA COMPROBADO EL PODER DE IMPACTO DE LAS ALIANZAS INTERINSTITUCIONALES EN CUANTO AL LOGRO DE LOS ODM.
37RS Responsabilidad Sostenibilidad
38
Universidad Javeriana (Gerse), como “…
una forma de entender los negocios, que
se integra a la estrategia de competitivi-
dad empresarial de manera transversal,
incorporando el diálogo con sus grupos
de interés y bajo una lógica de contribu-
ción al proceso de desarrollo del país”. En
este orden de ideas, es fundamental que
el sector privado conozca en qué consis-
ten los objetivos del milenio, para que
sus estrategias de negocio y sus aportes
concretos al desarrollo de sus grupos de
interés y del país le permitan impactar
sobre las necesidades más sentidas de
Colombia, contenidas expresamente en
los ODM.
Conviene destacar que dentro de
los trabajos que hemos realizado con las
empresas, se evidencia cómo varios de los
programas que aportan a los ODM son
posibles gracias a su propia capacidad de
gestión y a su creatividad en el aporte de
soluciones. Sin embargo, los factores de-
terminantes de la solidez de estos aportes
han sido: el convencimiento de directores
y colaboradores sobre la responsabilidad
social de la empresa y la suya como ciu-
dadanos, es decir, una cultura de empre-
sa socialmente responsable, y la visión
de que sus estrategias y programas solo
serán viables y sostenibles en la medida
en que las comunidades se empoderen de
su propio desarrollo, mediante su partici-
pación activa en las diferentes etapas de
los procesos.
Entre las varias actividades que
el Programa de Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD) está realizando con
el sector privado, se encuentra la promo-
ción de alianzas interinstitucionales en
programas de desarrollo; el acompaña-
miento a las empresas en la identifi cación
de las políticas, estrategias y programas
que impacten en la consecución de los
ODM; la defi nición de planes concretos
de acción; la identifi cación y difusión de
buenas prácticas empresariales. Igual-
mente, promueve la vinculación del sec-
tor empresarial con el pacto global.
Algunas experiencias concretasA pesar de que las experiencias
con el sector empresarial son pocas, gra-
tamente se ha comprobado el poder de
impacto de las alianzas interinstitucio-
nales en cuanto al logro de los ODM. La
iniciativa “Alianza por el Guavio” ha teni-
do un proceso muy interesante. Surge de
la articulación consensuada de diferentes
actores de la sociedad, como son el sec-
tor empresarial, el gobierno nacional, el
gobierno local, organizaciones sociales y
ciudadanos que se han unido en el trabajo
para la superación de la pobreza de ocho
municipios de la región del Guavio (Gua-
tavita, Gachalá, Gachetá, Ubalá, Junín,
Infección en población general 15 a 49 años.
Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades.
20
15
20
15
20
05
-20
10
20
15
20
10
20
03
1,2
%2
00
4
20
15
20
05
-20
10
Mortalidad por VIH/SIDA.
Transmisión madre-hijo.
Cobertura terapia antiretroviral.
0,7
%
52
,3% 1
5%
30
%
LA RELACIÓN DEL SECTOR PRIVADO CON LOS ODM ES FUNDAMENTAL PARA EL LOGRO DE LOS MISMOS, YA QUE SE TRATA DE UN COMPROMISO DE PAÍS
EN EL MUNDO número 1
Agosto 2007
RS Responsabilidad Sostenibilidad
Gama, Guasca y Medina). En esta alianza,
el sector empresarial hace presencia con la
participación activa de Emgesa, Empresa
de Energía de Bogotá, ISA, Odensa, Fe-
nalco y la Federación de Cafeteros.
La iniciativa, promovida por el
PNUD, se desarrolla dentro del marco
de los derechos Humanos, siendo uno
de sus objetivos el desarrollo económico
de la región (superación de la pobreza,
ODM1). La “Alianza por el Guavio” pro-
mueve iniciativas productivas de la co-
munidad y fomenta su implementación.
Las diversas estrategias ya están dando
frutos, y a través de las diferentes eva-
luaciones de los programas se demuestra
cómo se han incrementado los ingresos
de las familias de la región. Pero lo más
interesante es la dinámica de trabajo
conjunto, que municipios, ciudadanía,
empresas y organizaciones de la sociedad
civil han experimentado a través de este
proyecto. En la región, esta nueva forma
de abordar en forma integral y articula-
da las necesidades y aspiraciones políti-
cas, económicas y sociales, ha tenido un
impacto favorable en múltiples aspectos
del desarrollo humano y ha estrechado
sustancialmente las relaciones entre los
integrantes de la alianza.
Pero no es solamente a través de
grandes alianzas que las empresas tienen
impacto sobre el logro de los ODM. Tam-
bién la defi nición de políticas internas y
de estrategias de negocio, tales como de-
sarrollar productos o prestar servicios
asequibles para comunidades de escasos
recursos (ODM1); promover proyectos
productivos e integrarlos a su cadena de
valor (ODM1); incentivar la educación
de sus empleados y de sus hijos (ODM2);
divulgar información en su comunidad
interna, sobre la prevención del VHI/
SIDA (ODM6), o implementar procesos
de producción limpia (ODM7), son solo
algunos ejemplos de las innumerables
formas en que el sector empresarial pue-
de apoyar los objetivos del milenio.
En la actualidad se está desarro-
llando en el PNUD una herramienta de
diagnóstico, que les permitirá a las em-
presas conocer de qué forma están apor-
tando a los ODM, con el fi n de facilitar
la estructuración de sus programas de
apoyo a los ODM.
Finalmente, vale la pena destacar
que el compromiso del sector empre-
sarial tendrá un efecto multiplicador,
de amplio alcance, hacia el logro de los
objetivos del milenio, pues las empresas
tienen la capacidad de vincular, a través
de sus estrategias, a los miembros de sus
grupos de interés: comunidad interna,
miembros de la cadena de valor, comuni-
dad externa, gobierno, accionistas, entre
otros. RS
Áreas de bosques reforestadas.
Garantizar la sostenibilidad ambiental.
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mil
LOS ACONTECIMIENTOS ECONÓMICOS Y POLÍTICOS OCURRIDOS EN EL ÚLTIMO DECENIO, EN PARTICULAR LA MUNDIALIZACIÓN Y LA CRECIENTE INFLUENCIA DE LOS MERCADOS Y DEL SECTOR PRIVADO SOBRE EL DESARROLLO DE LOS PAÍSES, HAN ESTIMULADO LA IDENTIFICACIÓN DE INTERESES COMUNES ENTRE GOBIERNOS, ORGANISMOS MULTILATERALES Y EL SECTOR EMPRESARIAL.
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Áreas protegidas del Sistema de Parques Nacionales.
Consumo de sustancias agotadoras de la capa de
39RS Responsabilidad Sostenibilidad
EEn un contexto donde la mira-
da empresarial ya no está puesta en la
compañía de al lado, sino en las miles
de competidoras emplazadas por todo el
orbe, la Responsabilidad Social Empre-
sarial (RSE) cobra una importancia fun-
damental a la hora de mantenerse en el
mercado internacional.
Aspectos como la ética en los
negocios, la calidad de vida laboral, la
gestión medioambiental y la preocupa-
ción por el impacto sobre la comunidad,
cobran relevancia en la mirada mundial,
donde las empresas más grandes están
comenzando a exigir a sus cadenas de
valor un alto nivel de comportamiento
en todos estos aspectos.
Este concepto emerge con fuerza
en un contexto de globalización de los
mercados, donde las reglas de la compe-
titividad están asociadas al desempeño
social y ambiental de la empresa y no tan
solo a la generación de riqueza para sus
accionistas.
Frente a este escenario, la Organi-
zación Internacional de Estandarización
UNA NORMA PARA LA RESPONSABILIDAD SOCIAL
Por Dante PesceDirector Ejecutivo de Vincular RSE
Pontifi cia Universidad Católica de Valparaíso, Chile
Asesor de la Presidencia de ISO Responsabilidad Social y Presidente de la Fuerza de Traducción al Español
(ISO) se dio a la tarea de desarrollar una
norma que sirva de orientación mundial
en este tema. Se trata de la ISO 26000 de
Responsabilidad Social, que permitirá
unifi car la multiplicidad de estándares
existentes y facilitar su implementación
en las empresas, permitiéndoles mejorar
su competitividad y, al mismo tiempo,
mejorar la calidad de vida de sus distin-
tos grupos de interés.
Ya ISO ha enfrentado y su-
perado un reto similar, al publi-
car en 1987 la norma ISO 9000
para la Gestión de Calidad,
logrando consensuar los dis-
tintos puntos de vista y fi lo-
sofías que aplicaban los más
diversos países, y en 1996 la
ISO 14000 para la Gestión
Ambiental, que se han cons-
tituido en la referencia univer-
sal en este tema. Por ello, la ISO
26000 de Responsabilidad Social
se constituye en el paso siguiente y
en la tercera generación de estándares
de calidad. De esta manera se posicio-
En un contexto donde la mirada
empresarial ya no está puesta en la
compañía de al lado, sino que en las
miles de competidoras emplazadas
por todo el orbe, la Responsabilidad
Social Empresarial (RSE) cobra
una importancia fundamental a la
hora de mantenerse en el mercado
internacional.
Por Dante Pesce.
40
DOCUMENTACIÓN número 1
Agosto 2007
RS Responsabilidad Sostenibilidad
na la RSE en la gestión de calidad de la
empresa y descarta de plano la idea de la
RSE asociada únicamente al marketing y
a la fi lantropía.
El desarrollo de esta norma, que
estará disponible en el segundo semes-
tre del 2009, es una determinante señal
internacional, que obliga a las empresas
a estar atentas a esta nueva exigencia del
mercado y a ser proactivas en la incorpo-
ración de la RSE, para asegurar su com-
petitividad.
Proceso participativoEl procedimiento para la elabora-
ción de esta norma es muy diferente al
modo de operar tradicional de ISO. Esta
vez el proceso se democratizó, y fl exi-
bilizó sus reglas, incluyendo a diversos
sectores de la sociedad, agrupándolos en
comités espejos por cada país, y dando
mayor voz a los países en vías de desarro-
llo, lo cual es muy relevante, puesto que
existe la posibilidad de ajustar la nueva
norma al nivel de desarrollo de las em-
presas de la región.
El proceso de desarrollo de esta
norma ha sido rápido, ya que entre los
distintos países existe consenso de la ne-
cesidad de contar, lo antes posible, con la
ISO de Responsabilidad Social, para regir
las relaciones empresariales en el mundo
y, a la vez, dar una señal de que se puede
construir una plataforma universal sobre
qué signifi ca tener buenas prácticas.
En la última reunión del grupo de
trabajo internacional de ISO 26000, rea-
lizada en Australia, se determinó que esta
norma entregará una guía a todo tipo de
organizaciones, sin importar su tamaño
o ubicación.
Uno de los principales hitos de
esta reunión es que se llegó a una defi ni-
ción de responsabilidad social. Esta es “la
responsabilidad de una organización res-
pecto de los impactos de sus decisiones y
actividades en la sociedad y el medio am-
biente, por medio de un comportamien-
to transparente y ético consistente con el
desarrollo sustentable y el bienestar ge-
neral de la sociedad; considere las expec-
tativas de sus partes interesadas; esté en
LA ISO 26000 EMERGE CON FUERZA EN UN CONTEXTO DE GLOBALIZACIÓN DE LOS MERCADOS, DONDE LAS REGLAS DE LA COMPETITIVIDAD ESTÁN ASOCIADAS AL DESEMPEÑO SOCIAL Y AMBIENTAL DE LA EMPRESA Y NO TAN SÓLO A LA GENERACIÓN DE RIQUEZA PARA SUS ACCIONISTAS.
cumplimiento con la legislación aplicable
y sea consistente con normas internacio-
nales de comportamiento, y esté integra-
da a través de toda la organización”.
También se ratifi caron los temas
centrales de la norma: gobierno orga-
nizacional, medio ambiente, derechos
humanos, prácticas laborales, prácticas
operacionales justas, temas de consumi-
dores e involucramiento con el desarro-
llo de la comunidad.
La ISO 26000 está prácticamente
lista. Actualmente los grupos de trabajo
se encuentran realizando ajustes en los
contenidos, para poder llegar a la versión
defi nitiva.
Sin duda que la responsabilidad
social es un enfoque de negocios que ha
cobrado fuerza en el mundo. Con esta
norma guía, que en un principio será
verifi cable, se espera incrementar el nú-
mero de organizaciones que incorporen
de manera gradual este estándar, contri-
buyendo a un desarrollo sostenible y a
un aumento de la competitividad de las
empresas en el mercado global. RS
41RS Responsabilidad Sostenibilidad
SECCIÓNJunio 2007
número 0
42 Junio 2007cadauno
KARL LIPPERT, EL SURAFRICANO QUE OCUPA LA PRESIDENCIA DE BAVARIA DESDE QUE FUE ADQUIRIDA POR SABMILLER A COMIENZOS DEL 2006, HABLA EN
ENTREVISTA EXCLUSIVA PARA R&S DE LAS POLÍTICAS DE INVERSIÓN SOCIAL DE LA COMPAÑÍA Y DE SU VISIÓN SOBRE EL FUTURO DE COLOMBIA.
Q
44
¿Qué significa para SABMiller el tema de la Responsabilidad Social?
La Responsabilidad Social Corpo-
rativa ha estado presente en la agenda de
SABMiller por décadas. Se trata de una
historia de vieja data para nosotros, prin-
cipalmente porque la Compañía nació en
Suráfrica, un país semejante a Colombia,
que tiene 43 millones de personas, un área
de 1,2 millones de kilómetros cuadrados
y dos líneas costeras; y lo más importante:
como Colombia, tiene una historia im-
portante en personas desplazadas por la
violencia. En Suráfrica se llamaba Apar-
theid, y aunque su origen es diferente, son
fenómenos parecidos hasta cierto punto.
Ante la situación que se estaba
viviendo en el país, la Empresa decidió
adoptar políticas de Responsabilidad So-
cial, y en los años 70, por ejemplo, fuimos
los primeros en comenzar con la Acción
Afi rmativa (Afi rmative Action). Nosotros
lo llamamos Programa de Equidad en Su-
ráfrica, con el cual desarrollamos y acele-
ramos las carreras de los gerentes de raza
negra.
¿Las campañas de prevención del abu-so del alcohol que adelanta la empresa son resultado de las presiones de la sociedad?
Las campañas son resultado de
nuestro sentido de la responsabilidad,
que tiene muchas facetas. La primera
y más obvia es que somos una empresa
cervecera que vende alcohol, que en ge-
neral es bueno para las personas, pero
que corre el riesgo de ser objeto de abu-
so. Debemos empezar por casa y ser res-
ponsables con nuestro mercadeo y con
la venta de nuestros productos. Por esa
razón, SABMiller desarrolló el Manifi es-
to del Alcohol, que es un documento pú-
blico con las reglas claras y las políticas
del Grupo para el mercadeo de la cerve-
za, incluyendo mecanismos de control y
autorregulación.
En todo el mundo realizamos
campañas de prevención del consumo
por parte de menores y para alertar sobre
los riesgos de, por ejemplo, tomar y con-
ducir vehículos.
Muchas veces me han pregunta-
do por qué adelantamos campañas que
afectan nuestras ventas, y la respuesta es
que no queremos vender a menores por-
que eso sería una práctica irresponsable,
y va en contra de nuestro objetivo a largo
plazo de ser percibidos como la industria
más admirada.
¿Quiere decir que la intención de to-dos los proyectos de Responsabilidad Social es lograr admiración?
Si miramos la Misión de Bavaria,
nuestro objetivo es ser la compañía más
admirada en Colombia -y ser un impulsa-
dor de la reputación de SABMiller-, como
consecuencia de la efectividad de nues-
tro mercadeo, por la calidad de nuestros
productos, por ser la mejor empresa para
trabajar en Colombia y como el mejor
socio de nuestros clientes y proveedores.
Mientras otras fi rmas se empeñan en lo-
grar cifras de crecimiento, nosotros que-
remos ser los más admirados. En el área
de Responsabilidad Social somos número
uno; en reputación, somos número uno. Y
nuestra intención es continuar trabajando
para seguir siendo número uno.
¿Qué motiva a SABMiller a hacer inversión social?
Nuestro slogan dice ‘queremos que
las comunidades en que operamos es-
tén mejor, porque nosotros estamos ahí.
Queremos hacer una buena cerveza para
la comunidad y queremos una buena co-
munidad para nuestra cerveza’. Con esto
en mente, hemos invertido en muchas
regiones alrededor del mundo, basados
en prioridades locales. En Suráfrica, por
ejemplo, el desempleo es 2,5 veces más
grande que en Colombia, por lo que ade-
lantamos un programa que lleva 12 años y
que ha generado cerca de 23 mil empleos.
Este programa es reproducido en Colom-
bia con el nombre de Destapa Futuro.
Otras prioridades en Suráfrica son
el VIH Sida y la criminalidad, y SABMi-
ller está muy comprometida con ambos
temas. Estamos trabajando para fortale-
cer el sistema judicial criminal y apoyan-
do organizaciones como Business Against
Crime (Negocios contra el Crimen). Yo
personalmente estuve involucrado; fui el
Presidente de la organización para gran
parte de Suráfrica, para ayudar a la Poli-
cía, al Departamento de Justicia y al De-
partamento de Servicios Correccionales.
El compromiso de SABMiller ha sido tan
grande, que el mismo Presidente de la
Compañía tomó tres años de su trabajo
para convertirse en el jefe de la fuerza
policíaca en Suráfrica. No se trata sólo de
involucrarnos desde el punto de vista cor-
porativo, sino también en lo personal.
¿Cómo determina SABMiller cuáles son los proyectos que va a apoyar?
Analizamos las áreas de la sociedad
donde existen mayores necesidades y nos
involucramos en su solución; de esta ma-
nera tratamos de hacer la diferencia. Uno
de los temas en los que más hemos parti-
cipado en todo el mundo es en el deporte.
No importa si se trata de equipos olím-
picos, de talla mundial o locales; lo que
queremos es que alcancen un nivel alto.
En Colombia apoyamos tantos deportes,
y la lista es tan larga, que es increíble.
También apoyamos proyectos de
cultura, ambientales y de educación en
diferentes países y de maneras distintas.
Todo esto sin contar que somos el mayor
contribuyente impositivo en muchos paí-
ses, y no se debe olvidar nunca que esa es
una contribución muy importante para el
bienestar de un país.
En Colombia, el año pasado paga-
mos 1,6 mil millones de pesos en impues-
tos, que es una contribución enorme a los
esfuerzos alrededor de programas socia-
les y de salud.
¿Cambiaron los proyectos de RSC de Bavaria con la llegada de SABMiller?
Antes de la llegada de SABMiller,
Bavaria tenía una historia de larga data en
temas de inversión social y consumo res-
ponsable, así que ya estábamos buscando
las mismas cosas que busca SABMiller.
“Pienso que ya se vislumbran condiciones para la
transformación económica del país. Colombia está pasando
por un mejor momento, y los colombianos se sienten más
felices, exitosos, respetados y libres”.
PERFIL número 1
Agosto 2007
RS Responsabilidad Sostenibilidad
46
Karl Lippertbásico
Es un ingeniero mecánico nacido en Namibia, criado en Suráfrica y con nacionalidad alemana. Se vinculó a la multinacional sudafricana SABMiller en 1992, y desde entonces ha ocupado diferentes posiciones, como la de director ejecutivo de Dreher en Hungría, y director de Ventas y Distribución para SABMiller Europa, con base en Budapest. Antes de ser designado Presidente de Bavaria, ocupaba el cargo de Director Administrativo de la operación de la compañía en Polonia.
Por ejemplo, desde hace varios años ve-
nimos realizando un programa llamado
Unidos, donde el 80% de los empleados
de la compañía hacen una contribución a
las comunidades que los rodean. Por cada
peso que ellos entregan, la empresa dupli-
ca la contribución. Tenemos comités en
todo el país para vigilar las inversiones.
Con esto quiero decir que Bavaria
tiene toda una tradición de apoyar depor-
tes, arte, cultura, educación y el ambiente,
al igual que SABMiller. Entonces, de lo
que se trata es de ser consistentes con lo
que estamos haciendo. Esto ha llevado a
que nuestra inversión se haya incremen-
tado de manera sustanciosa en algunas
iniciativas.
De igual forma, adoptamos el
Manifi esto del Alcohol y adelantamos la
campaña Todos Podemos ser Padres, para
evitar el consumo por parte de menores
de edad. Adicionalmente, hicimos algu-
nos cambios al programa Chicas Águila;
por ejemplo, ninguna de ellas puede verse
demasiado joven, y la ropa es menos re-
veladora, porque no estamos tratando de
explotar la forma femenina.
En materia de inversión social, ¿con qué criterio se eligen las iniciativas que va a apoyar Bavaria y cómo se evalúa si valió la pena hacerlo?
Es una pregunta muy difícil. Pen-
semos, por ejemplo, en el VIH, que es una
prioridad de SABMiller en el mundo, pero
que no tiene tanto impacto en Colombia,
así que es poco probable que nos dedique-
mos al tema. Lo que hacemos, entonces, es
una profunda evaluación de las necesida-
des del país, y luego analizamos en dónde
podemos marcar realmente una diferencia.
Por ejemplo, ¿debe Bavaria in-
volucrarse en el Proceso de Paz? No me
parece una alternativa tan clara, como
puede serlo el alivio de la pobreza, a la
que sí tenemos qué aportar. Somos una
empresa de negocios y como gerentes,
tenemos algo que ofrecer en términos de
experiencia.
Respaldamos, entonces programas
como Destapa Futuro, para el cual tene-
mos objetivos muy claros que se pueden
medir: en 10 años queremos crear entre
30 y 50 mil empleos. Sabemos cómo cre-
ce cada una de las empresas que estamos
apoyando, cómo funciona y qué ajustes
debe realizar. Entonces podemos medir el
resultado de la inversión.
Pero hay otros logros e impactos
que no se pueden verifi car. ¿Se puede
medir si la comunidad está mejor como
resultado del programa? Eso es más com-
plicado, porque algunos resultados son
sicológicos. Uno de los obstáculos más
grandes que se tiene con los desplazados
y con las personas pobres, es la falta de
confi anza en sí mismas. Se dan por ven-
cidas. Y lo primero que hay que hacer es
lograr que confíen en sí mismos, de lo
contrario, no van a encontrar el coraje
para iniciar un negocio.
Si elegimos unas personas que sólo
saben utilizar armas, las sacamos de las ca-
lles y las ponemos a trabajar… ¿cómo de-
terminamos el alcance de esa acción en la
disminución del índice de criminalidad?
Cuando se habla de la salud de la socie-
dad, el impacto de la creación de empleo
en la economía hace la diferencia.
¿Cómo espera Bavaria crear más de 30 mil empleos con el proyecto Destapa Futuro?
Con este programa esperamos
ayudar a las personas a organizarse y
crear un negocio. Todos los interesados
en aplicar, lo pueden hacer. Lo que hace-
mos es que escogemos 300 proyectos, los
llevamos a un entrenamiento riguroso en
negocios, lo cual culmina en la formula-
ción de un plan de negocios. Luego hay
un proceso de selección y escogemos un
gran número de ellos y le damos el dinero
para iniciar sus negocios sin ningún com-
promiso, es gratis. Nuestro único requisi-
to es que cuando empleen a las personas
para trabajar en sus empresas, favorezcan
a las personas desplazadas.
Asesoramos el negocio duran-
te seis meses. Cuando fi nalice el primer
año, es decir, la primera ronda de fi nan-
ciamiento, se determina cuáles fueron las
diez mejores empresas y se les entregan
“Nuestro slogan dice ‘queremos que las comunidades en
que operamos estén mejor, porque nosotros estamos ahí.
Queremos hacer una buena cerveza para la comunidad y
queremos una buena comunidad para nuestra cerveza”.
PERFIL
RS Responsabilidad Sostenibilidad
unos recursos adicionales. Luego los de-
jamos continuar solos.
Este programa ha estado vigente
en Suráfrica por doce años, y ahora que-
remos darle continuidad aquí en Colom-
bia. Nuestra intención es invertir aún más
dinero este año y crear entre 30 y 50 mil
plazas de trabajo en un lapso de 10 años.
¿Cómo ve el papel del sector privado en la realidad colombiana?
En Colombia, y en el resto del
mundo, la sociedad está buscando cada
vez más al sector privado y especialmen-
te a las multinacionales, para solucionar
los problemas sociales. La razón es que, a
menudo, obtienen mejores resultados.
Hace 50 años no sucedía así, y la
sociedad acudía al gobierno para que so-
lucionara todo, pero la habilidad, el com-
promiso y el enfoque de los gobiernos ha
cambiado tanto, que ahora la responsa-
bilidad se ha puesto sobre las empresas.
Entre más grande sea, o más alto su perfi l,
más van a esperar de ellas. Y no sólo para
solucionar los problemas, sino para que
dé ejemplo, para que marque el paso, para
ofrecer liderazgo.
El ejemplo de Suráfrica es claro: el
Presidente del país le pidió ayuda al Presi-
dente de SABMiller para dirigir la Policía
y atacar el problema número uno, que es
la criminalidad. Suráfrica ocupa el primer
lugar en el índice de homicidios, violacio-
nes y en asaltos.
¿Cómo ve el futuro de Colombia?Los colombianos son muy genero-
sos. Es sorprendente saber cuánta gente
está involucrada en programas sociales.
El problema es que hay un montón de pe-
queñas causas, y no se sabe si realmente
está haciendo la diferencia.
Si no se establecen unas priorida-
des y una causa común, es muy difícil lo-
grar algo. Y no es tan difícil buscar ayuda,
se trata simplemente de asegurar que to-
dos estén jalando en la misma dirección.
Cuando un país quiere ver trans-
formación económica, no se puede dar el
lujo de hacer inversión en todos los secto-
res. Es demasiado costoso.
Colombia debe concentrar sus
esfuerzos en áreas que verdaderamente
tienen posibilidades en el futuro, ya sea
porque están creciendo en términos del
comercio global, o porque presentan una
ventaja natural o porque tienen mayor in-
cidencia sobre muchos otros sectores. Eso
es exactamente lo que hizo Japón; en los
años 50 era un país roto, y decidieron es-
coger algunos sectores para apoyar y crear
incentivos, con lo que inició un mejora-
miento dramático de la economía. Ante-
riormente lo “hecho en Japón” signifi caba
barato, un poco como es la producción
China en la actualidad. Dos décadas más
tarde, al fi nal de los 80, “hecho en Japón”
ya era sinónimo de calidad de alta tecno-
logía, sofi sticada y confi able. Así que, si el
país se enfoca en pocas cosas, puede hacer
que ocurran milagros.
Esto requiere un esfuerzo a través
de varios frentes, incluyendo a la sociedad
civil, al Gobierno, a los políticos y al sec-
tor privado.
Sigo creyendo que la pobreza es
el problema más grande del país, por-
que si todos estuvieran trabajando, y la
economía estuviera creciendo, estarían
demasiado ocupados para causar proble-
mas, para pelear o para delinquir. Estoy
convencido que un pueblo ocupado es un
pueblo pacífi co. Sólo basta mirar alrede-
dor del mundo para percatarse de ello.
Pienso que ya se vislumbran con-
diciones para la transformación econó-
mica del país. Colombia está pasando por
un buen momento, y los colombianos se
sienten más felices, exitosos, respetados y
libres.
La trasformación económica
debe contar con el apoyo de la gente de
afuera, porque es claro que ningún país
lo puede hacer todo solo; y es una reali-
dad que muchos quieren ayudar. Así, se
debe continuar invitando a las multina-
cionales, como SABMiller, para invertir
en el país. RS
“Muchas veces me han preguntado por qué adelantamos
campañas que afectan nuestras ventas, y la respuesta es que
no queremos vender a menores porque eso sería una práctica
irresponsable, y va en contra de nuestro objetivo a largo plazo
de ser percibidos como la industria más admirada”.
47RS Responsabilidad Sostenibilidad
Junio 2007número 0
48
opinión
El sentido de la responsabilidad
social
HAY UN CRECIENTE INTERÉS en Colombia por cono-cer los contenidos, el alcance y las prácticas actuales de la responsabilidad social. A través de sus distintas entidades, el Estado invita a las empresas a partici-par en tales proyectos, especialmente en aquellos que buscan el cumplimiento de las metas del milenio y la solidaridad para atender la agenda interna de paz. También lo hacen los organismos internacionales, las agencias de cooperación y algunos gremios importan-tes, como la ANDI, Acopi y Confecámaras. Algunas empresas han incorporado prácticas de contratación con terceros, en las que se les exige adoptar algunos estándares mínimos en la materia, y un grupo cre-ciente de empresarios exploran activamente el terreno para sumarse al movimiento.
Además, se ha multiplicado el número de orga-nizaciones con causas sociales, así como de consul-tores que ofrecen servicios asociados a la responsa-bilidad social. Paulatinamente las universidades y los centros de pensamiento adquieren mayor capacidad para investigar y hacer propuestas novedosas en la materia.
En nuestra opinión, la frontera de interés por la responsabilidad social se extiende rápidamente, más allá del 42% de las empresas que reportaron tener un conocimiento apropiado del tema en 2006.
Hay quienes sostienen que la responsabilidad social no es más que una moda, que arropa a las empresas que quieren mostrarse a la vanguardia. En el fondo, continúa el argumento, las empresas siguen siendo lo mismo, lobos vestidos con pieles de ovejas.
Consideramos que esta perspectiva hace caso omiso de los problemas que plantea la globalización, ignora las tendencias mundiales en materia de de ges-tión empresarial y reduce el análisis a la premisa de que la responsabilidad social es solo un artificio de las empresas para servirse a sí mismas.
Miremos cada uno de estos asuntos, para ofrecer un enfoque apropiado de la responsabilidad social.
La globalización hace referencia a un mo-mento histórico de expansión de la economía des-de 1989. Es este un momento revolucionario en al menos cuatro campos: el de la tecnología, de los mercados, la demografía y los valores. La revolu-ción tecnológica hace referencia a las posibilidades inmensas que ofrecen las telecomunicaciones, las tecnologías de la información, el transporte y la biociencia. Entre otros cambios fundamentales, la tecnología cambió el sentido del tiempo, que ahora ocupa 24 horas x 365 días y, por ende, las relacio-nes entre las empresas y sus cadenas de valor, los clientes y los consumidores.
La revolución de los mercados aparece por la expansión de la economía abierta a todo el planeta. Ello ha facilitado un vigoroso intercambio de las ideas y del conocimiento, los procesos de liberalización y privatización, la valorización de las marcas y el libre movimiento del capital.
Las grandes transformaciones tecnológicas y de los mercados, sin embargo, generan consecuen-cias demográficas de gran magnitud. No solo crece la población de los países pobres con relación a la de los desarrollados, sino que aumenta la pobreza y el desamparo. Según los cálculos de Jeffrey Sachs, cada año mueren de hambre ocho millones de per-sonas en el mundo. La degradación ambiental y el cambio climático agravan el panorama social.
También se plantean grandes cambios en la conducta y las expectativas de las personas, un cam-bio moral que transforma las relaciones humanas. Se ha erosionado la credibilidad de los gobiernos y de los actores políticos, y surgen nuevas fuentes de lideraz-go en la sociedad civil y en las organizaciones.
La nueva configuración del mundo nos invita a pensar en el riesgo al que estamos sometidos y la ur-gencia de crear nuevas fuentes de confianza. Las fron-teras entre las empresas, las organizaciones sociales y el Estado se vuelven flexibles. Todos coparticipan en la creación de capital económico, social y político; crean las bases de lo que Stephen Young llama el ca-pitalismo moral.
La responsabilidad social hace referencia a este fenómeno y se ofrece no como un artefacto, sino como una oportunidad para transformar y construir el mundo en la era de la globalización. Por ello, todas las definiciones de responsabilidad so-cial tienen tres elementos básicos. En primer lugar, el reconocimiento de los impactos, tanto positivos como negativos, que causan las organizaciones en desarrollo de sus actividades. Ellas toman de la so-ciedad y el medio ambiente, y les deben retribuir de manera que el balance de sus acciones sociales y ambientales sea siempre positivo (sostenibilidad).
En segundo lugar, las expectativas de las em-presas y las de la sociedad resultan en un diálogo, a partir del cual se generan acuerdos siempre inesta-bles. Es imperativo fijar la posición de las empresas, pero es también necesario escuchar y responder a las preocupaciones de las personas y los grupos intere-sados. Sin ello, las organizaciones y las sociedades se marchitan.
Finalmente, toda empresa tiene un impacto sobre unos grupos humanos directamente afectados por sus actividades, los llamados stakeholders o gru-pos de interés: ellos son los accionistas, empleados, proveedores y contratistas, las comunidades y el go-bierno. Este mapa de relaciones puede indicar la exis-tencia de redes dinámicas y posibilitadoras o, por el contrario, fuentes de conflicto permanente, exclusión y altos costos de transacción.
En consecuencia, el interés por la responsa-bilidad social crece por razones más fundamentales que la moda: ofrece posibilidades de manejo de los riesgos económicos, sociales y ambientales (la triple línea de base), crea oportunidades de colaboración, aprendizaje e innovación para el Estado, las empresas y la sociedad civil, y amplía los círculos de confianza entre los stakeholders. RS
El interés por la responsabilidad social
crece por razones más fundamentales que la moda..
Javier Torres VelascoDirector Ejecutivo del Centro Colombiano de Responsabilidad Empresarial, CCRE. Egresado de la Universidad de los
Andes y Ph. D. en Ciencia Política de la Universidad del Estado de Nueva York. Realiza trabajo académico en las Universidades de los Andes, Javeriana y Externado de Colombia.
RS Responsabilidad Sostenibilidad
P“Hay que formar profesionales capaces de
comprender la realidad social del país”:padre Gerardo Remolina
Para el padre Gerardo Remolina
Vargas, rector desde hace 9 años de la
Pontifi cia Universidad Javeriana, la Aca-
demia debe proporcionar una educación
integral. No se trata solamente de la for-
mación del conocimiento y del saber, sino
que la afectividad, la voluntad y el com-
promiso social, deben estar insertos en los
currículos.
En ese sentido, la Javeriana inclu-
yó, desde la misma concepción de su Mi-
sión, la enumeración de los problemas del
país a los cuales quiere responder de una
manera más efi caz: la inefi ciencia de las
instituciones nacionales, el atraso cientí-
fi co y tecnológico, el medio ambiente, la
falta de aprecio por los valores nacionales,
la intolerancia y el desconocimiento de la
pluralidad y diversidad, la discriminación
social y, por último, la concentración eco-
nómica y del poder político, al cual cali-
fi ca como “a veces más angustiosa que la
concentración económica”.
El Religioso, perteneciente a la
Compañía de Jesús, explicó que aunque
estos temas se incluyeron en la Misión
desde 1998, en el año 2000 se hizo una
actualización temática, y desde entonces,
se ha venido realizando un simposio lla-
mado Colombia una Visión Prospectiva,
con el objetivo de refl exionar sobre los
problemas del país y lo que puede hacer la
Institución Académica para solucionarlos.
El evento ha contado con la participación
de ilustres personajes de la vida política y
social del país.
“Cada año se le confía a uno de los
estamentos de la Universidad, la prepa-
ración y la ejecución del foro. Y cada año
tiene un nombre diferente, dependiendo
de los que están encargados de expresar
su punto de vista. Empezamos con la Voz
de los Decanos, luego vinieron la Voz de
los Profesores y la Voz de los Estudiantes,
y este año se llama “La Voz de los Egre-
sados”, por lo que contamos con la parti-
cipación de los egresados javerianos más
destacados de la actualidad nacional”, co-
mentó.
La academia, aún mucho por hacerAunque es imposible comprometer
en actividades sociales a los 19.800 estu-
diantes que actualmente tiene la Javeriana
en pregrado, el Padre advierte un creciente
interés entre el alumnado por estos temas,
lo que muestra que realmente hay un sen-
tido profundo de preocupación por el país.
Las prácticas sociales, diferentes a
las prácticas empresariales, han ejercido
una importante infl uencia en este desper-
tar de los jóvenes en los temas de la co-
munidad. A través de ellas, los estudiantes
tienen la oportunidad de entablar un con-
tacto muy real con la situación del país,
con las condiciones de la gente, su pobre-
za, su ignorancia y su carencia de salud.
“Se trata de experiencias transformadoras
de vida. Son impresionantes los testimo-
nios de los muchachos. Es como si les hu-
bieran cambiado el canal de televisión y se
encontraran con un programa totalmente
distinto al que estaban viendo”, asegura.
El Rector de la Javeriana opina
que, pese al gran esfuerzo que han reali-
zado las principales universidades del país
para impulsar la Responsabilidad Social
en los futuros profesionales, aún hay que
promoverla mucho más. “Obviamente,
siempre nos quedamos cortos, porque
esto es sumamente exigente y los proble-
mas sociales son inmensos”, dice.
Por esta razón, la Universidad tie-
ne varios instrumentos que promueven
acciones concretas de los alumnos en
una comunidad, incluyendo un concurso
promovido por la Rectoría, con el cual se
LAS PRÁCTICAS SOCIALES HAN EJERCIDO UNA IMPORTANTE INFLUENCIA EN ESTE DESPERTAR DE LOS
JÓVENES EN LOS TEMAS DE LA COMUNIDAD.
fi nancian los mejores proyectos presenta-
dos por las facultades; y el Presupuesto y
Balance Social, que busca que cada área
planifi que y desarrolle actividades en fa-
vor de las comunidades más necesitadas.
“Por ejemplo, la Facultad de
Odontología ha tenido un programa que
se llama La Operación Sonrisa, y una de
sus labores ha sido recoger indigentes que
andan por la calle, con sus dentaduras en
muy mal estado. Les hacen tratamiento y
les restablecen su sonrisa. No tiene nada
que ver con el desempeño académico o
con su futuro empresarial; se trata de una
práctica social”, explicó.
Otro proyecto fue el adelantado
por la Facultad de Artes, en la que cons-
tituyeron un coro de niños de los barrios
de Ciudad Bolívar. “Para estos jóvenes no
es obligatorio tener un coro de niños des-
plazados por la violencia para continuar la
carrera de estudios musicales, pero es un
compromiso con la búsqueda de una so-
ciedad más sana”, añadió.
Las empresas deben mirar más hacia afuera.
“La empresa privada, con algunas
valiosísimas excepciones, está muy volcada
hacia sí misma. Casi todas sacan un balan-
ce social, pero cuando uno va a ver el con-
tenido, se refi ere únicamente a que tiene
equis número de empleados. Claro que es
innegable la importancia de la generación
de empleo, pero eso forma parte de la diná-
mica normal de una empresa”, opina el Pa-
dre Remolina, y agrega que éstas deberían
mirar más hacia afuera para así lograr un
mayor impacto en la sociedad real.
Para él, un presupuesto y un ba-
lance social deberían ser un plus que se
agrega a la gestión ordinaria de la empresa
o de la universidad, como sucede con el
programa de mejoramiento de vivienda
para personas de bajos recursos que ade-
lanta la Javeriana con la comunidad judía
sefardí. “Tenemos una comunicación y
50
ENTREVISTA número 1
Agosto 2007
RS Responsabilidad Sostenibilidad
una colaboración muy grande con un sec-
tor de esta comunidad judía. Ellos ponen
el dinero y nosotros ponemos toda la par-
te técnica, la parte de los procesos. Eran
casas que estaban casi en el suelo y ahora
son una vivienda digna… bonita…”, expli-
ca. Para él, este tipo de programas no sólo
reconstruye el aspecto físico de la vivienda
y del barrio, sino también el aspecto so-
cial, porque como los mismos benefi cia-
rios deben ayudar con los trabajos, se crea
un sentimiento de solidaridad entre ellos
y una visión distinta de la vida, una visión
de autoestima.
La Iglesia, un protagonista del conflicto.
El Padre Remolina manifi esta que
el compromiso de la Iglesia con los temas
de responsabilidad social no es nuevo. En
el caso de los Jesuitas, el padre Remolina
recuerda que en los años 50 o 60, fueron
los fundadores de los primeros sindica-
tos que defendieron los derechos de los
trabajadores en el país. “El padre Vicente
Andrade Valderrama y el padre Francisco
Javier Mejía fundaron la UTC, Unión de
Trabajadores Colombianos. ¿Por qué? Por
su sentido de responsabilidad social. Hoy
ya no existe este sindicato, pero en su mo-
mento fue de una importancia extraordi-
naria”, asegura.
Por otra parte, la Compañía de Je-
sús apoya, desde hace muchos años, otras
fundaciones y programas, como el Cen-
tro de Investigación y Educación Popular
– CINEP-, que es un centro de investiga-
ción de todos estos problemas de tipo so-
cial, económico y cultural.
Ese compromiso ha hecho que la
Iglesia haya sido protagonista de todos los
procesos de búsqueda de la paz, de recons-
trucción social y de mediación en el con-
fl icto que se han presentado en el país.
“Y fíjense ustedes en los procesos
de paz del país: entran unos grupos, sa-
len otros, pelean entre ellos. Y la Iglesia
siempre está ahí; está lista para servir de
mediadora, para ayudar en los procesos,
para apoyar a unos y a otros, para la cons-
trucción de la paz… Incluso con algunas
cosas arriesgadas, como por ejemplo, con
la ayuda que se le prestó a Granda, pero lo
que se trata es de buscar la forma de facili-
tar el diálogo, buscar el entendimiento. Yo
personalmente me siento muy orgulloso
de lo que ha hecho la Iglesia en todo este
proceso de búsqueda de la paz y la recon-
ciliación”, concluye el Padre. RS
51RS Responsabilidad Sostenibilidad
Q
52
¿Qué hay detrás de muchos pro-
yectos sociales patrocinados por el sector
privado? Para algunos empresarios esto
hace parte también de los negocios, para
mejorar la imagen, como estrategia de
penetración al mercado, posicionamien-
to o para la reducción de impuestos.
Hay empresarios que se pregun-
tan qué ganan si invierten en proyectos
sociales, o si acompañan causas humani-
tarias, y los gobiernos suelen caer en esa
trampa, jugando con exenciones tributa-
rias o con marcos de regulación fl exibles,
lo que contradice en gran medida la fi -
losofía y fundamento de una ayuda que
debe traducirse necesariamente en inver-
sión para todos.
Los gobiernos deben garantizar
reglas claras para la inversión y la pro-
ductividad. Esta seguridad jurídica no
puede endosar a la empresa privada las
responsabilidades de los Estados, preci-
samente porque los recursos que resul-
tan de esta relación, como el caso de los
impuestos, tienen una destinación espe-
cífi ca para quienes cumplen funciones
públicas, y los empresarios no pueden
prestarse a esta irresponsabilidad pública
para ganar favores políticos que mejoren
sus inversiones.
Ha sido en gran medida la ausen-
cia del Estado y la dilapidación de sus re-
cursos, los que explican las condiciones
de abandono, hambre y falta de oportu-
nidades para un porcentaje importante
de la población. En países como Colom-
bia, el confl icto armado, la corrupción y
la falta de gobernabilidad hicieron muy
frágil y vulnerable el entorno de muchas
empresas, que además de atender las re-
glas laborales y el respeto a los derechos
humanos de sus trabajadores, y que im-
pulsaron efectivas políticas de bienestar,
tuvieron que asumir la provisión de ser-
vicios a las poblaciones de sus entornos, y
la inversión de recursos para protección
social de los grupos más vulnerables o de
interés a los fi nes corporativos.
El aporte del sector privado al cre-
cimiento de la economía es innegable, y
por ello hace parte de sus responsabilida-
des respetar las leyes, pagar los impues-
tos y velar por el respeto de las personas
y la sociedad, esperando a cambio que el
Estado cumpla su papel. A partir de allí,
toda la contribución de la empresa pri-
vada, orientada a superar las necesidades
o atender grupos especiales, o prestar su
concurso a causas humanitarias, no solo
es meritoria sino muy necesaria.
Los empresarios deben contribuir
para que haya transparencia en el mane-
jo de los recursos públicos, a los cuales
participan de manera importante, y que
los mismos estén destinados a atender
las necesidades más apremiantes de la
población, ello hace parte de la respon-
sabilidad social.
La responsabilidad social es un
aporte al desarrollo, al bienestar, a la
construcción de una sociedad más jus-
ta e igualitaria, con mejores oportuni-
dades, pero de ninguna manera puede
entenderse como una sustitución a las
obligaciones éticas, constitucionales y
legales del Estado. Pobre favor le hacen
los empresarios a la democracia, cuando
en lugar de llevar sus causas y políticas
sociales a sus propios trabajadores, sus
familias y a las comunidades, terminan
distrayendo la obligatoriedad de quienes
en nuestro nombre ejercen funciones pú-
blicas a través del Estado.
Hoy día sabemos que para enfren-
tar la pobreza, el hambre y la desigualdad,
se requiere la acción de los gobiernos, de
los empresarios y de la comunidad, lo
que dio origen a una declaración suscrita
por 191 países, conocida como la decla-
ración del milenio.
La comunidad internacional tam-
bién ha concluido que su ayuda al desa-
rrollo debe ser coordinada y priorizada,
como se expresó en la declaración de
París, que busca precisamente un mayor
impacto con los recursos de la ayuda ofi -
Hasta dónde llega la responsabilidadEl compromiso con causas
sociales debe nacer de una rentable combinación entre
sensibilidad e inteligencia, y no por exigencias legales o por
estímulos y reconocimientos.Por Roberto Ortegón.
INTERÉS número 1
Agosto 2007
RS Responsabilidad Sostenibilidad
cial al desarrollo, conocidos como recur-
sos de cooperación.
No es casual que estas dos decla-
raciones, que guían en gran medida los
esfuerzos mundiales para construir un
mundo mejor, condicionen sus resulta-
dos a la promoción y protección de los
derechos humanos, especialmente de la
población vulnerable cuando se trata de
pobreza, o de las víctimas cuando se tra-
ta de confl ictos armados, a fortalecer la
gobernabilidad democrática de los Esta-
dos, que pasa por derrotar la corrupción,
a estimular la participación ciudadana y
de manera especial a promover pactos o
alianzas entre los gobiernos, la empresa
privada y la sociedad civil, en el entendi-
do de que estos objetivos deben ser soste-
nibles y coherentes a largo plazo.
A los países que reduzcan la pobre-
za, garanticen transparencia en la gestión
pública y cumplan satisfactoriamente con
estos propósitos, organizados en ocho ob-
jetivos de desarrollo del milenio, les podrá
ser condonada la deuda externa y tendrán
prelación en el comercio internacional,
entre otros compromisos, derivados todos
ellos de la declaración del milenio suscrita
a fi nales del año 2000 y recién ratifi cada
por países como Colombia.
El papel del sector privado dejó de
ser endogámico para estudiar solo la pro-
yección de sus negocios, ahora se espera
y se valora su condición ética y su contri-
bución a la construcción de una sociedad
más equitativa, y como lo ha propuesto
el Banco Interamericano de Desarrollo,
para la región, una sociedad con mejores
oportunidades, que se traduce en el prin-
cipio de la corresponsabilidad.
A la pregunta para saber qué hay
detrás de los programas y los recursos
provenientes de la empresa privada, des-
tinados a causas sociales, ayuda humani-
taria y atención a poblaciones vulnera-
bles, la respuesta que se espera debe estar
enmarcada en el principio de la corres-
ponsabilidad.
No se trata solamente de ayudar,
de limpiar la conciencia; se trata también
de ser solidarios, de devolver algo de lo
que se ha recibido, y de hacerlo de mane-
ra sensible e inteligente.
El compromiso con causas socia-
les debe nacer de una rentable combina-
ción entre sensibilidad e inteligencia, y
no por exigencias legales o por estímu-
los y reconocimientos, aunque todo ello
ayude.
Esa sensibilidad en reconocer las
necesidades de muchos otros, las des-
igualdades y la falta de oportunidades,
y devolver, compartir o ser solidario, ha
animado históricamente la fi lantropía,
por supuesto nacida ella en principios
religiosos y humanistas.
Sin embargo, sería ingenuo pen-
sar que el empresario no espera algo a
cambio. Por supuesto, y ello no es nece-
sariamente perverso. Es legítimo esperar
algo a cambio. Muchas veces la satisfac-
ción personal, valores espirituales, idea-
les sociales, principios humanitarios,
realización profesional. Sin embargo,
así como es condenable la utilización de
causas sociales como extensión disfraza-
da del negocio, también es terriblemente
perjudicial que detrás de la responsabili-
dad social se sustituya la responsabilidad
del Estado, y ello obliga a delimitar los
objetivos y alcances de la responsabilidad
social. RS
LA RESPONSABILIDAD SOCIAL ES UN APORTE AL DESARROLLO, AL BIENESTAR, A LA CONSTRUCCIÓN DE UNA SOCIEDAD MÁS JUSTA E IGUALITARIA, CON MEJORES OPORTUNIDADES, PERO DE NINGUNA MANERA PUEDE ENTENDERSE COMO UNA SUSTITUCIÓN A LAS OBLIGACIONES ÉTICAS, CONSTITUCIONALES Y LEGALES DEL ESTADO.
E
54
En los países llamados subdesarro-
llados o en vías de desarrollo, donde los
modelos de equilibrio social aún están por
construir, las fronteras entre la responsa-
bilidad social y la protección del medio
ambiente son virtualmente inexistentes.
Colombia no es ajena a esa rea-
lidad: la mayoría de sus problemas am-
bientales están íntimamente ligados a su
problemática social. En un país esencial-
mente feudal en materia de uso del suelo
y propiedad del territorio, el desplaza-
miento de comunidades hacia tierras
improductivas o de alto riesgo, o los pro-
cesos desordenados de colonización, ge-
neran tremendas presiones sobre los eco-
sistemas y aceleran la vulnerabilidad del
territorio ante las amenazas naturales.
Pareciera, además, que al Estado
y la Academia les fuese muy difícil com-
prender la naturaleza del problema raíz,
pues este sigue creciendo; sus matices y
particularidades están ligados a las co-
yunturas institucionales de turno, pero la
espiral crece, y entre más lejos estamos
de entender lo que pasa, mucho más le-
jos estamos de crear las opciones de so-
lución, al punto en que, comenzando por
nuestros gobernantes, la gente ha venido
perdiendo la esperanza de que el desarro-
llo sostenible sea posible en Colombia.
Nuestro Estado trata, entonces, de
arreglar los problemas coyunturales con
medidas igualmente coyunturales, y ello
explica nuestra tremenda fertilidad en la
creación de leyes y normas, así como la
idea generalizada de que para todo lo que
sucede hay que crear una ley, un decreto,
una norma o un procedimiento.
El manejo de la problemática am-
biental del país, en consecuencia, ha caído
en esta espiral. Colombia ve lo ambiental
como un tema estrictamente jurídico y de
trámites. Cualquiera que haya visto “ges-
tión ambiental” en una universidad, po-
drá confi rmar que esta materia trata sobre
normas, procedimientos y trámites, todos
con la muy loable intención de “obligar” al
sector productivo a proteger el medio am-
biente y consultar con la comunidad, pero
bajo los parámetros de la obligación legal,
el trámite de licencias, permisos, autori-
zaciones, certifi caciones, etc. El proceso
pedagógico, el disfrute de la inclusión de
las variables ambientales y sociales en la
planeación de los proyectos de desarrollo,
se ha perdido. Está oculto, y yace latente
bajo un proceso tramitológico que nadie
disfruta y que tiene enfrentados a los sec-
tores regulador y regulado, en una disputa
territorial sin fi n, cuyas principales vícti-
mas son, curiosamente, el medio ambien-
te y la sociedad que lo habita.
El sector productivo en el escenario actual
Para las empresas del sector pro-
ductivo es claro que la normatividad vi-
gente en materia de protección ambiental
y participación ciudadana debe cum-
plirse, y se hace lo que se puede dentro
del contexto jurídico y procedimental
que se le ha establecido: todos realiza-
mos juiciosamente nuestros estudios de
impacto ambiental, consultamos con
las comunidades, elaboramos nuestros
planes de manejo ambiental, tramita-
mos nuestras licencias y permisos, y los
obtenemos. Y todos, a la vez, debemos
enfrentar problemas que, en la medida
en que se repiten, nos demuestran que
no los comprendemos: la ausencia del
apoyo del Estado en la elaboración de los
estudios ambientales - no existe colabo-
ración ni disponibilidad de información,
o esta es muy pobre: las autoridades am-
bientales son grandes jueces que envían
a las empresas a hacer sus estudios por
su cuenta y riesgo, sin suministrarles una
información de base, con una cartogra-
fía desactualizada, que además les exigen
actualizar, como los profesores antiguos,
que nos decían “ese es su problema, vea
a ver cómo lo resuelve”; posteriormente
les evalúan, lista de chequeo en mano,
Responsabilidad social y medio ambiente:
buscando los lazos
Es claro que la normatividad vigente en materia de protección ambiental y
participación ciudadana debe cumplirse, y se hace lo que se puede dentro del
contexto jurídico y procedimental que se le ha establecido
Comenzando por nuestros
gobernantes, la gente ha venido perdiendo
la esperanza de que el desarrollo sostenible
sea posible en Colombia.
MEDIO AMBIENTE número 1
Agosto 2007
RS Responsabilidad Sostenibilidad
Por Mauricio Ibáñez.
55Junio 2007 cadauno
los estudios que estas han presentado, y
en un acto de autoridad magnánima los
aprueban, mediante la expedición de una
licencia llena de condicionamientos, con
los cuales se pretende proteger el medio
ambiente contra la infl uencia negativa
del proyecto, pero que se asemejan más a
grandes muestras de poder coercitivo.
En el camino queda un paquete
de expectativas locales, generado por la
obligación de consultar con comunidades
y obtener certifi cados de participación, o
migraciones de familias a las zonas de lo-
calización del proyecto; en fi n, impactos
ambientales no previstos, y que son pro-
ducidos más por el trámite de la licencia
y por el tiempo que este toma, que por el
proyecto mismo.
Experiencias en integración de lo ambiental y lo social en la planificación de proyectos
¿Cómo resolver el dilema de
cumplir con el trámite y el procedimien-
to legal, y a la vez realizar un proceso
de planeación socioambiental que tenga
sentido y no deje tantas heridas en el ca-
mino?
La respuesta es fácil en su plan-
teamiento y compleja en su aplicación:
es la “operativización” del concepto de
participación ciudadana dentro de la
planeación ambiental de los proyectos.
El planteamiento de una interacción
empresa-comunidad alrededor de las va-
riables ambientales, en un diálogo don-
de todos salgan benefi ciados, y que esté
basado en lo pedagógico, más que en lo
tramitológico.
En primer lugar, una empresa que
pretende adelantar un proyecto debe es-
tudiar, con anticipación y sin que auto-
ridad alguna se lo exija, el contexto so-
para el proyecto, que la imposición de
estudios ya elaborados o la celebración
de dolorosas audiencias públicas, que
convierten el diálogo y la búsqueda de
consensos en simples y costosos acuer-
dos económicos.
En tercer lugar, y sobre la base del
éxito en la construcción colectiva de co-
nocimiento sobre las vocaciones de suelo
resultante de la etapa anterior, empresa y
comunidad pueden sentarse a construir
los consensos sobre el manejo ambien-
tal del proyecto: un plan de manejo am-
biental, construido colectivamente en un
ambiente de diálogo, enfocado exclusiva-
mente en los impactos objetivos del mis-
mo o su potencial afectación del poten-
cial productivo del suelo, puede asegurar
la armonización de proyecto con su en-
torno y, por consiguiente, su sostenibili-
dad ambiental, económica y social.
Nadie tiene que sacrifi car nada,
todos salen ganando y se asegura el apro-
vechamiento armónico de la vocación
del territorio. RS
cio-político y ambiental del área donde
este estará localizado: esto le permitirá
entender la realidad en la que se situará,
en cuanto a la presencia y efi ciencia ad-
ministrativa del Estado, su relación con
las comunidades, la diversidad social,
económica y cultural del territorio, el
papel que han desempeñado las autori-
dades ambientales y la forma en que la
región entiende la vocación de su suelo.
Este primer acercamiento le dará las pri-
meras señales de cómo debe adelantar
sus estudios, con quién debe hablar, con
qué información puede contar e incluso
identifi car los riesgos de orden público
que probablemente tendrá que enfrentar.
En segundo lugar, y utilizando
como base la información documental
disponible sobre ordenamiento territo-
rial y planeación de desarrollo del área
que se va a intervenir (seguramente ob-
tenida en la etapa anterior), la empresa
debería tener los primeros acercamientos
de carácter informativo con las comuni-
dades de la zona de infl uencia directa del
proyecto, a fi n de identifi car el contexto
socioeconómico y cultural donde preten-
de montar sus instalaciones, e “invitar” a
las comunidades locales a participar en la
elaboración de los estudios ambientales
de referencia, también llamados “de línea
base”, mediante el intercambio de infor-
mación ambiental, social y cultural, en
un ambiente de construcción colectiva
del conocimiento del territorio, una geo-
grafía viva y parlante, elaborada sobre la
contribución y la combinación del diálo-
go entre la sabiduría tradicional, el cono-
cimiento empírico y el método científi co.
La experiencia nos ha demostrado que el
diálogo con las comunidades, construido
sobre estas bases y a menudo complejo,
genera una mayor sostenibilidad social
En los países llamados
subdesarrollados o en vías de desarrollo, donde los modelos de
equilibrio social aún están por construir, las fronteras entre
la responsabilidad social y la protección
del medio ambiente son virtualmente
inexistentes.
El proceso pedagógico, el disfrute de la inclusión de las variables
ambientales y sociales en la planeación de los proyectos de
desarrollo, se ha perdido.
56
opinión
Empresarios sociales
LÍDERES, ÉTICOS, EMPRENDEDORES y solidarios, dispuestos a apoyar el desarrollo de una sociedad más justa, es en la práctica el ejercicio de mayor impacto, que como empresarios podemos tener en nuestro ejercicio de la responsabilidad social.
Promover el comportamiento ético y en valo-res, además de despertar el interés por el bien común y el desarrollo del país, tiene hoy razones adicionales a las meramente éticas, y son la necesidad de que las actuaciones de los empresarios estén orientadas a hacer que el desarrollo y el crecimiento del país sean sostenibles, además de la convicción personal de que todos debemos luchar contra la pobreza y la desigualdad social.
Crear un proyecto colectivo de la sociedad que queremos, donde las políticas sociales y el actuar de los empresarios y de la sociedad en general tengan esos propósitos, significaría que todos asumamos la responsabilidad social que nos corresponde.
La responsabilidad social es esencialmente un concepto en donde todos decidimos voluntaria-mente contribuir al logro de una sociedad mejor, a un medio ambiente más limpio y al cumplimiento estricto de las leyes, acuerdos y normas nacionales e internacionales. En otras palabras, es convertirnos en empresarios sociales.
El premio Nobel de Paz 2006, Mohammad Yu-nus, quien ha generado un profundo cambio social en Bangladesh, dice lo siguiente: “Permítanme dar-les la definición de un empresario social de manera amplia, y luego la dividiré en dos categorías: basado en el mercado y no del mercado. Cualquier persona que ofrezca su tiempo y energía para dirigirse a un problema social o económico de un grupo o comu-nidad es un empresario social. El problema tratado puede ser un pequeño problema local o un gran pro-blema global. Las acciones del empresario social pueden requerir dinero o no. Puede ser simplemente una propaganda personal en favor de o en contra de algo. Puede requerir la cooperación o coordinación de otros.
Los empresarios sociales no son personajes en una economía ficción. Existen en el mun-do real. Pero nos rehusamos a reco-nocerlos, porque no tenemos un espacio para ellos en nuestro marco de trabajo analítico. Por lo tanto, ellos con-tinúan con su misión, como un tipo de per-sonajes monstruosos y extraños. Debería-
mos cambiar eso de inmediato y transformarlos en héroes de nuestros empeños económicos.
El futuro del mundo se encuentra en las ma-nos de los empresarios sociales basados en el mer-cado. Dejar el mundo del negocio exclusivamente en las manos del empresario impulsado por las ganan-cias y los inversionistas, creará más y más tensión social y política entre los países. Con el avance de la tecnología, el mundo se está volviendo más y más pequeño, casi sin distancias. Los negocios están cre-ciendo y volviéndose más poderosos, mientras que los gobiernos se están encogiendo en poder y presti-gio. Por medio de la globalización, el mundo entero se está transformando en un juego de mesa de gente y países extraordinariamente ricos.
No podemos lidiar con el problema de la po-breza dentro del capitalismo ortodoxo predicado y ejercido hoy en día. Con el fracaso de muchos go-biernos tercermundistas en la gestión eficiente de negocios, la salud, la educación y programas de bienestar, todo el mundo recomienda ‘entréguenlo al sector privado’. Yo apoyo esta recomendación por completo. Pero a la vez hago esta pregunta: ¿de qué sector privado estamos hablando? El sector priva-do basado en la ganancia personal tiene su propia agenda. Entra en serio conflicto con la agenda de los activistas de los pobres, mujeres y el medio ambien-te. La teoría económica no nos ha provisto con otra alternativa para este sector privado conocido. Yo ar-gumento que podemos crear una alternativa podero-sa: un sector privado impulsado por una conciencia social, creado por empresarios sociales”.
Impacto en la sociedadLos empresarios sociales pueden conseguir,
dentro de las empresas, que las prácticas respon-sables en lo social afecten positivamente, en primer lugar, a los trabajadores y sus familias, y estas se re-fieren a la inversión en salud, seguridad, educación, vivienda, recreación, ayuda profesional para resolver su problemática personal y familiar, e interés para el mejor uso de su tiempo libre, con el fin de que se ca-
paciten, se formen y atiendan bien sus obli-gaciones familiares y sociales.
Paradójicamente, este ejercicio permite cambiar de
manera muy positiva las relaciones con los tra-
bajadores y conciliar el desarrollo social con el aumento de la com-petitividad.
La responsabilidad social es una forma
de entender la interdependencia de
los seres humanos y de lograr que Colombia esté
en todas las manos.
RS Responsabilidad Sostenibilidad
Carlos Alberto Villa SalazarIng. Químico U. Pontificia Bolivariana, egresado Programa de Alta Dirección Empresarial Inalde – U. de la Sabana, del
Programa avanzado de Negocios Internacionales y Estrategia Instituto Theseus – Holanda y Curso de Gerencia Social, INDES. Gerente Sectorial para norte de Latino América y Gerente General Interquim S.A. – Colombia de Akzo
Nobel-Interquim S.A. y promotor de El Cinco - Proyecto País.
La búsqueda del equilibrio entre trabajo, fa-milia y recreación reporta unos menores índices de accidentalidad y ausentismo, y, por lo tanto, se tra-ducen también en ahorros y productividad.
La lucha contra la exclusión social exige prácticas responsables de contratación no discri-minatorias: de mujeres, de discapacitados, de per-sonas pertenecientes a minorías étnicas, de trabajadores de mayor edad, de desempleados y, en general, de personas desfavorecidas de la sociedad.
Así se contribuye de manera importante a la reducción del desem-pleo y a la lucha contra la exclusión social.
Por esta razón, como empresarios debemos participar y preocuparnos por agregar valor públi-co, mediante el com-promiso y la voluntad para compartir y hacer alianzas alrededor de proyectos que contribuyan al mejoramiento de la calidad de vida de la sociedad; debemos ocuparnos por implementar iniciativas que tiendan no solo a resolver el conflicto, sino a erradicarlo. En un país en conflicto, esa respon-sabilidad debe ser más extrema, más obligante.
Los empresarios y los individuos debemos im-pactar positivamente en las comunidades; por ejem-plo, poniendo al servicio de estas la capacidad de gestión y recursos, acompañamiento y asistencia, destinados a la generación de empleo permanente y estable, a través de la promoción de empresas aso-ciativas sostenibles, en sectores de la economía de bajo retorno económico, pero alto retorno social.
Esto se hace, por ejemplo, en Antioquia, con el Modelo de Solidaridad Productiva “El Cinco”, orien-tado fundamentalmente a la generación de empleo y capacidades para comunidades vulnerables. En los primeros cinco años, y gracias al aporte de hasta el 5% del ingreso y el talento de cerca de 2.200 emplea-dos pertenecientes a diez empresas del país, se han generado 900 empleos permanentes para personas jefes de hogar, pertenecientes a población vulnerable.
Para mencionar otro de los sectores de la eco-nomía que pueden tener un alto impacto social, está
el de las instituciones financieras, que pueden des-empeñar un papel muy importante mediante la inver-sión en la comunidad, en proyectos que beneficien a los más desfavorecidos, como, por ejemplo, présta-mos a bajo costo para vivienda, fondos especiales para microcrédito o fondos de capital de riesgo para apoyar a pequeños empresarios con dificultades o
empresas incipientes. Hacer que el apoyo económico sea sinérgico, en temas
de ayuda en asociatividad y de gestión, hace que esas inci-
pientes empresas se hagan sostenibles.
Si los empresa-rios asumiéramos el compromiso, median-te nuestra voluntad y decisión directiva, para poner en prác-tica lo aquí expues-to, haríamos un gran ejercicio de nuestra
responsabilidad so-cial con alto impacto
en corto tiempo, y sería una contribución muy im-
portante al proyecto colec-tivo de la sociedad que quere-
mos todos los colombianos.
Unas últimas reflexiones:Si yo tengo hambre, es un hecho físico; si mi
hermano tiene hambre, es un hecho moral.Buscar pan para mí es un problema material;
buscarlo para mi prójimo es un acto de amor, de so-lidaridad.
El individualismo exagerado conduce a la in-sensibilidad, a la ausencia de grandeza humana, y resta méritos y alegría a cualquier logro, por grande que sea, pues no hay con quién compartirlo.
Otro tanto les sucede a quienes, contando con los medios para ayudar a sus semejantes, no se con-mueven en absoluto por sus penalidades, ni hacen nada para aliviarlas. Estas personas nunca serán ad-miradas ni queridas con sinceridad, ni sus posesio-nes y dinero tendrán valor humano alguno.
Este reto ensanchará el corazón de quien lo asuma, no solamente por la satisfacción personal que significa contribuir de una manera efectiva, sino por el impacto que se puede lograr. Con decisión, y no mucho sacrificio, podemos contribuir a cambiar positivamente nuestro país. RS
57RS Responsabilidad Sostenibilidad
LLa evolución de la fi lantropía hacia los nuevos
esquemas de responsabilidad social corporativa, ha
permitido generar nuevos patrones de participación de
distintos actores de la sociedad, enfocados al desarrollo
organizado de los países.
Trabajos conjuntos, que incluyen gobiernos, so-
ciedad civil y sector privado, toman un rol proactivo de
impacto en la búsqueda de mejores niveles de calidad de
vida y desarrollo a nivel global.
En el 2003, a partir de la necesidad de inclusión
social de las personas con discapacidad, evidente en el
hemisferio Americano, la OEA, a través de su organismo
cooperante Th e Trust for the Americas, y el apoyo exclu-
sivo de Microsoft , en Guatemala, estructura un modelo
de programa piloto, que integra dos elementos básicos,
orientados a la reducción de la brecha digital y de apren-
dizaje: el acceso a una combinación de las tecnologías
de información y comunicación (TIC) y las tecnologías
adaptadas a nivel comunitario, y la capacitación adecua-
da sobre el uso efectivo de las mismas.
Esta fórmula impulsa el desarrollo de habilidades
de quienes participan en el programa, y a su vez les per-
mite acceder a oportunidades reales de competencia en
el mercado laboral, cambiando paradigmas sociales pa-
ternalistas y discriminatorios sobre la discapacidad.
Este modelo, un año más tarde, se transforma en
la iniciativa POETA (Programa de Oportunidades para
el Empleo a través de la Tecnología en las Américas), ba-
POETAPrograma de Oportunidades para el Empleo a través de la Tecnología en las Américas
58 Junio 2007cadauno
sada en el establecimiento de centros de oportunidades
digitales incluyentes –un esquema renovado de los cen-
tros comunitarios de capacitación técnica.
En estos centros los computadores, la conectivi-
dad a internet, las adaptaciones técnicas, la accesibilidad
y los capacitadores especializados, son el motor de for-
mación y acceso al reconocimiento del uso de las tecno-
logías, orientado a atender a personas con discapacidad,
jóvenes en riesgo y poblaciones marginadas, enrique-
ciendo sus vidas y democratizando la conectividad para
las comunidades menos favorecidas en América.
El impacto no se hizo esperar, y el piloto guate-
malteco, que estableció dos centros, evoluciona en lo que
es actualmente una red hemisférica, que integra 17 países
y 37 centros.
En Colombia la experiencia inicia en junio del 2005,
en conjunto con la Universidad Tecnológica de Bolívar y
Acopi en Cartagena, donde se instala el primer centro POE-
TA. Y es allí mismo, en Cartagena, en marzo del 2007, donde
Bill Gates comenta: “Contamos con un socio magnifi co: el
Programa de Oportunidades para el Empleo a través de la
Tecnología en las Américas, POETA, el cual ha hecho un
trabajo excelente, y nos sentimos satisfechos de trabajar con
ellos. Hoy en día tenemos 29 centros de capacitación, y hoy
anunciamos que crearemos ocho centros nuevos, que poten-
cialmente van a benefi ciar a 25.000 personas adicionales.
Los ingenieros de Microsoft y yo siempre deci-
mos: ‘si usted quiere entender por qué nuestro trabajo es
SOCIAL número 1
Trabajos conjuntos, que incluyen gobiernos, sociedad civil y sector privado, toman un rol proactivo de impacto en la búsqueda de mejores niveles de calidad de vida y desarrollo a nivel global.
Agosto 2007
PArVol:tan importante, debe visitar muchos lugares para com-
probarlo; visitar estos centros, en donde estamos brin-
dando ayuda a las personas con discapacidades, resulta
ser muy impactante. Allí se demuestra la magia del soft -
ware, que al ser usado de la manera correcta, realmente
puede transformar la vida de las personas’ ”.
Junto a Cartagena, en el 2006, se unen Bogotá y
Chía con cinco centros POETA, administrados por el
Centro Integral de Rehabilitación de Colombia (Cirec),
la Corporación Matamoros y la Fundación Teletón, con
el apoyo de Microsoft , Chevron, RCN, Hewlett Packard
y Exxon Mobil.
“El programa POETA refl eja mi enfoque de ver
a la OEA trabajando activamente y de la mano con el
sector privado, promoviendo el desarrollo y la justicia
en el hemisferio. Este sentido de responsabilidad social
corporativa será el que transporte a América Latina y al
Caribe a una era de crecimiento y progreso”, comentó el
Secretario General de la OEA, el señor Miguel Insulza,
durante su intervención en el lanzamiento de uno de los
centros POETA en México.
En Colombia se espera que para mediados del
2008, a través de POETA, se hayan capacitado aproxi-
madamente 850 personas, y se logre benefi ciar indirecta-
mente a 3.500 colombianos, pero este es solo el comien-
zo de un plan nacional cuyos resultados requieren del
compromiso de todos, de modo que se construya una
Colombia más ecuánime e incluyente. RS
Articulación de Redes de Voluntarios
Posiblemente muchos empleados de su empresa se pregunten si
existe algún programa de voluntariado, o si hay personas interesadas
en involucrarse en acciones de voluntariado. En encuestas realizadas en
distintos contextos, se ha encontrado que alrededor del 70% manifi es-
tan disposición a participar en acciones de voluntariado, y más del 20%
ya están adelantando iniciativas de voluntariado en su contexto más
próximo.
La Corporación Somos Más, entidad sin fi nes de lucro que bus-
ca facilitar el trabajo articulado de iniciativas sociales, viene trabajando
desde hace varios años en la implementación de estrategias de Articu-
lación de Redes de Voluntarios. En estas redes se busca promover la co-
nexión entre personas que están interesadas en participar en iniciativas
sociales, con personas u organizaciones que ya lo están haciendo.
Dentro de este trabajo se encuentra una estrategia denominada
“ArVol”, la cual se basa en dos componentes: uno metodológico y otro
de herramientas virtuales. Las metodologías buscan fomentar el trabajo
en red y hacer visibles los mecanismos de vinculación con oportunida-
des de acción voluntaria. Las herramientas, basadas en plataformas de
comunidades virtuales, buscan potenciar la interacción entre personas,
para que sean ellas mismas las promotoras del programa desde su pro-
pia experiencia como voluntarios.
Un ejemplo de este programa se puede ver en el sitio http://vo-
luntarios.somosmas.org, el cual ha contado con el apoyo de la Inicia-
tiva en Emprendimientos Sociales (IESO), de la Facultad de Adminis-
tración de la Universidad de los Andes y del Programa de Voluntariado
de Naciones Unidas, el cual en un contexto específi co (la Universidad
de los Andes) cuenta actualmente con la vinculación de más de 1.300
voluntarios. RS
59RS Responsabilidad Sostenibilidad
60
opinión
Sálvesequien quiera,
todos pueden
SI MIRAMOS ALREDEDOR NUESTRO, cuántos edifi-cios desocupados, cuántos terrenos baldíos, cuánta maquinaria, tecnología y herramientas subutilizadas, cuánto producto de segunda y desperdicio industrial que se desecha, cuántos conocimientos e ideas que no se comparten, cuántos pares de zapatos en las casas y apartamentos de los colombianos que nadie se ha puesto en seis meses, cuánta comida que se bota cada día, cuánto dinero en cuentas produciendo nada, cuánta riqueza inerte…
Y luego, si miramos qué podría hacer un des-calzo con un par de zapatos, una idea y conocimien-to, o qué podría hacer una persona con una idea brillante con algo de capital, conocimientos, materia prima de segunda y maquinaria, o qué podría hacer una persona con hambre y sin techo con un plato de comida, una cama y una idea con conocimiento y tecnología.
Gonzalo Arango, el poeta nadaísta, escribió unas líneas en uno de sus escritos: Sálvese quien quiera, todos pueden.
Claramente, todos podemos. Claramente, el problema en Colombia no es de falta de recursos. Con abundancia de capital natural, humano y físico, el reto es desarrollar el capital social. Claramente, el momento coyuntural en el que nos encontramos es único.
Recientemente conocí un médico colombia-no, Klaus Myeth, quien compró 30 hectáreas en una montaña, y está invirtiendo su tiempo y recursos en crear un bosque a partir de dos bosques separados por la mano del hombre y los cascos del ganado, para que las especies puedan migrar y los nacederos de agua puedan hacer lo suyo. Conocí otro, Simón Hosie, quien montó una biblioteca en guadua en Tierraden-tro, y está haciendo un proyecto similar en Ciudad Bo-lívar, para que la comunidad pueda unirse alrededor del conocimiento. Conocí una mujer, Ángela Marcela Hernández, quien ha puesto a toda su familia a ba-ñarse con un platón dentro de la ducha, para que su familia pueda reciclar el agua, logrando ahorrar 50% del consumo. Conocí un periodista, Norbey Quevedo, quien está cuestionando el porqué el periodismo in-vestigativo siempre investiga lo que está roto, lo que se encuentra podrido, lo que es oscuro, en lugar de lo que ilumina, lo que florece y lo que funciona, y lidera un proyecto para que la prensa pueda inspirar. Estos colombianos son parte de una tendencia innovadora hacia responsabilidad social individual y colectiva.
Paulo Lugari, un colombiano que ha puesto en práctica todos los preceptos de la responsabili-dad social con su proyecto de renombre mundial, Gaviotas en Vichada, decía: “aquel que se atreve a construir una utopía, usa los mismos materiales que tiene a su disposición cualquier persona, pero en-cuentra formas novedosas de combinarlos”.
El viejo adagio dice “sálvese quien pueda”.Pero el poeta nadaísta nos estimula a pensar
diferente, a pensar en que el que quiera, puede sal-varse. Esto implica el construir utopías, lo cual, como
nos dice Lugari, es posible. Implica una nueva ética de responsabilidad social individual y colectiva. Impli-ca estudiar las tendencias ya existentes en individuos como Myeth, Hosie, Hernández y Quevedo, e investigar empresas que se hayan salido del paradigma de su rol social; se logra al crear empleo y pagar impuestos.
Esa tendencia de responsabilidad social está marcada por varias características. Por un lado, respi-ran autenticidad y sus acciones son consistentes con lo que creen y lo que dicen. Crean su visión global par-tiendo de fragmentos que toman de los medios. Saben sintetizar los problemas y las tendencias a partir de esos fragmentos y de sus experiencias y relaciones. Les gusta aprender en una forma íntima, donde se en-ganchen con todo el proceso; son personas de visión holista, y quieren conocer las interconexiones de cada sistema. Saben que la forma lineal y analítica de ver el mundo ya no aplica en un mundo tan complejo como el de hoy. Les gusta involucrarse en los proyectos de principio a fin. Son generosos con su tiempo, sus co-nocimientos y su dinero. Respaldan sus valores con acción. Son idealistas y altruistas, entendiendo su rol en construir una mejor sociedad. Su activismo es par-te de una forma de ver el mundo como algo interde-pendiente y de verse a sí mismos como catalizadores. Tienen una conciencia social bien desarrollada y les preocupa la destrucción del ambiente. Se han alejado de los temas de estatus, materialismo, egoísmo, he-donismo y cinismo, que reinan a su alrededor.
Todos estos valores son cimientos para una nueva ética de responsabilidad social en Colombia.
Gonzalo Arango escribió unas líneas que ins-piran a muchos:
Una mano más una mano no son dos manosSon manos unidasUne tu mano a nuestras manosPara que el mundo no esté en pocas manosSino en todas las manos¿Cómo lograr que el bosque de Klaus Mye-
th, las obras de Simón Hosie, el ahorro de agua de Ángela Marcela Hernández y las nuevas ideas de Norbey Quevedo nos inspiren a pensar diferente? ¿Cómo contagiar esa idea de Einstein de que debo esforzarme por dar, en la misma medida que reci-bí y estoy recibiendo? Sálvese quien quiera; puede quien quiera; muchos quieren; muchos pueden ayu-darles a los que quieren. Al salirse del CVY (Cómo Voy Yo) y descubrir el CVT (Cómo Vamos Todos), empezamos cambios transformacionales. Al cam-biar la preocupación profunda por proteger estatus y estética por una ocupación intensa en construir sustancia y esencia, logramos crear modelos colom-bianos de responsabilidad social que halen a otros. Al crear un sistema donde los que tenemos y nos sobra podamos apalancar esos excesos para inven-tarnos posibilidades para los que no tienen, obtene-mos un retorno sensacional en nuestra inversión. La responsabilidad social es una forma de entender la interdependencia de los seres humanos y de lograr que Colombia esté en todas las manos. RS
La responsabilidad social es una forma
de entender la interdependencia de
los seres humanos y de lograr que Colombia esté
en todas las manos.
Pedro Medina.Estudió relaciones internacionales, economía e historia en la Universidad de Virginia con
MBA de la misma universidad. Fundó McDonald’s en Colombia. Presidente de la Fundación Yo Creo en Colombia. Es profesor de estrategia, desarrollo empresarial, y espíritu
empresarial en la Universidad de los Andes, Rosario y CESA.
RS Responsabilidad Sostenibilidad
LLa concepción generalizada es que
los procesos de reinserción y reintegra-
ción de personas ex combatientes es un
asunto entre el Gobierno y los grupos o
personas que deciden abandonar sus ac-
tividades ilícitas.
En honor a la verdad, debemos
decir que la trascendencia de estos pro-
cesos depende de la suma de muchos
esfuerzos, si se quiere verdaderamente
alcanzar una paz duradera, más allá del
silenciamiento de los fusiles y del cese de
las hostilidades.
En un primer momento, los actores
principales son las partes en confl icto, esto
es, el Estado, representado por el Gobierno
y sus instituciones, y por otro lado quienes
deciden abandonar sus actividades ilícitas.
Sin embargo, cuando se habla de reintegra-
ción, entran en escena otros actores, que
son clave para la reconstrucción del tejido
social.
Uno de ellos, y quizás el principal
para asegurar sostenibilidad, es el sector
empresarial y productivo. Hablar a los
empresarios del tema de la reintegración
comporta grandes retos y desafíos, si se
tiene en cuenta que ha sido un sector gol-
peado por el accionar violento a lo largo
de décadas en nuestro país.
No obstante, y luego de casi cinco
años de haberse iniciado formalmente la
desmovilización como política de Estado,
es hora de tocar el tema con franqueza, de-
cisión y optimismo. Es un hecho que donde
no hay información, hay imaginación; esto
sumado a los mitos que se tejen alrededor
de un proceso como el mencionado. Se oye
decir que no son todos los que están ni es-
tán todos los que son; que las mañas adqui-
ridas no se eliminan, que el problema del
país va más allá de parar la guerra, y otros
razonamientos que seguramente pueden
alimentar el desánimo de los empresarios al
momento de ofrecer reales y concretas op-
ciones de inclusión de los desmovilizados.
Salirle al paso a todo esto solo es
posible mostrando hechos concretos y
proyectos exitosos. La experiencia local
de la ciudad de Medellín viene mostrando
que la reinserción puede ser un “negocio
ganador”, que representa utilidades más
allá de la responsabilidad social para aque-
llos empresarios que han decidido aportar
al proceso. Aportes que no son de orden
económico, sino de toda su capacidad en
cuanto experiencia y diseño de estrategias
para facilitar la inclusión y la generación
de ingresos a los que un día estuvieron al
margen de la ley.
Un empresario comprometido con
la paz es aquel que se interesa por conocer
los fenómenos que se adelantan en materia
de reinserción, y de esta manera ir dejando
de lado la imaginación alimentada por los
mitos. Es posible sumar esfuerzos y reali-
zar las alianzas Estado-empresa que per-
mitan optimizar la reinserción y favorecer
la reintegración. Pasar de la mera ecuación
en donde el ex combatiente recibe y el Es-
tado da, hasta la relación de “todos ponen
y todos ganan”, es el principal reto que la
paz nos impone si queremos procesos de
largo aliento, exitosos, efi cientes y efi caces.
Dar posibilidades de inclusión a
un ex combatiente que ha tenido un lar-
go proceso de formación, capacitación y
acompañamiento, solo es posible si exis-
te una conciencia clara de hacer patria y
una convicción profunda de que la paz sí
es posible. RS
La reinserción, empresa de todos
La experiencia local de la ciudad de Medellín viene mostrando que la reinserción puede ser un “negocio ganador” que representa utilidades para los empresarios.
Por Mario Velásquez
62
Empresas Públicas de Medellín (EPM) recibió este año, en Cartagena de Indias, el premio que la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos Domiciliarios y Actividades Complementarias e Inherentes (Andesco) otorga a la mejor empresa grande en Responsabilidad Social Empresarial.
Por su parte, Isagen fue declarada fuera de concurso, y le fue otorgado un reconocimiento especial. Aguas de Manizales, por su parte, fue galardonada en la categoría de mejor empresa pequeña.
Los premios Andesco evalúan la labor de las empresas de servicios públi-cos domiciliarios en el campo ambiental, entorno de mercado, buen gobierno, éti-ca y desarrollos sociales y económicos relacionados con el desarrollo sostenible.
También se otorgaron menciones de honor a Codensa, por mejor entorno social; a Edatel, por mejor entorno de mercado; Acueducto de Bogotá, por mejor código de gobierno; Termovalle, mejor desempeño ambiental, y EPM, por mejor desempeño social.
EPM recibe premio Andesco
noticias
La Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), realizará el Tercer Encuentro Inter-nacional de Responsabilidad Social Empresarial: “Un Pacto Global”, el 4 y 5 de octubre en el Hotel Dann Carton de la ciudad de Cali.
El evento se llevará a cabo en el marco de la inauguración del Centro Regional para América La-tina y el Caribe del Pacto Mundial de las Naciones Unidas. El objetivo es analizar los principios del pacto y las iniciativas actuales en torno a la Responsabili-dad Social.
La ANDI realiza esta invitación a todas las em-presas, para dar a conocer la RSE como una acción que brinda competitividad y valor agregado a los negocios, contribuyendo, al mismo tiempo, a mejorar la sociedad.
Para mayores informes comunicarse al 326 85 00, extensiones 2307 y 2342, de la ciudad de Bogotá.
Encuentro Internacionalde Responsabilidad Social en Cali
RS Responsabilidad Sostenibilidad
El próximo 16 de agosto, en las instalaciones de la Universidad Externado de Colombia, la facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales, en asocio con la Revista Semana, la Fundación Kon-rad Adenauer y la Corporación Ocasa, realizará el foro ‘Los medios de comunicación y la lucha contra la co-rrupción en Colombia’.
El objetivo de este evento, en vista de la coyun-tura electoral que se presenta este año en Colombia, es crear un debate donde se discuta el papel de los medios en la lucha contra la corrupción electoral, y profundizar en los retos y amenazas que se presentan cuando los medios cumplen sus funciones.
En el foro participarán periodistas, directores de medios, expertos en el tema de la libertad de pren-sa y representantes de instituciones de la sociedad civil que manejan el tema de los medios y la lucha contra la corrupción.
Los mediosante la corrupción
La Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard abrió el curso ‘Responsabilidad Social Corporativa: estrategias para crear negocios y valor social’, que se dictará entre el 10 y el 13 de octu-bre, en las instalaciones de esa universidad.
El curso está enfocado en ayudar a los ejecutivos de empre-sas de diferentes sectores a incluir a la Responsabilidad Social en su estrategia de negocios y a enseñarles a mejorar su desempeño económico mientras contribuyen a la sociedad.
El programa del curso tiene como objetivo principal la explo-ración de nuevos modelos de Responsabilidad Social, que permitan a los asistentes descubrir cómo alinear la cultura corporativa con estrategias de Responsabilidad Social y cómo medir el impacto en la organización.
Curso de responsabilidad social en Harvard
Con el objetivo de generar espacios de discu-sión alrededor del tema de la Responsabilidad Social, el Instituto Argentino de Responsabilidad Social Em-presarial, IARSE, realizará un ciclo de capacitación intensivo del 11 al 13 de septiembre en la ciudad de Buenos Aires.
Este ciclo centrará sus actividades en la oferta de conocimientos -tanto teóricos como prácticos- a los asistentes, para incentivar la apertura de un espa-cio donde se pueda discutir el concepto y la práctica de la RSE basada en la ética, la legalidad y la digni-dad humana.
Los miembros de IARSE serán los encargados de dictar el ciclo que girará alrededor de temas como: introducción a la responsabilidad social, casos exito-sos de inversión social privada, empresa y comuni-dad, entre otros.
Ciclo de capacitación en RSE en Argentina
63RS Responsabilidad Sostenibilidad
64 Junio 2007cadauno
La creciente preocupación mundial con respecto al calentamiento global, ha llevado a muchas empresas ensambladoras de vehículos a la búsqueda de combustibles que no deriven del petróleo. Algunos de sus vehículos ya los usan, pero su aplicación aún está siendo perfeccionada.
Es el caso del gas natural comprimido, que se conoce en Colombia como gas natural vehicular, utilizado en varios modelos de vehículos y considerado como un combustible benévolo para el medio ambiente. Otra alternativa es la electricidad, que aún necesita desarrollar una batería que permita un despla-zamiento de 90 o 120 kilómetros sin recarga. No obstante, algunos vehículos híbridos ya la usan.
Otros combustibles alternativos que se han venido desarrollando son el etanol, que proviene del maíz o la caña de azúcar; el metanol, que se extrae ma-yormente del gas natural; y las células de combustible y el biodiesel, fabricado de aceite vegetal o grasa animal.
Alternativas de combustibles vehiculares
tecnología
Para la construcción del Campus de la Univer-sidad del Estado de California (USA), en la ciudad de Fullerton, se escogió el proyecto de Michael Jantzen, conocido diseñador y artista quien ideó un pabellón que utiliza la generación de energía eólica y solar.
El objetivo de Jantzen es que, para el consumo interno de la Universidad, se utilice energía limpia. Esto se logra gracias a la utilización de un aerogene-rador que produce energía que luego es almacenada, en forma de hidrógeno, en baterías.
Además, dicho gas se obtendrá a partir de la energía almacenada y el agua de lluvia, que es capta-da a través de una cubierta en forma de paraguas. Al estar construido, este Campus será un original ejem-plo del uso de la energía limpia.
Pabellón eólico-solar en California
LA PREOCUPACIÓN QUE HA CRECIDO RESPECTO AL CALENTAMIENTO GLOBAL, HA LLEVADO A LA BÚSQUEDA DE COMBUSTIBLES QUE NO DERIVEN DEL PETRÓLEO. ALGUNOS VEHÍCULOS YA LOS USAN, PERO SU APLICACIÓN AÚN ESTÁ SIENDO PERFECCIONADA.
65
Un tipo de energía que puede ofrecernos los mismos benefi cios que hoy nos da la eléctrica es la ener-gía solar. Utilizando los medios necesarios para recogerla, se puede utilizar para crear calor y electricidad.
Por medio de paneles ubicados en lugares estratégicos, como el tejado de una casa, la energía so-lar proporciona calefacción en temporada de invierno e incluso, en lugares muy calientes, se aplica en la refrigeración.
Un ejemplo de esto son las lámparas solares, que proporcionan luz en las noches, a través de una batería previamente cargada de energía solar. Aunque son más costosas que una lámpara convencional, a largo plazo representan un importante ahorro en el gasto energético.
Beneficios de la energía solar
Las cocinas solares son estructuras que reciben y concentran la energía solar para posteriormente ser utilizada en la preparación de alimentos, pasteurización del agua, esterilización de material quirúrgico, etc.
Se encuentran en diversos tipos, entre ellos la cocina solar parabólica, la cual recibe la radiación solar y la concentra en un punto determinado, donde se realiza la cocción, o el horno solar, que aumenta la temperatura permitiendo la entrada de la energía del sol y difi cultando su salida.
Este tipo de cocina incentiva la implementa-ción de energías renovables y el uso de alternativas de cocción distintas a la quema de madera y carbón, unos de los causantes de la emisión de gases que incrementan el efecto invernadero.
Cocción solar
Este año, Toyota Motor Corp. hará pruebas con vehículos híbridos eléctricos-gasolina avanzados, que ahorrarían un 40% en los costos de combustible, en comparación con otro de sus vehículos de baja emisión, el Prius, adquirido hasta hoy por casi 8 mil personas alrededor del mundo.
La comercialización del nuevo híbrido depende del desarrollo de las baterías, que están siendo perfeccio-nadas por Panasonic. Actualmente el prototipo híbrido plug-in (enchufable en casa) de Toyota tiene una duración de cuatro horas, unos trece kilómetros, con dos baterías del Prius.
Toyota hará pruebas con nuevos híbridos
RS Responsabilidad Sostenibilidad
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No tendrán acceso a lavabos, electricidad y sistemas de cocinar modernos
Tendrán educación universitaria
Harán la mitad de la producción mundial
No tendrán acceso al agua potable
Sufrirán malnutrición
Mayores de 15 años analfabetasNo tendrán los mínimos derechos políticos y libertades civiles
El mundo en que vivimosLos retos sociales que tenemos por delante están cambiando …
INDICADORES número 1 De cada 100 personas en el mundo:
Agosto 2007
RS Responsabilidad Sostenibilidad