ITINERARIO

POR GUILLERMO ENRIQUE PALENCIA MENDOZA

El poema suele ser la sustancia mas inestable de manipular, solo basta con tomar una horda de palabras malhumoradas o sangrientas, y juntarles con una manada de sentimientos y hacerla chillar o chocar como placas tecnonicas, y si te da por insistir en manipularlas estallan y por el aire sale partculas de sueos

el resultado no sera lo que buscabas

las pasiones que debieron ser, quedan como hirientes particulas aguzadas que suele herir los pies

y pronto en el habitacion se transmuta palabras por sombras en la elegia de ser pajaro siniestro, o alma viajera, en la sentencia de no ser nada sino otra forma de la amargura

luego de manipular esta sustancia impensable, se nos da por recoger y limpiar la habitacion del estrago a sabiendas

que el naufragio queda en los recuerdos, que todo ha sido un breve pretexto para perder el tiempo o para ocultar otras formas de la demencias

en definitiva cuando uno escribe con la violencia de las palabras que se configuraron como magma, o como ave, o como forma aguzada de la estalactita

no puede pretender salir intacto, y solemne, por lo contrario una escritura de un poema con un sentimiento atragantado

suele traer una pleyades de llagas, de curvaturas luminosa que desembocan en la tristeza

una palabra suele ser un recuerdo, la sombra de un recuerdo, una hambre que crece cuando se invoca

un poema suele ser de las sustancias mas inestable, nos puede regresar en ves de una palabra la forma mas cruel e inexorable del mapa de la nostalgia