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ELABORACIÓN DE UNA MATRIZ DE IMPACTO
AMBIENTAL COMPARATIVA DE MATERIALES DE
ENVASES
INFLUENCIA EN LA GENERACIÓN Y POSTERIOR
GESTIÓN DE RESIDUOS SÓLIDOS URBANOS (RSU)
Mayo 2011
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Ing. Vergenie Aude Luppi
Mg. Liliana Bertini
Dra. Maria M. Fidalgo
Mg. Fernando Yrazu
Centro de Ingeniería en Medio Ambiente
Departamento de Ingeniería Química
Instituto Tecnológico de Buenos Aires
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Resumen Ejecutivo Se ha realizado un estudio de impacto ambiental de materiales de empaque en residuos
sólidos urbanos (RSU). Para ello, se consideraron 6 tipos de materiales (papel y cartón,
vidrio, multilaminados, acero y metales ferrosos, aluminio y metales no ferrosos, y
plásticos) y se analizaron sus características, procesos de fabricación, usos y volúmenes de
utilización y desecho.
El estudio se basa en el impacto relativo de estos materiales en RSU considerando, en los
casos en que sea pertinente, un envase equivalente.
El impacto relativo fue medido de acuerdo a 6 categorías o parámetros (segregación,
reutilización, reciclado, recuperación energética, transporte del residuo y degradabilidad
en el ambiente natural), generando así una matriz de impacto que arrojó como resultado
un mayor impacto para los envases multilaminados, siendo el de menor impacto el acero
que es seguido casi inmediatamente por el papel, plástico y aluminio. Puede observarse
en siguiente gráfico, la suma total y los valores individuales normalizados de los
parámetros para cada material:
Valores normalizados de los parámetros estudiados para cada material
0
50
100
150
200
250
300
350
400
Papel y cartón Vidrio Multilaminados Acero Aluminio Plásticos
Segregación Reutilización Reciclado Recuperación energética Transporte del residuo Degradabilidad en el medio natural
Al adaptar esta matriz al caso de la CABA, considerando un escenario con un orden de
prioridad en el tratamiento de los residuos (se prioriza la reutilización y reciclado frente a
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la recuperación de energía y la disposición en el relleno sanitario), los materiales cuyo
impacto total es menor resultan ser papel y cartón, acero y ferrosos, y aluminio y no
ferrosos.
Caso CABA - Impacto total considerando un
orden de prioridad en el tratamiento
37.88 38.76 35.15
49.45
23.60 25.90
0.00
10.00
20.00
30.00
40.00
50.00
60.00
Plastico Vidrio Papel y cartón Multilaminados Acero Aluminio
Material
Imp
ac
to
En el caso de la CABA el acero y los ferrosos, junto con multilaminados, aluminio y no
ferrosos representan un porcentaje menor en el flujo de RSU, en comparación con
materiales como vidrio, papel y cartón o plásticos. Esto implica, que una reducción en el
flujo de descarte de los materiales que representan una porción minoritaria, no acarrearía
una disminución proporcionalmente relevante de la masa total anual de RSU de empaque,
mientras que sí lo haría una reducción de los que representan la mayor parte del descarte.
El impacto de los materiales considerando su participación en los RSU puede
representarse a través del impacto porcentual.
Caso CABA - Impacto porcentual considerando
la participación en RSU
51.06
24.23
17.06
3.88 2.54 1.22
0
10
20
30
40
50
60
Plastico Vidrio Papel y cartón Multilaminados Acero Aluminio
Material
Imp
ac
to
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Se realizó un análisis de la legislación existente sobre envases y embalajes en la Unión
Europea y algunos de sus países miembros, así como en Estados Unidos y Argentina y
algunos de sus estados o provincias.
De acuerdo a lo visto en esta sección, existen diferentes formas de abordar la gestión de
los residuos de envases en el ámbito regulatorio a nivel mundial. La Comunidad Europea
emitió una Directiva General sobre fabricación de envases y embalajes y gestión de sus
residuos. Esta regulación, es implementada por cada estado miembro en forma variada,
en particular respecto a la tasa con que se financian los sistemas de gestión de reciclaje y
revaloración de los residuos de envases de los distintos materiales.
La Comunidad Europea cuenta además desde el año 2008 con una nueva regulación sobre
residuos en general que comprende los de origen urbano, industriales, peligrosos y no
peligrosos , Directiva 2008/98/CE del Parlamento europeo y del Consejo (en adelante DR) .
Aunque esta directiva no es específica de residuos de envases, es interesante destacarla
debido a la jerarquización que realiza respecto a la valorización de los residuos. En
particular en esta DR se considera que la reutilización y el reciclado de material deben
preferirse a la valorización energética de residuos, “en la medida en que son las mejores
opciones ecológicas”.
En el artículo 4 de dicha DR se indica una jerarquía de residuos que servirá de orden de
prioridades en la legislación y la política sobre la prevención y la gestión de los residuos:
a) prevención;
b) preparación para la reutilización;
c) reciclado;
d) otro tipo de valorización, por ejemplo, la valorización energética; y
e) eliminación.
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En dicho artículo también se aclara que “Cuando se aplique la jerarquía de residuos
contemplada en apartado 1, los Estados miembros adoptarán medidas para estimular las
opciones que proporcionen el mejor resultado medioambiental global”.
En Estados Unidos, si bien no existe una legislación federal específica sobre envases, la
normativa está orientada hacia la creación de estímulos al reciclado y reducción en fuente
de origen de los residuos sólidos. En este sentido, la Agencia de Protección
Medioambiental de este país (U.S. EPA) fomenta la implementación en cada estado de
programas tales como:
• “Pague por lo que tira” (Pay as you Throw): un programa donde los residentes pagan por
la colecta de los residuos urbanos en base a la cantidad que producen con el fin de
estimular el reciclado.
• Herramientas para programas de reciclado para gobiernos locales: provee las
herramientas e información para gobiernos locales y líderes comunitarios para crear o
mantener programas de reciclado residencial.
• Medición de reciclado: método estandarizado que mide la eficiencia del reciclado en una
comunidad
• Intercambio de materiales y residuos: mercados para la compra y venta de productos o
materiales reusables y reciclables.
A diferencia de los países europeos donde la legislación pide un porcentaje de reciclado
de envases estipulado, en los Estados Unidos de América esto no ocurre pero el nivel de
reciclado es alto, ya que se estimula la reducción y la separación de lo potencialmente
reciclable por parte del generador particular y el reciclado de materiales provenientes de
los residuos sólidos urbanos.
Por lo que se concluye que con diferentes estrategias de regulación de residuos se puede
llegar a resultados similares.
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Tabla de contenidos
1. Introducción ............................................................................................................. 8
2. Objetivo y alcance .................................................................................................... 9
3. Características de los materiales utilizados en la fabricación de envases .............. 10 3.1 Papel y cartón ........................................................................................................................................................ 10 3.2 Vidrio .......................................................................................................................................................................... 12 3.3 Multilaminados ..................................................................................................................................................... 14 3.4 Acero y materiales ferrosos ............................................................................................................................. 16 3.5 Aluminio y materiales no ferrosos ................................................................................................................ 18 3.6 Plásticos .................................................................................................................................................................... 20
4. Legislación existente sobre envases y embalajes a nivel mundial y en Argentina.. 26 4.1 Introducción .......................................................................................................................................................... 26 4.2 Comunidad Europea .......................................................................................................................................... 27
4.2.1 Alemania ......................................................................................................................................................... 34 4.2.2 España .............................................................................................................................................................. 35 4.2.3 Francia ............................................................................................................................................................. 37 4.2.4 Italia .................................................................................................................................................................. 39 4.2.5 Reino Unido .................................................................................................................................................... 40 4.2.6 Directiva sobre residuos generales en la Comunidad europea ............................................. 41
4.3 Estados Unidos ..................................................................................................................................................... 42 4.3.1 Estado de California................................................................................................................................... 46 4.3.2 Estado de Nueva York ............................................................................................................................... 47
4.4 Argentina ................................................................................................................................................................. 48 4.4.1 Provincia de Buenos Aires ....................................................................................................................... 49 4.4.2 Ciudad Autónoma de Buenos Aires ..................................................................................................... 49
4.5 Conclusiones .......................................................................................................................................................... 52
5. Análisis del Impacto Ambiental en Rellenos Sanitarios de los materiales de envase. Parámetros de comparación ...................................................................................... 57 5.1 Segregación .......................................................................................................................................................... 58 5.2 Reutilización ........................................................................................................................................................ 62 5.3 Reciclado ................................................................................................................................................................ 67 5.4 Recuperación energética ............................................................................................................................... 72 5.5 Transporte del residuo (relación peso/volumen, capacidad de compactación) .............. 76 5.6 Degradabilidad en el medio ambiente natural ................................................................................... 80 5.7 Resumen final de parámetros estudiados............................................................................................ 84
6. Parámetros de comparación en diferentes escenarios aplicados al Caso de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ........................................................................................ 90 6.1 Situación actual de la CABA ............................................................................................................................ 90 6.2 Escenarios ................................................................................................................................................................ 95 6.3 Conclusiones ........................................................................................................................................................ 101
7. Conclusiones Generales ........................................................................................ 103
8. Referencias Bibliográficas..................................................................................... 107
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1. Introducción
La Ciudad Autónoma de Buenos Aires genera diariamente alrededor de 4800 toneladas
de residuos sólidos urbanos (RSU), los cuales en su gran mayoría se destinan a rellenos
sanitarios del conurbano bonaerense. Del total de RSU, un porcentaje no menor
corresponde a materiales de empaque, un conjunto de variadas características en cuanto
a impacto ambiental.
En la actualidad, tanto en la CABA como en varios lugares del mundo, el tema de la
disposición final de los residuos sólidos urbanos está atravesando una etapa crítica. Por un
lado, muchos de los rellenos existentes se han completado o están próximos a hacerlo.
Por otro lado, la apertura de nuevos rellenos sanitarios se va tornando paulatinamente
más difícil, dado que los vecinos de las zonas destinadas a ese fin ejercen fuerte presión
para evitar la radicación de los mismos (el conocido Not In My Back Yard). Estos factores
se suman a las tendencias en los hábitos de consumo (utilización de crecientes cantidades
de materiales de empaque) y a la expansión centrífuga de las zonas densamente pobladas
del conurbano (mayores distancias de transporte hacia posibles zonas de disposición
final).
Por lo tanto, para tomar decisiones respecto de políticas de gestión de residuos de
empaque es necesario contar con un panorama holístico acerca del impacto que éstos
generan sobre el medio ambiente. Se busca entonces proveer la información necesaria
para realizar consideraciones objetivas en el marco de una visión sistémica, evitando
enfoques parciales aislados y preconceptos erróneos. De esta manera, se podrán abordar
posibles soluciones para la cuestión de los RSU que redunden en un óptimo beneficio para
la sociedad.
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2. Objetivo y alcance
El objetivo de este estudio es determinar el impacto ambiental relativo de 6 distintos tipo
de materiales utilizados en la fabricación de envases, con miras a la definición de un
sistema de gestión de residuos sólidos urbanos. Los materiales a considerar son: papel y
cartón, vidrio, multilaminados, acero y materiales ferrosos, aluminio y materiales no
ferrosos y plásticos.
La comparación de los materiales se realizará exclusivamente desde el punto de vista
técnico, dejándose de lado consideraciones económicas, o de marketing de los productos
envasados, tales como preferencia del consumidor o aspectos estéticos del envase.
También quedan fuera de este estudio consideraciones técnicas de impacto ambiental en
el proceso de fabricación de la materia prima y del proceso de fabricación del envase en
sí, limitándonos en esta comparación a la etapa post-consumidor de los mismos.
Como base de análisis se considera un sistema de recolección de residuos sólido urbanos
que han sido separados previamente por el consumidor en secos (inorgánicos) y húmedos
(orgánicos).
Se incluye una aplicación de los resultados al análisis del caso de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires.
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3. Características de los materiales utilizados en la fabricación de envases
3.1 Papel y cartón
Existen muy variadas presentaciones para envases fabricados a partir de estos materiales:
desde cajas de cartón corrugado y cartones para lácteos, hasta papel para envolver
margarinas. Los materiales celulósicos son livianos y se obtienen a partir de recursos
renovables.
El objetivo del proceso de producción es la obtención de las fibras de celulosa a partir de
madera o de residuo de papel, en el caso del reciclado. En el caso de la utilización de
madera como materia prima, se deben primero obtener los chips a partir de la trituración
de la madera. La misma presenta variaciones de acuerdo a si se trata de maderas duras
como el roble, o maderas blandas como el pino blanco; pero en general se puede decir
que está compuesta por células longitudinales, cuyas paredes celulósicas forman la mayor
parte de la masa del material. Estas fibras están unidas entre sí por lignina; luego, para
hacer el papel se debe romper este vínculo de lignina y de esta forma liberar las fibras.
Con este fin se procede a formar la pulpa, la cual se puede procesar química o
mecánicamente. Luego de obtenida la pulpa, se procede al prensado y secado, y
posteriormente el bobinado del material resultante.
El papel es usado en empaque para sobres, bolsas y envoltorios principalmente. En tanto,
el cartón (junto con la madera) se utiliza principalmente para embalaje secundario. Por
ejemplo, una gran proporción de los alimentos cuyo envase primario es plástico, lata de
metal o polilaminado, es luego depositada en cajas de cartón corrugado conteniendo un
número variable de unidades. El cartón simple, aunque mucho menos extendido que el
corrugado, es también utilizado como envase primario o secundario, generalmente para
alimentos de baja humedad y a granel, como ser arroz, chocolate o cereales.
En su versión más simple y difundida, el cartón corrugado consiste en una lámina de
cartón en forma de onda sinusoidal, con sendas capas de cartón liso por encima y por
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debajo de la misma. Estas cubiertas lisas están pegadas con adhesivo a la capa corrugada
en los picos y valles de la onda sinusoidal que forma esta última. Para conferir mayor
resistencia mecánica, se fabrican también cartones con doble o triple capa corrugada. La
geometría del corrugado le otorga distintas propiedades al material, por lo cual la ASTM
(American Society of Testing Materials) las ha estandarizado.
El cartón corrugado presenta una combinación de peso y resistencia que está dada por la
geometría de sus capas. Además, posee propiedades aislantes con respecto a la
temperatura, las vibraciones y el sonido. Al ser un material celulósico es inflamable, lo
afecta la humedad, y los insectos, hongos y bacterias lo pueden degradar de forma
relativamente rápida; es por ello que para algunas aplicaciones se requiere la aplicación
de revestimientos.
El cartón puede ser reciclado de manera similar al papel; su bajo peso y capacidad de
compactación ayudan a la rentabilidad del proceso. Básicamente, el mismo consiste en
humedecer el material para obtener una pulpa, a la que se le puede agregar pulpa de
madera virgen para fortalecer las fibras. Luego se pasa la pulpa obtenida por varios filtros
para remover impurezas (metales, cinta adhesiva) y se le agregan químicos para eliminar
las tintas que pudieran tener los elementos originales. Si bien algunos tipos de elementos
son fácilmente removibles (ganchos de metal, cinta de embalaje), hay otros que dificultan
de sobremanera el proceso de reciclado (cartones encerados, gomas, etiquetas
adhesivas). En éstos últimos se comprenden sobre todo aquellos materiales tratados para
resistir condiciones de humedad.
Un uso alternativo que se le puede dar al cartón es como material aislante o bien como
relleno para empaque, para lo cual se tritura el material desechado. Aquellos cartones que
no pueden ser reciclados, pueden ser usados para compost dada su biodegradabilidad;
siempre y cuando no estén contaminados con residuos peligrosos o incompatibles con el
composting.
Durante la recuperación y reciclado, con cada ciclo, las fibras que componen estos
materiales se van deteriorando, con lo cual el número de veces que se pueden reciclar es
limitado (en general, como máximo 5 veces).
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La Argentina produjo en 2009 un total de 1.150 millones de toneladas de papel y cartón
para envases, aprovechando en un 88% su capacidad instalada. Esta categoría representa
(en peso) aproximadamente un 26% del total de la demanda de envases para ese mismo
año.
3.2 Vidrio
El vidrio es un material sólido amorfo, no cristalino, que se obtiene por fusión y posterior
enfriamiento controlado de óxido de silicio o sílice con determinadas proporciones de
carbonato de sodio y carbonato de calcio. La sílice (vitrificante) da su resistencia al vidrio
pero su elevado punto de fusión (1723:C) dificulta su elaboración; por ello se realiza la
adición de carbonato de sodio (fundente), que disminuye el punto de fusión. La mezcla
sílice-carbonato de sodio se denomina “vidrio de agua”, una forma parecida al vidrio,
soluble en agua. El carbonato de calcio (estabilizante) se añade para lograr la insolubilidad
del material; otros componentes son óxido de magnesio y aluminio (estabilidad química).
Estas materias primas forman parte de la formulación básica del llamado vidrio comercial
(sódico-cálcico) que se utiliza en la fabricación de envases. También pueden agregarse
otros componentes cuyo tipo y proporción varía de acuerdo al vidrio, que por sus
propiedades y usos, se desea obtener. Esto es determinante en los circuitos de reciclado
de vidrio ya que el vidrio comercial utilizado en envases no puede reciclarse en conjunto
con otro tipo de vidrios.
Desde un punto de vista físico su estructura atómica es irregular, no es ordenada y esto
implica que no posee una estructura cristalina y por lo tanto no se generan planos de
desplazamiento que puedan provocar deformaciones. Esto le da su brillo, dureza y
fragilidad característicos.
Las materias primas básicas que componen el vidrio no son renovables pero son
consideradas abundantes. El vidrio se caracteriza por su transparencia aunque es posible a
través de la coloración incorporar filtros a los rayos luminosos de determinada longitud de
onda.
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El vidrio común es considerado químicamente inerte, pero en realidad reacciona con
muchas sustancias a bajísimas velocidades (inercia química). Esta inercia química lo
convierte en un material calificable como no degradable o inerte. A temperatura
ambiente tiene una buena resistencia a los ácidos, excepto al fluorhídrico, y a las
soluciones alcalinas frías. Es un material no poroso y tiene una gran resistencia a la
presión en función del espesor del envase que puede llegar a los 100 Kg/cm2. También
constituye una barrera contra el ingreso de oxígeno del ambiente.
Cabe destacar que se trata de un material frágil cuya densidad, que depende de su
formulación, es en promedio de 2,5 g/cm3. Se trata de un material no combustible.
En particular, en los envases de vidrio, su inercia química y barrera al oxígeno los hacen
especialmente apropiados para su uso en la industria alimenticia. Dentro de este rubro se
destacan las botellas y frascos destinados a la industria de las bebidas en general, lácteos,
conservas, aderezos y cafés. Otro importante destino de los envases de vidrio lo
constituye la industria farmacéutica y cosmética.
Su reciclado requiere operaciones de separación por color, o uso de decolorantes en el
proceso productivo, eliminación de impurezas, lavado y trituración antes de su
incorporación al horno de fundición en reemplazo de materia prima virgen.
En el radio cercano a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se encuentran dos empresas
que reciclan vidrio post-consumo, Rigolleau (ubicada en Berazategui) y Cattorini Hnos.
(ubicada en Avellaneda). La primera acepta vidrio ámbar y la segunda vidrio blanco y
mezcla.
Los envases de vidrio pueden ser fabricados con el fin de ser reutilizados. Esto implica el
transporte desde los puntos de consumo a los puntos de producción.
La capacidad instalada en Argentina de producción de envases de vidrio es de 2750
toneladas por día, equivalente aproximadamente a 4.000.000 de envases por día. El
consumo en 2009 de este tipo de envases fue de aproximadamente 1 millón de toneladas.
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3.3 Multilaminados
En esta categoría se encuentran los envases que son fabricados con un material
compuesto donde se combinan dos o más sustratos. Este tipo de envase adquiere las
características combinadas de los elementos que lo forman y puede en función de esto ser
flexible o tener cierto grado de rigidez.
En el primer grupo, de laminaciones flexibles, se encuentran algunas como el Polibond
(polietileno y papel bond), Polifan (polietileno y papel celofán), Celopolial (polietileno,
aluminio y celofán). En el segundo grupo, de laminaciones rígidas, se encuentran los
envases del tipo Tetra Pak®.
Tanto el celofán como el aluminio son materiales que se prefieren para las laminaciones
debido a su brillo, facilidad de impresión y barrera contra los gases.
El celofán es un polímero natural producido por regeneración de la celulosa. Este material
en forma pura es permeable al calor y vapor de agua con lo cual las películas de celofán
pueden presentar dificultades para sellarse, por ello se emplean recubrimientos de
nitrocelulosa o sarán. Este material permite la impresión de cualquier tipo de diseño.
Las hojas de aluminio se fabrican en grosores que van desde 0,0063 a 0,0254 mm. Este
material aporta al envase protección contra gases manteniendo su flexibilidad. Se obtiene
por un proceso de fundición del aluminio para obtener planchas rectangulares, que luego
pasan a un sistema de rodillos que reduce su espesor.
Para lograr unir materiales de diversa naturaleza se utilizan, básicamente, dos métodos:
a) Laminación por extrusión: se coloca entre los dos sustratos diferentes una capa extruida
de plástico (polietileno de baja densidad) aplicada a 310:C y que fundida hace las veces de
adhesivo.
b) Laminación por adhesivos: la diferencia con el proceso de laminación por extrusión
radica en el uso de un adhesivo en lugar de utilizar un plástico fundido.
El uso de laminaciones flexibles abarca la fabricación de envases para productos lácteos,
jugos y concentrados de frutas, productos en polvo (jugos, cafés, medicamentos), envases
para carne y quesos, mayonesas y alimentos pastosos, entre otros.
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El envase tipo Tetra Pak® es un multilaminado rígido compuesto por 6 capas de tres
materiales: papel Kraft, polietileno de baja densidad (PEBD) y aluminio. El papel es el
material principal en un 75%, le sigue el polietileno con un 20% y el aluminio con un 5%
.Las capas se disponen en el siguiente orden de exterior a interior: polietileno-papel-
polietileno-aluminio-polietileno-polietileno. La capa exterior de polietileno protege al
papel de la humedad y la doble capa interna resguarda el interior del envase del contacto
con el aluminio y lo sella térmicamente durante el proceso de envasado. El papel le otorga
resistencia al envase y el aluminio actúa como barrera protegiendo el contenido de la luz y
el oxígeno, eliminando la necesidad de refrigeración luego del envasado aséptico. El
proceso de elaboración de papel Kraft produce una celulosa de alta resistencia, es decir,
con alta proporción de fibras largas.
Los envases tipo Tetra Pak® son combustibles y tienen una capacidad calorífica en el
orden de 16.000 KJ/Kg. Son de fácil compactación.
Sus características lo hacen apropiado para su uso en el envasado de productos
alimenticios líquidos como ser: leches, jugos, cremas y salsas entre otros.
Su reciclado requiere operaciones para separar los distintos componentes del envase. Los
envases ingresan a un hidropulper en donde se separa la pulpa del aluminio y polietileno
en un proceso que dura unos 35 minutos. Es posible de esta manera recuperar al menos
650 Kg de fibras de papel de buena calidad por cada tonelada de envases (multicapa)
procesados. A pesar de esto esta pulpa de papel no cumple los requisitos de calidad de un
papel Kraft como para ser utilizada nuevamente en los envases Tetra Pak.
El aluminio y polietileno eliminados en esta etapa pueden ser reciclados de tres formas:
para recuperación de energía, recuperación del aluminio por pirólisis (es decir,
descomposición química del material por calentamiento en ausencia de oxígeno) o bien
fabricando piezas por procesos de termo-inyección. También se han realizado estudios
para la separación por procesos químicos del aluminio y polietileno.
Las estadísticas disponibles para 2008 indican que en la EU aproximadamente un 33% de
los envases multilaminados para bebidas son reciclados, una proporción que ha venido
creciendo desde 1992.
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En Argentina el polietileno y aluminio proveniente del hidropulper, en el proceso de
reciclado, es molido y combinado con pigmentos, agentes anti-UV, llevado a más de
200°C y moldeado por extrusión para la fabricación de tejas (Recypack SRL, ubicada en La
Rioja).
Los envases completos pueden ser reciclados para la producción de paneles de
aglomerado que se fabrican por compresión térmica. Los ingredientes (papel y aluminio)
son ligados por la fusión del polietileno. (Ecotech en Haedo y T-Plak en Pilar)
Sin embargo, este tipo de envases no puede ser reutilizado.
En Argentina se producen 3.500.000 envases Tetra Pak al año, en una única planta ubicada
en La Rioja. La planta de reciclado de envases Tetra Pak se encuentra también en La Rioja
y recicla únicamente el descarte de la producción de envases.
A los fines del presente trabajo se considerará dentro de la clasificación de multilaminados
únicamente a los envases del tipo Tetra Pak, debido a ser el envase de este tipo
predominante, en los residuos sólidos urbanos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
3.4 Acero y materiales ferrosos
La variedad más usual de los materiales de empaque ferrosos es la hojalata, dando origen
al nombre del tipo de empaque más común, las latas
Específicamente, se denomina hojalata al acero de entre 0.5 mm a 0.13 mm de espesor
recubierto con una capa de estaño de espesor variable, que le confiere una alta
resistencia a la corrosión. De acuerdo a la aplicación, la hojalata lleva un acabado en su
superficie que consta de lacas y/o aceite.
El proceso de manufactura de la hojalata consta de dos etapas principales: producción de
la hoja fina de acero, y proceso de recubrimiento. Prácticamente la totalidad de la hojalata
que se produce hoy es por el método de deposición electrolítica de estaño, con espesores
típicos de recubrimiento de entre 0.1 y 1.5 micrones. El proceso industrial más utilizado es
el Ferrostan, que representa el 70% de la producción mundial. Las etapas del proceso son
17
la limpieza física y química de la superficie, electrodeposición de estaño, pasivado de la
superficie y barnizado.
La hojalata en particular puede ser reciclada, en principio, indefinidamente mediante su
incorporación como chatarra al proceso de fabricación de aceros, con la única objeción de
la incorporación del estaño, ya que es un elemento dañino en los aceros que causa
pérdida de ductilidad. A pesar del bajo contenido de estaño en la hojalata, el contenido
máximo permitido para aceros laminados es de aproximadamente 0,01% en masa, y
0,035% en el caso de acero para refuerzos de construcción. Existen procesos previos para
producir el desestañado de la hojalata, pero solamente el electrolítico se aplica a escala
comercial debido a la baja performance técnica y alto costo. Sin embargo, los productores
de aceros, en base a modelos computacionales, no pronostican que el aumento de la
concentración de estaño alcance los niveles máximos especificados, aún para altos grados
de reciclado de hojalata. Esto se debe, en parte, a que la proporción de la producción de
acero que se destina a la fabricación de hojalata es muy baja (alrededor del 1% en el
mundo), con lo cual su proporción en la chatarra es minoritaria. Además, a nivel local las
acerías trabajan con software de optimización del uso de la chatarra (que varía su costo en
base a la calidad), con lo cual se puede dosificar la hojalata para regular el contenido de
estaño del producto final.
En los dos principales procesos de producción de acero a nivel mundial (por arco eléctrico
y convertidor por oxígeno) se utiliza chatarra como materia prima. En el convertidor por
oxígeno, se puede utilizar hasta aproximadamente un 25-35%; en cambio, el horno de
arco eléctrico puede operar teóricamente con 100% de chatarra como materia prima,
aunque en general este no es el caso a nivel local. El hecho que la chatarra deba ser
fundida para su reutilización, implica que las impurezas orgánicas que puedan tener
comúnmente este tipo de envases se quemen y que por ende no representen un
inconveniente.
Se caracteriza por su resistencia mecánica (tanto a cargas como al impacto), hermeticidad
(propiedades de barrera frente al oxígeno y la humedad) y opacidad. Además, permiten el
procesamiento térmico del contenido una vez sellado el recipiente. Adicionalmente, son
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aptos para la impresión externa de inscripciones o decoraciones, aunque en muchas
ocasiones se rotulan con papel fijado con adhesivo.
Su aplicación más importante es en el sector de envases, junto con otros usos menores
como ingeniería liviana, electrodomésticos y juguetes. Se utiliza mayoritariamente para
contener alimentos y bebidas. También se utiliza este material en latas de pintura,
aerosoles de uso hogareño, tapas de botellas y frascos, cintas de embalaje y barriles de
uso industrial, y tapas para recipientes de fibra de cartón, entre otras aplicaciones.
Dado que los metales ferrosos utilizados para envases son magnéticos, éstos se pueden
separar del resto de los desechos mediante imanes. Se degrada mediante la oxidación del
material; su uso en latas o contenedores de fino espesor facilita esta reacción dada la
amplia superficie expuesta. El residuo remanente no es agresivo para el ambiente (óxido
de hierro prácticamente en su totalidad), con excepción de aquellos envases con
revestimientos cromados o similares.
La producción de metales para todo tipo para empaque de 2009 fue de unas 130.000
toneladas; es decir, alrededor del 5% del total de los envases en ese año. Esto representa
aproximadamente el 2% de la producción total de aceros en la Argentina.
3.5 Aluminio y materiales no ferrosos
Este metal es de uso relativamente reciente en la historia (su descubrimiento data de
1808, y su explotación industrial tiene menos de dos siglos). A pesar de ser el tercer
elemento más abundante en la corteza terrestre, las dificultades inherentes a su
purificación motivaron su uso como metal precioso hasta el desarrollo del proceso de
extracción industrial. De hecho, el aluminio tiene una fuerte afinidad por el oxígeno, por lo
cual prácticamente no se lo encuentra en estado elemental en la naturaleza, sino más
bien formando parte de óxidos o silicatos. Los minerales que contienen aluminio están
ampliamente distribuidos en la corteza terrestre; sin embargo, la mayoría de estos
minerales no representa una fuente económicamente viable.
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Hoy en día el proceso de obtención de aluminio más utilizado es el Hall–Héroult, tomando
como materia prima la alúmina (óxido de aluminio). Este óxido a su vez se obtiene de la
bauxita, un mineral duro y rojizo, a través del proceso Bayer, el cual consta de dos pasos
principales: el primero es la digestión de la bauxita con una solución básica caliente
(175°C) y el segundo es la calcinación del hidróxido de aluminio obtenido a una
temperatura mayor de 1000°C para obtener la alúmina purificada.
El óxido de aluminio tiene un punto de fusión superior a los 2000°C y resulta difícil romper
el enlace del metal con el oxígeno. Por ejemplo, no se puede reducir con coque como en
el caso del hierro, ya que el aluminio es más reductor que el carbono. Por lo tanto, el
proceso Hall-Héroult se realiza mediante la electrólisis de la alúmina en un baño de
fundente a 1000°C aproximadamente, utilizando ánodos de carbono que se consumen
generando CO2, y depositándose el aluminio elemental en el cátodo. Este proceso
requiere importantes cantidades de energía, por lo cual existe un gran aliciente
económico para ubicar las plantas fundidoras en lugares donde el costo de la energía
eléctrica sea relativamente bajo.
El aluminio es un metal liviano pero a la vez fuerte, duradero, flexible y maleable, y es
también impermeable y resistente a la corrosión. Es buen conductor de la electricidad y
del calor, pero refleja el calor radiante. Constituye una barrera frente a la luz (92% de
reflectancia a la luz visible y más del 97% a la radiación infrarroja), el oxígeno, la humedad,
los aceites y grasas y a los microorganismos. Estas características y su versatilidad hacen
que hoy sea el segundo metal más usado después del acero (alrededor de 40 millones de
toneladas en el mundo en 2008). Actualmente se utiliza principalmente en la industria del
transporte y de la construcción, entre otras aplicaciones.
Su uso en envases puede clasificarse de acuerdo con el espesor del material utilizado en
flexible (<50 m), semi-flexible (entre 50 y 200 m) y rígido (>200 m). Las láminas de
aluminio flexible de menor espesor se utilizan por ejemplo para sobres para jugos, bolsas,
envoltorios, medicamentos, tapas de yogur, etc. Los envases semi-flexibles se usan para
contenedores y bandejas, entre otros; y los rígidos son requeridos para fabricar latas,
aerosoles, etc.
20
Las aplicaciones del aluminio en envases se pueden resumir de la siguiente manera:
Alimentos (productos lácteos, café, té, alimentos deshidratados, golosinas), bebidas
(cerveza, gaseosas, jugos), farmacéuticos (blisters para tabletas), cosméticos (tubos de
pasta, champú, etc.), bienes de uso industrial (pegamentos, cartuchos de tinta, químicos)
y otros (comida para mascotas, cigarrillos, envases para esterilización).
El aluminio tiene la característica de ser 100% reciclable. Esto determina, en conjunción
con el alto precio de los metales en general en los últimos años, que existan altas tasas de
reciclado para envases como latas de bebidas, que en la Argentina alcanzó el 92% en 2009
(242 millones de un total de 263 millones de unidades).
En Argentina, el aluminio como materia prima es obtenido por la empresa Aluar en Puerto
Madryn, con una capacidad de producción anual de 410.000 toneladas. En 2009, el
mercado interno requirió 183.000 toneladas, de las cuales aproximadamente tres cuartas
partes fueron abastecidas por la empresa nacional y el resto se importaron. Por otra
parte, se exportaron aproximadamente 288.000 toneladas, reflejando la creciente
demanda de este metal por parte de China.
Del consumo total interno de aluminio, un 22,7% (aproximadamente 41.541 toneladas)
fue destinado a envases. De hecho, se destina a envases un 68% del segmento de
productos de aluminio correspondiente a chapas y rollos de variados espesores.
3.6 Plásticos
Los plásticos son una familia de materiales de variadas propiedades pertenecientes a un
grupo mayor denominado polímeros. Los polímeros son moléculas grandes de tipo
cadena, formada por la unión de numerosas moléculas más pequeñas llamadas
monómeros. Existen polímeros naturales (proteínas, polisacáridos, celulosa) y obtenidos
industrialmente. Los polímeros sintéticos (fabricados por el hombre) rara vez se usan en
forma pura, sino que se utilizan diversos aditivos para formar los materiales plásticos, con
el objeto de darle propiedades específicas de acuerdo a su aplicación. Ejemplos de estos
21
aditivos son los agentes antiestática, rellenos, retardadores de llama, lubricantes,
plastificantes, pigmentos, estabilizadores y reforzadores entre otros.
Existen dos clases de plásticos: termoplásticos y termoestables. Los termoplásticos se
tornan más blandos y flexibles con el aumento de la temperatura y pueden llegar a
fundirse, mientras que los termoestables mantienen su estructura rígida y finalmente se
degradan por combustión. Existe una gran cantidad de materiales plásticos,
especialmente formulados a partir de distintos polímeros para adecuarse a distintas
aplicaciones. La Sociedad de la Industria del Plástico de los Estados Unidos estableció un
código de números con el fin de identificar fácilmente los materiales plásticos. El código
comprende del 1 al 7, y corresponde a los siguientes materiales:
1. Tereftalato de polietilo (PET).
2. Polietileno de alta densidad (HDPE).
3. Policloruro de vinilo (PVC).
4. Polietileno de baja densidad (LDPE).
5. Polipropileno (PP).
6. Poliestireno (PS).
7. Otros plásticos
Dado el enfoque de este informe, a continuación se presentarán con más detalle aquellos
utilizados con mayor frecuencia para la fabricación de envases.
a) Tereftalato de polietilo (PET): es un poliéster termoplástico de alta cristalinidad y
dureza, resistencia química y a la abrasión, baja fricción y absorción de humedad. Se
comercializa como fibras para la industria textil y como material para moldear se aplica
extensamente en la fabricación de botellas de bebidas en reemplazo del vidrio.
b) Polietileno de alta (HDPE) y baja densidad (LDPE): El LDPE es uno de los termoplásticos
más utilizados. Es resistente, flexible y excelente aislante eléctrico. Su uso principal es en
films de envasado; también en pomos, artículos de cocina, tuberías, y tanques de agua
fría. El HDPE, debido su mayor grado de cristalinidad, es mucho más fuerte y rígido, por lo
que se utiliza para fabricar contenedores, tachos, cajones y embalajes de botellas y caños.
22
c) Policloruro de vinilo (PVC): en un termoplástico amorfo disponible en dos formas:
plastificado (pPVC) y no plastificado (uPVC). Ambos se caracterizan por su buena
resistencia al desgaste, aislación térmica, y auto extinguido. El pPVC se utiliza para la
fabricación de films de embalaje, recubrimientos de cables, pisos, ropa impermeable, y
juguetes. El uPVC por su mayor dureza y resistencia se aplica en la construcción, por
ejemplo en cañerías, canaletas y marcos de ventanas.
d) Polipropileno (PP): es un termoplástico semi-cristalino de baja densidad, dureza, buena
resistencia química y a la fatiga. Existe en diferentes grados y como copolímero etileno-
propileno. Se utiliza en la fabricación de cajones, partes pequeñas de máquinas,
componentes de automotor, gabinetes para televisores, mangos de herramientas, etc.
También se comercializa como fibras, usado para sogas y alfombras y en films para
embalajes.
e) Poliestireno (PS): es un termoplástico amorfo. Existe en un amplio rango de calidades,
que varían en su resistencia al impacto de frágil a muy fuerte, mediante la incorporación
de copolímeros u otros aditivos. Si no se adicionan pigmentos, presenta una claridad
semejante al cristal. Se utiliza en envases de yogurt, jeringas, apliques de luz, vasos
descartables, etc. También existe en forma de PS expandido, con aplicación como material
de envasado y aislante térmico.
Otros plásticos tales como el policarbonato, politetrafluoroetileno, poliuretanos, y
poliamidas tienen importantes aplicaciones industriales, pero dado que su utilización en
envasado en mucho menor, no serán considerados en el presente estudio.
El proceso de unir las moléculas pequeñas que conforman un polímero se denomina
polimerización, y el número de éstas que están presentes en la molécula mayor es el
grado de polimerización. La materia prima para la industria del plástico proviene
mayormente del petróleo y sus derivados, existiendo varios mecanismos para la
polimerización cuyo tratamiento excede a este trabajo.
Los polímeros sintéticos se comercializan en forma de gránulos o pellets, los cuales son
utilizados para la manufactura de productos plásticos mediante distintos procesos.
23
Entre los procesos de manufactura de materiales plásticos se puede citar el proceso de
inyección-soplado, para botellas y envases; extrusión, para tubos, film, cable y fibras;
extrusión y soplado, para botellas, envases, tubos y formas huecas en general; y extrusión-
inflado para films de doble capa o bolsas.
En el moldeo por inyección, los gránulos del polímero fundidos son inyectados en un
molde cerrado y frío a través de un orificio pequeño. En este molde el material solidifica y
se obtiene la pieza moldeada. El moldeo por extrusión se aplica a la fabricación de objetos
con secciones transversales definidas (cables, bolsas, tubos). En este proceso, el material
se hace pasar o extrae a través de un troquel o calado de la sección deseada y puede
realizarse en frío o en caliente de acuerdo a las propiedades del material utilizado.
El plástico es fácil de moldear, liviano y versátil. Al ser relativamente inerte, su toxicidad es
baja. Sin embargo, en la etapa de disposición final en rellenos sanitarios puede convertirse
en sumidero de compuestos orgánicos hidrofóbicos mediante adsorción de los mismos
por su alta afinidad con ellos, que es mucho mayor que la de los biopolímeros (papel,
cartón, desechos vegetales). Esto lleva a un retraso en los procesos de degradación tanto
del material plástico como de los orgánicos adsorbidos, con la consecuente persistencia
de los mismos en el medio natural. El posible lixiviado de monómeros (por polimerización
incompleta) o aditivos de los plásticos durante su uso o en la etapa de disposición final es
el aspecto más preocupante desde el punto de vista de la toxicidad de estos materiales, ya
que algunos de ellos son compuestos cancerígenos o disruptores del sistema endocrino.
Por ejemplo, los agentes plastificantes basados en ftalatos están completamente
prohibidos en la Unión Europea y parcialmente en los Estados Unidos por su comprobada
toxicidad y capacidad para liberarse del material que originalmente los contenía.
La degradación de los polímeros en el ambiente puede realizarse por distintos caminos. Se
denomina polímero degradable a aquel que sufre un cambio significativo en su estructura
química bajo condiciones ambientales específicas, resultando en un pérdida de
propiedades que puede ser cuantificada. Los polímeros biodegradables son aquellos cuya
degradación resulta de la acción de microorganismos naturalmente presentes en el
ambiente, tales como bacterias, hongos y algas. Un polímero degradable hidrolíticamente
24
se degrada por una reacción de hidrólisis, mientras que un polímero oxidativamente
degradable es atacado por oxidación. Finalmente, los polímeros que se degradan por
acción de la luz natural se denominan fotodegradables. Todos los procesos mencionados
anteriormente dan lugar a fragmentos del compuesto original, los cuales pueden
continuar reacciones de degradación hasta mineralización, es decir conversión a dióxido
de carbono y agua, o resultar en residuos. Estos residuos de degradación parcial de
materiales plásticos pueden ser tóxicos o dañinos para el medio ambiente, y su
composición y permanencia en el medio natural deben ser consideradas al mismo nivel de
importancia que las propiedades del material original.
El reciclado de plásticos puede realizarse en diferentes grados: reciclado primario,
reciclado mecánico, reciclado químico o de materias primas y recuperación energética.
Para asegurar la viabilidad de estos métodos de recuperación, es fundamental la
separación de los materiales, idealmente en origen. En la segregación en origen, los
plásticos pueden compartir el contenedor con los metales, ya que éstos se pueden separar
fácilmente mediante imanes. La separación de los plásticos más livianos puede realizarse
mediante una corriente de aire, seguido por una separación en agua mediante un
separador de lecho fluidizado de PET, PS y PVC, lográndose enriquecer significativamente
las fracciones en un polímero en particular. La separación también puede lograrse por
disolución en solventes adecuados, seguido de precipitación. Es un método estudiado
para PVC, PS, LDPE, HDPE, PP, PET y resinas ABS, así como mezclas de estos polímeros.
Comercialmente se aplica a la recuperación de PVC mediante el proceso Vinyloop y de
PS expandido por Creasolv.
El PET ha encontrado posibilidades de reciclado primario, ya que se utiliza en textiles o
como relleno de otros plásticos, como por ejemplo de espuma de poliuretano, con el
beneficio de menor costo de fabricación y propiedades mecánicas mejoradas.
Es de destacar que el reciclado de plásticos presenta dos dificultades importantes. La
primera es el hecho de que los plásticos de diferentes tipos son prácticamente insolubles
entre sí, con lo cual previo al fundido del material para ser reciclado se debe lograr una
completa separación entre distintos tipos de componentes si se quiere obtener un
25
plástico reciclado de buena calidad. La otra dificultad es el hecho que, como se mencionó
anteriormente, los polímeros se adicionan con cargas (colorantes, estabilizadores y otros)
para mejorar sus propiedades y características. Por lo tanto, esta mezcla de cargas
permanecerá en el producto reciclado y posiblemente degradará su calidad (por ejemplo,
considerar el caso de los colorantes).
El aprovechamiento de los plásticos para recuperación energética o producción de
combustibles (cracking) se aplica a los desechos de plantas de separación, o bien cuando
la separación no es técnica o económicamente viable. La pirólisis puede ser térmica o
catalítica. Ésta última tiene las ventajas de requerir una menor temperatura, mayor
velocidad de cracking, menores tiempos de residencia y mayor selectividad mejora el
rendimiento del proceso. El proceso comienza con una molienda previa, y concluye con la
generación de un residuo líquido en el caso de pirólisis catalítica o sólida en el caso de
térmica. La composición de los productos y/o residuos de pirólisis depende de la
composición de los residuos plásticos utilizados como materia prima.
En la Argentina en general el reciclado de plásticos no es una práctica muy difundida,
aunque sí existe un mercado para la recuperación de PET, que es demandado por
empresas en China para su utilización en la industria textil. Esta demanda es muy variable,
dependiendo entre otras cosas del precio internacional del petróleo.
En nuestro país, la producción de plásticos para envases alcanzó el millón de toneladas en
2009.
26
4. Legislación existente sobre envases y embalajes a nivel mundial y en Argentina
4.1 Introducción
La gestión de los residuos sólidos urbanos (RSU) y en particular los producidos por los
envases y embalajes de productos de uso masivo, es un tema que cada vez tiene mayor
protagonismo en la legislación y regulación mundial. Mediante un marco regulatorio, se
busca un ordenamiento de la gestión integral de RSU acotando de alguna forma la
generación de estos y en particular la de los residuos de envases y embalajes dada su
significativa contribución a los RSU. Los conceptos de reducir, reutilizar y reciclar se
encuentran en general presentes en estas regulaciones como una importante herramienta
para lograr una minimización del impacto al ambiente en la disposición final de dichos
residuos.
Ciertos países han sancionado regulaciones que abarcan directamente el ciclo de vida del
envase y embalaje y otros lo han realizado desde la gestión de los residuos sólidos
urbanos en general.
En esta sección se hará una mención y breve análisis de algunas de las legislaciones a nivel
mundial. Para ello se describe la Directiva 94/62/CE relativa a los envases y residuos
envases de la Comunidad Europea como regulación general existente de este bloque
político y económico y los casos particulares de implementación de la dicha directiva en
Alemania, España, Francia, Italia, Reino Unido. También se describirá la regulación
existente en Estados Unidos de América y en particular la legislación de los estados de
California y de Nueva York.
Finalmente, se analiza también la legislación correspondiente que existe en nuestro país,
Argentina, con la descripción de las correspondientes a la provincia de Buenos Aires y la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
27
4.2 Comunidad Europea
La comunidad Europea introduce a principio de la década de 1980 las primeras medidas
para la gestión de los embalajes y envases. Pero es en 1994 que se adopta la Directiva
94/62/CE relativa a los envases y residuos envases (en lo sucesivo “Directiva de Envases,
DE”) con el objetivo principal de armonizar las diversas medidas nacionales sobre gestión
de envases y residuos de envases y con el fin de evitar o reducir su impacto ambiental en
todos los Estados miembros. Así, la DE establece como primera prioridad la prevención
de la producción de residuos de envases, y que se asume asimismo como principios
fundamentales la reutilización de los envases, el reciclado y otras formas de valorización
de los residuos de envases y, consiguientemente, la reducción de la eliminación final de
este tipo de residuos. Además se indica que “ en espera de resultados científicos y
tecnológicos en materia de procesos de aprovechamiento”, la reutilización y el reciclado
se consideran como procesos preferibles en relación con su impacto en el medio
ambiente, y que para ello los Estados miembros deben establecer sistemas que garanticen
el retorno de los envases usados y/o de los residuos de envases así como sistemas de
reutilización de envases para efectuar una reutilización de “forma racional por lo que
respecta al medio ambiente”. La DE considera también al reciclado como una parte
importante de la valorización del residuo de envase con el fin de reducir el consumo de
energía y de materias primas básicas y la eliminación final de residuos y que el
aprovechamiento de energía constituye un medio eficaz de valorización de residuos.
Uno de los principales temas tratados en esta reglamentación es la definición de envases
que, a través de las enmiendas Directiva 2004/12/CE y del reglamento (CE) Nº 219/2009
de marzo de 2009, se fue redefiniendo.
Principalmente se define como envase a “todo producto fabricado con cualquier material
de cualquier naturaleza que se utilice para contener, proteger, manipular, distribuir y
presentar mercancías, desde materias primas hasta artículos acabados, y desde el
fabricante hasta el usuario o el consumidor. Se considerarán también envases todos los
artículos desechables utilizados con este mismo fin”.
28
Es interesante mencionar que la DE alcanza a las tres principales categorías de envases
definidas de acuerdo a lo siguiente:
a) «envase de venta o envase primario»: todo envase diseñado para constituir en el punto
de venta una unidad de venta destinada al consumidor o usuario final;
b) «envase colectivo o envase secundario»: todo envase diseñado para constituir en el
punto de venta una agrupación de un número determinado de unidades de venta, tanto si
va a ser vendido como tal al usuario o consumidor final, como si se utiliza únicamente
como medio para reaprovisionar los anaqueles en el punto de venta; puede separarse del
producto sin afectar a las características del mismo;
c) «envase de transporte o envase terciario»: todo envase diseñado para facilitar la
manipulación y el transporte de varias unidades de venta o de varios envases colectivos
con objeto de evitar su manipulación física y los daños inherentes al transporte. El envase
de transporte no abarca los contenedores navales, viarios, ferroviarios ni aéreos.”
A través de las enmiendas se aclara que la definición mencionada de envase se ajusta sin
perjuicio de otras funciones que el envase pueda desempeñar y que se consideraran
envases los artículos desechables diseñados y destinados a ser llenados o vendidos llenos
en el punto de venta.
En el artículo 4 de la DE se establece como tema importante la prevención de residuos de
envases. Las medidas preventivas podrán consistir en programas nacionales, proyectos
para introducir la responsabilidad del fabricante de reducir al mínimo el impacto
ambiental de los envases o acciones análogas adoptadas en consulta con operadores
económicos.
En esta DE se fomenta la reutilización del envase definida como “toda operación en la que
el envase, concebido y diseñado para realizar un número mínimo de circuitos o rotaciones
a lo largo de su ciclo de vida, sea rellenado o reutilizado con el mismo fin para el que fue
diseñado, con o sin ayuda de productos auxiliares presentes en el mercado que permitan
el rellenado del envase mismo. Se los considerarán residuos de envases cuando ya no se
reutilicen.”
Por otro lado, se definen los siguientes términos:
29
Valorización: cualquiera de las operaciones previstas en el Anexo II B de la Directiva
75/442/CEE (sustituido por la Directiva 2008/98/CE sobre residuos como “cualquier
operación cuyo resultado principal sea que el residuo sirva a una finalidad útil al sustituir a
otros materiales que de otro modo se habrían utilizado para cumplir una función
particular, o que el residuo sea preparado para cumplir esa función, en la instalación o en
la economía en general).
Reciclado: la transformación de los residuos, dentro de un proceso de producción, para su
fin inicial o para otros fines, incluido el reciclado orgánico pero no la recuperación de
energía;
Recuperación de energía: el uso de residuos de envases combustibles para generar
energía mediante incineración directa con o sin otros residuos, pero con recuperación del
calor.
Reciclado orgánico: el tratamiento aerobio (compostaje) o anaerobio (biometanización)
mediante microorganismos y en condiciones controladas, de las partes biodegradables de
los residuos de envases, con producción de residuos orgánicos estabilizados o de metano.
Su enterramiento en un vertedero no se puede considerar una forma de reciclado
orgánico;
Es importante destacar que muchos de los países miembros de la Comunidad Europea
utilizan como sistema de disposición de residuos domésticos, la incineración controlada
con recuperación de energía por lo que este sistema está contemplado dentro de lo
denominado valorización o reciclado. Sin embargo la DE indica que los Estados Miembros
fomentarán la recuperación de energía siempre que sea preferible al reciclado de
materiales por razones de medio ambiente y rentabilidad.
Para cumplir con los objetivos la presente Directiva se propone a los Estados Miembros
que adopten medidas para alcanzar las siguientes metas:
• Valorizar o incinerar en instalaciones de incineración de residuos con valorización
de energía entre un mínimo de 50% y un máximo del 65% en peso de los residuos de
envases hacia 2001 y un mínimo de 60% en peso para 2008.
30
• Reciclar entre un mínimo de 25 % y un máximo del 45 % en peso de la totalidad de
los materiales de envasado contenidos en los residuos de envases con un mínimo de 15 %
en peso para cada material de envasado para el 2001 que se extiende entre un 55% a un
80% en el 2008.
En la DE se solicita que para el 31 de diciembre del 2008 se alcancen los objetivos mínimos
de reciclado de los materiales contenidos en los residuos de envases que son:
i) el 60 % en peso de vidrio,
ii) el 60 % en peso de papel y cartón,
iii) el 50 % en peso de metales,
iv) el 22,5 % en peso de plásticos, contando exclusivamente el material que se vuelva a
transformar en plástico,
v) el 15 % en peso para la madera.
En el artículo 7 la DE se indica que los Estados Miembros adoptarán las medidas
necesarias para que se establezcan sistemas de:
a) devolución o recogida de envases usados o de residuos de envases procedentes del
consumidor, de cualquier otro usuario final o del flujo de residuos, con el fin de dirigirlos
hacia las alternativas de gestión más adecuadas;
b) reutilización o valorización, incluido el reciclado, de los envases o residuos de envases
recogidos, que permitan cumplir los objetivos establecidos.
Estos sistemas estarían abiertos a la participación de los agentes económicos de los
sectores afectados y a la participación de las autoridades públicas competentes.
En la DE se expresa que las medidas se aplican también a los productos importados, con
un trato no discriminatorio, incluidos los posibles aranceles impuestos para acceder a los
sistemas y sus modalidades.
Con el fin de facilitar la recogida, reutilización y valoración incluyendo el reciclado de los
envases, la DE solicita que se indique en el mismo la naturaleza del material que lo
constituye, a fin de que la industria pueda identificarlos y clasificarlos. Así se impone un
marcado especial para cada tipo de envases de acuerdo al material del que esta fabricado
31
(Decisión de la Comisión 97/129/CE) con números y/o letras que se deberán presentar
bien sobre el propio envase o bien sobre la etiqueta.
Se especifican así distintos materiales de acuerdo a las siguientes categorías y sub-
categorías: plásticos (tereftalato de polietileno, polietileno de alta densidad, policloruro
de vinilo, polietileno de baja densidad, polipropileno y poliestireno) ; papel y cartón
(cartón corrugado, cartón no corrugado, papel), metales (acero y aluminio) madera
(madera y corcho) textiles (algodón y yute) ; vidrio ( vidrio incoloro, verde y marrón);
compuestos (papel y cartón/metales diversos; papel y cartón/plástico; papel y
cartón/aluminio; papel y cartón/hojalata; papel y cartón/plástico/aluminio; papel y
cartón/plástico/aluminio/hojalata ; plástico/aluminio; plástico/hojalata; plástico/metales
diversos; vidrio/plástico; vidrio/aluminio/ vidrio/hojalata; Vidrio/metales diversos).
En el artículo 5 de la DE se indica que en cuanto a los instrumentos económicos, los
estados miembros podrán adoptar entre otros el principio de “quien contamina paga” y
otras medidas encaminadas a la realización de los objetivos
Cabe agregar que en el Anexo II de la DE se describen los distintos requisitos solicitados
para la fabricación de los envases:
1- “Requisitos básicos sobre composición de los envases y sobre la naturaleza de los
envases reutilizables y valorizables, incluidos los reciclables:
—Los envases estarán fabricados de forma tal que su volumen y peso sea el mínimo
adecuado para mantener el nivel de seguridad, higiene y aceptación necesario para el
producto envasado y el consumidor.
— Los envases deberán diseñarse, fabricarse y comercializarse de forma tal que se puedan
reutilizar o valorizar, incluido el reciclado, y que sus repercusiones en el medio ambiente
se reduzcan al mínimo cuando se eliminen los residuos de envases o los restos que
queden de las actividades de gestión de residuos de envases.
— Los envases estarán fabricados de forma tal que la presencia de sustancias nocivas y
otras sustancias y materiales peligrosos en el material de envase y en cualquiera de sus
componentes haya quedado reducida al mínimo respecto a su presencia en emisiones,
ceniza o aguas de lixiviación generadas por la incineración o el depósito en vertederos de
32
los envases o de los restos que queden después de operaciones de gestión de residuos de
envases.
2. Requisitos específicos aplicables a los envases reutilizables
Deberán cumplirse simultáneamente todos los requisitos siguientes:
— las propiedades y características físicas de los envases deberán ser tales que estos
puedan efectuar varios circuitos o rotaciones en condiciones normales de uso;
— los envases usados deberán poder tratarse con objeto de cumplir los requisitos de
salud y seguridad de los trabajadores;
— cumplir los requisitos específicos para los envases valorizables cuando no vuelvan a
reutilizarse los envases y pasen a ser residuos.
3. Requisitos específicos aplicables a los envases aprovechables
a) Envases aprovechables mediante reciclado de materiales: los envases se fabricarán de
tal forma que pueda reciclarse un determinado porcentaje en peso de los materiales
utilizados en la fabricación de productos comercializables, respetando las normas vigentes
en la Comunidad. La fijación de este porcentaje podrá variar en función de los tipos de
material que constituyan el envase.
b) Envases aprovechables en forma de recuperación de energía: los residuos de envases
tratados para la recuperación de energía tendrán un valor calorífico inferior mínimo para
permitir optimizar la recuperación de energía.
c) Envases aprovechables en forma de compostaje: los residuos de envases tratados para
el compostaje serán biodegradables de manera tal que no dificulten la recogida por
separado ni el proceso de compostaje o la actividad en que hayan sido introducidos.
d) Envases biodegradables: los residuos de envases biodegradables deberán tener unas
características que les permitan sufrir descomposición física, química, térmica o biológica
de modo que la mayor parte del compost final se descomponga en último término en
dióxido de carbono, biomasa y agua.”
En el año 2006 se dio a conocer el Informe de la Comisión al Consejo y al Parlamento
europeo sobre la aplicación de la Directiva de Envases y su impacto al medio ambiente, así
como sobre el funcionamiento del mercado interno. En dicho informe se menciona que el
33
reciclado de envases no constituye una opción de gestión de residuos nueva, dado que
siempre se han reciclado determinadas fracciones de envases dado que esta operación
resultaba más barata que su eliminación. En 2002 se reciclaron alrededor de 36 millones
de toneladas (el 54 %) de residuos de envases de un total de 66 millones de toneladas
(esto representó un aumento de 9 millones de toneladas con respecto a 1997). Este
aumento se produjo sobre todo en los Estados Miembros en los que los niveles de
reciclado eran inicialmente bajos. La recuperación e incineración de envases en las
instalaciones de incineración de residuos con recuperación de energía pasaron de 31
millones de toneladas (52%) en 1997 a 41 millones de toneladas (62%) en 2002. Dicho
informe además agrega que los objetivos de prevención pueden parecer atractivos de
acuerdo a su aparente simplicidad, no obstante su aplicación plantea algunos problemas.
En particular, los objetivos relacionados con el peso supondrían una desventaja para los
materiales de envasado más pesados, que no son necesariamente menos ecológicos ya
que objetivos aplicados a todos los fabricantes por igual irían en detrimento de los que ya
utilizan la mínima cantidad posible de envases. El informe indica que para estos
fabricantes, nuevas reducciones pueden significar el derrame del producto, que a menudo
puede causar un daño ambiental mucho mayor que los posibles beneficios ambientales
derivados del ahorro de envases.
La obligación de implementar esta la DE provocó una avalancha de legislaciones
nacionales que entraron en vigencia en la primera mitad del año 1997 en por lo menos 15
países europeos (los que ya eran miembros antes del 1 de mayo de 2004, ya que los diez
países restantes adhirieron a la Unión Europea después de la aplicación de la DE en 1994).
Dichas legislaciones están basadas en la recuperación de envases y embalajes
(retornables), dando como resultado más de 20 sistemas con diferentes requerimientos,
exigencias de pago de tasas y cumplimiento de cuotas sobre el uso de envases. Esto se
debió fundamentalmente a que la DE establece la obligación de los Estados Miembros en
cuanto a sus objetivos, dejando al libre arbitrio de los Estados la elección de la forma y
medios destinados a alcanzarlos en el plazo determinado. Como ejemplos se dan los casos
de Alemania, España, Italia, Reino Unido y Francia.
34
4.2.1 Alemania
La normativa sobre envases se originó en Alemania con el Reglamento o Decreto Töpfer
del 12 de junio de 1991 que priorizaba el reciclado, responsabilizando a la industria por la
tarea de recuperación y reciclado de envases. Dicho Reglamento fue sustituido por la
Ordenanza Relativa a la Prevención y la Recuperación de los Residuos de Envases del 21
de agosto de 1998 con el fin de aplicar la Directiva de envases de la Comunidad Europea
94/62/CE. Esta ordenanza se ha reestructurado mediante distintas enmiendas siendo la
quinta la última que ha entrado en vigencia en enero de 2009. La ordenanza
responsabiliza a la industria por el embalaje y envase del producto que comercialice en
todo el ciclo de vida, incluyendo los costos de recolección, segregación y reciclado del
envase después de ser descartado por el consumidor. A su vez sugiere a los comerciantes
minoristas instalar recipientes donde los consumidores puedan depositar los envases
primarios y secundarios en sus propios negocios. Además la ordenanza regula la
incineración con recuperación de energía como una opción viable de reciclado.
La gestión del reciclaje y valorización de los residuos de envases se hace a través del
“Punto Verde- Sistema Dual Alemán GmbH. Este sistema es una organización sin fines de
lucro que trabaja con las compañías de gestión de residuos para organizar la recolección y
segregación de residuos de envases para su reciclado. Punto Verde o Green Dot se emplea
ya en cerca de 20 países miembros de la UE para ayudar a lograr los requerimientos de
promoción de reciclado de envases mediante un logo especial (punto verde). El hecho que
el envase muestre dicho logo implica que el mismo está dentro del sistema de reciclado.
Punto Verde- Sistema Dual Alemán GmbH financia sus actividades con un impuesto que
debe ser pagado por las empresas de envases al participar en dicho sistema. En relación
con el principio de “el que contamina, paga”, se calculan las tasas de costo en base al
material usado, su peso y el número de ítems vendidos. También tiene en cuenta los
diferentes costos dados por la recogida y segregación de los materiales de packaging o
embalaje y, para los plásticos, por el reciclado. Las compañías pagan sólo por aquellos
ítems puestos en el mercado alemán.
Los costos o tasas se muestran en la Tabla Nº 1.
35
Tabla Nº 1. Costos o tasa aplicado por material de envase cobradas por Punto Verde-Sistema Dual Alemán GmbH
Material Costo o tasa en Euros / Kg
Vidrio 0,001
Papel/cartón 0,003
Plástico 0,017
Compuestos 0,013
Hojalata 0,005
Aluminio 0,013
4.2.2 España
Con objeto de incorporar la DE a la legislación española, surge la Ley 11/97, del 24 de abril
de 1997, de Envases y Residuos de Envases. El objetivo de esta ley, desarrollada según la
Directiva 94/62/CE, es la prevención y reducción del impacto sobre el medio ambiente de
los envases, y la gestión de residuos de envases a lo largo de todo su ciclo de vida, fijando
unos objetivos de reciclado y valorización a alcanzar, armonizando así las normas sobre
gestión de envases y residuos de envases entre los distintos Estados miembros de la Unión
Europea. Es interesante destacar que para conseguir dichos objetivos, además de
imponer a los fabricantes de envases la obligación de utilizar en sus procesos de
fabricación de material procedente de residuos de envases (salvo disposición legal que
exprese lo contrario), en el Capitulo IV de esta Ley se establecen dos modalidades. La
primera, con carácter general, indica que los distintos agentes que participen en la cadena
de comercialización de un producto envasado (envasadores, importadores, mayoristas y
minoristas) deben cobrar a sus clientes, hasta el consumidor final, una cantidad por cada
producto objeto de transacción y devolver idéntica suma de dinero por devolución del
envase vacío. La segunda modalidad indica que los agentes citados podrán eximirse de las
obligaciones derivadas del procedimiento general cuando participen de un sistema
integrado de gestión de residuos de envases y envases usados que garantice una recogida
periódica y el cumplimiento de los objetivos de reciclado y valorización fijados. Dichos
sistemas integrados de gestión se financiarían mediante el aporte por los envasadores de
36
una cantidad por cada producto envasado puesto por primera vez en el mercado español,
acordada en función de los diferentes tipos de envases, por la entidad a la que se le asigne
la gestión del sistema, con los agentes participantes del mismo. La ley establece que esta
cantidad, idéntica en todo el ámbito territorial del sistema integrado de que se trate, no
tendrá consideración de precio ni estará sujeta a tributación alguna y su abono dará
derecho a la utilización en el envase del símbolo acreditativo del sistema integrado.
Se crea así un ente gestor de un Sistema Integrado de Gestión (SIG), ECOEMBALAJES
ESPAÑA, S.A. (ECOEMBES), que es una sociedad sin fines de lucro, cuyo objeto social es el
diseño y organización de sistemas encaminados a la recogida selectiva y recuperación de
residuos de envases y embalajes para su posterior tratamiento y valorización, en
cumplimiento de las normas legislativas estatales y autonómicas que traspongan,
implementen y/o desarrollen la Directiva Europea 94/62/CE, sobre envases y residuos de
envases, y cualquier modificación de la misma, así como otras normativas europeas que
en el futuro se promulguen en desarrollo o como complemento de la misma.
La financiación del SIG se lleva a cabo mediante el aporte, por parte de los envasadores
adheridos, de una cantidad por cada envase de producto puesto por primera vez en el
mercado nacional español con el distintivo o logo denominado “Punto verde” que lo
acredita como adherido al SIG. La contribución depende del tipo de material de envase y
peso del mismo (excepto para vidrio en el que se tiene en cuenta el volumen) y se la
utiliza para la financiación de los costos extras derivados de la recogida selectiva, el
transporte, la clasificación y subsecuente reciclado y recuperación que los residuos de
envases significan para las autoridades locales (8). El cálculo de esta contribución se
realiza de acuerdo al costo de tratamiento establecido por material de empaque en
función de masa (o volumen para vidrio) (ver Tabla Nº 2 para los años 2009 y 2010) y la
cantidad de envases que la empresa pone en el mercado de acuerdo a una Declaración
anual obligatoria (en base a datos del año inmediatamente anterior).
37
Tabla Nº 2. Costos del “Punto Verde” a aplicar en envases y embalajes en España según el Sistema Integral de Gestión de ECOEMBES
Material de
empaque/envase
2009
Tasa en Euros / Kg. (excl.
VAT*)
2010
Tasa en Euros / Kg. (excl.
VAT*)
HDPE flexible / LDPE y
resto de plásticos
0,329 0,472
PET / HDPE (rígido) 0,278 0,377
Papel/cartón 0,051 0,068
Cartones de bebidas 0,266 0,323
Acero 0,061 0,085
Aluminio 0,102 0,102
Madera 0,019 0,021
Cerámicos 0,018 0,020
Otros materiales 0,329 0,472
Vidrio: Euros por unidad
≤125 ml 0,0047 0,0047
>125 ml ≤250 ml 0,0062 0,0049
>250 ml ≤500 ml 0,0062 0,0072
>500 ml ≤700 ml 0,0125 0,0125
>700 ml ≤1000 ml 0,0125 0,0125
>1000 ml 0,0125 0,0380
* Value added tax
4.2.3 Francia
El marco legal en Francia se basa en los siguientes decretos:
• Residuos de envases domésticos, del 1 de abril de 1992
• Residuos Industriales y Comerciales, del 13 de julio de 1994
• Plan departamental de noviembre de 1996
• Requerimientos esenciales del 20 de julio de 1998
Especialmente este último es el correspondiente a la implementación de la Directiva de
Envases de la UE en el territorio francés. Es de destacar que se ha establecido en Francia
como meta principal, el reciclado del 75 % del los envases y embalajes domésticos para el
38
año 2012, lo que significa un adicional de 500.000 toneladas de residuos a segregar y
reciclar sobre lo que se realiza a la fecha (2,9 millones de toneladas).
La gestión de los residuos de envases se lleva a cabo a través de dos compañías privadas:
Eco-Emballages y Adelphe, esta última, para el caso de los productores de vinos y bebidas
alcohólicas. Ambas compañías contribuyen con las autoridades locales en la puesta en
marcha y optimización de programas de colecta de residuos que se financia con tasas que
se les cobra a las empresas de productos y empaque participantes.
Mediante tasas colectadas por las empresas participantes en las compañías de gestión de
residuos de envases ya mencionadas, se contribuye con las autoridades locales en la
puesta en marcha y en la optimización de programas de colecta de residuos, otorgando
financiamiento para el costo extra por la operación de los centros de segregación. El ya
mencionado logo “Punto Verde” en el empaque, también se ha instaurado en Francia, lo
que significa que la empresa fabricante del producto cuyo empaque muestre dicho logo
contribuye a financiar los programas de colecta selectiva a través de Eco-Emballages.
El cálculo de la tasa por pieza de empaque o envase se realiza en base al material y su
peso más un adicional por unidad. La Tabla N° 3 muestra la tasa por peso y material. El
adicional por unidad oscila entre 0,0011 Euros hasta duplicar la tasa por material y peso.
En la tasa final se tiene en cuenta también si el envase fue realizado con material
reciclado, por lo que hay una bonificación del 10 %.
Tabla N° 3. Tasa aplicada en envases y embalajes en Francia para la financiación de los programas de colecta selectiva a través de Eco-Emballages (*)
Material Tasa en Euros/kilogramo
Acero 0,0282
Aluminio 0,0566
Papel/cartón 0,1526
Plásticos 0,2222
Vidrio 0,0045
Otros 0,1526 (*) A esta tasa de debe agregar un adicional por unidad que oscila entre 0,0011 Euros hasta duplicar la tasa
por material y peso. Existe una bonificación del 10% si el material se fabrica con material reciclado.
39
4.2.4 Italia
La normativa italiana para el reciclado de envases de acuerdo a la Directiva de Envases de
la UE, se basa en la Ley N° 152/06 “Ley de Medio Ambiente” de abril de 2006 que
reemplazó a la Ley N° 22/97 de Gestión de Residuos del 5 de febrero de 1997.
Desde enero del 2007 se establece una serie de tasas de acuerdo al principio de “el que
contamina paga”. Las tasas son cobradas tanto a los generadores domésticos de acuerdo a
la cantidad de residuos o bolsas de residuos que producen como a los fabricantes y
productores de insumos. Se busca con esto promover el reciclado y reducción de residuos
con el fin de llegar a los valores de reducción indicados por la directiva de envases
europea así como también a cubrir progresivamente el total del gasto de los municipios en
los servicios de recolección y tratamiento de los residuos urbanos. De esta forma se ha
establecido una política nacional de disminución de residuos que llegan a relleno sanitario
que incluye desarrollo de técnicas de incineración sustentable de basura con recuperación
de energía, instrumentos económicos para desalentar el relleno como disposición final,
tratamientos biomecánicos de residuos y prohibición de disposición en rellenos sanitario
para ciertas categorías de residuos.
El sistema de gestión de los residuos de envases se realiza a través del Consorcio para la
recuperación del Envase (CONAI), que es una entidad privada con más de 1.400.000
miembros de productores y usuarios de envases de toda Italia- CONAI se autofinancia con
la aplicación de la “Contribución Ambiental CONAI” sobre envase vendido por el último
productor de embalaje al primer utilitario del mismo. El sistema se organiza y opera a
través de las actividades realizadas por seis organizaciones específicas que representan
seis categorías de materiales residuales producidos en Italia para embalaje: aluminio,
vidrio, papel, plástico, acero y madera. CONAI paga las contribuciones recibidas al
Consorcio de Materiales, quien utiliza principalmente estos fondos para pagar a las
municipalidades la tasa de compensación como se estipula en el acuerdo ANCI-CONAI por
la devolución de los residuos de empaque de los colectores de residuos. Sólo se aplica
para el caso de mercancía del mercado italiano.
En la Tabla N° 4 se muestran las tasas de Contribución Ambiental CONAI
40
Tabla N° 4. Tasa aplicada en envases y embalajes en Italia para la financiación de los sistemas de gestión de residuos de envases a través de la Contribución Ambiental CONAI
Material Tasa Euros/Kg
Aluminio 0,0258
Vidrio 0,0103
Papel 0,0220
Plástico 0,1950
Acero 0,0155
Madera 0,0080
Desde 1997 se comenzó en Italia una campaña para promover y desarrollar
administrativamente la utilización de productos reciclados. Por medio del decreto N° 203
del 8 de mayo de 2003 se estimula a los productores al uso de un mínimo de 30%
reciclado en sus productos.
4.2.5 Reino Unido
El Reino Unido responde ante la implementación de la Directiva de Envases de la UE
mediante dos regulaciones: Regulaciones sobre las obligaciones de responsabilidad del
productor en residuos de embalajes (Producer Responsibility Obligations (Packaging
Waste) Regulations 1997, S.I 1997/648) y Regulaciones sobre embalaje-requerimientos
esenciales (Packaging (Essential requirements) Regulations 1998, S.I 1998/1165).
El Reino Unido ha elegido la vía legislativa en vez de la opción voluntaria para asegurar
llegar a los porcentajes de reciclado establecidos por la Directiva de Envases de UE.
En contraste con los otros con los otros países de la Unión Europea, ha elegido un único
sistema que consiste en aplicar la responsabilidad compartida del productor. Todos los
participantes de la cadena de envases comparten la responsabilidad legal. Se establecen
incentivos diseñados para minimizar la cantidad de residuos producidos que incluye:
minimización de embalaje en peso y volumen, diseño o uso de envases de tal forma que
se permita el reuso y recuperación y limitar las concentraciones de metales pesados como
plomo, cadmio, mercurio y cromo hexavalente en los envases.
41
El sistema o esquema se inició en 1997 y obliga a las empresas a optar entre un régimen
de cumplimiento registrado o a registrarse directamente en la Agencia de Medio
Ambiente de Inglaterra o en la Agencia de Protección Ambiental de Escocia o, en el caso
de Irlanda del Norte en el Servicio de Medio Ambiente. Esto se da para los casos de
empresas que operen mas de 50 toneladas de embalajes en el año y que tengan un
retorno de mas de 2 millones de libras anuales como también para las empresas que
pertenezcan a un grupo empresario en estas condiciones.
Desde el año 2005 las obligaciones de responsabilidad del productor para el reciclado y
recuperación de residuos de envases se comparten con los productores de materiales (6%
de la responsabilidad), los fabricantes de envases (9%), los envasadores/rellenadores (37
%) y los vendedores (48 %). Los objetivos de recuperación y reciclado establecidos en las
leyes se cumplen de acuerdo a un cierto porcentaje obligatorio asociado con la actividad
económica. Las partes cumplen con su obligación registrándose individualmente en las
Agencias de Medio Ambiente o mediante el pago de una cuota de membresía para
participar de un programa de recuperación patrocinado por la industria.
Todos los participantes de todos los niveles de la cadena de envases contribuyen
proporcionalmente con sus responsabilidades y obligaciones. Para satisfacer dichas
obligaciones a través de las empresas de reciclaje o individualmente, se deben comprar un
número de Certificados de Recuperación/Reciclado (PRNs) emitidos por los operadores de
recuperación.
En el Reino Unido no existe un plan “Punto Verde” en la línea de sus homólogos europeos.
El uso de la marca tiene licencia solo para aquellas organizaciones que deseen utilizar el
emblema, pero el uso de dicho logo no es obligatorio. La gestión de dicho logo o marca se
lleva a cabo a través de la empresa filial Valpak, la compañía licenciataria del Punto
Verde.
4.2.5 Directiva sobre residuos generales en la Comunidad Europea
La Comunidad Europea cuenta además desde el año 2008 con una nueva regulación sobre
residuos en general que comprende los de origen urbano, industriales, peligrosos y no
42
peligrosos , la denominada Directiva 2008/98/CE del Parlamento europeo y del consejo
(en adelante DR) . Aunque esta directiva no es específica de residuos de envases como la
DE ya mencionada, es interesante destacarla en esta sección debido a la jerarquización
que realiza en la valorización de los residuos. En particular en esta DR se considera que la
reutilización y el reciclado de material deben preferirse a la valorización energética de
residuos, “en la medida en que son las mejores opciones ecológicas”.
En el artículo 4 de dicha DR se indica una jerarquía de residuos que servirá de orden de
prioridades en la legislación y la política sobre la prevención y la gestión de los residuos:
a) prevención;
b) preparación para la reutilización;
c) reciclado;
d) otro tipo de valorización, por ejemplo, la valorización energética; y
e) eliminación.
En dicho artículo también se aclara que “Cuando se aplique la jerarquía de residuos
contemplada en apartado 1, los Estados miembros adoptarán medidas para estimular las
opciones que proporcionen el mejor resultado medioambiental global”. Ello puede
requerir que determinados flujos de residuos se aparten de la jerarquía, cuando esté
justificado por un enfoque de ciclo de vida sobre los impactos globales de la generación y
gestión de dichos residuos.
4.3 Estados Unidos
La legislación de Estados Unidos no ha establecido leyes generales para los residuos de
envases en particular. La ley primaria correspondiente tanto para residuos sólidos
urbanos, industriales y residuos peligrosos, es la Ley de Conservación y Recuperación de
Recursos (Resource Conservation and Recovery Act, RCRA) donde se establecen como
objetivos nacionales principales: la protección de la salud humana y del ambiente de los
peligros potenciales de la disposición de los residuos peligrosos, la conservación
43
energética y de los recursos naturales, la reducción de la cantidad de residuos generados y
el manejo responsable de dichos residuos.
Para cumplir con estos objetivos y en particular para el caso de los residuos sólidos
urbanos, la ley establece un programa bajo el Subtítulo D. En dicho programa se incentiva
a los Estados miembros a desarrollar planes para la gestión de residuos sólidos
industriales no peligrosos y residuos sólidos urbanos o municipales y a establecer criterios
para los rellenos sanitarios y para otras facilidades de disposición con la prohibición de
basurales a cielo abierto.
La regulación de esta ley se encuentra en el Código Federal de Regulaciones (CFR), que es
el registro oficial de todas las regulaciones creadas por el gobierno federal. El volumen
correspondiente al medio ambiente es el denominado “Título 40” y la Agencia de
Protección Medioambiental de Estados Unidos (U.S. EPA) es el ente nacional que ha
tenido un rol primordial en su confección.
Dentro del Título 40 las partes 239 a 259 contienen las regulaciones para residuos sólidos.
En estas regulaciones se puede observar que el gobierno federal aconseja
primordialmente el reciclado y reducción en fuente de origen de los residuos industriales
no peligrosos o residuos sólidos municipales y promueve la disposición segura de dichos
residuos.
La Agencia de Protección Medioambiental de este país (U.S. EPA) fomenta herramientas y
programas para promover el reciclado y reducción de producción de residuos sólidos
urbanos. Entre ellos se pueden mencionar:
• Herramientas para programas de reciclado para gobiernos locales: provee las
herramientas e información para gobiernos locales y líderes comunitarios para crear o
mantener programas de reciclado residencial.
• “Pague por lo que tira” (Pay as you Throw): un programa donde los residentes
pagan por la colecta de los residuos urbanos en base a la cantidad que producen con el fin
de estimular el reciclado.
• Medición de reciclado: método estandarizado que mide la eficiencia del reciclado
en una comunidad.
44
• Intercambio de materiales y residuos: mercados para la compra y venta de
productos o materiales reusables y reciclables.
A diferencia de los países europeos donde la legislación pide un porcentaje de reciclado
de envases estipulado, en los Estados Unidos de América esto no ocurre y sin embargo el
nivel de reciclado es alto. A nivel informativo se transcribe a continuación datos obtenidos
para el reciclado de residuos sólidos urbanos en el año 2008 y se especifican los alcances
del sistema “Pague por lo que tira” (Pay as you Throw) de acuerdo al Informe “Pay as you
Throw in the US: 2006 Update and Analyses” (Skumatz et al.) preparado para la Agencia
de Protección Ambiental de los Estados Unidos.
Se estima que en todo el país, se recicla alrededor del 42 % de todo el papel, del 40 % de
todo el plástico de botellas de bebidas gaseosas, el 55 % del aluminio de cervezas y
bebidas gaseosas y el 57 % del acero empleado en envases.
En el año 2008 los estadounidenses generaron alrededor de 250 millones toneladas de
RSU, de los cuales 83 millones de toneladas se reciclaron y/o se utilizaron para fabricar
compost (equivalente a 33,2 % de los RSU). Así se establece que el ciudadano de Estados
Unidos produce alrededor de 1,8 Kg por persona por día de los cuales recicla 0,45 Kg.
Los envases y embalajes constituyen la porción mayoritaria de los RSU ya que se estima
que son alrededor del 31 % (77 millones de toneladas). Según datos del año 2008, se
recicla alrededor del 44 % del material total generado. La Tabla Nº 5 muestra las
cantidades y porcentajes de recuperación de cada material de embalaje.
El acero, papel y aluminio son los materiales que mayoritariamente se reciclan dentro de
los envases y embalajes. Mas del 63 % del acero (la mayoría envases de hojalata), un 66 %
del papel de embalaje (incluyendo cerca del 77 % de todas las cajas de cartón corrugado)
y un 38 % del aluminio de embalajes (incluyendo mas del 48 % de las latas de bebidas) se
reciclaron en 2008 según estos datos. Se recicla alrededor de un 28 % de los envases de
vidrio y un 15 % de la madera de embalaje (principalmente pallets). Se reciclan más del 13
% de los envases y embalajes de plástico (principalmente botellas de gaseosas, leches y
aguas). Se informa que las botellas son el producto más reciclado dentro de los plásticos
45
en general. Se estima que se recupera cerca del 29% de las botellas de HDPE natural
(blanco translúcido). Las botellas de PET se recuperan en un 27 %.
Tabla Nº 5: Cantidades porcentajes de recuperación y reciclado de cada material de envases y embalaje en
Estados Unidos según datos del año 2008
Generación y recuperación de envases y embalajes en residuos sólidos municipales
Material Peso generado
(106 ton)
Peso recuperado
(106 ton)
Porcentaje de
recuperación con
respecto a la
generación (%)
Acero 2,55 1,61 63,1%
Aluminio 1,88 0,72 38,3%
Vidrio 10,05 2,81 28,0%
Papel y cartón 38,29 25,08 65,5%
Plásticos 13,01 1,73 13,2%
Madera 10,71 1,58 14,8%
Otros materiales 0,27 Insignificante Insignificante
Total 76,76 33,53 43,7%
El sistema “Pay as you throw” (PAYT), también conocido como programa de tasa variable,
grava al contribuyente domiciliario de acuerdo a residuos que genera. El concepto es
simple, similar a la que se aplica en la tasa de consumo de agua o electricidad, y fue
adoptado por más de 7100 comunas en Estados Unidos, contribuyendo en el año 2006 al
desvío de cerca de 6.5 millones de toneladas anuales de residuos sólidos municipales a
otros destinos distintos del relleno sanitario.
Estos programas son utilizados por aproximadamente el 25% de la población de Estados
Unidos y del 26% de sus comunidades, incluyendo 30% de las ciudades más grandes de
ese país.
El programa PAYT, actualmente en marcha en Estados Unidos, lograron reducir en 4.6 a
8.3 millones de toneladas anuales de residuos sólidos municipales en relleno sanitario.
46
Los programas son flexibles, de rápida implementación y se han aplicado tanto en
grandes, medianas como en pequeñas comunidades. Se han puesto en marcha en lapsos
tan cortos como de 3 meses, en los lugares donde existió voluntad política de realizarlo.
El PAYT incentiva no solamente el reciclado sino también el compostaje, la reducción en la
fuente de origen, el reuso y la responsabilidad del generador de RSU.
Además este sistema tiene un alto impacto en el desvío del flujo de residuos del relleno
sanitario, reduciendo la disposición de residuos sólidos residenciales en cerca del 17% con
un bajo costo administrativo. Un 11% de reducción es atribuible a un desvío hacia el
reciclado de materiales y hacia otros programas como el compostaje y un 6% es atribuible
a una disminución de los residuos domiciliarios en origen.
A modo ejemplo de regulación legal en cuanto a residuos sólidos urbanos o municipales
en los distintos estados miembros de Estados Unidos de América se mencionan dos casos:
el del estado de California y el de Nueva York.
4.3.1 Estado de California
Dependiendo de la gobernación del estado de California y de la Agencia de Recursos
Naturales de California se halla el Departamento de Recursos de Reciclaje y Recuperación
que se encarga de los programas de gestión de residuos y de reciclado. Dicho
Departamento recibe el nombre de CalRecycle y depende de la Agencia de Recursos
Naturales de California. La legislación correspondiente a este estado se encuentra dentro
del denominado Código de Regulaciones de California (California Code of Regulations,
CCR) y en particular, la legislación ambiental correspondiente al área de Recursos
Naturales comprende el Título 14 y el Título 27. El primero contiene las regulaciones
pertinentes a la gestión de los residuos no peligrosos en California y el segundo a la
gestión de disposición de residuos en suelos.
Un tema particular tratado en la legislación de este estado es el reciclado de los envases
de bebidas en la Ley de California sobre Reciclado de Envases de Bebidas y Reducción de
Basura (California Beverage Container Recycling & Litter Reduction Act, noviembre 2009),
47
donde se establece las obligaciones de todos los actores en la gestión del reciclado de
dichos envases con el fin de obtener un 80 % de reciclado de los mismos.
Esta ley se encuentra reglamentada por el Título 14, División 2, Capítulo N° 5 (última
revisión de abril de 2010). En esta ley se especifica, entre otros, la responsabilidad de los
productores de botellas o envases de bebidas por la administración segura de sus
materiales con el fin de promover la sostenibilidad ambiental, se dan las directivas para la
gestión del reciclado de los materiales de dichos envases de bebidas (plásticos, vidrio y
metal) y la regulación correspondiente para las empresas recicladoras y para los distintos
programas de reciclado de envases de bebidas existentes en el estado.
4.3.2 Estado de Nueva York
Las leyes ambientales del Estado de Nueva York corresponden a las llamadas de
Conservación Ambiental. Esta ley autoriza al “Departamento de Conservación Ambiental”
del Estado de Nueva York a establecer programas con el fin de dar cumplimiento a tal
legislación. En particular se puede mencionar que en la Ley sobre Gestión de Residuos
Sólidos de 1988 (Solid Waste Management Act of 1988), la legislatura del Estado de Nueva
York establece la política de gestión de dichos residuos donde se priorizan las siguientes
acciones:
• Primero: Reducir la cantidad de residuos sólidos generados
• Segundo: Reusar material para el mismo propósito que fue originalmente
manufacturado o reciclar el material que no puede ser reusado.
• Tercero: Recuperar energía de residuos sólidos en forma ambientalmente
aceptable de los residuos sólidos que no pueden ser económicamente o técnicamente
reusables ni reciclables.
• Cuarto: disponer los residuos sólidos que no pueden ser reusados, ni reciclados y
con los cuales no se pudiera recuperar energía, mediante enterramiento en suelo (relleno
sanitario) u otros métodos aprobados por el Departamento de Conservación Ambiental
del estado de Nueva York.
48
El Departamento de Conservación Ambiental administra los distintos planes o programas
relacionados con la gestión de los residuos sólidos urbanos con el fin de minimizarlos. Un
ejemplo de esto es el “New York State Solid Waste Management Plan 1999 - 2000
Update” donde se estimula a la reducción de la generación y al reciclado y reuso de
materiales desde el ciudadano como generador de residuos hasta empresas privadas y el
sector político.
También se puede mencionar que existe una regulación en este Estado que estimula la
reducción, reuso y reciclado de bolsas de plástico expedidas por los distintos tipos de
comercios (NYS Plastic Bag Reduction, Reuse and Recycling Law, Title 27 - Plastic Bag
Reduction, Reuse and Recycling).
4.4 Argentina
A nivel nacional no existe una ley que regule los envases, embalajes o sus residuos. La
regulación o marco regulatorio del país se centra en la gestión de los residuos sólidos
urbanos. La ley N° 25916 sobre Gestión de Residuos Domiciliarios publicada en el año
2004 establece los presupuestos mínimos de protección ambiental para la gestión
integral de residuos domiciliarios, sean éstos de origen residencial, urbano, comercial,
asistencial, sanitario, industrial o institucional, con excepción de aquellos que se
encuentren regulados por normas específicas. Entre los objetivos de la ley y relacionados
con el tema del reciclado, se encuentran el de promover la valorización de los residuos
domiciliarios, a través de la implementación de métodos y procesos adecuados y el de
lograr la minimización de los residuos con destino a disposición final.
A nivel provincial o regional nombraremos los siguientes ejemplos de legislación: el de la
Provincia de Buenos Aires y el de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
49
4.4.1 Provincia de Buenos Aires
La ley correspondiente a la regulación de residuos sólidos urbanos de acuerdo a las
normas establecidas por la ley nacional en territorio de la provincia de Buenos Aires es la
Ley N° 13592 “ Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos”. Un tema recurrente en
esta ley es la promoción de sistemas de procesamiento de reducción, reutilización,
reciclaje y valoración. Se destaca que entre los objetivos se encuentra el de “fijar, con el
objeto de optimizar el funcionamiento del mercado generado por la valorización
económica y optimizar el ciclo de vida de los residuos como recurso en la producción de
bienes, la proporción mínima de materiales y/o elementos recuperados que debiera ser
incorporado en la fabricación de un producto, o categorías de productos, y las condiciones
de calidad en la recuperación de los mismos”.
En cuanto al tema envases cabe mencionar que la Ley 13868 prohíbe en todo el territorio
de la Provincia de Buenos Aires, el uso de bolsas de polietileno y todo otro material
plástico convencional, utilizadas y entregadas por supermercados, autoservicios,
almacenes y comercios en general para transporte de productos o mercaderías. La ley
menciona que estos materiales deberán ser progresivamente reemplazados por
contenedores de material degradable y/o biodegradable que resulten compatibles con la
minimización de impacto ambiental.
4.4.2 Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Los residuos urbanos se encuentran regulados en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
por la Ley N° 1854/05 sobre “Gestión de Residuos Sólidos Urbanos, Basura Cero” y su
decreto reglamentario Nº 639/GCABA/07. La ley en su artículo 6° establece un
cronograma de reducción progresiva de disposición final de residuos sólidos urbanos para
disminuir la cantidad de desechos depositados en rellenos sanitarios. “Estas metas a
cumplir serán de un 30% para el 2010, de un 50% para el 2012 y un 75% para el 2017,
tomando como base los niveles enviados al CEAMSE durante el año 2004” Además se
indica que se prohíbe para el año 2020 la disposición final de materiales tanto reciclables
como aprovechables.
50
En el articulo 7° se establece que “Quedan prohibidos, desde la publicación de la presente,
la combustión, en cualquiera de sus formas, de residuos sólidos urbanos con o sin
recuperación de energía, en consonancia con lo establecido en el artículo 54 de la
presente ley. Asimismo queda prohibida la contratación de servicios de tratamiento de
residuos sólidos urbanos de esta ciudad, que tengan por objeto la combustión, en otras
jurisdicciones.” Justamente en el articulo 54 establece que de llegar a la meta del 75% se
evaluará incorporar como métodos de disposición final, otras tecnologías, incluida la
combustión, siempre y cuando se garantice la protección de la salud de las personas y el
ambiente.
En esta ley se menciona el tema envases en varios de sus artículos.
En el artículo 8° establece que el gobierno de la CABA promoverá medidas tendientes al
reemplazo gradual de envases descartables por retornables y la separación de los
embalajes y envases para ser recolectados por separado a cuenta y cargo de las empresas
que los utilizan.
En el Articulo 9° se indica que se establecerán “las pautas que deberán someter al
productor, importador, distribuidor, intermediario o cualquier otra persona responsable
de la puesta en el mercado de productos que con su uso se conviertan en residuos, será
obligado de acuerdo con los siguientes criterios:
a) Elaborar productos o utilizar envases que, por sus características de diseño, fabricación,
comercialización o utilización, minimicen la generación de residuos y faciliten su
reutilización, reciclado, valorización o permitan la eliminación menos perjudicial para la
salud humana y el ambiente.
b) Hacerse cargo directamente de la gestión de los residuos derivados de sus productos, o
participar en un sistema organizado de gestión de dichos residuos o contribuir
económicamente a los sistemas públicos de gestión de residuos en medida tal que se
cubran los costos atribuibles a la gestión de los mismos.
c) Aceptar, en el supuesto de no aplicarse el apartado anterior, un sistema de depósito,
devolución y retorno de los residuos derivados de sus productos, así como los propios
51
productos fuera de uso, según el cual el usuario, al recibir el producto, dejará en depósito
una cantidad monetaria que será recuperada con la devolución del envase o producto.
d) Informar anualmente a la autoridad de aplicación de los residuos producidos en el
proceso de fabricación y del resultado cualitativo y cuantitativo de las operaciones
efectuadas.”
En el decreto reglamentario N° 639 de esta Ley N° 1854/05 y especialmente en la
modificación al artículo 9 por el decreto N° 760/008 se “incluyen dentro del ámbito de
aplicación de la presente reglamentación, todos los productos que con su uso se
conviertan en residuos que se gestionen como desechos sólidos urbanos de origen
domiciliario, comercial e industrial, puestos en el mercado en el territorio de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, sean cuales fueren los materiales utilizados”
Se establece además que la autoridad de aplicación es el Ministerio de Ambiente y
Espacio Público que tiene como funciones:
“Establecer el monto de la contribución.
Establecer excepciones al pago de la contribución.
Determinar de oficio, en casos de incumplimiento de la obligación de información
o falta de pago de la contribución, el monto de la deuda y emitir el certificado de
ejecución de deuda fiscal.
Diseñar planes, programas y proyectos para garantizar la gestión integral de los
residuos sólidos urbanos en forma sanitaria y ambientalmente adecuadas, a fin de
proteger el ambiente, los seres vivos y los bienes.
Administrar los fondos depositados con el objeto de garantizar el cumplimiento de
la Ley N° 1.854.
Autorizar el formato del símbolo acreditativo de los productos y/o envases
primarios, secundarios y terciarios de los productos.
Dictar normas con el objeto de cumplir con lo establecido en la Ley Nº 1.854.”
En dicho artículo se establece que el productor, importador, distribuidor, intermediario o
cualquier otra persona responsable de la puesta en el mercado de productos que con su
uso inicial, parcial o total , se conviertan en residuos debe efectuar periódicamente una
52
contribución económica al “Sistema Público de Gestión de Residuos SPGR” para cubrir los
costos atribuibles a la gestión de los mismos. Dicha contribución consiste en “una cantidad
dineraria por cada producto puesto en el mercado de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, establecida por la Autoridad de Aplicación en función de los diferentes tipos de
productos teniendo en cuenta la composición de los materiales utilizados, su impacto
ambiental y el costo de su tratamiento y disposición final según la normativa vigente.”
Dicha contribución será "administrada y controlada exclusivamente por la Autoridad de
Aplicación y los fondos serán destinados a cumplir los objetivos de la Ley N° 1.854.”
En dicho artículo se agrega que el “pago de la contribución está sujeto a los condiciones,
modalidades y plazos que establezca la Autoridad de Aplicación y el mismo deberá
efectuarse a través del depósito en la cuenta especial que se abrirá a tal fin a cargo de la
Dirección General de Tesorería dependiente del Ministerio de Hacienda del Gobierno de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires.”
Por otro lado y similarmente a lo que se establece en la Directiva europea sobre envases
en este articulo 9 se indica que el “producto y sus envases podrán identificarse mediante
un símbolo acreditativo, cuyo formato y otorgamiento estará sujeto a aprobación por
parte de la Autoridad de Aplicación.” Aún no se ha indicado el formato de dicho logo.
4.5 Conclusiones
De acuerdo a lo visto en esta sección se puede concluir que existen diferentes formas de
encarar la gestión de los residuos de envases en el ámbito regulatorio a nivel mundial.
Mientras la Comunidad Europea regula mediante una directiva general sobre fabricación
de envases y embalajes y la gestión de sus residuos, países como Estados Unidos legislan
la gestión desde el punto de vista del RSU y su valoración.
Es interesante mencionar que la implementación de la directiva europea sobre la gestión
de los residuos de envases y embalajes lleva a ciertas diferencias en cada estado miembro,
en particular en cuanto a la tasa por material con que se financian los sistemas de gestión
de reciclaje y revaloración.
53
Las variaciones de estas tasas, tomadas en euros/kg de material de envases para poder
hacer su comparación, son notables. Difieren no solo entre si en cuanto a costo de tasa
por material en los distintos países miembros si no también a la relación existente entre
los distintos materiales en un mismo país (ver Tabla Nº 6). Se observa que Alemania
presenta los valores de tasas mas bajos para todos los materiales y que España en general
presenta los mas altos salvo para el caso de papel y cartón donde la tasa más alta se
presenta en Francia. El plástico es el material que tiene mayor tasa en todos los países
europeos estudiados que oscila entre 0,017 a 0,472 euros por kilo. Las tasa más bajas en
cada país se observa en diferentes materiales: mientras que el vidrio es el favorecido en
Alemania y Francia, la madera lo es para Italia y España siendo el vidrio el que tiene el
siguiente en valor inmediato superior (la madera no esta considerada para Alemania y
Francia). En España también la cerámica tiene el valor de tasa más bajo. En cuanto a los
metales, se puede observar que en general la tasa aplicada al acero siempre es menor que
la correspondiente al aluminio pero la relación de disminución es variable siendo la mayor
diferencia en las correspondientes a Alemania y la menor en España. Mientras que la tasa
para el acero es la inmediatamente mayor a la correspondiente al papel y el cartón en
Alemania y en España, se presenta lo contrario en Francia e Italia: la tasa de acero es
menor a la de papel y cartón. Hay que tener en cuenta que el cálculo de estas tasas está
condicionado a la capacidad operativa de reciclado de cada país y que la DE deja a los
Estados Miembros libre decisión sobre ellas.
54
Tabla N° 6. Tasa aplicada en envases y embalajes en países miembros de la Comunidad europea para la financiación de los programas de colecta selectiva y recuperación y/o reciclaje
Material / País
miembro
Comunidad
Europea
Tasa en Euros/kilogramo
Alemania España
(*)
Francia Italia
Acero 0,005 0,085 0,0282 0,0155
Aluminio 0,013 0,102 0,0566 0,0258
Papel/cartón 0,003 0,068 0,1526 0,0220
Plásticos
0,017 0,377 a
0,472
0,2222 0,1950
Vidrio
0,001 Por unidad
desde
0,0047 a
0,0380
0,0045 0,0103
Compuestos 0,013 - - -
Cartones de
bebidas
0,323 - -
Madera 0,021 - 0,0080
Cerámicos 0,021 - -
Otros 0,472 0,1526 -
(*) Año 2010 excl. VAT
Como se mencionó en el texto, el caso del Reino Unido es distinto, ya que se utilizó la vía
legislativa en vez de la voluntaria para cumplir con los porcentajes de reciclado solicitados
por la DE mediante la inscripción de las empresas afectadas en el ente regulatorio y la
compra de Certificados de Recuperación/ Reciclado.
En el último Informe de la Comisión Europea de noviembre de 2009 sobre la aplicación de
la legislación comunitaria en materia de residuos que incluye a la Directiva 94/62/CE
relativa a los envases y residuos de envases, se indica que todos los Estados miembros
han transpuesto adecuadamente la Directiva indicando un nivel general de aplicación
satisfactorio. El mismo informe indica que “la DE ha propiciado efectos ambientales
positivos, gracias a la estabilización de los porcentajes de reciclado y valorización de los
residuos de envases” Se agrega en dicho informe que a pesar que en el período de
notificación 2004–2006, la cantidad de residuos de envases generados fue en aumento
55
(debido en parte a la ampliación de la UE en 2004), los porcentajes de reciclado y
valorización se mantuvieron estables y que en 2006, sólo ocho Estados miembros no
alcanzaron al menos uno de los objetivos de reciclado o valorización requeridos. Se
destaca además que aunque con nivel variable de eficiencia, se aplicaron planes de
recogida selectiva de los residuos de envases en toda la Unión Europea donde hubo de
parte de todos los Estados una tarea de sensibilización exitosa a los consumidores con
respecto a la necesidad de gestionar los envases y los residuos de envases.
Se observa así la importancia que significó la reglamentación europea, la DE o Directiva
94/62/CE como ordenadora de la gestión general de residuos de envases para la
minimización de su impacto ambiental en los distintos países miembros de la Comunidad
Europea.
En Estados Unidos, como fue ya mencionado, el marco legal que afecta a los residuos de
envases y embalajes en realidad está dirigido desde el punto del RSU donde se fomenta el
reciclado y reducción en fuente de origen. Para cumplir con estos objetivos se han creado
herramientas y programas como el mencionado “Pague por lo que tira”, mercados de
compra y venta de productos y materiales reciclables y reusables etc. Se ha comentado
que el reciclado de los materiales de envases y embalajes en este país es alto. Si se
comparan dichos porcentajes para el año 2008 con los solicitados por la DE para el mismo
año (Tabla Nº 7) se puede observar que en cuanto a la recuperación o reciclaje de metales
(acero más aluminio) se supera lo solicitado por la DE, lo mismo ocurre con el caso del
papel y cartón. El vidrio y los plásticos son los materiales de envase que en Estados Unidos
estarían por debajo de los requerimientos de la Directiva de Europa. La recuperación de la
madera es prácticamente igual a la solicitada por la regulación europea.
56
Tabla N° 7. Porcentajes de recuperación y reciclado de cada material de envases y embalaje en Estados Unidos y los solicitados por la Comunidad Europea según DE 94/62/CE para el año 2008
Material Porcentaje de recuperación en Estados Unidos (año 2008)
Porcentaje de recuperación solicitados por la DE 94/62/CE para el año 2008
Acero 63,1 -
Aluminio 38,3 -
Metales (Acero y Aluminio) 52,6 50
Vidrio 28,0 60
Papel y cartón 65,5 60
Plásticos 13,2 22,5
Madera 14,8 15
Por lo que se concluye que con diferentes estrategias de regulación de residuos se puede
llegar a resultados similares.
Argentina ha tomado regulaciones mixtas entre estos dos contextos aunque no existe una
legislación nacional para el caso de envases y residuos de envases y embalajes. Se pudo
observar que la provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires han
focalizado su regulación desde el punto de vista de la menor generación de RSU que
lleguen a los centros de disposición final. Esto puede deberse al significativo volumen de
residuos que se destinan a rellenos sanitarios dada la alta densidad poblacional del Área
Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Es de destacar que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires incluye en su regulación sobre
Gestión de Residuos Sólidos Urbanos normativas para la minimización de los residuos de
envases con algunas características similares a las planteados en la regulación europea
(DE) en particular en el en lo que hace a la implementación de un monto de contribución
al “Sistema Público de Gestión de Residuos SPGR” y al símbolo acreditativo de
identificación de envases, aunque ambos temas aún no se han definido.
57
5. Análisis del Impacto Ambiental en Rellenos Sanitarios de los materiales de envase - Parámetros de comparación
De acuerdo al objetivo del presente trabajo se realizará un análisis del impacto ambiental
de seis distintos materiales utilizados para la fabricación de envases: papel y cartón,
vidrio, multilaminados, acero y materiales ferrosos, aluminio y metales no ferrosos y los
materiales plásticos en general.
Como ya fue aclarado, la comparación de los materiales se realizará exclusivamente desde
el punto de vista técnico sin entrar en temas económicos ni aspectos de marketing como
preferencias del consumidor o aspectos estéticos o elección del material de envase de
acuerdo al uso, ni tampoco se hará teniendo en cuenta el impacto ambiental en el proceso
de fabricación de la materia prima del envase. El impacto analizado se realizará desde el
punto de vista de la etapa post-consumidor y su transformación en residuo.
La comparación de los diferentes materiales en su aplicación como envases se realizará
mediante los siguientes parámetros basados en la dificultad en:
1. Segregación
2. Reutilización
3. Reciclado
4. Uso como combustible en incineración controlada con Recuperación energética
5. Transporte del residuo de material luego de segregación
6. Degradabilidad del material en el medio natural al llegar a una disposición final de
tipo Relleno Sanitario
En el caso que sea aplicable, el análisis tomará como base de comparación un envase tipo
equivalente a 500 g de producto.
La elección de los parámetros se realizó teniendo en cuenta aspectos relevantes de la
generación de residuos en función del material de envase y el impacto que estos
producen en la cadena de gestión de los RSU y en la disposición final en rellenos
sanitarios. Las definiciones de cada parámetro de comparación y las condiciones
especiales en las que es evaluado, de existir estas, están detalladas en las siguientes
58
subsecciones. Los valores calculados son una medida del impacto, por lo que un mayor
valor en los parámetros significa un impacto más importante en el aspecto particular
considerado.
5.1 Segregación
La segregación se refiere a las operaciones destinadas a separar los distintos componentes
de la basura para su recuperación como materia prima.
La configuración de las instalaciones de recuperación es dependiente del sistema de
recolección de basura y la tecnología de separación adoptada (sea manual, mecanizada o
una combinación de ambas). A los fines de la presente se asume que los residuos
provienen de un sistema de recolección con separación en origen húmedo-seco (el
generador separa en origen los materiales reciclables de los orgánicos).
Se realiza el análisis considerando una planta de recuperación factible en el contexto
actual de la Argentina. Las operaciones de separación consisten en: separación manual de
voluminosos (materiales que por su tamaño y forma podrían dificultar la posteriores
separaciones), separación manual de papel y cartón, separación magnética de metales
ferrosos, separación por flotación con aire de plásticos y aluminio del vidrio, separación
manual posterior del vidrio por colores, separación manual de aluminio y plásticos por
código de material. Se muestra un esquema típico en la Figura Nº 1.
Recepción Separación voluminoso
s
Separación manual
Separación magnética
Flotación
Separación manual
Separación manual
Voluminosos Papel
Cartón
Metales ferrosos
Vidrio
Vidrio por colores
Plásticos Aluminio
Aluminio
Plásticos por código
59
Figura Nº 1: Segregación de materiales de envase en el RSU
Factores involucrados en la dificultad de segregación:
Tasa de rechazo en las operaciones de segregación (R), el material que no logre ser
recuperado será derivado a relleno sanitario. Este porcentaje de rechazo será
función del tipo de tecnología (manual/mecanizada) utilizada en las operaciones
de separación y el grado de contaminación del residuo.
Puede tomar los siguientes valores:
R=5 si se logra la separación de hasta un 40%;
R=4 si la separación es entre 40% y 60%;
R=3 si la separación es entre 60% y 80%;
R=2 si la separación es entre 80% y 90%;
R=1 si la separación es entre 90% y 100%.
Complejidad de la separación (S), se refiere al diseño de las operaciones necesarias
para la separación de los distintos componentes y esto es función del material a
separar siendo la tecnología su indicador. Depende del número de etapas
requeridas para separarse (denominado aquí S1) tomando valores de S1= 1 (una
etapa), S1=2 (dos etapas) etc., y del tipo de separación utilizable, manual o
automática (denominado aquí S2) (S2 =1 automática, S2=2 manual y automática,
S2=3 si la separación debe hacerse de manera manual). Así se calcula S como S=S1
+ S2.
De esta forma el parámetro correspondiente a la dificultad en la segregación de los
envases en los Residuos Sólidos Urbanos (RSU) se calculó como:
Segregación = R+S
Así el valor máximo que puede tomar este parámetro es 10 y su valor mínimo es 3
Del análisis realizado para cada material se obtienen los valores que se muestran en la
Tabla Nº 8
60
Tabla Nº 8. Valores para los factores involucrados en la segregación y valor final de impacto dificultad en la segregación de residuos de envases
Material de empaque- Valor de parámetro /factor
R S1 S2 S (S1+S2) Segregación: R+S
Papel y cartón 2 1 3 4 6
Vidrio 3 2 2 4 7
Multilaminados 2 1 3 4 6
Acero 1 1 1 2 3
Aluminio 1 2 1 3 4
Plástico 3 2 2 4 7
La asignación de cada factor para cada material se realizó de acuerdo a lo siguiente:
a. Papel y cartón
Para el caso de papel y cartón, el nivel de rechazo se obtuvo en base a estadísticas
disponibles de plantas de procesamiento. La segregación se realiza en forma manual, en
un solo paso.
b. Vidrio
El nivel de rechazo se obtuvo en base a estadísticas disponibles de plantas de
procesamiento. En primer lugar se entiende que el vidrio queda como fracción pesada de
la corriente de residuos, necesitando una separación posterior manual por color.
c. Multilaminados
El nivel de rechazo se obtuvo en base a estadísticas disponibles de plantas de
procesamiento. La separación es similar al caso al caso del papel y cartón, necesitando
una operación manual.
61
d. Acero y materiales ferrosos
El nivel de rechazo se obtuvo en base a estadísticas disponibles de plantas de
procesamiento. La separación es automática merced a la propiedad magnética de estos
materiales.
e. Aluminio y materiales no ferrosos
El nivel de rechazo se obtuvo en base a estadísticas disponibles de plantas de
procesamiento. Las operaciones son automáticas, siendo la primera de separación por
flotación junto con los plásticos, y luego una separación manual. También puede realizarse
en etapas previas una separación por el principio de corrientes parásitas. Esta última
requiere haber eliminado los componentes pesados que pudieren obstaculizar su
remoción.
f. Plásticos
El nivel de rechazo se obtuvo en base a estadísticas disponibles de plantas de
procesamiento. Primeramente se separa por flotación para separarlos de la fracción
pesada, y en segunda instancia requiere una clasificación manual por tipo de plástico.
La figura Nº2 muestra un gráfico de barras con la comparación de los valores que se
obtuvieron para los distintos materiales de envase en el parámetro denominado
“Dificultad de segregación de materiales de envase en los RSU” donde se puede observar
el mayor impacto en los envases de vidrio y plástico y el menor impacto para los envases
de acero.
62
Segregación
67
6
34
7
0
12
34
5
67
8
Papel
y cartó
n
Vidrio
Multi
lam
inad
osAce
ro
Alumin
io
Plástic
o
Figura Nº 2: Dificultad en la segregación de materiales de envase en el RSU
5.2 Reutilización
Se entiende por reutilización la recuperación de los materiales y productos para el mismo
uso final o similar. Al contrario del reciclado, que recupera los materiales para procesarlos,
la reutilización recupera el producto original.
En la reutilización de envases, los requerimientos de limpieza antes de ingresar en la línea
productiva nuevamente son una importante consideración. De acuerdo al material y
productos envasados en el mismo, este proceso puede ser factible en todos los casos, o
sólo en una fracción de las aplicaciones del material como envase. Existe la posibilidad de
dañar de alguna manera el envase en el proceso de reutilización, por la aplicación de
soluciones agresivas para alcanzar niveles de limpieza buscados, decoración del exterior
del envase, roturas en la línea de limpieza y envasado. Otra consideración importante
puede ser la aceptación del consumidor de envases reutilizables y el grado de compromiso
o los eventuales incentivos que las empresas o el estado puede poner en práctica para
alentar esta conducta; en este estudio no se contemplarán estos últimos puntos, ya que el
análisis se realizará desde el punto de vista técnico exclusivamente.
Se definirán las siguientes variables, aplicables a cada material:
63
Dificultad del lavado para reutilizar los envases del material de acuerdo a las
aplicaciones que encuentra en el mercado: L (0-100) % de las aplicaciones aceptan
lavado para reutilización. Puede tomar los siguientes valores:
L= 1 si entre el 75 y 100 % de las aplicaciones del material como envase éste se puede
reutilizar
L= 2 si entre el 50 y 75 % de las aplicaciones del material como envase éste se puede
reutilizar
L= 3 si entre el 25 y 50 % de las aplicaciones del material como envase éste se puede
reutilizar
L= 4 si desde el 1 % al 25 % de las aplicaciones del material como envase éste se puede
reutilizar
L=5 si menos de 1 % de las aplicaciones del material como envase éste se puede reutilizar
Daño parcial al envase y/o material durante el proceso de reutilización: D (0-100) %
de los envases que se pierden por rotura en el proceso de reutilización. D tomará
las siguientes valores:
D=1 si solamente hasta un 0.1% de los envases se pierden por rotura;
D=2 si entre 0.1 % y 1 % de los envases se pierden por rotura o deterioro;
D=3 si entre 1% y 2% de los envases se pierden por rotura o deterioro;
D=4 si entre 2 y 5% de los envases se pierden o deterioro;
D=5 si más del 5% de los envases se pierden o deterioro.
T veces teóricas que el envase es factible de recuperación: T. Éste factor tomará
los siguientes valores:
T=1 si el envase puede usarse más de 10 veces.
T=2, si el envase puede usarse de 6 a 10 veces.
T=3 si el envase puede usarse de 2 a 5 veces
T=4, si el envase solamente puede reutilizarse una vez;
T= 5 si el envase no acepta reutilización
64
De esta forma el parámetro correspondiente a la dificultad en la reutilización de los
envases en los Residuos Sólidos Urbanos (RSU) se calculó como:
Reutilización = L + D + T
Siendo el valor máximo de este parámetro 15 y su valor mínimo 3
Del análisis realizado para cada material se obtienen los valores que se muestran en la
Tabla Nº 9
Tabla Nº 9: Valores para los factores involucrados en la reutilización y valor final de impacto denominado dificultad en la reutilización de envases
Material de empaque- Valor de parámetro /factor
L D T Reutilización L+D+T
Papel y cartón 5 5 5 15
Vidrio 1 3 1 5
Multilaminados 5 5 5 15
Acero 5 3 2 10
Aluminio 5 3 3 11
Plástico 3 2 2 7
La asignación de cada factor para cada material se realizó de acuerdo a lo siguiente:
a. Papel y cartón
Para el caso de papel y cartón, no es factible plantear un escenario de lavado para
reutilización del material original, por lo que L toma el valor máximo. Asimismo, se valúa D
en 5, ya que la totalidad de los envases de papel y cartón se perderían en un proceso que
no es realizable. Finalmente, T es 5, ya que los envases no aceptan reutilización.
b. Vidrio
Las aplicaciones del vidrio como material de envase incluyen alimentos en general,
bebidas alcohólicas y no alcohólicas, y otras como cosmética, química, medicina e
industrial. De acuerdo a datos de la oficina de censos del Departamento de Comercio de
65
EEUU, y basado en el año 2008, alimentos y bebidas superan el 90%, mientras que las
otras aplicaciones no alcanzan al 5% de los usos del material como envase. Por lo tanto, se
adopta un valor de L=1, considerando lavables las aplicaciones del vidrio para bebidas
(aproximadamente 80%) y alimentos en general (aproximadamente 15%).
Debido a que el material no sufre un desgaste en cada proceso de lavado, al no existir
degradación del mismo puede utilizarse un número alto de veces y por la tanto T se valúa
en 1. El valor de D se debe a la fragilidad del material correlacionado con datos de
bibliografía.
b. Multilaminados
Similarmente al caso del papel y cartón, los envases multilaminados no aceptan lavado ni
reutilización en ninguno de sus aplicaciones, ya que los mismos son alterados
significativamente durante el envasado de los productos que contienen y por el usuario.
Por la tanto, L, D y T adoptan todos el valor de 5.
c. Acero y materiales ferrosos
A diferencia del papel y cartón y multilaminados, el proceso de lavado no afectaría la
integridad física de los envases de acero y materiales ferrosos, pero en el uso el
consumidor se ve obligado en la mayoría de los casos a la destrucción parcial del mismo,
por lo que la reutilización del envase primario original no es un escenario factible pero
puede existir un reuso aceptado como envase secundario o bien existen envases
reutilizables de acero o materiales ferrosos de uso minoritario y principalmente
encontrado en el sector industrial, por lo que L adopta un valor de 5. La posible oxidación
de envases secundarios o tambores fueron considerados para el valor adoptado de D y el
valor de T.
d. Aluminio y materiales no ferrosos
El planteo es similar al caso de acero y materiales ferrosos, considerando un menor
número de reutilizaciones debido a su menor incidencia en mercado.
66
e. Plásticos
Los envases plásticos encuentran una gran amplitud de aplicaciones y formatos que
incluyen botellas, baldes, pomos, bowls y tazas; para la industria alimenticia,
farmacéutica, cosmética, limpieza, industrial, construcción, etc. Sin embargo, son las
bebidas en botellas plásticas las únicas con factibilidad de ser lavadas y reusadas, debido a
tener una forma relativamente estandarizada, re-sellado, y contenidos lavables. Prueba de
esto es que es la única aplicación que ofrece en el mercado envases retornables en la
actualidad. Por lo tanto, se tomará como fracción del mercado con posibilidad de
reutilización, los envases plásticos en formato botella.
Sin embargo existen restricciones en el tipo de material plástico de las botellas aptas para
su reuso por lo que se consideró el valor de L=3. Los valores de D y T considerados son
debido a las propiedades del material y a datos bibliográficos de plantas de lavado de
botellas retornables de PET.
La figura Nº3 muestra un gráfico de barras con la comparación de los valores que se
obtuvieron para los distintos materiales de envase en el parámetro denominado
“Dificultad en la reutilización de los envases de acuerdo a sus materiales de fabricación”.
Como era de esperar, el envase con menor impacto en la dificultad de reutilización es el
vidrio y los de mayor impacto son los envases de papel y cartón y los miultilaminados por
su imposibilidad de ser reutilizados.
67
Reutilización15
5
15
1011
7
0
24
68
10
1214
16
Papel
y cartó
n
Vidrio
Multi
lam
inad
osAce
ro
Alumin
io
Plástic
o
Figura N°3: Parámetro “Dificultad en la reutilización de los envases de acuerdo a sus materiales de fabricación”
5.3 Reciclado
Se entiende por reciclado los procesos a los que se somete el material para convertirlo en
materia prima utilizable en otro o el mismo tipo de proceso que lo originó. Los factores a
considerar son tres:
Complejidad del proceso de reciclado, C:
Este requerimiento está relacionado con el número de operaciones que deben realizarse,
y dependerá de:
Np = Número de etapas o procesos en el reciclado, que podrá tomar los siguientes
valores:
Np=1 si se recicla en una sola operación,
Np=2 si se recicla en dos operaciones,
Np=3 si se recicla en tres operaciones,
Np=4 si se recicla en cuatro operaciones,
Np=5 si se requieren más de cuatro operaciones para su reciclado.
También dependerá del tipo de de transformaciones (P), que tomará valores 1 o 2 de
acuerdo a si la misma es Física (P=1) o Físicas y Químicas (P=2).
68
La complejidad del proceso de reciclado C, se calculará entonces como:
C = Np + P.
Universo de aplicaciones: U.
La pérdida de calidad o degradación del material puede convertirlo en no apto para
algunas de las aplicaciones para las cuales fue concebido originalmente, por lo que U
puede tomar los siguientes valores:
U=1 si en el ciclo de reciclado pierde hasta un 20% de las aplicaciones,
U=2 si en el ciclo de reciclado pierde entre 20 % a 40%,
U=3 si en el ciclo de reciclado pierde 40 a 60%,
U=4 si en el ciclo de reciclado se pierde entre un 60 a 80%,
U=5 si en el ciclo de reciclado se pierde más de un 80% de las aplicaciones.
Ciclos de reciclado Cr:
Pérdida de calidad del material como resultado del proceso de reciclado. Puede tomar los
siguientes valores de acuerdo a la cantidad de ciclos que soporta.
Cr= 1 si acepta más de 10 ciclos.
Cr= 2 si acepta desde 6 hasta 10 ciclos,
Cr= 3 si acepta desde 2 hasta 5 ciclos,
Cr= 4 si sólo acepta un ciclo,
De esta forma el parámetro correspondiente a la dificultad en el reciclado de los
materiales de envases se calculó como:
Reciclado = C + U + Cr
Siendo el valor máximo de este parámetro 16 y su valor mínimo 4
Del análisis realizado para cada material se obtienen los valores que se muestran en la
Tabla Nº 10
69
Tabla Nº 10: Valores para los factores involucrados en el reciclado y valor final de impacto denominado dificultad en el reciclado de los materiales de envases
Material de empaque- Valor de parámetro /factor
Np P C (Np+P) U Cr Reciclado
C+U+Cr
Papel y cartón 3 1 4 1 3 8
Vidrio 2 1 3 1 1 5
Multilaminados 3 1 4 5 4 13
Acero 1 1 2 1 1 4
Aluminio 2 1 3 1 1 5
Plástico 4 1 5 3 2 10
La asignación de cada factor para cada material de empaque y/o envase se realizó de
acuerdo a lo siguiente:
a. Papel y cartón
El reciclado de materiales celulósicos requiere de tres etapas básicas, que son trituración,
tamización y lavado para eliminar tintas y gomas.
Estos procesos descritos anteriormente son físicos en su totalidad, ya que no se producen
transformaciones de tipo químico.
El universo perdido por el reciclaje corresponde solamente a aquellos papeles o cartones
que están en contacto directo con alimentos, en virtud de lo establecido por ley. El papel
o cartón de packaging reciclado no pierde sustancialmente sus prestaciones en cuanto a
otros usos se refiere.
Dado que éste es un material polimérico, su unidad constitutiva son las fibras de celulosa.
El deterioro propio del uso y reciclado de las fibras hace que estas se acorten y degraden,
por lo que se hace necesario un agregado de 20% de pulpa virgen para mantener las
propiedades del material. A lo largo de 5 ciclos, se reemplaza el mismo completamente
con materia prima nueva.
70
b. Vidrio
Para reciclar el vidrio, es necesario lavar y triturar el material, previo a su refundido.
No hay reacciones químicas durante el proceso de reciclado
Al ser lavado y luego refundido, los posibles contaminantes son incinerados o removidos
por el proceso de reciclado. Al tratarse de un compuesto mineral, no existe degradación
del mismo debido a los procesos térmicos a los que es sometido; adicionalmente, el vidrio
es un material inerte frente una gran variedad de ácidos, bases y solventes orgánicos. El
reciclado de vidrio es una práctica corriente, ya establecida desde comienzos del siglo
pasado.
c. Multilaminados
El reciclado de multilaminados es un proceso complejo y de reciente desarrollo. En primer
lugar se tritura el material usado y luego se procede a su hidratación para separar la fibra
celulósica de las capas plásticas y de aluminio. Estas últimas no son prácticamente
separables entre sí y se les da otros usos.
Se trata exclusivamente de procesos físicos y no de naturaleza química.
El material multilaminado no puede ser reciclado como tal, y sólo la capa celulósica puede
ser procesada, pasando al ciclo del cartón reciclado.
d. Acero y materiales ferrosos
La chatarra proveniente de envases no necesita procesos previos para ser procesada,
agregándose al convertidor u horno eléctrico directamente. Los restos orgánicos o
humedad que pudieren contener son eliminados dentro del horno.
Se trata de un proceso físico de fundido.
El acero como tal puede ser perpetuamente reciclado sin perder sus propiedades. En
cuanto a la hojalata, la presencia de estaño condiciona el agregado de chatarra de este
origen, limitando la proporción que puede ser adicionada en una misma colada. Sin
embargo, dado que la chatarra de packaging representa una proporción relativamente
baja del total, esto no conlleva un inconveniente significativo en nuestro país.
71
e. Aluminio y materiales no ferrosos
Se deben separar los componentes ferrosos (ficha de apertura) de los envases de
aluminio, previo a su refundición.
Se trata de procesos físicos exclusivamente.
El aluminio reciclado y el proveniente de materia prima virgen son prácticamente
equivalentes, por lo cual no se pierde ninguna porción de su universo de aplicación.
f. Plásticos
En primer lugar, se debe triturar y lavar el material a ser reciclado. Luego se debe fundir y
pelletizar el plástico para ser utilizado nuevamente.
Se trata de procesos físicos exclusivamente.
Como en el caso de los celulósicos, con excepción del caso del PET no está permitido en la
Argentina que los polímeros reciclados estén en contacto directo con alimentos.
Adicionalmente, el agregado de cargas, pigmentos y otros aditivos no removibles del
plástico hacen que este tenga una calidad menor (por ej. reducción en su transparencia,
distinta coloración) y por tanto vea reducido su campo de aplicación con respecto al
material virgen.
Como se había mencionado anteriormente para la celulosa, los materiales poliméricos se
componen de fibras que se van degradando con el uso y los procesos de reciclado. Por lo
tanto, se debe agregar un porcentaje de materia prima virgen al producto reciclado para
contrarrestar este deterioro.
La Figura Nº4 muestra un gráfico de barras con la comparación de los valores que se
obtuvieron para los distintos materiales de envase en el parámetro denominado
“Dificultad en el reciclado de los materiales de envase”. Se puede observar en el mismo
que los materiales acero, vidrio y aluminio son los que tienen un menor impacto en el
parámetro de reciclado por lo que resultan ser los que presentan una mayor facilidad. El
multilaminado es el material de envase que mayor impacto presenta en este parámetro.
72
Figura N°4: Parámetro “Dificultad en el reciclado de los materiales de envase “
5.4 Recuperación energética
Se analiza el impacto de la incineración de residuos con recuperación de energía. Se
considera un sistema de recuperación de energía compuesto por un incinerador con
temperatura y tiempo de residencia altos y sistema de tratamiento para eliminar dioxinas,
óxidos de nitrógeno, mercurio, gases ácidos y material particulado de acuerdo a la
legislación vigente. Un esquema del tren de tratamiento de gases de un incinerador se
muestra en la Figura N° 5
Figura N°5: Tren de tratamiento de gases típico en un incinerador
La energía puede recuperarse para la generación de vapor, electricidad o ambos.
Colector de material
particulado
Eliminación de gases ácidos y
metales pesados
Eliminación de dioxinas
Eliminación de óxidos
de nitrógeno
73
La posibilidad de recuperar energía es dependiente del volumen, la capacidad calorífica
superior del combustible, su humedad y porcentaje de inertes. Las cenizas de la
combustión deben ser dispuestas en rellenos sanitarios. Por lo tanto, los factores
involucrados son:
Capacidad calorífica (C), a mayor capacidad calorífica del residuo más atractiva será
la opción de recuperación de energía vs. relleno sanitario.
Podrá tomar los siguientes valores:
C= 1 capacidad calorífica de más de 30 MJ /Kg.
C= 2 capacidad calorífica desde 21 MJ/Kg hasta 30 MJ /Kg,
C= 3 capacidad calorífica desde 11 MJ/Kg hasta 20 MJ /Kg,
C= 4 capacidad calorífica desde 0 MJ/Kg hasta 10 MJ /Kg,
Capacidad de absorción de humedad (H), el porcentaje de humedad del residuo
disminuye la capacidad calorífica del mismo haciéndolo menos atractivo a la
incineración. Podrá tomar los siguientes valores
H= 1 no absorben humedad,
H= 2 algunos componentes del envases absorben humedad,
H= 3 todos componentes del envases pueden absorber humedad. También tomará este
valor si el envase está compuesto por más de un 80% de material inerte.
Reducción de volumen (RV), la reducción del volumen tendrá un impacto positivo
directo en los sitios de disposición final. El volumen o masa remanente luego de la
incineración está caracterizado por el volumen de inertes. Podrá tomar los
siguientes valores:
RV= 1 cuando el volumen se reduce al menos en un 80% del original,
RV= 2 cuando el volumen se reduce entre 60 a 80% del original,
RV= 3 cuando el volumen se reduce entre un 40 % y 60 % original
RV= 4 cuando el volumen se reduce entre un 20% y 40 % del original,
RV= 5 cuando el volumen se reduce menos de un 20 % del original.
74
De esta forma el parámetro correspondiente a la dificultad para que el residuo sea apto
en el uso de incineración con recuperación energética se calcula como:
Recuperación energética = H + RV + C
Siendo el valor máximo de este parámetro 12 y su valor mínimo 3.
Del análisis realizado para cada material se obtienen los valores que se muestran en la
Tabla Nº 11
Tabla Nº 11: Valores para los factores involucrados en la aptitud del material de envases para su utilización como combustible en una incinerador con recuperación energética
Material de empaque- Valor de parámetro /factor
C H RV Uso para Recuperación Energética H+RV+C
Papel y cartón 3 3 1 7
Vidrio 4 3 5 12
Multilaminados 2 2 2 6
Acero 4 3 5 12
Aluminio 4 3 5 12
Plástico 1 1 1 3
La asignación de cada factor para cada material de empaque y/o envase se realizó de
acuerdo a lo siguiente:
a. Papel y cartón
El cálculo del factor de capacidad calorífica y porcentaje de inertes está basado en datos
provenientes de bibliografía siendo su capacidad calorífica de 16 MJ/Kg (World Bank
Technical guidance report – Municipal Solid Waste Incineration). Se trata de un material
con capacidad de absorber humedad.
b. Vidrio
El cálculo del factor de capacidad calorífica (0 MJ/Kg) y porcentaje de inertes está basado
en datos provenientes de bibliografía (World Bank Technical guidance report – Municipal
75
Solid Waste Incineration). Se trata de un material compuesto únicamente por inertes. Este
material no tiene capacidad para absorber humedad.
c. Multilaminados
El cálculo del factor de capacidad calorífica (alrededor de 25 MJ/Kg) y porcentaje de
inertes está basado en datos provenientes de bibliografía (World Bank Technical guidance
report – Municipal Solid Waste Incineration). Se lo considera un material compuesto, solo
algunos de sus componentes absorben humedad.
d. Acero y materiales ferrosos
El cálculo del factor de capacidad calorífica (0 MJ/Kg) y porcentaje de inertes está basado
en datos provenientes de bibliografía (World Bank Technical guidance report – Municipal
Solid Waste Incineration). Se trata de un material inerte que no absorbe humedad.
e. Aluminio y materiales no ferrosos
El cálculo del factor de capacidad calorífica (0 MJ/Kg) y porcentaje de inertes está basado
en datos provenientes de bibliografía (World Bank Technical guidance report – Municipal
Solid Waste Incineration). Se trata de un material inerte que no absorbe humedad.
f. Plásticos
El cálculo del factor de capacidad calorífica (alrededor de 33 MJ/Kg) y porcentaje de
inertes está basado en datos provenientes de bibliografía (World Bank Technical guidance
report – Municipal Solid Waste Incineration). Se trata de un material que no absorbe
humedad.
La Figura Nº6 muestra un gráfico de barras con la comparación de los valores que se
obtuvieron para los distintos materiales de envase en el parámetro denominado
“Dificultad para el uso del material de envase como combustible en un incinerador con
recuperación de energía”. Se puede observar en el material que menor impacto produce
76
en este parámetro el plástico por lo que es el que más se adapta a este tipo de
reutilización dada su alta capacidad calorífica. Le siguen el multilaminado y el papel; el
primero debido a la naturaleza mixta de papel y plástico con lo que en general está
manufacturado.
Figura N°6: Parámetro “Dificultad para el uso del material de envase como combustible en un incinerador con recuperación de energía”.
5.5 Transporte del residuo de material de envase luego de la segregación
Consideraciones de trasporte son importantes no sólo desde el punto de vista económico,
sino también al considerar la logística de la gestión de RSU. Se evaluarán los siguientes
factores que tienen influencia en relación al transporte del residuo de material de envase
luego de la segregación:
Peso relativo (P): Si bien la variedad de configuraciones de envase para cada
material es muy grande, la generalidad indica que para materiales más resistentes
la relación peso del envase vs. peso del producto es baja, mientras que para
materiales frágiles como el vidrio, dicha relación tiende a aumentar. Por lo tanto,
el uso de este último tipo de packaging presentará desventajas frente al primero
desde el punto de vista del transporte del residuo no compactado. A partir de un
77
muestreo de envases para cantidad comparable de producto (alrededor de 500 g),
se determinaron los pesos porcentuales que representa el material de envase. Así
en la tabla N° 12 muestra los valores obtenidos en dicho ensayo.
Tabla N° 12: Relación porcentual de peso envase con respeto al peso del producto almacenado
Material de empaque Relación porcentual de peso envase con
respeto al peso del producto almacenado
Papel y cartón 2,1 a 5,9
Vidrio 48,3 a 55, 2
Multilaminados 3,03 a 4,97
Acero 15,6 a 23,6
Aluminio 7,11
Plástico 1,3 a 4,1
De acuerdo a estos resultados experimentales el factor P denominado peso relativo toma
los siguientes valores:
P= 1 si el envase representa hasta el 15% del peso del producto contenido,
P=2 si el envase representa entre un 15% y un 30% del producto contenido,
P=3 si el envase representa entre un 30% y un 45% del producto contenido,
P=4 si el envase representa más de un 45% del envase.
Factor de compactabilidad (C): Cuanto más compactable sea un residuo, menor
será la cantidad de viajes necesaria para trasladar una masa determinada de
residuo compactado respecto del residuo sin compactar. El factor C se evaluará de
acuerdo a la densidad del material de envase compactado (de acuerdo a las
técnicas habituales en plantas de recuperación de materiales) versus sin
compactar.
C = 1 si el material se compacta más de 10 veces
C= 3 si el material se compacta entre 5 y 9 veces
C = 7 si el material se compacta entre 2 y 4 veces
78
C = 10 si el material no se compacta.
De esta forma el parámetro correspondiente a la dificultad de transporte del residuo de
material de envase luego de la segregación se calcula como:
Transporte = P + C
Siendo el máximo valor que puede tomar 14 y el mínimo 2.
Del análisis realizado para cada material se obtienen los valores que se muestran en la
Tabla Nº 13
Tabla N° 13: Valores para los factores involucrados en la dificultad para el transporte de materiales de envase luego de la segregación.
Material de empaque- Valor de parámetro /factor
P C Transporte P + C
Papel y cartón 1 1 2
Vidrio 4 7 11
Multilaminados 1 3 4
Acero 2 3 5
Aluminio 1 3 4
Plástico 1 1 2
La asignación de cada factor para cada material de empaque y/o envase se realizó de
acuerdo a lo siguiente:
a. Papel y cartón
De datos de muestreo P= 1. La compactación C= 1 (más de 10 veces) surge de datos
estadísticos de bibliografía relacionados con las densidades de los envases de cartón al ser
enfardados (Recycling Marketing Cooperative for Tennessee –Material Recovery Facility
Handbook).
b. Vidrio
79
De datos de muestreo P= 4. La compactación C = 7 surge de datos estadísticos de
bibliografía relacionados con las densidad de empaquetamientos de botellas de vidrio
enteras y ligeramente rotas, 600 libras por yarda cubica a 1800 libras por yarda cubica
respectivamente (Recycling Marketing Cooperative for Tennessee –Material Recovery
Facility Handbook).
c. Multilaminados
De datos de muestreo P= 1. La compactación C= 3 surge de datos estadísticos de
bibliografía (Recycling Marketing Cooperative for Tennessee –Material Recovery Facility
Handbook).
d. Acero y materiales ferrosos
De datos de muestreo P= 2. La compactación C= 3 surge de datos estadísticos de
bibliografía de la densidad de latas de acero enteras y compactadas, 120- 150 libras por
yarda cúbica a 800-900 libras por yarda cúbica (Recycling Marketing Cooperative for
Tennessee –Material Recovery Facility Handbook).
e. Aluminio y materiales no ferrosos
De datos de muestreo P= 1. La compactación C= 3 surge de datos estadísticos de
bibliografía de la densidad de latas de aluminio enteras y compactadas, 74 libras por
yarda cúbica a 250 libras por yarda cúbica (Recycling Marketing Cooperative for Tennessee
–Material Recovery Facility Handbook).
f. Plásticos
De datos de muestreo P= 1. La compactación C= 1 surge de datos estadísticos de
bibliografía de la densidad de botellas de plástico 22 libras por yarda cúbica a 550 libras
por yarda cúbica (Recycling Marketing Cooperative for Tennessee –Material Recovery
Facility Handbook).
80
La Figura Nº7 muestra un gráfico de barras con la comparación de los valores que se
obtuvieron para los distintos materiales de envase en el parámetro denominado
“Dificultad para el transporte de materiales de envase luego de la segregación”. Se puede
observar en el material que mayor impacto produce en este parámetro es el vidrio
mientras que lo que menor impacto producen son los más livianos: el papel y cartón y el
plástico.
Figura N°7: Parámetro “Dificultad para el transporte de materiales de envase luego de la segregación”.
5.6 Degradabilidad en el medio ambiente natural
Se ha tomado el término degradabilidad en el medio ambiente natural para poder así
abarcar los aspectos por el cual un material interacciona con el medio ambiente. La
degradación está asociada a la mineralización del material o a la transformación del
mismo de tal forma que sus componentes moleculares sean de menor masa, por lo que
podrían considerarse una descomposición de la materia en componentes de menor peso
molecular iónicos o no iónicos y su consiguiente movilidad con el medio natural (suelos,
agua, atmósfera). Este proceso puede ser acompañado por una mayor o menor toxicidad
de los componentes que se producen.
81
Se analizan en este ítem los fenómenos degradación de acuerdo al material del que puede
estar fabricado el envase, haciendo énfasis a las transformaciones que pueden realizarse
una vez que dicho envase es depositado en un relleno sanitario.
Los factores a considerar son:
Degradabilidad D, según el material sea degradable siempre, degradable bajo
ciertas condiciones o no degradable, y tomará los siguientes valores:
D=1 degradable siempre y completamente (mineralización),
D=2 condicionalmente y/o parcialmente degradable,
D=3 no degradable.
Tiempo de degradación T, de acuerdo a los siguientes valores:
T=1, si el material se degrada en un tiempo menor a un año,
T=2 si el material requiere para su degradación entre 1 y 10 años,
T=3 si el material requiere para su degradación entre 10 y 100 años,
T=4 si el material requiere para su degradación entre 100 y 1000 años,
T=5 si el material no se degrada o requiere más de 1000 años.
Potencial de Toxicidad de compuestos de degradación (X): expresa la posible
liberación de compuestos tóxicos en el ambiente ya sea por lixiviado del material
en sí o por generación de subproductos tóxicos a partir de una degradación
incompleta del envase. Podrá tomar los siguientes valores:
X=1 si los mecanismos conocidos de degradación o en el material en si no se identifican
compuestos tóxicos en cantidades significativas,
X=5 si existe evidencia de una posible liberación de un compuesto tóxico a partir del
material o a partir de alguna de las rutas conocidas de degradación.
De esta forma el parámetro correspondiente a la dificultad de degradabilidad del material
de envase en el medio natural se calcula como:
Degradabilidad= D + T + X
Siendo el valor máximo que puede tomar de 13 y el mínimo de 3
Del análisis realizado para cada material se obtienen los valores que se muestran en la
Tabla Nº 14
82
Tabla N° 14: Valores para los factores involucrados en la dificultad para la degradabilidad del material de envase en el medio natural al llegar a una disposición final del tipo relleno sanitario.
Material de empaque- Valor de parámetro /factor
D T X Degradabilidad D+T+X
Papel y cartón 1 1 1 3
Vidrio 3 5 1 9
Multilaminados 2 4 5 11
Acero 1 2 1 4
Aluminio 1 3 1 5
Plástico 2 4 5 11
La asignación de cada factor para cada material de empaque y/o envase se realizó de
acuerdo a lo siguiente:
a. Papel y cartón
El material es un compuesto orgánico que se puede biodegradar y llegar a la
mineralización en un tiempo breve, menor a un año sin la liberación de compuestos
tóxicos.
b. Vidrio
Se trata de un material inerte no degradable que tampoco presenta liberación de
elementos tóxicos.
c. Multilaminados
Es un material compuesto por fracciones con diferentes tiempos de vida media en el
ambiente con posible liberación de compuestos tóxicos provenientes de la biodegradación
incompleta de los polímeros que lo forman.
83
d. Acero y materiales ferrosos
Se trata de un material degradable con tiempo del orden de 1 y 10 años sin liberación
significativa de compuestos nocivos.
e. Aluminio y materiales no ferrosos
Se trata de un material degradable con tiempo del orden de 10 y 100 años sin liberación
significativa de compuestos nocivos.
f. Plásticos
Se trata de un material parcialmente degradable con posible formación de compuestos de
degradación intermedios de características tóxicas, con un tiempo de degradación del
orden de 100 y 1000 años.
La Figura Nº8 muestra un gráfico de barras con la comparación de los valores que se
obtuvieron para los distintos materiales de envase en el parámetro denominado
“Dificultad para la Degradabilidad del material en el medio natural al llegar a una
disposición final de tipo Relleno Sanitario”. Se puede observar en los materiales que
mayor impacto producen en este parámetro son los multilaminados y los plásticos siendo
el papel el de menor impacto seguido por el acero y el aluminio.
84
Figura N°8: Parámetro “Dificultad para la degradabilidad del material en el medio natural al llegar a una disposición final tipo Relleno Sanitario”.
5.7 Resumen final de parámetros estudiados
Los resultados de todos los parámetros calculados se presentan en la Tabla Nº 15
Tabla Nº 15. Valores calculados de parámetros para cada material de envase.
Parámetro Material
Segregación Reutilización Reciclado Recuperación energética
Transporte del residuo
Degradabilidad en el medio natural
Máx: 10 Máx: 15 Máx:16 Máx:12 Máx: 14 Máx:13
Mín: 3 Mín: 3 Mín: 4 Mín:3 Mín:2 Mín:3
Papel y cartón 6 15 8 7 2 3
Vidrio 7 5 5 12 11 9
Multilaminados 6 15 13 6 4 11
Acero 3 10 4 12 5 4
Aluminio 4 11 5 12 4 5
Plásticos 7 7 10 3 2 11
La Figura N°9 muestra todos los valores obtenidos para todos los impactos estudiados y
así poder realizar una comparación ente ellos.
85
Figura N°9: Gráfico de todos los Parámetro estudiados con los valores obtenidos para cada material
86
Para poder realizar la comparación de los distintos parámetros, con respecto a cada
material, se realizó la estandarización de los mismos tomando valores de 1 a 100.
La estandarización fue calculada de acuerdo a la siguiente fórmula
Fórmula estandarizada: (Xi – Mín(i) /Max(i) – Mín (i) ) x100
Siendo:
Xi = Valor de parámetro i
Mín(i)= Valor mínimo dado para cada escala de parámetro observado
Max(i)= valor máximo observado
Así, por ejemplo, en el caso del parámetro “Segregación”: Mín(i)= 3 ; Máx(i) = 10 para
“papel y cartón” el Xi = 6
Formula estandarizada: [6-3 / (10 -3)]x 100 = 43
Es de destacar, que cuanto mayor el valor obtenido, mayor es el impacto negativo del
parámetro considerado.
Los valores normalizados se encuentran resumidos en la Tabla Nº 16 y graficados todos en
la Figura Nº 10 a los fines de su comparación.
Tabla Nº 16. Valores normalizados de los parámetros estudiados para cada material
Parámetro Material
Segregación Reutilización Reciclado Recuperación energética
Transporte del residuo
Degradabilidad en el medio natural
Mínimo ; 0 Máximo: 100
Papel y cartón 43 100 33 44 0 0 Vidrio 57 17 8 100 75 60 Multilaminados 43 100 75 33 17 80 Acero 0 58 0 100 25 10 Aluminio 14 67 8 100 17 20 Plásticos 57 33 50 0 0 80
87
Figura Nº 10. Valores normalizados de 0 a 100 comparados para cada material
88
De acuerdo a los datos que se encuentran en la tabla Nº 15 se calculó la suma de los
valores de los parámetros estudiados para cada material de empaque. Los valores
obtenidos se pueden observar en la figura Nº 18. Se puede observar que existe una
tendencia donde el material con mayor impacto es el multilaminado.
Figura Nº 11: Resultados de las sumas de los valores de parámetros estudiados para cada material de envase
También se realizó el gráfico de la suma de los parámetros de impacto para cada material pero en
este caso normalizados. Los datos fueron tomados de la Tabla Nº 16 y se encuentra en la figura Nº
12.
Se puede observar la misma tendencia pero en este caso se está considerando el apartamiento
que tiene cada valor de parámetro de impacto con respecto al máximo por lo que la comparación
resulta más efectiva. Sigue siendo el material “multilaminado” el de mayor impacto y el de menor
impacto es el acero, seguidos casi inmediatamente por el papel, plástico y aluminio.
41 49
55
38 41 40
0
10
20
30
40
50
60
Papel y cartón
Vidrio
Multilaminados
Acero
Aluminio
Plástico
89
220
317348
193226 220
050
100150200250300350400
Papel
y ca
rtón
Vidrio
Multi
lam
inad
osAce
ro
Alum
inio
Plást
ico
Figura Nº 12: Resultados de las sumas de los valores de parámetros normalizados estudiados para cada material de envase
90
6. Parámetros de comparación en diferentes escenarios aplicados al caso Ciudad Autónoma de Buenos Aires
6.1 Situación actual de la CABA La situación actual de la ciudad de Buenos Aires está dada por un sistema de recolección
sin segregación en origen y la actividad mayormente no organizada de “recuperadores
urbanos” (cartoneros). Se estima que el cartoneo es responsable por el reciclado de entre
el 7 % y el 15% en peso de todos los residuos generados.
La Tabla Nº 17 muestra la evolución de la composición de la basura en el período 2001-
2008, en porcentaje peso en peso.
Tabla Nº 17. Composición porcentual en peso de la basura en la ciudad de Buenos Aires para el período 2001-2008.
Componente 2001 2005 2006 2007 2008
Papel y cartón 24,10 18,24 17,15 16,35 14,55
Plásticos 13,75 19,14 13,07 20,95 10,50
Vidrio 5,19 5,59 5,81 5,48 5,50
Metales ferrosos 1,57 1,29 0,96 1,91 0,90
Metales no ferrosos 0,90 0,35 0,42 0,38 0,28
Residuos de poda y
jardín 4,79 1,38 3,34 4,05 7,69
Desechos
alimenticios 33,39 37,74 41,28 35,76 43,23
Otros 16,31 16,27 17,97 15,12 17,35
91
Se observa que el 50% de los residuos generados están compuestos por residuos
orgánicos (poda, jardín, alimenticios), mientras que los materiales estudiados en este
trabajo solamente ascienden al 32%. Por lo tanto, cualquier estrategia para la
minimización de la cantidad de RSU que llegan al relleno sanitario deberá incluir
obligatoriamente una segregación en origen como mínimo entre “secos” y “húmedos” si
pretende tener algún efecto significativo. Los valores de composición porcentual de los
materiales ubicados entre el 1% y el 5% están probablemente disminuidos con respecto a
sus correspondientes en “basura viva” (residuos tal cual son generados y dispuestos para
su almacenamiento transitorio en aceras previo a la recolección) debido a las actividades
de cirujeo. Es esperable un mayor incremento en esta diferencia con un sistema de
segregación en origen seco-húmedo, que facilitará la búsqueda de los materiales
deseados por parte de los recolectores y evitará rechazos por calidad, como es usual en el
caso del papel y cartón contaminado con desechos orgánicos.
Es destacable la mayor proporción de materiales plásticos y de papel y cartón encontrado
con respecto a vidrio y más aún con respecto a metales ferrosos y no ferrosos.
Considerando su relativa baja densidad, esta diferencia se hace aún más notable en base
volumétrica. El 80-90% de los plásticos corresponden a envases y/o embalajes. Como
consecuencia, las estrategias para reducir los RSU generados en la ciudad de Buenos Aires,
deberían tener como primera medida el aliento al reuso y/o reciclado de materiales
plásticos, papel y cartón, que constituyen la fracción preponderante del residuo seco. Si
bien, una adecuada gestión integral de los RSU no puede ignorar procesos de reciclado de
metales, las estadísticas indican que éstos constituyen una porción minoritaria. Las
razones de esta situación incluyen un mayor nivel de reciclado por cartoneros, dada la
simplicidad en la separación y menores requerimientos de limpieza en la cadena de
reciclado, beneficio económico, y una menor aplicación en general en envasado de
productos de consumo masivo.
El gobierno de la ciudad de Buenos Aires hace una distinción entre generadores
domiciliarios y generadores especiales. Se consideran generadores domiciliarios a casas,
92
edificios, y pequeños comercios. Los generadores especiales comprenden instituciones
que por sus actividades generan una cantidad de residuos mayor.
El Ministerio de Ambiente y Espacio Público (MAEP) comenzó en el año 2008 un sistema
de recolección diferenciada para generadores domiciliarios puerta a puerta en algunas
zonas de la ciudad. El sistema consiste en la separación en fracción húmeda y seca por
parte del generador y el posterior retiro del material reciclable por parte de los
recuperadores urbanos formalizados por la Ciudad. Conjuntamente con el lanzamiento del
programa de recolección diferenciada, el MAEP comenzó un proceso de formalización de
los cartoneros o recuperadores urbanos con el objeto de asegurar su trabajo en
condiciones dignas, higiénicas y seguras. Los recuperadores reciben uniforme, credencial y
otros beneficios otorgados por el Gobierno de la Ciudad.
Para el caso de generadores especiales, éstos deben registrarse como tales en la dirección
General de Reciclado del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Existe un servicio público
de recolección diferenciada para este sector, que retira de las instituciones el material
reciclable para trasladarlo a las plantas de clasificación.
En las plantas de clasificación se realizan tareas de selección, enfardado y acopio de
materiales para su posterior venta. Es importante notar que a éstas no llega la basura en
general sino solamente materiales reciclables secos, previamente separados en origen.
Actualmente en la ciudad de Buenos Aires funcionan 4 plantas de clasificación y un centro
de transferencia:
1. Centro de Clasificación de Retiro, en Autopista Illia y vías del ferrocarril Belgrano,
estación Saldías. Está administrado por la Cooperativa “El Ceibo”.
2. Centro de Clasificación del bajo Flores, en Varela y Janner, administrado por las
Cooperativas “Cerbaf” y “Madreselvas”.
3. Centro de Clasificación de Villa Soldati, Barros Pazos 3701, administrado por
Cooperativas “Reciclando Sueños” y “Del Oeste”.
4. Polo de Microemprendimiento, Janner y Chilavert, administrado por las
Cooperativas “El Álamo” y “Ecoguardianes 21”.
93
5. Centro de Transferencia: Roosvelt y Constituyentes. En este centro se clasifica el
material para luego ser enviado por la Cooperativa El Álamo al polo de
microemprendimiento.
La Ciudad está impulsando la separación en origen, reconociendo que sin ella no es
posible establecer un programa de reciclado eficiente. La separación que se propone es
entre residuos “reciclables”, que deberán estar limpios y secos, y “basura”. La figura Nº 11
muestra el afiche asociado a esta campaña en donde se especifica en qué grupo deberá
incluirse cada residuo.
94
Figura Nº 13. Afiche de campaña de separación en origen de la ciudad de Buenos Aires.
95
En el mes de abril del año 2010 se publicaron el Pliego para la Licitación Pública para la
contratación del servicio público de higiene urbana (húmedos) y el Pliego de Bases y
condiciones para el concurso Público para la Contratación del servicio de Recolección de
Residuos Sólidos Urbanos Secos (Expediente Nº 350.165/2010). La apertura se realizó en
diciembre del año 2010.
Es por lo tanto, esperable que en el mediano plazo, todos los generadores de la CABA
queden incluidos en el sistema de recolección segregada, haciendo factible un escenario
de disminución de los residuos enviados a relleno sanitario mediante un significativo
aumento del material recuperado para reciclar. Sin embargo, es importante resaltar que
en base a las estadísticas presentadas anteriormente, los esfuerzos para alentar procesos
de reuso-reciclado deben estar orientados mayormente a papel, cartón y plásticos,
componentes mayoritarios de los residuos sólidos en la ciudad de Buenos Aires.
6.2 Escenarios El análisis de impacto es dependiente de las condiciones de borde o escenario en el cual
se analiza este impacto. En esta sección se presenta el cálculo de los parámetros y el
impacto de los materiales de envases en tres escenarios, planteados para la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires considerando una separación en origen húmedo-seco.
- Escenario base: el impacto total es la suma directa de todos los parámetros para
cada material de envase. Es decir no se considera el flujo de masa de los envases
en los RSU de CABA y por tanto, no existe diferencia en el uso-tratamiento que se
dé a los mismos, sea éste reutilización, reciclado o recuperación de energía.
- Escenario 1: el impacto total considera el flujo de envases en los RSU de CABA. Es
decir qué cantidades presentes en la basura son factibles de ser derivados a
reutilización, reciclado o recuperación de energía, sin dar preferencia a un tipo u
otro de uso-tratamiento. Todos los parámetros tienen la misma importancia
aunque se considera su impacto ponderado en función de la masa que se deriva a
cada uso-tratamiento. Este escenario representa de manera más cercana el
impacto real en los rellenos sanitarios.
96
- Escenario 2: el impacto total considera el flujo de envases en los RSU de CABA al
igual que el escenario 1 pero agrega un orden de prioridad en el uso-tratamiento.
Este orden prioriza reutilizar antes que reciclar y reciclar antes recuperar energía.
Este escenario representa una legislación o política pública que no favorezca el uso
de la recuperación de energía en el tratamiento de los envases presentes en los
RSU de CABA.
En la Tabla Nº 18 se presenta el balance de masas para los RSU de la CABA con los
porcentajes máximos de cada tipo de material que son factibles de ser destinados a
reutilización, reciclaje, recuperación de energía y relleno sanitario. En el caso de que un
material pudiese disponerse en relleno sanitario o recuperación de energía se destina
partes iguales a estas operaciones. Para los materiales como vidrio, acero y aluminio que
no pueden ser utilizados en recuperación de energía se asumió que aquello que no podía
reutilizarse o reciclarse se disponía directamente en relleno sanitario. La base de cálculo
es de 100 kg de envase y para una campaña de muestreo correspondiente al invierno de
2006.
La Tabla Nº 19 corresponde al escenario de base en el cual el Impacto Total (IT) de cada
material de envase es solamente la suma de los parámetros individuales.
La Tabla Nº 20 corresponde al escenario 1 en el cual se ha afectado a cada parámetro por
un factor de ponderación. El factor de ponderación es el porcentaje de la masa total del
material (estos valores surgen de la tabla 18) factible de ser destinado a cada uso-
tratamiento. Es así que el Impacto Total (IT) de cada material de envase:
IT= Reutilización x % RE + (Segregación + Reciclado + Transporte) x % SRT + Rec.Energía x
% Rec. En + Relleno x % Relleno
97
La Tabla Nº 20 presenta el escenario 1 en donde el Impacto Porcentual (IP) considera que
el impacto de cada material de envase se ve afectado por el porcentaje en que este
envase se encuentra presente en los RSU respecto de los otros materiales de envase. Es
así que el Impacto Porcentual (IP) de cada material de envase:
Contribución Impacto (CI) = IT x % de los envases /100
Contribución Total (CT) = Sumatoria (CI) de todos los materiales de los envases
IP= CI/CT x 100
La Tabla Nº 21 presenta el escenario 2 en donde además de considerarse el flujo de los
envases en los RSU se considera un orden de prioridad en su uso/tratamiento. Este orden
de prioridad puede cuantificarse de la siguiente forma:
Reutilización se ponderará con el valor de 1
Reciclado se ponderará con el valor de 2
Relleno Sanitario se ponderará con el valor 5
Recuperación de energía se ponderará con el valor 10
El Impacto Total (IT) de cada material de envase será:
IT= 1 x Reutilización x % RE + 2 x (Segregación + Reciclado + Transporte) x % SRT + 10 x
Rec.Energía x % Rec. En + 5 x Relleno x % Relleno
El IP se calculará de igual manera que en el escenario 1
98
Tabla Nº 18. Flujo de materiales de envases en los RSU de la CABA
Base 100 residuos de envase/emb.
% de los
RSU
% de los
envases % RE Cantidad Distribución % SRT c) Cantidad Distribución % Rec.En. Cantidad Distribución % Relleno Cantidad Distribución
Plásticos 12,0244 50,08 4,15% a) 2,08 34,34% 69,97% 35,04 50,94% 12,94% 6,48 67% 12,94% 6,48 53%
Vidrio 5,5776 23,23 17,10% b) 3,97 65,66% 59,90% 13,91 20,23% 0,00% 0,00 0% 23,00% 5,34 22%
Tetra Brik 0,7 2,92 0,00% 0,00 0,00% 70,00% 2,04 2,97% 15,00% 0,44 5% 15,00% 0,44 4%
Carton 4,33 18,03 0,00% 0,00 0,00% 70,00% 12,62 18,35% 15,00% 2,70 28% 15,00% 2,70 22%
Hojalata 0,96 ** 4,00 0,00% *** 0,00 0,00% 90,00% 3,60 5,23% 0,00% 0,00 0% 10,00% 0,40 0%
Aluminio 0,42 ** 1,75 0,00% *** 0,00 0,00% 90,00% 1,57 2,29% 0,00% 0,00 0% 10,00% 0,17 0%
24,012 100,00 6,05 68,79 9,62 15,54
Segregación + Reciclado c)+Transporte e) Rec. Energía d) A relleno f)Reutil ización
Flujo de Envases y embalajes en los RSU CABA
Cálculos en base a Estudios de calidad de los RSU CABA (Ing. Sanitaria
FIUBA)* y De Luca - Evaluación e incidencia de los envases en el flujo
de los RSU*
* De estos estudios surgen los porcentajes máximos (desde un punto de vista técnico) factibles de reutilizar y reciclar
** No existen datos específicos para estos materiales
** Se consideró la peor condición (todo lo muestreado en hojalata y aluminio es envase/embalaje)
*** Valor conservador considerando de que existen aplicaciones en las cuales es factible reutilizar estos envases
a) 13,5 % son envases de PET, de los cuales el 77% son de agua y gaseosa y el 42% es de más de 1000 ml (universo considerado factible de reutilizar)
b) 18% son envases de agua y gaseosa de todos los tamaños (circuito restaurantes + domiciliario) (Universo considerado factible de reutilizar)
c) lo que no se reutilice irá a reciclado pero solo llegará aquello que pueda ser segregado (se considera entonces la eficiencia de la planta de recuperación de materiales)
d) y f) escenario considerando que todo envase no reutilizado o reciclado va a incineración o a relleno (planta integral de reciclado + rec. de energía+disposición)
e) impacto del transporte del residuo compactado
99
Tabla Nº 19. Escenario base
Segregación Reutilización Reciclado Recup. Ener Transporte Degradab. Impacto total
Multilaminados 6 15 13 6 4 11 55,00
Vidrio 7 5 5 12 11 9 49,00
Papel y cartón 6 15 8 7 2 3 41,00
Aluminio 4 11 5 12 4 5 41,00
Plásticos 7 7 10 3 2 11 40,00
Acero 3 10 4 12 5 4 38,00
Escenario base: los impactos de todos los parámetros considerados tienen la misma importancia (Impacto total es
la sumatoria de lo impactos de cada parámetro)
Matriz de impactos sin normalizar
Tabla Nº 20. Escenario 1
Segregación Reutilización Reciclado Recup. Ener Transporte Degradab. Impacto total
Contribución
Impacto
Impacto
porcentual*
Plásticos 7 7 10 3 2 11 15,40 7,71 51,13
Vidrio 7 5 5 12 11 9 16,70 3,88 25,73
Papel y cartón 6 15 8 7 2 3 12,70 2,29 15,19
Multilaminados 6 15 13 6 4 11 18,65 0,54 3,61
Acero 3 10 4 12 5 4 11,20 0,45 2,97
Aluminio 4 11 5 12 4 5 12,20 0,21 1,42
Matriz de impactos sin normalizar
Escenario 1: se considera el flujo de masa factible de los envases en los RSU (Impacto total es la suma ponderada
del impacto de cada parámetro, el factor de ponderación es la masa factible de llegar a reutilizarse, reciclarse o
incinerarse)
* es el impacto ponderado considerando la
* es el impacto ponderado considerando la
composición de envases de la basura
100
Tabla Nº 21. Escenario 2
Segregación Reutilización Reciclado Recup. Ener Transporte Degradab. Impacto total
Contribución
Impacto
Impacto
porcentual*
Plásticos 7 7 10 3 2 11 37,88 18,97 51,06
Vidrio 7 5 5 12 11 9 38,76 9,00 24,23
Papel y cartón 6 15 8 7 2 3 35,15 6,34 17,06
Multilaminados 6 15 13 6 4 11 49,45 1,44 3,88
Acero 3 10 4 12 5 4 23,60 0,94 2,54
Aluminio 4 11 5 12 4 5 25,90 0,45 1,22
Escenario 2: se considera el flujo de masa factible de los envases en los RSU y un orden de prioridad en su
tratamiento prefiriéndose la reutilización (Factor de ponderación 1) y reciclado (factor de ponderación 2) a la
incineración (factor de ponderación 10) o disposición en relleno (Factor de ponderación 5)
Matriz de impactos sin normalizar
* es el impacto ponderado considerando la
composición de envases de la basura
101
6.3 Conclusiones Puede observarse que los impactos en el escenario base muestran a los multilaminados y
vidrio como los materiales de envase con mayor impacto en rellenos sanitarios. En
contrapartida los plásticos junto con el acero presentan los menores impactos. Este
escenario es equivalente a los resultados presentados en la Figura Nº 19.
Un escenario de este tipo, que no considera las cantidades relativas de los materiales
presentes en los RSU, solo brinda información que permite trabajar en la reducción del
impacto a través del análisis de los parámetros individuales que lo forman y representa
una gestión de los RSU que no diferencia cual sea el destino de los materiales en el flujo
de los RSU. No diferencia si el material es reutilizado, reciclado, se lo utiliza para recuperar
energía o bien se lo dispone en un relleno sanitario. Este tipo de gestión hace que los
materiales sean dispuestos siguiendo únicamente cuestiones de disponibilidad en el
mercado en cuanto a tecnología y costos. De esta forma no se estimula la reducción en el
uso de materiales para envases, la reutilización o el reciclado, excepto en el caso de que
los materiales tengan un valor de mercado que justifique estas operatorias o bien cuando
los costos de disposición se elevan y vuelven rentable otras opciones.
En el escenario 1 se modifican los valores del impacto debido a que, al considerar el flujo
de envases y su cantidad relativa presente en los RSU, se pone de manifiesto el hecho de
que una baja participación en los RSU necesariamente debe implicar un menor impacto en
los rellenos sanitarios. En este contexto los plásticos debido a su uso extendido presentan
los mayores impactos porcentuales. En contrapartida, los multilaminados, si bien tienen el
mayor impacto total, dada su baja participación en la composición de los RSU su impacto
porcentual es menor que el de los plásticos e incluso papel y cartón.
Tanto en el escenario de base como el escenario 1 los materiales acero y aluminio
presentan los menores impactos porcentuales dados su bajo impacto total y baja
participación en los residuos.
102
Es de destacar que el Impacto Absoluto está dado por el valor de la Contribución al
Impacto (CI). Este valor considera tanto la contribución de cada parámetro al Impacto
Total (IT) de cada material como los porcentajes de cada material en los RSU. Este valor es
un indicador que permite priorizar sobre cuales materiales es importante actuar para
lograr una disminución del impacto de envases en los Rellenos Sanitarios. Es así que para
lograr resultados medibles en el corto plazo las acciones deben estar orientadas a los
materiales Plástico, Vidrio y Papel y Cartón. En el caso de los multilaminados, si bien
presentan el mayor Impacto Total, su contribución al impacto (CI) es baja dada su poca
participación en los RSU.
En el escenario 2 el impacto porcentual se mantiene prácticamente como en el escenario
1, pero se observa como la brecha entre los materiales con mayor impacto y menor
impacto se amplía al observar los valores de Contribución al Impacto. Este escenario
permite observar el impacto que produce una política pública que desaliente las
operaciones de recuperación de energía y la disposición en rellenos sanitarios. Los
materiales con mayor impacto en este caso siguen siendo Plástico, Vidrio y Papel y Cartón
aunque con una mayor CI. Para lograr disminuir el impacto es necesario estimular el flujo
de los residuos de envases hacia la reutilización y reciclado y desalentar la recuperación de
energía y disposición en rellenos sanitarios.
Es así que los materiales de envases que son reutilizados y reciclados con mayor facilidad y
no se utilizan para recuperar energía presentan menores impactos porcentuales y su
contribución al impacto es mucho menor que los materiales con mayor CI.
Esto hace del aluminio y acero los materiales con menor impacto dada su baja
participación en los RSU, su bajo Impacto total y su factibilidad de ser reciclados y
reutilizados con facilidad. También en este escenario los multilaminados presentan una
baja contribución al impacto dada su baja participación en los RSU.
103
7. Conclusiones generales
Es requisito que todo sistema de gestión integral de residuos sólidos domiciliarios, la
separación en origen, al menos diferenciando los residuos secos de los húmedos. Ello
requerirá ser acompañado de una política integral de educación a la comunidad que
incentive la generación de nuevos hábitos relacionados con la disposición de residuos y
consumo.
Este sistema debería estar basado en un criterio de jerarquías en el flujo de residuos que
lleve a la reducción en origen (etapa de diseño del envase y embalaje), reutilización,
recuperación y reciclado, recuperación de energía y finalmente disposición final,
instrumentando los mecanismos que obliguen a agotar las posibilidades de cada etapa
previo al paso de la etapa siguiente. De esta forma, se lograría la disminución del impacto
de envases en rellenos sanitarios, con la utilización de los mejores mecanismos viables,
desde un punto de vista tanto técnico como económico.
De acuerdo a la matriz de impacto ambiental de los residuos de envases desarrollada en
este trabajo a partir de la evaluación de 6 categorías (segregación, reutilización, reciclado,
recuperación energética, transporte y degradabilidad del residuo) el mayor impacto lo
generan los envases multilaminados y el menor impacto el acero que es seguido casi
inmediatamente por el papel, el plástico y aluminio. Si se considera la participación de
cada material de envase en los residuos de la CABA este orden se modifica, sugiriendo que
las acciones deberían estar orientadas en forma prioritaria a los materiales plástico, vidrio,
papel y cartón ya que, los multilaminados si bien presentan un mayor impacto total su
contribución al impacto es baja por su poca participación en los RSU. Esto también es
válido para los metales ferrosos y no ferrosos dada su aún menor participación en los RSU
de la CABA.
Los envases plásticos constituyen el porcentaje más importante de envases y embalajes
en la basura en la ciudad de Buenos Aires. Esto hace que, independientemente de la
magnitud individual de los impactos que estos residuos generan en cuanto al relleno
104
sanitario, actuar sobre la reducción de los mismos tendría la mayor disminución del
volumen y peso de la basura en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires proveniente de esta
fracción (envases y embalajes).
Este tipo de envases presentan mayores dificultades en las operaciones de segregación y
reciclado que envases de otros materiales, dada la variedad de plásticos que forman esta
fracción. Otra desventaja surge al llegar a la disposición final, por la posibilidad de generar
compuestos nocivos en el proceso de degradación en los rellenos sanitarios.
Se destaca su importante poder calorífico que lo hace atractivo para la incineración con
recuperación de energía y la posibilidad de reutilización de envases o uso de envases
retornables.
Si bien la estimulación del mercado al uso de envases retornables (reutilización)
disminuiría el impacto de los envases en el relleno sanitario, esta disminución sería más
sensible en el caso de los envases de vidrio que para los plásticos.
Los envases de hojalata y aluminio presentan como ventaja la posibilidad de degradarse
en el ambiente y de poder ser reciclados en su totalidad en el mercado nacional, sin
ningún tipo de limitación en su cantidad o calidad. Constituyen los elementos más
sencillos de separar de las corrientes de desecho en plantas de recuperación de
materiales.
Su desventaja radica en la imposibilidad de ser reutilizados o utilizados para recuperar
energía. No obstante, dada su reciclabilidad sólo una fracción menor en la composición de
basura podría llegar a sistemas de incineración. Cabe destacar que las acciones que
puedan implementarse para reducir su impacto en los rellenos sanitarios serán poco
significativas por ser estos materiales una fracción muy pequeña de la basura de CABA en
general.
En el caso de los envases de vidrio son los que tienen una mayor posibilidad de ser
reutilizados (un 17% de los envases de vidrio de CABA), aunque esto está limitado a la
distancia entre los puntos de consumo y plantas de fraccionamiento debido a los costos
de transporte que genera su alta relación peso/volumen. Si bien no pueden ser utilizados
para la recuperación de energía son muy apropiados para el reciclado. Su desventaja
105
radica en el alto impacto del costo de transporte y su característica de inerte que lo
convierte en no degradable en su etapa de disposición final.
Para los envases de tipo multilaminados puede encontrarse que su principal componente
lo constituye los envases de tipo Tetra Pak. Estos envases no tienen posibilidad de ser
reutilizados y su segregación es como la del papel y cartón. Las posibilidad de reciclar cada
uno de sus componentes por separado no se encuentra plenamente implementada,
aunque si existen productos en el mercado de tipo material compuesto a partir de los
envases en su totalidad. Su ventaja radica en el bajo impacto del transporte y tiene
características de degradación entre las del cartón y el plástico. Pueden ser utilizados en la
recuperación de energía.
Los envases de cartón presentan muy buenas características en cuanto al transporte, su
degradabilidad y posibilidad de ser utilizados para la recuperación de energía. Como
desventaja no pueden ser reutilizados ya que se deterioran en su uso pero pueden
segregarse y reciclarse con relativa facilidad.
Los envases/embalajes de vidrio, plástico y cartón constituyen aproximadamente el 92%
de los envases/embalajes de los residuos sólidos urbanos de la CABA mientras el 8%
restante lo componen envases de Tetra Pak, acero y aluminio.
Si bien la legislación en Ciudad Autónoma de Buenos Aires no admite la incineración
como medio para reducir el volumen de basura, se trata de una práctica, que realizada de
manera responsable, proporciona una fuente de generación de energía alternativa. En
este aspecto, los plásticos son la fracción de la basura con mejores características para
este proceso, a la vez que son los que en mayor porcentaje podrían ser derivados a este
tipo de instalaciones.
Es necesario considerar la recuperación de energía como una opción viable en el caso de
que los materiales no puedan ser reutilizados o reciclados o bien asumir que existe una
fracción mayor de la basura que indefectiblemente deberá ser dispuesta en rellenos
sanitarios.
106
En resumen, no es posible constituir un sistema de gestión integral de residuos sólidos
domiciliarios que no tenga en cuenta la separación en origen, al menos con un sistema
seco/húmedos.
Este sistema de tener en cuenta una jerarquización en el tratamiento de los residuos que
propenda a utilizar las mejores opciones disponibles para lograr la disminución del
impacto de los materiales de envase en el relleno sanitario.
Finalmente, ningún sistema podrá ser implementado sin una adecuada educación y
comunicación a la comunidad.
107
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