FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
TRABAJO DE INVESTIGACION
“ESTILOS DE VIDA EN PACIENTES CON DIAGNÓSTICO DE HIPERTENSIÓN ARTERIAL EN EL SERVICIO DEL ADULTO
MAYOR EN EL HOSPITAL DE SAN JUAN DE LURIGANCHO EN EL PERIODO JUNIO A NOVIEMBRE DEL 2018”
PARA OPTAR EL TÍTULO DE:
LICENCIADA EN ENFERMERÍA
PRESENTADO POR:
BRENDA RAMIREZ QUISPE
ASESOR:
Dr. HECTOR ALEJANDRO LAMAS ROJAS
CHINCHA – ICA - PERÚ, 2019
2
DEDICATORIA
Dedico este trabajo a mi familia y a todos los que siempre me demostraron su
amor y cariño.
3
RESUMEN
Un estudio descriptivo fu realizado en pacientes hipertensos, donde se buscó
conocer los estilos de vida de estos pacientes, encontrándose que que los
pacientes no hacen ejercicio en el 23.3%, hacen ejercicio mensual 11%,
semanal 60.3% y diario 5.5%. acerca del tipo de ejercicio, se tuvo que el 20.5%
no hace ningún ejercicio, 20.5% corre, el 26% camina el 19.2% utiliza bicicleta
y el 13.7% nada. Que 15.1% de pacientes consume bastante sal, el 27.4%
consume regular cantidad, el 39.7% consume poca sal y el 17.8% no consume
sal. Si toma la medicación diariamente se tiene que si tomaban diariamente su
medicación el 62% y que no lo hacia el 38% y se tuvo que el 13.7% no
consumía alcohol, el 6.8% consumía diariamente, el 23.3% 1 vez a la semana y
el 56.2% una vez al mes. Se concluye que Los pacientes tienen estilos de vida
acorde a los requerimientos para su enfermedad y llevarla de la mejor manera,
la cantidad de alimentos que consumen es la adecuada para su condición
patológica y que los pacientes no tienen una vida sedentaria, y realizan
ejercicio al menos una vez a la semana, sumado al estar frente al televisor a lo
mucho 3 horas, ayuda a mejorar sus condiciones de vida.
4
ÍNDICE
DEDICATORIA…………………………………………………………………….02
RESUMEN………………………………………………………………………….03
INDICE……………………………………………………………………………...04
I. INTRODUCCIÓN………………………………………………………05
II. PROBLEMÁTICA DE LA INVESTIGACIÓN………………………...06
a) DESCRIPCIÓN DE LA REALIDAD PROBLEMÁTICA……….06
b) FORMULACIÓN DEL PROBLEMA……………………………..07
c) JUSTIFICACIÓN DE LA INVESTIGACION…………………….08
d) HIPOTESIS………………………………………………………...09
e) VARIABLES……………………………………………………….09
III. OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN……………………………....13
a) OBJETIVO GENERAL…………………………………………....13
b) OBJETIVOS ESPECIFICOS…………………………………….13
IV. MARCO TEORICO…………………………………………………….14
V. METODOS O PROCEDIMIENTOS…………………………………..30
VI. RESULTADOS…………………………………………………………34
VII. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES……………………….56
a) CONCLUSIONES…………………………………………………56
b) RECOMENDACIONES…………………………………………..57
BIBLIOGRAFIA……………………………………………………………..58
ANEXOS…………………………………………………………………….61
5
I: INTRODUCCIÓN
La esperanza de vida continúa aumentando en los países en vías de desarrollo
a nivel mundial, lo que lleva a una representación cada vez mayor de adultos
mayores (es decir, personas mayores de 65 años) dentro de la población. De
hecho, la esperanza de vida en todo el mundo ha aumentado en 20 años desde
1950. En los Estados Unidos, se espera que la cantidad de adultos mayores se
duplique a aproximadamente 80 millones en las próximas tres décadas. Dada
la utilización enormemente desproporcionada de los recursos de atención de
salud por parte de adultos mayores, por ejemplo, casi tres cuartos de los
gastos relacionados con enfermedades cardiovasculares (ECV), el
mantenimiento de la salud y el bienestar entre los adultos mayores es un
problema científico y crítico. Prioritario en la salud pública. (1)
Entre los objetivos potenciales para mejorar la salud entre los adultos mayores,
la hipertensión representa uno de los más prevalentes y potencialmente
modificables. La hipertensión causa más de 7 millones de muertes prematuras
por año y contribuye al 4,5% de la carga total de enfermedades en todo el
mundo. En particular, los adultos mayores representan la mayor parte de la
morbilidad y la mortalidad relacionadas con la hipertensión, en gran parte
debido a una prevalencia dramáticamente mayor entre los ancianos. De hecho,
los datos recientes de la Encuesta nacional de examen de salud y nutrición
indican que el 70% de los adultos mayores tienen hipertensión, en comparación
con solo el 32% de los adultos de 40 a 59 años. A pesar de la generalización
bien documentada de la hipertensión tardía entre los adultos mayores,
persisten muchos desafíos.
6
II: PROBLEMÁTICA DE LA INVESTIGACIÓN
2.1 DESCRIPCIÓN DE LA REALIDAD PROBLEMÁTICA
Un informe de 2010 del Instituto de Medicina (OIM) calificó la hipertensión
como una enfermedad desatendida que a menudo es ignorada por el público
en general y poco valorada por la comunidad médica. Aunque la hipertensión
es relativamente fácil de prevenir, fácil de diagnosticar y relativamente barata
de tratar, sigue siendo la segunda causa principal de muerte entre los
estadounidenses, y como tal, correctamente debe llamarse una enfermedad
desatendida". Se hizo especial hincapié en la selección adecuada y la
adherencia a las pautas de tratamiento para pacientes ancianos. (2)
Desde la publicación del informe de la OIM, se han publicado varios ensayos
clínicos grandes, revisiones sistemáticas y metanálisis que se centran en el
tratamiento adecuado para pacientes con hipertensión. Sin embargo,
relativamente pocos de estos se han centrado en el tratamiento de la
hipertensión en adultos mayores. Esta relativa escasez de datos en esta área
puede estar relacionada con la práctica común de excluir a los adultos mayores
de los ensayos controlados aleatorios (ECA) debido a las preocupaciones
sobre la seguridad y/o los efectos de confusión de las condiciones comórbidas.
De hecho, existen numerosos desafíos en el tratamiento de la hipertensión
entre los adultos mayores, incluido el metabolismo alterado de los
medicamentos, los medicamentos concomitantes múltiples y las
comorbilidades, así como el aumento de la presión arterial. variabilidad e
hipotensión ortostática, que dificultan la obtención de pruebas definitivas de
pautas de tratamiento adecuadas. Sin embargo, son estos desafíos los que
hacen que sea crítico realizar estudios que mejorarán la toma de decisiones
médicas relacionadas con el tratamiento de la hipertensión en adultos mayores.
(3,4)
7
2.2 FORMULACIÓN DEL PROBLEMA
2.2.1 PROBLEMA PRINCIPAL
¿Cuáles son los estilos de vida en pacientes con diagnóstico de
hipertensión arterial en el servicio del adulto mayor en el hospital de San Juan
de Lurigancho en el periodo junio a noviembre del 2018?
2.2.2 PROBLEMA SECUNDARIOS
¿Cuáles son las características de los pacientes con diagnóstico
de hipertensión arterial en el servicio del adulto mayor en el
hospital de San Juan de Lurigancho en el periodo junio a
noviembre del 2018?
¿Cómo son los estilos de vida de los pacientes con diagnóstico de
hipertensión arterial en el servicio del adulto mayor en el hospital
de San Juan de Lurigancho en el periodo junio a noviembre del
2018?
¿Cómo se realiza la adherencia al tratamiento de los pacientes
con diagnóstico de hipertensión arterial en el servicio del adulto
mayor en el hospital de San Juan de Lurigancho en el periodo
junio a noviembre del 2018?
8
2.3 JUSTIFICACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN
Los ECA se han centrado principalmente en los efectos cardiovasculares
del tratamiento de la hipertensión a pesar de los vínculos bien documentados
entre la hipertensión tardía y otros resultados de salud relevantes para los
adultos mayores, incluida la función física, la salud ósea y la cognición. Es
fundamental que mejoremos nuestra comprensión de cómo el tratamiento de la
hipertensión influye en los resultados geriátricos, ya que, como las
enfermedades cardiovasculares, influyen dramáticamente en los riesgos de
hospitalización, morbilidad y mortalidad. La toma de decisiones en el
tratamiento de adultos mayores hipertensos se complica aún más por el hecho
de que estos resultados de salud variados no son independientes, pero a
menudo tienen etiologías similares y pueden interactuar para exacerbar la
progresión de unos a otros. Es esta complejidad la que hace necesario ver la
toma de decisiones de la hipertensión geriátrica no desde la perspectiva de un
único resultado (por ejemplo, ECV, demencia) sino mediante un enfoque
holístico que incorpora las características individuales de cada paciente y usa
un lente amplio para evaluar la salud. El objetivo de esta revisión es, por lo
tanto, sintetizar la literatura de hipertensión de varios campos en un marco que
integra estos campos distintos pero superpuestos. (5)
2.4 HIPÓTESIS Y VARIABLES DE LA INVESTIGACIÓN
2.4.1 HIPÓTESIS GENERAL
Los estilos de vida en pacientes con diagnóstico de hipertensión arterial
en el servicio del adulto mayor en el hospital de San Juan de Lurigancho en el
periodo junio a noviembre del 2018 son inadecuados.
9
.2.4.2 HIPÓTESIS SECUNDARIAS
Las características de los pacientes con diagnóstico de
hipertensión arterial en el servicio del adulto mayor en el hospital
de San Juan de Lurigancho en el periodo junio a noviembre del
2018 determinan su calidad de vida.
Los estilos de vida de los pacientes con diagnóstico de
hipertensión arterial en el servicio del adulto mayor en el hospital
de San Juan de Lurigancho en el periodo junio a noviembre del
2018mantienen controlada su enfermedad.
La adherencia al tratamiento de los pacientes con diagnóstico de
hipertensión arterial en el servicio del adulto mayor en el hospital
de San Juan de Lurigancho en el periodo junio a noviembre del
2018 es pobre.
2.5 VARIABLES
VARIABLE: ESTILOS DE VIDA
DEFINICIÓN OPERACIONAL:
Características de los pacientes que corresponden a la forma en
que realizan sus actividades diarias y si estas están de acuerdo a las
condiciones establecidas para mantener su estado de salud en
condiciones adecuadas.
10
DIMENSIONES:
Estilos de vida.
INDICADORES:
Alimentación
Descanso.
Actividades físicas.
Manejo de condiciones de stress.
VARIABLE: HIPERTENSIÓN ARTERIAL
DEFINICIÓN OPERACIONAL:
Valores de presión que ejerce la sangre contra las paredes de los
vasos sanguíneos, y que tiene relación con el gasto cardiaco y con la
resistencia vascular periférica.
DIMENSIONES:
Clínica.
INDICADORES:
Valores de presión arterial.
Adherencia al tratamiento
Hábitos nocivos.
11
ESTILOS DE VIDA EN PACIENTES CON DIAGNÓSTICO DE HIPERTENSIÓN ARTERIAL EN EL SERVICIO DEL ADULTO MAYOR EN EL HOSPITAL DE SAN JUAN DE LURIGANCHO EN EL PERIODO JUNIO A NOVIEMBRE DEL 2018
VARIABLEDEF.
OPERACIONALDIMENSIONES INDICADOR
ESCALA DE
MEDICION
FUENTE DE VERIFICACION
Estilos de vida
Características de los
pacientes que
corresponden a la
forma en que realizan
sus actividades
diarias y si estas
están de acuerdo a
las condiciones
establecidas para
mantener su estado
de salud en
condiciones
adecuadas.
Estilos de vida.
• Alimentación
•Descanso.
•Actividades
físicas.
•Manejo de
condiciones de
stress.
Nominal
Hoja de
recolección de
datos
Hipertensión Valores de presión Clínica •Valores de Nominal Encuesta
12
Arterial
expresada en mmHg,
que ejerce la sangre
contra las paredes de
los vasos
sanguíneos, y que
tiene relación con el
gasto cardiaco y con
la resistencia vascular
periférica.
presión arterial.
•Adherencia al
tratamiento
•Hábitos nocivos.
13
III: OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN
3.1 OBJETIVO GENERAL
Determinar los estilos de vida en pacientes con diagnóstico de
hipertensión arterial en el servicio del adulto mayor en el hospital de San
Juan de Lurigancho en el periodo junio a noviembre del 2018.
3.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Conocer las características de los pacientes con diagnóstico de
hipertensión arterial en el servicio del adulto mayor en el hospital de
San Juan de Lurigancho en el periodo junio a noviembre del 2018.
Conocer los estilos de vida de los pacientes con diagnóstico de
hipertensión arterial en el servicio del adulto mayor en el hospital de
San Juan de Lurigancho en el periodo junio a noviembre del 2018.
Determinar la adherencia al tratamiento de los pacientes con
diagnóstico de hipertensión arterial en el servicio del adulto mayor en
el hospital de San Juan de Lurigancho en el periodo junio a
noviembre del 2018.
14
IV: MARCO TEÓRICO
El envejecimiento es un proceso continuo y progresivo que resulta en
una disminución de la función fisiológica en todos los sistemas de
órganos. Estos decrementos fisiológicos resultan en una mayor
vulnerabilidad a la infección y la enfermedad, lo que eleva
dramáticamente el riesgo de mortalidad. De hecho, en comparación
con las personas de 25 a 44 años de edad, el riesgo de mortalidad
entre los adultos mayores se incrementa en 100 veces para el
accidente cerebrovascular y la enfermedad pulmonar crónica,
aproximadamente 90 veces para la enfermedad cardíaca, neumonía e
influenza, y más de 40 veces para el cáncer. Tan diversas como las
etiologías de las enfermedades relacionadas con la edad, la evidencia
significativa implica dos mecanismos interconectados entre los
contribuyentes biológicos más comunes de la enfermedad relacionada
con la edad:
1) Inflamación crónica de bajo grado
2) Aumento del estrés oxidativo celular (6)
La inflamación es una respuesta localizada a una lesión o infección
tisular que ayuda en la reparación del tejido dañado y/o la destrucción
del agente dañino. Clásicamente caracterizada por el dolor, el calor, el
enrojecimiento, la hinchazón y la pérdida de la función: la inflamación
aguda generalmente se resuelve en un período relativamente corto
para promover la restauración de la función del tejido. Sin embargo,
durante la edad avanzada, la capacidad para resolver la inflamación
se deteriora, lo que lleva a una infiltración tisular sostenida de
leucocitos y la liberación crónica de citoquinas y quimiocinas
proinflamatorias. Como resultado, el evento local inicial tiene
consecuencias sistémicas a largo plazo. Aunque factores como la
obesidad y la resistencia a la insulina, el hábito de fumar y los
cambios en las concentraciones de la hormona sexual en circulación
15
están asociados con la inflamación relacionada con la edad, se cree
que los aumentos en los mediadores inflamatorios se derivan más
directamente de la disminución de la eficiencia del sistema
inmunológico, ésta se caracteriza por atrofia del timo, reducciones en
la función de los neutrófilos, número de células T vírgenes y la
capacidad citotóxica de las células asesinas naturales (Natural Killer),
y una producción reducida de anticuerpos de células B en respuesta
al antígeno. La creencia más generalizada con respecto a la causa de
la senescencia inmune es que la carga crónica de antígenos a lo largo
de toda la vida agota una capacidad finita del sistema inmunitario.
Como resultado, intercambiamos el riesgo a largo plazo de
inflamación crónica y enfermedad por una protección de por vida
contra infecciones y lesiones. (7)
La inflamación es la característica biológica documentada más
consistentemente del envejecimiento, aunque sigue sin conocerse si
los mediadores inflamatorios causan directamente efectos adversos
para la salud. Los biomarcadores inflamatorios más consistentemente
asociados con el envejecimiento son las concentraciones circulantes
elevadas de interleucina-6 (IL-6), proteína C reactiva (PCR) y factor
de necrosis tumoral alfa (TNF-α). En particular, estos marcadores
aumentan durante el envejecimiento incluso en ausencia de infección
aguda y se han asociado con la prevalencia de una amplia gama de
comorbilidades relacionadas con la edad: enfermedad cardiovascular,
resistencia a la insulina y diabetes, osteoporosis, deterioro cognitivo y
demencia, fragilidad, discapacidad y cáncer, así como la mortalidad.
(8)
Aunque no se ha establecido firmemente una relación causal
concluyente entre la inflamación y las afecciones relacionadas con la
edad, un posible vínculo de apoyo es la contribución de la inflamación
al estrés oxidativo intracelular. Además de producir citocinas
proinflamatorias, los leucocitos infiltrantes de tejidos como los
neutrófilos y los macrófagos producen especies reactivas de oxígeno
(ROS) [por ejemplo, superóxido (O2 -) y peróxido de hidrógeno
16
(H2O2)] para matar patógenos. En condiciones homeostáticas, las
ROS y otros radicales libres (es decir, especies reactivas de
nitrógeno; RNS) son moléculas de señalización intracelular
necesarias que participan en las reacciones de reducción-oxidación
(redox) en curso que se producen como parte de los procesos
metabólicos normales. Sin embargo, las elevaciones crónicas de los
mediadores de la inflamación durante la edad avanzada contribuyen a
una sobreproducción crónica de ROS perjudicial. Junto con las
disminuciones relacionadas con la edad en la producción de
biodisponible (NO) y la biodisponibilidad, estos aumentos en la
formación de ROS contribuyen a un desequilibrio entre la producción
y la descomposición de las ROS (es decir, el estrés oxidativo) que
conduce al daño de proteínas celulares y orgánulos. Es este daño
celular crónico y la disfunción que se cree que contribuye al menos
parcialmente a la disfunción fisiológica y al desarrollo de
enfermedades relacionadas con la edad. (9)
En particular, aunque la inflamación crónica es un impulsor del estrés
oxidativo, varios otros cambios relacionados con la edad, incluida la
disfunción mitocondrial y disminución de la eficiencia de varios
sistemas de defensa antioxidantes endógenos, contribuyen al
desarrollo del estrés oxidativo en la edad avanzada. Además, el
estrés oxidativo crónico también estimula de forma reflexiva la
inflamación al menos parcialmente a través de la inducción del factor
nuclear de transcripción kappa B (NF-kB) y la subsiguiente biosíntesis
de prostaglandinas a través de la actividad de la ciclooxigenasa
(COX). Por lo tanto, aunque las elevaciones en la inflamación y el
estrés oxidativo provienen, al menos parcialmente, de distintos
cambios fisiológicos relacionados con la edad, también están
intrincadamente vinculadas, ya que las elevaciones en uno inducen
aumentos concordantes en el otro, en donde a veces se le denomina
"ciclo vicioso". (10)
Además de su papel en el proceso de envejecimiento, la inflamación y
el estrés oxidativo también se han asociado con la hipertensión.
17
Varios estudios han demostrado niveles plasmáticos más altos de
PCR, IL-6, TNF-α, e IL-1β en pacientes hipertensos en comparación
con sus compañeros normotensos. La asociación entre el estrés
oxidativo y la hipertensión está menos fundamentada, pero esto
podría deberse en parte a los desafíos en la medición del estrés
oxidativo in vivo en humanos. Sin embargo, la evidencia clínica y
preclínica también indica que el O2 vascular. La producción y el
estrés oxidativo sistémico están presentes antes de elevaciones
sustanciales de la presión arterial y pueden contribuir a la transición
de la pre hipertensión a la hipertensión. Los estudios en animales han
documentado un aumento en la producción de producción vascular,
renal, cardíaca y neural de O2 - y H2O2 producción en hipertensión
inducida por Ang II y estrés oxidativo en formas de hipertensión
sensibles a la sal. Mientras tanto, las pruebas clínicas indicaron
previamente elevaciones en marcadores no específicos de lesión
oxidativa en plasma y orina en pacientes hipertensos de mediana
edad y niveles elevados de O2 - y H2O2 concentraciones en
células del músculo liso vascular de pacientes con hipertensión
esencial. (11)
En particular, con evidencia que sugiere una posible relación
bidireccional mediante la cual estos mecanismos contribuyen y se
exacerban con la hipertensión. Por ejemplo, las causas secundarias
comunes de hipertensión, como la apnea obstructiva del sueño, la
enfermedad renal crónica y la estenosis de la arteria renal, están
todas asociadas con la inflamación y son altamente prevalentes en los
ancianos. Se cree que estas condiciones se derivan, al menos
parcialmente, de la activación del sistema nervioso simpático (SNS),
una característica común de la hipertensión. El aumento del impulso
simpático hacia los riñones provoca la liberación de renina y,
posteriormente, aumenta la presión arterial. Dichos aumentos en la
actividad del SNS se han demostrado en respuesta a elevaciones en
la inflamación tanto central como sistémica. Mientras tanto, la mayoría
de las células inmunitarias expresan receptores de catecolamina lo
18
que facilita la estimulación recíproca de la inflamación mediante la
SNS demostrada en estudios preclínicos. (12)
Actualmente, el vínculo más fuerte entre la inflamación y el estrés
oxidativo y la hipertensión parece ser una disfunción vascular. De
hecho, las relaciones entre estos tres mecanismos biológicos se han
denominado la "Tríada de salud vascular", que se ha implicado por
separado en el envejecimiento y la hipertensión. De hecho, la
inflamación y el estrés oxidativo se han documentado
sistemáticamente como contribuyentes a la disfunción endotelial. Por
ejemplo, los aumentos en la formación de radicales libres causan el
deterioro de la cascada de NO, alteran y activan el metabolismo de la
prostaglandina y promueven modificaciones novedosas de proteínas
postraduccionales oxidativas que interfieren con las vías vasculares y
de señalización celular. La disfunción endotelial se desarrolla en
respuesta a estos cambios y contribuye directamente al aumento de
la resistencia vascular sistémica y, por lo tanto, al aumento de la
presión arterial, debido a un desequilibrio entre las sustancias
vasodilatadoras y vasoconstrictoras. Por lo tanto, la disfunción
endotelial contribuye directamente a la patogénesis de la hipertensión
y los efectos de salud asociados. Sin embargo, la disfunción
endotelial también contribuye a exacerbar aún más la inflamación y el
estrés oxidativo, creando un ciclo vicioso aún mayor. El endotelio
sano ejerce efectos antiinflamatorios, como la inhibición de la
adhesión de leucocitos dependiente de NO. Cuando se libera NO,
también causa la relajación del músculo liso y la posterior
vasodilatación. Sin embargo, en respuesta al envejecimiento y la
hipertensión, el endotelio también libera otras sustancias vasoactivas
como la endotelina-1 (ET-1), la angiotensina II (Ang II) y los aniones
de superóxido y prostóxido derivados de la COX que contribuyen a la
vasodilatación dependiente del endotelio alterada. Además, el NO
también tiende a reaccionar con oxidantes, particularmente con O2 -
para formar el potente peroxinitrito de radicales libres (ONOO -) que
elimina el NO del endotelio, reduciendo así la capacidad
19
vasodilatadora del vaso. Por lo tanto, debido a las elevaciones
crónicas en O2 -, la vasodilatación dependiente de NO se ve
afectada, lo que exacerba aún más el círculo vicioso. (13)
Riesgos colaterales para la salud en adultos mayores con
hipertensión:
Las discusiones tradicionales sobre la tríada de salud vascular y la
hipertensión se han centrado en gran medida en los riesgos de
enfermedad cardiovascular y eventos asociados. De hecho, está bien
establecido que los eventos cardiovasculares son un riesgo crítico
para los adultos mayores con hipertensión y las revisiones sobre este
tema se pueden encontrar en otros lugares. Sin embargo, hay una
serie de "efectos colaterales" (p. Ej., Cognitivos, musculoesqueléticos)
que están ganando cada vez más atención en la literatura sobre
hipertensión. Estos efectos son particularmente relevantes para los
adultos mayores, dado los efectos independientes de la edad en estos
resultados. La siguiente sección describe la evidencia con respecto a
las contribuciones conjuntas de la hipertensión y el envejecimiento a
tres de estos efectos colaterales, que incluyen:
1)Disminuciones en la cognición y el desarrollo de demencia
2)Disminución de las capacidades físicas ("declive funcional") y
discapacidad
3)La incidencia de caídas y fracturas lesivas
Cabe señalar, sin embargo, que estos efectos colaterales no son
independientes entre sí, ya que existen numerosas relaciones
cruzadas. Por ejemplo, la carga cardiovascular es un predictor clave
de ambas demencias y la discapacidad física. La disminución de la
función cognitiva también está fuertemente asociada tanto con el
deterioro funcional como con la discapacidad y la incidencia de
caídas. Además, el deterioro funcional y las caídas comparten varias
características etiológicas y pueden exacerbar recíprocamente el
riesgo para el otro. Por lo tanto, aunque discutimos cada una de las
condiciones por separado aquí, la interdependencia de estas
20
condiciones resalta los tremendos riesgos para la salud y la
importancia de controlar la hipertensión en los ancianos. (14)
Decadencia cognitiva y demencia:
Entre las afecciones relacionadas con la edad, tal vez ninguna sea
más preocupante o desalentadora tanto para el individuo como para
sus seres queridos que la pérdida de la memoria y (en algunos casos)
la aparición posterior de demencia. La demencia, de la cual la
enfermedad de Alzheimer (EA) es la forma más común, es una
condición potencialmente debilitante que afecta negativamente la
calidad de vida tanto de los pacientes afectados como de los
cuidadores y tiene enormes costos de atención médica asociados.
Debido al aumento de la esperanza de vida, se espera que la
cantidad de personas con demencia en todo el mundo aumente a más
de 80 millones para el año 2040. A pesar de la tremenda carga de
salud pública que se espera de la incidencia de la demencia, estas
estadísticas subestiman las posibles consecuencias de la disminución
de la cognición relacionada con la edad. El deterioro cognitivo leve
(MCI), una etapa intermedia entre la función cognitiva normal y la
demencia, es aproximadamente cuatro veces más frecuente que la
demencia. La MCI se asocia típicamente con problemas de memoria
o deficiencias en el rendimiento cognitivo y / o motor. Es importante
destacar que MCI se asocia con un mayor riesgo de demencia y es un
fuerte predictor del exceso de mortalidad (es decir, muerte
prematura). El reconocimiento de estas consecuencias ha llevado a
una creciente conciencia de la necesidad de tratar la ICM entre
adultos mayores. (11,12)
En los últimos años, la hipertensión se ha vuelto cada vez más
reconocida como un factor de riesgo importante para el desarrollo de
MCI y la demencia. Aunque la hipertensión puede afectar la cognición
a través del aumento del riesgo de accidente cerebrovascular y el
posterior deterioro cognitivo posterior al accidente cerebrovascular, la
hipertensión también parece tener una asociación distinta con el
deterioro cognitivo independiente de la incidencia de accidente
21
cerebrovascular. Por ejemplo, Haring y otros informaron
recientemente hallazgos de más de 6,000 mujeres de 65 a 79 años de
edad que indicaban que la hipertensión estaba asociada con un
mayor riesgo de ICM o posible demencia (HR = 1.20) y el riesgo era
mayor entre aquellos con presión arterial ≥ 140/90 (HR = 1.30).
Aunque la fuente biológica de tales asociaciones no se ha refinado
completamente, muchos piensan que la relación se centra en el
desarrollo de la "demencia vascular", según la cual los cambios
relacionados con la edad y la hipertensión en la vasculatura cerebral
impiden la perfusión cerebral e inducen daño tisular, particularmente
en la materia blanca. (15)
En los últimos años, ha aumentado la apreciación por el papel de los
factores relacionados con el estilo de vida relacionados con la
progresión de la hipertensión (por ejemplo, la dieta y el ejercicio) en la
prevención de la aparición y la progresión de la demencia. Por
ejemplo, se cree que una dieta rica en grasas y las consecuencias
comúnmente asociadas (p. Ej., Obesidad, resistencia a la insulina)
contribuyen al desarrollo de la demencia en gran medida a través de
los procesos de la Tríada de Salud Vascular que posiblemente
causen un trastorno de la sangre. Otros estudios han propuesto roles
potenciales para la ingesta de sodio en la dieta y antioxidantes,
aunque estos enlaces aún no se han comprobado. Sin embargo,
varios estudios han informado que las dietas comúnmente
recomendadas para individuos hipertensos, incluida una dieta de
estilo mediterráneo y la dieta del Enfoque Dietético para Detener la
Hipertensión (DASH), se asocian con una mejor cognición y posibles
reducciones en la incidencia de MCI y demencia. La falta de ejercicio
físico regular también se ha asociado con un mayor riesgo de
deterioro cognitivo y, aunque no es definitivo, varios estudios sugieren
que el ejercicio puede ayudar al mantenimiento de la función cognitiva
y la prevención de la demencia. Por lo tanto, aunque queda mucho
por evaluar en esta área, parece que los comportamientos de estilo
22
de vida típicamente recomendados para el tratamiento de la
hipertensión son prometedores no solo para los beneficios
cardiovasculares, sino también para los beneficios cognitivos. (16)
Declinación funcional y discapacidad física:
El mantenimiento de las capacidades físicas durante la vejez es una
parte esencial del envejecimiento saludable. La capacidad para
realizar funciones físicas básicas es un aspecto central de la calidad
de vida relacionada con la salud y un factor predictivo clave de
hospitalización, resultados quirúrgicos y mortalidad. Las
disminuciones en las funciones físicas básicas, como caminar,
también son fuertes predictores de futuros eventos cardiovasculares.
De hecho, las disminuciones en la velocidad de la caminata están
asociadas con accidentes cerebrovasculares incidentes, resultados
adversos después de la cirugía cardíaca, así como mortalidad
cardiovascular. En consecuencia, el mantenimiento del
funcionamiento independiente es un factor crítico para preservar la
salud y el bienestar de los adultos mayores. En los EE. UU., casi la
mitad de los 37.3 millones de personas ≥ 65 años reportan tener una
o más limitaciones físicas para realizar tareas diarias esenciales. La
incapacidad física de los adultos mayores también es un factor central
para el aumento de los costos de atención médica, ya que representa
una parte significativa de los $ 300 mil millones anuales en costos
médicos relacionados con la discapacidad en los Estados Unidos.
También se espera que esta carga aumente dramáticamente en los
próximos años debido a los crecientes costos de la atención médica y
al hecho de que los adultos mayores representan el segmento de la
población de más rápido crecimiento. (15)
En comparación con sus homólogos normotensos, los adultos
mayores con hipertensión experimentan descensos acelerados de la
función física y una mayor incidencia de discapacidad. Entre 999
adultos mayores (68.5 ± SE = 0.2 años) inscritos en el Charleston
Heart Study y evaluados entre 1984 y 1993, la presión arterial
sistólica más alta se asoció con un mayor riesgo de desarrollar una
23
nueva discapacidad. Según tres escalas de discapacidad validadas,
los participantes con hipertensión tenían un riesgo elevado de
discapacidad (HR = 1.3) y aquellos con hipertensión no controlada
tenían mayor riesgo en comparación con los participantes
normotensos. Se observaron resultados similares entre 897 adultos
mayores en el estudio InCHIANTI, un estudio de población italiana.
Durante los 3 años de seguimiento, la hipertensión se asoció
significativamente (HR = 1.91) con el empeoramiento de la
discapacidad en el desempeño de las actividades de la vida diaria
(ADL). La hipertensión también se ha asociado fuertemente con la
disminución acelerada de la velocidad al caminar, un indicador clave
del estado funcional y un indicador recomendado de salud y bienestar
entre las personas mayores. Entre los 3604 adultos mayores (65-85
años) inscritos en el estudio de las Tres ciudades realizado en
Francia, la velocidad de marcha basal fue menor entre los hipertensos
(1.51 ± 0.31 m / s) que los no hipertensos (1.59 ± 0.30 m / s) - a
diferencia que es clínicamente significativa basada en una diferencia
mínima establecida clínicamente significativa de 0.05 m / s. Además,
durante un seguimiento promedio de 7.0 ± 0.05 años, la disminución
anual en la velocidad de caminata fue significativamente mayor entre
los individuos hipertensos (−2.30 ± 3.4 cm / s) que no hipertensos
(−1.87 ± 3.3 cm / s). Se observaron resultados similares entre los
2,733 participantes en el Estudio de Salud Cardiovascular en los
Estados Unidos, ya que las tasas de disminución en la velocidad de la
marcha durante 18 años fueron significativamente mayores entre las
personas con hipertensión (~ Δ = 0,4 cm / s / año), incluso después
del ajuste o numerosos factores de confusión. (14)
En conjunto, estos datos de estudios de cohortes a gran escala
parecen indicar que la hipertensión está implicada en el deterioro
funcional acelerado y el desarrollo de la discapacidad física. Sin
embargo, los mecanismos por los cuales ocurren estos cambios aún
no se han aclarado completamente. La sarcopenia, la disminución
24
relacionada con la edad en la masa muscular y la fuerza, puede
representar un posible mecanismo mediante el cual la hipertensión
acelera las disminuciones funcionales, aunque este potencial es
actualmente especulativo dada la evidencia limitada en esta área.
Varios estudios de poblaciones asiáticas han demostrado
recientemente un vínculo transversal entre la hipertensión y la
sarcopenia, mientras que un estudio de cohorte longitudinal en
individuos de Finish informó que la hipertensión era un factor
predictivo significativo de disminución de la fuerza muscular durante
22 años de seguimiento. Esta posible aceleración de la sarcopenia
podría dar como resultado una respuesta a los aumentos mediados
por la hipertensión en la inflamación y el estrés oxidativo (como se
mencionó anteriormente), factores moleculares clave que contribuyen
al desarrollo y la progresión de la sarcopenia. Dichos cambios
también pueden atribuirse en parte a la prevalencia concomitante
común de la resistencia a la insulina y la diabetes, ya que estas
condiciones también se asocian con un aumento de la inflamación y el
estrés oxidativo, así como la progresión acelerada de la sarcopenia.
(15,16)
En particular, la función alterada del sistema renina-angiotensina
(RAS) es una característica de identificación común tanto de la
resistencia a la insulina como de la hipertensión. Por lo tanto, la
actividad RAS puede ser un contribuyente mecanicista clave para el
declive funcional en esta población. Además, además de los efectos
en la mitigación de la hipertensión, también se cree que varios
fármacos antihipertensivos tienen efectos fisiológicos pleiotrópicos
que se extienden más allá de la reducción de la presión arterial. Por
ejemplo, trabajos anteriores han demostrado los efectos de los
inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (ECA) en la
señalización endocrina, la regulación del estrés oxidativo específico
del tejido y la inflamación, y en la regulación de la composición
corporal. Los estudios epidemiológicos también han sugerido que el
uso de inhibidores de la ECA puede en efecto retardar el deterioro
25
funcional entre las personas mayores, aunque la evidencia posterior
sugiere que estos beneficios solo pueden existir cuando se combinan
con el ejercicio físico. Sin embargo, se necesitan investigaciones
futuras para dilucidar por completo el verdadero papel de los
inhibidores de la ECA y otros medicamentos antihipertensivos en el
deterioro funcional de los adultos mayores hipertensos. (17)
Caídas y fracturas:
Entre los adultos mayores, las caídas son la causa principal de
lesiones tanto fatales como no fatales (Centros para el Control y la
Prevención de Enfermedades). De hecho, aproximadamente el 30%
de las personas mayores que viven en la comunidad se caen cada
año y el 20-30% de las personas que se caen sufren lesiones de
moderadas a graves, como laceraciones, fracturas o traumatismos
craneales. En 2010, más de 2,3 millones de lesiones por caídas no
fatales se trataron en los departamentos de emergencia de EE. UU. Y
más de 662,000 de estos pacientes fueron hospitalizados (Centros
para el Control y Prevención de Enfermedades), lo que contribuye a
una carga de salud anual estimada de $ 28,2 mil millones relacionada
con caídas (Centros para el Control y Prevención). La carga clínica
sobre el paciente también es bastante significativa, ya que las caídas,
en particular las que causan lesiones, se asocian de forma
independiente con una disminución posterior en la capacidad para
llevar a cabo importantes funciones diarias, como bañarse, vestirse, ir
de compras y realizar tareas de limpieza. Las caídas perjudiciales
también aumentan significativamente el riesgo de ingreso prolongado
en un asilo de ancianos, añadiendo aún más a la tremenda
importancia la prevención de caídas entre los adultos mayores.
(15,16)
La hipertensión, o más comúnmente el uso de fármacos
antihipertensivos para controlar la hipertensión, se ha propuesto
comúnmente como un factor de riesgo para caídas y fracturas. La
administración aguda de medicamentos antihipertensivos puede
26
producir una hipotensión significativa en los adultos mayores que
puede amenazar la perfusión cerebral, causando mareos, síncope y
caídas. Este mecanismo puede explicar hallazgos recientes que
indican que cientos de miles de adultos mayores canadienses indican
que el inicio del tratamiento antihipertensivo aumenta
significativamente el riesgo de ambas caídas (Índice de riesgo de
incidentes [TIR] = 1.69] y fracturas de cadera [TIR = 1.43] en los
primeros 45 días de tratamiento. Por lo que sabemos, estos son los
datos más sólidos que indican los riesgos del tratamiento
antihipertensivo temprano en caídas y fracturas en los ancianos. Sin
embargo, estos efectos negativos en la perfusión cerebral son se
piensa que es a corto plazo y disminuye después de la administración
prolongada de medicamentos. Como resultado, Lai y Laio reiteraron la
importancia de un principio clave para la prescripción de
medicamentos para adultos mayores: “comience con poco y vaya
despacio”. (14)
En lugar de hipotensión y síncope, el riesgo a largo plazo de caídas y
fracturas entre los adultos mayores puede estar más relacionado con
el desarrollo de osteoporosis. Estudios anteriores han demostrado
que la pérdida ósea se asocia positivamente con la presión arterial
sistólica y diastólica. Las personas con hipertensión tienen mayor
excreción urinaria de calcio y mayor movilización de calcio de los
huesos. Se piensa que estos cambios ocurren como resultado de un
aumento en el volumen sanguíneo (ya que la ingesta de sodio
también está asociada positivamente con la excreción de calcio) o
como resultado de un trastorno dentro del túbulo renal. La ingesta
disminuida de vitaminas D y K, que son importantes para la absorción
de calcio, también puede desempeñar un papel. En cualquier caso, la
disminución del calcio sérico estimula la hormona paratiroidea, lo que
aumenta aún más el recambio óseo. Mientras tanto, también se ha
informado que la actividad de la angiotensina II contribuye a la
osteoporosis mediante la activación de los osteoclastos al tiempo que
altera la actividad de los osteoblastos. Estos hallazgos están, por lo
27
tanto, en línea con dos estudios que indican los beneficios de los
antagonistas del receptor de angiotensina II (BRA) y los inhibidores de
la ECA en la preservación de la masa ósea entre ratones y ratas. (18)
Sin embargo, tal descubrimiento de un beneficio para estos fármacos
no es concluyente entre los seres humanos. De hecho, la única
conclusión firme sobre el efecto de las clases de fármacos
individuales parece ser la contraindicación de los diuréticos de asa, ya
que aumentan los riesgos tanto de la hipotensión ortostática como de
la osteoporosis. Además, la asociación general del uso de
antihipertensivos con el riesgo de caídas y fracturas de los adultos
mayores sigue siendo un debate acalorado. Existen numerosos
estudios para respaldar y refutar la noción de que el uso de
antihipertensivos aumenta el riesgo de caídas y fracturas entre los
adultos mayores. Numerosos problemas, incluidas las disparidades
entre los individuos incluidos en los estudios observacionales frente a
los ensayos clínicos, la dosis y la duración del tratamiento, y la edad
del paciente en el momento del inicio de la medicación, aún no se han
investigado a fondo para reconciliar las diferencias entre estos
estudios. (15,17)
Direcciones futuras - Puntos potenciales de intervención:
Dados los riesgos multidimensionales para la salud de la hipertensión
en la vejez, las estrategias de tratamiento para mitigar completamente
cada uno de estos riesgos entre los adultos mayores hipertensos
pueden ser bastante diversas. El desarrollo de este enfoque de
tratamiento también puede requerir diferentes consideraciones para
los adultos mayores que para las poblaciones más jóvenes. Además,
en lugar de tratar simplemente la presión arterial, las terapias
diseñadas para tratar los mecanismos biológicos subyacentes (es
decir, inflamación, estrés oxidativo, disfunción endotelial) pueden
ayudar a prevenir resultados clínicos adversos en esta población. En
particular, debido a las contribuciones subyacentes del envejecimiento
a los cambios en estas funciones biológicas, las intervenciones
28
pensadas para promover la longevidad y / o el envejecimiento
saludable también pueden ser útiles para los adultos mayores con
hipertensión, se han investigado varias posibles "intervenciones de
longevidad" hasta la fecha. Aunque ciertamente se necesita más
estudio relacionado con el uso de estas intervenciones en el contexto
del envejecimiento per se, los estudios futuros podrían considerar la
hipertensión como un modelo potencial para investigar su utilidad
potencial para promover un envejecimiento saludable. (17,18)
Las estrategias de tratamiento para la hipertensión tardía también
pueden tener que incluir cada vez más factores relacionados con el
estilo de vida. Por ejemplo, los beneficios del ejercicio y la actividad
física son bien conocidos e incluyen contribuciones para mejorar la
condición física cardiovascular, la salud ósea, así como las funciones
físicas y cognitivas. Sin embargo, a pesar de los beneficios conocidos
del ejercicio y el hecho de que una recomendación clínica duplica la
probabilidad de cumplir con las pautas de ejercicio, casi uno de cada
cinco pacientes hipertensos no recibe tal recomendación de su
proveedor de atención médica. Además, muchos equipos de atención
médica no implican la consulta con un dietista a pesar de que la dieta
juega un papel importante en el mantenimiento de la presión arterial y
el mantenimiento de la salud en general. Estas áreas pueden
representar oportunidades de mejora a través de la creación de
equipos de atención médica más completos. (19)
A pesar de la utilidad potencial de cada uno de los enfoques
mencionados, las intervenciones más prometedoras para tratar los
múltiples riesgos de la hipertensión tardía pueden ser aquellas que
incorporan múltiples componentes. El aumento de la evidencia indica
que los clínicos y los científicos deben centrarse no solo en las
interacciones farmacológicas, sino que también pueden considerar
otras posibles interacciones entre los tratamientos. Por ejemplo, el
ejercicio y los medicamentos recetados exhiben una variedad de
interacciones biológicas en las que una intervención puede ser crítica
29
para la prescripción adecuada de la otra. En una dirección, el
ejercicio tiene la capacidad de alterar la farmacocinética de los
medicamentos al alterar los parámetros hemodinámicos y
metabólicos. A la inversa, muchas terapias farmacológicas tienen la
capacidad de afectar el rendimiento del ejercicio, por ejemplo, la
respuesta atenuada de la frecuencia cardíaca y la disminución de la
ingesta de oxígeno celular inducida por los bloqueadores beta o la
debilidad del músculo esquelético asociada con el uso de estatinas. Si
bien estos tratamientos pueden tener interacciones negativas que
deben considerarse, también pueden resultar beneficiosos, como lo
demuestra la referencia anterior a los efectos potencialmente
beneficiosos de los medicamentos antihipertensivos y el ejercicio
físico sobre la función física. Por lo tanto, será importante continuar
desarrollando nuestra comprensión colectiva de las interacciones no
solo entre los medicamentos y el ejercicio, sino también con otras
combinaciones de intervenciones. (20)
Finalmente, al igual que con la genética, una mayor consideración del
sexo biológico en el desarrollo de la intervención puede contribuir a
mejorar los resultados de salud entre los adultos mayores
hipertensos. Como se muestra en, las tasas de hipertensión entre las
mujeres más jóvenes son mucho más bajas que en los hombres de la
misma edad, pero aumentan dramáticamente a fines de la mediana
edad. Este aumento relacionado con la edad en la prevalencia de la
hipertensión en las mujeres es atribuible al menos parcialmente a la
rápida disminución de las hormonas sexuales (por ejemplo,
estrógeno) que acompañan a la menopausia. Si bien la influencia de
la menopausia en el aumento de la presión arterial es bien
reconocida, los mecanismos que subyacen a este cambio aún se
están dilucidando. Actualmente, las diferencias sexuales en varios
mecanismos fisiológicos, incluida la actividad nerviosa simpática, la
hemodinámica cardiovascular y la inmunomodulación/inflamación, se
han implicado como posibles factores causales. (21)
30
Además, también se sabe que las diferencias de sexo influyen en una
variedad de cambios fisiológicos relacionados con la edad en varios
tejidos (por ejemplo, cerebro, músculo esquelético, hueso) que son
relevantes para los resultados de salud colaterales entre adultos
mayores hipertensos. Se necesita una investigación continua para
dilucidar completamente los mecanismos que influyen en las tasas
diferenciales de hipertensión entre los adultos mayores y para
determinar si el sexo influye en las tasas de demencia, discapacidad
física y caídas / fracturas en esta población. Una vez que se
responden estas preguntas, puede ser necesario desarrollar
estrategias de tratamiento diferencial para hombres mayores y
mujeres con hipertensión. Como mínimo, el sexo puede considerarse
al menos más cuidadosamente como una variable relevante en el
proceso de toma de decisiones clínicas para esta población. (22,23)
V: MÉTODOS O PROCEDIMIENTOS
5.1 TIPO Y NIVEL DE INVESTIGACIÓN
TIPO DE INVESTIGACIÓN
La investigación de los estilos de vida de pacientes hipertensos
fue de tipo cuantitativo, descriptivo, transversal.
NIVEL DE INVESTIGACIÓN
El nivel de investigación es de Nivel I, por ser de carácter
descriptivo.
31
5.2 MÉTODO Y DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN
MÉTODO DE LA INVESTIGACIÓN
Se realizará encuestas dirigidas a los pacientes que acuden al
servicio del adulto mayor entre junio y noviembre del 2018,
sobre los estilos de ida y las características de su tratamiento,
luego esta información fue tratada en programa Excel y
explicada a través de gráficos y tablas.
DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN
El diseño de la tesis es descriptivo, cuantitativo, transversal.
5.3 POBLACIÓN Y MUESTRA DE LA INVESTIGACIÓN
POBLACIÓN
La población a investigar estuvo formada por 91
pacientes hipertensos del servicio del adulto mayor entre
los meses de junio y noviembre del 2018.
MUESTRA
La muestra fue extraída por la fórmula para
determinación de poblaciones finitas, y fue de 73 pacientes.
32
5.4 TÉCNICAS E INSTRUMENTOS DE LA RECOLECCIÓN DE DATOS
TÉCNICAS
La técnica usada fue una encuesta por aplicación de un
cuestionario a los pacientes hipertensos, previa coordinación con
el área respectiva para el acceso a los pacientes. A dicho
instrumento se le aplico alfa de Cronbach para validarlo.
INSTRUMENTOS
33
El instrumento utilizado fue el cuestinario validado por alfa de
Cronbach.
FUENTES
La fuente fue fuente directa o fuente primaria.
Análisis de fiabilidad
[Conjunto_de_datos0]
Escala: TODAS LAS VARIABLES
Resumen del procesamiento de los casos
a. Eliminación por lista basado en todas
Las variables del procedimiento.
Estadísticos de fiabilidad
34
Resultados: En esta prueba piloto, el Alfa de Cronbach resultó de (0,991), que
significa una buena confiabilidad. Ya que se encuentra dentro del rango de los valores
requeridos (>0,6 ó >0,8).
VI: RESULTADOS
6.1 ANÁLISIS DE TABLAS Y GRÁFICOS
Tabla 1
Pacientes %No hago 17 23.3Mensual 8 11.0Semanal 44 60.3Diario 4 5.5
Frecuencia de ejercicios
Gráfico 1
35
En la tabla 1 se observa que los pacientes no hacen ejercicio en el 23.3%,
hacen ejercicio mensual 11%, semanal 60.3% y diario 5.5%.
Tabla 2
Pacientes %Ninguno 15 20.5Correr 15 20.5Caminar 19 26.0Bicicleta 14 19.2Nadar 10 13.7
Tipo de ejercicios
Gráfico 2
36
En el gráfico 2, acerca del tipo de ejercicio, se tuvo que el 20.5% no hace
ningún ejercicio, 20.5% corre, el 26% camina el 19.2% utiliza bicicleta y el
13.7% nada.
Tabla 3
Pacientes %No hago 15 20.5> a 3 horas 9 12.32 horas 24 32.91 hora 14 19.230 min 11 15.1
Horas de ejercicio
37
Gráfico 3
En el gráfico 3 se observa que en relación a las horas de ejercicio que no hace
ejercicio el 20.5%, hace más de 3 horas el 12.3%, el 32.9% hace 2 horas de
ejercicio, el 19.2% hace una hora de ejercicio y el 15.1% hace 30 minutos de
ejercicio.
Tabla 4
Pacientes %No hago 15 20.5Mañana 11 15.1
Tarde 16 21.9Noche 31 42.5
Momento del ejercicio
38
Gráfico 4
Aquí se observa que momento de ejercicio es que no hace el 20.5%, lo hace en
la mañana 15.1%, en la tarde el 21.9%, y en la noche el 42.5%.
Tabla 5
39
Pacientes %No hago ejercicio 15 20.5A veces me ejercito
11 15.1
Ejercicios a la semana
44 60.3
Todos los días 3 4.1
Como considera su actividad física
Gráfico 5
La actividad física fue preguntada, teniéndose como respuesta que el 20.5% no
hace ejercicio, el 15.1% a veces se ejercita, el 60.3 ejercicios semanales y el
4.1% realiza ejercicios todos los días.
Tabla 6
40
Pacientes %1 vez al día 0 0.02 veces al día 2 2.73 veces al día 62 84.94 veces al día 5 6.8Mas de 4 veces al día
4 5.5
Cuantas veces se alimenta al día
Gráfico 6
El numero de veces que se alimenta por día es de 1 vez al día el 0%, 2 veces
al día el 2.7%, 3 veces al día el 84.9%, 4 veces al dia el 6.8% y más de 4 veces
al día el 5.5%
Tabla 7
41
Pacientes %Desayuno 43 58.9Almuerzo 73 100.0Lonche 10 13.7Cena 51 69.9
Que comidas consume al día
Gráfico 7
Los pacientes indicaron que consumían desayuno el 58.9%, almuerzo el 100%,
loche el 13.7% y cena el 69.9%.
Tabla 8
42
Pacientes %Bastante 11 15.1Regular 20 27.4Poca 29 39.7Sin sal 13 17.8
Cuanta sal consume diariamente
Gráfico 8
Aquí se puede observar que 15.1% de pacientes consume bastante sal, el
27.4% consume regular cantidad, el 39.7% consume poca sal y el 17.8% no
consume sal.
Tabla 9
43
Pacientes %1 vaso 12 16.42 vasos 36 49.33 vasos 15 20.5Más de 3 vasos 10 13.7
Vasos de agua al día
Gráfico 9
La cantidad de vasos de agua al día fue de 1 vaso el 16.4%, 2 vasos el 49.3%,
3 vasos el 20.5% y mas de vasos de agua al día el 13.7%.
Tabla 10
44
Pacientes %Casa 26 27.1Restaurant 24 25.0Calle 12 12.5Otros 11 11.5
Donde consume sus alimentos
Gráfico 10
En el gráfico 10 se aprecia que el consumo de alimentos se da en casa en el
27.1% de pacientes, en un restaurant el 25% de pacientes, en la calle el 12.5%
de pacientes, otros el 11.5%
Tabla 11
45
Pacientes %No veo TV 7 9.61 Hora 9 12.32 horas 7 9.63 horas 46 63.0Mas de 4 horas 4 5.5
Cuantas Horas ve televisión
Gráfico 11
Al preguntar por el número de horas que ve televisión se tuvo que más de 4
horas diarias el 5.5%, 3 horas el 63%, 2 horas el 9.6%, 1 hora el 12.3% y no ve
televisión el 9.6%.
Tabla 12
46
Pacientes %No duerme 12 16.41 hora 26 35.62 horas 12 16.430 minutos 23 31.5
Cuanto tiempo duerme despues de almorzar
Gráfico 12
El tiempo que duerme después de almorzar también fue preguntado y fue de
30 minutos en el 31.5%, de 2 horas el 16.4%, de 1 hora el 35.6% y no duerme
el 16.4% de pacientes.
Tabla 13
47
Pacientes %3 a 4 horas 25 34.25 a 6 horas 61 83.67a 8 horas 12 16.4
Cuantas horas duerme en la noche
Grafico 13
Al preguntarles cuantas horas duerme en la noche se tuvo que 3 a 4 horas
34.2%, 5 a 6 horas el 83.6% y de 7 a 8 horas el 16.4%.
Tabla 14
48
Pacientes %Reuniones familiares
21 21.9
Rauniones parroquiales
17 17.7
Reunión con amigos
45 46.9
Reuniones de adulto mayor
10 10.4
Actividades sociales
Gráfico 14
Las actividades sociales también fueron preguntadas, y de ellas, el 10.4%
acude a reuniones de adulto mayor, el 46.9% a reuniones con amigos, el
17.7% a reuniones parroquiales y el 21.9% a reuniones familiares.
Tabla 15
49
Pacientes %Nunca 8 11.0Siempre 10 13.7Casi siempre 46 63.0A veces 9 12.3
Frecuencia de reuniones sociales
Gráfico 15
El número de veces que acude a reuniones sociales fue preguntado, y el 11%
indico que nunca acudía, el 13.7% que siempre acudía, el 63% que casi
siempre acudía el 12.3% que a veces acudía.
Tabla 16
50
Pacientes %Aromaterapia 12 16.4Musicoterapia 6 8.2Ejercicios de relajación
23 31.5
Ninguno 32 43.8
Terapias alternativas
Gráfico 16
En relación a las terapias alternativas se tiene que el 16.4% hacia
aromaterapia, el 8.2% musicoterapia, el 31.5% ejercicios de relajación y el
43.8% ninguno.
51
Tabla 17
Pacientes %Si 45 61.6No 28 38.4
Toma su medicación diariamente
Gráfico17
Si toma la medicación diariamente se tiene que si tomaban diariamente su
medicación el 62% y que no lo hacia el 38%.
52
Tabla 18
Pacientes %No consume 10 13.7Diario 5 6.81 vez a la semana 17 23.3Mensual 41 56.2
Cada cuanto consume alcohol
Gráfico 18
El consumo de alcohol también fue preguntado y se tuvo que el 13.7% no
consumía alcohol, el 6.8% consumía diariamente, el 23.3% 1 vez a la semana y
el 56.2% una vez al mes
53
Tabla 19
Pacientes %Si 51 69.9No 22 30.1
Consume café
Gráfico 19
Al preguntarles si consumían café, el 69.9% dijo que si consumía y el 30.1%
dijo que no consumía.
54
Tabla 20
Pacientes %Si 14 19.2No 59 80.8
Consume cigarrillos
Gráfico
El consumo de cigarrillos fue consultado y se tuvo que el 80.8% no consumía
cigarrillos y el 19.2% si los consumía.
55
HIPÓTESIS GENERAL:
Hi Los estilos de vida en pacientes con diagnóstico de hipertensión arterial
en el servicio del adulto mayor en el hospital de San Juan de Lurigancho
en el periodo junio a noviembre del 2018 son inadecuados.
Ho Los estilos de vida en pacientes con diagnóstico de hipertensión arterial
en el servicio del adulto mayor en el hospital de San Juan de Lurigancho
en el periodo junio a noviembre del 2018 son adecuados.
Frecuencias obtenidas de la Hipótesis General
Fe = (TMR) (TMC)
N
TMR = Total Marginal de Renglón
TMC = Total Marginal de columna
N = Número total de frecuencias de cuadro
56
Fórmula de CHI cuadrada
X2 = (fo – fe) 2
fe
Comparar el resultado de CHI cuadrada
gl = (r-1) (c-1)
gl = Grados de libertad
r = Renglones del cuadro gl = 3.841 (Tabla Confianza 95%)
c = Columnas del cuadro
SE ACEPTA LA HIPÓTESIS GENERAL
57
gl = (2-1) (2-1) = 1
VII: CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
CONCLUSIONES
1. Los pacientes tienen estilos de vida acorde a los requerimientos para su
enfermedad y llevarla de la mejor manera.
2. La cantidad de alimentos que consumen es la adecuada para su
condición patológica.
3. Los pacientes no tienen una vida sedentaria, y realizan ejercicio al
menos una vez a la semana, sumado al estar frente al televisor a lo
mucho 3 horas, ayuda a mejorar sus condiciones de vida.
4. Los pacientes realizan actividades sociales, lo que favorece a mejorar su
calidad de vida y reducir los problemas secundarios de su enfermedad.
58
RECOMENDACIONES
Educar a los pacientes en estilos de vida saludables, a fin de mejorar su
la calidad de la misma.
Brindar mayores capacitaciones al personal de salud en orientación
educativa a los pacientes para reducir las comorbilidades de la
enfermedad hipertensiva que tienen.
Se debería estudiar en otros hospitales las condiciones de los pacientes
hipertensos a fin de establecer programas y medidas preventivas para
reducir los problemas secundarios de esta patología.
Asegurar los estilos de vida a través de visitas domiciliarias para
certificar que se cumplen a cabalidad las indicaciones y reducir los
gastos por esta patología que se le genera al estado.
59
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62
ANEXOS
63
ANEXO 01. MATRIZ DE CONSISTENCIA
ESTILOS DE VIDA EN PACIENTES CON DIAGNÓSTICO DE HIPERTENSIÓN ARTERIAL EN EL SERVICIO DEL ADULTO MAYOR EN EL HOSPITAL DE SAN JUAN DE LURIGANCHO EN EL PERIODO JUNIO A NOVIEMBRE DEL 2018
PROBLEMA OBJETIVOS HIPOTESIS VARIABLESDIMENSION
ES
TECNICA DE INSTRUMENTA
CION
POBLACION Y MUESTRA
PROBLEMA PRINCIPAL
¿Cuáles son los
estilos de vida en
pacientes con
diagnóstico de
hipertensión arterial en
el servicio del adulto
mayor en el hospital
de San Juan de
Lurigancho en el
periodo junio a
noviembre del 2018?
OBJETIVO GENERAL
Determinar los estilos de
vida en pacientes con
diagnóstico de
hipertensión arterial en el
servicio del adulto mayor
en el hospital de San
Juan de Lurigancho en el
periodo junio a
noviembre del 2018.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Conocer las
HIPÓTESIS GENERAL
Los estilos de vida en
pacientes con
diagnóstico de
hipertensión arterial
en el servicio del
adulto mayor en el
hospital de San Juan
de Lurigancho en el
periodo junio a
noviembre del 2018
son inadecuados.
Estilos de vida
Hipertensión
arterial
Estilos de vida
Clínica
Encuesta POBLACIÓN
La población a
investigar estuvo
formada por 91
pacientes
hipertensos del
servicio del adulto
mayor entre los
meses de junio y
noviembre del
2018.
MUESTRA
La muestra fue
extraída por la
fórmula para
determinación de
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PROBLEMA SECUNDARIOS
¿Cuáles son las
características de los
pacientes con
diagnóstico de
hipertensión arterial en
el servicio del adulto
mayor en el hospital
de San Juan de
Lurigancho en el
periodo junio a
noviembre del 2018?
¿Cómo son los estilos
de vida de los
pacientes con
diagnóstico de
hipertensión arterial en
el servicio del adulto
mayor en el hospital
de San Juan de
Lurigancho en el
periodo junio a
características de los
pacientes con
diagnóstico de
hipertensión arterial en el
servicio del adulto mayor
en el hospital de San
Juan de Lurigancho en el
periodo junio a
noviembre del 2018.
Conocer los estilos de
vida de los pacientes con
diagnóstico de
hipertensión arterial en el
servicio del adulto mayor
en el hospital de San
Juan de Lurigancho en el
periodo junio a
noviembre del 2018.
Determinar la adherencia
al tratamiento de los
pacientes con
diagnóstico de
hipertensión arterial en el
HIPÓTESIS SECUNDARIAS
Las características de
los pacientes con
diagnóstico de
hipertensión arterial
en el servicio del
adulto mayor en el
hospital de San Juan
de Lurigancho en el
periodo junio a
noviembre del 2018
determinan su calidad
de vida.
Los estilos de vida de
los pacientes con
diagnóstico de
hipertensión arterial
en el servicio del
adulto mayor en el
hospital de San Juan
de Lurigancho en el
periodo junio a
poblaciones finitas,
y fue de 73
pacientes.
65
noviembre del 2018?
¿Cómo se realiza la
adherencia al
tratamiento de los
pacientes con
diagnóstico de
hipertensión arterial en
el servicio del adulto
mayor en el hospital
de San Juan de
Lurigancho en el
periodo junio a
noviembre del 2018?
servicio del adulto mayor
en el hospital de San
Juan de Lurigancho en el
periodo junio a
noviembre del 2018.
noviembre del
2018mantienen
controlada su
enfermedad.
La adherencia al
tratamiento de los
pacientes con
diagnóstico de
hipertensión arterial
en el servicio del
adulto mayor en el
hospital de San Juan
de Lurigancho en el
periodo junio a
noviembre del 2018
es pobre.
66
ANEXO 02: CONSENTIMIENTO INFORMADO
ANEXO 03. ENCUESTA
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69
70
ANEXO 04: VALIDACIÓN DE EXPERTOS
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