TRASTORNOS DE
LOS HÁBITOS Y EL
CONTROL DE
IMPULSOS
Psic. Gustavo J. Proleón Ponce
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DEFINICIÓN
Son conductas heterogéneas y nocivas para
el propio sujeto o para los demás, las
cuales se producen por la decisión de
satisfacer determinados deseos
experimentados por él.
En la práctica judicial estos trastornos
son más errónea o tendenciosamente
invocados que acertadamente
diagnosticados, ya que se plantea su
hipotética existencia para tratar de
convertir en «patológica» determinada
conducta que se desea «justificar»
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CLEPTOMANÍA
En ella el sujeto, sin cómplices, incide en una serie de pequeños hurtos,
con los que satisface la necesidad de apropiarse para sí de
determinados objetos que carecen de valor material.
La motivación para la ejecución de estos actos nunca es el lucro, ni
siquiera el uso, pues estos objetos, no bien se obtienen, son botados,
regalados o escondidos. Pueden ser, por ejemplo; ceniceros, bolígrafos,
lápices, adornos pequeños, similares.
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No se trata de un robo común y
corriente, cometido por una
persona que «no tiene necesidad
de hacerlo»
Puede deberse a algún trastorno,
rasgo de personalidad (tacañería,
la necesidad de riesgo, el
oposicionismo, «diversión de
cuello blanco» o malos hábitos),
pero no cleptomanía.
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En lo subjetivo, el cleptómano no vivencia la contradicción
interna (Sentimiento de culpa), de estar cometiendo una
trasgresión del rango del delito, pues no desea apropiarse de
algo cuya pérdida resulte patrimonialmente trascendente para
alguien.
ANALISIS MÉDICO LEGAL.- El escaso valor de los objetos
sustraídos no tipifica delito; salvo que se apodere de un objeto
de valor. Pero, los cleptómanos no son inimputables.
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En ella el sujeto cede al impulso de
prenderles fuego a las propiedades y
objetos, sin otro deseo que el de
disfrutar el incendio en suerte de
espectáculo, ajenos a intenciones de
venganza, lucro, terrorismo, sabotaje,
ganancia o similares.
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PIROMANÍA
El pirómano con frecuencia recurre a temas y prácticas
vinculados al fuego;
Se siente atraído por los equipos, trajes y vehículos
propios de los bomberos;
Desde pequeños tienen antecedentes de jugar
demasiado insistentemente con fuego;
Tiene antecedentes de haber provocado algún incidente
de importancia con la práctica del fuego;
Algunos son coleccionistas de artículos y fotografías
relativos al fuego y los bomberos, hasta con fines
ornamentales.
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EN EL CASO DE LA PIROMANÍA DEBE DESCARTARSE:
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1. Que no se trate de un psicótico que prende fuego por
sus ideas delirantes.
2. La intencionalidad o negligencia de una personalidad
antisocial.
3. Los accidentes por olvido o desatención de un demente
o un retrasado mental.
4. Terrorismo y similares motivaciones.
5. Otras acciones delincuenciales.
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ANALISIS MÉDICO LEGAL.-
La manifestación de conducta de estos trastornos tiene
tipificación delictiva.
Se debe a un impulso patológico.
El pirómano es consciente y con capacidad de culpabilidad;
que asiste, prepara, ejecuta y oculta su autoría. Por lo que es
imputable.
La posibilidad de reincidencia existe; se recomienda se
mantenga comunicación con ellos, aún después del
cumplimiento de su condena.
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EL JUEGO PATOLÓGICO Y PRODIGALIDAD
El juego es una actividad inherente al ser humano. Es una
actividad que se utiliza para la diversión y el disfrute de los
participantes; en muchas ocasiones, incluso como herramienta
educativa. También un juego es considerado un ejercicio recreativo
sometido a reglas y están presentes en todas las culturas.
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La ludopatía o adicción al juego figura como una
enfermedad.
De forma compulsiva el sujeto se entrega al juego,
en perjuicio de sus valores y sus obligaciones
laborales, familiares, políticas y otras.
El juego es la principal motivación, aunque puedan
admitir el perjuicio y riesgo para su patrimonio, se
declaran incapaces o no dispuestos a abandonar su
práctica.
EL JUEGO PATOLÓGICO O LUDOPATÍA
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PREVALENCIA DEL JUEGO PATOLÓGICO
En Europa el gasto por habitante en juegos de azar, con
una media de 630 Euros anuales.
El drama del juego patológico afecta a 1’670,000
españoles de los cuales:
- 600,000 son jugadores patológicos
- 900,000 son jugadores problemas (éstos rozan la
ludopatía, pero no incurren en detalles como faltar al
trabajo por jugar o pedir dinero prestado para jugar)
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Coinciden que los datos estadísticos
presentados muestran sólo la punta del
ICEBERG, esto debido a que:
Persiste la creencia de que el juego
patológico no es una enfermedad, sino un
vicio.
Ocultan o niegan el problema por parte del
que padece la enfermedad y familiares.
Falta de formación de médicos, psiquiatras,
psicólogos en la detección e intervención
del juego patológico.
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Alta permisividad social y legal hacia el juego patológico.
Promoción del juego para obtener altas ganancias.
Cualquier persona adicta al juego tarda entre 6 á 10 años antes
de dar a conocer el problema.
Visión machista de que el juego es una cosa de hombres:
- Sólo el 7% de mujeres afectadas reciben ayuda sobre el 36%
de los varones.
La adicción a los juegos de azar empieza a edades muy
tempranas.
En España más de un millón y medio de personas tienen
problemas con el juego.
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Existen dos o tres varones por cada mujer.
El mayor grupo se sitúa entre los 18 y los 40 años de
edad.
El 40% tienen entre 18 y 30 años de edad.
Tienen un menor nivel educativo.
Son de clase media o media baja.
No hay diferencia en el estado civil ni ocupación laboral;
pero, se observa con mayor frecuencia las amas de casa,
los jubilados y los que tienen trabajos eventuales.
PERFIL DEL LUDOPATA
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Viven en una gran ciudad (cuanto mayor es la ciudad,
mayor es el número proporcional de jugadores
patológicos).
Han tenido contacto temprano con el juego de apuesta (10
a 12 años de edad).
El desarrollo de los problemas de juego está asociado a
acontecimientos vitales estresantes (divorcio,
fallecimientos, malos tratos, etc.)
Suelen existir antecedentes familiares de adicción al juego,
al alcohol, drogas o a otros tipos de sustancias.
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EL JUEGO PATOLÓGICO DESDE LA ÓPTICA DEL DERECHO CIVIL
El jugador patológico es un enfermo que puede malgastar en
forma absurda y enfermiza el patrimonio personal y familiar;
Entraría a la llamada PRODIGALIDAD, concepto jurídico que
traduce el gasto excesivo, desproporcionado y peligroso que
puede efectuar un sujeto, poniendo en peligro injustificado su
patrimonio (De la Gándara 2002)
19CAUSAS DE LA CONDUCTA PRODIGA:
Dependencia de sustancias;
Psicosis maniaco – depresiva en fase maniaca;
Trastorno de personalidad antisocial y límite.
CARACTERÍSTICAS DE LA PRODIGALIDAD:
Se requiere una conducta habitual; que los gastos excesivos sean
habituales;
Que dicha conducta sea esencialmente condenable; las personas
opinan que dicha persona es dilapidadora de sus bienes, consume
cosas vanas, inútiles, superficiales, en desproporción con sus
posibilidades.
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La conducta ha de crear un riesgo injustificado para el
patrimonio mediante un gasto excesivo y
desproporcionado; acciones que van en perjuicio de su
familia.
La declaración de prodigalidad, más que carácter
sancionador, tiene el carácter de una medida preservativa,
preventiva o protectora del peligro o riesgo de ruina.
El objetivo de dichas medidas es la protección del incapaz
y de su familia inmediata, respecto a todo lo que se deriva
de la pérdida súbita o progresiva del patrimonio.
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CONCEPTO DE JUEGO PATOLÓGICO EN
PSICOLOGÍA JURÍDICA
Se encuadra dentro de los trastornos del control de
impulsos.- Es un comportamiento de juego desadaptativo,
persistente y recurrente, que altera la continuidad de la vida
personal, familiar o profesional (Criterio A).
El comportamiento de juego no puede explicarse mejor por
la presencia de un episodio maníaco (Criterio B).
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Por tanto, la conducta de jugar se considera que es
patológica cuando el individuo pierde la libertad de
jugar y el juego deja de ser un entretenimiento
pasando a ser una necesidad prioritaria, con el
consiguiente deterioro de la vida individual, familiar y
social. Son personas crónica y progresivamente
incapaces de resistir el impulso de apostar, poniendo
en compromiso la vida y la actividad vocacional a
causa del juego.
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TIPOS DE JUGADORES:
El jugador compulsivo.
El jugador social, ocasional o de tiempo libre.
El jugador profesional.
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EL JUGADOR COMPULSIVO.-
FASES:
1. DE INDUCCIÓN Y DE GANANCIAS.
2. DE PÉRDIDAS.
3. DE DESESPERACIÓN.
Descubre el juego al azar en la adolescencia; en un inicio pertenece al
jugador social o de tiempo libre.
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1. FASE DE INDUCCIÓN Y DE GANANCIAS;
Se siente fascinado, excitado.
Entra en un círculo como una forma de evadir y liberar tensión a través
del juego.
Sus ganancias actúan como refuerzo positivo, que favorece éstas
conductas de juego.
Se ilusionan en ganar más dinero (distorsión cognitiva).
2. FASE DE PÉRDIDAS;
La inversión de dinero y tiempo aumenta hasta descompensar al
jugador.
El jugador sigue pensando que puede ganar, infravalora las pérdidas
por el juego.
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Centra su atención en las ganancias pasadas, presentes y las
que están por venir.
En esta fase empieza a pedir prestado dinero de sus amigos.
Aparecen sus primeros hurtos.
Deteriora sus relaciones familiares, sociales y los conflictos en
el trabajo.
El jugador se torna inquieto, irritable.
3. FASE DE DESESPERACIÓN;
Su situación económica es insostenible, grandes deudas y
tensión emocional.
Sufre trastornos derivados de la ansiedad reactiva:
Nerviosismo, irritabilidad, depresión, trastorno del sueño y
alimentación.
En esta fase puede aparecer ideación suicida e intentos de
Autólisis.
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RASGOS QUE SUBYACEN AL JUGADOR PATOLÓGICO:
Impulsividad.
Rasgos psicopáticos.- Falta de remordimientos, incapacidad para
aprender de la experiencia, narcisismo, impulsividad, conductas
adictivas.
Depresión.
Ansiedad.
Según GONZALEZ (1988).- En una investigación a 40 jugadores
patológicos y con el test del MMPI (Inventario Multifásico de
Personalidad de Minnesota) encontró: Depresión, esquizofrenia,
psicastenia y desviación psicopática.
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EL JUGADOR SOCIAL, OCASIONAL O DE TIEMPO LIBRE.-
Juega ocasionalmente.
Lo hace por entretenimiento, satisfacción o en una relación
social.
No pierde el control de la actividad.
Tiene la libertad de abandonarlo cuando quiera,
independientemente del dinero invertido o del resultado
obtenido.
Controla el gasto y el tiempo; es disciplinado.
No presenta conflictos familiares, laborales o económicos
debidos al juego.
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EL JUGADOR PROFESIONAL.-
El juego se convierte en una forma de «ganarse la vida» de toda
la familia.
El juego es una forma de vida sencilla y despreocupada.
Controla exhaustivamente sus apuestas.
Planifica sus acciones.
Utiliza estrategias rigurosas y planeadas.
Contempla objetivos a mediano plazo.
Saben esperar su premio.
Para ellos no son juegos al «azar» sino juegos de «habilidades»
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DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL: El perfil antisocial.-
La trasgresión de normas es una de las consecuencias del
juego patológico.
Una vez agotadas las fuentes de financiamiento legal es
frecuente recurrir a la comisión de delitos para obtener
dinero y seguir jugando (Secades 1998).
El juego patológico es una adicción, en tal sentido su
libertad para jugar está mermada o anulada.
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NIXON.- Para el diagnóstico del juego patológico, ofrece ocho (8) puntos
que descartan que el juego patológico sea debido a una personalidad
antisocial:
Desajuste laboral a lo largo de toda la vida, con muchos empleos de
baja categoría e inestabilidad laboral.
Evidencia de conducta delictiva o criminal antes de los 15 años.
La historia biográfica revela patrones de incapacidad para mantener
un buen rendimiento a lo largo de determinados períodos de tiempo
(en el trabajo, en la escuela, en las relaciones interpersonales).
Evidencia de conducta sexual precozmente agresiva, abuso de
alcohol y/o drogas ilícitas.
Pautas de conducta con constante incapacidad para aceptar
las normas sociales y actuar dentro de la ley.
No existe evidencia de su habilidad para funcionar como
pareja conyugal y padre/madre.
No existe evidencia acerca de su capacidad para formar y
sostener relaciones duraderas, estrechas, cálidas y
responsables con familia, amigos o novios (as).
Evidencia de prolongada hospitalización o encarcelamiento
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El DSM – IV – R, advierte que debe hacerse un diagnóstico diferencial
con un episodio maníaco, debido a que dicha alteración conlleva una
pérdida de juicio crítico.
El trastorno límite de la personalidad posee características compatibles
con la aparición de problemas con el juego.
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