Bravo Claudia - González Aldana - Soria M. Laura
Secreto Secreto en el en el ReinoReino
Bravo Claudia - González Aldana - Soria M. Laura
Había una vez un Principepe…
¡Hola soy
Pepe!
…un Principepe comunista.
¡Hola soy
Marx!
Él, a lo largo de su vida, se dio cuenta de que
su destino no era “dividir y gobernar” sino luchar junto al pueblo.
La nobleza no era lo suyo, él quería ser
sólamente Pepe…
...“El Verdulero”
Pero su madre…
…la Reina Isabel,
no estaba de acuerdo.
Cansada de zurdismo en el palacio real,
decidió llamar a Jacinto Flauta…
…encantador de príncipes.
Charlaron acerca del negocio y, tranquila porque su hijo ahora estaba en buenas
manos, la Reina lo dejó todo a disposición de
Jacinto Flauta.
Jacinto estaba muy tranquilo porque…
…tenía un As bajo la manga.
Decidió tocar su flauta…
…y convertirse así en…
…Jacinta Canosa, “La Principessa”
Confundida y asombrada, la Reina dio comienzo al plan.
Jacinta, hermosa y resplandeciente, fue en
busca de su Principepe
Montada en su caballo, recorrió largos caminos.
Hasta que lo encontró mirando cómo la
tarde cubría al pueblo.
Principepe se enamoró a primera vista.
Todas las tardes salían a andar a caballo, le
daban de comer a los pajaritos,
tomaban helado
escuchaban Boom Boom Kid y se divertían
como nunca antes en sus vidas.
Hasta que un día…
…mientras Principepe leía “El Capital”…
…a Jacinta se le escapó una idea, una idea
anticomunista.
Jacinta quería matar a todos los pueblos gitanos.
Principepe, muy triste
y con el corazón comunista roto,
decidió irse, alejarse de Jacinta Canosa.
Y se fue cabalgando muy lejos…
En ese momento, Jacinta Canosa…
o mejor dicho Jacinto Flauta…
…se dio cuenta de que el plan había fallado
y que sus sentimientos hacia Pepe eran reales.
Entonces fue a ver a la Reina
y le dijo que abandonaba el plan porque
estaba enamorado de Principepe.
Jacinto Flauta montó su corsel
y cabalgó en busca de Principepe …
Hasta que lo encontró
Se acercó rápidamente
y le contó toda la verdad. Incluso lo que sentía por él.
Principepe lo miró a los ojos,
y descubrió que todo lo que pasó, aquellos
días de primavera, fue real.
Entonces, Pepe renunció al trono para poder abrir con Jacinto una verdulería.
Y así fue como juntos, en el campo, vivieron felices…
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