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Remembranzas
de la Promocin
Brig. Mateo Garca Pumacahua
Acaso fueron
perros?
Una Maravilla
2013
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HECHO EL DEPSITO LEGAL EN LA BIBLIOTECA
NACIONAL DEL PER N 2013 - 15470
Autor Editor: Tolomeo Aliaga Quispe
Direccin: Calle Juan Manuel Iturregui N 485 Lambayeque
Telf: 074-505442 - Celular: 963535643 - RPM: # 963535643
Email: [email protected], [email protected]
1 Edicin: Octubre 2013
Tiraje: 1000 ejemplares
Imprenta CNEO
De: Eloy Bravo Cneo
Domicilio legal: Burga Puelles N876 Lambayeque
Telfono: 074 601825
Fotos: Luis Gonzalo Muoz Tuesta
Correccin de estilo: Gilbert Delgado Fernndez
Portada: Anillo de la Tercera Promocin Brig. Mateo Garca
Pumacahua
Contraportada: Biografa del autor y promocionales triunfadores
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Dedicatoria
A Dios Todopoderoso y Eterno
A todos los seores Supervisores, Tcnicos y
Sub Oficiales de la III Promocin ETE
Brig. Mateo Garca Pumacahua
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INDICE
Prlogo 5
Introduccin 9
En busca de una oportunidad 13
Ingreso, Incorporacin y marcha del pato 16
Dormir en atencin y no caminar 27
Almuerzo y Brindis de Bienvenida 32
Convertidos en perros y cuervos 37
Baja con tambores 42
Primera ceremonia de Graduacin 44
Los Instructores 47
Vacaciones y escogen especialidad 49
Rutina, Jueves y control del orden interno 52
Deportistas calificados 56
Algunas imgenes de la Promocin 58
La Graduacin 62
Primer destino laboral 70
Descansan en Paz 75
En el extranjero y Auxiliar de Agregado Militar 76
Ancco: Comando, Ranger y Lancero 78
Modelo 27 79
Dios les dio una compaera 80
Ascenso a militar de segunda y otra vez militares
de tercera 82
Al estudio 87
Promocionales triunfadores 88
Alcanzaron el mximo grado 89
Tcnicos Supervisores de Comando 90
Tcnico Superior General del Ejrcito 93
Pluma literaria 97
Agradecimiento 110
Eplogo 111
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Prlogo
Luciendo, nuevamente, como remate de ttulo la frase Una
maravilla, que ya ha hecho caracterstica en su programa de TV
virtual, Tolomeo Aliaga Quispe nos presenta su cuarta entrega (antes
fueron Versos escogidos para declamar, Por qu de tercera, mi
General? y Semana Santa y algo ms de Lambayeque) en la cual su
diestra pluma nos mueve de la realidad a la ficcin, de la recreacin
a la reflexin, del halago a la crtica soterrada, del silencio a la voz
que cuestiona como si de un efecto pendular se tratase a travs de
sus ancdotas en las que colisionan lo agridulce de la vida
encarnadas en las experiencias de Tolucho (hipocorstico de
Tolomeo y vaso comunicante de sus obras), un aspirante y luego
ingresante a la ETE., mediante quien asistimos a los sinsabores de la
rutina militar. As, contina la saga iniciada con Por qu de
tercera, mi General? del cual el mismo autor seala: Es un libro
que busca, que grita, que ruega por que la inclusin social llegue
tambin a las Fuerzas Armadas y la Polica Nacional del Per
Para que en este siglo XXI, dejen de existir militares y policas de
tercera
De esta manera, Tolomeo Aliaga inicia un cuestionamiento a
la institucin castrense oficial y los valores que promueve, a los que
considera un tanto desfocalizados con respecto de las pretensiones
de humanizacin tan preconizadas por la sociedad actual.
Dentro de esta sociedad, el binomio educacin-
militarizacin y sus riesgos fue tratado por Mario Vargas Llosa en
La ciudad y los perros (Premio Biblioteca Breve 1962 y publicada
en 1963) en donde de los egresados, principalmente el Jaguar y El
Poeta quienes delinean al joven de la poca, ninguno seguir la
carrera militar y quizs ninguno fue bien educado, en lo que a
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educacin estrictamente atae. Mediante el capitn Garrido, en la
obra citada, nos enteramos del ideal educativo del aula-cuartel:
lo primero que se aprende en el ejrcito es a ser hombres. Los
hombres fuman, se emborrachan, tiran contra, culean.
En el otro extremo, el fanatismo del teniente Gamboa deja
en claro: Pero si hay algo que he aprendido en la escuela militar es
la importancia de la disciplina. Sin ella todo se corrompe, se
malogra. Nuestro pas est como est porque no hay disciplina ni
orden. Nuestros colegios han quedado obsesionados con esa
utpica disciplina la cual intentan alcanzar mediante la imposicin
del uniforme, el corte de cabello y el tono a sargento, en una irrisoria
parodia de cuartel. El enfermero que impide al Poeta, Alberto
Fernndez, ver al Esclavo, Ricardo Arana, una vez herido, exclama:
En este colegio todos son unos salvajes.
Queda en claro que Vargas Llosa no simpatiza con lo
militaresco como frmula del hombre deseado para el cambio social.
El gobierno corrupto de un militar, Manuel A. Odra y su ochenio,
criticado en Conversacin en la catedral (1969), deja sobrando las
palabras.
Volviendo a Tolomeo Aliaga, el detalle de la categorizacin
de tercera aparte de lo de sub; luego el lapidante calificativo
perros o cuervos son la invitacin tangible a los lectores, la
provocacin para una mirada mucho ms profunda y crtica (de
crisis= ruptura, hay que aceptar en este caso como ruptura de un
modelo obsoleto) con respecto de los actos repetidos decenio tras
decenio debido a la inercia, al anquilosamiento de la razn que
impera en nuestras instituciones. Una muestra de ello nos la da
Tolomeo Aliaga: Haber vestido el uniforme del soldado tcnico
peruano y haber pasado muchos aos por las filas de una institucin
castrense, quiz los mejores aos de la vida, nos hacen al margen
de la exclusin, discriminacin y humillaciones dignos herederos
de aquellos hroes que ofrendaron su vida en el cumplimiento del
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deber patritico. La herencia de esos hroes agregada a la exclusin,
discriminacin y humillacin no es otra cosa que el patrioterismo
romntico del siglo XIX, aquel que quiere que nuestros hijos vayan a
la guerra a dar la vida en resguardo de los intereses de ciertos grupos
econmicos resguardados tras engaosos idealismos.
Ahora, se quedaban en la Escuela a merced de 250 alumnos de la
primera promocin, muy buenos y ejemplares; y 500 de la segunda
promocin, speros, odiosos, que solo pensaban en masacrar a
los ingresantes a quienes les dijeron que a partir de ese momento se
convertan en perros, por lo que, vidos de vengarse de lo que a
ellos les haban hecho, los miraban como presas para saciar sus
apetitos. El maltrato como medio justificado con tal de alcanzar la
formacin disciplinaria? O, ms bien, humillacin y salvajismo en
crculos interminables avalados por torcidos valores? Dilema que se
resuelve explcitamente: Todos eran iguales. Daba miedo mirarlos
porque en sus miradas haba ira, rencor, venganza O, acaso, la
intencin de formarlos fsicamente? De ah que cuando la voz
omnisciente que formaliza el relato avale estos procedimientos
adquiera, ms bien, un sentido a irona: Es triste, humillante, cruel,
pero necesario para la formacin, para saber conducirse en la
Escuela.
En este microcosmos que representa la ETE, Tolucho
descubre la dinmica de un abuso generalizado: Cholos sometidos
por otros cholos, tal como pasa en nuestra sociedad. Imposible no
pensar en Hobbes. Pero este tono testimonial y de denuncia no queda
anclado en el pasado, sino que se yergue en un continuismo: Todo
esto lo soportaron y lo vienen soportando miles de curtidos Tcnicos
y Sub Oficiales que en estos momentos sirven a la patria a lo largo y
ancho del Per.
Aleccionadores los casos de sub oficiales que ampliaron sus
horizontes como legndonos que aun por encima de los baldones que
representan los rancios valores institucionales la naturaleza humana
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se abre camino hacia la superacin motivada por un afn de
perfeccin inquebrantable, trascendental. Tolomeo Aliaga, rescata
estos hechos porque, al par de su sinceridad, su voz trasmite
optimismo y un amor inquebrantable por la patria y las instituciones,
aunque mal representadas y dirigidas, pero susceptibles de cambiar y
ese cambio llegar, justamente, por voces que enjuician
desapasionadamente y desde adentro. Tal es el caso de Tolomeo
Aliaga y su cuarto vstago literario que hoy me digno prologar.
Gilbert Delgado Fernndez
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Introduccin
Haber vestido el uniforme del soldado tcnico peruano y
haber pasado muchos aos por las filas de una institucin castrense,
quiz los mejores aos de la vida, nos hacenal margen de la
exclusin, discriminacin y humillaciones dignos herederos de
aquellos hroes que ofrendaron su vida en el cumplimiento del deber
patritico. Ahora, en la nebulosa tarde de nuestra existencia, al
cumplir 35 aos de haber egresado de la Escuela Tcnica del
Ejrcito, afloran muchos recuerdos que pasaron y no volvern jams.
En las siguientes pginas, trataremos de recordar algunos.
Y es que, en el ocaso de la vida, cuando ingresamos raudos a
la tercera edad, muchos de nosotros ya abuelos, vuelven, cual
bandadas de palomas que regresan al vergel, los recuerdos de esa
plyade de muchachitos anhelantes de triunfar en la vida con quienes
postulamos hace treintisiete aos a la que sera nuestra Alma Mater.
Desde Tumbes hasta Tacna, de la costa, sierra y selva,
dejando chacras y ganados, dejando trochas y mitayo, dejando
familias, dejando novias o enamoradas, con nuestros dejos y
motes, con nuestras costumbres y tradiciones, repletos de ilusiones
llegamos en busca de un camino hacia la superacin sin saber, acaso,
que seramos choleados y maltratados hasta el extremo de hacernos
sentir perros y tratarnos como tales.
Luego de un riguroso Examen de Admisin, 300 jvenes
alcanzamos una vacante para ser Alumnos de la ETE. Aquella
maana inolvidable del jueves 21 de octubre de 1976, los rayos del
tibio sol matinal caan sobre las paredes de la que sera nuestra
Escuela. En la Guardia de Prevencin, un gallardo Oficial al mando
de un grupo de disciplinados alumnos que cumplan su servicio,
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orden que las puertas de la Escuela se abrieran de par en par, para
acogernos en su seno.
De pronto, las desaliadas, sinceras y francas palabras del
Crl Ing Jos Francisco Olivera Larribieri, Director de la ETE, nos
hacan conocer que a partir de ese momento, ramos Alumnos de
una Escuela Militar de reciente creacin que naci el 13 de mayo de
1975 y que tena como misin formar integralmente a los futuros
Soldados Tcnicos del Ejrcito, los mismos que se constituan en la
columna vertebral de esta gloriosa institucin.
Nos dej bien en claro que, a partir de ese momento, bamos
a entrenar para ser combatientes de primera en la guerra
convencional como la que ocurri en 1981 y 1995 contra
Ecuador y la guerra no convencional contra los enemigos
internos; as como para participar en el desarrollo nacional ya que,
lejos de defender los mezquinos intereses de pequeos grupos,
nosotros estbamos para defender los sagrados intereses de la patria.
Con aquellas palabras nos incorporamos y, luego de das y
semanas de frrea formacin castrense, algunos de nuestros
compaeros no soportaron las inclemencias propias de la formacin
militar y optaron por la retirada siendo reemplazados
inmediatamente por quienes seguan en el cuadro de mritos del
Examen de Admisin, a quienes llaman cuervos de la Promocin.
De igual forma, ya en las postrimeras de dicha formacin,
dos de nuestros compaeros fueron dados de baja por infringir las
normas reglamentarias. Al concluir la misma, aquel 15 de Diciembre
de 1978, en una imponente ceremonia se graduaron 298 gallardos
Sub Oficiales del Ejrcito del Per, a quienes con fecha 1 de Enero
de 1979 el Estado peruano nos convirti - como para humillarnos
an ms - en militares de tercera, otorgndonos el peyorativo
grado de Suboficiales de tercera.
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Desde entonces, en el trajinar por las diferentes Unidades y
Dependencias del Ejrcito, a lo largo y ancho del territorio nacional,
cumplimos a cabalidad con nuestra sagrada misin coadyuvando a la
defensa, desarrollo y pacificacin del Per.
Algunos participaron en la desocupacin de Falso Paquisha,
Falso Machinaza y Falso Mayaico en 1981 hasta donde,
subrepticiamente, haban ingresado los ecuatorianos haciendo creer
al mundo que era su territorio. A nuestra Promocin le cupo el honor
de defender los sagrados intereses de la Patria en esa contienda.
Tambin lo hicieron cuando los grupos terroristas de
Sendero Luminoso y del MRTA asolaron, con sus demenciales
acciones, derribando torres de alta tensin, colocando coches bomba,
atacando poblados, asesinando selectivamente a hermanos del Per
profundo. All, estuvo nuestra Promocin contribuyendo hasta
conseguir la tan ansiada Pacificacin Nacional. Ms tarde,
encontramos a la Promocin en el Conflicto de la Cordillera del
Cndor (1995), cuando despus de 50 aos, por fin se logra la firma
el Tratado de Paz con el Ecuador.
Ahora, a 35 aos de haber egresado de nuestra Alma Mater,
la mayor parte de los integrantes de la Promocin han pasado a la
Situacin de Retiro, pero han quedado hasta la fecha, diramos, los
mejores; aquellos que por su perseverancia, su amor, entrega y
sacrificio, as como por su disciplina, lealtad y honestidad lema
que qued impregnado en sus mentes, hoy ostentan el grado y el
cargo honorfico de Tcnicos Supervisores de Comando que les ha
conferido el Ejrcito a los Tcnicos Jefes Superiores de esta
Promocin convirtindolos en Asesores de los Comandantes
Generales de las Divisiones y Brigadas del Ejrcito respectivamente.
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Para mayor orgullo de esta Promocin, uno de sus miembros
ocup el primer lugar en el Escalafn de Sub Oficiales. Se trata del
Tcnico Jefe Superior Instructor Militar Narciso Ramos Morales
quien, desde el 01 de Enero del 2013 ostenta el honroso cargo de
Tcnico Superior General del Ejrcito, por sus mritos y por su
antigedad y actualmente es el Asesor del Comandante General del
Ejrcito, hecho que nos llena de profunda satisfaccin, aunque hasta
la fecha (Setiembre 2013) no ha sido reconocido como tal, por
razones que desconocemos.
Tolomeo Aliaga Quispe
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EN BUSCA DE UNA OPORTUNIDAD
Tolucho y Ale no eran amigos. No se conocan. Era marzo
del ao 1976. Mauco, primo de Tolucho, lleg hasta Maravilca, un
pueblito enclavado en el corazn del Valle del Mantaro. El trinar de
jilgueros, chihuacos y gorriones sobre los frondosos rboles de
eucaliptus, guindas y nsperos en sus cercos frtiles que producen
papas, choclos, zanahorias, alfalfa y otros productos que son regados
por las aguas del Ro Seco; cubren de paz ese paraso. Mauco haba
llegado por encargo de su mam, la ta Tuca, para llevarlo a Lima
para que postule a la ETE. Y, as como l, Narciso, Csar, Vctor,
Jaime, Nicols, Anaximandro, Estaurfilo, Ale y muchos otros
jvenes peruanos escucharon la noticia de que haban empezado las
inscripciones para el Examen de Admisin. Marcharon prestos desde
la sierra, costa y selva hacia Lima, a la recin inaugurada ETE. Ale
era de una acomodada familia limea.
De pronto, cerraron las inscripciones. Comenzaron los
exmenes y aparecieron miles de jvenes que se entregaron de lleno
a esa tarea, madrugando y luciendo sus impecables ternos unos,
mientras que otros; llegaban luciendo su impecable uniforme militar:
eran los que prestaban su servicio militar obligatorio.
Ya en esa urbe limea, muy de madrugada, iban hasta el
paradero de colectivos con destino a Chorrillos. All se encontraban
con otros que tambin iban al mismo destino. Al entablar
conversacin, se daban cuenta que tambin eran postulantes a la
ETE. Todos coincidan en el mismo deseo de ingresar a esa nueva
Escuela, de ser alguien en la vida.
Llegaban a Chorrillos, muy conocido por su Playa Dulce, de
diferentes lugares: de Comas, de San Juan de Miraflores, de Ciudad
de Dios, de Villa Mara, del Rmac, de Surquillo, de Puente Piedra,
de Villa el Salvador, de Chosica; con el sueo de ingresar. Los
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colectivos los dejaban en la Calle Huaylas y de all caminaban
raudos hasta la Escuela. Esperaban y, cuando ya haba un buen
grupo, los hacan pasar. En cada uno de los exmenes, tenan que
competir con todo tipo de jvenes: unos altos; otros chatos. Unos
gordos; otros flacos. Unos de buena contextura; otros enclenques.
Unos eran licenciados de algn instituto armado; otros estaban
sirviendo a su patria. No faltaban quienes recin culminaban la
secundaria. Pero all estaban, en busca de conseguir una ansiada
vacante de las 300 existentes.
Muchas veces, ya en plena prueba, cuando las fuerzas
faltaban, Tolucho, en lo ms ntimo de su ser, se deca: creo que
esto no es para m, pero, al igual que los dems, se daba valor.
Tena que luchar, tena que ingresar y, aun cuando a veces ya no
poda, sacaba fuerzas de flaqueza y lograba aprobar cada uno de los
rigurosos exmenes programados: el examen mdico, los de esfuerzo
fsico (carrera de 100, 400 y 1000 metros, salto largo, salto alto,
barras, abdominales, planchas), luego el examen psicotcnico y el de
conocimientos. Ale tambin se esforzaba por ingresar.
Solo faltaba el examen de entrevista personal. Era el
definitivo. Cuando lleg esa prueba, Tolucho preguntaba a los que
salan: Qu te preguntaron?, pero nadie quera correr el riesgo de
contestar. Su ingreso estaba en juego. Los examinadores, despus de
la respuesta, solo decan: puede retirarse. Con esto terminaron los
exmenes y, como eran varios grupos, ahora tenan que esperar que
todos los dems terminaran y luego vendran los resultados. Los das
pasaban. Eran los ltimos das de setiembre de ese inolvidable ao.
Un promedio de mil postulantes esperaban el resultado final y solo
haba trescientas vacantes.
En tanto, Tolucho ayudaba a su ta Tuca vendiendo en La
Parada los mandiles que ella confeccionaba. Otras veces ayudaba a
su to Leandro como pen de construccin civil. Cuando no haba
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mandiles ni trabajo, se iba de cobrador de carros de la lnea
Banchero Rossi que cubra la ruta de Acho Villa el Salvador, que
administraba su to Jorge. Ale, estaba en su casa muy tranquilo.
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INGRESO, INCORPORACIN Y MARCHA
DEL PATO
Ese tipo de espera; desespera. Hasta que lleg el da.
Acudieron a la ETE para indagar sobre su futuro. Eran los primeros
das de octubre. Iban a publicar los resultados del examen de
admisin y los postulantes estaban a la expectativa. Contentos, pero
a la vez preocupados. Si lograban ingresar, se abra una esperanza.
Sino, a seguir en la brega.
Como de costumbre, vestan su impecable terno. Se vea en
aquellos rostros algo as como que rogaban a Dios que les
concediera la dicha de ingresar. Tolucho estaba all. En el patio de
aquella Escuela todos esperaban ansiosos. Ale tambin. De pronto,
apareci un Oficial con cinco galones brillantes. Era el Comandante
Seminario que sin ms, con una relacin en la mano, los conmin a
guardar silencio y comenz a llamar indicando que los que eran
nombrados se ubiquen en tal lugar. Con su voz gruesa y cortante, fue
mencionando los siguientes nombres: Cerna Silva Luis, Vargas
Ramrez Miguel, Salazar Sotomayor Ral, Torrejn Santilln Tito,
Loja Pelez Andrs, Santos Bueno Fernando, Arpe Urbina Hugo,
Flores Malpica Demetrio, Puga Aliaga Rodolfo, Muoz
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Chuquillanqui Alejandro, Yllescas Escalante Mario, Valladares
Ausejo Rigoberto, Ronquillo Navarro Florencio, La Rosa Guevara
Carlos, Romero Aguirre Carlos, Chile Teniente Nicasio, Bartolo
Gmez scar, Camacho Borda Virgilio, Coronel Yapo Aurelio,
Gallardo Flores Luis, Nishiky Flores Nicols, Isidro Amado Jaime,
Rodrguez Crdova Justino, Napur Morales Vctor, Araoz Almanza
Adrin, Yanarico Ziga Julin, Ruiz Roman Guillermo, Vsquez
Soto Wilfredo, Moreno Dvila Porfirio, Nez Ramrez Manuel,
Diez Lizardo Simn, Cahuana Quispe Serafn, Nishiky Flores
Guillermo, Merino Mendoza Jaime, Gutirrez Vallejo Jos, Zumaeta
Vsquez Robinson, Patio Roca Maximiliano, Hernndez Vsquez
Segundo, Borra Vidaln Carlos, Vilca Turpo Roberto, Asencio
Trujillo Carlos, Bances Cajusol Gregorio, Carrillo Aburto
Alexander, Olaya Sandoval Luis, Coronado Castillo Walter, Pea
Prez Javier, Lpez Tripul Roberto, Cornejo Llontop Faustino, Panta
Panta Juan, Ramos Chamorro David.
Para seguir llamando, el Comandante Seminario tomaba
aire, descansaba un momento y segua: Tern Silva Vctor, Cruz
Valle Apolinar, Fano Huerta Juan, Tuesta Loloc Jos, Martnez
Vicua Daniel, Panta Panta Wilfredo, Meza Meza Carlos, lvarez
Rodrguez Juan, Limaymanta Marcos Rubn, Pea Zurita Miguel,
Cubas Llontoy Jorge, Llacuachaqui Pizarro Gerardo, Sosa Barboza
Feliciano, Huamn Rojas Anaximandro, vila Carrasco Vctor,
Velsquez Almanza Lucio, Baos Daz Saturnino, Camacho
Chumbes Jacinto, Pacheco Silva Federico, Ayala Gonzlez Carlos,
Durand Gonzales Luis, Figueroa lvarez Germn, Muguerza
Velsquez Oswaldo, Montero Arica Juan, Lara Paredes Jorge,
Centeno Allauca Hugo, Ramrez Pizango Julio, Espinoza Cubas
Samuel, Vlchez Garay Francisco, Alva Huamn Jos, Puma
Naveros Fabin, De la Cruz Moreno Enrique, Vsquez Vsquez
Jos, Ayala Obregn Vctor, Vidaln Gmez Luis, Jara Daz
Adriano, Inga Brenis Gonzalo, Alfaro Angulo Felipe, Cabanillas
Flores ngel, Anaya Anaya Jos, Lpez Grandes Jos,
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Choquechambi Condori Hermgenes, Santana Lara Samuel, Rivera
Vilca Alipio, Campos Garca Julin, Reyes Melndez Dante, Prado
Samanez Claudio, Rodrguez Puyen Rodolfo, Cruzalegui Vsquez
Francisco, Espinoza Casablanca Manuel.
Todos los que eran llamados iban corriendo a su nueva
ubicacin. La alegra de haber conseguido una vacante era
desbordante. El Comandante Seminario tomaba un poco de aliento y
segua llamando: Azaa Pelez Vctor, Portocarrero Castro Vctor,
Snchez Ramos Vctor, Salcedo Ramos Julio, Valdz Pascano Jos,
Domnguez Calle Luis, Huarancca Nez Mario, Pereyra Cahuana
Julio, Ramrez Chacaltana Vctor, Ypez Zavaleta Juan, Paz y
Quionez Carlos, Garca Montes Crislogo, Rosado Arpfi Hctor,
Pacheco Silvera Max, Pasache Ayme Juan, Zabarbur Villacrez
Juan, Lara Arteaga Eduardo, Rosas Lima Hctor, Aspajo Escalante
Abelardo, Anticona Villarreal Luis, Castro Rivasplata Jos, Bejarano
Flix Cerafn, Ruiz Ramrez Segundo, Grigoletto Heredia Sergio,
Ocaa Pea ngel, Ramos Muoz Erickson, Herrera Pilares
Abraham, Martnez Nio Isidro, Alvarado Molina Doroteo, Cabrera
Bedia Edgar, Lucho Lpez Hugo, Salazar Ticlla Segundo, Villarreal
Farfn Dante, Borda Ovalle Zacaras, Mena Pajuelo Guido, Ale
Briceo Vctor, Santilln Torrejn Francisco, Valencia Roque Fabio,
Quispe Vargas Edmundo, Vega Barrios Wilder, Salazar Perea
William, Puchuln La Rosa Alejandro, Tucunn Flores Carlos,
Olivos Plasencia Csar, Plcido Gmez Jaime, Trujillo Zevallos
Wilson, Lucho Lpez Flix, Cceres Alvarado Flix, Rojas
Goicochea Baltazar, Tafur Vega Reynaldo, Bolaos Atalaya Juan,
Tecco Miyano Manuel, Rafael Cipriano Adelmo, Palma Gamarra
Robert, Santisteban Gutirrez Oscar, Olivari Cruzado Jorge,
Gonzles Raygada Carlos, Cacho Huertas Simn, Napn Quispe
Gregorio, Piscoya De la Cruz Walter, Sols Granados Carlos,
Barreda Neyra Juan, Salcedo Garibay Ral.
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Y el Comandante Seminario llamaba y llamaba. Los que
escuchaban su nombre iban corriendo al grupo donde formaban los
que haban sido nombrados. All haba una gran incertidumbre. Unos
decan que eran los ingresantes; otros decan que eran los
desaprobados, pero ya los haban llamado y luego esperaran lo que
diga el Comandante, quien segua llamando: Aliaga Quispe
Tolomeo, Lpez Alvarez Ricardo, Silva Ortiz Juan, Atocsa Toledo
Miguel, Carbonel Daz Guillermo, Villegas Regalado Eduardo,
Mostacero Arias David, Munayco Neyra Jos, Cabeza Yenque Julio,
Montoya Garca Luis, Lozano Carranza Luis, Arteta Lescano Julio,
Gamboa Gonzles Francisco, Ramos Lalup Guillermo, Merino
Neyra Luis, Vilcamiche Llactahuamn Juan, Damin Farron
Pedro, Pin Quispe Diego, Rutti Castilln Flix, Mndez Ocaa
Amrico, Sheperd Adarmes Carlos, Huaman Rodrguez Pelagio,
Aira Merino Clever, Guevara Llacza Csar, Revello Rincn Luis,
Morvel Puma Gervasio, Figueroa Terrones Segundo, Porta Juica
Jos, Magallanes Casiano Luis, Rodrguez Rodrguez Rogelio,
Ayme Fernndez Oscar, Mesones Huamn Roger, Chvez Arroyo
Elas, Olivari Cruz Luis, Alberca Morales Efran, Gratelli Silva
Vctor, Martnez Ortiz Rodolfo, Sergio Vsquez Csar, Ormeo
Mendoza Leandro, Herrera Ravelo Eusebio, Zevallos Calle Manuel,
Cspedes Castro Oscar, Rengifo Ruiz Hitler, Jara Choque Julio,
Infante Sanjins Faustino, Tpac Yupanqui Apaza Jorge, Jalanoca
Maquera Ricardo, Daz Ortega Vctor, Babilonia Casanova Daniel,
Flores Cceres Justo, Bernaola Rojas Vctor, Bonifacio Ortiz Ral,
Sandoval Ros Edgar, Garca Limas Eurpides, Briones Chaln
Homero, Apaza Ros Freddy, Zrate Hurtado Jorge, Crdenas Bravo
Efran, Taicas Inga Valeriano, Santa Cruz Rubio Roberto, Zubieta
Salcedo Luis, vila Medina Arturo, Vsquez Cueva Ivn, Briceo
Ampuero Victor, Mendoza Carranza Mateo, Nio Bazalar Luis,
Huapaya Naupay Jorge, Ancco Ramrez Jorge, Valdivia Portugal
Lucio, Diaz Condori Jos, Carrin Alendres Lino, Bendez Juregui
Sergio, Bances Balladares Jos, Zapata Bulnes Csar, Gamboa
Gonzles Marino, Puicn Chvarry Wilmer, Gonzles Raygada
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Marco, Echevarra Caldern Csar, Chinchihualpa Crispn Jos,
Araujo Espejo Pedro, Padilla Casas Luis, Cordero Quiroga Ames,
Araujo Pinedo Federico, Cueva Castaeda Walter, Melndez Herrera
Jos, Larico Coaquira Hctor, Grosso Cruz Walter, Zevallos
Taboada Jos, Quesada Franco Alfredo, Muoz Tuesta Luis,
Sandoval Valles Jamilton, Fachn Garca Harold, Benavides Robles
Alejandro, Chuqui Culquimbos Dionisio, Cubas Prado Jorge,
Gutirrez Oceda Isaas, Brea Amaya Flix, Centeno Guevara
Marco, Figueroa Zeta Sixto, Flores Chilca Rolando, Caldern
Chuquihuaccha Hctor, Jines Salcedo Adolfo, Ventura Palomino
Jos, Valderrama Aguirre Santos, Bailn Allca Juan, Calle Crdova
Augusto, Bravo Paniagua Nstor, Reyes Arangur Sixto, Sota Garca
Grabiel, Vilela Quispe Flix, Paredes Domnguez Gregorio, Vilca
Almeyda Juan, Broncano Aguedo Clementino, Morante Vargas
Paulino, Moyohara Caldern Francisco, Rodrguez Mosqueda Csar,
Cisneros More Luciano, Bendez Zorrilla Jorge, Llancari Violeta
Crislogo, Guerrero Sandoval Jos, Anaya Llantoy Cristbal, Poco
Cndor Marcelino, Mucha Orellana Antonio, Eras Vinces Jos, Sols
Ferrer Jorge, Vilca Cobarrubias Carlos, Cisneros Crdenas Luis,
Tovar Florentino Victor, Rebaza Montes Oscar, Ccapa Hilasaca
Feliciano, Franco Rivas Sergio, Ureta Ramos Alejandro, Artica
Huaynarupay Abraham, De la Piedra Fernndez Manuel, Boza
Molina Natividad, Lozano Taricuarima Walter, Ramos Morales
Narciso.
Trescientos nombres se hicieron largos. Todos estaban a la
expectativa. Hasta que termin y el Comandante dijo: muy bien
seores, ustedes son los que han tenido el honor de ingresar a la
Escuela Tcnica del Ejrcito Felicitaciones.
Alegra, emocin y felicidad rebosantes en aquellos rostros
que, como el de Tolucho, haban logrado alcanzar una vacante.
Saltaban, se abrazaban unos a otros. Muchos daban gracias a Dios
porque les haba escuchado. Seguramente, en ese instante, se
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acordaron de sus padres, de sus abuelos, de sus hermanos, de sus
familiares, de sus tierras, de sus ros. Otros, seguramente, se
acordaron de las piedras, de los rboles, de todas aquellas cosas con
las que, en su soledad, haban conversado pidindoles que los
ayudasen. Todos ellos se haban confabulado a su favor. Algunos
derramaban lgrimas de emocin. Haban logrado ingresar. Ale
tambin ingres. Sin embargo, en medio de esa dicha, tambin
pudieron apreciar la tristeza, la decepcin y la amargura en aquellos
que no lograron el ingreso. All estaba Narciso, un Cabo que
prestaba su Servicio Militar en la Escuela de Trasmisiones, un
gordito procedente de Huaraz.
Pasado ese momento de euforia, el Comandante Seminario
los calm de un solo grito: Silencio, por favor! Dio las
indicaciones del caso y dijo que en la Guardia de Prevencin
recogieran una lista de tiles con que tenan que regresar los
ingresantes el da 21 de octubre, da de la incorporacin.
Efectivamente, recogieron una larga lista de cosas y regresaron a
casa, a dar la buena noticia. Las familias se mostraron muy felices.
Seguramente prepararon un almuerzo especial, pues haban logrado
ingresar para ser Sub Oficiales del Ejrcito del Per.
A esa edad algunos tenan sus novias, otros tenan sus
enamoradas. Fueron raudos a darles la buena noticia. Haban
asegurado su porvenir, podan casarse, tener hijos, ser felices. Las
verdes praderas del Valle del Mantaro a orillas del caudaloso ro,
bordeado de retamas, se convirtieron para Tolucho en su nido de
felicidad, mientras consegua los medios para adquirir las cosas que
le haban pedido para su incorporacin. Los ingresantes hicieron
malabares para adquirir todas las cosas que les pedan.
Aquella maana inolvidable del jueves 21 de octubre de
1976, acudieron muy temprano a la que sera su Escuela, su Alma
Mater. El sol brillaba esplendoroso en Chorrillos. Se senta la brisa
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de la Playa Dulce. Trescientos jvenes vistiendo su impecable terno
y con una bolsa beige en la mano, donde llevaban sus tiles,
acudieron prestos a incorporarse. Tolucho lleg acompaado de su
prima Shena, quien tena que recoger su terno y zapatos. Todos iban
acompaados de algn familiar.
Ya estaban frente a la Escuela. Desde el exterior,
seguramente, se decan: a partir de hoy da, sta es mi Escuela.
En los semblantes de aquellos jvenes peruanos se notaba alegra. Se
sentan orgullosos. Se haban convertido en alumnos de la ETE.
Ya en su interior, Tolucho, Ale y los doscientos noventiocho
jvenes formaron en el Patio de Honor y, de pronto, apareci con
sus seis rayas doradas y relucientes sobre los hombros nada menos
que el Director de aquella Escuela. Era un Coronel del Ejrcito
quien, con palabras desaliadas, francas, sinceras y firmes; les dio la
bienvenida. Luego de felicitarlos por haber conseguido la ansiada
vacante, les dijo que haban ingresado para prepararse como
combatientes de primera y que, todos ellos, lejos de defender los
mezquinos intereses de pequeos grupos, haban ingresado a la
Escuela para formarse como Soldados Tcnicos y para defender los
sagrados intereses de la patria. Por ltimo, les dijo: "Aqu se come lo
que se da y se hace lo que se ordena". Era el Coronel Jos Francisco
Olivera Larribieri.
Cuando se fue el Coronel, apareci un grupo de alumnos del
tercer ao quienes se repartieron a los ingresantes en grupos de
treinta. Ellos los llevaron al paso ligero hasta los almacenes y all, en
un santiamn, les entregaron los uniformes militares: haba un
alumno con trescientas camisas, mas all otro con trescientos
pantalones, despus otro con trescientos birretes, etc.; es decir haba
un alumno con trescientas de cada una de las prendas por entregar.
Tolucho iba pasando a la carrera y le tiraban la prenda, tomndola al
paso; hubieron quienes recibieron borcegues de diferente nmero o
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sin pasadores y cuando reclamaban les decan: No se, el perro es
mago. Todo era tan rpido! No como en casa, donde se demoraban
un montn de tiempo para ponerse el pantaln o la camisa.
A Tolucho le quedaba grande la camisa y el birrete. A Ale le
apretaban los zapatos. Una vez uniformados, de cualquier forma,
salieron formados al patio de honor donde los familiares esperaban
las bolsitas con sus ternos y zapatos para llevarse a casa. Entregaron
sus bolsas y se despidieron de los familiares con el primer desfile.
Ya vestan el uniforme de la Patria.
Ahora, se quedaban en la Escuela a merced de 250 alumnos
de la primera promocin, muy buenos y ejemplares; y 500 de la
segunda promocin, speros, odiosos, que solo pensaban en
masacrar a los ingresantes a quienes les dijeron que a partir de ese
momento se convertan en perros, por lo que, vidos de vengarse
de lo que a ellos les haban hecho, los miraban como presas para
saciar sus apetitos.
El fuerte sol chorrillano as como las brisas de su mar, a
escasas cuadras de all, llegaba acaso con las imgenes de bellas
chicas en diminutas prendas que disfrutan de la playa. Los carros
pasaban indiferentes por el costado de la Escuela cuyo cerco
perimtrico es una alambrada que los hace sentir prisioneros de si
mismos. Ya no pueden salir a la vida libre y apacible. Estaban
internados para su formacin militar. Ahora dependern de sus jefes.
Ya estaban en el Patio de Honor ubicado a la entrada de la
ETE, donde se aprecia el monumento del Sargento 2 Fernando
Lores Tenazoa, patrono de la Escuela. Los alumnos antiguos, que
luego dijeron ser monitores, los pusieron en la posicin de
patos y as llevaron a los ingresantes en una marcha del pato
hasta el otro patio, el Patio de Armas, que queda ms o menos a siete
cuadras. La marcha del pato, era ponerse en cuclillas, con las
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manos en la cintura y as caminar imitando a los patos, gritando:
cua-cua, cua-cua!.
Tolucho y Ale, as como muchos de los ingresantes a la
ETE, nunca antes haban hecho semejante ejercicio. En unos cuantos
pasos ya sufran el dolor de sus piernas, ya les quemaba los muslos y
queran pararse, pero los monitores eran implacables, no permitan
que hablen y hasta les preguntaban:
Perros Quema?
Y todos contestaban:
S!
A lo que ellos sarcsticamente contestaban: soplen pues carajo!
Y al que por algn motivo se paraba para aflojar, lo llevaban
a la cola para que camine por ms espacio en la posicin de pato.
Acababan de incorporarse y ya comenzaban los abusos o
acaso el endurecimiento de esos cuerpos acostumbrados a la vida
tranquila. As empezaron su vida en la Escuela con la famosa
marcha del pato y, mientras caminaban como patos, los
monitores iban diciendo:
A partir de la fecha ustedes se llamarn: perros Cmo se
llamarn?
Perros!...contestaban los asustados ingresantes
Entre sudor, lgrimas y rabia los denominados perros
iban avanzando en esa posicin, hasta que algn perro no
pudiendo ms se paraba.
Perro miserable pngase en la posicin de pato carajo!...
quin mierda le autoriz a pararse?... Siga caminando como
pato! aqu, a nadie se le ha obligado a venir!Ustedes han
venido por su propia cuenta, ustedes han rogado ingresar a esta
Escuela, as es que se atienen a las rdenes Aqu las rdenes se
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cumplen sin dudas ni murmuraciones y al que no le gusta se larga.
Tienen las puertas abiertas para irse, carajo!
Tolucho y los otros perros como Ale, comenzaron a
aborrecer a aquellos que los llevaban en esa posicin, seguramente
mentalmente les mentaban la madre, arrequintaban, pero los
alumnos antiguos eran muy frescos, insultaban de lo peor a los
perros que ya no podan avanzar ms en esa marcha del pato.
Muchos, apenas incorporados a la Escuela, se lamentaban de
haber postulado, de haber ingresado. No podan reclamar a nadie.
Todos eran iguales. Daba miedo mirarlos porque en sus miradas
haba ira, rencor, venganza O, acaso, la intencin de formarlos
fsicamente?
Cuntos pensaron retirarse y los monitores les decan:
- Perros, aqu se quedan solo los hombres; los que no se
sienten hombres, pueden retirarse!... Las puertas de la
Escuela estn abiertas para que se vayan!
As, entre insultos, entre sudor que se mezclaban con las
lgrimas de unos, entre la maldicin de esos hombres convertidos en
perros llegaron en la posicin de patos hasta el otro patio.
A esa hora, los rayos solares caan con fuerza calcinando los
cuerpos de esos mozuelos que soaban con un futuro diferente.
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DORMIR EN ATENCIN Y NO
CAMINAR
All, en frente de ese otro patio, el Patio de Armas, estaban
las cuadras (habitaciones) donde haba de trascurrir los das de los
perros. All los pusieron en la posicin de ranas. Esa posicin
consiste en colocarse en cuclillas, con los pies juntos y los brazos
estirados con los puos cerrados a la altura del mentn. De pronto,
los monitores sacaron un camarote y uno de los Instructores
Militares hizo una demostracin de la manera cmo se tiende la
cama, de tal modo, que si alguien lanza una moneda, sta debe
rebotar.
Haremos la demostracin de cmo deben dormir los perros.
A partir de hoy, dormirn en atencin, bien baados, con los pies
con talco y con la pijama limpia. Han comprendido?
S!... era la respuesta de los perros.
En la Escuela no debe haber malos olores, indic el Instructor. A
ver, perro, tienda la cama!sealaron a uno
El pobre perro no la tendi bien.
Perro bruto! As no se tiende la cama Para ranas un,
dos!...dijo el Monitor
Tres, cuatro! contest el perro asustado.
Cien dijo el Monitor
Vamos contest el perro
A empezar dijo el Monitor
El perro empez a ranear contando: Uno, dos, tres, cuatro,
cinco
Ms fuerte, carajo No se escucha! empiece de nuevo. dijo
el Monitor
Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, once
noventa y nueve, cien
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El perro se par con las justas y dijo: Orden cumplida mi
Monitor! Retrese!... A ver usted, tienda la cama. seal a otro
perro. Como si la naturaleza se hubiera confabulado con aquellos
monitores, el sol golpeaba con sus rayos cada vez ms fuerte. Y as,
en varias demostraciones, con ranas y canguros (posicin de
cuclillas con un pie adelante y las dos manos cogidas entre s detrs
de la nuca), los perros ya saban tender su cama y cmo deban
dormir en adelante. Atrs quedaban las otras formas de dormir; ya
no dormiran de costado, ni boca abajo, relajados. Ahora, dormirn
en atencin, rgidos, bajo pena de sancin. Para dormir en las
cuadras tenan que dejar las sandalias "cubiertas y alineadas" debajo
de cada camarote, es decir, bien ordenadas, pero cuando se
despertaban las encontraban amontonadas al fondo de la cuadra y
amarradas entre s. Pero muy poco dormiran aquellos perros,
porque durante el da los alumnos del segundo y tercer ao los
anotaban por cualquier falta y en las noches, los llevaban a sus
cuadras donde eran masacrados fsicamente con ranas,
canguros, planchas, polichinelas, abdominales y otros
ejercicios.
En una ocasin, por mirar mal a un alumno de ao superior,
Tolucho fue llevado a la cuadra de ste donde le ordenaron que haga
una completa de cien; es decir, cien ranas, cien canguros,
cien planchas, cien polichinelas que el pobre perro lo hizo,
pero termin cayndose porque las fuerzas le flaquearon. Lo
hicieron reaccionar con un baldazo de agua. All vio a sus
compaeros haciendo ranas, canguros, trompos, polichinelas;
algunos encima de los taburetes, otros debajo del camarote, en fin,
tenan que cumplir las rdenes. Cholos sometidos por otros cholos,
tal como pasa en nuestra sociedad.
Como no recordar en aquellas pocas horas de sueo, haban
algunos que no dejaban dormir con sus ronquidos uno de ellos era
Baylon Allca Una noche lo cargaron con camarote y todo y lo
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llevaron a la ducha sin que se diera cuenta. El dorma en la parte
superior y continuaba roncando estruendosamente. Las llaves de las
duchas estaban abiertas, pero cerrada la llave general. Cuando la
abrieron casi se ahoga y su cama termin completamente empapada.
Santo remedio. Otras veces eran despertados a las tres de la
madrugada y con el grito de el ultimo en estar en el patio de honor
con su lapicero y su carpeta, salan corriendo en pijama y sandalias,
cada uno a su respectiva aula a sacar su carpeta y de all al patio, ya
ubicados llegaba el instructor y les informaba Van a dar examen de
recin ah se enteraban de que se trataba.
Dentro de toda esa frrea formacin, tambin se dio con la
sorpresa que en la Escuela estaba prohibido que los perros
caminen. Los perros se tenan que desplazar al paso ligero y
cuando tenan que cruzarse con algn superior, adoptaban el paso de
desfile para el saludo correspondiente y luego seguan al paso ligero.
Pronto, esos muchachos que ahora eran perros,
aprendieron gracias al Orden Cerrado que la posicin de atencin era
con la mirada al frente, el pecho sobresaliente, el vientre sumido, la
barbilla recogida, las manos pegadas al cuerpo, los cinco dedos
estirados y juntos; deban tener mil arrugas en la espalda. Se estaban
convirtiendo en soldados.
Indicaciones por aqu, indicaciones por all. Aquel da,
despus de la marcha del pato, despus de haber aprendido a
tender la cama, despus de haber aprendido la manera correcta de
dormir, les hicieron entrega de su cuadra la cual estaba reluciente.
Las instalaciones de la Escuela eran nuevas y las cuadras, con sus
respectivos camarotes y roperos tambin. All pasaran sus das entre
compaeros. Adis familia. Adis chicas.
En estricto orden alfabtico, les hicieron entrega de stos,
repartindolos por secciones. Tolucho y Ale se conocieron all.
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Ocuparan el mismo camarote y desde entonces se hicieron
compaeros inseparables.
A ese ritmo, algunos no soportaron la ruda formacin del
carcter o el brusco sometimiento, por lo que optaron por retirarse
apenas ingresaron. Entonces, llamaban al que haba ocupado los
puestos N 301, 302, 303 y as sucesivamente. A stos les
denominaban cuervos.
Entre el paso ligero, entre el paso de desfile, entre los
ejercicios fsicos luego de hacerles entrega de sus cuadras,
camarotes y roperos, tambin les asignaron sus respectivos
sectores de responsabilidad para la limpieza y el mantenimiento. Ya
no tendran la vida apacible a la que estaban acostumbrados.
A partir de ese momento, los perros eran responsables de
que su cuadra, sus pasadizos, sus baos y hasta sus jardines estn en
ptimas condiciones de manera que si algn superior encontraba
alguna deficiencia en su sector de responsabilidad, se hacan
acreedores a una sancin por lo que cada perro o estaba
limpiando su sector ya en el bao, ya en la cuadra, o estaba
arreglando o regando su jardn.
Es decir, en la Escuela la formacin era integral: mente,
cuerpo y espritu. Tenan que estudiar, tenan que formar su carcter,
tenan que tener un fsico envidiable.
Tolucho, pronto se dio cuenta que ser sancionado con
ejercicios fsicos, era para su bien. Interiormente agradeca a quienes
lo estaban castigando porque lo estaban preparando para ser
combatiente de primera; estaba preparando su cuerpo para las ms
duras situaciones adversas en caso de encuentro con el enemigo.
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Despus de dos meses en este duro trajinar, para Ale como
para Tolucho, los castigos parecan juegos, parecan un relax.
Tranquilamente llegaron a hacer doscientas ranas, doscientos
canguros, doscientas planchas, doscientas polichinelas; es decir, les
hicieron un favor. Los ayudaron en su preparacin fsica.
De modo que para la marcha de campaa, los ejercicios de
tiro, las estadas en vivac y las carreras de motivacin, los perros
estaban fsicamente bien entrenados y no teman a nada ni a nadie.
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ALMUERZO Y BRINDIS DE
BIENVENIDA
En ese trajn estaban aquel da de su incorporacin, cuando
por fin, lleg la hora del almuerzo. Tolucho con Ale y los dems
perros, que desde muy temprano no haban probado bocado
alguno, llevaran algo a sus estmagos. Entonces formaron en U
alrededor del Patio de Armas. Vieron por primera vez a todo el
Batalln de Alumnos. Muchos alumnos. Tolucho haba escuchado
que los del tercer ao eran doscientos cincuenta, quinientos eran del
segundo ao y ahora ellos eran trescientos perros del primer ao.
Haba ms o menos mil alumnos en aquella Escuela.
Un alumno del tercer ao, quien era el Brigadier General,
tom el comando de la Escuela y, a pesar de que el patio era
inmenso, se dejaba escuchar ntidamente su voz de mando:
Batalln Descanso!... Batalln Atencin!; Carajo, cuando el
Batalln se pone en descanso la Escuela debe temblar!: Batalln
Descanso!... Batalln Atencin!
De pronto, apareci un Sub Oficial: Batalln Descanso!...
Batalln Atencin!... Permiso mi Sub Oficial, el Batalln est
formado para el rancho! Luego, apareci un Oficial: Batalln
Descanso!... Batalln Atencin!... Permiso mi Capitn, el
Batalln est formado para el rancho!
El Capitn de Da pidi parte a los Oficiales de da. Ellos
informaron los detalles de cada seccin y ste dio parte al Jefe de
Cuartel. Para cada parte: Batalln Descanso!... Batalln
Atencin!
El Jefe de Cuartel, dio las indicaciones del caso: Seores, ha
llegado la hora del almuerzo. Van a desfilar a los comedores. La
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seccin que desfile correctamente pasar y, los que desfilen mal,
volvern a desfilar Batalln Descanso!... Batalln
Atencin!... A la derecha Derecha!... Paso de desfile De
frente Marchen!... El Jefe de Cuartel estaba en la tribuna
observando el paso de los alumnos quienes avanzaban al paso de
desfile. Los monitores daban las instrucciones: Un, dosUn,
dosUn, dos. Perro miserable Lleve el paso, carajo! Alinearse,
mirada al frente, pecho sobresaliente, los brazos extendidos a la
altura del hombro! Un, dosUn, dos mire a su frente carajo,
levante la pierna.
El Jefe de Cuartel, desde la tribuna, observaba el desfile,
indicando cual seccin se dirija a los comedores porque desfilaron
bien y aquellas secciones que no pasaron bien, que se pongan a la
cola, para pasar de nuevo.
Un, dos!... Un, dos!... Perro miserable, lleve el paso
carajo!... Un, dos!... A las secciones que pasaron a la cola, todas
ellas de perros, el Monitor puso en la posicin de marcha del
pato por haberlo hecho quedar mal. Luego, para ranas un,
dos!... Tres, cuatro!.. Cincuenta Vamos!... A empezar!...
El Jefe de Cuartel, implacable, decide qu seccin pasa a los
comedores y qu seccin sigue desfilando. Hasta que por fin, todos
lograron pasar bien. Ingresan al comedor cansados, sudando. El
comedor era amplio y luca impecablemente limpio.
En otras ocasiones, para desfilar al rancho cuando por
algn ruido extrao o alguna deficiencia en los movimientos, los
hacan rotar alrededor del Casino y a veces alrededor de todas las
aulas, entran por la derecha y salen por la izquierda, voy a tomar
cincuenta ltimos! o, segundo ao por la derecha y los perros por
la izquierda!... Listos, ya! Corran y al momento que se cruzaban
aprovechaban para empujarse o darse de trompadas.
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Hasta que todos pasaron bien e ingresaron al Comedor. Era
el primer almuerzo en aquella Escuela. Las mesas estaban
impecables. Cada mesa era para diez comensales: dos alumnos del
tercer ao, cuatro del segundo y cuatro perros. Antes de sentarse a
almorzar, todos estaban en la posicin de atencin con las manos
pegadas a los muslos, el pecho sobresaliente, la mirada al frente y
mil arrugas en la espalda. Estaban sudados y asustados.
Ningn perro poda ser ms alto que otro alumno de
grado superior. Si eso pasaba, tena que agacharse, pero
manteniendo la posicin de atencin. Tampoco poda ser bajo de
estatura. Si lo era, tena que estar de puntillas para aparecer ms alto
hasta que el Servicio de da daba la orden de Sentarse!
Ufff, por fin a sentarse, despus de haber desfilado tres o
cuatro veces por la tribuna. Pero como al sentarse haban hecho
ruido al mover las sillas, el servicio dijo: De pie! Mucha bulla
carajo!...Sentarse! Ya no hubo ruido, ahora s a comer. El jefe de
mesa era un alumno del tercer ao. Indicaba quien iba a servir el
almuerzo y daba la orden: A ver, perro, sirva usted! En cada
mesa haba diez platos hondos, diez platos tendidos y diez vasos as
como una olla de sopa, otra con arroz y otra con algn guisado. En
tanto los dems tenan que estar bien sentados, sentados en atencin,
nadie coma mientras el jefe de mesa no diera la indicacin. Una vez
que indic la orden de comer, recibieron otra indicacin: En la
Escuela se debe comer en escuadra, es decir, llevar la cuchara en
forma vertical hasta la altura de la boca y luego en forma horizontal
hasta la misma y viceversa.
Algunos jefes de mesa daban la indicacin de comer en
escalera. Perros con hambre y, a ese paso, llegaban bien lento
los alimentos. Algunos, con los nervios o el miedo, derramaban
algunas gotas de sopa y eso era fatal. Ya no coman porque, segn
los alumnos de mayor jerarqua, se estaba desperdiciando tanta
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comida que pudieran darle a tanta gente pobre y que un perro
miserable la estaba derramando adrede. Y as, los pobres perros,
en aquel primer almuerzo, haban probado poco bocado.
Ms bien, cuando a Tolucho le toc comer el postre que era
un pltano, un alumno de ao superior le orden: deje el pltano y a
la cuenta de tres se ha comido la cscara: uno, dos, tres! Tolucho
comi la cscara del pltano. A Ale le pas lo mismo.
De pronto, el Oficial de da orden:
BatallnAtencin!... Todos se pusieron de pie, pero como
se hizo mucho ruido con la silla, dijo: Sentarse!... Carajo, esto es
un escndalo, en la Escuela estn prohibidos los escndalos! De
pie!... Sentarse!... De pie!, hasta que no hubo ningn ruido.
Era para el brindis de bienvenida. Todo estaba preparado. Un
alumno del tercer ao pronunci un breve discurso dando la
bienvenida a los perros y luego dijo:
Brindemos por los alumnos que han tenido el honor de ingresar a la
Escuela Tcnica del Ejrcito Salud, seores! Todos contestaron:
Salud!
El que menos pens que era vino, pero no; era una mezcla de
los desperdicios de la ensalada, con azcar, aj, sal, vinagre, limn,
pimienta y quin sabe qu cosas ms. Como tenan sed y no hubo
refresco aquel da, los pobres perros lo pasaron muy mal. As fue
el bautizo de los perros. A algunos se les volvi lo poco que
haban almorzado.
Ya no estaban en su casa o con su hembrita en algn
Restaurant. All disfrutaban cmodamente de un refresco o un
postre. Ahora estaban en un centro de formacin militar.
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Pasado esos momentos, salieron en completo silencio al
patio pensando ir al Cafetn de la Escuela para saciar su apetito, sin
saber lo que les esperaba.
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CONVERTIDOS EN PERROS Y
CUERVOS
Tolucho y Ale salieron del Comedor tristes por no haber
saboreado del todo aquel delicioso almuerzo, al salir les esperaba
otra sorpresa: En la puerta, estaban los alumnos del tercer ao
quienes ordenaron a los perros que se saquen la correa y se lo
pongan en el cuello, y as:
Posicin de perros, un, dos! ordenaban los alumnos.
Tres, cuatro!respondan los perros y adoptaban la posicin
de un perro.
Tolucho, Ale y los dems, aparecieron desplazndose como
perros con su respectivo dueo. Cada alumno del tercer ao era
dueo de un perro y stos tenan que actuar como tales:
Perro ladre! Los perros tenan que ladrar: guau, guau,
guau.
Ms fuerte, carajo Ladre como un perro macho, no como una
perra!
Los perros hacan muchas cosas que los amos
ordenaban y entre ellos se burlaban diciendo que su perro era fino y
que el tuyo es chusco. A ver, que peleen. Y los hacan pelear como si
fueran perros; mordiendo a su compaero y ladrando furiosamente.
Queran que hagan todo lo que hacen los perros. Los llevaron
ladrando, caminando, orinando como perros hasta las cuadras, por
todo ese gran patio. Pareca una jaura. Trescientos perros
ladrando en el patio. Y su propio compaero mordiendo al otro. Al
parecer, la consigna era someterlos a como d lugar, hasta hacerlos
sentir que realmente eran perros, despreciables.
Haban perdido su condicin de seres humanos. En la
Escuela, eran simplemente perros. As pasaron aquel da de
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bienvenida. Aquel bautizo, inolvidable bautizo. Los estaban
sometiendo, formando su carcter. Los estaban formateando para
ser sumisos ante los jefes. Cholos peruanos, sometiendo a otros
cholos peruanos.
Vinieron los siguientes das y pasaron mil y una cosas
propias de la formacin castrense; que los perros no caminan,
cien ranas. Que le falta porte al perro: cincuenta canguros. Que el
perro no efecto correctamente el saludo: veinte planchas. Que el
perro tiene los zapatos sucios: cien polichinelas. Que el perro
tiene que gritar: rugir. Que el perro tiene que ser un buen
combatiente: rampar. Haba un sector de la Escuela donde se
practicaba con los tanques de guerra, en donde la tierra es muerta,
es decir se hunda, all los llevaban a rampar. Que el perro tiene
que ser anfibio: a la piscina. Que el uniforme est sucio: ranas.
Que le falta brillo a los borcegues: canguros. Y, en fin, todas esas
cosas.
Eran trescientos jvenes peruanos en busca de un futuro,
aunque para ello estaban siendo humillados. Tolucho ladraba con
furia, morda a su compaero cuando le decan que peleara con otro
perro, orinaba levantando una pierna. Sus dems compaeros
hacan lo mismo.
Levantarse de madrugada para limpiar los ambientes para
que luzcan impecables. Luego el orden cerrado, el entrenamiento
fsico militar, la gimnasia bsica sin armas, la gimnasia bsica con
armas, la pista de combate, la pista de riesgos, el taekwondo, la
gimnasia con vigas, las carreras de motivacin, la marcha de
campaa, la estada en vivac, la playa, el rancho, la instruccin
militar, la instruccin del combatiente y patrullas, la instruccin
tcnica de armamento, de comunicaciones, la marcha por rumbos,
los cursos de matemticas, lenguaje, oratoria, las formaciones, los
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deportes, los servicios; todo ello, fueron moldeando a los futuros
Sub Oficiales del Ejrcito del Per.
Algunas noches, Ale lloraba y hasta pensaba desertar.
Tolucho lo consolaba y lo animaba: Hemos hecho tanto sacrificio
para ingresar y no podemos dejarnos amilanar. Moral Ale!...
Moral Tolucho! Se animaban entre ellos.
As pasaban los das. Durante los tres primeros meses de
formacin, los perros no salieron a la calle y, cada domingo,
reciban a sus chicas y familiares que llegaban a la Escuela para
visitarlos.
Recuerda Tolucho que el primer domingo posterior a su
incorporacin, llegaron a la Escuela muchas familias. Muchas de
ellas desde muy lejos, pues haban viajado para ver a sus hijos. Para
eso, para recibir a sus visitantes, los alumnos de mayor antigedad,
les haban enseado que los perros deberan recibir a sus
familiares como alumnos de la ETE, es decir, en la posicin de
atencin, sin mayores sonrisas, sin afectos, nada de abrazos, nada de
besitos, solamente tenan que decir: Alumno tal, os da la
bienvenida a la Escuela Tcnica del Ejrcito.
Muchos familiares se sorprendieron al ver tanto cambio en
tan pocos das. Queran abrazarlos y besarlos, pero no. Ah estaban
los monitores controlando cada paso que daban, peor an con la
enamorada.
Nadie poda ser objeto de afecto en la Escuela. Los estaban
formando como futuros combatientes y, ahora, su enamorada sera
un fusil a quien le pusieron el nombre de su chica. Sus hermanos
seran sus compaeros de promocin; por eso, la verdadera familia,
esas familias que con tanto cario y esfuerzo haban llegado hasta
Chorrillos, estaban confundidas, un poco decepcionadas por la
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actitud de sus jvenes hijos, sobrinos o nietos, pues en esta visita los
vean indiferentes, los vean serios y fros, como si la arena y la
playa cercana les hubiera afectado.
Los familiares traan noticias de su tierra, de sus chacras, de
sus familiares y nada. Nada haca cambiar el semblante de los
perros, por lo que al trmino de la visita, muchos de los familiares
se fueron tristes porque haban visto al alumno de la ETE demasiado
indiferente, incluso llegaron a pensar que estaban resentidos.
Muchos de ellos no eran as, eran alegres, bromistas, qu les habrn
hecho? Se preguntaban y nunca ms volvieron a visitarlos. Solo
familiares que viven en Lima, de vez en cuando, los visitaban. Las
chicas eran las ms asiduas visitantes.
Cmo no recordar que en una de aquellas visitas el entonces
Capitn Nurea, despus de la visita donde los perros haban
comido de todo, los oblig a pasar el "rancho" de la Escuela al que
previamente haba ordenado echar purgante.
Aquel da y los posteriores los baos "colapsaron" y los
perros iban con su "pala-pico" a la tierra muerta para hacer sus
necesidades fisiolgicas. De un momento a otro uno sala corriendo
llevando su pala-pico, de pronto, otro lo segua. Primero pasaban por
el bao y todos estaban ocupados.
As pasaban Tolucho y Ale los primeros das en aquella
Escuela. La masacre o endurecimiento continuaba sin cesar. Los
ejercicios fsicos (ranas, canguros, planchas, abdominales, barras,
etc.) estaban a la orden del da. Los perros soportaban con altivez.
Pero algunos se rendan.
De pronto, durante los ejercicios fsicos y ante la interrogante
de algn alumno de ao superior:
Ya no pueden?... La que no puede que se arrodille, carajo!
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Todos vieron que alguien se arrodill y se lo llevaron. No lo
volvieron a ver. Sus cosas ya no estaban en la cuadra.
Apenas se hubo ido, al da siguiente apareci uno nuevo. Era el
cuervo de la promocin que haba ocupado el puesto nmero 301.
Como ya haban pasado tres das, los mismos perros lo
masacraban: lo hacan ranear, lo hacan cangurear y hacer
planchas.
En otra jornada de ejercicios o de masacre, otra vez la
pregunta:
Ya no pueden?... La que no puede que se arrodille, carajo!
Vieron que dos o tres se arrodillaron y se los llevaron. No los
volvieron a ver. Sus cosas ya no estaban en la cuadra.
Al da siguiente aparecan otros cuervos. Seguramente
seran el 302, 303, 304. A ellos los masacraban los mismos de la
promocin. Pobres cuervos. Y as fueron yndose los que no
soportaron y fueron llegando los cuervos. Uno de ellos, que lleg
ms o menos ocho das despus de tanta masacre, fue Narciso, un
Cabo que cumpla su servicio militar en la Escuela de Trasmisiones,
quien en el ao 2013 alcanz a ocupar el mximo grado y cargo
honorfico de: Tcnico Superior General del Ejrcito.
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BAJA CON TAMBORES
En aquel primer ciclo, cuando eran perros, Tolucho y Ale
vieron dos hechos que marcaron sus vidas. El primero: una baja
con tambores, a los pocos das de su incorporacin. El otro: la
ceremonia de graduacin de la primera Promocin de la ETE.
La baja con tambores era expulsar a un alumno por alguna
causa, generalmente por medida disciplinaria. Era humillante, pero
aleccionadora. Para ello, el Batalln de Alumnos, es decir, toda la
Escuela en pleno, formaba en el Patio de Armas y por una de las
esquinas apareca el alumno que iba a ser expulsado por algn
motivo que atenta contra la disciplina y las buenas costumbres.
Apareci escoltado por dos policas militares quienes lo condujeron
hasta el centro del Patio. Inmediatamente, el Jefe de Personal dio
lectura a la Resolucin de Baja indicando el motivo de la expulsin.
De pronto, desde algn lugar, apareci un alumno quien,
generalmente, es el que ocupa el ltimo puesto en el ltimo proceso
de admisin: un cuervo. Lo vieron salir al paso ligero y dirigirse
hasta donde estaba quien sera expulsado de la Escuela y, al comps
del toque de un tambor, ste le arrebata los emblemas, los galones, el
queps; le arranca los botones de la polaca, para luego regresar en
paso ligero hasta su ubicacin.
Cabe explicar que, para la baja con tambores y otras
actividades en el Patio de Armas se formaba en cuadro, donde
los alumnos del tercer y segundo ao se daban frente y el primer ao
los perros - entre ambos formando una U. Frente a los
perros se ubicaba el estrado oficial.
Luego de esto, el Jefe de Batalln ordena dar media vuelta a
todos los alumnos en seal de darle la espalda a quien infringi los
Reglamentos de la Escuela quien, escoltado por los policas
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militares, al comps del toque del tambor, es expulsado a la calle,
por la puerta trasera.
Pasado ese momento, el Jefe de Batalln hace dar la media
vuelta a todos y da la indicacin de que a cualquiera de los perros
les puede pasar lo mismo si es que no cumplen las disposiciones,
normas y reglamentos. Guerra avisada no mata gente!, es la
advertencia.
Haba que portarse bien porque los de la promocin
cebolla, as le decan a los integrantes de la segunda promocin,
les buscaban la mnima sinrazn para aplicarles alguna papeleta de
castigo.
Pasado este momento, contino la vida en la Escuela como
si nada hubiera ocurrido. Formaciones, desfiles, carreras,
instruccin, estudio y todo lo dems. Pero este hecho marc en los
perros un gran sentido de disciplina y de cumplimiento a las
normas y reglamentos. Ya no podan ser desobedientes; tenan que
cumplir todo lo que les decan.
Era otra manera de someterlos. Es triste, humillante, cruel,
pero necesario para la formacin, para saber conducirse en la
Escuela. La frrea y rgida formacin continuaba, ansiando con ello
ser militares disciplinados y de primera.
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PRIMERA CEREMONIA DE
GRADUACIN
Ms adelante, cuando ya se estaban acostumbrando a esta
vida, en los primeros das de diciembre de 1976, se realiz la
Ceremonia de Graduacin de los alumnos de la especialidad de
Auxiliares de Estado Mayor de la primera Promocin de la Escuela
Tcnica del Ejrcito, as como los Mecnicos de Trasmisiones,
Mecnicos Automotores y Mecnicos de Armamento que llegaron
procedentes de las Escuelas de Trasmisiones y de Material de
Guerra. Esta ceremonia, a diferencia de la anterior, fue otro hecho
que cal y los motiv. Aquel da, el Patio de Honor, luca impecable,
esplendoroso, majestuoso.
Los familiares de los Sub Oficiales por graduarse llegaban a
la Escuela con sus mejores atuendos. El Batalln de Alumnos, de
donde los perros ya eran parte, estaban correctamente formados y
esperaban la llegada del Ministro de Guerra, para dar inicio a la
ceremonia.
Muy pronto, aquellos alumnos se convertirn en Sub
Oficiales del Ejrcito del Per. Estaban rebosantes de satisfaccin
porque haban logrado su cara aspiracin: llegar a la parte final de su
formacin. Se haban sacrificado y ahora lucan sus uniformes
impecables y radiantes.
En eso, lleg el Ministro de Guerra. Un General alto y
gordo, de esos que ya no existen. Lo anunci un Corneta de la
guardia de prevencin. El Jefe de Lnea lo recibi y le rindi los
honores correspondientes debido a su alta investidura. El Ministro
present su saludo a la Bandera de Guerra y pas revista al Batalln
de Alumnos que se encontraban en perfecta formacin. Se dirigi a
la tribuna y salud a las dems autoridades de menor jerarqua. Una
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ceremonia protocolar muy bonita. Se dio inicio a la Ceremonia con
el Izamiento del Pabelln Nacional, luego se enton el Himno
Nacional, se dio lectura a la Resolucin de Ascenso, hubo un
Discurso de Orden, luego procedieron a la imposicin de los galones
de grado y a la entrega de los Certificados de Estudios. Una
ceremonia sin igual.
El Ministro de Guerra, en un gesto muy solemne, entreg un
hermoso cuadro de mrmol a quienes ocuparon los primeros puestos
de cada especialidad, como premio a su esfuerzo. En tanto, los
perros que estaban en correcta formacin dentro del Batalln de
Alumnos, observaban impactados esta ceremonia como dicindose
para sus adentros: Yo tambin quisiera ocupar el primer puesto
para que el Ministro me entregue mi premio. Este fue el otro
acontecimiento que marc la vida de los perros.
Pero, justamente en aquellos momentos en que se graduaban
e irradiaban felicidad y satisfaccin, porque despus de una frrea
formacin castrense se convertan en gallardos Sub Oficiales del
Ejrcito del Per, hubo un cuestionamiento muy interno en Tolucho
y seguramente en todos los perros. Ellos estaban siendo testigos
de que al momento de graduarse hubo una Resolucin de Ascenso
donde le otorgaban el grado de Sub Oficiales de tercera, y el
cuestionamiento era: cmo es posible que de esta Escuela, donde
les dijeron que era una Escuela moderna, donde se forman como
Soldados Tcnicos y combatientes de primera, el producto final sea
un militar de tercera?
Muy en la intimidad de sus cuadras, los perros se
preguntaban unos a otros por qu de tercera? Despus de tanta
masacre terminar siendo militares de tercera? Qu clase de
personas eran aquellas que se graduaban como Sub Oficiales de
tercera? Eran, acaso, personas de tercera clase? Porque, antes
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de ser Sub Oficiales, son personas y el grado, acaso, no es inherente
a la persona?
Y as, comentaban en las cuadras, casi en silencio, porque
eran perros y hablar o preguntar sobre esa materia les poda costar
la expulsin de la Escuela. Se callaban, pero desde aquel entonces
les preocupaba esa peyorativa denominacin. Tolucho quera
gritarlo, Ale lo calmaba.
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LOS INSTRUCTORES
Han pasado 37 aos desde que se hicieron parte de la ETE,
parte del Ejrcito del Per, y lo primero que les llam la atencin
cuando ingresaron fue un gran letrero negro con letras doradas
donde estaba inscrito el lema de la Escuela: DISCIPLINA,
LEALTAD Y HONESTIDAD.
Ahora, cuando ya estn viejos y curtidos militares, unos en
actividad y los ms en situacin de retiro, Tolucho y seguramente la
mayor parte de los integrantes de esa promocin se remontan en el
tiempo, a esos ltimos meses de 1976, su mente y su corazn
recuerdan esa vida de perros con respeto, con cario y admiracin
a quienes los acogieron y fueron parte de su formacin militar:
Los primeros Directores
Recuerdan con mucho cario al Crl Ing Jos Francisco
Olivera Larribieri, quien les dio la bienvenida cuando ingresaron.
Recuerdan tambin con respeto al Crl Ing Luis Torrejn Melena, que
fue el Director de la ETE cuando egresaron en una Ceremonia
realizada el 15 de Diciembre de 1978.
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Los Jefes del Batalln de Alumnos Tolucho recuerda con admiracin, entre otros, al Tte Crl Inf
Julio Brun Delgado, el primer Jefe de Batalln; al My Inf Marino
Arvalo Guzmn, segundo Jefe de Batalln y al Tte Crl Ing Mximo
Bracamonte Vargas, que sin ser Jefe de Batalln infundi en ellos
una frrea disciplina y una preparacin fsica sin igual. Otros
nombres que vienen a la memoria son el TC Ricardo Huby
Cervantes, el My Jaime Necochea del Carpio, el My Homero
Nurea Len, el Cap Cecilio Snchez Diaz, el Tte Freddy Mndez
Castro, el Tte Ovid Loa Rivera, el Tte Smith Snchez Concha.
Los Jefes de Ao Recuerdan tambin al Cap Pedro Villanueva Garay, al Tte
Julio Pimentel Arenas, al Tte Carlos Castilla Bendayn, al Cap
Santiago Ortega Polo, como excelentes formadores y Jefes de Ao.
Los Jefes de Seccin y otros que recuerdan Como no recordar al Tcnico EP Donowe, Tcnico EP
Poblete, Sub Oficial Torero, Sub Oficial "Clavelito", el Sub Oficial
IM Jacob Gonzlez Alava, Sub Oficial IM Eduardo Vega Jimnez,
Sub Oficial AA Jos Ruiz Rojas, Sub Oficial IM Ricardo
Barandiarn Salvatierra, Sub Oficial IM Mariano Aguilar Acua,
Sub Oficial IM Basilio Snchez Ernesto, Sub Oficial IM Dvila
Surez Pedro, entre otros.
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VACACIONES Y ESCOGEN
ESPECIALIDAD
Luego de esa triste y humillante vida de perros, que
se les hizo larga y tediosa, salieron de vacaciones quienes
haban culminado satisfactoriamente el primer ciclo de
formacin, es decir, quienes salieron invictos en los cursos de
formacin as como en conducta, con ms de 65 puntos;
porque aquellos que salieron jalados en algn curso o con
menos de 65 puntos en conducta, se quedaron sin vacaciones y
la vieron muy difcil. Eran los castigados.
Ellos tenan que cubrir los servicios de guardia dejando
un da, hacer servicios de cuarteleros, imaginarias y si no
estaban de servicio, pintaban las paredes de los pabellones con
ladrillos molidos, sembraban palmeras en el frontis de la
Escuela, los llevaban en marcha de castigados, etc.
En cambio, los invictos, tan pronto salieron de
vacaciones, viajaron a sus tierras. Los que eran de la sierra o de
la selva, como los del norte, centro o sur del Per,
prcticamente volaron a sus lugares de origen ya por la
familia, ya por la enamorada y disfrutaron plenamente de ella,
con el orgullo de ser alumnos de la ETE olvidando todas las
vicisitudes, ms bien, orgullosos de haber soportado toda esa
rigurosa vida militar. Pronto terminaron esas lindas
vacaciones. De vuelta a la Escuela, a continuar con la diaria
rutina.
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Pese a todos estos avatares propios de la formacin
militar, al concluir el primer ciclo y de acuerdo al estricto
orden de mrito, los alumnos escogen una especialidad para
toda su vida militar, para toda su carrera militar.
Las especialidades que existan en aquel entonces eran:
- De cuatro ciclos: Conductor Mecnico de Vehculos a Rueda)
- Cinco ciclos: (Auxiliar de Abastecimiento e Instructor
Militar) y
- Seis ciclos (Enfermero Militar, Operador Mecnico de
Trasmisiones, Mecnico Electrnico, Mecnico de
Armamento, Mecnico de Vehculos a Oruga, y Mecnico de
Equipo de Ingeniera). Por lo que muchos, viendo lo riguroso
de la vida militar optaron por escoger la especialidad de
cuatro ciclos para egresar lo ms pronto de la Escuela.
Quienes ocuparon los primeros puestos, escogieron la
especialidad que les gustaba, mientras que los ltimos lugares,
tuvieron que resignarse a la especialidad que les asignaron
quienes estuvieron a cargo de esta distribucin.
Tolucho escogi ser Instructor Militar, juntamente con
Ancco, Azaa, Arteta, Babilonia, Borra, Centeno y otros. Ale
escogi la especialidad de Auxiliar de Abastecimiento.
Ya cursaban el segundo ciclo y se produjo el Examen
de Admisin. Cuando se incorporen los ingresantes, dejaran
de ser perros. Con qu ganas esperaban que ingresen los
nuevos. Por fin, dejaran tal condicin y ya tendran sus
perros. Y as fue. Luego del Examen de Admisin, se
incorporaron los nuevos alumnos. Haba concluido el tiempo
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de ser perros y ahora eran alumnos del segundo ciclo de la
ETE. Llevaban dos pitas en el hombro.
Dejaron de ser perros sarnosos, perros
miserables. Dejaron de ser serranos e indios, como los
llamaban los de mayor jerarqua. Ahora seran alumnos. Pero
como todo da vuelta en la vida se vio que los ms llorones de
la promocin, los que ms reclamaban, aquellos que no
queran abusos, aquellos que ms reclamaban o se quejaban, se
convertan ahora en los abusivos de los nuevos perros. Los
hacan ranear, que las planchas, que los canguros, etc.
Oye, Juan qu haces?... No decas que t no ibas a ser
abusivo.
S pues, pero a m me han masacrado y yo tengo que hacer
lo mismo. Tolucho se sonrea al ver a sus compaeros hacer lo
que a ellos no les gustaba que les hagan.
Hasta los cuervos ya tena nuevos perros a
quienes masacrar.
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RUTINA, JUEVES Y CONTROL DEL
ORDEN INTERNO
En aquella Escuela la vida era tan ocupada que no tenan
tiempo para pensar en nada. Ni siquiera en su familia, ni en su
enamorada. Si acaso estaban pensativos, por all pasaba un alumno
de grado superior y, al descubrir su actitud, le ordenaban que haga
ranas, canguros, polichinelas, planchas, lo que sea. Los perros
deban estar ocupados. Ellos no estaban para pensar. Solo tenan que
estudiar y cumplir las rdenes sin dudas ni murmuraciones. Tenan
que estudiar, tenan que cuidar su fusil como si fuera la nia de sus
ojos, tenan que estar bien vestidos, bien afeitados, con el cabello
recortado, el uniforme bien planchado, el zapato bien lustrado, es
decir, no tenan tiempo para pensar en nada.
Luego de la fatiga del da, pues todo empezaba con la diana
a las cinco de la maana, la limpieza exhaustiva de las cuadras y
jardines, el entrenamiento fsico militar, el desayuno, la lista de
diana, la instruccin militar, el almuerzo, la instruccin por la tarde,
la cena, la lista de retreta, el estudio obligatorio que terminaba a las
diez de la noche y ya estaban rendidos. Llegaban a la cuadra, all,
tenan que encerar su sector, de manera que a la maana siguiente
solo le sacaban brillo. Se acostaban casi a las once de la noche y
cuando ya estaban por conciliar el agradable sueo, pasaba por la
cuadra el Oficial de Da del primer turno y por un pequeo sector de
la cuadra que estaba sucia, levantaba a todos los alumnos, como si
no supiera de quien se trataba, pues cada sector tena su nombre,
pero no, levantaba a todos, para darles indicaciones y llamarles la
atencin, que por aqu, que por all, hasta que todo est encerado y
limpio. Dentro de media hora regreso a pasar revista! deca. Y all
tenan que esperarlo.
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Todo era formacin, hasta en sus horas de sueo. De pronto,
llegaba el Oficial de Da del segundo turno; que algo mal observaba,
que la cuadra ola mal, que alguien no se haba lavado los pies, que
no se haban echado talco y por eso levantaba a todos los perros
de la cuadrasegn l, para ensearles, hasta los mandaban a
baarse, a todos. Era formacin. Por fin descansaran, pero no.
Pasaba por all el Oficial de Da del tercer turno y algn motivo
buscaba para levantarlos a las cuatro de la maana aduciendo que el
combatiente no duerme, que el combatiente debe estar preparado,
que tal cosa y que tal otra y de esa manera no los dejaban descansar.
Los estaban formando, estaban formando su carcter. Por eso
esperaban ansiosos el da de salida, el da de franco. Como no
recordar que, en una oportunidad, estando los perros formados
para recibir instruccin comn, al Tco Donowe no le gust la
demora y dijo Muy lentos los perros! Visto esa vaca? (haba una
res pastando al fondo, mas all de la tierra muerta) Visto!
contestamos a coro. Un ultimo en traerme un pelo de vaca! Todos
partieron en tropel, algunos se caan y eran pisados, la tierra muerta
se levantaba y los cubra totalmente, se meta a los ojos, odos, boca,
etc.; obviamente la vaca parti a la carrera asustada y nadie
consigui el pelo de vaca y as, todos enterrados y jadeantes fueron
masacrados por no cumplir la orden. En ocasiones Tolucho se puso
mal y pidi visita mdica. Para muchos esto significaba cabreo.
Al llegar a la enfermera el mdico recetaba penicilina. A todos les
recetaba lo mismo, sea cual fuera la enfermedad. Al pasar por el
enfermero Otto Chvez, ms conocido como Chabuca, ste
preparaba la inyeccin, lo clavaba en la nalga del paciente y
ordenaba que cada uno se lo aplique, saque la aguja y se sobe. Por
todo ello, el da de salida era de ilusin. La mayor parte de ellos
decan que llegaran a sus casas solamente a descansar y dormir por
todas las noches que no los haban dejado dormir durante la semana
y cada vez que salan de franco daban rienda suelta a su vida por
tanta presin. Se cuidaban mucho para no salir archivados; es
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decir, se cuidaban de que no le apliquen papeletas de castigo durante
la semana porque por dos pepas, perdan el derecho de salir.
En ese paso por la Escuela Tcnica del Ejrcito, los
perros jams olvidarn los famosos jueves de pelcula que,
estaba programado para brindar bienestar a los alumnos. Pero,
por ser perros, ese bienestar se converta para ellos en una
masacre, en un verdadero malestar porque tenan que llevar
las sillas desde el comedor hasta el auditorio en una marcha
del pato, tanto de ida, como de vuelta.
Verlos cargando una silla en la posicin de patos y
encima: cua, cua, cua, cua!, no era estimulante. Desde el
Comedor de Alumnos hasta el auditorio que estaba en
construccin, era una tortura. Todo eso lo soportaron
estoicamente. Queran ser militares. Estaban en una Escuela y
no les quedaba otra alternativa. Arrequintaban, maldecan el
haber hecho tanto esfuerzo para ingresar, pero no, haba que
perseverar. All estaba su futuro. Tenan que seguir adelante.
Al trmino de la pelcula, los alumnos de aos superiores se
iban a descansar; en tanto que los perros, al mando de sus
monitores, tenan que devolver las sillas a los comedores y
dejarlas en orden.
As pasaban sus das Tolucho, Ale y los dems
jovencitos en aquella Escuela. De pronto, cuando todo era
rutina, estudio y masacre en la Escuela, se oy que en Lima
se haba dictado el Estado de Emergencia. Se organizaron
patrullas al mando de un Oficial y los alumnos tenan que velar
por la seguridad de la poblacin.
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- Instructores Militares Reunin Uno, dos, tres, cuatro
subir a esa tanqueta. Cinco, seis, siete, ocho subir a esa
otra tanqueta. Nueve, diez, once, doce A la otra tanqueta
Y as, los treinta instructores militares salan por las
noches a cumplir esa misin. Por eso, merece una mencin
especial la participacin de aquellos alumnos de la tercera
Promocin en el patrullaje y control del orden interno en San
Juan de Miraflores, Villa Mara del Triunfo y Villa el
Salvador.
Dentro de todo ese trajn, hubo otro momento que
marc a los alumnos de esta Promocin. Fue cuando llegaron
los alumnos del tercer ao que, por sus meritos fueron becados
para seguir estudios en a la Escuela de las Amricas en
Panam (tres Auxiliares de Abastecimiento y tres Instructores
Militares). Al ver esto, todos se esforzaron para que algn da
puedan ser considerados en un viaje similar. Lo triste fue que,
el ao que les corresponda el viaje, fue declarado en el Per
como el Ao de la Austeridad. Quienes ocuparon los
primeros puestos y estaban listos para el viaje, se quedaron con
las ganas. Tolucho fue uno de ellos.
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DEPORTISTAS CALIFICADOS
Al margen de la rigurosa formacin militar, hubo quienes
practicaban algunos deportes. De esta Promocin quedan recuerdos
imperecederos de aquellos que les toc vivir las competencias
deportivas tanto internas como Inter Escuelas Tcnicas de la Fuerzas
Armadas. A Dios gracias, han llegado algunas imgenes que las
publicamos como recuerdo de quienes defendieron el honor de su
querida Alma Mater.
Entre los compaeros que destacaron en los deportes,
conforme aparece en la Historia de la ETE Tomo I, editado en el
2007, aparecen en el ao 1976: Barrera Neyra, los hermanos Lucho
Lpez y Lara Paredes. En 1977 aparecen: Barrera Neyra, Lara
Paredes, los hermanos Lucho Lpez, Tovar Florentino, Arteta
Lescano, Merino Neyra, Olivari Cruzado, Santos Bueno, Vega
Barrios y Zrate Hurtado. En 1978 destacaron: Ypez Zavaleta,
Santos Bueno, Zrate Hurtado, Merino Neyra, Vega Barrios, los
hermanos Lucho Lpez, Lara Arteaga, Arteta Lescano y Tovar
Florentino.
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Cabe mencionar que aquellos deportistas tenan una
sola consigna: ganar, caso contrario iban a parar a los
calabozos de la Escuela.
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ALGUNAS IMGENES DE LA
PROMOCIN
Han pasado los aos y gracias a la gentileza de un integrante
de la Promocin, que ahora es fotgrafo y publicista profesional,
Luis Gonzalo Muoz Tuesta, llegan estas imgenes del paso por la
Escuela Tcnica del Ejrcito.
La Sexta Seccin
Una maravilla
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Auxiliares de Abastecimiento
Los recuerdan?... los Armeros
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Estada en vivac
Un momento de relax
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Luego de la Ceremonia de Renovacin del Juramento de Fidelidad a
nuestra Bandera.
Durante el Servicio de Guardia
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LA GRADUACIN
Las horas, los das, las semanas y los aos pasaron
inexorablemente. De pronto, pese a que sufrieron mucho en esa
formacin militar, ya era octubre del ao 1978 y Tolucho y Ale ya
estaban en el quinto ciclo: eran los dueos de su Escuela Tcnica
del Ejrcito. Tenan que dar los ltimos exmenes hasta que, por fin,
lleg el esperado da, el tan ansiado da de la graduacin. Se iban a
graduar, despus de haber sido entrenados y preparados como
combatientes de primera, como Sub Oficiales de tercera y all
quiz comprenderan porque iban a ser de tercera.
Era el 15 de Diciembre de 1978. Aquella maana, el Patio de
Honor luca esplendoroso. La tribuna adornada con toldo rabe y con
los colores rojo y blanco de la bandera peruana. Los familiares
llegaban en caravana a la Escuela felices porque sus hijos, sobrinos,
nietos, primos o amigos se iban a graduar. De pronto, los honores al
seor Director de la Escuela que era un Coronel. Luego los honores
al Director de los Centros Acadmicos del Ejrcito que era un
General. Los honores al seor General de Divisin Comandante
General del Ejrcito y Ministro de Guerra que llegaban con sus
respectivos edecanes y su comitiva. El Batalln de Alumnos estaba
en estricta formacin. Los que se iban a graduar estaban en un lugar
especial luciendo sus impecables uniformes de Sub Oficiales del
Ejrcito del Per, listos para recibir la imposicin de sus blasones
con el grado de Sub Oficiales de tercera.
Desde donde estaban, vean cmo llegaban sus familiares.
Aquella ceremonia tuvo ribetes de gran solemnidad. Se dio inicio
con el izamiento del Pabelln Nacional para luego entonar las
sagradas notas del Himno Nacional. Despus vino el Discurso del
Director donde daba cuenta al Comando del Ejrcito y al Ministro de
Guerra de todos los pasos seguidos para formar a esos alumnos que
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ahora se convertan en Sub Oficiales del Ejrcito del Per. La
corporacin de Oficiales, Tcnicos y Sub Oficiales impusieron los
blasones de grado y les entregaron sus correspondientes Certificados
de Estudios. Ya eran Sub Oficiales y luego los alumnos que
ocuparon los primeros puestos de cada especialidad recibieron de
manos del Gral Div Oscar Molina Paloquia, Comandante General
del Ejrcito y Ministro de Guerra, un hermoso cuadro de mrmol
donde queda perennizado este logro y que muchos seguramente lo
lucen con orgullo en algn lugar preferencial de su hogar. Los que
ocuparon los primeros puestos los siguientes:
Jacinto Camacho Chumbes: Enfermero Militar
Walter Cueva Castaeda: Operador Mecnico de Trasmisiones
Alejandro Benavides Robles: Mecnico Electrnico
Crislogo Llancari Violeta: Mecnico de Armamento
Tolomeo Aliaga Quispe:
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