7/25/2019 Posesion y chamanismo
1/13
Uu.
. , _ ~ " ' ,
~ d
~
JMf- 1, s . ~
x t
, 'iJo-e ~ .
~ 5 .
; POSESION Y CHAMANISMO
55
l
POSESiN
Y CHAMANISMO
1 j
(
~ i l o g o con
l o ~ - ~ ~ : n . . . - t a d a - F 1 - i g i : n
_
t e C E I . ~ ___ : _ 9 J : . I 1 . Q r ~ ~ ~ - - - ~ ~ P . ~ ~ j f i _ c a . s .
La oracin catlica
exige a la vez humildad y recogimiento, silencio del
cuerpo;
es,
tanto en el plano espiritual como
en
el
plano
fsico, preparacin a
la
muerte, que es aper
tura sobre la salvacin. La actividad del cuerpo que
da suspendida, restringida; esto se halla conforme con
una
metafsica
dualista
que no
ha
cesado de estar en
circulacin, a pesar de
un
esfuerzo constante de
la
teologa para disminuir la distancia vertiginosa que
separa el alma del cuerpo. En la oracin cristiana, el
cuerpo est condenado a
la
desaparicin; se encoge,
las manos ocultan el rostro: el hombre postrado se
prosterna. La risa est proscrita; el silencio reina
en
el santuario, el fiel habla en voz baja, bisbisea.
No
participa
en
el sacrificio,
es
simple espectador.
H ~ y un
solo actor: el sacerdote, apoyado por el r
gano y el coro.
El jbilo que
la
msica sacra
difunde
er: la
a ~ ~ s t e ~ c a
no va acompaado de ninguna ma
nifestacwn
f1s1ca:
es
puramente interno. En hora muy
t ~ m p r a n a , el teatro naciente fue expulsado de la igle
sia.
En
esta perspectiva, la alteracin de los sentidos
en
la
comunicacin con lo sagrado es de esencia
diablica.
~ e n ~ _ l ? _ g l s t i _ c o s
se aventuran,
no
sin pro
vocar .la desconflanza del clero, a
c o m u n i c ~ r d - i r e c t a -
c
P.ub icado en Les religions africaines t r a d o n n e l l ~ ~ ~ ~ n -
tres
mternationales
de
Bouak, Pars, d.
du
Seuil, 1964,
pp.
133-146. Este
texto
ha
sido
reproducido
y desarrollado en
el
tomo 1.1 de. los Annales u Centre d tudes des religions, de
la Umve;s1dad de Bruselas (Instituto de Sociologa). 1962,
con el tltulo: "Cultes de. possession et religions
initiatiques
de salut en Afrique".
[254]
mente
con Dios por medios anormales presdndieJ if.o
-el_
- ~ a
etran en
la zona del chamanismo
ycte-I-a:-posesin, en la que se complace
tambin
lo
diablico. Intentan_ saciarse de Dios, adelantndose
a la c o n d i d i l l L E ~ ~ t - ~ - ~ - ~ _ c _ ~ . . I a ~ ~ a - e r m i s f c o - c n s t i a n o
como el poseso satnico constituyen:-
llrpo s
extra-
os en el sistema cristiano. Su comportamiento es
el propio de las religiones extticas, cuya tipologa
vamos a tratar de esbozar rpidamente.
Todas las tcnicas del cuerpo cristianas que
h e m ~ s
enumerado se oponen punto
por punto
a las tcnias
africanas y afroamericanas
que
caracterizan los cul
tos de posesin autnticos. La religin en ellas
es un
teatro
d a n z a ~ . o ,
una explosin dramtica, una exube
rancia dionisiaca,
una
alegra fsica.
El
cuerpo hu
~ a n o
e s _ ~ ~ - - Y - ~ ~ i ~ Y J . Q . ~ ~ d e ..
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2/13
256
RELIGIONES
al xtasis. Estas tcnicas apelan a una curiosa dispo-
siCin def
cuerpo y del espritu
humano que
nuestra
propia
cultura
considera como
errtica
o neurtica:
el cambio de personalidad. ste se
opera en el
curso
de una
crisis
nerviosa de
intensidad
variable que no
deja
de
recordar
los trastornos.. histricos defini
dos, de manera
bastante
confusa, por
la
psiquiatra
occidentaL
El
hecho
singular
que no
ha dejado de
llamar
la
atencin de los etngrafos es
que
esta _crisis
nerviosa socializada puede afectar a veces a_
1 1
...n
mero considerable_ de hombres y de m . q j ~ r e s como
ocurre en el vud
haitiano.
Desde luego, los
__
e.tn-
. grafos-(Mtraux, n r r s t i d e ; - - - H e r s k o . v - i t - s : o : : ~ Y . ~ g r : _ y mu
chos otros)
no
se hacen solidarios e las interpreta-
---e:Tones
psiquitricas que insisten sobre los caracteres
sociolgicos
del
fenmeno:
la
crisis exttica
no es
jams anrquica est r e g u 1 ~ 4 - - ~ c . o m . . o _ 1 J . _ p a ~ l - . t e a ~
tral, se integra e n - - ~ - r r ~ c G f t o qrganizado que.
...
posee
sus sacerdotes,
su
p a n t ~ g n sus reglas .estdctas. El re
conocimiento
de
estos hechos, que
contrastan
vigoro
samente con la histeria pura
y
simple, ha sido salu
dable. Pero, reconocidas
claramente
estas distinciones,
no por
eso
se
ha quedado desembarazado del irri
tante problema de las coincidencias extraas que
subsisten
entre
el
comportamiento
del histrico oc
cidental y el del poseso africano o del chamn sibe
riano. Ya es tiempo de buscar un terreno comn de
discusin entre la etnografa, la
historia
de las reli
giones y la psiquiatra y proponer una perspectiva
en
la que
todas las manifestaciones '
1
histerifonnes
se insertaran en
una
estructura psicosociolgica co
herente.
Nos
limitaremos a desear esta colaboracin que dar
por
resultado sin
duda una
revisin
simultnea
de
la
definicin psiquitrica
d ~ g ~
la de-
finicin etnogrfica de 1 ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ - - - - - - ~
Varios
investigadores
prosiguen actualmente
este dilogo
in-
257
terdisciplinario iniciado en otro tiempo
en
Francia
por
el
Dr. Pidoux.
Yurta
cabaa de
los nmadas del Asia central
Y de
Sibe
ria.
[T.]
t-
\
.__
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3/13
258
RELIGIONES
\ mero de casos, el espritu protector que elige el fu-
turo chamn se le revela en el curso de una crisis
f de -furor, que podra confundirse con
una
crisis de
posesin. De hecho, parece que el e s p r i t ~ se
r e ~ e l a
i
mostrndose; no se apodera del cuerpo del elegtdo.
\ Esta revelacin
es
un
encuentro violento,
no
la
sus
J
titucin de
un
alma
por
otra. Por lo dems en
el
1 curso de la cura chaman:stica, el chamn invoca los
l
f espritus protectores. ~ o ~ interpela .a veces de manera
imperativa. Parece
ex1st1r
en ocaswnes todo lo ms
l una utilizacin parcial del cuerpo del chamn por el
/ espritu: ocurre que el espritu protector habla por
la
boca del
c h a m n ~ m d i u m
que lo interroga. Mircea
/ Eliades y Marcelle Bouteiller
4
han
sintetizado muy
i
bien todos estos rasgos.
~ a
tcnica exttica del
chamn
es necesaria como
re-&p'sfa- a un
" d e s p o s e h n e n t o " _ - _ d ~ ~ - - ~ r i t e l j i i ? - . ~ } : J j m
~ t . A i ~ ~ ? uido, e s _ J ; < ? ~ ~ d o
- ~
s u _ _ _ i _ J ~ ; l _ _ _ _ El
chamn
parte_
en su_ reconquista: la - ~ ~ - ~ , n t ~ g r a c t n del
alma
se
simboliza con frecuencia, -por
la
ingestin
d
u
cuerpo: el curandero pueblo. i n t r o d u c ~
u ~
grano de maz, smb.olo del alma recobrada, en una
bebida que el paciente debe absorber.
5
_
e . . O . . . J . ~ _ _ s o ~
ciedades con chamn de Asia y Amrica profesan
una
-segunda teora de
la
enfermedad, simtrica e inversa:-----
:Ja:-enfermedad
_est
provocada . por. la i:b:geren ;ia
~ : t n . ~
tempestiva en
el
cuerpo del enfermo de tm cuerpo , ;
extrao. Esta vez,
en
este chamanismQ
J ) ~ ~ - e l - - m . a l es
una a a d i d ~ ~ ; - a ~ - - - r;a d j ~ - ~ i n , .no - ~ _ p - ~ r c l _ d a .
~ - - -
erca:so-precedente-(chamanismo
A),
la curacin c o n ~
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4/13
260
RELIGIONES
en el espacio
propiamente
mtico.7 La curacin apa
rece, pues, como una sntesis dialctica del adorcismo
y del exorcismo. Podr:ia aadirse a esta interesante
sugestin que, inversamente,
en el
chamanismo
as-
censional puro y simple (tipo
A), es
el cuerpo mismo
del chamn,
y
no
el del enfermo, el
que
se
confunde
con el espacio mtico. En efecto, entre los Yakutes,
la
lucha contra los espritus malficos es un largo
sufrimiento para el chamn, obligado a incorporarse
los espritus. Sufre ms que el propio paciente,
es
imagen de
la
enfermedad,
la
toma sobre s. s Es, pues,
tan pronto
el cuerpo del enfermo, tan
pronto el
del
mdico
el
que sirve de
plano
de proyeccin.
Tanto el exorcismo como el adorcismo chamans
dco
tienen su equivalente
en
las estructuras mticas
propias de los cultos de posesin africanos. Sin em-
1
argo.
se
inscriben en
otra
perspectiva. La posesin
se
opone
en
bloque al chamanismo
en
esto: el
c h a ~
1 manismo
se
nos aparece como un ascenso del hombre
\\
hacia
l o ~
dioses,
una
tcnica y
una
metaf.s.ica ascen-
sionales;/ la posesin
es un
descenso de los _
i i _ < ? . ~ ~ ~ - Y
LJ a
e u . c ~ m a C i n :
--- - -
------- - " - - ~ ~ - - - . - . . ~
Un primer caso de posesin debe ser emparejado
estructuralmente con la concepcin chamanstica re
lativa a la enfermedad como
djuncin
de
un
elemento
patgeno, el chamanisnio B. E n ~ e r e c t O : e _ s ~ dos
casos
una
presencia
extraa
a s mismo debe ser
extirpada por exorcismo. nicamente en el caso de
la posesin, el enfermo no
es un
enfermo cualquiera,
est percibido claramente como enfermo mental. El
"poses9"
J ~ $ . t _ : L t o t a l m e n t e ..
.inv_adido
(Y
no parcialmen
te como en el chamanismo
Btp_or. _ ~ _ . p r e s e n c ; _ ~
in
s l i t a ~
nociva, anormal. Lo que era nosolgia general
--en.-
et
pensa:m:i-e-nto-"'diamanstico deviene aqu,
en
ciertas regiones del frica bant especialmente,
una
~ e o r a
psiquitrica limitada, aplicable a
un
nmero
7
Id. pp.
205
ss.
8
Mircea Eliade, op. cit., pp. 208-209.
POSESIN Y
CHAMANISMO
restringido d casos. asamos visiblemente del -do-=
p-inio .de l < L f f i ~ e 4 ~ ~ e - ~ s o m tea p
~ 1 1 : - a : - ~ " E o r .
el mldfco :zoco ( chamantsmo l f u n ~ e d t c l l l a J . e n t a f
~ ~ ~ ~ ~ ~ l ? . ~ ~ o e ~ ~ 1 ) . J r e r e a o ; - l a
agttaaon nerviOsa esta vez
es
del pacreme;-rro-del
'idtco;
es
el
erermo
e t q u e - c a - e - e n - r r ~ . r r o - r t u
- e - s t ~ - e r r t t m o : - - - -
~ ~ ~
_lunod ha
oescrito
muy
bien y con mucho detalle
\
este
p r ~ e r
tipo de posesin
entre
los Thonga
de
Mozambtque.
9
Los
Thonga
viven
en el
terror de ver
1
su cuerpo invadido por los espritus ancestrales de las 1
pc;>blaciones vecinas, los Vandau o los Zules. Esta
\'
enfermedad especifica
se
llama la locura de los dio
ses". El enfermo
se encuentra
bruscamente
en un
estado de inconsciencia, y
se
comporta de manera \
excntrica; estos primeros sntomas son preludio de
una
crisis de agresividad acompaada de temblores.
.adivino consultado designa
un curandero
espe
crahzado en este gnero de afecciones,
un
exorcista
que tiene ms del psiquiatra
puro
y simple que del
chamn. Este mdico, en efecto, acta
en
fro, bien
asentados los pies sobre la tierra, y trata
de
provocar
en s ~ p a c i ~ ~ t e una
crisis decisiva, segn
un
ritual
prectso. Utthza el ataque nervioso,
que
dir , com
un
electrochoque.
Un
sacrificio violento, dionisiaco,
es
el vehculo del exorcismo: en el curso de ia -
sin, provocada por los cambios
que
ordena el curan
dero, el enfermo
se
arroja sobre la
herida
del animal
sacrificado. y chupa _su san.gre con avidez. Esta sangre
no se
. destina a ser 1ngurg1tada, transpor ta l
espritu
malflco, y ser escupida con el fin de expulsar
el
espritu. El curandero especializado es un chamn
de poca monta.
Tiene
del
chamn una
caracterstica
fundamental:
domina
los espritus malficos, pero
l o ~
controla sosegadamente; este psiquiatra es tambin
psicoanalista autntico: interroga al enfermo poseso,
9
H.A.
Junod, Moeurs et coutumes des Bantous. La vie d ' u n ~
tribu sudafricaine, Paris, 1936,
t.
II
pp.
432-460.
J
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5/13
262
RELIGIONES
llega a arrancarle el nombre del espritu malfico,
origen de su mal psquico. Este chamanismo insulso
se ha vaciado de su sustancia exttica....._q.ue__s_e__tefugia
por entero en la -enfermedad----del----diente; . p.ercihimos
con claridad, en este punto crtico de estructuracin,
el vnculo de "pies contra cabeza"
que
suelda'
cfia-
manismo y posesin. Este paso se efecta
por
un cam
bio semntico radical del propio trance. El trance
thonga es a la vez epifana y enfermedad, enferme
dad
y medio teraputico. El mdico
da
una form'
cultural a la crisis nerviosa:--ra--tntegraa-un scrf1C1o
re1(g1oso y p ~ o v o c a
una descarga c l e d s y ~ - - c u f a t i V , - . -
iber"ando al paciente: exorcizndolo. l trmino de
la curacin} el paciente pasa
por una
iniciacin re
ligiosa; definitivamente apaciguado, deviene vidente,
mago.
Ya
no
volver a ser posedo, atormentado.
: t : ~ ~ ~ p r i m ~ _ t i p g g , ~ - " ' . p o s e s i . n , d ~ ( B ~ ) - .
m e r ~ c ~ _
- ~ ~ I cali-
Jicado de p-osesin m a l f i . _ t ; . ~ L - o.- descliclaa, i n a u t n ~
tka: -
-Recuerda, pr muchos aspectos invertidos, el
chamanismo B, que apela igualmente al exorcismo.
La enfermedad y el trance, cuidadosamente disocia
dos en el chamanismo, se hallan estrechamente sol
dados en esta posesin desdichada, siendo el trance
a l
vez el signo de
la
enfermedad y el medio de
curarla.
~ ~ ~ - ~ ~ - ~ ~ ~ ~ n i ~ ~ _ < ? . _ _ y ~ t a
posesin conducen
al mismo desenlace, el exorcismo:--
-
--En
cambio, l a - - p ~ i m e r a -versioli d ~ I char,nanismo, la
que _utiliza el adorcismo (chamanismo A) encuentra
equivalente estructural
i n v e r t i d o - - ~ e n b n
s ~ g u n d o
tipo de posesin, que llamaremos 1 a : . - p o s e s i n ~ ~ a u t n -
- ~ t i t a
-{A). Aqu, la :e_resencia extraa a
s
mismo cesa
(
~ ~ - : - ~ J ~ ~ ~ ~ _ : ~ t a r s e
c o m ? " " e s ~ a d o pato1gicb, 'para no
s ~ . - - Y - ~ l _ l ~ S
que
pura eE_1f_an1a. LeJOS de ser rechazado
1
como
un
mal (posesin B), el espritu
se
acepta como
j un
h i @ - n - : - - - e s . J a . . _ . p - ~ i n
d i c h n s a ~ _ a u t n t i c a m e p t e
re-
1\
._ g - i _ o ~ _ a , __ pien m e ~ ~ ~
~ ~ ~ u ~ ~ ~ pQ r
__
Q . J l ~
i n i c i a d ~ ~ _ g ~ e
~ - ~
... l - ~ ~ r c i s m o : el llel eiegdo
por
el
d10s
aprende baJO
\ --la direccin de
un
sacerdote a ser habitado peridica-
\ __
POSESIN
Y
CHAMANISMO
263
mente
por
l; incluso a veces el dios llega a ser
fija-
do en l por medio de los ritos apropiados
una
vez
que su
propia
alma le
ha
sido
retirada
y puesta al
abrigo sobre el altar (vud haitiano). Espero no trai
cionar aqu el pensamiento de los numerosos etn
logos
que
han
consagrado a estos fenmenos estudios
penetrantes, especialmente Michel Leiris, Pieire Ver
ger, William Bascom. Esta posesin autntica vuel
a encontrarse entre los Songhay del Nger, entre los
Etopes de la regin de Gondar, en el Dahomey, en
tre los Yoruba de N igeria, en el vud
haitiano
y entre
los negros brasileos; invierte todos los valores y los
smbolos del chamanismo A, el
que
se funda- resuelta
mente sobre la ascensin d e ~ chamn, la
conquistad
alma sustrada y el carcter mgico y heroico de
la
intervencin
humana ..,tp. J ' , . . R 2 ~ S . ~ ~ J Q J J . ~ l J . l n , . _ t k a . __A)_,
el fiel africano no s u b ~ . ~ < : . c i ~ los
~ - ? ~ ~ ~ e l . -
cha
~ i ' a n ~ . - s e m - ~ ~ dioses l o _ s ~ 9 ..e desfienden ha-
~ ~ er,y toman _~ . P . Q ~ ~ . L o ; : : : ~ n - el
sentid
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6/13
264
RELIGIONES
dos ideologas del adorcismo: el chamanismo y
la
posesin autntica. El chamn,
en
el curso de la bs
queda del alma sustrada, trata voluntariamente de
reconstruir la personalidad antigua, alterada. del en
fermo que implora su ayuda; el poseso autntico sufre
pasivamente,
por
los dems,
en
beneficio de
la
co
munidd entera (para que los dioses puedan comu
nicarse con los hombres),
la
presencia _en .s---mismo.,
de
una
personalidad divina
n-ueva. J ~ n \ Rouch ha
descrito por su parte esta posesin dichosa que es
teatro sagrado, danzado, epifana dionisiaca, entre los
\. Songha
y
del N g e ~ Las crisis de posesin
se
desarro-
----. _:_.
_ Han en p b l i c o ~ ante
la
casa del sacerdote del culto,
el
zima.
Los danzantes estn sentados frente a los
msicos, y rodeados todos por los espectadores. Los
preparativos se desarrotla:q. en medio del buen hu-
orgeneral. La o r q ~ ~ . . t a . . ~ m i e n z a a tocar; toca in
cansablemente dur51nte un
~ a t o
largusimo, los aires
de todos los
g e n i ~ s holey
~ , i sin
que
los
que
bailan
sean posedos. El
'zi' }a e ~ _ t i - m u l a la
orquesta, sacude
la
apata de los danzantes fatigados. Pero,
en
gene
ral, al cabo de una hora o dos (a veces menos cuando
el
zma es
particularmente hbil), un danzante mani
fiesta los primeros signos de la posesin: para de
bailar, y tiembla de manera imperceptible. Las mu
jeres tranquilas lo rodean, dispuestas a ayudarlo. Los
sacerdotes
zima
[ ] intervienen de
una
manera ms
activa que antes:
se
acercan al danzante
y
recitan los
lemas del genio que se manifiesta y al cual han re
conocido
por
ciertos detalles del comportamiento de
su 'caballo'.
La
orquesta ya no toca ms que los aires
de ese genio,
en tanto que
los dems danzantes si
guen bailando. Pronto el danzante privilegiado
se
estremece con violencia, gime blandamente y llora.
Los sacerdotes lo rodean con toda su solicitud; es el
tunandi, el 'hacer-levantarse', que debe hacer levan
tarse efectivamente el genio sobre su 'caballo'.
La
crisis es cada vez ms aguda, el llanto y los gemidos
POSESIN Y CHAMANISMO
265
se transforman en sollozos aullados en un tono muy
bajo
y
caracterstico una especie de guaguagua
gua . Y, de pronto,- el danzante cae al suelo, se
yergue titubeando, abre los ojos llenos de lgrimas,
respira con trabajo, gime continuamente: ya
no es
el danzante el dueo de aquel cuerpo jadeante,
es
el
genio
que
lo habita y lo hace mover,- el que gime
as,
y
el que, dentro de un
~ o m e n t o
hablar:
11
El
dios dirige saludos a los sacerdotes
y
a la asisten
cia. Las mujeres tranquilas,
que
tratan de calmarlo
con palabras dulces, revisten
al
genio con su indu
mentaria ritual, y le preparan un asiento. El genio
conversa con
l
sacerdote, con
una
voz velada y tem
blorosa . Suministra los informes que le piden, en
s u m a ~ los fieles posesos desempean el papel de m
dium. Sus frases son interrumpidas de cuando en
cuando por una crisis violenta. Despus de los sa- -
cerdotes, los espectadores interrogan
al
dios o le ofre
cen regalos.
La
atmsfera no se parece en nada a
la de
un
rito cristiano; en lugar de desarrollarse en el
recogimiento y
la
gravedad taciturna que los espritus
occidentales asocian a la idea de la prctica religiosa,
las ceremonias,
que
tenan ya un aspecto de bullicio,
se convierten en un verdadero 'jolgorio' ruidoso, pol
voriento
y
brutal, donde las confidencias ms nti
mas son repetidas con fuerte
voz
por los genios
12
La
posesin apenas si
dura
ms de un cuarto de
hora. a desencamacin del genio
se
efecta
en_
el
curso de una nueva crisis, menos fuerte que la an
terior, al trmino de la cual el caballo se queda
inmvil, jadeante, como un cadver. Pronto se re
anima,
se
despoja de sus ornamentos divinos, ayudado
por
las mujeres tranquilas, y luego, titubeante, se
aleja de la danza
y,
sin tener el menor recuerdo de lo
ocurrido, regresa simplemente a su casa. Asi haya
~
~ - , - / n
Jean
Rouch, La religion t l magie songhay, Paris, 3 9 ~
\ p. 217.
~ - - I d . , p. 219.
7/25/2019 Posesion y chamanismo
7/13
266
RELIGIONES
comido brasas, se haya quemado con
una
antorcha.
o haya hecho
una
serie de cabriolas cabeza abajo,
no
quedar el n1enor rastro
ni
en su cuerpo
ni en
su
espritu .
Vemos, pues, que
~ ~ d o s
polos...-4e-est--m&m:ruacin
_ I ~ ~ . J ~ - g ~ ) f g L ~ ~ ~ ~ - ~ - i : ~ ~ ' - ~ - - ~
.
E h . ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ _ 9 ~ Y . ~ - ~ e s i n ,
o r : ~ : r _ a n en el seno de
.
n
sistema global de represen.
tacin
que
comprende cuatro tipos,_los
~ u a l e s se
co
rresponden dos a dos y
se
reducen a__ . Q ~ pm.c_esos
furilamentales. Esta
" g _ ~ - ~ J l - ~ r i - ' - ~ - ~ ~ L ~ ~ a
podra
~ i n t e t i z a r s e por el
~ a a g r a m a
siguiente,
qu
e-rac
teriza por na doble- s i n T e t r a ' ' i n ' V ' r s a ~ - f i o r i z o n t a l _ y
vertical a la vez.
ADORCISl\fO
Chamanismo A
?etorno el alma)
Posesin A
inyeccin de un
alma nueva)
EXORCISMO
Chamanismo B
extraccin de una presencia
extraa a si mismo)
Posesin B
extraccin de
un
alma ex-
traa a s mismo)
La
relacin dios-hombre se halla invertida cuando
se pasa del chamanismo a la posesin. Por
otra
parte,
las estructuras particulares del uno y del otro (A y
B)
se
corresponden en pies contra cabeza . El cha
manismo A como la posesin A (Songhay), son mo
dalidades del adorcismo, en tanto que el chamanismo
B, como la posesin B (Thonga), son modalidades
del exorcismo. El chamanismo evoluciona esencial
mente sobre el plano de
la
magia;
la
posesin
es
un
sistema religioso o mgico-religioso, que postula
un
ritual colectivo y una actitud ms respetuosa ante lo
sagrado que el chamanismo. Por sus aspectos terapu
ticos primarios o secundarios, las tcnicas chamans-
POSESIN Y CHAMANISMO 267
ticas pertenecen al psicoanlisis; la posesin autntica
merece ser comparada con el electrochoque. Esta
se
gunda
sugestin ha sido formulada por Pierre Mabille
en un importante estudio pstumo (que permanece
indito) sobre el vud.
13
Igualmente estas tcnicas
corporales merecen ser consideradas como
la
contri
bucin ms hnportante del mundo arcaico a la psi
quiatra. No deja de tener inters recordar a este
respecto que, entre los Songhay (segn Jean Rouch),
las personas propensas a crisis de posesin apenas
constituyen el
6
de
la
poblacin,
en
tanto
que
el
conjunto de sta participa en el culto a ttulo de
espectadores. Pero los cultos de posesin autnticos
trascienden toda teraputica psicosomtica. Los tran
ces
se
desarrollan por lo general
en
serie, forman un
espectculo, parecido a
la
commedia delrarte. En
efecto, cada poseso conoce la trama general de su
papel divino, que le ha sido enseada en el curso
de
una
iniciacin. Los cultos de posesin autnticos
son religiones iniciticas.
Tanto entre los Songhay del Nger como en Hait,
la
primera
crisis de posesin, brutal, anrquica, no
es una enfermedad sino el signo de una eleccin.
El dios no quiere atormentar, trata de comunicarse
por
intermedio de
un
cuerpo humano.
La
iniciacin,
desde
luego,
no consiste en expulsar al dios, en exor
cizarlo como ocurre en la posesin inautntica, des
dichada (Thonga), sino
en
asumirlo, en acomodarse
con l,
en
entregarse a l en cuerpo y alma al tr
mino de un aprendizaje.
El punto de partida es el mismo, sin embargo, ya
se trate de la posesin autntica o de
la
posesin
inautntica. Slo varan el desenlace
y
el sentido que
la sociedad concede a estas manifestaciones.
Entre
13
Vase Luc de Heusch, Cultes de possession et relig'ions
initiatiques de
salut , Annales
dt.t
Centre
d tude
des Reli.gions,
t n, Instituto de Sociologa
de la
Universidad
Libre
de Bru-
selas, 1962 (homenaje a Pierre Mabiile).
7/25/2019 Posesion y chamanismo
8/13
268
RELIGIONES
los Songhay,
por
ejemplo, el poseso no iniciado apa
rece, en el curso de su primera crisis, como un en
fermo
mental:
se halla postrado,
no habla
ya, est
agitado de cuando en cuando por ataques terribles.
Pero
al contraro de los Thonga, que se esfuerzan, en
tal caso,
en
devolver al enfermo a
la
vida
normal,
adoptando
en esto
la
actitud ms tpicamente o i d e n ~
tal, los Songhay se esfuerzan por imprimir a esta
alteracin inicial un estilo religioso. A partir del
caos psquico, yan a crear un orden, van a trans
formar
la enfermedad mental, que
es
desorden, con
fusin y silencio (el enfermo ya
no
habla), en l e n ~
guaje Este maestro de
hablar,
este director de escena
de los dioses, es
un
sacerdote, el
zima El
lenguaje
nuevo y el papel que ensea al enfermo son benefi
ciosos a la vez para el grupo entero (que comunica
asi con los dioses) y para
el
propio enfermo; la efi
cacia psiquitrica de esta tcnica (que invierte ra
dicalmente las concepciones fundamentales del psico
anlisis, ya que acepta _el mal, y lo canaliza hacia
fines nuevos) no puede ponerse en
duda:
la crisis,
que era permanente
en los comienzos. se espacia. El
genio no poseer ya su
caballo ms
que
en
el curso
de
las ceremonias,
en
el
momento en
que el ritmo
de
tambor
especfico,
que
es
propio
del genio, resuene.
El zima sigue imponiendo, pues, en este sistema reli
gioso, su voluntad mgica a los dioses. Al menos,
maneja a los dioses, no trata de anular su accin, los
fuerza tan slo a someterse al orden
humano.
Lejos
de
ser un exorcismo, como el psicoanlisis, o la tc
nica empleada frente a la posesin inautntica, la c u ~
racin
es
una adaptacin al desorden mismo,
la
transformacin de la enfermedad (que es por defini
cin ausencia de comunicacin)
en
estructura
de
co
municacin.
La
posesin autntica es el lenguaje de
los dioses. Los Thonga, que han optado, como
la
psiquiatra
occidental,
por
el exorcismo, dken por
el contrario:
la
posesin es
la locura
de los dioses.
POSESIN Y CHAMANISMO
269
Los posesos songhay, tomados a cargo por el
zima_
que los inicia en este lenguaJe, aprenden a
representar a danzar mejor
dicho-
.el pa?el. de los
dioses. En el curso
de
las ceremonras pubbcas, se
desencadenan segn ciertas reglas y bajo
la
vigilan
cia de
mujeres
tranquilas",
que
son,
en
perspec
tiva psiquitrica, enfermeras, en
la
pe.rspecu:va teatral,
tramoyistas y encargadas del vestuano, y f 1 n a l m e n ~ e
en
la
perspectiva religiosa, las sirvientas de los diO
ses a los que limpian
la
nariz, y cuya baba o sudor
enjugan, velando as por el respeto al pudor.
Observaremos que la crisis nerviosa inslita no es
siempre el motivo inicial que i m p ~ l s ~ a un. hom?re
a una mujer a entrar en una asoe1acwn conbnttca.
La
danza de posesin ritualizada aparece en no pocos
casos como un derivativo a unos males
que
no
t enen
relacin con los trastornos mentales. Es como si
el
campo de aplicacin de
una medicina
~ e n t a l . e x t r ~ -
ordinariam.ente eficaz se
hubiera
extend1do a domi
nios vecinos todos los cuales ofrecen
una
c r c t e r s ~
tica
comn:
el mal, del cual importa desembarazarse,
0
ms bien que es preciso acond.icior:ar, est c o n c ~
bido como una forma de hech1zam1ento, es decrr
como una agresin del mundo exterior que altera
la
personalidad psquica. .
Entre los _Etiopes
de
la regin de Gondar, descn
tos por Michel Leiris, encontramos como punto de
partida un
hombre
o una mujer alterados por un
mal
abrumados por
una
desgracia
que
creen poder
imputar a la accin
de
un genio, un zar
La
presen
cia ajena a s mismo, que
es
el m o t ~ r del p:oceso,
puede pues ser tambin una presencia malfica
en
torno de si mismo:
'En la mayora de los casos
- e s ~
cribe
Leiris-,
lejos de
representar
la
alteracin origi
nal que conviene curar , las crisis
de
posesin no apare
cern
hasta
despus de la intervencin del curan
dero, cuando este ltimo, con el objeto.de comunicarse
con el perseguidor supuesto
para
llegar a un acuer-
7/25/2019 Posesion y chamanismo
9/13
270
RELIGIONES
do, lo haya conducido a apoderarse del paciente de
una manera
manifiesta o, ms exactan1ente, haya ha
bituado a ste a manifestar en su comportamiento
(principalmente
en
el curso
de
las asambleas de
adeptos) los signos reconocidos como los propios de
l
posesin .
14
El
sacerdote curandero,
que
interviene
interviuvando al espritu, acta ciertamente a la ma
nera de
un psicoanalista,
en
el primer estadio de la
inv.estigaci?n; pero, repitmoslo, su teraputica se
aleJa considerablemente de
la
tcnica freudiana. Se
trata aqu de incorporar, en el sentido
literal
de la
palabra, el
mal
a la personalidad psquica del clien
te Sobre este terreno, Leiris
nota
adems
que
el
poseso ser cabalgado''
en
el curso de las ceremonias
ulteriores
por
un espritu o varios espritus titula
dos, los mismos
que
se
declararon
en
el
momento de
la teraputica inicitica. Estos genios han sido ads
critos al poseso por
un
sacrificio.
Es tambin un vnculo personal entre el dios y
su
montura el que
establece
el ritual
inicitico del
vud haitiano, si
bien
ulteriormente podr el fiel
ser posedo de manera ocasional por otros dioses.J5
N o slo
la
iniciacin asegura la
p r o t ~ c c i n
particular
de
un
espritu ( l o a ) ~ sino
que
adems aporta la fuer
suplementaria que permite
afrontar
la
penetracin
vwlenta de ste en
el
curso del trance. Los motivos
que
impulsan
al iel a ofrecer su cuerpo como mon
tura a
un dios
son diversos: la iniciacin aparece
con frecuencia como
el
remedio decisivo contra una
enfermedad, o el complemento de
un
tratamiento
mdico. El
loa
manifiesta por s mismo su voluntad
de encarnarse en un fiel; puede expresarlo por la
boca de un poseso en estado de crisis, puede tambin
B
Michel Leiris,-
La
Possession
et
ses aspects th.traux chez
les thiopiens de Gondar , L Homme, Cahiers d ethnologie, de
gographie et de l i n g u i s t i q u e ~ nueva serie, nm.
I,
Parfs, 1958,
p. 17.
15
Alfred Mtraux, Le
Vaudou hattien,
Pars, 1958,
pp. 172
ss
POSESIN
Y
CHAMANISMO
271
aparecerse en sueos al propio interesado. Pero la
mayora de los nefitos
han
sido ya posedos espon
tneamente antes de su iniciacin; se con.sagTarn al
primer loa que descendi sobre ellos o al que se
ha manifestado con
ms
frecuencia.
El
alcance
de
la
iniciacin vuduesca
no
puede
ser reducido a
una
accin teraputica.
Una
sacerdo
tisa del culto afirma que la ceremonia
da
suerte .
16
Confiere al cuerpo y al espritu
un
vigor nuevo. Es
teraputica de choque
y
o transformacin de la per
sonalidad. Estamos aqu en presencia de-
un
escena
rio inidtico autntico: retiro, purificaciones, muerte
simblica, resurreccin.
La. in.iciacin dahomeyana al culto ~ ~ _
~ t ~ ~ ; ~ ~ j ~ ~ : ~ .
~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ = ~ : - - -
teraputicas:-Me-apoyar, esta vez en.loS--- t-rahajos de
P ~ ~ r G e o f f r e ~ : e _ a . r x ~ r
y_ Y ~ ~ ~ ~ ~ ~ - - ~ e r s -
kovits.17
Lo
que
llama la
atencin Inmediatamente
es --la:- muy larga duracin del
retiro
inicitico
en
el
Dahomey; se lleva a cabo en instituciones religiosas
a las
que
se ha llamado conventos , y su duracin
variaba antes entre unos meses
y
tres u ocho aos.
En nuestros das, este
retiro
ha sido por lo general
abreviado.
Se
seala
por
una
primera
fase corta,
que
v ~ r a
de siete a diez y seis das, y a la que sigue
u.Tia resurreccin'' publica del nefito. Esta fase
preliminar
es la nica, al parecer, que ha sido to
mada por el
vud
haitiano. evidente
que
una sode
dad condenada a
la
esclavitud
no
poda darse el lujo
16
Id.
p.
179.
1
1 ,pierre Verge1-, Notes
sur
le culte des Orisa et Vodun a
Bahia, la
baie
de Tous les Saints,
au
Brsil,
et
a I'ancienne
cote des
Esclaves
en Afrique ,
Mmoires de l lfan,
Dakar,
1957. M. J. Herskovits,
DahomeyJ an
Ancient
West African
Kingdom,- 2 vol., Nueva York, 1938. Geoffrey .Parrinder, La
Religion en
Afrique
occidentale
(ilustrada
con
las
creencias -
y
prcticas de los Yoruba,
de
los Akn
y
pueblos afines),
Pars,
1950.
7/25/2019 Posesion y chamanismo
10/13
272
RELIGIONES
de restaurar pura y simplemente
la
institucin de
los conventos.
Entre los Fon del _Dahomey, ms todava que en
Hait, el aspecto teraputico
de
la crisis
de
posesin
pasa a segundo plano; cesa incluso a menudo de
recer como
un
derivativo saludable a los modos
de
expresin histeriformes. Herskovits describe especial
mente la iniciacin de un nio que haba sido con
sagrado a los dioses por su madre
an
antes de su
nacimiento. Segn este autor, existen tres modos prin
cipales de eleccin divina.
Un
nio puede ser pro
metido a un dios antes de
su
nacimiento, a conse
cuencia de un voto, cuando su madre ha sido durante
largo tiempo estril. La consagracin a una divinidad
particular:
se
trasmite tambin por herencia: el here
dero del iniciado difunto lo elige la familia.
La
tradicin afirma por lo dems que cada dios vodn)
era en otro tie1npo
por
excelencia propiedad de
un
grupo familiar. Si estos dos modos son puramente
religiosos, el tercero en fin
se
funda indirectamente
sobre motivaciones teraputicas:
en
presencia
de un
mal misterioso, el adivino consultado diagnostica una
epifana: el dios desea que un miembro de
la
fami
lia
se haga iniciar.
1
s Es curioso que en este ltimo
caso
la
relacin teraputica entre la enfermedad y
la
posesin es mediata; no es el enfermo mismo quien
ha de sufrir necesariamente el tratamiento reli
gioso. Esta vez tambin corresponde a la familia ele
gir el futuro iniciado. Se observa que las mujeres
son ms numerosas que los hombres en los conventos
iniciticos. Herskovits no
nos informa desgraciada
mente en cuanto a los factores que determinan esta
eleccin.
Es
sorprendente comprobar. a tal respecto
que
un
nio
de
cinco o seis ao_s conducido
por
su
madre ante
el
altar de los dioses
para
cumplir el voto
formulado por ella en la poca de su esterilidad,
18
Herskovits,
op
cit., vol. u pp. 178-179.
POSESIN
Y CHAMANISMO
273
entre en trance al son del tambor
19
Sin precisar
los motivos personales de reclutamiento, ~ i n d e r
indica que la reunin de los candidatos se realiza
al principio de la estacin de lluvias con motivo.
de la
procesin en que se exhibe a los dioses.2o
El
postu
lante
es
posedo en curso de
una
danza hasta que
cae bruscamente al suelo como presa de una crisis
de epilepsia . Es la primera fase de la iniciacinJ la
muerte simblica; el cadver , envuelto en
un
suda
rio, se transporta al convento. Slo la presin del
grupo explica
que
unos candidatos elegidos por ra
zones tan diversas y arbitrarias adquieran de
manera
repentina
la
facultad de despersonalizacin que re
quiere
la
posesin autntica. Hay que considerar tam
bin una observacin de Herskovits: esta muerte
por
fulminacin est provocada por el dios que ma
ta a
la
mujer (el candidato est asimilado a una
esposa divina, cualquiera que sea
u
sexo) l
fin l
de
un
perodo de instru.ccin secreta que dura cua-
renta
y
un das.
2
En Hait como en el Dahomey,
un
gran nmero de iniciados reciben
una
herencia
religiosa familiar, aunque la iniciacin se halle abierta
a todos cuantos la buscan a ttulo personal, como
teraputica, proteccin o medio de mejorar su con
dicin social. En esta segunda perspectiva, el candi
dato
ha
experimentado con _frecuencia directamente
la
eleccin divina en el curso de posesiones salva
jes ,
aun
antes de haberse sometido a
la
disciplina
inicitica. La posesin vuduesca aparece al menos
parcialmente como una respuesta a una necesidad o
a
un
deseo personal, como entre los Songhay del
Nger o los etiopes de Gondar. No ocurre lo mismo
en el Dahomey, donde la presi11 social se ejerce no
slo sobre
la
disciplina teatral,
la
fonnulacin de
la
crisis, sino adems sobre la eleccin misma de los ini-
u Herskovits, op cit.,
p.
170.
U>
Parrinder, op
c i t ~ p.
107;
:ll Herskovits, op cit } vol. n p. 180.
7/25/2019 Posesion y chamanismo
11/13
274
RELIGIONES
ciados. Ocurre incluso
que
un hombre decide consa
grar a uno de sus hijos a un vod li para protegerse
de los riesgos de la guerra o de una aventura peli
grosa. Pero el propio Herskovits nota
que
este ~ a l i s t a ~
miento de
la
vida cultual debilita la intensidad
del trance
en
relaci-n con las posesiones ms espon
tneas que se observan en frica. En el Dahomey,
incluso cuando se desencadena el frenes, resulta que
el danzante
rara
vez
se
halla, si es que se halla alguna
vez completamente en estado de trance .
2
2
Los he
chos dahomeyanos hacen retroceder considerablemente
la frontera ms frecuentemente trazada por los pro
pios africanos entre lo psquico y lo sociolgico. Al
comienzo de esta exploraCin rpida, hemos encon
trado la teora de
la
posesin como enfermedad, he
chizamiento, irrupcin
en
s mismo
de una
persona
lidad malfica,
extraa
a si mismo (Thonga). Hemos
progresado hacia
una
concepcin mixta
en la
cual
la posesin se presentaba a los propios interesados
como un malestar curado
por
su transformacin en
teatro sagrado (Songhay, Etopes de Gondar). El vud
l
en fin se nos ha presentado como una extensin de
la
teatralidad ms all del tratamiento mdico, que
suele completar: la posesin vuduesca est delibera- f
damente buscada a causa
de
sus efectos benficos,
1
reconfortantes; la iniciacin se convierte en
un
me- 1
dio global de salvacin mdica, psquica,
y
hasta
metafsica. Ahora, en las propias fuentes histricas \
del vud, nos encontramos frente a una pura teatra- 1
lidad, sin que se pueda hacer a los dahomeyanos j
sospechosos de superchera. Todo teatro se sita a j
mitad de camino entre la posesin y la simulacin,
y cae dentro del campo de la fenomenologa gene-
ral de
la
posesin. -
No hay que perder de vista que
la
crisis inicitica -
que
pone en f u n c i o n m i e ~ t o la iniciacin est des-
crita en el Dahomey como particularmente brutal,
J
l
Herskovits.
op.
cit. p. 199.
POSESIN Y CHAMANISMO
275
epileptoide. El ,cadver, permanece siete das en el
convento antes de su resurreccin , segn Parrin
der;:3 siete, nueve, trece o diecisis das segn
Hers.;
kovits:
24
Al final de este
primer
retiro, con el que
se
satisface el vud haitiano, el candidato reaparece,
resucita pblicamente, ante
el
templo, al llamamien
to repetido
por
su nombre nuevo, el nombre del dios
que lo habita, pronunciado por un sacerdote, el
voduno.
25
Al sptimo llamamiento, el 'cadver emi
te un gruido, y vuelve a la vida. Titubeante an,
da siete veces
la
vuelta a los tambores. Pero se halla
lejos de ser un iniciado, un
vodunsiJ
y
se
le lleva
de. nuevo al convento para que siga all un aprendi
Z ~ J e secreto muy largo.
6
Parrinder cree poder r e c o n s ~
t1tu1r sus etapas ms importantes. Durante la primera
fase de la iniciacin, se
ha
afeitado
la
cabeza del
candidato.
El
sacerdote-iniciador conserva la cabelle
ra
en
un
lugar secreto. Somtese regularmente el
c ~ e r p o . del nefito a unciones de aceite de palma, a
fm, dicen, de
que
el dios experimente placer en
mirar a su mujer . La accin del clero tendiente a
remodelar la personalidad es profunda; trabajo- de
larga duracins el iniciado aprende a hablar una len
gua nueva, a entonar los cnticos del dios. a marcar
sus
pasos de danza. Hay
que
subrayar
que
cada
t e m ~
plo se consagra exclusivamente al culto de
un
solo
tipo de divinidades agrupadas en un panten ho
m o g n e o ~ servido por un clero especializado. En esto
tambin,
la
configuracin religiosa de los Fon del
Dahomey difiere sensiblemente de la del
vud
hai
tiano, en el que todos los dioses son honrados en el
houmfo. El nefito aparece como
un
objeto pasivo,
femenino, en manos de tcnicos hbiles del
c o n d i c i o ~
namiento psicolgico. Es notable
que
las mujeres sean
3
Parrinder op. cit. p. 107.
u Herskovits,
op.
c i t ~ vol. u, p. 180.
5
Id pp.
179
ss.
2
s
Parrinder pp.
107 ss
7/25/2019 Posesion y chamanismo
12/13
276
RELIGiONES
ms numerosas
que
los hombres
en
los conventos
iniciticos. Los hombres
y
las mujeres estn separa
dos
y
en el curso
de
esta reclusin casi monstica,
estn rigurosamente prohibidas las relaciones sexua
les. Los nefitos
se
hallan obligados a ejercicios
es
peciales,
que
ignoramos
en
absoluto, y cuyo objeto
es
provocar
la
posesin bajo el control
d e ~
sacerdote.
Sin embargo, volvemos a encontrar en el
ntual
daho
meyano el rito central de adorcismo practicado en la
iniciacin
en
el vud: tras
una
primera enseanza,
los candidatos llevan sobre
la
cabeza o sobre
la
nu
ca los paquetes., sagrados de los dioses; estos sacra
menta
son verdaderamente, como en
Hait,
el soporte
del dios. Pierre Verger insiste muy particularmente
sobre
la
importancia
de
las hierbas en el estableci
miento del vnculo mstico estrecho entre el iniciado
y
la
divinidad a
la
cual
se
consagra. En el perodo
que
separa
la
resurreccin de la imposicin del
_nuevo
nombre, se halla sumido en un estado de embota
m i e ~ t o
y de atona mental;
lo ha
olvidado todo, ya
no
sabe
hablar
y slo se expresa
por
sonidos inarti
culados .2
7
La constitucin
de la
personalidad nueva
es
muy precipitada
en
el vud, si
se
compara la
iniciacin haitiana al paciente trabajo, a la inflexible
disciplina
de
los sacerdotes dahomeyanos. Este traba
jo
insensato, extraordinariamente eficaz, se extenda
en
otro tiempo a lo largo
de
aos; ocho
duraba
a
veces. Estos plazos
han
sido abreviados
en
nues.tros
das, pero
_ _ . n o p q . c ~ ~
dejan de ser incomparable
mente p:S largbs que
la m a n a de
retiro impuesta_ a
los
f u t ~ s
hunsi
en Hai .
Esta reclusin,
en
el cur
so
de
la ~ a l
se o b l i B - ~
g u a r d ~
la.
a ~ t i d a ~
a unos
jvenes vigo:ros..OSr-fUe aceptan fem1nerzarse moral
mente, cualquiera
que
sea su sexo, al contacto cada
vez ms estrecho de
un
dios cuya sustancia los em
bebe lentamente,
no
est interrumpida sino por al
gunas breves salidas ceremoniales. Cuando al fin
Yerger op
cit.
p.
72.
POSESIN
Y
CHAMANISMO
277
abandonan
el convento,
han
perdido
por
completo
su personalidad antigua, son otros ,
no
comprenden
ya
la
lengua del pas, son simblicamente ofrecidos
en venta como esclavos,
y
su familia los rescata
de los sacerdotes. Permanecen bajo
la
dependencia
estrecha de los sacerdotes
que
los
han
transformado,
y
trabajan
de
cuando
en
cuando
para
ellos.
No
dan
zan
ni entran
en trance ms que
por
orden del sa
cerdote, con .motivo de las fiestas en honor del d i o s
al que se
han
consagrado
y
sometido como
una es
posa a su marido.
8
Convendra volver a nuestro punto de partida y
situar
en
esta perspectiva estructuralista. algunas ten
tativas cristianas marginales. En ambos extremos
del
sistema ortodox,
a b ~ j _ ~
_Y
~ ~ ~ t : p _ _ ~ ~ ~ s ~ _ _ n i c
~ @ ' @ . . ~ 9
se---aCercan a lo/Sagrado
~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ -
O _J:
vino)
por
caminos anlogos a
1os
--que acaoamos
de
esbozar. Sugiero comparar
la
posesin satnica, cuya
realidad
no ha
cesado jams
de
afirmar
la
Iglesia,
con las formas de posesin desgraciada que exigen
la intervencin de
un
exorcista especializado.
Tanto
en
el pensamiento
t h o n g ~
como en el sistema cat
lico, el poseso
se
encuentra bajo el dominio de
un
espritu malfico que el sacerdote se esfuerza en ex
pulsar.
La
mstica cristiana,
en
el
otro
extremo
de
la
cadena, realiza
una
curiosa sntesis entre
el
cha
manismo y la posesin. Si se me permite pasar por
alto en esta sugestin preliminar los matices. parece
que la
marcha inicial del mstico,
en
el umbral del
xtasis,
es
ascensional, chamanfstica.
La
Iglesia
d e s ~
confa, por lo dems, de este primer impulso
y
de
nuncia el orgullo que amenaza a aquel que
se
aven
tura por esta va. Pero al final de esta ascensin, el
mstico se siente invadido,. posedo
por
la
presencia
divina. El vocabulario que utilizan los msticos para
describir este estado de beatitud despus de las prue
bas
de
-tipo chamanstico est lleno de celadas. De
8
Herskovits, op cit. p. 187.
7/25/2019 Posesion y chamanismo
13/13
278
RELIGIONES
hecho,
se
trata de un estado de posesin ambiguo;
la intrusin de Dios en la personalid?-d humana no
realiza exactamente una encarnacin: esta
c o m p r a b a ~
cin parecera sacrlega
en
el sistema cristiano. Los
msticos afirman ms fcilmente que en
la
esfera
intermedia
que
imaginan
haber
alcanzado
se
absor
ben en Dios. Realizan asJ a
mitad
de camino entre
ciJ:lo y t i e r r a ~ e l estado ae-cte-spersonaliZaaori_ .ca:ra-
i : e r s ~ ~ - c ; - d e la posesin autntica, "(pie difiere de ella
"SOtamellte -por- su
-caracter
terreno, inmediato, fami
liar, alegre, colectivo. Apenas hay esperanzas de que
el cristianismo africano pueda absorber pura y sim
plemente las tcnicas dionisiacas, teatrales de los cul
tos de posesin tradicionales.
El
gozo del mstico
cristiano es
puramente
interno, yerto, cadavrico.
Se
ha producido
en
el
vud
haitiano un sincretismo en
tre los dioses africanos y los santos catlicos. Pero
esta asimilacin es completamente superficial; no hace
mella en la fuerte personalidad de los primeros.
ni
altera en modo alguno
la
significacin o el vigor de
las crisis rituales de posesin. Aunque se siten el uno
y el otro sobre el mismo
plano
estructural, existe
una antinomia entre
la
marcha solitaria y dolorosa
del mstico cristiano
y. el
teatro sagrado de los posesos
africanos,
que
los misioneros no
han
cesado de atri
buir
a
Satn.
LA
LOCURA DE
LOS DIOSES Y LA
RAZN
DE
LOS
H011BRES
l .
ENFER. \IIEDAD_, DESGRACIA Y
RELIGIN
El debate sobre la naturaleza psicolgica o sociol
gica de
la
religin, al que se refera recientemente
Evans-Pritchard
1
con cierto escepticismo eclctico
y
desengaado, es estril en la medida en que esta
aparente contradiccin disfraza una experiencia :fun
damental,
que
es
la
de
la
desgracia
y
la
finitud. Los
funcionalistas
no
recuperan ms que una parte de
la
realidad, cuando, olvidando
tratar
la
utopa
re
ligiosa como tal,
se limitan
a describirla como instru
mento de control social, no sin apremiar a veces a
los hechos. Ahora bien, la religin -concierne ora al
individuo ora a
la
sociedad. Individuales o colecti
vos,
~ Q . ~
. ritos se definen c o r : O - - a r r e g o r t ~ ~ --utnoma
'cieT1engafnabiaao-vgestuaf- I l . d u _ c _ e n _ ~ J u l _ p r n :
----
------
- ~ - -
yecto
de orden
para-dfender o restaurar al ser de-
~ a d a d q c r e c e n t a r su
potedal
vital'
o, i n v e r s a n i e n h : : ~ - -
..--aestruir eLser del otro. Estas- diversas
mcxflidades;
~ p l i ~ ~ ; : t ~ ~ t ~ a ia accin ritual individual
como colectiva, se inscriben en el tiempo. Parece que
slo ,tfes posibilidades
se abren
al despliegue de los
ritos.
l Cclicos son p o ~ ~ - ~ ~ ~ ~ ~ a del orden de
~ _ e s t r u c
tura. El proyecto de orden se vuelve n t o n c ~ ~ - ~ - p r o .
y e d o a ~ e t e r i i i a w : 1 o s - n t o s c r e a n 1aestnictura mism'i
del
~ ~ I p 9 J i C O s t a
de unanegaCin . a D ~ _ J i . i . t
O p o n e ~ al f i u ] o - ~ a e J . a n i s . t o r i - ~ e f - C i c f a ~ ~ - - ~ ~ - P - ~ l . ~ . e : . _ , .
. - - - ~ - -
- ' - ~ - - - - -
~ ~ . . . . . . . . _
.......
1
E v a n s ~ P r i t c h a r d ,
1965.
' Vase Leach. 1961.
[279]
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