Los locos del Los locos del NiágaraNiágara
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Las cataratas del Niágara (en inglés: 'Niagara Falls') son un pequeño grupo de cascadas situadas en el río Niágara en la zona oriental de América del Norte, en la
frontera entre los Estados Unidos y Canadá.
Situadas a unos 236 metros sobre el nivel del mar, su caída es de aproximadamente 52 metros. Comprenden tres cataratas: las
«cataratas canadienses» (Ontario), conocidas como “Horseshoe ” por su forma en
herradura, las «lupas americanas» (Nueva York) y las más pequeñas, las «cataratas Velo
de Novia».
Vista de las cataratas desde observación de
Prospect Point, Niagara Falls, NY
Lupas americanas
Velo de Novia
Horseshoe Falls
Cataratas americanas, Velo de novia y caídas de herradura.
Las cataratas del Niágara han ejercido desde siempre un poder
hipnótico sobre los seres humanos. Decenas de personas saltan cada año sobre la masa de agua, bien
con el propósito de suicidarse, bien con la intención de pasar a la
historia.
Desde principios del siglo XX se tiene noticia de alrededor de 20
saltos a bordo de barriles, cápsulas o los más rebuscados ingenios.
Muchos de estos 'locos' han logrado vivir para contarlo y otros muchos
se han quedado por el camino. Éste es un resumen del desafío más
estúpido jamás contado.
Annie Taylor (1901)
El 24 de octubre de 1901, el día de su 63
cumpleaños, Mrs. Annie Edson Taylor, viuda y maestra de escuela, se lanzó
desde lo alto de las cataratas del Niágara a bordo de un barril de
madera.
Annie Taylor antes de su viaje en el Horseshoe Falls
Annie Taylor en su barril, lista para hacer su viaje en
el Horseshoe Falls
Despeinada y algo magullada, Mrs Taylor sobrevivió a la caída de 52 metros desde la “Herradura del Caballo” (Horseshoe Falls) y se convirtió en la
primera de una larga lista de temerarios saltadores que desoyeron sus primeras palabras tras la hazaña:
“Nadie debería volver a hacer esto”.
La explicación que dio tiempo más tarde sobre su extraño desafío fue que estaba harta de su trabajo de maestra y
pensó que el salto podía darle fama y fortuna.
Para su desgracia, la señora Taylor malvivió durante algunos años con el dinero que sacaba por posar para
fotografías y murió en la más absoluta pobreza.
Bobby Leach (1911)
El 25 de julio de 1911, Bobby Leach se convirtió en la segunda persona en tirarse en el interior de
un barril cataratas abajo.
Aunque aparece sonriente en las fotografías, Bobby se pasó seis meses en el hospital recuperándose de las graves fracturas.
Tras una vida llena de aventuras y desafíos temerarios, Leach moriría años más tarde
por las heridas producidas tras resbalar con una cáscara de naranja.
Charles Stevens (1920)
Charles Stephens un peluquero de 58 años con once hijos, esperaba que la
fama y la fortuna de su hazaña ayudaría a aliviar a su familia de la pobreza. Él se
equivocó gravemente.
Se convirtió en el tercero en tirarse en el interior de un barril cataratas abajo y el
primero en morir
El Barril era grande y pesado, con correas
para a sus brazos. Ató un yunque en los pies
para mantener el equilibrio, puso sus
brazos en las correas y accedió a
regañadientes a usar un pequeño tanque de
oxígeno.
Barril de Charles Stephens en el inicio de su viaje
Cuando el barril alcanzado el agua en la base de las cataratas, el yunque al que había atado los
pies rompió el fondo del barril, y se hundió hasta el fondo tirando Charles abajo con él. Todo lo que fueron capaces de recuperar fue brazo derecho,
identificado por un número de tatuajes, todavía atado a las tiras.
George Stathakis
(1930)
El 5 de Julio de 1930, George Strathakis, escritor griego y amante de las
experiencias metafísicas, se lanzó por las cataratas canadienses en el interior de un resistente barril construido por él mismo.
Aunque el barril resultó intacto, la aventura de Stathakis le costó la vida por una serie de desafortunadas circunstancias. Pese a que
había llevado consigo una reserva de oxígeno suficiente para ocho horas, la mala suerte hizo que su barril quedara atrapado tras la cortina de agua sin posibilidad de
flotar hacia el río.
El barril en la cresta de la Horseshoe Falls
Veintidós horas después, un equipo de rescate abrió el barril y encontró su
cuerpo sin vida como consecuencia de la
asfixia. El féretro de George Stathakis
El barril de Stathakis después de su viaje fatal 05 de julio 1930
En el interior también estaba su mascota, una vieja tortuga de más de cien años que
Stathakis había llevado consigo. Fue la única que sobrevivió a la hazaña.
William "Red" Hill
(1931)
Un año más tarde, William "Red" Hill, natural de la zona, se tiraba por los
rápidos a bordo del mismo barril que había utilizado Stathakis y sobrevivía.
William "Red" Hill fue considerado como un héroe por su labor en el entorno de las
cataratas.
A lo largo de su vida salvó a 28 personas de morir ahogadas, aunque también
recuperó los cuerpos de 177 fallecidos por accidentes o suicidios.
El Sr. William "Red" Hill y sus barriles
Jean Lussier (1928)
El 4 de julio de 1928, Jean Lussier un hombre de
36 años de Springfield, Massachusetts hizo historia al lanzarse por las cataratas
en una pelota de goma y por ser la primera persona para utilizar una
embarcación de goma inflada en lugar de los barriles convencionales de madera o
bidones de acero.
Jean Lussier saliendo de la pelota de goma en el que había rodado un poco más de las caídas, 4
de julio de 1928.
Jean Lussier después de su viaje
La bola original en el Museo de las cataratas del Niágara.
John David Munday
(1985, 1993)
David Munday ha sido sin duda el más obstinado de los saltadores del Niágara. Intentó lanzarse
repetidamente desde 1985 hasta 1993 y lo consiguió con éxito en dos ocasiones.
Barril sobre el Horseshoe Falls 1985
Durante aquellos años llegó a hacerse 'amigo' de la policía canadiense, que le detuvo y multó una y otra vez por violar las normas del parque. Curiosamente, uno de los puntos recoge la prohibición
de lanzarse cataratas abajo.
Barril de John "David" Munday en un intento frustrado (por la Policía de Parques de Niágara) de ir sobre el Horseshoe Falls 1985
Su cápsula de acero blanca y roja, 1993
Jessie Sharp (1990)
Sobre estas líneas, la última imagen con vida de Jessie Sharp, un muchacho
de 28 años que saltó a bordo de su kayak sobre las cataratas del Niágara
desprovisto de casco o chaleco salvavidas.
El 5 de junio de 1990 acudió a las cataratas con un par de amigos convencido de que el
salto era 'pan comido'.
Su kayak rojo fue encontrado intacto
con solo una pequeña abolladura
en el costado, debajo de las caídas de
herradura en el lado canadiense. Su
cuerpo nunca fue encontrado.
Robert Overacker (1995)
La mañana del 1 de octubre de 1995, Robert Overacker, de 39 años,
acudió a las cataratas del Niágara con la intención de convertirse en el primer ser humano capaz de superar
el salto en moto de agua.
La imagen nos muestra el instante fatal en que Overacker salta sobre el abismo. Su intención era saltar de la moto y salir del agua gracias a un paracaídas propulsado.
El paracaídas no funcionó.
Su cuerpo fue recuperado río abajo, por un barco repleto de turistas.
Fin
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