LOS CAMARONES CAVERNÍCOLAS DE CUBA
AUGUSTO JUARRERO DE VARONA
1
A mis hijos Augusto, Andrea y Leandro
por abrir mis manos con cada mañana.
A Maite (por supuesto)
2
CONTENIDO
Introducción...................................................................................
Generalidades......................................................................................
¿Qué son los crustáceos decápodos?...............................................
Posible origen de los decápodos troglobios (troglobización).................
Adaptación al hábitat subterráneo.....................................................
Reseña sistemática................................................................................
Listado de especies estrictamente cavernícolas............................................
Claves de identificación para familia y géneros.....................................
Familia Atyidae................................................................................ Género Typhlatya...........................................................................Clave de identificación para especies del género Typhlatya......... Typhlatya garciai....................................................................... Typhlatya elenae............................................................................ Typhlatya consobrina..................................................................... Typhlatya taina........................................................................... Familia Palaemonidae.................................................................... Género Macrobrachium............................................................... Macrobrachium lucifugum............................................................ Género Troglocubanus...................................................................Clave de identificación para las especies del género Troglocubanus.... Troglocubanus inermis.................................................................. Troglocubanus calcis........................................................................ Troglocubanus gibarensis............................................................. Troglocubanus eigenmanni.............................................................
Familia Hippolytidae............................................................. Género Barbouria.................................................................... Barbouria cubensis....................................................................... Género Somersiella..................................................................... Somersiella sterreri.....................................................................
Familia Cambaridae................................................................. Género Procambarus......................................................................
3
Procambarus niveus.....................................................................
Familia Laomediidae................................................................... Género Espeleonaushonia............................................................ Espeleonaushonia augudrea.........................................................
Listado de especies ocasionales.................................................
Listado de localidades.................................................................
Glosario.......................................................................................
Bibliografía.................................................................................
Abstract......................................................................................
Indice..........................................................................................
4
INTRODUCCION
El estudio y desarrollo de la bioespeleología en América, en particular el de
la fauna de crustáceos decápodos cavernícolas, se inicia a partir de la
segunda mitad del siglo XIX, después que se describiera el primer camarón
troglobio procedente del famoso Sistema Cavernario del Mamut, Kentucky,
en Estados Unidos de Norteamérica. Numerosos y sobresalientes
especialistas como Cope, Martens y Faxon en el siglo pasado y Creaser,
Chace, Hobbs y Holthuis, en el presente, han contribuido significativamente
desde entonces al conocimiento de la carcinofauna troglobia en nuestro
hemisferio.
Aspectos relacionados con la morfología distintiva de los decápodos
subterráneos (ausencia o despigmentación de los ojos, alargamiento de
antenas, anténulas y estructuras sensoriales, elaboración de estructuras
ópticas extrasensoriales y apariencia frágil del cuerpo) han sido objeto de
estudio casi desde el nacimiento de la bioespeleología (Culver et. al., 1990)
y a su vez, utilizadas como apoyo para la explicación de la mayoría de las
teorías evolutivas como Macromutación, Neodarwinismo y Mutación
Neutral (Kane y Richardson, 1985).
Particularmente en Cuba, el estudio de los crustáceos cavernícolas
comienza en 1872, año en que se describe la primera especie troglobia
(tercera especie para América) Hippolyte Cubensis von Martens
(=Barbouria cubensis), colectada en las cercanías de Cojimar por el
eminente naturalista cubano Don Felipe Poey y donada posteriormente al
Museo de Ciencias Naturales de Berlín. Diversas exploraciones
(individuales y conjuntas) fueron organizadas y llevadas a cabo entonces
en nuestro país, sobre todo posterior a 1950, destacándose las
expediciones bioespeleológicas Cubano-Rumanas entre 1969 y 1973 que
ampliaron considerablemente el inventario que hasta el momento se tenía
de la fauna subterránea. Lamentablemente todo el material colectado,
incluyendo las series tipo, se depositó en museos fuera de nuestro país y
los resultados, en su mayoría, fueron publicados por especialistas
extranjeros.
5
Silva (1988) en su extraordinario compendio de la espeleofauna cubana
(obra de obligada consulta), registra 19 especies de decápodos (nueve
troglobias y 10 accidentales) y enumera 55 espeleoaccidentes
relacionados con estos, representando el último trabajo compilativo sobre
el tema.
A partir de lo anteriormente expuesto y a un serio trabajo de colecta en los
últimos 10 años, ofrecemos una reseña más actualizada (hasta marzo de
1998) de los crustáceos decápodos troglobios y ocasionales consignados
para cuevas cubanas, así como una lista de todos los espeleoaccidentes
vinculados con el hallazgo de los mismos.
AGRADECIMIENTOS
Deseo dejar constancia de mi entera gratitud a las siguientes personas:
Alfredo García-Debrás; Abel Pérez y Lázaro Echenique (Grupo BIOKARST,
de la Sociedad Espeleológica de Cuba), por todo el material colectado,
muchas veces en condiciones extremadamente difíciles, y puesto en mis
manos con suma gentileza; sin su contribución y ayuda esta modesta obra
hubiera sido sencillamente imposible. A Nils Navarro (Museo de Historia
Natural de Holguín), entusiasta colector de la zona oriental del país, por
todo el material cedido junto a sus interesantes observaciones. A Jill
Yager, Judy y Steve Omeroid y Dennis Williams (National Speleological
Society (NSS)- Cave Diving Section, USA) por donar parte de los
ejemplares procedentes de Playa Girón. Un agradecimiento especial a Julio
García-Gómez (Miami-Dade Community College, USA) por enviarme
periódicamente la literatura necesaria y mantenerme actualizado. A
Augusto Martínez; Reynaldo Estrada y Cristina Juarrero (Centro Nacional
de Áreas Protegidas, CITMA) por la ubicación en el mapa de la mayoría de
las localidades y parte del sostén logístico.
La revisión del manuscrito y por consiguiente las precisas críticas y
sugerencias se deben a Antonio Genaro (Museo Nacional de Historia
Natural, CITMA); Abel Pérez, Rafael Borroto y Luis F. de Armas (Instituto
de Ecología y Sistemática, CITMA), Juan Carlos Martínez-Iglesias y José
Espinosa (Instituto de Oceanología, CITMA), Manolo Ortiz (Centro de
6
Investigaciones Marinas, UH) y a Maite García (Zoológico Nacional de
Cuba, CITMA) quien por suerte comparte también mi tiempo. A todos, mi
más sincero y justo reconocimiento.
Finalmente, mi retribución a Osvaldo Gómez, notable carcinólogo
recientemente fallecido, quien fuera mi profesor, guía y amigo, por ser el
máximo responsable de que esto se escribiera.
7
GENERALIDADES
Con vistas a facilitar el uso de la información, la presentamos de manera
cruzada o a doble entrada (taxonómica y geográfica). En el listado de
especies aparece a continuación de cada taxon la numeración de las
cuevas (que se encuentran en el listado de localidades) en las que ha sido
hallado el mismo, destacando con negritas la localidad tipo; cuando esta no
se presenta, significa que la misma resulta dudosa o que no corresponde a
Cuba. Igualmente, seguido a cada espeleoaccidente se relacionan las
especies consignadas para el mismo. En cada localidad (destacadas con
negritas) se especifica la fuente de información, cuando no aparece,
significa que los datos son inéditos.
Para la clasificación taxonómica y diagnosis he seguido los criterios de
Chace y Hobbs (1969), Hobbs (1972a), Bowman y Abele (1982) y Juarrero
y Gómez (1995). Cada clave de identificación relaciona las fuentes que se
siguieron para su elaboración. Es necesario aclarar que las claves
supragenéricas se confeccionaron teniendo en cuenta específicamente la
carcinofauna troglobia, por consiguiente, no deben ser aplicables cuando
se trate de especies epígeas.
En cuanto a la clasificación ecológica de las especies se adoptó la
propuesta por Schiner (1854) y completada por Racovitza (1907), que por
su sencillez y funcionalidad es hoy en día la más aceptada y utilizada
(Galán, 1993). El llamado Sistema Schiner-Racovitza reconoce tres
categorías principales: troglobio, troglófilo y troglóxeno. Específicamente
para la fauna de camarones emplearemos el primer término pues el resto
no contiene a ninguna especie. Las especies Macrobrachium lucifugum,
Barbouria cubensis, Somersiella sterreri y Procambarus niveus se
clasifican como neotroglobias (de reciente arribo al medio hipógeo). En el
término troglóxeno se incluyen a los cangrejos. Las especies epígeas que
ocasionalmente se han visto o colectado en cavernas se consideran
accidentales
8
Las categorías supragenéricas están dispuestas en el texto de acuerdo al
sistema taxonómico adoptado por Chace y Hobbs (1969), lo cual no implica
necesariamente una secuencia evolutiva; el listado de especies se organiza
siguiendo el orden en el que aparecen en cada clave de identificación.
Todas las medidas son expresadas en mm y la longitud de las especies se
corresponde con el largo del cefalotorax (distancia tomada desde el
margen orbital hasta el borde posterior del carapacho). La escala para
todos los dibujos equivale a 1 mm.
Al final del texto se incluye un glosario de términos para una mejor
comprensión del tema.
Abreviaturas utilizadas:
CARE: Colección Alberto R. Estrada, depositado en el Instituto de Ecología
y Sistemática.
COLAJV: Colección privada del autor.
COLBK: Colección del Grupo BIOKARST, de la Sociedad Espeleológica de
Cuba, depositada en el Museo Nacional de Historia Natural, Ciudad
Habana, Cuba.
COLCIM: Colección del Centro de Investigaciones Marinas de la Facultad
de Biología, Universidad de la Habana.
COLMLJ: Colección Miguel L. Jaume, depositado en el Centro de
Investigaciones Marinas de la Universidad de la Habana.
CZIES: Instituto de Ecología y Sistemática, Academia de Ciencias de Cuba.
ET: especies troglobias.
ENT: especie neotroglobia
ETR: especie troglóxena
EA: especies accidentales.
ISER: Instituto de Espeleología “Emile Racovitza”, Bucarest, Rumanía.
LC: largo del cefalotorax o carapacho.
MCZ: Museo de Zoología Comparada, Universidad de Harvard, Cambridge,
U.S.A.
RNHL : Rijksmuseum van Natuurlijke Historie, Leiden, Holanda.
9
USMN: Museo Nacional de los Estados Unidos, depositado en el Museo
Nacional de Historia Natural, Smithsonian Institution, Washington, D.C.,
U.S.A.
ZBM: Museo de Zoología de la Universidad de Humboldt, Berlín, Alemania.
10
¿QUÉ SON LOS CRUSTÁCEOS DECÁPODOS?
L
os crustáceos, actualmente reconocidos por la generalidad de los
carcinólogos como un verdadero Phylum dentro del grupo de los
artrópodos, comprenden a más de 35 000 especies, la inmensa mayoría
acuáticos (sobre todo marinos), unos pocos terrestres y algunos de vida
parásita. Deben su nombre al hecho de que el tegumento lo tienen
impregnado de sales calcáreas, constituyendo una verdadera coraza.
Morfológicamente los crustáceos son un grupo muy heterogéneo, lo que hace
bastante difícil encontrar caracteres comunes a todas las especies. Aquí, por
razones obvias, solo nos detendremos a explicar las principales características
del grupo de los decápodos ("diez patas").
El orden Decapoda comprende a los crustáceos de mayor tamaño (cangrejos,
camarones, langostas, etc.) que se caracterizan por tener el cuerpo dividido
en
Phylum Clasificación más generalizada siguiendoCrustacea los criterios de George y George (1980) Clase y Bowman y Abele (1981) Malacostraca Superorden Eucarida Orden Decapoda Suborden Natantia Infraorden Caridea (camarones, langostinos) Reptantia Palinura (langostas) Astacura (cangrejos ermitaños o macaos) Anomura (Batatas) Brachyura (cangrejos)
11
Fig.1. Diagrama de un camarón natantio (vista lateral), en el que se señalan los
principales caracteres utilizados en las diagnosis. abdomen (Abd), carapacho
(Cp), córnea (Co), escama antenal (Esa), espina antenal (Epa), espina
branquiostegal (Epb), espina hepática (Eph), estilocerito (Etl), flagelos (Fl),
maxilípedos (Mx), pedúnculo antenal (Pdat), pedúnculo antenular (Pdatr),
pedúnculo ocular (Pdo), pereiópodos (Pr), pleópodos (pl), pleurón (Plrn),
protopodito (Prt), región branquial (Rb), región cardíaca (Rc), región gástrica
(Rg), región hepática (Rh), región orbital (Ro), rostro (Ros), surco cervical (Sc),
telson (Tl), urópodos (Up). (Tomado de Juarrero y Gómez, 1995).
dos regiones: cefalotorax y abdomen, este último conocido vulgarmente como
"cola". Cada segmento del cuerpo está provisto del correspondiente par de
extremidades y el extremo posterior del cuerpo suele estar ocupado por un
apéndice estiliforme llamado telson. Los segmentos cefálicos están dotados de
dos pares de antenas a las que les sigue un complejo aparato bucal compuesto
por, maxílas, maxílulas y mandíbulas. Los apéndices torácicos intervienen en
la alimentación (los tres primeros) y en la locomoción (los cinco restantes)
(Figs. 1-3). Los apéndices del abdomen actúan como paletas para la natación
y en
12
Fig. 2. A, diagrama de un pereiópodo en el que se señalan sus partes: base
(Bs), carpo (Cr), coxa (Cx), dactilo (Dc), dedo (De), isquio (Iq), mero (Mr),
palma (Pl), propodo (Prp). B, diagrama del segundo pleópodo del macho:
apéndice interno (Api), apéndice masculino (Apm), endópodo (Ed),
exópodo (Ex). (Tomado de Juarrero y Gómez, 1995)
ellos se encuentran los órganos copuladores. En el caso de las hembras, estos
sostienen y cubren los huevos.
Los decápodos se dividen en dos grandes grupos: Natantia, generalmente
nadadores, con el cuerpo aplastado lateralmente y el rostro bien desarrollado y
Reptantia, marchadores, con el cuerpo deprimido dorsalmente y el rostro
ausente.
Por último, es necesario apuntar que los decápodos son un grupo de reconocida
importancia por dos razones fundamentales. En primer lugar, por el papel que
desempeñan como consumidores secundarios en la cadena trófica de peces y
pequeños invertebrados; y en segundo lugar, porque constituyen un producto muy
preciado en el mercado mundial debido al exquisito sabor y alto valor energético de
su carne. Esto supone que en las últimas décadas se ha despertado en el hombre
13
un enorme interés pesquero y la explotación en ocasiones ha sido irracional. Para
contrarrestar estos efectos negativos en las poblaciones, los especialistas están
empeñados en proyectos de estudios que abarcan la biología, alimentación
artificial, desarrollo larval y sobre todo el cultivo de muchas de estas especies.
Fig. 3. Diagrama de un camarón reptantio (vista dorsal) en el que se
señalan sus partes: ancho de la areola (Aa), areola (Ar), escama antenal
(Esa), espina cervical (Epc), largo de la areola (La). (Tomado de Juarrero y
Gómez, 1995)
14
POSIBLE ORIGEN DE LOS CAMARONES TROGLOBIOS
A
diferencia de otros grupos de crustáceos, como por ejemplo los
ostrácodos, el conocimiento actual del origen de los carídeos es aún
confuso y bastante incompleto. Esto se debe a una razón fundamental:
la fragilidad del tegumento y el cuerpo blando que caracterizan a estos
grupos, incapaces de fosilizar debidamente, y en ocasiones,
imposibilitados a dejar alguna evidencia o registro fósil.
Existen numerosas teorías que tratan de explicar el arribo o invasión
de gran parte de la fauna a las Antillas mayores. Autores como Barbour
(1914); Rivas (1958) y Hobbs y Villalobos (1964) han supuesto diversos
puentes naturales o terrestres entre la región mexicana de centro
América y las grandes Antillas, los cuales permitieron el paso y
conquista a numerosos grupos de animales. Otros autores infieren la
posibilidad de que esos puentes o terrenos secos, como también se les
sueles llamar, conectaran el norte de América del Sur con las Antillas,
formándose perfectas lengüetas de tierra capaces de permitir el acceso
a un segmento de la fauna que hoy día existe en nuestra área.
Simpson (1956) y Rosen y Bailey (1963), han presentado reflexiones
contundentes contra la existencia de muchos de estos puentes y tratan
de explicar que parte de la fauna antillana se debe a que esta a
alcanzado las islas accidentalmente por el fenómeno de dispersión
(balsas naturales, viento, tormentas, a través de otros animales, etc.).
Teorías aceptadas en la actualidad plantean que la fauna cubana tuvo
una evolución independiente a los continentes con posterioridad al
Eoceno superior, aunque no se excluye la posibilidad de que algunas
especies sean relictos de períodos anteriores (Claro, 1996). Tabla 1.
Específicamente en el caso de los decápodos cavernícolas hay que
señalar la gran tolerancia que manifiestan a la salinidad, a veces
equivalente a la del agua de mar, de manera que para la inmensa
mayoría de los autores, estos alcanzaron las islas por vía marítima,
arrastrados por las corrientes marinas.
15
De las cinco familias de decápodos troglobios reportadas para Cuba,
solamente una (Cambaridae), no necesita de un medio salino para
completar su ciclo de vida. Esto asume, según Hobbs et al . (1977), que
los Cambaridos cubanos se han originado de “stocks” que ya estaban
adaptados al ambiente dulciacuícola. De acuerdo a Chace y Hobbs
(1969), Procambarus niveus se originó posiblemente a partir de una
población de la subespecie P. cubensis rivalis, endémica de arroyos de
montaña de Pinar del Río, que invadió el medio subterráneo al final del
Plioceno o en el cuaternario, al principio de Pleistoceno, cuando
grandes zonas del archipiélago estaban inundadas por lagunatos de
aguas poco profundas.
El resto de las especies cavernícolas cubanas tienen su origen de un
ancestro marino posiblemente en el terciario medio y guardan una gran
afinidad, en primer lugar, con sus congéneres de Yucatán y en segundo,
con parte de las Antillas mayores.
Las especies anquialinas como Barbouria cubensis y Somersiella sterreri
(Hippolytidae) de origen antillano y Espeleonaushonia augudrea
(Laomediidae), que habitan ambientes salobres con reales conexiones al
mar, se consideran aún virtualmente marinas y su distribución bien pudiera
ser el resultado de migraciones en estado larval o adulto.
El género Troglocubanus (Palaemonidae), presente en Cuba, Jamaica y
México se derivó de stocks de la familia que alcanzaron las Antillas quizás en el
Mioceno medio superior o Plioceno (Tabla 1), como sucedió con Typhlatya
(Atyidae), pero con al menos tres invasiones independientes debido al
improbable nexo subterráneo entre Cuba, Jamaica y Yucatán. A juzgar por
Hobbs et al., (1977) el segmento epígeo del ancestro de Troglocubanus no tuvo
ningún éxito y su extinción se deba a que no soportó la competencia con
miembros de los géneros Macrobrachium y Palaemonetes (Palaemonidae).
En cuanto al género Typhlatya, de acuerdo a la distribución que mostraba dos
décadas atrás, Chace y Hobbs, 1969, no dudaron en postular que los miembros
antillanos se derivaron de linajes que habían alcanzado las islas procedentes
de la región Centroamericana de México en el Mioceno o quizás en el Plioceno.
La reciente aparición de dos especies del género, una en Isla Ascensión
(Atlántico Oriental) y otra en Islas Galápagos (Pacífico), que a pesar de la gran
16
similitud que guardan con las especies previamente conocidas y que supone un
origen común, ha desplomado para algunos autores la teoría que atribuye a la
región mexicana de Yucatán como centro de origen de los tiflatidos antillanos.
Monod (1975) refiriéndose al origen de los atidos troglobios (Typhlatya),
señala que el conocimiento tan incompleto que existe acerca de la fauna
acuática subterránea se debe a la pobreza o ausencia tan marcada de
registros fósiles.
Tabla 1. Esquema de las épocas y períodos de posible arribo de los decápodos troglobios. (Adaptado de Iturralde-Vinent, 1984).
ERA
DURACIÓN EN
MILLONES DE
AÑOS
PERÍODO ÉPOCA
CE
NO
ZO
ICA
63
+/-
3
1,8 Cuaternario El hombre puebla el archipiélago
22 Neógeno
Plioceno
Mioceno
44 Paleógeno
Oligoceno
Eoceno
Paleoceno
17
Tabla 2. Número de especies cavernícolas consignados para cada género presentes en Las Antillas y México (entre paréntesis se relacionan las especies endémicas).
Typ
hla
tya
Mac
robr
ach
ium
Tro
glo
cub
anus
Bar
bou
ria
Som
ers
iella
Pro
cam
baru
s
E
spe
leon
aush
oni
a
Antigua 1
Bahamas 1
Bermudas 1 1 1
Bonaire 1
I. Caicos 1 1
I. Caimán 1
CUBA 4 (3) 1 4 (3) 1 1 1 (1) 1 (1)
Curazao 1
Española 1 1
Gran
Abaco
1
Jamaica 1 1
México 3 (3) 1 (1) 1 (1) 3 (3)
I. Mona 1 (1)
Puerto
Rico
1 1*
S.
Salvador
1
Reporte dudoso
18
ADAPTACIÓN AL HÁBITAT SUBTERRÁNEO (TROGLOBIZACION)
ntre las estructuras que se transforman y amoldan a la vida subterránea, y
que se distinguen de manera conspicua en la mayoría de los troglobios, se
encuentra la potente disminución en la pigmentación de la córnea y en
muchos casos la pérdida completa de la misma, incluso, hasta la regresión del
aparato ocular (anoftalmia). Esto sucede, por lo general, con las especies que
habitan en aguas subterráneas completamente dulces, como por ejemplo,
miembros de los géneros Troglocubanus y Typhlatya que han perdido
completamente la funcionalidad de los ojos. La atrofia ocular en las especies
neotroglobias suele ser bastante heterogénea. Macrobrachium lucifugum y
Somersiella sterreri mantienen sus ojos desarrollados sin presentar ninguna
consunción perceptible. Procambarus niveus y Barbouria cubensis*, aunque
poseen los ojos pigmentados estos tienen un tamaño bastante pequeño.
Espeleonaushonia augudrea, sin embargo, presenta la córnea completamente
desfacetada.
Otro carácter notable es la despigmentación del cuerpo, que se observa
por las tonalidades pálidas y en ocasiones translúcidas del tegumento. En
los cavernícolas estrictos la despigmentación suele ser total e
irreversible,
E
19
* La combinación de disminución ocular junto con el ambiente salobre,
representa para muchos autores un paso en la evolución de B. cubensis al
hábitat subterráneo. De acuerdo a Hobss et. al. (1977) el ancestro de los
camarones troglobios tiene origen marino, por lo tanto, las especies
anquialinas que permanecen en un medio salino no han tenido que acomodar
sus estructuras de la manera que lo han hecho las especies que han pasado
al medio dulciacuícola.
existiendo por lo tanto un control genético (Galán, 1993). La pérdida de
pigmentación en los neotroglobios puede ser parcial y reversible. En un lote
examinado de Procambarus niveus procedente de Cueva Fuentes, provincia
de Pinar del Río, hemos visto variaciones cromáticas acentuadas que van
desde el blanco sucio hasta el castaño oscuro. Las especies anquialinas B.
cubensis y S. sterreri se destacan por su colorido rojo, en ocasiones intenso,
cuando se exponen a zonas de penumbra o luz; en partes más oscuras de la
cueva ocurre todo lo contrario.
La generalidad de las especies de camarones troglobios es de constitución
algo frágil y de pequeño tamaño, y en contraste con sus apéndices alargados,
apenas alcanzan unos pocos centímetros de longitud. No obstante, se ha
comprobado que existe variación en la talla de individuos de la misma especie
en localidades diferentes. Esta variabilidad, según se ha comprobado, tiene
gran correspondencia con la disponibilidad de recursos tróficos de los cuerpos
de agua donde el animal vive.
Como causa de la escasa productividad de las aguas subterráneas el
desove y la producción de huevos son mecanismos que también han tenido
que ajustar la mayoría de estos crustáceos cavernícolas asociados a aguas
completamente dulces. Muchos autores establecen que existen evidencias de
una pobre producción de huevos en comparación con sus parientes epígeos,
y que a su vez, esta baja productividad incide en el incremento del tamaño de
los huevos por el efecto de la limitada energía disponible que existe en los
cuerpos de agua subterráneos. A su vez, el tiempo de incubación en los
troglobios es más largo, el desarrollo embrionario es más lento, disminuye el
número de fases larvarias y los individuos alcanzan la madurez sexual más
tarde (Galán, 1993).
20
Con relación a sus congéneres epígeos, el metabolismo de los crustáceos
cavernícolas es más bajo. Según estima Hobbs et al., (1977), las relaciones
metabólicas pueden ser 10 veces más bajas en los troglobios, lo que se
manifiesta en un bajo consumo de oxígeno y una reducida actividad, por
ejemplo, poco dinamismo y limitado ejercicio natatorio.
Aunque para muchos estudiosos ningún patrón morfológico puede ser
considerado como estrictamente cavernícola pues en el medio epígeo estos
caracteres se repiten o se presentan con cierta frecuencia, no es erróneo
afirmar que las especies hipógeas exhiben una serie de modificaciones en su
fisiología y anatomía que le permiten tener mayor éxito en dicho medio.
21
RESEÑA SISTEMÁTICA
Cuba, con excepción de Estados Unidos y México, exhibe la carcinofauna de
decápodos troglobios más rica del continente americano; 13 especies (75%
de endemismo) agrupadas en cinco familias y siete géneros, lo que
significa casi la mitad de todas las especies de carídeos dulciacuícolas
reportados hasta la fecha para el archipiélago cubano (Tabla 3).
Sin embargo, estamos seguros que aún quedan nuevos taxones por
descubrir, teniendo en cuenta que Cuba es uno de los países con mayor
número de cavernas por área, y que los muestreos aún resultan
insuficientes a pesar de las múltiples expediciones realizadas hasta la
fecha, (Juarrero y Abio, 1990).
Tabla 3. Número de géneros y especies de camarones dulciacuícolas cubanos consignados para cada familia. Los troglobios se relacionan entre paréntesis.
Atyidae Palaemonid
ae
Hippolytida
e
Cambarid
ae
Laomediida
e
Géneros 6 (1) 3 (2) 2 (2) 1 (1) 1 (1)
Especie
s
13 (4) 11 (5) 2 (2) 3 (1) 1 (1)
22
LISTADO DE ESPECIES CAVERNÍCOLAS
ET ENT
Suborden Natantia Infraorden Caridea Familia Atyidae Género Typhlatya
1. Typhlatya garciai 12,13,78,92 X2. Typhlatya taina 23 X3. Typhlatya elenae 60 X
4. Typhlatya consobrina 3,56,75,88 X 5- Typhlatya sp 42,104,106 Familia Palaemonidae Género Macrobrachium 6.-.Macrobrachium lucifugum 15,48,62,63, X 65,66,67,82,83,87,88,101 Género Troglocubanus 7. Troglocubanus inermis 41,75,77 X 8. Troglocubanus calcis 41,69,74,75 X 9. Troglocubanus gibarensis 19,43,44,48, X 69,77,90 10.Troglocubanus eigenmanni 1,2,4,26,27,28,29, X 30,31,32,33,34, 36,37,38,39,40,51,52,53,54, 55,56,57,58,59,60,103,104 11. Troglocubanus sp 70 Familia Hippolytidae Género Barbouria 12.Barbouria cubensis 23,46,47,49,50,64,79,80, X 81,86,89,91,99 Género Somersiella 13.Somersiella sterreri 62,63,64 XSuborden Reptantia Infraorden Astacidea Familia Cambaridae Género Procambarus 14.Procambarus niveus 5,7,8,10,11,12,14 X Infraorden Thalassinidea Familia Laomediidae Género Espeleonaushonia 15.Espeleonaushonia augudrea 86 X
CLAVE PARA LAS FAMILIAS Y GÉNEROS DE DECÁPODOS
TROGLOBIOS CUBANOS.
23
1- Cuerpo usualmente comprimido; segundo par de pereiópodos
notablemente de mayor tamaño y robustez que el resto; abdomen bien
desarrollado; los cinco pares de pleópodos siempre presentes, adaptados
para la natación…………............................................................…Suborden
Natantia……..2
- Cuerpo usualmente deprimido; primer par de pereiópodos de mayor
tamaño y más robustos que el resto; abdomen generalmente poco
desarrollado; pleópodos ausentes, reducidos o vestigiales, no adaptados
para la natación……………………….………..............................Suborden
Reptantia..…….6
2.Carpo del segundo par de pereiópodos no subdividido……………..........
….......3
Carpo del segundo par de pereiópodos multiarticulado, compuesto
por más de cinco artículos…….(Hippolytidae)………………………...........
…….….4
3. Dedos de las quelas del primer y segundo par de pereiópodos con
penachos terminales de setas; pereiópodos con exópodos. .................
…………………………………….(Atyidae)……………..........…..Typhlatya
- Dedos de las quelas del primer y segundo par de pereiópodos sin
penachos terminales de setas; pereiópodos sin exópodos…………….
(Palaemonidae)……...5
4. Ojos reducidos; rostro armado con 4-5 dientes dorsales y 2-3 dientes
ventrales……………………………………..………………………..........
…...Barbouria
- Ojos desarrollados, rostro armado con 3-4 dientes dorsales y 4-5 dientes
ventrales……..……………………….………………………...........…..
…….Somersiella
5. Carapacho con espina hepática; rostro con dientes ventrales; ojos
desarrollados y córnea pigmentada………………….
…….....................................….Macrobrachium
24
- Carapacho sin espina hepática, rostro sin dientes ventrales, ojos
reducidos y sin gránulos de pigmentos………………….….....................
…....................Troglocubanus
6. Primer par de pereiópodos quelados; carapacho sin surco longitudinal;
primer pleópodo del macho adaptado como apéndice
masculino….Infraorden Astacidea………….(Cambaridae)
……......................................................Procambarus
- Primer par de pereiópodos subquelados; carapacho con línea talasínica
presente; primer pleópodo del macho ausente.…Infraorden Thalassinidea.
(Laomediidae).
….............................................................................Espeleonaushonia
Familia Atyidae De Haan, 1849
Género Typhlatya Creaser, 1936
Typhlatya Creaser, 1936: 128 (especie tipo: Typhlatya pearsei Creaser,
1936: 128)
Typhlata.- Cárdenas, 1950: 157 (error ortográfico)
Typhatya.- Monod, 1975: 99 (error ortográfico)
Diagnosis. Ojos con o sin gránulos de pigmentos; rostro corto, sin dientes
dorsales ni ventrales y sin sobrepasar el pedúnculo antenular. Cuerpo
usualmente despigmentado; carapacho inerme, sin espina hepática,
branquiostegal y orbital. Exópodos en todos los pereiópodos (el quinto en
ocasiones rudimentario); primer y segundo par de pereiópodos con
penacho de pelos en las quelas.
Comentarios : 12 especies, todas troglobias, distribuidas en las
Antillas (Cuba, Barbuda, Islas Caicos, República Dominicana, Puerto
Rico e Isla Mona), Bermuda, Isla Ascensión y México (Campeche y
Yucatán). En Cuba este género esta representado por cuatro
especies, tres de ellas endémicas y una, T. garciai, compartida con
las Islas Caicos.
Silva (1974) reporta la presencia de especies no identificadas del
género Typhlatya en Cueva de los Murciélagos, Punta Pedernales,
25
Isla de la Juventud y Juverthie et . al . (1977) registraron otras
poblaciones en Cueva de Agua Salada, Isla de la Juventud y en
Cueva Quitapesares, Nueva Paz, La Habana; ambos registros
quedan por definir. La localidad reportada por Silva ha sido visitada
nuevamente y está totalmente destruida (Juarrero, 1994).
26
Clave para las especies cubanas del género Typhlatya. Modificado de
Juarrero y Gómez (1995).
1. Ojos sin gránulos de pigmentos…….……….………………………………..… 2 - Ojos con una mancha pigmentada……………………………………. T. garciai2. Rostro extendido hacia adelante, que sobrepasa el nivel de los tallos
oculares........................................................................................................3
- Rostro sin sobrepasar el extremo de los tallos
oculares……………………….4
3. Dactilo del cuarto pereiópodo con 6 dentículos; apéndice masculino con setas espiniformes, poco más de la mitad del largo del apéndice interno……..........................................................................................T. elenae
- Dactilo del cuarto pereiópodo con 3 a 4 dentículos; apéndice masculino sin setas espiniformes;¼ la longitud del apéndice interno....................................................................................... T. consobrina
4.Carpo del segundo par de pereiópodos dos veces la longitud del propodio; quelas con abundante pubescencia; sexto somito abdominal menos de dos veces la longitud del quinto…………………………………………......T. taina- Carpo del segundo par de pereiópodos casi cinco veces la longitud del propodio; quelas con escasa pubescencia; sexto somito abdominal cuatro veces la longitud del quinto………….…...…………….…….T. garciadebrasi
Typhlatya garciai Chace
(Fig.4)
Typhlatya garciai Chace, 1942: 99-101
Typhlatya garciae.-Rioja, 1971: 524 (error ortográfico)
Material examinado: Dos machos (LC=3,9-4,1) y una hembra (LC=4,2)
(COLAJV, no. 1200-1203) colectados en casimbas en Playa Pesquero,
Rafael Freyre, Holguín, por Nils Navarro y Alejandro Fernández, el 31 de
octubre de 1977
27
Diagnosis. Rostro pequeño, sin extenderse más allá de los ojos. Margen
orbital inerme, ojos una mancha de pigmento. Primer maxilípedo con el
lóbulo flagelar bien desarrollado. Segundo pereiópodo con el carpo mucho
más largo que ancho; superficie flexora del dactilo del cuarto pereiópodo
con cinco o más dentículos; quinto pereiópodo con el exópodo extendido
más allá de la articulación isquiomeral; últimos tres pares de pereiópodos
sin escamas córneas ni tubérculos.
Tamaño. Longitud postorbital del cefalotorax alrededor de 3 a 6 mm.
Localidad tipo. Cueva Potrero del Molino, Las Cuatrocientas Rosas, Banes,
provincia de Holguín, Cuba.
Tipo. Holótipo macho (MCZ No 12210).
Extensión geográfica. Antillas (Cuba y Providenciales, Islas Caicos)
Distribución. Provincia de Pinar del Río: Viñales, Cueva de las Represas
(Holthuis, 1977); Cueva Grande (Juberthie et. al. 1977). Provincia de
Holguín: Banes, Cueva Potrero del Molino (Chace, 1942 y Botosaneanu y
Holthuis, 1970); Rafael Freyre, Casimbas de Pesquero.
Fig. 4. Typhlatya garciai. Vista lateral del carapacho. (casimba de Playa
pesquero, Holguín, macho LC=4,1).
28
Notas ecológicas. Según Botosaneanu y Holthuis (1970), los especímenes
fueron colectados en numerosos lagos freáticos conectados entre sí, en
cuerpos de agua completamente dulces y a una temperatura de 24,8 oC; la
oscuridad aunque acentuada no era total y se podían contar miles de
individuos nadando de forma muy peculiar y encima de algunas piedras
sumergidas. Nils (comunicación personal) señala que ha observado a
individuos de esta especie nadando junto a ejemplares de Barbouria
cubensis .
Typhlatya taina Estrada y Gómez
(Fig. 5)
Typhlatya taina Estrada y Gómez, 1987: 1-12
Material examinado. Dos hembras parátipos (LC=3,8-4,2) (CARE I 00012,
00006), Cueva de la India, Santa Cruz del Norte, provincia Habana,
colectado por Alberto R. Estrada y Humberto Ramírez el 11 de febrero de
1981.
Diagnosis. Rostro corto y liso, sin sobrepasar el extremo de los tallos
oculares. Ojos sin gránulos de pigmentos. Lóbulo flagelar del primer
maxilípedo bien desarrollado. Tercer pereiópodo de mayor tamaño que el
resto; el primero poco mayor que el segundo, con la palma casi dos veces
la longitud de los dedos. Apéndice masculino menor o de igual longitud que
el apéndice interno, con setas espinosas en su extremo dorsal. Telson dos
veces más largo que ancho, con cuatro pares de espinas en su borde
caudal y tres pares en los bordes laterales.
Tamaño. Largo postorbital del cefalotorax entre 3 y 5 mm.
Tipo. Macho holótipo (CARE No. 1.00 004).
Localidad tipo. Cueva de la India, 2 Km al E de Puerto Escondido, Santa
Cruz del Norte, provincia La Habana.
Extensión geográfica. Cuba.
Distribución. Sólo se le conoce de la localidad tipo.
29
Notas ecológicas. Según Estrada y Gómez (1987) la población de T. taina
ocupaba una serie de charcas pequeñas y de poca profundidad, de agua
salobre (25 o/oo), con una temperatura media al nivel de superficie de 25,8 oC
Fig. 5. Typhlatya taina. Vista lateral del cuerpo. (Parátipo hembra, LC= 3,8).
y al nivel de fondo de 26,0 oC. Las charcas están situadas en la zona
oscura de la cueva y el mar se encuentra a 70 metros de la entrada de la
espelunca. En las mencionadas charcas se colectaron ejemplares de
Barbouria cubensis y otros dos decápodos no identificados.
Typhlatya elenae Juarrero
(Fig. 6)
Typhlatya elenae Juarrero, 1994: 57-66
Material examinado. Un macho (LC= 2,6), (COLBK nº 2001), Cueva de
Perico Sánchez, 5 Km al N de Jagüey Grande, provincia de Matanzas,
colectado por A. García-Debrás y A. Pérez el 23 de febrero de 1992.
Diagnosis. Rostro extendido más allá del primer segmento del pedúnculo
antenular. Ojos sin gránulos de pigmentos. Exópodos desarrollados en los
cinco pares de pereiópodos. Superficie flexora del dactilo del tercer
maxilípedo con seis o siete setas espiniformes; superficie flexora del dactilo
30
del quinto par de pereiópodos con una hilera de 30 a 35 espínulas. Telson
4 ½ veces más largo que ancho; mitad posterior con dos pares de espinas
en el último tercio y cuatro pares de espinas terminales. Apéndice
masculino más largo que la mitad del apéndice interno, sobrepasándolo en
ocasiones con el penacho terminal de setas espiniformes.
Tamaño. Largo máximo postorbital del carapacho entre 2,2 y 3,9 mm.
Tipo. Macho holótipo (CZIES).
Fig. 6. Typhlatya elenae. Vista lateral del cuerpo (pereiópodos derechos)
(Cueva de Perico Sánchez, hembra LC= 2,6).
Localidad tipo. Cueva Perico Sánchez, 5 Km al N de Jagüey Grande,
provincia de Matanzas.
Extensión geográfica. Cuba.
Distribución. Conocido solamente de la localidad tipo.
Notas ecológicas. Juarrero (1994) señala que los ejemplares de T. elenae
fueron colectados a 25 m aproximadamente de la entrada e la cueva, en un
lago de agua cristalina y sedimento de guano de murciélago, con una
profundidad que oscilaba entre 20 y 30 cm. Además, se colectaron en el
mismo lago ejemplares de Troglocubanus eigenmanni.
31
Typhlatya consobrina Botosaneanu et Holthuis
(Fig. 7)
Typhlatya consobrina Botosaneanu et Holthuis, 1970: 123-127
Material examinado. Un macho (LC= 2,1),(COLBK nº 2009), Cueva
Chicharrones, provincia de Matanzas, colectado por A. García-Debrás en
enero de 1995.
Diagnosis. Rostro corto y recto, que termina en una punta delgada, y se
extiende más allá de los ojos, llegando justo al extremo distal del segmento
basal del pedúnculo antenular. Margen orbital desarmado; ojos
despigmentados. Primer maxilípedo con el lóbulo maxilar bien desarrollado.
Primer pereiópodo con los dedos tan largos como la palma; segundo
pereiópodo más delgado que el primero; dactilo del cuarto pereiópodo con
tres o cuatro dentículos en la superficie flexora; quinto pereiópodo con
menos de 40 espinas denticuladas en el dactilo y con el exópodo
desarrollado, que se extiende más allá de la articulación isquiomeral.
Fig. 7. Typhlatya consobrina. Vista lateral del cuerpo.
Tamaño. Especie pequeña, largo máximo postorbital del cefalotorax entre 2
y 4 mm.
32
Tipo. Macho holótipo (ISER)
Localidad tipo. Cueva del Agua, al pie del Cerro Tuabaquei, Sierra de
Cubitas, muy cerca de la “Finca La Estrada”, NE de la provincia de
Camagüey, Cuba.
Extensión geográfica. Cuba.
Distribución. Provincia de Pinar del Río: Guanahacabibes, Cueva del Agua
(Botosaneanu y Holthuis, 1970). Provincia de Matanzas: Bolondrón, Cueva
Chicharrones (Pérez y García-Debrás, 1997). Provincia de Camagüey:
Sierra de Cubitas, Cueva del Agua (Botosaneanu y Holthuis, 1970).
Notas ecológicas. Según Botosaneanu y Holthuis (1970), en ambas cuevas
los individuos fueron colectados en lagos subterráneos. En la localidad tipo
viven simpátricamente con T. consobrina los palemónidos Troglocubanus
calcis y T. inermis.
Typhlatya garciadebrasi Juarrero y Ortiz, 2000
(Fig. 1-3)
Material examinado: macho holótipo (LC= 4,0) COLBKARST, Cueva
Chicharrones, Bolondrón, provincia de Matanzas; enero de 1995; A.
García-Debrás colector.: COLBKARST, un juvenil; 4 machos (LC=3,0-
4,9) y 2 hembras (LC=4,4-4,8), Cueva de Perico Sánchez, Jagüey Grande,
provincia de Matanzas; 10 de mayo de 1997; A. García-Debrás y L.
Echenique colectores
Diagnosis. Especie de pequeño tamaño, que se caracteriza por presentar
el rostro corto y dirigido hacia arriba, con el ápice rostral sin sobrepasar los
ojos. Ojos sin gránulos de pigmentos. Exópodos desarrollados en el tercer
maxilípedo y los cinco pares de pereiópodos. Pereiópodos largos y
delgados. Podómero distal del tercer maxilípedo sin espinas ni setas
espatuladas. Dactilo del quinto pereiópodo con una hileras de 25 a 27
espínulas denticuladas en la superficie flexora. Abdomen con el sexto
somito casi cuatro veces el largo del quinto.
Descripción del holótipo. Carapacho inerme, con el borde anterior
redondeado. Rostro corto y dirigido hacia arriba, en forma de hoja y con la
punta aguzada, llegando justo a la mitad de los tallos oculares. Ojos
desarrollados, con la córnea sin gránulos de pigmentos (Fig. 1). Estilocerito
33
agudo, prominente, que alcanza la primera mitad del segundo artejo del
pedúnculo antenular, de este último, el primer artejo exhibe una fuerte
espina en el margen laterodistal, seguido de una fila de setas espiniformes;
el segundo y tercer artejos subiguales. Escama antenal con el margen
lateral convexo, poco más de dos veces más largo que ancho,
sobrepasando el tercer artejo del pedúnculo antenular. Pedúnculo antenal
extendiéndose poco más de la mitad del escafocerito.
Mandíbula izquierda con cuatro dientes en el proceso incisivo; seis dientes
en la mandíbula derecha, seguidos por un fuerte penacho de setas
espiniformes en la porción media de ambas mandíbulas; porción molar con
pequeñas setas presentes en todo el borde (Fig. 2C-D). Primera maxila con
la lacinia superior subtriangular (Fig. 2A), con escasas setas en el margen
interno y pocas de menor tamaño en el margen externo. Segunda maxila
con el escafognatito desarrollado de igual tamaño que el palpo; extremo
distal subredondeado, cubierto de grandes setas espiniformes y el borde
externo aserrado (Fig. 3A). Exópodo del primer maxilípedo mucho más
largo que ancho, con el lóbulo flagelar bien desarrollado; palpo con el
extremo distal truncado, formando un pequeño lóbulo alargado; endito algo
más ancho que el exópodo, con el borde interno cubierto completamente
de setas (Fig. 2B). Segundo maxilípedo con el flagelo del exópodo
desarrollado y largo y dos veces la longitud del endópodo, con cinco setas
terminales y siete en la mitad basal; podobranquia presente (Fig. 3B).
Tercer maxilípedo que sobrepasa con el podómero distal el escafocerito,
presenta un flagelo que llega justo a la unión del primer artejo con el
segundo (Fig. 3C); podómero distal sin espinas ni setas espatuladas
Todos los pereiópodos con exópoditos bien desarrollados, reduciéndose
algo en el cuarto y quinto par. Pereiópodos 1 y 2 delgados, con un penacho
de pelos escasos, en la punta de los dactilos; dedos dos veces más largos
que la palma (Fig. 1); carpo del segundo par de pereiópodos más de dos
veces la longitud del mero y cinco veces la longitud del propodio. Tercer,
cuarto y quinto par de pereiópodos mayores y más robustos que los dos
primeros, con una o dos espinas notables en la mitad posterior del mero.
Dactilo del quinto par, de mayor tamaño que el resto, con una hilera de 25
a 27 espínulas denticuladas en la superficie
34
Abdomen con las pleuras del primer al tercer somito redondeadas y cuarto
y quinto subacuminadas. Sexto segmento abdominal cuatro veces la
longitud del quinto (Fig. 1).
Segundo pleópodo del macho con el apéndice masculino menor que la
mitad de la longitud del apéndice interno, con un penacho de setas
espiniformes en el ápice. Apéndice interno con una hendidura subdistal
(Fig. 3D).
Distribución. Provincia de Matanzas: Bolondrón, Cueva Chicharrones;
Jagüey Grande, Cueva Perico Sánchez.
Familia Palaemonidae Rafinesque, 1815
Género Macrobrachium Bate, 1868
Macrobrachium Bate, 1868:363 (especie tipo: Macrobrachium americanum
Bate, 1868: 363).
Macrobrachion.-von Martens, 1872: 137 (error ortográfico).
Eupalaemon Ortmann, 1891: 696 (especie tipo: Palaemon acanthurus
Wiegmann, 1836: 150).
Parapalaemon Ortmann, 1891: 696 (especie tipo: Palaemon
dolichodactylus Hilgendorf, 1878: 840).
Macrobachium.-Bouvier, 1906: 492 (error ortográfico).
Macroterocheir Stebbing, 1908: 39 (especie tipo Palaemon lepidactylus
Hilgendorf, 1878: 838).
Paralaemon.-Boone, 1935: 157 (error ortográfico).
Macrobranchium.-Coventry, 1944: 535 (error ortográfico).
Macrobracium.-Sawaya, 1946: 403 (error ortográfico).
Marobrachiuu.-Kubo, 1950: 105 (error ortográfico).
Machrobrachium.-Chace and Hobbs, 1969: 88 (error ortográfico).
Mecrobrachium.-Peck, 1975: 308 (error ortográfico).
Diagnosis. Carapacho con espina antenal y espina hepática bien
desarrollada; sin espina branquiostegal. Rostro largo, armado con dientes
dorsales y ventrales, sobrepasando o llegando justo al extremo distal de la
35
escama antenal. Ojos bien desarrollados y pigmentados (reducidos y
despigmentados sólo en el caso de M. villalobosi, de Oaxaca, México).
Quela y carpopodito del primer par de pereiópodos sobrepasan el
escafocerito. Segundo par de pereiópodos similar en forma, pero no
siempre en longitud. Propodo del quinto pereiópodo con una o más filas de
setas en la superficie posterodistal.
Comentarios. Género ampliamente distribuido por todas las regiones
tropicales del mundo. En América hay reportadas aproximadamente 35
especies y subespecies, de las cuales, sólo dos son troglobias, M.
villalobosi Hobbs, conocido solamente de Oaxaca, México y M. lucifugum
de las Antillas.
Macrobrachium lucifugum Holthuis
(Fig. 8)
Macrobrachium olfersii p.p. Rathbun, 1919: 324
Macrobrachium olfersii Hummelinck, 1933: 319; Schmitt, 1936: 372
Macrobrachium sp. (cerca M. faustinum) Chace y Holthuis, 1948: 23
Macrobrachium aff. Faustinum; Holthuis, 1952: 94-95
Macrobrachium faustinum lucifugum Holthuis, 1974: 233-239.
Macrobrachium lucifugum; Juarrero, 1997: 29-35
Material examinado. Una hembra (LC= 23,4), (COLBK nº 2020), Cueva la
Pluma, provincia de Matanzas, colectado por A. García-Debrás el 7 de
junio de 1995; dos juveniles, (COLBK nº 2021-22), Casimba El Brinco,
Playa Girón, provincia de Matanzas, colectado por S. Omeroid el 10 de
septiembre de 1992.
Diagnosis. Rostro largo, que sobrepasa el ápice del escafocerito, con la punta ligeramente curvada
hacia arriba, armado dorsalmente con una hilera de 12 dientes, seis de ellos situados por detrás del
margen de la órbita ocular; margen ventral con cinco dientes. Escafocerito alargado, que sobrepasa
el pedúnculo antenular, tres veces más largo que ancho. Carapacho con la superficie lisa, con espina
antenal fuerte y espina hepática tan desarrollada como la anterior. Maxilípedo con exopodios bien
desarrollados. Segundo par de pereiópodos desiguales en longitud y grosor, de ellos, el mayor está
cubierto de espinas diminutas y pelos (sin formar un verdadero penacho); dedo fijo con cuatro
pequeños dientes y uno mayor en el margen interno del borde cortante. Abdomen con las pleuras del
36
I al IV somito redondeadas. Segundo pleópodo del macho con el ápice interno que se extiende hasta
el último tercio del ápice masculino.
Fig. 8.- Macrobrachium lucifugum. Vista lateral del cuerpo (Cueva La
Pluma, macho LC=24,1).
Tamaño. Largo máximo postorbital del carapacho alrededor de 25 mm
Tipo. Hembra holótipo (RNHL, No Crust. D. 29846)
Localidad tipo. Cueva del Agua de Yara, al E de Baracoa, provincia de
Guantánamo.
Extensión geográfica. Antillas (Cuba, Puerto Rico, Jamaica, Bonaire,
Curazao)
Distribución. Provincia de Pinar del Río: La Caoba, Cueva del Palmero.
Provincia de Matanzas: Corral Nuevo, Lago del Fango y Lago de los Peces
Ciegos en Cueva la Pluma; carretera que conduce de Playa Larga a Playa
Girón, Casimba Ilona; Casimba Dagmar; Casimba El Brinco; Casimba
Cuba-Checoslovaquia; Casimba XXXV Aniversario. Provincia de
Holguín: Gibara, Arroyo Blanco, Cueva de los Panaderos; Caletones,
Cueva Marina, Cueva de Playa Caletones, Tanques Azules. Provincia
de Guantánamo: Baracoa, Cueva del Agua de Yara.
37
Foto 1. Colectando en Tanque Azul. De izquierda a derecha: Alfredo
García y Abel Pérez, miembros del grupo BIOKARST, de la Sociedad
Espeleológica de Cuba. (Cortesía de Abel Pérez).
Notas ecológicas. Exceptuando Cueva del Palmero (P.R.) y Cueva La
Pluma (M), espeluncas con aguas completamente dulces, M. lucifugum
habita preferentemente en grietas con agua salobre, siempre por encima
de la interfase, en zonas iluminadas (Sistema Espeleolacustre de Ciénaga
de Zapata) y superficiales donde la salinidad es inferior (alrededor de 14 o/oo) (Juarrero, 1997). Holthuis (1974) señala que el hábitat de esta especie
está caracterizado por la oscuridad y la salinidad algo elevada, sin
embargo, la localidad tipo tiene el agua ligeramente salobre, casi dulce.
Género Troglocubanus Holthuis, 1949
Palaemonetes Hay, 1903: 430.
Troglocubanus Holthuis, 1949:91 (especie tipo: Palaemonetes eigenmanni
Hay: 1903: 341).
Trogloocubanus.-Peck, 1975:312 (error ortográfico).
38
Diagnosis. Ojos con córnea degenerada y sin gránulos de pigmentos.
Rostro con o sin dientes dorsales e inerme ventralmente. Carapacho con o
sin espina antenal y sin espina hepática ni branquiostegal. Primer par de
pereiópodos quelado y delgado; segundo par quelado también y de mayor
longitud que el primero; el resto de los pereiópodos con un simple dactilo;
propodo del quinto par con una corona transversa de setas en la superficie
posterodistal.
Comentarios. Seis especies, todas troglobias, distribuidas en las Antillas
(Cuba y Jamaica) y México (San Luis de Potosí). Habitan aguas
completamente dulces.
Silva (1974) reportó la presencia de especies no descritas del género en
Cueva del Manatí, Punta Caguanes, Yaguajay, provincia de las Villas.
39
CLAVE PARA LAS ESPECIES CUBANAS DEL GÉNERO
Troglocubanus. Modificado de Hobbs et. al (1977) y Juarrero y Gómez
(1995)
1. Carapacho con espina antenal……………………………..........
……...............…2
- Carapacho sin espina antenal………………….........................................T.
inermis
2. Rostro con dos o más dientes en el margen
dorsal…….....................................3
- Rostro con un solo diente en el margen dorsal………….........…..........…T.
calcis
3. Rostro con 2-5 dientes dorsales, sin extenderse hasta el final del
pedúnculo antenular…………….
…………….........................................................T. gibarensis
- Rostro con 6-8 dientes dorsales, extendiéndose hasta el
margen
distal del pedúnculo antenular………............................….…............T.
eigenmanni
Troglocubanus inermis (Chace)
(Fig. 9)
Palaemonetes calcis Rathbun, 1912: 451 (en parte)
Palaemonetes inermis Chace, 1943: 27-28
Troglocubanus inermis.-Holthuis, 1950: 11
Material examinado., 4 machos (LC= 5,6-9,0) y 3 hembras (LC= 8,6-10,5),
(COLBK nº 2004), Cueva o Sima de Rolando, Sierra de Cubitas, provincia
de Camagüey, colectados por A. García-Debrás el 7 de agosto de 1996.
Diagnosis. Carapacho sin espina antenal, en ocasiones con un ángulo o
esquina subaguda inmediatamente ventral a la órbita ocular. Rostro
usualmente sin dientes, raramente con un pequeño diente dorsal cerca del
ápice, extendiéndose casi hasta el final del pedúnculo antenular, con
40
márgenes subparalelas, fuertemente convexos distalmente. Ojos
reducidos. Primer maxilípedo con epipodito bilobulado. Segundo par de
pereiópodos subiguales y delgados, con el dedo aproximadamente tres
veces el largo del dactilo.
Tamaño. Especie pequeña, que puede alcanzar 12 mm.
Tipo. Hembra holótipo (MCZ No 12275)
Localidad tipo. Cueva entre Madruga y Aguacate, Provincia Habana. Silva (1974, 1986) refiere
la localidad tipo a Cueva La Chaveta (..”cueva junto a la carretera de Madruga a Aguacate,
aproximadamente a 1 Km del entronque de esta carretera con la Carretera Central”), la cual coincide
con la ubicación y descripción dadas por Chace (1943).
Fig. 9. Troglocubanus inermis. Vista lateral del cuerpo (Sima de Rolando,
macho LC= 9,5).
Extensión geográfica. Cuba
Distribución. Provincia La Habana: Madruga, Cueva la Chaveta. Provincia
de Camagüey: Sierra de Cubitas, Cueva del Agua, cerca de la Finca La
Estrada (Botosaneanu y Holthuis, 1970); Cueva o Sima de Rolando
(Pérez y García-Debrás, 1997)
Notas ecológicas. En ambas localidades reportadas por Botosaneanu y
Holthuis (1970), T. inermis habita simpátricamente con T. calcis y en Cueva
del Agua ambas especies se han observado “nadando juntas” con
Typhlatya consobrina (Botosaneanu y Holthuis, 1970). Sima Rolando es
41
una cueva vertical con 110 metros de desnivel hasta la superficie del lago
freático. El lago de aproximadamente 50 metros de diámetro y 26 de
profundidad máxima, tiene un agua cristalina en la que habita una muy
numerosa fauna de crustáceos ( copépodos, isópodos, misidáceos,
decápodos). Interesante de destacar es la gran abundancia y tamaño
corporal de los individuos. T. inermis se observó por cientos, nadando junto
a T. gibarensis y al isópodo Haptolana trichostoma Bowman 1966 (García-
Debrás, com. pers.)
Troglocubanus calcis (Rathbun)
(Fig. 10)
Palaemonetes calcis Rathbun, 1912: 451
Troglocubanus calcis; Holthuis, 1950: 11
Material examinado. Un macho (LC= 5,3) y 2 hembras (LC= 5,2 y 9,4),
( COLBK nº 2007-08), Cueva la Lechuza, Sierra de Cubitas, provincia de
Camagüey, colectado por A. García-Debrás el 20 de agosto de 1996.
Diagnosis. Carapacho armado con una espina antenal que se eleva desde el margen anterior.
Rostro recto o ligeramente curvado hacia abajo, extendiéndose justo hasta el final del pedúnculo
antenular, con un diente dorsal justo detrás de la órbita ocular. Ojos reducidos. Primer maxilípedo
con epipodito unilobulado. Segundo par de pereiópodos subiguales y delgados; dedos de las quelas
1,5 veces más largos que la palma. Tercer par de pereiópodos con el propodo cuatro veces más largo
que el dactilo.
Fig. 10. Troglocubanus calcis. Vista lateral del cuerpo.
42
Tamaño. Especie pequeña, que puede alcanzar una longitud de 10 mm.
Tipo. Sintipos (MCZ, USNM)
Localidad tipo. Cueva de la Chaveta (ver localidad tipo de T. inermis),
carretera entre Madruga y Aguacate, Provincia la Habana.
Extensión geográfica. Cuba.
Distribución. Provincia La Habana: Madruga, Cueva La Chaveta. Provincia
de Sancti Spíritus: Yaguajay, Cueva Grande de Caguanes (Pérez y
García-Debrás, 1997). Provincia de Camagüey: Sierra de Cubitas, Cueva
la Lechuza; Cueva del Agua.
Notas ecológicas. (ver T. inermis).
Troglocubanus gibarensis (Chace)
(Fig. 11)
Palaemonetes gibarensis Chace, 1943: 28-29
Troglocubanus gibarensis.-Holthuis, 1952: 11
Material examinado., 3 machos (LC= 5,9-8,0) y una hembra (LC= 10,1),
(COLBK nº 2013, 2015-2016), Cueva del Cable, colectado por A. García-
Debrás el 7 de octubre de 1995; un macho (LC= 15,1) y 5 hembras (LC=
9,1-14,5), (COLBK nº 2003), Cueva de Rolando, Sierra de Cubitas,
provincia de Camagüey, colectado por A. García-Debrás el 7 de agosto de
1996.
Diagnosis. Carapacho armado con una pequeña espina antenal que se
eleva desde el margen anterior. Rostro largo que puede sobrepasar el final
del pedúnculo antenular, con márgenes subparalelas que adelgazan
distalmente en la parte terminal; armado generalmente con 2-4 dientes en
ocasiones hasta 6 en el margen dorsal, de los cuales, 2 ó 3 dientes se
encuentran situados por detrás de la órbita ocular; margen ventral
desarmado. Ojos reducidos. Primer maxilípedo con epipodito unilobulado.
Segundo par de pereiópodos subiguales y delgados, con el dedo menos de
dos veces el largo de la palma. Tercer par de pereiópodos con el propodo
3,5 veces el largo del dactilo.
43
Fig. 11. Troglocubanus gibarensis. Vista lateral del cuerpo (Sima de
Rolando, macho LC= 15,1).
Tamaño. Especie pequeña, que alcanza poco más de 14 mm. de longitud.
Tipo. Macho holótipo, (MCZ, No 12277).
Localidad tipo. Aguada de Montañés, en el Jobal, Barrio de Cupeycillo,
Término de Gibara, provincia de Holguín.
Extensión geográfica. Cuba.
Distribución. Provincia Habana: Jaruco, Cueva del Cable (Pérez y García-
Debrás, 1997). Provincia de Ciudad Habana: Habana del Este, Cueva el
Coral; Cueva Tarará I; Cueva de la Virgen. Provincia de Matanzas: Corral
Nuevo, Lago de los Peces Ciegos en Cueva la Pluma. Provincia de Sancti
Spíritus: Yaguajay, Lago Martí en Cueva Grande de Caguanes. Provincia
de Camagüey: Sierra de Cubitas, Cueva de Rolando. Provincia de
Holguín: Gibara, Aguada de Montañés.
44
Foto 2. Cueva de Tarará I (entrada), Ciudad de La Habana. Cortesía de
Gonzalo Abio.
Notas ecológicas. Especie de movimientos muy lentos, casi imperceptibles.
En cueva Tarara I (foto 1) se han observado sin actividad en el fondo de un
lago freático (80 cm de profundidad) con abundante sedimento orgánico
provenientes de los arrastres vegetales desde el exterior. Según Abio
(1986) solo comenzaron a nadar al perturbarse el agua.
Troglocubanus eigenmanni (Hay)
(Fig. 12)
Palaemonetes eigenmanni Hay, 1903: 431
Troglocubanus eigenmanni.-Holthuis, 1952: 146
Material examinado. dos machos (LC= 6,1-6,3) y una hembra (LC= 7,8),
(COLBK nº 2030-33), Cueva Emilio, Artemisa, provincia Habana colectado
por BIOKARST en 1991; una hembra (LC= 6,3) y dos juveniles, (COLBK nº
2025), Cueva Inzunza, Quivicán, provincia Habana, colectado por A.
García-Debrás el 26 de noviembre de 1995; una hembra ovígera (10,0),
(COLBK nº 2034), Cueva del Túnel, Quivicán, provincia La Habana, colectado
45
por A. García-Debrás el 25 de noviembre de 1995; una hembra (LC=7,9),
(COLBK nº 2014), Cueva del Estadio, Cárdenas, provincia de Matanzas,
colectado por A. García-Debrás el 27 de febrero de 1996; tres hembras (LC=
6,0-8,3), (COLBK nº 2037-40), Cueva Chicharrones, Bolondrón, provincia de
Matanzas, colectado por A. León el 1 de febrero de 1992 y A. García-Debrás en
enero de 1995; un juvenil, (COLBK nº 2041), Cueva Chela, Bolondrón,
Matanzas, colectado por A. Pérez en octubre de 1996;
Diagnosis. Carapacho armado con una espina antenal premarginal situada
detrás del margen anterior. Rostro largo y dirigido ligeramente hacia arriba, que
sobrepasa la escama antenal, provisto de 6 a 8 dientes en el margen dorsal, de
los cuales 2 ó 3 se encuentran situados por detrás del margen orbital; margen
ventral desarmado. Ojos reducidos. Segundo par de pereiópodos subiguales y
delgados con los dedos de las quelas 1,5 veces más largos que la palma.
Tercer par de pereiópodos con el propodo alrededor de 3,5 veces la longitud del
dactilo.
Fig. 12. Troglocubanus eigenmanni. Vista lateral del cuerpo (Cueva
Cepero, macho LC=10,8).
Tamaño . Especie pequeña, alrededor de 10 mm de longitud, aunque se
han reportado especies de hasta 15 mm (Juarrero y Gómez, 1995).
Tipo . Sintipos (USNM No 26349)
46
Localidad tipo . Cueva cerca de Ashton, SW de Alquizar, provincia
Habana.
Extensión geográfica . Cuba
Distribución . Provincia de Pinar del Río: Guanahacabibes, El Veral,
Cueva el Jagüey; Cueva el Veral; San Cristóbal, Cueva cerca de San
Cristóbal (Gómez et. al. 1990). Provincia Habana: Artemisa, Aston,
Cueva cerca de Aston; Cueva Modesta; Caverna en San Isidro;
Cueva de Emilio; Cueva de los Animales; Cueva del Diamante;
Cueva de los Pérez; Cueva Baño 2; Cueva de Eugenia; Quivicán,
Cueva de Luis Piedra, Cueva de Juanelo Piedra; Cueva del Túnel;
Cueva Inzunza; Güira de Melena, Cueva Jaiguán; Cueva cerca de
Güira de Melena. Provincia de Matanzas: Cárdenas, Cueva del
Estadio; Unión de Reyes, Cueva M; Cueva cerca de Alacranes
(Gómez et . al . 1990); Bolondrón, Cueva Negra; Cueva Chicharrones;
Cueva Gran Columna, Cueva Pichi (Pérez y García-Debrás, 1997),
Cueva de Chela; Jagüey Grande, Cueva de Perico Sánchez (Juarrero,
1994). Municipio Especial Isla de la Juventud: Caleta Grande, Cueva de
los Camarones; La Fe, Pozo Criolla (Gómez et . al . 1989)
Notas ecológicas . Esta especie se ha visto nadando activamente en
lagos relativamente profundos o con poca actividad sobre el fondo de
algunos lagos freáticos como en cueva El Túnel y cueva Martín.
Abio (1986) observó a muchos ejemplares nadando en posición
invertida, con los pereiópodos dirigidos hacia la superficie. Además,
menciona que se ha visto acompañado de los peces ciegos Lucifuga
dentatus y L. Subterraneus; así como del isópodo ciego Anopsilana
cubensis.
47
Familia Hippolytidae Dana, 1852
Género Barbouria Rathbun, 1852
Hippolyte.-von Martens, 1872:136.
Hippolysmata.-Kingsley, 1878a:56.
Barbouria Rathbun, 1912: 455 (Especie tipo: Hippolyte Cubensis von
Martens, 1872:136).
Diagnosis. Ojos reducidos pero pigmentados. Rostro que sobrepasa la
espina antenal, armado con 4 a 5 dientes dorsales, aunque puede
presentar hasta 7, y 2 a 3 dientes ventrales. Carapacho con espina antenal
y branquiostegal. Mandíbula sin proceso incisivo pero con tres palpos
ensamblados. Primer par de pereiópodos quelados. Segundo par de
pereiópodos con quelas de tamaño desigual, con el carpo y mero
multiarticulados. Sexto segmento abdominal con el ángulo posterolateral
sin hoja articulada. Telson con dos pares de espinas dorsales y tres pares
posteriores.
Comentarios. Género constituido por dos especies distribuidas en las
Antillas, B. antiguensis Chace (1972), especie marina y endémica de Isla
Antigua y B. cubensis, especie troglobia de agua salobre, reportada
también en las Bermudas.
Chace y Hobbs (1969) señalaban al género Barbouria como monotípico y
posiblemente el único en las Antillas derivado de un ancestro marino, “in
situ”, en la isla de Cuba. Hobbs et. al. (1977) aclaran que luego de haber
sido colectado en otras islas antillanas, y haberse descrito una segunda
especie, en este caso marina, se debe reconsiderar el status del género.
Los caracteres taxonómicos compartidos en común por B. antiguensis y
miembros del género Ligur, distribuidos en el Mediterráneo e Indo-pacífico
permitieron a Chace (1972) concluir que es posible que Barbouria sea
relegado a sinónimo de Ligur, o de lo contrario, restablecer como
monotípico al género Barbouria y transferir a B. antiguensis al género Ligur.
Hart y Manning (1981) sin embargo, indican que para B. antiguensis,
especie muy cercana a Somersiella sterreri, debe ser erigido un género
nuevo. A nuestro entender, sería necesario precisar cuales son los
48
caracteres diagnósticos que definen a cada género, para poder esclarecer
el verdadero status de B. antiguensis.
Barbouria cubensis (von Martens)
(Fig. 13-14)
Hippolyte Cubensis von Martens, 1872: 136
Hippolyte cubensis.-Kingsley, 1878a: 56; 1878b: 89. -Estrada y Gómez,
1987: 7
Hippolysmata cubensis.-Kingsley, 1878a: 56
Barbouria poeyi Rathbun, 1912: 455-457. -Jaume, 1954: 1500
Barbouria cubensis.-Holthuis, 1947: 7
Material examinado. Tres machos (LC=9,3-11,2) y una hembra (LC= 12,9)
(COLMLJ No ?) casimba al E de Río Cojimar, provincia Ciudad Habana,
colectado por P. Borro y M. L. Jaume el 11 de noviembre de 1955; dos
machos (LC= 8,4 y 9,1), (COLBK nº 2002), Grieta de Punta de Guana,
Corral Nuevo, provincia de Matanzas, colectado por A. García-Debrás el 7
de junio de 1995; 2 machos (LC=12,3-17,7), (COLBK nº 2010-11), Casimba
El Brinco, Playa Girón, provincia de Matanzas, colectada por A. Pérez en
1991; una hembra (LC= 8,0), (COLBK nº 2012), Casimba El Brinco, Playa
Girón, provincia de Matanzas, colectado por D. Williams el 10 de
septiembre de 1992.
Diagnosis. Ojos reducidos, con gránulos de pigmentos y la córnea más
estrecha que los tallos oculares. Carapacho y rostro formando dorsalmente
un arco unido. El rostro, en su mayoría, sin extenderse más allá del
segundo segmento del pedúnculo antenular, con cuatro, cinco y hasta seis
dientes dorsales, y dos o tres y en ocasiones seis dientes ventrales; de los
dorsales, tres o cuatro se sitúan posterior al margen de la órbita ocular.
Carapacho con espinas antenal y branquiostegal. Segundo par de
pereiópodos desigual y muy delgados; mero multiarticulado. Endópodo del
primer pleópodo sin gancho retinocular.
49
Fig. 13. Barbouria cubensis. Vista lateral del cuerpo (Grieta al E del Río
Cojimar, hembra LC= 12,9).
Tamaño. Longitud postorbital del carapacho entre 8 y 18 mm.
Tipo. Sintipo (ZBM, No. 3739)
Localidad tipo. Cuba, sin especificación (von Martens, 1872); restringida
por Rathbun (1912) a casimba entre el Castillo del Morro y Cojimar,
provincia Ciudad Habana.
Extensión geográfica. Antillas (Bahamas: Gran Abaco, San Salvador e Islas
Caicos; Islas Caimán y Cuba) e islas Bermudas.
Distribución. Provincia Ciudad de La Habana: Cueva de los Camarones,
entre el Castillo del Morro y Cojimar (Rathbun, 1912), actualmente Habana
del Este; Grieta al E de Cojimar, a 0.5 Km del Río Cojimar y 80 a 100 m
de la costa (Jaume, 1954). Provincia Habana: Santa Cruz del Norte, Cueva
de la India, 2 Km al E de Puerto Escondido (Viña y Dávila, 1980; Estrada y
Gómez, 1987). Provincia de Matanzas: Grieta Punta de Guana
(Botosaneanu y Holthuis, 1970); Grieta de Punta Seboruco (Viña y Dávila,
1980); Casimba Laguna Larga. Provincia de Holguín: Gibara, lagunato
situado a 600 m del faro de sotavento de la bahía de Gibara, y a 80 m de la
orilla del mar (Abio, 1988); Grieta de El Cocal, a mitad de camino entre
Gibara y Caletones (Viña y Dávila, 1980; Abio, 1988); Casimba cerca de
Playa Velázquez, 9 a 10 Km al O de Gibara (Holthuis, 1974); Banes,
50
Grieta de Playa Morales (Viña y Dávila, 1980); Poza las Ninfas, 4 Km al S
de Playa Morales y a 100 m de la orilla del mar (Abio, 1988); Pozo de la
Yana, 1,5 Km al E de Playa Guardalavaca (Botosaneanu y Holthuis, 1970).
Provincia de Santiago de Cuba: Siboney, Cueva del Agua (Orghidan, et.
al. 1977).
Fig. 14. Barbouria cubensis. Variación rostral, A macho (LC= 17,7); B
macho (LC= 12,3) Casimba El Brinco. C, segundo pleópodo del macho.
Notas ecológicas. Barbouria cubensis es una especie típicamente
anquialina, que se distribuye principalmente en la costa norte de nuestro
país y habita solamente grietas, casimbas y lagunatos de agua salobre a
temperaturas aproximadas entre 26-28 oC. En muchas de las localidades
se encuentran en gran número, con muy poca actividad natatoria,
descansando en el fondo y en las paredes sombreadas de las grietas
(Abio, 1987). Holthuis (1974) observó cerca de 300 ejemplares, en una
casimba cerca de Playa Velázquez, descansando sobre la superficie de las
rocas. En la profunda casimba Ilona, Matanzas, esta especie se encuentra
por encima de la interfase, principalmente en las paredes de la cueva (A.
Pérez, com. pers.)
51
Comentarios. Esta especie es la más antigua de las consignadas para
cuevas cubanas. Martens (1872) cuando la describe señala a “Cuba” como
la localidad tipo sin ningún tipo de especificación. A principios del presente
siglo Thomas Barbour luego de revisar las notas de Poey, visita el lugar de
colecta, que rezaba textualmente “cueva profunda entre Cojimar y el
Castillo del Morro”, y envía una buena serie a Rathbun quien en 1912
restringe la localidad tipo, describe la misma especie como nueva y erige
un género nuevo. Esta fue la única localidad de B. cubensis hasta 1954.
Resulta interesante destacar que hasta 1978 cientos de especímenes de
B. cubensis habían sido examinados sin encontrarse una sola hembra.
Chace y Hobbs (1969) reportaron que todos los ejemplares examinados
por ellos tenían apéndice masculino en el segundo pleópodo y que la
hembra aún permanecía desconocida. Las primeras tres hembras
reportadas por la literatura procedieron de un lote de 28 individuos
colectados en Islas Bahamas, San Salvador (Hobbs III, 1978).
Género Somersiella Hart y Manning, 1981
Somersiella Hart y Manning, 1981:443 (especie tipo: Somersiella sterreri)
Diagnosis. Ojos desarrollados y pigmentados. Rostro recto y provisto de
dientes, que se extiende hasta la segunda unión del segundo y tercer
segmento del pedúnculo antenular. Carapacho con espina antenal y
branquiostegal. Mandíbula con tres palpos soldados. Primer y segundo par
de pereiópodos quelados; segundo par con isquio dividido, tercer, cuarto y
quinto par con propodo subdividido. Quinta pleura abdominal con una
espina posterolateral. Telson con dos pares de espinas dorsales y dos
pares de espina móviles en el margen posterior.
Comentarios. Género monotípico, descrito inicialmente de Cueva Tuckers
Town y Cueva Chalk, Bermuda (Hart y Manning 1981) y reportado para
Cuba por Gómez et. al. (1989).
Somersiella sterreri Hart y Manning
52
(Fig. 15)
Somersiella sterreri Hart y Manning, 1981: 442-446
Somersiella sterrei.-Gomez; Juarrero y Abio, 1989: 3,7 (error ortográfico).
Material examinado. Dos machos (LC= 14,6-16,0) (COLCIM), Casimba
Cuba-Checoslovaquia, carretera que conduce de Playa Larga a Playa
Girón, provincia de Matanzas, colectado por G. Abio el 28 de septiembre de
1986.
Diagnosis. Rostro lateralmente comprimido, con 3 a 4 dientes en el
margen dorsal y 4 a 5 dientes en el margen ventral, de los dorsales, 1 ó 2
están situados posterior a la órbita ocular. Carapacho liso, con espina
antenal y branquiostegal. Ojos prominentes y pigmentados. Pedúnculo
antenular con estilocerito agudo, sin alcanzar el extremo distal del
segmento basal. Mandíbula con tres palpos segmentados. Primer y
segundo par de pereiópodos quelados, el segundo, de mayor tamaño que
el primero y con el carpo y el mero subdividido. Telson cinco veces más
ancho que largo, con un par de espinas dorsales situadas ligeramente
posterior a la zona mesial.
Tamaño. Longitud postorbital del carapacho entre 11,5 y 16 mm.
Tipo. Macho holótipo (USMN, No 184016).
Localidad tipo. Cueva Tuckers Town, Tuckers Town, Bermuda.
53
Fig. 15. Somersiella sterreri. Vista lateral del cuerpo.(Casimba Cuba-
Checoslovaquia, hembra LC= 16).
Extensión geográfica. Bermuda y Cuba
Distribución. Provincia de Matanzas: Casimba el Brinco, Casimba Cuba-
Checoslovaquia, carretera que conduce de Playa Larga a Playa Girón;
Casimba Laguna Larga, a 7 Km al SO de Playa Girón (Gómez et. al.
1989).
Notas ecológicas. Especie anquialina, que habita sólo en casimbas y
grietas costeras de la costa S de Matanzas. En la Casimba Cuba-
Checoslovaquia fue colectada en agua salada (31 o/oo) a 15 metros de
profundidad (debajo de la haloclina existente). En la casimba el Brinco,
fueron observados ejemplares a una profundidad de 42 mts en aguas
completamente saladas (A. Pérez, com. pers.)
Familia Cambaridae Ortmann, 1905
Género Procambarus Ortmann, 1905
Astacus.-Harlan, 1830: 464 (no Fabricius, 1775: 413).
Camborus.-Williamson, 1899: 47 (error ortográfico).
Cambarus.-Ortmann, 1905ª: 96 (no Erichson, 1846: 95).
54
Procambarus Ortmann, 1905b: 435, 437; procambarus.- Padgett,
1970:19 [Sic]
Paracambarus Ortmann, 1906: 1.
Ortmannicus Fowler, 1912: 341.
Cambarellus.-Creaser, 1933: 21 (“lapsus” por Cambarus) (no Ortmann,
1905ª: 106).
Cambaus.-Okada, 1948: 133 (error ortográfico).
Pracambarus.-Villalobos F., 1953: 352 (error ortográfico).
Paracamburus.-Villalobos F., 1953: 354 (error ortográfico).
Procambus.-Suko, 1961: 37 (error ortográfico).
Diagnosis . Tercer maxilípedo corto, que llega o sobrepasa en ocasiones
el ápice del rostro, con una fila de dientes a lo largo del margen interno
del isquio. Ganchos presentes en los isquiopoditos del tercer par de
pereiópodos, o en el tercero y cuarto par; en este último caso, los del
tercer par pueden ser vestigiales, o bien los ganchos solo pueden
presentarse en el cuarto par de pereiópodos. El primer pleópodo de la
primera forma del macho termina en 2 a 5 partes distintas que pueden
ser truncadas, en forma de placas o espiniformes. Hombro presente o
ausente en la superficie cefálica, si el pleópodo termina solamente en
dos partes, el hombro siempre está presente.
Comentarios . Género compuesto por ocho subgéneros y alrededor de
140 especies, de las cuales, aproximadamente 15 son cavernícolas. Se
distribuye en las Américas y Antillas. En Cuba existen tres especies (una
troglobia) y una subespecie, todas endémicas, agrupadas en el
subgénero Austrocambarus Hobbs.
55
Procambarus (Austrocambarus) niveus Hobbs y Villalobos
(Fig. 16)
Procambarus niveus Hobbs y Villalobos, 1964: 308
Procambarus (Austrocambarus) niveus.-Hobbs, 1972a: 6
Material examinado. 3 machos (LC= 12,2-18,3), (COLBK nº 2050-53),
Cueva de las Dos Anas, Majaguas-Canteras, Guane, provincia de Pinar del
Río, colectado por A. Pérez en septiembre de 1992; un macho (LC= 11,0) y
tres hembras (LC= 11,1-15,5), a la salida de Santo Tomás, Hoyo de Fanía,
Sierra de los Organos, colectados por A. Juarrero y A. Avila el 5 de
noviembre de 1991.
Foto 3. Procambarus niveus (Cueva de las Dos Anas, P.R.)
Diagnosis. Cuerpo despigmentado o con el cefalotorax castaño. Ojos
reducidos pero con gránulos de pigmentos. Areola dorsal de 3,8 a 4,0
veces más larga que ancha, ocupando entre el 32 y 33 % del largo total del
cefalotorax y el 41 al 42 % del largo postorbital del carapacho. Primer
pleópodo de la primera forma del macho, exhibiendo una protuberancia
56
redondeada en la superficie anterodistal; superficie posteromesial no
fuertemente convexa; diente distolateral redondeado, corto y ancho.
Tamaño. Largo postorbital del carapacho entre 11 y 21 mm
aproximadamente.
Tipo. Macho holótipo (USNM, No 109076).
Localidad tipo. Cueva de Santo Tomás, Sierra de los Organos, cerca de
Ponce, provincia de Pinar del Río.
Extensión geográfica. Cuba.
Distribución. Provincia de Pinar del Río: Sierra de los Organos, Cueva de
Santo Tomás (Hobbs y Villalobos, 1964), Hoyo de Fanía; Cueva de las
Represas; Cueva del Segundo Cauce; Sierra de San Carlos, Cuevas
Majaguas-Canteras, Cueva de las Dos Anas; Galería XX Aniversario
(Gómez et. al., 1990); San Juan y Martínez, Gran Caverna de Fuentes
(Jiménez y Torres, 1973).
Fig. 16.- Procambarus niveus. Vista lateral del cuerpo (Hoyo de Fanía,
hembra LC= 15).
Notas ecológicas. La gran Caverna de Santo Tomás es la más grande de
Cuba, formada por un sistema de galerías situadas en varios niveles
57
horizontales, uno encima del otro. En el nivel más bajo existe una corriente
subterránea permanente. Los niveles superiores presentan gran cantidad
de pocetas de diferentes formas y profundidad (entre 2,5 y 200 cm) con
temperaturas del agua que oscilan entre 20 y 21 oC. Los ejemplares fueron
encontrados en “Cueva las Represas”, que forma parte de Cueva del
Segundo Cauce, en pocetas muy grandes, en ocasiones solitarios o en
pequeños grupos (Holthuis 1974b). En el Sistema Cavernario Majaguas-
Canteras, Abio (1989) los observó en charcos residuales poco antes de
llegar al río, en aguas completamente dulces.
Familia Laomediidae Borradaile, 1903
Género Espeleonaushonia Juarrero y Martínez-Iglesias, 1997
Espeleonaushonia Juarrero y Martínez-Iglesias, 1997
Diagnosis. Especie de mediano tamaño, ojos reducidos y sin gránulos de
pigmentos. Exópodo desarrollado en el tercer maxilípedo. Primer par de
pereiópodos iguales en tamaño y robustez, fuertemente espinoso; dedo de
la subquela con el margen externo dentado y cubierto de setas plumosas.
Segundo par de pereiópodos pequeños y desprovistos de quelas, en su
lugar un fuerte penacho de pelos condensados. Quinto par de pereiópodos
con el dactilo simple. Pleuras con el margen del segundo al quinto somito
aserradas. Sutura uropodal completa en la rama interna y externa.
Comentarios. Género monotípico y único representante de la familia en
Cuba. A diferencia del resto de los géneros que comprenden a los
Laomedidos, que son epígeos, Espeleonaushonia es exclusivamente
troglobio (Juarrero et. al. 1997).
Espeleonaushonia augudrea Juarrero y García-Debrás
(Fig. 17)
Espeleonaushonia augudrea Juarrero y García-Debrás, 1997: 36-42
58
Material examinado. Hembra holótipo (LC=12,9) (COLBK, No 2017, en
regular estado de conservación), grieta “El Cocal”, aguada a 6 Km al NO de
la ciudad de Gibara, provincia Holguín, colectado por René Tejeda Miguez
el 21 de febrero de 1986; hembra parátipo (LC=11,8) (COLBK No. 2018,
en regular estado de conservación), iguales datos que el holótipo.
Diagnosis. Rostro ancho, recto y corto, que termina en una espina y se
extiende a poco más de la unión del segundo y tercer segmentos del
pedúnculo antenal (Fig.1), armado con un par de hileras dorsolaterales de
seis espinas; margen ventral liso. Ojos reducidos, córnea despigmentada.
Carapacho espinoso, con tres espinas branquiostegales, una espina
antenal y una pequeña espina orbital, sin espina hepática, con una hilera
de 14 espinas dorsocentrales dispuestas desde el borde posterior del
carapacho hasta el segundo tercio, y una segunda hilera de ocho espínulas
que llegan justo al margen de la órbita ocular; borde posterior del
cefalotorax con siete pequeñas espinas de las cuales la central es de
mayor tamaño; parte dorsoventral granulosa, con algunas espínulas
anteriores en la región antenal y branquiostegal (Fig.1). Pedúnculo
antenular delgado con muy pocas setas plumosas, primer segmento con
una espina terminal dorsolateral, tercer segmento casi el doble del segundo
(Fig. 2A). Pedúnculo antenal cubierto de setas, con el basicerito bien
desarrollado, con tres fuertes espinas laterales internas, carpocerito con
dos espinas agudas subterminales, casi llegando al extremo distal del
escafocerito, este último robusto y provisto de fuertes espinas (Fig.2B).
Tercer maxilípedo (Fig.3A) con exópodo y flagelo desarrollado, isquio con
una fuerte banda central de dientes pectinados y fusiformes y una hilera de
pequeños dientes más espaciados en el margen externo, mero con un
penacho proximal de setas condensadas, podómero distal cubierto de
setas. Primer par de pereiópodos grandes y robustos (Fig.1), casi la
longitud del animal, subquelados y fuertemente espinosos; dedo largo,
estrecho y curvo, con el borde cortante liso, margen externo con seis
dientes y numerosos pelos; propodo, casi cuatro veces más largo que
ancho, con tres espinas grandes y fuertes en la base del dactilo, la interna
de mayor tamaño, y una fila de espinas más pequeñas a continuación;
palma fuertemente aserrada en ambas márgenes, la externa con una doble
59
hilera de espinas, la interna con una hilera de 13 dientes, mitad distal con
numerosas setas ; carpo más ancho que largo, con una espina laterodistal
y dos espinas agudas y una truncada en el margen externo, aserrado
lateralmente y tres espinas internas fuertes centrales; mero, tres veces más
largo que ancho y dos veces menor que el propodo, con dos espinas
agudas distales y una en forma de estolón ventrodistal; superficie dorsal y
ventral con sendas hileras de dientes que, en dirección distal, aumentan de
tamaño (Fig.3B). Segundo par de pereiópodos de menor longitud que el
resto, casi la mitad del primero, con la quela ausente y en su lugar un fuerte
penacho condensados de pelos largos (Fig.4A), propodo 1,5 veces más
pequeño que el carpo, carpo más largo que ancho y dos veces menor que
el mero, mero cuatro veces más largo que ancho, con el margen ventral
finamente aserrado en su segunda mitad y con numerosas setas en el
margen interno. Tercer (Fig.4B), cuarto y quinto par de pereiópodos
subiguales y delgados, con el dactilo débilmente pectinado, proporción
propodo, carpo y mero similares: propodo tres veces mayor que el carpo y
1,5 veces el mero, dactilo del quinto par simple (Tabla 1).
Abdomen con cuatro espinas agudas dorsocentrales y seis más pequeñas
justo en el borde anterior del somito I, segundo y tercer somito con seis espinas
en la mitad anterior, quinto y sexto somitos lisos dorsalmente. Márgenes de las
pleuras de los somitos II al V fuertemente aserrados con hilera de notables
dientes (Fig.1). Telson ligeramente más largo que el sexto somito y poco más
largo que ancho, armado de numerosas espinas irregulares, segunda mitad
anterior con tres espinas en cada margen y dos pares sublaterales en el
extremo distal; rama lateral del urópodo externo con cinco espinas, urópodo
interno con dos espinas en la segunda mitad; ambos urópodos con abundantes
setas plumosas marginales, sutura transversal completa en ambos urópodos
(Fig.5).
60
Fig. 17. - Espeleonaushonia augudrea. Vista lateral del cuerpo. ( Tipo,
Grieta El Cocal).
Tamaño. LC= 11,8-12,9
Tipo. Hembra holótipo (COLBK No 2017)
Localidad tipo. Grieta “El Cocal”, a 6 KM al NO de Gibara, provincia de
Holguín.
Extensión geográfica. Cuba.
Distribución. Conocida solamente de la localidad tipo.
Notas ecológicas. De acuerdo a Juarrero et. al. (1997), esta especie fue
colectada aproximadamente a 25 m de la costa, en agua salobre (28 o/oo de
salinidad), ph=7,5 y una temperatura de 26 oC. En esta misma grieta,
ubicada en una zona importante por el número de cuevas inundadas y
casimbas costeras, se han colectado ejemplares de Barbouria cubensis.
61
62
63
Lista de especies ocasionales (EO)
Familia Atyidae
Género Atya
1. Atya lanipes
Provincia Sancti Spíritus: Banao, Cueva Caja de Agua. Provincia de
Guantánamo: Sabaneta, Cueva El Cuzco; Sierra Larga, Cueva San Roman
(Juarrero, 1992: 9)
Género Potimirin
2. Potimirin americana
Provincia de Pinar del Río: Gran Caverna de Fuentes. Provincia de
Camagüey: Cueva del Indio (Holthuis, 1975: 272)
Género Xiphocaris
3. Xiphocaris elongata
Provincia de Pinar del Río: Sierra de los Organos, Gran Caverna de Santo
Tomás, Hoyo de Fanía.
Familia Palaemonidae
Género Macrobrachium
4. Macrobrachium carcinus
Provincia de Pinar del Río: Sierra de los Organos, Hoyo de Fanía; Sierra del
Rosario, el Valdéz, Cueva el Mamey (Juarrero, 1992: 9)
5. Macrobrachium faustinum
Provincia de Camagüey: Cueva del Indio (Holthuis, 1975: 273).
Familia Cambaridae
Género Procambarus
Subgénero Austrocambarus
6. Procambarus (Austrocambarus) cubensis rivalis
Provincia de Pinar del Río: Sierra de los Organos, Cueva Grande de Santo
Tomás, Hoyo de Fanía (Holthuis, 1975: 274).
7- Procambarus sp.
Provincia de Pinar del Río: San Juan y Martínez, Gramales, Cueva de los
Murciélagos. Provincia Granma: Niquero, Cueva del Fustete.
Familia Panuliridae
64
Género Panulirus
8. Panulirus argus
Provincia de Santiago de Cuba: El Cobre, Cueva de la Colorada del Maso
(Viña, 1970:5).
Familia Coenobitidae
Género Coenobita
9.Coenobita clypeatus
Provincia de Holguín: Gibara, Arroyo Blanco, Cueva de los Panaderos, Cueva
de los Santos, Cueva del Guano, (Orghidan, et. al. 1977: 21-22). Provincia de
Santiago de Cuba: El Cobre, Cueva de Peñas Altas de Catívar (Nuñez
Jiménez et. al. 1973: 23); Cueva la Colorada del Maso (Viña, 1970: 5);
Siboney, Cueva de la Virgen (Orghidan, et. al. 1977: 23).
Familia Pseudothelphusidae
Género Epilobocera
10.Epilobocera gertraudae
Provincia de Pinar del Río: norte de Viñales, Cueva de los Baños (Pretzmann,
1965: 9). Provincia de las Villas (sin más especificación) (Pretzmann, 1972:
113)
11.Epilobocera cubensis
Provincia Habana: San Antonio de los Baños, Cueva de la Tenería (de Armas,
1984: 2)
12.Epilobocera armata armata
Provincia de las Villas (sin más especificación) (Pretzmann, 1972: 111)
13.Epilobocera sp.
Provincia Pinar del Río: Sierra de Mesa, Cueva de Los Murciélagos (Pérez y
García-Debrás, 1997: ). Provincia La Habana: Tapaste, Cueva del Indio.
Provincia de Matanzas: Bolondrón, Cueva Chicharrones; Jagüey Grande,
Cueva Perico Sánchez, Cueva detrás de J 12 (Pérez y García-Debrás, 1997:
). Provincia de Guantánamo: Sierra Larga, Cueva San Román.
Familia Gecarcinidae
Género Gecarcinus
14.Gecarcinus ruricola
Provincia de Sancti Spíritus: Trinidad, “Cuevas en las zona de Guanayara”
(Hardy, 1963: 160). Provincia de Holguín: Banes, Cueva de las Cuatrocientas
65
Rosas (Nuñez Jiménez et. al. 1973: 26); Gibara, Cueva del Guano,
(Orghidan, et. al. 1977: 22).Provincia de Santiago de Cuba: Guamá, Cueva del
Humo; Cuevas de los Murciélagos; El Cobre, Cuevas de Peñas altas de
Catívar (Nuñez Jiménez, et. al. 1973: 23-24); Cueva de la Colorada del Maso
(Viña, 1970: 5; Nuñez Jiménez, et. al. 1973: 23).
15.Gecarcinus lateralis
Provincia de Santiago de Cuba: El Cobre, Cueva de la Colorada del Maso
(Viña, 1970: 5).
16.Cardisoma guanhumi
Provincia Habana: Santa Cruz del Norte, Boca de Jaruco, Cueva del Vaho
(Acevedo 1967: 51); Cueva del Majá; Cueva del Jagüey; Cueva Don Martín;
Cinco Cuevas. Provincia Ciudad de La Habana: Habana del Este, Cueva El
Coral (Pérez y García-Debrás, 1997). Provincia de Sancti Spíritus: Yaguajay,
Caguanes, Cueva Grande (Silva 1974: 23); Cueva del Pirata; Cueva de Los
Chivos (Pérez y García-Debrás, 1997). Provincia de Santiago de Cuba: El
Cobre, Cueva de la Colorada del Maso (Viña 1970: 5).
Familia Grapsidae
Género Sesarma
17.Sesarma sp.
Provincia de Santiago de Cuba: El Cobre, Cueva de la Colorada del Maso
(Viña, 1970: 5)
Género Grapsus
18. Grapsus grapsus
Provincia de Holguín: Gibara, Caletones, Tanques Azules (García-Debrás,
com. per.).
66
LISTA DE LOCALIDADES POR PROVINCIAS.
PROVINCIA DE PINAR DEL RÍO
GUANAHACABIBES
EL VERAL
1-Cueva el Jagüey ET 10
2-Cueva el Veral ET 10
3-Cueva del Agua. ET 4
SAN CRISTÓBAL
4-Cueva cerca de san Cristóbal ET 10
SAN JUAN Y MARTÍNEZ
5-Gran Caverna de Fuentes ET 14
6-Cueva de los Murciélagos EO 7,13
SIERRA SAN CARLOS
GUANE
7-Sistema Cavernario Majaguas-Canteras ET 14
8-Cueva de las Dos Anas ET 14
SIERRA DE LOS ORGANOS
9-Cueva de los Baños EO 10
VIÑALES
10-Gran Caverna de Santo Tomás ET 14; EO 3,6
11-Hoyo de Fanía, salida de Santo Tomás ET 14; EO 3,4,6
12-Cueva de las Represas ET 1,14
13-Cueva Grande ET 1
14-Cueva del Segundo Cauce ET 14
15-Cueva del Palmero ET 7
16-Cueva del Indio EO 5
SIERRA DEL ROSARIO
EL VALDÉZ
17-Cueva “El Mamey” EO 4
67
PROVINCIA HABANA
SANTA CRUZ DEL NORTE
BOCA DE JARUCO
18-Cueva del Vaho EO 16
19-Cueva del Majá = Cueva del Cable ET 9; EO 16
20-Cinco Cuevas
21-Cueva del Jagüey EO 16
22-Cueva Don Martín EO 16
PUERTO ESCONDIDO
23-Cueva de la India ET 2,12
TAPASTE
24-Cueva del Indio EO 13
SAN ANTONIO DE LOS BAÑOS
25-Cueva de la Tenería EO 11
ARTEMISA
ASTON= ASHTON
26-Cueva la Modesta ET 10
27-Cueva de Emilio ET 10
28-Cueva de los Animales ET 10
29-Cueva del Diamante ET 10
30-Cueva Baño 2 ET 10
31-Cueva de los Pérez ET 10
32-Cueva de Eugenia ET 10
33-Cavernas en San Isidro ET 10
34-Cueva cerca de Ashton ET 10
QUIVICÁN
35-Cueva de Luis Piedra ET 10
36-Cueva de Juanelo Piedra ET 10
37-Cueva del Túnel ET 10
38-Cueva Insunza ET 10
GÜIRA DE MELENA
39-Cueva Jaiguan ET 10
40-Cueva cerca de Güira de Melena ET 10
MADRUGA
68
41-Cueva de la Chaveta ET 7,8
NUEVA PAZ
42-Cueva Quitapesares ET 5
PROVINCIA DE CIUDAD DE LA HABANA
BACURANAO
43-Cueva Tarará I ET 9
44-Cueva la Virgen ET 9
HABANA DEL ESTE
45-Cueva El Coral EO 16
46-Cueva de los Camarones ET 12
47-Grieta al E de Cojimar ET 12
PROVINCIA DE MATANZAS
CORRAL NUEVO
48-Cueva la Pluma ET 6,9
49-Grieta de Punta de Guana ET 12
50-Grieta de Punta Seboruco ET 12
CÁRDENAS
51-Cueva del Estadio ET 10
52-Cueva de Cepero ET 10
UNIÓN DE REYES
53-Cueva M ET 10
54-Cueva cerca de Alacranes ET 10
PEDRO BETANCOURT
BOLONDRÓN
55-Cueva Negra ET 10
56-Cueva Chicharrones ET 4,10; EO 9
57-Cueva del Pichi ET 10
58-Cueva de Chela = Ojo de Agua de Alberto ET 10
59-Cueva Gran Columna ET 10
JAGÜEY GRANDE
60-Cueva de Perico Sánchez ET 3,11; EO 9
69
61-Cueva detrás de J 12 EO 9
PLAYA GIRÓN
62-Casimba el Brinco ET 6,14
63-Casimba Cuba-Checoslovaquia ET 6,14
64-Casimba Laguna Larga ET 11,13
65-Casimba XXXV Aniversario ET 6
66-Casimba Ilona ET 6
67-Casimba Dagmar ET 6
PROVINCIA DE SANCTI SPIRITUS
TRINIDAD
68-“Cuevas en la zona de Guanayara” EO 14
YAGUAJAY
CAGUANES
69-Cueva Grande de Caguanes ET 8,10; EO 16
70-Cueva del Manatí ET 11
71-Cueva del Pirata EO 16
72-Cueva de Los Chivos EO 16
BANAO
73-Cueva Caja de Agua EO 1
PROVINCIA DE CAMAGÜEY
SIERRA DE CUBITAS
74-Cueva de la Lechuza ET 8
75-Cueva del Agua ET 4,7,8
76-Cueva del Indio EO 2
77-Cueva de Rolando = Sima Rolando ET 7,9
PROVINCIA DE HOLGUÍN.
BANES
78-Cueva Potrero de Molino = Cueva de las Cuatrocientas Rozas
ET 1; EO 14
79-Poza las Ninfas ET 12
80-Grieta de Playa Morales ET 12
70
81-Pozo de la Yana ET 12
GIBARA
82-Cueva de los Panaderos ET 6; EO 9
83-Cueva Marina ET 6
84-Cueva del Guano EO 9,14
85-Cueva de los Santos EO 9
86-Grieta el Cocal ET 12,15
87-Cueva de Playa Caletones ET 6
88-Los Tanques Azules ET 4,6; EO 18
89-Poza Negra ET 12
90-Aguada del Montañez ET 9
RAFAEL FREYRE
91-Casimba cerca de Playa Velázquez ET 12
92-Casimbas en pesquero ET 1
PROVINCIA GRANMA
NIQUERO
93-Cueva del Fustete EO 7
PROVINCIA DE SANTIAGO DE CUBA
GUAMÁ
94-Cueva del Humo EO 14
95-Cueva de los Murciélagos EO 14
SANTIAGO DE CUBA
EL COBRE
96-Cueva de Peñas Altas de Catívar EO 9,14
97-Cueva de la Colorada del Maso EO 8,9,14,15,16,17
SIBONEY
98-Cueva de la Virgen EO 9
99-Cueva del Agua ET 12
PROVINCIA DE GUANTÁNAMO
SABANETA
100-Cueva del Cuzco EO 1
71
BARACOA
YARA
101-Cueva del Agua de Yara ET 6
SIERRA LARGA
102-Cueva San Román EO 1,9
MUNICIPIO ESPECIAL ISLA DE LA JUVENTUD
CALETA GRANDE
103-Cueva de los Camarones ET 10
LA FE
104-Pozo en el Cerro de los Cheos ET 10
PUNTA PEDERNALES
105-Cueva de los Murciélagos ET 5
106-Cueva de Agua Salada ET 5
72
GLOSARIO
Abdomen: Parte del cuerpo posterior al cefalotorax, formado por seis
segmentos (somitos) y el telson.
Accidentales: Aludido a especies que normalmente no son habitantes de
cavidades hipógeas; su presencia en este medio es casual.
Anquialino: Referido a charcos o pocetas de agua salada o salobre, que
fluctúan con las mareas pero sin conexión entre su superficie y el mar.
Apéndice interno: Estructura delgada en forma de varilla, situada en el
margen mesial de los pleópodos II al V.
Apéndice masculino: Lóbulo setífero o estructura en forma de varilla que
se sitúa entre el apéndice interno y el margen mesial del segundo pleópodo
en la mayoría de los camarones.
Base: Segundo segmento de un apéndice segmentado.
Carapacho: “Placa protectora” que cubre los somitos cefalotorácicos.
Carcinofauna. Se refiere a la fauna de crustáceos
Carpo: Quinto segmento de un apéndice segmentado.
Casimba: Depresión o hundimiento cársico con agua freática en el fondo.
Cefalotorax: Parte anterior del cuerpo que porta los ojos y todos los demás
apéndices hasta el quinto par de pereiópodos.
Consumidores secundarios: Función trófica dentro de un ecosistema que
contempla a los organismos que toman la materia orgánica de los
consumidores primarios (que se alimentan de plantas)
Córnea: Cubierta de los ojos, desfacetada en la mayoría de los camarones
troglobios.
Coxa: Primer segmento de un apéndice segmentado.
Dactilo: Segmento terminal o distal de los siete apéndices segmentados.
73
Dedo: Uno de los elementos terminales que forman las tenazas de la
quela, el dedo movible corresponde al dactilo y el dedo fijo la parte que se
opone del propodo.
Endópodo: Rama mesial de un apéndice birrámeo, originándose en la
base.
Epígeo: Referido a la superficie de la tierra, opuesto a hipógeo.
Escafocerito: Exópodo de la antena, lamelado lateralmente y rígido.
Escama antenal: ver escafocerito.
Espeleoaccidente: Referido a cualquier tipo de cavidad hipógea (cuevas,
cavernas, casimbas, grietas, hoyos, dolinas, furnias, etc.).
Espeleo: Aludido a hábitats subterráneos
Espeleofauna: Especies animales (terrestres, acuáticos, etc.) que han sido
halladas en cualquier tipo de espeleoaccidente.
Espeluncas: ver espeleoaccidentes.
Espina antenal: Espina pequeña localizada en el margen anterior del
carapacho o adyacente a dicho margen, inmediatamente ventral a la órbita
ocular.
Espina branquiostegal: Espina pequeña localizada en el margen anterior
del carapacho o cerca de este, ventral a la espina antenal en la mayoría de
los camarones; en el género Procambarus, inmediatamente ventral a la
extremidad anterior del surco cervical.
Espina hepática: Espina lateral localizada cerca del margen anterior de la
región hepática en el carapacho.
Exópodo: Rama lateral de un apéndice birrámeo, originándose en su base.
Estilocerito: Espina desarrollada que se eleva desde el margen lateral del
primer segmento del pedúnculo antenular.
Flagelo: Porción terminal filamentosa de una antena o anténula.
Hipógeo: Por debajo de la superficie de la tierra, subterráneo.
Holótipo: Ejemplar único designado o indicado como el ejemplar tipo de
un taxon nominal del nivel Especie en el momento de su publicación.
Inerme: desarmado, sin espinas
Isquio: Tercer segmento basal de un apéndice segmentado.
Macromutación: Mutaciones con efectos marcados sobre el fenotipo.
Maxilípedo: Los tres pares de apéndices bucales más externos.
74
Mero: Cuarto segmento de un apéndice segmentado.
Mutación neutral: Llamada también "mutación silente" debido a que
algunos nucleótidos cambian sin alterar el aminoácido especificado para un
codón, por lo tanto, no se expresa en el fenotipo.
Neodarwinismo: Versión o síntesis moderna del darwinismo, la cual
explica que no existe una tendencia propia de los genes a desaparecer del
"conjunto" de genes. Si lo hacen será debido a procesos fortuitos, o a la
selección natural —porque algo relativo a dichos genes influye en la
probabilidad de que los individuos que los posean sobrevivan y se
reproduzcan.
Orbita: Par de excavaciones en el carapacho donde se encuentran
situados los ojos.
Palma: Porción ensanchada del propodo de una quela, próxima a los
dedos.
Parátipo: Cada uno de los ejemplares de una serie tipo, excepto el
holótipo.
Pedúnculo antenal: Segmento basal o proximal de la antena, desde el
cual de elevan los flagelos.
Pedúnculo antenular: Segmento basal o proximal de la anténula, desde el
cual se elevan los flagelos.
Pedúnculo ocular: Porción desfacetada del ojo que sostiene la córnea.
Pereiópodos: Cada uno de los cinco pares de apéndices posteriores
conectados al cefalotorax.
Pleópodo: Cada uno de los cinco pares de apéndices sostenidos desde el
primer segmento abdominal hasta el quinto. Constituyen los órganos para
la natación en la mayoría de los camarones.
Podómero: Cualquiera de los segmentos de un apéndice.
Propodo: Sexto o penúltimo segmento de un apéndice segmentado.
Quela: Estructura en forma de tenaza o pinza formada por los dos
podómeros más distales de un pereiópodo.
Rostro: Proyección o espina anterior del cefalotorax, situada entre los ojos.
Serie tipo (de una especie): Todos los ejemplares sobre los cuales el autor
basó la especie.
75
Sintipo: Cada uno de los ejemplares de una serie tipo en la que no se ha
designado uno como el holótipo.
Somito: Segmento del cuerpo, especialmente del abdomen.
Telson: Unidad terminal del abdomen.
Troglobios: Residentes obligados de hábitats subterráneos, donde
completan su ciclo vital. Los troglobios son los cavernícolas en sentido
estricto.
Troglófilos: Ocupantes facultativos de ambientes subterráneos que se
reproducen en las cuevas aunque son capaces de completar su ciclo de
vida sobre la tierra. Algunos autores dividen esta categoría en troglófilos
de primer orden (ciclo completo en las zonas oscuras de la cueva, aunque
pueden hallarse en hábitats hipógeos) y troglófilos de segundo orden o
neotroglobiontes (especies troglófilas que no presentan modificaciones
morfológicas o fisiológicas para la vida subterráneas; especies de invasión
reciente).
Troglóxenos: Especies que pueden encontrarse en las cuevas accidental
o regularmente, pero que no completan su ciclo vital en ellas; generalmente
utilizan las cuevas como refugio temporal y retornan a la superficie para
alimentarse.
Urópodos: Par de apéndices birrámeos del sexto somito abdominal.
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RESUMEN.
Se presenta la revisión sistemática de los crustáceos decápodos
cavernícolas de Cuba, incluyendo las especies que habitan
accidentalmente espeluncas. Se enumeran un total de 14 especies
exclusivamente cavícolas y 17 especies ocasionales consignadas para 105
cuevas distribuidas por todo el archipiélago cubano. Se brindan claves y
diagnosis para la identificación de cada taxon estrictamente cavernícola,
así como información sobre la localidad tipo, extensión geográfica y
algunos comentarios sobre el hábitat y status sistemático. La lista de
especies se complementa con un listado de cuevas organizado por
provincias y municipios y ambas proporcionan referencias recíprocas entre
sí.
ABSTRACT
82
The systematical review of the cavernicolous crustaceans decapods of
Cuba is presented, including the species that inhabit caves accidentally .
They are listed a total of 14 species exclusively cavernicolous, and 17
occasional species consigned for 105 distributed caves all over the Cuban
archipelago. keys and diagnoses for the identification of each troglobitic
taxon, as well as information about locality type, geographical extension
and some commentaries of the habitat and systematical status is also
offered. The list of species is complemented with a caves list organized by
provinces and municipalities and both provide references reciprocal
mutually.
Augusto Juarrero de Varona: Sociedad Cubana de Zoología,
83
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