MINISTERIO DE INDUSTRIA Y ENERGIASECRETARIA DE LA ENERGIAY RECURSOS MINERALES
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IL SUBSISTEMA ACUIFERO DE QUIPAR PERTENE
IENTE AL SISTEMA DE CARAVACA (MURCIA)
TOMO 1/5
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INSTITUTO GEOLOGICO Y MINERO DE ESPAÑA
33
-EL SUBSISTEMA ACUIFERO DE QUIPAR PERTENE-
CIENTE AL SISTEMA DE CARAVACA MURCIA)
TOMO 1/5
MEMORIA Y PLANOS
Murcia, Enero 1988
I N D I C E
Págs.
1. INTRODUCCION ............................................ 1
2. DEFINICION GEOGRAFICA ................................... 6
3. GEOLOGIA ................................................ 8
3.1. ESTRATIGRAFIA ..................................... 8
3.1.1. Jurásico ................................... 8
3.1.2. Cretácico .................................. 12
3.1.3. Paleoceno-Eoceno indeterminado ............. 13
3.1.4 Eoceno superior-Oligoceno .................. 13
3.1.5. Mioceno ...... .............................. 13
3.1.6. Plioceno ................................... 14
3.1.7. Cuaternario ................................ 14
3.2. TECTONICA ......................................... 15
4. HIDROGEOLOGIA .......................................... 17
4.1. ACUIFEROS E IMPERMEABLES .......................... 17
4.2. LIMITES DEL SUBSISTEMA ............... - ............ 19
4.3. PIEZOMETRIA . ....................................... 20
4.3.1. Cotas de la superficie piezométrica ........ 21
4.3.2. Variaciones piezométricas .................. 23
4.3.3. Relación del subsistema Quípar con P-1 de Argos 25
Pác1s.
4.3.4. Mapas de isopiezas .............................. 27
4.4. RECARGA ............................................... 28
4.5. DESCARGA .............................................. 30
4.6. BALANCE HIDRICO ....................................... 31
4.7. RECURSOS .............................................. 32
4.8. SUPERFICIE MOJADA ..................................... 32
4.9. RESERVAS .............................................. 33
4.10. HIDRAULICA SUBTERRANEA ................................ 34
4.10.1. Descripci6n de los trabajos realizados ........ 3-4
4.10.2. Ensayo de afecci6n en el sondeo 1024PIMarín")_ 36
4.10.3. 1026 PPefía Ru-
bia II") ............. ........................ 43
4.10.4. Análisis de la variaci6n de niveles y caudales
en piezómetros y manantiales antes, durante y -
después de los bombeos de ensayo realizados en
los sondeos IlMarín"(2536-1024) y "Pefía RubiaIII-t
(2536~1026) ................................... 46
4.10.4.1. Bombeo en el sondeo de "Marín,l(1024). -49
4.10.4.2. 'Teña Rubia II"
(1026) .............................. 52
4.10.4.3. Conclusiones sobre la evoluci6n piezo
métrica y la de caudales ............ 61
4.10.5. Recomendaciones de explotaci6n en base a los -
bombeos de ensayo ............................. 62
�Pacís.
4.11. HIDROQUIMICA ......................................... 64
S. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES ............................. 67
ANEXO I. Relación de medidas piezométricas.
ANEXO II. Aforos en manantiales.
ANEXO III. Análisis hidroquímicos.
ANEXO IV. Fichas I.R.H.
INDICE DE FIGURAS
Págs.
Fig. 1. Serie de Peña Rubia ............................... 9
Fig. 2. Sierra de Quípar ......................... 9
Fig. 3. Evolución piezométrica. Punto acuífero 2536-5007 24
Fig. 4. Esquema hidrogeol6gido ............................ 26
Fig. S. Hrdto. de la Vega. Descarga anterior al bombeo de
ensayo en el sondeo 1024 ("Marín") ................ 39-
Fig. 6. Hrdto. de la Vega. Afección inmediatamente anterior
al bombeo de ensayo en el sondeo 1024 (,"Marín"),des
contando el vaciado natural ....................... 40
Fig. 7. Hrdto. de la Vega. Afección provocada por el bom~
beo en el sondeo 1024 ("Marín") a QB = 96 l1s descon
tado el vaciado natural y la a.fección previa ...... 42
Fig. 8. Situación de los pozos de bombeo y puntos de control 47,
Fig. 9. Evolución Sondeo "Peña Rubia II" .................. 50.
Fig. 10. el Manantiales Hrdto. de la Vega y del Campo 51
Fig. 11. Sondeo el "Saltador" ..................... 53-
Fig. 12. Sondeos 1 y 1 bis del M.O.P.U . .......... 54
Págs.
Fig. 13. Evoluci6n Sondeos 3 y 3 bis del M.O.P.U . ........ 55
Fig. 14. Sondeo de "Marín-' ..................... 58
L Fig. 15. Sondeo 2 del M.O.P.U . ................. 59
i Fig. 16. de I.R.Y.D.A. "La Morena" ...... 60L
Fíg. 17 Diagrama de Análisis de Agua. Según PIPER ........ 63L
INDICE DE PLANOS
Nº 1. Mapa, y cortes hidrogeol6gicos.
Nº 2. Isopiezas anteriores al primer bombeo (Abril-Mayo de 1987).
Nº 3. posteriores al primer bombeo (15 de Julio de 1987).
1. INTRODUCCION
El Instituto Geol6gico y Minero de España (I.G.M.E.),
organismo del Ministerio de Industria y Energía, viene prestan
do un gran interés al estudio de las aguas subterráneas en la
cuenca hidrográfica del río Segura. Entre los trabajos real¡
zados se destacarán, por su importancia;"Estudio hidrogeol6gi-
co del sector Cazorla-Hellln-Yecla"; "Investigaci6n Hidrogeo
lógica de la Cuenca Alta de -los ríos Júcar y Segura" y la "Inves
tigaci6n Hidrogeol6gica de la Cuenca Baja del río Segura", que
recoge los resultados de la actividad desarrollada por las ofi
cinas regionales de este Instituto en Hellín (1969-1972), Alba
cete (1973-1975) y Murcia (1972-1976).
Estos estudios formaban parte de un plan de investiga-
ci6n hidrogeol6gica de todo el país, que bajo el título "Progra
ma Nacional de Investigací6n de Aguas Subterráneas` (P.I.A.S.) y
encuadrado dentro del "Plan Nacional de Investigaci6n Minera"
(P.N.I.M.), emprendí6 el I.G.M.E. al comienzo de la década de
los años setenta.
A partir del año 1976 y hasta la actualidad, el I.G.
M.E. ha perseguido tres grandes objetivos:
l). completar la investigaci6n hidrogeol6gica realiza
da-. en el P.I.A.S.
-2-
2) Controlar en cantidad y calidad los sistemas acuí
feros definidos.
3) Coordinar su actividad con la de otros organismos
de la Administraci6n.
El estudio del subsistema acuífero de Quipar (Murcia)
perteneciente al sistema acuífero de Caravaca, se enmarca fun
damentalmente, dentro del primero de estos objetivos, pero -
también dentro del tercero, pues el estudio de afecci6n de
sondeos a manantiales, ha sido solicitado por la Confederaci6n
Hidrográfica del Segura.
El sistema acuífero de Caravaca fue definido por pri
mera vez en el P.I.A.S. (1975) y redefinido posteriormente
en 1982; en este último informe se ponian de manifiesto :una
serie de dudas e inco�nitas, tales como: la definici6n de
ciertoq� límites, relaciones hidráulicas con otros subsiste
mas acuíferos colindantes, afecci6n o no de ciertos sondeos
al manantial de la Vega-,- etc.
Todas estas incógnitas, además de tratar de cuantifi
car lo más exactamente posible el valor de las reservas del -
subsistema y la c alidad del agua subterránea en el mismo, jus
tificaban plenamente el emprender un estudio hidrogeol6gico
completo que permitiese realizar una planificación hídrica co
herente y ajustada a la realidad.
Los objetivos que se han fijado en el presente estu-
dio pretenden definir las siguientes características del sub
sistema acuifero:
Estructura geol6gica que conduzca a definir los lí
mites hidrogeol6gicos.
-3-
Potencia de los tramos acuiferos e impermeables distin
guidos, así-como sus cambios laterales de facies.
Posibles conexiones hidráulicas con los subsistemas
acuíferos vecinos, especialmente los de Sima y Argos.
Estructura hidrogeológica del subsistema y las rela-
ciones entre los posibles sectores a diferenciar.
Relaciones aguas superficiales-aguas subterráneas.
Explotación actual de aguas subterráneas por sondeos
y posible afección a los manantiales en el cauce del
río Argos.
Potencialidad hídrica del subsistema: recursos y re
servas.
Para la consecución de los objetivos marcados, se han
realizado los siguientes trabajos:
2�Estudio geológico de un área de 100 Km a escala
1:25.000, que permite conocer el marco físico del
subsistema. Para ello, se ha revisado y completado
con un enfoque hidrogeológico la cartografía geoló-
'rea investigada y levantado corgica del IGME en el a
tes estratigráficos y estructurales de apoyo en el
campo.
Campaña de actualízaci6n del inventario de puntos -
de agua, con un total de 35 (16 de nuevo inventario),
de los cuales 6 corresponden al subsistema acuifero
del Quípar.
Dos flashes piezométricos completos del conjunto del
subsistema acuífero de Quipar y parte del de Argos.
-4-
Dos bombeos de ensayo, uno en el sondeo 1024 y otro
en el 1026; en ellos se han tomado más de 1000 medi
das piezométricas y realizado más de 100 aforos en
los manantiales del valle del Argos.
Nivelación de precisión de los niveles piezométricos
de los sondeos próximos al río Argos, así como los
del subsistema de Quipar contabilizando un total de 9.
Análisis del conjunto de información adquirida, com
pletada con la que ya se disponía y redacción del
consiguiente informe.
El presente estudio ha sido realizado con la colabora
ci6n de la Empresa Nacional ADARO de Investigaciones Mineras,
S. A., bajo la dirección y supervisión del Instituto Geol6gico
y Minero de España. El personal técnico que ha intervenido en
el mismo, ha sido el siguiente:
Por el Instituto Geol6gico y Minero de España (IGME):
- Jesús Gómez de las Heras
Ingeniero de Minas. Director
- Ramón Aragón Rueda
Geólogo. Responsable de. la Oficina del IGME en Murcia.
Por la Empresa Nacional ADARO de Investigaciones Mine
ras, S.A. (E.N.A.D.I.M.S.A.).
Tomás Rodriguez Estrella
Doctor en Ciencias Geol6gicas. Jefe de Proyecto y
responsable del equipo colaborador.
Fernando Jerez Mir
Ge6logo.
Urbano García Lázaro
Ingeniero Técnico Agrícola.
José Luis Quintana
Ingeniero Técnico de Minas.
Por Investigaci6n y Desarrollo de Recursos Naturales,
S.A. (IDRENA).
Gonzalo L6pez Arechavala
Dr. Ingeniero de Minas.
2. DEFINICION GEOGRAFICA
El subsistema de Quípar presenta una forma de hexágo-
no irregular.
Por el Noroeste, el límite coincide sensiblemente con
el límite Sureste del subsistema del Gavilán y corresponde con
una. línea que va desde la confluencia del río Argos con la ace
quia del Sangrador, hasta Caravaca.
Por el Noreste, el límite va de Caravaca a Cehegín y
coincide aproximadamente con el cauce del río Argos.
Por el Este, la linea que define el subsistema se ci
ne bastante a las laderas orientales de la Peña Rubia y de la
Sierra de Quípar.
Por el Sureste y Sur, la línea rodea el pico de las
Cabras y continúa por el barranco de los Pocicos.
Por el Suroeste y Oeste, la línea va desde el barran
co de los Pocicos, pasando por el Arrabal de la Encarnaci6n, -
hasta la citada confluencia del río Argos, cerrando el hexágono.
-7-
En cuanto a poblaciones,todas las afectadas están si~
tuadas en los límites del subsistema y acaban, por, tanto, de ser
L nombradas.
En lo que se refiere a rasgos topográficos, el subsis
tema está constituido por una meseta de unos 750 m de altura
media, rodeada por todas partes excepto por el Oeste, de una
serie de elevaciones entre las que destacan: El alto de 'Peña
Rubia, (804 m), la Sierra de Quípar (con alturas máximas com
prendidas entre 900 y casi 1100 m) , el alto de las Cabras (1141
m) y la Loma del Estrecho de la Encarnaci6n (con una altura má
xima de 1027 m).
En lo que atañe a la red hidrográfica, es de destacar
el río Quípar que atraviesa gran parte del subsistema, entran-
do por el Suroeste y saliendo por el Este y el río Argos, que
lo limita por el Norte.
3. GEOLOGIA
El subsistema acuífero de Quipar está enclavado, den-
tro de las Cordilleras Báticas, en la Zona Subbética y más con
cretamente en el dominio paleogeográfico del Subbético Medio.
La Geología de este área ha sido estudiada con mucho
detalle por PAQUET (1968) en su tesis doctoral.
3.1. ESTRATIGRAFIA
3.1.1. Jurasico
Puesto que existen algunas diferencias estratigráficas
entre las Sierras de Quipar y Peña�.Rubi-a, se describirán a -
continuación las series de ambas sierras, estudiadas por
PAQUET (1969).
Serie de Pe?ía:.-Rubia
De muro a techo aparecen los siguientes tramos:
1. Calizas compactas blancas con grano fino y oolíticas azoi
cas. (> so m).
S. PEÑA RUBIA N.
TítdnicoSerriaciente
Kimnwrid~**12 Rio Argoslo Oxfordiense
---lallovienes
7 Aai*M*~D~
5 Toar. íense Domeriense
4
Plionsboquiente12
Fig. m* l:- Serio de Peña Rubia.
SE. NW.
SIERRA DE QUIPAR Rio Quipar
0 Oxfcwdlense sup,0 Kimmericigiense
<> 14 10UceNeocornienaeTit6nico
Infralias 150 mte.
Fig. m* 2.- Serie de Sierra Quipar.
L
2.- Calizas arenosas rojas ferruginosas del Domeriense infe~
rior. (15 m).
3.-Margas verdes con algunos niveles carbonatados, del Toar
ciense. (25 m).
4.- Calizas grises en pequeños bancos alternando con margas-
ocres. (25 m).
S.- Calizas compactas blancas o rosas. Los tramos 4 y 5 re
presentan al Aaleniense y Dogger. (20 m).
6.- Dos barras de calizas compactas separadas por un banco de
margocalizas con "filamentos", del Calloviense? (30 m).
7.- Alternancia de bancos nodulosos rojos y de calizas deL
grano fino. (12 m).
8.- Alternancia de calizas compactas rojas y calizas nodulosas
rojas margosas con numerosos Ammonites, que datan al Ox-
fordiense superior. (60 m).
9.- Calizas listeadas azoicas atribuibles al Kimmeridgiense? (l5-m)-,
10.- Alternancia de calizas microbréchicas rojizas en bancosLnetos y calizas nodulosas rojas ligeramente arcillosas
con calizas de grano fino. Su edad es Tit6nico. (20 m).L
11.- Algunos metros de brechas de calizas rojizas o blancas
con Calpionellas, también del Tit6nico. (15 m).L
12.- Margas y margocalizas grises, rojas en la base, del Be-L
rriasiense.
L Serie de Sierra Quipar
De muro a techo, y sobre las margas abigarradas con yeso
del Keuper, que constituyen el Tramo 1, están:
2.- Dolomías masivas grises, bréchicas en la base. (40 m).
3.- Calizas dolomiticas grises. Los Tramos 2 y 3 se atri-
buyen al Infralías. (20 m).
L
4.- Calizas oolíticas-grises-crema y calizas grises de grano
fino. Se les atribuye una edad de Lias. (40 m).
S.- Una serie bastante espesa de calizas listeadas azoicas -
con silex. Dogger? (30-m).
6.- Algunos metros de calizas masivas rojas o rosas con Ammo
nites. Dogger-Oxfordiense inferior. (10 m).
7.- Calizas nodulosas rojas con Ammonites del Oxfordiense su-
perior. (25 m).
8.- Algunos metros de calizas rojas muy pobres en fauna, del
Kimmeridgiense. (6 m).
9.- Calizas nodulosas rojas, también del Kimmeridgiense.(lsm).
10.- Margocalizas y margas rojas-violáceas del Tit6nico supe~
rior y Berriasiense.
11.- Margocalizas. del Neocomiense.
Serie de Sierra de las Cabras
Esta serie ha sido tomada de la memoria de la hoja,
1:50.000, nº 911 Cehegín, correspondiente al MAGNA.
El jurásico se inicia con carniolas rojizas sin estra
tifícaci6n aparente, que pasan a dolomías grises masivas (Infra
lías y base del Lías inferior). Le siguen calizas compactas de
grano fino blanquecinas (Lías inferior) y a continuación calizas
lan corresponder al Domeriense. El Toar-rojizas (S m) que podri
ciense está formado por calizas nodulosas rojas con numerosos
restos de Belemnites. Después,5 m de margocalizas amarillas; 50
m de calizas grises conteniendo n6dulos de sílex, con pasadas -
de calizas nodulosas rojizas y 7 m de calizas de grano fino,
grises, con filamentos en capas de 10-30 cm. Todos los tramos
descritos a partir del Toarciense comprenderían el Dogger. Sobre
él, 23 m. de calizas nodulosasde los cuales 16 m, inferiores
~12-
son rojizos y el resto de color gris; siguen 10 m de calizas
grises, de grano muy fino, y a continuación, 37 m de caliz-as
rojizas, con abundante fauna de Ammonites. La base de estos
tramos rojizos seria todavia Jurásico medio, mientras el resto
comprendería el Malm.
3.1.2. Cretácico
Serie Subbética
El Cretácico es muy potente y pueden reconocerse to-
dos los pisos desde el Berriasiense al Danés. Está formado por
margas y margocalizas cuya potencia es de unos 1.300 m, de los
que unos 800 m corresponden al Neocomiense-Barremiense, 150 m
al Aptiense-Albiense y el resto, al Cretácico superior. El te-
cho se complementa con unas margas y margocalizas blancas y ro
sadas del Maestrichtiense-Pale6geno.
Serie de la.Unidad Intermedia
En el área de estudio que se ha considerado tiene una
mínima representación en el Norte del subsistema, constituyen-
do el sustrato del mismo. Los escasos afloramientos están cons
tituídos por una potente formación monótona (casi 800 m), pre-
dominantemente margosa, que abarca términos que van desde el
Albiense superior al Mioceno.
Serie de Sierra de las Cabras
El Cretácico tiene poca importancia en esta serie, da
do lo reducido de sus afloramientos. Se encuentra concordante
con el Jurásico superior ocupando el núcleo del sinclinal tum-
bado. El Cretácico inferior está formado por margas y margoca
lizas gris verdosas. El Cretácico superior está formado por
margas y margocalizas rojas y blancas.
-13-
3.1.3. Paleoceno-Eoceno indeterminado
Dentro de este término cartográfico se incluyen aflo-
ramientos que comprenden desde el Paleoceno al Eoceno, y en los
cuales ni los datos de campo ni la micropaleontología han permi
tido precisar más. Está constituido po-r margas y calizas areno
sas. (>l50m).
3.1.4. Eoceno superior-Oligoceno
Se trata de 150-200 m. de margas rojas, con niveles de
areniscas de idéntico color hacia el techo, con una microfauna
(Globigerina rohzi, G. venezuelana, Bullimina alsática, etc.) -
que permite atribuirlas al Priaboniense superior-Oligoceno.
3.1.5. Mioceno
Se han separado cartográficamente los dos tramos si-
guientes:
Más de 400 m. de margas, areniscas, conglomerados y ni
veles muy,fínos de yeso bien estratificados.
Algunas de las muestras estudiadas han permitido datar
el Tortoniense,como las recogidas en la mancha miocena al E del
cementerio de Cehegín, que contienen: Uvigerina Schwageri, Glo
borotalia aff. martinezi y Bulimina fusiformis; las tomadas al
pie de la Muela de Codonas (alrededores de Bullas), que han da
do una fauna de: Uvigerina schwageri, Uvigerina tenuistriata -
siphogenerinoides, Uvigerina tenustriata gandzynoides, etc. En
ninguno de los afloramientos del Mioceno superior se ha recogi
do una *sola muestra cuya f auna haya permitido la datación del -Helveciense; sin embargo, han sido numerosas las que han dadomicrof6siles cuya edad está comprendida entre el Helveciense y
el Tortoniense, de aqui la uni6n de estos dos pisos en la carto
grafia.
-14-
Formación que ocupa la muela de Don Evaristo, la muela
de Codonas y la Silla, destacando topográficamente sobre el Mio
ceno margo-arenoso que las rodea, dada la mayor dureza de sus -
materiales. Casi siempre presenta estructuras anticlinales cu
yo origen hay que buscarlo en los terrenos triásicos que en va
rios puntos se encuentran en su base. Está formada por más de
150 m. de calizas arenosas, calizas bioclásticas, con restos f6
siles muy abundantes (Briozoos, Lamelibranquios, Globigerínidos,
Rotálidos, Melobesias, etc.) pero poco característicos.
3.1.6. Plioceno
Se trata de una formación de tipo continental formada -por conglomerados y arcillas que generalmente descansan discordantes sobre el Trías.
3.1.7. Cuaternario
Atendiendo a su génesis y litología se han efectuadodentro del Cuaternario las divisiones siguientes:
Coluviones desarrollados al pie de las laderas monta
flosas.
Eluviones. Ocupan gran extensión en la -zona. Normal-
mente se han cartografiado aquellos terrenos en los cuales no
se han encontrado afloramientos de los terrenos inferiores, aun
cuando existía la certeza de su existencia inmediatamente deba-
Jo. Particularmente este hecho es evidente en el NE de la Hoja
de Cehegín, ocupado íntegramente por el Mioceno superior, recu
bierto por una delgada capa eluvial.
Costras calcáreo-dolomíticas, de gran dureza, amplia-
mente extendidas por toda la kona.
Terrazas de los ríos.: Argos y Quípar. Aun cuando en
la cartografla no se han distinguido los distintos niveles de
terrazas, en varios puntos se han localizado la terraza alta -
(30-50 m. ), formada por cantos calizos heterométricos, arenas y
margas, prácticamente sin cementar, y las terrazas medias, impo
sibles de distinguir entre si, formadas fundamentalmente por se
dimentos margo-arenosos, con lentejones de cantos generalmente
calizos.
Aluviones más o menos recientes de los ríos Quipar y
Argos y de algunas de las numerosas ramblas existentes, deposi-
todos generalmente en régimen torrencial.
Tobas originadas por precipitaciones de carbonatos de
las aguas filtradas.
3.2. TECTONICA
La Loma de la Solana constituye un vasto sinclinal
orientado SO--NE, cuyo fondo está ocupado fundamentalmente por
terrenos cretácicos, y cuya base jurásica la constituyen lasSie
rras de la Peña Rubia al N y Quípar al S.
El Cretácico, como puede observarse en la cartografía y
cortes adjuntos, presenta una estructura sinclinal bastante tran
quila, no asi los bordes jurásicos, sumamente plegados y fractu-
rados.
Las Sierras de Peña Rubia y de Quípar han sido objeto
de numerosos estudios, últimamente.J. Paquet, en su tesis docto-
ral,analiza con sumo detalle ambos macizos.
-16-
Se cree que la cartografla es suficientemente expresiva
para entender la estructura del flanco N de la Peña Rubia, donde
se observan dos contactos anormales y una falla que pone en rela
ción las calizas liásicas con las neocomienses.
Las capas jurásicas que forman la Sierra de Quipar bu-
zan uniformemente hacia el NO. Sin embargo, las escamas y nume
rosos pliegues que en ella se observan indican un desplazamiento
del NO hacia el SE, es decir en sentido o..puesto al cabalgamiento
general del Subbético.
La Sierra de Quipar constituye el flanco NO de un anti-
clinal tumbado y cizallado hacia el SE.
La Sierrecica de las Cabras forma un sinclinal de flanco
meridional invertido que reposa, por medio de las margas yesíferas
del Keuper, sobre las margas cretácicas de la Loma de La Solana.
'17-
4. HIDROGEOLOGIA
4.1. ACUIFEROS E IMPERMEABLES
La litología del horizonte acuífero está definida, en
su base, por dolomías brechoides de color gris claro y en el te
cho por calizas dolomíticas, a las que siguen calizas de grano
fino. Las primeras pertenecen al Hettangiense-Sinemuriense -
(Liásico inferior); las segundas, al Sinemuriense-Pliensbaqui-
ense. Las dolomías tienen una potencia de 150 a 200 m y, las
calizas, alrededor de 100 m. Los afloramientos (*) del conjun
to calizo dolomítico (del Llas inferior) ocupan, príncipalmen-
te, la Sierra de Quípar y la Loma del Estrecho de la Encarna
ci6n. En la Sierra de Peñarrubia s6lo existen dos pequeños
afloramientos, uno de calizas situado 1 Km al NO de la Casa de
Torre Mata, junto al canal del Taibilla, y otro muy reducido
de dolomías, ubicado a unos 500 m al ONO del anterior, junto
al cauce del río Argos. Menci6n aparte merecen los dos aflora
mientos del NO de la zona, situados a uno y otro lado del rio
Argos,cuya conexi6n hidrogeol6gica con el presente subsistema
es dudosa, dada su posici6n tect6nica incierta a causa del ¡m-
portante recubrimiento de Cuaternario allí existente, sin que
se disponga, de momento,de otros datos de tipo hidrogeol¿)gico
(sondeos, etc.) que pudieran contribuir a aclarar esta cues
tión.
Las dolomías,así com.o el resto de términos calizos del Jurási-co,también afloran en el Pico de las Cabras,pero éste pertenece a una unidad (Unidad de la Sierra de las Cabras) colgada -tect6nicamente sobre la Unidad de Quípar o de Peña.Rubia y sinrelaci6n hidrogeol6gica con el subsistema que se estudia.
Pero además de las dolomias y calizas del Lías infe-
rior, que indudablemente constituyen la parte esencial del acui
fero, se considera, a grosso modo, que el resto del Jurásico,
que es de naturaleza fundamentalmente caliza, también formaría
parte del acuífero constituyendo,de esta manera, un,acuifero*
único carbonatado del Jurásico de 350 m, a juzgar por los datos
de algunos de los sondeos (vr, gr. sondeo n2 1026) existentes.
El Jurásico superior está constituido por calizas dispuestas,
a veces en bancos potentes (Calloviense) y calizas nodulosas
'
a
menudo de color rojo, (Oxfordiense, principalmente) y calizas
microbráchicas y nodulosas (restos del Malm). En la Sierra de
Peña Rubia (en la cuesta de la Mota, concretamente), no obstan-
te, el Toarciense presenta carácter margoso pero su extensi6n
lateral no parece en principio suficiente (en la Sierra de Qui
par, de hecho, la facies del Toarciense es ya totalmente*caliza)
como para independizar dos niveles acuíferos distintos dentro
del Jurásico del subsistema.
La litologia del muro del horizonte acuífero es, sin
lugar a dudas, fundamentalmente impermeable y se supone queestá
constituida,'casi exclusivamente, por arcillas versicolores del
Keuper que, muy probablemente, descansan a su vez sobre margas
cretácicas de la Unidad Intermedia; todos estos materiales cons
tituyen el impermeable de base.
La litología del techo del horizonte aculfero viene de
finida por una serie que va desde el Neocomiense al Cretácico
superior y Paleoceno.
4.2. LIMITES DEL SUBSISTEMA
Los limites impermeables del subsistema son los ya ex
plicitados anteriormente para la definición geográfica del mis
.mo.
Por el Noroeste, el limite coincide con el límite Sur
este del subsistema del Gavilán. Se trata probablemente de -
una importante falla; a lo largo de la que se alinean, discor-
dantemente, ciertos afloramientos de Trias.
Por el Este y Sur, el limite está constituido por una
lámina más o menos contínua de Keuper que, a trechos, puede -
encontrarse cubierta por delgados dep6sitos de Cuaterna
rio de pie de monte o derrubios en general.
Por el Norte, el límite coincide con una falla subver
tical que pone en contacto los materiales del subsistema de -
Quípar con el Cuaternario del subsistema del rio Argos, bajo
el cual se encuentra el Trias a escasa profundidad. Sin embar
go, existe una conexi6n hidráulica entre ambos subsistemas, co
mo más adelante se verá.
El mayor interrogante se presenta en cuanto al límite
por el Oeste~Suroeste. Al Oeste de la Loma de la Encarnaci6n -
es bastante probable que el limite esté constituido por el pro
pio Trías de la base del subsistema, subaflorante bajo las cal-
carenitas del Mioceno, lo cual resulta estructuralmente 16gico
dada la existencia de un sinclinal invertido y probablemente de
solidarizado respecto a los materiales subbéticos (posiblemente
triásicos, en su mayor parte) subyacentes bajo. la -.cuenca--de Plioce
no de la Rámbla de Tarragoya.(*)
No existe aparentemente relaci6n entre los aculferos carbo-natado urasico de Quipar y calcarenítico miocénico de Sima.
-20-
Por último, al Oeste de los vértices Cueva y Sima, el
limite es más aleatorio ya que no se puede descartar una conti-
nuidad del cabalgamiento de la Loma de la Encarnación así como
la del Keuper ligado al mismo; cabe pensar quizás más acertada-
mente, en una continuidad del Cretácico de la Loma de la Solana
hacia el Oeste y, por tanto, en una posible conexión entre el
subsistema de la Sierra de Quípar y el de Revolcadores-Serrata.
El subsistema así definido presenta una superficie de2unos 73 Km de los cuales sólo aproximadamente 14 corresponden
a áreas de infiltración.
4.3. PIEZOMETRIA
Dentro del presente proyecto, se han nivelado con ni-
vel de precisión, y partiendo de una cota absoluta convenida es
tablecida por el Instituto Geográfico Nacional, un total de 9 -
puntos de agua. El objetivo perseguido por esta nivelación es
conocer las cotas piezométricas del acuífero cuaternario del
Argos,asi como las del acuífero jurásico de Quípar y, me-
diante el contraste de los valores obtenidos, establecer ái exis
te conexión hidráulica entre ambos acuíferos. Aparte de estos
puntos nivelados, también se relacionan las cotas obtenidas al
llevar a cabo un flash de medidas piezométricas (antes de real¡
zar los bombeos) también en puntos de agua pr6ximos a los nive-
lados, en los que la cota absoluta del agua se ha deducido uti
lizando planos a escala 1:5.000 con isolíneas equidistantes en
5 m de altitud. A continuación se resumen ordenadamente, los
datos obtenidos a partir de los trabajos acabados de citar.
-21-
4.3.1. Cotas de la superficie piezométrica
a) Nivelación de-precisio6n
1) Acuifero jurásico de Quipar
Punto de agua Cota ProE. agin (m) Cota absoluta Denominación yNúmero terreno (22~5-87) (nivel agua observaciones
Sondeo 2536-1024 589,964 57,06 532,90 Sondeo de Marín
2536-1026 628,539 97,03 531,50 Sondeo Peña Rubia II
2536-1025 550,156 16,18 533,97 El Saltador
2536-1031 537,637 4,19 533,44 Nº 1 S.G.O.P.
Este último corta los dos acuíferos, cuaternario y jurá-
sico, pero en su construcción fue cegado el primero de ellos; esa
es la razón por lo que existe una diferencia de cota piezométrica
de 0,69 m, en relación con el del sondeo 2536-1045 que sólo capta
el cuaternario, aunque están situados un sondeo junto al otro. El
2536-1031 es representativo solamente de un bloque jurásico situa
do en el valle del Argos, pues está prácticamente aislado en rela
cion con el Jurásico del Quipar por la presencia de una hoja dia-Lpírico triásica, y en relación con el Cuaternario por la acción
de las margas y margocalizas cretácicas de techo; no obstante y
dada la mala conservación en que se encuentra la cementaci6n que
aisla al acuífero cuaternario, existe una cierta conexión delacuíL fero jurásico de éste bloque con el aluvial del Argos, como se ha
puesto de manifiesto en los bombeos de ensayo que se describirán
L más adelante. No obstante y para evitar posibles confusiones, no
íse va a considerar para nada a partir de ahora.
LOtra cota algo anómala es la del sondeo 1025 (Saltador)
pues resulta ser más alta que la de su vecino 1026 (Peña Rubia II),
a pesar de situarse aquel más próximo a las salidas del subsiste-
ma. La razón que explica este hecho es que el sondeo Saltador es
-22~
el único que capta el acuífero dolomítico~calizo del Lías inferiory en la Sierra de Peña Rubia éste se encuentra algo en carga, como
consecuencia de que en dicho sector, entre el acuífero dolomíticoliásico y el calizo del Dogger-Malm, existe un tramo de 25 m del
Toarciense-Aaleniense, fundamentalmente margoso. Este fenómenode cautividad, trasladado a la Sierra de Quipar, debe desaparecer,
pues allí no existe el tramo margoso, con lo cual se estaría anteun modelo en "pinza", en cuyo vértice de unión (Srra. de Quípar)
se produce la conexión hidráulica entre las dos formaciones acuí-feras del Jurásico. Según esto, en conjunto, hay que considerar
que existe un solo acuífero jurásico; esta tesis viene avalada
por el hecho de que en el bombeo del sondeo Marín se afectara tam
bién el del Saltador y que dicha afección se produjese con poste-ríoridad a la del sondeo Peña Rubia II.
2) Acuífero cuaternario de Argos
Punto de agua Cota prof. agw (m) Cota absoluta Denominación yNúmero terreno (22-5-87) (nivel agua) observaciones
Sondeo 2536-1032 535,552 3,75 531,80 Sondeo rig 2 del S.G.O.P.
2536-10AS. 537,345 3,21 1 bis S.G.O.P.
2536-1044 5411493 3 , -9 -5 5 538,24 3 bis
2536-1030 541,174 3,09 537,98 3 del
Manant.2536-1007 531,471 - 531,471 Nivel del agua en laemergencia "La Vega"
b) Cotas referidas a isolineas del plano 1:5.000
De los puntos con cota según plano, solamente se hacereferencia a dos de ellos que se sitúan en el acuífero cuater-nario y que apoyan las conclusiones que después se exponen.
-23-
Punto de agua Cota Pr0f.a1n (m) Cota absoluta Denominación yNúmero terreno (22-5-8-7) (nivel aqua) observaciones
~tial 2536-1006 545 5,805 539 El CaT_o. Nivel c-n Ga-lería.
545 Hto. de la Herrada2536-1033 545Nivel de láTára de aqm-
Aparte de las anteriores, se dispone de otras cotas -procedentes del inventario de puntos de agua referentes a lossondeos 5006 y 5007 que alcanzan.el acuífero Jurásico y estántodos situados en la falda occidental de la Sierra de Quípar,prácticamente en el contacto del Jurásico con el Cretácico inferior. Dichas cotas son las siguientes:
Punto de agua Cota absoluta Denominación yNúmero .-(nivel agua) Fecha observaciones
Sondeo 2536-5006 537 6-2~86 Quípar I
2536-5007 5-34 7-5-87 Quípar II
Estos dos últimos sondeos al igual que los ya citados
1024 y 1026 no alcanzan el Lías inferior dolomítico-calizo, y s6
lo lo hace el 1025.
De las observaciones hechas hasta ahora, se llega a que�
al contrario de los informes anteriores en éste se haya conside
rado como superficie de infiltración la totalidad de la superfi-
cie de los afloramientos jurásicos, con lo cual se obtienen valo
res de alimentación o recarga mucho más cercanos a la realidad y
que se corresponden bastante mejor con los valores estimados
para la descarga, como más adelante se verá.
4.3.2. Variaciones piezométricas
Desde finales de 1983 el IGME viene midiendo el piez me
tró 2536-5007 situado en la Sierra de Quípar, (fig. 3). De su ob
E V 0 L U C 10 N PIEZOMETRICA
SUBBETICO DE MURCIA_
Sistema acuífero: CARAVACA (Subsistema: QUIPAR)N. P.
(m s. n. m.) Punto ocuifero 2536 - 5007
550 -
548 -
546 -
544 -
542 -
540 -
538 -
536
534
532
530
528
527
526
PLUVIOMETRIAEst. nº 120 (Cebelo- n)
200
150
100
so
T (a5o*) 1.982 Lgi83 1.9,85, 1.986 1.987 Fig. n* 3
~25-
servación se deduce que desde entonces y hasta 1988 ha sufridoun ascenso notable de más de 10 m (2 m/año de media); este he-
cho se explica por las precipitaciones caídas a finales de los
anos 1986 y 1987 y sobre todo por la disminución de explotación
por bombeo en el subsistema.
4.3.3. Relación del subsistema Quípar con el de Argos
En cuanto a la relación del acuífero cuaternario del
Argos con el acuífero jurásico del subsistema de Quípar cabe
hacer las siguientes consideraciones (fig. 4).
12) El área de confluencia subterránea de los acuíferos
cuaternario y jurasico se considera situada en la zona compren
dida entre el sondeo 1045 y el manantial de la Vega (1007); en
ella se sitúan los afloramientos, carbonatado del Malm y dolo-
mítico del Lías inferior, y junto a éste último otro de Trías
que constituye el límite del subsistema. En el contacto entre
Jurásico y Cuaternario existía una fuente antiguamente, la 1027,
que constitula la salida natural del subsistema de Quípar; hoy
se trata de tan solo un "trop-plein", pues sale ocasionalmente
después de las grandes lluvias. La presencia de travertinos -
en el contacto entre las rocas carbonatadas del Jurásico y las
detríticas del Cuaternario, pone en evidencia que esta franja
de 500 m era la de emergencias.
Por tanto se puede resumir diciendo que el Cuaternario
del Argos, que lleva un flujo subterráneo con la misma direc-
ci6n y sentido que el superficial del río, a la altura del He
redamiento de la Vega recibe las salidas naturales del subsis-
tema Quípar alimentando éste a aquél y no a la inversa.
ESQUEMA HIDROGEOLOGICO
50. Carro de¡ NE.Mal -Valora Carretera(o Argos shogín-Coravaca
1 1F. CC.
13^J
P. rir.�-
- 9 11, 1 ,
,
p«m
124 AA
11 A 4000
00 0 7 0
A AA 2006 A A A 0 1 A A
A A A A A AAA 100
A A A A A A A A A A A AA A A A A A A A A A A A A A A A A A A A
A A A A A A A A A A A A AA A A
Fig. n? 4
-27-
2º) Los manantiales de El Campo o Partidor y las Peñicas
no pueden considerarse salidas del subsistema de la Sierra de
Quipar ya que, aparte de observarse de—esta manera en la cartogra-
fía geol6gica (falta de afloramientos Jurásicos en esa zona),
afloran a una cota de 539 m.s.n.m., superior a la del Hereda-
miento de la Vega (531,47) y aguas arriba de ésta. Por tanto di
chas fuentes son representativas exclusivamente del acuífero
cuaternario.
3º) As¡ mismo, el m.anantial de La Vega (en realidad, se tra
ta de una zanja excavada artificialmente en el aluvial) consti-
tuye un drenaje natural del mismo acuífero cuaternario que, jus
to a la altura de su emplazamiento, recibe la salida natural -
del subsistema de la Sierra de Quípar.
La menor.cota de la superficie libre (nivel piezométr.i
co) del acuífero cuaternario en La Vega es coherente con la cir
culaci6n subterránea que tiene lugar dentro del mismo desde Ca-
ravaca, y con la alimentación que este acuífero recibe desde el
acuífero carbonatado jurásico.
4.3.4. Mapa de isopiezas
Se han construido dos mapas de isopiezas en base a
dos flashes realizados antes y después del bombeo en el sondeo
de Marín. En ambos se pueden ver los siguientes hechos (planos
2 y 3).
lº) En el acuifero jurásico de Quípar, la cota piezométrica se si
túa entre 537 y 531, 50 m.s.n.m. correspondientes a los sondeos
de Quípar I y Peña Rubia II, respectivamente, lo que pone de ma
nifiesto un valor de gúadiente muy pequeño, del orden de 13 por
mil.
-28-
2º) El flujo es de Sur a Norte, hacia el cuaternario del
Argos (Cehegín), en las dos situaciones piezométricas que con~
templan los planos 2 y 3.
32) El gradiente parece ser de unas cuatro veces superior
en la Sierra de Quipar (área de alimentaci6n) que en el resto
del subsistema, si bien, como ya se ha dicho, los puntos aquí
no están nivelados.
4º) En el acuifero cuaternario de Argos se observa un gra
diente en el flujo subterráneo de la misma direcci6n y sentido
que el superficial. Este gradiente se mantiene constante entre
los puntos 1006 (539 m.s.n.m.), 1030 (537,98 m.s.n.m.) y 1044 (538,24 m.s.
n.m.). El sondeo 1045 con 533,44 y el 1032 con 931,80- m.s.n.m. indican
un aumento brusco del gradiente dentro del Cuaternario y sus
cotas se sitúan pr6ximas a las del acuífero Jurasico; aguas
abajo de esta zona an6mala, los gradientes vuelven a ser simila
res a los de aguas arriba.
Este cambio brusco de gradiente dentro del, Cuaternario
puede explicarse por el estrechamiento igualmente brusco (evi
dente si se observa la.cartografía) que sufre el afloramiento
de Cuaternario aluvial, a la altura del manantial de La Vega.
Como consecuencia de dicho estrechamiento aumenta la velodidad,
ya que tiene que pasar el mismo caudal por una secci6n menor,
y ello implica un aumento de gradiente.
4.4. RECARGA
La superficie de infiltraci6n (afloramientos del Jurá2.
sico) es de 14 Km Los afloramientos dil Jurásico se encuen
tran situados en general, entre las isoyetas de 350 y 400 mm.
-29-
La precipitación total estimada sobre la superficie
de infiltración es de 5,5 Hm 3 /año. La transpiración , es muypequeña dada la permeabilidad del terreno por fisuración y laescasez de vegetación. En consecuencia la lluvia útil sobre -esta zona de infiltración es equivalente a la precipitación total (5,5 Hm 3 /año). Si sobre esta última cifra se aplica un -coeficiente de escorrentia del 0,5, la infiltración real debida a la lluvia sería de 2,7 Hm 3 /año aproximadamente.
En cuanto a una posible recarga lateral subterráneacaben, en principio, dos posibilidades:
12) Una posible recarga procedente del subsistema de Revolcado-res-Serrata que tendría lugar por el Oeste (área de los vérticesCuevas y Sima). Esta recarga sólo podría tener lugar, lógica-mente, en el caso de no existir una continuación de la fa1la en esazona y entre los dos subsistemas, lo cual no es en absoluto descartable; por geología regional y, en cualquier caso, tanto unaposibilidad como la otra permanecen por el momento en el terre-no de la hip6tesis,dada la existencia de un importante recubrimiento pliocuaternario.
22) Lo que parece ser descartable, por piezometría, es la relación entr,e el acuífero jurási,co -de Quípar y el miocénico de Sima,ya que existe una diferencia de cota de 190 m. Geol6gicamentees también muy difícil que exista conexión hidráulica, pues entrelos dos a.cuíferos existe un tramo impermeable margoso del Mioceno.
-30-
4.5. DESCARGA
La descarga del acuífero jurásico se produce por ex-
tracciones en los sondeos que lo captan y por las salidas subte
rráneas hacia el Cuaternario del Argos en el sector de la zanja
de La Vega . Los volúmenes de descarga por estos conceptos se -
"-' cuantifican , aisladamente, de la siguiente manera:
a) Salidas por medio de bombeos
En 1987 solamente tres sondeos extrajeron agua del acuí
fero jurásico ; los volúmenes bombeados en cada uno de ellos han
sido los siguientes:
�-- Sondeo 2536 - 5003 .............. 630.000 m3
Sondeo 2536 - 1024 ..... .._......, 280.000 m3
Sondeo 2536-1026 .............. 72_000 m3
i-. TOTAL . ....... 972.000 m3 =l Hm3
b) Salidas subterráneas
Es evidente que una parte de la salida subterránea del
subsistema de la Sierra de Quípar hacia el Cuaternario del río -
Argos debe ser drenada por la zanja de La Vega (en cuyo caudal to
tal entra también el drenaje del aluvial). Pero ni es posible -
evaluar esa fracción, ni la magnitud del aporte subterráneo pro
cedente del acuífero jurásico no recogido por la zanja.
~31-
Con las consideraciones expuestas, para calcular el cau
dal que del total del manantial corresponde al acuífero del Quí~
par, se ha considerado necesario referirlo. al año 1984. En este
ano los bombeos fueron intensos y se produjo una desconexión-
entre ambos subsistemas. En una aproximación se puede de-
cir que la disminución del caudal del manantial,al producirse la
desconexión, fuá del orden de un 50% imputable al acuífero del Quí
par y el 50% restante al estiaje y pozos del Argos. Así en mayo
de ese año (sin bombeos) el caudal era de 74 l1s y en cambio en
julio era de sólo 33 l1s (bombeos intensos); la diferencia entre
ambos meses es de 41 l1s de los cuales al menos 20 l1s pertenecen
al subsistema del Quípar.
Este último caudal representa un volumen anual de 600.0003m en el año a que están referidos (1984), que fué muy seco- -
sin embargo en un año de pluviometría normal, como lo ha sido
1987,los volúmenes deben ser como mínimo del doble, esto es de3 31.200.000 m (1,2 Hm /año).
De las consideraciones anteriores se deduce que la des-
carga del subsistema es la siguiente:
Descarga por bombeo = 1 Hm 3 /año.3
�Descarga por el manantial de la Vega 1,2 Hm /año
Total descarga 2,2 Hm 3 /año.
Se considera que de no existir bombeo el total de la des3carga (2,2 Hm /año) saldría por el manantial de la Vega.
4.6. BALANCE HIDRICO
La recarga total del subsistema se estimó anteriormente
en 2,7 Hm 3 /año.
En el sondeo 2536-5007 el nivel piezométrico se encontraba a 56,35 m queen m.s.n.m. equivalía a 528,65 , frente a los 535 que registraba en mayo de -1987 (unos 7 m más profundo). Resjpecto al manantial de la Vega, en 1984, lacota piezométrica del sondeo era 2,82 m más profunda quela del manantial y en1987 la diferencia de cotas es de unos 4,.m más alta en el sondeo.
-32-
3La descarga del mismo se acaba de evaluar en 2, 2 Hm /año.
En conclusi6n puede decirse que el subsistema se encuen
tra aproximadamente en equilibrio.
4.7. RECURSOS
Los recursos del sistema estarán situados 16gicamente
entre los valores estimados para la alimentaci6n y descarga, es
decir entre 2,2 y 2,7 Hm 3 /año.
4.8. SUPERFICIE MOJADA
La superficie mojada no merece la pena de ser calculada
con detalle, ya que puede estimarse,16gicamente, que debe ser no
mucho más pequeña que la superficie total del subsistema (estima2da anteriormente en unos 73 Km ) teniendo en cuenta simples con-
sideraciones, hechas a grosso modo, sobre el nivel piezométrico,
la estructura del subsistemay mediante un cálculo aproximado ba
sado en los datos sobre el nivel piezométrico medio del acuífero
Jurasico (534 m.s.n.m.) así como en la cartografía y los cortes
estructurales, puede estimarse la superficie seca actual en s6lo2unos 3-4 Km aproximadamente, con lo cual la superficie mojada,
2sería de unos 70 Km Dicha superficie seca se situaría 16gica
mente en los bordes septentrionales y orientales del subsistema.
En cuanto al área de la Loma del Estrecho de la Encarnaci6n, aun
que la mayor parte de la misma correspondería a superficie seca,
hay que tener en cuenta que en la misma vertical el acuífero se
repite por tratarse de una estructura en sinclinal tumbado.
-33-
Mediante análogas consideraciones estratigráfico-estruc
turales y de nivel piezométrico podría considerarse que la superficie de acuífero cautivo deberá corresponder a una gran parte -de la superficie mojada, con lo cual la superficie de acuífero
libre será relativamente pequeña. Una estimaci6n de la mismapuede obtenerse restando a los 14 Km 2
considerados como área deinfiltraci6n los 3-4 Km 2 de superficie seca, además de otros 3
2 1 .Km correspondientes al afloramiento Jurasico de la Loma de la -Encarnaci6n, la cual debe estar en su mayor parte seca dado suelevada cota estructural, por encima del nivel piezométrico, y sunaturaleza cabalgante o colgada sobre las margas cretácicas delsinclinal. Pero a ello habría que añadirle un área estimada en
2unos 3 Km situada paralelamente a la superficie seca actualque correspondería a la zona de margas del Cretácico inferior subyacente al contacto con los afloramientos jurásicos donde el acuífero seguiría siendo libre, dado el nivel piezométrico actual, yla estructura del subsistema, a pesar de la existencia de esasmargas a techo. De lo anterior se deduce que la superficie delacuífero libre es aproximadamente de 1,1 Km 2
4.9. RESERVAS
Como ya se ha dicho, la superficie total de acuífero mo2 2jado es de 70 Km De ellos, se consideran 59 Km como acuífero
cautivo y 11 Km 2 como acuífero libre. Aplicando una potencia me
dia de acuífero de 350 m. en la zona cautiva y la mitad de este
valor (es decir, 175 m) en el área libre, el volumen de roca mo-
jada sería de 22,5 km 3. La porosidad eficaz obtenida en el bom
beo de ensayo realizado por el IRYDA en 1983 en los sondeos 25363
#98.10 lo que representa unas re--5003 y.5007 da un valor de 83servas totales de 225 hm Sin embargo este valor debe ser míni
mo, pues por datos regionales se sabe que la porosidad eficaz -
está comprendida entre 3 y 5%, con lo cual las reservas serían3
de 650 a 1.100 Hm
-34-
Dado que la mayor parte de acuífero es cautivo y se en-
cuentra a profundidades hoy por hoy inaccesibles debido a su cos
te económico , se realizará una estimación de las reservas útiles
correspondientes a una bajada del nivel piezométrico del orden -
de 100 metros . Para ello se considerará solamente la desatura
ción en la zona de acuífero libre cercana a los bordes del sub-
sistema, y se despreciará el aporte suplementario de agua, por
descompresión de la misma , que suministraría la zona cautiva ya
que su volumen relativo sería muy pequeño dada la magnitud esti-
mada para el coeficiente de almacenamiento . Establecido lo ante
rior, la bajada de 100m en el nivel piezométrico actual del acuí
fero, aplicada a los 11 Km2 de superficie libre del mismo, con -
una porosidad eficaz del 1%, supone una pérdida de reservas de 11
hm3, y con el 3 al 5 %, de 33 a 55 Hm3
4.10. HIDRAULICA SUBTERRANEA
4.10.1. Descripcion de los trabajos realizados
.. Se han realizado dos ensayos de bombeo ( en períodos de -tiempo distintos ), con objeto de determinar la afección que pueden producir las extracciones de aguas de los sondeos 2536-1024-
(sondeo de " Marín" ) y 1026 (sondeo "Peña Rubia"), situados en el
acuífero carbonatado Jurásico del subsistema de Quípar, a las -
zanjas de la Vega que drenan el acuífero Cuaternario.
LEl primer ensayo ha sido realizado en el sondeo nQ 1024
(sondeo "Marín") con un tiempo de bombeo de 8838 minutos compren
prendidos entre las 5 h 50 ' del 1-5-87 y 9 h 8' del 7-5-87.
-35-
El seguimiento de la recuperación se di6 por finalizadoel día 11-5-87 a las 13 h 40' habiendo transcurrido un tiempo -de 6.030 minutos.
En el segundo ensayo,el bombeo se ha realizado en elsondeo -1026 (sondeo de "Peña Rubia II") . El tiempo de bombeo ha
sido de 13.350 minutos y estuvo comprendido entre los dias 20
al 29-7-87. La recuperación se dio por finalida el 4-8-87.. des
pues de 9.185 minutos.
Durante los ensayos se ha realizado un seguimiento sis-
temático en la evolución de los niveles piezométricos de los
sondeos. Además se ha controlado,mediante aforos,los caudales
de.l-as zanjas-de la Vega, - durante algunos días de bombeo se
han realizado hasta 3 aforos. Previa y posteriormente a los -
bombeos se ha llevado a cabo un seguimiento en los niveles de
los sondeos y en los caudales de las zanjas del Heredto. de la. Ve
ga que pertenece a la red hidrométrica y viene controlándose
desde 1983. De igual forma también se ha controlado la gale
ría del Campo (2536-1006), que drena ta.mbíén el acuífero del
Cuaterhario.
Además de estos puntosy con objeto de obtener un apoyo
para la interpretación hidrodinámica de los ensayos,también se
han controlado los piezómetros siguientes (referidos por subsistemas):en el subsistema de Quipar captando el acuífero calizo del Jurá
sico, los sondeos 2536-1024-1025-1026~5007-, y..el -1031 que -captaba también
el Cuaternario del subsistema del rio Argos,pero que en su cons
trucción este acuífero se dejó aislado. En este último subsistemaics
piezómetros controlados han sido los nºs. 2536~1045-1030~1044 y
1032.
-36-
en ambos ensayos de afección haLa metodologia segui
sido la del estudio de la curva de agotamiento del manantial -
en función de los bombeos realizados en ambos sondeos. La in
terpretaci6n se considera la más idónea pwa acuíf eros con campos
mutuos de afecciones por bombeos. Los resultados obtenidos se
comentan en los apar-t�ados siguientes.
4.10.2. Ensayo de afección en el sondeo 1024 PMarín")
El sondeo capta el acuífero carbonatado del Jurásico y
más concretamente las calizas del Malm.
Las zanjas afectadas, por su parte, captan muy somera-
mente el acuífero aluvial que también forma parte del citado
sistema acuífero.
El bombeo fue realizado a un caudal constante de 96 l1s
desde las 5,50 horas del 1-5-87 hasta las 9,08 del día 7 del
mismo mes.
La distancia media aproximada entre las zanjas (que -
tienen forma de V apuntando hacia el NE, con brazos de 320 y
270 m de longitud) y el sondeo es de unos 1.950 m.
Desde varias semanas entes del comienzo y durante el
desarrollo del ensayo se encontraban bombeando de forma prác-
ticamente ininterrumpida los siguientes pozos próximos a las
zanjas que, como ellas, captan el aculfero aluvial:
1017, distante unos 1.100 m de la zanja, en el que se ex-
traía un caudal de 50 l1s aproximadamente.
1018, situado a unos 900 m y con un caudal de bombeo de
unos 15 lls.
-37-
Durante el transcurso del bombeo se,controló la evolu
ci6n del nivel piezométrico en varios sondeos de la zona (1025,
1026, 1030, 1044, 1031, 1045, 1032 y 5007), pero no en el pro-
pio pozo de bombeo (debido a imposibilidad mecánica).
También se-ha venido efectuando un control del caudal
drenado por las zanjas 1007 desde el 2-11-83 hasta el 6-4-87
con una frecuencia casi mensual, y desde esta última fecha has
ta inmediatamente antes del comienzo del bombeo, con una fre-
cuencia media de 3,5 aforos por semana (se lleg6 a un aforo dia
rio durante la última semana). Durante el transcurso del ensa
yo se efectuaron casi 3 aforos al día, para disminuir después
la frecuencia de controles, que se prolongaron hasta el mes de
Septiembre de 1987.
También se efectu6 un control del caudal drenado porla
galería 1006, que con unos 425 m de longitud capta también el
�"fero aluvial, a unos 2,6 Km. del sondeo de bombeo. Su ma-acul
yor alejamiento para la duraci6n del bombeo de ensayo, haceque
resulte más difícilmente evaluable la efecci6n que muy proba-
blemente le ocasionarían los bombeos que se realizasen en el
sondeo 1024.
Durante el período que va del 2-11-83 al 6-4-87, lades
c ga de las zanjas registra una evoluci6n en la que, aparenar te
mente, se superponen los siguientes regímenes independientes:
Régimen natural no influenciado, en el que las oscila-
ciones estacionales en la posici6n de la superficie li
bre del acuífero aluvial captado (muy someramente) por
las zanjas se refleja en una correlativa variación del -
caudal drenado por ellas: 16gicamente, éste es tanto
mayor cuanto más elevada es la posici6n de aquellacon
una correspondencia aproximadamente lineal entre la al
tura de la superficie libre por encima de la base de
las zanjas y el caudal drenado por las mismas.
~38-
Afecciones provocadas por bombeos en otras captacio-
nes mas o menos proximas (probablemente, sondeo 1024,po
zos 1017 y 1018, etc.), que suelen ser particularmente
patentes durante los meses de Junio y Julio, con tiempos
de agotamiento (*) del orden de 145 a 240 días, en una
superposici6n de afecciones y del régimen natural.
Durante los días 20-10-86 a 6-4-87, la descarga de las
zanjas 1007 parece tener lugar en régimen no influenciado (vacia
do natural de una fuente), de acuerdo con una típica ley expo-
nencial decreciente tal como:
1,825.t.10 -3 2Q 206,1.e (r 0,979)
donde Q es el caudal drenado en l1s y t es el tiempo en días
contados desde el 20-10-86 (ver fig. n!2 3)..--
Entre los días 6-4-87 y 1-5-87, es decir, inmediatamente
antes de que se realizase el bombeo de ensayo, se registra con
claridad una afecci6n al drenaje de las zanjas, que probablemen
te era ocasionada por los bombeos efectuados en los pozos 1017
y 1018. Esta afecci6n provoca por si sola (es decir, descontan
do el vaciado natural) una disminuci6n exponencial del caudal
drenado de acuerdo con la ley:
3749.t.10 2-5Q 150,7.e (r 0,979)
donde Q es el caudal drenado en l1s y t es el tiempo en días
contados desde el 6-4-87 (ver fig. nº 4).
Tiempo al cabo del cual el caudal afectado quedaría reduci-do al 1% del valor inicial, según cálculos te6ricos.
Coeficiente de correlaci6n del ajuste por mínimos cuadrados.
-41-
En el caso de que no existiese relación hidráulica entre
los sistemas acuiferos de Quipar (Jurásico) y Argos (Cuaternario)
y que, por otro lado, dicha relación no desapareciese al descen
der los niveles, como consecuencia de la presencia de un subaflo
ramiento impermeable en el límite de ambos sistemas, se puede
hacer la siguiente simplificación teórica diciendo que la afec-
cion terminaría ocasionando un agotamiento en las zanjas alcabo
de unos 800 días de actuación ininterrumpida de las mismas. El
ritmo de disminución del caudal drenado por las zanjas 1007 se-
ría aproximadamente el siguiente:
El caudal drenado
Al cabo de quedaría reducido al
30 dias 84 %
60 71 %90 60 %
120 so %
180 36 %
Independientemente del vaciado o agotamiento natural de
las zanjas y de la afección previa que se acaba de describirel
bombeo de 96 l1s en el sondeo 1024 provoca por si solo una afec
cion o disminución exponencial del caudal de las zanjas que se
ajusta a la siguiente ley:
Q 127,6.,e-7,792.t.10- 3
(r2
0,845)
donde Q es el caudal drenado en l1s y t es el tiempo en horas
contados desde el comienzo del bombeo (ver fig. 5).
Esta afección habría terminado agotando (*) el caudaLdre
nado por las zanjas al cabo de unos 246 días. Hasta ese momen-
Teóricamente.
-43-
to, el ritmo de disminución sería aproximadamente el siguiente:
El caudal drenado
Al cabo de quedaría reducido al
.30 dias 57 %
60 33 %90 19 %
120 11 %
180 3 %
El indicado ritmo de agotamiento previsto es hay que
repetirlo, el provocado exclusivamente por el bombeo de 96 l1s
en el sondeo 1024. Al mismo podrían superponérsele cualquier -
otra afección y el propio vaciado natural del acuifero, lo que
habitualmente suele suceder durante los meses de Mayo a Julio,
al menos.
Sin embargo, hay que señalar que el indicado ritmo te�
rico de afección de un bombeo continuo en el sondeo 1024 respecto del caudal drenado por las zanjas 1007, podria verse inte-
rrumpido si en el curso del mismo se llegase a producir una desconexión hidráulica entre los subsístemas acniferos carbonatados
Jurásico (Quípar) y Aluvial (Argos), como consecuencia de la -
existencia de un umbral impermeable en el límite entre los mismos.
4.10.3. Ensayo de afección en el sondeo 1026.('lPefia-Rubia IIII)
Al igual que el 1024 el sondeo 1026 capta también el
acuifero carbonatado del Jurásico, y está situado a una distan-
cia media aproximada de 1.250 m respecto de las zanjas 1007.
El bombeo fue realizado a un cauaal constante de 47 l1s
desde las 10,44 horas del 20-7-87 hasta las 17,15 del dia 29
del mismo mes.
-44--
Su menor caudal de bombeo, junto con la duración del
ensayo hacen muy dificilmente evaluable la afeccion que con gran
seguridad debe provocar en el caudal drenado por las zanjas 1007,
evaluada en forma de disminución precisa del mismo. Sin embar-
go, sí se puede efectuar una cierta valoración relativa de dicha
afección, en relación con la que en las mismas zanjas 1007 pro-
voco el bombeo de ensayo en el sondeo 1024, comparando las de
presiones que ambos bombeos ocasionaron al cabo del mismo tiem-
po en captaciones del mismo sistema acuífero más o menos pr6xi
mas a las zanjas.
En el sondeo 1025, que capta también el acuífero carbo
natado del Jurásico y dista 1.500 y 600 m de los sondeos 1024 y
1026 respectivamente, se registraron las siguientes depresiones:
Bombeo en 1024 Bombeo en 1026
- Al cabo de 3.200
mn de bombeo ... 0,35 m 0,12 m
- Al cabo de 5.000
mn de bombeo ... 0,57 m 0,21 m
En el sondeo 1031, que corta al aluvial y capta el Ju-
rásico medio superior hasta el Trías (no existe Lías inferior
en dicha vertical) y que dista unos 2.200 y 1.300 m de los son
deos 1024 y 1026, respectivamente, se registraron las siguientes
depresiones:
LBombeo en 1024 Bombeo en 1026
Al cabo de 3.200
mn de bombeo ... 0,235 m 0,10 m
Al cabo de 5.000
mn de bombeo ... 0,35 m 0,13 m
Al cabo de 8.800
mn de bombeo 0,68 m 0,21 m
-45-
Por consiguiente, se puede estimar que, como orden de
magnitud, la afección que el bombeo de 47 l1s efectuado en el
sondeo 1026 provocó en las zanjas 1007 debi6 ser un tercio de
la que ocasionó el bombeo en el sondeo 1024.(*)
El acuífero aluvial de las inmediaciones de Cehegín,-
captado por numerosos pozos, sondeos, galerías, etc., y elacuí
fero carbonatado del Jurásico, captado por sondeos como el 1024,
1025 y el 1026, forman parte de un mismo sistema acuífero o -
unidad hidrogeol6gica definida por límites de influencia: cual
quier bombeo o inyección que tenga lugar dentro de tales lími
tes afecta a cualquier punto del sistema pero no a su exterior,
al igual que ninguna actuación efectuada en un acuífero exte~
rior al sistema tendrá influencia en el interior del mismo.
Las zanjas 1007 drenan un acuífero aluvial recargado
lateralmente (desde el subsistema I'Quípar") y por su límite -
"Gavilaaguas arriba en la vega del Argos (desde el subsistema
les"). El hecho de que se trate de una captación muy somera
hace que la evolución natural estacional de la superficie libre
de ese acuifero provoque una importante variación en el caudal
drenado por las zanjas.
Los pozos que más o menos próximos a las zanjas explo
tan por bombeo el mismo acuífero aluvial, al provocar un des-
censo de su superficie libre, afectan claramente al caudal dre
nado de forma natural (sin bombeo) por dichas zanjas y por ga-
L. lerías como la 1006. Dichas afecciones forman parte de un
"statu quo" aparentemente aceptado por los usuarios del acuífe
ro aluvial.
Los bombeos que se realizasen en los sondeos 1024 ("de
MarIn"), 1025 ( "Saltador" 1026 ( "Peña Rúbia" ) no harían sino
Recuerdese que 47 l1s es aproximadamente la mitad (51%) de 96 lls. Puesbien si se analiza el porcentaje entre depresiones y caudales, aquellas, -que al principio (3.200 mm) con 47 l1s son aproximadamente también la mitad(43%),pasados 5.000 mm son del 38% y a los 8.800 mm de sólo 32% (un tercio).Es decir con el aumento del caudal aumentan también desproporcionalmentelas depresiones y viceversa.
-46-
incidir en una situación preexistente de acuifero explotado por
distintos usuarios que, por tanto, se afectan recíprocamente, -
aunque parece claro que el mismo no se encuentra aun sobreexplo
tado.
En efecto, el hecho de que sigan existiendo emergencias
naturales (zanjas y galerías) del acuifero aluvial, que sólo -
son aprovechadas por sus usuarios en una parte del año, signifi
ca que la suma de dichas emergencias y la explotación que vienen
realizando los pozos que captan el mismo acuífero, resulta anual
mente inferior a los recursos renovables. Y es probable que un
aumento razonable de dicha explotación, a realizar desde sondeos
como los antes citados (1024, 1025 6 1026) no rebasase la cuan-
tía de dichos recursos.
El único problema que se derivaría de tal aumento es
que resultaría inevitablemente muy afectante para captaciones -
tan someras, y por tanto vulnerables,como las zanjas 1007 o la
galería 1006.
En definitiva, la situación del acuifero aluvial de Ce
hegín es comparable a la de un sistema que se descargase por un
manantial carente de regulación y aprovechado solamente duran~
te una parte del año, con sobrantes no utilizados por sus usua
rios durante el resto.
4.10.4. Análisis de las variaciones de niveles y caudales en
2iez6metros y manantiales antes, durante y después de
los bombeos de ensayo realizados en los sondeos "Ma-
rin" (2536-1024) y "Peña Rubia 11" (2536~1026).
Los dos sondeos en los que se han efectuado los bombeos
de ensayo han sido el 2536-1026, "Peña Rubia II" y el 2536-1024
fu
caravoca
tono 1044
a-ab N&ap.u. losa 1007M..
losi 1*45M.
CEHEGIN ......
loa5
El saiflador
1026
PeRCLrrubla II
Po
loa4
Po
31TUACION DE LO$ POZOS DE
IBOIMBEO Y PUNTOS DE CONTROL
C>-I> McLn<LnricLi
Po Pozo de bombeo
E*CALA 1:26.000
5007
Mwe~
Fig. n* a
-48-
"Marín". Durante el bombeo en el sondeo I'MarínIl, no se pudo medir en éste la depresión, pero-sí se hizo en el de "Peña Rubia
El primer bombeo realizado fue en el sondeo "MarínIl,-
el cual comenzó el 1 de mayo de 1987 dándose por terminada la
recuperacion el día 11 de mayo. Durante el bombeo se controla-
ron los piez6metros: 1044 y 1030 (nºs. 3 y 3 bis del -M.O.P.U.)
a 2.600 m según plano; 1031 y 1045, (nºs. 1 y 1 bis del M.O.P.U.)
a 2.350 m; 1032 (nº 2 del M.O.P.U.) a 2.188 m; 1025 ("El Salta-
dor") a 1.500 m y finalmente el 1026 PPeña Rubia II" a 1.525 m.
También se realizaron aforos en los manantiales 1006 ("Estación
del Campo") a una distancia de 2.775 m en el lGO1 (11Heredamiento-
de la Vega"), situado a 1.950 m del sondeo IlMarín".
El segundo bombeo se efectuó en el sondeo "Peña Rubia
IIII que comenzó el 20 de julio de 1987, dándose por finalizada
la recuperación el día 4 de agosto del mismo año. Los piezóme-
tros y manantiales controlados durante el bombeo y sus distan
cia aproximadas al sondeo aforado son: 1044,a 1.400 m; 1031 y1045, a 1.200 m; 1007, a 1.250 m; 1024, a 1.525 m y 3007 ("La Mo-
reral1), a 3.579 m.
Además de los controles y registros durante los bom
beos se han controlado una serie de niveles y caudales en cada
uno de los puntos de observación y bombeo durante un período -
que abarca desde el 10 de abril del 87 al 28-29 de septiembre
del mismo año; los registros en el sondeo "El Saltador" (1025)
se han realizado con un equipo automático formado por un limní-
grafo, desde el día 30 de mayo.
En la figura nº 8 se refleja la situación relativa de
todos los puntos observados.
49-
Las evoluciones piezométricas y de caudales, así como
la pluviometría caida en el período considerado, se ha plasma-do en una serie de gráficos, figuras 9 a 16-----
4.10.4.1. Bombeo- en- e l_s ondeo- 11 Marín 11 _(1024)
En este sondeo, cuyo caudal de bombeo constante fuéde 96 l/seg, no se pudo medir el descenso y sí la recuperaci6n.
El bombeo efectuado en el sondeo "Marín", incide so-
bre los piezómetros controlados de la siguiente manera:
Al sondeo ITeña Rubia II", lo afecta de una manera in
mediata, acentuándose el ángulo de la línea de descenso natural (fig. 9). La pendiente motivada por elbombeo se ve también interrumpida en sentido positivo
2como consecuencia de los 1,5 l/m caidos el día 3 de
mayo a los que responde inmediatamente el acuífero re
cuperándose. Al final de la recuperaci6n se observa
c6mo el nivel piezométrico vuelve a tomar otra vez su
pendiente natural; el descenso provocado por el bom-
beo ha sido de 1,48 m.
La Fte. del IlHeredamiento de la Vega" comienza a re
gistrar,un descenso notable de sus caudales, como con
secuencia del bombeo de "Marin", a los dos días y me-
dio de haber comenzado aquel y la recta de evoluci6n
de caudales no vuelve a tomar su pendiente natural.,�-
hasta 8 días después de haberse dado por finalizada
la recuperaci6n del bombeo; influye en esta recupera-
ci6n de caudales los 16 y 9 l/m 2 caidos los días 14 yÍ 16 de mayo,respectivamente,registrándose su influen
cia en los caudales de la fuente dos días después
(fig. 10).
SUBSISTEMA DE QUIPAR
SONDEO PEÑA RUBIA 11 (2536-1026)l*t BOMBEO EN 1024
BOMBEO DE ENSAYO EN EL SONDEO 'PEÑARRUBIA li-
RECUPERACION EN EL SONDEO DE BOMBEO BOMBEO DE ENSAWO EN EL SONDEO 'PEÑARRUBIA
DESCENSO EN EL SONDEO DE BOMIBEO
ge-
1 k. p
0 T 240 �ft t ft.ba.)
97-
2 4 ic), 102 10,1 4-.)
le' BOMBEO -DETALLE
b-Bomb*o-+-Recup.-H
2* BOMBEO EN 1026
. .............................go-
DL" mas 1 R a0 o 9 10 11 12LJO .1
2* BOMBEO DETALLE
119 v
CENEGIN 1-os Rosales"
10020
0143 mas w 0 *t 23 *4 m m er m w so 31 1 a a 4JULIO wr #~TO el 15
10
IDO-
ABRIL MAYO JUNIO JULIO AGOSTO SEPTIEMBRE
1.987Fig. n* 9
SUBSISTEMA DE QUIPAR
150 -MANANTIALES HEREDAMIENTO DE LA VEGA (2536-1007) Y DEL CAMPO (2W6-1006)
I*r BOMBEO EN 1024 lcr BOMBEO. DETALLE140 -
130 -
110120 -
\-A.A
110 -1--
bombea ea u Fe fteicr100
MAYO 1.947
\A 2* BOMBEO. DETALLE100
90
so-
so -0 L/sos.
70 -
do. . ......
JULIO 1.Iw AGOSTO 1.~
40 ,2536-1,006
2536-1007so -
301u A y 0
Bomb.+ Rer--1 Enracídn 119 V
2» BOMBEO EN 1026CEHEGIN "Los Rosalsis-
do - 20---
115
--
ABRIL MAYO JUNIO JULIO AGOSTO SEPTIEMBRE
1.987 Fig. n* 10
-52-
El. sondeo el "Saltador" tarda 10 días en responder al
efecto del bombeo. La pendiente de descenso es más
suave que en los demás piez6metros, no observándose
la influencia de los 1,5 l/m 2 del día 3 de mayo. El
descenso total del nivel por el bombeo es de 1,09 m y
no vuelve a aparecer la línea de evoluci6n de caudales
con pendiente natural hasta ocho días después de ha-
berse dado por terminada la recuperaci6n, y esto lo
hace ayudado por las lluvias de los días 14 y 16 de
mayo, cuya influencia se empieza a reflejar a los dos
días de haber caido (fig. 11).
En el piez6metro 1031 (n 1 del M.O.P.U.) el descenso
total del nivel es de 0,57 m; la línea de descenso co
mienza con una pendiente suave, debido a la lluvia del
3 de mayo y a los tres días de terminado la observa-
ci6n minuciosa de la recuperaci6n vuelve dicha. línea
a retornar su pendiente natural, no observándose ningu
na influencia de las lluvias caidas el 14 y 16 de ma
yo (fig. 12).
Los piez6metros 1030 y 1044, (nºs. 3 y 3 bis del M.O.
P.U.) se ven poco afectados por el bombeo (descienden
0,26 m), no observándose variaciones apreciables en -
la pendiente natural del---descenso piezométrico ni du
rante el bombeo ni durante la recuperaci6n; sí en cam
bio se observa la incidencia de la pluviometría delos
días 3, 14 y 16 de mayo (fig. 13).
4.10.4.2. Bombeo en el sondeo "Pe?ía Rubia 11" (1026)
En este sondeo el bombeo se hizo con un caudal cons-
tante de 47 l/seg.
pro^/marro£
14- SUBSISTEMA DE QUIPAR
SONDEO EL SALTADOR (2536-1025)
2* BOMBEO. DETALLElar BOMBEO EN 1034
15 - \-
\
lo
al �3 2,4 a,s 2,6 17 2iii as 3,0 al f, 2, Í 4
JULIO 1.1104117 AGOCTO
1cr BOMBEO. DETALLE2* 13OMBEO EN 1026
17 BOrribao -4-Recup
......... . ..... . ........ .......... . ...... . .............. . .. . ....... ._.
la Eeracitín llo v
JULIO 1.947 CEHEGIN "Los RO~Iea"
20
la
10
5
11
-
1 1 1- 9 0
ABRIL MAYO JUNIO JULIO AGOSTO SEPTIEMBRE 1
1.987 Fig. n* 11
SUBSISTEMA DE QUIPAR
SONDEOS N* 1 Y 1 BIS DEL M.O. P.U. (2536 -1031 Y 2534 -1045)
Bombean Peñi@** (25305 1017). CoMPO (2536 10241) Y (9 -1029 1 �--ldom anterior
ler SOMBEO EN 1024
Pro^/Merme
2' BOMBEO EN 1026
sombea R oe.--]
4
Bombeando $os
1029 y/o 1017
Bombeando los son~ 1029 y/o 1027
10031
C*Vacici`n liev
CEHEGIN 'Los Rosajec"
a li - -
lo
lo
--s
ABRIL MAYO JUNIO JULIO AGOGTO SEPTIEMORE
Fig. no 12
SUBSISTEMA DE QUIPAR
SONDEOS NO 3 Y 3 BIS DEL M.O.P.U. (2536 -1030 Y 25W - 1044)
Bombeando Campo a (1028)
(1029)
Egraciarn 119V
CEHEGIN "Los Rocales»
2wo
10
0
ABRIL MAYO JUNIO JULIO AGOSTO SEPTIEMBRE
1.987
Fig. n* 13
-56-
En la fig. n2 9, se representa la evolución piezométri
í ca, la lluvia caída (10-4-87 a 29-9-88) y los restos de transmi2 2
-sividad en el descenso (240 m /h) y en la recuparaci6n (360 m /h).
En ella se observa lo siguiente:
Posteriormente al bombeo efectuado en "Marín",y hasta
el día 2 de junio,los niveles piezométricos tienden a estabili-
zarse, presentando una pendiente natural media prácticamente ho
rizontal. En la primera hora de bombeo el descenso es de 1,26
metros, atenuandose posteriormente la pendiente de descenso, -
llegando a estar horizontal el día 26 de julio, por efecto de 4
l/m 2 de lluvia calidos; la recuperación del nivel píezométrico,
al parar el bombeo es muy rápida al principio (en cuatro horas
recupera 1,29 m).
El último tramo de la evolución piezométrica tiende a
la estabilización con una pendiente media natural en aparente
la incidencia de la -recuperación. No se observa, claramente,
lluvia de los días 28 y 29 de agosto.
La incidencia del bombeo efectuado en 'Teña Rubia II",
sobre los restantes piez6metros es la siguiente:
En el sondeo IIMarín,-se observa un descenso de nivel na
tural representado por una línea con una pendiente prác
ticamente uniforme hasta el día 26 de mayo; esta pen-
diente se ve interrumpida por el bombeo, originando un
descenso de 1,30 m. La recuperación, que es muy rápida
al principio, se amortigua hasta llegar a la pendiente
natural. Posteriormente al final de la recuperación,-
los niveles piez.ométricos siguen descendiendo con una
pendiente mediana má suave que la anterior, hasta que
se ve afectada por las lluvias del 14 y 15 de mayo (16
y 9 l/m 2 ) cuyos efectos se empiezan a notar 8 días des
-57-
pués y por un bombeo de 15 horas de duración en el propio pozo; a continuación se observa a finales de julio
y antes del bombeo de IlPeña Rubia II" una cierta ten-
dencia a la estabilización. Con este último bombeo,el'nivel piezométrico desciende 0,62 m, viéndose amorti-guado al final probablemente debido a la lluvia de 4
2 1llm caida el 25 de julio; as¡ mismo la recuperación -está acelerada por los 5 ¡/m 2 caídos el 30 de julio.Finalmente las lluvias caídas el 28 y 29 de agosto, 16
2y 12,5 l/m se reflejan en la primera medida tomada,a
los cuatro días de llover, aunque es posible que estetiempo de respuesta sea menor (fig.14).
Desde la primera medida de control hasta la última, el
descenso total fué de 2, 6 7 m
En la Fte. del Heredamiento de la Vega, el bombeo se-
gundo empieza a afectar a las 34 horas, en el análisis
de la fig. 10, este punto no aparece muy claro ya que no
hay modificación en la pendiente media natural; únicamente -
se observan dos 1-picCs'- en el-tramo correspondiente ala
recuperación y que podrían ser debidos a la lluvia caí
da los días 25 y 30 de julio; el descenso medio de cau
dal durante el bombeo fuá de -5,5 l/s,:el cual se encuen-
tra dentro de la media correspondiente al descenso na
tural de la fuente.
El sondeo "Saltador" se ve afectado a las 24 horas de
comenzar el bombeo registrándose un descenso total du
rante el bombeo de 0,55 m. Tanto en la pendiente de
descenso como en la de recuperación no se observa la
influencia de las lluvias de los días 25 y 30 de ju-
lio (fig. 11).
La transmisividad deducida en la recuperación del
bombeo de "Marínl- es de 310 m 2 /h.
proll. morros
54 SUBSISTEMA DE QUIPAR
SONDEO DEMARIN (2536-1024)
BOMBEO DE ENSAYO EN EL SONDEO "MARIN"
56 RECUPERACION EN EL SONDEO DE 13OMBEO 13OMBEO DE ENSAYO EN EL. SONDEO "MARIN-
DESCENSO EN EL 30NDEO »PEÑARRUBIA
Isr BOMBEO EN 1024
Rec-i T »lo
56
2* BOMBEO EN 1026
57Bombea 15 IPL �-Bombao -+-Recup—4
58
Estuc16n 119 V
CEHEGIN *Los R~~'
ABRIL MAYO JUNIO JULIO AGOSTO SEPTiEMBRE
1.987 Fig. n* 14
SUBSISTEMA DE QUIPAR
SONDEO N* 2 DEL M.O.P.U. (2536 -1032)
2
lw BOMBEO EN 1024
�-S<>Mb4--R@C4 DUrant* 41 b*mb40
sacan agua Penicas 1017) y 1029)
lb----------
4Bombeando Pañicas AL (1017)
Campo E (1028)
0 (1029)
Est,aci4n 119V
CEMEG4N "Los Rosales-
10
5
0
ABRIL MAYO JUNIO jULJO AGOSTO SEPTIEMBRE
1.987
Fig. n* 15
profl./Merros48- SUBSISTEMA DE QUIPAR
SONDEO DE iRYDA "LA MORENA" (2536 5077)
49-
501
51-
2* BOMBEO EN 1026
1-- Domboo-1-Recup�
Esi-ación J19V
52- CEHEGIN »Lo* RomI*s"
10
13
0
ABRIL MAYO JUNIO JULIO AGOSTO SEPTIEMBRE
1.987F19. n* 16
Los sondeos nº 1 del M.O.P.U. y 1.bis también del M.O.
P.U. se ven afectados por el bombeo, en 'Tefia Rubia IIII,
en 0,29 y 0,08 m respectivamente, con pendientes de -
descenso muy suaves; el descenso más acusado en el nº
1 es debido a que este soádeo capta los acuíferos del
Cuaternario y Jurásico, mientras que el 1 bis s6lo -
capta el del Cuaternario(fig. 12).
En ambos sondeos se observa una cierta influencia dela
lluvia caída los días 25 y 30 de julio.
El sondeo de "Marín1' se ve afectado por el bombeo a -
trece horas después de comenzar (fig. 14). Al final
del bombeo la depresi6n causada fué de 0,40 m; no se
nota, claramente la lluvia caída los días 25 y 30 de
julio.
4.10,4.3. Conclusiones sobre la evoluci6n piezométrica y la------------------ ~ ------------- ~ --------------de caudales.
En general,tanto en los piezómetros controlados como
en la Fuente de la Vega, se observa una evoluci6n muy similar.
La Fuente del Campo, no se ha considerado ya que recibe aportes
exteriores de aguas residuales de una manera discontínua, aguas
arriba de la secci6n de aforo, por lo que los datos obtenidos -
no son fiables.
En el resto de los puntos de control se observa una pri
mera pendiente suave que es interrumpida y.acentuada por el
primer bombeo; posteriormente a éste,la pendiente se suaviza -
llegando incluso a tener una cierta horizontalidad y ésta se
mantiene prácticamente en todos los piezámetros, hasta suceder-
el segundo bombeo, pero después de éste la tenden�c-ia general es ha
cia su estabilizaci6n.
-62-
La escasa lluvia que cayó durante los bombeos se ve re
flejada en todos los puntos de observación, casi inmediatamente
o con un desfase de 2 a 4 días.
4.10.5. Recomendaciones de explotación en base a los bombeos
de ensayo
Se podría autorizar, con carácter experimental para el
año agrícola 1988, la puesta en explotación del sondeo 1024 con
96 l1s de caudal de bombeo, con la condición de que durante la
temporada de riegos se restituyese a los usuarios de las zanjas
1007 y de la galería 1006 la merma o afección que tal explota-
ci6n ocasionarla en su caudal drenado en régimen no influencia
do, descontando las afecciones que provocarán los pozos 1017 y
1018.
La propuesta restitución podría ser realizada mediante
bombeos a efectuar en el sondeo 1025 y/o, dedicando a ella una
parte del propio bombeo, en el sondeo 1024.
En función de los resultados derivados del funciona-
miento propuesto durante el año agrícola 1988 (afecci6n y recu
peración del caudal drenado por las zanjas 1007 y por la gale
ría 1006, recuperación del nivel piezométrico en los sondeos de
bombeo, afecciones a otras emergencias naturales de la zona etc.),
se tomarían las pertinentes decisiones para años sucesivos.
Para el caso de que no se pusiesen en práctica.las pro
puestas que se acaban de exponer, es razonable prever que un -
caudal de bombeo en el sondeo 1024 no superior a unos 40 l/s,con
periodos ininterrumpidos de explotación no mayores de unos 3 me
ses y paradas mínimas de 2, no provocaría efectos excesivos en
DIAGRAMA DE ANALISIS DE AGUASel¿» PIPER (U.S. Geoiogicol Survoy
Si�i" N-*. inventario: Acuífero' R.S. (rnº/I)
INSTITUTO GEOLOGICOY MINERO DE ESPAÑA
x 26361-1007 Cuatemari* Argos y Peñarrubla ole
9 25" -1010 Cuaterm~ cha Argos esa
.2536-1017 450
253&j - 1024 Qufpur elp-"Estudio-QUIPAR 21536-1029 Cuaternarlo de# Argos 524
Sistema aculfero.. 2536 -1026 Quípa r 664
CARAVACA�
á0 '30
AA
0 x
.................................. .... ......................................... ......Fig. n?. 17
-64~
el caudal drenado por las z-anjas 1007 y por la galería 1006:,
Cualquier bombeo afiadidoen los sondeos 1025 y/o.1026 se super~
pondría a la afección provocada. Por lo que respecta el sondeo1026 (Peña Rubia II) el ensayo de afección realizado no fue con-cluyente como para deducir de el unas recomendaciones suficiente
mente apoyadas. Sin embargo, parece razonable preveer que un
bombeo contínuo en el. mismo- con, un caudal de unos 30, lls, una du
ración ininterrumpida no mayor de unos 3 meses y paradas mínimas
de 2, no debería provocar una afección inaceptable en las capta-
ciones del acuifero cuaternario del Argos. Convieneno obstante,
señalar, como circunstancia desfavorable la localización del son
deo 1026 justo enfrente del estrecho sector en que se produce la
conexión hidráulica entre los acuíferos Jurásico (Quípar) y Cua-
ternario (Argos); el sondeo 1024, por el contrario, tiene un em
plazamiento más marginal respecto de dicho sector.
4.11.HIDROQUIMICA
Para este estudio se han tomado muestras de agua de 7
puntos; sin embargo el número de análisis realizados ha sido de
lo, ya que en los sondeos de bombeo se tomaron; tresmuestras en el
1024 y dos en el 1026.. Las determinaciones hidroquímicas
de cada análisis se adjuntan en el Anexo III.
Por subsistemas los puntos en que se han realizado aná
lisis son los siguientes:
- Subsistema del río Argos .... 2536-1010, 1017, 1029 y 1006.
- Subsistema de la Sierra de Quípar .. 2536-1024 y 1026.
- Subsistemas interconectados del río Quípar-Srra. del Quipar-
2536-1007.
-65~
La representación gráfica en diagrama de Pipper (fig.n2 17), refleja que las facies químicas de estas aguas, en cuanto a sus componentes cati6nicos, son cálcico-magnésicas y encuanto a aniones, sulfatadas-bicarbonatadas-
Diferenciando los análisis que corresponden al subsistema cuaternario del río Argos de los de las formaciones cal¡~zas del subsistema Srra. de Quípar, se observa que los pun
tos que captan el primero tienen menores concentraciones en ca
tiones cálcico-magnésico que los que captan el segundo (2536-
-1006 y 1007).
ara riego, según U.S. Soil-La calidad de estas aguas p
Salinity Laboratory,son del tipo C 3 A-Sl# que representa un
peligro media a elevado de salinización del suelo y bajo de al
calinizaci6n, lo que en suelos de buen drenaje constituyen aguas
de buena calidad a aceptables para ri.ego.
eterminado ha sidoOtro de los parámetros que se ha d
la temperatura del agua.. Los datos obtenidos han sido los si-
guientes:
Sondeo de .1IMarín" (.1024) que cacta el.acuífero jurásico — 212C
Sondeo- de "Peña Rubia" (1026) querapta el acuífero jurásicn 202C
Manantial Heredami.ento de la Vega (1007) ......... 18,52C
Manantial-Ga1ería del Campo (1006) ............... 182C
Pozo n2 1029 que capta el acuffero cuaternario 182C
172CPozo nº 1017
Como puede observarse-, la temperatura del agua en los
sondeos que captan el acuífero jurásico de Quípar, presentan -
una mayor temperatura, que en los pozos del Cauternario, lo cual
es lógico, ya que, como se dijo con anterioridad el agua en este
sistema tiene que circular a ciertas profundidades, dado el ti-
po de estructura del sistema (sinclinal con núcleo en Paleoceno).
Por otro lado si se compara la temperatura del Heredamiento de
la Vega con la de los pozos del Cuaternario se aprecia que la -
de aquél es ligéramente superior a estos últimos, lo que eviden
cia que dicha surgencia es salida natural, además del Cuaterna-
rio del Argos, también del sistema acuifero jurásico de Quipar,
que le imprime una mayor temperatura.
-6 7~
5. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
En base a todo lo expuesto en este informe se sacan
las siguientes CONCLUSIONES:
lº) El subsistema de Quipar tiene una extensión de 75 Km 2y
viene definido por las sierras de Peña Rubia, Quípar, Cabras y
Estrecho de la Encarnación.
22) El acuífero principal está constituido por 250 m de dolo
mías y calizas del Lías, de gran transmisividad, y sobre ellas
otros 250 m de calizas. con- silex, nudolosas y calizas bréchicas
del Dogger y Malm, menos transmisivas que las del Lías, pero -
que forman todas ellas.un acuífero único. El Lías es captado
sólo por el sondeo "El Saltador" y los demásPMarín", "Peña Ru
bia", etc. ) captan el Dogger y Malm.
El impermeable de base lo forman las arcillas con yesos del
Trías y las margas cretácico-terciarias de la Unidad Intermedia;
las primeras, dado su carácter diapirico, constituyen además -
límites laterales del subsistema.
3º) La estructura es la de un gran sinclinal suave, pero con
flancos estrechos y bruscamente levantados, generalmente por
la acción diapírica del Keuper.
~68�
L
42) En cuanto a la piezometria, una vez realizadas las nivela-ciones necesarias se puede afirmar lo siguiente:
La cota de la superficie piezométrica del acuífero jurásico de Quípar está comprendida (*) entre 531,50 m.s.n.m., en el sondeo de "Peña, Rubia" y 534 m.s.n.m, en el sondeo de"Sierra deQuipar II", que distan entre ellos más de 5 Km, lo que pone demanifiesto la existencia de un gradiente muy pequeño, del or-den del siete por diez mil, que se dirige hacia el área de lazanja de La Vega, emergencia natural del subsistema, si bienésta sale en pleno aluvial del río Argos a una cota de 531,471m.s.n.m.
La piezometría del acuífero cuaternario aluvial del Argosestá comprendida, en la zona de emergencia de la Vega, entre -531,80 m.s.n.m. en el sondeo n2 2 del S.G.O.P. y 538,24 en elsondeo n2 3 bis del S.G.O.P. que distan entre sí unos 600 m.Como se ve las cotas son muy similares a las citadas para elacuífero jurásico del Quipár; sin embargo afinando la observa~ci6n se aprecia que:
El gradiente.es mucho mayor, del orden del uno por cien(100 veces más)en el acuifero del Argos.
Existen, aguas arriba de la emergencia de la Vega, cotassuperiores a las-del sistema de Quípar en esa zona.
Según esta última observaci6n referida, se—prodria llegar ala falsa conclusi6n de que -el acuífero aluvial del Argos alimenta alcarbonatado del Quípar; sin embargo lo que ocurre es todo lo -contrario, que el Quípar descarga en el cauce del río Argos deuna manera circunstancial, como consecuencia de que en el con-
tacto entre ambos existe una f alla, jalonada por Trías, que sirve
Ppr término medio.
de barrera impermeable y que obliga al agua del Quípar, que circula en sentido SW-NE, a detener su camino y ascender a travésde dicha fractura; la existencia de Trías viene corroborada porpequeños afloramientos en superficie y por los sondeos del S.G.O.P. De esta manera, las áreas de contacto directo entre losdos tipos de acuíferos son minimas; ello explicaría el hecho deque la piezometría del subsistema acuífero de Argos, aguas arriba del manantial de la Vega, sea más elevada que la del Quípar,a su misma altura y por otro lado, también, que sea inferior -aguas abajo, como consecuencia de un gradiente fuerte, en sentido de la corriente, propio y carácteristico de este tipo de acuiferos aluviales.
El manantial de la Vega, que se trata en realidad de unaobra de captaci6n en la actualidad (galería abierta) constituyela salida natural del subsistema acuífero de Quípar, por estarsituado en el punto topográficamente más bajo de la falla-lími~te ya aludida; pero también es salida natural del acuífero cuaternario del Argos, pues como se ha dicho, la galería ha "toca-do" la superficie piezométrica de este otro subsistema; por lotanto, parece 16gico que en esta zona las piezometrías de ambossubsistemas sean similares. Pero la surgencia de la Vega no esla -única salida natural del aculf ero del Argos existen otros ma-nantiales, como los del Campo o las Peñicas (cuyas cotas son superiores a la de la Vega) que lo mismo que en este último, la�superficie topográfica de una galería ha tocado la superficie
piezométrica del acuifero detrítico. Con estos manantiales enCuaternario hay que tener buen cuidado a la hora de cuantificarlas salidas naturales, pues la mayoria de ellos tienen representatividad gracias a la existencia de infiltraciones de otras situadas más aguas arriba.
52) La recarga del subsistema se efectúa principalmente a partir
de la infiltraci6n de la lluvia útil y ésta se ha evaluado en
-70-
32,7 hm /año. Cabe la posibilidad de unas entradas lateralessubterráneas muy pequeñas procedentes del subsistema Revolcadores-Serrata y en menor medida del Cuaternario del Argos. Quedaabsolutamente descartada la relación hidráulica del subsistemaQuípar con el de Sima, dada su gran diferencia entre cotas piezométricas y la disposición estructural.de sus respectivos acuíferos principales.
62) La descarga se efectúa mediante bombeos (1 hm 3 en 1987) ysalidas por manantiales; éstas últimas son dificiles de eva~luar, y-�. que, como se ha dicho, en el manantial de la Vega están representadas las salidas del Quipar y Argos y por otro lado hay que añadir la distracción descontrolada de pozos y son~deos en Cuaternario, aguas arriba de la fuente de la Vega.Pararesolver este problema ha contribuido decisivamente el controlque el IGME lleva en este acuífero, desde el año 1981, mediante las medidas piezométricas en el sondeo 2536-5007, y aforosen el manantial de la Vega y cálculo de la explot ación por bombeo. Del análisis de estos datos se interpreta que en el año1984, en el que los bombeos fueron intensos en ese verano, seprodujo una desconexión entre los dos subsistemas, de tal forma que el caudal que e.mergia en la fuente era sólo representa~tivo del subsistema del Argos. Teniendo en cuenta que la disminuci6n de caudal fué de aproximadamente el 50% (74 l1s en iulio, con bombeos,frente a 33 l1s en Mayo, sin bombeos), que setrataba de un año seco y considerando también el volumen ex-traido por bombeo, se llega a que la descarga del manantial,representativa exclusivamente del acuífero jurásico de Quipar,es de un mínimo de 1,2 hm 3 /año; este volumen junto con el debombeo, suman un total de salidas del orden de 2,2 hm 3 /año, -que se aproxima bastante al deducido para las entradas al sub
3sistema (2,7 hm /año).
79) Los recursos de Quipar están comprendidos entre 2,2_y Z,7
hm3/año.
89) Err consecuencia de todo lo dicho, el subsistema se-encuen
tra en equilibrio.
totales s.e. estima sean como minimo de 2:25 hm3-99) Las reservas. ycomo máximo de 650 a 1.100.hm-3 ; y ¡as. útile&, 100 m: por debajo
3de la superficie piezométrica actual, alrededor de 11 hm to-
mando un valor de porosidad eficaz de 1% y entre 33 y 55, con
una porosidad del 3 al 5%.
Ante est-a-a conclusiones 1 se dan las siguientes RECO--MENDACIONES":
a) Es razonable prever que un caudal de bombeo en el sondeo1024 (6 en el -1-026 ) no superior a los 40 lls, con períodosininterrumpidos de explotación no mayores de 3 metes.� y para~das minimas de 2 meses, no provoque efectos excesivos en elcaudal del Heredamiento de la Vega. Cualquier bombeo añadidoen los sondeos 1025 P'Saltador") 6 5007 PQuipar II"). se su-perpondria a la afección provocada, pues como se ha visto, elaumento de caudal aumenta también desproporcionalmente las de
presiones en los sondeos y las disminuciones del caudal enlasfuentes. Sin embargo hay que recordar que aunque se extraje-
sen grandes volúmenes de agua por los sondeos, a partir de unmomento el caudal de la fuente de la Vega se quedaría estabi-lizada aproximadamente en unos 30 lls, (es decir no se llega
Íria a secar nunca), independientemente de que el nivel piezo-
métrico de los sondeos fuese descendiendo.
b) Cabe la posibilidad también de explotar, con carácter experimental y sólo para el año 1988,un caudal de 100 l1s entre -
los cuatro sondeos señalados, con la condición de que durantela temporada de riegos se restituyese a los usuarios de las
-72-
zanjas y galerías, los caudales correspondientes a la merma por
afección, que tal explotación ocasionaría en su caudal drenado
en regimen no influenciado (estimado de acuerdo con lo dicho en
este informe) descontando las afecciones que provocan los pozos
1017 y 1018. En función de los resultados obtenidos (afección
y recuperación del caudal drenado por las zanjas y galerías, re
cuperaci6n del nivel piezométrico en los sondeos de bombeo, afec
ciones a otras emergencias naturales de la zona, etc.) se toma-
rían las pertinentes decisiones para años sucesivos.
c) Resulta recomendable llevar a cabo una investigación hidrogeol6gica e hidrodinámica completa del acuífero aluvial de Ca~ravaca-Cehegín ampliando, actualizando y precisando los resultados de las investigaciones realizadas hasta ahora en la zonapor el IGME con especial incidencia en los siguientes as-pectos:
Evaluación y control mensual de las explotaciones que
se realizan en el acuífero aluvial.
Evaluación de las entradas y salidas laterales subte-
rráneas del acuifero aluvial y de su recarga por in
filtración de lluvia útil y de excedentes de riego.
Control mensual de la evolución de- la superficie libre
del acuífero aluvial en una adecuada red de pozos y
sondeos.
Evaluación de los intercambios existentes entre aguas
superficiales (incluyendo las residuales) y subterrá-
neas.
Realización de bombeos de ensayo para determinación de
las características hidrodinámícas del acuífero aluvial.
d) Confección de un. modelo matemático de la circulación subte
rraneas en el acu-lfero aluvial y en su entorno de influencia -
más efectiva, sobre el que basar una regulación y gestión delos
recursos hídricos subterráneos locales y evaluar la incidencia
que cualquier actuación futura tendría en los aprovechamientos
existentes aguas abajo.
Estudio Hidrogeol6gico*de Caravaca-Cehegín de 1978 y Estu-
dio de Gestión Coordinadora de Recursos Hidricos Superficia
les y Subterráneos.en la Cuenca del Segura, de 1985.
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