Julio Caro Baroja
En aos inmediatamente pasados se habl y escribi bastante acerca de los quinquis>>. Se hicieron, en consecuencia, algunas conjeturas acerca de sus orgenes, como una casta distinguible de los gitanos. En realidad no se lleg a resultados claros en este orden ni en otros. Leyendo ahora al padre Pedro de Calatayud, anoto este pasaje que podra ser ilustrativo y que corresponde a algo observado en tiempos de Felipe V, antes de 1737:
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VILLANO 2 o, !Vo. . .
Agua piden que les den. VILLANO 3,0 ;
!Vo puede un hombre de bien ser moro 107
El pueblo enemigo es siempre una suma d h za la antropologa poltica dnde i d ed orrores. Pero dnde empie-Todava es difcil contestar ; est a ver ~ era ? visto que haba antroplogos fts'e pregunta. orque en nuestros das hemos esencial para comprender el dev~~~: i:~o~acan del concepto de raza algo (sobre todo norteamericanos) que d ~ d' hombres y antroplogos culturales ~~r~:d;1~~~ ~~ti~:: ~~ber cules e~:ne~s~~~~:i~i~:;sh;~~~:aasc~~ u~::~ ~~ (1940-45) y Gy .. th que e~~usteron tests tan opuestas Ruth Benedit 108 un er Y compama (1935).
7 Estimaciones antropolgicas
El ao 1946 (y ya octogenario) el d w . con Graebner, de la Escuela Histrico-~a l~e ltlhelm Schmtd~, famoso jefe, una obra muy densa en dos tomos U r~ ' en SU rama VIenesa, public Vorgeschichte und Geschichte des Abce~~a~d!:t~~ de Rassen und Volker in
Cosa de once aos antes haba ubl' d . . parecidos uo. Pero entre las dos fect tea ? ~tra de contemdo e intencin zo de su tratado ms moderno d d' as ocurr~ a gran catstrofe. Al comien-
. e tca espacto regular a hac h t d concepciOnes racistas, empleando califi . . . . . er IS ona e las era dar, primero, una idea de los funda cac~on~ tgm~ca.tivas: su propsito na/, y en el origen de ste no va ~en ~s e movtm_tento racista irracio-Lapouge lll. m s al de Gobmeau y Vacher de
Pero, en realidad si hay que b 1 . do de irracional (a diferencia del e~~c~ e or:genldde este movimiento califica-u .JO raciOna e las razas que propugna)
107 U, n pastoral albergue acto 1 (Ob d L nua~n, CCXXXIV, pg. 07a-b). ras e ope de Vega, XXIX, B. A. E., conti-
De sta el significativo libro Ra . S .. que es una revisin de obra aparect'da cde: cte_nce and Pohucs (Nueva York, 1950)
t09 L ez anos antes ' ucerna . El tomo primero Die R d b
ker 1 ~es Aben/andes. ' assen es A en/andes. El segundo, Die Vo/-Rasse und Volk, ihre allgemeine b d .
(Salzburgo-Leipzig 1935) e eutung, thre geltung im Deutschen Raum lll ' .
SCHMIOT: Rassen und V 6/ker J pgs. 1?-16. Una referencia a Amd~~ Thl~ gsh 4b? Co~prese ~on Rasse und Volk, Augustm, que, como es sabido, en sus Cons~ u .era stdo, m~s J.usta en relacin con des temps merovingiens prcdes de I p , ratlOns sur 1 Htstotre de France (Rcits do del asunto de las
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apoyos doctrin~les que, en cada poca, se les quieren dar. El argumento po-pular es pan:c1do, fundado en un asociacionismo o comparatismo de muy poca categona.
_Dice , por ej~m~lo, el padre Acosta que el vulgo de su poca apoyaba la tes1_s de que lo~ mdws de Amrica descendan de los judos porque con stos teman de ~omun sigue teniendo sus parf-danos. 1
12 1 H ' . l ISIOna natura y moral de las Indias, libro I , cap. XXIII Ob B A E
LXXIII, pg. 37a. ' ras ... , . ,
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QUINTA PARTE
LA DOBLE BANCARROTA
CAPTULO XXI
PROBABILIDADES , LAXITUDES Y CORRUPCIONES
l. Planteamiento
La elaboracin de dictmenes , la redaccin de tratados especiales sobre cuestiones de intereses y tratos , la composicin de manuales , en que se dan pautas para confesar al hombre de negocios , pecador, entre otros pecadores (al noble , al letrado, etc.) va forzosamente unida a grandes discusiones teol-gicas, acerca de temas mucho ms abstrusos, como lo son los de la naturaleza del libre albedro y las teoras de la gracia y la predestinacin , que hoy se conciben de modo distinto 1
En cualquier caso, ntimamente unido a estos temas anda el del modo de juzgar la conducta del hombre y la discusin sobre cmo ha de guirsele. El casuismo , como tal , aparece ya - segn va dicho- con grandes elaboraciones a fines de la Edad Media y desarrollo renacentista pujante. Pero en cien aos, desde la poca del cardenal Cayetano y Azpilcueta , a la de Caramuel o Esco-
1 Los ms importantes telogos modernos dentro del catolicismo parecen conside-rar la discusin entre los tomistas y molinistas, partiendo de una nueva filosofa de la trascendentalidad del espritu humano , con comprensin teolgica ms honda de la unin hiposttica. H ERB ERT VORGRIMLER: Vida y obra de Karl Rahner, traduccin espaola de Jess Aguirre (Madrid , 1965), pgs. 84-88 . Claro es que esto para el historiador no puede contar.
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