UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
COLEGIO DE CIENCIAS Y HUMANIDADES
PLANTEL (1) AZCAPOTZALCO
“Antígona y la Olla”
Alumno: Mota Cordero Juan Antonio
Profesora: Calzado Rodríguez Alma Isabel
Lunes 20 de Febrero del 2012
La representación teatral
Los textos teatrales son escritos para ser representados. Esta afirmación le
confiere al género teatral unas características que lo diferencian del resto de
géneros literarios, puesto que la representación teatral ha de incorporar elementos
que están fuera del ámbito de lo literario y que pretenden recrear el juego de
ficción-realidad que se da durante la representación.
En una representación teatral se juega con dos textos: el texto dramático, escrito
por el autor teatral, y el texto del espectáculo que es creado (quizá no escrito) por
el director de escena en colaboración con todos los componentes de una
representación: actores, escenógrafos, músicos, iluminadores…
Ante una puesta en escena el director deberá ir completando todos aquellos
aspectos que no aparecen en el texto dramático, pero que son importantes para el
efecto artístico que quiere generar ante el público. Elementos que se incorporan
en escena pueden ser: la música, los trajes, los objetos que aparecen en el
escenario, los muebles del decorado, el telón de fondo, los colores… En algunos
casos los autores de los textos dramáticos indican cómo han de ser estos
elementos, para ello utiliza las acotaciones, pero en la mayoría de casos el autor
da una indicación mínima o nula y es el autor de la puesta en escena quien tiene
que decidir este tipo de cosas. Esto es lo que nos lleva a considerar el espectáculo
una manifestación artística totalmente diferente de la escritura del texto dramático.
Este texto será una parte más (eso sí, muy importante) de la representación.
Estas reflexiones nos conducen a tener en cuenta los aspectos audiovisuales que
se desprenden de un texto teatral y, cuando asistimos a una representación,
hemos de ver cómo el autor de la puesta en escena ha manejado estos códigos
audiovisuales puesto que, con sus elecciones, puede incorporar significados que
son complementarios o completamente distintos a los que aparecen en el texto
dramático.
Por ejemplo, utilizar música clásica o música rock en una representación de un
texto dramático de Calderón de la Barca (siglo XVII) nos dará significados y nos
causará efectos totalmente diferentes.
Sófocles
(Colona, hoy parte de Atenas, actual Grecia, 495 a.C.-Atenas, 406 a.C.) Poeta
trágico griego. Hijo de un rico armero llamado Sofilo, a los dieciséis años fue
elegido director del coro de muchachos para celebrar la victoria de Salamina. En el
468 a.C. se dio a conocer como autor trágico al vencer a Esquilo en el concurso
teatral que se celebraba anualmente en Atenas durante las fiestas dionisíacas,
cuyo dominador en los años precedentes había sido Esquilo.
Comenzó así una carrera literaria sin parangón: Sófocles llegó a escribir hasta 123
tragedias para los festivales, en los que se adjudicó, se estima, 24 victorias, frente
a las 13 que había logrado Esquilo. Se convirtió en una figura importante en
Atenas, y su larga vida coincidió con el momento de máximo esplendor de la
ciudad.
Amigo de Herodoto y Pericles, no mostró demasiado interés por la política, pese a
lo cual fue elegido dos veces estratego y participó en la expedición ateniense
contra Samos (440), acontecimiento que recoge Plutarco en sus Vidas paralelas.
Su muerte coincidió con la guerra con Esparta que habría de significar el principio
del fin del dominio ateniense, y se dice que el ejército atacante concertó una
tregua para que se pudieran celebrar debidamente sus funerales.
De su enorme producción, sin embargo, se conservan en la actualidad, aparte de
algunos fragmentos, tan sólo siete tragedias completas: Antígona, Edipo Rey,
Áyax, Las Traquinias, Filoctetes, Edipo en Colona y Electra. A Sófocles se deben
la introducción de un tercer personaje en la escena, lo que daba mayor juego al
diálogo, y el hecho de dotar de complejidad psicológica al héroe de la obra.
En Antígona opone dos leyes: la de la ciudad y la de la sangre; Antígona quiere
dar sepultura a su hermano muerto, que se había levantado contra la ciudad, ante
la oposición del tirano Creonte, quien al negarle sepultura pretende dar ejemplo a
la ciudad. La tensión del enfrentamiento mantiene en todo momento la
complejidad y el equilibrio, y el destino trágico se abate sobre los dos, pues
también a ambos corresponde la «hybris», el orgullo excesivo.
El enfrentamiento entre la ley humana y la ley natural es central en la obra de
Sófocles, de la que probablemente sea cierto decir que representa la más
equilibrada formulación de los conflictos culturales de fondo a los que daba salida
la tragedia griega.
Platón
Filósofo griego (Atenas, 427 - 347 a. C.). Nacido en el seno de una familia
aristocrática, abandonó su vocación política por la Filosofía, atraído por Sócrates.
Siguió a éste durante veinte años y se enfrentó abiertamente a los sofistas
(Protágoras, Gorgias…). Tras la muerte de Sócrates (399 a. C.), se apartó
completamente de la política; no obstante, los temas políticos ocuparon siempre
un lugar central en su pensamiento, y llegó a concebir un modelo ideal de Estado.
Viajó por Oriente y el sur de Italia, donde entró en contacto con los discípulos de
Pitágoras; luego pasó algún tiempo prisionero de unos piratas, hasta que fue
rescatado y pudo regresar a Atenas.
Allí fundó una escuela de Filosofía en el 387, situada en las afueras de la ciudad,
junto al jardín dedicado al héroe Academo, de donde procede el nombre de
Academia. La Escuela, una especie de secta de sabios organizada con sus
reglamentos, residencia de estudiantes, biblioteca, aulas y seminarios
especializados, fue el precedente y modelo de las modernas instituciones
universitarias.
En ella se estudiaba y se investigaba sobre todo tipo de asuntos, dado que la
Filosofía englobaba la totalidad del saber, hasta que paulatinamente fueron
apareciendo -en la propia Academia- las disciplinas especializadas que darían
lugar a ramas diferenciadas del saber, como la Lógica, la Ética o la Física. Pervivió
más de novecientos años, hasta que Justiniano la mandó cerrar en el 529 d. C., y
en ella se educaron personajes de importancia tan fundamental como Aristóteles.
A diferencia de Sócrates, que no dejó obra escrita, los trabajos de Platón se han
conservado casi completos y se le considera por ello el fundador de la Filosofía
académica (a pesar de que su obra es fundamentalmente un desarrollo del
pensamiento socrático). La mayor parte están escritos en forma de Diálogos,
como los de La República, Las Leyes, El Banquete, Fedro o Fedón.
Sin embargo, las ideas de Platón siguieron influyendo -por sí o a través de su
discípulo Aristóteles- sobre toda la historia posterior del mundo occidental: su
concepción dualista del ser humano o la división de la sociedad en tres órdenes
funcionales serían ideas recurrentes del pensamiento europeo durante siglos. Al
final de la Antigüedad, el platonismo se enriqueció con la obra de Plotino y la
escuela neoplatónica (siglo iii d. C.).
Antígona
La Antígona es una obra dramática, en la que se plasman hechos de disposición,
de amor y respeto, la cual está fundamentada en el hecho de que después de
darse muerte entre los dos hermanos hijos de Edipo, el rey Creon ha decidido a
uno darle el digno entierro y al otro dejarlo a la intemperie a ser comido por los
animales carroñeros.
Bueno pues esta obra comienza cuando Ismene y Antígona ya saben que sus dos
hermanos han muerto, el uno a manos del otro, pero solo Antígona conoce la
orden de Creonte, Rey de Tebas, de dar sepultura con honores a Etéocles y de
entregar el cuerpo de Polinice para que sea presa fácil de las aves y de los
animales. Antígona, se resiste a cumplir la orden del monarca, porque las estima
muy injustas y crueles. Ella está decidida a morir, antes de dejar que las aves y los
animales ejecuten los deseos del Rey. Ismene pregunta a Antígona si tiene entre
manos algún proyecto que le permita cumplir con su propósito de dar sepultura a
sus hermanos, pero al saber que lo hará arriesgando su vida, entonces sólo atina
a decirle que siga en su propósito de morir con gloria, pero que es una aventura
insensata.
Creonte, el Rey, intenta justificar su orden de prohibir la sepultación de Polínice y
ante los hombres principales del reino, explica que su castigo se debía a la
conducta de intentar derrotar a Tebas, en una guerra que la consideraba muy
riesgosa para la continuidad del reino.
Cuando Creonte pregunta a antígona si conocía la prohibición de dar sepultura a
uno de sus hermanos y si era efectivo que dicha sepultación la había hecho, se
encontró con la sorpresa de que no sólo confirmó ser la autora del acto de
sepultación, sino que además conocía previamente la orden dada por el Rey y que
ella había violado. Antígona justificó su acto en cumplimiento de leyes eternas,
que viven de los dioses (ZEUS) y no de los mortales (Creonte), señalando que el
hijo de su madre (o sea, su hermano) no podía quedar sin sepultura y que, en
cuanto a ella, no importa que la crean una loca, porque quién así lo hiciera por lo
que ella hizo, también es un loco.
Y le dice al Rey que, por su condición de tal, la gente obedece sus órdenes por el
miedo a contrariar al Rey, pero que ellas no son justas y la voluntad del monarca
muchas veces se expresa contra la moral. Ya después, Antígona hace que el Rey
distinga entre el guerrero y el cuerpo del guerrero fallecido. El primero y en vida
puede ser objeto de distinciones entre honor y honores a causa de la guerra, pero
una vez muerto, a todos por igual se le deben al menos las honras, el respeto y un
lugar de descanso bajo tierra. Antígona ha elegido morir, antes de dejarse vencer
en sus convicciones morales.
Cuando Ismene le recuerda la Rey que matar a Antígona, es matar a la prometida
de su hijo Hemón, éste le responde “que no quiere para sus hijos mujeres
malvadas”.
Hemón, el hijo del Rey y prometido de Antígona, tampoco pudo convencer a su
padre que lo que estaba haciendo era contrario a todo acto de justicia y que,
muchas veces hay que oír a los jóvenes porque también pueden tener la razón, no
por ser jóvenes, sino por la causa en que se expresan. Después le recuerda a su
padre que el acto de Antígona es apoyado por todos los ciudadanos de Tebas,
porque lo consideran justo y éticamente irreprochable.
El Rey no hace caso de lo que dice su hijo y le señala que Antígona morirá, sin
antes recordarle a su hijo que es un “vil esclavo de una mujer”. Hemón le dice a su
padre que ella no debe morir en su presencia y que el Rey ya nunca lo podrá ver.
Antígona llora y canta en su partida a la muerte, pero cree que su sacrificio es algo
hermoso que la mantiene tranquila: “Polínice, por haber sepultado tus restos, he
aquí mi recompensa. No he hecho más que rendirte los honores que te debía. Es
verdad que si hubiese sido madre con hijos por quienes mirar, si mi esposo
hubiese estado consumiéndose por la muerte, nunca me hubiera impuesto tal
tarea en contra de las leyes de Tebas.
Pero después de la muerte de un esposo, me hubiera sido permitido tomar otro.
Puesto que tengo a mi padre y mi madre muertos, ya no me puede nacer otro
hermano. Por esa razón, hermano mío, te he honrado más que a nadie, aunque a
los ojos de Creonte haya cometido un crimen. La intervención de Tiresias, el
adivino, le trae una noticia que es fatal para todos ya que muere Antígona, Hemón
y su madre al no soportar lo que creonte estaba haciendo. Entonces el Rey
también llora y se le anuncia de que su mujer también había muerto y todo por su
culpa.
Creonte reconoce que ha obrado con tanta imprudencia, con tanto arrebato, y con
tanta maldad hacia sus semejantes que solo desea la muerte para terminar con
sus días. Y así es como termina esta tragedia que termino en desgracia para el
Rey Creonte. Y todo por no querer enterrar a un muerto.
Personajes:
Antigona: Protagonista
Ismene: Hermana de Antigona.
Creon: Rey, tío de las dos hermanas.
Hemon: Novio de Antigona e hijo de Creon.
Euridice: Esposa de Creon.
Tiresias: Adivino ciego.
Corifeo: coro de ancianos.
Vestuario:
El vestuario consistió en túnicas para todos los miembros de la obra, solo hubo
variaciones en Ismen, Hemon, Antigona y Creon, los cuales llevaban unos sancos,
y otra excepción fue el coro de ancianos, los cuales llevaban mascaras.
Escenografía:
La escenografía, era muy sencilla, constaba solo de un pedestal para el rey Creon
y de dos pilares tras del, y una alfombra para los actores que debían estar
descalzos.
Opinión:
Me parece que en lo que se refiere a la obra en sí es buena, pero al montaje le
falta por lo menos, una escenografía más elaborada.
La olla
El viejo Euclión vive angustiado por el temor de perder una olla de oro encontrada
en su casa. El rico Megadoro, su vecino, animado por su hermana Eunomia, le
pide a Euclión la mano de su hija. Todo se complica, pues nadie conoce, salvo la
vieja Estáfila, que la hija ha sido violada por el joven Licónides, sobrino de
Megadoro.
Toda la acción se anima con la aparición de cocineros contratados para la boda.
La desesperación del viejo no tendrá límite cuando Estróbilo le roba la olla. Nada
importa, pues el desenlace será feliz. Bueno pues resulta que Stráfila tembló de
pies a cabeza cuando oyó la palabra boda, por que sabía que la joven estaba
enamorada en realidad del joven Licónides que era hijo de Eunomia , la hermana
viuda del propio Megadoro , a quien ahora se trataba de casar.
Después Euclión se encontraba platicando con su amigo Megadoro pero se
acordó de que su olla estaba desprotegida y se fue a su casa para ver si aún
estaba en ella la ollita llena de monedas Y una vez cerciorado de que seguía en el
mismo lugar su gran tesoro regresó a la plaza junto a su amigo y continuo su
charla como antes. Euclión no se confiaba de ningún rico que se portara amable
con un pobre, pues algo le quería sacar.
Ya después de que Euclión se entero de que un viejo llamado Megadoro se iba a
casar con si hija, escondió la olla en un lugar seguro para que nadie la encontrara,
pero como Megadoro manda a unos sirvientes a que limpiaran la casa de Euclión
uno de ellos se la roba y la esconde en su casa para después enseñársela a
liconides para así obtener su libertad.
Mientras tanto Liconides ve pasar por su casa al viejo Euclión y le olla lamentarse,
Liconides cree que es porque se había enterado de que su hija estaba
comprometida con él y que no podía casarse con Megadoro, sin embargo Euclión
lloraba amargamente por la pérdida de su olla.
“Pero el joven estaba equivocado de medio a medio, pues solo le había visto
pasar desde la ventana de su casa, como loco interrogando a los trausentes, y no
oyó lo que decía. Euclión hablaba de su tesoro; pero Liconides creyó que se
lamentaba por haberse enterado de que su hija estaba comprometida con él y no
la podía casar con Megadoro.
Después el sirviente que había mandado Megadoro se encuentra con Euclión en
una pelea en la cual el le dice que tenia escondida su olla, Euclión se enoja y le
dice que se la devuelva, pero el sirviente se reniega pero al final se la da y Euclión
comprende que esa olla le había causado varios problemas y que solo lo
atormentaba el hecho de que se la robaran, así que se la regala a Liconides quien
estaba acompañado de su esposa y de su hijo que ya había nacido, Euclión se
queda triste al no tener su olla, pero recapacita las cosa y se vuelve feliz.
Personajes:
El Dios Lar: el que cuida el oro.
EUCLION: Viejo avaro.
MEGADORO: Viejo rico.
LICONIDES: Joven hijo de Eunomia pretendiente de Fedra.
EUNOMIA: Mujer madre de Liconides hermana de Megadoro.
FEDRA: Hija de Euclion, muchacha deshonrada.
STAFILA: Vieja criada.
Vestuario:
El vestuario constaba igual de túnicas, y todos descalzos, no hubo variante en el
caso de los sancos y tampoco hubo mascaras.
Escenografía:
La escenografía de la olla no es muy diferente a la de Antígona, se deja la misma
alfombra y tiene como fin el ser el exterior de la casa de Euclion, solo hay un pozo
y los pilares cambian de posición.
Opinión:
En mi opinión, creo que no dejaron a la obra intacta e incluyeron chistes, pero
nacionales y actitudes, vulgares del tiempo y lugar en donde habitamos, razón por
la cual aparte de lo simples que son las participaciones, eso de los regionalismos
hizo que cayera de mi gracia.