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    CAPTULO UNO

    o de nuevo.

    Ellos se toparon uno con el otro nuevamente.

    Takeyuki se sinti abochornado y molesto, y tambin un

    poco avergonzado. Con el fin de mantener escondido el efecto

    en su corazn mantuvo una expresin ms fastidiosa de la

    necesaria y lo vio alejarse abruptamente.

    Esa era la tercera.

    La primera vez que lo vio fue en la sala de espera de

    primera clase, mientras aguardaban la hora del vuelo.

    La segunda, mientras caminaban por el corredor para

    tomar el avin. El hombre caminaba con grandes y elegantes

    pasos detrs de Takeyuki, y cuando pas por su lado se gir

    para verlo por alguna razn.

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    En esa ocasin, Takeyuki pens que simplemente estaban

    abordando el mismo vuelo, pero despus de la tercera vez

    empez a sentir que haba algo desagradable implicado en

    eso.

    No culpara al hombre por ir al cuarto de bao detrs de la

    cabina, pero, por qu vea intencionalmente a la cara a

    Takeyuki?

    Qu, tengo algo pegado en la cara?

    Despus de que el hombre se fuera, Takeyuki pas su mano

    por su boca y mejillas, y claro, sus dedos no encontraron nada.

    Si Takeyuki no tena nada, qu era eso? Por qu el

    hombre se le quedaba viendo, no dos sino tres veces, sin razn

    aparente? Eso haca que Takeyuki se sintiera incmodo. Quera

    gritarle: Si hay algo que quieras decirme solo dilo. Takeyuki era

    algo temperamental, y saba que era egosta y testarudo, quizs

    porque era el hijo menor y haba sido mimado mientras creca.

    Tena malos hbitos y entraba en peleas fcilmente.

    El hombre se sent dos lugares adelante de Takeyuki.

    A decir verdad no poda afirmar que el hombre lo estuviera

    viendo, definitivamente estaba girado en direccin a Takeyuki,

    pero como usaba lentes oscuros no poda decir si su mirada

    estaba enfocada en l o no.

    El hombre era alto, de hombros anchos y bien

    proporcionados. Se vea como en la mitad de los veintes pero

    podra estar en los principios de los treinta aos, su piel estaba

    bronceada por el sol con una vigorizante calidad juvenil, pero

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    su cuerpo entero exudaba un aura de imponente elegancia.

    Eso haca ms difcil descartar la posibilidad de que estuviera en

    sus treintas.

    Una mirada fue suficiente para ver la rara calidad e

    impecable hechura del traje que usaba. Eso deca que haba

    ms en el hombre que lo vea.

    l estaba encantadoramente conservador en ese traje,

    pero su estilo de cabello era poco convencional. El negro

    cabello le llegaba a la mitad del pecho, de la nuca hacia

    abajo estaba pulcramente marcado en capas, el largo no se

    vea demasiado abrumador. El hombre lo amarraba con una

    tira negra en la base de su nuca

    Qu har para vivir? Takeyuki se preguntaba cada vez

    que vea la cara del hombre. Como no se quit los lentes ni

    siquiera dentro del rea de primera clase en donde estaba

    sentado en el avin, Takeyuki podra asegurar que era famoso,

    actor, msico o quizs atleta. Pero Takeyuki no poda conectar

    esa cara con ninguna gente de la que hubiera odo.

    Supongo que ese no es realmente mi asunto.

    Takeyuki era definitivamente irritable, pero no poda

    mantener la ira mucho tiempo. Ni tres minutos despus Takeyuki

    ya haba olvidado todo. Incluso cuando Takeyuki vio al hombre

    vindolo de nuevo en su camino al asiento, slo lo mir y

    distradamente pens: Ah va de nuevo. No regres a la

    incomodidad que haba sentido antes. Eso tambin podra

    deberse al hecho de que el hombre haba pasado de espaldas

    a l, as que Takeyuki no le vio la cara. Pero si el hombre se

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    hubiera girado deliberadamente para ver a Takeyuki cuando

    pasaba, una nueva ira hubiera burbujeado en su interior, y

    Takeyuki se hubiera quitado el cinturn de seguridad y hubiera

    atacado al hombre.

    Pero se qued en su asiento sin girarse hacia Takeyuki.

    Takeyuki vio a la azafata ofrecerle cortsmente una toalla

    para las manos, Takeyuki incluso oy cuando l se lo agradeca

    con una encantadora voz. Takeyuki se haba interesado en el

    rabe bsico, slo en caso de necesitarlo, as que entendi lo el

    hombre deca.

    Adems de Takeyuki y una pareja mayor haba un hombre

    cincuentn con apariencia de muy importante sentados en

    primera fila. Cinco en total.

    Cuando alcanzaron altitud y el letrero de abrchense los

    cinturones se apag, la cabina entr en calma, lejos de los

    gritos y murmullos de excitacin y anticipacin apropiados al

    comienzo de un viaje de seis horas. En su lugar ellos slo

    manifestaron la justa reaccin de malestar de la gente

    acostumbrada a viajar. Aparte de la suave conversacin de la

    pareja, todo estaba en silencio. No haba duda de que era un

    mundo muy diferente al de la clase econmica sentada detrs

    de ellos.

    Takeyuki bostez ligeramente y dej la revista que haba

    estado hojeando en el asiento vaco de al lado. Se asom por la

    ventanilla del avin y todo lo que vio fue un cielo sin lmites, azul

    y nubes que asemejaban a una alfombra de algodn.

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    Una vez que el avin pas una zona de persistente

    turbulencia el viaje a travs el cielo fue cmodo y suave.

    En ese momento Takeyuki iba en viaje al Medio Oriente, al

    reino de Cassina, que limitaba con el Mediterrneo, haba

    transbordado en msterdam y ahora se diriga a la ciudad

    capital de Ras.

    Iba a ver a su hermano mayor Atsushi y a su cuada.

    El hermano de Takeyuki era mucho mayor que l y haba

    sido enviado a Cassina por dos aos como diplomtico. En

    realidad era difcil afirmar que la situacin en el Medio Oriente

    fuera estable, pero, en medio de todo Cassina era un pas

    relativamente pacfico. El Rey del pas era pacifista y se haba

    declarado antiblico. Incluso estaba determinado a mantener

    una posicin neutral en el marco internacional.

    Cuando Takeyuki haba solicitado viajar a Cassina como

    regalo de graduacin de la universidad sus padres lo haban

    visto angustiado. Lo que finalmente logr que aceptaran fue el

    hecho de que el constante terrorismo en los pases vecinos no

    haba afectado al pas de Cassina. Su hermano mayor y su

    cuada vivan ah.

    A Takeyuki no le gustaba especialmente viajar, por eso no

    quiso ir a un lugar popular del Japn, lleno de turistas, en su

    lugar decidi ir a Cassina. Eso en parte tambin se deba a su

    testaruda personalidad y a que odiaba hacer lo que todos

    hacan. Exista todava ah trazos de la ancestral cultura de

    Cassina, pero Takeyuki no estaba interesado en ella. Lo nico

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    que le interesaba era ver con sus propios ojos el desierto que

    slo haba visto antes en fotografas y videos.

    Pero claro, tambin quera la experiencia de la ancestral

    cultura.

    Crea que sera bueno experimentar de primera mano

    valores completamente diferentes a los del Japn o los pases

    del occidente antes de comenzar a trabajar. Takeyuki iba a

    comenzar a trabajar el siguiente abril en la importante

    compaa de su padre. Saba que tendra innumerables

    oportunidades de ir a Europa y a Amrica despus de eso, pero

    no tendra oportunidades de ir al Medio Oriente a menos que

    algo grande sucediera. As que, con eso en mente, se decidi a

    visitarlo ahora, mientras era libre durante su largo mes de

    vacaciones.

    Takeyuki no lo aparentaba, pero estaba muy nervioso. Sola

    ser criticado porque su personalidad no combinaba con su

    apariencia, pero saba que estaba bien, tena delicados rasgos,

    eso no lo discuta, pues se pareca a su madre. Cuando entr en

    la escuela primaria a menudo era confundido con una

    pequea nia.

    S que algo interesante me va a ocurrir aqu.

    No iba a dejar su particular meta. Incluso si nada ocurra,

    Takeyuki no se iba a sentir decepcionado. Al principio haba

    considerado quedarse diez das, pero si era demasiado aburrido

    podra interrumpirlo y regresar a casa cuando quisiera.

    Mientras pensaba todo eso con su frente apoyada en la

    ventanilla, la azafata le ofreci una bebida o un bocadillo. Un

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    vistazo al men le mostr una gran variedad de bebidas

    alcohlicas, pero desafortunadamente Takeyuki no beba

    alcohol. Orden un cctel sin alcohol.

    Vio alrededor, todos los otros pasajeros haban abierto

    botellas de su marca favorita de vino. Incluso al hombre de

    lentes sentado dos asientos ms all la azafata le estaba

    sirviendo de su propia botella.

    Takeyuki saba que haba entre los pases islmicos naciones

    fundamentalistas que prohiban el alcohol y otras no. El Reino de

    Cassina, que era a donde se diriga, lo permita. Ellos producan

    su propio vino, y la gente poda beberlo en restaurantes y

    hoteles al igual que en todo el mundo. Pero aun as los devotos

    creyentes del Islam no beban en bares o en la calle como en

    los pases de occidente.

    Quizs l es de Cassina, pens Takeyuki.

    La hermosa piel del hombre estaba profundamente

    bronceada con un brillo como piel pulida, y su cabello era

    negro y caa en suaves ondas. Como segua con sus lentes de

    sol puestos, Takeyuki no pudo apreciar cmo eran sus ojos, pero

    tena esculpidas facciones alrededor de su prominente nariz.

    Takeyuki la encontr sexy de una manera masculina. Eso

    molest a Takeyuki debido a que l mismo era un hombre. Si un

    hombre como ese pasaba su brazo alrededor de la cintura de

    una chica y le murmuraba palabras al odo, eso mejorara el

    humor de la mujer y rpidamente se rendira.

    Takeyuki record la extraa agitacin y vergenza que

    senta cada vez que el hombre lo vea. Quizs era parecido a lo

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    que sentira una mujer. Ese pensamiento hizo que Takeyuki se

    ruborizara.

    Ridculo.

    En qu estoy pensando? se rega a s mismo y se tom

    su cctel de jugo de uva de un solo trago.

    Con cada distraccin motivada por el hombre al que

    Takeyuki nunca haba visto antes, su resentimiento hacia el

    extrao aumentaba ms. Podra no existir un motivo extra hacia

    Takeyuki y slo topaba con l por casualidad. Pero incluso si

    Takeyuki aceptaba esa intelectualizacin, no poda aceptar ese

    nivel en su estmago.

    Despus del aperitivo lleg, claro, el pescado y despus,

    claro, la carne, e igual que en un restaurant elegante con cada

    platillo los pasajeros elegan el vino, pero Takeyuki le haba

    avisado a la aeromoza desde el comienzo que no quera

    bebidas alcohlicas, y fue la nica persona que no tom

    alcohol, sino que bebi agua mineral durante su comida. La

    mayora del tiempo no se senta mal por no beber alcohol. Pero

    en ocasiones como esa senta que se estaba perdiendo de

    algo. Si tomaba podra relajarse y disfrutar el ambiente.

    Como todo el mundo pareca estar disfrutando su bebida

    despus de la comida orden un Grand Marnier(1) para probar.

    La aeromoza se lo recomend dicindole que era suave y

    poda acompaar su postre de chocolate, pero despus de un

    pequeo trago, Takeyuki sinti su cara caliente y dej el vaso a

    un lado.

    (1) Coac con sabor a naranja.

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    No te gusta el alcohol?

    Mientras tomaba caf para quitarse el sabor, Takeyuki oy

    la fuerte voz frente a l, y lo pesc con la guardia baja.

    El hombre de los lentes de sol estaba parado en el pasillo,

    apoyado en el respaldo del asiento frente a Takeyuki.

    Hablaba un perfecto ingls.

    Era alto, y Takeyuki levant la vista para verlo confundido

    por el tono que deba usar.

    Haba decidido que la siguiente vez que lo viera iba a ser

    rudo, pero ahora que el momento haba llegado, las cosas no

    iban segn lo planeado por Takeyuki, termin quedndose con

    la boca abierta ante el hermoso extrao.

    Visitas Cassina por tu cuenta? Sin prestar atencin a la

    falta de entusiasmo de Takeyuki el hombre pregunt con tono

    familiar.

    Estando de frente y tan cerca, Takeyuki vio el cuerpo del

    hombre rodeado por una intensa aura. Sobrecogedor. El cuerpo

    de Takeyuki se tens hasta el punto de que sinti que se iba a

    ahogar. Takeyuki estaba alerta, perplejo y lleno de un extrao

    asombro. El hombre sonrea como si pensara que era divertido.

    No te preocupes. No estoy tratando de hacer nada

    divertido Mientras deca eso, llev sus elegantes dedos a la

    cara y se quit los lentes que haba estado usando todo el

    tiempo.

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    Cuando Takeyuki vio los ojos del hombre se qued con la

    boca abierta.

    l era absorbido al interior de los azules ojos que parecan

    copiar el color del mediterrneo. Con esa premeditada y

    vibrante mirada puesta en l, Takeyuki no supo qu decir. Todo

    lo que poda hacer era clavar sus ojos en l, incapaz de alejar su

    mirada del hombre.

    Del todo intimidado por la presencia del hombre, quien

    calmadamente se sent a su lado, sus pecaminosas largas

    piernas cruzadas para cuando Takeyuki recobr el sentido.

    Uh, sabes que yo te vi... antes Takeyuki saba que no era

    su imaginacin y que el hombre lo haba estado viendo desde

    la sala de espera, su voz era ofensiva. Su expresin tambin

    revelaba que su malestar segua creciendo.

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    Pero el hombre no mostr seales de culpa. Por el contrario,

    vea a Takeyuki con una recriminadora expresin.

    Qu es lo que quieres decir?

    Has estado vindome constantemente, en realidad es

    descorts y extrao.

    Oh, lo siento. El hombre tens la frente apenas

    perceptiblemente, mostrando la vehemencia de su disculpa.

    Pens que era extrao ver a un nio como t solo en la sala de

    espera, as que te vigil. Si te molest, disclpame.

    Un nio como yo...? El temperamento de Takeyuki

    aflor de nuevo. Por la manera como el hombre le hablaba,

    pareca que Takeyuki era un adolescente. Claro, la gente sola

    pensar que era ms joven de lo que era. Y realmente Takeyuki

    era secretamente consciente de eso. A menudo lo confundan

    con un estudiante de preparatoria y eso siempre le molestaba.

    l recordaba que sus hermanos se vean ms grandes que su

    edad, por eso Takeyuki no tena idea de por qu l no.

    Acabo de golpear otro nervio? El hombre lo vio

    divertido de nuevo, pareca consciente de la temperamental

    personalidad de Takeyuki. Probablemente no mucha gente en

    el medio ambiente del hombre mostraba abiertamente sus

    emociones cuando trataba con l. Se vea renovado y

    profundamente interesado.

    No soy un nio como piensas seal Takeyuki cortante,

    girndose. Estaba molesto por el atrevimiento del hombre de

    sentarse a su lado y ms con l mismo por dejarlo, y encima su

    orgullo no poda contenerse ante el tono de burla de su voz.

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    Takeyuki se odiaba a s mismo por el momentneo desliz ante la

    increble presencia del hombre y se reprendi ms de lo que era

    necesario. Estaba usando su lenguaje corporal para decirle al

    hombre que regresara a su propio asiento.

    Estoy sorprendido de lo fcilmente que te enojas.

    T tienes que ver algo con eso.

    Parezco un hombre que puedas odiar?

    No pareces el tipo de persona que pueda agradarme

    Takeyuki no se oblig a contenerse, as que slo dijo lo que

    pens. Se gir a ver por la ventana, haba cerrado la cortina

    durante la comida. Takeyuki no pudo ver la expresin del

    hombre a sus palabras.

    Veo que ests demasiado molesto. Su respuesta poda

    ser seria o divertida. Su voz haca parecer como si

    solemnemente lo sintiera, pero Takeyuki no poda decidir si era

    real o falso, as que framente no dijo nada. Eso quera decir que

    estaba siendo del todo descorts, pero el hombre segua

    hablando, como si el tono de Takeyuki no le afectara.

    Cunto planeas quedarte en Cassina?

    No lo he decidido. De algn modo incapaz de

    ignorarlo, Takeyuki contest con un tono de voz rudo y grun.

    Despus de hablar se sinti extrao y se pregunt por qu le

    haba hablado al hombre. Poda encontrar innumerables

    excusas para alejarse del hombre, como que quera dormir o

    que quera ver la pelcula, pero por alguna razn Takeyuki

    vacil. La fuerza del porte del hombre haba golpeado a

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    Takeyuki y la atmsfera creada le haca difcil expresarse a

    voluntad. Eso era extremadamente raro, deba ser por la

    diferencia de edad o quizs porque instintivamente Takeyuki

    senta la diferencia de estatus entre ambos.

    Realmente viajas solo por tu cuenta?

    Mi hermano mayor vive ah, voy a visitarlo. Tienes algn

    problema con eso? Takeyuki no saba si le molestaba que al

    preguntar fuera tan persistente, o era por s mismo, pero su voz

    aument en rudeza y se gir hacia el hombre. Su mirada fue

    inmediatamente atrapada por los ojos azules que al parecer

    haban estado fijos en l todo el tiempo.

    El corazn de Takeyuki se aceler.

    Senta una opresin en el pecho, la mirada del hombre era

    impresionante, con un increble poder que entraba

    profundamente en el alma de Takeyuki.

    Claro que no. El hombre sacudi la cabeza lentamente

    y sonri dbilmente.

    Er Cerrando sus manos en un puo en su regazo

    Takeyuki luch ante la vergenza de la pregunta. Tienes la

    impresin de que soy mujer?

    No. El hombre inmediatamente lo neg con un tono

    calmado de voz.

    Takeyuki se ruboriz de la vergenza hasta el lbulo de las

    orejas y la parte de atrs de su cuello. No pregunt porque

    quisiera hacerlo, sino porque en el pasado haba sido acosado

    por un extranjero por semejante malentendido, as que quera

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    asegurarse. Pero el hombre lo haba negado tan

    calmadamente, que pareca que Takeyuki era el nico con el

    pervertido malentendido. Se sinti realmente incmodo.

    T-t eres de Cassina? Takeyuki con dificultad forz la

    salida de sus palabras. Senta una urgencia por cambiar de

    tema.

    S, lo soy un inequvoco orgullo llenaba la voz del

    hombre. Takeyuki poda sentir el ilimitado amor por su pas y lo

    importante que era para l. Eso le dio la impresin a Takeyuki de

    que no era un mal hombre despus de todo.

    Entonces las luces dentro de la cabina empezaron a

    disminuir, pronto las apagaran, las de cabina seguiran hasta

    que se sirvieran las bebidas.

    Bueno, supongo que debo regresar a mi asiento en este

    momento cuando no ests molesto conmigo. Comparado a

    la intensidad del hombre que estaba sentado, todo

    desapareca con la elegancia con la que se puso de pie.

    A pesar de lo rpidamente que Takeyuki le haba pedido

    que lo dejara, ahora que el hombre realmente se iba, Takeyuki

    perversamente quera detenerlo, eso era extrao. Quiz era

    fundamentalmente por llevar la contraria. Mientras el hombre

    estuvo ah, la conversacin nunca pareci agradarle ni

    mejorarle el humor, pareca improbable que pudiera disfrutarlo.

    Pero en ese momento senta difcil que el hombre se fuera,

    Takeyuki no poda entenderlo.

    Que tengas un buen viaje dijo el hombre cortsmente al

    final. Vea fijamente a Takeyuki con una ardiente expresin.

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    Takeyuki lo vea como si lo traspasara. Quiso contestar pero por

    alguna razn su garganta se haba cerrado y no pudo hablar.

    Probablemente no tena ms una mirada molesta en la

    cara.

    Cuando el avin aterrizara ellos probablemente olvidaran

    que haban hablado con el otro y regresado a ser un par de

    extraos. Eso sera perfectamente natural pero por alguna

    razn, Takeyuki senta remordimientos. l podra haberse limitado

    a alejarse como de cualquier persona extraa, excepto por su

    increble presencia.