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- 1LMVNDODEPORTIVO 2 ,n, ‘TM rAç;TN / AYER TARDE EL ESTADIO_SANTIAGO BERNBEUJ - Madrid, 1. (Crónica telefó nica.) Definitivamente a 1a. cuatro y media de la tarde, el colegiado Bar- bern, francés, dió la seíial para que las promesas italianas pusieran en iuego el balón, alineándose de la liguiente manera: con Anzolini; Ca- pra, Tagliavini, Guarnieri; Bolchi, Gasperi; Stacchini, Di Gicomo, Ro- oni, Corso y Petris, a los que se en- frentaban, como promesas del futu ro espafiol, Araquistain; Sastre, Bar- tolí, Jrulegui; Isidro, Rivilla; Ilerre r, Diempica, Peiró, Del Sol, Camps. El terreno de juego, por las aguas cads mansa y persistentemente, du unte las últimas horas, se encontra ba, aunque no lloviera al comenzar Ii partida, era condiciones aparente- mente buenas, aunque con el uso y abuso que hicieron en sus correrías, los veintidós actores del encuentro, a los que ayudó lo 8UO el árbitro , francés, para el segundo tiempo, ya estaba en muy deficientes condicio oes el césped, que clareaba en un barrillo resbaladizo e incómodo, pa- rs el desarrollo de un juego de au téeticas promesas. Si a eso se añade que ya en la se- gunda mitad, volvió a oscurecerse el hrmamento y acabó por caer el agua de nuevo, se comprenderá, la gris ulsteza —jsin golcs!- en que ter- rnnó un encuentro, presenciado por un. cantidad de público que no so- brepasaría, en el mejor de los casos, de los cuarenta mil espectadores. UNA COSA ES PROMETER.,, Esa cuarentena de millares. pron to puso en cuarentena, también, que los dos equipos que se ofrecían a su curiosidad, con el sugerente cartel de «promesas» colgado de la cami jets, respondieran a esa ilusión ofre cida, a ese aliciente único que el partido podía tener, si trascendía del anuncio a ja realidad. Ciertamente que era loable la idea y de ahí la desilusión fuera mayor, también, de lo que se pudiera pre ver de antemano. Era muy bello el rslogan» de que rsos jugadores podrían en su futuro próximo, tal en los Campeonatos del Mundo, de Santiago de Chile, llevar sobre sus, para entonces, ro’ bustecidas espaldas, la responsabili d4d de representar a sus países de origen. Y... eso de los países de origen tiene su meollo, digno de po- nerlo al descubierto, cuando más abajo juzguemos a los italianos, que Ion, precisamente, los que han pues- to mayor empeño en destacar esa esperanza depositada en sus «raga :i». De allá, se aseguraba, que en los últimos compromisos campeoni. les, los muchachos que iban a cona tjruir . e! equipo de las «promesas», se habían comportado espléndida- mente, y que su afán de lucha, su calidad en alza, era digno de estudio 1 aun de encomio. _..Y OTRA COSA ES DAR TRIGO La realidad, sin embargo, después ¿e unos compases en los que lució el uego de los españoles, sólidos en us líneas traseras con una línea une- dia que empujaba bastante, y con una delantera que arrancaba desde atrás con el andaluz Del Sol, y se apoyaba en la serenidad de Peiró, el veterano del conjunto, y en la epidez de los dos extremos, Camps y sobre todo Herrera, al que se dió juego en mayor abundancia, fué que pronto se diluyó en la tristeza de la tarde, apagados los débiles rayos de sol, al descender en su juego el madrileño del Atlético, al enrare terse el, ya, escaso juego aprovecha- hle que llegaba hasta la banda d Cantps, y al ponerse de manifiesto qu la línea media española dejaba basnte desamparada a la delantera y ofrecía aigún resquicio a la pe e)tración de los fordsteros, en sus c(, rsatiques cada vez más abun Si0 embargo, y en todo momento, jugadores, a lo largo del partido, 1 dieron la sensación plena de estar por encima del bien y del mal, acre- tljtsndo una clase probada y una su- toridid descollantes, sobresalientes 1 dos jugadores frieron, cierta- fleflte, Rartolí, en e1 eje de la de- hnsa. con ese aplomo, ditrera y Sa- her estar, que es Característico en el erttr5l catalán; y Herrera, en la de- rechs de la delantera centrando, pro- fundizindo o rematando a la porte- tía le An:oini, con una Constancia y esidad, dignas de mejor suerte. Y en la segunda mitad, en Otro perodo inicial de desmelenamiento ele lc nuestrOs, fué el mismo Jierre r1 (101ro durante el primero y ci ter- ter minuto fintó al mcta italiano, p r acabar pasándole el balón, n un ntu’o dificilísimo, por delante y a «casos Centímetros de la lín’a (le íl. cpjt- no llegó a convertirse en ew tnimo gol, de milagro, y a conttni1ción, lanzar un remate que dió -n el travesafio, hotó sobre la lln”a y no fijé gol porque el tirhttrn dcl encijentru era el sefior Barberán y no aquel inefable colegiado que viéranru en uno de nuestros (erre CM lIC j’go barceloneses hace esca So $fl1,4flaS, EL VTVERO DB SAN SEBASTIAN Momento es ya de que preten d rn,s analizar el por qué c1e la dscubesión de que hicieron gala —O, por mejor decir, desgarrón— lo jóvenes jugadores de la camiseta roja y el calzón azul. Veamos, por ,ejemplo, lo que Ocurría Cfl la delan tera, en la que se presentaban dos madrileños de diferente equipo, un asturiano, un catalán, y más echado hacia atrás, en funciones de medio, un andaluz. Simplemente, que esa diversidad de orígenes, no podía dar el fruto de un todo armónico, im posible de alcanzar, de todas mane ro, si paramos mientes en que esos jugadores no llegan de unos equipos dr la segunda o tercera división es- rñas, Sino CI1Cson lat pc-quePas concesiones a la cantera de unos clubs de la primerísima división vta- cional, nutrida por hombres hechos y derechos, a los que se añade, en pequeñas dosis, esos productos so- bresalientes entre los precipitada- mente formados en el seno del club o importados de otras regiones más alejadas. Y así, es imposible hacer con las promesas lo que se viene intentando cori vario éxito. tirando a bueno, entre los «A», siempre los misirlus, y procedentes de un par de equipos base de las dos grandes capitales del fútbol español. Por ello, no puede sorprender a nadie, que a los citados Bartolí, Herrera, y en los comienzos del err cuentro, Del Sol, deba aóaclirse a los tres jugadores que representaron a la cantera vasca, famosa entre las mejores. Q eje ya es hora de seóaar que en el minuto 44 del primer tiempo, Irulegui cayó malamente y debió ser sustituíclo por Pachíir, el vtsco-na varro, que siguó protegiendo a Ara quistain n compaFría de Bartolí. con la misma eficiencia y seguridad cora que lo hicicta ci donostiarra de la Real Sociedad. Y no puede sorprender a nadie, porque esos equipos tien”n por norma, precisa- fluente, el Íormrr sic conjuntos con promesas auténticaS, siempre reno- vadas, de las que no se prescinde hasta que se las llc’,’an, taliuditas, esos clubs cure no tienen paciencia ---—porque oc, UC(i ‘n tenerla, dicho sea de paso educar y fui- mar técnica y físic:r rientc a unos íut bolistas en embrión. Q ue si por el Mar Cantábrico abundan lc, viveros de todas clases, no es el mi’nts acreditado el de sus jugadores que alcanzan en estos úl tintos aflu los premios anuales qcic se roneedr’r, s OS Conjuntos más ji5- yenes del psis. LOS «ORIUNDT» Quienes han clamado aparatosa- rocOte, quienes han rasgado sus ves- ticitiras, para sctbrr recosirndolan deprisa y corriendo, con parches trarr;sttinficos, han sido los italia- nos, que después d” sus «oriundi», han debido echar mano de clio qui porque valga rrrs un torcido que un roto. Porque si rs ntalo tener que recre- rrir a los sudamericaric, en aras de un espectáculo que ohtiga cada día a mes y más, a los clubs de postín, y d- ello se peeccien resentir los vi- veros, fatlos por Otra parte de la necesaria producción, ¿no será peor querer forzar esa producción inste- ficicnte a todas luces, y presentarla como buena, creando la experiencia nos ensefia que no tenemos hartan- re con ella, para saciar el más nao’ deto cli- los apetitos? l)ivertidos catán os seleccionado’ res italie o na si b o rl con fiar en el pa l’l (lee alcaeiee ‘ii los pr órinros (arri peorrat res ‘kl illfl(lO, una es- (. e erel ra «a e e ret a , leasaele en ros ale- vines ele vr,ero. en esas c’scrr,ulidas (llll s, que’ orines podrán llegar a arir’stus çerno»e, c-drrc-”s de as- rut ese hambre írerbo1í’tica de l)i e CC 5, t C OICOS y (11 rigen tcs_ Y ai Se’ dr-he hacer tina excepción acletlrrese al nieta italiano Anzolini, pleno de sciettos, decisión, agilidad y reflejos, y en el qe»- pueden depo sitar las mísimas esperanzas para ese futuro eitc eauto trccepe a los que 1 rieron t nt i’°’s (101 TI) rindo, por dos vecr onsc-cietiv:es, y que ahora llevan 20 cPus sin conocer ss inicIes del triunfo, y con reguatillo arii,rrgo cii al boca de los que goza’ ron de lo Clic-lot Y ahora se ven tan alejados de poderlo gustar de nuevo. I’o rq cje A o Ci)) eci i, a 1 qn e protegía una línea dcíensiva Ile-ns de 1rc-ocii- pccorees a roededi i’je transcur ría e! i’Cueili ir), ¡cr estrechar la tenaza (lije. Orle lencera a los atacantes espa— Pules, a los que se anleeliba enante’ leer ,t cero, ya tute ello supon ja ci leonor (le len erlepate, salvó jet dis’ paro de Pciió ere el primer tieIiiçro; en remate de cabeza del mesuro jo- gador, iii ls ayuda dr’ ( slcra; vió corito se esfumaba otro peligro gira su mcta, en esa misma mitad, y fi- nalmente, ya en la reanudación del juego, tras los diez minutos conce didos por el minucioso señor Bar’ herén, sal’ró, también con la ayuda del mismo defensa, otro disparo de Del Sol. Y con a complacencia de la Fortuna, aIjada siempre de los porteros que se hacen acreedores a la SUerte, con sus intervenciones de mérito, el centro afectado de Campa que estuvo a punto de colarse en la red, y no llegó a hacerlo al dar el cuero en la escuadza misma del lado opuesto a donde intentaba, va- namente, detener la pelota el citado guardameta. ¿TUVO CHAMARTIN SU LECCION? , De todas partes pueden sacarse enaefíanzas, y tal vez la de Chamar- tín estribe, para los que quieran oir- la y no cerrarse en sorderas apasio lIadas, CO seguir dejando las cosas COritO estaban, sin ser más papistas que ci Papa, ni pretender milagros, tomando también como ejemplo a la Santa Madre Iglesia, tan prudente y comedida, tan universal y ecumé’ nica. ray esas carencias dl neomento, ¿có mo se podra elancar contra los fo- eaaii’roS que llegan con esas condi clones Y lecciones tan ben aprendi des a cereza del ir,cb,etcc circe cumple- i a los liiies (le la ititiO ,ilr a? EL JUEGO MENUDO Y ahora, para terminar, cifléndo nos de riiievi) it la letra pequeéa del encuentro de Cleaniartín, vaya la cierta afitiriación de que los atacan- ira espailoles conieticron un error grave, en conjunto, quizá no acha cable a ellos solos. El hecho de que se emperraran en lo que los france- sea ll,iinan el «p’tit jccc», el juego niencirio, y lic-vedo en eata ocasión por ci centro, eri len anhelo de lIc- gar a saltitos por entre la densidad de zagreeroci italianos, criando tal r’cz h cebirtaez real eltarlci mí.s le a creic’rc IIe. gar co lirias aaocaclas por lo lhro término, por nuestro dominio a lo Jargo del encuentro, que ht sido aún más intenso en Ja se- gurida mitad; después o mmc diatamente, porque se ha tira- do, y mucho, a puerta, aunque justo es reconocerlo. la excelen’ te actuación del nieta italiano que ha equilibrado esta superio ridad nuestra. No puedo incu rrir en el fallo de decir que nO hemos ganado por mala suerte, sino insistir, sencillamente, en que hemos merecido gaitas. —El juego de la selección es- paf5oa... No nos deja seguir hablando. —si, de acuerdo, no ha sido, quizás, lo brillante que se s peraba. Sin embargo, ha siclo efectivo, .y prueba de ello rerpi Lo que tras el descanso el cqui PO Italiano ito ita existido como remate. O te encuentras con un poi.tet.o que lo rata todo. O cott u e II d e lO e e sri tucti i’ga d a q ue teo te rio 111 lugar. ‘I’)))le) III)) 1)11 or’u— iilo 110v 11) ClceTcrecrírl ‘• si te he 1 1 e ) r) ti):eS l°° )l) 10 ir:cel 11 lItio el tcct(t)e) 110( lr jeoIerÍ.1s (‘Ir) Dii co-tocho leerla pr) 1) el Jiteo0. F;ri fiel, »(‘ leo (lilpatOdo y creo. iri nreratno’ri tít, (pie se liti mci-col— do ago inris. lbertoli, líe figura tiel equipo, eii iii muy tiItIsf(’CIU) <le SU actuti (lito y de- croo oeti 1)ijíiCIOS. Cotito Per o y ías’tiC’, (lic C’tlCC re toii lUCIO. considera que es’ II» 1110- relucir) t v)OlOl’ia y c1ie Io ita— hunos no lirere nlere’(cclo, en cairo hin, el i (‘sai tacto que ICí) ro ellos er(ilIC)lte rl E’tt)t)i)tO CCI Iciteceo rifo’— no l’t’ro telilileIr), iO)eCt11)1, 0050» del fútbol. 1 ,ltt’e re jarros, cuando a han- (lortOnlos el eiiltolro. ilgrin(is clii— (iCilIl))i0 (‘51)0 11)r,i;)ila- IICj.i do uutegtilfoic. El iiutorrai’ que llera Roma, 1. u—a según los comen- tarios de la prensa ltaiiana en torno al partido de fútbol entre ui5 selecciones de Italia y Espa. ña, jugado ayer, sábado, hay una- nimidad en la opinión de que Di Siefano fué el mejor de los vein tidós. También encomian al guar danmeta italiano Buffon, que sal- a Italia de una segura derro ta con tres magníficas paradas cuando los goles habían sido cantados. Los criticos alaban la actu& cdón del equipo espat’iol y seña- lan que sus jugadores frieron muy superiores a los ta1ianos. No oba lauto, ionen ile relieve que el equipo de Espaúa esta niuy lejos de ser en nada parecido a la selecc-rón que tuvo hace veinti cinco años. El diario «Corriere delio Sport» bajo el titulo de «El incornpara ble Di Stefano», dice que «nos encontramos mtiv satisfechos del resultado del etacuentro después de que nt)estro e’iUpo) babia raer- dido por lo nienos ti (1t)CO de sus mejore! jugadre por lesionee o por enfermedad. Por otra part*, España alineó a sus mejores ju gadores, sobre todo a Di Stefa no y Santamaría. Contra tal equipo, un empate es más que sa tisfactorio. Dl Stefano fué el me- jor de loa veintidós», «Gazzetta dello Sport», de Mi- lán, señala que era difícil rece- nocer en el equipo de España que jugó el sábado al clásico equipo español con su turia y su ciásico juego que siempre le caracterizó. <cESto quizá se deba a que ere el equipo español juega Di Stefa no, Santamaría y Kubala, que han introducido un nuevo siste ItIa. Estamos contormes cori el r-e sultado». - o l1 ‘‘it’ ‘‘Iito- ri ‘- note rl lI), 1 Z’ribri. :‘‘c.• 0’ ti (0)1)11 L.- -1’ ‘- —1 1:, T)(0 00) 1 1111)1)1 0 , liii) 10° el 115- 1)111 (0’l etilo o-’—1)» fiPi it- j tido y III l te ir’ :1 laloler,)rio (‘l•] e tltOtÍl( 1 1 O rl 1 )‘C 1 1 1 ro 1 1 uI).. 1r Isue:’ ro rj)-: ).d’ti ‘1 « fl fllIiC (l(’ e I1a,01I5 I( 1(0’ iI)í’)t Ç.i )I.’ 10.1 1 lil1’ CCI- (-tic Ci C r’ ) d e J)1(1C1 ‘0- e s 11 al la-Ea- pafia. A í-u lOdo iiqtiie i-(jç, (-‘ 1: 1 ita) refun 1ubr) a 1-01 5 ‘0: e mala tarele la illía (e hoy, es que tCc( lic eludo tiI)L(, Oit !cc. 1r1 taitt(’ 1 1 0t1(Ii1i 11(3 01(1’ lii ‘t) 10.1 el í)CC))ti: elle ardido con idO 1) 101 lxtrt (1’, al cirio lIc IrS e’ottte»C ‘IP’’ :0 Cl’l ta i)iccaticioil pi’ra e-O 1ro-oyere CliC. AhotU, mañana Por o 11111- fiana a • iofla. VI1YII papeleta a que nos epeta alije. Ha llegado I “Schal ke 04”a Madrkl Barajas. 1. —— ile llegado el c-q’ri po de. fú’hol Scl’ake (i4, qe miércoles jugará con ei Arútico de Madrid en trartido de cuartos de final de la Copa de Europa de Fit’ boL asistido a una cena. ofrec1da po la Federación Xtal:nrrz de Futbol, La «TV», que tch’v’”) ci partido, Calcuta que :ioci pi-et-eri”rado 110) más de quince rntilonc-s de tele- espectadores, y trembien televisó la cena. Algunas escenas de le, cena apareclerofl durante un po- puiar programa. Lii Etetanu apa- reció COillo un jaiprovosado c-ilfl lauto. 1.0’- jugadores de amilos equipos anote icroiti oir €1 progra ma cantando la OSnOjón «Do- entripo es s:e:upre doneingo» Jlruflo ZIral lrr eenrbro de la Fedorae:úa ltalirr nr) , dfrigiendoae a los CICIS eCi.p(Y— , cl o: «El r 1’- »uitado ha »tdo ISl0. ciada la re- )_i Sttifl( ) ) Cl e an ll)C u onjeiritos (i, Despud0s P1ttt0C() Cioa loledalis de plata al l:re5(ieJte rIf; 1) ESflhi!lO la, señor De Lafuente. qtdcn en- 1 rorro a su -ce a Z)CíIit iifl» pm toe-a tic’ gran alor y otros pre— i-erites. - - Alt:. I: rnri’I r - sa,iie,,,uua’ -»;sjjj4J 1 1 ji 11 : : !•:; : . » 1 ;4 / 4 .. , :. •‘: / ‘. . , , •1 . Sin ningún gol, y con muy pocojuego, empataron las “promesas” Italianas y espafiolas ::Los donostiarras y Bartolí Y Herrera, entrelos pocos que destacaron sobre el restodel conglomerado ::Elportero italiano Anzolini, única realidad de los visitantes (De nuestro enviado especia! L Li 1S L A EN Z) cos, fiados en la velocidad de dos reducida, que no se podía salvar extremos capaces de llevar el peligro con desplazamientos de tiragomas, a al mcta italiana, excesivamente sino con parabolas de artillería de congestionada en una zona frontal largo alcance. &pinionea deapuéa deC parttda Madrid, 1. fCrónica telfónie’a d nuestro corresponsal NIVAR.. DO PINA). A escasos minutos deb final del isarticlo abandonamos nues [ea maliciad para inquirIr opi flO’ OS. Encontramos en les pa- s1uoc ya de coge-eso ele los ves- tUatOS, a Irulegui, que abatido- ni ‘i tei’reno de juego nainutos al)t€5 ilel descanso. [‘reguntamOa el tic .tivo: TI fuerte codazo del extre mo italiano en el costado reos dice ——, 010 liii obligado a reti retrille; la verdad es que no me eIoontrtsba do todas formas bien y 1)0 a]tadu al campo por disci })iilla. CrOO aiiade a nuestra soguoda sobre el l)aititlO —, que lioloot eliot ecidu la victoria, y c1ea (‘eCO, I-,oi•çlue según lo (liii’ me licite dicho en la egun— (lj lite ‘te España ha doini nado y fltCr(tt’jçlo ioe.srcar algún gol. Antlinj pa!-P(’o hatidn por el ilisiparo de Herrer a. al comienzo del aegnndn tiempo. ‘ci’ ernbar go, el ti-ar-caciÑo devolverla la pelota al u’ntrO del ‘aiiip(). oItspus du’ bo .rue soluto lo 1iiiti do’ gol... que no acabarfa de llegar. -_ (Foto Sai) J(n’o::.&’J Una de las muchas intervenciones del mola Anzolini, desviando a córner un disparo de los e»pañ&ea (llrrastte el peiirsei’ tiempo del encueiiIrO. (l’oío San Antonio) Con Ics ¡talianos Pero he aquí que llegan os españoles e italianoa o sus res- P’rIHS cabinas. Espeii)rnos tinos minutos (00 otros compañeros Y a fin podemos cumplir nueatio conietido. Aiite Gatluzzi, el pro. parador del grupo forastero, la pregunta de rigor: —Qué opinión es la suya so- bco el OncUentro recién tc-rmi nado? —Ha sedo comienza dicién donos un buen partido, juga do deportivamente, Y en ci que estimo que el resuitado de orn- pate es justo .,Jue go muy nIVO lado si bien hay que reconocer que no ha abundado la clase. Quizús el dominio tere-itorial, es- pecia’tmente tras el descanso, fué de los españoles, pero nuestra defensa ha replicado oxactarnen te a los atacantes y no ha pa- saco, mientras que en el contra- ataque nuestros delanteros han puesto varias veces en peligro la nieta hispana. Insisto que todo muy bien y a satisfacción. ?‘o olvide nuestro agradeciniento a todos, la Federación muy aten- ta, público muy deportivo y ju gador-es muy nobles. tal, sinO, sencillamente, dedica- —fQué jugadores, individual- a defenderse como podía de mente, le han ixarecido los más nuestro acoso, mientras que sus destacados (le los españoles? contados contraataques nunca —Creo que el 5 (Bartolí) en han tenido el menor peligro. ¿Me primer término, con los delante- ros 7 (Herrera) y 10 (Del Sol), quieres decir en qué ocasiones ha tenido que ernplearse sin Ile- aunque todos a inc lista pare- cielo excelentes. gui- a hacerlo nunca Araquisfain? Stachini, ci capitún del equi- —-,Satisfecbo, entonces, de los po italiano, nos dice: jugadOteS? —Satisfecho del i-csultaclo, que ----Tarnpoeo. Ha habido algunos fué honorable para Italia, pero f»liOS, pero en general se ha ju no del juego clue hemos desarro- gado tal y como se hace en esta llado. que lea sido inferior al CIiISC de encuentros en que no nuestro habitual. Ct-eo que el hOY la debida conjunción de ju Si de las doce promesas que ah- empate lo podemos considerar gadores pm ser (le diferentes an)bos COfljOi1t05 como justo y tti1ts Y por no haber podido efec ncó España, salen adelante y se con’ rotifío en lograr la victoria Cii triar’ los entrenamientos mínimos vierten en reajidad dos o tres de lai tido de vuelta en tcuesti’o para liegat- a tal conocimiento. ellas, podremos sentirnos más que país . uuy reconocido a todos. —,Y los contrarios? satisfechos y dar las gracias a un El metas jtalinO Anzoil lea si- —I)uros y jataiIadores, correo- futuro que nos permita olvidar que do, sin duda alguna, la figura ii Iliacas zagueras y ca- en el rabioso presente, un mal por- del equipo forastero y pudiéra. rentes tic peligro en la vanguar centaje de esos jugadores carecen fl’iOS decir- que del partido, pues ua. En todo momento deportivo. de cualidades tan necesarias a los fe- SUS SUS iflteiVCi1COflCS conStantes Coiiio te dii-é que ha nómenos en embrión, como a inte- ha salvado de la Ueiiota a su debido ganái’Seles y que en otro país. Nos dice: ligencia, la condición tísica de los r’ei•dad es que si España partid0 Se (‘s ganaiia con de- masiada facilidad. Un poco de hico dotados para la práctica de un ha dominado, no es menos cierl.o deporte taO duro como ci del fút que nuestra defensa ha anulado suelte en 105 semates y. . bol, o la simp’e calidad técnica de tal dominio. Ml intervención lea [‘Citó, ha sIdo el capetán col golpear al bilón con todas las su- sido, ciertamente, muy repetida, l.taticlo hispano. Nos dirigirnos a perfícies de contacto útiles de las porque la vanguardia 051)aqOlii i’l, Y 005 lraljla: dos botas con pece se calzan los pies. ha disparado mucho y bien, pe— —Ya lo 1)5» vistO. 1 ria vez mus ro tio hay que el vidar cri o el la etci’ita c-aiicion. 1)oriiinas y do. Porque si ellos no llegan a suj— guardameta forma palto dci eqiai- inicias no tienes suerte en el [‘piró en e-I suelo y Taglliavinl junto a él, con Be rrera traS el meta i$aliano, contemplan como se ha hecho con t balón, aienazado entre sus manos. (Foto San Antonio) LA PRENSA ITALIANA unánimemente coinck en reconocera Di Stetanocomo el mejor jugador del reciente Italia-España, jugado en Roma El banquete oficial ofrecido por la Federa ción Italiana aoma, 1. ---- Los jugadores ea- pañoles e talianos de lfitbOi hitn (‘11151 5S 110 lan-zarlo un córner y I’oii’ó so benza a bus’t r eL baldo en no julongeósi liii 1ji-esionan e (1 UO LI O O u— ti <1 i’:í (‘u 1Ii iSOCU Cli t’k-I o_ 5( 1 4*d y Ilieni p i (-a , ni is II 1 ejaslos, (<sil 1 e ro ti n la j u gada , (‘er(’a (1 tI cuyu i’ent t- t’aldii i’ai-it,, 4ie.1eIrsois ¡titIjeusios ilS(’SLI j’8iido) la liubatibilidad de aii 1101’! oria, ( l’uto 1.. L.) lx) y se encuentra entre los pos- e e» Pn i-ii att ola e los titos y terna— t e, et)enti pos. Corito ictus l€’l gea) ).O lee de’ elest:u:er a 1 cxi iCflhi) rtc-rcc’litt y ti eiu:.erttc’to ((retin. (o rlir-io--o, uriec(lur’ (lOt/LI le:i ti tu- titilo pOca foitutid Cii ci iCtiieite. Con los españoles ,losé iuis Costo, rnienll)to del Uomité Téreriro cíe lee leeclr’i aojen Espaflola y que lete dlrigitlo por delryac-iúti de :i nolo leare:j a riuecttO cclii e eoc puede’ ecu 1— Crer art disgresto itot ci i ccuItudo cle (tO l)UC e registrarlo cii ccciro-CID calilla): ——Cic’ej (irte’ tiernos i)lOt0(’lClO el ttiurtlo. Y no pca o utiíi)iiiiO. si— no por tres tantos dIo vcntaa. l’urofo (‘s’:e OJ>liliOti arneeta l)() ini tu rl u r rO) (lO aliriple ulpio— rito 1.e e 1) III)» ctie»ticerlca (lele 101)11 buiuai cii o_’l1utiml: cii ptIiaecu 5. 5, EL PAPA, RECIBIO A Los DIRECTWOS Y JUGADORES DEL EQUIPO ESPAÑOL s, S. «I Papa recibió en audiencia, ri 1». sala de Bendiciones del Vaticano, ‘a ea 3ua- doral» J)01tc-necientcs a la selección de España que empató a un gol con llalla ci silbado, y tatnbléii nl peal M3ririd. Loa jugadores del Madrid hicieron erttrega «1 Sano Padre cte (irla placa de plata e’s iS que han sido grabadas las firmas de todos lo» ugadcres. El Sumo Pontífice impartio nu bendición apostólica a io jugadores y la hIzo extensiva a SuS fa- rni:ia.0. Alfil. 1

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- 1LMVNDODEPORTIVO 2 ,n, ‘TM rAç;TN

/ AYER TARDE EL ESTADIO_SANTIAGO BERNBEUJ

- Madrid, 1. — (Crónica telefó nica.)

Definitivamente a 1a. cuatro ymedia de la tarde, el colegiado Bar-bern, francés, dió la seíial para quelas promesas italianas pusieran eniuego el balón, alineándose de laliguiente manera: con Anzolini; Ca-pra, Tagliavini, Guarnieri; Bolchi,Gasperi; Stacchini, Di Gicomo, Ro-oni, Corso y Petris, a los que se en-frentaban, como promesas del futuro espafiol, Araquistain; Sastre, Bar-tolí, Jrulegui; Isidro, Rivilla; Ilerrer, Diempica, Peiró, Del Sol, Camps.

El terreno de juego, por las aguascads mansa y persistentemente, duunte las últimas horas, se encontraba, aunque no lloviera al comenzarIi partida, era condiciones aparente-mente buenas, aunque con el uso yabuso que hicieron en sus correrías,los veintidós actores del encuentro,a los que ayudó lo 8UO el árbitro

, francés, para el segundo tiempo, ya estaba en muy deficientes condiciooes el césped, que clareaba en unbarrillo resbaladizo e incómodo, pa-

rs el desarrollo de un juego de autéeticas promesas.

Si a eso se añade que ya en la se- gunda mitad, volvió a oscurecerse elhrmamento y acabó por caer el aguade nuevo, se comprenderá, la grisulsteza —jsin golcs!- en que ter- rnnó un encuentro, presenciado porun. cantidad de público que no so-brepasaría, en el mejor de los casos,de los cuarenta mil espectadores.

UNA COSA ES PROMETER.,,Esa cuarentena de millares. pron

to puso en cuarentena, también, quelos dos equipos que se ofrecían a sucuriosidad, con el sugerente cartelde «promesas» colgado de la camijets, respondieran a esa ilusión ofrecida, a ese aliciente único que elpartido podía tener, si trascendíadel anuncio a ja realidad.

Ciertamente que era loable la ideay de ahí la desilusión fuera mayor,también, de lo que se pudiera prever de antemano.

Era muy bello el rslogan» de quersos jugadores podrían en su futuropróximo, tal en los Campeonatosdel Mundo, de Santiago de Chile,llevar sobre sus, para entonces, ro’bustecidas espaldas, la responsabilid4d de representar a sus países deorigen. Y... eso de los países deorigen tiene su meollo, digno de po-nerlo al descubierto, cuando másabajo juzguemos a los italianos, queIon, precisamente, los que han pues- to mayor empeño en destacar esaesperanza depositada en sus «raga :i». De allá, se aseguraba, que enlos últimos compromisos campeoni.les, los muchachos que iban a conatjruir . e! equipo de las «promesas»,se habían comportado espléndida-mente, y que su afán de lucha, su calidad en alza, era digno de estudio

1 aun de encomio._..Y OTRA COSA ES DAR

TRIGOLa realidad, sin embargo, después

¿e unos compases en los que lucióel uego de los españoles, sólidos enus líneas traseras con una línea une-dia que empujaba bastante, y conuna delantera que arrancaba desdeatrás con el andaluz Del Sol, y seapoyaba en la serenidad de Peiró,el veterano del conjunto, y en laepidez de los dos extremos, Campsy sobre todo Herrera, al que se diójuego en mayor abundancia, fué quepronto se diluyó en la tristeza de latarde, apagados los débiles rayosde sol, al descender en su juego elmadrileño del Atlético, al enrareterse el, ya, escaso juego aprovecha-hle que llegaba hasta la banda dCantps, y al ponerse de manifiestoqu la línea media española dejababasnte desamparada a la delantera y ofrecía aigún resquicio a la pe e)tración de los fordsteros, en sus c( , rsatiques cada vez más abun

Si0 embargo, y en todo momento,dü jugadores, a lo largo del partido,

1 dieron la sensación plena de estarpor encima del bien y del mal, acre-tljtsndo una clase probada y una su- toridid descollantes, sobresalientes

1 dos jugadores frieron, cierta- fleflte, Rartolí, en e1 eje de la de-hnsa. con ese aplomo, ditrera y Sa-her estar, que es Característico en elerttr5l catalán; y Herrera, en la de-rechs de la delantera centrando, pro-fundizindo o rematando a la porte-tía le An:oini, con una Constanciay esidad, dignas de mejor suerte.Y en la segunda mitad, en Otroperodo inicial de desmelenamientoele lc nuestrOs, fué el mismo Jierrer1 (101ro durante el primero y ci ter-ter minuto fintó al mcta italiano,p r acabar pasándole el balón, nun ntu’o dificilísimo, por delantey a «casos Centímetros de la lín’a(le íl. cpjt- no llegó a convertirseen ew tnimo gol, de milagro, y aconttni1ción, lanzar un remate quedió -n el travesafio, hotó sobre lalln”a y no fijé gol porque el tirhttrndcl encijentru era el sefior Barberány no aquel inefable colegiado queviéranru en uno de nuestros (erreCM lIC j’go barceloneses hace escaSo $fl1,4flaS,

EL VTVERO DBSAN SEBASTIAN

Momento es ya de que pretend rn,s analizar el por qué c1e ladscubesión de que hicieron gala—O, por mejor decir, desgarrón—lo jóvenes jugadores de la camisetaroja y el calzón azul. Veamos, por

,ejemplo, lo que Ocurría Cfl la delantera, en la que se presentaban dosmadrileños de diferente equipo, unasturiano, un catalán, y más echadohacia atrás, en funciones de medio,un andaluz. Simplemente, que esadiversidad de orígenes, no podía darel fruto de un todo armónico, imposible de alcanzar, de todas manero, si paramos mientes en que esosjugadores no llegan de unos equiposdr la segunda o tercera división es-rñas, Sino CI1C son lat pc-quePasconcesiones a la cantera de unos

clubs de la primerísima división vta-cional, nutrida por hombres hechosy derechos, a los que se añade, enpequeñas dosis, esos productos so-bresalientes entre los precipitada-mente formados en el seno del clubo importados de otras regiones másalejadas.

Y así, es imposible hacer con laspromesas lo que se viene intentandocori vario éxito. tirando a bueno,entre los «A», siempre los misirlus,y procedentes de un par de equiposbase de las dos grandes capitales delfútbol español.

Por ello, no puede sorprender anadie, que a los citados Bartolí,

Herrera, y en los comienzos del errcuentro, Del Sol, deba aóaclirse alos tres jugadores que representarona la cantera vasca, famosa entre lasmejores.

Q eje ya es hora de seóaar que enel minuto 44 del primer tiempo,Irulegui cayó malamente y debió sersustituíclo por Pachíir, el vtsco-navarro, que siguó protegiendo a Araquistain n compaFría de Bartolí.con la misma eficiencia y seguridadcora que lo hicicta ci donostiarrade la Real Sociedad. Y no puedesorprender a nadie, porque esosequipos tien”n por norma, precisa-fluente, el Íormrr sic conjuntos conpromesas auténticaS, siempre reno-vadas, de las que no se prescindehasta que se las llc’,’an, taliuditas,esos clubs cure no tienen paciencia---—porque oc, UC(i ‘n tenerla, dichosea de paso educar y fui-

mar técnica y físic:r rientc a unos íutbolistas en embrión.

Q ue si por el Mar Cantábricoabundan lc, viveros de todas clases,no es el mi’nts acreditado el de susjugadores que alcanzan en estos últintos aflu los premios anuales qcicse roneedr’r, s OS Conjuntos más ji5-yenes del psis.

LOS «ORIUNDT»Quienes han clamado aparatosa-

rocOte, quienes han rasgado sus ves-ticitiras, para sctbrr recosirndolandeprisa y corriendo, con parchestrarr;sttinficos, han sido los italia-nos, que después d” sus «oriundi»,han debido echar mano de clio quizá porque valga rrrs un torcido queun roto.

Porque si rs ntalo tener que recre-rrir a los sudamericaric, en aras deun espectáculo que ohtiga cada díaa mes y más, a los clubs de postín,y d- ello se peeccien resentir los vi-veros, fatlos por Otra parte de lanecesaria producción, ¿no será peorquerer forzar esa producción inste-ficicnte a todas luces, y presentarlacomo buena, creando la experiencianos ensefia que no tenemos hartan-re con ella, para saciar el más nao’deto cli- los apetitos?

l)ivertidos catán os seleccionado’res italie o na si b o rl con fiar en elpa l’l (lee alcaeiee ‘ii los pr órinros(arri peorrat res ‘kl i�llfl(lO, una es-(. e e r el ra «a e e re t a , leasa ele en ros al e-vines ele vr,ero. en esas c’scrr,ulidas(llll s, que’ orines podrán llegara arir’stus çerno»e, c-drrc-”s de as-rut ese hambre írerbo1í’tica de púl)i e CC 5, t C O ICOS y (11 rigen tcs_

Y ai Se’ dr-he hacer tina excepciónacletlrrese al nieta italiano Anzolini,pleno de sciettos, decisión, agilidady reflejos, y en el qe»- pueden depositar las mísimas esperanzas paraese futuro eitc e auto trccepe a losque 1 rieron t nt i’°’s (101 TI) rindo,por dos vecr onsc-cietiv:es, y queahora llevan 20 cPus sin conocer ssinicIes del triunfo, y con reguatilloarii,rrgo cii al boca de los que goza’ron de lo Clic-lot Y ahora se ven tanalejados de poderlo gustar de nuevo.

I’o rq cje A o Ci)) e ci i, a 1 qn e protegíauna línea dcíensiva Ile-ns de 1rc-ocii-pccorees a roededi i’je transcur ríae! i’Cueili ir), ¡cr estrechar la tenaza(lije. Orle lencera a los atacantes espa—Pules, a los que se anleeliba enante’leer ,t cero, ya tute ello supon ja cileonor (le len erlepate, salvó jet dis’paro de Pciió ere el primer tieIiiçro;en remate de cabeza del mesuro jo-gador, iii ls ayuda dr’ ( slcra; viócorito se esfumaba otro peligro gira

su mcta, en esa misma mitad, y fi-nalmente, ya en la reanudación deljuego, tras los diez minutos concedidos por el minucioso señor Bar’herén, sal’ró, también con la ayudadel mismo defensa, otro disparo deDel Sol. Y con a complacencia dela Fortuna, aIjada siempre de losporteros que se hacen acreedores ala SUerte, con sus intervenciones demérito, el centro afectado de Campaque estuvo a punto de colarse enla red, y no llegó a hacerlo al darel cuero en la escuadza misma dellado opuesto a donde intentaba, va-namente, detener la pelota el citadoguardameta.

¿TUVO CHAMARTIN SULECCION?

, De todas partes pueden sacarseenaefíanzas, y tal vez la de Chamar-tín estribe, para los que quieran oir-la y no cerrarse en sorderas apasiolIadas, CO seguir dejando las cosasCOritO estaban, sin ser más papistasque ci Papa, ni pretender milagros,tomando también como ejemplo a laSanta Madre Iglesia, tan prudentey comedida, tan universal y ecumé’nica.

ray esas carencias dl neomento, ¿cómo se podra elancar contra los fo-eaaii’roS que llegan con esas condiclones Y lecciones tan ben aprendides a cereza del ir,cb,etcc circe cumple-i a los liiies (le la ititiO ,ilr a?

EL JUEGO MENUDO

Y ahora, para terminar, cifléndonos de riiievi) it la letra pequeéa delencuentro de Cleaniartín, vaya lacierta afitiriación de que los atacan-ira espailoles conieticron un errorgrave, en conjunto, quizá no achacable a ellos solos. El hecho de quese emperraran en lo que los france-sea ll,iinan el «p’tit jccc», el juegoniencirio, y lic-vedo en eata ocasiónpor ci centro, eri len anhelo de lIc-gar a saltitos por entre la densidadde zagreeroci italianos, criando tal r’czh cebirtaez real elt arlci mí.s le a cre ic’rc II e.gar co lirias aaocaclas por lo lhro

término, por nuestro dominio alo Jargo del encuentro, que htsido aún más intenso en Ja se-gurida mitad; después o mmcdiatamente, porque se ha tira-do, y mucho, a puerta, aunquejusto es reconocerlo. la excelen’te actuación del nieta italianoque ha equilibrado esta superioridad nuestra. No puedo incurrir en el fallo de decir que nOhemos ganado por mala suerte,sino insistir, sencillamente, enque hemos merecido gaitas.

—El juego de la selección es-paf5oa...

No nos deja seguir hablando.—si, de acuerdo, no ha sido,

quizás, lo brillante que se speraba. Sin embargo, ha sicloefectivo, .y prueba de ello rerpiLo que tras el descanso el cquiPO Italiano ito ita existido como

remate. O te encuentras con unpoi.tet.o que lo rata todo. O cottu e II d e lO e e sri tucti i’ga d a q ue t e ote rio 111 lugar. ‘I’)))le) III)) 1)11 or’u—iilo 110v 11) ClceTcrecrírl ‘• si tehe 1 1 e ) r) ti):eS l°° )l) 10 ir:cel 1 1 lItioel tcct(t)e) 110( lr jeoIerÍ.1s (‘Ir)Dii co-tocho leerla pr) 1) el Jiteo0.F;ri fiel, »(‘ leo (lilpatOdo y creo.iri nreratno’ri tít, (pie se liti mci-col—do ago inris.

lbertoli, líe figura tiel equipo,eii iii muy tiItIsf(’CIU) <le SU actuti(lito y de- croo oeti 1)ijíiCIOS. CotitoPer o y ías’tiC’, (lic C’tlCC re toiilUCIO. considera que es’ II» 1110-relucir) t v)OlOl’ia y c1ie Io ita—hunos no lirere nlere’(cclo, en cairohin, el i (‘sai tacto que ICí) ro elloser(ilIC)lte rl E’tt)t)i)tO CCI Iciteceo rifo’—no l’t’ro telilileIr), iO)eCt 11)1, 0050»del fútbol.

1 ,ltt’e re jarros, cuando a han-(lortOnlos el eiiltolro. ilgrin(is clii—(iCilIl))i0 (‘51)0 1 1) r,i;)ila- IICj.i douutegtilfoic. El iiutorrai’ que llera

Roma, 1. u—a según los comen-tarios de la prensa ltaiiana entorno al partido de fútbol entreui5 selecciones de Italia y Espa.ña, jugado ayer, sábado, hay una-nimidad en la opinión de que DiSiefano fué el mejor de los veintidós. También encomian al guardanmeta italiano Buffon, que sal-vó a Italia de una segura derrota con tres magníficas paradascuando los goles habían sidocantados.

Los criticos alaban la actu&cdón del equipo espat’iol y seña-lan que sus jugadores frieron muysuperiores a los ta1ianos. No obalauto, ionen ile relieve que elequipo de Espaúa esta niuy lejosde ser en nada parecido a laselecc-rón que tuvo hace veinticinco años.

El diario «Corriere delio Sport»bajo el titulo de «El incornparable Di Stefano», dice que «nosencontramos mtiv satisfechos delresultado del etacuentro despuésde que nt)estro e’iUpo) babia raer-dido por lo nienos ti (1t)CO de sus

mejore! jugadre por lesionee opor enfermedad. Por otra part*,España alineó a sus mejores jugadores, sobre todo a Di Stefano y Santamaría. Contra talequipo, un empate es más que satisfactorio. Dl Stefano fué el me-jor de loa veintidós»,

«Gazzetta dello Sport», de Mi-lán, señala que era difícil rece-nocer en el equipo de España quejugó el sábado al clásico equipoespañol con su turia y su ciásicojuego que siempre le caracterizó.<cESto quizá se deba a que ere elequipo español juega Di Stefano, Santamaría y Kubala, quehan introducido un nuevo sisteItIa. Estamos contormes cori el r-esultado». -

o l1 ‘‘it’ ‘‘Iito- ri ‘- noterl lI), 1 Z’ribri. :‘‘c.• 0’ ti 1» (0)1)11 L.- -1’ ‘ ‘- —1 1 :,T)(0 00) 1 1111)1)1 0 , liii) 10° el 115-1)111 (0’l etilo o-’— 1)» fiPi it- jtido y III l te ir’ ‘ :1 laloler,)rio(‘l•] e tltOtÍl( 1 1 ‘ O rl 1 ‘ )‘C 1 1 1 ro 1 1 uI).. 1r Isue:’ ro rj)-:).d’ti ‘1 « fl fllIiC (l(’ e I1a,01I5 I(1(0’ iI)í’)t Ç.i )I.’ 10.1 ‘ 1 lil1’ CCI-

(-tic Ci C r’ ) d e J)1(1C1 ‘0- e s ‘ 1 1 al l a-Ea-pafia. A í-u lOdo iiqtiie i-(jç, (-‘ 1:1 ita) refun 1u br) a 1-01 5 ‘0: e mala tarele la illía (e hoy, es quetCc( lic eludo tiI)L(, Oit !cc. 1r1 taitt(’1 1 0t1(Ii1i 11(3 01(1’ lii ‘t) 10.1 el í)CC))ti:elle ardido con idO 1) 101 lxtrt (1’,al cirio lIc IrS e’ottte»C ‘IP’’ :0 Cl’lta i)iccaticioil pi’ra e-O 1ro-oyereCliC. AhotU, mañana Por o 11111-

fiana a • iofla. VI1YII papeleta aque nos epeta alije.

Ha llegado I “Schalke 04” a Madrkl

Barajas. 1. —— ile llegado el c-q’ripo de. fú’hol Scl’ake (i4, qe “

miércoles jugará con ei Arútico deMadrid en trartido de cuartos definal de la Copa de Europa de Fit’boL

asistido a una cena. ofrec1da pola Federación Xtal:nrrz de Futbol,La «TV», que tch’v’”) ci partido,Calcuta que :ioci pi-et-eri”rado 110)más de quince rntilonc-s de tele-espectadores, y trembien televisóla cena. Algunas escenas de le,cena apareclerofl durante un po-puiar programa. Lii Etetanu apa-reció COillo un jaiprovosado c-ilfllauto. 1.0’- jugadores de amilosequipos anote icroiti oir €1 programa cantando la OSnOjón «Do-entripo es s:e:upre doneingo»

Jlruflo ZIral lrr eenrbro de laFedorae:úa ltalirr nr) , dfrigiendoaea los CICIS eCi.p(Y— , cl o: «El r 1’-

»uitado ha »tdo ISl0. ciada la re-)_i Sttifl( ) ) Cl e an ll)C u onjeiritos (i,Despud0s P1ttt0C() Cioa loledalis deplata al l:re5(ieJte rIf; 1) ESflhi!lO

la, señor De Lafuente. qtdcn en-1 rorro a su -ce a Z)CíIit iifl» pmtoe-a tic’ gran alor y otros pre—i-erites. - - Alt:.

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Sin ningún gol, y con muy poco juego, empataron las “promesas” Italianas y espafiolas :: Los donostiarrasy Bartolí Y Herrera, entre los pocos que destacaron sobre el resto del conglomerado :: El portero italiano

Anzolini, única realidad de los visitantes (De nuestro enviado especia! L Li 1 S L A E N Z)

cos, fiados en la velocidad de dos reducida, que no se podía salvarextremos capaces de llevar el peligro con desplazamientos de tiragomas,a al mcta italiana, excesivamente sino con parabolas de artillería decongestionada en una zona frontal largo alcance.

&pinionea deapuéadeC parttda

Madrid, 1. fCrónica telfónie’ad nuestro corresponsal NIVAR..DO PINA).

A escasos minutos deb finaldel isarticlo abandonamos nues[ea maliciad para inquirIr opiflO’ OS. Encontramos en les pa-s1uoc ya de coge-eso ele los ves-tUatOS, a Irulegui, que abatido-ni ‘i tei’reno de juego nainutosal)t€5 ilel descanso. [‘reguntamOael tic .tivo:

— TI fuerte codazo del extremo italiano en el costado — reosdice ——, 010 liii obligado a retiretrille; la verdad es que no meeIoontrtsba do todas formas bieny 1)0 a]tadu al campo por disci})iilla. CrOO — aiiade a nuestrasoguoda sobre el l)aititlO —, quelioloot eliot ecidu la victoria, y

c1ea (‘e CO, I-,oi•çlue según lo(liii’ me licite dicho en la egun—(lj lite ‘te España ha doini nado yfltCr(tt’jçlo ioe.srcar algún gol.

Antlinj pa!-P(’o hatidn por el ilisiparo de Herrer a. al comienzo del aegnndn tiempo. ‘ci’ ernbargo, el ti-ar-caciÑo devolverla la pelota al u’ntrO del ‘aiiip(). oItspus du’ bo .rue soluto lo 1iiiti do’ gol...

que no acabarfa de llegar. -_ (Foto Sai) J(n’o::.&’J

Una de las muchas intervenciones del mola Anzolini, desviandoa córner un disparo de los e»pañ&ea (llrrastte el peiirsei’ tiempo del

encueiiIrO. — (l’oío San Antonio)

Con Ics ¡talianosPero he aquí que llegan os

españoles e italianoa o sus res-P’rIHS cabinas. Espeii)rnos tinosminutos (00 otros compañeros Ya fin podemos cumplir nueatioconietido. Aiite Gatluzzi, el pro.parador del grupo forastero, lapregunta de rigor:

—Qué opinión es la suya so-bco el OncUentro recién tc-rminado?

—Ha sedo — comienza diciéndonos — un buen partido, jugado deportivamente, Y en ci queestimo que el resuitado de orn-pate es justo .,Jue go muy nIVOlado si bien hay que reconocerque no ha abundado la clase.Quizús el dominio tere-itorial, es-pecia’tmente tras el descanso, fuéde los españoles, pero nuestradefensa ha replicado oxactarnente a los atacantes y no ha pa-saco, mientras que en el contra-ataque nuestros delanteros hanpuesto varias veces en peligro lanieta hispana. Insisto que todomuy bien y a satisfacción. ?‘oolvide nuestro agradeciniento atodos, la Federación muy aten-ta, público muy deportivo y jugador-es muy nobles. tal, sinO, sencillamente, dedica-

—fQué jugadores, individual- a defenderse como podía demente, le han ixarecido los más nuestro acoso, mientras que susdestacados (le los españoles? contados contraataques nunca

—Creo que el 5 (Bartolí) en han tenido el menor peligro. ¿Meprimer término, con los delante-ros 7 (Herrera) y 10 (Del Sol), quieres decir en qué ocasiones

ha tenido que ernplearse sin Ile-aunque todos a mí inc lista pare-cielo excelentes. gui- a hacerlo nunca Araquisfain?

Stachini, ci capitún del equi- —-,Satisfecbo, entonces, de lospo italiano, nos dice: jugadOteS?

—Satisfecho del i-csultaclo, que ----Tarnpoeo. Ha habido algunosfué honorable para Italia, pero f»liOS, pero en general se ha juno del juego clue hemos desarro- gado tal y como se hace en estallado. que lea sido inferior al CIiISC de encuentros en que nonuestro habitual. Ct-eo que el hOY la debida conjunción de ju

Si de las doce promesas que ah- empate lo podemos considerar gadores pm ser (le diferentesan)bos COfljOi1t05 como justo y tti1ts Y por no haber podido efecncó España, salen adelante y se con’ rotifío en lograr la victoria Cii triar’ los entrenamientos mínimos

vierten en reajidad dos o tres de lai tido de vuelta en tcuesti’o para liegat- a tal conocimiento.ellas, podremos sentirnos más que país . uuy reconocido a todos. —,Y los contrarios?satisfechos y dar las gracias a un El metas jtalinO Anzoil lea si- —I)uros y jataiIadores, correo-futuro que nos permita olvidar que do, sin duda alguna, la figura ii Iliacas zagueras y ca-en el rabioso presente, un mal por- del equipo forastero y pudiéra. rentes tic peligro en la vanguarcentaje de esos jugadores carecen fl’iOS decir- que del partido, pues ua. En todo momento deportivo.de cualidades tan necesarias a los fe- SUS SUS iflteiVCi1COflCS conStantes Coiiio te dii-é que hanómenos en embrión, como a inte- ha salvado de la Ueiiota a su debido ganái’Seles y que en otropaís. Nos dice:ligencia, la condición tísica de los r’ei•dad es que si España partid0 Se (‘s ganaiia con de-

masiada facilidad. Un poco dehico dotados para la práctica de un ha dominado, no es menos cierl.odeporte taO duro como ci del fút que nuestra defensa ha anulado suelte en 105 semates y. .

bol, o la simp’e calidad técnica de tal dominio. Ml intervención lea [‘Citó, ha sIdo el capetán colgolpear al bilón con todas las su- sido, ciertamente, muy repetida, l.taticlo hispano. Nos dirigirnos aperfícies de contacto útiles de las porque la vanguardia 051)aqOlii i’l, Y 005 lraljla:dos botas con pece se calzan los pies. ha disparado mucho y bien, pe— —Ya lo 1)5» vistO. 1 ria vez mus

ro tio hay que el vidar cri o el la etci’ita c-aiicion. 1)oriiinas y do.Porque si ellos no llegan a suj— guardameta forma palto dci eqiai- inicias ‘ no tienes suerte en el

[‘piró en e-I suelo y Taglliavinl junto a él, con Be rrera traS el meta i$aliano, contemplan comose ha hecho con t balón, aienazado entre sus manos. (Foto San Antonio)

LA PRENSA ITALIANAunánimemente coinck

en reconocer a Di Stetano como el mejor jugadordel reciente Italia-España, jugado en Roma

El banquete oficialofrecido por la Federa

ción Italianaaoma, 1. ---- Los jugadores ea-

pañoles e talianos de lfitbOi hitn

(‘11151 5S 110 lan-zarlo un córner y I’oii’ó so benza a bus’t r eL baldo en no julongeósi liii 1ji-esionan e(1 U O LI O O u— ti <1 i’:í (‘u 1 Ii iSOCU Cli t’k-I o_ 5( 1 4* d y Ilieni p i (-a , ni is II 1 ejaslos, (<sil 1 e ro ti n la j u gada , (‘er(’a (1 tIcuyu i’ent t- t’aldii i’ai-it,, 4ie.1eIrsois ¡titIjeusios ilS(’SLI j’8iido) la liubatibilidad de aii 1101’! oria, ( l’uto 1.. L.)

lx) y se encuentra entre los pos-e e» Pn i-ii att ola e los titos y terna—t e, et)enti pos. Corito ictus l€’l gea)).O lee de’ elest:u:er a 1 cxi iCflhi)

rtc-rcc’litt y ti eiu:.erttc’to ((retin. (orlir-io--o, uriec(lur’ (lOt/LI le:i ti tu-titilo pOca foitutid Cii ci iCtiieite.

Con los españoles,losé iuis Costo, rnienll)to del

Uomité Téreriro cíe lee leeclr’i aojenEspaflola y que lete dlrigitlo pordelryac-iúti de �:i nolo leare:j ariuecttO cclii e e oc puede’ ecu 1—Crer art disgresto itot ci i ccuItudocle (tO l)UC e registrarlo cii ccci ro-CIDcalilla):

——Cic’ej (irte’ tiernos i)lOt0(’lClO elttiurtlo. Y no pca o utiíi)iiiiO. si—no por tres tantos dIo vcntaa.l’urofo (‘s’:e OJ>liliOti arneeta l)()ini tu rl u r rO) (lO aliriple ulpio—rito 1.e e 1) III)» ctie»ticerlca (lele 101)11buiuai cii o_’l 1 utiml: cii ptIiaecu

5. 5, EL PAPA, RECIBIO A Los DIRECTWOSY JUGADORES DEL EQUIPO ESPAÑOL

s, S. «I Papa recibió en audiencia, ri 1». sala de Bendiciones del Vaticano, ‘a ea 3ua-doral» J)01tc-necientcs a la selección de España que empató a un gol con llalla ci silbado,y tatnbléii nl peal M3ririd. Loa jugadores del Madrid hicieron erttrega «1 Sano Padre cte(irla placa de plata e’s iS que han sido grabadas las firmas de todos lo» ugadcres. El SumoPontífice impartio nu bendición apostólica a io jugadores y la hIzo extensiva a SuS fa-rni:ia.0. — Alfil.

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