Wundt - Compendio de Psicología 2

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Compendio de Psicologa

Compendio de Psicologa Wilhelm Wundt

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2.- Direcciones generales de la psicologa.

1. La concepcin de la psicologa como ciencia emprica que no tiene por objeto un contenido especial de la experiencia, sino el contenido inmediato de toda experiencia, es de origen moderno, Frente ella se hallan todava, en la ciencia contempornea, teoras que, en general, se pueden considerar como una supervivencia de anteriores grados de desarrollo, teoras que luchan, entre si, segn el puesto que asignan la psicologa en sus relaciones con la filosofa y las otras ciencias. Las dos direcciones principales que se distinguen en relacin con las dos definiciones de la psicologa ms extendidas, explicadas atrs, son la metafsica y la emprica. Pero tanto una como otra presentan, su vez, gran nmero de direcciones especiales.

En general, la psicologa metafsica da poca importancia al anlisis emprico y la conexin causal de los procesos psquicos. Considerando la psicologa como parte de la filosofa metafsica, su principal empeo consiste en conseguir una determinacin de la que concuerda con la compleja concepcin universal del sistema metafsico, en el cual entra la psicologa. Establecido el concepto metafsica del alma, se procura derivar de ste el verdadero contenido de la experiencia psicolgica. El carcter que distingue la psicologa metafsica de la emprica, es que aqulla no deriva los procesos psquicos de otros procesos psquicos, sino de un substractum completamente distinto de los actos de una sustancia especial anmica de la propiedad y de los procesos de la materia. Segn la naturaleza que se atribuya este substractum, la psicologa metafsica da lugar dos direcciones. La psicologa espiritualista trata de los procesos psquicos como si fueran efectos de una sustancia especial psquica la cual considera esencialmente distinta de la materia (sistema dualstico) de naturaleza afn (sistema monstico monadolgico). La tendencia metafsica, que sirve de base la psicologa espiritualista, se halla en la hiptesis de una esencia sobrenatural del alma y en el esfuerzo por conciliar esta hiptesis con la de la inmortalidad, la cual las veces se junta tambin la hiptesis ms exagerada de una preexistencia. La psicologa materialista refiere los procesos psquicos al mismo substractum material que la ciencia de la naturaleza pone hipotticamente para la explicacin de los fenmenos naturales. Segn esta psicologa, los procesos psquicos estn, como los procesos fsicos de la vida, ligados agrupaciones de elementos materiales, agrupaciones que surgen durante la vida individual y, al concluir sta, se disuelven. La tendencia metafsica de esta psicologa se halla en la negacin de la esencia sobrenatural del alma, afirmada, por el contrario, en la psicologa espiritualista. Pero se identifica con sta, en cuanto no busca la interpretacin de la experiencia psicolgica en s misma, sino que quiere derivarla de procesos hipotticos de un substractum metafsico.

2. De la lucha contra esta ltima direccin ha nacido la psicologa emprica. Donde se ha desarrollado consecuentemente, sta se esfuerza por referir los procesos psquicos conceptos obtenidos directamente de la conexin de estos procesos, en ayudarse de procesos muy bien determinados y simples para derivar de su cooperacin otros procesos ms complejos. Pueden ser mltiples las bases de una semejante interpretacin; por eso tambin la psicologa emprica da lugar diversas direcciones, que se pueden generalmente distinguir por dos razones. La primera se refiere la relacin de la experiencia interna con la experiencia externa, y la posicin que ambas ciencias experimentales, la ciencia de la naturaleza y la psicologa, toman una respecto de la otra. La segunda se refiere los hechos sus conceptos, de cuyos movimientos se parte para la interpretacin de los procesos. Toda exposicin concreta de la psicologa emprica representa al mismo tiempo una direccin de la primera y otra de la segunda manera.

3. Segn esta concepcin general de la naturaleza de la experiencia psicolgica, estn en oposicin, causa de su decisiva importancia para la determinacin del objeto de la psicologa, las dos tendencias de que se trata atrs ( I): la de la psicologa del sentido interno y la de la psicologa como ciencia de la experiencia inmediata. La primera expone los procesos psquicos como contenidos de un dominio especial de la experiencia, coordinado con la experiencia natural suministrada por los sentidos externos, pero de ella absolutamente distinta. La segunda no reconoce una diferencia efectiva entre la experiencia interna y la externa, viendo tal distincin solamente en la diversidad de los puntos de vista desde los cuales se considera la experiencia nica en s misma.

De estas dos formas de la psicologa emprica, la primera es la ms antigua. Ha surgido de la aspiracin de afirmar la independencia de la observacin psicolgica ante las usurpaciones de la filosofa de la naturaleza. Puesto que por su tendencia quiere coordinar la ciencia de la naturaleza con la psicologa, cree estn fundados los iguales derechos de estas dos ciencias, ante todo en la general diversidad de sus objetos y de las formas de percepcin de estos objetos. Esta manera de ver ha influido doblemente en la psicologa; en primer lugar, porque ha favorecido la opinin de que la psicologa tena seguramente que servirse de los mtodos empricos, pero que stos son, como los datos de la experiencia psicolgica, fundamentalmente diferentes de los de la ciencia de la naturaleza; en segundo lugar, porque se esforz por establecer alguna conexin entre aquellos dominios de la experiencia, que ya se presuman como distintos. En el primer respecto, la psicologa del sentido interior fue precisamente la que cultiv el mtodo de la pura introspeccin ( 3, 2). Por la segunda consideracin, la opinin de una diferencia entre los datos fsicos y psquicos de la experiencia, hizo que, de un modo necesario, se volviera la psicologa metafsica. En efecto; con este punto de vista, por la misma naturaleza de la cosa, las relaciones de la experiencia interna con la externa y las llamadas relaciones entre el cuerpo y el alma, slo pueden explicarse mediante principios metafsicos hipotticos. Tales principios metafsicos no pueden menos de influir tambin en las investigaciones de la psicologa, por lo que sta se halla contaminada de hiptesis de metafsicas subsidiarias.

4. La concepcin que define la psicologa diciendo que es la ciencia de la experiencia inmediata se distingue esencialmente de la psicologa del sentido interno. Aqulla, en efecto, considerando que la experiencia interna y la externa no son partes distintas, sino diversos modos de considerar una sola y misma experiencia, no puede reconocer una diferencia fundamental entre los mtodos de la psicologa y los de la ciencia natural. Esta direccin psicolgica ha procurado antes de nada establecer los mtodos experimentales que deben realizar un anlisis exacto de los procesos psquicos, anlisis que, habida cuenta del mudable punto de vista, es anlogo los que usan las ciencias naturales en sus explicaciones de los fenmenos de la naturaleza. Adems, esta direccin muestra que todas las ciencias especiales del espritu, las cuales tienen por objeto procesos psquicos concretos, y las creaciones psquicas, se encuentran en el mismo terreno de una consideracin cientfica de los datos inmediatos de la experiencia y de sus relaciones con los sujetos agentes. De donde se sigue, como necesaria consecuencia, que los anlisis psicolgicos de los productos ms generales del espritu -la lengua, las representaciones mitolgicas y las normas de las costumbres- deben considerarse como una ayuda para la inteligencia de los procesos psquicos ms complejos. Esta concepcin est, pues, en punto mtodo, en ms ntima relacin con otras ciencias: como psicologa experimental, con las ciencias naturales; como psicologa social, con las ciencias especialsimas del espritu.

Finalmente, as considerada la psicologa, se viene eliminar por completo la cuestin sobre las relaciones entre los objetos fsicos y los psquicos. Ambos dos, no son objetos verdaderamente distintos, sino un mismo contenido, al cual se estudia una vez en la investigacin de la ciencia natural, mediante la abstraccin del sujeto, y la otra en la investigacin psicolgica en relacin con su constitucin inmediata y en sus relaciones totales con el sujeto. Todas las hiptesis metafsicas sobre las relaciones existentes entre los objetos psquicos y fsicos se consideran, desde este punto de vista, soluciones de un problema que se agita en derredor de una cuestin falsamente propuesta. Si la psicologa debe, en la conexin de los procesos psquicos, en cuanto son datos inmediatos de la experiencia, evitar la ayuda de hiptesis metafsicas, puede con todopuesto que experiencia interna y externa son dos puntos de vista que se completan mutuamente de una sola idntica experiencia, volver sobre todo donde la conexin de los fenmenos psquicos presenta vacos, considerar fsicamente los mismos procesos, para ver si, mediante este nuevo punto de vista de la ciencia natural, se puede restablecer la continuidad que se crea faltaba. Lo propio cabe decir, aunque en sentido inverso, respecto de los vacos que se presentan en la cadena de nuestros conocimientos fisiolgicos, que puede completarse con anillos suministrados por una exposicin de la experiencia desde el punto de vista puramente psicolgico. Sobre la base de tal concepcin, que pone las dos formas de conocimiento en su justa relacin, es posible que no solamente la psicologa lleve plena ejecucin el propsito de ser ciencia experimental, sino tambin el que la fisiologa llegue ser verdadera ciencia auxiliar de la psicologa, la manera que, por otra parte, la psicologa es, con igual derecho, una ciencia auxiliar de la fisiologa.

5. Respecto la segunda de las ya citadas partes fundamentales, esto es, tocante los hechos conceptos puestos en la base de la investigacin psicolgica, se pueden tambin distinguir dos direcciones de la psicologa emprica que, hablando en general, constituyen grados sucesivos de desarrollo de la interpretacin psicolgica. El primero corresponde una tendencia descriptiva, el segundo una explicativa. Cuando se trat de distinguir, mediante la descripcin, los diversos procesos psquicos, surgi la necesidad de una oportuna clasificacin de los mismos. As se formaron los conceptos generales bajo los cuales se ordenaron los distintos procesos, procurando satisfacer la necesidad de interpretar el caso especial refiriendo las partes de un proceso complejo conceptos generales aplicables ellas. Tales conceptos son, por ejemplo, sensacin, conocimiento, atencin, memoria, imaginacin, entendimiento, voluntad, etc., que corresponden los conceptos fsicos generales nacidos del conocimiento inmediato de los fenmenos naturales, como peso, calor, sonido, luz, etc. Si aquellos, la par de stos, pueden servir para una primera ordenacin de los hechos, no por eso ayudan para darnos su explicacin. No obstante, la psicologa emprica se ha hecho varias veces responsable de esta confusin, y precisamente en este sentido, la psicologa de las facultades consideraba cada especie como potencias facultades de la psiquis, cuya actividad, varia comn, refera todos los procesos psquicos.

6. Una exposicin explicativa que se contraponga la psicologa descriptiva de las facultades, se ve obligada, cuando se atiene verdaderamente al aspecto emprico, colocar en la base de sus interpretaciones hechos determinados que pertenecen por s mismos la experiencia psquica. Pudiendo sacarse estos hechos de diversos rdenes de los procesos psquicos, la exposicin explicativa presenta nuevamente dos direcciones correspondientes los dos factores que toman parte en la formacin de la experiencia inmediata: el sujeto y el objeto. Cuando se da mayor valor al objeto de la experiencia inmediata nace la psicologa intelectualista, que procura derivar todos los procesos psquicos, hasta los sentimientos subjetivos, como los impulsos y los primeros movimientos de la voluntad, de las representaciones, como tambin pueden llamarse stas, causa de su importancia para el conocimiento objetivo, de los procesos intelectivos. Si, por el contrario, se da valor principal al modo en que la experiencia inmediata surge en el sujeto, nace entonces una direccin que concede los movimientos subjetivos que no se refieren objetos externos, un puesto tan importante como las representaciones. Esta psicologa puede llamarse psicologa voluntarista, en razn de la importancia que reconoce los procesos de la voluntad entre todos los procesos subjetivos.

Entre las dos direcciones de la psicologa emprica que se distinguen por la concepcin general de la experiencia interna, la psicologa del sentido interno tiende tambin al intelectualismo. Comparando, en efecto, el sentido interno con los sentidos externos, considera principalmente los datos psquicos de la experiencia que se ofrecen como objetos al sentido interno, del mismo modo que los objetos naturales los sentidos externos. Por otra parte, se cree que, entre todos los datos de la experiencia, slo se puede atribuir la naturaleza de objetos las representaciones precisamente porque se consideran propiamente como imgenes de los objetos que, estando fuera de nosotros, se nos dan por los sentidos externos. De aqu que se considere las representaciones como los nicos objetos reales del sentido interno, mientras que todos los procesos que no pueden referirse los objetos externos, por ejemplo, los sentimientos, se indican como representaciones no claras, como representaciones que se refieren nuestro cuerpo, , finalmente, como efectos producidos por combinaciones de representaciones.

Mientras la psicologa del sentido interno se asocia con el intelectualismo, la psicologa de la experiencia inmediata se acerca al voluntarismo. Desde que sta reconoce ser tarea capital de la psicologa la investigacin del origen subjetivo de toda experiencia, es fcil comprender que, en los anlisis de estos orgenes, la atencin deba dirigirse con especialidad, de una manera directa, sobre los factores de la experiencia de que prescinde la ciencia de la naturaleza,

7. La psicologa intelectualista, en el curso de su desarrollo, ha dado nuevamente lugar dos direcciones empricas especiales. Los procesos lgicos del juzgar y del concluir fueron considerados como las formas tpicas fundamentales de todo hecho psquico, se consideraron como tales determinadas combinaciones de las sucesivas representaciones de la memoria, que prevalecieron sobre las otras, causa de su frecuencia: las llamadas asociaciones de las representaciones. La primera tendencia, la lgica, se halla en intimo parentesco con la interpretacin psicolgica vulgar; es la ms antigua y, sin embargo, todava se ha conservado en parte hasta estos ltimos tiempos. La teora de la asociacin ha salido del empirismo filosfico del siglo diez y ocho. Estas dos tendencias son entre s contrarias, queriendo la teora lgica reducir la complejidad de los fenmenos psquicos formas mas elevadas de los procesos intelectuales, y la asociacionista, por el contrario, formas inferiores, , como hoy suele decirse, simples. Pero ambas dos, por su unilateralidad, fallan igualmente, no slo porque ni la una ni la otra consiguen con sus propios principios explicar los procesos sentimentales y volitivos, sino tambin porque estos principios tampoco consiguen una plena interpretacin de los procesos intelectuales.

8. La unin de la psicologa del sentido interno con la concepcin intelectualista, ha llevado tambin un principio particular, que muchas veces ha sido fatal para el modo de concebir los hechos psicolgicos, el cual consiste en la falsa sustancializacin intelectualstica de las representaciones. Cuando no slo admitimos una analoga entre los objetos del llamado sentido interno y los objetos del sentido externo, sino tambin consideramos los primeros como imgenes de los segundos, nos vemos inducidos transportar las propiedades que la ciencia natural atribuye los objetos de mundo exterior los objetos inmediatos del sentido interno; esto es, las representaciones. Por consiguiente, se admite que las representaciones, exactamente como las cosas externas, las cuales las referimos, son objetos relativamente persistentes, que pueden desvanecerse de la conciencia y despus entrar de nuevo en ella. Sin duda, las representaciones las debemos percibir ahora ms fuertes y claras, ahora ms dbiles y confusas, segn que el sentido interno se halle no reforzado por el sentido externo y segn la atencin que ellas prestemos; pero en el complexo, considerada su naturaleza cualitativa, quedan inmutables.

9. La psicologa voluntarista se encuentra, en todo orden de hechos, en plena anttesis con la intelectualista. Mientras sta se ve constreida admitir un sentido interno con objetos especiales de la percepcin interna, aqulla se halla ligada con la consideracin de que la experiencia interna se identifica con la experiencia inmediata. Y puesto que el contenido de la experiencia psicolgica consiste, segn esta concepcin, no en una suma de objetos dados al sujeto, sino de todo cuanto compone el proceso de la experiencia, esto es, de los actos del sujeto mismo, considerados en sus propiedades inmediatas, que no se ha mudado por ninguna abstraccin y reflexin, el contenido de la experiencia psicolgica se considera por necesidad como una conexin de procesos.

Este concepto del proceso excluye la naturaleza sustancial, y, por lo tanto, ms menos persistente de los datos psquicos de la experiencia. Los hechos psquicos son acontecimientos y no cosas; ocurren, como todos los acontecimientos, en el tiempo, y no son jams, en un momento dado, los mismos que en el momento precedente. En tal sentido, los procesos volitivos tienen un valor tpico, importantsimo para la inteligencia de todos los restantes procesos psquicos. La psicologa voluntarista no afirma en manera alguna que la voluntad sea la nica forma realmente existente del proceso psquico, sino que simplemente afirma que la voluntad con los sentimientos y las emociones con ella ntimamente conexionadas, constituye una parte de la experiencia psquica tan necesaria como las sensaciones y representaciones; afirma, adems, que, por la analoga del proceso volitivo, debe interpretarse todo otro proceso psquico; esto es cual un hecho que siempre muda en el tiempo, y no cual una suma de objetos persistentes, como generalmente admite el intelectualismo, consecuencia de su falsa referencia de las propiedades por nosotros puestas en los objetos externos las representaciones de loa objetos mismos. Cuando se reconoce la inmediata realidad de la experiencia psicolgica, se excluye por si mismo el estudio de la derivacin de determinadas partes del proceso psquico de otras que del mismo difieren especficamente, y del propio modo las tentativas de la psicologa metafsica, para referir la experiencia interna procesos imaginarios distintos de ella por un substractum hipottico metafsico, estn en contradiccin con el verdadero objeto real de la psicologa. Este objeto, puesto que se refiere la experiencia inmediata, est ligado desde el principio con la suposicin de que todo ;dato psquico de la experiencia contiene al mismo tiempo factores objetivos y subjetivos; igualmente stos se deben siempre considerar como distintos de una abstraccin arbitraria y no como procesos realmente diferentes. En efecto; aqu la observacin ensea que no se dan representaciones que no despierten en nosotros sentimientos impulsos de diversa intensidad, como tampoco es posible un proceso sentimental volitivo que no se refiera un objeto representado.

10. Los principios directivos de la concepcin fundamental psicolgica que debemos continuacin conservar fijas, pueden reducirse las tres siguientes proposiciones:

1) La experiencia interna psicolgica no constituye ningn dominio especial de la experiencia distinto de los otros, sino que es verdaderamente la experiencia inmediata.

2) Esta experiencia inmediata no constituye un contenido quiescente, sino una conexin de procesos; no consiste en objetos, sino en procesos; esto es, en hechos generales que se desarrollan en nosotros, y de sus reciprocas relaciones fijadas en leyes.

3) Cada uno de estos procesos tiene, de un lado, un contenido objetivo, y del otro un proceso subjetivo, y por lo mismo contiene en si las condiciones generales, tanto de todo conocimiento, cuanto de toda actividad prctica de los hombres.

A estas tres proposiciones corresponde una triple posicin de la psicologa en relacin con los otros campos del saber:

1) Como ciencia de la experiencia inmediata en contraposicin las ciencias naturales, las cuales, causa de la abstraccin que hacen del sujeto, tienen por objeto nicamente el contenido objetivo y mediato de la experiencia- es la ciencia emprica que reintegra aqullas. Cada hecho singular de la experiencia slo puede ser ntimamente evaluado en su plena significacin cuando ha sostenido la prueba del anlisis natural y psicolgico. En este sentido, tambin la fsica y la fisiologa son ciencias auxiliares de la psicologa; como sta, su vez, es una disciplina auxiliar en las investigaciones naturales.

2) Como ciencia de las formas ms generales de la experiencia humana inmediata y de su conexin segn leyes, constituye el fundamento de las ciencias del espritu. En efecto; el contenido de estas ciencias se encuentra especialmente en las acciones que nacen de los hechos inmediatos de la vida psquica humana y en sus efectos. La psicologa, en cuanto tiene por objeto el estudio de las formas bajo las cuales se presentan estas acciones y de las leyes que estn sometidas, es la ms general y al mismo tiempo la base de todas las ciencias del espritu: de la filologa, de la historia de la economa poltica, de la jurisprudencia, etc.

3) Puesto que la psicologa considera igualmente las dos condiciones fundamentales que sirven de base, lo mismo al conocimiento terico que al obrar prctico, lo subjetivo y lo objetivo, y procura determinarlos en sus recprocas relaciones, ella, entre todas las disciplinas empricas, es aquella cuyos resultados se adaptan ms de cerca al estudio, tanto del problema del conocimiento como del de la tica, las dos cuestiones fundamentales de la filosofa. La psicologa, que, respecto la ciencia natural, es la ciencia reintegrante, y respecto las ciencias del espritu, la fundamental es, respecto la filosofa, la ciencia emprica de preparacin.

10 a. Por ms que en la nueva psicologa se vaya reconociendo cada ves ms que, no tanto la diferencia de los objetos de la experiencia cuanto la del punto de vista desde el que se considera la experiencia, es aquello por lo cual la psicologa se distingue de la ciencia natural, esto no obsta para que el conocimiento claro de las particularidades reales de aquel punto de vista que determina el objeto cientfico de la psicologa, siga hoy todava influida por los prejuicios resultantes de las tendencias de la vieja metafsica y de la filosofa naturalista. En vez de reconocer que la manera de considerar la experiencia por las ciencias naturales se realiza fundndose en la abstraccin de los factores subjetivos que entran en aquella experiencia, todava se sigue asignando la ciencia natural la tarea de determinar del modo ms general el contenido de toda la experiencia. Esto supuesto, la psicologa sera una disciplina, no ya coordinada, sino subordinada la ciencia natural. Ella ya no debera eliminar aquella abstraccin hecha por la ciencia natural y con sta llegar una comprensin completa de la experiencia, sino que debera sacar partido del concepto de sujeto puesto en luz por la ciencia natural para explicar la influencia de este sujeto sobre los datos de nuestra conciencia.

En lugar de reconocer que slo es posible una definicin suficiente del sujeto basndose en la investigacin psicolgica ( 1, 3.a), aqu se ha introducido de repente en la psicologa un concepto del sujeto hecho de una pieza, formado y definitivamente calcado sobre la ciencia natural. Ahora bien; para sta el sujeto es idntico al individuo corpreo. Por consiguiente, la psicologa se llega definir la ciencia que tiene por oficio establecer la dependencia del contenido inmediato de la experiencia del individuo corpreo. Este punto de vista, llamado tambin materialismo psico-fsico, es insostenible, mirado desde la teora del conocimiento, y psicolgicamente es estril. Puesto que la ciencia natural prescinde deliberadamente del sujeto percipiente, no obstante hallarse contenido en toda experiencia, est fuera de duda que muy difcilmente se encuentra aqulla en situacin de dar una vlida y ltima determinacin del sujeto. Una psicologa que parte de semejante definicin puramente fisiolgica ya no se apoya en la experiencia, sino, lo mismo que la vieja psicologa materialista, en una premisa metafsica. Adems, este punto de. vista es psicolgicamente infructuoso, porque asigna desde el primer momento la interpretacin causal de los procesos psquicos la fisiologa, la cual no puede dar y ni ahora ni nunca, semejante interpretacin, en razn del diferente modo de exposicin de la ciencia natural y de la psicologa. En fin; es, sin duda, evidente que semejante psicologa, que se transforma en una mecnica hipottica del cerebro, debe, una vez para siempre, renunciar servir de base la ciencia del espritu.

Cuando llamamos psicologa voluntarista la direccin estrictamente emprica que se contrapone las tentativas de renovar la doctrina metafsica que se caracteriza por los principios formulados ms atrs, no debemos olvidar que, en s y por s, este voluntarismo psicolgico nada tiene que ver con ninguna doctrina metafsica de la voluntad. Se opone al voluntarismo metafsico unilateral de Schopenhauer, que deriva toda existencia de una voluntad trascendente originaria, no menos que los sistemas metafsicos que han salido del intelectualismo de Spinoza, de Herbart y otros. Los principios del voluntarismo psicolgico considerado en el sentido indicado, son completamente contrarios la metafsica, porque excluye de la psicologa toda metafsica; se hallan, pues, en oposicin con las otras direcciones psicolgicas, porque rechaza todos los esfuerzos que tienden referir los procesos de la voluntad simples representaciones, y al propio tiempo acenta el significado tpico de la voluntad por la naturaleza de la experiencia psicolgica. Esta significacin tpica est en que la propiedad, generalmente reconocida por las acciones volitivas, esto es, la de ser procesos cuyo desarrollo presenta continuamente mutaciones cualitativas intensivas, se considera tambin til para los otros contenidos psquicos de la experiencia.