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DIEGO FERNANDO HIDALGOLA PATRIA | IRRA-LA FELISA | LA PATRIA

Pasaron por lo me-nos dos años para que Gloria Amparo Restrepo desenro-llara de nuevo el viejo

periódico que desde hace una década guarda en un armario. El pasado 10 de noviembre lo sacó, lo extendió sobre la cama donde dormía su pequeña hija de 13 años y revivió amargos

recuerdos.Para esta mujer ha sido muy

duro borrar el dolor que le dejó la pérdida de su hijo Jhon Ja-mes Vélez, de 14 años, quien falleció junto a otros 52 traba-jadores en la mina Pescadero, de Filadelfia.

La tragedia ocurrió el 22 de noviembre del 2001, a las 5:45 de la mañana, en la vía que de La Felisa conduce a Irra, al otro lado del Río Cauca. Fue 15 mi-

10 AÑOS DE LA TRAGEDIA EN MINA DE FILADELFIA, A ORILLAS DEL RÍO CAUCA

Víctimas de Pescaderoaún recuerdany esperan indemnización

Murieron 53 mineros. Familiares de fallecidos esperan que les paguen por el daño. La minería ilegal sigue cobrando víctimas. Ministerio adelanta censo. Tristeza.

nutos antes de la llamada hora de gracia que los propietarios o arrendatarios de la mina les obsequiaban a los pobladores de la región para el rebusque, por lo menos 200 personas ingresaron a los límites para adelantar el barequeo.

Esta labor la interrumpió un alud de tierra que tapó a va-rios de ellos, motivando a que el resto tratara de ayudarlos, pero cayó un segundo desliza-miento y perdieron la vida por lo menos 53 mineros.

Dolor, recuerdos...Este martes se cumple una

década del hecho, pero la tris-teza sigue latente. Empuñan-

do la primera página de LA PATRIA del día después de la tragedia, cuya imagen refleja el drama que se vivió en esa épo-ca, Gloria Amparo rememora los acontecimientos sentada en una pequeña banca, desde don-de se divisa gran parte del co-rregimiento de Irra (Risaralda). Allí viven la mayoría de fami-lias de las víctimas y casi que de memoria ella señala dónde viven.

Tienen en común el dolor por la pérdida, la incertidum-bre por no saber de un abogado que les ofreció ayuda y nunca volvió, y la lucha día a día por sobrevivir, así sea arriesgando su vida con la minería.

"El dolor no es solo por la muerte de mi hijo. La injusticia me carcome, pues un abogado llegó al corregimiento ofrecién-donos asesoría para reclamar la indemnización, nos hizo fir-mar papeles, nos tomó huellas y esta es la hora que no sabe-mos nada de él". Ni ella ni otras víctimas consultadas por este diario recordaban cuál era su nombre. Sin embargo, el pasado viernes dijeron que se trataba de Jimmy Zambrano Chacón, que es de Pereira, pero no tienen ni su teléfono.

Al consultar el Registro Na-cional de Abogados y Auxiliares, del Consejo Nacional de la Judi-catura, no aparece registrado.

"No se me borra de la mente la frase que han dicho siempre: 'que todo fue culpa de los mi-neros por meterse allí'", dijo la mujer. Lo más paradójico es que ahora la mayoría de integrantes se dedica a la minería, pese a la tragedia que ocurrió.

La opción es la minería"El más joven se salió de la es-

cuela y como vio que le iba bien, empezó a coger plata y no quiso regresar. Estudió hasta quinto. Al menor, de 16 años, no le dan trabajo por la edad, pero rodea las minas y se la rebusca. Ellos

se la consiguen, pero no se mal-gastan la plata. Eso sí, cuando se crece el río toca aguantar ham-bre, pues la única posibilidad de empleo por acá es la minería", indicó Gloria Amparo.

Precisamente, el sueño de Jhon James era tener su propia 'pinta' para estrenar en diciem-bre. Decía que primero le daba gusto a la mamá con algunas cosas y después lo de él. Alcan-zó a comprarse el vestidito y le faltó poco para los zapatos. Precisamente el día que murió iba para Pescadero a recoger lo

que necesitaba. Se fue a pedir tierrita, que es un balde lleno de tierra que les regala el dueño de la mina para que busquen oro, pero solo encontró la muer-te. Para cumplirle el sueño, su mamá lo sepultó con el traje "para que llegara al cielo estre-nando".

Sigue la tradiciónVíctor Alfonso Vélez, de 18

años, es uno de los hijos de esta señora. También se dedica

Las víctimas

Las víctimas fatales que dejó la avalancha en la mina de El Callao hace 10 años fueron: Juan Gabriel Ospina, Jhon Édison Ramírez, Pedro Nel Anduquia, Jhon James Vélez, José Ospina, Fabián Suárez Higuita, José Eustasio Ladino, Jo-sé, Nelson de Jesús Jiménez, José Fulgencio Ladino Tapasco, Juan Gabriel Murillo Machado, Orlando de Jesús Navarrete, Ramiro Restrepo, Élmer Ortiz Moreno, Leonardo Ramírez, Carlos Eduardo Ladino, Lidia Zaudyt Ibarra Mora, Juan Carlos Trejos, Plutarco Palacios, María Ramos Mosquera, Carlos Echa-varría, Fabián Mosquera, Alfredo Buriticá, Eliécer de Jesús Upegui , Giovanny

Aguirre, Gustavo Ayala, José Gonzalo Loaiza, Julián Andrés Sánchez, Jorge Mario Hernández, Alberto Aricapa Díaz, Manuel Salvador Tamayo, Bernardo Vélez Álvarez, Luz Marina Aricapa Calvo, María Soveida Marulanda, Berlaín Paniagua, Jairo Miguel Moreno, Iván Darío Suaza, Jhon Edwin Giraldo, Jo-sé Manuel Muñoz, Carlos Enrique Higuita, Manuel Cifuentes Aricapa, Óscar de Jesús Cifuentes, Alfonso Sepúlveda, Martín Alonso Romero, Jairo Alonso Cano, Gustavo de Jesús Suaza, Ramiro de Jesús Calderón y Fabio de Jesús Holguín Zuleta.

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Fotos | Martha E. Monroy | LA PATRIA

Ana María Restrepo, junto a su hijo Víctor Alfonso Vélez, desempol-vó la primera página de LA PATRIA del 23 de noviembre de 2001 y recordó la tragedia minera que acabó con 53 vidas. Su primogénito Jhon James falleció en ese desastre.

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Mediante la resolución 3629 de no-viembre 26 de 2002 se declararon ilegales las explotaciones mineras del sector de la tragedia, por lo que está prohibida cualquier actividad de este tipo.

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a trabajar en las minas, en el sector de La Bocana, porque es un buen negocio que le pue-de representar en un día, según él, mínimo $50 mil o máximo $200 mil.

"Me la rebusco desde los siete años. Empecé raspando afuera de la mina, pues por menor no me dejaban trabajar. Ahora jaló baldes pequeños y se los entregó a otro compañero. Hemos obte-nido hasta 20 tomines y eso se divide con el socio por partes iguales. Un tomín puede costar $47 mil y medio, $25 mil".

El joven reconoce que es una actividad riesgosa, en la que el minero es el que pone el pecho. Tiene presente lo que pasó con su hermano, pero lo asume para llevar comida a la casa, pues su mamá trabaja en restaurantes y le pagan poco, $15 mil la noche.

A veces Víctor se queda hasta tarde en la mina para obtener más ganancias y el regreso a la casa es aún más peligroso, baja de noche con un amigo, flotando sobre un neumático de tracto-mula por pleno río Cauca.

En una ocasión, recuerda, sintió el aire pesado y por más que le gritaban no reaccionaba. Terminó al lado de un pantane-ro. Vio la muerte muy de cerca.

No cuenta con seguridad so-cial, pero cuando se enferma le dan para la droguita, como le ocurrió en días pasados con la infección de una mano. Le die-ron $100 mil. Indicó que por el sector de El Pajarito hay otra

mina, por la India otras dos y yendo para Quinchía, tres. Llega mucha gente a pedir tierra y se sacan sus buenos tomines. Otro de sus hermanos, César Augus-to, labora afuera de las minas, pero aspira a ir ascendiendo.

Pese a que la casa llega el mer-cado y no falta nada, Gloria Am-paro vive en la zozobra. Por eso cada vez que suena la sirena de Bomberos Irra, le da un escalo-frío. Es más, lo primero que hace en las mañanas es preguntarles a sus vecinos si ya llegaron los hijos.

Cambian la escuela por la mina

En el colegio Instituto Inte-grado Irra también hay pre-ocupación, porque después de la tragedia aumentó el número de jóvenes que encuentran en la minería una forma de sustento. Luis Gonzaga Trejos Guerrero, coordinador de la institución, dijo que un 80% de la población del corregimiento depende de la minería, porque no hay empleo.

"Los muchachos salen del colegio es a trabajar para soste-nerse y mantener a su familia. Este año tenemos una inasisten-cia del 30% y una deserción del 8%. Son 650 alumnos y muchos se vuelan a la hora del descanso para alcanzar el despegue en los socavones y en los cúbicos. Lo malo es que no los podemos cohibir, pues los mismos padres mandan la excusa. La Alcaldía de Quinchía dice que los deten-

Lo que dicen las autoridades

El dato

Víctimas de pescadero

gamos, pero es complicado".Un informe reciente de la

Agencia Pandi señaló que 500 mil niños, niñas y adolescen-tes laboran en minas y que en Colombia serían casi 16 mil los menores en ese trabajo. Por lo general buscan oro, pero tam-bién estaño, zinc, plata, carbón, esmeralda y arcilla.

Los niños ponen en peligro su vida e impiden su libre y sano desarrollo. Además, están so-metidos a cargas laborales que superan ampliamente su capaci-dad física, lo cual puede generar implicaciones en su desarrollo óseo y, dependiendo del tipo de minería, puede acarrear afeccio-nes pulmonares y cutáneas.

Más tristezaMaría del Carmen Castro

López vive al frente del colegio de Irra. En la avalancha perdió a su esposo José Fulgencio La-dino Tapasco y a su hijo Carlos Eduardo, de 15 años. Al igual que Gloria Amparo, mantiene vivo el recuerdo de sus seres queridos y sigue esperando la indemnización.

También le otorgó poder al tan mentado abogado, pero ella sí recordó su nombre. Solo ati-na a decir que una vez apareció y le entregó $1 millón 800 mil, como una especie de abono de los $7 millones 800 mil que les prometieron darles por cada uno de sus seres queridos.

"No volvió a aparecer. Se llevó todos los papeles y lo que hice fue meter esa platica en arreglos para la casa. Mi Dios es muy grande y gracias a Él otro hijo se dedicó a una cosa diferente. No más minería", relató.

Metros más arriba del cole-gio, por el sector de El Aguacate, Rosa Aurora Cañas pasa el tiem-po sentada en una pequeña silla, mientras su hija Luz Mery vende arepas en el parque del corregi-

1Alcalde electo de FiladelfiaRomán Aristizábal Vasco le dijo recientemente a LA PATRIA so-bre la minería a orillas del río Cauca, lo siguiente: "en la ribe-ra del Cauca han tenido asentamiento personas que en su ma-yoría no son de aquí, han construido cúbicos sin autorización,

procesos que se han llevado a instancias hasta que se determine por el Consorcio Tren de Occidente, Procuraduría General y autoridades ju-diciales, que el mecanismo utilizado no es el legal. A raíz de los sinies-tros ocurridos se concertará y aplicará el Código de Minas y según las competencias de la Gobernación se determinará qué personas natura-les y jurídicas tendrán permisos, según títulos mineros otorgados. La Alcaldía tiene competencias de Policía. Para generar empleo y soste-nimiento de los habitantes de la región se carnetizarán para que ejer-zan el barequeo".

2Actual alcalde de FiladelfiaÓmar Valencia indicó que no conoce qué ha pasado con las in-demnizaciones a los familiares de las víctimas, pues las perso-nas fallecidas eran de otros municipios, aunque aclaró que la ley concede solo un año para hacer las reclamaciones.

Llamó la atención sobre la explotación ilegal que sigue en algunos lu-gares y recordó que han tenido incidentes recientes con muertos. "Se hace un control estricto desde Ingeominas, que ha hecho solicitudes con las coordenadas exactas. Adelantamos cuatro diligencias en sec-

tores aledaños al Cauca, se les comunica a los mineros, pero luego re-gresan. Nos atenemos al Código de Minas que nos exige a los alcaldes adelantar desalojos. La Policía y el Ejército hacen controles y a la mis-ma Chec le hemos pedido que no suministre el servicio eléctrico para las motobombas".

3Alcaldía de Quinchía, de la que depende IrraEn el municipio la explotación minera se ha presentado siem-pre de manera tradicional, y en muchos lugares de manera in-termitente, con explotaciones en los costados de los ríos y de forma artesanal, sin previo aviso ni consentimiento.

En cerca de 26 veredas se desarrollan actividades mineras, donde alre-dedor del 60% de los pobladores dependen directamente de dicha ac-tividad. "De estas veredas en el municipio existen múltiples asociacio-nes de mineros quehan trabajado y de las cuales el municipio tiene conocimiento, aunque por informaciones no oficiales existes muchos más lugares de explo-tación.Se adelantan procesos de legalización por minería de hecho para la po-blación que ejerce la actividad de forma ilegal, con el acompañamiento y apoyo de la Gobernación y el Distrito minero, quienes realizan la ruta de la legalización minera. Se identifican las explotaciones ilegales brin-dando todo el apoyo con coordenadas, mapas, levantamiento de prue-bas y radicación de la solicitud por Internet".

miento. Rosa perdió a su esposo José Gonzalo Loaiza, de 65 años y recuerda que llevaba 20 años metido en las minas. Habló tam-bién del abogado y explicó que hace tres años reunió a varias de las familias en Irra.

"Me dio $1 millón 800 mil, una especie como de abono o

intereses de la plata que me en-tregarían por mi esposo. Pero se llevó todos los papeles de mi marido como copia de la cédu-la, partida de bautismo, partida de defunción. No sé cómo se lla-ma ese señor. Sé que trabaja en Pereira en un edificio de cinco pisos. Íbamos y decían que no

estaba y nos devolvían. Unos di-cen que está en la cárcel", atinó a decir la mujer. Al igual que Ma-ría del Carmen invirtió el dinero en mejoras para su vivienda.

Un abogado de Manizales le expresó a LA PATRIA que en años anteriores, con una auto-rización, el apoderado podía re-

Rosa Aurora Cañas dijo que entregó varios docu-mentos de su esposo a un abogado, pero esta es la hora en que no le reconocen la indemnización.

Barequear a orillas del río Cauca es una forma de empleo para muchos ribereños. La mina La Espe-ranza, sector de La Garrucha, es un lugar a donde van a pedir tierrita.

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