Verision definitiva para radicar - Miradas en espejos...
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Miradas en espejos de agua:
Un libro de artista sobre el desarrollo humano creado a partir de recorridos junto a la comunidad por el territorio ancestral Mhuysqa de Bosa
Sylvia Gómez Gómez
Código: 20161176015
Yeiny Magret Neuta Palacios
Código: 20161176020
UNIVERSIDAD FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN
ESPECIALIZACIÓN EN DESARROLLO HUMANO CON ÉNFASIS EN PROCESOS
AFECTIVOS Y CREATIVIDAD
Julio de 2017
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Miradas en espejos de agua:
Un libro de artista sobre el desarrollo humano creado a partir de recorridos junto a la
comunidad por el territorio ancestral Mhuysqa de Bosa
Sylvia Gómez Gómez
Código: 20161176015
Yeiny Magret Neuta Palacios
Código: 20161176020
Yuri Ferrer Franco
Asesor
UNIVERSIDAD FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN
ESPECIALIZACIÓN EN DESARROLLO HUMANO CON ÉNFASIS EN PROCESOS
AFECTIVOS Y CREATIVIDAD
Julio de 2017
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NOTA DE ACEPTACIÓN
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FIRMA JURADO
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FIRMA JURADO
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DEDICATORIA:
Este trabajo está dedicado a los jóvenes, niños y niñas de la Comunidad Mhuysqa de Bosa.
Y al río, con el propósito de que cada gesto lo ayude a sanar.
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AGRADECIMIENTOS:
Agradecemos a la disposición de la comunidad Mhuysqa de Bosa; al acompañamiento de los sabedores; a la música y alegría de los niños y niñas del grupo Ata Guaia; a la creatividad de
Abos el Consejo de Jóvenes; a las abuelas por recibirnos con el calor del recuerdo y al territorio por enseñarnos a ser comunidad.
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Contenido TÍTULO ....................................................................................................................................... 10 OBJETO ....................................................................................................................................... 10 JUSTIFICACIÓN ......................................................................................................................... 10
¿Por qué investigación-creación? ............................................................................................. 11 La comunidad Mhuysqa de Bosa ............................................................................................. 12 Paradigma comunitario: nuevo-tradicional .............................................................................. 13 Las condiciones para el Buen Vivir ......................................................................................... 15 Relaciones y encuentros ........................................................................................................... 16 Producción artística .................................................................................................................. 17 Libro de artista ......................................................................................................................... 19 Trazos emocionales, culturales, comunitarios y ambientales ................................................... 19 Arte relacional .......................................................................................................................... 20 Experiencias e intercambios como fundamento de la creación artística .................................. 20 Comunidad Mhuysqa de Bosa .................................................................................................. 21 Cosmovisión y saberes de la comunidad .................................................................................. 21
DESCRIPCIÓN DEL PROCESO DE CREACIÓN .................................................................... 25 La experiencia en imágenes ..................................................................................................... 25 Construyendo la experiencia .................................................................................................... 25 Pensamiento ............................................................................................................................. 29
Pero ¿Qué tejimos? ¿Cómo tejimos? (el inicio de todo) ...................................................... 31 Propósito ............................................................................................................................... 31 Primer círculo de palabra ..................................................................................................... 33 Reflexión .............................................................................................................................. 33
Corazón-palabra ....................................................................................................................... 35 Tejiendo palabra desde la tradición ...................................................................................... 36 Propósito ............................................................................................................................... 36 Preparación de medicina tradicional: Ambira ...................................................................... 36 Historia en paralelo .............................................................................................................. 39 Pagamento de inicio en el páramo de Sumapaz - laguna de Tchizacá. ................................ 41 Izaquechi en las Juntas: lugar en el que se une el río Tunjuelo y el Río Bogotá ................. 49 Ceremonia de Cambio de Fuego ciclo de tierra-aire ............................................................ 51 Pagamento humedal Tibaniqa. ............................................................................................. 52 Pagamento de cierre en el páramo de Guacheneque ............................................................ 53 Reflexión .............................................................................................................................. 55
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Acción ...................................................................................................................................... 56 Propósito ............................................................................................................................... 57 Primera Suna ........................................................................................................................ 57 Reflexión .............................................................................................................................. 58 Segunda Suna ...................................................................................................................... 59 Creación del libro de artista ................................................................................................. 59
Referencias .............................................................................. ¡Error! Marcador no definido.
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TÍTULO Miradas en espejos de agua: Un libro de artista sobre el desarrollo humano creado a partir de
recorridos junto a la comunidad por el territorio ancestral Mhuysqa1 de Bosa
OBJETO
Mediante un proceso relacional se propuso establecer diálogos con la comunidad Mhuysqa de
Bosa entre su visión de mundo y el proceso de creación y edición de un libro de artista, para
constituir una experiencia de reciprocidad, en la que fuera factible reflexionar en torno a algunas
perspectivas del desarrollo humano.
Se construyó el proceso relacional mediante el reconocimiento de las prácticas
tradicionales de la comunidad y la participación activa en círculos de palabra, preparación de
medicina, ceremonias y rituales, visita a los mayores y recorridos por el territorio ancestral. Lo
anterior como base de una reflexión que se exploró mediante la creación de un libro de artista,
entendido como una obra artística que explora el medio editorial, cuyo contenido mantiene un
vínculo secuencial pero no busca construir una narrativa. En este caso, la pieza contiene dibujos,
fotografía, collage y texto. Ésta fue construida conceptualmente desde el diálogo entablado entre
las dos autoras y espacios de encuentro para el desarrollo formal de cada una de sus partes.
Por otro lado, como experiencia de reciprocidad entendemos el momento en el que este
objeto artístico vuelve a la comunidad como detonante de un proceso de construcción de
memoria colectiva.
JUSTIFICACIÓN En este proceso de investigación formativa en creación confluyen dos visiones de
mundo diferentes. Mediante el diálogo y el encuentro, las autoras tejieron puentes para
identificar intereses en común e imaginarios de otros modos de hacer, crear y explorar el
desarrollo personal y los vínculos a partir de los cuales construir comunidad. Una de las
investigadoras manifestaba el interés en perspectivas críticas frente al individualismo de la
sociedad y se preguntaba por estrategias y maneras de generar encuentros entre las personas. La
otra experimentaba los retos de ser parte activa de una comunidad indígena y asumir la
responsabilidad de participar en su fortalecimiento. Estas inquietudes, mediadas por el mutuo
interés en el arte como vehículo de reflexiones y transformaciones, se constituyeron como el
impulso inicial que dio vida a Miradas en espejos de agua. Allí también confluyó el interés por
1 Hay varias perspectivas sobre la forma de escribir Muisca en Muysc cubun: Mhuysca, Muysca. En el presente trabajo se decidió escribirla como lo promueve el cabildo de Bosa: Mhuysqa.
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las prácticas artísticas contemporáneas, la acción, el performance, con las exploraciones
gráficas, el dibujo, la imagen y el libro como soporte.
Fueron varias las inquietudes que guiaron la búsqueda. ¿Cómo los procesos artísticos
pueden fortalecer y aportar a una comunidad? ¿Qué potencial tienen las prácticas artísticas
contemporáneas para transformar realidades? ¿Cómo generar un equilibrio entre la producción
artística individual o grupal y los procesos comunitarios? ¿Cómo se entiende el ser comunidad
desde la experiencia Mhuysqa de Bosa? ¿Cómo una comunidad indígena sobrevive en un
contexto urbano? ¿Cómo entiende una comunidad indígena el desarrollo humano? ¿De qué
manera la cosmovisión Mhuysqa puede ofrecer reflexiones valiosas a personas por fuera de su
comunidad? ¿Cómo se puede entablar un diálogo sano entre el discurso académico y los saberes
y prácticas ancestrales? Si bien este trabajo no responde literalmente todas las preguntas
mencionadas anteriormente, estas fueron importantes para la toma de decisiones durante el
desarrollo del proyecto. El lector encontrará entonces, a lo largo del texto y en las reflexiones
finales, aportes encaminados a responder estas preguntas.
¿Por qué investigación-creación? Una de las razones que motivó la selección de la modalidad de investigación-creación
para el desarrollo de este proyecto fue el interés de las investigadoras en potenciar sus procesos
creativos y entender cómo se construye conocimiento desde la creación artística. Esta
modalidad transforma el proceso de creación en un acto consciente que fomenta la síntesis de
conceptos, la conexión de ideas y puede convertirse en un mecanismo de autoexploración. El
propósito es conocer y descubrir a través de ejercicios y encuentros con la comunidad, cómo la
mirada investigativa potencia la reflexión, el experimento, la exploración y la creatividad.
Adicionalmente, el enfoque de creación permea la experiencia cotidiana o de trabajo de campo,
convirtiéndola en una experiencia estética, que además de aportar conocimiento, nutre el
desarrollo del sujeto.
En esta investigación hay un interés por abordar el arte desde su incidencia social y
personal, más allá de la perspectiva del perfeccionamiento de una técnica. Por esta razón esta
propuesta dialoga con el enfoque del arte relacional entendida como: El “conjunto de prácticas
artísticas que toman como punto de partida teórico y práctico el conjunto de las relaciones
humanas y su contexto social, más que un espacio autónomo y privativo.” (Bourriaud, 2006,
p.12). Desde ese encuentro con el arte relacional surge la inquietud sobre cómo se construye
comunidad y, para la presente investigación, cómo se construyen esas relaciones dentro de una
comunidad indígena en contexto de ciudad.
Por otro lado, este proyecto se enmarca en la línea de investigación de la facultad de
ciencias y educación: problemas del desarrollo humano y sus relaciones con la estética, la lúdica
y la creatividad, en el campo de trabajo investigativo que se enfoca en procesos de
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sensibilización estética y de crecimiento personal. Esto, entre otras razones, porque aborda
directamente el concepto de desarrollo humano y lo analiza a la luz de una cultura indígena.
Desde esta mirada, recorrer el territorio es recorrer las relaciones, empezando por las que
entablamos con nosotros mismos. El camino trazado es un camino que en la medida en que se
propone un recorrido espacial, se desarrolla un proceso de auto conocimiento y de reflexión.
Adicionalmente, dentro de las sub-líneas de investigación de Desarrollo Humano,
Miradas en espejos de agua se enmarca en la de Cuerpo, sensibilidad, pensamiento y cultura.
En este trabajo se exploran concepciones culturales del desarrollo, del bienestar y de lo que es
ser comunidad. Éste surge a su vez de experiencias vivenciales en las que están involucrados
todos los sentidos: se conoce y se reflexiona a través de la palabra, pero desde la experiencia de
estar en los lugares, ver lo que hay que ver, participar de los rituales y ceremonias, experimentar
en comunidad.
Por último, al plantearse como un proyecto de investigación creación, se enmarca en el
campo de formación expresiva y artística. Se utilizaron herramientas de creación como el
dibujo, para generar encuentro entre los participantes y construir memoria de las experiencias
vividas. Todo se condensó en un libro de artista, fruto del intercambio y la reflexión, con el que
entró en un nuevo diálogo con la comunidad.
La comunidad Mhuysqa de Bosa
La comunidad Mhuysqa de Bosa está asentada en el antiguo municipio de Bosa, que
junto a Usaquén, Suba, Engativá, Fontibón y Usme, fue anexado a Bogotá en 1954. Esta
comunidad es reconocida en su Ley de Origen como “…un conjunto de familias nativas del
antiguo resguardo indígena de Bosa. Vivimos en nuestro territorio ancestral, manteniendo
nuestras raíces y tradiciones culturales, con gobierno propio y regido por la legislación indígena
vigente.” (Cabildo Indígena Mhuysqa de Bosa2. Ley de Origen. 2007.)
Inicialmente, el proceso de colonización significó un silenciamiento de la cultura
Mhuysqa. En épocas más recientes, factores como la expansión urbana, el desplazamiento de
nuevos pobladores, el deterioro del medio ambiente, afectaron la condición rural del territorio y
con ello las prácticas tradicionales de la comunidad. Frente a esto, hace aproximadamente dos
décadas, la comunidad Mhuysqa de Bosa, ha asumido la responsabilidad de transitar el proceso
de recuperación de su tradición cultural. En este proceso enfrenta múltiples retos, entre ellos,
tejer de nuevo los vínculos de la comunidad con el territorio y de los jóvenes con la mirada y el
saber de los mayores. Para esto es indispensable el encuentro e intercambio entre generaciones.
Para lo anterior se han desarrollado dentro de la comunidad muchos procesos y actividades. Tal
2 El cabildo es “una entidad pública especial, cuyos integrantes son miembros de una comunidad indígena, elegidos y reconocidos por ésta, con una organización sociopolítica tradicional, cuya función es representar legalmente a la comunidad, ejercer autoridad y realizar las actividades que le atribuyen las leyes, sus usos, costumbres y el reglamento interno de cada comunidad” (Decreto 2164 de 1995, Art. 2)
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es el caso de Consejo de Jóvenes3 del cabildo, formado de jóvenes líderes, proponen actividades
que desde la creatividad, la cultura y el arte, acercan a otros jóvenes y a ellos mismos al
pensamiento Mhuysqa.
Con el fin de generar ese acercamiento y fortalecer el liderazgo entre niños y jóvenes
de la comunidad, los miembros del Consejo de Jóvenes adelantan un proyecto en el que
proponen compartir con mayores y sabedores, una serie de prácticas y saberes tradicionales,
como la preparación de medicina, el círculo de palabra y el pagamento y visitas a lugares
sagrados del territorio Mhuysqa.
Cuando nacemos en un territorio contenemos su memoria y matriz desde la primera inspiración de aire. El camino de la cultura busca hacer esto consciente, hacerlo conocimiento. Con la colonización vino un olvido forzado de los principios y las energías de manejo del territorio, de ahí que el proceso de reconstitución del pensamiento Mhuysqa esté ligado inevitablemente a la recuperación del conocimiento del tejido de todos los lugares que conforman el territorio. (Daza, Santos y Morales, 2013, P.17)
La recuperación del saber ancestral es fundamental para la comunidad Mhuysqa; es un
proceso valioso para su fortalecimiento. Además, representa una alternativa para ofrecer al
mundo una mirada sostenible del territorio y una forma armónica de concebir las relaciones
entre los seres humanos y el planeta. La experiencia propone profundas reflexiones sobre temas
relevantes y en su mayoría urgentes para la humanidad, como la importancia de la experiencia
comunitaria, lo sagrado en la naturaleza, el significado del agua para la vida, material y
espiritual, la identificación de ecosistemas naturales que existen en la ciudad (y que suelen ser
desconocidos), el valor de la tradición y de la relación con nuestros abuelos, la importancia de
las perspectivas críticas para impulsar acción comunitaria, entre muchos otros elementos que
pueden ser analizados desde las perspectivas del desarrollo humano a través la creación artística.
Tener la oportunidad de participar de estas experiencias en las que se recorre, se sana, se
reconoce el territorio y se recupera el vínculo con la vida, representa en sí mismo un proceso de
transformación para cualquier ser humano. Hacerlo, a la luz de la creación artística y tras la
mirada del desarrollo humano, potencia esa experiencia.
Paradigma comunitario: nuevo-tradicional Cuando nos acercamos a la visión del pueblo Mhuysqa, identificamos coincidencias con
muchas comunidades de los pueblos originarios de este continente. De una manera muy
resumida y directamente relacionada con algunas inquietudes de esta investigación, podríamos
hablar, entre otras cosas, de una forma particular que tienen estos pueblos de entender lo que es
ser comunidad. Desde esta perspectiva se plantea la comunidad como ese entramado de 3 “El consejo de jóvenes El Consejo de Jóvenes Abos Gata es una agrupación que nace dentro del Cabildo Indígena Muisca de Bosa, con el fin de visibilizar a la juventud muisca a nivel local y distrital y fomentar espacios de participación, educación, recreación y cultura.” Tomado de:http://consejodejovenesmuiscas.blogspot.com.co/p/quienes-somos.html
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relaciones entre todos los seres vivos. “Todos y todo somos parte de la Madre tierra y de la vida,
de la realidad, todos dependemos de todos, todos nos complementamos. Cada piedra, cada
animal, cada flor, cada estrella, cada árbol y su fruto, cada ser humano, somos un solo cuerpo,
estamos unidos a todas las otras partes o expresiones de la realidad.” (Huanacuni, 2010, PG. 35)
Lejos del antropocentrismo, en el que se proponen relaciones utilitaristas con todos los
seres vivos, la mirada indígena, expresada por ejemplo en la filosofía del Buen Vivir propone:
“concebimos la vida de forma comunitaria, no solo como relación social sino como profunda
relación de vida.” (Huanacuni, 2010, PG. 30) En esta relación de vida se plantea una
complementariedad entre los individuos, en donde “lo individual no desaparece sino que emerge
en su capacidad natural dentro de la comunidad. Es un estado de equilibrio entre comunidad e
individualidad.” (Huanacuni, 2010, PG. 31). Es pues una mirada que en lugar de basarse en
opuestos, abraza la diversidad y la diferencia como complementariedad, en donde el bienestar
de cada una de las partes garantiza el bienestar de la red (comunidad).
En el pensamiento aborigen, el primer orden territorial es el interno, es el territorio personal, el territorio individual humano, es el micro-territorio. Este es un holograma del macro-territorio, por cuanto es un pensamiento sistémico: el territorio está en los seres y el territorio son los seres, seres colectivos, seres comunidad, por tanto, en la metodología aborigen empezamos a revisar el territorio mediante la revisión al individuo. Tal individuo nunca está separado, sino en relaciones, relaciones de unidad, de interdependencia, de reciprocidad. En fin, vivir es relacionarse. (Daza, Santos y Morales, 2013, P.12)
Existe pues una conexión entre el bienestar del individuo y el de su entorno, así como una
relación entre lo espiritual y lo material. De la misma manera, en la visión del ser humano desde
la mirada Mhuysqa se integran todas sus dimensiones y se conciben interrelacionadas: el
pensamiento, la emoción y el sentimiento, se materializan en el cuerpo. Este conocimiento
reivindica aspectos del ser humano que han sido juzgados históricamente por la cultura
positivista. El afecto, la creatividad, la intuición, la sensibilidad, han estado vinculados con
debilidad.
Esto también tiene que ver con la cultura del patriarcado y los valores que visibiliza y
aquellos que desestimula: la depredación de la naturaleza también tiene que ver con la violencia
hacia la mujer y la falta de equilibrio entre lo masculino y femenino en la cultura occidental. Así
lo describe Vincent Fisas en su libro Cultura de Paz y Gestión de conflictos: “Durante algunos
milenios, la humanidad ha vivido bajo las normas de patriarcado, un sistema de dominación e
imposición masculina que no sólo ha subyugado a la mitad de la población del planeta, las
mujeres, sino que también ha despreciado e infravalorado unos valores que ahora reivindicamos
como esenciales, y que ha permitido explotar abusivamente a la naturaleza.” (Fisas, 2001, pg.
353). Podríamos decir entonces que al reconciliarnos con la naturaleza, al sanar ese vínculo,
podremos sanar también la herida generada por el ejercicio del poder por parte del hombre a
través de la violencia. Reconocer el valor en el cuidado, la cooperación y la atención a los
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vínculos, a lo cotidiano, características femeninas en contraposición a la competencia, la fuerza,
el poder, pueden ser la base de una forma de vida que proponga bienestar.
Desde la mirada de los pueblos originarios andinos podemos entender esa diferencia y
complementariedad entre los elementos femeninos y masculinos, y la necesidad de la armonía
entre ambos para lograr un Buen Vivir.
(…) las naciones Aimara Quechua conciben que todo viene de dos fuentes: Pachakama o Pachatata (Padre cosmos, energía o fuerza cósmica) y Pachamama (madre tierra, energía o fuerza telúrica, que generan toda forma de existencia. Si no reconstruimos lo sagrado en equilibrio, (Chacha Warmi, Hombre Mujer), lo espiritual en nuestra cotidianidad, definitivamente no habremos cambiado mucho y no tendremos la posibilidad de concretar ningún cambio real en la vida práctica. (Huanacuni, 2010, PG. 30)
El nuevo-tradicional paradigma comunitario propone entonces tejer lazos de armonía
entre los seres vivos, rescatar la espiritualidad y el valor del vínculo. Cambiar la competencia
por la cooperación y valorar por encima de cualquier cosa, la vida. Se ha nombrado acá como
nuevo-tradicional, por ser una mirada desconocida para muchos, que resurge actualmente
gracias a que ha sido conservada por siglos por los pueblos originarios del continente.
Las condiciones para el Buen vivir La filosofía del buen vivir se basa en la cosmovisión de los pueblos originarios andinos.
Esta se plantea como una perspectiva crítica a la sociedad de consumo y la cultura de occidente,
individualista, predadora de la naturaleza y violenta. También se opone a la perspectiva de
desarrollo como acumulación de bienes materiales. “Vivir bien no es lo mismo que vivir mejor,
vivir mejor es a costa del otro. Vivir mejor es egoísmo, desinterés por los demás,
individualismo, sólo pensar en el lucro. Porque para vivir mejor es necesario explotar al
prójimo, se produce una profunda competencia, se concentra la riqueza en pocas manos.”
(Huanacuni, 2010, PG. 35) A partir de los conceptos tradicionales del Vivir Bien y Buen vivir,
esta filosofía propone un cambio de paradigma en el que se convive en armonía con lo que nos
rodea, rechazando la acumulación de dinero y apelando a una vida sencilla que conviva con la
naturaleza. (Huanacuni, 2010, P. 34)
Frente a la crisis ambiental y social del mundo, se hace evidente la urgencia con la que
se recibe este conocimiento tradicional, esta perspectiva política y filosófica. La persistencia en
el tiempo de los pueblos originarios, a pesar de las difíciles circunstancias y el proceso de
recuperación de su saber, amplía las opciones que tienen los seres humanos. Propone otro modo
de vida más sostenible y armónica. Sin embargo, cabe preguntarnos ¿cómo construir las
condiciones: políticas, ambientales, sociales, espirituales, para que el Buen Vivir sea posible?
Además de una voluntad de los individuos, es fundamental una voluntad política de los
gobiernos.
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Quizá cabe reflexionar si desde la posibilidad de agencia, entendida como la capacidad
de ser humano de auto gestionar las transformaciones en su vida y su entorno, pueda construirse
ese cambio. Se resalta la importancia de comprender el papel de agencia del individuo, “… es,
pues, fundamental para reconocer que las personas son personas responsables: no sólo estamos
sanos o enfermos sino que, además, actuamos o nos negarnos a actuar y podemos decidir actuar
de una u otra forma. Y, por lo tanto, nosotros -mujeres y hombres- debemos asumir la
responsabilidad de hacer cosas o de no hacerlas.” (P. 234 Sen, A.) Aunque parezca una
reflexión sencilla, tiene muchas implicaciones en la forma en la que percibimos al ser humano y
en la manera en la concebimos posible la capacidad de este para transformar su realidad.
Ser un miembro activo de una comunidad, (en este caso indígena) puede fortalecer la
capacidad de agencia del individuo. La cultura y la colectividad ofrecen reflexiones sobre las
problemáticas contemporáneas y adicionalmente, brinda opciones; ofrecen otra forma de
construir el mundo, otro camino para el desarrollo.
Relaciones y encuentros Como se pudo expresar anteriormente, la cosmovisión Mhuysqa plantea el territorio y la
comunidad en términos de relaciones. Esto puede considerarse inicialmente un punto en común
de esta perspectiva con la estética relacional, pero también puede considerarse como un aporte.
La estética relacional, el concepto arte relacional, nació para describir una tendencia en las obras
de los años 90. Estas se caracterizaban por resaltar el proceso como hecho artístico, y por
involucrar a comunidades o reflexiones sobre el hecho social, sobre las relaciones entre los seres
humanos. “…un arte que tomaría como horizonte teórico la esfera de las interacciones humanas
y su contexto social, más que la afirmación de un espacio simbólico autónomo y privado- da
cuenta de un cambio radical de los objetivos estéticos, culturales y políticos puestos en juego
por el arte moderno.” Bourriaud (p. 13) La urgencia con la que era necesario reflexionar sobre
lo comunitario y el encuentro entre las personas, se evidenció, al atravesar profundamente la
producción artística de finales del siglo XX. Esa inquietud sigue vigente.
Ahora, quizá la pregunta relevante no es sobre las relaciones entre los seres humanos y
cómo estos configuran una comunidad. Quizá es el concepto de comunidad lo que debe ser
replanteado; Miradas en espejos de agua propone precisamente eso, al acercarse a la comunidad
indígena, un aporte al concepto de comunidad desde la mirada de los pueblos originarios del
continente.
El arte relacional propone obras que: “…ya no tienen como meta formar realidades
imaginarias o utópicas, sino constituir modos de existencia o modelos de acción dentro de lo
real ya existente…” (Bourriaud, N, P.12) En el caso de Miradas en espejos de agua, se recorre
el territorio concebido, desde la cultura Mhuysqa con un entramado de relaciones y se reflexiona
sobre el ser comunidad desde el paradigma comunitario mencionado anteriormente.
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Entonces, la experiencia nos atraviesa y nos nutre. Surgen sin embargo algunas
preguntas: ¿Cómo hablar de territorio sin recorrerlo? ¿Cómo hablar de comunidad si participar
en sus dinámicas? ¿Cómo entender lo que es la ley de origen, sin vivirla, a través de la
experiencia, de la palabra de los abuelos? Como obra de arte procesual, se propone un enfoque
relacional, a partir del cual todos los participantes puedan nutrirse. Partiendo de esto son
fundamentales para el desarrollo de este proyecto, las visitas al territorio, el encuentro con la
comunidad, la participación en ceremonias y rituales. Es así como las investigadoras nutren sus
reflexiones con las experiencias compartidas, que desembocaron en la producción de un objeto
artístico. A su vez, los miembros de la comunidad enriquecieron su experiencia a partir espacios
y actividades de encuentro propuestas por las artistas. Se planteó entonces un intercambio, una
relación horizontal, de reciprocidad, en la que cada cual aportó desde un lugar diferente.
Producción artística De todas las posibles vías de producción artística, se ha escogido el libro de artista por
su capacidad, como formato, de reunir varias expresiones visuales y plásticas, así como por su
naturaleza lineal y posibilidades no lineales y fragmentarias. El libro de artista “se trata de una
forma de expresión artística que utiliza el libro como medio y como idea”. (Gonzáles, Salvador.
H. 2013) que se caracteriza como una expresión del siglo XX. Algunos autores identifican la
publicación del manifiesto futurista en Le Figaro en 1909, como uno de los aportes claves, que
inauguró varias nociones conceptuales para lo que fue el posterior desarrollo del libro de
artista… “que la página es un legítimo espacio artístico, que el texto puede funcionar como arte,
que la obra publicada es una obra de arte tan válida como el objeto singular…” (Gonzáles,
Salvador. H. 2013)
Muchos artistas y vanguardias lo exploraron en algún momento, lo que hace que existan
diversas formas de abordar su creación. Esta diversidad ha hecho difícil su estricta definición.
Ha sido propuesta por muchos autores, que, al tratarse de una expresión tan diversa corre el
riesgo de confundirse con otras exploraciones artísticas y editoriales como los Libros Ilustrados,
Livres d’Artiste o de Peintre, Revistas y Manifiestos Artísticos, Libros-Objeto, Libros-
Instalación, Libros-Performance y Libros-Electrónicos, e incluso con el concepto que acoge a
todas estas expresiones: Libro-Arte. (Crespo Martín, B. 2010). Partiendo de esa dificultad,
Crespo Martín, después de su investigación en busca de consolidar una definición, menciona
aquella acotada por ARLIS/UK&Eire (1989) como un acercamiento que permite trazar límites,
pero que responde a la diversidad del medio: un libro u objeto que parece un libro en el cual un
artista ha tenido una mayor aportación, más allá de la ilustración o autoría: donde la apariencia
final del libro pertenece a la interferencia del artista/participación: donde el libro es la
manifestación de la creatividad del artista: donde el libro es una obra de arte por sí mismo. Lo
anterior lo separa de la producción editorial tradicional y abre la posibilidad de la
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experimentación plástica, manteniendo, en todo caso, algunos elementos formales del libro y de
esta manera, proporcionando a la obra un símbolo con el cual dialogar.
En Miradas en espejos de agua se propuso la exploración del libro de artista como
medio para contener las diversas reflexiones surgidas en la experiencia de compartir con la
comunidad Mhuysqa de Bosa. Como se mencionó anteriormente, el libro ofrece la posibilidad
de reunir diferentes medios de expresión como el dibujo, la fotografía, el texto, el collage.
Adicionalmente, su carácter, inicialmente lineal funcionó como hilo conductor para narrar las
experiencias vividas y su potencial hipertextual, permitió generar y conectar ideas y reflexiones
que se distancian de los acontecimientos y se propusieron de una manera global.
El objeto expuso entonces reflexiones que contuvieran la perspectiva y dieran cuenta de
la experiencia vivida por cada una de las artistas-investigadoras. Éstas, por supuesto, permeadas
por ejercicios colectivos de recopilación de la memoria alrededor de las experiencias vividas,
los lugares visitados, las ceremonias y rituales en los que se participó. Cada sección abordó la
creación plástica desde lenguajes diferentes: mientas una de ellas explora el dibujo, la otra
propuso collage y fotografía. El resultado es la síntesis de un encuentro y la identificación de los
diversos aprendizajes y puntos de vista que esta experiencia le ha ofrecido a la comunidad y a
todos los que participaron del proceso.
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BASES CONCEPTUALES
Libro de artista Trazos emocionales, culturales, comunitarios y ambientales
Un libro es una secuencia de espacios. Cada uno de esos espacios es percibido en un momento diferente
–un libro es también una secuencia de momentos.4
Como se ha mencionado anteriormente, ha habido muchos debates sobre la definición
de lo que es un libro de artista y sus diversos, o mejor, infinitos caminos de desarrollo. En el
proceso de presentar todos los esfuerzos de clasificación y catalogación del fenómenos,
Salvador Haro Gonzáles, resalta una de las razones de esta dificultad evidenciando
características del arte: “…entre ellos destaca su capacidad para reinventar y reformular
cualquier principio, que automáticamente deja obsoleto cualquier intento de definición que no
se puede referir más que a lo ya conocido y nunca a lo aún no inventado, pues es necesario no
olvidar que el libro de artista es una práctica en pleno desarrollo y que cada día aporta nuevas
variables.” (Salvador Haro González, p17)5 Siendo infinito y mutable como el arte mismo,
encontramos descripciones y acercamientos que nos dan una idea de lo que podemos entender y
no como un libro de artista, en este caso, en palabras de Anne Moeglin-Delcrois:
¿Cuál es la condición para que un libro firmado por un artista sea un libro de artista? La condición es que el libro sea una creación, dicho de otro modo, que no sea el medio de reproducción de una obra preexistente. […] Admitiendo que el libro debe ser una creación, ¿a qué necesidad responde la elección del medio libro? La respuesta a esta cuestión permite en efecto juzgar si la forma de un libro es algo más que un receptáculo cómodo, un contenedor indiferente al contenido o si, al contrario, para el libro se establece una relación de conveniencia recíproca, o mejor, de dependencia recíproca entre su estructura de libro y su contenido.6
En el desarrollo de Miradas en espejos de agua, proponemos el libro de artista como
una obra artística que explora el medio editorial, cuyo contenido mantiene un vínculo secuencial
pero no busca construir una narrativa. El libro que hemos desarrollado propone reflexiones,
memorias, situaciones, que pueden leerse secuencialmente y están, de alguna manera,
relacionadas temporalmente a los hechos vividos y territorialmente a los caminos recorridos,
pero no buscan generar una narrativa. Muchas de las imágenes más que un recuento literal de
los acontecimientos, se presentan como evocaciones, construcciones simbólicas, paisajes
emocionales. El soporte, potencia la idea de las reflexiones en espejo, la independencia de cada 4 TANNENBAUM. Op. Cit., p. 19 en Treinta y un libros de artista Salvador Haro González, Fundación Museo del Grabado Español Contemporáneo, 2013. 5 Treinta y un libros de artista Salvador Haro González, Fundación Museo del Grabado Español Contemporáneo, 2013 6 cita de MOEGLIN-DELCROIX, Anne. Sur le livre d’artiste. Articles et écrits de circonstance (1981-2005), Marseille, Le mot et le reste, 2006, pp. 86-87, en Treinta y un libros de artista Salvador Haro González, Fundación Museo del Grabado Español Contemporáneo, 2013
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autora para desarrollar su producto y la conexión entre esas dos miradas a través de un formato
particular.
Existe otro elemento que es muy tenido en cuenta para la clasificación de los libros de
artista y es si se trata de una pieza única o si tiene un tiraje. La decisión de la reproducción tiene
implicaciones simbólicas y por qué no, políticas. Miradas en espejos de agua concebido y
creado para ser reproducido. Esto, porque además de querer ampliar el impacto de la obra, el
propósito fue desde un principio que circulara en la comunidad.
Pero, si se basa en las experiencias vividas con la comunidad en una serie de encuentros
y recorridos, y además se propone reproducible, cabría preguntar ¿por qué es este un libro de
artista y no una publicación que presenta una sistematización de experiencias? Ahí es donde
entra el título de este aparte: Trazos emocionales, culturales, comunitarios y ambientales. En
miradas en espejos de agua se superponen las geografías y recorridos con metáforas culturales
que le dan cimiento a una visión de mundo, la Mhuysqa, que dialoga con los paisajes
emocionales y las visiones de las investigadoras, sus experiencias y expectativas. Muchos de los
contenidos que componen este libro, apelan a la intuición, a la sensibilidad, más que al intelecto.
El mensaje, surgido de profundos procesos de reflexión no pretende llegar al intelecto, sino a la
emoción, a la sensibilidad del espectador que pueda verse también relejado en este espejo, o
perciba el despertar de su curiosidad, o que su mirada, se transforme por unos instantes. Tal vez
porque el recorrido, desde su concepción y desarrollo, fue un recorrido espiritual, sin tiempo, en
el que se propuso desde las prácticas tradicionales, abrir la conciencia y compartir la experiencia
de ser comunidad.
En conclusión, Miradas en espejos de agua, pretendió explorar en formato libro, desde
una perspectiva artística, que permitió a las autoras expresar desde un lugar sensible e intuitivo
las experiencias, los aprendizajes y reflexiones. La comunidad, de alguna manera, ha estado más
expuestas a las publicaciones tipo cartillas, sistematización de experiencias, ensayos, materiales
pedagógicos, resultados de los diferentes proyectos, que al lenguaje artístico gráfico. Por esta
razón, la experiencia de reconocer su sentir y sus vivencias en imágenes, detalles, metáforas, fue
diferenciada y provocó un gran impacto en ellos.
Arte relacional Experiencias e intercambios como fundamento de la creación artística
El autor francés Nicolás Bourriaud, propuso el concepto arte relacional o estética
relacional para expresar o definir las creaciones artísticas de la década de los años noventa.
Estas obras se caracterizaban por estar alejadas del desarrollo de objetos y por compartir una
inquietud sobre las relaciones humanas, su contexto y el universo simbólico alrededor de ellas.
Todo esto en un momento en el que la virtualidad y la tecnología estaba transformando
visiblemente la relación entre los individuos generando muchos cuestionamientos sobre los
21
espacios de encuentro, las dinámicas sociales, la relación entre el observador y la obra de arte y
su papel en la construcción del significado o de la obra misma.
El concepto arte relacional tuvo un papel de sustento filosófico del desarrollo de
Miradas en espejos de agua, más que un papel determinante en la materialización de la obra de
arte. Lo anterior se evidencia de una forma muy sencilla: Miradas en espejos de agua es un
libro de artista, por tanto, un objeto. Sin embargo, se creó a partir de experiencias de
intercambio, de conversación, de recorrer el territorio junto a la comunidad Mhuysqa de Bosa.
Adicionalmente a estas experiencias, reflexiones y contenidos, el objeto desarrollado es en sí
mismo un dispositivo relacional, ya que el observador debe explorarlo, para poder acceder a su
contenido. Muy bien lo expresa Salvador Haro en su libro 31 libros de artista: “Otra
característica esencial es la de la interacción. Un libro se crea para que participen al menos dos
personas, el que lo crea y el que lo abrirá, volverá sus páginas, mirará, leerá… Este dualismo
básico es el único posible para caracterizar un libro. (p28 salvador)7
Además de la metodología y de las características del objeto, Miradas en espejos de
agua explora temáticamente las relaciones entre los individuos y amplía o aporta al campo del
arte relacional desde la reflexión planteada anteriormente sobre la necesidad de actualizar las
inquietudes de los movimientos artísticos de los años noventa a lo que nos pide nuestra realidad,
finalizando la segunda década de este nuevo siglo. La pregunta ahora no es cómo fortalecemos
la relación entre los individuos para hacer comunidad, sino, cómo repensamos nuestro concepto
de comunidad e incluimos, como lo hacen los pueblos originarios, a todos los seres vivos con
quienes convivimos. Ya no sólo nos debemos preguntar sobre nuestra relación con lo humano,
si no con lo animal y vegetal, con el agua y la montaña.
Este proyecto carga y expresa esa inquietud, habla de comunidad en términos de lo
vivo. Recorre el territorio como recorriendo la historia, con el fin de tejer comunidad en el
camino. El producto artístico generado, volvió a la comunidad proponiendo una nueva etapa de
esta experiencia relacional. Una en la que otros pueden mirarse también en esos espejos y
reconocerse en las emociones y reflexiones ahí plasmadas.
Comunidad Mhuysqa de Bosa Cosmovisión y saberes de la comunidad El pueblo Mhuysqa es originario del altiplano cundiboyacense, entre los departamentos de
Boyacá, Cundinamarca y Santander. Fue desarrollando a lo largo de siglos la sabiduría,
agricultura, astronomía, orfebrería, sistemas de riego, espiritualidad, intercambio religioso,
social y cultural con más de 700 pueblos del continente. La sociedad Mhuysqa de nuestras
7 Treinta y un libros de artista Salvador Haro González, Fundación Museo del Grabado Español Contemporáneo, 2013
22
abuelas y abuelos se sincretizó y se mimetizó en la sociedad española, criolla, republicana y
democrática para resistir y subsistir a la violencia invasora (Santos Curvelo, Mejía Botero, &
otros, 2014, 2015).
El Cabildo Indígena Mhuysqa de Bosa recibió reconocimiento oficial como comunidad
indígena a partir de 1999, después de varios años de lucha por el reconocimiento estatal a nivel
del Ministerio del Interior y la Alcaldía Mayor de Bogotá, y hoy es uno de los cinco cabildos
reconocidos oficialmente en el Distrito Capital (Cabildo indígena Mhuysqa de Bosa, 2015).
Tiene su sede y casa ceremonial en las veredas de San Bernardino y San José en la localidad de
Bosa. Hoy en día el Cabildo cuenta con 960 familias y alrededor de 3600 cabildantes, que se
reconocen en su autonomía como indígenas.
La comunidad está organizada en grupos de trabajo desde los que se generan distintas
dinámicas de desarrollo espiritual, social, económico, cultural y de gobierno a nivel del Cabildo,
la localidad de Bosa, la ciudad y la región. Actualmente cuenta con ocho autoridades
tradicionales que se representan en gobernador, vice gobernador, alcalde mayor, menor y cuatro
alguaciles. Cada uno de ellos debe ser de la comunidad y tener un proceso activo dentro de esta.
También cuenta con consejos de mayores-abuelos y consejo de jóvenes que se han consolidado
a lo largo de los años. Estos son procesos autónomos donde los mismos cabildantes se proponen
actividades enfocadas a la mejora del pueblo. Existen iniciativas culturales que al día de hoy han
mantenido fuerte el proceso de la comunidad, como el grupo de música de niños y niñas de Ata
Guaia8, la agrupación de danza de jóvenes Abos Fo9, el grupo de mujeres de tejido, el grupo de
abuelas, el grupo de huerta, el grupo de medicina tradicional y los grupos de sabedores y
poporeros de la comunidad.
La comunidad Mhuysqa de Bosa lleva casi veinte años trabajando en su recuperación
tradicional, recordando, dicen los mayores. Durante este proceso los comuneros han hecho
grandes esfuerzos por no dejar perder las tradiciones y por ende su cultura. Mediante este
proceso de recuperación cultural, la comunidad ha retornado a sus prácticas ancestrales, desde el
acompañamiento de otros pueblos: el Arhuaco, el Wiwa, Kancuamo de la Sierra Nevada de
Santa Marta, los Uwa o los abuelos de la Amazonía Colombiana y el pueblo Huitoto. La
comunidad Mhuysqa está en un proceso de despertar el pensamiento, el espíritu y por tanto el
territorio.
Los Mhuysqas de Bosa hablan del círculo de palabra, de la medicina tradicional, de los
Pagamentos, Izaquechi, y Mortuorias. Tienen encuentro con mayores de otros territorios, hacen
recorridos por el territorio, se sienta con los mayores de su comunidad y hacen uso de medicinas
tradicionales como la hozca, la ambira, el yagé, el poporo, el yopo, la ayahuasca; y utilizan
plantas tradicionales del territorio.
8 https://www.facebook.com/profile.php?id=100011663261854 9 https://www.facebook.com/agrupaciondedanzaAbosFo/
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La comunidad tiene conciencia de que ha hecho esta recuperación desde las medicinas
tradicionales de otros pueblos indígenas, que han aportado a la recuperación de la memoria y
que ellos cuentan como: los canastos que fueron guardados por los mayores Mhuysqas antes
de la invasión del territorio por parte de los blancos, españoles o hermanos menores. Este ha
sido un proceso de muchos años que hasta ahora ha empezado a dejar entre ver sus frutos.
Alguno de ellos se ven en su casa ceremonial Qusmhuy, en sus medicinas tradicionales a base
del tabaco, en el reconocimiento de sus plantas sagradas, en sus rituales y en la apropiación de
la comunidad a través de las ceremonias de Cambio de Fuego, fiestas importantes y el retorno e
identificación de sus sitios sagrados.
“Recordamos para quedarnos, renacemos para quedarnos, retornamos para permanecer,
renacemos para ven-ser, volvemos para no irnos más. Somos retorno de la mata de tabaco que
nació en el cemento de la ciudad, somos brote de semilla de maíz, somos mata de maíz que
surgió en rincones de tierra de ciudad” (Cabildo Mhuysqa de Bosa. Retornando por el camino de
los antiguos. 2012)
El pueblo Mhuysqa tiene un sinnúmero de investigaciones académicas, casi que es el
pueblo con más investigaciones en Colombia, por un lado, el interés se ha centrado en la
importancia del renacer de un pueblo que hoy en día es desconocido para la academia, para la
historia y para el pueblo colombiano. Esto ha suscitado en muchos investigadores, antropólogos,
sociólogos, arqueólogos, historiadores, geógrafos y hasta arquitectos y filósofos el interés de
saber más del pueblo Mhuysqa. Ha impulsado a muchos académicos a revisar escrituras,
manuscritos, mapas del territorio de Cundinamarca, Boyacá, Santander y otras ciudades que
limitan con estas. Dentro de las investigaciones se encuentran posturas que no reconocen el
pueblo como descendientes indígenas y que aseguran que no eran una gran nación, sino clanes
que servían a diferentes caciques o cipas. Pero también hay un gran número de investigaciones
que reafirman el etnocidio del pueblo y reconocen su existencia.
¡Aquí estamos de nuevo! Nunca nos fuimos, sólo esperamos. Esperamos 518 años como la cigarra, como el escarabajo. Aquí estamos de nuevo, nunca nos fuimos. Ahora cantaremos al sol, ahora danzaremos al sol. No nos mataron, no se podía. Estábamos esperando. (Cabildo Mhuysqa de Bosa. Retornando por el camino de los antiguos. 2012) Dentro de las prácticas ancestrales de la comunidad, este trabajo tuvo mayor
acercamiento su proceso espiritual, cultural y al reconocimiento del territorio. En diálogo con la
comunidad se identificó la importancia del Plan de Vida y la Ley de Origen, razón por la cual
esta investigación propone acercar a los jóvenes a esta noción y a recorrer juntos la Ley de
Origen. El Plan de Vida lo dividen en siete pilares: espiritualidad, territorio, cultura, economía
propia, medicina propia, educación y soberanía alimentaria. Y la Ley de Origen se basa en su
mitología, en el principio de vida de los Mhuysqas, en su lengua y en los mayores-abuelos de la
comunidad.
24
El acercamiento a la comunidad permitió reconocer el significado de sus rituales, estos
son encuentros de limpia, de acercamiento a las plantas dulces y amargas, de meditación y
concentración. Están acompañados por la música y generalmente por la danza. Los rituales se
realizan casi siempre al iniciar una actividad, como las asambleas generales que se llevan a cabo
cada mes, al iniciar reuniones determinantes para la comunidad, al cerrar actividades y para
pedir permiso al territorio de iniciar procesos.
Las ceremonias están enmarcadas en el calendario que ha determinado el pueblo
Mhuysqa, guiado por el movimiento del sol y la luna y que en occidente se denominan como
equinoccios y solsticios. Dentro de las ceremonias se conmemoran fechas importantes como la
bendición de semillas, los cambios de fuego correspondientes a los movimientos del sol. Las
siembras, correspondientes a los ciclos de la luna, las festividades como el Jizca Chia Sue
(fiesta del sol y la luna), el camino de sanación y el año nuevo Mhuysqa. Las ceremonias tienen
un carácter de festividad, de encuentro con los ancestros a través de las medicinas tradicionales.
Las plantas, las semillas, están siempre enmarcados en la concentración, en la palabra y en la
escucha, en el saludo al territorio. Representan una de las actividades que más convocan
personas de la comunidad y que generalmente son de trasnocho.
Los Izaquechi, mortuorias y pagamentos son encuentros generalmente con el territorio,
se llevan a cabo en los sitios sagrados para los Mhuysqas como las lagunas, chucuas
(humedales), cerros, nacimientos de agua, montañas, entre otros. Estos son espacios de
encuentro con los ancestros, se realizan con la intención de despertar los espíritus del territorio y
encontrarse con sus hijos los Mhuysqas. Se hacen con respeto, con humildad y con
agradecimiento por ser y estar reviviendo y recordando. Estos pagamentos se hacen entregando
y devolviendo en gracias lo entregado por la madre tierra, pidiendo perdón por los daños
causados, por los alimentos tomados, por la contaminación del ambiente de los ríos.
Estos procesos se ofrecen a la humanidad, en su ayuda, dicen los Mhuysqas. Son actos
de reciprocidad que en su mayoría están guiados por los sabedores, mayoras, o autoridades. Se
suelen hacer en compañía de plantas, de riegos hechos por la comunidad, semillas, velones,
medicina tradicional. Al iniciar, siempre se saluda al territorio a los elementales (agua, fuego,
tierra y aire) al espíritu celeste y al centro de la madre.
25
DESCRIPCIÓN DEL PROCESO DE CREACIÓN La experiencia en imágenes
Desde el inicio de la investigación estuvo claro que el producto artístico que se
trabajaría sería el libro de artista: un libro que contuviera imágenes producidas a partir de la
experiencia de visitar diferentes lugares sagrados Mhuysqa, junto a la comunidad. El proceso
creativo estuvo presente en todas las vivencias, relaciones, diálogos, intercambios vividos. El
itinerario y los recorridos, los encuentros y las relaciones son entonces la primera parte del
proceso de creación. Posteriormente, se generaron encuentros de reflexión sobre la experiencia
vivida, en los que cada una de las autoras compartió sus reflexiones y los conceptos que
desarrollaría en su sección del libro. En esos encuentros se realizaron bocetos sencillos de las
imágenes y se pensó en la secuencia de la publicación y su relación con la secuencia de los
recorridos.
Posteriormente, cada autora desarrolló las imágenes, y, manteniendo siempre el diálogo,
se diseñó en colaboración la publicación. El libro muestra esas dos miradas, una desde afuera de
la comunidad y otra desde adentro, una desde la interpretación y la otra desde la vivencia.
Construyendo la experiencia
Para iniciar, es importante aclarar que este proyecto se articula a procesos que vienen en
marcha en el cabildo Mhuysqa de Bosa y que son liderados por su Consejo de Jóvenes. El
marco amplio del proceso al que nos referimos es el de la recuperación o revitalización de la
identidad cultural de esta comunidad indígena que lleva ya un par de décadas.
El consejo de jóvenes lleva más de dos años desarrollando actividades que permitan una
vinculación directa de los jóvenes de la comunidad al pensamiento indígena. La mayoría de sus
acercamientos han estado encaminados hacia la espiritualidad desde prácticas culturales como la
música, la danza, el tejido y encuentros con mayores. Una de las investigadoras de este proyecto
hace parte del Consejo y es gracias a ese vínculo, que esta investigación pudo articularse y
aportar en la planeación y el desarrollo de un proyecto más amplio que se estaba desarrollando
desde este grupo.
Es así como, en diálogo con los jóvenes, se empezó a construir un proceso compuesto
de varias actividades que buscaba generar un acercamiento de los jóvenes y niños de la
comunidad a la Ley de Origen a través del conocimiento del territorio, los sitios sagrados, la
madre Hytcha (madre tierra) y el encuentro con mayores y sabedores. Este también buscaba
hacerlos partícipes de los procesos comunitarios, la creación colectiva y la reflexión crítica de
26
su contexto, para sembrar así iniciativas de liderazgo en ellos. Para esto fue muy importante, el
encuentro generacional, la apropiación del territorio, como territorio espiritual, entendiendo,
desde la mirada Mhuysqa, que “…el territorio no es únicamente lo biofísico sino un entramado
relacional que se establece entre los seres humanos que despliegan su cultura, es decir, su
cultivo de humanización en sincronía con los ciclos naturales y los tiempos cósmicos. De esta
manera, se expresa un orden cultural, un orden social, un orden político y un orden económico
en perfecta correspondencia.” (Daza, Santos y Morales, 2013, P.12) Siendo conscientes de esto
se entendió que al recorrer el territorio se construye una vivencia y reflexión de lo comunitario y
de los múltiples lazos que nos conectan con todo lo que sucede a nuestro alrededor.
Pero como quien retorna por el territorio necesita de una guía, se hizo fundamental
entrar en diálogo con los sabedores de la comunidad, pues de ahí partiría la palabra y el consejo
de los recorridos. Es así como entramos en diálogo: el grupo de niños Ata Guaia que desde hace
seis años se encuentran en torno a la música y la danza, el Consejo de Jóvenes, el proceso de los
sabedores que está conformado por poporeros y guías espirituales de la comunidad y nosotras
como investigadoras-creadoras.
Desde este encuentro cada uno de estos actores empezó a tener un rol. El papel que
jugamos como investigadoras-creadoras se fue convirtiendo en el puente para articular los
diferentes grupos. Nuestra persistencia aportó a mantener el compromiso de todos los
involucrados para llevar a cabo lo planeado. El camino nos llevó a entrar en diálogos constantes
que nos retroalimentaban, permitiendo reflexiones para mejorar el proceso; cómo fomentar
mayor participación en los jóvenes, cómo aclarar ciertas ideas y qué elementos tener en cuenta
para el futuro. Estos diálogos se desarrollaron siempre en torno a una finalidad común: recordar
juntos la Ley de Origen Mhuysqa.
Al vivir estas experiencias junto a la comunidad nos propusimos observar elementos
relacionados con el desarrollo humano tanto en ellos como en nosotras. Así pudimos identificar
algunas dificultades o retos. Observamos por ejemplo que la palabra era muy poca en niños y
jóvenes. Que los jóvenes a pesar del trabajo que han adelantado con su comunidad, desconocían
que la Ley de Origen no es un texto abstracto, sino que está viva en las actividades cotidianas de
la comunidad. También identificamos en los niños y jóvenes una dificultad en entender las
palabras de los mayores. En otras palabras, una necesidad de aprender a escuchar con atención e
ir más allá de una interpretación literal de las palabras: abrir el espectro simbólico, metafórico y
espiritual de la comunicación.
Por otro lado, en el proceso colectivo de construcción metodológica encontramos en las
prácticas tradicionales herramientas poderosas para construir experiencias significativas. En
estas, identificamos aspectos que potencian el encuentro, la introspección y reflexión, el vínculo
entre las personas y todos los seres que las rodean. Las metodologías tradicionales se hacen a
través de una vía diferente, no sólo se abordan desde un lugar del intelecto, si no desde un lugar
27
espiritual en el que las plantas, los cantos, las semillas, las piedras, ofrecen sus poderes para
construir la experiencia y generar claridad, entendimiento, transformación, sanación,
reciprocidad. El carácter atávico de estas prácticas les da una carga simbólica y mística que
atraviesa muchos aspectos del ser, que permiten a través de la participación en ellas, descubrir
que todo lo que nos rodea empieza a tener significado y vida.
Como mencionamos anteriormente, tuvimos la oportunidad de reflexionar, a la luz del
desarrollo humano, sobre nuestra propia experiencia a lo largo del proceso. Es desde esa
interiorización y desde ese diálogo que basamos la creación del libro de artista. Detenerse y
mirar en retrospectiva lo vivido a la luz de la creación, permitió recoger reflexiones y
sensaciones vividas para poder profundizar en ellas. El diálogo, nos permitió compartir
diferentes perspectivas que hacían énfasis en uno u otro elemento de la experiencia.
Encontramos muchos puntos en común, pero también fuimos sorprendidas por la mirada de la
otra.
Entonces, abordar toda esta experiencia a la luz de la creación, nos permitió afianzar en
nosotras el acto creativo. La producción estuvo enfocada en la creación de un libro de artista
que expresa las principales reflexiones generadas por la experiencia. La perspectiva del arte
relacional nutrió este acercamiento, ampliando el margen de acción de la producción artística: la
creación no sería entonces algo a construir en nuestros talleres, sino algo que se estaba
construyendo en cada encuentro y recorrido. Las imágenes que forman el libro, expresan la
mirada de cada investigadora y a su vez, las múltiples miradas de la comunidad.
Por último, para presentar el proceso de creación, se proponen tres momentos que
describen el camino recorrido: pensamiento, corazón-palabra y acción. Estructura de tres
tiempos que no dan cuenta del desarrollo cronológico de las actividades si no que se refieren a
su carácter reflexivo.
Miradas en Espejos de Agua, narra de manera individual y colectiva desde una sola
esencia: el pensarnos como sujetos responsables de la formación de nuestro propio ser. Pero
esto no lo aprendemos en actitud pasiva, en espera paciente, sino que lo construimos a través del
encuentro con otros seres, con la naturaleza; a través de nuestro auto exploración y de la
posibilidad de nutrir y hacer más complejas nuestras reflexiones y experiencias.
Por eso partimos de la ruta: Ritual de palabra del pueblo Mhuysqa para presentar las
fases y los aspectos primordiales de este camino, como reflexión y propuesta tras haber
compartido una ruta de conocimiento indígena.
El Ritual de la Palabra es la perspectiva más clara de espiritualidad y formación de los
pueblos indígenas. Es lo que estructura su tradición oral: su legado a la humanidad. El ritual de
la palabra se constituye bajo el principio de la igualdad. Desde el respeto y la concentración se
entra en diálogo con otras mentes, para lograr la comprensión y la unión entre seres humanos-
madre/naturaleza-cosmos. Se fundamenta libremente en el diálogo de la vida y desde la vida
28
misma. Se expresa desde la experiencia, desde el sentimiento, desde la razón de cada uno. Esta
hermosa práctica de orden y profundo diálogo puede ser realizada por cualquier ser humano que
esté dispuesto a entregar y a recibir. Y fue a través del encuentro con la comunidad Mhuysqa de
Bosa que se construyó este proceso significativo de aprendizaje, de construcción y de reflexión.
“El Ritual de la Palabra implica el desarrollo coherente e interactivo de cuatro momentos:
pensamiento, corazón, palabra y acción. Es un proceso que comienza generando pensamientos
que luego se llevan al corazón (pensar con el corazón) para infundirle amor a la palabra, y
concluir en actitudes, compromisos y obras de consenso, que siempre beneficiaran a la
colectividad.” Neuta (2001)
En resumen, el lector encontrará la narración del camino, a la luz de las categorías
mencionadas anteriormente permitiendo recorrer junto a la comunidad y las investigadoras, el
desarrollo de esta propuesta. Podrá, en ese camino, ver las imágenes presentes en el libro, que
surgieron a partir de cada momento y así, con los que podrá trazar las líneas de conexión y
reflexión entre las vivencias, el pensamiento y su materialización en forma de libro.
29
Pensamiento
La Madre Abuela Bague tenía las cosas del mundo en su pensamiento y tenía la memoria llena de lo que iba a venir. /
Era el esquema, la idea, la imagen y la palabra de lo que iba a venir…10
(Gauta, 1998, p. 13)
10 Fragmento del mito de La Madre Abuela Bague.
30
En principio todo es pensamiento, recuerda la mitología Mhuysqa. Toda acción,
creación, palabra o reflexión primero es pensamiento. Y todo pensamiento tiene consecuencias
para el que lo piensa. Es la herramienta más linda de los seres humanos y es el regalo de los
dioses para los Mhuysqa. Por eso hay que cuidar el pensamiento, protegerlo de lo sombrío que
origina el dolor, la enfermedad y el sufrimiento. Pensar positivamente, dicen los sabedores, es la
puerta para la claridad, para aquietar, para reflexionar mejor, como quien conserva buenos
frutos “…como son el perdón, fraternidad, aceptación, consejo, generosidad, confianza, caridad,
servicio… a la larga despertaremos nuestro ser”. El pensamiento se comparte, se “teje”, en los
círculos de palabra. Lo maravilloso e interesante de esta metodología de la comunidad es que
estos círculos de palabra se dan desde la unidad; cada participante es responsable de su
pensamiento, su concentración y su disposición para que se pueda dar forma a un pensamiento
colectivo.
En esta medida fueron necesarios múltiples encuentros con la comunidad, que desde
esta propuesta fueron planteados como espacios de planeación conjunta y que con el paso del
tiempo se convirtieron en espacios de reflexión, de largos diálogos con los sabedores, sobre la
comunidad y sobre nosotras. Estos espacios empezaron a ser a travesados por las medicinas
propias de la comunidad, a ser construidos desde la voz de las plantas sagradas. Dice el mayor
de la casa sagrada qusmhuy que se recibe la medicina, hozca, antes de iniciar un ritual de la
palabra o un círculo de palabra, para pedir permiso y para entrar en armonía con uno y con los
demás participantes del espacio. Para que la planta sagrada, en este caso el tabaco, permita el
pensamiento positivo y el intercambio de saberes.
Mediante este recuso metodológico y pedagógico propio, que conlleva un paulatino
conocimiento tanto de la comunidad como de nosotras mismas, permitiendo descubrir la limpia,
la concentración y la entrega, nos sentamos a tejer con la comunidad, y ahora sí, a soñar juntos.
31
Pero ¿Qué tejimos? ¿Cómo tejimos? (el inicio de todo)
Fue desde las jóvenes de la comunidad Erika Galeano Neuta y Gina Alejandra Neuta,
miembros del consejo de jóvenes, que surgió la idea y necesidad de acercarnos más a la Ley de
Origen Mhuysqa y de revisar un texto que ellas ya venían leyendo: Relatos de la Antigua
Bacatá de José Rozo Gauta. Reconociendo que son numerosos los escritos de cronistas,
investigadores y académicos que desde sus estudios en el pueblo Mhuysqa han hecho
interpretaciones etnográficas de su cultura, se propuso explorar los textos de Gauta. Se entregó a
cada uno de los jóvenes, niños, adolescentes y líderes de la comunidad una copia de estos
relatos, para luego darnos cita en un Círculo de Palabra y encontrarnos desde las sensaciones,
inquietudes o preguntas que haya dejado la lectura en cada uno de nosotros.
También iniciamos Miradas en Espejos de Agua que, desde la palabra y las sensaciones
de aquellos primeros encuentros, empezaba a tomar forma, así como nuestro vínculo con la
comunidad. Aquí empezamos a establecer diferencias en nuestros contextos y acercamientos al
sentir-ser comunidad y al estar al otro lado, como observador, viendo caminar a una comunidad.
En este punto se hace necesario pensarnos en espejo, vernos reflejadas en la otra, en el
pensamiento, en el corazón y en la palabra de la otra.
Propósito
Generar encuentros de reflexión con la comunidad Mhuysqa de Bosa en torno a la lectura
Relatos de la Antigua Bacatá de José Rozo Gauta para descubrir, identificar y reconstruir juntos
una ley de Origen con la que se pudiera establecer relaciones cercanas o recuerdos de las
vivencias en comunidad.
32
33
Primer círculo de palabra
Nos dimos cita en la casa sagrada -Qusmhuy- para establecer nuestras primeras
relaciones. Como primeras semillas universales en medio de la oscuridad, nos sentamos a
pensar, quiénes somos los Mhuysqa y de dónde venimos. Iniciamos el círculo de palabra con la
medicina de la casa: la Hozca, la presentación de cada uno de los asistentes y sus motivos para
estar allí. Se inició el círculo, después de haber saludado y pedido permiso a la casa sagrada, a
los espíritus del territorio, a los mayores y sabedores para compartir palabra. Se hizo una
presentación del proyecto y se contó cómo se sumarían esfuerzos e intereses para recorrer la
Ley de Origen, reconociendo el intercambio de saberes que se daría durante este proceso. Se
compartió la palabra narrando algunos de los relatos que se habían leído: en estado de escucha
se es testigo y aprendiz. Después se resaltaron algunos elementos de las lecturas como: origen,
orden, pensamiento, tiempo, creación, existencia y raíces. Se identificaron relaciones entre las
narraciones y algunos elementos culturales presentes en la cotidianidad de la comunidad, en la
palabra de los abuelos y en las costumbres de los mayores.
Presentamos, como investigadoras, la propuesta que teníamos para contribuir al proceso
y nuestra intención de producir una creación artística a partir de él. Entre las cosas que
propusimos fue la generación de espacios de construcción de memoria por medio de actividades
creativas como el juego, el dibujo y el relato.
Reflexión
Dicen los mayores que en común-unidad se teje el canasto de pensamiento cuando se
hace Ritual de la palabra, es así como cada uno se convierte en un agente para cumplir el
34
propósito con el que nos sentamos. A través del diálogo se exponen, se complementan y se
depuran los puntos de vista de cada uno, con la intención de tejer juntos un universal propósito.
Dentro del círculo de palabra se hizo evidente que no todos los jóvenes hicieron la
lectura y que para algunos fue aburrido porque se asemejaba a las tareas de lectura de sus
escuelas. A la gran mayoría se les dificultó la participación a pesar de haber leído, les costó
compartir su palabra, sus reflexiones, dejando la responsabilidad de la palabra a los mayores o
líderes de la comunidad.
A pesar de lo anterior, algunos manifestaron el gusto por el texto, la importancia de
conocer mitología Mhuysqa. Se habló de la conexión que generó en ellos la lectura, frente a
prácticas, lugares, plantas que venían relacionando con el territorio y con el legado ancestral. Se
reconoció la importancia de saber más del origen de la comunidad y motivó a los que no habían
leído. El espacio provocó intereses por actividades que ampliaran el conocimiento de la Ley de
Origen guiando el camino para esta investigación.
Fue un encuentro largo, de paciencia, de reflexión, no solo de las narraciones sino del
tiempo que transcurría; de la incomodidad que a veces generan los pensadores (sillas) del
Qusmhuy; de la luz día que con el paso de tiempo se iba cerrando al interior de la casa
Qusmhuy; de la lluvia que con fuerza nos acompañaba en la palabra; de la angustia de salir tarde
de un lugar con altos índices de violencia y que está muy lejos de los centros de la localidad de
Bosa y de la ciudad.
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Corazón-palabra
Es hora de abrir la puerta Para que entre la Palabra.
Que aparezca y hable la Palabra, que la palabra se manifieste a la gente
y les diga su camino: Que sean la palabra y su sentido
Los guías del hombre que va a nacer.11
(Gauta, 1998, p. 53).
Enseña el Ritual de la palabra que cuando se habla con el corazón es palabra de vida y
anima tanto al que la comparte como al que la oye. Por eso es importante ser responsable del
pensamiento porque ahí se está alimentando lo que será palabra. Y ¿cómo se alimenta el
pensamiento? Desde el corazón, desde la escucha y desde la reflexión, es decir, siendo
consciente de que lo que saldrá de mi boca, debe construir, ser ejemplo, ser guía, debe ser
verdad.
El ejercicio de pasar el pensamiento por el corazón, dicen los mayores, permite ser
consciente del otro que me escucha, es el camino hacia la reflexión, necesariamente un
pensamiento que pasa por el corazón, es una palabra dulce, es una palabra positiva, de aliento,
es el camino del auto-reconocimiento y del conocimiento del otro.
La casa sagrada Qusmhuy es un espacio que permite a quienes la visitan ser más
conscientes de la palabra. En ella hasta el tono de voz cambia. Usualmente allí se toman la
palabra los mayores, las abuelas, los sabedores, las autoridades tradicionales y los líderes de la
comunidad, pero para los más pequeños, los jóvenes y los niños, el momento de la palabra
genera tensión, porque se reconoce su valor y la responsabilidad que significa para quienes la
usan.
Entonces se empieza a comprender el respeto por la palabra, por la casa sagrada, por la
medicina tradicional, por los que escuchan. Entre todos empezamos a ser guiados por los
sabedores y los líderes del significado de la palabra. Identificamos como cobra vida en la casa
Qusmhuy; desde el saludo a los abuelos se empieza a ser consciente de que no es un lugar para
mentir o para aparentar, tampoco es un lugar de conocimientos científicos, académicos o
discursos acartonados y elaborados. Es un espacio en donde se habla de la vida, se reflexiona en
comunidad y se trabajaba para la comunidad, es un espacio en donde se crea y se concilia y se
es responsable de lo que se dice.
Dicen los mayores: “si no va a hacer, mejor no diga nada, porque los abuelos ya
escucharon y si usted no cumple, ellos se molestarán, porque uno no debe jugar con su palabra;
11 Fragmento del mito de Bachué.
36
porque la palabra, es el poder de los pensamientos y de su corazón. Si usted pasa por encima de
eso, entonces usted puede pasar por encima de sus abuelos, padres y de usted mismo.” “… esto
significa que quien habla se entrega íntegramente a los demás en su palabra, sin límite de
tiempo, porque sabe la medida de su palabra es su propia responsabilidad de abordar lo esencial
sin caer en la vacuidad”. (Neuta, E. 2001)
Este hermoso ejercicio de corazón-palabra empieza a ser la guía del caminar con la
comunidad, porque desde el primer círculo, se hace evidente el silencio de los jóvenes, tímidos
de la palabra, aunque atentos a los mayores y con las capacidades de diálogo quedan profundos
en el silencio y cómodos en la palabra del otro. Es así como entre todos identificamos
estrategias para seguir acercándonos a la Ley de Origen Mhuysqa.
Tejiendo palabra desde la tradición
Desde diferentes diálogos con los líderes de la comunidad nos dice Ferney Neuta que
para hablar de Ley de Origen debemos ser origen, debemos reconocernos en nuestra humildad y
reconocer a nuestros mayores que están solos y abandonados. Es así como se plantea unas
visitas a las mejores bibliotecas del mundo: los abuelos y el territorio. También se propuso
desde la palabra de Yimmy Chiguasuque, guardián de la casa Qusmhuy, preparar entre todos
Ambira, medicina tradicional Mhuysqa y desde ahí poner en pensamiento e intención de este
caminar.
Estos diálogos con mayores, líderes y sabedores de la comunidad fueron dando forma a
esta investigación-creación. Fuimos descubriendo poco a poco como Miradas en Espejos de
Agua no sólo sería un reflejo de dos mujeres inmersas en una comunidad y en nuevos
conocimientos, sino también un reflejo de la Ley de Origen Mhuysqa y por tanto de su gente, de
su tierra y de nosotras como receptoras-creadoras.
Propósito Recorrer el camino de los abuelos y el territorio para comprender, recordar y dar vida a la
palabra.
Preparación de medicina tradicional: Ambira
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La preparación de medicina es un ritual que usualmente llevan a cabo los sabedores de la
comunidad. Exige una jornada larga de trabajo y concentración. Incluye la visita a la huerta y
otros lugares del territorio como: casas de mayores, lagunas y humedales para conseguir las
plantas necesarias; preparación espiritual previa para no contaminar de pensamiento negativo la
medicina y la disposición para pasar toda la noche en vela. Atentos y concentrados
acompañando el proceso, desde la casa Qusmhuy.
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Desde que se pone en pensamiento y en palabra la preparación de medicina, se hace
trabajo espiritual, lo que significa que todas las personas que participarán de la preparación
deben saber y conocer la intención de esta y toda colaboración debe estar enmarcada en el
respeto, el orden y el pensamiento bonito. Es así como nos dividimos las tareas previas a la
preparación: el arreglo de la casa Qusmhuy, la recolección de leña, la recolección de las plantas,
el lavado y deshojada de ellas, los que estarán pendientes de la cocinada y de revolver la olla,
los encargados de alimentar el fuego y los encargados de la ceremonia y la palabra.
Por tanto todo debe estar armonizado, tanto la leña, las plantas y los implementos que se
utilizan son limpiados con riegos propios de la comunidad, labor de las autoridades espirituales.
De esta manera la jornada inicia temprano, se organiza el pensamiento y se recogen las plantas y
se lavan para que llegada la tarde se monten las ollas y se prepare el fuego. La leña fue recogida
días previos a la preparación.
La preparación de medicina es una labor en comunidad y permite estar conectados con
el territorio, durante toda la preparación están los mayores y los sabedores dando palabra,
dispuestos a responder a las inquietudes de los jóvenes y de los niños. En todo momento ellos
hacen el llamado a la concentración, a sentir, a estar atentos y a tener a la comunidad y a nuestro
trabajo siempre en pensamiento.
Durante la noche todos tuvimos el compromiso de armonizar la medicina y ayudar al
abuelo Gata (abuelo fuego) con su trabajo. Los sabedores, niños y jóvenes pasaron la noche en
vela, cantando desde el corazón, meditando con medicina, compartiendo la palabra y tejiendo
ojos de dios12.
Historia en paralelo
A una de las investigadoras le llegó la menstruación (o a luna, como es denominado por
la comunidad) justo el día de la ceremonia, razón por la cual, no pudo participar en ella. Esta
situación suscitó en ella muchas preguntas sobre el significado de lo femenino en general en la
cultura y en específico en la cultura Mhuysqa. ¿Por qué no permitían a las mujeres con su
menstruación participar de estos espacios?
Este episodio significó el inicio de una serie de reflexiones sobre los elementos
femeninos en la cultura, sobre la concepción Mhuysqa del desequilibro entre lo femenino y lo
masculino en la cultura occidental y la necesidad de sanar esa relación. Reflexión que se
evidencia en el objeto creado, como un proceso de introspección con el ser mujer, con el hecho
de que para la comunidad sea un estado de limpieza propia de las mujeres, estado de
pensamiento y reflexión.
12 Tejido prehispánico de la cultura Huinchol, Wixarika o los indios Navajo. Apropiado por otros pueblos andinos como símbolo de protección en especial para niños.
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Pagamento de inicio en el páramo de Sumapaz - laguna de Tchizacá.
Este páramo, ubicado sobre la cordillera oriental, es el más grande del mundo. En él se
encuentran representados dos de los principales ecosistemas de las montañas tropicales: el
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páramo y los bosques andinos. Está madre hídrica es la que da nacimiento a seis ríos
fundamentales para Bogotá, Meta, Huila y Cundinamarca. Allí nace el río Tunjuelito que en su
recorrido atraviesa curtiembres, rellenos de basura, humedales y el sur de la ciudad capital,
hasta llegar al hoy territorio de los Mhuysqa de Bosa, para desembocar en el Río Bogotá. Este
lugar es reconocido por la comunidad como el lugar de permiso, palabra y guía. Es un lugar
sagrado, de autoridad, en donde los espíritus del agua ordenan el territorio; un lugar de consulta
y de encuentro con el gobierno propio, con el mandato de la ley de origen y con los bastones de
mando.
Después de habernos encontrado con la ley de origen desde la lectura y la palabra, el
viaje al páramo aterrizó las reflexiones generadas de las actividades anteriores. Se fijaron a
partir de esta experiencia algunos aprendizajes. Dicen los mayores que la laguna representa el
ser madre, a Sie (agua), al cuerpo de mujer y por tanto a la creación y la fertilidad. Es un lugar
de encuentro con lo femenino, la procreación de la madre y del pensamiento humano. Es lugar
para sanar mujer. El río representa lo masculino, el complemento de la laguna, el equilibrio, el
consejo y el pensamiento.
Por esta razón los sabedores propusieron hacer allí un pagamento de inicio: que
conoceríamos la Ley de Origen, desde los lugares sagrados y en el recorrido por el territorio ser
testigos de la importancia de reconocernos a través de todo lo que observáramos, y también ser
conscientes del daño que han sufrido estos lugares. Previamente, los sabedores indicaron qué
era lo que había que llevar para la ceremonia de pagamento: plantas, piedras, semillas. El
espacio se planteó como un lugar para aprender desde el corazón, por tanto, se propuso
identificar entre todos qué es un pagamento. Usualmente, los sabedores son quienes organizan
el altar y preparan todo para el inicio de la ceremonia. En esta oportunidad, se invitó a todos los
presentes a participar en la organización del altar. Se organizaron grupos y cada uno de ellos, en
compañía de un sabedor, se encargó de una dirección cardinal, un elemento, (fuego, agua, tierra
y aire) una labor. En el proceso, cada sabedor fue compartiendo palabra, entregando su saber.
Poco a poco se fue tejiendo una mándala entre el lugar, las personas, las plantas dulces y
amargas, las semillas, los instrumentos musicales, los bastones de mando, la chicha y el
alimento que se llevaba para compartir. En paralelo tres mujeres pedían permiso a la madre
laguna, danzaron siete mundos, siete planetas, siete generaciones con el espíritu de Sie (agua).
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La ceremonia inició con la medicina tradicional, el saludo y la palabra a cada uno de los
elementales. El grupo Ata Guaia acompañó con su música y su risa el canto alrededor de la
laguna de los Tunjos o laguna de Chizacá. Se realizó un ritual de palabra y limpia, de entrega a
la concentración y de permiso al pensamiento para volar y recorrer con su espíritu vivo cada uno
de los lugares, animales, plantas, herramientas, personas y objetos que nombra, quien lidera la
palabra. El Izaquechi, nos permite conectarnos juntos en pensamiento y crear desde el espíritu
un mundo mejor, nos ayuda a proteger y cuidar como comunidad, nuestros sagrados lugares y
espíritus. Así poco a poco comprendíamos el significado del Izaquechi. Compartimos el
alimento tradicional de la comunidad y ya con el permiso al territorio y los espíritus, pudimos
recorrer el hermoso páramo, subimos al paso del confieso y entregamos nuestra ofrenda a la
madre tierra; en ese momento cruzó los cielos una gran ave, que llenó de regocijo nuestros
corazones porque fue una respuesta de la madre tierra, un mensaje de sabiduría y conexión con
sus hijos, los Mhuysqa. Dicen los mayores “unión de tiempo de la nada y la oscuridad con el
amanecer y desde entonces representa la fuerza infinita de la procreación, para darle vida a los
guerreros espirituales”.
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Se finalizó con una apuesta nueva para la comunidad con la intención de plasmar
reflexiones, experiencias y de tejer juntos ideas en este viaje por el agua. Es así como se hace la
entrega de unas libretas – “compañeros de camino”, en las que de manera individual se hizo
una reflexión del encuentro con el Sumapaz.
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Visita a las mayoras de la comunidad Mhuysqa: Abuela Bernardina Tunjo y Abuela Rita
En este encuentro de la palabra desde el corazón y siguiendo el orden que ya se había
dado en los círculos de palabra, nos disponemos a conocer el territorio desde el compartir con
las abuelas o mayores de la comunidad. Con la intención de despertar el territorio, de recordar y
construir memoria, visitamos a la abuela Rita. Ella, que vive sola en condiciones muy humildes,
recibió la visita con alegría. La sensación que compartió el grupo, tras despedirla, fue de
nostalgia. Porque las abuelas son el bastón de la comunidad, el abrigo de la memoria de una
tradición que en algún momento se denominó como campesina por su arraigo y trabajo con la
tierra. El saber de las abuelas refleja el sincretismo que tuvo la comunidad Mhuysqa con la
religión judeo-cristiana, como los recorridos que se hacían por el territorio con los santos
patronos y que eran bañados en el rio Tunjuelito, representando lo que para los antiguos eran las
ceremonias que se le hacían a los espíritus del agua, del río Tunjuelito o río Bosa para llamar las
lluvias y que las abuelas conocieron como Rogativas que para la comunidad consistían en rezar
el rosario, cantar, recorrer todo el territorio de Bosa con los santos de San Isidro y San
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Bernardino hasta los ríos Tunjuelito y Bogotá, en donde eran bañados y limpiados, este ritual se
hacía después de las siembras para que lloviera y así esta creciera.
La transformación del territorio ha hecho que esta y otras prácticas rituales pierdan su
función. Visitar el territorio es reconstruir comunidad, como apuesta de esta investigación se
propone sembrar inquietudes y reflexiones en los jóvenes y niños sobre estos rituales. Estos
conocimientos, fueron descubriéndose en los encuentros con los mayores, por ejemplo cuando
visitamos a la abuela Rita, una mujer que en medio de humildad y su fogón de leña, recordó a
quienes la visitamos la importancia de proponer estrategias para acompañar y hacer algo por los
abuelos que están tan solos como ella.
La abuela Bernardina, por el contrario, vive rodeada de sus hijas y nietos. Quien
también se alegró con la visita de un grupo grande de jóvenes y de niños, que ávidos de
conocer, estaban atentos a todo lo que los rodeaba. Sentados en la sala de una casa grande en
medio de plantas, animales, escuchamos los diferentes relatos que nos compartió. El territorio
que narraba era el mismo que habíamos recorrido para llegar a su casa, pero era tan diferente. El
río Tunjuelito está muy contaminado, evidenciando el descuido, las malas prácticas que rodean
esta fuente hídrica. El agua no solo es sagrada para los Mhuysqas sino para la vida del ser
humano, pero lo que se observa en el recorrido es que no existe esta conciencia. Las basuras, la
invasión del territorio por tierreros y las nuevas personas que llegaron al territorio no
comprenden la importancia que tenía para la comunidad originaria de este lugar y este
desconocimiento contribuyó a la destrucción paulatina del territorio. Razón por la cual cuentan
las abuelas con nostalgia cómo era, como cultivaban y comían de todo lo que la tierra les daba.
Dentro de sus testimonios cuentan que lo tenían todo, que solo compraban sal y panela y que
hoy en día tienen que comprar todo lo que se come en casa. Por ejemplo, la abuela Rita que está
sola y que no puede cultivar porque ya no posee tierra, no tiene que comer y debe rebuscarse su
alimento.
En cada uno de estos encuentros fue entregado un mercado a las mayoras que se
visitaron, en agradecimiento y en comprensión de la situación por la que pasan la gran mayoría
de los abuelos de la comunidad. Después de reír, tocar armónica, tomar chicha y recordar, nos
despedimos de la abuela Bernardina con un consejo, que nos dijo entre risas: “cojan el
azadón”. Los jóvenes en compañía de los sabedores preguntaron de todo cuanto pudieron a las
mayoras: por la siembra, por los trajes, por las fiestas, por la música y la danza.
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Tras salir de allí, nos encaminamos a seguir con el recorrido hacia las Juntas: lugar de
unión del río Tunjuelito y Bogotá. Llovió tan fuerte que debimos escamparnos por un largo rato
bajo el techo de un vecino. El camino fue entre fincas y terrenos de cabildantes de la comunidad
y de otras personas ajenas a esta. Ya no están los caminos de antes y todo está cercado o
dividido, este cambio dificultó el recorrido. La visita a las abuelas se sintió como un ciclo
completo, porque se sintió que la palabra de las abuelas se hizo vida y en el camino, fue
cobrando sentido.
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Izaquechi en las Juntas: lugar en el que se une el río Tunjuelo y el Río Bogotá
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Desde el principio los sabedores nos indicaron el cuidado que debíamos tener con el
pensamiento. Izaquechi es un ritual de limpieza que parte del pensamiento consciente.
Caminamos hasta llegar a las juntas, el punto en el que desemboca el río Tunjuelito en el río
Bogotá. En el camino nos encontramos con un paisaje lleno de contrastes. Construcciones
donde en otro momento estaba el humedal, escombros, vacas y árboles. El panorama se hacía
cada vez más campestre, pero la presencia de la ciudad estaba ahí, imponente. En las juntas,
limpiamos el agua, limpiamos desde el páramo, que habíamos visitado unos días antes, hasta el
mar. Limpiamos el presente y todas nuestras acciones del pasado, todo lo que hemos hecho y
que ha afectado a la naturaleza. Limpiamos el pasado de nuestros padres y abuelos, el pasado de
toda nuestra línea familiar.
Las Juntas son un lugar sagrado para la comunidad Mhuysqa de Bosa porque representa
el lugar en el que se recogen las fuerzas, la pulpa, dice el mayor, la luz sagrada que da vida.
Razón por la cual era muy importante su visita. Muchos de los jóvenes de la comunidad y los
niños no conocían este lugar que en promedio está a una hora de la sede del cabildo y que para
llegar a este se atraviesa el territorio que ahora le queda a la comunidad Mhuysqa.
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Posteriormente, en el camino de regreso, sembramos varios árboles de plantas nativas,
como el Tabaco o el Tijiki (borrachero). Las palabras de la abuela Bernardina tomaron cada vez
más sentido: “Usar el azadón”, es una manera de recuperar el territorio y sanarlo.
Ceremonia de Cambio de Fuego ciclo de tierra-aire
El Cambio de fuego es una ceremonia que se realiza cada tres meses, en relación al
movimiento del sol, conocido como equinoccios y solsticios. Es un encuentro de trasnocho en la
casa Qusmhuy, para despedir el tiempo que ya pasó y darle la bienvenida a un nuevo ciclo
energético. Es un espacio para el encuentro y el fortalecimiento ya que es una ceremonia que se
hace en comunidad. En esta oportunidad, esta ceremonia estaba a cargo de los jóvenes y de los
niños y niñas del grupo Ata Guaia. Eran ellos los encargados de compartir la palabra. Esta
responsabilidad fue un incentivo para fortalecer su liderazgo. La ceremonia estuvo enfocada en
el proceso que hasta ese momento se había vivido en relación a la Ley de Origen. Desde aquí
los jóvenes tuvieron la oportunidad de dar palabra, comentaron lo aprendido en las salidas,
compartir las relaciones que han identificado con los mitos Mhuysqas. Entre todos limpiamos
desde la palabra el ciclo que pasaba, limpiamos el cuerpo, el pensamiento, los sentimientos y las
acciones. Se limpiaron las generaciones pasadas y las que vienen y los actos durante el ciclo de
tierra que representa el alimento y todo lo que ha hecho daño a la madre tierra.
Durante la noche se tejieron atrapa-sueños y se reflexionó sobre su profundo
significado, el tejido de pensamiento. También se resaltó la importancia que tiene para la
comunidad hacer parte de las tradiciones, como participar de los cambio de fuego, porque una
de las palabras que comparten los sabedores es, que la comunidad no trasnocha y que en
ocasiones son muy poco los que asisten a estos espacios.
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Razón por la cual la casa sagrada Qusmhuy estaba contenta por la presencia de muchos
Mhuysqas, el grupo Ata Guaia canto al amanecer y los jóvenes bailaron celebrando el nuevo
ciclo de aire Fiba que representa la música, los instrumentos de viento, el primer soplo o aliento
de vida y la fiesta.
Pagamento humedal Tibaniqa.
Se convocó a la comunidad a la casa Qusmhuy con el propósito poner en intención y pedir
permiso para recorrer el territorio. Los miembros de la comunidad, sabedores, jóvenes, niños y
las investigadoras, caminaron en grupo desde allí hasta el humedal Tibanica. Ese recorrido en
comunidad permite a quienes lo realizan identificar muchas de las problemáticas ambientales y
sociales que aquejan al territorio.
El humedal Tibanica representa para la comunidad uno de los lugares mas importantes,
según la mitología que cuentan los mayores fue el lugar en el que se enterró el animal en el que
Bochica recorría el territorio. Razón por la que se identifica como un lugar de resguardo, de
cercado, se conoce como un lugar conectado con el planeta Saturno: un lugar para respirar y
para que llegue el alimento.
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En este ritual se sumaron más personas de las que venían recorriendo la Ley de Origen, se
sumaron las mujeres del grupo de tejido y un grupo de abuelas de la comunidad. Lo que
permitió que se conociera cómo era el humedal antes, y el cambio ambiental tan fuerte que ha
sufrido, como que esté en peligro de secarse.
En el humedal los jóvenes, niños y las mujeres construyeron un mándala de semillas,
plantas y flores, que fue el centro del altar para la ceremonia. Se realizó el pagamento,
ofreciendo y pidiendo permiso a cada uno de los elementos (fuego, agua, tierra y aire)
finalmente se compartió un alimento tradicional y se cantó en compañía del grupo Ata Guaia.
Pagamento de cierre en el páramo de Guacheneque
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En el páramo de Guacheneque, en la laguna que lleva su mismo nombre, se encuentra el
nacimiento del río Bogotá. En esta visita participaron varios miembros de la comunidad y se
sumaron de otros como el Abuelo Manuel Socha del cabildo Mhuysqa de Chía y un sabedor de
la comunidad Mhuysqa de Suba. Después de un recorrido por un camino fangoso, llegamos a la
laguna. Allí, se organizó el altar y se inició el pagamento. Fuimos invitados a transportarnos
espiritualmente a una isla en el medio de la laguna. La ceremonia se acompañó de música, y
palabra. El abuelo Manuel hizo énfasis en que debemos mantener la dulzura en el corazón, para
endulzar el pensamiento y la acción. También nos habló sobre la importancia del
autoconocimiento y la introspección para evitar juzgar injustamente al otro. Posteriormente se
realizó un ritual de entrega a la laguna en compañía de los dos niños más pequeños, y otro con
algunos jóvenes. Fue un pagamento de entrega y represento para el grupo el cierre de nuestras
actividades, pero el inicio de un proceso que ya estaba en camino seguir en busca y en la
construcción de la Ley de Origen Mhuysqa. “...se mira y se limpia para que se vuelva a vivir
bien” fuimos a entregar el trabajo, a dar gracias por lo que recorrimos juntos y a aprender de lo
que se hizo mal o sin intención, fuimos como hijos y guerreros Mhuysqas dispuestos a despertar
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el pensamiento y el conocimiento que tiene guardada la madre en la plantas, las piedras, las
lagunas, los páramos, el sol, la luna, la lluvia y todo lo que nos hace universo.
Reflexión
Como se puede evidenciar en la descripción de las actividades realizadas, el hilo
conductor de nuestro recorrido fue el agua. Los relatos Mhuysqa nos cuentan como el ser
humano llegó al mundo a través del agua: surgió de una laguna para poblar el mundo. El agua es
algo tan fundamental para la vida y a la vez tan deteriorado: ese fue uno de los temas que
atravesó nuestra experiencia.
Fuimos al origen del agua; visitamos el agua del recuerdo a través de las mayoras; nos
enfrentamos al agua deteriorada, enferma, ya que la vimos después de que hubiera atravesado la
ciudad; visitamos los pulmones, o humedales. A través del agua pudimos reflexionar sobre la
siembra, la cultura, la herencia de los ancestros, pero también, pudimos mirarnos a profundidad,
como en un gran espejo en constante movimiento y cambio. De ahí surgió el nombre del
proyecto: Miradas en espejos de agua. Agua que es laguna, río, lluvia, humedal. Agua que
también es cultura, y que está allí, en lo profundo de nuestro ser. Agua que es relato,
introspección, comunidad y que es mujer.
Construimos juntos el recuerdo e hicimos memoria al lado del fuego, desde la palabra y
desde la siembra. Encontramos una conexión espiritual con los sitios, con la medicina y como
comunidad. Se entendió la importancia del pagar por lo que recibimos de la madre tierra, de la
palabra y consejo del mayor o mayora, el consejo del abuelo dispuesto siempre a entregar su
pensamiento.
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Acción
“… cada uno en su lugar, cada uno en su misión, y ambos en la tarea de hacer el tejido
que era como el oficio primordial del sol.”13 (Gauta, 1998, p. 103).
Y como todo diálogo requiere un propósito, todo propósito una acción, debemos tejer con
mayor cuidado y respeto, desde nuestro propio ser. Hay un sinnúmero de valores que encierran
el Ritual de la palabra y que deben estar presentes antes de la acción, por ejemplo la atención,
la concentración, la paciencia, la receptividad, la generosidad, la confianza y el compromiso,
entre otras, como la alegría y hasta el perdón. Para tener la capacidad de establecer un propósito
colectivo se requiere integrar los propósitos de todos y desde ellos tejer y ser fieles a nuestros
compromisos, permitiéndonos reconocer nuestras fortalezas y nuestras limitaciones. Dicen los
ancianos que si no hay acción es como si no hubiera habido palabra. Como conclusión, se debe
hacer una obra que, simultáneamente será de realización personal y de servicio a la comunidad.
En este punto, queremos presentar esta obra como una acción de encuentro y reflexión.
Encuentro con la comunidad desde estrategias plásticas, desde ejercicios creativos. A estos
encuentros les llamamos Suna; camino comunitario en el que, a través de experiencias de
creación se propuso construir memoria sobre lo vivido.
13 Fragmento del mito, la enseñanza grande de Bochica.
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Para darle vida a estos dos lugares de acción-creación tuvimos que atravesar y vivir todo este
camino con la comunidad. Aunque todo el camino fue de acciones en comunidad, este era
nuestro lugar de la creación, porque quien se compromete con lo que hace, lo hace desde su ser,
dicen los mayores.
La obra entonces es el resultado de coherencia y de amor, es la generación de abundancia
espiritual y material, es el acto de producción el que permite la reflexión y la mirada en
retrospectiva de la vida misma.
Propósito
Esas sunas eran muy bellas, pues eran los caminos de las alabanzas y el camino de los ruegos y
los lloros. Eran los caminos sagrados de nuestras esperanzas y el lugar por donde los hombres
y mujeres llevaban los símbolos de la vida, y los guayques y mayores de la tierra vestían las
largas mantas ceremoniales, cuyos cantos se arrastraban sobre el suelo y cuyos capacetes
miraban al cielo, simbolizando así la armonía de la repartición del tiempo, entre las fuerzas
que mandan sobre el mundo”14 (Gauta, 1998, p. 100).
Frente a este contexto, se propuso aportar a estos procesos comunitarios con el diseño
de actividades que permitieran generar reflexiones colectivas sobre la experiencia. Los
ejercicios, llamados Sunas o caminos, tuvieron lugar en el Cabildo Mhuysqa de Bosa y contaron
con la participación de los jóvenes y mayores, que asistieron a las salidas. En los ejercicios
propuestos se utilizaron herramientas como el dibujo y el relato y en la cartografía social como
metodología de sistematización de experiencias y de recopilación del conocimiento colectivo.
Estos espacios tuvieron como propósito generar memoria de las actividades y, sobre todo,
reflexiones sobre la incidencia de ese proceso en cada participante. También hubo espacios,
tanto de introspección, como de intercambio. Durante todo el proyecto se llevaron a cabo dos
Sunas15, una en la mitad del proceso y una al final.
Primera Suna
14 Fragmento del mito, la enseñanza grande de Bochica. 15 En este caso del presente trabajo, se toma el significado se suna como el de camino. A continuación una acercamiento más preciso a la definición. Fon. Gonz. */suna/ Cons. */ suna / Camellón *o surco. Elevación de tierra que se hace para sembrar o evitar anegamiento. Camellón. Suna gue. Dícese, suna ata, suna boza, suna mica, un camellón, dos, tres, etc. [sic] (González, 1987) - Ms. 158. Voc. fol. 35rComentarios: El término parece hacer referencia a una elevación de tierra, en un valle anegable, construida por los seres humanos con el fin de aprovecharlo durante el periodo de inundaciones. En Campesinos de los Andes, Orlando Fals Borda afirma que "suna" era un antiguo camino indígena que cruzaba por las inmediaciones de Saucío en Chocontá. Es probable que dicho camino fuera además un camellón. Gómez Aldana D. F. Diccionario muisca - español. Tesis de Antropología de la Universidad Nacional de Colombia. 2012 Publicación digital en chb.cubun.org/Categoría:Dictionary.
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Reflexión
La ley de origen está en lo que hacemos como Mhuysqa, en el profundo significado de
nuestras ceremonias y ritos, en el encuentro con los mayores, en nuestra relación con los otros y
con la naturaleza.
Desde esta iniciativa se invitó a los jóvenes, niños y mayores que participaron en el
proceso, a que nos acompañaran en este encuentro en el que se construiría memoria a través del
dibujo y el juego. La jornada inició con el juego, para despertarnos y estar más atentos. Esta
sesión estuvo a cargo del comunero William Chiguasuque. En ellos se involucró el sonido, la
danza, la atención y el reconocimiento de todos los participantes.
En un segundo momento se propuso la actividad dibujo-memoria. En esta actividad se
propuso expresar las ideas desde la inmediatez, olvidando los prejuicios y miedos que se suelen
tener frente al dibujo, recordando que cada cual tiene una manera de dibujar y valorando la
expresividad del trazo más que sus características técnicas. Es así como se inicia con un
calentamiento didáctico de dibujo que se basa en dibujar una serie de palabras que los
participantes debían proponer, a partir de la pregunta: ¿Qué es para ustedes la ley de origen? El
ejercicio fue un dictado de las palabras elegidas al azar, y que los participantes debían
representar en una misma hoja, a contra reloj. Un ejercicio para dibujar-recordar.
Las respuestas a la pregunta fueron:
Qusmhuy, respeto, cultura, medicina, raíces, respeto a la palabra, “gente”, sembrar, Boza,
cultura, paramo, ambira, laguna, Tunjuelito, territorio, Hytcha Guaia, Ata, Zue, amor,
cosmovisión, Chiminagua, Mika, divinidad, Abuelos, guardián de territorio, madre tierra,
Chicha, caminar, danza, recordar, nada, creación, construir, sembrar, conciencia,
espiritualidad, memoria, amor y Bachue.
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Luego de la dinámica, los dibujos fueron colgados en una cuerda que atravesaba todo el
salón. Allí pudieron ser observados y analizados por todos los participantes. Entre todos
identificamos similitudes, particularidades, sorpresas o tendencias.
En un tercer momento de la suna se propuso formar tres grupos, que correspondían a las
tres actividades previamente realizadas: preparación de medicina, pagamento a Sumapaz,
Izaquechi a las Juntas. Desde esta división se planteó la actividad de contarnos desde el camino
preguntándonos uno a uno dentro de cada grupo: qué sucedió (lugar, participantes, proceso,
detalles que se quieran resaltar y compartir); qué aprendimos; qué preguntas nos surgieron, qué
fue lo que más nos gustó o nos conmovió; con quiénes nos encontramos y qué nos
compartieron.
Se finalizó la actividad con la socialización de cada uno de los grupos que aparte del
diálogo construyeron juntos unas imágenes grandes. Dentro de ellas aparecieron mujeres como
montañas, ríos como cabellos de mujeres y al igual que en la lluvia de palabras encontramos
entre los tres grupos un mismo lenguaje.
Las Sunas permitieron diálogos de creación y aceraron a la comunidad a entender la
propuesta de la creación del libro de artista. En este espacio de intercambio se empezó a
construir la reciprocidad a partir de la cual, todos nos vimos beneficiados y nutridos.
Segunda Suna
Reflexión Comprender desde a metáfora del Árbol los conceptos de memoria colectiva,
territorio y comunidad.
Esta suna fue liderada por Caterina Villa, antropóloga que se sumó al proceso. La
actividad se construyó desde la cartografía social. A partir de la metáfora del árbol, se exploró
cómo está compuesta la comunidad, cómo los jóvenes perciben a sus miembros. Se invitó a los
participantes a identificar en el árbol, qué representa cada una de sus partes y como se
representan en la comunidad. Por ejemplo, se habló de los abuelos y los niños en las raíces,
pero también en los frutos. Se agregaron al árbol lugares, plantas y alimentos sagrados.
Se identificó y reconoció la labor de cada uno de los grupos, que hacen parte de la
comunidad, como el Consejo de jóvenes, el grupo de sabedores, las autoridades, las mujeres
tejedoras, el grupo de medicina. A partir de esa identificación se compartieron las visiones de
los participantes sobre el futuro de la comunidad.
Creación del libro de artista
Después de haber experimentado los recorridos y los encuentros, se inició el proceso de
creación. Cada una de las investigadoras había llevado una especie de diario de campo: una
libreta en la que apuntaban algunas de las reflexiones o elementos que llamaban su atención
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durante la experiencia. También se habían generado espacios de encuentro e intercambio de
perspectivas.
Se concertó el formato y el número de páginas. Cada una hizo una planeación de los
temas e imágenes que quería realizar. La planeación, que era un esbozo conceptual de cada una
de las páginas, fue compartida y reflexionada en conjunto. Las soluciones formales y técnicas
también fueron socializadas. Una de ellas decidió abordar su producción desde el dibujo,
mientras que la otra prefirió el collage y la fotografía como medio. Los temas que se resaltaron,
la manera de leer la memoria, también fueron diferentes. Fue asombroso y satisfactorio ver
cómo ambos relatos se complementaban y nos permitían abordar ampliamente la esencia de la
experiencia que vivimos junto a la comunidad.
Es inevitable que al acercarnos a una comunidad indígena y a su mirada, surjan muchas
reflexiones relacionadas al ambiente y a la búsqueda de un equilibrio con la naturaleza. Pensar,
por ejemplo, en la importancia del agua para nuestra vida, puede parecer sencillo y casi obvio.
Sin embargo, cuando recorremos la ciudad y vemos el estado de nuestros acuíferos, cuando
escuchamos sobre nuevos proyectos para urbanizar los humedales, cuando nos cuenta una
abuela con nostalgia, que hacía algunos años, podía pescar en el río y sembrar con su agua, río
que ahora nosotros vemos completamente polucionado, somos conscientes de que no es
suficientemente claro ese sencillo mensaje: el agua es vital. También es importante el
autoconocimiento y la armonía espiritual para obtener bienestar.
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Son entonces muchas reflexiones las que identificamos e incluimos en Miradas en
espejos de agua. Sencillas y profundas, que recogen nuestra vivencia y las de la comunidad con
quien recorrimos el territorio y que pretenden ser potentes en su capacidad de sensibilizar sobre
esos elementos que debemos respetar, esos lazos que se deben tejer de nuevo, para recuperar
nuestra capacidad de vivir bien en este mundo. Para esto se utilizaron elementos simbólicos
como semillas, plantas, trazos de agua infinita, cruces entre lo natural y lo humano,
recuperación de relatos, y un lenguaje poético con el que se pretende construir una atmósfera
íntima y ancestral, como la del momento en el que tu abuela te cuenta un antiguo secreto.
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Espacio de reciprocidad
Después del desarrollo de las imágenes el diseño y diagramación del libro, se programó
un encuentro para presentar la obra con la comunidad y compartir las reflexiones que surgieron
en el proceso de creación. La cita fue planteada en el salón comunal del cabildo, pero el espacio
de reciprocidad, inició en el Qusmhuy, dirigido por los sabedores, a través de una ceremonia de
medicina y un compartir de palabra. Hubo presencia de sabedores, jóvenes, algunos de ellos
miembros del consejo y niños miembros de Ata Guaia, quienes, como cierre del espacio,
tocaron en vivo para los asistentes.
Durante la presentación se recordaron los recorridos y las diferentes experiencias
vividas en paralelo. Luego, se presentó el libro y se compartieron reflexiones entre las autoras y
la comunidad. En general, el ambiente fue festivo. Aquellos que hicieron los recorridos
compartieron sus impresiones. Los que no, aportaron sus perspectivas sobre los diferentes
temas que se abordaron.
La comunidad valoró el espacio. Según ellos, pocas veces los resultados de las
actividades e investigaciones desarrolladas con la comunidad volvían a ella. Los jóvenes
reconocieron lo transformador que fue para ellos participar de los recorridos y lo que no,
jóvenes y adultos, respondieron conmovidos con los temas abordados.
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