¿Valora Dios a las Mujeres?
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7/31/2019 Valora Dios a las Mujeres?
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34567
1 DE SEPTIEMBRE DE 2012
Valora Dios
a las mujeres?
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7/31/2019 Valora Dios a las Mujeres?
2/32
EL PROP
OSITO DE LA ATALAYA es honrar a Jehov
a Dios, el Soberano del universo. En el pasado, las atalayas, o torresde vigilancia, permit
an descubrir lo que suced
a a lo lejos. De igual modo, esta revista nos ayuda a descubrir la
relaci
on entre las profecas b
blicas y los sucesos de nuestro tiempo. La Atalaya consuela a la gente anunciando
que el Reino de Dios un gobierno de verdad que se halla en los cielos pronto acabar
a con la maldad y
transformara la Tierra en un paraso. Adem as, promueve la fe en el Rey reinante de dicho gobierno, Jesucristo,quien muri
o para que pudi
eramos alcanzar la vida eterna. Esta publicaci
on, editada sin interrupci
on desde 1879
por los testigos de Jehov
a, es polticamente neutral y reconoce la Biblia como m
axima autoridad.
Esta publicaci
on se distribuye como parte de una obra mundial de educaci
on bblica que se sostiene con donativos. Prohibida su venta. A menos que se indique lo
contrario, las citas bblicas se han tomado de la versi
on en lenguaje moderno Traducci
on del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras (con referencias).
345676 Ti ra da me di a de ca da n umero:42.182.000 EN 195 IDIOMAS SEPTEMBER 1,2012
SERIE DE PORTADA
3 La triste realidad
4 Valora Dios a la mujer?
8 Dios respeta y valora a la mujer
SECCIONES FIJAS
16 Ense
nanzas de la Palabra de Dios:Qu e pasar a durante el Da del Juicio?
21 Ac
erquese a Dios: Las nacionestendr
an que saber que yo soy Jehov
a
22 Lo saba?
23 Nuestros lectores quieren saber:Tienen ministras religiosas los testigos de Jehov
a?
& 24 Carta de Grecia
30 De padres a hijos: Perdi
o todo por codicioso
Y TAMBIEN
12 Al fin conozco al Dios a quien sirvo
18 La bondad: imprescindible para agradar a Dios
& 26 Se da a conocer el nombre de Dios en suajili
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LAS palabras de la jovencita citada a la derecharevelan una triste realidad: mujeres y ni nas detodo el mundo son v
ctimas de alg
un tipo de vio-
lencia o discriminaci
on. He aqu algunos datos.
Discriminaci
on de g
enero. En el continenteasi
atico existe una clara preferencia por los ni
nos
varones. De acuerdo con un informe de las Nacio-nes Unidas publicado en 2011, se calcula que haycasi 134 millones de mujeres de menos en la po-blaci
on de Asia debido a abortos, a infanticidios
o al abandono. Escolarizaci
on. Dos tercios de la poblaci
on
mundial con menos de cuatro a
nos de escuelason mujeres y ni
nas.
Acoso sexual. M as de 2.600 millones de mu-jeres viven en pa
ses donde no est
a penado que
el esposo las viole.
Atenci
on m
edica. En los pases en v
as de
desarrollo, aproximadamente cada dos minutosmuere una mujer durante el embarazo o el partopor falta de atenci
on m
edica b
asica.
Derecho a la propiedad. Aunque las mujerescultivan m
as de la mitad de los productos del
mundo, en muchos lugares no se les permite
tener tierras en propiedad ni heredarlas.A qu
e se debe que las mujeres reciban un trato
tan injusto? En algunas culturas se debe a creen-cias y pr
acticas religiosas que fomentan, e incluso
justifican, el maltrato y la explotaci
on de la mujer.El diario espa
nol El Pa
s cit
o en cierta ocasi
on a
Amelia Valc
arcel, catedr
atica de Filosofa Moral y
Poltica, quien dijo: No conocemos ninguna reli-
gi
on que no discrimine. Y a
nadi
o: En ningunade ellas a la mujer se le ha reconocido su libertadindividual.
Piensa usted igual? Cree que la Biblia es otrolibro sagrado m
as que rebaja a la mujer? Bas
ando-
se en ciertos versculos, a algunos les parece que s
.
Pero qu
e opina realmente de la mujer el Dios dela Biblia? Aunque este sea un tema delicado, valela pena investigarlo de forma objetiva y profunda.
La triste
realidad
Cuando veo c
omotratan a las mujeres,
se me quitan
las ganas de crecer.ZAHRA (15 ANOS),
edici
on francesa
de la revista GEO.
G.M.B.
Akash/PanosPictures
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ESTAS palabras, que en realidad no proce-
den de la Biblia, se han utilizado durantesiglos para justificar la discriminaci on de lamujer. A
un hoy existen fan
aticos que respon-
sabilizan a las mujeres de todos los males dela humanidad y recurren a textos religiosospara explicar por qu
e creen que hay que so-
meterlas. Pero era la intenci
on de Dios quela mujer fuera despreciada y maltratada por elhombre? Qu
e dice la Biblia? Ve
amoslo.
Maldijo Dios a la mujer?
No. Jehov
a Dios maldijo a la serpiente ori-ginal, el que es llamado Diablo (Revela-ci
on [Apocalipsis] 12:9; G
enesis 3:14). Cuan-
do Jehov
a dijo que Ad
an dominara a su
esposa, no le estaba dando su consentimien-to para que la sometiera (G
enesis 3:16). Solo
estaba prediciendo cu
ales seran las tristes
consecuencias del pecado que haban come-
tido.
De modo que el maltrato que sufre la mu-jer es consecuencia del pecado que heredan
los seres humanos, y no de una maldici
on di-
vina. La Biblia no promueve la idea de que lamujer deba ser sometida para pagar por el pe-cado original (Romanos 5:12).
Fue creada inferior al hombre?
En absoluto. G
enesis 1:27 dice: Dios pro-cedi
o a crear al hombre a su imagen, a la ima-
gen de Dios lo cre
o; macho y hembra loscre
o. As
que tanto el hombre como la mujer
fueron creados con la capacidad de reflejar lapersonalidad de Dios. Y a pesar de tener unaconstituci
on f
sica y emocional diferente, su
Creador les encarg o la misma comisi on y lesotorg
o los mismos derechos (G
enesis 1:28-
31).
Antes de crear a Eva, Dios indic
o: Voy ahacerle una ayudante [a Ad
an], como com-
plemento de
el (G
enesis 2:18). Significa elhecho de que Eva fuera creada como comple-mento de Ad
an que era inferior a
el? De nin-
g
un modo. La expresi
on hebrea empleadatambi
en se puede traducir ayuda id
onea
Valora Dios
a la mujer?Por una mujer tuvo comienzo el pecado, y a causa de ella, todos morimos.(ECLESI ASTICO, SIGLO II ANTES DE NUESTRA ERA)T
u eres la puerta del diablo; t
u eres la que abriste el sello de aquel
arbol;
t
u eres la primera transgresora de la ley divina; [...]t
u destruiste tan f
acilmente al hombre, imagen de Dios.
(EL ADORNO DE LAS MUJERES, DE TERTULIANO, SIGLO II DE NUESTRA ERA)
345676Desea obtener m
as informaci
on o recibir en
su hogar clases bblicas gratuitas? Escriba a
Testigos de Jehov
a a una de estas direcciones.Encontrar
a la lista completa de direcciones en
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Argentina: Casilla 83 (Suc. 27B), C1427WAB Cdad. Aut.de Buenos Aires. Bolivia: Casilla 6397, Santa Cruz. Cana-d
a: PO Box 4100, Georgetown, ON L7G 4Y4. Chile: Casi-
lla 267, Puente Alto. Colombia: Apartado 85058, Bogot
a.Dominicana, Rep.: Apartado 1742, Santo Domingo. Ecua-dor: Casilla 09-01-1334, Guayaquil. Espa
na: Apartado 132,
28850 Torrej
onde Ardoz(Madrid). Estados Unidos: 25Co-lumbiaHeights,Brooklyn, NY 11201-2483. M
exico: Aparta-
doPostal895,06002 M
exico,D.F. Per
u: Apartado 18-1055,Lima 18. Puerto Rico: PO Box 3980, Guaynabo, PR 00970.Venezuela: Apartado 20.364, Caracas, DC 1020A.
The Watchtower (ISSN 0043-1087) is publishedsemimonthly by Watchtower Bible and Tract Society ofNew York, Inc.; L. Weaver, Jr., President; G. F. Simonis,Secretary-Treasurer; 25 Columbia Heights, Brooklyn, NY11201-2483, and by Watch Tower Bible and Tract Society of
Canada, PO Box 4100, Georgetown, ON L7G 4Y4. Periodi-calsPostage Paid at Brooklyn, NY,and at additionalmailing
offices. POSTMASTER:Sendaddresschangesto Watchtow-er, 1000 Red Mills Road, Wallkill, NY 12589-3299. 5 2012Watch TowerBible and Tract Society of Pennsylvania. Todos
los derechos reservados. Printed in Canada.
Vol. 133, No. 17 Semimonthly SPANISH
4
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para
el o ayuda similar a
el. Para ilustrarlo:
qui
en es m
as importante en un quir
ofano?El cirujano o el anestesi ologo? Es cierto queel cirujano es el que opera, pero no podr
a ha-
cerlo sin la ayuda del anestesi
ologo. Algo pa-recido pasa en el caso del hombre y la mujer.Dios los cre
o para que colaboraran estrecha-
mente, no para que compitieran entre s (G
e-
nesis 2:24).
Qu
e prueba que Dios valora a la mujer?
Dios previ
o que, debido a la imperfecci
oncausada por el pecado original, la actitud delhombre hacia la mujer cambiara. Por esotom
o medidas para protegerla. En su libro
La Bible au f
eminin (La Biblia en genero fe-
menino), Laure Aynard habla de la Ley mo-saica, que se implant
o en el siglo XVI antes de
nuestra era, y se
nala: La mayora de las veces
que se menciona a la mujer en el pacto de laLey es para defenderla.
As, la Ley de Dios mandaba honrar y res-
petar tanto al padre como a la madre (Exodo
20:12; 21:15, 17). Adem
as, exiga que se mos-
trara la debida consideraci
on a las mujeresembarazadas (
Exodo 21:22). Incluso en nues-
tros das, estos mandatos contrastan con la
falta de derechos que sufren las mujeres en
muchas partes del mundo. Pero eso no estodo.
La Ley de Dios y la mujer
La Ley que Dios suministr
o a la naci
on de
Israel tena multitud de beneficios f
sicos,
morales y espirituales para todo el pueblo,
hombres y mujeres por igual. Si ponan en
practica lo que escuchaban, estar
an por en-
cima de todas las otras naciones de la tierra
(Deuteronomio 28:1, 2). Y qu
e hay en cuan-to a las mujeres? Con qu
e derechos conta-
ban bajo la Ley?
1. Derecho a la libertad individual. A dife-
rencia de lo que pasaba en otras naciones
de aquel tiempo, las israelitas disfrutaban
de mucha libertad. Aunque el var
on era el
Eva era complemento y ayudante de Ad
an
PUBLICADA AHORA EN 195 IDIOMAS: acholi, afri-k
aans, alban
es, alem
an,267 am
arico,
arabe, armenio, ar-
menio occidental, aymara,7 azer, azer
(alfabeto cir
lico),
baul
e, becol, bengal, birmano, bislama, b
ulgaro, cambo-
yano, catal
an, cebuano, checo,7 chichewa, chino simpli-ficado, chino tradicional7 (grabaci
on solo en mandar
n),
chitonga, chitumbuka, chuuk
es, cibemba, cingal
es, con-go, coreano,67 criollo de las Seychelles, criollo haitiano,criollo mauriciano, croata, dan
es,7 efik, endebele, endon-
ga, enzema, eslovaco, esloveno, espa
nol,267 estonio, ew
e,finland
es,7 fiyiano, franc
es,687 ga, gar
funa, georgiano,
griego, groenland
es, guaran,68 gujarati, gun, hausa, he-
breo, hiligaynon, hindi, hiri motu, holand
es,67 h
ungaro,67
ibo, ilocano, indonesio, ingl
es,267 island
es, isoko, italia-no,67 japon
es,67 kannada, kaonde, kazajo, kikongo, ki-
kuyu, kiluba, kimbundu, kiniaruanda, kirgus, kiribatiano,
kirundi, kwangal, kwanyama, let
on, lingala, lituano, lu-
ganda, lunda, luo, luvale, macedonio, macua, malay
alam,malgache, malt
es, marat
, marshal
es, maya, mixe, mizo,
mongol, mor
e, n
ahuatl del norte de Puebla, nepal
es, ng
a-bere, niueano, noruego,67 nyaneka, oromo, os
etico, ote-
tela, palauano, pangasin
an, panjab, papiamento de Aru-
ba, papiamento de Curazao, persa, pidgin de las islasSalom
on, polaco,67 ponap
es, portugu
es,2687 quechua an-
cashino, quechua ayacuchano, quechua boliviano,7 que-chua cuzque
no, quichua, r arotongu
es, rumano, r uso,67
samoano, sango, sepedi, serbio, serbio (alfabeto latino),sesoto, shona, silozi, sranangtongo, suajili, suati, sueco,7tagalo,7 tahitiano, tai, tamil,t
artaro,telugu, tetum, tigri
na,
tivo, tok pisin, tongano, totonaco, tshiluba, tshwa, tsonga,tsotsil, tsuana, turco, tuvaluano, twi, ucraniano, umbun-d
u, urdu, uruund, vendal, vietnamita, wallisiano, waray-
waray, wolaytta, xhosa, yap
es, yoruba, zand
e, zapotecodel Istmo, zul
u
2 Tambi
en disponible en braille.
6 Tambi
en disponible en CD.
8 Tambi
en disponible en CD-ROM (formato MP3).
7 Tambi
en disponible en grabaci
on de audioen www.jw.org.
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6 LA ATALAYA 1 DE SEPTIEMBRE DE 2012
cabeza de familia, la esposa, con la plena con-fianza de
el, pod
a desempe
nar tareas como
inspeccionar un terreno, comprarlo o plantaruna vi
na. Y si era buena hilando y tejiendo,
poda montar su propio negocio (Proverbios
31:11, 16-19). Las mujeres del antiguo Is-rael eran individuos con derechos propios yno meros ap
endices del hombre.
Tambi
en podan cultivar una relaci
on per-
sonal con Dios. En la Biblia se mencionan ca-sos como el de Ana, quien le or
o a Dios sobre
algo que le preocupaba y le hizo un voto ensecreto (1 Samuel 1:11, 24-28). Cierta se
nora
de la ciudad de Sunem sola ir los s
abados a
consultar al profeta Eliseo (2 Reyes 4:22-25).
Algunas, como D ebora y Hulda, ejercieron derepresentantes divinas. Hasta sacerdotes yhombres prominentes acud
an a ellas por
consejo (Jueces 4:4-8; 2 Reyes 22:14-16, 20).
2. Derecho a la educaci
on. Al ser una de laspartes implicadas en el pacto de la Ley, las
mujeres podan estar presentes durante la lec-
tura de las leyes, lo que les daba muchas opor-tunidades de aprender (Deuteronomio 31:12;Nehem
as 8:2, 8). Asimismo pod
an recibir
preparaci
on para ciertas facetas de la ado-raci
on p
ublica. Algunas probablemente de-
sempe
naban servicio organizado en el ta-bern
aculo, y otras cantaban en un coro mixto
(Exodo 38:8; 1 Cr
onicas 25:5, 6).
Muchas israelitas saban c
omo llevar un
negocio pr
ospero (Proverbios 31:24). Y lasmadres contribu
an a la formaci
on de los hi-
jos varones hasta que se hacan adultos (Pro-
verbios 31:1). Qu
e diferente de otras nacio-nes en las que solo el padre los educaba! Sin
duda alguna, la mujer del antiguo Israelno carec
a de educaci
on.
3. Derecho al respeto. Uno de los Diez Man-damientos estipulaba: Honra a tu padre y atu madre (
Exodo 20:12). Y el sabio rey Salo-
m
on dijo en uno de sus proverbios: Escucha,
Muchas mujeres del antiguo Israel llevaban sus propios negocios
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hijo mo, la disciplina de tu padre, y no aban-
dones la ley de tu madre (Proverbios 1:8).
La Ley regulaba con detalle el trato con per-sonas del sexo opuesto y manifestaba granrespeto por las mujeres (Lev
tico 18:6, 9; Deu-
teronomio 22:25, 26). Incluso les recordaba alos hombres que deb
an tener en cuenta los
lmites f
sicos y biol
ogicos de su esposa (Lev
-
tico 18:19).
4. Derecho a la protecci
on. En su Palabra,Jehov
a se describe a s
mismo como padre
de hu
erfanos de padre y juez de viudas, esdecir, se consideraba responsable de protegera quienes no ten
an unpadre o un esposo que
lo hiciera (Salmo 68:5; Deuteronomio 10:17, 18). De hecho, en cierta ocasi
on en que la
viuda de un sacerdote se vio en aprietos porculpa de un acreedor injusto, Jehov
a hizo un
milagro para que ella pudiera sobrevivir sinperder su dignidad (2 Reyes 4:1-7).
Otro ejemplo es el de las hijas de Zelofehad.Cuando los israelitas todav
a estaban en el
desierto, este cabeza de familia muri
o sin de-jar un descendiente var
on. Entonces, sus cin-
co hijas solicitaron una posesi
on en laTierra Prometida. Jehov
a les concedi
o m
as de
lo que ellas haban pedido, pues le dijo a Moi-
s
es: Debes darles la posesi
on de una heren-cia en medio de los hermanos de su padre, ytienes que hacer que la herencia de su pa-dre pase a ellas. A partir de ese momento,las mujeres israelitas pudieron recibir unaherencia de sus padres y dej
arsela a sus des-
cendientes (N
umeros 27:1-8).
Una visi
on distorsionadade la opini
on de Dios
La Ley de Israel conced
a una posici
on ho-norable a las mujeres y fomentaba el respetopor sus derechos. Sin embargo, a partir del si-glo IVantes de nuestra era, el juda
smo se dej
o
influir por la cultura griega, que considerabainferior a la mujer (v
ease el recuadro Textos
antiguos que discriminan a la mujer).
Ya en el siglo VIII antes de nuestra era, elpoeta griego Hes
odo culpaba a la mujer de
todos los males. En su obra Teogon
a hablabade la m
as perniciosa raza de mujeres, el m
as
cruel azote que existe entre los hombres mor-tales. Esta idea cobr
o auge en el juda
smo a
principios del siglo II antes de nuestra era.De hecho, el Talmud, que se empez
o a com-
pilar en el siglo II de nuestra era, adverta a los
hombres que conversar mucho con mujerespoda empujarlos a recurrir a prostitutas.
Claro, con el paso del tiempo, semejantedesconfianza hacia la mujer afect
o enorme-
mente su papel en la sociedad juda. En tiem-
pos de Jes
us, su acceso al recinto del templo sehab
a limitado al atrio de las mujeres. Solo
Textos antiguosque discriminan a la mujer
A partir del siglo I de nuestra era, diversos in-telectuales comenzaron a reinterpretar el re-lato de G
enesis a la luz de la filosof
a griega.
Para Fil on de Alejandra, por ejemplo, Evahab
a cometido el pecado de tener relacio-
nes sexuales y por eso haba sido condenada
a sufrir las consecuencias de la p
erdida dela libertad y del dominio del var
on con el
que convive. Este repudio de la mujer seinfiltr
o en los escritos judaicos y en los de los
Padres de la Iglesia.
Por ejemplo, en un midr
as (comentario ju-d
o) que data del siglo II, un rabino explica
por qu
e pensaba que la mujer deba cubrirse
la cabeza: Ha cometido una trasgresi
on ysiente verg
uenza de la gente. Y el te
ologo
Tertuliano, cuyas obras ya tenan mucho
peso en el siglo II, predicaba que la mujerdeb
a caminar como una Eva llorosa y pe-
nitente. Estas ense
nanzas y otras similares,que algunos atribuyen equivocadamente ala Biblia, han fomentado la discriminaci
on
de la mujer.
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MIENTRAS Jes
us estuvo en la Tierra, reflej
oa la perfecci
on la personalidad y la forma
de actuar de su Padre celestial. No hago nada
por mi propia iniciativa; sino que hablo estascosas as
como el Padre me ha ense
nado, ex-
plic
o. Ya
nadi
o: Yo siempre hago las cosas que
le agradan (Juan 8:28, 29; Colosenses 1:15).As
pues, si queremos hacernos una idea de lo
que Dios piensa de las mujeres y de c
omo de-sea que las traten, nada mejor que analizar elejemplo de Jes
us.
Diversos estudiosos de los Evangelios hanconcluido que la actitud de Jes
us hacia la mu-
jer es, como mnimo, innovadora. En qu
e
sentido? Y mas importante a
un, es posible
que sus ense
nanzas tengan alg
un efecto libera-
dor en las mujeres de la actualidad?
C omo trat o Jes us a las mujeres Jes
us no las consideraba objetos sexuales.
Para muchos lderes religiosos jud
os, las muje-
res eran una peligrosa fuente de tentaciones ycualquier contacto con ellas pod
a llevar a la
lujuria. De ah que les prohibieran hablar con
Dios respeta y valoraa la mujer
reciban educaci
on religiosa los varones, y
ellas probablemente se sentaban aparte en lassinagogas. En el Talmud tambi
en se citaban
las siguientes palabras de cierto rabino: Todoel que instruye a su hija en la Tor
a [la Ley] es
como si la instruyera en cosas frvolas. As
pues, al transmitir una visi
on distorsionada dela opini
on divina acerca de la mujer, los l
de-
res religiosos judos inculcaron en muchos
hombres el desprecio por las mujeres.
Cuando Jes
us estuvo en la Tierra, percibi
oestos prejuicios tan enraizados en la tradici
on
del pueblo judo (Mateo 15:6, 9; 26:7-11).
Ahora bien, dej
o
el que influyeran en su ma-nera de tratar a las mujeres? Qu
e podemos
aprender de su actitud y del trato que lesdaba? Y qu
e puede decirse del cristianismo
verdadero? Ha contribuido a mejorar la si-tuaci
on de la mujer? Hallar
a las respuestas en
el siguiente artculo.
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LA ATALAYA 1 DE SEPTIEMB RE DE 2012 9
hombres en p
ublico o salir sin cubrirse la cabe-za. Sin embargo, Jes
us nunca insinu
o que ha-
ba que excluirlas de la vida social. M
as bien,
ense
n
o que los hombres tenan que controlar
sus deseos carnales y tratarlas con respeto (Ma-
teo 5:28).En otra ocasi on dijo: Cualquiera que se di-vorcie de su esposa y se case con otra cometeadulterio contra ella (Marcos 10:11, 12). Ob-
viamente, Jes
us no concordaba con la idea ra-b
nica tan com
un entonces de que los hom-
bres podan divorciarse por toda suerte de
motivo (Mateo 19:3, 9). La mayora de los ju-
dos ten
an un concepto equivocado del adul-
terio. No crean que un hombre fuera ad
ultero
por acostarse con una mujer que no fuera su
esposa. Seg
un los rabinos, solo las mujereseran infieles, nunca los hombres. Como expli-ca cierto comentario b
blico, Jes
us, al poner al
esposo bajo las mismas obligaciones moralesque su esposa, elev
o el nivel y la dignidad de la
mujer.
Beneficio para las mujeres actuales: En lascongregaciones de los testigos de Jehov
a, las
mujeres se relacionan con los varones segu-ras de que no las mirar
an de forma inapropiada
ni las trataran con excesiva familiaridad. Los
hombres cristianos se esmeran por tratar a lasmujeres de m
as edad como a madres, a las de
menos edad como a hermanas, con toda casti-dad(1 Timoteo 5:2).
Jes
us dedic
o tiempo a instruirlas. Los rabi-nos de aquel entonces abogaban por mantenera las mujeres en la ignorancia. En contraste, Je-s
us dedic
o tiempo a ense
narles la verdad y las
anim
o a expresar lo que pensaban. Ademas,
no crea que hubiera que relegarlas a trabajar
en la cocina. Lo demostr
o cuando en ciertaocasi on no le neg o a Mara la oportunidad deaprender (Lucas 10:38-42). Y las respuestasbien pensadas que Marta la hermana de Ma-ra dio a Jes
ustraslamuertedeL
azaro revelan
que ella tambi
en sac
o provecho de las ense-nanzas cristianas (Juan 11:21-27).
Jes
us se preocupaba de educar a las mujeres.La mayor
a de las jud
as de su tiempo daban
mucho valor a tener un hijo que se convirtieraen alguien importante, sobre todo un profeta.Por eso, cuando una mujer le dijo feliz es lamatriz que te llev
o,
el aprovech
o para ense-
narle que es m
as valioso ser obedientes a Dios
(Lucas 11:27, 28). As demostr
o que las mujeres
tenan tareas m
as importantes que las que les
impona la tradici
on (Juan 8:32).
Beneficio para las mujeres actuales: En la con-gregaci
on cristiana, los comentarios de las mu-
jeres durante las reuniones son muy bien reci-bidos. Los maestros respetan a las mujeres conmadurez cristiana que, en p
ublico y en priva-
do, son ejemplares, maestras de lo que es
El ap
ostol Pablo recomend
o que las mu-jeres guard[aran] silencio en las congrega-ciones (1 Corintios 14:34). Qu
e quiso
decir? Consideraba el que no tenan la in-teligencia necesaria para ense
nar? No pudo
ser eso, pues a menudo alab
o su labor deevangelizaci
on (2 Timoteo 1:5; Tito 2:3-5).
En una de sus cartas a los corintios, Pabloaconsej
o no solo a las mujeres, sino tam-
bi
en a quienes tenan el don de lenguas y de
profetizar que guardaran silencio cuandootro cristiano estuviera hablando (1 Corin-tios 14:26-30, 33).1 Puede que algunas cris-tianas, entusiasmadas con lo que estabanaprendiendo, interrumpieran al orador parahacer preguntas, como se acostumbraba ha-cer en esa parte del mundo. Por eso, a fin demantener el orden, Pablo las anim
o a in-
terrog[ar] a sus propios esposos en casa(1 Corintios 14:35).
1 Hallar
a m
as informaci
on sobre el papel de la mujer en lacongregaci
on en el art
culo Tienen ministras religiosas los
testigos de Jehov
a?, en la p
agina 23.
Prohibi
o el ap
ostol Pabloque hablaran las mujeres?
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bueno (Tito 2:3). Tambi
en cuentan con ellaspara anunciar las buenas noticias sobre elReino de Dios (Salmo 68:11; v
ease el recuadro
Prohibi
o el ap
ostol Pablo que hablaran las
mujeres?, en la p
agina 9).
Jes us valoraba a las mujeres. En tiempos b-blicos se valoraba m
as a los hijos varones.
El propioTalmud deca: Dichoso del que tiene
hijos varones, y desdichado del que tiene mu-jeres. Una hija era una pesada carga para algu-nos padres: ten
an que encontrarle c
onyuge y
pagar la dote, y no podan contar con que los
cuidara en su vejez.
En cambio, Jes
us valoraba tanto la vida deuna ni
na como la de un ni
no. Tal como resuci-
t
o al hijo de la viuda de Nan, resucit
o a la hija
de Jairo (Marcos 5:35, 41, 42; Lucas 7:11-15).En otra ocasi
on cur
o a una mujer que sufr
a de-
bido a un espritu de debilidad desde ha-
ca dieciocho a
nos. Hasta la llam
o hija de
Abrahan, una expresi
on casi desconocida en
los escritos judaicos (Lucas 13:10-16). Con esteapelativo digno y cari
noso demostr
o que, ade-
mas de reconocer a las mujeres como miem-
bros plenos de la sociedad, respetaba su pro-funda fe (Lucas 19:9; G
alatas 3:7).
Beneficio para las mujeres actuales: Seg
uncierto dicho asiatico, criar una hija es como re-
gar el jardn del vecino. Sin embargo, el padre
cristiano amoroso no se deja llevar por esa for-ma de pensar. Al contrario, cuida bien de todossus hijos, sean ni
nos o ni
nas, y se asegura de
que reciban la educaci
on y la atenci
on m
edica
debida. Jes
us confiaba en las mujeres. En los tribu-
nales judos, el testimonio de una mujer val
a
tan poco como el de un esclavo. De hecho, elhistoriador del siglo I Josefo dec
a: No valdr
a
el testimonio de mujeres por la frivolidad y te-meridad propias de su sexo.
Qu
e diferente fue Jes
us!El eligi
o a muje-
res para que anunciaran su resurrecci
on (Ma-teo 28:1, 8-10). Es interesante que, aunqueestas fieles mujeres hab
an presenciado la eje-
cuci on y el entierro de su Se nor, hasta a losap
ostoles les costaba creer lo que ellas dec
an
(Mateo 27:55, 56, 61; Lucas 24:10, 11). Sin em-bargo, al escoger como primeros testigos de suresurrecci
on a unas mujeres, Jes
us prob
o que
las consideraba tan dignas de ser sus testigoscomo a cualquier otro disc
pulo (Hechos 1:
8, 14).
Beneficio para las mujeres actuales: Los varo-nes que tienen responsabilidades en la congre-
gaci
on cristiana muestran su consideraci
on alas mujeres tomando en cuenta lo que tengan
Jes
usle confi
o
a Mara
Magdalenala tareade anunciar
su resurrecci
ona los ap
ostoles
-
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LA ATALAYA 1 DE SEPTIEMB RE DE 2012 11
que decir. Los esposos, por su parte, honran asus esposas escuch
andolas con atenci
on (1 Pe-
dro 3:7; G
enesis 21:12).
Los principios bblicos
hacen m
as feliz a la mujer
Quienes imitan a Cristo dan a la mujer la li-bertad y el respeto que Dios se hab
a propuesto
para ella cuando la cre o (G enesis 1:27, 28).Los esposos cristianos no promueven actitudesmachistas. M
as bien, se gu
an por principios
bblicos que hacen m
as felices a sus esposas
(Efesios 5:28, 29).
Cuando Yelena empez
o a estudiar la Biblia,sufr
a en silencio el trato duro e insensible de
su esposo.El se hab
a criado en un entorno
violento, donde eran comunes el rapto de lanovia y el maltrato f
sico de la mujer. La Biblia
me dio fuerzas explica ella. Aprend
que ha-ba un Dios que me amaba de verdad, me valo-raba y se preocupaba por m
. Me di cuenta de
que mi esposo poda cambiar si
el tambi
en es-
tudiaba la Biblia. Este sue
no suyo por fin sehizo realidad cuando, con el tiempo, su esposo
se bautiz
o y se convirti
o en testigo de Jehov
a.
Pas
o a ser un ejemplo de autodominio diceYelena. Y ambos aprendimos a perdonar.Ella reconoce lo siguiente: Los principios b
-
blicos han contribuido a que me sienta mas
querida y protegida en mi matrimonio (Colo-senses 3:13, 18, 19).
El caso de Yelena no es una excepci
on. Hay
millones de cristianas como ella que son felicesporque, junto con sus esposos, se esfuerzan poraplicar los principios b
blicos en su relaci
on de
pareja. Ademas, reciben consuelo y se sienten
respetadas y libres entre sus hermanos en la fe(Juan 13:34, 35).
Todos los cristianos tanto hombres comomujeres reconocen que son imperfectos y pe-cadores y que son parte de la creaci
on someti-
da al fracaso. Sin embargo, est
an convencidosde que, acerc
andose a su amoroso Dios y
Padre, Jehov
a, ser
an liberados de la esclavitudde la corrupci on y disfrutaran de la glorio-sa libertad de los hijos de Dios. Qu
e maravi-
llosa perspectiva para los hombres y mujeresque est
an bajo el cari
noso cuidado de Dios!
(Romanos 8:20, 21, La Biblia de Nuestro Pue-blo.)
Quienes siguenlos principiosb
blicos
respetany tratancon dignidada las mujeres
-
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12 LA ATALAYA 1 DE SEPTIEMBRE DE 2012
NACI el 10 de diciembre de 1968 en Ilo-
cos Norte (Filipinas). Fui la s
eptima dediez hijos. De ni
na me inculcaron el catoli-
cismo, como a la mayora de los filipinos.
En 1986, cuando me gradu
e de la escue-la secundaria, so
naba con ser enfermera.
Pero mi sue
no no se hizo realidad por culpade una enfermedad tan grave que llegu
e a
pensar que morira. Le rogu
e desesperada
a Dios que me ayudara y le promet que
si me recuperaba, le servira el resto de mivida.
Tras una lenta recuperaci
on, me propu-se cumplir mi promesa. As
que en junio
de 1991 me inscrib en una escuela b
blica
pentecostal. Supuestamente, si ayunabamos
y orabamos, los estudiantes recibir
amos el
don del espritu santo. Yo lo quer
a para cu-
rar a los enfermos. En una ocasi
on, una demis compa
neras de clase estaba orando en
voz alta en una esquina durante una sesi
onde oraci on. Con la intenci on de que otroscreyeran que yo ten
a el don, me acerqu
e a
escondidas para escucharla. Cuando ella es-taba a punto de terminar, volv
de prisa a
donde yo haba estado arrodillada. Despu
es
le dije todo lo que ella haba pedido en su
oraci on. Mordi o el anzuelo! Se creyo que yoten
a el don.
Durante el tiempo que segu estudiando
all, me surgieron muchas dudas. Por ejem-
plo, en Mateo 6:9, Jes
us habl
o del Padre yde su nombre. As
que me preguntaba:
Qui
en es el Padre? Qu
e nombre debe sersantificado?. Las respuestas de mis profeso-res no me llenaban, pues eran muy ambi-guas. Estaba confundida; nos daban clases
sobre la Trinidad, pero ense naban que era unmisterio. Pese a todo, segu
estudiando para
ser pastora.
Mi encuentro con los testigos de Jehov
a
En la escuela nos decan que de todas las
religiones falsas, los testigos de Jehov
a eranla peor. Los llamaban el anticristo. Por esolos odiaba.
Durante mi segundo a
no escolar, aprove-ch
e unas vacaciones para visitar a mis pa-
dres. Carmen, una de mis hermanas mayo-res, se enter
o de que yo estaba en casa y vino
a vernos. Se haba convertido en testigo de
Jehov
a. De hecho, era evangelizadora detiempo completo. Cuando intent
o hablarme
de Dios, le respond hecha una furia: Yo ya
AL FIN CONOZCOAL DIOS A QUIEN SIRVORELATADO POR MARIETA MANUEL BACUDIO
Un predicador pentecostal de quien se deca que ten
a el don de
sanaci
on vino de visita. En el momento en que me toc
o, ca al suelo
inconsciente, abrumada por el espritu santo. Cuando despert
e,
pareca tener lo que tanto hab
a deseado: poderes para sanar.
C
omo llegu
e hasta aqu y qu
e efecto tuvo esto en mi vida? Primero
les contar
e algunos detalles de mi pasado.
-
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LA ATALAYA 1 DE SEPTIEMB RE DE 2012 13
conozco al Dios a quien sirvo!. Tras insul-tarla a voz en cuello, la empuj
eynodej
e que
me volviera a hablar del tema.
Despu
es de regresar a la escuela, recib de
Carmen un ejemplar del folleto Debera
creer usted en la Trinidad?1
Nada mas verlo,
lo estruj
eylotir
e al fuego. Estaba furiosa conmi hermana.
Logro mi objetivo
Mientras todava estaba en la escuela,
convert a algunas personas a mi religi
on.
Me llenaba de orgullo que mi madre y mihermano se hubieran hecho pentecostalescomo yo.
En marzo de 1994 me gradu
e de la escuela
pentecostal. Como ya dije, aquel da nos visi-t
o un predicador. Todos los graduados que-
ramos estar con
el porque cre
amos que te-
na el don de sanaci
on. Nos subimos al
escenario y nos pusimos a saltar y aplaudircon
el al ritmo de una banda. Entonces, tan
pronto como
el tocaba a alguien, este caa al
suelo derribado por el espritu.2 Cuando me
toc
o a m, tambi
en ca
y perd
el cono-
cimiento. Aunque me despert
e con miedo,
sent
que ten
a poderes para sanar, y eso mealegr o mucho.
1 Editado por los testigos de Jehova; agotado.
2 En algunas religiones se cree que el espritu santo en-
tra en los creyentes con tanta fuerza que los tira al piso.
Poco despu
es emple
e mis nuevos poderespara sanar a una ni
na que ten
a fiebre alta.
Hice una oraci
on, y en ese instante la ni
nacomenz
o a sudar y la fiebre desapareci
o. Ya
poda cumplir mi promesa a Dios! Sin em-
bargo, por extra
no que parezca, me senta
vaca. En el fondo sab
a que solo hay un
Dios, pero no lo conoca. Adem
as, ten
a du-
das persistentes sobre muchas de las doctri-
nas de mi Iglesia.
Cambia mi forma de pensar
A estas alturas, mi odio contra los testigosde Jehov
aeraa
un m
as intenso. Cada vez que
encontraba una de sus publicaciones, la que-maba. Entonces descubr
algo que me sacu-
di
o: mi madre ya no quera ser pentecostal.
Carmen le haba estado dando clases de la
Biblia! No quera ver a mi hermana ni en
pintura.
Un da encontr e una revista Despertad! encasa de mi madre. Mi reacci
on habitual ha-
bra sido quemarla, pero como ten
a curiosi-
dad por saber lo que mi madre estaba leyen-do, le ech
e un vistazo. Me llam
o la atenci
on
un artculo que hablaba de un se
nor que cre
a
firmemente en lo que predicaba su religi
on,hasta que comenz
o a analizar la Biblia con la
ayuda de las publicaciones de los Testigos.Qued
o convencido de que ense
nanzas como
la Trinidad, el infierno o la inmortalidad delalma no tenan nada que ver con las Escritu-ras. Lo que le
me lleg
o al coraz
on. Era justo lo
que yo anhelaba entender. Sent un fuerte de-
seo de averiguar lo que ense
na la Biblia.
En otra revista Despertad! le sobre un se-
nor que abandon
o el alcohol y las drogas
Emple
e mis nuevos poderespara sanar a una ni
na que ten
a
fiebre alta
El da en que
me gradu ede pastora
-
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14 LA ATALAYA 1 DE SEPTIEMBRE DE 2012
gracias al estudio de la Bi-blia. A ra
z de esa biograf
a,
me aficion
e a las publicacio-nes de los Testigos. Tambi
en
hall
e un ejemplar del fo-
lleto El nombre divino quedurar a para siempre, en elque aprend
que el nombre
de Dios es Jehov
a.1 Cono-cer mejor al
unico Dios ver-
dadero me hizo muy feliz(Deuteronomio 4:39; Jere-m
as 10:10).
Sin que los demas se ente-
raran, segu investigando
muchas verdades bblicas
mas. En la escuela pentecostal me haban en-se
nado que Jes
us es Dios, pero ahora sab
a lo
que dice la Biblia: que
el es el Hijo del Diosvivo (Mateo 16:15, 16).
Cambia mi coraz
on
Cuando vi a Carmen de nuevo, le sorpren-
di
o que le pidiera varias publicaciones, entreellas el folleto El nombre divino que durar
a
para siempre. Haba pasado muchos a
nos
en una escuela bblica de los pentecostales,
pero all no me haban ense nado la verdad.Me hab
an dejado a oscuras. Mi coraz
on re-
bosaba de alegra por todo lo que estaba
descubriendo en la Biblia. Estaba viviendoen carne propia lo que dijo Jes
us en Juan
8:32: Conoceran la verdad, y la verdad los li-
bertara. Mi vida estaba tomando un nuevo
rumbo.
Aunque por alg
un tiempo cre que era po-
sible adorar a Jehov
a en secreto y a la vez ser
pastora, pronto me di cuenta de que yano podr
a ense
nar muchas de las doctrinas
de mi Iglesia. Pero tena miedo. C
omo me
ganara la vida si renunciaba? No quer
a que
mi Iglesia pasara por la verg
uenza de que una
1 Editado por los testigos de Jehova.
de sus pastoras se hubiera hecho testigo deJehov
a. Decid
seguir ense
nando desde el
p
ulpito sin mencionar las doctrinas falsas.
En mi siguiente encuentro con Carmen,ella me anim
o a ir a una reuni
on de los Testi-
gos. Como yo tena que ir frecuentemente a
la iglesia madre situada en la ciudad deLaoag, aprovech
e uno de esos viajes para
buscar, sin que nadie lo supiera, un Sal
on delReino de los Testigos de Jehov
a. All
conoc
a una evangelizadora de tiempo completo
cuyo nombre era Alma Preciosa Villarin,pero todos la llamaban Precious (Preciosa eningl
es). Aunque todav
a me ca
an mal los
Testigos, acept e estudiar la Biblia con ella.
Mi hermana haba sido muy paciente con-
migo. Y Precious era igual. Me ayud
o much-
simo a entender la Biblia a pesar de que yonoeraf
acil: me enfadaba, discut
a, levantaba
la voz e insista en algunas de mis anteriores
Mi vida estaba tomandoun nuevo rumbo
Estudiando la Biblia con Precious
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LA ATALAYA 1 DE SEPTIEM BRE DE 2012 15
creencias. El inter es personal, la humildad yla serenidad de Precious y de otros Testigoscalaron hondo en m
. Ahora quer
a servir a
Jehov
a.
En julio de 1995 me di cuenta de queno hab
a vuelta de hoja: deb
a dejar la Igle-
sia. Por qu
e? Revelaci
on (Apocalipsis) 18:4habla en t
erminos simb
olicos de la religi
on
falsa y advierte: S
alganse de ella, pueblom
o, si no quieren participar con ella en sus
pecados, y si no quieren recibir parte de susplagas. Pero de qu
e vivir
a si abandonaba
mi carrera pastoral? Aprend en Hebreos 13:5
que a todo el que hace la voluntad de Dios
elle promete: De ning
un modo te dejar
e y de
ning
un modo te desamparar
e.
A pesar de que mi padre y mi hermano es-taban muy en mi contra, dos semanas antesde bautizarme como Testigo me arm
e de va-
lor y fui a casa para quemar todo lo que sola
utilizar en mi labor de pastora. Fue despu
esde hacer eso que not e que desaparecieron lospoderes que hab
a recibido. Tambi
en desa-
pareci
o la presi
on constante que anterior-mente sent
a sobre m
mientras dorm
a.
Nunca mas volv
a ver las sombras que apare-
can en la ventana de mi dormitorio. En la
Biblia aprend que los supuestos dones dehoy, como el poder de sanaci
on, no vie-
nen de Dios, sino de los espritus malvados.
Ha sido un gran alivio escapar de su control,tal como le sucedi
o a la sirvienta a quien Pa-
blo libr
o de un demonio de adivinaci
on(Hechos 16:16-18).
Algo especialmente emotivo para m fue
bautizarme junto a mi madre en septiembrede 1996. Poco despu
es comenc
e a servir
como evangelizadora de tiempo completo de
los testigos de Jehov
a, un servicio que disfru-t
e muchos a
nos.
En la actualidad, mi esposo Silver y yo nosesforzamos por ense nar a nuestra hija a se-guir el camino de la verdad b
blica. Otras tres
hermanas mas tambi
en se han hecho Testi-
gos. Y aunque me duele haber pasado tantosa
nos en la ignorancia, estoy feliz porque al
fin conozco al Dios a quien sirvo.
Conocer mejor al
unico Diosverdadero me hizo muy feliz
Cuando mi madrey yo nos bautizamos
Como evangelizadorade tiempo completo
Junto a mi esposo, mi hijay otros familiares que tambi
en son Testigos
-
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1. Qu
e e s e l Da del Juicio?
La ilustraci
on de la derecha representa lo quemuchos piensan que ocurrir
a durante lo que la Bi-
blia llama el Da del Juicio. Imaginan a miles de mi-
llones de almas reunidas ante el trono de Dios paraser juzgadas por sus hechos: algunas ser an recom-pensadas con vida en el cielo, mientras que otrasser
an condenadas al infierno. La Biblia, por el con-
trario, indica que el objetivo del Da del Juicio es
erradicar la injusticia del mundo (Salmo 96:13). Je-s
us es el Juez que Dios ha elegido para traer justicia
a la humanidad. (Lea Isaas 11:1-5 y Hechos 17:31.)
2. C
omo se har
a justiciadurante el D
a del Juicio?
El primer hombre, Ad
an, se rebel
o contra Jehov
aDios. Por su culpa, todos sus descendientes pecan,sufren y mueren (Romanos 5:12). A fin de corregiresa injusticia, Jes
us resucitar
a a los miles de millo-
nes de personas que han muerto. El libro bblico de
Revelaci
on, o Apocalipsis, se
nala que eso ocurrir
adurante el reinado de mil a
nos de Jesucristo. (Lea
Revelaci
on 20:4,11, 12.)Quienes resuciten ser
an juzgados, pero no seg
un
lo que hicieron antes de morir, sino seg
un lo quehagan tras revelarse la informaci
on de los rollos
mencionados en el captulo 20 de Revelaci
on (Ro-
manos 6:7). El ap
ostol Pablo habl
o tanto de justoscomo de injustos para referirse a aquellos que vol-ver
an a la vida y tendr
an la oportunidad de apren-
der acerca de Dios. (Lea Hechos 24:15.)
ENSENANZAS DE LA PALABRA DE DIOS
Qu e pasar adurante el D
a del Juicio?
Este artculo le permitir
a encontrar en
su propia Biblia la respuesta a algunas
preguntas que tal vez se haya hecho.Si lo desea, los testigos de Jehov a puedenanalizar estas preguntas con usted.
EL JUICIO FINAL,DE GUSTAVE DOR
E (1832-1883)
Grabado de Dor
e
-
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3. Qu
e m
as lograr
a e l Da del Juicio?
Las personas que murieron sin haber podido co-
nocer y servir a Jehov
a tendr
an la oportunidad dehacer su voluntad. Si la aprovechan, su resurrecci
on
habr
a probado ser una resurrecci
on de vida. Sinembargo, la resurrecci
on de quienes no quieran
obedecer a Dios habr
a resultado ser de juicio[condenatorio]. (Lea Juan 5:28, 29 e Isa
as 26:10;
65:20.)Para cuando acaben los mil a
nos que durar
a el
Da del Juicio, Jehov
a habr
a devuelto a la familia
humana a su estado original de perfecci
on (1 Co-rintios 15:24-28). Qu
e recompensa tan bonita por
su obediencia! El Diablo, que habr a estado en-cerrado esos mil a
nos en un abismo, ser
a soltado
por Dios para una
ultima prueba. Satan
as har
acuanto pueda por apartar a la gente de Jehov
a,
pero quienes superen esta prueba podr
an vivirpara siempre en la Tierra. (Lea Isa
as 25:8 y Revela-
ci
on 20:1, 7-9.)
4. Qu
e otro da de juicio
traer
a bendiciones a la humanidad?
La Biblia habla de otro da de juicio. Se trata del
suceso que pondr
a fin al actual sistema mundial.Este d
a vendr
a de forma repentina, al igual que el
Diluvio de No
e, que se trag
o a toda una generaci
onde gente mala. Pronto, la destrucci
on de los hom-
bres impos, o malvados, dejar
a v
a libre a una
nueva sociedad humana en la que la justicia habr
a
de morar. (Lea 2 Pedro 3:6, 7, 13.)
Si desea m
as informaci
on, consulte las p
aginas 213 a 215de este libro, editado por los testigos de Jehov
a.
QUE ENSE
NA
realmente
LA BIBLIA?
17
-
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18 LA ATALAYA 1 DE SEPTIEMBRE DE 2012
LA BONDAD de un misionero mayor impre-sion o a un joven japon es. El amable an-cianito llevaba pocos a
nos en Jap
o n y a
un te-
na dificultades para hablar el idioma. Pese a
todo, iba cada semana a casa del muchachopara conversar sobre la Biblia. Con una son-risa amigable y buenos modales, respond
a
pacientemente a las incontables preguntasdel curioso estudiante.
El trato amable de este se nor dej o una hue-lla imborrable en el joven, que pens
o: Si la
Biblia ayuda a la gente a ser tan buena, yotengo que estudiarla. La bondad del misio-nero fue el incentivo que el joven necesitabapara estudiar algo completamente nuevopara
el. As
es, esta cualidad ablanda corazo-
nes y suele ser mas poderosa que las pala-
bras.
Una cualidad divinaPor lo general, a los seres humanos no nos
cuesta ser bondadosos con las personas quem
as queremos, como nuestros familiares.
Ahora bien, la bondad es en esencia una cua-lidad divina y, como dijo Jes
us, nuestro Pa-
dre celestial no solo es bueno con quieneslo aman, sino tambi
en con los ingratos.
De hecho, Cristo inst
o a sus discpulos a imi-
tar el ejemplo perfecto de Dios cuando losanim
o a ser perfectos, como su Padre celes-
tial es perfecto (Lucas 6:35; Mateo 5:48;Exodo 34:6).
Como hemos sido creados a la imagen deDios, tenemos la capacidad de ser bondado-sos (G
enesis 1:27). Eso significa que pode-
mos imitarlo y mostrar bondad mas all
a de
nuestro crculo familiar. La Biblia indica que
esta cualidad es parte del fruto que produceel esp
ritu santo de Dios, su fuerza activa
(Galatas 5:22). De modo que, cuanto m
as co-
nozcamos al Creador y mas nos acerquemos
a
el, mayor sera nuestra bondad.
Puesto que esta cualidad es parte de la na-turaleza humana y es muy valorada porDios, no sorprende que
el nos pida que sea-
mos bondadosos unos con otros (Efesios4:32). En su Palabra tambi
en nos anima a
mostrar hospitalidad, o bondad a extra-nos (Hebreos 13:2, nota).
De veras se puede ser bueno con los de-m
as, incluso con desconocidos, en un mun-
do tan cruel y desagradecido? C
omo pode-mos lograrlo? Es m
as, por qu
e deber
amos
intentarlo?
Imprescindible para agradar a DiosEs digno de menci
on que el ap
ostol Pablo,
tras mencionar esa bondad a extra
nos, di-jera: Por ella algunos, sin saberlo, hospe-daron a
angeles. C
omo se sentir
a usted si
tuviera la oportunidad de agasajar a mensa-jeros divinos? F
jese en que Pablo precis
o
que algunos atendieron a
angeles sin saber-lo. En otras palabras, si tenemos la costum-bre de ser bondadosos con todo el mundo,hasta con quienes no conocemos, podr
a-
mos recibir bendiciones inesperadas.
La mayora de las biblias que contienen re-
ferencias a otros pasajes relacionan estas pa-labras de Pablo con los relatos de Abrah
an y
Lot que hallamos en los captulos 18 y 19 de
G
enesis. Ambos hombres recibieron la visita
La bondadimprescindible para agradar a Dios
-
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LA ATALAYA 1 DE SEPTIEM BRE DE 2012 19
de unos
angeles que porta-ban mensajes divinos. En elcaso de Abrah
an, el mensaje
tena que ver con la promesa
que Dios le haba hecho de
que tendra un hijo. Y en
el caso de Lot, le anuncia-ba la inminente destrucci
on
de las ciudades de Sodomay Gomorra (G enesis 18:1-10;19:1-3,15-17).
Si usted lee los versculos citados en la ora-
ci
on anterior, observara que Abrah
an y Lot
fueron hospitalarios con unos viajeros queno conoc
an. En tiempos b
blicos, la hospita-
lidad ya fuera con amigos, parientes o ex-tra
nos era parte de la cultura y se conside-
raba un deber. La Ley mosaica, por ejemplo,requer
a que los israelitas tuvieran presentes
las necesidades de los inmigrantes (Deutero-nomio 10:17-19). Aun as
, es evidente que es-
tos dos hombres hicieron mucho mas de lo
que posteriormente estipul
o la Ley. Se desvi-vieron por ser bondadosos con los extra
nos,
y por eso fueron bendecidos.
Abrah
an fue recompensado con un hijo,Isaac, pero nosotros tambi
en nos beneficia-
mos de su bondad. En qu
e sentido? Abrah
ane Isaac desempe
naron un papel fundamental
en el cumplimiento del prop
osito de Dios.Ambos fueron personajes clave del arbol ge-neal
ogico del Mes
as, Jes
us. Y cierto episodio
de sus vidas represent
o lo que Jehov
a hara
m
as tarde por amor y bondad: poner las basespara salvar a la humanidad (G
enesis 22:1-18;
Mateo 1:1, 2; Juan 3:16).
Estos relatos no solo dejan muy claro loque Dios espera de quienes ama, sino que,adem
as, nos ense
nan cu
anto estima la bon-
dad. Para
el no es opcional, es imprescindi-ble.
Ser bondadosos nos acerca a Dios
Seg
un la Biblia, vivimos rodeados de hom-bres y mujeres desagradecidos, desleales,sin [...] cari
no natural (2 Timoteo 3:1-3).
Y aunque todos los das tratamos con genteas
, eso no justifica que hagamos lo mismo.
Mas bien, los cristianos seguimos este conse-
jo: No devuelvan mal por mal a nadie. Pro-vean cosas excelentes a vista de todos (Ro-manos 12:17).
Vale la pena mostrar bondad generosa-mente y de todo coraz
on. La Biblia declara:
Todo el que ama [...] adquiere el cono-cimiento de Dios. Y una forma de mostrar
amor es siendo bondadosos con nuestro se-mejante (1 Juan 4:7; 1 Corintios 13:4). Al ha-cerlo, llegamos a conocer mejor a Dios, y esonos hace m
as felices. En el Serm
on del Mon-
te, Jes
us afirm
o: Dichosos los que prestanayuda, porque
esos van a recibir ayuda. Di-
chosos los limpios de coraz
on, porque
esos
Abrah
an recibi
omuchas bendiciones
por demostrar bondad
-
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van a ver a Dios (Mateo 5:7, 8, Nueva BibliaEspa
nola).
Fjese en lo que le ocurri
o a Aki, un ama de
casa japonesa con dos hijos. Tras la repentinamuerte de su madre, esta joven esposa se de-
primi
o mucho. A veces estaba tan hundidaque ten
a que ir al m
edico. En esa
epoca se
mud
o a su vecindario unafamilia. El padre acababade fallecer en un acciden-te, y la madre hab
a queda-
do con cinco ni
nos a sucargo. La desgracia de estafamilia conmovi
o a Aki,
quien se esforz
o por hacer-se amiga de ellos. Al ayu-
darlos en todo lo que podad
andoles comida, la ropa
que su familia ya no usabay otras cosas, logr
o sen-
tirse mejor. Vio por s misma que la Biblia
tiene raz
on cuando dice: Hay mas felici-
dad en dar que en recibir (Hechos 20:35).Sin duda, mostrar bondad es lo mejor queuno puede hacer por s
mismo cuando se en-
cuentra desanimado.
El bondadoso le presta a Jehov
a
Para mostrar bondad no hace falta tenermucho dinero, energ
as o alguna habilidad
especial. Una sonrisa, una palabra cari
nosa,un regalito bien pensado, hacer alg
un fa-
vor o simplemente ceder el lugar en unafila puede significar mucho para los dem
as.
Si no est
a seguro de qu
e decir o qu
e hacer,diga o haga lo que sea m
as bondadoso.
El comportamiento del anciano misioneromencionado al comienzo le caus
o una pro-
funda impresi
on al joven japon
es y rompi
olas barreras ling
u
sticas. Con raz
on uno de
los requisitos de Dios para sus siervos esamar la bondad (Miqueas 6:8).
Un proverbio oriental reza: Una palabra
bondadosa puede dar calor durante tres me-ses de invierno. Cu
al es la lecci
on? Se puede
lograr mucho con un sencillo acto bondado-so. Cuando este va acompa
nado de buenos
motivos y de amor a Dios, puede dar caloral coraz
on de todos los implicados. Incluso si
los dem
as no lo agradecen, no piense queno ha valido la pena. Dios siempre lo valora.La Biblia nos asegura que quien muestra bon-dad le presta a Jehov
a (Proverbios 19:17).
Por qu
e no busca oportunidades de ser bon-dadoso con quienes lo rodean?
Si no est
a segurode qu
e decir
o qu
e hacer,diga o haga
lo que sea m
as
bondadoso
Quien muestrabondad a otrosle presta a Jehov
a
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LA ATALAYA 1 DE SEPTIEMB RE DE 2012 21
C
OMO se sentira si lo acusaran falsa-
mente de un terrible delito que ha per-judicado a muchos inocentes? Seguro quequerr
a aclarar los hechos y limpiar su nom-
bre. ConJehov
a Dios pasa algo parecido. Mu-cha gente le echa la culpa, sin raz
on, de la
injusticia y el sufrimiento que hay en el mun-do. Querr
a
el limpiar su nombre? El libro b
-
blico de Ezequiel muestra que s. (Lea Eze-quiel 39:7.)
Ya no dejar
e que mi santo nombre seaprofanado, declara Jehov
a. Cada vez que se
le responsabiliza de las injusticias, se est
a pro-fanando, o ensuciando, su nombre. Y cuandola Biblia habla del nombre de alguien, a me-nudo se refiere a su reputaci
on. Cierta obra
especializada explica que el nombre de Diosdenota lo que otros conocen de
el, lo que
el
ha revelado de s mismo. Tambi
en representa
su fama y, por tanto, su honor. As que el
nombre de Jehov
a incluye su reputaci
on.Y qu
e sabemos sobre c
omo ve
el las injusti-
cias? Que las odia y que siente compasi
on porquienes las sufren (
Exodo 22:22-24).1 Cuan-
do los seres humanos lo acusan de cosas queel detesta, en realidad est
an echando por
tierra su reputaci
on y tratando [su] nombrecon falta de respeto (Salmo 74:10).
Por qu
e emplea Jehov
a dos veces la expre-si on mi santo nombre en Ezequiel 39:7?En las Escrituras, el nombre de Dios aparecemuchas veces con los t
erminos santo o santi-
dad, que transmiten la idea de separaci
on e
1 Consulte el artculo Ac
erquese a Dios: Jehov
a ama la
justicia, en La Atalaya del 1 de noviembre de 2008.
implican limpieza y pureza. Pues bien, sunombre es santo porque
el es santo, es decir,
est
a totalmente separado de todo pecado osuciedad. Se da cuenta? Quienes lo acusande la maldad deshonran su santo nombre.
El tema central de la Biblia gira en torno alReino de Dios y a c
omo este gobierno limpia-
r
a el nombre del Todopoderoso. De hecho, ellibro de Ezequiel lo subraya cuando en re-petidas ocasiones dice: Las naciones ten-dr
an que saber que yo soy Jehov
a (Ezequiel
36:23; 37:28; 38:23; 39:7). No les quedar
aotra alternativa: simplemente tendr
an que
saber que
el es Jehov
a. En otras palabras, lasmedidas que Dios va a tomar obligar
an a to-
das las naciones a reconocer que
el es quienafirma ser: Jehov
a, el Se
nor Soberano cuyo
nombre representa todo lo santo, puro y lim-
pio.Las naciones tendr
an que saber que yo
soy Jehov
a es una promesa recurrente queconsuela a quienes anhelan ver el fin de lasinjusticias y el sufrimiento. Dentro de poco,Jehov
a cumplir
a su palabra y limpiar
a su
nombre de tanta deshonra. Adem
as, acabar
acon la maldad y con quienes la promueven,pero dejar
a con vida a quienes respeten su
nombre y lo que implica (Proverbios 18:10).No le gustar
a saber c
omo acercarse a este
Dios santo y amador de la justicia? (Salmo37:9-11, 28.)
ACERQUESE A DIOS
Las naciones tendr
an que saberque yo soy Jehov a
LECTURA BIBLICA RECOMENDADA PARA ESTE MES:
Ezequiel 39 a Daniel 3
-
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22 LA ATALAYA 1 DE SEPTIEMBRE DE 2012
Su economa se basaba principal-
mente en la agricultura, la ganadera y
el trueque. En la Biblia se mencionanmercados pr
oximos a las puertas de las
ciudades. En Jerusal
en haba una Puer-
ta de las Ovejas, una Puerta del Pesca-do y una Puerta de los Tiestos (Nehe-m
as 3:1, 3; Jerem
as 19:2). Puede que
estos nombres se debieran a la mer-canc
a que se vend
a en sus alrededo-
res. Tambi
en se mencionan la calle de
los panaderos de Jerusal
en y algunosart
culos de comercio (Jerem
as 37:21).
Y qu
e hay del valor de las mercan-cas? Cierto comentario b
blico aclara:
Los precios [...] fluctuaron a trav
es delos siglos, y es dif
cil averiguar cu
anto
pudo haber costado un artculo par-
ticular en cierto lugar y durante ciertaepoca. Aun as
, se sabe por la Biblia
y otras fuentes antiguas que los pre-cios estaban sujetos a la inflaci
on. Bas-
ta con ver la variaci
on del costo deuna mercanc
a habitual: los esclavos.
En el siglo XVIII antes de nuestra era sepagaban 20 piezas de plata probable-mente siclos por un esclavo. Al menosas
ocurri
o con Jos
e (G
enesis 37:28).
Trescientos a
nos despu
es se pagaban
30 siclos (
Exodo 21:32). En el siglo VIIIantes de nuestra era, un esclavo costa-ba 50 (2 Reyes 15:20). Y doscientosa
nos m
as tarde, ya bajo el Imperio per-
sa, los precios se dispararon a 90 sicloso incluso m
as. Todo parece indicar que
la inflaci
on no es un mal moderno.
C
omo se comerciaba en el antiguo Israel?
RELIEVE DEUN MERCADO
DE FRUTAS DeA Picture Library / Art
Resource, NY
En el Imperio persa, los reyes estable-cieron un servicio de correo que seencargaba de la correspondencia ofi-cial. En el libro b
blico de Ester se des-
cribe c
omo funcionaba dicho servicio:Y [Mardoqueo] procedi
o a escribir en
el nombre del rey Asuero y a sellar conel anillo de sellar del rey, y a enviardocumentos escritos por mano de loscorreos a caballo, montados en caba-
llos de posta usados en el servicio real,hijos de yeguas veloces (Ester 8:10).En el Imperio romano exist
a un siste-
ma similar para la correspondencia decar
acter militar y administrativo.
Las cartas personales, como las que
escribi
o el ap
ostol Pablo, no se en-
tregaban por estos medios. La genterica pod
a permitirse enviar el men-
saje con un esclavo. Sin embargo, lamayor
a de las personas ten
an que
recurrir a conocidos, a veces inclusoa extra
nos, que viajaban en la direc-
ci
on deseada. Cualquiera poda servir
de mensajero: familiares, amigos, sol-dados, comerciantes... Era crucial, portanto, que la persona fuera confiable
para que el mensaje llegara intacto.La Biblia parece dar a entender que Pa-blo envi
o algunas de sus cartas con
otros cristianos (Efesios 6:21, 22; Colo-senses 4:7).
LO SABIA?
C
omo se enviaba la correspondencia en tiempos b
blicos?
MENSAJERO PERSA
-
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LA ATALAYA 1 DE SEPTIEMB RE DE 2012 23
S, varios millones por todo el mundo. Forman
el gran grupo de predicadoras de las buenas nue-vas del Reino de Dios que se profetiz
o en Salmo
68:11, donde Jehov
a dice: Las mujeres que anun-cian las buenas nuevas son un ej
ercito grande.
Con todo, el ministerio que llevan a cabo estastestigos de Jehov
a es muy distinto del de las mi-
nistras de otras religiones. En qu
e se diferencianambos ministerios?
Para empezar, se dirigen a p
ublicos distintos.
Las mujeres que ejercen el sacerdocio, sobre todoen las iglesias de la cristiandad, asumen puestosde liderazgo dentro de su religi
on. As
pues, su
principal auditorio son miembros de su reba
no.En cambio, las ministras religiosas de los Testigospredican fuera de la congregaci
on, a todo el que
encuentran mientras evangelizan de casa en casao en cualquier otro lugar.
Otra caracterstica diferenciadora es el papel
que desempe
nan dentro de la congregaci
on. Lasministras de la cristiandad y otras religiones diri-
gen a los miembros de su congregaci
on y los ins-truyen en la doctrina. Las Testigos nunca ense
nan
en la congregaci
on cuando hay varones bautiza-dos presentes. Solo lo hacen los superintenden-tes, hombres que han sido nombrados maestros(1 Timoteo 3:2; Santiago 3:1).
En la Biblia,
unicamente los varones aparecen alfrente de la congregaci
on. Y las instrucciones que
elap
ostol Pablo dio a otro superintendente cristia-no llamado Tito apoyan esa idea. Por esta raz
on
te dej
e en Creta escribi
o Pablo, para que [...]
nombraras hombres mayores en ciudad tras ciu-dad. (Tito 1:5, nota.) A continuaci
on indic
o que
el superintendente tena que ser hombre libre de
acusaci
on, esposo de una sola mujer (Tito 1:6).El ap
ostol dio instrucciones parecidas en una car-
ta pastoral que le envi
o a Timoteo. Si alg
un hom-bre est
a procurando alcanzar un puesto de supe-
rintendente, desea una obra excelente dijo.El superintendente, por lo tanto, debe ser irre-prensible, esposo de una sola mujer, [...] capacita-do para ense
nar. (1 Timoteo 3:1, 2.)
Pero por qu
e solo los varones pueden ser su-perintendentes en la congregaci
on? Pablo expli-
c
o: No permito que la mujer ense
ne, ni que ejer-za autoridad sobre el hombre, sino que est
e en
silencio. Porque Ad
an fue formado primero, luegoEva (1 Timoteo 2:12,13). En otras palabras, el or-den en que Dios cre
o a la primera pareja indica en
qui
en quer
a
el delegar la labor de ense
nanza ysuperintendencia.
Puesto que Jesucristo es el Lder de todos los mi-
nistros de Jehov
a, ellos siguen su ejemplo. Seg
unel disc
pulo Lucas, Jes
us iba viajando de ciudad
en ciudad y de aldea en aldea, predicando y de-clarando las buenas nuevas del reino de Dios.Y qu
e hicieron sus disc
pulos cuando los envi
o a
realizar ese mismo ministerio? Recorrieron elterritorio de aldea en aldea, declarando las bue-nas nuevas. (Lucas 8:1; 9:2-6.)
De igual modo, los ministros de Jehov
adelaac-tualidad tanto hombres como mujeres parti-cipan con entusiasmo en el cumplimiento de laspalabras de Mateo 24:14. All
Jes
us predijo: Estas
buenas nuevas del reino se predicar
an en toda latierra habitada para testimonio a todas las nacio-nes; y entonces vendr
a el fin.
NUESTROS LECTORES QUIEREN SABER
Tienen ministras religiosas los testigos de Jehov
a?
-
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LAS imponentes Monta nas Blancas, o Levk `aOr e, de la isla de Creta van desapareciendoen la distancia. Un grupo de trece amigos viaja-mos en barco rumbo a una islita que emergede las profundidades del mar Mediterr
aneo.
Estamos deseosos de emprender nuestro re-corrido de predicaci
on por la isla de Gaudos,
un puntito en el mapa que marca lo que seconsidera el extremo sur del continente eu-ropeo.
Parece que el viaje sera agradable, pues hoy
es un caluroso da de verano. Pero intensas ra-chas de viento no tardan en agitar el mar.El barco se mece como un corcho entre lasolas, y siento que todo da vueltas. Esto me re-cuerda la fuerte tormenta que sorprendi
o al
ap
ostol Pablo cuando viajaba por estas aguas.En aquella
epoca, el nombre de la islita era
Cauda (Hechos 27:13-17). Solo espero que lle-guemos a puerto sanos y salvos.
Por fin divisamos nuestro destino! Gaudoses un macizo rocoso con acantilados que se
precipitan al mar. Se podra decir que pareceuna meseta, con una altura aproximada de300 metros (1.000 pies) y sin monta
nas que so-
bresalgan. La mayor parte de sus 26 kil
ometroscuadrados (10 millas cuadradas) est
a cubier-
ta de densos pinares y matorrales. En algunaszonas hay enebros costeros que crecen hasta lamisma orilla.
En cierto momento de su historia, la isla lle-g
o a tener unos 8.000 habitantes. Pero en la ac-
tualidad, la cifra no alcanza ni los 40. Es comosi la civilizaci on moderna se hubiese olvidadode Gaudos. Y aunque muchos buques cisterna
y de carga surcan estas costas, la conexi
on ma-rtima con la isla de Creta a menudo sufre
retrasos o cancelaciones por culpa del maltiempo.
Nosotros vamos a llevar a los isle
nos unmensaje alegre y animador. Les hablaremos deun futuro mejor: vida eterna con salud perfec-ta. Estamos a punto de atracar y tenemos mu-chas ganas de desembarcar para hablar de esta
firme esperanza.
Las cuatro horas y media de tra-ves
a no han sido muy placenteras
que digamos. Nuestros p
alidos ros-tros nos delatan. Nada mejor queun sue
necito y un caf
e para repo-
CARTA DE
GRECIA
Predicando enPredicando enla frontera sur de Europala frontera sur de Europa
Cabo Tripiti, considerado el punto m
asmeridional del continente europeo
-
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LA ATALAYA 1 DE SEPTIEMB RE DE 2012 25
nernos! Tras un breve repaso del viaje del ap
os-tol Pablo y de una oraci
on llena de sentimien-
to, estamos preparados para empezar.
Los lugare
nos son amigables y hospitalarios.Nos invitan a pasar a sus casas y quieren que
comamos o bebamos algo. Adem
as de darleslas buenas noticias bblicas, agradecemos suhospitalidad ayud
andoles de diversas mane-
ras. Por ejemplo, mientras conversamos con lase
nora de un negocio, uno de nosotros, que es
electricista, se fija en que un aparato el
ectricoest
a estropeado y se ofrece a repararlo. Este ges-
to alegra mucho a la se
nora, quien aceptanuestras publicaciones b
blicas y nos felicita
por la labor que hacemos. Otra mujer est
a tanagradecida que nos dice: Lo que ustedes ha-
cen es obra de Dios, y no de los hombres. De locontrario no habran venido a esta isla remotapara hablarnos de la Biblia.
La gente aprecia mucho las publicacionesb
blicasquele entregamos. Un se
nor acepta las
revistasLa AtalayayDespertad! que le ofrece-mos y nos pide m
as lecturas para los meses de
invierno. Otro hombre que tiene un negociono solo quiere publicaciones para
el, sino tam-
bi
en para que sus clientes las lean. Nos da sudirecci
on de correo para que le enviemos las
revistas todos los meses. Una familia se sor-prende al ver que su isla se menciona en la Bi-blia y acepta gustosa nuestras revistas.
Aunque la respuesta positiva de los residen-tes nos anima, esta visita trae recuerdos tristesa algunos del grupo. Cerca de la bah
a de Sara-
kiniko hay un edificio que en su da fue el
hogar de exiliados polticos. A finales de la
d
ecada de 1930, un testigo de Jehov
a llama-do Emmanuel Lionoudakis estuvo desterradoaqu
por su labor de evangelizaci
on.1A la Gau-
dos de esa
epoca se la ha descrito como unaisla est eril donde solo haba mortferos escor-piones, un lugar donde muchos [...] mor
an
por el hambre, la miseria o la enfermedad.Con raz
on se le llamaba la isla de la muerte.
1 La biografa de Emmanuel Lionoudakis aparece en
La Atalaya del 1 de septiembre de 1999, paginas 25 a 29.
Emmanuel se alimentaba de lo que pescaba.Y como era el
unico Testigo que hab
a en la
isla, se mantena muy ocupado predicando a
los exiliados pol
ticos. Ver el lugar donde
el es-tuvo hace unos setenta a nos es especialmenteemotivo para su hija, su yerno y su nieta. El ins-pirador ejemplo de este cristiano nos motiva aser leales y seguir activos en la predicaci
on.
Para los exiliados, Gaudos no fue un paraso
turstico. En cambio, nosotros hemos pasado
un fin de semana muy agradable predicandoen cada rinc
on de la isla. Hemos dejado en ma-
nos de los afables isle
nos 46 revistas y 9 folle-tos. A
un no nos hemos ido y ya tenemos ga-
nas de volver a verlos!Casi sin darnos cuenta, ha llegado la hora de
partir. Pero una vez mas, el mal tiempo se pone
en contra nuestra, y el ferry de las cinco de latarde no puede salir. As
que embarcamos a
medianoche, listos para otro viaje movido,pero no zarpamos sino hasta las tres de la ma-drugada. Tras ser sacudidos por las olas duran-te unas cinco horas, llegamos a Creta. Y aun-que estamos exhaustos cuando pisamos tierrafirme, tenemos la satisfacci
on de haber dado a
conocer el nombre de Jehov
a en la isla deGaudos (Isa
as 42:12). Todos sentimos que el
esfuerzo vali
o la pena. Pronto ol-vidaremos los incidentes del viaje,pero en nuestros corazones queda-r
an grabados para siempre los bue-
nos recuerdos.
Placa en memoria de los exiliados y el edificiodonde viv
an en la bah
a de Sarakiniko
GentilezadeHelle
nicPost
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26 LA ATALAYA 1 DE SEPTIEMBRE DE 2012
EL SUAJILI lo hablan unos 100 millones de personas en almenos doce pases de Africa central y oriental.1 Se trata delidioma oficial de varias naciones, como Kenia, Tanzania y
Uganda. Tambi
en es la lengua franca de las tierras vecinas, lo
cual facilita el comercio y la comunicaci
on entre distintospueblos.
El suajili ha contribuido en gran manera a unificar la pobla-
ci
on de
Africa oriental. Y es que tan solo en Tanzania se ha-blan al menos 114 lenguas tribales. Para que se haga una idea
de lo que esto implica, imagnese que a una distancia de entre
40 y 80 kil
ometros (25 y 50 millas) de su casa, la gente habla
un idioma completamente diferente al suyo. Para colmo, enalgunos casos, quienes comparten un idioma se agrupan enapenas unas cuantas aldeas. C
omo se comunicar
a con estas
personas? He aqu la ventaja de tener una lengua en com
un.
Los orgenes del suajili
Al parecer, este idioma ya se hablaba para el siglo X, perono se puso por escrito sino hasta el siglo XVI. Quienes lo
aprenden no tardan en darse cuenta del sabor
arabe que trans-
1 Este idioma tiene variantes en estos pases.
SE DA A CONOCER EL NOMBRE DE DIOS EN SUAJILIPara muchos, el nombre de este idioma evoca im agenes de Africa y de animalessalvajes deambulando por las llanuras del Serengueti. Lo cierto es que hay
mucho por descubrir sobre esta lengua y sus hablantes.
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LA ATALAYA 1 DE SEPTIEMB RE DE 2012 27
mite. De hecho, aunque la mayor parte de su
vocabulario es de origen africano, al menosun 20% proviene del
arabe. No sorprende
que durante varios siglos se usara el alfabetoarabe en su escritura.
Curiosamente, el suajili emplea hoy da el
alfabeto latino. A qu
e se debi
o ese cam-bio? Qu
e ocurri
o? Para conocer la respuesta,
nos remontaremos a mediados del siglo XIX,cuando llegaron a
Africa oriental los prime-
ros misioneros europeos que deseaban llevarel mensaje de la Biblia a la gente del lugar.
La Biblia llega aAfrica oriental
En 1499, durante la
epica expedici
on ma-rtima de Vasco da Gama por el extremo sur
del continente africano, los misioneros por-tugueses fundaron una misi
on en Zanz
bar
y as introdujeron el catolicismo en
Africa
oriental. Sin embargo, al cabo de doscientosa
nos, la oposici
on de los lugare
nos oblig
o a
los portugueses y su religi
on a abandonar lazona.
Pasaran otros ciento cincuenta a nos hastaque la Palabra de Dios volviera a abrirse paso
en esta parte del continente. En esta ocasi
on,la llev
o un misionero alem
an, Johann Lud-
wig Krapf. En 1844, cuando arrib
o a Momba-sa (Kenia), el islam era la religi
on que impe-
raba en la costa oriental africana, aunque
muchas de las tribus del interior segu
anaferradas a sus creencias animistas tradicio-nales. Krapf cre
a que era importante que to-
dos tuvieran acceso a la Biblia.
As que no perdi
o el tiempo. Se puso ma-
nos a la obra y estudi
o suajili. En juniode 1844, al poco de llegar, emprendi
o la dif
-
cil tarea de traducir la Biblia a este idioma. Pordesgracia, al mes siguiente sufri
o un duro
golpe: muri
o su esposa con la que llevabacasado dos a
nos, y unos d
as despu
es, su hi-
jita. Pese a tan dolorosa p erdida, prosigui o sulabor de traducci
on. En 1847 se publicaron
los primeros tres captulos del libro de G
ene-
sis, que se convirtieron en el primer docu-mento impreso en suajili.
Krapf fue el primero en usar el alfabeto la-tino para el suajili. Por qu
e lo hizo? Entre
otras cosas, porque razonaba que el alfabetoarabe solo supondr
a un obst
aculo para los
europeos que mas adelante tuvieran que
aprender el idioma. Adem
as, pensaba que elalfabeto latino les facilitara a los indgenasel aprendizaje de las lenguas europeas. Aunas
, algunos siguieron usando el alfabeto
ara-
be por muchos a
nos; hasta se publicaronciertas porciones de la Biblia en este sistemade escritura. Lo cierto es que el alfabeto latino
&
Pub
licadaenJournaloftheAmerican
OrientalSociety,vol.1,num
.3(1847)
Traducci
on al suajili de G
enesis 1:1-3por Johann Krapf (1847)
Pases de
Africa
donde se hablasuajili
Uganda
Kenia
Tanzania
Rep.Dem.
delCongo
Ruanda
Burundi
Zanz
bar
Zambia
Mozambique
Malaui
Sud
an Etiopa
Somalia
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ha sido de gran ayuda para muchos estudian-tes de suajili, quienes, al igual que numerososmisioneros, agradecen el cambio.
Ademas de emprender el innovador pro-
yecto de traducir la Palabra de Dios al suajili,Krapf allan
o el camino para futuros traducto-
res, pues cre
o la primera gramatica suajili y
un diccionario en ese idioma.
El nombre de Dios en suajili
En un principio, cuando se publicaron lostres primeros cap
tulos de G
enesis, el nombre
divino se haba traducido meramente como
Dios Todopoderoso. Hacia finales del si-glo XIX fueron llegando a
Africa oriental dis-
tintos hombres que continuaron la labor detraducir la Biblia completa al suajili. Entre es-tos se cuentan Johann Rebmann, WilliamTaylor, Harry Binns, Edward Steere, FrancisHodgson y Arthur Madan.
Es interesante que en algunas de estasprimeras traducciones, el nombre divinono solo aparec
a en lugares aislados, sino por
todas las Escrituras Hebreas. Los traducto-res con base en Zanz
bar lo vertieron como
Yahuwa, mientras que los de Mombasa lo tra-dujeron comoJehova.
En 1895 vio la luz la primera Biblia comple-
ta en suajili. Durante las siguientes d ecadasaparecieron otras traducciones, pero algunasno tuvieron una distribuci
on muy amplia.
A principios del siglo XX se hicieron grandes
esfuerzos por estandarizar el idioma en
Africaoriental. Esto llev
o a que en 1952 se produjera
la Biblia mas distribuida actualmente en esta
lengua: la Swahili Union Version. Como resul-tado, Yehova se convirti
o en la forma m
as
aceptada del nombre de Dios.
Lamentablemente, como aquellas prime-ras traducciones dejaron de imprimirse, elnombre divino fue cayendo en el olvido.En algunas Biblias modernas brilla por su au-sencia, mientras que en otras se mencionasolo en algunos vers
culos. En la Union Ver-
sion de 1952, por ejemplo, apareci
o apenasquince veces, y en su revisi
on de 2006, esta ci-
fra se redujo a once.1
Aunque esta traducci
on omite el nombredivino casi por completo, cabe destacar que
en una de sus paginas introductorias indica
con claridad que el nombre de Dios es Jeho-v
a. Esto ha contribuido a que las personas
que buscan la verdad aprendan el nombre denuestro Padre celestial en su propia Biblia.
Ahora bien, aqu no acaba todo. En 1996 se
public
o la Traducci
on del Nuevo Mundo de lasEscrituras Griegas Cristianas en suajili. Se tra-ta de la primera traducci
on que restituye el
nombre de Dios a los 237 lugares donde apa-rec
a originalmente de Mateo a Revelaci
on
(Apocalipsis). Este minucioso trabajo se vio
1 Aparece en G
enesis 22:14;Exodo 6:2-8 (dos veces);
17:15 (como Yahweh); Jueces 6:24; Salmo 68:20; 83:18;Isa
as 12:2; 26:4; 49:14, y Jerem
as 16:21.
arribaalaizquierda:gentilezadeNationalLibraryofScotland
Fragmento del captulo 1 de Mateotraducido al suajili con caracteres
arabes (1891)
Distintas formas del nombre divino en dos de las primeras traducciones al suajili
P arrafo de las p aginas introductoriasde la Swahili Union Version
donde aparece el nombre de Dios
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culminado con la publicaci
on en 2003 de
la Traducci
on del Nuevo Mundo de las SantasEscrituras, la Biblia completa, en suajili. En to-tal y hasta la fecha se han impreso unos
900.000 ejemplares.
Al fin, el nombre de Dios ya no est a sepulta-do por t
tulos o relegado a una simple nota
aclaratoria de un pr
ologo. Cada vez que las
personas de buen coraz
on que hablan suajili
leen el nombre de Dios que aparece mas de
siete mil veces en la Traducci
on del NuevoMundo, se sienten m
as cerca de
el.
Ademas, esta traducci
on emplea un suajili
moderno y de facil comprensi
on para todos
sus hablantes de
Africa oriental. Tambi
en ha
eliminado algunas ideas err
oneas que se ha-b
an introducido sutilmente en muchas otras
traducciones. De este modo, los lectores pue-
den confiar en que tienen ante sus ojos pala-
bras correctas de verdad, tal y como fueron
inspiradas por nuestro Creador, Jehov
a Dios
(Eclesiast
es 12:10).
Son muchos los que han expresado su agra-
decimiento por la Traducci
on del Nuevo Mun-do en suajili. Vicent, un evangelizador de
tiempo completo de 21 a
nos de edad, dijo:Me puse contentsimo al ver que utiliza un
suajili tan sencillo y que ha vuelto a poner el
nombre de Dios donde otras traducciones lo
haban quitado. A Frieda, madre de tres hi-
jos, se le ha hecho mucho mas f
acil explicar
las verdades bblicas con esta traducci
on.
Desde sus modestos comienzos, la labor de
traducci
on de la Biblia al suajili se ha prolon-
gado por mas de ciento cincuenta a
nos. Jes
us
declar
o que haba dado a conocer el nombre
de su Padre (Juan 17:6). En la actualidad, gra-
cias a la Traducci
on del Nuevo Mundo en suaji-li, los m
as de 76.000 testigos de Jehov
a de
Africa central y oriental que hablan ese idio-
ma tambi
en dan a conocer con entusiasmo el
nombre de Dios.
Muchos se beneficiande la Traducci
on
del Nuevo Mundode las Santas Escriturasen suajili
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HAS tenido alguna vez muchsimas ganas
de conseguir algo?1... Eso le ha pasado atodo el mundo. Pero est
a bien mentir
para conseguirlo?... Claro que no. Eso lohar
a alguien codicioso. Veamos c
omo un
hombre llamado Guehaz se qued
o sin
nada por culpa de su codicia.El era el ayu-
dante de Eliseo, un profeta del Dios verda-dero, Jehov
a.
Eliseo y Guehaz vivieron hace muchotiempo, unos mil a
nos antes de que Jes
us,
el Hijo de Dios, naciera en la Tierra. Jehov
autiliz
o a Eliseo para hacer milagros. La Bi-
blia cuenta que
el san
o a Naam
an, un im-portante jefe del ej
ercito sirio que ten
a
lepra. Hasta ese momento, nadie haba po-
dido curarlo de esa terrible enfermedad.
Cuando Eliseo haca milagros para ayu-
dar a la gente, nunca aceptaba dinero acambio. Se te ocurre por qu
e?... Porque
saba que esas obras maravillosas en reali-
dad las haca Jehov
a. Por eso rechaz
o el oro,
la plata y la ropa de calidad que Naam
an,content
simo por haber sido sanado, quiso
regalarle. En cambio, Guehaz se mor
a de
ganas por quedarse con ese regalo.
Despu
es de que Naam
an se fue, Guehaz
se ech
o a correr detr
as de
el sin que Eliseo
se enterara. Sabes qu e le dijo Guehaz aNaam
an?... Que Eliseo lo hab
a enviado a
pedirle un par de prendas de ropa para doshombres que hab
an venido de visita.
1 Si le est
a leyendo el artculo a un ni
no, haga una pausa tras
los puntos suspensivos y permita que responda.
DE PADRES A HIJOS
Perdi
o todo por codicioso
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Qu
e mentiroso! Guehaz se invent
o esa
historia porque quera quedarse con lo
que Eliseo haba rechazado. Claro, Naam
an
no lo saba, as
que con mucho gusto le dio
lo que peda y m
as. Qu
e crees que pas
o
luego?...Cuando Guehaz
regres
o a casa, Eliseo le
pregunt
o: De d
onde vienes?.
De ninguna parte, le respondi
o. PeroJehov
a ya hab
a informado de todo a Eliseo.
As que el profeta le dijo que lo que hab
a
hecho estaba muy mal.
Guehaz se hab
a quedado con dinero
y ropa que no le pertenecan. Por eso,
Dios lo castig
o con la lepra que antes ha-ba tenido Naam an. Cu al piensas quees la lecci
on?... Algo que aprendemos es
que no est
a bien inventarnos historias queno son ciertas para conseguir lo que quere-mos.
Guehaz se invent
o una historia que era
una mentira.Sabes por qu
e lo hizo?... Por-que era codicioso. Quer
a algo que no era
suyo y, para obtenerlo, minti
o. Eso le cost
o
caro: estuvo muy enfermo el resto de suvida.
En realidad, la lepra no fue lo peor. Qu
epiensas que fue?... Que rompi
o su
amistad con Dios. Nunca cometa-mos el mismo error! Es mucho me-jor ser buenos y compartir lo quetenemos con los dem
as.
LECTURA BIBLICA
2 Reyes 5:5, 20-27; Judas 21
Juan 15:10
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