Uso Del Aceite de Palma (Elaeis Guineensis) Como Fuente Energética en La Alimentación de Bovinos...
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http://albeitar.portalveterinaria.com/noticia/3608/articulos-rumiantes-archivo/uso-del-aceite-de-palma-elaeis-guineensis-como-fuente-energetica-en-la-alimentacion-de-bovinos-de-engorda-en-corral.html
Uso del aceite de palma (Elaeis guineensis) como fuente energética en la alimentación de bovinos de engorda en corral. mayo del 2008,
Actualmente, las engordas intensivas tienen la necesidad de incorporar otros ingredientes como
la grasa animal o vegetal para aumentar los niveles energéticos de las raciones. Algunos de
estos ingredientes son el aceite de soya, sebo, grasa amarilla, aceite de girasol y aceite de
canola. Aunque el sebo y el aceite de soya son los ingredientes generalmente utilizados, estos
presentan una serie de características que limitan su uso para la mayoría de los productores. El
objetivo del estudio fue conocer los efectos en el comportamiento productivo y nutricional de la
inclusión del aceite de palma africana, aceite de soya y sebo en dietas para toretes de engorda
en corral.
MVZ. Juan Angel Rojas Schroeder
Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia.
Universidad Veracruzana. Veracruz, México.
RESUMEN
El objetivo del estudio fue conocer los efectos en el comportamiento productivo y nutricional de la
inclusión del aceite de palma africana, aceite de soya y sebo en dietas para toretes de engorda en
corral. Veinticuatro toretes en un análisis de varianza de un solo camino de clasificación se distribuyeron
en 12 corrales con 2 animales cada uno y 4 tratamientos de 3 corrales cada uno. Los tratamientos
fueron: T1 = grupo alimentado con heno mas suplemento sin grasas; T2 = grupo alimentado con heno
mas suplemento con sebo; T3 = grupo alimentado con heno mas suplemento con aceite de palma; T4 =
grupo alimentado con heno mas suplemento con aceite de soya. El comportamiento productivo se
evaluó midiendo consumo de alimento; gdp; conversión alimenticia; energía neta de ganancia;
rendimiento en canal y área del músculo Longissimus. El perfil de los ácidos grasos se evaluó midiendo:
concentración de ácidos grasos saturados, monoinsaturados, poliinsaturados, y conjugados del ácido
linoléico. Los toretes se sacrificarona un peso vivo de 500 kg. Muestras del músculo Longissimus dorsi a
nivel de T12 fueron tomadas y congeladas, los lípidos fueron extraídos, metilados y analizados por
cromatografía de gases.
INTRODUCCIÓN
La alimentación de los bovinos en México, destinados a la producción lechera o de carne en forma
intensiva, esta basada principalmente en granos de cereales como el sorgo y el maíz como ingredientes
energéticos principales de las raciones; sin embargo, la producción nacional de estos granos no
satisface la demanda de la población ni la del sector ganadero, como consecuencia hay una gran
dependencia de la importación de granos de cereales de los Estados Unidos y otros países para la
fabricación de alimentos de consumo animal, con lo cual el costo de producción es alto y es poco o
nada rentable para los productores (Osuna, 2004; Villamar, 2004). Actualmente en nuestro país, las
engordas intensivas tienen la necesidad de incorporar otros ingredientes como la grasa animal o vegetal
para aumentar los niveles energéticos de las raciones. Algunos de estos ingredientes son el aceite de
soya, sebo, grasa amarilla, aceite de girasol y aceite de canola. Aunque el sebo y el aceite de soya son
los ingredientes generalmente utilizados, estos presentan una serie de características que limitan su uso
para la mayoría de los productores. El sebo a pesar de tener el mayor contenido de energía, su
inconveniente es que no presenta una inocuidad estandarizada. El aceite de soya no comparte esta
problemática, pero tiene dos aspectos negativos, el primero es que al ser un producto de temporada su
segura disponibilidad es durante una época especifica del año; y segundo, su alto precio en el mercado,
ya que la mayor parte de este se consigue por medio de las importaciones que se obtienen de otros
países como EUA (Osuna, 2004; Villamar, 2004; AMEG, 2005). En los últimos años se han desarrollado
proyectos agrícolas para fomentar el cultivo de palma africana (Elaeis guineensis) en algunos estados
del sureste mexicano como Chiapas, Veracruz, Tabasco y Campeche. Como características principales
de este cultivo son su gran potencial de rendimiento de aceite por hectárea y su apreciado nivel de
calidad nutricional. En las regiones cercanas a las plantas extractoras se conoce la propiedad de la
cachaza (mesocarpio pos-extracción) de palma como buen insumo alimenticio para el ganado bovino
durante la época de estiaje, esta propiedad nutricional se debe al aceite residual que contiene. En
algunos estudios se ah comprobado que el aceite de palma africana, constituye una fuente energética
eficiente para la alimentación de bovinos, lo cual hace posible la sustitución de un porcentaje
considerable de los granos de cereales en dietas de crecimiento y finalización de bovinos (Ocampo,
1997; ANIAME, 2005; CENIPALMA 2005). Sin embargo, hasta la fecha no hay estudios relacionados a
la inclusión del aceite de palma africana en las raciones de bovinos engordados en corral y sus efectos
en el comportamiento animal. Como también no existen trabajos sobre el perfil de ácidos grasos en la
grasa de los animales bajo este tratamiento y muy escasa sobre estos valores relacionados con el sebo
y aceite de soya.
ANTECEDENTES
2.1. ACEITE DE PALMA AFRICANA
2.1.1. Definición, origen y productividad
El aceite de palma africana (APA) es una grasa de origen vegetal, de consistencia semisólido a
temperatura ambiente, de color rojo - naranja caracterizado por su alto contenido energético, en
vitaminas A (500 – 700 ppm) y E (600 – 1000 ppm) y en ácidos grasos saturados (palmítico 44%),
monoinsaturados (oleico 39%) y poliinsaturados (linoléico 10%). Este aceite se obtiene a partir de un
proceso extracción de tipo térmico (calentado) y mecánico (separación, agitación, prensado,
clarificación, y filtrado) en el cual el aceite crudo de palma se separa de la pulpa del fruto o mesocarpio y
queda limpio de impurezas. Este aceite crudo o llamado simplemente como aceite de palma, proviene
de la palma africana (Elaeis guineensis) o palma aceitera como comúnmente se le conoce, esta es una
planta oleaginosa, perenne y minoica que llega a crecer hasta 25 m de altura, el fruto de donde se
extrae el aceite crece en racimos, esta constituida por una masa blanda fibrosa (mesocarpio) de color
naranja rojizo en donde se aloja la mayor parte del aceite, y una masa dura compuesta por la nuez con
cáscara y una almendra que contiene niveles bajos de aceite y valores óptimos en proteína (Scheele et
al, 1994; Quesada, 1997; FAO, 2004; CENIPALMA, 2005; FEDEPALMA, 2005).
2.1.2. Producción
Actualmente el aceite de palma es el segundo aceite más producido mundialmente con 28 millones
t/año contra 31 millones de t/año de soya, 14 millones de t/año de aceite de canola, aceite de girasol 9
millones de t/año y sebo 8 millones de t/año. Los principales países productores de APA son: Malasia
53%, Indonesia 24%, Nigeria 13%, y Colombia 2.5%. En América los países lideres en el mercado son
Colombia, Brasil y Costa Rica. En México los estados productores son Chiapas con el 70% de la
producción nacional, Veracruz 15%, Tabasco 10% y Campeche 5% (ANIAME, 2005; Oil World, 2005).
2.2. Características principales de las grasas y aceites
Las principales fuentes energéticas que se emplean en raciones para ganado bovino a parte de los
granos de cereales son: los aceites vegetales como la soya, canola y girasol, así como el sebo que es
de origen animal. La disponibilidad en el mercado de estos productos, depende de factores como la
comercialización y producción mundial; en la que el aceite de soya ocupa el 24.5% de la producción
mundial de aceites y grasas, el aceite de palma 22.3%, el de canola 10.9%, girasol 7.4% y el sebo con
6.3%. Una de las características de los aceites por la que actualmente se rige la competencia de la
producción, es su rendimiento, el cual es valorado en toneladas por hectárea (t/ha) y estos valores son:
para la palma de aceite 3.39 t/ha, girasol .42 t/ha, soya .35 t/ha. El aspecto que interesa en el ramo
pecuario es su contenido energético; en bovinos la energía metabolizable (EM) para cada aceite es:
aceite de soya = 6.20 Mcal/kg, aceite de palma = 6.24 Mcal/kg, aceite de canola = 6.13 Mcal/kg, aceite
de girasol = 5.45 Mcal/kg, y sebo = 7.05 Mcal/kg. (NRC, 2000; Vargas y Zumbado, 2003; CENIPALMA,
2005; Oil World, 2005; FEDNA, 2005).
2.3. El aceite de palma en la alimentación animal
Durante los últimos años se han diseñado sistemas de alimentación animal basados en la palma
africana, utilizando los subproductos resultantes del proceso de extracción del aceite, el aceite crudo y el
fruto entero. Se ha demostrado el alto potencial de estos recursos en especies domesticas como los
porcinos, aves, ovinos y bovinos; lográndose la substitución de los cereales como base energética de
las dietas y diversificándose el manejo de los ácidos grasos. Los rendimientos productivos han sido
comparables a los considerados como óptimos, pero con la particularidad de que esta fuente energética
tiene origen en un cultivo perenne, adecuado para las condiciones tropicales (Ocampo, 1997; Jôrgensen
y Fernández, 2000; FAO, 2004;).
2.3.1 Investigaciones del apa en la alimentacion de ovinos
En EU midieron los efectos de una dieta alta en forraje con adición de aceite de palma, para medir las
características de la canal de corderos y borregas. Los tratamientos fueron los siguientes: 1) Corderos, 0
aceite de palma (AP); 2) Ovejas, 0 de AP; 3) Corderos con 10.7% de AP; y 4) Ovejas con 10.7% de
AP. Ambas dietas consistieron en forraje (77%) y concentrado (23%). El peso de la canal caliente fue de
22.8 kg para corderos sin AP, 23.3 kg para ovejas sin AP, 23.3kg para corderos con 10.7% de AP y 23.8
para ovejas con 10.7% de AP. El rendimiento de la canal fue de 51.0%, 53%, 49% y 53%
respectivamente. El grosor de la grasa subcutánea sobre el músculo longissimus a nivel de entre la 12 –
13 costilla fue de 0.35, 0.40, 0.35 y 0.81 cm (Lough et al., 1993).
2.3.2 Investigaciones del apa en la alimentacion de bovinos
En el ganado bovino el primer trabajo reportado fue en animales bajo pastoreo, en el que el promedio de
consumo de forraje (Pennisetum purpureum) fue de 6 Kg MS con una suplementación base (gallinaza
500, urea 80, mezcla mineral 20 y sal 10 g/a/día) mas una fuente energética en cuatro tratamientos: A)
1.7 kg de harina de maíz, B) 1.7 kg harina de maíz + 0.200 kg aceite de palma (AP), C) 1.7 kg melaza, y
D) 1.7 kg melaza + 0.200 kg de aceite de palma. En el que la gdp para el tratamiento A fue de 0.670 kg,
para B) 0.840 kg, para C) 0.703 kg y D) 0.680 kg. Los resultados en la conversión alimenticia fueron A)
12.18, B) 9.81, C) 11.61 y D) 12.2 kg (Escobar, 1991).
En Colombia investigaron la suplementación con aceite de palma africana (APA) en bovinos para ceba
en pastoreo para evaluar los patrones y el índice de fermentación ruminal y su comportamiento en la
ceba. El primer experimento se llevó a cabo con cuatro bovinos fistulados alimentados ad libitum con
pasto elefante (Pennisetum purpureum) con consumo a voluntad y una suplementación (maíz,
maíz/aceite de palma, melaza, melaza/aceite de palma y testigo). No hubo diferencias significativas en
el consumo voluntario de forraje, suplemento, y degradación ruminal. La suplementación con APA no
arrojó diferencias significativas en los patrones de nitrógeno amoniacal (89.9±5.1 mg/L), pH (7.1±0.01) o
ácidos grasos volátiles (8.8±mmol/100 ml). En un segundo experimento se utilizaron novillos en
pastoreo de zacate guinea (Panicum maximum) durante 2 meses. Se asignaron a los mismos
tratamientos que en el experimento 1. Se obtuvieron diferencias significativas en el consumo de
suplemento que fue de: 0.92, 1.11, 0.91, 0.74 y 0.00 kg MS/animal/día respectivamente, la gdp fue de:
0.807 kg, 0.882 kg, 0.710 kg, 1.071 kg y 0.756 kg/animal/día; y el rendimiento de la canal de: 52.1%,
56.2%, 55.9%, 54.4% y 54.8% (Ojeda y Escobar, 1995).
Camacho (1996) llevo acabo un estudio basado en la suplementación de novillonas de desecho con
bloques nutricionales utilizando dos niveles de aceite de palma, las cuales estuvieron en pastoreo con
Brachiaria decumbens por 90 días y los bloques contenían: urea 10%, harina de arroz 10% en el
tratamiento 1 y 5% en el tratamiento 2, melaza 40%, cal viva 15%, pica de arroz 10%, sal mineral 5% y
aceite crudo de palma 10% en el tratamiento 1 y 15% en el tratamiento 2 y el T3 como testigo sin bloque
nutricional. Los resultados fueron: gdp T1= 0.634 g, T2= 0.698 y T3= 0.544 kg/animal/día. Consumo de
bloque por día para el tratamiento 1= 0.154, para T2= 0.111 y para T3= 0.0 kg/animal/día
respectivamente.
ESTUDIO EXPERIMENTAL
Estudio comparativo entre aceites vegetales (Soya y Palma) y una grasa animal (Sebo) en bovinos
engordados en corral
3.1 Animales experimentales
Para este experimento se emplearon 24 toretes, puros e híbridos de las razas Cebuinas, Holstein y
Suizo Pardo alojados en 12 corrales, dos animales por corral. Los animales antes de ingresar al
experimento estuvieron en pastoreo en praderas de pasto estrella de África (Cynodon plectostachyus);
con un peso promedio inicial de 260 kg, se sometieron a un periodo de adaptación a la nueva
alimentación (2 kg de suplemento a base de sorgo molido y pasta de soya) y manejo durante 30 días.
Durante toda la prueba no se emplearon anabólicos hormonales, ni ionóforos, ni beta-agonistas para no
interferir o interpretar de forma errónea los resultados en las dietas experimentales. Se les monitoreo el
estado de salud antes y durante la investigación, en el que se llevaron acabo prácticas de vacunación y
desparasitación interna y externa de acuerdo al calendario sanitario de la región.
3.2 Distribución de los tratamientos
Los 24 toretes se distribuyeron en cada uno de los 4 tratamientos de la siguiente manera: A cada
tratamiento le correspondió 3 corrales, cada uno de estos corrales median 3.5 x 11 m, con 25 m² de
sombra y 15 m² de sol, habían dos comederos de 1.5 m de longitud por 40 cm de fondo y 45 cm de
ancho, en el que se dio el heno en uno y el concentrado en otro; bebederos con capacidad de 200 L en
el que dos corrales compartían un bebedero.
3.3 Dietas experimentales
El heno de pasto pangola (Digitaria decumbens) se ofreció en cada uno de los tratamientos a consumo
voluntario. Además del aceite de palma se utilizaran como grasas suplementales el aceite de soya y
sebo para comparar entre tratamientos (Cuadro 1). La distribución de las dietas fue: T1= Alimentación
principal a base de heno mas una suplementación de concentrado, este tratamiento sirvió como testigo
y para simular las condiciones de pastoreo en donde la principal fuente de nutrientes proviene del
forraje; T2= heno + concentrado + sebo; T3= heno + concentrado + aceite de palma africana y T4=
heno + concentrado + aceite de soya. A los tratamientos 2, 3 y 4 se les ofreció una dieta en la que se
pretende simular las condiciones típicas de un corral de engorda pero con la diferencia que se
incorporaran fuentes energéticas extras a base de grasas animales (sebo) y vegetales (aceite de palma
y soya). Las dietas fueron formuladas periódicamente (cada 28 días) para ajustarlas a una ganancia
diaria de peso predicha de 0.8 kg para la dieta 1 y 1.2 kg para las dietas 2, 3 y 4, utilizando el programa
de cómputo de formulación de raciones de la Universidad de Cornell llamado Cornell Net Carbohydrate
and Protein System (CNCPS 5.034). Para la preparación de las raciones se dispuso de una mezcladora
con capacidad de 150 kg en la que se mezclaron cada uno de los ingredientes que conforman las dietas
de los tratamientos. En el caso de los tratamientos 3 y 4, se debió calentar previamente los aceites para
que estuvieran en una fase más líquida en la que se obtuvo una mezcla homogénea de las dietas. Se
alimentaron a los toretes todos los días a las 0800 hrs. La cantidad de alimento concentrado ofrecido fue
de acuerdo a la formulación previa estimada para cada tratamiento.
Cuadro 1. Composición de las dietas experimentales
3.4. Manejo
Una vez comenzado el experimento se llevó acabo como practica cotidiana la medición diaria del
consumo voluntario del heno por las mañanas antes de ofrecer las raciones nuevas; la cantidad de heno
ofrecido se calculó mediante el resultado de la diferencia entre el heno rechazado y el ofrecido el día
anterior, tomando en cuenta este resultado se pudo decidir la cantidad de heno a dar para que no
hubieran deficiencias ni excesos de forraje en la dieta de los animales. Se dispuso de una hoja de
registro, para anotar los datos diarios. Como parte del control del comportamiento productivo, se
pesaron los animales cada 28 días mediante la utilización de una báscula electrónica con capacidad de
1,000 kg. El sacrificio de los animales se llevó acabo una vez que los animales alcanzaron peso superior
a los 470 kg; también se llevaron registros de los pesos vivos finales, el de la canal en el que se pudo
obtener otros datos necesarios como el rendimiento.
3.5 Muestras
Se obtuvo la canal de cada animal, esta se define como el cuerpo desprovisto de piel, cabeza, vísceras
y patas; estas ultimas cortadas a nivel de las articulaciones carpo metacarpianas y tarso metatarsianas;
la canal se peso y a partir de este parámetro se estimo su rendimiento. La medición del área del “ojo de
la chuleta”, se realizó con el uso del planímetro USDA 7-1-67. Una de las muestras fue la carne, la cual
se obtuvo del “ojo de la chuleta” o músculo dorsal largo (longissimus dorsi) a nivel de la vértebra espinal
T12 de los 24 toretes inmediatamente después del sacrificio. Las muestras fueron empacadas al vacío
en bolsas de plástico (Ziplock) y transportadas en refrigerantes al laboratorio, almacenadas a -20°C. A
los ingredientes de las diferentes raciones, incluido el forraje se les determino el perfil de ácidos grasos
para estimar la cantidad que se ofreció en las dietas y relacionarlos con los valores que se encontraron
en las muestras de carne. Estos analisis fueron realizados en el laboratorio del Instituto Tecnológico de
Veracruz.
3.6 Diseno experimental
Las variables de respuesta fueron analizadas por ANOVA en un solo camino de clasificación para los
efectos fijos (tratamientos) de heno, sebo, aceite de palma y aceite de soya (Yij = μ + τi +
Єij).Cuando el efecto de algún tratamiento fue significativo (P<0.05), se compararon las medias usando
la prueba de tukey.
RESULTADOS Y DISCUSION
Las raciones experimentales utilizadas en el estudio (Cuadro 2) se balancearon utilizando el Cornell Net
Carbohydrate and Protein System (CNCPS) para unas gdp predichas de 0.8 y 1.2 kg para los
tratamientos 1 (heno), y 2 (sebo), 3 (aceite de palma) y 4 (aceite de soya) respectivamente. Debido a
que los pesos corporales de los animales no estuvieron balanceados por tratamiento, las dietas fueron
diferentes en cuanto a contenidos de PC y EM con el fin de lograr las gdp predichas. Otro detalle a
considerar fue que los consumos voluntarios difirieron entre los tratamientos por tener diferentes pesos
corporales. Por lo que hubo que hacer una transformación a peso metabólico para considerar dicha
variación.
Cuadro 2. Resultados en la composición de las dietas experimentales
Los consumos por kg de peso metabólico se muestran en el cuadro 3. En promedio los pesos
metabólicos en los tratamientos son semejantes (P>0.05) entre si. Se observa que el consumo de la
ración completa en el tratamiento de heno (T1) fue el mayor, le siguen el sebo (T2), palma (T3) y el de
soya (T4) con el menor valor (P<0.05). Al describir el consumo de heno solamente, se muestra una
tendencia similar. Y para el consumo de concentrado la variación es inversa. Es decir, el T4 tiene el
valor más alto y el T1 el valor mas bajo. De tal forma que a mayor consumo de heno menor consumo de
concentrado como se manifiesta en el T1, y a mayor consumo de concentrado menor consumo de heno
como es el caso del T4. En el T1, el principal limitante del consumo fue la fibra del forraje, y en los T2,
T3 y T4, la densidad energética de la ración fue la que determinó el consumo. De los suplementos con
sebo o aceite, palma permitió mayor consumo de heno en (g/kg0.75) esta situación es relevante para las
condiciones de pastoreo ya que no interfiere con el consumo y digestión del forraje tanto como los otros
suplementos lipídicos. Ojeda y Escobar (1995) evaluaron la inclusión de aceite de palma en la
suplementación de bovinos de engorda en pastoreo y encontraron que no afecta el pH ni las
concentraciones de nitrógeno amoniacal ni producción de AGVs ruminales. Pero si se logró un
incremento en las gdp sin afectar el consumo del forraje. Otro aspecto interesante en el estudio de
Ojeda y Escobar (1995) fue que la asociación con melaza tiene un efecto favorable sobre las gdp. Se
piensa que el exceso de potasio en la melaza induce a la formación de jabones en el rumen inactivando
el efecto nocivo que pudieran tener los ácidos grasos del aceite de palma sobre la fermentación ruminal.
Cuadro 3. Consumo de materia seca en g/kg0.75 de las raciones en estudio
Para describir mejor la relación consumo sobre gdp, se integra la información de consumo de materia
seca, gdp y conversión alimenticia (CA) con relación a las raciones experimentales (Cuadro 4). Con
respecto a la cantidad de ración consumida se observa que aceite de soya tuvo el menor consumo de
MS con relación a sebo y aceite de palma, pero con las mismas gdp y CA. El tratamiento con heno tuvo
el mayor consumo asociado a la menor gdp lo que se reflejó en alta CA. Las cantidades de ración
consumida (MS) por día encontradas por Hristov et al., (2005) usando aceite de cártamo alto en ácido
oleico y otro alto en ácido linoléico se asemeja a lo obtenido en este trabajo con el uso del aceite de
palma alto en oleico y el aceite de soya alto en linoléico; entre los aceites utilizados en dicho
experimento al usado en el presente trabajo existe una gran semejanza en su composición. Las CA
obtenidas en este estudio son similares a las reportadas en otros en donde se utiliza grasa o aceites al
4% de la ración (Hristov et al., 2005; Brandt y Anderson, 1990). En esos trabajos, en que la dieta
principal era con base en granos de cereales y utilización de aceites vegetales y/o sebo, no encontraron
diferencias significativas en cuanto a la gdp y CA entre los tratamientos que incluían los aceites, pero si
diferencias favorables para los aceites vegetales en comparación con el sebo. La conversión alimenticia
del heno, concentrado y aceite del Cuadro 6 se expresaron también con relación al porcentaje de
participación en la CA de la ración. La CA del T1 (11.56 kg), corresponde 6.89 kg a heno y 4.66 kg al
concentrado.
Cuadro 4. Consumo de materia seca, gdp y conversión alimenticia (CA) con relación a las raciones experimentales
Se incorporaron más datos para profundizar en el impacto que tienen cada una de las partes de las
raciones como el heno, concentrado y los aceites en los parámetros productivos como la gdp y la
conversión alimenticia (Cuadro 5). La participación del heno en la gdp del T1 muestra un valor superior a
T2, T3 y T4 estos últimos siendo semejantes. Sin embargo, la CA del heno no fue diferente (P>0.05) lo
que demuestra que la utilización del forraje no se vio afectada por los aceites en los niveles de inclusión
en la ración. La gdp relacionada al concentrado muestra una semejanza entre T2, T3 y T4 teniendo
valores superiores a T1 pero sin impacto en la CA. La participación de los aceites en la gdp muestra una
semejanza que puede ser debida a una similitud también en la eficiencia en su digestión. Esta misma
observación se presenta en la CA. Las conversiones alimenticias en el presente trabajo, fueron
ligeramente superiores a las reportadas por Mir et al., (2002) pero en este trabajo los consumos de MS
de aceite de girasol estuvieron un poco por debajo de los valores reportados en nuestra investigación.
La partición de la contribución del heno, concentrado o aceite a las gdp fue con el fin de encontrar algún
efecto sobre la CA y poder determinar si la eficiencia en la utilización de la energía variaba por la
interacción entre los ingredientes. Sin embargo, no se pudo encontrar ninguna diferencia en las CA
fraccionales entre los tratamientos. Ojeda y Escobar (1995) tampoco pudieron demostrar algún efecto
depresivo o sinérgico por la adición de aceite de palma al 4% en la ración de bovinos en pastoreo. Ellos
encontraron que la concentración de N-NH3, AGVs y patrón de fermentación ruminales no fueron
diferentes entre el uso de maíz o melaza con y sin aceite de palma.
Diversos autores señalan que niveles de 3-5% de lípidos en la dieta de rumiantes permiten un
importante incremento en la densidad energética de la ración, sin efectos negativos sobre la tasa y
patrón de fermentación ruminal (Palmquist, 1991; Knapp y Grummer 1991; Bock et al., 1991).
Cuadro 5. Consumo de heno, sebo, aceite de palma y aceite de soya, y su relación con la gdp y CA del ingrediente para
toretes de engorda en corral
En el Cuadro 6 se presenta información de rendimiento de los animales en los diferentes tratamientos.
Se observa que en la edad al sacrificio, peso vivo, peso vacío, peso de la canal y en el diámetro de la
chuleta los valores que se presentan no muestran diferencias significativas. Únicamente en el
rendimiento de la canal se observaron diferencias en la que T2, T3 y T4 fueron semejantes y mayores a
T1. Vale la pena comentar que la edad al sacrificio en general es alta, debido a que los animales venían
de sistemas de producción de doble propósito en pastoreo. El rendimiento en canal del T1 es típico de
los animales finalizados con forraje, y el de los demás tratamientos se considera como aceptables
considerando que los animales no tuvieron ni anabólicos hormonales ni beta-agonístas que se sabe
mejoran el rendimiento en canal. En el presente trabajo se obtuvieron valores superiores a los
reportados por Mir et al., (2002) con el uso de aceite de girasol y valores semejantes a los reportados
por Hristov et al., (2005) en cuanto al diámetro de la chuleta (longissimus dorsi) se refiere. En el caso del
rendimiento de la canal estos autores reportaron entre 2 y 3% mejor rendimiento en la canal que lo
encontrado en este experimento.
Cuadro 6. Resultados sobre la edad al sacrificio, peso corporal y rendimiento de la canal de los toretes por tratamiento
Los ácidos grasos (AG) son sustancias que tienen un gran valor en el análisis de fuentes energéticas. A
continuación se muestran algunos valores de estos AG en los ingredientes que conformaron las
raciones (Cuadro 7). El ácido mirístico (C14:0) se encontró en mayor cantidad en el heno y en menor
cantidad en el maíz y aceite de soya, en este ultimo con valor de cero. En el C14:1 únicamente la pasta
de soya apareció con valor aunque en pequeña cantidad. Se obtuvieron las mayores cantidades de
ácido palmítico (C16:0) en aceite de palma, heno y sebo en orden cuantitativo y con el valor mas inferior
el aceite de soya. En el ácido palmitoléico (C16:1) se obtuvo la mayor cantidad en el sebo y en la menor
con cero en el maíz, aceite de palma y aceite de soya. En el ácido esteárico el sebo y heno obtuvieron
las mayores cantidades y el aceite de palma y la pasta de soya con los valores más bajos. El aceite de
palma tiene las mayores cantidades de ácido oleico (C18:1) y el heno con el valor mas bajo. En la pasta
de soya y heno se encontraron solamente valores bajos de ácido vaccenico (11-trans C18:1). El aceite
de soya, maíz y pasta de soya tuvieron los valores más altos y el sebo el más bajo de ácido linoléico
(C18:2). El heno tuvo la cantidad mas alta de ácido linolénico (C18:3), el sebo y aceite de palma con
valores muy inferiores y los demás con valores de cero. Los siguientes resultados que se darán según el
ingrediente que haya resultado con la mayor cantidad y de ahí hacia el de menor valor. Ácidos grasos
saturados: sebo, heno, aceite de palma, pasta de soya, maíz y aceite de soya. En los ácidos grasos
monoinsaturados: aceite de palma, sebo, pasta de soya, maíz y aceite de soya. En los ácidos grasos
poliinsaturados: aceite de soya, pasta de soya, maíz, heno, aceite de palma y sebo. En la relación
poliinsaturados y saturados: el aceite de soya, maíz, pasta de soya, heno, aceite de palma y sebo.
Hristov et al., (2005) presenta un trabajo en el que ponen a prueba dos aceites; uno alto en ácido
linoléico y el otro alto en ácido oleico. Ellos observaron que el ácido linoléico deprimía la digestibilidad
de la fibra con relación al ácido oleico. En nuestro caso, el aceite de soya tiene alto contenido de ácido
linoléico y el aceite de palma alto contenido de ácido oleico. Se encontró un fenómeno similar al
observar que los animales consumiendo aceite de soya tenían deprimido el consumo de forraje (en
g/kg0.75) con relación al aceite de palma (cuadro 6), de hecho el tratamiento con aceite de soya es el
que deprime mas drásticamente el consumo de heno. Probablemente debido al efecto tóxico que el
ácido linoléico tiene sobre la cuenta de los protozoarios rúminales (Oldick y Firkins, 2000; Hristov et al.,
2004; Hristov et al., 2005). Esto no quiere decir que el ácido oleico no sea tóxico, sino que su grado de
toxicidad es menor debido a su menor grado de insaturación (Doreau y Ferlay, 1995).
Cuadro 7. Perfil de ácidos grasos de los ingredientes utilizados en las raciones
El perfil de AG encontrados en la carne de los bovinos, se muestran en el Cuadro 8. En general se
observa que las dietas modifican el perfil de AG en la grasa intramuscular de los bovinos. La fuente de
grasa altera la composición de los AG del músculo longissimus; esto puede tener implicaciones para la
dieta de los humanos y la salud así como también en la vida de anaquel del producto. Vale la pena
estudiar las interacciones que se den entre diferentes fuentes de grasas para modular el perfil de AG en
la grasa intramuscular de los bovinos.
Aquí es donde el aceite de palma solo o asociado a otras fuentes de grasa pudiera modificar el perfil
hacia AG más deseables. El C14:0 en T1 se encuentra 36.2. 41.2 y 34.7% en menor cantidad que en
T2, T3 y T4 respectivamente. El C16:0 en T1 se presentó 14.5, 14.8 y 9.9% en menor cantidad que en
T2, T3 y T4 respectivamente. El C18:0 en T1 se observó 25, 24.6 y 27.7% mas que en T2, T3 y T4
respectivamente. En 18:1 en T1 encontró 15.2, 22.1 y 34.8% menos que en T2, T3 y T4
respectivamente. En el ácido vaccenico en T1 se presentó 24.8, 38 y 66.1% mas que en T2, T3 y T4
respectivamente. En 18:2 T1 se mostró 60.6, 58.1 y 26% menos que en T2, T3 y T4 respectivamente.
Los niveles de CLA en T1 son 8% menor a T2 y 4.5 y 1% mayor a T3 y T4 respectivamente. El ácido
rumenico, en T1 fue 14.8, 3.7 y 18.5% menor que en T2, T3 y T4 respectivamente. En resumen el heno
(T1) disminuye la concentración de AGS principalmente mirístico y palmítico; y la adición de sebo o
aceites aumenta la concentración de AGP como es el ácido oléico. Brandt y Anderson (1990)
encontraron que el sebo aumenta la concentración de palmítico y esteárico en la grasa del longissimus
al compararlo con aceite acidulado de soya y grasa amarilla.
Cuadro 8. Perfil de ácidos grasos de la grasa intramuscular de bovinos.
CONCLUSIONES
1. Incorporar sebo o aceite de soya o de palma al 5% en la ración de bovinos de finalización
disminuye el consumo de MS y de forraje en g/kg0.75 .
2. La incorporación de sebo, aceite de soya o aceite de palma en la ración mejoran las GDP y CA
sin diferencia entre ellos.
3. La contribución de la ENg del heno en el T1 fue del 30% y en el T3 fue del 12%. En los
tratamientos con sebo y soya la participación del heno a la ENg fue minimizada a menos del
10%.
4. El rendimiento en canal fue mejorado en un 11% por efecto de la inclusión de sebo o aceite de
palma o aceite de soya.
5. De los ingredientes estudiados: el heno tiene alto contenido de ácido linolénico; el sebo tiene
alto contenido de ácidos grasos saturados; el aceite de palma alto contenido de ácido oléico; y
el aceite de soya alto en linoléico.
6. El perfil de AG de los ingredientes en la ración modifican el perfil de AG de la grasa
intramuscular pero ésta no refleja el perfil de los AG de los ingredientes.
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