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  • 1. MARK TWAIN EL BOBO WILSON

2. El bobo Wilson (Wilson, el chiflado) Mark Twain Ttulo de la edicin original PUDD'NHEAD WILSON Derechos reservados Traduccin de MARA LUISA MARTNEZ ALINARI PRIMERA EDICIN Serie Popular 163 Portada del Departamento de Arte de Ediciones Corregidor EDICIONES CORREGIDOR - 1977 Talcahuano 463, BUENOS AIRES, C. 1013 Hecho el depsito de ley Impreso en la Argentina 2 3. El bobo Wilson (Wilson, el chiflado) Mark Twain UN MURMULLO AL LECTOR No hay ningn carcter, por bueno y puro que sea, que no se pueda destruir con el ridculo, por tosco y mezquino que sea. Observemos al asno, por ejemplo: su carcter es casi perfecto, es el espritu ms selecto entre todos los animales ms humildes, y sin embargo ya sabemos lo que el ridculo ha hecho de l. En vez de sentirnos halagados cuando nos llaman asnos, nos quedamos dudosos. Del calendario del Bobo Wilson. La persona que ignora los asuntos legales siempre puede cometer errores al tratar de fotografiar con su pluma una escena de un tribunal; y por eso, yo no quera que los captulos legales de este libro fueran a la imprenta sin someterlos antes a una revisin y correccin rgidas y exhaustivas hechas por un experto leguleyo... si es as como los llaman. Esos captulos son ahora correctos en todos sus detalles, porque fueron escritos de nuevo bajo la mirada vigilante de William Hicks1 , quien estudi algo de leyes un tiempo en el sudoeste de Missouri, hace treinta y cinco aos, y luego vino a Florencia por su salud y sigue trabajando, por la comida y la cama, en el almacn de piensos de Macaroni Vermicelli, que se encuentra en el primer callejn que vemos al doblar la esquina de la Piazza del Duomo, un poco ms all de la casa que tiene la pared de piedra, donde Dante acostumbraba sentarse hace seiscientos aos, cuando dej de contemplar cmo construan el campanile del Giotto, pero se cansaba de esperar que Beatrice pasara por all para comprarse un trozo de pastel de castaas y poder defenderse con l en caso de una revuelta gibelina, antes de llegar a la escuela, en el mismo puesto donde lo venden hoy en da, tan ligero y bueno como entonces, y eso no es ninguna adulacin, ni mucho menos. Haba olvidado un poco las leyes, pero las refresc por causa de este libro, y los dos o tres captulos legales estn ahora perfectos. l mismo me lo dijo as. Escrito por mi propia mano el segundo da de enero de 1893, en la Villa Viviani, en el pueblo de Settignano, a tres kilmetros de Florencia, en las colinas (desde donde se disfruta uno de los panoramas ms encantadores que pueden verse en este planeta, y con las puestas de sol ms hermosas y ensoadoras de este planeta, o hasta del sistema solar) y escrito, adems, en la magnfica habitacin de la casa, con los bustos de los senadores Cerretani y otros nobles de su linaje mirndome con 1 El humorismo de Twain se pone de manifiesto en el nombre del abogado, pues "hick" significa "patn" en ingls. 3 4. El bobo Wilson (Wilson, el chiflado) Mark Twain aprobacin, como acostumbraban mirar a Dante, y pidindome en silencio que los adopte en mi familia, lo que hago con placer, porque mis antepasados ms remotos no son ms que unos pollos de primavera comparados con estas antigedades majestuosas con sus togas, y para m ser una gran satisfaccin, el remontarme as a seiscientos aos. M. T. 4 5. El bobo Wilson (Wilson, el chiflado) Mark Twain Captulo I EL BOBO SE GANA SU NOMBRE Di la verdad o invntala... pero consigue tus fines. Del Calendario del Bobo Wilson. El escenario de esta crnica es el pueblo de Dawson's Landing, en la orilla del Mississippi perteneciente a Missouri, a medio da de viaje de St. Louis, por vapor. En 1830 se compona de una pequea coleccin de modestas casas de madera de uno y dos pisos, cuyas fachadas blanqueadas desaparecan casi bajo una profusin de rosales trepadores, madreselvas y dondiegos. Cada una de esas lindas casas tena delante un jardn rodeado de blanca empalizada y bien provisto de malvalocas, margaritas, balsaminas y muchas otras flores anticuadas; mientras que en los alfizares de las ventanas haba cajas de madera que contenan rosas musgosas, y macetas en las que creca una variedad de geranios cuyas flores de un rojo intenso acentuaban el tono rosado de las fachadas vestidas de rosales, como una explosin de fuego. Cuando en el alfizar quedaba lugar, entre las cajas y macetas, para un gato, el gato no faltaba, tendido cuan largo era, si haca sol, dormitando y feliz, con el peludo vientre al sol y una pata curvada sobre la nariz. Entonces, esa casa estaba completa, y su contento y paz se manifestaban al mundo por ese smbolo, cuyo testimonio es infalible. Un hogar sin gato, y un gato bien alimentado, mimado y debidamente respetado, puede ser quiz, un hogar perfecto, pero cmo puede probar su ttulo? A lo largo de las calles, en ambos lados y al exterior de las aceras de ladrillo se alzaban unos algarrobos con los troncos protegidos por cercas de madera, y esos algarrobos daban sombra en verano y una dulce fragancia en primavera, cuando se cubran de flor. La calle principal, a una cuadra de distancia del ro, paralela a l, era la nica calle comercial. Tena seis cuadras de largo, y en cada una de ellas dos o tres comercios de ladrillo de tres pisos de alto, descollaban sobre los grupos intermedios de pequeas tiendas de madera. A lo largo de toda la calle los carteles se balanceaban crujiendo. La prtiga rayada que a lo largo de los canales de Venecia indica una nobleza antigua y orgullosa, indicaba slo una humilde barbera en la calle principal de Dawson's Landing. En la esquina ms importante se alzaba un alto poste sin pintar cubierto de punta a 5 6. El bobo Wilson (Wilson, el chiflado) Mark Twain punta de cacerolas, sartenes y tazas de hojalata, el ruidoso anuncio con que el hojalatero avisaba a todo el mundo (cuando soplaba el viento) de que su comercio estaba a disposicin de todos a la vuelta de la esquina. El frente del pueblo estaba baado por las claras aguas del gran ro; la parte principal suba hacia una suave pendiente, y su borde posterior se haba diseminado entre unas cuantas casas desparramadas al pie de las colinas, que se alzaban, altas, encerrando al pueblo en una curva de media luna, y con tupidos bosques desde el pie a la cumbre. Los vapores pasaban cada hora, hacia arriba y hacia abajo. Los que pertenecan a la pequea lnea de Cairo y la pequea lnea de Memphis, se detenan siempre; los grandes vapores de la lnea de Nueva Orlens slo se detenan para tocar sus sirenas, o desembarcar pasajeros o carga; y lo mismo ocurra con la gran flotilla de "transentes". Esta ltima proceda de una docena de ros, el Illinois, el Missouri, el Mississippi Superior, el Ohio, el Monongahela, el Tennessee, el Ro Rojo, el Ro Blanco y otros ms; y se dirigan a todos los lugares imaginables e iban cargados con todo lo que las comunidades de Mississippi podan imaginar para su comodidad o necesidad, desde las heladas Cataratas de St. Anthony bajando por nueve climas hasta la trrida Nueva Orlens. Dawson's Landing era un pueblo esclavista, con unas tierras ricas en granos y cerdos, trabajadas por esclavos. El pueblo era sooliento, cmodo y tranquilo. Tena cincuenta aos e iba creciendo lentamente... muy lentamente, en realidad, pero de todos modos, creciendo. El principal ciudadano era York Leicester Driscoll, de unos cuarenta aos de edad, juez del tribunal del condado. Estaba muy orgulloso de su vieja ascendencia virginiana, y en su hospitalidad, y en sus maneras formales y majestuosas segua sus tradiciones. Era corts, justo y generoso. Su nica religin era la de ser un caballero (un caballero sin tacha), y siempre fue fiel a ella. Era respetado, estimado y amado por toda la comunidad. Tena bastantes bienes de fortuna, y gradualmente los iba aumentando. l y su esposa eran casi felices, pero no del todo, porque no tenan hijos. El ansia de poseer el tesoro de un hijo se haba: ido haciendo cada vez ms fuerte con el correr de los aos, pero nunca haban tenido esa bendicin... ni iban a tenerla. Con la pareja viva la hermana viuda del juez, la seora Rachel Pratt, que tampoco tena hijos... que no los tena y sufra por esa razn, sin consuelo. Las mujeres eran buenas y vulgares, cumplan con su deber y tenan su recompensa en la tranquilidad de sus conciencias y la aprobacin de la comunidad. Eran presbiterianas, y el juez, librepensador. Pembroke Howard, un abogado soltero, de unos cuarenta aos, era otro noble de la vieja Virginia, descendiente de las Primeras Familias. Era una persona corts, valerosa y majestuosa, un caballero de acuerdo a los ms estrictos requerimientos de las reglas de Virginia, devoto 6 7. El bobo Wilson (Wilson, el chiflado) Mark Twain presbiteriano, una autoridad del "cdigo", y hombre dispuesto siempre, con la mayor cortesa, a batirse con cualquiera si alguno de sus actos o palabras eran puestos en duda o despertaban sospechas, explicndose con el arma de la preferencia del contrario, desde la lezna a la artillera. Era muy popular en el pueblo y el mejor amigo del juez. Luego vena el coronel Cecil Burleigh Essex, otro descendiente de las Primeras Familias de Virginia, de formidable calibre... no obstante, no vamos a hablar de l. Percy Northumberland Driscoll, el hermano del juez y cinco aos menor que l, estaba casado, y haba tenido bastantes hijos en torno a su hogar; pero haban sido atacados uno a uno por la escarlatina, la tos convulsa y el sarampin, y eso le haba dado al mdico una oportunidad de usar sus eficaces mtodos antediluvianos; de modo que las cunas estaban vacas. Era un hombre prspero, con una buena cabeza para la especulacin, y su fortuna iba creciendo. El 1 de febrero de 1830, nacieron dos varoncitos en la casa; uno, hijo suyo, y el otro de una de sus esclavas, llamada Roxana. Roxana tena veinte aos. Aquel mismo da se levant de la cama, con mucho trabajo, porque cuidaba de los dos bebs. La seora Percy Driscoll muri aquella misma semana. Roxy qued al cuidado de los nios. Los cuidaba a su modo, porque el seor Driscoll no tard en absorberse en sus especulaciones, dejndole que hiciera lo que quisiera. En aquel mismo mes de febrero, Dawson's Landing gan un nuevo ciudadano. Era el seor David Wilson, un muchacho de ascendencia escocesa. Haba llegado a aquella remota regin desde su lugar de nacimiento, en el interior del estado de Nueva York, en busca de fortuna. Tena veinticinco aos, haba estudiado en la universidad, y un par de aos antes haba terminado un curso en un colegio de leyes del este. Era un hombre feo, pecoso, de pelo color arena, con ojos azules e inteligentes, de mirada franca y amistosa, de agradable brillo. De no haber sido por una observacin desgraciada, no cabe duda de que habra iniciado enseguida una brillante carrera en Dawson's Landing. Pero hizo esa observacin fatal el primer da que pas en el pueblo y eso lo "marc". Acababa de entrar en relacin con un grupo de vecinos cuando un perro invisible empez a aullar, ladrar y hacerse desagradable en todos los aspectos, y entonces el joven Wilson dijo, como el que piensa en voz alta: Deseara ser el dueo de la mitad de ese perro. Por qu? le pregunt alguien. Porque matara mi mitad. El grupo lo mir a la cara con curiosidad, casi con inquietud, pero no encontraron ninguna luz en ella, ninguna expresin que pudieran comprender. Se apartaron de l, como si se tratara de algo extrao, y se fueron a discutirlo a un lugar privado. Uno dijo: 7 8. El bobo Wilson (Wilson, el chiflado) Mark Twain Me parece que es un tonto. Te parece? le replic otro. Sera mejor decir que lo es. Dijo que deseara ser el dueo de la mitad del perro, el idiota agreg un tercero. Qu se imaginaba que iba a ser de la otra mitad, si l mataba la suya? Creen que pensaba que iba a vivir? Debe haberlo pensado, a menos que sea el tonto ms tonto del mundo; porque si no lo hubiera pensado, habra querido ser el dueo del perro entero, sabiendo que si mataba su mitad y la otra mitad mora, sera tan responsable de esa mitad, igual que si hubiera matado esa mitad en vez de la suya. No lo miran as, caballeros? S. Si era el dueo de la mitad de un perro cualquiera, tendra que ser as; si era el dueo de un extremo del perro, y otra persona del otro extremo, sera as, de todos modos; particularmente en el primer caso, porque si mataba slo la mitad de un perro cualquiera, no habra ningn hombre que pudiera decir de quin era esa mitad, pero si era el dueo de un extremo del perro, tal vez poda matar su extremo y... No, tampoco podra; no podra hacerlo sin ser responsable si el otro extremo mora, lo que sucedera. En mi opinin, ese hombre no anda bien de la cabeza. En mi opinin no tiene cabeza. El nmero 3 dijo: Bueno, para m es un zopenco. Eso es lo que es asinti el Nmero 4 un zopenco completo, como no he visto otro. S, seor, es un verdadero estpido, eso es lo que digo yo intervino el Nmero 5. Cualquiera puede opinar otra cosa, si lo desea, pero eso es lo que yo pienso. Estoy con ustedes, caballeros dijo el Nmero 6. Es un verdadero asno... s, y no creo que sea exagerar el decir que es un bobo. Si no es un bobo, yo no s juzgar a la gente. El seor Wilson qued juzgado. El incidente fue contado por todo el pueblo, y se lo discuti por todos con gravedad. Al cabo de una semana haba perdido su nombre y se qued con el de Bobo. Con el tiempo llegaron a apreciarlo, de veras; pero para aquel entonces, el sobrenombre haba prendido y no lo perdi. El veredicto de aquel primer da haba hecho de l un tonto, y no consigui sacrselo de encima, y ni siquiera modificarlo. El sobrenombre no tard en dejar de ser algo hiriente o inamistoso, pero sigui en su lugar, e iba a seguir mantenindolo durante veinte largos aos. 8 9. El bobo Wilson (Wilson, el chiflado) Mark Twain Captulo II DRISCOLL PERDONA A SUS ESCLAVOS Adn no era ms que humano.. . eso lo explica todo. No quera la manzana por la manzana, la quera slo porque se la prohibieron. El error fue el no prohibirle la serpiente: entonces, se habra comido la serpiente. Del Calendario del Bobo Wilson. El Bobo Wilson tena un poco de dinero cuando lleg, y con l se compr una casita en el extremo occidental del pueblo. Entre ella y la del juez Driscoll no haba ms que un patio cubierto de csped, con una empalizada que divida por la mitad las propiedades. Alquil una pequea oficina en el centro y colg un cartel de latn con el siguiente letrero: DAVID WILSON Abogado y Consejero Legal Agrimensor, Escribano, Etc. Pero su desgraciada observacin haba arruinado todas sus posibilidades... al menos legales. No vino ningn cliente. Al cabo de un tiempo, quit el cartel y lo colg en su casa, borrando de l todo lo relativo a la ley. Ahora ofreca sus servicios en las humildes profesiones de agrimensor y contable. De cuando en cuando alguien le daba un trabajo de agrimensor, y de cuando en cuando un comerciante le peda que le pusiera en orden sus libros. Con paciencia y resolucin escocesas, resolvi hacer olvidar su reputacin y abrirse camino en el campo de la ley. Pobre hombre!, no poda prever que iba a tener que emplear en ello tanto tiempo y tanto cansancio. Tena una gran abundancia de tiempo libre, pero nunca le pesaba, porque se interesaba por todas las cosas nuevas que aparecan en el universo de las ideas, y las estudiaba y experimentaba en su casa. Una de sus manas favoritas era la quiromancia. La otra no tena nombre, ni l poda tampoco explicar cules eran sus fines, pero se limitaba a decir que era un entretenimiento. En realidad, haba descubierto que sus manas aumentaban su reputacin de bobo; por lo tanto cada da era 9 10. El bobo Wilson (Wilson, el chiflado) Mark Twain ms parco al hablar de ellas. La mana sin nombre era la que se ocupaba de las huellas dactilares de los dems. Llevaba en el bolsillo una cajita con una serie de ranuras, y en cada una de esas ranuras, tiras de cristal de cinco pulgadas de largo y tres de ancho. A lo largo del borde inferior de cada tira haba pegado un trozo de papel blanco. Le peda a la gente que se pasaran las manos por el pelo (para que se les pegara en ellas una fina capa de su aceite natural) y luego que marcaran su pulgar en el cristal, siguiendo luego con las marcas de las dems yemas de los dedos en sucesin. Debajo de la hilera de dbiles marcas grasientas, escriba en la tira de papel blanco... por ejemplo: JOHN SMITH, mano derecha y agregaba el da del mes y el ao, y luego tomaba las huellas de la mano izquierda de Smith en otro trozo de cristal, y agregaba el nombre, la fecha y las palabras "mano izquierda". Los trozos de cristal volvan entonces a las ranuras de la caja, y ocupaban luego su lugar en lo que Wilson llamaba su "archivo". Estudiaba a menudo ese archivo, examinndolo y estudindolo con absorto inters hasta bien entrada la noche; pero no revel a nadie lo que haba descubierto, si es que descubri algo. A veces, copiaba en un papel el complicado dibujo dejado por la yema del dedo, y luego lo ampliaba mucho con un pantgrafo para poder examinar la red de lneas curvas con comodidad y conveniencia. Una calurosa tarde (era el primer da de julio de 1830) estaba trabajando en una complicada contabilidad, en su escritorio, que daba al oeste a una serie de baldos, cuando lo distrajo una conversacin mantenida afuera. Era una conversacin a gritos, lo que demostraba que los que hablaban no se hallaban cerca el uno del otro: Eh, Roxy, cmo est tu beb? eso deca la voz ms lejana. Muy bien; y cmo ests t, Jasper? el grito proceda de ms cerca. Oh, ms o menos; no me puedo quejar. Voy a ir uno de estos das a cortejarte, Roxy. Qu vas a hacerlo, porquera negra!, ja... ja... ja...! Tengo algo mejor que hacer que tratar con morenos tan negros como t. Es que te plant Nancy, la de la seorita Cooper? Roxy termin esa salida con otra carcajada de alegre risa. Ests celosa, Roxy, eso es lo que te pasa, presumida... ja... ja... ja... Eso es lo que te pasa! Oh, s, estoy loca por ti, verdad? Te juro por Dios que esa presuncin tuya va a acabar contigo un da de estos, Jasper. Si fueras 10 11. El bobo Wilson (Wilson, el chiflado) Mark Twain mo, te vendera ro abajo2 , porque ya exageras demasiado. En cuanto me encuentre con tu amo se lo voy a decir as. La charla alegre y descuidada prosigui, porque las dos partes gozaban con el amistoso duelo y estaban muy satisfechas del ingenio que demostraban en l... pues ellos lo consideraban ingenio. Wilson se asom a la ventana para observar a los combatientes; no poda trabajar mientras continuaran charlando. En uno de los baldos estaba Jasper, joven, negro como el carbn y de magnfica figura, sentado en una carretilla bajo el ardiente sol... supuestamente trabajando, aunque en realidad, slo se preparaba para el trabajo descansando por anticipado una hora. Delante del porche de Wilson se hallaba Roxy, con un cochecito de beb de manufactura local, en el que estaban sentados los dos nios, uno a cada extremo y mirndose el uno al otro. A juzgar por su modo de hablar, cualquier forastero habra pensado que Roxy sera negra, pero no lo era. Slo un dieciseisavo de su persona era negro, y ese dieciseisavo no se notaba. Era majestuosa de formas y estatura, con actitudes estatuarias e imponentes, y sus gestos y movimientos se distinguan por su noble gracia. Su cutis era muy claro, con las mejillas sonrosadas de vigor y salud, su cara llena de expresin y carcter, los ojos castaos y dulces, y tena una pesada y suave cabellera de color castao tambin, pero eso no se notaba entonces porque tena un pauelo de cuadros en torno a la cabeza, y el pelo se ocultaba debajo de l. Su cara era bien formada, inteligente, agradable... hasta hermosa. Cuando estaba entre los de su casta sus maneras eran descuidadas e independientes, y hasta se podran llamar descaradas; pero, naturalmente, cuando trataba con los blancos era dcil y humilde. En realidad, Roxy era tan blanca como cualquiera, pero ese dieciseisavo negro de su persona dominaba sobre las otras quince partes y haca de ella una negra. Era una esclava y, como tal, se la poda vender. Su hijo, que tena treinta y una partes de blanco, era tambin esclavo y, por una ficcin de la ley y la costumbre, negro. Tena los ojos azules y unos bucles color lino como su compaero blanco, pero hasta el mismo padre del nio blanco los poda distinguir (a pesar de lo poco que trataba con ellos) por su ropa; porque el beb blanco llevaba un traje de suave muselina con volantes y un collar de coral, mientras que el otro vesta slo una basta camisa de lienzo que no le llegaba ni a las rodillas, y no llevaba joya alguna. El nio blanco se llamaba Thomas Becket Driscoll, el nombre del otro era Valet de Chambre; sin apellido..., los esclavos no tenan ese privilegio. Roxana haba odo la frase en alguna parte, el sonido le 2 La expresin "ro abajo" que se encontrar a todo lo largo de la obra significa el vender a un esclavo ms al sur, en los mercados de Nueva Orlens, conocidos por su crueldad, y por eso, todos los negros lo temen. 11 12. El bobo Wilson (Wilson, el chiflado) Mark Twain agrad a su odo y se imagin que era un nombre, as que se lo puso a su tesoro. Claro est que muy pronto se redujo a "Chambers". Wilson conoca de vista a Roxy, y cuando el duelo de ingenios fue decayendo, sali para intervenir. Jasper empez a trabajar con energa inmediatamente, al ver que observaban su descanso. Wilson inspeccion a los nios y dijo: Qu edad tienen, Roxy? Los dos la misma edad, seor... cinco meses. Nacieron el primero de febrero. Son unos chicos muy hermosos. Uno tan lindo como el otro. Una sonrisa de placer descubri los blancos dientes de la muchacha, que le contest: Que Dios lo bendiga, seor Wilson, es muy amable diciendo eso, aunque uno de ellos no es ms que un negro. Un negrito muy hermoso, como digo yo siempre, pero claro que lo digo porque es mo. Cmo los distingues, Roxy, cuando no estn vestidos? Roxy ri con una risa proporcionada a su tamao, y dijo: Oh, yo los reconozco, seor Wilson, pero estoy segura de que el amo Percy no podra hacerlo ni para salvar su alma. Wilson charl un rato ms y luego le tom a Roxy sus huellas para su coleccin (de la mano derecha y la izquierda) en un par de tiras de cristal; despus las etiquet y fech, tomando adems las de los dos bebs, que etiquet y fech tambin. Dos meses ms tarde, el 3 de septiembre, volvi a tomarle las huellas dactilares al tro. Le gustaba tener una "serie", de dos o tres, tomadas a intervalos durante el perodo de la niez, seguidas luego por otras con intervalos de varios aos. Al da siguiente (o sea el 4 de septiembre) ocurri algo que impresion profundamente a Roxana. El seor Driscoll ech de menos otra pequea suma de dinero... lo que quiere decir que eso no era algo nuevo, sino que haba ocurrido ya antes. En realidad, haba ocurrido ya tres veces. A Driscoll se le acab la paciencia. Era un hombre bastante humano con sus esclavos y otros animales; y era un hombre extraordinariamente humano con los pecadores de su raza. Pero no poda soportar el robo, y no caba duda de que haba un ladrn en su casa. Necesariamente, el ladrn tena que ser uno de sus negros. Haba que tomar medidas severas. Llam a sus criados. Eran tres, adems de Roxy; un hombre, una mujer, y un chico de doce aos. No pertenecan a la misma familia. El seor Driscoll dijo: Ya os lo avis antes. No ha servido de nada. Esta vez, os voy a dar una leccin. Voy a vender al ladrn. Cul de vosotros es el culpable? 12 13. El bobo Wilson (Wilson, el chiflado) Mark Twain Todos se estremecieron ante la amenaza, porque tenan una buena casa y lo ms probable era que la nueva fuera peor. La negativa fue general. Nadie haba robado nada, dinero no, al menos, un poco de azcar, de pastel o de miel, o algo como eso, que "el amo Percy no echara de menos", s, pero no dinero... ni siquiera un centavo. Todos fueron muy elocuentes en sus protestas, mas el seor Driscoll no se conmovi con ellas. A cada una contestaba con un severo: Nombrar el ladrn! La verdad es que todos eran culpables, menos Roxana; ella sospechaba que los dems lo eran, pero no lo saba. Le horrorizaba el pensar lo cerca que haba estado de ser culpable ella; haba sido salvada justo a tiempo por una renovacin de la fe en la iglesia metodista de negros, quince das antes, en cuyo lugar y ocasin se haba "vuelto religiosa". Al da siguiente de aquella graciosa experiencia, mientras su cambio de estilo estaba an fresco y ella se enorgulleca de su pureza, su amo haba dejado un par de dlares sin proteccin alguna sobre el escritorio, y ella sinti la tentacin cuando lo limpiaba con un trapo. Mir un monto el dinero con resentimiento creciente y por fin estall: Ojal hubieran pospuesto quince das ms esa condenada renovacin! Luego, cubri la tentacin con un libro, y otro miembro del gabinete de la cocina se qued con ella. Haba hecho el sacrificio por una cuestin de etiqueta religiosa; como algo necesario en aquel momento, pero que de ningn modo se deba considerar como precedente; no, su piedad durara una semana o dos, luego volvera a ser racional, y los prximos dos dlares que se encontraran desamparados, encontraran quin los amparara... y ella poda dar el nombre de su amparo. Era mala? Era peor que lo general en su raza? No. Haban tenido una suerte injusta en la batalla de la vida, y no consideraban que era un pecado cualquier ventaja militar que tomaran al enemigo... en pequeeces; en cosas chicas, pero no en las grandes. Robaban provisiones de la despensa siempre que tenan oportunidad, o un dedal de metal, o un pan de cera, o un paquete de agujas, o una cucharilla de plata, un billete de un dlar, pequeas prendas de vestir, o cualquier objeto de escaso valor; y al hacer eso estaban tan lejos de considerarlo un pecado, que iban a la iglesia y gritaban y rezaban tan alto y tan sinceramente como el que ms, con el botn an en los bolsillos. Los lugares donde se ahumaban las carnes, en las granjas, tenan que ser cerrados con candado, porque el mismo dicono negro no poda resistir la tentacin de un jamn cuando la Providencia le mostraba en un sueo, o de algn otro modo, dnde colgaba solitaria una cosa as, deseando que alguien le amara. Pero, aunque viera cien colgando delante de l, el dicono no se llevara dos... es decir, esa misma noche. Las noches de helada, el merodeador negro calentaba el extremo de un tabln y lo 13 14. El bobo Wilson (Wilson, el chiflado) Mark Twain pona bajo las fras patas de los pollos que dorman en un rbol; una gallina soolienta pasaba al cmodo tabln, cloqueando bajito su gratitud, y el merodeador la meta en su bolsa y luego en su estmago, perfectamente seguro de que al quitar esa nadera al hombre que le robaba a diario un inestimable tesoro (su libertad) no cometa ningn pecado que Dios poda recordar contra l el Da del Juicio. Nombrar al ladrn! Por cuarta vez lo haba dicho el seor Driscoll, y siempre con el mismo tono spero. Y ahora, agreg estas horribles palabras: Os doy un minuto y sac su reloj. Si al final de ese tiempo no habis confesado, no solamente os vender a los cuatro, sino que os vender RIO ABAJO! Era lo equivalente a condenarlos al infierno! Ningn negro de Missouri lo dudaba. Roxy se tambale y el color desapareci de su cara; los otros cayeron de rodillas como si los hubieran herido de un tiro; las lgrimas asomaron a sus ojos, se alzaron las manos suplicantes, y las tres respuestas surgieron al instante: Yo lo hice! Yo lo hice! Yo lo hice!..., tenga compasin, amo...; que el Seor tenga compasin de nosotros, pobres negros! Muy bien dijo el amo, dejando su reloj, os vender aqu aunque no lo merecis. Os debera vender ro abajo. Los culpables se prosternaron, en un xtasis de gratitud y le besaron los pies, declarando que nunca se olvidaran de su bondad ni dejaran de rezar por l mientras vivieran. Eran sinceros, porque como un Dios l haba extendido su poderosa diestra y les haba cerrado las puertas del infierno. l mismo saba que haba hecho una cosa noble y graciosa, y estaba privadamente muy satisfecho de su magnanimidad; y aquella noche, apunt el incidente en su diario, para que su hijo pudiera leerlo en aos posteriores, y se sintiera impulsado por l a otros actos de bondad y humanidad. 14 15. El bobo Wilson (Wilson, el chiflado) Mark Twain Captulo III ROXY HACE UN CAMBIO Todo aquel que ha vivido lo suficiente para enterarse de lo que es la vida, sabe cuan grande es nuestra deuda de gratitud con Adn, el primer gran bienhechor de nuestra raza. l trajo la muerte al mundo. Del Calendario del Bobo Wilson. Percy Driscoll durmi muy bien la noche que salv a sus esclavos de ser vendidos ro abajo, pero los ojos de Roxy no conocieron el sueo. Un terror profundo se haba apoderado de ella. Su hijo poda crecer y ser vendido ro abajo. El pensamiento la enloqueca de horror. Si dormitaba y se olvidaba un momento, al siguiente se despertaba y volaba a la cuna de su hijo para ver si segua all. Luego, lo apretaba contra su corazn y verta todo su amor sobre l, en un frenes de besos, gemidos y llanto, diciendo. No, no lo harn... oh, no lo harn... tu pobre mami te matar antes! Una vez, cuando lo dejaba de nuevo en su cuna, el otro beb se agit en sueos y atrajo su atencin. Fue hacia l y se qued largo rato mirndolo, y dicindose a s misma: Qu ha hecho mi pobre hijito, que no puede tener tu suerte? l no ha hecho nada. Dios fue bueno contigo; por qu no fue bueno con l? A ti no pueden venderte ro abajo. Odio a tu papi; no tiene corazn... al menos, no lo tiene para los negros. Le odio y podra matarlo! hizo una pausa, pensativa; y luego estall en furiosos sollozos de nuevo y se apart, diciendo: Oh, tengo que matar a mi hijo, no hay otro camino... matarlo, porque eso lo salvar de que lo vendan ro abajo. Oh, tengo que hacerlo, tu pobre mami tiene que matarte para salvarte, tesoro estrech a su beb contra su pecho, y empez a cubrirlo de caricias. Mami tiene que matarte... cmo puedo hacerlo! Pero tu mami no te va a abandonar... no, no, vamos, no llores... va a irse contigo, se va a matar tambin ella. Ven, tesoro, ven con tu mami; vamos a tirarnos al ro, y entonces se acabaron todas las penas de este mundo... en el otro no venden a los pobres negros ro abajo. Se dirigi hacia la puerta, arrullando al nio y hacindolo callar; pero a la mitad del camino se detuvo de pronto. Se haba fijado en su nuevo vestido de los domingos, una prenda barata de percal de cortinas, una 15 16. El bobo Wilson (Wilson, el chiflado) Mark Twain conflagracin de colores chillones de figuras fantsticas. Ella lo contempl con melancola, amorosamente. Ni siquiera me lo he puesto an dijo, y es precioso. Luego mene la cabeza en respuesta a una idea agradable y agreg: No, no voy a dejar que me saquen del ro y que todos me vean vestida con estos andrajos miserables. Dej al beb y se mud. Se mir al espejo y se qued asombrada de su belleza. Resolvi hacerse una perfecta toilette mortuoria. Se quit el pauelo-turbante y se pein el brillante cabello "como las blancas"; luego, agreg unos cuantos trozos de cintas de colores brillantes y un ramito de horribles flores artificiales; por fin, se ech por los hombros una vaporosa prenda, llamada una "nube" en aquella poca, que era de un tono rojo ardiente. Y estaba ya lista para la tumba. Tom de nuevo en brazos a su hijo; pero cuando sus ojos se fijaron en la miserable y corta camisita de estopa gris, y not el contraste entre su pobreza oscura con la irrupcin volcnica de los esplendores infernales de ella, su corazn de madre se conmovi y sinti vergenza. No, nenito, tu mami no te va a tratar as. Los ngeles te van a admirar tanto como a tu mami. No voy a dejar que ellos se pongan la mano delante de los ojos y les digan a David y Goliat y a los dems profetas: "Este nio viene vestido con muy poca delicadeza para aqu". Por aquel entonces le haba quitado la camisa. Entonces, visti a la desnuda criatura con uno de los largos y blanqusimos camisones de Thomas Becket, con sus lacitos azul claro y sus primorosos volantitos. Eah... ya ests arreglado. Puso al nio en una silla y se apart un poco para inspeccionarlo. Inmediatamente, sus ojos se dilataron de asombro y admiracin, y batiendo palmas exclam: Pero si eres mejor que todos!... Nunca pens que fueras tan lindo. El amo Tommy no es ms bonito... ni muchsimo menos. Fue hacia el otro beb y lo mir; despus dirigi una mirada al suyo; luego, otra ms al heredero de la casa. Entonces, una luz extraa brill en sus ojos, y por un momento qued absorta en sus pensamientos. Pareca como en trance; cuando sali de l, murmur: Cuando los estaba baando en la baera, ayer, su propio papi me pregunt cul era el suyo. Empez a moverse de un lado a otro como en sueos. Desnud a Thomas Becket, quitndole todo lo que vesta y ponindole la camisa de estopa. Puso su collar de coral al cuello de su hijo. Despus, coloc un nio junto al otro, y despus de inspeccionarlos seriamente, murmur: Quin creera que la ropa puede cambiarlos as? Que me coma un gato si no me cuesta trabajo decir cul es cual, para no hablar de su papi. Puso a su cachorro en la elegante cuna de Tommy y dijo: 16 17. El bobo Wilson (Wilson, el chiflado) Mark Twain T eres el amito Tommy a partir de ahora, y yo tengo que practicar y acostumbrarme a llamarte as, tesoro, o si no voy a cometer un error una vez y a meternos a los dos en un lo. Ea... ahora qudate tranquilo y no llores ms, amito Tom...; Oh, gracias al buen Dios del cielo te salv, te salv!... ahora no hay ningn hombre que pueda vender al tesorito de la pobre mami ro abajo! Puso al heredero de la casa en la cuna de pino sin pintar de su hijo, y dijo, contemplando inquieta el cuerpecito dormido: Lo siento por ti, querido; lo siento, y Dios lo sabe..., pero qu poda, qu poda hacer yo? Tu papi poda venderlo algn da, y entonces, l se ira ro abajo, y yo no podra, no podra soportarlo. Se tir sobre su cama y empez a pensar y revolverse en ella, a revolverse y pensar. Al cabo de un rato, se incorpor de pronto, porque un pensamiento consolador haba acudido a su inquieto cerebro: No es un pecado... los blancos lo han hecho! No es un pecado, bendito sea Dios, no lo es! Ellos lo han hecho... s y ellos eran los de mejor calidad en todo, eran los... reyes! Empez a reflexionar; estaba tratando de extraer de su memoria los borrosos detalles de una narracin que haba odo contar no saba cundo. Por fin dijo: Ahora lo recuerdo. Fue el viejo predicador negro el que lo cont, la vez que vino aqu desde Illinois y predic en la iglesia de los negros. Dijo que nadie puede salvarse a s mismo... no puede hacerlo por la fe, no puede hacerlo por el trabajo, no puede hacerlo de ningn modo. El nico camino es el de la gracia, y esa no la da nadie ms que el Seor; y l puede drsela a quien quiera, santo o pecador... no le importa. Hace lo que le parece. Elige al que ms le gusta, y pone a otro en su lugar; le hace a uno feliz para siempre y deja que el otro se queme con Satans. El predicador dijo que era igual que lo que hicieron en Inglaterra hace mucho tiempo. La reina dej su beb un da y se fue de visita; y una de las negras que haba por all y que era casi blanca, lleg y vio al nio abandonado y lo tom y puso la ropa de su hijo al hijo de la reina, y luego dej a su hijo all y se llev al hijo de la reina al barrio de los negros, y nadie se enter de nada, y su hijo fue rey con el tiempo, y vendieron al hijo de la reina ro abajo el da que tuvieron que repartir la herencia. Ea, eso es... el mismo predicador lo dijo, y no es un pecado, porque los blancos lo han hecho. Ellos lo han hecho... s, ellos lo han hecho; y no eran gentes blancas comunes, sino las de mejor calidad que haba. Oh, me alegro tanto de haberlo recordado! Se levant justificada y feliz, fue a las cunas y se pas la noche "practicando". Le daba a su hijo un azotito y deca, humilde: No te muevas, amito Tom y despus daba un buen azote al verdadero Tom y deca con severidad: 17 18. El bobo Wilson (Wilson, el chiflado) Mark Twain Qudate quieto, Chambers!..., quieres que te d una paliza? Conforme progresaba con su prctica se fue sorprendiendo al ver de qu modo tan seguro y constante el respeto que haca reverente su lengua y humildes sus maneras hacia su joven amo se transfera a sus maneras y modo de hablar al usurpador, y de qu modo similarmente fcil le resultaba el transferir su maternal sequedad de palabras y brusquedad de maneras al desgraciado heredero de la antigua casa de Driscoll. Descansaba de cuando en cuando en su prctica y se absorba en el clculo de sus posibilidades. Hoy van a vender a esos negros por haber robado dinero, y luego comprarn otros que no conocen a los nios..., de modo que eso marcha bien. Cuando saque a los nios a tomar aire, en cuanto hayan doblado la esquina voy a mancharles la boca con mermelada, y entonces nadie notar que los he cambiado. S, voy a hacer eso hasta que no corra peligro, aunque tarde un ao. "No le tengo miedo ms que a un hombre, y ese hombre es el Bobo Wilson. Lo llaman bobo y dicen que es un tonto. Pero para m ese hombre es tan tonto como yo! Es el hombre ms inteligente del pueblo, si se saca al juez Driscoll, y tal vez a Pen Howard. Qu hombre tan condenado y cmo me preocupa con esos malditos cristales suyos!; creo que es un brujo. Pero pienso ir por all uno de estos das y decirle que creo que l quiere tomarle las huellas a los nios, otra vez; y si l no nota que los he cambiado, jurara que nadie va a notarlo, y entonces no corro peligro. Pero me parece que voy a llevar conmigo una herradura, para que me libre de las obras del brujo. Los nuevos negros no le dieron ningn dolor de cabeza a Roxy, claro est. Su amo tampoco se lo dio, porque una de sus especulaciones corra peligro, y su mente estaba tan ocupada con ella que apenas si vea a los nios cuando los miraba, y lo nico que tena que hacer Roxy cuando l andaba por all, era hacerlos rer a carcajadas; y l se iba antes de que el espasmo hubiera pasado y las criaturitas recobraran el aspecto humano. Al cabo de unos das la suerte de las especulaciones se volvi tan dudosa que el seor Percy se fue con su hermano el juez para ver qu se poda hacer con ellas. Era una especulacin con tierras, como de costumbre, que se haba complicado con un proceso. Los hombres estuvieron fuera siete semanas. Antes de que volvieran, Roxy haba hecho su visita a Wilson y haba salido satisfecha. Wilson tom las huellas y les puso unas etiquetas con la fecha (1 de octubre), las guard cuidadosamente y sigui hablando con Roxy, quien pareca muy deseosa de que admirara lo mucho que haban avanzado sus bebs, en tamao y belleza, desde que les tom las huellas, un mes antes. l la felicit por lo mucho que haban mejorado, dejndola contenta; y como no tenan 18 19. El bobo Wilson (Wilson, el chiflado) Mark Twain ningn disfraz de mermelada ni suciedad, ella tembl todo el tiempo y se asust muchsimo, porque en cualquier momento... Pero no. l no descubri nada; y ella se march a su casa jubilosa y abandon de modo permanente todas las preocupaciones de su cerebro. 19 20. El bobo Wilson (Wilson, el chiflado) Mark Twain Captulo IV LOS NIOS CRECEN Adn y Eva tuvieron muchas ventajas, pero la principal fue que no sufrieron la denticin. Del Calendario del Bobo Wilson. Siempre hay un problema cuando se trata de las providencias especiales..., es decir, que siempre queda la duda acerca de quin estaba destinado a ser el beneficiario. En el caso de los nios, los osos y el profeta, los osos extrajeron mayor satisfaccin del episodio que el profeta, porque se comieron a los nios. Del Calendario del Bobo Wilson. De aqu en adelante, esta historia tiene que acomodarse al cambio realizado por Roxana, y llamar al heredero real "Chambers" y al esclavo usurpador "Thomas Becket", cortando el nombre para su uso diario, y llamndolo "Tora" como haca todo el mundo. "Tom" fue un mal beb desde el comienzo de la usurpacin. Lloraba por nada; estallaba en furiosos ataques de mal genio sin aviso alguno, lanzando grito tras grito y chillido tras chillido, coronndolo todo "conteniendo el aliento"... esa espantosa especialidad del nio que est echando los dientes, y durante la cual la criatura vaca sus pulmones y luego, entre convulsiones, patadas y esfuerzos trata de recobrar el aliento, mientras sus labios se vuelven azules y la boca se abre, rgida, ofreciendo a nuestra inspeccin un diente diminuto que asoma en el borde inferior de un crculo de rojas encas; y cuando esa espantosa inmovilidad ha durado lo suficiente y uno est seguro de que no va a recobrar ya el aliento, una niera acude corriendo, le echa agua a la cara al nio, y... presto! los pulmones se llenan e, inmediatamente descargan un grito, o un chillido, o un aullido que destroza el odo del que escucha y lo sorprende hacindole decir palabras que no iran muy bien con un halo, si lo tuviera. El beb Tom araaba a cualquiera que se pusiera al alcance de sus uas, y golpeaba a todos los que poda alcanzar con su sonajero. Peda agua a gritos, hasta que se la daban, y entonces, tiraba al suelo la taza llena y peda ms a gritos. Le permitan todos sus caprichos por molestos y exasperantes que fueran; lo dejaban comer lo que quera, en particular aquellas cosas que le daban dolor de estmago. Cuando tuvo edad suficiente para gatear y decir palabras con media lengua, cuando se dio una idea de para qu servan las manos, fue ms insoportable que nunca. Roxy no poda descansar mientras estaba 20 21. El bobo Wilson (Wilson, el chiflado) Mark Twain despierto. La llamaba por todo y cualquier cosa que vea, diciendo simplemente un Quielo!" (lo quiero) que era una orden. Cuando se lo traan, exclamaba furioso y rechazndolo con las manos No quielo! No quielo!", y en cuanto lo retiraban empezaba a chillar frentico, Quielo! Quielo!" y Roxy tena que tener alas en los talones para llevarle de nuevo la cosa, antes de que tuviera tiempo de cumplir con sus intenciones y empezar a convulsionarse por ella. Lo que prefera por encima de todo eran las tenazas. No slo porque su "padre" haba prohibido que se las dieran por miedo a que rompiera los cristales o los muebles con ellas. En cuanto Roxy le volva la espalda, iba hasta las tenazas y deca, Me gustan!" mirando con el rabillo del ojo para ver si Roxy le observaba; luego, Quielo!" y otra mirada furtiva; despus, Dame!", mirando una vez ms, y finalmente, Tomo!" y el premio era suyo. Un instante despus, alzaba el pesado instrumento; al siguiente, se oa un golpe y un chillido, y el gato hua en tres patas para acudir a una cita. Roxy llegaba justo en el momento en que la lmpara o la ventana se rompan irremediablemente. Tom reciba todas las caricias, Chambers, ninguna. Tom reciba todos los bocados delicados, Chambers gachas de harina de maz y leche, y cuajada sin azcar. Como consecuencia de eso, Tom era un nio enfermizo, y Chambers, no. Tom era "dscolo", como lo llamaba Roxy, y dominante; Chambers, dcil y humilde. A pesar de su esplndido sentido comn y de su inteligencia prctica, Roxy era una madre estpida y excesivamente amante. Lo era porque se trataba de su hijo... y tambin por algo ms; de acuerdo a la ficcin creada por ella misma, se haba convertido en su amo; la necesidad de reconocer exteriormente esta relacin y de perfeccionarse de acuerdo a las formas requeridas para expresar ese reconocimiento, le haban llevado a tal diligencia y celo en la prctica de esas formas que el ejercicio se convirti muy pronto en hbito; se hizo automtico e inconsciente; luego, produjo un resultado natural; los engaos ideados slo para los dems se fueron volviendo de modo gradual auto-engaos; la reverencia fingida, se convirti en reverencia real, la obsequiosidad fingida en real obsequiosidad, el homenaje falso en homenaje real; la pequea brecha de la separacin entre el esclavo de imitacin y el amo de imitacin se fue ensanchando y ensanchando, y se convirti en un abismo, y un abismo muy real... y en uno de sus lados se encontraba Roxy, la vctima de sus propios engaos, y en el otro su hijo, que ya no era un usurpador para ella, sino su amo reconocido y aceptado. Era su cario, su amo y su deidad todo en uno, y en la adoracin que le prestaba se olvidaba de lo que era ella y de lo que haba sido l. Durante su primera infancia, Tom peg, golpe y ara a Chambers sin que nadie lo riera, y Chambers aprendi muy pronto que entre soportarlo con docilidad o con resentimiento, la primera era la mejor 21 22. El bobo Wilson (Wilson, el chiflado) Mark Twain poltica de todas. Las escasas veces que las persecuciones de Tom lo haban exasperado ms all de todo control y le haba hecho pelear a su vez, le haban costado muy caras; no a manos de Roxy, porque ella no pasaba nunca de reprenderlo severamente por "olvidarse de quin era el amito", y sus castigos no llegaron nunca ms all de un buen pescozn. No, Percy Driscoll era el que lo castigaba. Le dijo a Chambers que, bajo ninguna clase de provocacin tena derecho a alzar la mano contra su amito. Chambers pas la lnea tres veces, y las tres recibi una serie tan convincente de bastonazos de manos del hombre que era su padre sin saberlo, que despus de aquello acept con toda humildad las crueldades de Tom y no hizo ms experimentos. Fuera de la casa los dos nios estuvieron juntos durante toda su niez. Chambers era muy fuerte para sus aos y un buen luchador; fuerte porque lo alimentaban de modo grosero y le hacan trabajar mucho en la casa, y un buen luchador porque Tom le daba muchas ocasiones de practicar... con los chicos blancos a los que odiaba y tema a la vez. Chambers era su constante protector en la ida y vuelta de la escuela; estaba presente en el patio durante el recreo, para proteger a su amo. Conquist una reputacin tan formidable, con el tiempo, que Tom podra haber cambiado de ropa con l para "cabalgar en paz", como Sir Kay con la armadura de Lancelote. Adems, descollaba en los juegos de habilidad. Tom le proporcionaba bolitas para que jugara con ellas, y luego se quedaba con sus ganancias. En invierno, Chambers estaba siempre dispuesto, vestido con ropas viejas de Tom, con sus mitones rojos, los zapatos viejos y los pantalones gastados en las rodillas y los fondillos, para tirar cuesta arriba del trineo para que Tom, bien abrigado, bajara con l; pero nunca poda bajar en el trineo. Haca hombres de nieve y fortificaciones bajo las instrucciones de Tom. Era el paciente blanco de Tom cuando ste quera lanzar algunas bolas de nieve, pero el blanco no peda tirarlas a su vez. Chambers llevaba al ro los patines de Tom y se los sujetaba, y luego trotaba junto a l sobre el hielo, para estar a mano cuando lo necesitaran; pero ni siquiera le pedan que probara una vez los patines. En el verano, el pasatiempo favorito de los chicos de Dawson's Landing era robar manzanas, duraznos y melones de los carros de fruta de los granjeros... principalmente por el riesgo que corran de que les partieran la cabeza con el mango del ltigo del granjero. Tom era un distinguido adepto de esos robos... por poder. Chambers robaba por l, y reciba como su parte los huesos de los duraznos, los corazones de las manzanas y las cscaras de los melones. Tom obligaba a Chambers a ir a nadar con l, y quedarse cerca como proteccin. Cuando Tom tena ya suficiente, sala y haca unos nudos en la camisa de Chambers, meta los nudos en el agua para que se endurecieran y fueran difciles de deshacer, y luego se vesta y se 22 23. El bobo Wilson (Wilson, el chiflado) Mark Twain quedaba sentado y rindose, viendo cmo el tembloroso y desnudo chico tiraba de los tercos nudos con los dientes. Tom le gastaba todas esas malas pasadas a su humilde compaero en parte por maldad nativa, y en parte porque le odiaba por sus superioridades en fsico y valor, y por sus muchas habilidades. Tom no poda tirarse al agua porque eso le daba terribles dolores de cabeza. Chambers poda hacerlo sin que le pasara nada, y le gustaba, adems. Un da, excit tanta admiracin entre un grupo de chicos blancos, dando saltos mortales desde la popa de una canoa, que Tom se hart y, por fin empuj la canoa bajo Chambers, mientras ste estaba an en el aire... de modo que dio con la cabeza contra el fondo de la canoa; y mientras yaca inconsciente, varios de los adversarios de Tom vieron que se les presentaba una oportunidad largo tiempo deseada, y le dieron al falso heredero una paliza tal que, a pesar de toda la ayuda de Chambers, casi no pudo arrastrarse despus hasta su casa. Cuando los chicos tenan quince o ms aos, Tom presuma un da en el ro cuando tuvo un calambre y grit pidiendo ayuda. Era una estratagema comn entre los muchachos (en particular si haba un forastero presente) el fingir que sentan un calambre y pedir ayuda a gritos; luego, cuando el forastero acuda corriendo para rescatarlo, el que peda ayuda segua gritando y luchando hasta que estaba muy cerca, y entonces reemplazaba el aullido por una sonrisa sarcstica y se alejaba nadando con tranquilidad, mientras los dems chicos del pueblo lanzaban sobre el pobre engaado una descarga de risas y burlas. Tom no haba probado todava aquella broma, pero supusieron que lo estaba haciendo, de modo que los dems muchachos se mantuvieron a la expectativa; pero Chambers que crea que su amo hablaba en serio, nad hasta l y, desgraciadamente, lleg a tiempo para salvarle la vida. Aquello fue el colmo de los colmos. Tom haba conseguido soportar todo lo dems, pero el tener que quedar pblica y permanentemente obligado de aquel modo a un negro, y a aquel negro entre todos los negros... era demasiado. Cubri de insultos a Chambers por "fingir" que crea que l peda en serio ayuda, y agreg que cualquiera que no fuera un negro estpido habra comprendido que lo haca en broma y lo habra dejado en paz. Los enemigos de Tom eran muchos entonces, de modo que expusieron con toda libertad sus opiniones. Se rieron de l, y lo llamaron cobarde, mentiroso, traicionero y otras cuantas cosas amables, y le dijeron que despus de aquello pensaban llamar a Chambers con otro nombre, que iban a dar a conocer a todo el pueblo ("El pap negro de Tom Driscoll") significando con eso que haba nacido por segunda vez, y que Chambers era el autor de esa nueva vida. Tom se puso frentico con aquello y grit: 23 24. El bobo Wilson (Wilson, el chiflado) Mark Twain Rmpeles la cabeza, Chambers, rmpeles la cabeza. Por qu te quedas ah con las manos en los bolsillos? Chambers protest, diciendo: Pero, amo Tom, son muchos... son... Me oyes? Por favor, amo Tom, no me obligue! Son muchos y... Tom salt hacia l y le hinc una o dos veces su cortaplumas, antes de que los muchachos pudieran arrebatrselo y darle al herido una posibilidad de escapar. Estaba bastante lastimado, pero no gravemente. Si la hoja hubiera sido un poco ms larga, su carrera habra terminado all. Haca tiempo que Tom le haba enseado cul era su "lugar" a Roxy. Haban pasado muchos aos sin que ella aventurara una caricia o una frase cariosa con l. A Tom le repugnaban esas cosas, procedentes de una "negra", y le haba prevenido que deba mantener su distancia y recordar quin era. Ella vea cmo su tesoro dejaba gradualmente de ser su hijo, vea desaparecer del todo ese detalle; lo nico que quedaba era el amo... un amo puro y simple, y ni siquiera un amo bondadoso. Se vea descendiendo de las sublimes alturas de la maternidad a las profundidades sombras de la esclavitud. El abismo que la separaba de su hijo era completo. Ahora, no era ms que su objeto, su conveniencia, su perro, su esclava abyecta e inerme, la vctima humilde y pasiva de su caprichoso mal humor y su viciosa naturaleza. A veces no poda dormir, aunque la derribara la fatiga, porque las experiencias diarias con su hijo le hacan hervir de rabia. Y sola gruir y murmurar para s: Me peg y yo no tena la culpa de nada... me peg en la cara, delante de los dems. Y siempre me est llamando negra, y perra y toda clase de insultos, cuando yo hago todo lo que puedo por l. Oh, Dios mo, he hecho tanto por l... lo elev hasta el lugar donde est... y ese es el pago que me da. A veces cuando alguna ofensa particularmente ultrajante le hera hasta el corazn, trazaba planes de venganza y gozaba con el imaginario espectculo de su exposicin ante el mundo como un impostor y un esclavo; pero en medio de esas alegras, senta miedo; lo haba hecho a l demasiado fuerte; ella no poda probar nada, y... Dios santo, hasta podan venderla ro abajo por eso! De modo que sus planes siempre terminaban en nada, y los abandonaba llena de rabia impotente por su destino, y contra s misma por haber hecho aquella tontera aquel fatal da de septiembre, sin procurarse un testigo que pudiera usar el da en que necesitara tal cosa para calmar la sed de venganza de su corazn. Y sin embargo, en cuanto Tom era por casualidad bueno con ella, y carioso (algo que ocurra de cuando en cuando) todas sus heridas se 24 25. El bobo Wilson (Wilson, el chiflado) Mark Twain curaban y era feliz; se senta feliz y orgullosa, porque aqul era su hijo, su hijo negro, haciendo de seor entre los blancos y vengando los crmenes contra su raza. En aquel otoo... el otoo de 1845 hubo dos grandes entierros en Dawson's Landing. Uno fue el del coronel Cecil Burleigh Essex, y el otro el de Percy Driscoll. En su lecho de muerte, Driscoll dio la libertad a Roxy y entreg a su idolatrado hijo, de modo ostensible y solemne al cuidado de su hermano, el juez, y su esposa. Aquel matrimonio sin hijos se alegr de tenerlo. Las gentes sin hijos no son difciles de conformar. El juez Driscoll haba ido a ver privadamente a su hermano, un mes antes, y haba comprado a Chambers. Se haba enterado de que Tom trataba de convencer a su padre para que vendiera al muchacho ro abajo, y quera impedir el escndalo... porque el sentimiento pblico no aprobaba ese modo de tratar a los servidores de la familia por una causa pequea o sin ella. Percy Driscoll se haba agotado tratando de salvar sus grandes propiedades especulativas, y haba muerto sin conseguirlo. Apenas acababan de enterrarlo, cuando el auge se vino abajo y su joven y hasta entonces envidiado heredero qued convertido en un mendigo. Pero eso no era nada; su to le dijo que iba a ser su heredero y que tendra toda su fortuna cuando l muriera; de modo que Tom se consol. Roxy no tena ahora hogar; por eso, resolvi despedirse de sus amigos y luego marcharse de all y ver mundo... es decir, que iba a ser camarera de un vapor del ro, la ambicin favorita de su raza y sexo. Su ltima visita fue al gigante negro, Jasper. Lo encontr partiendo la provisin de lea para el invierno del Bobo Wilson. Wilson charlaba con l cuando lleg Roxy. Le pregunt cmo tena valor para irse a trabajar como camarera, dejando a los muchachos, y en broma le ofreci copiarle una serie de sus huellas dactilares, que llegaban hasta los doce aos, para que los recordara por ellas; pero Roxy se puso seria en seguida, y se pregunt si l sospechaba algo; luego le contest que le pareca que no las quera. Wilson se dijo para s, "La gota de sangre negra le dicta esa supersticin; cree que hay algo propio del diablo, alguna brujera en ese misterio de mis cristales; antes sola venir con una herradura en la mano; puede haber sido un accidente, pero lo dudo". 25 26. El bobo Wilson (Wilson, el chiflado) Mark Twain Captulo VLOS GEMELOS ENTUSIASMAN A DAWSON'S LANDING La enseanza lo es todo. El durazno fue en otros tiempos una almendra amarga; la coliflor no es ms que una col con educacin universitaria. Del Calendario del Bobo Wilson. Una observacin del Dr. Baldwin con respecto a los advenedizos. No queremos comer setas envenenadas que se tienen por trufas. Del Calendario del Bobo Wilson. La seora York Driscoll goz dos aos de felicidad con su adquisicin, Tom..., una felicidad algo turbada a veces, es cierto, pero felicidad de todos modos; luego muri y su hermano y su hermana sin hijos, la seora Pratt, continuaron siendo felices como antes. Tom era mimado, querido y tolerado; todo lo quera... o casi todo. Eso sigui as hasta que cumpli los diecinueve aos y lo enviaron a Yale. Se fue perfectamente equipado para los exmenes, pero aparte de eso no se distingui mucho all. Estudi dos aos en Yale y luego abandon la lucha. Volvi a casa con unas maneras muy mejoradas; haba perdido su grosera y brusquedad, y ahora era suave y agradablemente amable; era furtivo y a veces abiertamente irnico en su modo de hablar, amigo de herir en lo vivo a los dems, pero lo haca con un aire bonachn y distrado que le impeda meterse en los por eso. Segua siendo tan intolerante como antes y no demostraba un inters serio por buscarse una ocupacin. La gente deca que prefera que lo mantuviera su to, hasta que los zapatos de su to quedaran vacos. Trajo consigo una o dos costumbres nuevas, una de las cuales practicaba abiertamente (beber), mientras que ocultaba la otra, que era jugar. No convena que se supiera que jugaba mientras su to viviera; y l lo saba muy bien. La urbanidad del Este que trajo Tom no era muy popular entre los jvenes. Podran haberla soportado, quiz, si Tom no hubiera pasado de eso; pero usaba guantes y ellos no podan aguantarlo y no lo aguantaron; de modo que no trataba casi con nadie. Haba trado con l unos trajes de un estilo, corte y moda tan exquisitos (la moda del Este, la moda de la ciudad) que llenaron a todos de angustia y fueron considerados como una afrenta particularmente descarada. l gozaba con la sensacin que provocaba y se paseaba por el pueblo, sereno y feliz, el da entero; pero los jvenes hicieron que un sastre trabajara 26 27. El bobo Wilson (Wilson, el chiflado) Mark Twain toda la noche, y cuando Tom sali a lucirse al da siguiente vio al viejo y deforme pregonero negro que lo segua vestido con una burlona y exagerada imitacin de su ropa, hecha en percal de cortinas e imitando sus gracias lo mejor que poda. Despus de aquello, Tom se rindi y se visti a la manera local. Pero el tranquilo pueblecito lo aburra desde que haba conocido lugares ms animados, y cada da le iba aburriendo ms. Empez haciendo pequeos viajes a St. Louis para entretenerse. All encontr compaas de su agrado, y placeres a su gusto, aparte de mucha ms libertad, en ciertos aspectos, de la que tena en su casa. Por eso, durante los dos aos siguientes sus visitas a la ciudad se fueron haciendo ms frecuentes y su permanencia en ella fue aumentando cada vez ms. Estaba metindose en aguas demasiado profundas. Se estaba arriesgando privadamente, y eso poda darle disgustos un da... y en efecto, se los dieron. El juez Driscoll se haba retirado de la magistratura y de todas las actividades comerciales en 1850, y ahora llevaba tres aos cmodamente ocioso. Era presidente de la Sociedad de Librepensadores, y el Bobo Wilson era el otro miembro. Las discusiones semanales de la sociedad eran ahora el principal inters en la vida del viejo abogado. Wilson segua trabajando oscuramente en el ltimo peldao de la escala, abrumado an por la desgraciada observacin que hiciera veintitrs aos atrs acerca del perro. El juez Driscoll era su amigo y proclamaba que tena una inteligencia superior a la comn, pero eso se miraba slo como uno de los caprichos del juez y no consegua modificar la opinin general. O, mejor dicho, era una de las razones por la que no lo consegua, pues haba otra y mejor an. Si el juez se hubiera limitado a hacer esa afirmacin, habra producido mucho ms efecto; pero cometi el error de tratar de probar su posicin. Durante varios aos Wilson haba estado trabajando en privado en un almanaque humorstico, para su entretenimiento... un calendario con algunos toques de ostensible filosofa, por lo general de forma irnica, como apndice de cada fecha; y el juez pensaba que aquellas frases de Wilson estaban bien escritas y eran ocurrentes. Por eso, un da se llev un puado de ellas y se las ley a algunos de los vecinos ms importantes. Mas la irona no era para esas gentes; su visin mental no estaba acostumbrada a ella. Leyeron aquellas frasecitas burlonas muy en serio, y decidieron sin vacilacin que si les hubiera quedado la menor duda de que Dave Wilson era un bobo (que no les quedaba) aquella revelacin hubiera acabado con la duda de una vez por todas. As son las cosas en este mundo: un enemigo puede arruinar en parte a un hombre, pero hace falta un buen amigo bondadoso y de poco juicio para completar la cosa y hacerla perfecta. Despus de aquello, el 27 28. El bobo Wilson (Wilson, el chiflado) Mark Twain juez sinti ms simpata que nunca por Wilson, y qued ms convencido que nunca de que su calendario tena mrito. El juez Driscoll poda ser librepensador y ocupar a pesar de eso un lugar en sociedad, porque era la persona ms importante de la comunidad, y por lo tanto poda elegir el camino que quera y tener las ideas que se le antojaran. El otro miembro de su organizacin favorita gozaba de la misma libertad porque era un cero en la estima pblica, y nadie le daba ninguna importancia a lo que haca o deca. Lo apreciaban, lo reciban bien en todas partes, pero simplemente no contaba para nada. La viuda Cooper (afectuosamente llamada por todos "Ta Patsy") viva en una casita linda y cmoda con su hija Rowena, de diecinueve aos, romntica, amable y muy bonita, pero aparte de eso de poca importancia. Rowena tena un par de hermanos... tambin sin importancia. La viuda tena una gran sala que alquilaba a un husped, con pensin, cuando poda encontrarlo, pero con gran pesar suyo, la habitacin llevaba ms de un ao desocupada. Su renta slo cubra las necesidades de la familia, y ella necesitaba el dinero del husped para sus pequeos lujos. Pero ahora, por fin, en un ardiente da de julio, se senta feliz; su tediosa espera haba terminado, su anuncio de haca un ao haba recibido respuesta y no de un vecino del pueblo, oh, no!... la carta aquella vena de mucho ms all del gran mundo lejano y oscuro del norte; era de St. Louis. Se sent en el porche mirando con ojos que no vean la brillante extensin del poderoso Mississippi, con la mente absorta en su buena fortuna. En realidad, era una fortuna especialmente buena, pues se trataba de dos huspedes en vez de uno. Le haba ledo la carta a su familia, y Rowena se haba alejado bailando para encargar a Nancy, la esclava, que limpiara y aireara la habitacin, mientras los chicos corran al pueblo para dar a todos la gran noticia, porque se trataba de un asunto de inters pblico, y el pblico se asombrara y no se quedara contento si no lo informaban. Al cabo de un rato, Rowena regres, toda ruborizada de alegre excitacin, y le rog que volviera a leerle la carta. Deca lo siguiente: HONORABLE SEORA: Mi hermano y yo hemos visto, por casualidad, su anuncio, y le rogamos nos reserve la habitacin que ofrece. Tenemos veinticuatro aos de edad y somos gemelos. Somos italianos de nacimiento, pero hemos vivido mucho tiempo en diversos pases de Europa, y varios aos en los Estados Unidos. Nuestros nombres son Luigi y Angelo Capello. Usted deseaba slo un husped; pero, apreciada seora, si nos permite que le paguemos por dos, no le molestaremos en nada. Llegaremos al pueblo el jueves. 28 29. El bobo Wilson (Wilson, el chiflado) Mark Twain Italianos! Qu romntico! Imagnate, mam... nunca ha habido uno en este pueblo, todos se morirn de ganas de verlos, y van a ser nuestros! Piensa en eso! S, creo que van a causar mucha impresin. Oh, claro que s. Van a revolucionar a todo el pueblo! Imagnate... han estado en Europa y en todas partes! Nunca hubo hasta ahora un viajero en el pueblo. Mam, no me extraara que hubieran visto a reyes! Bueno, no puedo decir que s ni que no; pero van a causar mucha impresin sin eso. S, desde luego. Luigi... Angelo. Son unos nombres preciosos; y tan elegantes y tan extranjeros... no se parecen en nada a Robinson, Jones o algo por el estilo. Vienen el jueves y estamos a martes; es una espera cruel de larga. Ah est el juez Driscoll en la puerta. Ha debido enterarse. Voy a ir a abrirle. El juez estaba lleno de felicitaciones y curiosidad. Se ley y discuti la carta. Al cabo de un rato llegaba Justice Robinson con ms felicitaciones, y hubo una nueva lectura y una nueva discusin. Aquello fue el comienzo. Fueron seguidos por un vecino tras otro, de ambos sexos, y el desfile dur todo el da y la noche, y tambin el mircoles y el jueves. La carta fue leda y releda hasta que se gast casi el papel; todo el mundo admir su tono gracioso y cortesano, su estilo fcil y suave, todo el mundo se mostr lleno de simpata y excitacin, y los Cooper se sintieron felices todo el tiempo. En aquellas pocas primitivas los barcos no eran muy seguros con marea baja. Aquel da, el vapor de los jueves no haba llegado a las diez de la noche... de modo que la gente esper en vano todo el da en el embarcadero; una violenta tormenta los oblig a volver a sus casas sin haber visto a los ilustres extranjeros. Dieron las once y la casa de los Cooper era la nica del pueblo que tena an las luces encendidas. La lluvia y los truenos no haban cesado, y la inquieta familia segua esperando y esperando. Por fin, llamaron a la puerta y la familia corri a abrir. Entraron dos negros, llevando cada uno de ellos un bal y subieron con ellos a la habitacin de los huspedes. Luego entraron los gemelos... el par de muchachos ms bien parecidos, mejor vestidos y de aspecto ms distinguido que haba visto el Oeste. Uno era un poco ms rubio que el otro, pero aparte de eso era un duplicado exacto. 29 30. El bobo Wilson (Wilson, el chiflado) Mark Twain Captulo VI MOMENTOS DE GLORIA Esforcmonos por vivir de tal modo que, cuando nos llegue el momento de morir hasta el enterrador nos tenga lstima. Del Calendario del Bobo Wilson. La costumbre es una costumbre, y ningn hombre debe tirarla por la ventana, sino ayudarle a subir los escalones uno a uno. Del Calendario del Bobo Wilson. A la maana siguiente, en el desayuno, las encantadoras maneras de los gemelos y su cortesa les granjearon con rapidez la simpata de la familia. La reserva y la formalidad desaparecieron en seguida, siendo reemplazadas por los ms amistosos sentimientos. La ta Patsy los llam por sus nombres casi desde el principio. Estaba llena de curiosidad acerca de ello y se le notaba; y ellos respondieron hablando de s mismos, lo que le agrad grandemente. No tardaron en saber que en su adolescencia haban conocido la pobreza y las privaciones. Mientras continuaba la conversacin, la anciana iba buscando el momento oportuno para hacerles una o dos preguntas con respecto a eso, y cuando lo encontr le dijo al gemelo rubio que se encargaba ahora de su biografa, mientras descansaba el moreno: Si no pregunto lo que no debo preguntar, seor Angelo, por qu razn se quedaron sin amigos y en tan mala situacin cuando eran chicos? Le importa decrmelo? Pero no lo haga si no quiere. Oh, no nos importa en absoluto, seora; en nuestro caso fue una simple desgracia, de la que nadie tuvo la culpa. Nuestros padres eran gente rica, en Italia, y nosotros sus nicos hijos. Pertenecamos a la antigua nobleza florentina el corazn de Rowena dio un salto, se le dilataron las alillas de la nariz, y una hermosa luz brill en sus ojos y cuando estall la guerra, mi padre estaba entre los que perdieron y tuvo que huir para salvar la vida. Le confiscaron sus propiedades, se apoderaron de sus pertenencias y nos vimos en Alemania, extranjeros, sin amigos y pobres totalmente. Mi hermano y yo tenamos diez aos y estbamos bien educados para esa edad, porque ramos estudiosos y muy amigos de los libros, y conocamos bien el alemn, el francs, el espaol y el ingls. Adems, ramos unos maravillosos prodigios musicales... si me permite decirlo, puesto que no es ms que la verdad. Nuestro padre sobrevivi slo un mes a nuestras desgracias, nuestra madre no tard en seguirlo, y nos vimos solos en el mundo. Nuestros 30 31. El bobo Wilson (Wilson, el chiflado) Mark Twain padres podran haber vivido cmodamente exhibindonos en la escena, y haban recibido muy buenos ofrecimientos; pero la idea repugnaba a su orgullo, y dijeron que antes preferan morir de hambre. Pero lo que ellos no consintieron en hacer, nosotros tuvimos que hacerlo sin la formalidad de su consentimiento. Estbamos acosados de deudas ocasionadas por sus enfermedades y entierros, y nos hicieron trabajar en un teatro barato de Berln para liquidarlas. Tardamos dos aos en salir de aquella esclavitud. Viajamos por toda Alemania sin recibir honorarios, y sin ganar siquiera lo necesario para nuestro sustento. Nos exhiban por nada, y debamos mendigar nuestro pan. "Bueno, seora, el resto no es muy importante. Cuando escapamos de aquella esclavitud tenamos doce aos, pero ramos, en muchos aspectos, hombres. La experiencia nos haba enseado algunas cosas muy valiosas, entre ellas, cmo cuidar de nosotros mismos, cmo evitar y derrotar a los usureros y timadores, y cmo conducir nuestra profesin en provecho nuestro y sin la ayuda de los dems. Viajamos por todo el mundo, ao tras ao, aprendiendo palabras de lenguas extraas, familiarizndonos con paisajes extraos y extraas costumbres, acumulando una educacin de una clase amplia, curiosa y variada. Era una vida agradable. Fuimos a Venecia, Londres, Pars, Rusia, India, China, Japn... En aquel punto, Nancy, la esclava, asom la cabeza por la puerta y exclam: Seora, la casa est llenita de gente, y todos ellos desean ver a los caballeros! indic con la cabeza a los gemelos, y volvi a desaparecer. Era una ocasin orgullosa para la viuda, que se prometa muchas satisfacciones luciendo a sus elegantes extranjeros delante de sus vecinos y amigos... gentes sencillas que casi no haban visto un extranjero de clase alguna, y nunca un extranjero distinguido. Pero sus sentimientos eran moderados comparados con los de Rowena. Rowena andaba por las nubes, caminaba en el aire; aqul iba a ser el da ms importante, el episodio ms romntico en la vida bastante incolora de aquel aburrido pueblo. Y ella iba a estar familiarmente cerca del origen de su gloria y a sentirse invadida por toda la fuerza de su corriente; las otras muchachas slo podan mirar y envidiar, sin tomar parte en aquello, La viuda estaba lista, Rowena estaba lista, y los extranjeros tambin. Los cuatro fueron hacia el vestbulo, con los gemelos delante, y entraron por la puerta abierta en la sala, de donde sala un rumor de conversaciones. Los gemelos se quedaron junto a la puerta, con la viuda al lado de Luigi, y Rowena al lado de Angelo, y las presentaciones empezaron. La viuda era toda sonrisas y contento. Reciba a los que desfilaban y se los pasaba a Rowena. 31 32. El bobo Wilson (Wilson, el chiflado) Mark Twain Buenos das, hermana Cooper un apretn de manos. Buenos das, hermano Higgins... el conde Luigi Capello, el seor Higgins otro apretn de manos, seguido de una mirada devoradora y un Encantado de conocerlo de parte de Higgins, y una corts inclinacin de cabeza y un agradable Mucho gusto! de parte del conde Luigi. Buenos das, Rowena apretn de manos. Buenos das, seor Higgins... le presento al conde Angelo Capello apretn de manos y mirada admirativa Encantado de conocerlo!... corts inclinacin de cabeza, un sonriente Mucho gusto! y Higgins segua adelante. Ninguno de los visitantes se senta cmodo pero, como eran gentes francas, no pretendan estarlo. Ninguno de ellos haba visto antes una persona con ttulo de nobleza, y nadie esperaba ver una ahora, por lo tanto, el ttulo les haca el efecto de una tremenda sorpresa que los pillaba desprevenidos. Unos cuantos trataron de estar a la altura de las circunstancias, y pronunciaron un torpe "Milord" o algo por el estilo, pero la gran mayora se quedaron abrumados por la palabra, tan poco acostumbrada, con sus borrosas y horribles asociaciones de doradas cortes, ceremonias palaciegas y reyes ungidos, de modo que slo pudieron darles un torpe apretn de manos y seguir adelante sin decir palabra. De cuando en cuando, como sucede en las recepciones de todas partes, alguien ms amable de lo ordinario, interceptaba el desfile y haca esperar a los dems mientras les preguntaba a los hermanos si les gustaba el pueblo, y cunto tiempo iban a quedarse en l, si su familia estaba bien, y luego hablaban del tiempo, esperando que refrescara dentro de poco y cosas por el estilo, para poder decir cuando volvieran a casa, "Tuve una larga conversacin con ellos"; pero nadie dijo ni hizo nada desagradable, de modo que la gran recepcin lleg a su fin de un modo altamente digno y satisfactorio. Hubo luego una conversacin general, y los gemelos fueron de un grupo a otro, hablando con facilidad y naturalidad y granjendose la aprobacin, la admiracin y el favor de todos. La viuda segua su marcha triunfante con ojos orgullosos y, de cuando en cuando, Rowena se deca para s con profunda satisfaccin: Y pensar que son nuestros..., todo nuestros!" No hubo momentos de descanso para la madre y la hija. Todo el tiempo se vertan en sus encantados odos ansiosas preguntas con respecto de los gemelos; cada una de ellas era el centro constante de un grupo de atentos oyentes; cada una reconoci que ahora saba por primera vez lo que significaba en realidad esa gran palabra Gloria, perciba su estupendo valor, y comprenda por qu los hombres de todos los tiempos haban estado dispuestos a desechar la mezquina felicidad, las riquezas, la vida misma, aunque slo fuera por probar un instante su 32 33. El bobo Wilson (Wilson, el chiflado) Mark Twain sublime y suprema dicha. Ahora se explicaban a Napolen y a todos los de su clase... y los justificaban. Cuando Rowena hubo cumplido por fin con sus obligaciones con todas las gentes de la sala, fue arriba para satisfacer los anhelos de los que se haban reunido all, porque la sala no era lo suficientemente grande para contener todas las visitas. De nuevo fue asediada por preguntas ansiosas y de nuevo la baaron los rayos del sol de la gloria. A media tarde reconoci, con una punzada de dolor, que aquel episodio, el ms esplndido de su vida, haba terminado casi, que nada poda prolongarlo, que nada comparable a l poda sucederle de nuevo. Mas no le import, era suficiente por s solo, aquella gran ocasin haba ido ascendiendo desde el principio y era un acontecimiento noble y memorable. Si los gemelos hicieron algo para coronar todo aquello, algo extrao, algo asombroso, algo que concentrara en ellos la ms elevada admiracin de los presentes, algo parecido a una sorpresa elctrica... Entonces, se oy un ruido prodigioso abajo, y todos bajaron corriendo para ver de qu se trataba. Eran los gemelos que tocaban con gran estilo una pieza a cuatro manos en el piano. Rowena qued satisfecha... satisfecha hasta el fondo de su corazn. Los jvenes extranjeros permanecieron largo rato ante el piano. Los vecinos del pueblo estaban asombrados y encantados con la magnificencia de su ejecucin, y no podan consentir que lo dejaran. Toda la msica que haban odo hasta entonces, les pareca una obra de aprendices, desprovista de gracia y encanto, comparada con aquellas embriagadoras oleadas de melodioso sonido. Comprendan que, por una vez en sus vidas, estaban escuchando a dos maestros. 33 34. El bobo Wilson (Wilson, el chiflado) Mark Twain Captulo VII LA NINFA DESCONOCIDA Una de las diferencias ms notables entre un gato y una mentira es que el gato no tiene ms que nueve vidas. Del Calendario del Bobo Wilson. Los visitantes se despidieron de mala gana y se encaminaron a sus distintas casas charlando con vivacidad, y de acuerdo todos en que pasara mucho tiempo antes de que hubiera un da semejante a aqul en Dawson's Landing. Los gemelos haban aceptado varias invitaciones durante la recepcin, y tambin se haban ofrecido a tocar varios dos en una fiesta de aficionados en favor de la beneficencia local. La sociedad estaba ansiosa de recibirlos en su seno. El juez Driscoll haba tenido la buena suerte de comprometerlos para un paseo inmediato e iba a ser el primero que los mostrara en pblico. Entraron en el coche con l, y los hizo recorrer la calle mayor, mientras todos se agolpaban en las ventanas y aceras para verlos. El juez les mostr a los forasteros el nuevo cementerio y la crcel, el lugar donde viva el ms rico del pueblo, y la sala de los Masones, la iglesia metodista y la presbiteriana, y el sitio donde se iba a construir la bautista cuando reunieran el dinero para hacerlo, y despus les ense el ayuntamiento y el matadero, e hizo salir a la compaa de bomberos voluntarios que hicieron un simulacro de extincin de incendio; luego, les dej inspeccionar los mosquetes de la compaa de milicianos, hablando todo el tiempo con inagotable entusiasmo de todos aquellos esplendores, muy satisfecho al parecer con la respuesta que obtuvo, porque los gemelos admiraban su admiracin, y se la devolvan lo mejor que podan, aunque podran haberlo hecho mejor si quince o decisis mil experiencias similares anteriores a sa, en distintos pases, no le hubieran quitado una considerable parte de su novedad. El juez mismo se esforz hospitalariamente porque pasaran un buen rato, y si hubo algn defecto en alguna parte, no fue culpa suya. Les cont muchas ancdotas divertidas, y aunque siempre se olvidaba del meollo, ellos siempre pudieron proporcionrselo, porque eran historias de fecha muy antigua, y ellos las haban odo contar muchas veces antes. Les habl tambin de sus diversas dignidades, y de cmo haba conseguido tal o cual puesto de honor o de provecho, y que una vez perteneci a la Legislatura, y ahora era presidente de la Sociedad de 34 35. El bobo Wilson (Wilson, el chiflado) Mark Twain Librepensadores. Dijo que la sociedad tena ya cuatro aos de existencia, y contaba ya con dos miembros, o sea que estaba firmemente establecida. Una tarde invitara a los hermanos a una reunin, si gustaban de asistir a ella. De acuerdo a eso pas a buscarlos, y por el camino les habl del Bobo Wilson, para que tuvieran una impresin favorable de l por anticipado y estuvieran preparados a tenerle simpata. El plan dio resultado... la impresin favorable se obtuvo. Ms adelante se confirm y solidific, cuando Wilson, en seal de cortesa hacia los extranjeros, propuso que se dejaran de lado los temas de costumbre y se dedicara la hora a la conversacin acerca de temas ordinarios y al cultivo de las relaciones amistosas y la buena voluntad... proposicin que se puso a voto y fue aceptada. La hora transcurri rpidamente en medio de una animada conversacin, y cuando termin, el solitario y desdeado Wilson contaba con dos amigos ms que cuando empez. Invit a los gemelos a visitar su casa, luego de que hubieran cumplido con un compromiso social, y los dos aceptaron con placer. Al caer la tarde se encontraban los dos camino de la casa. Wilson los esperaba en ella, y se entretena reflexionando acerca de una cosa que le llam la atencin aquella maana. El asunto era el siguiente: Se haba levantado muy temprano... al amanecer, en realidad, y atraves el vestbulo que divida por la mitad su casita, para entrar en una habitacin y tomar algo de ella. La ventana de esa habitacin no tena cortinas, porque ese lado de la casa llevaba largo tiempo sin ocupar, y por la ventana vio algo que le sorprendi e interes. Era una muchacha... una muchacha en un lugar donde no deba estar una muchacha; porque se hallaba en la casa del juez Driscoll, y en el dormitorio de encima del despacho o estudio del juez. Esa habitacin era el dormitorio del joven Tom Driscoll. l y el juez, la hermana viuda del juez, la seora Pratt, y los tres criados negros eran los nicos que vivan en la casa. Quin, entonces, poda ser la joven? Las dos casas estaban separadas slo por un patio comn, con una valla baja que lo atravesaba por el centro, desde la calle de delante, al caminito de la parte de atrs. La distancia no era grande y Wilson pudo ver muy bien a la muchacha, porque las persianas de la habitacin donde se hallaba estaban levantadas y la ventana tambin. La muchacha llevaba un vestido de verano lindo y nuevo, con grandes rayas blancas y rosa, y su sombrero tena un velo rosa. Al parecer, estaba practicando pasos, movimientos y actitudes; lo haca de modo muy gracioso y estaba muy absorta en su trabajo. Quin poda ser, y por qu estaba en la habitacin del joven Tom Driscoll? Wilson haba elegido rpidamente una posicin que le permita mirar a la muchacha sin correr gran riesgo de ser visto por ella, y permaneci 35 36. El bobo Wilson (Wilson, el chiflado) Mark Twain all con la esperanza de que levantara el velo y le dejara ver la cara. Pero ella lo defraud. Al cabo de veinte minutos, desapareci, y aunque l se qued en su puesto media hora ms, ella no volvi a aparecer. A eso del medioda, pas por la casa del juez y habl con la seora Pratt acerca del gran acontecimiento del da, la recepcin de los distinguidos extranjeros en la casa de la ta Patsy Cooper. Le pregunt por su sobrino Tom, y ella le dijo que vena en camino y que esperaba que llegara poco antes de la noche; y agreg que tanto ella como el juez estaban muy satisfechos, porque en sus cartas les daba a entender que se portaba de un modo muy correcto y digno... cosa que Wilson dudaba mucho en su fuero interno. Wilson no le pregunt si haba algn forastero en la casa, pero hizo preguntas que habran vertido alguna luz sobre el asunto si la seora Pratt tuviera alguna luz que advertir; y se march convencido de que en la casa pasaban cosas de las que l estaba enterado y ella no. Ahora esperaba a los gemelos, reflexionando an sobre el problema de quin poda ser la muchacha, y cmo se encontraba en el dormitorio de ese muchacho al amanecer de aquel da. 36 37. El bobo Wilson (Wilson, el chiflado) Mark Twain CAPTULO VIII TOM PISOTEA SU OPORTUNIDAD La sacrosanta pasin de la Amistad es algo tan dulce, constante y leal, y de una naturaleza tan paciente que durar toda una vida, si no le pedimos dinero prestado. Del Calendario del Bobo Wilson. Consideremos bien las proporciones de las cosas. Es mejor ser abejorro joven, que un ave vieja del paraso. Del Calendario del Bobo Wilson. Ahora es necesario que volvamos a Roxy. Cuando le dieron su libertad y se march para trabajar de camarera tena treinta y cinco aos. Consigui trabajo como segunda camarera en un vapor de Cincinnati, de la lnea de Nueva Orlens, el Grand Mogul. Un par de viajes le hicieron aprender a fondo su trabajo y se enamor de la animacin, independencia y aventura de la vida del vapor. Luego la ascendieron y se convirti en primera camarera. Era una favorita de los oficiales y estaba muy orgullosa por las bromas que le decan y el modo amistoso con que la trataban. Durante ocho aos sirvi tres partes del ao en ese vapor, y los inviernos en un paquebote de Viksburg. Pero ahora, haca dos meses que tena reumatismo en los brazos, y se vio obligada a dejar la tina de lavar. As que renunci a su puesto. Pero estaba bien de dinero... era rica, como habra dicho ella, porque haba vivido una vida frugal, y pona todos los meses cuatro dlares en un banco de Nueva Orlens, como un seguro para su vejez. Al comienzo dijo que "le haba puesto zapatos a un negro descalzo para que la pisoteara con ellos" y que le bastaba con un error as; de ahora en adelante y para siempre, sera independiente de la raza humana, si el trabajo duro y la economa le permitan conseguirlo. Cuando el vapor toc Nueva Orlens se despidi de sus compaeros del Grand Mogul y baj su equipaje a tierra. Pero regres antes de una hora. El banco haba quebrado y se haba llevado sus cuatrocientos dlares con l. Era una mendiga sin hogar. Adems, estaba incapacitada, al menos por el presente. Los oficiales se compadecieron mucho de su situacin e hicieron una pequea colecta para ella. Roxy resolvi volver a su pueblo natal; tena amigos entre los negros, y los desgraciados siempre ayudan a los desgraciados, como ella bien saba; los humildes compaeros de su juventud no la dejaran morir de hambre. 37 38. El bobo Wilson (Wilson, el chiflado) Mark Twain As que tom el pequeo paquebote local de Cairo e iba camino de su pueblo natal. El tiempo haba disipado su amargura contra su hijo, y poda pensar en l con serenidad. Apart de su memoria el lado vil de l, para demorarse slo en los recuerdos de sus ocasionales actos de bondad con ella. Los doraba y decoraba a su modo, hacindolos algo muy agradable de contemplar. Empez a desear verlo. Ira y lo adulara, como hacen los esclavos (porque esa tena que ser su actitud, desde luego) y quizs descubrira que el tiempo lo haba cambiado, y que l se alegraba de ver a su vieja nodriza, largo tiempo olvidada, y la tratara con bondad. Eso sera maravilloso; eso la hara olvidar sus penas y su pobreza. Su pobreza! La idea le inspir el agregar otro castillo a su sueo; quizs l le dara algn dinero de cuando en cuando... tal vez un dlar al mes, digamos; cualquier pequeez le ayudara mucho a ella. Cuando lleg a Dawson's Landing haba vuelto a ser la de siempre; su melancola haba desaparecido y estaba de excelente nimo. Se las arreglara bien, seguro; haba muchas cocinas donde los criados compartiran sus comidas con ella, y tambin le robaran manzanas, azcar y otros bocados para que se los llevara a casa... o le daran una oportunidad de que los robara ella, lo que sera igual. Adems, estaba la iglesia. Era una metodista ms ferviente y devota que nunca, y su piedad no era una comedia, sino algo fuerte y sincero. S, con los consuelos de muchas criaturas, y su viejo lugar en el rincn de los amenes, sera perfectamente feliz y vivira en paz hasta el fin de sus das. Por eso, fue antes que nada a la cocina del juez Driscoll. All la recibieron en gran forma y con entusiasmo. Sus maravillosos viajes, los pases extraos que haba visto y las aventuras que haba tenido, hacan de ella una maravilla, una herona de novela. Los negros escuchaban encantados la gran historia de sus experiencias, interrumpindola de cuando en cuando con ansiosas preguntas, risas, exclamaciones de placer y expresiones de aplauso; y ella se vio obligada a confesarse a s misma que si haba algo mejor en el mundo que trabajar en un vapor, eso era la gloria que se obtena al contarlo. El auditorio le llen el estmago con sus comidas y dej vaca la despensa para cargar su canasta. Tom estaba en St. Louis. Los criados le dijeron que haba pasado all la mayora del tiempo durante los dos ltimos aos. Roxy vena todos los das, y hablaba mucho con ellos acerca de la familia y sus asuntos. Una vez pregunt por qu Tom estaba fuera tanto tiempo. El ostensible "Chambers" le dijo. La verdad es que el amo viejo est ms a gusto cuando el amo joven se encuentra lejos que cuando est en el pueblo; s, y hasta lo quiere ms; por eso, le da cincuenta dlares al mes... 38 39. El bobo Wilson (Wilson, el chiflado) Mark Twain No, es as?, Chambers; hablas en broma, verdad? Te juro por Dios, mami, que no; el amo Tom me lo dijo l mismo. Pero, de todos modos, no es bastante. Dios mo, y por qu razn no es bastante? Bueno, voy a decrtelo, si t me dejas, mami. La razn porque no es bastante, es porque el amo Tom juega. Roxy alz las manos asombrada, y Chambers prosigui: El amo viejo se enter, porque tuvo que pagar doscientos dlares de deudas de juego del amo Tom, y eso es cierto, mami, tan cierto como que nac. Dos... cientos... dlares! Pero de qu me ests hablando? Dos... cientos... dlares. Dios bendito, es casi suficiente para comprar un negro medianamente bueno, de segunda mano. Y no me mentirs, cario?... No le mentiras a tu mami... Es la verdad de Dios, tal como te lo cuento... doscientos dlares... ojal me quede aqu muerto si no es as. Y no sabes lo furioso que se puso el amo viejo! Te aseguro que estaba loco de clera! Fue y lo deshered. Se relami de gusto al pronunciar la majestuosa palabra. Roxy luch con ella un momento y luego renunci: Deshe... qu? Lo deshered. Qu es eso? Qu quiere decir? Quiere decir que rompi el testamento. Rom... pi el testamento! No sera capaz nunca de tratarlo as! Retira eso, miserable negro de imitacin, que traje al mundo con dolor y tribulacin. El castillo favorito de Roxy (el dlar ocasional del bolsillo de Tom) temblaba y se vena abajo ante sus ojos. No poda sufrir un desastre as; no poda soportar esa idea. Su frase divirti a Chambers. Ja-ja-ja! Escuchar eso! Si yo soy una imitacin, quin eres t? Los dos somos blancos de imitacin... eso es lo que somos... y una imitacin muy buena... ja-ja-ja! como negros de imitacin no somos gran cosa; y en cuanto... Cllate y djate de tonteras antes de que te parta la cabeza y hblame del testamento. Dime que no lo rompieron... anda, cario, o si no, no te lo perdonar nunca. Bueno, no lo rompieron... porque ha hecho uno nuevo, y el amo Tom est otra vez tan contento. Pero por qu te alteras tanto por eso, mami? Que yo sepa, no es asunto tuyo. Que no es asunto mo? Entonces de quin es, me gustara saberlo? Fui o no su madre hasta que cumpli los quince aos?... 39 40. El bobo Wilson (Wilson, el chiflado) Mark Twain contstame a eso. Y t crees que yo podra ver que se converta en un pobre sin nadie en el mundo, y que no me iba a importar? Creo que si t hubieras sido madre, Valet de Chambers, no diras unas tonteras semejantes. Bueno, pero el amo viejo lo perdon e hizo un testamento nuevo... ests ahora contenta? S, ahora estaba contenta, y muy feliz y sentimental con todo aquello. Iba all todos los das y por fin le dijeron que Tom haba regresado. Empez a temblar de emocin e, inmediatamente envi a un criado rogndole que "dejara que su pobre mami negra lo viera nada ms para morirse de alegra". Tom estaba tendido perezosamente en un sof cuando Chambers le trajo la peticin. El tiempo no haba modificado el antiguo odio que senta por el humilde esclavo protector de su adolescencia; todava era ms profundo y total. Se incorpor y dirigi una mirada severa al blanco rostro del joven cuyo nombre usaba inconscientemente y cuyos derechos familiares haba usurpado. Mantuvo la mirada sobre su vctima hasta que ste se puso satisfactoriamente plido de terror, y luego dijo: Qu quiere de m la vieja inservible? El otro repiti dcilmente la peticin. Quin te dio permiso para venir a molestarme con las atenciones sociales de los negros? Tom se haba levantado. El otro joven temblaba ahora, visiblemente. Vio lo que iba a venir e inclin hacia un lado la cabeza, levantando su brazo izquierdo para protegerla. Tom descarg una lluvia de puetazos sobre la cabeza y su escudo, sin decir palabra, la vctima reciba cada golpe con un suplicante Por favor, amo Tom... oh, por favor, amo Tom!" A los siete golpes, Tom dijo: De cara a la puerta... en marcha! y lo sigui por detrs con una, dos, tres fuertes patadas. La