Trastornos Posturales Fase Tardía Post Ictus

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Trastornos posturales fase tardía post ictus Hipertonía activa de tronco en patrón extensor compensatorio a la falta de control anticipatorio de musculatura abdominal y estabilizadores de pelvis y cadera (hiperlordosis compensatoria). La hiperactividad de extensores de tronco arrastra el miembro superior, específicamente la articulación glenohumeral hacia la extensión y la rotación externa (latísimo del dorso). La consecuencia es una tensión de la porción larga del bíceps que mantiene el codo en flexión, pronación del antebrazo, flexión de muñeca. Patrón hemipléjico: Debido al desequilibrio en los reflejos posturales, la espasticidad afecta principalmente a los músculos flexores, que se encuentran hipertónicos y acortados. De esta forma vemos como en la mayoría de los casos el paciente llega a la consulta de la siguiente forma: Cabeza en rotación hacia el lado sano e inclinación hacia el afecto Escápula descendida y retraída Hombro en rotación interna y aducción Codo flexionado y antebrazo en pronación Muñeca en flexión palmar y desviación cubital Dedos flexionados, agarrando el pulgar que se encuentra en aducción

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Trastornos posturales fase tardía post ictus

Hipertonía activa de tronco en patrón extensor compensatorio a la falta de control anticipatorio de musculatura abdominal y estabilizadores de pelvis y cadera (hiperlordosis compensatoria).

La hiperactividad de extensores de tronco arrastra el miembro superior, específicamente la articulación glenohumeral hacia la extensión y la rotación externa (latísimo del dorso).

La consecuencia es una tensión de la porción larga del bíceps que mantiene el codo en flexión, pronación del antebrazo, flexión de muñeca.

Patrón hemipléjico:

Debido al desequilibrio en los reflejos posturales, la espasticidad afecta principalmente a los músculos flexores, que se encuentran hipertónicos y acortados. De esta forma vemos como en la mayoría de los casos el paciente llega a la consulta de la siguiente forma:

Cabeza en rotación hacia el lado sano e inclinación hacia el afecto Escápula descendida y retraída Hombro en rotación interna y aducción Codo flexionado y antebrazo en pronación Muñeca en flexión palmar y desviación cubital Dedos flexionados, agarrando el pulgar que se encuentra en aducción

Los patrones más comunes según Bobath (1974, 1978, 1990) son:

Cabeza Miembro superior (patrón flexor) Miembro inferior (patrón extensor) La cabeza está inclinada lateralmente hacia el lado hemipléjico y rotada hacia el sano.

La escápula está retraída y la cintura escapular deprimida. El hombro aducido y rotado internamente.

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El codo flexionado con pronación del antebrazo (en algunos casos la supinación es dominante).

La muñeca flexionada con una ligera desviación cubital. Los dedos flexionados y aducidos.

El pulgar flexionado y aducido.

En el lado hemipléjico la pelvis está rotada hacia atrás y desplazada cranealmente. La cadera extendida, aducida y rotada internamente. Debido a la rotación hacia atrás (de la pelvis), el miembro inferior muestra normalmente un patrón en rotación externa a pesar de la espasticidad extensora que, en casos de espasticidad bilateral, se combina con rotación interna.

Se puede observar un cambio de este patrón en rotación externa si se desplaza la pelvis del lado afecto hacia delante, cuando aparece la rotación interna (B. Bobath 1978). La rodilla extendida.

El pie en flexión plantar e invertido. (El término «supinación» se emplea con frecuencia para describir el giro del pie hacia dentro. Sin embargo, la supinación es el movimiento que acontece cuando el pie está en dorsiflexión y se puede observar con claridad la oposición inexistente por parte del músculo del tibial anterior inactivo. El término «inversión» o «inversión plantar» debería utilizarse para diferenciar entre las dos posiciones. La inversión se debe a la desinhibida actividad del músculo tibial posterior.)

Los dedos flexionados y aducidos. (Ocasionalmente el dedo gordo se extiende por la presencia de un marcado signo de Babinski positivo.) Aunque la espasticidad extensora predomine normalmente en el miembro inferior, en algunas situaciones la espasticidad flexora puede ser más aparente. Por ejemplo, pacientes que estén durante meses en silla de ruedas en una posición de flexión, tenderán a desarrollar una espasticidad flexora en el miembro inferior.

Cualquier estímulo doloroso en el pie o miembro inferior podrá desencadenar una respuesta de retirada en flexión, con espasticidad flexora. Cualquier contractura en flexión del miembro inferior, tendrá tendencia a manifestar un patrón flexor, debido a que el reflejo de estiramiento en los grupos musculares flexores actúa anticipadamente, cada vez que el miembro inferior se dirige hacia la extensión. El patrón flexor de espasticidad es el mismo que el patrón de movimiento sinérgico en masa descrito con anterioridad. La fisioterapeuta podrá sentir y observar las dificultades ocasionadas tanto por las sinergias en masa como por el hipertono cuando intente colocar la cabeza, tronco o extremidades del paciente en distintas posiciones como parte de su evaluación.