Toma y Lee Nº 46- sangre...

A Ñ O X V I I I N Ú M E R O 4 6 D I C I E M B R E - 2 0 1 5

DISTRIBUCIÓN DE LA REVISTA

TOMA Y LEE Fraternidad seglar Oar-España, se envía a: ITALIA: Curia Generalizia, Comunidades de religiosos Oar.ESPAÑA: Fraternidades, Curias provinciales, Comunidades de religiosos Oar, Monasterios y Casas de Monjas Agustinas Recoletas, Misioneras Agustinas Recoletas, Monjas Agustinas Descalzas.AMÉRICA: Fraternidades: México, Costa Rica, Argentina, Brasil, Venezuela, Perú, Panamá, Guatemala, República Dominicana, Colombia. Curias, Vicarías, Delegaciones provinciales y Obispos: México, Costa Rica, Brasil, Argentina, Venezuela, Colombia, Perú, Panamá, Guatemala, República Dominicana.DIRECCIÓN Y ADMINISTRACIÓN: Fraternidad seglar OAR-España. Parroquia Sto. Tomás de Villanueva. C/. Recoletos, 2.18004 Granada. [email protected]: Director: Juan Pérez Rodríguez. Equipo de Redacción: José Jiménez, José García, Francisco José Audije, Martín Martínez y José Antonio Lechuga.Ingresos: Fraternidad Seglar OAR-España. ccc. 2100-2127-17-0100163940 «La Caixa». C/ Cea Bermúdez, 63. 28003 MadridPREIMPRESIÓN: Taller de Diseño Gráfi co y Publicaciones, S.L., Granada. IMPRIME: Imprenta Comercial. Motril-Granada.Depósito Legal: GR - 693-98

SumarioER· Editorial ........................................................................................................ 1

· Regla de vida ............................................................................................... 2· Buzón de las fraternidades ........................................................................ 3· Bodas de Plata Fraternidad Seglar Oar “Santo Tomás de Villanueva” 13· Colaboraciones - Comida solidaria ................................................................................... 16 - Gracias, Juan ......................................................................................... 17 - La obra social y evangelizadora de la Familia Agustino Recoleta a examen para su reestructuración y revitalización .......................... 18 · Fraternidades de América - Fraternidad Seglar OAR “Santa Magdalena de Nagasaki” .............. 19· Sobre la oración - Un diálogo sobre la oración ................................................................ 20 - La oración .............................................................................................. 21· Sobre la comunidad - La comunidad desde la humildad ........................................................ 23· Familia agustino recoleta - Después de 180 años... Luque y sus frailes recoletos se vuelven a encontrar .............................................................................................. 24 - Vida entrega vida ................................................................................... 25 - La Familia Agustino-Recoleta celebró su Jornada Corazón Solidario .................................................................................................. 26 - La sanación de la familia por el ejercicio del perdón ...................... 29· Vida de nuestros santos - Santa Rita de Casia .............................................................................. 31· Nuestros difuntos ......................................................................................... 32

Editorial

PRÉPARATE Y RECIBE LO NUEVO QUE DIOS TRAE

ER

1Diciembre 2015Fraternidad Seglar OAR – España

EAMOS odres nuevos cada día para poder recibir lo que Dios quiere darnos. Manten-gamos nuestros corazones abiertos al cambio de Dios y nuestro espíritu atento a recibir lo que Dios nos quiere enseñar y revelar en este tiempo.

En nuestra vida espi-ritual muchas veces nos comportamos como odres viejos. Queremos vivir en la abundancia, pero no queremos hacer las cosas que nos encaminan hacia Dios. Queremos madurar en nuestra fe, pero no queremos dedicar el tiempo que requiere nuestra relación con Cristo. Queremos

que nuestra relación con Jesús cambie nuestras circunstancias para bien, pero no queremos que Jesucristo nos cambie a nosotros. Insistimos en que Jesucristo eche vino nuevo en nuestros odres viejos.

Escuchemos a Dios que nos está di-ciendo , por medio de su Palabra, que si realmente queremos que algo nuevo ocurra en nuestra vida, algo nuevo tiene que ocurrir en nuestra vida. Sí, refl exionemos sobre nuestra vida: quiénes somos, lo que estamos haciendo, nuestra fortaleza, nuestras debilidades, nuestras luchas. Tenemos que preguntarnos qué tipo de odres somos.

Regla de Vida. Agustinos Recoletos Seglares

Punto 37.- Su Regla nos invita a perseverar en la ora-ción, que es adoración, presencia, dialogo y amistad con el Señor. Ella anima nuestra vida y la llena de contenido sobrenatural, manteniendo siempre nuestro corazón orien-tado hacia Dios.

A este fi n, el agustino recoleto seglar cultiva con es-fuerzo el espíritu y la práctica de la oración; procura que la meditación diaria de la palabra de Dios, sobre todo en la sagrada liturgia, y la práctica de la lectura espiritual, escogida de las mejores fuentes agustinianas, acrecienten en él <<la eminente ciencia de Cristo>> (Flp 3,8).

N los puntos anterio-res hemos visto que la formación del agustino recoleto seglar tiene que ser continua y a lo largo de toda su vida.

En un sermón en la basílica de Cartago, san Agustín dice: “Es una exigencia cristiana pro-gresar cada día en el conocimiento de Dios y alegrarse de sus dones”. Este proceso en el conocimiento del

FORMACIÓN

Dios solo es posible con la oración y en una relación constante de diálogo amistoso con el Señor, saboreando su palabra y deleitándose en ella y en su meditación; procuraremos participar en la sagrada liturgia, con la frecuente y asidua lectura espiritual de textos agustinianos. De modo que nos some-tamos a un proceso de crecimiento interior.

Martín Martínez

2Diciembre 2015 Fraternidad Seglar OAR – España

N año más, ya es el segundo, un grupo de 23 hermanos de diferente fraternidades de España, hemos realizado los ejercicios espirituales agustinianos, sedientos del Dios

Vivo, a la luz de la Palabra y de la mano de san Agustín.

Este año, en el programa de revitalización que la Orden Agustino-Recoleta ha programado para todos sus miembros, religiosos, religiosas y seglares, los ejercicios estaban centrados en la interioridad, como una de las tres facetas que integran el carisma agustino-recoleto.

Interioridad que san Agustín, buscador insa-ciable, vivió cada día de su vida. Al principio buscó la sabiduría, creyendo que al encontrarla viviría la plenitud que ansiaba; después com-prendió que la sabiduría es Cristo, descubriendo en Él la verdadera felicidad y el sentido que daba sentido a toda su existencia.

¡Genial y magnífi co san Agustín! ¡Qué bien ha sabido buscar y bucear en los infi nitos ma-res de Dios! Cuántas bellezas han captado los ojos de su corazón en las aguas cristalinas del amor de Dios y qué elocuencia la suya para compartirlas con nosotros sus hijos quienes, generación tras generación, durante diecisiete siglos somos llamados a vivir y presentar ante el mundo el tesoro de la espiritualidad agustiniana.

Buzón de las Fraternidades

EJERCICIOS ESPIRITUALES AGUSTINIANOS

MONACHIL, 25 AL 29 MAYO 2015

Nuestra tierra reseca necesitaba el encuentro con el que es Camino, Verdad y Vida.

En estos ejercicios hemos podido “ver”, “oír”, “aspirar”, “gustar” y “palpar” cómo en lo profundo del ser humano, más interior que lo más íntimo mío, se encuentra Dios, el Hacedor, la Verdad, el Alfa y Omega, principio y fi n de todas las cosas.

De la mano de los padres agustinos reco-letos: Alfredo Arce, Javier Hernández, Patricio Pamo y las intervenciones de Elvira Jiménez, Loli Olvera y Pepita Olivas, miembros de la fraternidad seglar OAR, hemos recorrido el camino que nos adentraba en la espesura del misterio. Misterio que, a la luz del Espíritu Santo, en los largos ratos de encuentro amoroso que ante el Santísimo hemos disfrutado, quedaba más claro y nítido que la luz del mediodía.

“Dios no se deja ganar en generosidad. Él ha soñado con estos ejercicios desde toda la eternidad”, nos insistía constantemente a la fraternidad de Granada, Fr. Julián Hernández, también agustino recoleto. Y así ha sido una vez más. En cada momento de oración, en la lectio divina, en el rezo de las Horas, charlas, descanso, talleres de oración, puesta en co-mún, y sobre todo en la Eucaristía, la lluvia de la Palabra, el amor del Padre y el fuego del Espíritu, empapaban nuestro corazón,

La llevaré al desierto, y le hablaré al corazón. Le daré sus viñas desde allí, y el valle de Acor por puerta de esperanza.

Y allí cantará como en los días de su juventud, como en el día en que subió de la tierra de Egipto.…

(Os 2, 14)


haciendo crecer frutos de vida nueva, de fe, esperanza y caridad; acrecentándonos el deseo de conversión, fortaleciéndonos la voluntad de servicio y comunión con los hermanos.

Primer día: EL ENCUENTRO CON CRISTO

En este día ahondamos en todo lo que ha de movernos a la conversión, como movió a san Agustín, el gran amor, hasta el extremo, que Dios nos tiene. Experimentar en profundidad que Cristo, por amor, se hizo hombre para sal-varnos: “¡Oh!, cómo nos amaste, Padre bueno, que no perdonaste a tu Hijo único, sino que le entregaste por nosotros, impíos” (Conf 10, 69).

A la luz del evangelio, con el ejemplo de la hemorroísa y el ciego Bartimeo, hemos refl exio-nado sobre cómo nos acercamos a Cristo. Si lo hacemos con fe ardiente y confi anza plena, reconociéndolo como nuestro único Salvador; si al acercarnos a él lo tocamos con el cora-zón o lo apretujamos como la multitud; si nos dejamos tocar y sanar por Cristo como estos dos personajes del evangelio que vieron sus vidas totalmente transformadas.

Si la experiencia del amor de Dios nos lleva a ver las cosas de nuestra vida con ojos sanos, como Él las ve, sabremos que en Él todo tiene sentido, prolongaremos nuestra oración en la vida, y nuestra vida será oración.

Segundo día: NOLI FORAS IRE

A la luz de la parábola del “hijo pródigo” (Lc 15, 11-20), hemos refl exionado sobre la dispersión, sobre la necesidad de volver al corazón para descubrir el amor de Dios y dejarnos amar por él, porque lejos de Dios sólo hay miseria: “Yo me alejé de ti y anduve errante, Dios mío, muy fuera del camino de tu estabilidad allá en mi adolescencia y llegué a ser para mí región de miseria” (Conf 2, 18).

Necesitamos humildad y regresar al interior para que la gracia y la luz iluminen el camino a seguir. Necesitamos encontrarnos con Dios en la soledad y el silencio, porque la dispersión y el pecado nos hacen menos racionales, menos semejantes a Dios; en cambio el encuentro con Dios nos enseña a reconocernos en Él, nos

da vida y felicidad. Necesitamos la oración, que es puro don, pura gracia, que reunifi ca nuestras potencias en Dios, nos restaura y nos ayuda a reconocer a los hermanos. Ne-cesitamos comunicar y compartir con todos lo mejor que tenemos.

Tercer día: EL DESEO DE DIOS

“Si habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba” (Col 3, 1).

Todo ser humano lleva en su corazón un “rumor de infi nito”, un deseo de Dios: “Nos hiciste, Señor, para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti” (Conf 1, 1)

Nos damos cuenta, lo importante que es encauzar bien nuestros deseos, para alcanzar lo que todos anhelamos, la felicidad. Pero, si no somos felices es porque no buscamos allí donde la felicidad está, que es en Dios, y no en los bienes materiales y efímeros que sólo pueden proporcionar una felicidad pasajera. Por eso, si el deseo está mal encauzado y va por caminos errados, nuestra propia existencia queda frustrada y no alcanzamos la felicidad para la que hemos sido creados.

En la oración educamos el deseo, para puri-fi car mediante la fe lo que no debemos desear, y enfocar nuestro corazón en un continuo deseo de avanzar hacia Dios. Seremos los primeros en constatar que van palideciendo las cosas de este mundo y cobrando fuerza e importancia las cosas de Dios y su Reino. Notaremos cómo crece la comunión con los hermanos y el deseo de llevar las cargas los unos de los otros.

Cuarto día: MENDIGOS DE DIOS

¿Qué tienes que no hayas recibido? (1Cor 4, 7). Con humildad y profunda gratitud nos enfrentamos a esta gran verdad: “Sin mí, no podéis hacer nada” (Jn 15, 5). Somos men-digos de Dios.

Todo es gracia, tanto la conversión como la respuesta a su llamada. Sin Dios no podemos dar fruto; lejos de la vid no podemos dar fruto. Nuestros frutos dependen de nuestra unión con Cristo. Es el Espíritu Santo, amor de Dios derramado en nuestro corazón, el que nos ilumina, enciende y eleva hacia Dios.


Pide, busca, llama (Mt 7, 7). Son tres verbos de este pasaje evangélico. Pidámosle con total seguridad que nos dará cosas buenas pero, sobre todo, pidámosle, para nosotros y para los demás, la Vida Eterna que es su mismo Espíritu. Busquémosle con el deseo de dejarnos encon-trar por Él, para que al tocar nuestro corazón quedemos sedientos para seguir buscándole cada día de nuestra vida. Llamémosle con fe, esperanza y amor, con la certeza de saber que tras la puerta de la oración hay Alguien que escucha, que es Padre y tiene deseos de darnos todos sus dones, sabiendo que si tarda es que desea prepararnos para que los podamos recibir y disfrutar más plenamente.

Quinto día: TRASCENDE ET TEIPSUM

Ya en la recta fi nal, nuestro corazón comu-nitario y eclesial se hace uno con todos los que creen en Cristo. La trascendencia es salir de nuestros límites para llegar de nuevo, a las manos de Dios de las que salimos. Este camino hacia Dios, hemos de hacerlo a través del her-mano para llegar juntos a la casa del Padre.

La espiritualidad no termina en la contem-plación de Dios, sino que se prolonga en el hermano más cercano y en toda la Iglesia.

Queremos contemplar a Cristo no sólo en el Tabor, sino también en cada hermano que sufre, pasa hambre o es despreciado.

Queremos ser para el hermano el Cristo transfi gurado que dé fuerza y llene de espe-ranza sus malos momentos.

La espiritualidad no puede ser una droga que me adormece, sino acicate que me lleve en la oración al encuentro con Cristo Vivo y Resucitado, a la vez que me ha de llevar también al encuentro del Cristo sufriente y necesitado que está en los que me rodean.

Cristo tiene un cuerpo que es la Iglesia peregrinante, vinculada misteriosa y maravillo-samente a los miembros de la Iglesia triunfante, del Cuerpo de Cristo que ya están en el cielo.

¡Animaos todos para el año que viene!

Las cosas del alma son muy difíciles de expresar, las palabras se quedan muy pobres.

Os animo a todos para que el año que viene, que tratará del discernimiento, no os perdáis tan maravillosa oportunidad. Podréis vivir unos días de ensueño, podréis experimentar por vosotros mismos: — ¡Qué dulzura vivir los hermanos unidos

en Dios nuestro Señor! ¡Qué gozo compartir cada día nuestra experiencia de Dios, las maravillas que Él iba realizando en cada uno de nosotros! El p. Julián Hernández, nos repetía con frecuencia que el mejor regalo que nos podíamos hacer era el Dios que habita en nuestro corazón.

— En las largas horas ante Jesús Sacramentado, hemos gozado las primicias de la vida bienaventurada. Nos hemos presentado ante Él con el corazón ardiente, “con ansias, en amores infl amada” (San Juan de la Cruz, La noche oscura,1). Hemos palpado y alabado al Dios que ama a sus criaturas; hemos bendecido su mano sanadora; hemos buscado su rostro en el hermano; hemos amado la creación entera; hemos deseado aprender a amar como Dios quiere ser amado en Él y en el hermano.

Gracias…

Gracias de todo corazón, muchas gracias, a cuantos habéis hecho posible estos ejercicios: nuestros queridos frailes, las tres ponentes, todos los hermanos que han participado, y cuantos con su oración nos han estado acompañando en este feliz viaje.

Gracias, Señor, por todo y por siempre, no abandones la obra de tus manos.

Madre de Consolación, fecunda nuestros deseos y propósitos para gloria de Dios y ruega por nosotros.

Pepita OlivasFraternidad Seglar OAR

“Santo Tomás de Villanueva”Granada-España


VII Encuentro Nacional de la Fraternidad Seglar Agustino Recoleta-España

“A vino nuevo, odres nuevos” - Fraternidad y Revitalización -

ON el lema “A vino nuevo, odres nuevos” y el tema de Fraternidad y Revitalización, un numeroso grupo de fraternos, 75 aproximadamente, se juntaron en Pozuelo de Alarcón (Madrid) para refl exionar sobre los aspectos

que a la luz de la Palabra y en comunión con la Orden, necesitan ser revitalizados.

Los hermanos procedían de las fraterni-dades de Madrid (Santa Rita, Santa Mónica y Santa Florentina), de Getafe, de Granada y Monachil, y de Valladolid. Sentimos la ausen-cia de muchos hermanos y los tuvimos muy presentes en todo momento, especialmente en los momentos de oración.

El nuevo Consejo nacional seguirá traba-jando para aunar fuerzas y hacer posible que cada vez más hermanos vivan esta experiencia gozosa e importante en la vida de todos los que caminan y viven su fe en comunidad de hermanos en el carisma agustino recoleto.

Nos ayudaron en la refl exión los agusti-nos recoletos Fr. Ángel Antonio García de la parroquia de Santo Tomás de Villanueva de Granada y Fr. Antonio Antón de la comunidad de Chiclana. Se hicieron presentes en algún momento del encuentro los provinciales de San Nicolás, Santo Tomás y San José. Tampoco faltaron a la cita el P. Ismael, que recién ate-rrizado del Perú quiso saludar a los hermanos, el P. Teodoro, que tanto ha aportado a las fraternidades con sus escritos, y el P. Javier, entre otros religiosos.

No faltaron en el encuentro, los testimonios de vida conmovedores que nos dieron los hermanos de las distintas fraternidades sobre interioridad, servicio, familia y comunidad.

Además de las interesantes y profundas reflexiones que nos ofrecieron, queremos destacar también los momentos celebrativos,

los momentos de oración y los momentos recreativos. Sabíamos que la fraternidad tenía muchos santos y como dicen en Granada, “gente mu apañá”, pero no sabíamos que teníamos tantos artistas. Hay cada “fi gura interesante”!!!! que estamos hasta pensando en montar “algún circo”, para sacar fondos para nuestras misio-nes. La verdad es que nos lo pasamos bien y experimentamos cómo es bonito vivir unidos y compartir unos mismos ideales.

Todos quedaron encantados con un Video, coproducción mexicano-española, realizado para el encuentro, donde la refl exión iba acom-pañada de fotos de las distintas fraternidades de la Geografía Recoleta. Nos dimos cuenta de que somos muchos y no estamos solos.

Antes de la Eucaristía de Clausura se tuvieron las elecciones que prescriben los Estatutos del Consejo nacional y fue elegido como nuevo residente Antonio Larios de la fraternidad de Granada.

Al nuevo Consejo le deseamos acierto para conducir a los hermanos por los caminos de la Renovación y la Revitalización.

Y esperamos que “el subidón” del que ha-blaban los fraternos, nos dure por lo menos tres años.

Fr. Miguel Ángel Hernández, oar


Fraternidad Seglar agustino recoleta “Nuestra Señora de la Victoria”, Motril

ON un poco de retraso, este año también hemos celebrado la convivencia fi n de curso de la fraternidad seglar agustino recoleta de Motril.

Como últimamente se está haciendo, también este año se celebró en el cortijo de nuestra hermana Rosario.

Quedamos, según dijo el padre Patricio, a las 11 horas del pasado día 4 de julio en la puerta de entrada a la casa de los padres agustinos; desde allí nos fuimos todos en los coches para el cortijo de nuestra hermana.

Después de un ratito de conversación y reencuentro de unos hermanos con otros y la entrega de la revista “Toma y Lee” del mes de junio, sobre las 12 horas se celebró la Santa Misa correspondiente al día de la fecha. Después de la lectura de la palabra de Dios y el santo Evangelio, el padre Patricio dijo una pequeña homilía, en la que nos habló de cómo la madre de Jacob apoyaba a él haciéndose pasar por su hermano Esaú, permitiendo el engaño a su marido Isaac, ya que era Esaú el primogénito de dicha familia. La soberbia y la arrogancia de su predilección por Jacob consiguió que Jacob engañara a su padre Isaac haciéndole creer que era Esaú.

Después de hablar el padre Patricio, nos invitó a que todo el hermano que quisiera hablara sobre las lecturas; y el hermano que quiso opinó desde su punto de vista del tema que se trataba centrándonos más en el evangelio. Entre los hermanos que hablaron se destacó que no debemos arrastrarnos por la soberbia, sino vivir con humildad y quitarnos toda la arrogancia y prepotencia, vivir desde el amor; Jesucristo nos dio un ejemplo de vida a imitar y seguir.

Convivencia fi n de curso 2014-2015

Debemos aceptarnos los unos a los otros como somos.

Yo quiero hacer desde aquí un homenaje de recuerdo por los hermanos difuntos que se nos fueron con Dios y que estarán go-zando de la dicha del Señor, viviendo la Vida Eterna en la Gloria de Dios Padre. Quiero recordar muy especialmente a Conchi, Luci, Javier, Antonio Castillo, Ángeles y Pilar, y si se me olvida algún otro hermano/a que me perdonen sus familiares. Ellos, otros años, estuvieron en convivencias pasadas presentes allí. Yo les tuve en el recuerdo este día a todos. Un beso y un abrazo muy grande a todos.

Después de la misa almorzamos al estilo de cosas a la barbacoa, estuvimos departiendo y charlando unos hermanos con otros, pasando un rato de charla, chistes y alguna que otra anécdota. Estuvo la cosa muy distendida y amena.

Después de almorzar se hizo el santo rosario; sobre las 17horas y15minutos empezaron algunos hermanos a marchar-se. El padre Patricio dio las gracias a la hermana Rosario por habernos acogido en esta convivencia en su cortijo.

Fue una jornada muy buena y feliz para todos.

Un abrazo fraternal a todos.

Julio Martín Fernández


REVITALIZAR LA FRATERNIDAD SEGLAR OAR

Introducción:

URANTE los últimos meses, se ha puesto de moda la palabra “revitalización”, que signifi ca volver a dar vida, llenar de contenido algo que

se supone necesita un nuevo impulso y una nueva fuerza. La Orden de agustinos recoletos se encuentra dentro de un pro-ceso de revitalización, un proceso tal vez lento pero que sigue su ritmo acompasado y fi rme. Nuestra fraternidad seglar agustino recoleta, al igual que toda la Orden, quiere también embarcarse en dicho proceso de revitalización, ciertamente con ilusión y con ganas de llevarlo a cabo. Es un proceso que despierta nuevos horizontes y nuevas ilusiones en la vida de cada uno de los

hermanos fraternos y de las comunidades, y que pasa sin duda por la apasionante aventura del encuentro con Dios.

El punto de partida: Nosotros.

Hoy se ha puesto de moda en la espi-ritualidad el tema del itinerario. La palabra itinerario expresa muy bien el sentido de nuestra vida cristiana: somos peregrinos, siempre vamos en camino, no paramos aunque a veces nos detenemos. Nuestro corazón late desde el vientre de nuestra madre hasta el último día. Así somos cada uno de nosotros, peregrinos, caminantes.

Es necesario partir de nosotros mismos para iniciar ese periodo de renovación y revitalización. Los que estamos en la fraternidad, no es la primera vez que


vamos a pronunciar la palabra “Dios” en nuestros labios, ni tampoco vamos a apren-der lo que signifi ca la vida comunitaria de nuestras fraternidades y tantas y tantas dimensiones de nuestro ser fraternos. Venimos con una mochila bien cargadita de oraciones, encuentros, asambleas, reuniones, experiencias…. No partimos de cero, sino que Dios se ha encargado de sembrar en nosotros a lo largo de un tiempo, una experiencia de amor y de en-cuentro con El. Una experiencia que hace posible continuar en el camino emprendido y abrirnos a la novedad de ese amor de Dios que se hace el encontradizo cuando vamos de camino en la vida.

* En lo más profundo de ti…

Es bueno parar, detenernos, aunque el camino siga. Las paradas forman parte del camino, los trenes, los autobuses se detienen en las diversas estaciones, y continúan en el camino. Nuestro itinerario “peregrinos”, nos invita muchas veces a permanecer en el albergue sin salirnos del camino.

Por unos momentos para, detente, y piensa… si Dios tiene el mismo concepto que tú tienes de ti mismo. Piensa si Dios te juzga como tú te juzgas de ti mismo. Piensa si Dios ama a tu comunidad como tú la amas realmente. Piensa…. Pero tal vez solo pensar no sea sufi ciente, porque como dice san Pablo, nuestro “pensar es inmaduro”. La experiencia puede cambiar de color y de profundidad si en vez de pensar oras, si ora en tu interior porque en dentro de ti habita Dios. Si, se trata de hacer el camino agustiniano de la búsqueda y el encuentro. Esa experiencia que llevó a nuestro Padre al encuentro con Dios y a sentirse amado por El de una manera plena. En lo más profundo de ti habita Dios y ese Dios te ama en

medio del “desastre” que tú crees tener de tu vida. Dios se hace misericordia en ti. Esta palabra a la cual nos vamos a acostumbrar en los próximos meses, es clave para entender la revitalización de la cual estamos hablando.

Dios quiere nuestra vida, mima nuestra vida, aquello que nosotros pensamos que es un desastre, que está mal hecho, que no tiene futuro, que no me dice nada… Dios se pasea también por esos lugares de mi vida y de mi persona, de mi comu-nidad, de mi parroquia que considero que son un desastre. Si lográramos orar todo esto, nos daríamos cuenta que hay mucho camino andado y que Dios se ha hecho compañero de camino nuestro siempre.

Habita Dios

La clave es el encuentro con Dios. San Agustín se encuentra con Dios cuando experimenta el amor de Dios en el de-sastre de su vida, y esa experiencia la va alimentando con la fe y la lectura de la Escritura. Estas dos ideas son básicas para revitalizar nuestro encuentro. Muchas veces nos quedamos en la experiencia.

Experiencia, fe y Palabra, claves para el encuentro.

La revitalización no signifi ca tirar todo lo que hemos venido haciendo en nuestras comunidades por la borda como si ya no sirviera. Eso sería ser muy desagradecidos con Dios. La revitalización parte de una historia y una historia de Amor.

A través de la fe se consolida la expe-riencia y se lleva a cabo la decisión. Creo y me fío de Aquel que me ama en lo más íntimo de mí. San Agustín cree porque siente, experimenta y ama su “desastre”. Es hermoso amar nuestro “desastre”, aquello que yo no quiero de mí mismo pero que


Dios quiere de mí. Qué paradoja, yo no lo quiero pero Dios lo quiere.

Pero la fe tiene una historia que tú no comienzas solo, otros ya han iniciado esa misma historia y la han desarrollado a lo largo de los siglos. Esa historia es una “Historia de salvación” donde Dios se encuentra con el Hombre y le habla a lo largo de su historia. La Escritura es Palabra de Dios, y su Palabra es amor y fi delidad. Su Palabra es promesa y en-trega, pasión por el hombre y seguridad para el peregrino. Dice san Agustín que en su Palabra lo encontramos siempre vivo, y si buscamos a Dios en la oración, sabemos que en la Palabra siempre le vamos a encontrar. La palabra de Dios ha acompañado, acompaña y acompañará toda nuestra vida. Su Palabra permanece siempre fi el en nosotros y nos muestra el camino de su amor.

La experiencia de la comunidad.

Íntimamente unida a la vida de fe y oración, está la dimensión comunitaria de nuestra vida. Prácticamente podríamos decir que caminan unidas, van siempre juntas. El carisma agustino recoleto seglar no puede prescindir de algo tan intrínse-camente unido a san Agustín y a carisma recoleto como es la comunidad.

A la hora de pensar en una revitaliza-ción de nuestra vida comunitaria, ideas, propuestas… a todos se nos pueden ocurrir multitud de recetas para mejorar nuestra vida comunitaria. Curiosamente hemos citado la palabra “mejorar” nuestra vida comunitaria, pero…. ¿Es que es necesario mejorarla? El ser humano permanece la mayoría de las veces insatisfecho consigo mismo. Hay un deseo innato en nosotros de aspirar a más y más. Esa tensión para alcanzar una realidad más plena, es buena y lógica. Es hombre aspira y desea a Dios,

porque Dios ha escrito en el corazón del hombre sus mismas palabras y deseos. En frase de san Agustín tendríamos que decir que “sólo en Dios descansamos”.

Sentirnos hermanos y amigos.

Esta clave es fundamental para com-prender la fraternidad y el primer eslabón básico de nuestras relaciones. Todo grupo humano debe crear una serie de pilares afectivos a través de los cuales poder cami-nar. Nuestra fraternidad se constituye como grupo humano que se relaciona, comparte, celebra, disfruta en la vida, acompaña y sufre, también llora, se alegra y construye la paz. Sin esto no habría fraternidad, ni tampoco podrían darse los elementos fundamentales de una comunidad.

Desde la fe y la Palabra.

Es necesario construir nuestra comu-nidad desde la fe. Sólo creer en Dios y alimentarnos de su Palabra puede remediar esta situación que tanto padecemos y que nos desanima tantas y tantas veces. El papa Francisco nos dice que la Iglesia hoy es un hospital de campaña en medio de nuestro mundo. También en la vida de la fraternidad debemos aceptar que unos y otros nos hemos lastimado más de una vez como consecuencia también de las relaciones entre unos y otros.

La Palabra de Dios es vital en la es-piritualidad agustiniana y en la tradición recoleta, y esa palabra es segura para descubrir la voluntad de Dios en cada paso y acontecimiento de la vida. La Palabra de Dios ilumina muchas situaciones perso-nales y comunitarias y se presenta como un kairós, un acontecimiento de salvación.

Fr. Ángel Antonio García, oar


Adviento

A palabra Adviento, como se conoce al periodo comprendido en estas cuatro sema-nas, signifi ca “llegada” y claramente indica el espíritu de preparación espiritual que los cris-tianos debemos vivir.

Recibimos a un invitado muy especial; celebremos su estancia con nosotros en este tiempo que antecede a la fi esta de Navidad.

En este tiempo es muy frecuente pensar: cómo vamos a celebrar la Noche Buena y el día de Navidad, con quién vamos a disfrutar estas fi estas, qué vamos a regalar. Pero todo esto no tiene sentido si no con-sideramos que Cristo es el centro de toda la fi esta, a quien tenemos que acompañar

<Hermanos: Preparémonos para recibir y vivir el Adviento como verdaderos cristianos>

y halagar en estos días. Cristo quiere que le demos lo mejor de nuestra vida. Este es el regalo que debemos preparar para que Él se sienta alegre con nosotros.

Durante el Adviento los cristianos vivimos en el deseo de recibir a Cristo a través de la oración, el sacrifi cio, la generosidad y la caridad con los que nos rodean.

Es importante que, como familia, como comunidad, como fraternidad seglar agusti-no recoleta, nos hagamos un propósito que nos permita avanzar en el camino hacia la Navidad. Debemos buscar el perdón de quienes hemos ofendido y perdonar al que nos haya ofendido, para vivir el Adviento en un ambiente de armonía y amor como verdaderos cristianos comprometidos.

Juan Pérez Rodríguez

Fraternidad de Granada


Queridos hermanos:Ante todo, muchas gracias por vuestra

participación activa en el VII Encuentro de las fraternidades de España, gracias a la cual, hemos podido sacar una serie de conclusiones sobre los asuntos que más debemos trabajar en los próximos tres años, de cara a mejorar nuestras comunidades, para acercarlas a la idea que Jesucristo y san Agustín tenían ori-ginalmente de ellas.

Nos habéis dicho que echáis de menos más confi anza entre los hermanos. Por tanto, debemos esforzarnos por ser más que un “gru-po cristiano”. Para ser una comunidad seglar agustino-recoleta, hemos de convertirnos en una familia. Una familia donde nos amemos los unos a los otros, apoyándonos mutuamente en nuestras necesidades, y soportándonos también, porque todos tenemos defectos y virtudes, siendo el signo del amor cristiano el perdón y la reconciliación. Esto se consigue a través de la corrección fraterna, y a través de la comunicación entre todos los hermanos, para la cual es necesaria una actitud de emisión y recepción. Saber comunicar nuestras opiniones y sentimientos, nuestras dudas y problemas… Pero también saber escuchar al hermano con buena fe, recibiendo lo que nos confía en un corazón bondadoso y bien intencionado. Por eso hay que cuidar el detalle de la discre-ción, que se sabe cuidar cuando miramos al hermano como algo nuestro, como parte de nuestro corazón, a quien nunca haríamos daño deliberadamente.

Es necesario, para todo lo anterior, crear una atmósfera de acompañamiento, en la que se note que estamos los unos por los otros, que no nos mueve otro interés que el bien y el amor. Esta atmósfera se puede crear e incentivar, mediante la formación y mediante las actividades cristianas de encuentro y con-vivencia, como son la oración y todo tipo de ejercicios de refl exión espiritual y humana. Ya sabemos que N. P. san Agustín siempre nos

invitaba a la interiorización para encontrar a Dios, y, por tanto, para encontrar nuestra verdad. Pues desde el interior del corazón, hay que echar una mirada al exterior, al mundo que nos rodea, para comprender que el mundo necesita a Cristo, y Cristo se manifi esta al mundo en cada uno de nosotros concretamente. Este será, pues, uno de los caballos de batalla del trienio: oración comunitaria y formación en el carisma agustiniano. Todo lo cual nos ha de incitar a la contemplación, y su consecuencia, la acción cristiana en el mundo.

En este sentido vamos a necesitar crear formadores y animadores que sepan encauzar todas estas intenciones hacia la comunidad, procurándonos cierto grado de autonomía, muy necesaria en las actuales circunstancias de carestía vocacional, y que, de todas formas, nos ayudarán a santifi carnos.

Por último, nos habéis recordado la nece-sidad cristiana de mirar más allá del recinto de lo propio. Necesidad a la que san Agustín fue muy sensible, por eso dijo que estamos hechos para Cristo, es decir, que estamos hechos para amar a los demás como nos amamos a nosotros mismos. Si amas a tu fra-ternidad, si amas ser agustino-recoleto, también tienes que amar a los que no son agustinos-recoletos, a los que no son cristianos, y, por supuesto, a tus enemigos. Necesitamos crear una conciencia del respeto y del aprecio hacia los demás, sobre todo hacia aquellos que el mundo no respeta ni aprecia. No se trata de hacer apostolado dando solo unas monedas o unos bocadillos, o solo intentando convencer de que ser cristiano es muy bueno. Si eres cristiano y agustino-recoleto, deja de pasar al lado del pobre como si fuera una piedra, o, lo que es peor, perdonándole la vida. Debemos dejar de perdonar vidas para pasar a dar vida.

FRANCISCO JOSÉ AUDIJE PACHECOFSAR SANTA RITA, MADRID

Compromisos del VII Encuentro de las fraternidades


Bodas de Plata

El día 05 de diciembre de 2015, –Día de la Recolección-, la fraternidad seglar agustino recoleta “Santo Tomás de Villa-nueva” de Granada celebró sus “BODAS DE PLATA”, en mayúscula y, si pudiera ser, con letras de oro; aunque con letras bordadas de amor ha quedado grabada en el corazón de cada uno de sus miembros. Día que constará en la Historia de la vida de esta fraternidad, como igualmente constará en los anales históricos de la Orden: es la primera fraternidad que se constituye conforme a la Regla de vida y Estatutos generales que la Santa Sede aprobó el día 14 de diciembre de 1984.

Fecha a la que se llegó tras un peregri-naje de 25 años en los cuales todos sus miembros hemos reconocido la acción de Dios en nuestras vidas. Él, nos eligió y llamó, y fi el siempre a su fi delidad, nos acompañó en el día a día, regando nues-tras vidas con su gracia, consecuencia del amor personal que a cada uno profesó. Gracia necesaria para que, pese a nuestra inmersión en los avatares de este mundo, le correspondiéramos también con nuestra fi delidad al compromiso, al sí que un día le dimos.

Fraternidad seglar Oar “Santo Tomás de Villanueva”

Día histórico, sí, que ha provocado en todos una sentida y profunda acción de gracias al Señor por tantas cosas como nos ha dado en estos 25 años. A esta celebración llegamos con los corazones abiertos y preparados para que Dios los llene con la plenitud del carisma agustino recoleto, y con la tensión propia de quienes, conociéndole algo, son conscientes de que nos va a pedir más como contrapartida.

La llegada a una meta conlleva ca-pacidad para rebobinar y examinar el recorrido hecho: errores y aciertos, en la confi anza de que estos hayan sido más, y desde ellos y sobre ellos, reemprender el peregrinaje con mochilas cargadas de esperanza y de ilusión tras la “belleza siempre antigua y siempre nueva”, a la que nunca es tarde para amarla más.

Nació la fraternidad el día 06 de di-ciembre de 1990. Día de la Recolección: cuando aquel grupo de frailes, con la ayuda del Espíritu Santo decidió dar un paso más exigente y emprender un camino nuevo abierto a la esperanza. Tiempo de Adviento: tiempo de espera confi ada, de alegre conversión, con el corazón abierto al misterio del enviado que viene. Vísperas

de la Inmaculada: mucho tiene ella que ver en es-tos hechos y no menos lo tuvo en el nacimiento de la fraternidad, con un fraile enamorado de la Madre cual niño de la suya, amor del que nos contagió con su palabra y con su vida.

A tal fecha se llegó tras


una peregrinación por “el descampado de la vida”, en la que los distintos grupos surgidos por razón de la dinámica pastoral del padre Julián y su posterior conversión en comunidades, y un amplio período de preparación, 52 valientes, sabiéndose llamados por Dios a un mayor compromiso de vida, decidieron dar el paso y abrazaron el carisma agustino recoleto para avanzar por el camino de la vocación a la que todos hemos sido llamados: la santidad. A partir del año 1993 y en años sucesi-vos (1994, 1195, 1997, 2000, 2002, 2006, 2007, 2009 y 2012), siguieron el mismo camino otras comunidades, alcanzando los 144 miembros.

Durante los 25 años, regalo que el Señor nos concedió, la fraternidad se ha dejado conducir en su peregrinar por “las señales en el camino” que Dios mismo con el Espíritu, y los religiosos con su entrega, le iban ofreciendo: vida de oración personal y comunitaria, vida de comunidad, apostolado ´en y desde la comunidad´. En mirada retrospectiva vemos cómo todos crecían en edad, sabiduría y gracia ante Dios y ante los hombres, dones gratuita-mente recibidos, que compartían con igual gratuidad entre sus hermanos.

Entre esas “señales en el camino”, creo que todos estamos en condiciones y obli-gados para reconocer y dar gracias a Dios, por los numerosos “testimonios y testigos” que hemos encontrado. Testimonios: de vida, de sencillez, de servicio, de entrega, de amor a Dios, de saberse abandonar en Él, de lo que debiera ser una vida de comunidad auténtica. Testigos: almas ena-moradas de su vocación que alimentaba y alimenta la razón de ser de sus vidas en toda circunstancia. A 29 de estos testigos, cumplida su misión aquí entre nosotros, el Señor los llamó a disfrutar su merecido premio, como siervos fi eles: el gozo eterno y personal de su amor.

En su peregrinación durante estos 25 años la fraternidad ha llevado como santo y seña de identidad agustiniana el espíritu de convivencia, la vida de comunidad, concebida como “el albergue, donde volver al corazón”, en el que rumiar y contem-plar, para tratar de imitar, la vida de las primeras comunidades cristianas y la de los frailes agustinos recoletos. Albergue , con Cristo en el centro, en el que abrir el corazón al hermano, compartir vidas, confrontar criterios a veces tan dispares, la búsqueda y encuentro con el otro tal cual es, perdonar, vivir alegrías, crecer juntos en el amor, y unidos, pese a todo, por el amor, convencidos de que Él nos amó primero. Comunidad-albergue: con-fraternización y encuentro, interiorizando cuanto cada cual lleva al mismo.

Y en ese albergue de reuniones comu-nitarias semanales, la fraternidad se ha alimentado con la Palabra, como “pan para el camino” en su peregrinación agustino recoleta hacia la santidad. Palabra leída, meditada a la luz del Espíritu Santo, y compartida mutua alimentación con la ración de pan que la misma haya supuesto para cada uno. Su Luz ha despejado dudas, animado al decaído, serenado al rebelde, fortalecido al débil, y, en defi nitiva, llenaba de gozo los corazones al ver reunidas y unidas vidas dan dispares, compartiendo como hermanos ”la ciudad celeste” desde la cruda realidad de “la ciudad terrena”.

Esta fraternidad, desde sus inicios com-partió en ocasiones la oración con los frailes de su comunidad, oración comunitaria que, como otra pata del trípode carismático, ya antes de abrazarlo era una constante en su vida, como auténtica necesidad. Sobre ella se cimentó, se levantó y ella la mantiene en este peregrinar; oración que aprendió a practicarla como María: “orar y guardar en el corazón”, y que intenta hacer de ella “un estilo de vida”.


Han querido y en ello están, ser perso-nas de vida de oración, convencidos de que sin encuentro con Dios lo demás se desvanece. Son preciosos, por su sencillez los testimonios de hermanos cuando refi eren los cambios experimentados en sus vidas y el sistema tan sencillo seguido: ponerse ante el Señor y esperar…Él tiene la palabra.

De aquí, al “compartir y crear fraternidad” va un pequeño trecho: “comprometerse”. Y ha sido haciendo realidad tal compromiso con su ser agustino recoleto seglar, con su sentido de pertenencia y con el espíri-tu de comunión con la Orden, como creo que esta fraternidad ha peregrinado por el descampado de la vida durante estos 25 años, dando razón de su identidad agustino recoleta.

CelebracionesDía 03. Encuentro en Monachil con el

Consejo General y priores provinciales. Fueron cuatro horas de una intensa con-fraternización: eucaristía presidida por el prior general y concelebrada por 21 reli-giosos. Velada cultural protagoniza por los formandos, con un mensaje muy propio, y actuación de la fraternidad de Monachil. Distendido rato para compartir unas vian-das y una copa de vino. Qué alegría ver a los hermanos así unidos proclamando

la misericordia de Dios con nosotros.Día 04.- Comida de confraterniza-

ción: superiores mayores, priores de las comunidades y fraternidad, reunión familiar en un restaurante de la ciudad.

En la tarde noche: vigilia en Hora santa, con eucaristía. Vigilia que, en el gesto de la paz –cada uno con todos y a la inversa- provocó como un borrón y cuenta nueva; alguien sugirió la posibilidad de levantar tres tiendas…

Día 05. Día de la Recolección-Bodas de Plata. Tarde-noche memorable. Conferencia de José Antonio sobre los 25 años de Historia de la frater-

nidad concebida como “una peregrinación por el descampado de la vida de la fra-ternidad, reunidos en el albergue, para volver al corazón”; y como un recorrido para “mirar en sus entresijos la acción de Dios”. Tras él, unas palabras de saludo y agradecimiento del Sr. García Montero, concejal delegado de Cultura de nuestro Ayuntamiento, quien nos obsequió con un pin-escudo de la ciudad.

Solemne eucaristía presidida por el Sr. Arzobispo, y concelebrada por los religiosos de las cuatro comunidades; palabras en-trañables del arzobispo y saludo-despedida del viario provincial. Nos acompañaron los formandos y fraternidad de Monachil, parroquianos y amigos.

Cerramos la jornada y el triduo de celebraciones compartiendo cena en los salones parroquiales con todos los asis-tentes y un profundo sentimiento de acción de gracias a Dios.

Nuestro fraternal agradecimiento a Lola, de la fraternidad “Santa Florentina”, Madrid, que se desplazó para acompañarnos es-tos días. Gracias hermana: esto se llama hacer fraternidad.

José Antonio Lechuga Rodríguez


Comida SolidariaL pasado sábado 8 de no-viembre tuvimos la segunda comida solidaria realizada por la parroquia Santo Tomás de Villanueva. Esta comida soli-daria tenía un objetivo, ayudar a las numerosas acciones solidarias que están realizando

los agustinos recoletos en Marajó (Brasil). Todo estaba preparado sobre las 12:30 de la mañana, la hora a la que comenzó a llegar la gente para degustar los deliciosos platos que habían cocinado algunos de los miembros de la fraternidad. El arroz de Fabio y José Antonio, las migas de Olimpia y Gloria, los famosos roscos y magdalenas de Amalia, Consuelo y Estrella…

Pero el trabajo no queda aquí, sino que lleva muchas horas previas detrás, compras para preparar la comida, organizadores de los salones parroquiales, el trabajo de las personas que servían la comida… Pero todo este trabajo cuesta menos cuando es por una acción solidaria, ya que todo el trabajo va para ayudar a los más nece-sitados. Como ya sabemos la solidaridad no tiene fronteras.

Sobre las 12:30 de la mañana comenzó a llegar gente, al principio venían poco a poco, pero hubo un momento en el que no dábamos más a basto, comenzó a llegar gente, llenando mesas, y cada vez más gente, cuando estaban todas las mesas ocupadas, más de la mitad de las personas estaban de pie, disfrutando los maravillosos platos que habían preparado nuestros cocineros, disfrutando de la comida y disfrutando del buen ambiente que se había creado en los salones parroquiales de nuestra Iglesia.

La alegría no acabó cuando se fueron las personas que vinieron a comer, sino

que siguió después dentro de los salones parroquiales, cuando, al fi n, pudieron comer los colaboradores que hicieron posible esta maravillosa experiencia. La alegría continuó con bailes, canciones, agradecimientos… Pero el momento de mayor alegría fue al saber que nuestro objetivo había sido cum-plido, conseguir recaudar la mayor cantidad de dinero para estas obras benéfi cas. Una vez más quedó demostrado que las cosas que se hacen con amor y cariño quedan mejor, cumpliendo así las palabras de san Agustín ``la medida del amor es el amor sin medida´´.

Por último me gustaría agradecer a todas las personas que hicieron posible esta experiencia, tanto a las personas que vinieron a comer, que cada vez son más y esperamos que hayan disfrutado de la experiencia, como a todos los cocineros, las personas encargadas de las papeletas para la comida, limpiadores, camareros, organizadores de las mesas y un largo etc…, para que sepan que sin ellos esta experiencia no habría sido posible, y que para el año que viene contamos con ellos ya sea colaborando o viniendo a disfrutar de ello.

Fabio Jairo SaldarriagaCatequista. Santo Tomás de Villanueva

- Granada


Gracias, JuanESDE estas páginas de nuestra revista “Toma y Lee”, quiero hacerte constar mi agradecimiento por tu labor tan estu-pendamente desempe-ñada durante los seis

años en que has permanecido al frente del Consejo nacional de la Fraternidad.Tomaste la antorcha del relevo de nuestro querido hermano Joaquín, que dejó el listón muy alto, pero que no fue obstáculo para que tú aceptaras y continuaras su obra con denodado ahínco y especial entrega.

Mi relación más cercana contigo, Juan, llegó cuando fuiste nombrado pre-sidente. En seguida pude observar que poesías todas las cualidades necesarias para desempeñar este cargo. Llegaste con enormes deseos de trabajar por la Fraternidad y de animar a los hermanos a través de los artículos de nuestra revista. No escatimaste tiempo ni esfuerzo por conocernos a todos, como el “pastor” a sus ovejas. En ti era prioritario profundizar en el ser y en la identidad de nuestras fraternidades y por ello, en más de una ocasión te hiciste presente comprobando ”in situ” su marcha, estimulando y dan-do siempre ánimos. Amas la Fraternidad porque posees el carisma agustiniano y siguiendo el ejemplo de nuestro Padre, llevaste a la práctica su frase : “Ama y haz lo que quieras”.

El tiempo en que hemos trabajado en equipo, nos ha permitido conocernos mejor, compartir inquietudes, elaborar proyectos, salvar obstáculos etc. Puedo asegurar que nunca te vi contrariado cuando surgía al-

guna discrepancia, más bien aceptabas con cariño y humildad las correcciones y opiniones de los demás, manifestabas el dominio de tí mismo, dejando traslucir tu gran corazón.

Organizar bien los encuentros ha su-puesto siempre para ti un gran reto. Los preparabas con mucho detalle, con generosidad y esfuerzo para que todo resultara perfecto. Y a pesar del trabajo que esto suponía, nunca pediste ayuda, nunca quisiste cansar a los demás porque tú “podías con todo “ confi ando siempre en la ayuda del Espíritu Santo. Doy fe de que lo has conseguido a juzgar por las unánimes manifestaciones de aprobación por parte de cuantos han tomado parte en los mismos. Respecto del último y reciente Encuentro nos queda la alegría de haber compartido con hermanos más o menos conocidos, pero eso sí, unidos por un gran amor a san Agustín, las jornadas de intenso trabajo y de gran riqueza espiritual que nos ayudarán a seguir avanzando en el camino de perfección.

Por tanto, Juan, te ha llegado la hora de un más que merecido descanso al que llegas con la satisfacción del deber cumplido.

Desde esta página, ¡GRACIAS! Juan, por tu impagable servicio. Y que Dios mismo sea tu recompensa. Nosotros seguiremos tu ejemplo de entrega desinteresada y de amor a los demás.

Palmyra de PedroFraternidad “Santa Mónica” - Madrid


L 2 de octubre de 2016 co-mienza en Monachil (Grana-da) el 55º Capítulo General de la Orden de Agustinos Recoletos. Ya conocemos de antemano uno de sus grandes contenidos, que engendrará cambios sustanciales en la

Orden: la reestructuración de Provincias y ministerios y la revitalización de los miembros de la Familia Agustino-Reco-leta tanto en el ámbito personal como en el comunitario.

Este Capítulo, que viene a ser el prin-cipal órgano legislativo y ejecutivo de una orden religiosa, es una oportunidad también para Haren Alde como “expresión de la labor social y evangelizadora” de la Orden en sus misiones y en sus obras de defensa de los Derechos Humanos, de la dignidad de la persona y de la lucha por un mundo más justo y pacífi co.

Por este motivo, la ONGD está pre-sentando a todas sus Delegaciones un esquema que incluye, como en el resto de organismos de la Orden, su propia reestructuración y la adopción de medidas que la sitúen mejor dentro de la Familia Agustino-Recoleta y le proporcionen más calidad de actuación y representatividad en sus órganos.

La obra social y evangelizadora de la Familia Agustino-Recoleta, a examen para su

reestructuración y revitalización

El pasado 21 de noviembre se celebró la primera de estas reuniones en la sede central de Haren Alde, con la asistencia de delegados, coordinadores y miembros de las Delegaciones de Haren Alde de la zona centro de España: Madrid, Castilla-La Mancha y Castilla- León. Este encuentro está enmarcado dentro de las reuniones zonales que el equipo directivo mantiene con las Delegaciones para presentar y dar a conocer su propuesta.

A las diez de la mañana del 28 de noviembre tuvo lugar la reunión de de-legados, coordinadores y miembros de equipo de Haren Alde en Andalucía. Las comunidades de Granada y Motril estuvieron presentes en este encuentro, desarrollado en el colegio Santo Tomás de Villanueva de Granada. Las comunidades de Chiclana y de Alhaurín el Grande no pudieron asistir.

El presidente de la ONGD, el agustino recoleto Manuel Fernández, junto con el director general, Javier Ojeda, expusieron los temas fundamentados en la temática indicada anteriormente: la determinación de unos criterios claros estructurales en coordinación y funcionamiento; el reforzamiento de la dimensión espiri-tual agustino-recoleta; la necesidad de despertar, alimentar y acompañar la

Haren Alde mantiene diversas reuniones zonales para presentar su esquema de revitalización y reestructuración, acompañando un proceso que incumbe a todos los miembros de la Familia

Agustino-Recoleta: comunidades religiosas, ministerios, Fraternidad Seglar, Juventudes Agustino-Recoletas y la propia ONGD.


solidaridad en la sociedad actual; y, como colofón, los medios para trabajar juntos desde un proyecto común de servicio, con la convicción de un común esfuerzo por parte de todos los implicados: sede central, Delegaciones, comunidades de la Familia Agustino-Recoleta y miembros de las Fraternidades Seglares y Juventudes Agustino-Recoletas (JAR).

Haren Alde ya tiene una extraordina-ria y amplia cobertura solidaria para la sociedad más necesitada, y adapta día a día sus objetivos a las necesidades de cada lugar en áreas como proyectos de desarrollo, apadrinamientos, acciones solidarias, educación para el desarrollo, voluntariado o articulación interna por medio de una base de socios.

Nada sería posible sin la colaboración desinteresada de todos los miembros de la

Familia Agustino-Recoleta, comprometidos con un mundo mejor a través de Haren Alde y otras muchas organizaciones y eventos. Es necesario agradecer a quienes ya generosamente aportan su colaboración y su trabajo en esta apasionante misión evangelizadora y solidaria.

Pero todo tiene capacidad de mejora y de crecimiento, de ahí que nos im-pliquemos juntos en esa tarea conjunta con toda la Familia Agustino-Recoleta marcada desde su gobierno general: una reestructuración lógica de nuestra rea-lidad como Familia y una revitalización desde cada persona, cada comunidad y cada institución.

Haren Alde

F r a t e r n i d a d e s d e A m é r i c a

Fraternidad Seglar OAR “Santa Magdalena de Nagasaki”Parroquia “Santísima Trinidad” Maracaibo-Venezuela

UERIDOS hermanos: Después de varios años sin acusar re-cibo del boletín “Toma y Lee”, y gracias a los buenos ofi cios de nuestro prior provincial Fr.

Simón Puertas, y su secretario Fr. Víctor, hemos experimentado la alegría de em-pezar nuevamente a recibir dicho boletín. Por tal motivo me he animado a compartir con todos los hermanos las vivencias de nuestras fraternidades. En efecto, el sábado día 4 de julio del presente año, ciento cuarenta fraternos, celebramos IV encuentro zonal, participando las frater-

nidades: San Ezequiel Moreno - Maria de San José - Consolación - María de San José Tamare - Santa Magdalena de Nagasaki - Santa Rita Tía Juana - San Onofre - María Inmaculada.

Realizándose el encuentro en la parroquia “Santa Rosa de Lima” cuyo párroco es Fr. José Antonio Grimán. Fraternidades de las vicarías de San José y Santo Tomás de Villanueva. Encuentro bendito por Dios, Espíritu Santo y Nuestro Padre San Agustín; ágape compartido durante cinco horas y media. Iniciándose con el rezo de Laudes, santa eucaristía y charla de formación


dictada por la Lic. en Educación Religiosa Ana Elsa Pérez Balza. Charla altamente motivadora titulada “Servir a Cristo - Razón y Fe”- Invitamos cordialmente a los muy apreciados frailes Quirino Frías, Justo Rioja y Santiago; para que nos fortalecieran con sus testimonios de vida consagrada.

Por su parte hermanas (os) nos deleita-ron con actos de dramatización de santos (Agustín - Maracucho), bailes, chistes y un suculento almuerzo. Finalmente dimos término al encuentro con el rezo del santo rosario, agradecimiento a Dios y a los her-manos que hicieron posible el encuentro.

Queridos hermanos, con alegría y sa-tisfacción y en acatamiento al Proceso de Revitalización de fraternidades, con fecha

14-04-2015 se dio inicio en nuestra parro-quia “Santísima Trinidad” a los talleres de Espiritualidad Agustiniana. Hermanos: Dios mediante y al fi nalizar el mes de julio se llevará a efecto en Barquisimeto - Edo. Lara, el Encuentro nacional de fraternidades, y en enero del 2016, el retiro espiritual.

La parroquia “Santísima Trinidad, se viste de alegría, pues el próximo 15 de agosto celebraremos con gran regocijo los cincuenta años de su fundación.

Reciban todos fraternos y frailes un abrazo muy sentido, y rogándoles una oración a Dios Todopoderoso por la grave crisis que padecemos los venezolanos.

José Valero

S o b r e l a o r a c i ó n

Un diálogo sobre la oración

ODOS los que leen este comen-tario sobre la oración en la revista Toma y Lee, saben de sobra qué es la oración.

Se nos ha pedido este comentario, y juntos, con nuestras limitaciones y faltas, lo intentamos día a día.

Comenzamos con un momento de silencio, atentos, pronto descubrimos en qué sentido se puede decir que Dios nos habla. A veces, de ese silencio, surgirá dulcemente un pensamiento, que tendrá sabor a ORACIÓN. Acogemos con respeto; ofrecerlo para que madure un clima pro-picio, “no temas, sigue hablando, que YO ESTOY CONTIGO”, nos dice el Señor. No

se dialoga con una sombra, hay que tomar conciencia de la presencia de Dios para hablarle. Es necesario que la fe despierte y busque, para que nuestras palabras y nuestras disposiciones interiores sean agradables a Dios. Hay que preguntarle primero qué es lo que quiere decir y qué respuesta espera de nosotros.

La oración es obra de Dios, con la co-laboración del hombre, y no a la inversa. Se trata, pues, de abrirnos hasta el fondo de nuestro ser a la ACCIÓN DIVINA.

Si nos es difícil orar, hay métodos. Parece que la oración, como también el amor, no se puede regir por métodos, pero sí los hay.


El único verdadero maestro de oración es el ESPIRITU SANTO. Cuando él nos llama desde lo más profundo del ser, hay que dejarlo todo y mantenerse a la escucha.

La oración es encuentro, es intercambio de amor entre Dios y el hombre.

Cuando vamos a orar, es preciso que tengamos la convicción de que Dios nos espera. Dios está en todas partes, es cierto; pero, sobre todo, en el interior de nuestro corazón, donde nos invita a unirnos a Él para ese diálogo de amor que es la oración.

La oración es donde tiene lugar la presencia de Dios; hablamos de esa oración que es adoración y ofrenda de uno mismo.

A pesar de nuestra buena voluntad, la oración no es como la desearíamos, es decir: con todas nuestras facultades orien-tadas hacia el Señor, pero si nuestro ser profundo está centrado en Dios, nuestra oración será verdadera y muy profunda. Igual que cada encuentro entre enamorados es único, del mismo modo, nuestra oración, si la hacemos con el corazón atento y creativo, será cada día nueva y diferente.

La experiencia de hombres de oración ha ido enriqueciendo la tradición cristiana a lo largo de los siglos.

Esperamos que esta refl exión sobre la oración nos haga ver la importancia de la oración, pues es la respiración del alma.

Un abrazo

Rafael y AngelitasFraternidad “Santo Tomás

de Villanueva”. Granada

La oraciónLa oración es el único medio y len-

guaje universal para comunicarnos con nuestro Creador.

Es un privilegio sagrado, es un deber, una obligación para cada creyente; el no orar es perder el goce de un alto privi-legio. El secreto de la falta de operación del ESPÍRITU SANTO en todo su poder, radica en oraciones débiles o en la falta total de las mismas.

El maestro supremo de la oración es nuestro Señor Jesucristo “NUESTRO SAL-VADOR”. La oración acompañaba todos los acontecimientos mas importantes de

su vida terrenal. El Señor reza al recibir el bautismo de san Juan, pasa toda la noche en oración antes de la elección de los apóstoles, reza durante la transfi gura-ción, reza desde la cruz, la palabra fi nal antes de la muerte del Señor, es palabra de oración.

Vemos como nos enseña Jesucristo a movernos en esta vida de peregrinación en la ORACION, que es la más divina de todas las labores y el más importante de todos los ministerios. Quien ora mejor no es aquel que tiene más fl uidez o una imaginación más brillante o los dones más


ricos, sino el que tiene más inundado el espíritu de Cristo.

En la oración el cristiano vierte ante DIOS toda su alma; glorifi ca a Dios por sus supremas perfecciones, agradece las gracias y los benefi cios recibidos y pide por sus necesidades. De allí derivan las tres principales clases de oración: de glorifi cación, de acción de gracias y de súplica.

Las distintas clases de oración frecuen-temente se unen entre sí: el hombre ruega a Dios por sus necesidades y simultánea-mente, lo glorifi ca por su magnifi cencia y benignidad, y le agradece por poder diri-girse audazmente a Él como a su Padre misericordioso.

Es elevar un clamor a Dios por alguna cosa específi ca juntamente con la cual vendrán muchos otros dones y gracias. Como portadores de ellos llegarán a nuestra vida la fortaleza, la paz y quietud.

La oración es la que libera el gran poder de la fe, es la llave que abre los grandes depósitos del cielo. El poder para hacer grandes obras radica en la fe que puede asirse del nombre de Jesucristo, por medio de la oración verdadera.

Orar verdaderamente es la fuente de toda renovación o restauración. El no orar es rechazar a Cristo y abandonar los cielos. Nunca podremos estar más cerca de Dios y en más profunda simpatía y comunión verdadera con el Señor Jesu-cristo, que cuando oramos.

Es manantial de poder a tra-vés del cual el Padre celestial alimenta a sus hijos escogidos. Llena el vacío del hombre con la plenitud de Dios, suple la pobreza del hombre con la abundancia de las riquezas divinas. Sustituye la debilidad humana por la potencia de

Dios; es el medio que Dios ha dispuesto para suplir de un modo total y completo las necesidades del hombre en cada ins-tante de su vida.

La oración no es el producto de la imagi-nación o del ingenio humano. Estas cosas no pertenecen a su carácter, tampoco es poesía o música. Su inspiración y melodía provienen desde el cielo, pues pertenece al Espíritu Santo que hace surgir de Él propósitos santos y elevados.

A menudo muchos han errado del propósito y la esencia de la oración. La oración no es un tiempo cuando venimos para recibir algo de Dios, la oración.

La lectura de la Biblia, la asistencia a la iglesia o la participación en algún ministerio, no hace al hombre espiritual, donde se ganan o se pierden batallas es en la oración.

Un hombre de oración es temido por Satanás, porque sabe que con él siempre lleva las de perder.

Se necesita al hombre entero para orar, hasta que todas las tormentas que agitan nuestra alma son acalladas hasta conseguir la calma, hasta que los vientos y las olas cesan bajo la benéfi ca mano de Dios. Se necesita todo el hombre para orar hasta que la opresión sea quebranta-da y nuestros enemigos destruidos. Dios


está continuamente buscando hombres y mujeres dispuestos a una entrega total.

La oración tiene que ver con el hombre entero; la oración abarca todo su ser, mente, alma y cuerpo. El hombre entero debe ser ofrecido a Dios con todo su ser, con toda su alma y cuerpo postrado ante la presencia del Señor, esta es la condi-ción de la oración triunfante, la clase de oración que rinde frutos copiosos.

La oración es el instrumento ardiente de Dios en nuestro hombre interior, nos dará la victoria en nuestras iglesias, co-munidades y naciones.

Orar es la cosa más grande que po-

demos hacer y para hacerla bien, debe haber quietud, tiempo, dedicación, de otra manera se degrada al nivel de las cosas pequeñas e insignifi cantes.

Nadie, si no los líderes de oración podrán, en efecto, tener seguidores de oración. Los apóstoles de oración engen-drarán santos de oración, y un pulpito de oración engendrará sillas de cristianos en oración. La oración da entrada, cuerpo y peso a la Palabra.

Elvira Jiménez LópezFraternidad de Monachil

La comunidad desde la humildad

S o b r e l a c o m u n i d a d

“Todo el cimiento de la oración va fundado en humildad, y mientras más se abaja un alma y se empequeñece en la oración, más la ensalza Dios (Santa Teresa de Jesús, <Moradas séptimas>, 4, 9.).”

Humildad: Hermanos, este es uno de los temas del cual siempre me ha costado mucho escribir, no he creído conveniente hacerlo sin antes saber y sentir si existe esta virtud en mí, espero que al hacerlo, me ayude a refl exionar un poco más so-bre la humildad, porque creo fi nalmente que aún me falta para tener plenamente este privilegio.

Algunas refl exiones:

-Una comunidad, una fraternidad humilde, está en condiciones de descubrir que todo

lo bueno que hay en sus miembros es de Dios, no nuestro, porque de su bondad recibimos todo. El que es humilde de ver-dad no ignora sus cualidades personales, pero no las toma como éxito: son dones que debe poner al servicio de Dios y de los hermanos.

-La humildad es la que nos permite tener buenas relaciones, relaciones sin fi suras con nuestros hermanos en comunidad. En efecto, un corazón que conoce de la humildad, sabe obedecer, sabe reconocer los errores y todo esto nos permite vivir en paz con nuestra comunidad, con nues-tra familia, con todo nuestro mundillo de en rededor, como verdaderos cristianos comprometidos con el Evangelio.

-Seamos humildes como niños. El niño es un ser débil y humilde que no posee nada, no tiene ambición, no conoce la envidia, no busca puestos privilegiados. El niño tiene


conocimiento de su pequeñez y su debili-dad, recibe con alegría lo que se le da, es consciente de que depende de los demás.

-Es falta de humildad negarse a trabajar en equipo en la comunidad. Es falta de humildad, si nos han nombrado en un puesto de autoridad en la comunidad y no reconocemos que es una oportunidad que nos ha dado Dios para ejercer ese cargo con sabiduría, y para que demostremos que tenemos capacidad para aumentar el amor común entre los hermanos sin es-perar que nuestro trabajo sea reconocido.

-La oración es la llave para abrir la puerta al Señor, para permitirle trabajar en nuestra vida. Para que haga su obra en nosotros, tenemos que ser humildes en todo para dejarnos someternos a Él y sentir que somos en todo, dependientes de Él.

Juan Pérez RodríguezFraternidad de Granada

F a m i l i a a g u s t i n o r e c o l e t a

Después de 180 años... Luque y sus frailes recoletos se vuelven a encontrar

A relación o historia común entre la Villa de Luque (Córdoba) y la Orden de Agustinos Recoletos comenzó en 1626, en la ermita de San Pedro y duró no cuatro

días sino 209 años. Hoy ninguna casa de nuestra Provincia religiosa tiene más de 116 años y sin embargo este convento de San Nicolás estuvo unido a nosotros durante más de dos siglos.

Dice Don Juan Aranda Doncel en su libro que desde el momento de la llegada en agosto de 1626, los agustinos recoletos

tienen una buena acogida en el vecindario que frecuenta la pequeña iglesia conventual. Rápidamente la labor de los frailes cosecha los frutos deseados. Todo eso queda patente, sobre todo, en el número de misas que les mandan celebrar, en las limosnas que los luqueños hacen llegar al convento, en el de-seo de sus gentes de querer ser enterrados en la iglesia de los frailes agustinos, en el deseo de ser amortajados con el hábito re-coleto, en la rapidez con que las devociones de la Orden penetraron en el corazón del pueblo de Luque: La devoción a la Virgen


de Gracia, que fue el primer título con el que la Orden veneró a la Madre de Dios, la devoción a san Agustín, a santa Mónica, a san Nicolás de Tolentino, a santa Rita y a santo Tomás de Villanueva.

La infl uencia y cariño de esta villa por los frailes recoletos también queda patente en el número de hijos de Luque que vistie-ron el hábito recoleto, más de 44 jóvenes, sólo durante la centuria de 1700, algunos de ellos llegaron a ocupar los cargos y responsabilidades más elevadas dentro de la Provincia. Por ejemplo Fr. Alonso de San Agustín natural de Luque, llegó a ser el provincial de nuestra provincia de Santo Tomás de Villanueva.

El trabajo de los frailes lo podemos resumir en tres frentes: el primero es el confesionario, el segundo es el púlpito, con toda la labor de catequesis y evangelización que desde él se realizaba, principalmente con los ser-mones cuaresmales y de adviento, con la predicación de novenarios, y en tercer lugar la atención a los enfermos, especialmente a los moribundos… y hablando de enfermos, reseñable es la heroicidad de los frailes re-coletos en la Villa de Espejo (cercana a esta villa) donde tres frailes durante la epidemia de peste asistieron a los “apestados” y dos de ellos murieron por contagio, mientras les atendían.

En el convento de San Nicolás de Tolen-tino de Luque han llegado a residir hasta 35

religiosos, este lugar ha sido casa noviciado en algún momento y la casa de estudios teológicos en nuestra Provincia religiosa. En este convento se ha celebrado también un capítulo general de la Orden en 1792.

La infl uencia de los agustinos recoletos no se queda únicamente en esta villa de Luque sino que se extiende también a otras localidades de la geografía cordobesa, De hecho no son pocos los varones que entran a este convento de San Nicolás procedentes de poblaciones cercanas como Aguilar de la Frontera, Adamuz, Torremilano, Carcabuey, Priego de Córdoba, Castro del Río, etc.

Pero la historia es la que es y es tremen-damente implacable y ha separado nuestros caminos, pero el Dios que gobierna y escribe la Historia ha querido nuevamente que hoy estos caminos se vuelvan a encontrar, y que Luque y sus frailes recoletos se tropiecen nuevamente en los caminos del de la vida.

Fr. Miguel Ángel Hernández OAR

VIDA ENTREGA VIDA“En aquel tiempo Jesús dijo a sus discípulos: en verdad, en verdad os digo que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo;

pero si muere, da mucho fruto”.

Soñaba con panes nuevos, con viandas y manteles,con eras y parvas blancas,con manjares de otras mesas, con andares y placeres.


Más el sembrador que sabe la hondura de cada grano,puso en él las intenciones, le habló de don y de entrega, le contrató los afanes, le pidió la vida entera.

El surco arropó el misterio en actitud reverente,le prestó cálido lecho para abrigar la tarea,gustoso le dio el abrazo de bienvenida y de muerte.

Pasaron noches oscuras de frío y de soledad,viviendo sólo por dentro, ensimismado en sus cosas,en conversación callada, expectante, en amistad.

Más el invierno fue crudo, las fuerzas fueron faltando,la tierra arropó sus carnes,el grano aspiró su esencia, la vida se fue apagando.

Cubrió su entrega amorosa fecundando su presencia,rompió a cantar la esperanza,aguardó la madrugada en que la espiga naciera…

Hoy ya luce tallo verde, cargado de mil promesas,admiración de ababoles que su hermosura contemplan,y le cuenta a los que pasan cómo la vida se entrega.

J. Cefer, oar

La Familia Agustino-Recoleta celebró su Jornada Corazón Solidario

ONVOCADA por el prior ge-neral, Miguel Miró, toda la Familia Agustino-Recoleta ha celebrado su Jornada Corazón Solidario. Se trata de una iniciativa global que busca colocar la solidaridad y la acción evangelizadora y

social de los misioneros y de los ministerios dentro del ámbito de la revitalización de la Familia Recoleta.

El ofi cio 103/2015 del prior general, fe-chado el 11 de abril, que transcribimos a continuación, propone los motivos, objetivos y el rumbo que esta Jornada debe marcar en la reestructuración y revitalización de cada agustino recoleto, religioso o religiosa, se-

glar o joven, que tiene tanto que testimoniar en caridad cristiana al estilo de Agustín de Hipona, maestro de solidaridad.A la familia agustino recoleta y a los ministerios de la orden

«Lo que hicisteis a uno de estos hermanos más pobres, a mi me lo hicisteis» (Mt 25, 31)

Queridos hermanos:En todos los países en que nos encon-

tramos se perciben los efectos de la crisis económica y fi nanciera y nuevas situaciones de pobreza que con frecuencia hunden sus raíces en crisis espirituales y humanas más profundas. Nuestras comunidades no pueden desentenderse de estas situaciones. En vez de


desalentarnos tenemos que reafi rmar nuestro servicio y suscitar a la luz del evangelio en nuestras comunidades y ministerios nuevas iniciativas de caridad solidaria.

Los agustinos recoletos estamos llamados a manifestar la misericordia del Señor. No podemos instalarnos en la comodidad y mirar a otra parte como si nada pasara. Para san Agustín ayudar al pobre es ayudar a Cristo (Mt 25, 31-46): «Da al hermano necesitado. ¿A qué hermano? A Cristo. Si das al hermano, das a Cristo; si das a Cristo, das a Dios» (En. Ps. 147, 13). Ciertamente el evangelio nos dice que todo aquello que hacemos con los pobres es a Cristo a quien lo hacemos. Nuestra labor evangelizadora y humanitaria es más amplia que la mera actividad social o benéfi ca. El vivir sin Dios es la más pro-funda de las pobrezas humanas. En Jesús de Nazaret encontramos la inspiración y la fuerza para acercarnos a los pobres, amarles y ayudarlos con sencillez. Para los religiosos el voto de pobreza es una opción de vida desde la fe. En la Regla san Agustín nos recuerda que es mejor necesitar poco que tener mucho (Regla, 5). Todos tenemos que aprender a compartir los dones recibidos según nuestras posibilidades.

En la historia de la Orden tenemos ad-mirables ejemplos de comunidades que se han distinguido por su espíritu evangélico y

calidad humana, por su sencillez y caridad solidaria con los más pobres y necesitados. También hoy se están realizando muchas obras sociales que contribuyen a la promo-ción humana y a la evangelización de zonas empobrecidas y de ayuda a los necesitados. Es encomiable la generosidad y sacrifi cio de muchos laicos de nuestros ministerios, bien sea con su atención a los más pobres, con el voluntariado, apadrinamientos o con sus aportaciones económicas. El testimonio evangélico de nuestros misioneros debería ser un reto y un aliciente para todas nuestras comunidades. ¿Cómo vamos a revitalizar la Orden si no vivimos la pobreza evangélica y si no hay espíritu misionero y sensibilidad con los más pobres y necesitados?

A todos nosotros llegan los gestos y las palabras evangélicas del papa Francisco; palabras sencillas y gestos muy humanos que calan en el corazón y que reafi rman la enseñanza de san Agustín y de la espi-ritualidad recoleta. “De nuestra fe en Cristo hecho pobre, y siempre cercano a los pobres y excluidos, brota la preocupación por el de-sarrollo integral de los más abandonados de la sociedad. Cada cristiano y cada comunidad están llamados a ser instrumentos de Dios para la liberación y promoción de los pobres, de manera que puedan integrarse plenamente en la sociedad; esto supone que seamos dóciles y atentos para escuchar el clamor

del pobre y socorrerlo” (FRANCISCO, Evangelii gaudium, 186-187). En Río de Janeiro el Papa dijo a los jóvenes que “Evangelizar es dar testimonio en primera persona del amor de Dios, es superar nuestros egoísmos, es servir inclinándose a lavar los pies de nuestros hermanos como hizo Jesús” (FRANCISCO, Homilía de la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud, Rio de Janeiro 28 de julio de 2013).

El corazón agustiniano es un corazón solidario, nuestros proyec-tos tienen que ser comunitarios, necesitamos estar unidos y tener


amplitud de miras evitando personalismos y proyectos que podríamos denominar “in-dividuales” cuando no están insertos en la iglesia local y se organizan sin referencia a la comunidad, a la respectiva provincia y a la Orden. Algunos religiosos organizan obras sociales de manera particular con el riesgo que supone para una adecuada atención, la integración en un proyecto común y la continuidad de las obras.

Os invito a caminar al paso de los pueblos a los que queremos servir, ofrezcamos nuevas iniciativas de comunión desde la Orden y apoyemos sus proyectos de desarrollo social y cultural. Nuestras comunidades deberían ser referencia de vida espiritual, fraternidad y solidaridad, abiertas a las necesidades espirituales, humanas y materiales de todos aquellos que nos necesitan.

Hagamos oír la voz profética de la Orden y de la Iglesia en los diversos ámbitos so-ciales y culturales. Esta labor no la podemos realizar individualmente y cada uno por su cuenta, necesitamos saber lo que se está haciendo y lo que se desea hacer. Since-ramente, creo que no podemos limitarnos a decir que son otros los que tienen que hacerlo, que es cuestión de los superiores o que ya tenemos la ONGD Haren Alde para que lo haga y obtenga subvenciones públicas o privadas. La labor solidaria es una tarea común, que va más mucho más allá de la economía o los recursos, y nuestra ONGD agustino-recoleta necesita de todos para

llevar a cabo sus muchas tareas de sensibi-lización, de participación en la sociedad, de educación para la solidaridad y sí, también, de proyectos sociales o de apadrinamientos.

Para potenciar el conocimiento y la cola-boración de toda la Orden, me ha parecido muy oportuno establecer una jornada solidaria en todos nuestros ministerios. Esta jornada tendría como objetivos:

Difundir en nuestros ministerios la labor de la acción social de la Orden.

Rezar por los que sufren la pobreza y pasan necesidad.

Ayudar económicamente a los proyectos y actividades de la Orden mediante una colecta dominical al año.

Espero que podáis planifi car esta Jornada para el 8 de noviembre o los días lectivos más cercanos en centros educativos. Es cierto que hay otras campañas diocesanas, eclesiales o de otros organismos, pero tam-bién es cierto que en este tiempo debemos tener sentido de Orden, tomar conciencia de las necesidades de tantas personas de nuestros ministerios y promover nuevas iniciativas solidarias.

Exhorto a que en cada país se promuevan obras sociales comunes que apoyadas hu-mana y económicamente por los religiosos y laicos puedan ser una respuesta signifi cativa de nuestra solidaridad. La ONGD agustino-recoleta Haren Alde promoverá esta campaña que espero sea acogida con generosidad y sentido de Orden.

Recordemos la sensibilidad que tuvieron con los más pobres san Agustín, san Nicolás de Tolentino, santo Tomás de Villanueva, san Ezequiel Moreno y tantos de nuestros religiosos ejemplares. Pedimos su intercesión para que el Señor nos infunda su Espíritu y mueva nuestro corazón para trabajar unidos y ejercer la caridad solidaria.

Fray Manuel Fernández, oar


L papa Francisco animó hoy, día 04 de noviembre, a las familias a pensar que sin el perdón “ningún amor puede durar”. En la Catequesis de la Audiencia General de este miércoles, el Pontífi ce recordó que el matrimonio y la familia

es un gran don.Queridos hermanos y hermanas, ¡bue-

nos días!La Asamblea del Sínodo de los Obispos

que ha concluido hace poco, ha refl exionado a fondo sobre la vocación y la misión de la familia en la vida de la Iglesia y de la socie-dad contemporánea. Ha sido un evento de gracia. Al fi nalizar los Padres sinodales me han entregado el texto de sus conclusiones. He querido que este texto fuera publicado, para que todos fueran partícipes del trabajo que nos ha visto empeñados juntos por dos años. No es este el momento de examinar tales conclusiones, sobre las cuales yo mismo debo meditar.

Mientras tanto, sin embargo, la vida no se detiene, en particular la vida de las familias ¡no se detiene! Ustedes, queridas familias, están siempre en camino. Y continuamente escriben en las páginas de la vida concreta la belleza del Evangelio de la familia. En un modo que a veces se convierte en árido de vida y de amor, ustedes cada día hablan del gran don que son el matrimonio y la familia.

La sanación de la familia por el ejercicio del perdón

Hoy quisiera subrayar este aspecto: que la familia es un gran gimnasio para entrenar al don y al perdón recíproco, la familia es un gran gimnasio para entrenar al don y al perdón recíproco, sin el cual ningún amor puede durar a largo, sin donarse, sin per-donarse, el amor no permanece, no dura.

En la oración que Él mismo nos ha en-señado –el Padre Nuestro- Jesús nos hace pedirle al Padre: «Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden». Y al fi nal comenta: «Si perdonan sus faltas a los demás, el Padre que está en el cielo también los perdonará a ustedes. Pero si no perdonan a los demás, tampoco el Padre los perdonará a ustedes» (Mt 6, 12.14-15).

No se puede vivir sin perdonarse, o al menos no se puede vivir bien, especial-mente en familia. Cada día nos faltamos al respeto el uno al otro. Debemos poner en consideración estos errores, debidos a nuestra fragilidad y a nuestro egoísmo. Lo que se nos pide es sanar inmediatamente

El amor duradero en la familia se edifi ca sobre el perdón mutuo, día a día, dice el papa Francisco


las heridas que nos hacemos, retejer inme-diatamente los hilos que rompemos en la familia. Si esperamos demasiado, todo se transforma en algo más difícil.

Y hay un secreto simple para sanar las heridas y para disolver las acusaciones, es este: no dejar que termine el día sin pedirse perdón, sin hacer la paz entre el marido y la mujer, entre padres e hijos, entre herma-nos y hermanas… ¡entre nuera y suegra! Si aprendemos a pedirnos inmediatamente perdón y a darnos el perdón recíproco, sanan las heridas, el matrimonio se robustece, y la familia se transforma en una casa más sólida, que resiste a los choques de nuestras pequeñas y grandes maldades.

Y para esto no es necesario hacer un gran discurso, sino que es sufi ciente una caricia, una caricia y ha terminado todo y se recomienza, pero no terminar el día en guerra ¿entienden?

Si aprendemos a vivir así en familia, lo hacemos también fuera, en todas partes que nos encontremos. Es fácil ser escépti-cos sobre esto. Muchos -también entre los cristianos- piensan que es una exageración. Se dice: sí, son bellas palabras, pero es imposible ponerlas en práctica. Pero gracias a Dios no es así. De hecho es precisamente recibiendo el perdón de Dios que, a su vez, somos capaces de perdonar a los otros.

Por esto Jesús nos hace repetir estas palabras cada vez que rezamos la oración del Padre Nuestro, es decir cada día. Es indispensable que, en una sociedad a veces despiadada, haya lugares, como la familia, donde se aprenda a perdonar los unos a otros.

El Sínodo ha revivido nuestra esperanza también en esto: forma parte de la vocación y de la misión de la familia la capacidad de perdonar y de perdonarse. La práctica del perdón no solo salva las familias de la división, sino que las hace capaces de ayudar a la sociedad a ser menos malvada y menos cruel. Sí, cada gesto de perdón repara la casa de las grietas y refuerza sus muros.

La Iglesia, queridas familias, está siem-pre a su lado para ayudarlos a construir su casa sobre la roca que ha hablado Jesús. Y no olvidemos estas palabras que preceden inmediatamente la parábola de la casa: «No son los que me dicen: “Señor, Señor”, los que entrarán en el Reino de los Cielos, sino los que cumplen la voluntad de mi Padre».

Y agrega: «Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿acaso no profetizamos en tu Nombre? ¿No expulsamos a los demonios en tu Nombre?” Entonces yo les manifestaré: «Jamás los conocí» (cfr Mt 7, 21-23). Es una palabra fuerte, no hay duda, que tiene por objetivo sacudirnos y llamarnos a la conversión.

Les aseguro, queridas familias cristianas, que si son capaces de caminar siempre más decididamente sobre el camino de las Bien-aventuranzas, aprendiendo y enseñando a perdonarse recíprocamente, en toda la grande familia de la Iglesia crecerá la capacidad de dar testimonio a la fuerza renovadora del perdón de Dios.

Diversamente, haremos prédicas también bellas, y quizá expulsaremos también cual-quier demonio, pero al fi nal el Señor ¡no nos reconocerá como sus discípulos! Porque no hemos tenido la capacidad de perdonar y de hacernos perdonar por los otros.

De verdad las familias cristianas pueden hacer mucho por la sociedad de hoy, y también por la Iglesia. Por eso deseo que en el Jubileo de la Misericordia las familias redescubran el tesoro del perdón recíproco. Recemos para que las familias sean siempre más capaces de vivir y de construir caminos concretos de reconciliación, donde ninguno se sienta abandonado al peso de sus ofensas.

Con esta intención, decimos juntos: “Padre nuestro, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a quienes nos ofenden”. Digámoslo juntos: “Padre nuestro, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a quienes nos ofenden”. Gracias.

Tomado del Blog del P. Ismael Ojeda


HistoriaSanta Rita nació en 1381 en Italia. Su

casa natal quedaba cerca del pueblito de Casia, a 40 millas de Asís, en la Umbría, región del centro italiano. Aquella época era de guerras, terremotos, conquistas, invasiones, rebeliones y corrupción.

Sus devotos padres, Antonio Mancini y Amata Ferri, eran analfabetos y conocidos como los “pacifi cadores de Jesucristo” por-que los llamaban para que apacigüen las peleas entre vecinos. Ellos le enseñaron a Rita todo sobre el Señor, la Virgen y los santos más conocidos. Santa Rita nunca fue a la escuela, pero Dios le concedió la gracia de leer milagrosamente.

Quiso ser religiosa toda su vida, pero sus padres, ya en edad avanzada, le es-cogieron un esposo, Paolo Ferdinando, y ella aceptó en obediencia.

Su esposo demostró ser un bebedor, mujeriego y maltratador, pero Santa Rita se mantuvo fi el y en oración. Tuvieron dos gemelos que sacaron el mismo tempera-mento del papá. Tras 20 años de casados, el esposo se convirtió, Rita lo perdonó y juntos se acercaron más a la vida de fe.

Antes de su conversión, el esposo tenía malas juntas. Una noche, él no llegó a casa y Santa Rita sabía que algo había

Santa Rita de CasiaSanta de los Imposibles — 22 de mayo

pasado. Al día siguiente fue encontrado asesinado.

Los hijos juraron vengar la muerte de su padre y la pena de Santa Rita aumentó más. Ni sus súplicas los hacían desistir. La afl igida mamá rogó al Señor que salvara las almas de sus hijos y que tomara sus vidas antes de que se condenaran por la eternidad con un pecado mortal. Ambos contrajeron una terrible enfermedad y antes de morir perdonaron a los asesinos.

Más adelante, la Santa quiso ingresar con las hermanas agustinas, pero no se la hicieron fácil porque no querían una mujer que había estado casada y por la sombría muerte de su esposo. Ella se puso en oración y cierta noche se produjo un milagro.

Mientras dormía oyó que la llamaban tres veces por su nombre. Abrió la puerta y se encontró con San Agustín, San Nicolás de Tolentino y San Juan el Bautista, de quien ella era muy devota. Ellos le piden que los siga y después de recorrer las calles de Roccaporena, en el pico del Scoglio, donde ella acostumbraba orar, sintió que la elevaban en el aire y la empujaban suavemente hacia Casia.

Después se encontró arriba del Mo-nasterio de Santa María Magdalena, allí cayó en éxtasis y cuando volvió en sí estaba dentro del Monasterio. Las monjas agustinas ya no pudieron negarle más el ingresar a la comunidad.

Hizo su profesión religiosa ese mis-mo año (1417) y allí vivió 40 años de consagración. Fue puesta a prueba con duras pruebas por las superioras. Como obediencia le ordenaron regar todos los días una planta muerta. La planta llegó a


ser una vid fl oreciente que dio uvas que sirvieron para el vino sacramental.

En la cuaresma de 1443, fue a Casia un predicador que habló sobre la Pasión del Señor. La refl exión tocó mucho a Santa Rita y a su retorno al monasterio pidió al Señor participar de sus sufrimientos en la cruz. Recibió estigmas y las marcas de la corona de espinas en la cabeza. A diferencia de otros santos con este don, las llagas en ella olían a podrido y tuvo que vivir alejada de sus hermanas y la gente por muchos años.

Cuando quiso ir a Roma por el primer Año Santo, Jesús le quitó la estigma que tenía en su cabeza mientras duró la pe-regrinación. Al regresar a casa, volvió a aparecer la e stigma y tuvo que aislarse nuevamente.

Los últimos años de su vida sufrió una grave y dolorosa enfermedad que la tuvo inmóvil sobre su cama de paja por cuatro años. En este tiempo le mostraron una rosas que brotaron prodigiosamente en su huertecito de Roccaporena y en pleno frío invernal. Ella aceptó sonriente este signo como don de Dios.

Partió a la Casa del Padre en 1457. La herida de espina en su frente desapareció

y en su lugar apareció una mancha roja como un rubí, que tenía deliciosa fragancia. Fue velada en la Iglesia por la gran canti-dad de gente que fue a rendirle honores.

Nunca la enterraron, su ataúd de ma-dera fue reemplazado por uno de cristal y su cuerpo permanece incorrupto. El Papa León XIII la canonizó en 1900.

Las abejas de Santa RitaSe dice que cuando era bebé, mientras

dormía, abejas blancas se agrupaban en su boca y allí depositaban la miel sin dañarla o hacerla llorar. Después de 200 años de su muerte en el monasterio de Casia las abejas blancas surgían, cada año, de las paredes del monasterio durante Semana Santa, permaneciendo hasta la fi esta de Santa Rita.

El Papa Urbano VIII pidió que le llevaran a Roma una de las abejas, le ató un hilo de seda y la liberó. Luego se encontró a la abeja en su nido del monasterio de Casia (a 138 kilómetros de distancia). Los huecos en la pared, donde las abejas per-manecen hasta el siguiente año, pueden ser vistos por los peregrinos.

Tomado de la página de la Orden

Nuestros difuntos

Eugenio Santiago Muñoz13-06-2015


Fraternidad Seglar OAR EspañaCONSEJO NACIONAL

Parroquia Santo Tomás de VillanuevaC./ Recoletos, 2. 18004 [email protected]

Granada a 3 de noviembre de 2015

Queridos hermanos:

Con estas letras va mi más cordial saludo y fraternal abrazo.Se celebró en Pozuelo de Alarcón, Madrid, los días 24 y 25 de octubre,

el VII Encuentro nacional de nuestras fraternidades de España, con el lema “VINO NUEVO EN ODRES NUEVOS”, donde se hizo realidad “una sola alma y un solo corazón orientados hacia Dios”, fue una convivencia magnifi ca y provechosa; también tuvo lugar la asamblea general con el objeto de elegir a los miembros del nuevo Consejo nacional.

De acuerdo con los Estatutos, se efectuó la votación para elegir nuevo pre-sidente, recayendo la tarea en este humilde servidor, Antonio Larios Lizana, de la fraternidad de Santo Tomás de Villanueva, Granada y como consejeros:

Provincia de San José: Teresa Antigua García, fraternidad de Santa Flo-rentina, Madrid.

Provincia de San Nicolás de Tolentino: Francisco José Audije Pacheco, fraternidad de Santa Rita, Madrid.

Provincia de Santo Tomás de Villanueva: Pepita Olivas Jurado, fraternidad de Santo Tomás de Villanueva, Granada.

Este Consejo, junto a los asesores espirituales provinciales pertenecientes al mismo, Fray Germán Antonio Antón Agramonte (provincia de San Nicolás de Tolentino) y Fray Miguel Ángel Hernández (provincia de Santo Tomás de Villanueva), se reunió el mismo día de su elección en Pozuelo de Alarcón y acordó designar como Encargada de Formación a la consejera Pepita Olivas Jurado, como secretario a Jesús María González Sancho, de la fraternidad de Santa Mónica, Madrid y como tesorera a Palmira de Pedro Sanz de la fraternidad de Santa Mónica, Madrid.

Nos ponemos a vuestra disposición para el bien de las fraternidades y de nuestra Orden; pretendemos, con la ayuda de Dios, hacer realidad el lema del encuentro fraternos nuevos con espíritu nuevo, y revitalizar nuestras frater-nidades haciendo de nuestro ser fraterno un “ESTILO DE VIDA”, reconocible, palpable, atrayente, en nuestro tiempo.

A nuestra patrona, Santa Magdalena y a nuestra Madre de la Consolación les confi amos nuestras intenciones para que nos ayuden y nos guíen en la tarea, y que Dios nos utilice como quiera.

Antonio Larios Lizana Presidente

A Ñ O X V I I I N Ú M E R O 4 6 D I C I E M B R E - 2 0 1 5

Toma y Lee Nº 46- sangre...

Documents

Transcript of Toma y Lee Nº 46- sangre...