Tintero

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AÑO I / NÚMERO II / MÉRIDA, YUCATÁN LUNES, 4 DE FEBRERO DE 2013 Tintero DIRECTOR: LEANDRO AZCORRA › DISEÑO: LEANDRO CHACÓN/ PEDRO HERNÁNDEZ › EDICIÓN: PEDRO HERNÁNDEZ GUANAJUATO Capital Cervantina de América L a ciudad de Guanaju- tato, rica ciudad minera en los tiempos de la co- lonia, lugar en el que se desarrollaron míticas historias de la Guerra de Independencia y un lugar mágico por las historias y leyendas fantasmales; es un lugar digno de visitar, sobretodo en tiempos en el que se lleva a cabo el Festival Internacional Cervantino. Una mezcla de multiculturalidad se puede ver en las calles, jóvenes, estudiantes y personajes de la vida cotidiana disfrazan esta ciudad que se encuentra sitiada por los cerros, en especial del cerro de donde se tomó la fotografía de la ciudad. En la punta de ese cerro está un monumento al Pípila, aquel personaje que incendió la al- hóndiga de Granaditas y pro- vocó bajas en el ejército Realista. La magia brota por sí misma, se enreda en el alma y te hace soñar. Recorrer sus callejones enamo- rado, te hace aún recordar que no solo en la tierna juventud se tuvieron los recuerdos más boni- tos, sino que aún queda algo por vivir, una esperanza tan recóndita como la expectativa menos ruin. Y allí, estando cerca de los teat- ros, museos y joyas arquitectóni- cas de cantera, en medio de los cerros, te volverás a enamorar de la tierra que vio nacer sueños color de plata, sueños de azu- fre, de libertad y placer bohemio. U n 8 de enero de 1966 nació Andrew Wood un chico de Seattle (ya saben para donde va, verdad) que al igual que 9 de cada 10 jóvenes de esa ciudad entre 1980 y 1990 decidió formar una banda de rock, el pequeño Andy se une con su hermano Kevin formando Malfunkshun banda de éxito local que termina desintegrándose para llevar al joven Wood (quien en ese entonces era roomie de un melenu- do zarrapastrosos llamado Chris Cornell) a lo que sería su mejor proyecto MOTHER LOVE BONE. Hablar de Mother Love Bone es hablar de ironía, es hablar de una mezcla entre el Glam rock de Los Ángeles como Cinderella y Mot- ley Crue, que por cierto estaba a punto de morir y ese sonido que se estaba gestando años atrás en Seat- tle con Green River y e Melvins que luego sería llamado Grunge y que “irónicamente” haría desa- parecer al Glam Rock de las listas de popularidad, todo esto con un poco de funk escondido y esas in- fluencias obligadas en cada gran banda como Led Zepellin y Queen. Mother Love Bone es la madre (irónico de nuevo) de Pearl Jam, de Temple Of the Dog, hermana de Soundgarden entre otras. Su vo- calista sería el primero de esa lista de músicos que morirían en los 90´s, de nuevo “irónicamente” Andy Wood muere en 1990 empezando dicha década, antes de que su prim- er LP llamado Apple viera la luz. En palabras del propio Chris Cor- nell en el documental Hype! “El grunge no murió con Kurt Cobain, murió antes con Andy Wood, por que ese día dejamos de ser inocentes LA CAJA TORÁCICA MUSICAL Javier Sosa COLUMNA VIAJES Reportaje: T rova “Aunque venga un cataclismoPÁGINAS 4 Y 5 CINE: “2001 Odisea del espacio” › PÁGINA 2 Pedro Hernández

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Semanario editorial, donde jóvenes expresan sus ideas, opiniones y; a la luz de la inspiración dejan que se interpreten las letras con el corazón.

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Año I / Número II / mérIdA, YucAtáN› LuNeS, 4 de Febrero de 2013

Tintero › dIrector: LeANdro AzcorrA › dISeño: LeANdro chAcóN/ Pedro herNáNdez › edIcIóN: Pedro herNáNdez

GuanajuatoCapital Cervantina de América

La ciudad de Guanaju-tato, rica ciudad minera en los tiempos de la co-lonia, lugar en el que se

desarrollaron míticas historias de la Guerra de Independencia y un lugar mágico por las historias y leyendas fantasmales; es un lugar digno de visitar, sobretodo en tiempos en el que se lleva a cabo el Festival Internacional Cervantino.

Una mezcla de multiculturalidad se puede ver en las calles, jóvenes, estudiantes y personajes de la vida cotidiana disfrazan esta ciudad que se encuentra sitiada por los cerros, en especial del cerro de donde se tomó la fotografía de la ciudad.

En la punta de ese cerro está un monumento al Pípila, aquel personaje que incendió la al-hóndiga de Granaditas y pro-vocó bajas en el ejército Realista.

La magia brota por sí misma, se enreda en el alma y te hace soñar.

Recorrer sus callejones enamo-rado, te hace aún recordar que no solo en la tierna juventud se tuvieron los recuerdos más boni-tos, sino que aún queda algo por vivir, una esperanza tan recóndita como la expectativa menos ruin.

Y allí, estando cerca de los teat-ros, museos y joyas arquitectóni-cas de cantera, en medio de los cerros, te volverás a enamorar de la tierra que vio nacer sueños color de plata, sueños de azu-fre, de libertad y placer bohemio.

Un 8 de enero de 1966 nació Andrew Wood un chico de Seattle (ya saben para donde va,

verdad) que al igual que 9 de cada 10 jóvenes de esa ciudad entre 1980 y 1990 decidió formar una banda de rock, el pequeño Andy se une con su hermano Kevin formando Malfunkshun banda de éxito local que termina desintegrándose para llevar al joven Wood (quien en ese

entonces era roomie de un melenu-do zarrapastrosos llamado Chris Cornell) a lo que sería su mejor proyecto MOTHER LOVE BONE.

Hablar de Mother Love Bone es hablar de ironía, es hablar de una mezcla entre el Glam rock de Los Ángeles como Cinderella y Mot-ley Crue, que por cierto estaba a punto de morir y ese sonido que se estaba gestando años atrás en Seat-tle con Green River y The Melvins

que luego sería llamado Grunge y que “irónicamente” haría desa-parecer al Glam Rock de las listas de popularidad, todo esto con un poco de funk escondido y esas in-fluencias obligadas en cada gran banda como Led Zepellin y Queen.

Mother Love Bone es la madre (irónico de nuevo) de Pearl Jam, de Temple Of the Dog, hermana de Soundgarden entre otras. Su vo-calista sería el primero de esa lista de

músicos que morirían en los 90´s, de nuevo “irónicamente” Andy Wood muere en 1990 empezando dicha década, antes de que su prim-er LP llamado Apple viera la luz.

En palabras del propio Chris Cor-nell en el documental Hype! “El grunge no murió con Kurt Cobain, murió antes con Andy Wood, por que ese día dejamos de ser inocentes

La caja torácica musicaLJavier Sosa

COLUMNA

VIAJESReportaje: Trova “Aunque venga un cataclismo” › PágINAS 4 Y 5cine: “2001 Odisea del espacio” › PágINA 2 ▶

Pedro Hernández

2 ▶ Lunes 4 de Febrero de 2013 Tintero

Pasan horas y minutos, las cu-ales roban mi vida, y aunque terminaré en un hospicio, volv-ería a tener un segundo con vos.

El parque era un lugar recóndito, tanto que había una tienda llama-da “Un rincón cerca del cielo”. El principito yacía sentado esperando su funeral. La ilusión porque ella le hablara se desvanecía lentamente. Él, sólo con ella podía hablar.

Ella le había recordado entre líneas aquella noche, aquellas sa-banas. Ellos sabían que nada los iba a separar. El principito llevaba mucho tiempo sin verla, la ausen-cia de ella peregrinaba junto a él.

Cerraba los ojos para no amarla, pero el principito se la imaginaba. Se acercaba al espejo pero no la veía. Cuando ella tocaba su rostro blanco que parecían hojas de pa-pel, él se sentía tan vivo como ella.

El principito le hacía escritos de noche para que ella los leyera al día siguiente. Le escribía rosales con textos sobre su cabello, sus ojos, sus labios, su mirada y su peca en forma de corazón. Le escribía po-emas para intentar enamorarla.

“La única posibilidad de descubrir los límites de los posible es aventu-rarse un poco más allá de ellos, ha-cia lo imposible.” Arthur C. Clarke

Mi intención al escribir este artícu-lo no es hacer una crítica (pues a mi parecer, a pesar de los erros “cientí-ficos”, esta película es perfecta) sino contar la experiencia que me mara-villo cuando la vi por primera vez.

Corría el año 2001, yo era apenas un niño de once años quien ya co-menzaba a interesarse en el cine como arte. Yo busca pasar de ser un espectador del cine animado a ser uno de cine real. Curiosamente, “2001” llego a mí mientras veía las caricaturas en canal cinco. Lo recu-erdo perfectamente. Un comercial de la primera función de Domin-go de Canal Cinco anunciaba con música, que parecía de “15 años”, a unos monos que brincaban fr-ente a un piedra de color negro.

Con muchas dudas en mi cabeza sobre la calidad de esta película, me atreví a apuntar el horario de trans-misión, el cual era a las 4 de la tarde, y me preparé para ver esta película.

Le pregunte a todo el mundo so-bre esta película, muchos me dije-ron que nunca habían escuchado de ella. Eso ocasionaba que mis dudas de que si era una buena idea verla crecía cada vez más. Hasta que le pregunté a mi her-mano, él me dijo que la vio en la prepa. Le pregunté que tal esta-ba y me dijo.- Pos esta rara, pero está chida. Todavía no entiendo por qué éstas palabras fueron mi motivante definitivo para verla.

Finalmente, llegó la hora de la transmisión. Me acomodé en el sofá de mi sala, tomé mis palo-mitas y encendí la tele. Ese fue el amanecer de mi amor hacia al cine.

Inició la película, la primera toma era de un planeta que poco a poco se iba iluminando con la luz del sol. Una música de fondo acompañaba a esta escena, la cual iba aumentan-do de volumen poco a poco. Final-mente el sol alumbra todo el plane-ta y se escucha el remate de aquella pieza musical. Aun recuerdo las lágrimas que brotaron de mis ojos por las emociones encontradas con aquella toma. Sin saberlo me en-contré hechizado por el enfoque kubricqueano de la ciencia ficción.

El amanecer del hombre vino de inmediato a mis ojos, el monolito espacial se postró ante mí y me despertó la curiosidad. El hom-bre primitivo descubrió una her-ramienta para defenderse y yo descubrí una para expresarme.

El hombre primitivo hace lanza-miento de la nueva herramienta que lleva a una elipsis de tiempo de millones de años. El momen-to más hermoso ocurre ahora, “El Danubio Azul” provoca que las “nuevas herramientas del hombre” bailen un vals estelar.

Después conocí a Hall-9000, aquel robot que parecía tener sentimiento humanos a tal grado que pudo ago-nizar y lamentarse de su inevitable muerte. Finalmente, aterrizamos en Jupiter, el cual se encontraba lle-no de estrellas y gamas de colores. Después de este viaje, fui testigo del nacimiento del hijo de la estrellas.

Cuando la película llegó a su fin, yo ya no era el mismo niño. A partir de ese momento, cuando necesito inspiración veo hacia el firmamento y miro fijamente al hijo de las estrellas bailando un vals estelar. El monolito que provoca curiosidad y sabiduría, por fin había llegado a mi vida.

La primera vez que baiLe un vaLs esteLar y que conocí aL niño de Las estreLLas

Él veía como sus textos lo am-arraban de pies y manos. Exas-perado besaba con mucho amor aquella imagen que tenía de ella. Fue tanto el ímpetu que en su primer y último beso hubo fuego y se extinguió de sus manos.

Ya no creía en el cielo. Quería morir por extinguir su único re-trato. Él nunca más miró al cielo y nunca observó que tanto amor por ella había provocado un choque de neutrones, los cuales provocó que sus corazones se combinen para formar una estrella que vi-viría en la eternidad del espacio.

El principito se había enamorado de ella. Sólo podía sentir de vez en cuando sus manos en su cara blan-ca. Cada mirada que ella le daba, le coqueteaba consiente e incon-scientemente. Y él se ilusionaba.

La estrella de su amor los ilumin-aba en aquel parque desde el cielo eterno. El principito era el poeta que ella buscaba. La ilusión murió cuando ella nunca le habló. Fue ahí donde él se dio cuenta de lo en-amorado que estaba por no tenerla.

enamorado de no tenerLa

Emmanuel VillanuevaLeandro Azcorra

DE LA PLUMA AL CARACTERsección editoriaL

reLación textuaL: Hacer el amor con las letrasaLicia en eL espejo: Música, letras y más pasiones

COLUMNA COLUMNA

Escuché como cada hue-so crujía, escuché como masticaba su carne, cor-rí, me escondí, la casa es

grande pero no puedo salir, debí correr en otra dirección, el está en la entrada, me está esperando, solo falto yo, éramos dos. Esto no pu-ede ser real tal vez es una pesadilla una maldita pesadilla, me arrastro por el piso hacia la planta alta, tra-to de no hacer ruido, hay mucho silencio, aquí hace dos horas había risas y juegos éramos dos amigos divirtiéndonos en una casa aban-donada, chistes de fantasmas y ma-las historias de terror. Se supone que son solo eso historias. Entro a una habitación y me escondo entre unas cajas, ya vomité dos veces y creo que lo haré de nuevo, tengo que esperar quedarme en silencio, sé que él, ella o eso está afuera y tal vez, si no me muevo, no venga por mi. ¡Maldita sea! quiero gritar,

quiero llorar pero sé que si hago un ruido, él me encontrará. Él o ella o eso, nunca olvidaré su rostro como me veía mientras le sacaba las en-trañas, nunca olvidaré sus gritos, oigo un ruido ¿tal vez sean ratas?, o tal vez sea él, o ella o eso. Debo moverme, no puedo respirar, es-toy temblando, me pego contra la pared, cierro los ojos trato de rezar. He olvidado todas mis oraciones, quiero vomitar, no puedo evitarlo, tengo que moverme, él me encon-trará, sigo escupiendo en el piso y alzo la mirada, esta allí. Lo veo de frente, él, ella o eso esta frente a mí en cuatro patas, respirando frené-ticamente, sus brazos son largos y llenos de sangre, sangre de alguien a quien yo quería, su rostro blanco con esa gran boca llena de dien-tes deformes y rotos, su escuálida espalda hace notar los huesos de sus hombros, parece estar desnu-do bañado en sangre sus ojos son

grandes y redondos sin pupilas, totalmente blancos, tiene el cabello malcortado, veo que tiene cicatri-ces aún abiertas en las mejillas y sangrando como si alguien hubiera tratado de matarlo, sin éxito, pu-edo ver sus costillas. No distingo si es hombre o mujer. Él, ella o eso mató a quien yo quería, lo abrió en dos lo desangró frente a mí y co-menzó a morderlo, como muerden los animales a sus presas disfrutan-

do cada pedazo, cada hueso hecho pedazos. Recuerdo como separó la quijada de su cabeza, solo así dejó de gritar. Ahora me está observan-do, como esperando a que trate de correr para ir por mí, sus piernas son largas, sus pies están llenos de tierra, él, ella o eso me va a matar, lo veo moverse para adelante y para atrás como los niños del hospital, lo veo tambalearse, maldita sea, estoy escondida frente a un espejo.

eL, eLLa o esoJavier Sosa

CUENTO

Tintero › coLAborAdoreS: emmANueL VILLANueVA, JAVIer SoSA. › coNtActo: [email protected]

3 ▶ Lunes 4 de Febrero de 2013Tintero

Dicen que hay dos tru-cos para olvidar. El primero es llegar a viejo, y el segun-

do es carecer de educación.

Allá va un muchacho caminando, en sus manos lleva un bocadillo de esos que se venden en las tienditas a 6 pesos, su bella envoltura, produc-to de un notable trabajo de diseña-dores, gente que sabe de semiótica, de psicología del color y demás cosas relativas a la mercadotecnia han creado ese dulce producto que es un instante de placer en el pala-dar. Y luego de ese instante, andan-do con toda la prisa por el centro histérico de la ciudad, tras un leve descuido avienta la bolsita ador-nada con un “anser anser” (nom-bre científico del animal) sobre la banqueta para hacerle compañía involuntaria a materiales de po-lioetileno y plásticos regados sobre el suelo. Y así se pone la cereza en el pastel, el festín de la basura que enferma a las calles de la ciudad y que repugna a unos cuantos que hasta se les agradece que depositen la basura inorgánica en el cesto de la orgánica. Se celebra la acción.

Un conocido italiano, Giancarlo; uruguayo por adopción y mexicano por asuntos del corazón me dijo que cuando él visitó Corea del Sur hace algunos años, no pudo encontrar un solo bote de basura en las calles de la ciudad en la que se encon-traba. La basura no podía terminar depositada en la calle. Verguenza monumental ensuciar el inmacula-do pavimento de esa urbe asiática.

Entonces aquí el tema debería centrarse en el auto concepto que tenemos como responsables de la contaminación, de trabajo in-necesario para quiénes hacen la limpieza de nuestras calles. De hecho, cínicamente he escucha-do a jóvenes “estudiantes” decir: “Para eso hay barrenderos, para eso se les paga con los impuestos”.

A mi me martilla la cabeza tener que hablar de las cosas que me

desagradan, la conciencia me ha dicho que estos problemas no pu-eden ser solucionados por una persona, que el impacto de lo que digamos es mínimo y bla bla bla…

Pero ni modo que me quedase sin hacer algo, si esto es lo que puedo hacer por mi planeta o ciudad es válido expresarlo. Sin pretender ser el manual del buen ciudadano recordemos algunas cosas que podemos hacer para tener un poco más de responsabi-lidad social, son cositas sencillas que pueden convertirse en buenas costumbres, y al cabo, heredarlas.

1. Obviamente no tires la basura en la calle.

2. Evita que tus mascotas hagan sus necesidades en la vía pública, recoge sus heces.

3. No deseches tus baterías alcalinas en la basura. Una pila tamaño AA puede contaminar más de mil litros de agua. Hay centros de depósito.

4. Cuida el agua. Cuando te bañes no dejes correr el agua, es un placer sentir el agua recorriendo nuestros cuerpos pero hay que ser consci-entes. Cuando te cepilles los dien-tes, utiliza un vaso de agua y no dejes correr el agua por el lavabo.

5. Adopta una planta para tu casa. Descubrirás la ma-gia de la madre naturaleza.

El fin de todo discurso respecto a la conciencia: “No hagas con alguien lo que no quisieras que te hagan a ti”.

Luego del baño de moral que se me ocurrió tratar -después de que ayer el dios Eolo estuvo a punto de llevarse a rastras un ticket de compra que se salió de mi billetera - pues no queda ya mucho qué comentar, al menos de mi parte solo un poquito más.

Y espero que al llegar a viejos no existan botes de basura en la ciudad de Mérida y lo que sí existan sean niños que nos recuerden “Abuelito, dame eso, en la casa lo reciclamos”.

tINtA A SecASPedro Hernández

Seminario de la inconsciencia

COLUMNA

Hay letras que comprenden al texto. Hoy, hay letras que no se compren-den como lo puede ser el fútbol.

Una simple letra puede cambiar el significado de una palabra, o bien cambiar el nombre a un objeto, cosa o humano. Lo anterior pasa en la vida común y también el fútbol.

No es lo mismo decir María que Marian, la letra “n”, cambia en to-tal forma a la persona. No imagino relacionar a ambas musas de la morgue de mi miocardio con el fút-bol, pero sí puedo hacer un sinóni-mo con ellas, el cual sería con el Atlante y Atlanta, en donde la vocal cambia de nombre e institución.

En el contexto futbolístico no pu-edo relacionarlas. En primera a María nunca le gustó que yo le vaya al Atlante, a Marian le daba igual el fútbol. Atlanta no coincide con ninguna. María le va a Boca y en lo personal soy hincha de Chaca.

Sería una blasfemia que algún día yo confunda dicha vocal. No estoy exento de aquello, pero con-fiaré en mí persona como cuando anduve con ellas, en donde nunca les cambié el nombre. Chacarita nunca me lo perdonaría, la hincha-da tampoco, y el día que me equi-voque dudo contar que me pasó.

El día que algún hincha en me-dio de la barra, en un partido contra Chaco For Ever, grite con fervor, ímpetu, exasperación, con el corazón en la mano bajo la in-fluencia del alcoholo alguna droga: “Vamoooo Chaco”, cambiando la “a”, por la “o”, no quiero imagi-nar que le podría pasar. Sólo que eso sí, creo podérselos contar.

No hay duda que el amor y el odio está dividido por una letra, la “Y”. La vida no tiene porte de er-rores, por eso revisé mi depósito de musas muertas, y con mofa les cambié una letra. En el fút-bol, no hay marco de traspié y para mí sólo existe Atlante, la vo-cal “a”, en dicha palabra no existe.

barra brava: Las pal-abras no tan violentas.

COLUMNA

Leandro Azcorra

ENTRE LA DISYUNTIVA DE LA LETRAEsta es mi confesión antes

de saltar al abismo antes de ser seis plumas bailan-do al compás del aire,

como un vaivén, como un vaivén.

Antes de desaparecer quería verte por última vez, sin abrir los ojos frente a frente, amar-rados por los labios, como olas en el mar, como olas en el mar.

Después de escuchar tu voz, an-tes que se vuelva fuego entre mis pupilas recordaré cuando ex-ploté la primera vez, como el amanecer, como el amanecer.

Sin contar hasta diez pidiendo nada, solamente un suspiro que llene mis pulmones para detener la lluvia de estrellas, como el ancla al barco, como el ancla al barco.

Te extrañaré las veces que sea necesario para no olvidarte, res-cataré el viento y la lluvia de nuestro último beso, como en un carrusel, como en un carrusel.

Mi viaje comienza, el tuyo ter-mina donde debimos caminar jun-tos, pero me muevo mejor, solo soy egoísta, como el fuego y la magia, como el fuego y la magia.

CenizaJavier Sosa

POESÍA

Sin temor alguno tomamos nues-tra postura de guerra. Nuestras

armas: una hoja en blanco y palabras.

Sin esperar un pete, nos en-amoramos de una dama y bus-camos el placer. En este caso, la delicia de escribir un texto.

Con botas hurgamos en los miseros mercados una inspi-ración más allá de lo comestible.

Sin buscar tanto, entre pare-des y correos te das cuenta de las ventajas de no buscar, que hay cosas que llegan solas.

Caminando entre una mesa obser-vamos, admiramos y nos sentimos dioses del Olimpo; teniéndolas más cerca del regazo que del corazón.

No tratamos de comprender nuestros textos, tampoco cam-biar al mundo, sino tan solo bus-car un tantito de gozo y dejar-nos sorprender de lo inexplicable como lo es el fútbol, la basura, la ceniza y este huequito de relleno.

Huequito de reLLenoRedacción de Tintero

4 ▶ Lunes 4 de Febrero de 2013 Tintero

aunque venGa un catacLismoREPORTAJE

Trío “Los nocturnales” que se encuentran en las noches enfrente del Palacio Municipal.

“Yo creo que si vi-niera un

cataclismo y destruyera

el mun-do entero, mientras exista un hombre y

una mujer, aún existiría el romanti-

cismo”

Don Carlos Gamboa

“Al buen oído de trovador se interpretan unas melodías alre-dedor de la Plaza Grande en la ciudad de Mérida. Son las 11 de la noche y algún joven desesper-ado por sorprender a su novia se angustia por que ya no se en-cuentran disponibles los trova-dores que hoy están escaseando en Mérida. Es un hipotético 13

de febrero y es el día más agi-tado para contratar los servicios de estos artistas urbanos. Siempre se pueden en-contrar en la Plaza Grande, pero misteriosamente hoy no están. Andan seguramente en compli-cidad de Cupido, enamorando a algunas jovencitas y flechando con sus guitarras a los febriles corazones juveniles”.

Este día, lamentablemente es nada más que uno de los 3 días en que más trabajo tienen los hombres de la trova yucateca junto con el 10 de mayo y el 12 de diciembre, día en que se celebra la festividad de la Virgen de Guadalupe. El problema no es la crisis

generalizada por la invasión de las culturas globalizadoras, tam-poco es un problema de amor.

Don Carlos Gamboa, músico del trío Nocturnales menciona que esto está relacio-nado con problemas de bolsillo. Y es que ante esta situación, el mismo se ha obligado a buscar la manera de ganarse la vida en tiempos difíciles. “A veces cha-peamos terrenos, hacemos tala-

Se le conoce a Cirilo Baqueiro Preve, mejor cono-cido como Chan Cil como al padre de la trova yucateca. A el se le reconoce como uno de los grandes compositores y que difundió mucho el género musical.

Otros de los grandes exponen-tes de la música de Trova Yucateca son los compositores:

Guty Cárdenas

Pastor Cervera

Ricardo Palmerín

Pedro Hernández

5 ▶ Lunes 4 de Febrero de 2013Tinterochas en las casas. Antes vivía-mos de esto completamente y yo creo que la situación no es buena. A veces nos vamos sin haber logrado tocar algo para alguien”. Cuando hay días bue-nos, quisieran que el día tuviera 48 horas para poder satisfacer la demanda de peti-ciones para tocar en convivios y fiestas. La trova es una parte completamente importante en la vida cultural y artística de Mérida. El Ayuntamiento por períodos estuvo promoviendo esta música, incentivando

HISTORIAS DE TROVADORES

actuaciones de estos artistas en diversos escenarios de la ciudad. Hoy en día se sienten algo olvidados. “Ojalá el Alcalde pud-iera saber nuestra situación para que nos dé chance de seguir tocando en eventos del municipio, ya que antes íbamos a los asilos de an-cianos y les alegrábamos las tardes”.

Una serenata se com-pone de 7 canciones aproxi-madamente: “tocamos una canción de entrada, las que nos soliciten y una despe-dida. Son 700 pesos.” Esto lo menciona el Sr. Pedro Ortiz,

integrante del trío Los Aluxes y que se encuentra general-mente situado enfrente del pasaje Pichetas. Y así son las cosas en este mundo de la trova, lleno de anécdotas, lleno de sen-timientos, pero sobretodo de amor por lo que se hace.

Este trabajo se hace vía empirismo, aprendiendo a tocar a oído, algunos con el tiempo aprenden a leer las partituras. Pero lo importante aquí es el sentimiento, es el arraigo y la tradición de ser romántico. Es el placer de to-car y de ser un eterno enamo-rado, es llevar por siempre, el alma de trovador.

“A veces chapea-mos terrenos,

hacemos talachas en las casas. An-tes vivíamos de esto completa-

mente y yo creo que la situación no es buena. A

veces nos vamos sin haber logrado

tocar algo para alguien”.

Museo de la Canción Yucateca

“Aquella triste historia donde una mujer, al nunca haber recibido serenata alguna de parte de un caballero, se regaló a sí misma una noche de trova” Don Carlos Gamboa.

“Eran 3 jóvenes amigos que esta-ban enamorados de una dama, en-tonces decidieron llevarle serenata a ver cual se gran-

jeaba el favor de la mujer. Uno de el-los, terminó con la fémina entre

su brazos ante la atónita mirada de

los otros dos mien-tras sonaban los acordes de “Tres

Palabras.”

EL MUSEO DE LA CANCIÓN YUCATECA

El museo de la Canción Yucateca, se encuentra ubicado en el Barrio de la Mejo-rada, en el centro histórico de la ciudad.

Fue fundado en el año de 1978, con la misión de de preservar, rescatar y promover la canción yucateca, como género musical y manifestación artística, emblemática de la cultura del pueblo yucateco.

Este museo que luce una arquitectura tradicional del centro histórico, elegante y de estilo e influencia Porfiriana fue fundado por iniciativa de la Sra. Rosario Cáceres Baqueiro, nieta del padre de la Trova Yu-cateca: Cirilo Baqueiro Preve “Chan Cil”.

Este museo, cuenta entre sus in-stalaciones con diversas salas, que llevan los nombres de grandes representantes te la música yucateca y entre los que destaca el célebre compositor y músico: Armando Manzanero.

El museo es financiado por el Gobi-erno del Estado de Yucatán, por una aso-ciación civil y además se sostiene por la taquilla, ya que en este lugar se efectúan veladas especiales donde se promueve a loa música local y en el que se sigue di-fundiendo parte importante de la cultura y arte del que los yucatecos son excelentes conservadores y cuidadores de ella.

REPORTAJE

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