Tiempos Kirchneristas. Ensayos sobre lo Politico

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Tiempos Kirchneristas Ensayos sobre lo Político Diego Burd

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Conjunto de Ensayos sobre el Kirchnerismo.

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Tiempos Kirchneristas

Ensayos sobre lo Político Diego Burd

Palabras Preliminares

La posibilidad de generar mecanismos de participación en la discusión pública, los

espacios de expresión aumentó, redes sociales, blogs, revistas virtuales, permiten dar

cuenta de la democratización de la palabra, y por supuesto, quienes asumen la

posibilidad de poner en las grietas del “consenso neoliberal” la posibilidad del disenso.

Ampliaciones de los espacios del ágora ciudadano, retorno de la voz de los excluidos,

disputas en torno a lo político, al presente, con sus proyecciones hacia el pasado y el

futuro, y las preguntas constituyentes de nuevas respuestas, todo contribuyendo a la

construcción de una nueva arquitectura discursiva para definir los tiempos que vivimos,

tomando la idea de Nicolás Casullo, un proceso de re-interpretación sobre este nuevo

“estar en el mundo” de carácter colectivo, a nivel nacional como regional.

Este conjunto de pequeños ensayos, son eso, pequeñas prácticas de generar preguntas

para buscar posibles soluciones, no construcciones definitivas, intervenciones en el

presente, desde un conjunto de tradiciones, que interpelan el presente desde ópticas que

aproximen de manera titubeante sobre lo que nos propone estos tiempos kirchneristas.

Sobre mi corren las tradiciones que vienen desde John William Cooke, Gramsci, la

pregunta sobre la posibilidad del transito a sociedades post-capitalistas dentro de los

marcos institucionales que cristalizan la dominación burguesa y oligárquica en nuestro

continente planteada por el presidente Allende, así como lecturas de las nuevas

tradiciones nacientes entre fines del siglo XX y principios del actual: el chavismo, y

para el caso Argentino, el kirchnerismo, hecho maldito del país neoliberal,

parafraseando a J.W. Cooke, quien asomo para generar rupturas en el status quo nacido

bajo la sangrienta dictadura cívico militar de 1976, y profundizado con el proceso

menemista.

La totalidad de los textos han sido publicados en mi blog, pero lo he reunido en ejes

temáticos, la derecha post-octubre y sus intentos de reorganización a nivel opositor, con

sus manifestaciones en la esfera de la sociedad civil, las relaciones entre el sindicalismo

y el movimiento nacional, popular y democrático, la disputa en torno a la palabra, y las

posibilidades abiertas sobre el futuro.

Son escritos de circunstancias, otros como dije anteriormente, ensayos sobre

preguntas que rondan en mi cabeza, pero son parte de discusión y debate.

En ellos están las marcas de las personas con quienes intento debatir, quienes también

generan nuevas preguntas en las discusiones, y que obligan al intento de respuesta a las

preguntas… pero principalmente están los compañeros que conforman ese colectivo

interesante que conocí en la esfera del ciberespacio, con quienes debatimos, discutimos,

pero sobre todo construimos un espacio de igualdad increíble: Los miembros de la

revista Aktívate, a las personas que hacen las voces del muro, gente que son parte de

esta gran militancia, luchando por un país mejor, a ellos gracias por estar construyendo

estos momentos dignos de ser vividos.

Las opiniones como siempre, corren por mi parte… y también mis errores,

confortantes de este hermoso proyecto colectivo llamado kirchnerismo.

Les dejo el mail por si quieren contactarse, [email protected], y un saludo

militante… lucha para que el Nunca Menos siga siendo nuestra gran base para seguir

armando esta hermosa patria.

Las derechas en los tiempos post-2011

Lo No Dicho. Espacios de articulación de la ideología en el Macrismo

El entramado ideológico del macrismo tiene que ser visto desde la política de acción de

gobierno, que su enunciación discursiva, que se basa sobre niveles básicos y rondando

mas el llanto de un niño malcriado, que el sentido común, excepto que tomemos las

voces detrás, que se articulan como los intelectuales orgánicos desde las columnas del

diario La Nación y Clarín, podemos decir que la ideología del macrismo se mueve en el

espacio de lo “no dicho”.

El conjunto político que hoy se encolumna detrás del proyecto político del actual

mandatario de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se convierte en conjunto

heterogéneo de tradiciones de derechas, desde grupos conservadores hasta pensadores

neoliberales, unificados en una serie de puntos en común: el anti-kirchnerismo, una

recuperación de la relación de subordinación de lo político a la lógica del mercado, una

visión de una sociedad in-movilizada, aunque el principal punto de unificación es su

posición frente al kirchnerismo, ya que si empezamos a hilar mas fino, encontraremos

diferencias respecto al rol de estado, la posición frente a los países latinoamericanos,

esto nos lleva pensar la complejidad estructurante de la derecha argentina, aunque

vemos que este marco opositor esta hegemonizado por el Macrismo, que actúa también

como norte de varios aliados potenciales en los marcos provinciales.

Como expresión el macrismo se configura como espacio de reformulación de ciertas

prácticas que se dieron en los años ’90 en ciertos ámbitos provinciales en el marco de

re-estructuración del Estado Neoliberal, el cambio de la idea del paradigma de la

presencia de lo Estatal, ha generado ciertas modificaciones en su repensar el

pensamiento neoliberal, ya el mecanismo no se articula en una privatización, sino en un

proceso de transferencias de los fondos públicos hacia el sector privado, por ejemplo,

durante los ’90, el sistema de salud en varias provincias siguió estando en manos

estatales, ahora bien, al desfinanciarlos, genero un espacio de construcción de un

espacio de salud privada, cuyos beneficios eran principalmente por las derivaciones por

parte de personas provenientes de los hospitales públicos, obteniendo altas tasas de

ganancias a través de los pagos de las Obras Sociales, desfinanciando a las obras

publicas, y desarticulando el sistema publico de la salud.

En el macrismo esto lo podemos observar, en como envía los recursos hacia la

educación privada, la destrucción de la salud publica, su accionar respecto al sistema de

transporte, surge de una concepción de un estado que no debe entrometerse en la lógica

de la “mano visible” del mercado, que actuaría, dentro del nuevo paradigma de la

derecha, como un competidor hacia dentro, otros empresarios, aunque la lógica de

concentración lo desmintiera y hacia fuera con el Estado, pensándose a este ultimo

como una empresa mas.

Además, como ejemplo del ultimo conflicto con quienes son habitantes de la villa 31,

el macrismo apuesta a una lógica de mantenimiento de una sociedad in-móvil en lo

social, el no cumplir con el acuerdo del envió de dos micros para transportar a los

chicos a la escuela, plantea una serie de lecturas sobre la negación de acceso a bienes

sociales centrales de la idea de democracia liberal, inclusive, mas si la pensamos desde

el paradigma de la democracia social, la igualdad al acceso a la educación publica, con

fines de generar marcos de mayor igualdad social entre los miembros de una sociedad,

desfinanciar el complejo publico, es la negación del acceso de espacios de igualdad

social ascendente a los sectores mas humildes de nuestra nación.

Esto se transforma en un proceso diferenciador con las políticas macros de la gestión

Kirchnerista, la política del macrismo, también es de no-neutralidad frente al conflicto

social, se posiciona como un marco de un orden conservador de la sociedad, excluyente,

articulada en una nueva redefinición de un modelo agro-exportador sojero.

Mientras se construyen los marcos de alianzas a nivel provincial, para construir un

entramado complejo de sectores que apuesten a una vuelta atrás, en la ciudad de Buenos

Aires, se produce la experiencia ideológica y de gestión de una derecha, preparándose a

intentar convertirse en baluarte de los intereses de la derecha argentina.

Las Derechas en su laberinto

Los sectores representantes del establismenth están asistiendo a su hora mas

complicada desde el intento destituyente del 2008, donde se estableció la base de

alianza entre sectores políticos de las derechas nacionales, y las corporaciones

mediáticas y agropecuarias, una serie de triunfo parciales, desde el voto no positivo del

ex vicepresidente Cobos para dejar sin efecto el proyecto de retenciones móviles, la

victoria electoral en las intermedias del 2009, y la reelección del PRO en la Ciudad

Autónoma de Buenos Aires, pensaron que podían establecer un mapa político post-

kirchnerista.

El 2008 también implico un cambio central en el gobierno nacional, quien en vez de

establecer una tregua con las corporaciones, decidió apretar el acelerador tomando un

conjunto de medidas políticas que buscaron profundizar el camino iniciado en el 2003,

desde la ley de Medios Audiovisuales, Matrimonio Igualitario, Asignación Universal

por Hijo, Nacionalización de YPF, entre otras medidas.

La antinomia kirchnerismo anti-kirchnerismo, sirvió para reflejar nudos de tensiones

irresueltas durante mas de 30 años de recuperación democrática, antinomia síntesis que

corrió el horizonte de discusión política en la Argentina, entre proyectos de

construcción nacional, síntesis de la lucha de clases que atraviesa toda sociedad

capitalista, donde la disputa por el rol del Estado, es reflejo de los cambios de

paradigmas que las sociedades latinoamericanas comienzan a sentir como parte de un

nuevo sentido común, el cual estaría compuesto por: una mayor presencia de lo Estatal,

como regulador de lo económico, una autonomía de lo político sobre la esfera

económica, caminos que afectan los intereses de los grupos concentrados nacionales y

extranjeros.

Estos últimos, durante el periodo 2008 en adelante, han intentado reconstruir un

espacio de derechas de construcción de un nuevo orden conservador cuyos elementos

ideológicos están basados en un amplio desprecio a los sectores populares, a quienes

considera invasores e intrusos del espacio político, la idea de la construcción de un

orden republicano sustentado en una institucionalidad que no cuestione los espacios no

democráticos generadores del conflicto social distributivo en las sociedades capitalistas,

y que tratan de trasladar las lógicas de resoluciones políticas desiguales que se dan los

espacios no democráticos a la esfera política común, todo esto sustentado en el discurso

de la eficacia de la lógica empresarial sobre el espacio común, es decir, reconstruir la

idea de un consenso, donde se establecen acuerdos entre “iguales” en sociedades, donde

el acceso al poder es desigual.

Una noción de lo político, referido solo al espacio de los marcos institucionales sin

poner en tensión las otras esferas que conforman la totalidad de la sociedad, una

negación del conflicto como constitutivo de sociedades donde las desigualdades no

nacen en la esfera de las instituciones estatales sino en las esferas corporativas no

democráticas. El Macrismo, es uno de los representantes de este marco ideológico del

intento de construcción de un nuevo orden conservador en la Republica Argentina, una

sociedad construida sobre las premisas ideológicas de la republica real de los poderosos

frente a la republica posible en construcción de inclusión política, social y económica.

Como expresión conservadora, el macrismo se presenta como espacio de

reformulación de ciertas prácticas políticas de los años ’90 en ciertos ámbitos

provinciales en el marco de re-estructuración del Estado Neoliberal, el cambio de la idea

del paradigma de la presencia de lo Estatal, ha generado ciertas modificaciones en su

repensar el pensamiento neoliberal, basado en un proceso de transferencias de los

fondos públicos hacia el sector privado, vía la desfinanciación del espacio institucional

publico, favoreciendo al espacio privado, la misma idea es continuadora de una

concepción de un estado que no debe entrometerse en la lógica de la “mano visible” del

mercado, que actuaría, dentro del nuevo paradigma de la derecha, como un competidor

hacia dentro, otros empresarios, aunque la lógica de concentración lo desmintiera y

hacia fuera con el Estado, pensándose a este ultimo como una empresa mas.

La inoperancia de convertirse en opositor de talla a nivel nacional, incapaz de

traspasar los limites de la General Paz, hace que los grupos concentrados empiecen a

mirar hacia nuevos horizontes para construir un candidato que represente el entramado

de derechas para el 2015, frente a la posición de alejamiento de los partidos políticos

opositores de la agenda mediática, la caída en la picada judicial del Jefe de Gobierno de

CABA, la imposibilidad de reconstruir un espacio desde la derecha peronista,

representada por el Peronismo Federal, los grupos concentrados empiezan a mirar hacia

ex funcionarios kirchneristas, y gobernadores del FPV, como si la respuesta de la

antinomia presentada anteriormente, solo pudiera resolverse desde adentro del

kirchnerismo, menos conflictivo, mas racional… las derechas buscan respuestas a la

incapacidad de organizarse autónomamente, aunque falten casi tres años y medio para

las presidenciales, los nombres empiezan a instalarse en este laberinto del que no

pueden salir.

¿Por quien suenan las cacerolas? El ideal democrático del cacerolero

El uso de las palabras, el diccionario que pasa buscando nuevos significados, cambios

de épocas implican cambios de paradigmas para observar la sociedad, el debate sobre la

construcción de un nuevo consenso de la sociedad es parte de la batalla cultural.

Muchos de los analistas del pensamiento neoliberal que recorren las columnas de los

diarios hegemónicos, acusan al gobierno nacional de pensar lo político en clave de

conflicto, una construcción de un nosotros y otros enfrentados en una guerra

permanente.

Frente a esa clave de lectura, los sectores neoliberales plantean una noción de política

consensual, mantenida en la construcción de espacios de consensos entre sujetos

racionales que se enfrentan argumentativamente en la arena política.

De esta manera, la clave discursiva de los medios concentrados es colocar un grado de

irracionalidad de los sujetos en la practica política kirchnerista, de ese postulado central

estructurante del discurso opositor nace la clave para interpretar el conjunto de términos

que utilizan para caracterizar el accionar el gobierno.

Esto también es parte de construcción subjetiva de un nosotros, racional, democrática,

que comprende las reglas del accionar político, de ocupación racional del espacio

público, el hecho kirchnerista, la recuperación del sujeto popular, es visto en clave como

disrupción de la racionalidad abierta con la llegada de la democracia, sin dar cuenta que

la entrada del sujeto movilizante kirchnerista da cuenta del conflicto pero no en clave de

lo político sino en clave de lo social, la irrupción nuevamente de los sectores populares

es la irrupción de la pregunta sobre la distribución de la riqueza, de la igualdad social.

Si bien el kirchnerismo, no se presenta como ruptura del orden capitalista, produce una

re-ubicación del horizonte de expectativas del accionar político, abre un conjunto

interrogativo sobre los posibles de lo político.

Dentro de este contexto las claves de lecturas que nos ofrecen los intelectuales

orgánicos de las clases dominantes sobre la política deben ser entendidas en su forma

conservadora, tanto del orden económico como del social.

Por lo cual su apelación republicana y su ubicación dentro del espacio auto-construido

como democrático, es un intento de ubicar a los sectores populares en un espacio

montado por un gobierno no democrático, con caracteres “autoritarios” “fascistas”,

sujeto populares son sujetos de manipulación, retomando imágenes de masas amorfas,

sin capacidad de construcción de un pensamiento autónomo.

Manejado por los medios concentrados, este discurso, ha logrado consolidarse en la

comunidad de lectores que consumen los grandes medios, ellos levantando las cacerolas

se convierten en guardianes de la moralidad republicana y democrática, que sienten

amenazadas por las “hordas” del pueblo.

Detrás de las cacerolas de los barrios más paquetes de la ciudad capital de nuestro país

esta presente la idea de una democracia excluyente, casi una lectura decimonónica

basada en un ideal republicano donde el poder era ejercido por las clases dominantes,

mientras los sectores populares lentamente se convertían en sujetos de ejercicio de

derechos políticos y civiles.

La noción de cierto periodismo, como guardián de las instituciones, refleja la visión de

clase de pensar a las mismas, como la fuente donde los humildes ponen sus pies para

refrescar ese largo andar desde la periferia, no solo industrial, sino social, ocupando un

lugar que no les corresponde por origen.

Las cacerolas vestidas de democracia conservadora son eco de esa clave de lectura de

la sociedad, impuesta por los intelectuales orgánicos de las clases dominantes.

Lectura de una igualdad, donde los que mas tienen el derecho a levantarse contra

medidas impositivas votadas por las instituciones democráticas, por considerase

desiguales, en una noción vinculada a pensarse como clase, nación, por afuera de las

instituciones, ya que son mecanismos de carácter temporal que pueden ser dejadas de

lado.

Las cacerolas gritan, golpean por un ideal republicano anti-popular, anti-democrático,

pensando en el teorema borgeano de la democracia como un abuso de la estadística,

porque no importa la legitimidad del voto popular, sino, como diría un ex candidato a

presidente, en la calidad del votante.

Mientras golpean las cacerolas, se convierte en metáfora del ideal destituyente a-

político, de esa derecha que sueña con volver al poder, si es posible eludiendo las urnas.

Cacerolas y la idea de Republica Conservadora

Las cacerolas no representan un sector homogéneo, si bien podemos decir que su

núcleo duro proveniente de los sectores medios altos y altos urbanos, interrogarse sobre

esos sectores es interrogarse sobre los posibles lineamientos ideológicos que sustentan

su propuesta.

Podemos observar que luego de la derrota y mala perfomance de los partidos políticos,

vinculados al espectro político de las derechas, son sectores que intentan canalizar su

proyecto político sobre un posible candidato, por ahora el que aparece como central es

el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, quien

ideológicamente puede generar algunos espacios de acercamiento hacia el descontento

social de los sectores mas favorecidos de la sociedad: una política de apertura

económica, de relaciones de subordinación con los Estados Unidos, una política

restrictiva con la inmigración, la configuración de un Estado Mínimo.

Los caceroleros pretenden configurar un “yo” que supere su ámbito de clase para

hablar en nombre de un “nosotros” colectivo, es decir, intentan configurar sus intereses

particulares como intereses colectivos, aunque, como mostraron las imágenes del

programa 6-7-8, rápidamente trasfiguran lo político como excluyente de los sectores

populares, negando accionar autónomo respecto al Estado, es decir, ese “yo” particular

se muestra como movilizado como autónomo de los poderes políticos y facticos,

mientras que los sectores subalternos son entes movilizados, no por intereses propios

sino por una serie de beneficios, que son garantizados por la Constitución, negando que

la política de restitución de derechos sociales ha generado una recuperación de las

practicas de los derechos políticos y civiles.

En su forma discursiva se plantea una especie de “educar al soberano” propio de la

ideología conservadora, ya que conocen que existe la posibilidad de la existencia de

Republica con derechos democráticos recortados.

Su búsqueda se plantea en torno a una recuperación de un Orden Conservador para el

siglo XXI, es recuperar la forma prescriptiva de Alberdi sobre los mecanismos

institucionales que hagan funcionar las instituciones republicanas, es decir, la

reconstrucción de un proyecto político que incorpore a la Argentina dentro del orden

internacional, como diría Botana, un programa que “constituye un conjunto de metas al

que debe dar alcance una nación abierta al futuro” (BOTANA, 1985:45), pero para

lograr esas metas es necesario el transplante cultural de manera deliberada, ya que la

cultura nacional se constituye un impedimento para el cambio y la innovación, esta

modificación cultural solo debe producirse con una fuerte inyección, para que los

habitantes de la nación sean portadores de estos nuevos valores.

Para lograr estos cambios es necesario pensarlos desde el régimen político, como

afirma este autor, “la figura del legislador va delineando una concepción acerca de la

organización y distribución del poder, del modo de elección de los gobernantes y de las

garantías otorgadas a los gobernados que procura conciliar los valores igualitarios de

una republica abierta para todos, con los valores jerárquicos de una república

restrictiva, circunscripta para pocos. La piedra de toque de esta formula tiene un

sencillo diseño: funda una capacidad de decisión dominante en el poder político

central; otorga el ejercicio de un gobierno a una minoría privilegiada; limita la

participación política del resto de la población; y asegura a todos los habitantes, sin

distinción de nacionalidad, el máximo de garantías en orden a su actividad civil”.

(BOTANA: 1985; 46. El resaltado en el original)

Si bien el análisis de Natalio Botana esta pensada para el periodo 1880-1916, en el

análisis sobre los valores conservadores de las clases dominantes sobre los que se baso

la construcción republicana en nuestro país, los encontramos funcionando tanto a nivel

ideológico como discursivo en los grupos de los caceroleros.

La idea de una democracia directa, en su discurso, no tomo el carácter de no

mediación entre representación, ciudadanía e instituciones, sino como configurarse

como sujeto legislador, es decir, estas minorías, se convierten en acérrimos críticos de

las relaciones de representación política, ya que presienten que la lógica de las

estadísticas, según el aforismo borgeano, se constituye como un creador de desorden

societal, por lo cual, detrás del reclamo de democracia directa, en boca de estos sectores,

es la configuración de Locke de romper el pacto social fundante y un retorno a los

sujetos políticos del poder de construir uno nuevo, de esta manera, se retoma la idea de

ciudadano-legislador, quien puede reformular el entramado institucional desde una

posición de minorías privilegiadas, que buscan limitar la participación política de las

mayorías, ya que consideran a estas ultimas, como un sujeto intrusivo en la arena

política.

Esta posición política conservadora, implica reconstruir la idea anti-democrática, ya

que produce la negación a la mayoría de la defensa de un conjunto de derechos

políticos, sociales y civiles, que constituyen un nosotros colectivo que da cuenta de la

diversidad constitutiva de las sociedades, aunque detrás de su reclamo si se presenta la

idea, vinculada a la institucionalidad conservadora, de una democracia como un

conjunto de reglas y procedimientos, que no se transforme en proceso que se derrame

sobre el conjunto de la sociedad, que la penetre, porque superar la visión formal de la

democracia, implica la negación del cuestionar y pensar el régimen democrático, como

un conjunto de instituciones y poderes en pugna.

Si bien, volvemos a decir, son un conjunto minoritario, y recortado geográficamente a

ciertas clases urbanas de la principal ciudad del país, las cacerolas nos tienen que

obligar a pensar y poner en debate un conjunto de categorías para re-pensar el proyecto

político, el modelo societal, ya sabemos que frente nuestro esta la opción conservadora

latente de las minorías argentinas.

BOTANA, Natalio El Orden Conservador, Hyspamerica, Buenos Aires, 1985

La noción de democracia en disputa

La batalla cultural implica un proceso por el cual, los marcos conceptuales que

utilizamos para interpretar el mundo social sean puestos en tensión, y adquieran en

algunos casos ciertas re-significaciones.

Así mismo, es necesario pensar cuales son los significantes de ciertos términos usados

por quienes desde los ámbitos de opinión intentan configurar marcos de imposición de

los mismos, como herramientas discursivas de quienes conforman las comunidades de

recepción del mismo. La batalla cultural es la batalla por el diccionario.

En los últimos días, en el marco de la protesta de los sectores urbanos vinculados a los

grupos con un alto poder adquisitivo se ha escuchado que el gobierno actual es una

dictadura, un forma extraña de fascismo regional, por lo cual, apropiados estos

conceptos, quienes emiten el discurso apropiado se sienten identificados como sujetos

democráticos que se sienten en la obligación de defender los marcos institucionales

republicanos, si bien en los grupos de protesta encontramos núcleos duros de una

derecha anti-democrático, ciertos sectores se sienten identificados con esa propuesta

liberal, emitida desde las columnas de los medios hegemónicos, de la posibilidad de

“rebelión”, de un carácter devenido de la doctrina de Locke, ante el incumplimiento del

pacto social, aunque en vez de recuperarlo en clave de una vuelta a la sociedad civil pre-

estatal, lo aggiornan con la idea de una vuelta al Estado de Naturaleza hobbesiano,

donde la disolución del pacto fundador implica un retorno a la anarquía pre-estatal.

Denominarse en ese conjunto heterogéneo de reclamos, quienes sacan las cacerolas, se

construyen en un “nosotros” excluyente incapaz de interpelar un proceso que dialogice

con ese “otro”, ese “nosotros” re-construido se siente coparticipe del enunciado emitido

por el periodista de TN, Adrián Ventura, cuando hablando a las cámaras al recibir su

premio, dice que la función del periodismo es una especie de cuarto poder, destinado a

ser custodio de los valores institucionales de la republica, que sumado a la imagen de

fiscal, se arrogan un conjunto de responsabilidades que corresponden al funcionamiento

institucional de los poderes reconocidos por la Constitución, es decir, se presentan ante

la sociedad como guardianes de la Republica y de la Nación.

Igualmente, desde las columnas de los diarios, periodistas de opinión y académicos,

que analizan al gobierno, lo caracterizan como un régimen político deviniendo en un

proceso “autoritario”, afirmando que la puesta en tensión de los “relatos” que

conforman los imaginarios sobre los cuales se identifican los miembros de una sociedad

son intentados en convertirse en una “épica mitológica” en busca de creación de héroes

para que re-legitimen ideológicamente al gobierno nacional, los académicos que se

convierten en las voces legitimadas por su ubicación en la academia, juegan con

conceptos que en ese espacio los relativizarían o directamente no los enunciarían, por

ejemplo el uso del concepto Fascismo para caracterizar a un régimen democrático.

Momentos antes de la agresión a los periodistas de canal 7, muchos de las voces

repetían ese conjunto de palabras, gestos y lógicas impuestos desde esos medios.

¿De que hablamos cuando pronunciamos democracia? La palabra democracia, si bien

proviene del griego para denominar el régimen político donde el gobierno se encuentra

en manos del pueblo, y cuyo ejercicio se realizaba en el ágora, un espacio que

idealmente los ciudadanos debatían, se apropiaban de una manera igual de la palabra y

del ejercicio del gobierno en común.

Como afirma Jorge Saborido: “En el mundo clásico griego, la palabra democracia se empleó para designar una forma de gobierno en

el que el poder residía en todos los ciudadanos de la comunidad. Desde una visión cuantitativa de la

soberanía, en oposición a la soberanía de un solo hombre (la monarquía, y a la de unos pocos (la

aristocracia), la democracia implicaba la soberanía de todos los miembros de la comunidad.”1

Este régimen primario se caracterizaba por ser participativo, así mismo, realizaba

referencias a dos principios que van a organizar la idea de la democracia en su devenir

en el tiempo: a) la soberanía del pueblo y b) la noción de igualdad.

El proceso comenzado de reapropiación de la palabra democracia en la lucha

ideológica contra el antiguo régimen, va configurando la idea de la construcción de una

democracia conteniente a su realización con el Estado liberal, que actúa como garante

de una serie de derechos políticos y civiles.

Durante mediados del siglo XIX y mediados del siglo XX, se produce una ampliación

del ejercicio de los derechos políticos a un conjunto de mas amplio de ciudadanos,

contra los criterios previos del ejercicio de poder basado en el poder de la renta, poseer

un determinado nivel educativo, o ser varón.

Los gobiernos populistas de América Latina, del mismo periodo, ponen en tensión la

idea cuantitativa, al incorporar como parte central de sus programas de gobierno la

incorporación de los derechos sociales, que beneficiaban a las clases subalternas, desde

esa mirada cualitativa, la democracia comienza a pensarse no solo como el ejercicio de

derechos políticos y civiles, sino que para un ejercicio igualitario de los mismos, los

sujetos intervinientes debían poseer y ejercer un conjunto de derechos sociales, es decir,

1 SABORIDO; Jorge, Sociedad, Estado, Nación: una aproximación conceptual, EUDEBA, Buenos Aires, 2006, p.88

pone el énfasis de la necesidad de construir un espacio igualitario social previo para el

ejercicio igualitario de lo político y civil.

Las tensiones que pusieron sobre el ágora es la naturaleza de desigualdad entre los

participantes democráticos, poniendo a la vista, el conflicto entre el interés común y los

intereses de las clases dominantes locales.

El proceso de neoliberalismo que recorrió nuestro país, puso en tensión la noción de

una democracia cualitativa, volviendo a colocar el velo sobre ese conflicto constitutivo

de intereses, la noción de democracia no solo como un ejercicio de formalidades sino

también de una serie de derechos sociales fue rápidamente dejada de lado, lo formal

permitía que se mantuviera una institucionalidad mientras se desgarraba el tejido social,

con una magnifica re-distribución regresiva de la riqueza hacia las clases dominantes.

El actual gobierno, estamos pensando el periodo 2003-2011, vuelve a poner

nuevamente la noción de democracia cualitativa, unificando el conjunto de reglas

institucionales con el desarrollo de una política de ejercicio de derechos sociales,

políticos y civiles, que generaron una noción de ciudadanía ampliada, una idea de

democracia de autonomía de lo político respecto al conjunto de intereses económicos,

redefiniendo nuevamente la relación entre participación en lo político y el espacio de

igualdad en el ágora, frente a este proceso de ciudadanía ampliada se levantan las voces

de los sectores anti-kirchneristas, que sienten lo plebeyo irrumpiendo en lo institucional

como un ataque a los privilegios de clase.

Quienes con sus cacerolas, sus tractores no defienden la institución de la democracia,

sino un conjunto de derechos civiles, principalmente, el derecho a la propiedad,

vinculado a un derecho de libertades, que se asumen como destituyentes, es decir, frente

a un gobierno elegido por el 54 % de la población, que le saca mas de 20 puntos al

segundo, es decir, un gobierno con un alto grado de legitimidad, ellos levantan la

bandera de la posibilidad de reconstruir la Republica pre-1912, una democracia cerrada

a ciertas minorías nacionales, la del privilegio, de la desigualdad… si eso no alcanza…

se encontraran otros mecanismo, total siempre que hubo democracias restringidas los

beneficiarios fueron los mismos.

Cacerolas en busca del Orden Conservador “ “ellos” son el país; nosotros somos lo que sobra, el residuo, la chusma marginal, no sana” J.W. Cooke

Nuevamente sonaron las cacerolas, nuevamente un reclamo heterogéneo, esas voces

que reclaman como portadores del valor “republicano”, pero no del valor democrático,

las voces que desde su punto de vista clasista, encuentran en este ultimo valor, un ideal

igualitario que no los interpela, detrás resuenan las palabras de la Republica

Conservadora, un ideal que recorre gran parte de la tradición política de los sectores

identificados con el pensamiento de derecha.

La irrupción de los movimientos populares en 1916 con la llegada del Yrigoyenismo,

la llegada al poder en 1946 del peronismo, produciendo una ampliación de derechos

políticos, civiles y sociales, han sido interpretados por las clases dominantes nacionales

como la llegada de la chusma al poder, un sujeto incapaz de un ejercicio autónomo de la

practica política, sino actuantes a través de la capacidad del Estado de generar

mecanismos de distribución de bienes hacia los sectores subalternos de la sociedad, no

como reparación histórica sino como un proceso que permitiera generar, lo que se

denomino, redes clientelares.

Esta visión conservadora y clasista de la sociedad, convierte a las clases subalternas en

sujetos sin capacidad de decisión autónoma, el cual debe ser educado para ser un

participe racional de la arena política liberal, hasta que esto ocurra, es decir la

dominación de las pasiones populares, se ha de retomar el valor de la “Republica Real”

frente a la “Republica Posible”, tomando la metáfora alberdiana que Natalio Botana

despliega en su clásico El orden Conservador .

El golpe de 1930, la década infame, la proscripción del peronismo, las dictaduras de

1966 y 1976, pretenden rearticular un re-ordenamiento de la sociedad, en un intento de

volver a un estado de cosas pre-1912, generando una alianza entre clases dominante,

sectores de la clases medias altas urbanas y ejercito, como guardianes morales de la

noción de Patria, Republica, mas no así de la noción de democracia, la cual puede ser

un comodín móvil, y como hemos señalado, retirado del uso del vocabulario del

lenguaje y la practica política en caso de encontrarse frente a los intereses políticos y

económicos que las oligarquías nacionales defienden a capa y espada… muchas veces

prefiriendo la espada sobre la capa.

Mientras tanto, los intelectuales orgánicos de las clases dominantes utilizan las

columnas de los medios para generar un discurso donde se presentan como la voz

defensiva de un conjunto de valores institucionales, que ellos históricamente han

despreciado.

Las clases altas y medias altas urbanas, en este caso muy cerrado por este momento al

espacio de ciertos lugares de la Ciudad de Buenos Aires, se han configurado en un

“nosotros”, con una ideología oscilante entre grupos netamente destituyentes y

defensores de la aplicación de políticas neoliberales, asumiéndose como un nuevo “yo

nacional” que se enfrentan a una “dictadura”.

Entre ellas, desconocen el valor de la democracia, aquí pensándola solamente como un

mecanismo formal de régimen especifico, ya que sienten que ella solo es una

manipulación donde los sectores subalternos de la sociedad son utilizados, comprados,

arriados como ganado a las manifestaciones de apoyo al gobierno nacional.

Ayer, en medio del cacerolazo, en las redes sociales: leí nos movilizamos sin que nadie

nos pague, no vamos por chori, la coca, es la primera vez que veo una manifestación sin

colectivos que trae gente.

Todos estos ejemplos, demuestran un claro desprecio clasista hacia los sectores

subalternos, es la negación de su capacidad de construcción autónoma de un proyecto

político, una incapacidad de que el apoyo de los sectores subalternos es el resultado de

la aplicación de una política de recuperaciones de derechos y dignidades, que la política

de no neutralidad del gobierno configuro una subjetividad nueva, que permitió una re-

apropiación del proyecto político. El kirchnerismo, volvió a poner en tensión el

conflicto social determinante de una sociedad desigual, volvió poner en centro de la

escena política la relación Estado como regulador y promotor de políticas nacionales

para la reducción de las desigualdades económicas, sociales y simbólicas.

El orden conservador defendido por los sujetos sociales que golpean las cacerolas, va

mas allá del mero reclamo sobre las formas comunicativas del gobierno, sobre una

noción de justicia, sino es un reclamo que pretende construir una sociedad donde ese

“nosotros” identificados con la patria y la republica se convierta en baluarte de la

defensa contra un “otro” intrusivo, sin posibilidad de participación política, ese núcleo

de cacerolas no defienden la democracia, defienden la idea de una Republica

Conservadora, con una democracia restringida, un núcleo duro, que si bien se presenta,

como defensores de libertades, en su accionar se presentan como defensores de

libertades de pocos, frente a las libertades de muchos, ese núcleo no quiere debatir, ya

que clausuran cualquier posibilidad del mismo, si no se aceptan las reglas que ellos

intentan imponer… construir un consenso, donde la única voz es la de los “ilustrados”

miembros de la Argentina oligárquica.

Locke llenando el vació de las cacerolas

Uno observando las diferentes coberturas de las ultimas manifestaciones de los sectores

medios altos urbanos de CABA, hay una serie de conceptos que unifican al conjunto

heterogéneo que se manifiesta que puede resumirse en la caracterización del actual

gobierno como una “dictadura” o una “tiranía”, si bien, ante las preguntas realizadas por

los cronistas, los manifestantes sobre el porque de esta caracterización, ellos responden

en variopinto cúmulo de respuestas, que van desde la idea de avance sobre las libertades

individuales acompañada con una extraña lectura de los derechos civiles, marcadas por

un sesgo netamente clasista, estas consignas o líneas argumentativas podrían resumirse

en lo siguiente: La tiranía de un gobierno que avanza sobre un conjunto de derechos

naturales propios del ciudadano pactista, principalmente sobre su derecho a la

propiedad.

De manera cruda, casi sin anestesia, vemos que desde el golpe de las ollas, no hay un

vació a ser llenado, sino que las mismas tienen un alto contenido de un pensamiento

liberal, que si bien influyo vía indirecta en la primer constitución nacional, no es propio

de la tradición liberal argentina, es Locke llenando las cacerolas.

Al definir al gobierno como una “tiranía” o una “dictadura”, los manifestantes no se

proyectan en un proyecto destituyente, sino se presentan como recuperantes del pacto

primigenio, quien se siente con la capacidad de disolver el mismo, para reconfigurar un

nuevo pacto social re-fundador de una nueva sociedad civil.

Si un sujeto habla de “tiranía” o “dictadura”, pone en juego en su discurso que ese

gobierno es régimen que se instala sobre las leyes emanadas por las instituciones

representativas, por lo cual, el incumplimiento del pacto, es una afección a la libertad

del sujeto político.

Según el pensador británico, el poder legislativo, que puede ser ejercido por una

multiplicidad de legisladores o uno solo, tiene por finalidad que los hombres al entrar en

sociedad el disfrute de sus propiedades, y las leyes son el mecanismo para lograr esto,

pero este conjunto normativo debe tener un consenso de la sociedad, puesto que nadie

esta por encima de ella.

Si bien el poder tiene altos grados de maniobra se configura en un conjunto de

limitaciones, que buscan la construcción de un control por parte de la sociedad,

buscando frenar mediante diferentes mecanismos la posibilidad de construir de un poder

arbitrario.

En Locke se define a la tiranía como el ejercicio del poder por fuera del Derecho,

quien ejerce el poder, el ejercicio del mismo no es para el beneficio de la colectividad

sino en el beneficio particular, es un poder guiado por la ley, sino por la voluntad2, que

por lo tanto, los actos de gobierno están dirigidos a un conjunto de acciones que

orientan la satisfacción sus ambiciones y sus pasiones desordenadas.

En este punto, Locke plante la posibilidad de que los súbditos ofrezcan resistencia a la

fuerza ilegal que se emplea contra ellos, lo cual permite la disolución del gobierno y la

constitución de uno nuevo.

Siguiendo la lógica expuesta en los párrafos anteriores, quienes protestan desde las

cacerolas, lo hacen desde un Locke del sentido básico, aunque presente en varios de sus

referentes políticos, medios de comunicación del cual son comunidad de lectores, se

presentan como guardianes del “buen gobierno”, construyen ese “nosotros”

heterogéneo, que no se sienten como “destituyentes” sino como guardianes de las

instituciones democráticas, como esos medios que ellos consumen…. Aunque luego de

escucharlos en su discurso nace la pregunta ¿Qué régimen proponen? ¿Qué entienden

por democracia?... respuestas que quizás no tengan una respuesta en el Segundo tratado

sobre el gobierno.

2 Dentro de este contexto, es interesante pensar el articulo de Beatriz Sarlo, El imperio del Yo, en http://www.lanacion.com.ar/1481917-el-imperio-del-yo , por ejemplo la siguiente cita:“Cristina Kirchner ha fusionado su vida y el poder. Esta es la explicación menos psicológica, y más política, de las intercalaciones autobiográficas con que acostumbra poner notas de color en sus discursos presidenciales, transmitidos por cadena nacional. Está convencida de que todo lo que le concierne es materia de Estado.” (El resaltado lo he realizado yo)

Aproximaciones al nuevo entramado de derecha. El Sciolismo como perspectiva

conservadora

Cuando en el escenario actual nos referimos a la existencia de un arco derechas e

izquierdas, hacemos referencia a un conjunto de contenidos que designan a lugares del

“espacio político”, cuyo principio central, y fundador, para pensar esa relación es el

concepto de igualdad. Según Bobbio, en Derecha e Izquierda, el principio de igualdad

es relativo, y hace referencia a un conjunto de variables que hay que tener en cuenta

para su análisis, sintetizada en las preguntas: ¿entre quien, en qué y basándonos en qué

criterio se produce el reparto de bienes?.

Como afirma el politólogo italiano, las desigualdades sociales existentes se pueden

corregir e incluso eliminar, la contradicción entre lo igualitario (izquierda) y no

igualitario (derecha) se funda en la que la primera, parte de la convicción de que las

mayor parte de las desigualdades son sociales, y por lo tanto, eliminables, mientras que

la variante, no igualitaria, plantea que la desigualdad es parte de un proceso natural, y

por lo tanto, no es posible la eliminación de las misma.

Esta díada política, no solo articula el espectro ideológico, sino también implican

programas contrapuestos respecto a un conjunto de problemas cuya solución pertenece

al espacio de la acción de lo político. Díada que trata de ideas, valores e intereses.

Es a partir de este marco, podemos pensar el movimiento de reacción por parte, de un

complejo arco de componentes de las derechas, ante el cambio de paradigma que se

produjo a nivel nacional desde 2003, pero que tomo una mayor visibilidad, con el

conflicto entre gobierno nacional y el complejo entramado de medios de comunicación,

partidos políticos y corporaciones agrarias, dando al nacimiento visible de la

contradicción política entre kirchnerismo y anti-kirchnerismo.

En un articulo anterior, precisamos que la crisis del 2001, fue también la crisis del

paradigma del neoliberalismo, como marco ideológico, que aglutinaba a un conjunto de

sectores políticos, esta crisis permitió la emergencia de un paradigma político que podía

caracterizarse con una serie de tópicos: recuperación del rol del Estado, como diseñador,

arbitro e interventor en lo político, económico y social, una re-definición de la idea de

democracias liberales y parlamentarias, ampliación de derechos civiles, subordinación

de la esfera económica, autonomía de los países del sub-continente frente a los

organismos internacionales, una mirada hacia lo latinoamericano y hacia las relaciones

sur-sur.[1]

La victoria electoral de octubre de 2011 del Frente Para la Victoria (FPV), dejo a

muchas fuerzas políticas en un complejo entramado de transición, entre quienes se

plantean repensar su posición política en relación a este nuevo paradigma político, y su

relación con los grupos concentrados a nivel económico, en cierta forma, la votación

respecto a la nacionalización del 51 % del paquete accionario de YPF, señala que ciertas

fuerzas políticas dieron cuenta de que el consenso establecido en la gran mayor parte de

la sociedad respecto al cambio de paradigma, mas allá de la lógica que se intento

instalar entre kirchnerismo y anti-kirchnerismo.

La única fuerza política quien todavía se mueve con el paradigma neoliberal, e intenta

hegemonizar un espacio heterogéneo de derechas en la Argentina, es el PRO, si bien su

espacio territorial todavía queda encerrado a un espacio geográficos de la Ciudad

Autónoma de Buenos Aires, algunos municipios de la provincia de Buenos Aires, se

configura no solo como opositor al gobierno nacional sino al nuevo paradigma político,

que como dijimos supera al arco kirchnerismo y anti-kirchnerismo.

Pensar, la política en términos maniqueos, cerrados de dos polos contradictorios,

encerrados, como intentan poner en tensión ciertos medios de comunicación, en un

intento de construir una alternativa de superación política basada, en una idea de

normalidad consensual de lo político, dejando de lado, y expulsando de la misma, el

disenso como espacio constituyente de esta.

La visión de lo político implica pensar el entramado desde la lógica expuesta con

anterioridad, entre representaciones de “izquierdas” y “derechas”, ya que en ambos

polos del discurso maniqueo kirchnerismo anti-kirchnerismo, nos encontraremos con

espacios heterogéneos, que buscan recomponer un sistema de alianzas políticas que

habían entrado en crisis en el 2001.

El PRO busca propiciar una serie de alianzas, tendiendo puentes de comunicación

hacia espacios provinciales, como lo representan el acercamiento a ciertos intendentes

de la provincia de Mendoza e el intendente de la ciudad capital de la provincia de

Neuquén, sino también hacia los espacios conservadores dentro del kirchnerismo,

diríamos que esta ultima operación es la búsqueda de encontrar la “pata peronista”, en

este caso, las declaraciones del gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Daniel

Scioli de considerarse como presidenciable hacia las elecciones del 2015, es una

muestra de este re-acomodamiento de los polos entre “izquierdas” y “derechas” en el

sistema político argentino.

Scioli, llega al kirchnerismo, como candidato a vice-presidente del ex-presidente

Nestor Kirchner, proveniente del Peronismo Porteño, llegado a la política de la mano

de Menem, y ex-secretario de turismo de Duhalde, forma parte duhaldista que integra la

candidatura, que asumirá el 25 de mayo del 2003, como es conocido, Duhalde intento

generar una alianza de centro-derecha, tanteando los nombres de De La Sota y

Reutemman, para enfrentar a Carlos Menem, ante la imposibilidad de constituir ese

entramado, sella un acuerdo político, con el entonces desconocido gobernador sureño, la

idea de Duhalde, era configurar un espacio de continuidades con respecto a su mandato,

que podemos observar en la permanencia de ciertos nombres del primer gabinete del ex-

presidente Nestor Kirchner, lo que no pudo avizorar la ruptura que también implicaba

de Kirchner al gobierno, que construyo un polo político nuevo, representante de un

espacio nacional y popular, que una vez consolidado su base de poder, iría a re-

configurar las relaciones de poder dentro del peronismo, y generando una apertura hacia

otros espacios de centro-izquierda.

Scioli, igualmente representaba dentro de esta elección, un polo de derecha

conservador, que veía, y ve en la actualidad, la posición del rol del Estado, dentro del

cambio de paradigma de época.

En declaraciones a Pagina 12 el 24 de febrero del 2003, Scioli planteaba respecto a su

opinión de Kirchner como candidato:

“Prioriza los ejes productivos y la generación de empleo... Hay que explicar cómo

se va acelerar la recuperación del país. Son las cosas que vengo diciendo desde antes: la

Argentina se pacificó, está ordenada, hay estabilidad, competitividad, está creciendo el

Producto Bruto, están aumentando el Producto Bruto, están aumentando las

exportaciones, se abren fábricas, ahora hay que acelerar la recuperación. Sentido común

y pragmatismo: lo que anda bien hay que continuarlo, lo que anda mal cambiarlo.”(los

resaltados son propios)

Antes del proceso de las elecciones, Scioli se presentaba como continuidad de las

políticas del gobierno duhaldismo, así mismo daba una definición de lo que se entiende

por lo político, es decir, lo político es aplicación de pragmatismo, no una posición

ideológica, en esa misma entrevista dice:

“Hay que adaptarse al electorado, no el electorado a uno”, es decir, no hay necesidad de

politizar a la sociedad sino moverse en un espacio de reclamos que emergen de la

sociedad civil.

Scioli es presentado por los medios de comunicación como aquel que puede romper la

polarización entre kirchnerismo y anti-kirchnerismo, el gobernador siempre se mantuvo

en una posición de ponerse como amortiguador de la disputa, en declaraciones previas a

las primarias del 2011, afirmaba a la revista Debate: “Muchas veces la política se pone

en términos de una lucha encarnizada y, en esa lucha, se descuidan valores muy caros a

la gente, como la sensibilidad y el amor”, “A mí me parece importante que un candidato

a presidente pueda conversar con el secretario general de la CGT. O al revés, que él

pueda, desde su responsabilidad institucional como representante de los trabajadores,

hablar con los candidatos. Hay que dejar atrás todas estas situaciones que no le hacen

bien a nadie.”[2]

Dijimos con anterioridad, que los grupos concentrados intentan construir una

oposición maniquea cerrada, en constante conflicto, entre dos polos políticos, Scioli

aparece como el superador dialectico de la misma, presentado como miembro del

kirchnerismo, pero con la apertura de conformar un espacio conservador, que establezca

canales de diálogos, el candidato de un “orden” que daría un grado de “normalidad” a

una sociedad en conflicto.

Uno de los principales logros del kirchnerismo es volver a colocar el concepto de

conflicto en el entramado de lo político, un conflicto que desnudo, y puso sobre la mesa,

los intereses de los grupos corporativos, así mismo, en este proceso político de 9 años,

puso de nuevo la centralidad de pensar lo político desde ese arco entre “izquierdas” y

“derechas”, obligando a demostrar los lugares del habla desde donde se enuncia el

discurso, es decir, los medios hegemonicos no hablaban del lugar neutral, la sociedad

rural no solo le importaba lo impositivo, es decir, puso en la mesa del debate, modelos

de países, paradigmas de construcción de lo político, que desnudan la contradicción

central que marca nuestro espacio de decisión. El retorno de lo político, como espacio

de configuración de los sentidos de espacios de diálogos, debates y conflicto, en este

marco, las “derechas” debieron asumirse como parte de un proyecto político, mucha

veces silenciado, pero ejecutado.

[1] Ver Las derechas ante el cambio de

paradigma en http://diegoburd.blogspot.com.ar/2012/05/las-derechas-ante-el-cambio-

paradigma.html

[2] Revista Debate, 13 de agosto del 2011

Sindicalismo y Kirchnerismo

Sindicalismo y Kirchnerismo. ¿Conflicto meramente sindical? II

En los últimos meses hemos asistido a un intento de modificar tiempos electorales

hacia el 2015 por parte de amplios dentro del kirchnerismo, un claro ejemplo del mismo

es el anuncio del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Scioli, quien anuncio su

intención de ser presidenciable, una vez realizado esta serie de anuncios vimos como de

repente se intenta construir un entramado político que incluye sectores por afuera del

kirchnerismo, medios de comunicación hegemónicos y cierto espectro del mundo

gremial, cuya cabeza mas visible es quien esta a cargo de la CGT, Hugo Moyano.

Si las aspiraciones políticas del líder de la CGT, son conocidas, ese intento de

convertirse en una especie de Lula argentino involucro que en los últimos años pasara

de proceso de construcción de un proyecto de hegemonía alternativa dentro del

kirchnerismo, a acompañar un proyecto neo-conservador encabezado por el gobernador

de la principal provincia nacional.

En un contexto de paritarias de unos de los principales gremios argentinos,

camioneros, en un conjunto de reclamos que podrían incorporase a la agenda política

del kirchnerismo, el moyanismo, se encuentra jugando en dos canchas a la vez la

gremial, como a su vez, la intervención política, dentro de este juego los limites del

reclamo gremial, sus medidas de acción hacen realizar la pregunta si no hay otro tipo de

intencionalidades, que superen a las mismas.

En medio de un proceso de movilización política de ciertos sectores urbanos de la

ciudad de Buenos Aires, que pretenden pegarle al gobierno por derecha, el accionar del

moyanismo, intenta pegar al gobierno, en nombre, algo dudoso, del “peronismo puro”.

La posición de plantear la idea del “peronismo puro” es intentar construir una idea de

sujeto político vertebrador del movimiento político a la clase obrera, sin mencionar

directamente que sector de la misma se configura como identificador de la misma, o sin

pensar los cambios que ocurrieron dentro de la misma durante el periodo neoliberal,

donde el sector servicios, algunos sectores vinculados al área privatizada y estatal

tuvieron una mayor participación, frente al retroceso de otras ramas de los trabajadores,

que frente al impulso des-industrializador fueron perdiendo su posición dentro de la

clase obrera.

Es decir, se intenta simplificar el concepto de clase obrera, identificándola con un

sector particular, y a partir de la misma trasladar al conjunto de las fracciones de la

misma, sin producir un proceso de explicación histórica, de que según el contexto

histórico algunas fracciones son hegemónicas respecto al resto del conjunto de los

trabajadores.

A partir del periodo iniciado en 2003, y el proceso de recuperación económica social

tanto el mundo del trabajo y el sindical han entrado a transitar una nueva etapa, lo cual,

también implica, necesariamente modificaciones de las relaciones de fuerza dentro del

espacio sindical, recuperando fuerza los gremios vinculados a la producción.

Como dijimos, con anterioridad, el proceso de privatizaciones y la apertura a las

importaciones tuvo como consecuencias des-industrializar la economía argentina cuyo

beneficiario principal fue el sector financiero, que implico así mismo, un proceso de

reconfiguración del rol estatal, este proceso genero una serie de cambios dentro del

mundo sindical, los gremios vinculados a la producción industrial, construcción y

aquellos articulados en torno a las antiguas empresas nacionales, hegemónicos en la

etapa pre-neoliberal, comienzan a sufrir un desplazamiento, por el golpe que significo la

perdida de los puestos de trabajos, en algunos casos des-legitimados por su relación con

los procesos de privatización, esta reconfiguración de hegemonía se configuro a favor

de los sindicatos vinculados a los servicios y a los trabajadores estatales, quienes dieron

cuenta de la transformación en intentos en un primer momento de ganar posiciones de

poder dentro de la CGT, luego, creando organizaciones alternativas, como el MTA y la

CTA.

A través de las modificaciones sufridas por nuestra sociedad, se produce un proceso de

articulación de un nuevo sistema de alianzas entre trabajadores y los nacientes

movimientos sociales, como es el caso de los desocupados.

Mientras, también otros sindicatos, por su ubicación en el proceso productivo,

lograban articular un mecanismo de negociación con los gerentes privados de las

antiguas empresas nacionales, el caso del sindicato de los petroleros es un ejemplo. Las

nuevas organizaciones nacen en este proceso de construcción de nuevas hegemonías

dentro del mundo sindical, y como respuesta contra la aplicación de las medidas

neoliberales.

La política de transformaciones iniciadas por la administración kirchnerista, en el 2003,

de romper con el paradigma neoliberal, de re-instalar la centralidad del Estado, como

regulador y orientador de las políticas económicas, la autonomía de lo político y la

subordinación del campo económico, la política de re-industrialización acompañada con

recuperaciones de los derechos laborales, la preponderancia del mercado interno, la

creación de cinco millones de puestos de trabajo, y el aumento del grado de

sindicalización, ha generado una serie de modificaciones en el espacio sindical, los

gremios vinculados a la recuperación de las áreas despojadas por el Estado Neoliberal

han comenzado, principalmente en los últimos años, a tomar nuevas posiciones de poder

dentro del entramado del mundo sindical, quienes quieren dar cuenta de las

transformaciones de la sociedad argentina en un nuevo espacio de poder dentro del

mundo sindical.

Paralelo, al proceso de modificación intersindical, se produce un cambio en el

paradigma clásico de la relación entre el peronismo político y el peronismo

sindical, donde el primero logro ponerlo en una posición subordinada del espacio

sindical, es decir, la esfera política, como regulador de las relaciones de la sociedad, no

solo afecta el desarrollo con la esfera económica, sino también modifica la escala de las

relaciones con los otros ámbitos de la sociedad.

A raíz, de esto pensar la relación entre Moyano y ciertos sectores de la actual

dirigencia de la CGT en varios niveles: en primer lugar, el intento de definir lo que se

establece como proyecto nacional y popular, de esta manera se incorporan varios puntos

de análisis, es el kirchnerismo solo una fase mas del peronismo o es algo diferente,

debate que se esta dando desde hace tiempo dentro del Kirchnerismo, definir este es

debate es pensar sujetos sociales históricos, relación de columna vertebral o pata de una

mesa, es incorporar la pregunta sobre la naturaleza del peronismo, y en algunos casos el

kirchnerismo, es la disputa simbólica, una disputa que incorpora lecturas del pasado, el

presente y el pasado.

En segundo lugar, la disputa de la construcción de una hegemonía alternativa,

tomando como parte central de esa visión, como modelo el PT brasilero, en el proceso

intentaría como presentarse como el significante mas vinculado con lo histórico, aunque

como mencionamos antes, en los últimos meses se han producido un acercamiento a los

sectores conservadores existentes dentro del kirchnerismo, y también fuera de si,

representadas por algún conjunto de gobernadores principales.

De esta manera se pretende configurar como un espacio opositor a una construcción,

que profundice su perfil de centro-izquierda, y sectores vinculados a un nuevo proceso

de pensar de manera nueva un espacio de confluencia de una nueva izquierda nacional,

que encuentra sus principales actores sociales en los sectores de la juventud y

movimientos político-sociales, con una fuerte presencia territorial.

En otro articulo, pensábamos la hipótesis que la relación entre Sindicalismo moyanista

y Gobierno Nacional estaba articulada en posibles generaciones de hegemonías

alternativas dentro del campo nacional y popular, ahora lamentablemente, los

movimientos que se han generado, están convirtiendo la relación en un proceso de

construcción de una alternativa conservadora, que podría articular un espacio populista

de derecha, que pueda aglutinar fuerzas, que han demostrado la incapacidad de

convertirse en una oposición política por afuera del Kirchnerismo, pensándose como

una alternativa real de poder.

La Plaza de Moyano. En busca de un centro opositor

Los resultados de la movilización del Moyanismo el ultimo miércoles han quedado ha

la vista, la construcción de un nuevo polo de atracción de los sectores anti-kirchneristas

en torno a la figura del actual líder de la CGT.

En la arquitectura del lenguaje marxista se utiliza la categoría de bonapartismo, para

explicar la emergencia de una figura que se ubica en un centro en un momento de

equilibrio catastrófico de las clases, hoy Moyano, se ha convertido ha convertido en una

especie de Bonaparte en un intento de configurarse como un centro del equilibrio

catastrófico de las oposiciones.

La derrota electoral de Octubre del año pasado, dejo al conjunto opositor en un espacio

de re-construcción política, tanto hacia la sociedad como hacia sus adentros, hubo

intentos de separarse de la agenda pública impuesta por los medios hegemónicos, los

casos paradigmáticos fueron el acompañamiento en el reclamo de la soberanía sobre las

islas Malvinas y en el proceso de recuperación de YPF, mientras los medios intentaban

crear una construcción antagonista (lógica amigo-enemigo) sectores opositores se

posicionaban en una recuperación de una visión de lo político, y por lo tanto del

consenso democrático, en una posición agonística (lucha entre adversarios), es decir,

comenzaron a concebir el espacio político como la construcción de un consenso

conflictivo.

Pero el Moyanismo, ha recuperado, al configurarse en el nuevo vocero de los intereses

de los grupos hegemónicos, por primera vez desde el 2008, la figura sobre la cual

construir un nuevo espacio opositor, no viene del espacio de lo político, sino del mundo

corporativo, es decir, el 2008 la oposición logro aglutinarse detrás del variopinto mundo

de la Mesa de Enlace, hoy detrás del reclamo de un sector del movimiento obrero, quien

ha logrado reunificar detrás de un pedido legitimo al variopinto mundo opositor.

La plaza del miércoles hay que comprenderla como un espacio de sueños encontrados,

por un lado, los sectores partidarios políticos buscando un liderazgo emergente que

pueda canalizar sus heterogéneos posicionamientos políticos, por el otro, los sueños de

una izquierda que olvido la caracterización del sindicalismo de origen peronista,

dispuesta a ponerse al servicio de un plan de lucha anti-capitalista, esperando un

anuncio que el líder de camioneros no haría ni su peor de sus pesadillas, también los

sueños del sindicalismo, que se sienta a comer en las mesas de los patrones, o como

invitados o como iguales, en un intento de reconstruir la idea de un sindicalismo

autónomo y con poder de fuego para condicionar no solo a este sino a cualquier futuro

gobierno… la plaza de Moyano fue la plaza de los sueños encontrados… un arco que va

desde la derecha anti-democrática hasta la izquierda no-peronista, buscando en los

camioneros, el proletariado sujeto revolucionario. Todos hoy, miembros asiduos del

conjunto hegemónico mediático, quien les entrega parte un programa político para

llevar a cabo.

En medio del contexto latinoamericano, el líder de camioneros tuvo que reducir el

efecto de sus acciones y su discurso, aunque los resultados políticos de la movilización

están en gran parte decididos, desde el acto de desabastecer de combustibles el

miércoles 20 de junio, y el lanzamiento del paro nacional desde los estudios del canal

TN, donde construyo un conjunto de medidas de apoyos, pero también genero rupturas

y resquemores hacia dentro del Moyanismo.

En cierta manera, hoy Moyano ha reducido sus pretensiones a la futura interna de la

Confederación, igualmente sus pretensiones de superar el ámbito gremial hacia lo

político aun están intactas, solo que deberá generar pensar como actuara como mediador

de sueños de sectores políticos y gremiales, ver si por un tiempo, puede ser el centro que

equilibre los espacios catastrófico políticos, en términos de construirse como oposición

con capacidad ser gobierno, jugar de centro entre sectores que lo miran como

advenedizo, como un sujeto extraño… mientras tanto, podrá quizás ser por un tiempo

Napoleón el Pequeño.

Las Palabras en disputa

Palabras disputadas. Apuntes sobre la batalla cultural y la recuperación simbólica

Los medios hegemónicos han comenzado, principalmente desde el Bicentenario, y

profundizada a partir de la muerte del Ex Presidente Néstor Kirchner, de un conjunto de

conceptos tales como “nueva épica”, “nacionalismo berreta”, “patrioterismo” unificado

en torno a la idea de una construcción de un “relato kirchnerista”.

Es verdad que el bicentenario, marco un punto de ruptura, en torno a la lucha

simbólica respecto a re-pensar el pasado nacional, un conjunto de conceptos que estaban

en manos de los sectores más reaccionarios del país: Nación y Patria, poner en una

nueva dimensión latinoamericana la cuestión Malvinas, es decir a la recuperación del

rol del Estado como mediador entre sociedad civil y sociedad política, su definición de

no neutralidad respecto a quienes serán los sujetos sociales beneficiarios del modelo de

desarrollo económico, planteo la necesidad que las recuperaciones materiales sean

acompañadas a la par de las simbólicas.

La batalla cultural, es parte de pensar, que la compleja trama de relatos que circulan en

una sociedad son espacios de interpretaciones y de interpelaciones, que su función no

solo es crear marcos de solidaridades, sino también marcos de observación de la

realidad.

Con lo anterior quiero decir, que no hay un relato único que circula por la sociedad, si

bien uno puede ocupar el lugar hegemónico, en la misma, circulan un conjunto de

narrativas que buscan reconocimiento, que cuestionan la capacidad del relato

hegemónico de convertirse en verdad, en sentido común, ya que este ultimo, volvemos

al párrafo anterior, es un mecanismo de interpretación de la realidad, de obtener un

sentido de la misma, toda hegemonía esta siempre en disputa.

La lucha por las palabras, es una lucha por ampliaciones democratizantes, tanto en el

nivel del significado que le damos, como también en quien realiza los enunciados, es

decir, mientras mas sujetos sociales tienen la capacidad de enunciar “la palabra” mayor

es el grado de democratización de una sociedad, por eso, los consensos establecidos,

tienen que enfrentarse a la posibilidad del disenso, es incorporar el elemento de lo

político, es decir la posibilidad de la emergencia de discursos contre-hegemónicos, que

disputan valores de verdad sobre la realidad.

Todo proceso de cambio económico, político y social siempre es acompañado por

cambios en el nivel ideológico y simbólico, como todo cambio, implica disputas entre

clases y sectores que intentan mantener el status quo y quienes pretenden modificar la

sociedad, por lo cual, no solo se tocan los intereses económicos de los grupos

económicos, sino también los valores sobre los que construyen miradas.

Porque la interpretación de la realidad, lo que se enuncia no tiene nunca un grado de

neutralidad discursiva, es un discurso que se dice desde un lugar determinado, afectado

por conjuntos de sentidos que una clase o conjunto de clases poseen, unas con

capacidad de hacer pasar los propios como colectivos, otras que poseerán una visión

mas amplia de significantes, mas democrática.

Por eso, es importante pensar como se fueron creando un conjunto de caminos que

comenzaron a juntarse, donde las recuperaciones económicas y sociales son

acompañadas por la recuperación de las palabras y los símbolos, hermoso ver cantar al

pueblo cantar el himno, porque allí en ese acto, es una muestra de cómo se reapropiaron

por parte del pueblo esos valores que le huíamos por tener un tufillo de no ser parte de

ese colectivo nacional, en ese camino observamos que unos comienzan a escribir

nuevos diccionarios, mas amplios mas plurales lo que significa las oligarquías y clases

dominantes pierden su poder sobre las palabras.

El ladrillo de la Palabra. Arquitecturas Emancipatorias renaciendo.

En su ensayo sobre La Revolución como Pasado3, Casullo recordaba que uno de los

logros de la política del neoliberalismo fue la capacidad de vaciar de significados a un

conjunto de palabras que circulaban en los lenguajes de izquierda: tales como

emancipación social, gobierno de los pueblos, lucha de clases… toda la arquitectura del

lenguaje revolucionario parecía que caí con el muro de Berlín.

El ensayista argentino describía de manera hermosa como el lenguaje neoliberal nos

colonizaba a través de los medios masivos de comunicación, ellos configuraron un

lenguaje que nos permitía, según Casullo, “estar en el mundo”, las contradicciones

propias de una sociedad de clases eran ocultadas, se trataba del hacer política sin

políticos.

Casullo dirá, que en este contexto:

“La política del mercado preside como fetiche del perpetuo proyecto de una

armonización de clases. También una búsqueda de “consensos” con actores desiguales

en poderes, y bajo un régimen capitalista incuestionado”.

Las criticas y el conjunto de resistencias políticas y sociales al modelo neoliberal eran

tildadas bajo el estigma de un juego de variables de palabras que iban desde anti-

democráticas hasta totalitarismos.

El vaciamiento de las arquitecturas de lenguajes libertarios, implico la construcción de

un sentido común que atravesó a las totalidades de las clases sociales, marco maneras de

mirar la realidad de una manera prefabricada, el lenguaje es darle sentidos al conjunto

de relaciones que conforman la realidad, quien construye sentidos sobre el lenguaje

construye sentidos sobre el mirar de la realidad.

El lenguaje neoliberal fue acompañado por una estética de lo político, lugares de

pronunciación de la palabra, neutralización de espacios corporativos, no eran silencios y

ruidos, eran virtualidades que se configuraron como la realidad, lenguajes y estéticas

que recorrieron desde el espectro de la derecha a los espacios de centro-izquierda, el

espacio publico, el ágora donde lo político tenia su razón de ser, fue trasladado a un set

televisivo, la política sin políticos se revistió con las ropas de la estética de un producto

a ser vendido, la totalidad de las mediaciones eran puesta en bajo la óptica de una

mercancía a ser ofrecida como sacrificio al dios mercado.

Mientras se construía un imaginario sobre la felicidad neoliberal, se producía un

ocultamiento de las consecuencias de las practicas del neoliberalismo, invisibilizados

3 CASULLO, Nicolás, Las cuestiones, FCE, Buenos Aires, 2008

por la lógica de exclusión del sistema, configurando un sistema de visibilidad ocupando

y reconfigurando sentidos de espacios de transito de lo político, la ruta, sobre donde

circulaban las mercancías, se convirtieron en el espacio donde se dirimía lo político.

Pero las arquitecturas del lenguaje y las estéticas neoliberales, a través de un proceso

de descontextualización podían mostrar los efectos del conjunto de políticas

económicas, sin mostrar el conjunto de causalidades que derivaban y concluían en ese

entramado de protesta social. Había desnutridos, pero no creadores de hambre, había

desocupados, no creadores de desocupación… había consecuencias no creadores de

efectos.

Los derroteros de la historia, o las consecuencias de la aplicación de las medidas

neoliberales sobre un tiempo, hicieron que la arquitectura de los lenguajes que

sustentaban ese modelo de “estar en el mundo” entraran en crisis, lógicas de un lenguaje

que nos cruzaba nuestros días, comenzaron a entrar en un estado de sospecha continuo,

“mercado”, “libertades económicas”, “neutralidades”, jergas que eran utilizadas por el

gobierno de los técnicos, ocultos detrás de la legitimidad de un titulo de economista de

universidad extranjera, lengua que se nos presentaba neutra ante los discursos cruzados

por las ideologías de lo político, rápidamente se configuraron como el rey desnudo ante

sus súbditos, antiguo ejercicio de la falacia de autoridad quedo en evidencia cuando se

produjeron cambios en nuestras regiones.

Los nuevos gobiernos nacionales populares se han ido construyendo sobre un marco

de legitimidades que rompen parte de las arquitecturas de los lenguajes de las izquierdas

que pensaban la institucionalidad republicana democrática como una trampa de las

burguesías, pero sin comprender, que esas legitimidades permiten convertirse en

espacios de prácticas sobre las posibilidades de modificaciones a futuro que configuren

una nueva practica emancipatoria, el camino elegido es poner en tensión los limites del

modelo republicano liberal, no solo en sus marcos institucionales, sino el de las

practicas de las clases sociales, que desde siempre reclaman “calidad democrática”.

Las modificaciones en el proceso de redistribución de la riqueza, de movilidad social

ascendente, la vuelta del Estado como soporte de los intereses de los sectores

subalternos de la sociedad, la democratización del vivir se para muchos de nuestros

hermanos mas necesitados, el visibilizarlos después de décadas de ocultación neoliberal,

configuran un nuevo “estar en el mundo”, marcado por mas dignidad, donde pueden

romper el esquema de la temporalidad de una condena al presente continuo mortífero a

la construcción de un horizonte de expectativas donde proyectar esperanzas,

posibilidades de una democracia social.

En los sectores subalternos, los procesos latinoamericanos de cambio social,

representan una modificación de las subjetividad, se apropian de los proyectos porque

en ellos se ven representados, se sienten participes de la construcción de un proyecto

abierto.

Podemos decir, que los gobiernos nacionales y populares del sub-continente están

construyendo una nueva arquitectura de lenguaje político emancipatorio, las palabras

vaciadas en las décadas neoliberales, que se vaciaron de contenido, son configuradas

con nuevos sentidos, entramados de voces buscando constituir un espacio de disidencia

sobre los consensos entre desiguales, nuevamente la palabra emancipación social vuelve

a dar vuelta en el aire, el concepto de democracia vuelve a ser pensado mas allá de las

lógicas de las formalidades, conceptos en busca de sustantivos que le den una cadena de

significados para conformar una nueva manera de ver el mundo.

Reconstrucción del ágora publica, donde las palabras se ponen en tensión, en debate,

una arquitectura del lenguaje que acompaña las bases del edificio económico-social

sobre lo que se asientan las palabras y sus significados, esas trincheras de ideas que

renacen y dan sentido a “nuestro estar en el mundo”.

Escritura, Palabras, Subalternidades, el campo de la Batalla Cultural Y yo los quiero por lo que son. Con todas sus porquerías y sus vicios. Quiero sus voces y sus manos

calientes que se agarran, y su piel, la más desnuda de todas las pieles, y a su mirada inquieta y la lucha

desesperada que cada uno libra contra la muerte y la angustia.

Para mí, lo que importa es que un hombre más o un hombre menos en el mundo.

Hoederer. Sastre. Las Manos Sucias

El escribir como acto, significa una manera pública de intervenir en los espacios de

circulación de la palabra, es un acto de elección sobre los lugares desde donde

enunciamos un conjunto palabras, intentando construir una arquitectura del lenguaje

alternativa a la circulante en los grandes medios de comunicación.

Es un acto donde el sujeto de desnudar las posibilidades argumentativas para lograr

una intervención en el ágora político, escribir rompiendo un circulo de certezas que son

afectadas por las temporalidades de lo político instituyente, es decir, es escapar a las

temporalidades de otras practicas de escrituras donde los tiempos permiten realizar un

tempo de pulir las ideas a ser expresadas, intervenir en el debate publico es poner lo

crudo sobre la mesa, la hoja que se llena con palabras, enuncian un conjunto de

posibilidades que esquivan la neutralidad discursiva, escritura que se decide política,

agonística, palabra que busca romper los limites del conjunto de reglas que entrenaron

el acto.

La palabra enunciada, es una escritura que traza biografías, viajes temporales de sobre

espacios que articulan la capacidad de otorgar al emisor capacidades legitimantes, una

palabra que se referencia en un conjunto de instituciones y espacios de lecturas que

otorgan el derecho de la posibilidad de emitir a la misma.

Pero hay momentos históricos de las sociedades, donde la palabra sale de esos

espacios, donde se plantea la necesidad de intervenir para poner en sospecha los

conjuntos argumentativos de los “consensos” que configuran un sentido común sobre

las políticas culturales, la cultura política circulante sobre las venas de una sociedad, son

momentos de disputas sobre los significados, sobre el destino de los diccionarios que

nos permiten pensar nuestro “ser y estar en el mundo”, sobre el conjunto de miradas que

interpelan la realidad, una realidad que descubrimos mediada, construida desde espacios

de poder, entramados de visiones del mundo constituyentes, los momentos políticos que

abren la capacidad de insertar la línea del disenso sobre las tramas argumentativas del

discurso dominante, de poner en juego posibilidades y probabilidades de explicación

contra-hegemónicas, es el momento donde la palabra adquiere un poder de ser

democrática, de circulaciones por nuevos espacios, es el nacimiento, según Nicolás

Casullo, de un nuevos periodos interpretativos.

Estos momentos ponen bajo la lupa no solo los principios sobre los cuales se

construyen parte de nuestras biografías, individuales y colectivas, sino también nos

ponen en la obligación de pensar el hombre real, el ser humano y realidad que se

convierten en espacio de reflexión y acción sobre la posibilidad de construir un proceso

de emancipación social, son momentos donde se ponen los oídos a escuchar sus voces,

donde rozamos esas pieles reales, donde la fragilidad de la vida no es una opción dentro

de un esquema interpretativo sino realidad que es parte nuestras circunstancias, ese

hombre real, que actúa como mediador entre el acto de la escritura interviniente y la

realidad a ser intervenida, son momentos donde el principio de intervención debe

constituirse como un espacio que permita entrar al hombre real para reemplazar al

hombre ideal, porque el cambio emancipatorio se realiza sobre ese hombre real,

desnudo ante nosotros, como nosotros nos encontramos ante el, acto emancipatorio

donde el, no solo es sujeto sobre el cual se enuncia la palabra sino también sujeto

enunciante.

Palabra que reconoce el conflicto, ya que el mismo es constituyente de las sociedades

capitalistas, pero que al intervenir se proyecta como posibilidad de construir un espacio

de expectativas, palabra y acción, palabra que construye, crea desde el presente, una

visión del pasado, no usurpado por las clases dominantes, para constituir una sociedad

igualitaria, es adueñarse del pasado, en clave de lectura de Benjamín, como

cuestionadota de la tradición sobre los que se construye esa arquitectura de la memoria,

es leer la historia, pensando y reflexionando, que los respectivos vencedores en la

historia, son quienes son los que se estructuraron como dominantes en el presente, un

relato que se posiciona sobre la barbarie de los actos fundadores de quien ejerce el

poder real, pensar sobre que bases se construyeron los marcos republicanos liberales

que son presentados como “eternos”, como un conjunto de leyes instituidas, pero que no

pueden ser puestas en cuestión, re-pensar que en los diferentes momentos de

intervención del pueblo, su presencia disruptiva sobre el orden de las sociedades

latinoamericanas, pensar que ante el momento popular de la historia como actuaron las

clases dominantes, los mecanismos sobre los cuales se pensó volver a espacios

históricos previos, es decir, el momento de contra-revolución de las oligarquías nativas

son el documento de la barbarie.

Esta idea de presentar los subalterno como un corte en la temporalidad de un progreso,

que se configura como única temporalidad sobre la que los pueblos deben transitar,

como diría Benjamín, esta representación y la temporalidad homogénea, ha de ser

puesta bajo la tela de la crítica.

Son momentos de recuperación las escrituras de un pasado, de un conjunto simbólico

y de imaginarios sociales, mitologías populares como espacio de estructuración de una

nueva subjetividad nacional y popular, espacios que movilizan, que interpretan e

interpelan el conjunto de relatos de las oligarquías, revisionismo del pasado, en clave de

disputas sobre las políticas que estructuran la narración de la historia, narrativa que

supera el marco de lo académico, que pone a la sociedad en su conjunto en tensión

sobre las narrativas fundacionales que son parte de la identificación, de una

construcción de arco de solidaridades subalternas, narrativa del conflicto, del disenso

interpretativo, son las clases subalternas reapropiándose de las posibilidades del pasado

derrotado, miradas desde este presente instituyente de nuevas aperturas hacia el futuro.

Escribir, recuperar la capacidad conflictiva de la palabra enunciada, las voces

enunciado significados rompiendo los “consensos societales”, palabra batalla… palabra,

que las oligarquías quieren llamar a silencio, palabras militantes en la construcción de

un futuro emancipatorio.

Bibliografía Utilizada

CASULLO, Nicolás, Las Cuestiones, FCE, Buenos Aires, 2007

BENJAMIN, Walter, “Tesis de filosofía de la historia” en

http://homepage.mac.com/eeskenazi/benjamin.html

Sastre, J.P., Las manos sucias/Keane, Losada, Buenos Aires.

Creando la Arquitectura Destituyente. Lecturas sobre algunos hechos

latinoamericanos

El imperialismo y las oligarquías locales no tienen mucho agrado por el rumbo tomado

por los gobiernos en el sub-continente, no es una gran afirmación que destruiría los

análisis políticos sobre la región en la ultima década, si hay que intentar buscar

comprender los nuevos mecanismos que configuran las nuevas formas de legitimidades

sobre los que se recubren los golpes de estados.

Uno de los logros de las recuperaciones del retorno de los regimenes democráticos

post-neoliberales, es la posibilidad de realizar procesos de cambios a nivel socio-

económico dentro de las institucionalidades republicanas, ha generado que las

oligarquías nacionales deban construir nuevas arquitecturas para dotar de lenguajes

legitimantes para respaldar acciones contra los gobiernos populares, practicas golpistas

que van desde el mecanismo clásico hasta las formas del uso de las constituciones, los

casos de Honduras, Paraguay, y los actuales intentos en El Salvador, configuran un

lenguaje golpista vestido detrás de las ropas de la constitucionalidad.

Como afirma Benjamín, “en toda forma lingüística reina el conflicto entre lo

pronunciado y pronunciable con lo no pronunciado e impronunciable”, los sectores

dominantes buscan nuevas estrategias de crear nombres, de repente intentar crear una

comunicabilidad sobre hechos que no pueden ser pronunciados, cuando esos hechos

comienzan a carecer de contenidos, en tanto de su capacidad de comunicar una realidad,

abriendo una brecha entre las palabras, los significados y la realidad. Hoy un golpe de

estado se denomina cumplimiento de las legalidades de las constituciones, creando

mecanismo de estados de excepción en el desarrollo de los regimenes democráticos.

Lo interesante son las nuevas claves de lecturas sobre el hecho del estado de excepción

en los regimenes actuales, Schmitt planteaba que el soberano era quien tenia la

capacidad de decidir sobre el estado de excepción, en el marco teórico del jurista

alemán, nace como una critica abierta la estructura parlamentaria, ahora quien se

reclama como soberano, capaz de configurar la instalación del mismo, son los

parlamentos, ya que presentan a los representantes del poder ejecutivo como peligros

para la existencia y preservación del Estado, estamos frente a un nuevo marco de

decisionismo que se dispersa en el los poderes legislativos, en los cuales, los

representantes de las oligarquías pueden construir espacios de poder instituyentes sin la

legitimidad de sufragio popular.

Aunque los legisladores de derecha, como afirma Mouffle: “… el fundamento de la legitimidad de las instituciones democráticas deriva del hecho de quienes

alegan poder obligatorio lo hacen bajo la suposición de que sus decisiones representan un punto de vista

imparcial que es por igual del interés de todos.” 4

De esta manera se oculta que dentro de las sociedades democráticas capitalistas los

consensos políticos es una expresión una hegemonía y una cristalización de relaciones

de poder, que los límites que se establecen entre lo que es y no es legítimo es un límite

político, por lo cual debería ser seguir siendo puesto en cuestión.5

La violencia del acto destituyente de instaurar un marco de excepcionalidad dentro de

las legalidades constitucionales, es el intento de construir una legitimidad excluyente de

lo popular como subjetividad que irrumpe como constituyente de una posibilidad de

significar las arquitecturas del lenguaje republicano y democrático, desde una

perspectiva que desnude las hegemonías construidas desde la década del 70-80 del siglo

XX en nuestro sub-continente.

Una subjetividad popular que se apropia de los mecanismos de representación

tradicionales, pero a su vez, construyen nuevas formas, que tensionan los limites del

republicanismo neoliberal, descolonizando las estructuras, lenguajes, simbologías e

imaginarios sociales, nuevas formas de comunicar lo pronunciable y lo no pronunciable,

batallas culturales sobre las formas y lo institucional, sobre los mecanismos legitimantes

de la soberanía popular, a través de una re-lectura de la historia, donde los fantasmas de

quienes vencieron son presencias esquivas, pero reales, que intentan mantener un orden

de significantes sobre la realidad.

Detrás del establecimiento de un estado de excepción, las clases dominantes, intentan

mantenerse en el imaginario social que ellos proyectaron durante la hegemonía

neoliberal de una democracia, como régimen de gobierno formal, pero excluyente de los

sectores subalternos, pero la acción de estos últimos, han re-configurado los

significados de las palabras, subalternidades que disputan políticamente, porque se han

configurado como portadores de capacidad de nombrar las cosas, de tensionar e insertar

la posibilidad del disenso en las grietas del consenso formativo de la hegemonía de las

clases dominantes, palabra que adquiere un grado emancipador social, que reconfigura

un espacio de creación de posibilidades y probabilidades que superan la noción de

4 MOUFFE, Chantal, “Carl Schmitt y la paradoja liberal” en MOUFFE, Chantal (comp.) El desafio de Carl Schimitt, Prometeo, Buenos Aires, 2011, pp. 70-715 Ver MOUFFE; Chantal, idem, p. 72

presente continuo, y se proyecta al futuro abierto por las nuevas experiencias nacionales

y populares.

Lo que esta en juego, en definitiva, en Latinoamérica es si ese futuro se mantiene

abierto como proyección de lo subalterno hacia una sociedad igualitaria o las clases

dominantes lo cierran, y proyectan un espacio de dominación desigual.

Bibliografía

BENJAMIN, Walter, “Sobre el lenguaje en general y sobre el lenguaje de los humanos”

en BENJAMIN; Walter, Iluminaciones IV, Aguilar, Buenos Aires, 2011

MOUFFE, Chantal, “Carl Schmitt y la paradoja liberal” en MOUFFE, Chantal (comp.)

El desafio de Carl Schimitt, Prometeo, Buenos Aires, 2011

SCHMITT, Carl, “Teología Política I” en AGUILAR, Héctor (Prologo y selección de

textos), Carl Schmitt, Teólogo de la Política, FCE, México, 2001

¿Nuevos Horizontes?

Hacia un nuevo horizonte de expectativas. Estado de Bienestar y Sociedad post-

Capitalista. Un debate de lo político.

Dentro de las grandes recuperaciones del kirchnerismo fue la reubicación de lo político

como esfera autónoma respecto a lo económico, así también poniendo en evidencia que

la esfera económica no es solo un conjunto de relaciones entre sujetos dedicados al

intercambio de productos, sino un espacio de construcción de política, desnudo el rey

podemos plantear un conjunto de nuevas preguntas.

A partir de la recuperación de la democracia, se planteo hacia los sectores del arco que

van desde la centro-izquierda a la izquierda, la pregunta en torno a la relación entre

democracia formal y democracia substancial, el régimen neoliberal durante el periodo

1989-2002, colocó un fuerte construcción de un lenguaje de la imposibilidad de pensar

un modelo de superación del régimen institucional que permitía el libre

desenvolvimiento de los sujetos del mercado, sumado a la destrucción de la arquitectura

de sentidos en torno a la posibilidad de constituir una sociedad igualitaria, ese conjunto

de conceptos que permitían construir un horizonte de expectativas en las subjetividades

anti-capitalistas: igualdad social, revolución, emancipación social, imperialismo,

dependencia, colonialismo económico y cultural, obreros, pueblo y un largo etcétera.

El neoliberalismo configuro la posibilidad del desenvolvimiento de la

institucionalidad republicana, mientras re-constituía un discurso de la construcción de

una política sin políticos, un republicanismo donde las instancias mediadoras entre

sociedad civil e instituciones eran desacreditadas, o reposicionadas como un espacio de

construcción consensual entre sujetos desiguales, detrás de la idea de republicanismo y

democracia formal neoliberal se instalaba la idea de una sociedad sin conflictos, de

armonía entre las clases sociales, de esta manera la posibilidad de la emergencia de un

cuestionamiento era catalogado rememoración de un pasado olvidado, o a través de un

proceso de descontextualización era solo una postal de una totalidad excluyente, los

marcos de interpretación sobre lo real, signado por el triunfo del mercado sobre

opciones de posibilidad.

Luego de implosión del modelo neoliberal en la Argentina, y la llegada del

kirchnerismo al poder, se produjo una re-aparición de la pregunta sobre lo político,

sobre las posibilidades y limites de la construcción del Estado Interventor, así mismo,

nuevamente la emergencia de un conjunto de mitologías, símbolos, espacios

representancionales de raigambre popular, leídos en clave nacional-popular.

Las mayorías subalternas encontraron en la re-construcción de lo estatal, claves para

realizar nuevas lecturas rectoras sobre la realidad, retomando algunos puntos de la

perspectiva de Casullo, con las nuevas gramáticas que nacían en ellas, se llenaban con

nuevos sentidos, que permitían realizar y sentir, por los sectores subalternos, que el

sistema democrático era una empresa popular.

Una nueva intervención, que en un primer momento dirá Godio configuraba una

revolución desde arriba, que realizara, a partir del 2008, de carácter político instituyente

que a través del Estado enfrenta el status quo social construido a partir de la dictadura

cívico-militar de 1976, permitiendo, y visibilizando, el avance de nuevas formas de

participación de lo popular en la esfera publica, nuevos espacios de mediación política,

de generación de representaciones sociales, acompañantes del sistema de partidos,

retornos del obrero, retornos de juventudes, entre otros.

El estado, dentro del kirchnerismo, se concibe como espacio político de reparación y

recuperación social, económica y civil, construyendo una nueva temporalidad que se

proyecta hacia el futuro, incorporando en su agenda, y en los usos del lenguaje político,

el concepto de igualdad, recuperando significados e incorporando nuevas semánticas,

derechos sociales articulados como base necesaria para el ejercicio de los derechos

políticos y civiles, subjetividades interviniendo en lo publico, como resonancia de

luchas pasadas, presentes y proyectadas al futuro.

La irrupción de lo subalterno en la esfera de decisiones, vuelve a poner en el centro de

la visión de lo político, su esencia conflictiva, donde los intereses de ese “nosotros”, que

configuran una constitución de demandas, se ve enfrentada a un “otro” que intenta

reducir el rango de posibilidades de concreción de las mismas.

Lo político al reconocer lo conflictivo como constituyente, puede generar dos espacios

de resolución e interpretación del mismo, siguiendo a Mouffe, el reconocimiento y la

construcción de un “nosotros” y un “otro”, puede ser leído en clave de una lucha entre

adversarios, es decir, los sujetos que intervienen en el marco de sus subjetividades

contienen visiones diferentes sobre el objeto, y reconstruyen un espacio de disputa

agonística dentro del espacio democrático, también, genera una lectura de

contendientes, sin espacios posibles de mediaciones, se construye en una relación de

antagonismo. Según esta pensadora, lo político, y su desenvolvimiento, ha de

entenderse como consenso conflictivo, ya que en las democracias liberales sus límites

normativos, expresión de una hegemonía y cristalización de una relación de poder,

deben ser puestos, y seguir siendo cuestionables.

Los limites propios, pero a su vez la capacidad de posibilidades que posee un Estado

en el marco de la nueva etapa, permite generar y pensar preguntas sobre los horizontes

de expectativas sobre los proyectos que intervienen, es decir la pregunta sobre la

finalidad del mismo, y pensar como resolver lo político.

Si pensamos que la finalidad del proyecto político es la construcción de una sociedad

más igualitaria, la pregunta que se debe realizar, si la misma se desarrolla como

expansión del estado de bienestar o se plantea como horizonte posible la construcción

de una posibilidad post-capitalista, una respuesta a cualquiera de las posibilidades

implica necesariamente pensar por un lado, la ampliación de los espacios agonísticos, o

re-pensar los núcleos de antagonismos sobre los que ha de constituirse la salida

emancipatoria.

La pregunta sobre la finalidad del horizonte de expectativas de un proyecto político,

implicaría resoluciones y estrategias de relación entre los bloques sociales de diferente

grado, ya que si bien, ambos modelos, un Estado de Bienestar fuerte o un modelo

Estatal post-capitalista, remiten a un conjunto de encadenados de reflexiones sobre la

sociedad, su composición de clases, de las relaciones de poder actuales y a ser

constituidas.

Una respuesta de lo político hacia un modelo de profundización de un modelo estatal

de bienestar, implica reconfigurar un espacio agonístico, donde el espacio de

intervención política este regulada por un conjunto de premisas en común, que

atraviesen partidos políticos, sectores sociales, vinculantes a dar marcos de

previsibilidad, es aceptar el cambio de premisas del paradigma que implica la

construcción de profundización teórica sobre el estado de bienestar, una visión

agonística de la sociedad no implica el no reconocimiento del conflicto de clase dentro

de la misma, sino ubica marcos de resolución conflictivos en espacios de mayor

institucionalidad, donde el estado se ubica como mediador no-neutral dentro del mismo.

En cambio, pensar la posibilidad de pensar la realización de una sociedad post-

capitalista igualitaria, implica el reconocimiento que dentro de la sociedad capitalista

hay un conjunto de conflictos irresueltos, y que no pueden ser resueltos, por la lógica

propia del desarrollo del capitalismo como formación económica social, espacios que

actuaran como espacios bloqueadores de las ampliaciones de un nuevo marco de

ampliación democrático, lo cual establece que dentro de una sociedad capitalista existirá

un grado de explotación por parte de grupos económicos sobre gran parte de la

sociedad. En este marco, tomando como propuesta Cooke, dentro de este contexto de

horizonte abierto, se debe determinar el enemigo real, es decir, las oligarquías nativas y

los engranajes culturales, económicos y sociales que sirven a la difusión del

imperialismo, ya que ninguna clase dominante no abandona sus ventajas, y como lo

vemos en la actualidad del subcontinente, aunque tenga que ir sobre el conjunto

representacional ideológico sobre lo político que los representa.

Como se puede ver ambos modelos de horizontes de expectativas son netamente

grados de mayor igualitarismo respecto a la democracia neoliberal, igualmente implica

pensarlo dentro de las posibilidades de darle un contenido a un proyecto republicano,

nacional, popular y democrático, que signifique ampliaciones del conjunto de derechos

sociales, políticos y civiles, que tomen parte de una ampliación de la batalla cultural,

para que los dueños de las cosas dejen también de ser los dueños de las palabras, que la

lucha por los significados de las palabras: “Igualdad”, “Libertad”, “Democracia” sean

pensadas desde un mundo interpretativo nacional y popular, ya que cualquier intento de

modificar el sistema económico y político, implica la lucha por las arquitecturas

conceptuales que nos definen, nos convierten en una subjetividad nueva.

Bibliografía

CASULLO, Nicolás, Las Cuestiones, FCE, Buenos Aires, 2007

COOKE, John William, La lucha por la liberación nacional. El Retorno de Perón y La

Revolución y el Peronismo, Quadratta, Buenos Aires, 2007

GODIO, Julio, El tiempo de Kirchner. El devenir de una “revolución desde arriba”,

Letra Grifa, Buenos Aires, 2006

MOUFFE, Chantal (compiladora), El desafió de Carl Schmitt, Prometeo, 2011.

Principalmente Introducción y el capitulo de la compiladora “Carl Schmitt y la paradoja

de la democracia liberal”.

Soñar con la realidad. Lecturas sobre los procesos actuales “Cuando sueñas solo, sólo es un sueño; cuando sueñas con otros, es el comienzo de la realidad.”

Helder Cámara

Con anterioridad, habíamos planteado que los procesos latinoamericanos han generado

la posibilidad de la pregunta sobre el horizonte de expectativas, configurado en torno a

la construcción de modelos socio-económicos mas igualitarios, tanto en la esfera de

profundización de las potencialidades del modelo de Estado de Bienestar, dentro del

capitalismo, como el también la emergencia de la capacidad de preguntarse sobre la

facultad de superación, y configuración de una sociedad post-capitalista.

La pregunta que realizamos hacia el futuro, no implica necesariamente solo una

proyección de deseos personales o colectivos, implica también la pregunta sobre las

tramas sobre lo que se edifica lo político, una visión sobre relaciones sociales que

fundan una formación económica-social, la distribución de la riqueza, y por lo tanto, la

idea del conflicto social, y sus posibles resoluciones. Resumiendo la pregunta sobre el

futuro es una pregunta sobre lo político y es política.

El retorno de lo político como espacio de constituyente de lo común, e instituyente de

nuevos mecanismos de participación que recuperan la capacidad de generar diversas

lecturas sobre lo real, sobre la temporalidad que confluye sobre el presente y se dispara

hacia el futuro, remite des-naturalizar un complejo entramado de nociones construidas

desde los espacios hegemónicos como una noción de sentido común para interpretar la

realidad, lo político subalterno en los espacios de común instituye una franca re-

configuración contra-hegemónicas, tanto en su destino dentro de la esfera del debate del

capitalismo deseado como de la probabilidad de lo post-capitalista, ya que retoma la

pregunta que se ejerce sobre como se conforma un modelo capitalista, pregunta que

puede resumirse en esta otra frase del ex-obispo Cámara: “Cuando alimenté a los pobres me llamaron santo; pero cuando pregunté por qué hay gente pobre me

llamaron comunista.”

La pregunta orientadora esta marcada por las dos visiones posibles en una sociedad

capitalista, la de naturalización de las relaciones sociales dentro del capitalismo, y la

pregunta, que emerge sobre las causas sobre las consecuencias del mismo, pregunta que

no nace de lecturas, sino del enfrentamiento de nuestra subjetividad frente al “otro”

explotado, marginado, excluido, ese “otro” se nos presenta como realidad del desarrollo

del capitalismo, es una pregunta que nace, y deviene en busca de la respuesta, en su

doble efecto: la de desnudar la expansión del capitalismo, y a su vez, la acción para

enfrentar la situación.

Porque como afirma Cooke: “La opresión no es una fatalidad que nos llega del cielo: la opresión es algo que unos hombres le hacen

a otros hombres.”6

La opresión como situación tiene responsables, girando en torno entre quienes aplican,

consienten y se benefician con ella, en nuestros países el principal responsable de la

misma, y de sus consecuencias, son el imperialismo y las clases dominantes locales.

Los nuevos regimenes latinoamericanos han venido a tensionar el status quo

neoliberal, son expresiones de la crisis del mismo como forma de organizar lo

económico-político-social y cultural, y a través de los mismos, las clases subalternas

encuentran formas de expresión de sus intereses en el régimen institucional, ya que en

estos encuentran interlocutores que median a favor de sus intereses.

Frente al modelo de participación en lo social configurado por el neoliberalismo, es

decir, participación autónoma e individual, la recuperación de lo político como acción

de reparación por parte del Estado, de las desigualdades construidas a partir de la

dictadura cívico-militar, ha generado nuevamente la posibilidad de soñar con y junto a

los otros, de esta manera lo individual se funde, en un espacio colectivo subalterno, para

elaborar un proyecto en común.

La proyección en común, genera la disputa sobre los intereses rectores de una

sociedad, ya que en el conflicto político, tanto en su lógica agonística como en su

instancia de adversarios, es poner en tensión como se construyen las instancias de

dominación, de distribución de la riqueza, ya que las mismas no son instancias

“naturales” de la sociedad humana, sino un pasaje histórico, donde se producen cambios

en las fracciones de las clases dominantes, contra-revoluciones, empates hegemónicos,

soñar en común es aproximarse a lo real desde el lado izquierdo de lo político,

reconociendo la pluralidad de lecturas posibles desde ese intento de acercamiento,

lecturas que deben confluir en diálogos, pero tomando punto de partida el momento

histórico desde el cual se realiza la lectura-acción.

En nuestro país, gran parte del dialogo esta atravesado en la actualidad, por la

presencia del fenómeno del Kirchnerismo, como proyecto político, parafraseando a

Cooke, como proyecto vivo, por mas que les disguste a quienes sueñan con la

revolución perfecta, cualquier proyecto de construcción igualitario, encuentra al 6 COOKE, John William; “El retorno de Perón” en COOKE, J.W.; La lucha por la liberación nacional, Editorial Quadrata, Buenos Aires, 2007, p. 66

kirchnerismo como parte real e indispensable para su establecimiento, ya que

continuando con una lectura desde Cooke, el kirchnerismo, expresa las limitaciones de

nuestra propia sociedad nacional, pero a su vez, encierra las posibilidades en este

periodo de superarlas colectivamente.

Proyecto político que contiene lo viejo y lo nuevo, reinterpretando las capacidades de

nuestras tradiciones políticas, intelectuales, nutrido por las experiencias del conjunto de

resistencias al modelo neoliberal, generando un nuevo entramado subjetivo con sus

imaginarios sociales que construyen una nueva idea de colectividad enfrentada a los

poderes reales de poder internos y externos.

La disputa en torno a la búsqueda de definir que se entiende por proyecto nacional y

popular, ha comenzado a girar nuevamente, dilemas, preguntas, intentos de

responderlos, tradiciones para realizar esos giros interpretativos, re-pensar desde puntos

de vista disímiles, pensemos en la disputa sindical abierta por el Moyanismo, abertura

política, no solo de intentos interpretativos sobre los contenidos que giran en torno a las

palabras.

Si bien el Moyanismo, en su lógica de plantear un retorno a una especie de “Peronismo

Puro”, no representante de los sujetos sociales tradicionales, ya que la clase obrera del

peronismo clásico, es la rama industrial, implica pensar un proyecto “conservador”, con

capacidad de establecer canales de diálogos con los espacios de la derecha neoliberal y

conservadora, un proyecto que articula un conflictivo puente en la palabra “popular”.

La construcción burocrática en el espacio sindical y político, siempre dentro de la línea

del pensamiento de J.W.Cooke, implica la necesidad de pensar los mecanismos no de

cambio de nombres dentro de ese espacio, si implica continuidad de las practicas,

reflejadas en estilos de conducción, los sistemas internos de promoción y una visión

política sobre los proyectos políticos a ser disputados, sino de pensar nuevos métodos,

aparición de nuevas generaciones de “dirigentes”.

Pero esta búsqueda de incorporar, y establecer, un sujeto social dentro del

kirchnerismo, también se encuentra en proceso de construcción, no una articulación

vertical, sino horizontal, con canales de mediación representacional que son disruptivos

en lo institucional partidario, una subjetividad kirchnerista que rápidamente establece

conexiones entre las subalternidades clásicas (trabajadores, clases medias bajas) con las

nacientes durante la hegemonía neoliberal (desocupados, movimientos sociales), donde

el papel de la juventud como motora de un proceso de transgeneracional, implica una

apertura de nuevos paradigmas de interpelación política.

Este nuevo paradigma político, reconfiguro el hacer político, en la relación central de

la lógica de una negación estratégica de hacer concesiones a los grupos de poder

nacionales e internacionales, al ganar en autonomía la esfera política, las reglas de

juego, de relaciones con la esfera económica, implica nuevos mecanismos de dialogo,

pero partiendo de la base de una relación estrecha previa de lo político con las

convicciones, al conjunto de principios rectores sobre lo cual se interviene en la esfera

publica.

El proceso abierto, implica una acción enriquecida con el conocimiento, que nace de

la compenetración con la realidad, un nuevo espacio ideológico naciente de la relación

de dialogo entre los miembros que intervienen del proyecto nacional, popular y

democrático, donde las clases subalternas, portadoras de una voz democratizante,

puedan dar un nuevo contenido de clase a las instituciones, que antaño eran la

cristalización del contenido de la dominación de clase.

Como diría Cooke, respecto a la relación intelectuales-peronismo, hoy aplicable

también a ciertos sectores del espacio intelectual en relación con el kirchnerismo: “De la misma manera que los intelectuales no tienen derecho de exigirle al peronismo que responda

a esa imagen ideal que ellos crean en el mundo de las abstracciones perfectas. Deben considerar que las

limitaciones del peronismo son las limitaciones de una realidad social determinada, que condiciona a

quienes la integran. Los deficits del peronismo son deficits de las clases argentinas que han de construir

nuestra sociedad del futuro” 7

Lo que implica, es avanzar en la disputa teórico-política sobre los obstáculos del

desarrollo, tarea que implica la configuración sobre el horizonte político sobre el futuro

del devenir del proyecto, donde están en juego los sentidos sobre la Patria, la posibilidad

de construirnos como Nación integrante de esa Patria Grande que es Latinoamérica y el

Sur geopolítico, siempre sujeto a las presiones del imperialismo del norte.

Otros temas

7 COOKE, John William; “El retorno de Perón” en COOKE, J.W.; La lucha por la liberación nacional, Editorial Quadrata, Buenos Aires, 2007, p. 42

“El Choripan y La Coca”…. El intento hegemónico de “noventizar” la política

La nueva emergencia del ejercicio de lo político, en diferentes espacios, desde lo

territorial hasta el espacio virtual, ha generado, por parte de los medios hegemónicos, y

sus columnistas estrellas, toda una serie fenómenos intentando des-politizadores del

proceso, que incluye desde la estigmatización de los sectores juveniles, la mención en

termino degradante del concepto del termino periodismo “militante”, desperonización

de la figura presidencial, así como re-establecer una relación entre un proceso de

militancia rentada por parte de quienes son adherentes del proyecto del gobierno

nacional.

Esta ultima acusación, tiene dos espacios centrales hacia donde se dirige, al proceso de

movilización y como también a quienes desde el ciberespacio han colocado en tensión

el consenso hegemónico impuesto por los medios cascarones de proa de los intereses

económicos.

El uso de esta estrategia, pretende instalar la idea de una militancia vinculada al

proceso de una distribución de recursos, en este caso económicos, es decir, intentan

instalar la idea que lo político se mueve con la estructura de las relaciones laborales de

la esfera privada, de esta manera el “militante” seria un asalariado, que actúa como eco

de resonancia de una voz del poder.

La estrategia consiste en reutilizar ciertas categorías, no comprendidas en su

complejidad y no afirmadas de manera implícita, para definir los movimientos sociales

y políticos en los años 90, tales como “redes clientelares”, asistencia a los actos

movilizados como respuesta a la entrega previa de recursos, movilizaciones no

espontáneas, y un largo etcétera, y para el caso de la militancia juvenil, instalar la idea

del militante rentado que estaba en el espacio universitario.

El no decir en su complejidad, porque si el uso de redes clientelares en los noventa,

fue un uso peyorativo, a estrategias que disponían los sectores subalternos para

desarrollar respuestas colectivas al modelo neoliberal, la idea convencional del

clientelismo instalada, hacia referencia, a una relación de intermediación entre un

referente político y ciertos sectores sociales, a través de la figura del “puntero”, este

aparecía en un rol distrubucionista de varios tipos de recursos, sobre una clientela

barrial, a cambio de movilizarla para determinados actos políticos, el sujeto subalterno

aparece como sujeto de manipulación y sujeto pasivo.

En realidad, la estrategia de los movimientos sociales de desocupados, adquiere un

grado de complejidad, que se desenvuelven desde la construcción identitaria de un

“nosotros” colectivo, hasta mecanismos de interpelación subalterna, y donde hasta el rol

de quien comportaba como intermediario, adquiere un carácter, no solo distribucionista

de bienes sino también era voz reconocida entre los sujetos subalternos, así mismo, su

rol era a su vez como organizador dentro de los ámbitos de nueva sociabilidad, de

cumplir tareas no ejercidas por parte del Estado, un ejemplo de eso son los comedores.8

En los medios de comunicación en la década de los ’90, se tendió a convertir casos

particulares en casos generales, en medio del proceso de des-politización generado por

la aplicación del neoliberalismo, estos configuraban la idea de movilización política de

los sujetos subalternos como espacio reproductor de la esfera económica, es decir,

transferían la colonización de la esfera económica a la esfera política, de ahí el

nacimiento de la frase para describir al sujeto movilizado como sujeto del “choripan y la

coca”, que rápidamente prendió en el sentido común de nuestra clase media atemorizada

en caer la situación de pauperización.

Con la llegada en el 2003 del gobierno de Néstor Kirchner, se produce una

recuperación de la autonomía de lo político sobre la esfera de lo económico, proceso

complejo, a travesado por idas y vueltas, que acompaño la recuperación, a su vez,

económica del país, que puso en tela un nuevo uso del ejercicio de los derecho sociales,

que son base para el uso de los derechos políticos y civiles.

Este proceso de recuperaciones, donde lo político se le incorpora el valor de la

relación entre el decir y el hacer, configura un renacimiento de la militancia política, no

solo en los sectores juveniles, sino también en los ámbitos sociales y sindicales, militar

significa nuevamente participación ciudadana en el espacio publico, considerado como

parte integrante de los ciudadanos, participación que implica movilización, pero

también acción en los múltiples espacios del hacer político.

El proceso abierto por el debate de la nueva ley de medios, saco el velo de los

intereses en juego detrás de los medios, a su vez, a través de las nuevas tecnologías,

permitió la recuperación democrática e igualitaria de la palabra, palabra que pone en

tensión, nuevos mecanismos de verificación y formación de opinión…. la palabra gana

autonomía respecto la esfera económica.

Por lo cual, el mecanismo de volver a pensar lo político como espacio re-colonizado

por relaciones comerciales, instalados por los grandes medios, es parte de una estrategia

de comparar el kirchnerismo con el neoliberalismo, sin pensar que al hacer ese 8 Ver: AUYERO, Javier, La política de los pobres. Las practicas clientelisticas del peronismo, Buenos Aires, Manantial, 2001 BURD, Diego, ¿Quién es el desocupado?, mimeo en http://www.yoescribo.com/publica/comunidad/obra.aspx?cod=39217&d=1

comentario, lo que demuestran que lo político ha entrado a la esfera económica, y el

debate se realiza con las categorías de lo político.

Por ultimo, la militancia política, en cualquier territorio de lo político, implica una

serie de compromisos éticos y políticos con determinados proyectos políticos, el tiempo

de militancia, no es tiempo pago, es tiempo de lucha política… como el tiempo de ellos.

Pregunta Preguntona

El ejercicio de preguntar, es interesante, es poner en tensión las condiciones que en

apariencia tienen un espejismo de verdad, el mundo construido sobre consensos que

parecen establecerse, sin el noble ejercicio, nadie sabría quien construye ese consenso,

del cual nos dicen que participamos.

El ejercicio de preguntar, es poner la sospecha sobre la totalidad, pero una sospecha

que nace del lugar de donde uno practica la pregunta preguntona, preguntona que no es

inocente, aunque pueda parecer, y aparecer, como desinteresada, objetiva e

independiente, entonces se tiene que volver a preguntarse sobre quien pregunta la

pregunta.

Preguntar es sospechar, pero ¿sospecho de todo?, o ¿solo sospecho de lo particular?, si

esta ultima manera de sospechar, ¿Qué me hace no sospechar, y convertirlo en silencio?.

Hay quienes, piensan que preguntando nos defienden del poder… pero no nos dicen,

que no nos defenderán del verdadero poder, por eso, pregunta preguntona que quiere ser

pregunta, ¿Por qué no preguntas sobre las no respuestas del poder oculto?, quizás

pregunta preguntona que no preguntas, entiendes que la democracia acaba en las puertas

de la fabrica, del monopolio audiovisual, detrás de las rejas que vos, pregunta

preguntona, enuncias tu grito sagrado, una pregunta preguntona que me habla de la

libertad, desde un espacio donde la misma es libertad cortita… y no hablemos de que

quieras preguntar, porque tienes sospechas, que detrás de las rejas, garitas de vigilancia,

la pregunta preguntona, esa que realmente molesta, a quien siempre silencioso ordena,

la pregunta preguntona de la igualdad.

Preguntar para instalar la sospecha de que son sujetos de futuras censuras, preguntando

desde un espacio de múltiples repeticiones, mas que censura demuestran el grado de

libertad, pero giraran sus talones para preguntar con incomodas maneras, la pregunta de

cómo se construyo el poder de quien les dio el espacio para formular esta pregunta

preguntona, o quizás establezcan mecanismos de auto-censura, que no se denuncia en

las comisiones de diputados y senadores, pero si hay capacidad de sospechar que las

manos constructoras de poder económico, son mas cercanas a las manos de Lady

Macbeth, sangre que nunca se limpia, pero esa pregunta preguntona no es permitida, o

no se la permiten.

Pregunta preguntona, sospechosa de ser sospechada, que amigablemente habla con los

dueños del poder, y no repregunta por correr riesgo de no ser contestada, pregunta que

de preguntona se transforma muchas veces en preguntonta, y ahí ni juez ni fiscal, solo

preguntas que sospechan de quien la realiza.

De YPF, Senadores, medios y un 27 de Abril

Diccionarios con dueños, diccionarios con disputas, miembros del poder económico

con representación parlamentaria, y un pueblo disputando al poder económico, Jefe de

Gobierno de la Capital, ausente en el temporal, pero un asistente privilegiado a

conferencias en Alemania, en busca de inversiones, es decir, abrir a la ciudad cabecera

del país a la entrada de fondos que no pueden colocarse en las periferias europeas, una

España enojada, aunque no sabemos si por el conflicto por la perdida de YPF, y por la

subordinación cada mas evidente a los designios del FMI, la Europa colonial inicia el

apresurado camino a convertirse en un país en vía de subdesarrollo, en medio, el debate

en Senadores por la media sanción de la ley que declara de interés publico un recurso

estratégico.

Entre un que si, pero que es un no, los senadores radicales, búsqueda de punto

intermedio de un conservadurismo liberal y amagues de un nacionalismo perdido,

revisores de una historia, cuyo punto cero, es 2003, pero con capacidad de saltos hacia

1992, y olvidos sobre una gestión de 2 años, con 31 muertos mientras les estallaba en la

mano el modelo neoliberal, dignatarios de buscar arrepentimientos, mientras debajo de

sus bancas hacían el ejercicio de lavarse la mano de sus participaciones en la historia

reciente argentina, olvidos de haber conformado un bloque A, que impidió la sanción de

un presupuesto, reclamaban respuestas a un por que no antes, ocultando los

vaciamientos empresariales del director de la ex Repsol, detrás de una venta de acciones

previas a la presentación del proyecto de ley de la Sra. Presidenta9, y rondando, como

parte de un libreto impuesto por los medios hegemónicos la palabra confiscación.

Por otro lado, los abstencionistas, que con su corazón votarían a favor de la ley, pero

su racionalidad les aconsejaba no hacer ni un positivo ni un negativo, reflejo de las

voces de quienes hoy tienen diputados que votaran en contra, pero si llegaran a ser

gobierno no volverían atrás, bueno eso dice su líder viajante, que lo único que sabe

hacer es promesas, que no se van a cumplir.

Los medios, que son clarines y tribunas de formación de opinión, vinculadas a la

empresa expropiada, por pautas publicitarias, con estrellas del firmamento cayendo,

llevando a un ex funcionario, que no es lobbista pero que recibía un sueldo de consultor

externo, que hablaba como analista independiente aunque su independencia se media

con la similitud de los intereses de los empresarios españoles, comenzaron a utilizar,

9 http://www.lanacion.com.ar/1468324-el-director-general-de-repsol-en-argentina-vendio-sus-acciones-antes-de-la-confiscacion-de-ypf

luego de ver la amplia aceptación de la medida de recuperación de YPF, la palabra

confiscación como accionar del gobierno, que según el diccionario de la real academia

de España, significa penar con privación de bienes, que son asumidos por el fisco, y

cuyo sinónimo es decomisar, intenta incorporar la idea de un ataque a la propiedad

privada a un pobre empresario, sin decir, que el recurso que ese empresario tenia, era

una concesión de un bien que pertenece al estado, es decir, en vez de utilizar

correctamente la palabra para la acción del estado argentino, expropiar, es decir,

siguiendo el diccionario de la real academia que se la sigo dejando a España, “privar a

una persona de la titularidad de un bien o de un derecho, dándole a cambio una

indemnización. Se efectúa por motivos de utilidad pública o interés social previstos en

las leyes”10, solo con la intención de señalar que el gobierno nacional estaba robando,

violando la seguridad jurídica, aunque la constitución nacional argentina, tenga un

articulo sobre expropiación, todo para avanzar sobre la “caja”, en beneficio de la

maligna juventud, no politizada pero si con intereses empresariales.

Mientras estos medios pierden su capacidad de formar opinión pública, y se dedican a

dar, principalmente lineamientos ideológicos a los sectores que se sienten identificados

con una la idea que el kirchnerismo no es una anomalía reparadora sino un nuevo

aluvión zoológico que invade la vida política nacional en búsqueda de poner

nuevamente las patas en las fuentes, detrás de la defensa empresarial esta el odio

oligárquico contra los estratos del subsuelo de la patria sublevándose.

Igualmente, mañana, sin importar el odio oligárquico y de ciertos sectores de las

clases medias urbana, en el estadio de Velez, cientos de miles de militantes, organizados

e independientes, jóvenes, de mediana edad y de otra edad, que los convierten en

juventud de corazón, irán a dar una muestra de apoyo a la gestión que el año que viene,

el 25 de mayo de 2013, pasara a la historia como la década kirchnerista, la década donde

un gobernador de una provincia sureña, accedió a la presidencia cuando un riojano,

pensando debilitarlo, se bajo de una segunda vuelta, cuando ese gobernador

desconocido, llego para decirnos que las convicciones no se dejan en las puertas de la

casa de gobierno, y que no solo bajo un cuadro, sino comenzó la recuperación del país,

un camino hacia la liberación nacional, que continua… recuperando dignidad, en la

totalidad de esa palabra… recuperando la posibilidad de construir una Patria mas justa y

solidaria.

10 http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=expropiar

De Nacionalizaciones, Bancos y Jamón Español

Según parece en el mundo hay nacionalizaciones y nacionalizaciones, luego de casi

dos semanas que medios españoles, y sus sucursales locales, la recuperación de la

empresa de bandera petrolera, fue vista como un ataque a la seguridad jurídica, que

asustaría a los inversores buitres extranjeros, cansados de sobrevolar los cadáveres

agonizantes europeos, hoy se han llamado a silencio, de emisión de una opinión sobre el

proceso de nacionalización de un banco, Bankia, ahí no hay una queja sobre la situación

de ataque a la seguridad jurídica… es mas es saluda por los altares financieros con un

pequeño alza en las bolsas financieras.

En medio de la crisis de acumulación del modelo neoliberal, España saco la gran tijera

para iniciar los recortes: salud, flexibilización laboral, educación publica, aumento

impositivo sobre el consumo, de acuerdo a las lecciones de quienes que generan las

crisis, pero nunca las sufren… es mas con el dinero recortado es salvado en caso de que

sus empresas, bancos y financieras comenzaran a generar un temor de caerse del

mundo.

Nacionalizan un banco, para salvar a los que les gusta jugar al capitalismo timbero,

pero que no tienen el mafioso detrás suyo al grandote con el bate para romperte las

rodillas, si un apostador compulsivo solo se dedica a perder, en estos momentos la frase

de Lula, entra en una triste contradicción, los ricos si necesitan del estado… momentos

pequeños, pero lo suficientemente grande para que continúen realizando un poco mas

apuestas.

Interesante nacionalización supervisada por “auditores independientes”,

¿independientes de quien?... ¿el zorro puede ser auditor independiente en medio del

gallinero?... si el auditor, proviene de la UE o del FMI o de una empresa financiera solo

es independiente de los ciudadanos que votaron a un gobierno, pero de seguro no

jugaran en contra de la hermandad de buitres, solo organizaran un reparto mas

organizado del cadáver a ser picoteado, todos tendrán su tajada, menos los sectores

populares.

Claro, siempre el concepto de seguridad jurídica, se aplica cuando se afectan los

intereses de los sectores dominantes, cuando como niños mimados se escabullen bajo

las faldas a llorar, eso si, no existe la pregunta sobre la seguridad jurídica de quienes

hoy se encuentran hundiéndose en el barro de la pobreza, o no se preguntan, si el

aumento de derechos laborales, sociales, civiles son una presencia de un Estado que

realmente vela por la seguridad jurídica de los mas desprotegidos… preguntas que

tenemos que hacernos.

Entre tanto, el debate sobre los efectos de los daños colaterales del neoliberalismo

en España, queda oculta debajo de la mesa, o quizás, preguntarnos sobre el silencio, de

cuando las empresas o bancos entran en deficits, nadie se queja sobre el manotazo a la

“caja estatal” por parte de los dueños del mundo, o solo dan “manotazos” los gobiernos

cuando generan medidas impositivas para generar mecanismos distributivos, esos

debates los grandes medios no lo darán, solo populismos, que según notable ensayista,

se asemeja, aunque se la mal interprete, al nazismo son los enemigos de las libertades,

creadores simplones de nacionalismo “chauvinista”, eso si un banquero preparado al

asalto a un estado, es solo ejercicio de seguridad jurídica que no los espante hacia

nuevos espacios para seguir un poco mas la timba.

Eso si, nos quedara para debatir, si el jamón español faltante en la mesa de los

¿argentinos? se convertirá en un intento por parte del gobierno nacional de regular,

nuestra dieta alimenticia…

Sueños Destituyentes.

“Porque nosotros no nos vamos a dejar aplastar jamás por la bota oligárquica y traidora de los

vendepatrias que han explotado a la clase trabajadora, porque nosotros no nos vamos a dejar explotar

jamás por los que, vendidos por cuatro monedas, sirven a sus amos de las metrópolis extranjeras; entregan

al pueblo de su patria con la misma tranquilidad con que han vendido el país y sus conciencia”

EVITA

Los grupos de poder no pudieron armar un entramado opositor que venciera en las

elecciones presidenciales del 2011, ni siquiera pudieron un grupo, más o menos,

homogéneo en el parlamento, el ciclo iniciado en el 2008 tuvo su cierre.

En 2008 los sectores corporativos impulsaron una alianza de clases, entre sectores

burgueses agrarios, financieros, y un apoyo de un sector de las clases medias urbanas, el

objetivo constituir un frente electoral que pudiera dar una mascara democrática al

reclamo de un sector que históricamente se movilizo en torno de las practicas mas

antidemocráticas, apoyando dictaduras con recursos y hombres.

Las elecciones del 2009, abrigaron en ellos la posibilidad de constituirse como la

expresión parlamentaria de los sectores que se encontraban enfrentados a las medidas

del gobierno, que afectaban los intereses particulares en nombre de la Nación, políticos

de oposición se convirtieron en voceros de los grupos económicos.

La respuesta del gobierno nacional de avanzar en la profundización del modelo,

generando una ampliación de derechos sociales, civiles, nacionalizando las AFJP,

Aerolíneas, la ley de medios audiovisuales, entre otras, reconstruyo el Frente Nacional,

generando un nuevo entramado de alianzas políticas vinculadas a la recuperación del

proyecto político nacional y popular.

En política la correlación de fuerzas comenzaba a moverse a favor del Frente Nacional

contra los sectores oligárquicos financieros arrastrados a los intereses del imperialismo

y de los organismos financieros.

El 2010 nos encuentra con el pueblo en las calles festejando el bicentenario de la

revolución de Mayo, mientras la muerte del ex presidente Néstor Kirchner, visibilizo de

una manera la relación entre juventud y proyecto político de liberación nacional.

Derrotados en las elecciones, los sectores de las clases dominantes nacionales

cabecera de los intereses del imperialismo, deciden volver a descascarar sus intereses y

formas de actuar de manera en las viejas formas destituyentes.

El kirchnerismo, hoy coloca nuevamente la contradicción en la sociedad entre los

sectores privilegiados y los sectores populares, como dijo el Bebe Cooke, el peronismo

es el hecho maldito del país burgués, un proyecto político reparador que encuentra en

los sectores dominantes el intento de frenar el avance de los sectores populares hacia el

camino de la liberación de la patria.

Los avances recientes de los sectores financieros apostando a una devaluación, los

grupos agrarios decidiendo no pagar impuestos aunque tengan una renta diferencial a

que les hizo levantar la plata a palas, las clases medias urbanas porteñas de las zonas

con mayor poder adquisitivo caceroleando, nos ponen de nuevo frente a la encrucijada

destituyente, debilitados pero como diría Evita, estos grupos debilitados, se encuentran

agazapados y preparándose para dar el zarpazo.

Los sectores populares están de pie junto al modelo nacional, popular y democrático,

porque luego de mas de dos décadas de neoliberalismo, que hundió al país y a los

sectores populares en la peor pobreza, en el hambre, en la falta de trabajo, encontró en

las banderas levantadas por el kirchnerismo, como movimiento político nacional y

popular, amplio que supera los limites del peronismo, y se amplia incorporando a los

sectores sociales y políticos que avanzan contra la “restauración neoliberal” propiciada

por los sectores dominantes nacionales, este pueblo, ha recuperado la capacidad de

defender el modelo político, que expresa la contradicción social y política central de

nuestro país y de Latinoamérica, un proyecto que permitió recuperar los sueños de

nuestro pueblo, recuperando las tradiciones revolucionarias, las voces de los

compañeros que dieron su vida por un país mejor, ellos, la oligarquía nacional, odia la

capacidad de autonomía de los sectores subalternos, porque es la expresión de la

capacidad de disputar poder, de imponer un proyecto como guía de acción liberador.

Frente a un panorama planteado por los voceros de los grupos Clarín y La Nación de

un giro a la derecha del gobierno nacional, el gobierno decidió profundizar el modelo,

en medio de la crisis del neoliberalismo a escala mundial, recuperamos YPF, nuevos

derechos civiles se han ampliado, el modelo nacional vuelve a colocar a los sectores

dominantes en una intentona destituyente.

Pero hoy, nos encuentra con una situación diferente al 2008, pero con el mismo odio

de clase expresado, pero con una mayoría que se expresa a favor de un proyecto

nacional, que encontraron la posibilidad de ofrecer un futuro mejor a las generaciones

futuras, una Patria Independiente Económicamente, Justa Socialmente y con Soberanía

frente a los intereses del imperialismo.

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