Tesis sobre los departamentos de consejería
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Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación
Carrera de PsicologíaClínica
Análisis del funcionamiento del Departamento de Consejería Estudiantil de una institución educativa
Previo a la obtención de título de licenciado en Psicología Clínica(EXAMEN II PARCIAL)
Marco Javier Gutiérrez Calderón
Septiembre, 2015
Justificación del proyecto
Desde el enfoque manifestado en la presente investigación, se considera de crucial
importancia el análisis de una entidad influyente para el desarrollo de los propósitos
expuestos en las políticas del sistema educativo actual, como son los Departamentos de
Consejería Estudiantil (DECE). Puesto que, a raíz de su aparición como Departamentos
de Orientación y Bienestar Estudiantil (DOBE) y evolución dentro de los centros
educativos del país, sus objetivos han ido variando de acuerdo a los modelos de
gobierno y sentido cultural de la época.
De acuerdo al modelo de formación integral que persigue actualmente el
Ministerio de Educación del Ecuador, las tres áreas profesionalesen las que recae
principalmente la naturaleza de un Departamento de Consejería estudiantil son: Psico-
educativa, Psico-emocional y Trabajo Social.
El presente trabajo investigativo se enfoca en realizar un desentrañamiento
minucioso de los elementos que componen las funciones, posibilidades e impases que
un psicólogo clínico puede enfrentar en el desenvolvimiento de su trabajo formativo
para los estudiantes. Por tanto, su viabilidad se muestra en la utilidad que ofrece a
profesionales del área de psicología que se encuentran insertos en el ámbitoeducativo.
La experiencia que ofrece el desempeño laboral en instituciones educativas me
ha permitido constatar cómo el esquema asentado en el Modelo de Atención Integral de
los Departamentos de Consejería Estudiantil (2012) difiere en las realidades que
presentan las escuelas y colegios. En ocasiones, la aplicación del modelo responde al
cumplimiento burocrático que impone una entidad reguladora como lo es el Ministerio
de Educación. Sin embargo, en la práctica institucional que se marca por un trabajo
interdisciplinario, la ejecución de las tareas del área de Psicología se ajusta, la mayoría
de las veces, a funciones que sobrepasan las designadas en el modelo.
Es posible pensar que esta investigación permitirá a la institución educativa y los
actores que en ella intervienen comprender de manera más sólida la estructura, acciones,
objetivos y, sobretodo, los límites que encuentra la Psicología Clínicainserta en la
función educativa a partir del encuadre de trabajo establecido por el modelo DECE.
Desde la teoría psicoanalítica se propone establecer una congruencia teórica con
las funciones designadas al psicólogo clínico dentro del ámbito educativo y el manejo
de su praxis. De esta manera, la presentación de casos clínicos que se trabajan en esta
investigación servirá para ilustrar desde el Psicoanálisis la propuesta desarrollada en los
avatares de la educación institucionalizada y que pueda ser implementado por las
entidades educativas del país.
Planteamiento de problema de Investigación
Se podría pensar que en los engranajes del sistema educativo se encuentra la vía para
que el sujeto se inserte en una cultura que cada vez amplía más sus estándares y en la
cual no sólo compete el desarrollo intelectual de una persona. Los afectos, emociones y
sentimientos son intereses que anunciaronlas instituciones desde la aparición del sistema
de educación pública en el siglo XVIII y que cada vez ha ido adquiriendo mayor
injerencia hasta nuestra actualidad.
Por nuestros días se hablade una educación orientada a las necesidades del
mundo contemporáneo. Por tanto, cabe preguntarse, ¿Cuál es el mundo de hoy?,
Vattimo(2007)considera la época en que vivimos como el proceso en el que la
subjetividad humana se pierde en los mecanismos de la objetividad científica y luego
tecnológica. En donde el sujeto, a diferencia de la Modernidad, no se acoge a la duda
sobre su propia y verdadera naturaleza, desencadenando un mecanismo social
deshumanizado. Por otro lado, el aclamado filósofo contemporáneo
ZygmuntBauman(2003) también se anticipa a definir la sociedad actual como una
modernidad líquida y describe los rieles por los que se moviliza el mundo de hoy: una
economía globalizada que engendra una sociedad abocada por el consumode objetos
expuestos en el mercado, el internet y la hiperinformación, la tecnología y sus gadgets
que invaden las vidas de los seres humanos, pero, más allá de esto, resalta el
individualismo hegemónico que recae en la manifestación de vínculos e interrelaciones
emocionales y afectivas frágiles entre los sujetos de nuestra época.
Sin duda, esto demuestra la existencia de un sistema institucional que educa a
los sujetos respecto a las vicisitudes de la cultura, es decir, el producto es un ser humano
“educado” ideológicamente con herramientas que le permitan subsistir y aportar desde
su formación para mantener las relaciones económicas y sociales ya establecidas.
(Althusser, 1970) Por tanto, ¿Puede la institución educativa hacerse cargo de las
problemáticas psicológicas, afectivas y emocionales que aparecen de cara a los cambios
de la época y las exigencias de la misma?¨En el orden social en el que están todos los
puestos señalados, debe ser cada uno educado para el suyo. Si un particular formado
para su puesto sale de él, ya no vale para nada¨ (Rousseau, 1764).
Dentro del espectro de agentes educativos, el lugar de la Psicología Clínica ha
ido adquiriendo un papel importante. Instituciones globales, como la Unesco, han
contribuido con estándares de calidad educativa en los cuales integran a psicología
clínica como parte importante de su cumplimiento. En esa medida, observamos
múltiples problemáticas que atañen directamente a las vivencias de los educandos, como
por ejemplo: el acoso escolar, los trastornos y déficits del aprendizaje, depresión,
embarazos adolescentes y otros etcéteras ante los cuales el profesional del DECE debe
figurar como responsable directo para un apropiado abordaje. ¿El psicólogo clínico,
alineado a los criterios de funcionamiento suscritos en modelo de los DECE, consigue la
reinserción educativa de aquellos alumnos que rebasan los vectores disciplinarios y de
aprendizaje requeridos por la institución?
Precisamente, los vectores señalados por el Modelo de Atención Integral de los
Departamentos de Consejería Estudiantil (2012) dirigen sus prácticas formativas
orientadas por una estrategia operativa fundamentalmente enmarcada en procesos de
prevención, detección, abordaje y seguimiento de las diferentes situaciones y/o
problemáticas con las que se enfrentan niños, niñas y adolescentes en su
desenvolvimiento cotidiano en el ámbito educativo. (Subsecretaria de Calidad y
Equidad Educativa, 2012).
Observamos en la tarea de los DECE un diagrama de flujo que pretende
establecer su efectividad a partir de la clasificación, reconocimiento y tratamiento de las
problemáticas subjetivas de los estudiantes que se encuentran por fuera de los
estándares educacionales y no en dar cuenta de la singularidad del sujeto, reconociendo
la dimensión del síntoma como un “querer decir” y que habita en elsin sentido el cual la
escuela busca erradicar, disciplinar y normalizar, desconociendo su imposibilidad en la
ejecución.
Objetivo general
Analizar los criterios operativos que componen el área Psico-emcional dentro de un
Departamento de Consejería Estudiantil y su concomitancia con el rol del psicólogo
clínico de orientación psicoanalítica.
Objetivos Específicos:
Establecer los marcos conceptuales en los cuales se desarrolla la subjetividad en
la Educación.
Explicar el modelo político, histórico y cultural que estructura el dispositivo
educativo y cómo influencian en el desarrollo de la subjetividad.
Proponer encuadres de trabajo dentro del funcionamiento del área Psico-
emocional de los DECE que posibiliten un mejor vínculo del educando y los
actores educativos en la institución.
Índice
Justificación
Planteamiento del problema
Objetivos
Marco teórico
Capítulo 1: El sujeto y el Otro en la Institución Educativa
La Institución Educativa en la Historia
Principales aportes tomados del proyecto ilustrado y moderno
La Educación en la Postmodernidad
Constitución subjetiva del sujeto en la educación
Familia y configuración de la subjetividad
El lugar del síntoma en la institución
El niño: subjetividad y educación
Adolescencia: subjetividad y educación
La Educación como discurso institucional:
Educación, sentido y formación
Tarea imposible
Capítulo 2: DECE: estructura y función
Acciones posibles desde la teoría psicoanalítica:
Prevención
Detección
Abordaje
Seguimiento
Posición de un trabajo en gestión del síntoma
Contingencias frente a las conductas de riesgo
Metodología
Recomendaciones
Capítulo 1: El sujeto y el Otro en la Institución Educativa
La Institución Educativa en la Historia
“No es queriendo el bien de la gente como se lo alcanza (…) la mayor parte del tiempo es incluso al revés.”
Jacques Lacan
La construcción del concepto de educación alberga en sí mismo la vasta historia del ser
humano. Por lo tanto, establecer una descripción que pretenda desentrañar cómo surgió,
en dónde nació y luego explicar qué papel cumple en la actualidad, obliga, al mismo
tiempo, hacer alusión a la Historia como disciplina científica. Por consiguiente, es
preciso distinguir uno de los vectores principales que se intentan desplegar en esta
investigación y reconocer en ella misma la “subsistencia de un equívoco: el de la
distinción entre una historia como proceso objetivo dentro del cual estamos insertos y
la historicidad como un determinado modo de tener consciencia de que formamos parte
de ese proceso” (Vattimo, 1985).
En la oscilación de ambos conceptos, historia e historicidad, se tratará de
posibilitar un encuentro con la teoría psicoanalítica, para inferir de allí el rol de la
subjetividad en el ámbito educativo.
De acuerdo a las circunstancias convenientes establecidas para un encuadre
investigativo con mayor precisión, en este capítulo se tomarán en cuenta únicamente
ciertos referentes histórico-positivistas los que servirán de coordenadas para delimitar el
terreno epistemológico en el cual la educación se ha ido instituyendo, que le hicieron
adquirir mayor injerencia social para, finalmente, instaurarse como un macro sistema
institucional público de interés político y económico.
Sin lugar a duda, el constructo de “educar” puede recoger hasta las más antiguas
evidencias bibliográficas que históricamente se pueden observar y analizar. No obstante,
las aristas establecidas por la óptica positivista que determinó Augusto Compte
fragmentando la historia occidental en “edades”, son un marco referencial importante
para considerar los diferentes procesos de institucionalización pública que ha sufrido la
educación en determinados contextos culturales de la Modernidad hasta nuestra actual
“condición postmoderna”.
Por su parte, el psicoanálisis no se desentiende del pulso que marcan las épocas
para el hombre -el sujeto, psicoanalíticamente hablando- , ni mucho menos yace en las
antípodas de la Historia. No obstante, el tránsito de la formación de sus conceptos no se
somete a criterios cronológicos, sino, más bien, lógicos.
Freud perteneció a una cultura moderna victoriana en la cual vertió su teoría y la
respuesta social e intelectual para aquello fue áspera, porque aquel nuevo modelo de
pensamiento se alejaba del movimiento científico e industrial, pero, además -lo menos
aceptable- no era un estudio que nutría el carácter experimental de la Psicología.
La teoría psicoanalítica apareció y se propuso tocar la historicidad del sujeto en
la historia. Hacerlo hablar desde su deseo, de las inconsistencias estructurales que lo
configuran. Reconocer el dominio subjetivo en medio de la vorágine del materialismo
de la Modernidad. Una teoría que subraya los equívocos de la historicidad, lo que hay
detrás de la consciencia del sujeto inserto en el proceso histórico.
Influencia del proyecto ilustrado y moderno.
La educación no siempre fue una vía por la cual la razón se manifiesta y se transforma
en una herramienta principal de la condición humana para la sociedad. El acto
educativo ha tenido su reconocimiento como parte de la naturaleza del ser humano
desde siempre, las instituciones educativas existieron en épocas de civilizaciones
antiguas,
CITA DE LA REPUBLICA DE PLATON
pero la instauración de un sistema de educación institucionalizada, en donde la
formación sea de interés público tuvo su brote en el siglo XVIII, denominado “el siglo
de las luces”, y se formalizó políticamente en el siglo XIX. Esta denominación es
atribuida por al proceso histórico en el que se basa la corriente intelectual llamada ¨La
Ilustración¨ en donde el pensamiento humano -por medio de la razón-se divorcia de la
doctrina religiosa y fundamenta una sociedad basada en la promulgación delsaber
científico y tecnológico. En esta etapa, Inmanuel Kant define así la Ilustración en su
ensayo crítico ¨ ¿Qué es la ilustración?¨ escrito en 1784:
¨La Ilustración es la salida del hombre de su auto-culpable minoría de edad. La
minoría de edad significa la incapacidad de servirse de su propio entendimiento sin la
guía del otro. Uno mismo es culpable de esta minoría de edad cuando la causa de ella no
reside en la carencia de entendimiento, sino en la falta de decisión y valor para servirse
por sí mismo de él sin la guía de otro. ¡Separe aude! ¡Ten valor de servirte de tu propio
entendimiento!, he aquí la Ilustración.¨
Pero, ¿qué alumbraron los ¨pensadores ilustrados¨ en el ámbito educativo?
El despertar de una razón instrumentalorientó los procesos políticos revolucionarios en
Francia e Inglaterra del siglo XVIII y trajo consigo nuevamente el interés por la
naturaleza humana con la propagación de la ciencia. Sin embargo, la mayor fecundidad
de desarrollo se obtuvo en el área económica y del derecho. Se fundaron nuevas
escuelas de pensamiento económico que aupaban por una sociedad para el progreso y
consideraban a la educación como un factor importante para la materialización de ese
progreso.
Rousseau (1764), principal intelectual de la época ilustrada, en una de sus
obrascapitales, Emilio, identificaba con claridad la importancia de la educación para el
desarrollo del nuevo Estado. ¨En el orden social en el que están todos los puestos
señalados, debe ser cada uno educado para el suyo. Si un particular formado para su
puesto sale de él, ya no vale para nada¨. Individuo y sociedad se convirtieron en una
dicotomía fundamental para el desarrollo.
Por otra parte,al norte de Francia, Renato de Chalotais, procurador general del
Parlamento de Bretaña, formula el proyectoEnsayo sobre la educación nacional(1763)
en dondepropone la abolición de la educación confesional, especialmente la destitución
de la formación jesuíticay se instale un modelo educativo estatal que procure introducir
contenidos científicos ceñidos a la “realidad” de la época.
¨En cuanto a la educación elemental, no solo era necesario que el Estado provea para todos, sino que se critica severamente a los Hermanos de las Escuelas Cristianas que pretenden enseñar a leer y escribir a los pobres, que no necesitan más que aprender el manejo de la lima o el cincel¨(Abbagnano y Visalberghi, 1967)
La destitución del poder designado para manejar los hilos de la educación que se
encontraba en manos de los jesuitas tuvo lugar como evento inaugural entre 1759 y fue
propagándose en varios países de Europa central hasta su total supresión decretada por
el Papa Clemente XV en 1773 aproximadamente. En nuestro contexto nacional, La
Compañía de Jesús, inscribió un modelo educativo importante durante gran parte del
siglo XVI y XVIII sentando las bases de, incluso, actuales instituciones educativas.
En Alemania, aparece un movimiento que se cataloga como impulsador en el
progreso de la educación llamado Filantropismoque nace en la propuesta de Juan
Basedow, llamada Relación a los filántropos y a los potentados sobre las escuelas,
sobre el estudio y sobre el bienestar públicoen 1768, en la cual se introdujo como
deberes cívicos ejercer labores humanitarias orientadas a la educación, en donde la
inspiración ilustrada se hacía ¨apostolado¨ de filantropía, es decir, una acción
encaminada a realizar la máxima felicidad de todos los hombres por medio de la
educación(Abbagnano y Visalberghi, 1967)
En este punto -la felicidad como objetivo educativo- los filántropos se
relacionaron con las ideas de Rousseau, pero, más allá de esto, el espíritu de la
enseñanza debía apuntar siempre a la practicidad y sin quitar la mirada de la formación
experimental que exigía el crecimiento vertiginoso de la sociedad científica.
Durante esta época, las reformas educativas incitaron a la creación de nuevas
instituciones que se sumaban al movimiento filantrópico, pero que, además, marcaron la
pauta para levantar el esquema de educación que en la actualidadse observa. Como las
Salles d’ asile que aparecieron en Francia en 1770 las cuales tenían como propósito
cuidar a los niños cuyos padres trabajaban en los campos. A partir de allí, las
instituciones preescolares empezaron a difundirse en las principales ciudades francesas
y posteriormente en otros países.
En 1787 Federico Guillermo II de Prusia recibió el impacto del pensamiento de
Basedow y en miras de una educación para el hombre integral promulgado por el
Humanismo alemán, estableció un código que transfería el poder sobre las escuelas del
clero al ministerio de Educación, instalando un sistema educativo controlado por el
Estado y dejando una marca clara de que la educación debe responder a los intereses de
un gobierno.
Así, en las postrimerías del siglo de las luces y, a su vez,en el umbralde una
época naciente -la Modernidad-,el sistema educativo se establecía como una de las
principales atenciones políticas del Estado. Sin embargo, la consolidación del sistema
institucional público no se da, sino hasta el asentamiento del siguiente siglo, en donde la
visión científica del mundo y la industria comprenden la base de una sociedad que
apunta vertiginosamente hacia el progreso y marca su entrada anunciando fuertes signos
de nacionalismo que se imparte en el interior de las aulas.
El transcurrir del siglo XIX se caracterizó por una sucesión de revoluciones que
destituyeron al sistema absolutista de la Monarquía en los países europeos y que tuvo su
inicio con la Revolución Francesa, lo que supusode esta manera el albor de la
Modernidad. Todas las manifestaciones científicas, industriales y tecnológicas -que
comprendían también una forma de revolución de esta época- se sostuvieron en el
Positivismo como doctrina filosófica, en donde autores como Marx, Comte, Saint-
Simon, Darwin y otros vertieron su propuesta, la cual consistía en la interpretacióndel
mundo de un modo materialista y mecanicista:
“La concepción materialista del mundo significa simplemente la concepción de
la naturaleza tal como es, sin ningún elemento extraño” (Marx - Engels, ¿?).
El pensamiento materialista apuntaba a borrar la subjetividad, la cual se
denomina “elemento extraño de la naturaleza”, por tanto, el materialista se declara él
mismo objeto, o sea materia de ciencia. Pero, una vez que ha suprimido la subjetividad
en provecho del objeto, en lugar de verse como una cosa entre las cosas, se convierte en
mirada objetivay pretende que contempla la naturaleza tal como es absolutamente […]
Así, el materialista habiendo superado toda subjetividad y habiéndose asimilado a la
pura verdad objetiva, se pasa en un mundo de objetos habitado por hombres-objetos.
(Sartre, 1946, pag 5)
Este modelo de objetividad y rigurosidad científica desprendió nuevas formas de
acción social en las cuales se evidenciaba la concepción de hombres-objetos con la
aparición de innovadorasestrategias de controly estructuras arquitectónicas, como la
“prisión” y el “manicomio”, que dieron cuenta del afán dedisciplina y segregación que
buscó emplear la sociedad moderna.
Siguiendo este punto, Foucault (1976) describe el siglo XIX como un verdadero
conjunto de procedimientos para segmentar, controlar, medir, encauzar a los individuos
y hacerlos “dóciles y útiles”. Vigilancia, calificaciones, rangos, clasificaciones,
exámenes, registros, una manera de someter los cuerpos y dominar las multiplicidades
humanas que se ha desarrollado en los hospitales, en el ejército, las escuelas, los
colegios o los talleres: la disciplina.
El interés prioritario para alcanzar el progreso económico de los Estados también
produjoel nacimiento de nuevas teorías económicas vinculadas a la Revolución
Industrial como el Liberalismo, el cual descansaba en principios de “libertad
económica” y respaldo a la propiedad privada, fuente principal del sistema capitalista. A
su vez, los aires de soberanía -heredados de la Revolución Francesa- que respiraban los
gobiernos de la época moderna instauraron un pensamiento nacionalista que desembocó
en una oleada revolucionaria en la primera mitad del siglo XIX. Periodo en el cual
Ecuador inicia su etapa republicana en 1830.
La escuela recoge, tramita y produce una puesta en acto de sus funciones
representada por elementos nacionalistas, introduciendo en el plan educativo materias
como Formación Cívica o Educación para la ciudadanía. Las identificaciones de los
sujetos con su nación representaban una de las bases del pensamiento moderno. Como
lo explica Rousseau (1963) al referirse a la función educadora de los padres, quienes al
engendrar un hijo adquieren las siguientesdeudas:
“Debe a su especie hombre, debe a la sociedad hombres sociables y debe ciudadanos al Estado.”
De estamanera, la cultura occidental del siglo XIX tuvo su paso por una vía de
avances tecnológicos, descubrimientos científicos, ciudades industrializadas,
nacionalismo creciente y pensamientos mecanicistas-incluyendo a la Psicología- que
marcaron las coordenadas de lo que hoy en día conocemos como desarrollo y progreso;
conceptos que, sin duda, no serían puestos en marcha sin la plataforma educativa.
Más tarde, en la primera mitad del siglo XX, el mundo observó la barbarie de
dos guerras mundiales que mostraron el horror y la destrucción. Una ilustración in
situde la pulsión de muerteque motivó a Freud para acuñarlo como concepto durante el
periodo entre guerras. Luego, tras la agitación de la segunda guerra, el esquema político
global se desarmó y estableció un nuevo orden mundial. Aparecieron estrategias de
reconstrucción de los Estados afectados por la guerra y erigieron los países que tomaron
la hegemonía política y se asentaron como potencias.
A la par de esta transición política, movilizados por el resurgimiento de un sentir
humanitario y el entusiasmo de evitar que nuevos conflictos mundiales se propicien, los
Estados principales se reúnen para crear organizaciones que garanticen la paz mundial
como la ONU (Organización de Las Naciones Unidas) y, a su vez, las instituciones
extensionales que hagan posible una legislación de políticas públicas globalizadorasdel
bien comúnpara la humanidad. Por supuesto, la educación es uno de los pilares
ideológicos de estos proyectos.
La UNESCO(La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura) es creada en 1946 y tiene por misión contribuir a la consolidación
de la paz, la erradicación de la pobreza, el desarrollo sostenible y el diálogo intercultural
mediante la educación, las ciencias, la cultura, la comunicación y la información (Pa
web Unesco). Es una institución encargada de plantear los objetivos por los cuales debe
regirse la educación en el mundo y, al mismo tiempo, regular y verificar los avances que
tienen los países en materia educativa. Es así, como a partir de 1966 la Constitución del
Ecuador dispone de un Departamento de Asuntos Internacionales y Secretaría
permanente de la Comisión de la UNESCO que desde entonces ha contribuido con el
Ministerio de Educación a designar las políticas integradoras y acordes a los objetivos
mundiales para orientar la Educación del país según los estándares de calidad
educativa.
El Ecuador encontró a mediados del siglo XX el esquema burocrático y
administrativo para manejar los criterios de educación conforme a los planes mundiales.
Hoy en día, el sistema mantiene los mismos criterios y bases políticas. Sin embargo, la
cultura que enfrenta la institución educativa en la actualidad está precedida por la
desvaloración de los metarrelatos que sostuvieron la cultura moderna. La familia y sus
normas se encuentran en crisis. El mercado y la publicidad despliegan sus estrategias
para confeccionar el bien (objeto)que produzca un bienestar. Y los sujetos creen, viven
por y para ello.
Ante esto, la escuela no claudica, insiste en sus funciones de normar, clasificar y
homogenizar en una época en donde el Otro no existe y la individualización hace marca
de sentido en la experiencia de vida.
Entonces, ¿es posible pensar en la institución educativa de hoycomo un lugar
que permita la identificación con el saber académico y garantice el lazo social?, ¿qué
desafíos contemporáneos enfrenta en su labor?
La Educación en la Postmodernidad
“Los analfabetos del siglo XXI no serán aquellos que no sepan leer o escribir,
sino aquellos que no puedan aprender, desaprender y reaprender”
Alvin Toffler
El
Jorge Forbes (2013) en el marco del Encuentro Americano de Psicoanálisis de
Orientación Lacaniana (ENAPOL) denominado Hablar con el cuerpo. Las crisis de las
normas y la agitación de lo real introduce una pregunta: ¿Cómo está el mundo en la
crisis de las normas?, para lo cual se responde haciendo un pequeño e interesante
recorrido histórico de las sociedades en periodos marcados por el lazo social que
emplearon y su objeto de trascendencia en el tiempo:
Primer periodo: ciclo natural de las cosas.
Segundo periodo: trascendencia divina. Igualdad frente a un mismo Dios.
Tercer periodo: La Ilustración. El reemplazo de Dios por la razón.
Cuarto periodo: Nihilismo. Negación de todo real.
Quinto periodo: se encuentra en construcción.
Siguiendo a Forbes, es preciso preguntarse, ¿qué objeto de trascendencia
estamos construyendo?, ¿cómo se manifiestan los lazos sociales de una época en
construcción?.
A finales del siglo anterior, Lyotard (1987) bautizó a la civilización de hoy como
una condición postmoderna, es decir, la condición del saber en las sociedades más
desarrolladas que designa el estado de la cultura después de las transformaciones que
han afectado a las reglas de juego de la ciencia, de la literatura y de las artes. Esto es,
una legitimización del saber y sus formas universales y unificadoras que una sociedad
establece, lo cual se daba por medio de los metarrelatos, es decir, el designio de qué es
saber y qué conviene saber.
La civilización contemporánea, se constituye por la caída en descrédito de los
metarrelatos. El sujeto se dirige a sí mismo. El fin común y la ideología colectiva no
tienen valor para él.Es como si la máxima kantiana del ¡separe aude!(Si, a manera de
exclamación)fue de tal atrevimiento que la búsqueda por la verdad, desembocó en una
proliferación de verdades, donde todo es válido; creando el mundo de los pareceres que
los sociólogos bautizaron como la Posmodernidad.
Vattimo (1987) sostiene que lo posmoderno se establece como disolución de la
categoría de “lo nuevo”. La capacidad humana de disponer técnicamente de la
naturaleza se ha intensificado y aún continúa intensificándose al punto de originar una
sociedad de consumo, donde la renovación permanente-por medios tecnológicos-
asegura la supervivencia del sistema; la novedad nada tiene de “revolucionario”, ni
perturbador, sino que es aquello que permite que las cosas marchen de la misma
manera.
Por otro lado, Lypovetsky (¿?) propone una lectura diferente de la sociedad
desde una óptica que él denominó, la lógica del vacío, en donde el sujeto de la época
contemporánea atraviesa un nuevo proceso de personalización signada en el
individualismo otorgado por una sociedad flexible sujetada a la información, hedonismo
y estimulación de las necesidades.
El sujeto de la posmodernidad transita en un mundo abarrotado de objetos
ofrecidos por un mercado que los fabrica consumibles, descartables, mayormente
virtuales, y sobre todo, de adquisición inmediata. Pero esta dinámica no solo responde a
una manera de percibir el mundo, sino también a un modo de vida de los sujetos y sus
relaciones entre sí.
“La alegría de deshacerse de las cosas, de descartarlas, de arrojarlas al cubo de la
basura, es la verdadera pasión de nuestro mundo” (Bauman, 2007)
Los vínculos humanos se encuentran mediatizados por estos objetos, en el mejor
de los casos; cuando no, son estos mismos objetos de consumo los que generan una
especie de taponamiento que imposibilita el lazo con los Otros y disipa las preguntas
por el propio ser. Propiciando una cultura de incertidumbre, sin referentes sólidos, crisis
en las normas que sostienen la cultura, algo que Lacan llamó la agitación de lo real.
Si el curso de la historia que vivimos hoy en día posee las características que he
descrito, ¿en qué condiciones se da la educación actual? Si la herencia de los siglos
pasados ha sido un sistema educativo estructurado para responder a los cánones de
progreso de las sociedades desarrolladas, ¿qué efectos produce en los educandos el
dicho entusiasmo político?
“En nuestros días, toda demora, dilación o espera se ha transformado en un signo
de inferioridad” (Bauman, 2007). Uno de los tan hablados síntomas contemporáneos, es
la inmediatez; la obtención y consecución de logros de forma apresurada, que todo
mientras sea más rápido, mejor. La educación no es una excepción de esa tendencia.
Myers (1960) indica la creciente tendencia a considerar la educacióncomo un producto
y no como un proceso. Ante esta aseveración, Bauman (2007) precisa, que cuando es
considerada como un “producto”, la educación es algo que se consigue, completa y
terminada, o relativamente acabada […] el apetito de conocimiento debería hacerse más
intenso gradualmente a lo largo de toda la vida, a fin de que cada individuo “continúe
creciendo” y sea a la vez una mejor persona.
El horizonte está lleno de incertidumbre. En una entrevista realizada por Oliver
Burkman (2001) de diario The Guardian a una estudiante de 18 años dice: “no me
gustaría, al hacer un repaso de mi vida, ver que encontré un empleo y permanecí en él
para siempre sólo porque era seguro”. Los sujetos se forman en instituciones educativas
para fluir en los múltiples empleos que la vida les depare. Lo sostenible es equivalente
al fracaso. El mundo líquido así lo exige.
La naturaleza del proceso educativo en instituciones se presenta como un largo
camino a seguir. Y hay que recorrerlo con toda la premura necesaria. No importa el
conocimiento adquirido, sino el saber técnico instrumental que permita su pronta
aplicación, algo del orden de las necesidades del entorno y no del deseo del sujeto, que,
como se sabe bien, el deseo es de carácter inconsciente. Se podría adelantar
intencionalmente una conclusión en este punto: la educaciónpretende borrar al sujeto.
Más adelante intentaré retomar este punto con mayor precisión.
Miller refuerza la propuesta que Lacan estableció en el Seminario Aun, sobre la
inexistencia del Otro, ubicándolo como una condición únicamente de los semblantes.
¿Qué es una civilización? Digamos que es un sistema de distribución del goce a
partir de los semblantes. Si la civilización antigua implicaba ocparse del esclavo, la
nuestra supone angustiar metódicamente al asalariado.
A cada problema su Dios.