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    Y EN EL GUIÓN CINEMATOGRÁFICO DE EDUI TIJERINA CHAPA

     Actores:

    ÁNGELA: Carmen BaquéFAUSTO: Carlos Barragán

    AMANTES: Daniel Loza

    JULIETA: Tatiana Del Real

    Dirección de escena:

    Hortensia Martínez

    Producción:

    Yaratzeli Fox y Fernando Ortega

    Estreno:

    Marzo 2016

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    PRIMER CUADRO

    Se escucha de fondo un piano que toca la versión instrumental de “Someone likeyou” de Adele, misma que va desvaneciéndose conforme se desarrolla la escena y

    el personaje comienza a hablar.Una sala al centro de la escena. Iluminación nocturna. Poco a poco descubrimos elperfil de JULIETA que luce un atuendo sencillo, pero sexy y elegante, rematado conun par de hermosos tacones blancos calzando sus pies. Sostiene un papel entresus manos. Sobre sus piernas, el sobre abierto de donde lo ha extraído. Leedetenidamente sin mostrar ningún tipo de emoción en su rostro. Al terminarlo, arrugala hoja pero no la suelta, la sostiene en el puño cerrado y medita sus palabras antesde dirigirse a la audiencia.

    JULIETA: (como para sí)  Algunas mujeres también pensamos en sexo todo eltiempo, ¿saben? Y sí, dicen las malas lenguas que todas fuimos prostitutas en otras

    vidas, sólo que no todas lo descubren en su presente (se pone de pie) Afortunadamente para Ángela, ella se dio cuenta muy pronto de que las bodas noson un final feliz, sino que son sólo el principio… (Recoge el sobre y sale) 

    Cambia la iluminación a una más brillante, de día. Aparecen ÁNGELA y FAUSTOagitados. Él luce cansado y aún se sacude la tierra de las ropas. Ella no para debesarlo y darle muestras de cariño. Él se tumba en el sillón, ella se encarama sobreél, lo llena de besos.

    ÁNGELA: (visiblemente excitada) ¡Mi amor, mi amor, mi amor! ¡Todavía no puedocreer tan hermoso detalle! Ni en mis sueños más románticos me habría imaginadover mi nombre escrito por todo el cielo… Y luego tú… aventándote de ese

    paracaídas…FAUSTO: Ay, ya ni me lo recuerdes, que todavía siento el vértigo en el estómago.

    ÁNGELA: (enternecida) Ay, mi vida, sé del miedo que le tienes a las alturas. Estodemuestra que me amas de verdad. (Vuelve a besarlo con suavidad. Reaccionamirando la argolla en su dedo. Se levanta y la acaricia embelesada)  Vaya forma depedirle matrimonio a una mujer. ¡Mis amigas no van a creérmelo cuando les dé lanoticia! ¡Yo, la incasable, la que se iba a quedar esperando al hombre perfecto enuna banca de parque hasta que le salieran telarañas! (Ríe y da vueltas como unaniña. Reacciona de nuevo ante lo excitada que le está haciendo sentir eso)  ¡Ay, miamor, me haces sentir como una diosa! …y no sabes cómo me prende eso… ¡estoy

    que me quemo por dentro! ¿Por qué no vienes y me haces el amor? ¿Eh? ¿Fausto?FAUSTO, que se ha cubierto el rostro con un brazo y ha estado respondiendo almonólogo de ÁNGELA con sonidos intermitentes, irrumpe el silencio con un brutalronquido. Reacción de ÁNGELA. Oscuro. Pausa.

    Se ilumina de nuevo la escena sobre ÁNGELA en un sexy negligé de encaje ypantuflas muy femeninas. Ahora está sola y se coloca unas gotas de perfume pordetrás de las orejas. Guarda el frasco en el cajón del mueble de la sala. Se ve

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    dispuesta y apasionada. Se despereza como un felino. Se recuesta en el sillón ycomienza a tocarse.

    ÁNGELA: (gritando) ¿Te falta mucho?

    FAUSTO: (desde el fondo) ¡Ya voy!

     ÁNGELA sigue acariciándose y sonriendo con las fantasías que imagina al lado desu marido. Se ilumina la esquina inferior derecha y aparece FAUSTO con sólo unatoalla atada en la cintura y el cabello mojado, sostiene un celular. En la esquinaopuesta vemos a JULIETA, sosteniendo una conversación por teléfono. Viste unpants aguado y una playera con algún estampado de caricatura o con algunaleyenda, nada sensual.

    FAUSTO: Me vuelves loco, Julieta… Hace apenas una hora que nos despedimos yno puedo esperar para verte de nuevo…

    JULIETA: (enredando el cable telefónico entre sus dedos, seria) A mí me hubieragustado que te quedaras a dormir conmigo… pero nunca puedes

    FAUSTO: Chiquilla, comprende…

    JULIETA: Ya te dije que no me digas chiquilla. No soporto que todas las nochesllegues a dormir con ella. ¿Está ahí a tu lado?

    FAUSTO: Claro que no, yo estoy encerrado en el baño. Ella ya debe de estardormida.

    ÁNGELA: ¡Fausto! ¿Ya vienes?

    JULIETA: ¿Quién está gritando? ¿Lo ves? ¿Cuál dormida? ¡Debe estarteesperando para que te revuelques con ella!

    FAUSTO: ¡Cómo crees que pase eso, si me dejaste sin un gramo de energía! (seríe de su propio chiste) ¡Voy a caer como bulto en la cama!

    JULIETA: (cambiando por un tono más pícaro) ¿Es en serio? ¿Tan mal te traté?

    FAUSTO: (chiqueándose) Sí… me torturas con tus jalones de pelo y tus mordidas.

    JULIETA: ¿Tan mala soy? ¿Ya no quieres hacerlo más conmigo?

    FAUSTO: (encendiéndose)  Podría hacértelo toda la noche, por todos lados, entodas las posiciones, fuerte, intenso, hacer que te vengas mil veces hasta que mepidas y me supliques que me detenga, que no puedes más…

    JULIETA: (cachonda) ¿Ajá? ¿Y qué más me harías?

    FAUSTO: ¿Quieres saber qué más? Déjame motivarme… dime, preciosa, ¿Qué eslo que llevas puesto?

    JULIETA: (dudosa) Eh… n-nada… no llevo nada puesto. Estoy desnuda y dispuestapara ti, mi amor…

    FAUSTO: Tócate, cariño. Tócate mientras te sigo hablando…

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    Los dos personajes se obscurecen mientras nos damos cuenta de que ÁNGELA seha quedado dormida con una mano sobre el sexo y otra sobre los labios, mientrastambién se va oscureciendo lentamente.

    SEGUNDO CUADROSuena de fondo “I’m too sexy” de Right Said Fred. Aparece casualmente el primer

     AMANTE, que será un mismo actor representando a los diversos personajes quepasan por la vida de ÁNGELA y que tendrán distintos nombres, dependiendo delmomento en el que aparezcan. BERNARDO vestido con jeans y playera muyajustada para destacar su virilidad y musculatura. Lleva una maleta deportiva.Camina muy sobrado de sí mismo, escuchando la música en sus audífonos.

    BERNARDO: (ajusta su teléfono al tiempo que se apaga la música y guarda losaudífonos. Sigue cantando y moviéndose mientras marca un número) Llegó la horade la acción, papá… ¿Señora? Ya estoy aquí afuera… ¿sí es el 601, verdad? Bien,

    la espero.Sale Ángela con una blusa de pronunciado escote, pantalones entallados y unasbotas altas negras que son lo más llamativo de su atuendo. Trae un espejo de mano,se revisa la joyería y se retoca el labial. Ensaya una mirada seductora. Se acerca aabrir la puerta. Ambos se sorprenden al verse.

    BERNARDO: ¡Ángela! ¡Ángela Chapa! ¿Eres tú?

    ÁNGELA: (nerviosa) ¿Bernardo? Pero, pero... ¿Qué haces aquí?

    BERNARDO: (sarcástico) ¿Cómo que qué hago aquí? ¿Qué haces tú aquí? (ella lorecorre con la mirada) ¿Quieres hacerlo aquí o me vas a invitar a pasar?

    ÁNGELA: ¿Hacer qué?

    BERNARDO: De aquí me llamaron para venir a levantarle el ánimo a “alguien”.

    ÁNGELA: Entonces, ¿Tú eres el que viene a...?

    BERNARDO asiente. ÁNGELA termina de abrir la puerta y lo invita a pasar. Trascerrar, caminan hasta la sala.

    ÁNGELA: (aún confundida)  Pues mira que el mundo es pequeño. Venirte aencontrar justo aquí, y en estas circunstancias. (BERNARDO sonríe y encoge dehombros)...Digo, dedicándote a eso.

    BERNARDO: Nunca he recibido quejas. Y mira que muchas de mis “gracias” lasaprendí contigo.

    ÁNGELA: (incómoda)  ¡No cambias! Siempre haciéndote el simpático. Será mejorque te vayas.

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    BERNARDO: (cambia su estado de ánimo por un gesto serio y frío) No quisiera irmeasí nomás luego de la gran sorpresa de volverte a ver. ¿Es en serio? ¿Estássegura?

    ÁNGELA: ¡Claro que lo estoy! ¿Crees que pagaría por un cuerpo que ya conozco,y que además, es parte del pasado?

    BERNARDO: ¿No quieres saber si he aprendido algo nuevo en este tiempo?

    ÁNGELA: (firme) ¡Quiero que te vayas ahora mismo!

    BERNARDO: No creo que a mi jefe le guste la idea de cancelar el servicio.¿Necesitas desahogarte de algo, verdad? Por algo llamaste. Te conozco tan bien.

     ÁNGELA rompe en llanto. BERNARDO la abraza tratando de consolarla; le acariciala espalda, luego baja a la cintura. Suspira y se acerca aún más para hablarle aloído.

    BERNARDO: (susurrando y acariciándole el rostro con una rosa que acaba de

    sacarse de la manga) Por los viejos tiempos… ÁNGELA recibe la flor. Él la toma de la mano y empieza a sonar la versióninstrumental de “Careless Whisper” de George Michael. Comienzan a bailar, cadavez más juntos. Él la abraza y poco a poco va bajando sus manos. La aprieta contraél y la levanta hasta llevarla a uno de los sillones. Completa excitación.

    De pronto, el sonido de un auto que se estaciona. ÁNGELA corre hasta la ventanay se asoma discretamente.

    ÁNGELA: ¡Fausto!

    BERNARDO: ¡Bernardo! Soy Bernardo.

    ÁNGELA: ¡No! ¡Que te vistas! Viene Fausto.

    BERNARDO: ¿Y ese quién es?

    ÁNGELA: ¡Mi marido!

    BERNARDO: Pensé que te había dejado y por eso lo de... (Recoge su ropa) ¿Tienespuerta trasera? (Ella le señala por dónde hacer mutis. La besa y lo hace.)

    Suena el timbre. ÁNGELA se apura en vestirse.

    ÁNGELA: ¡Voy! (De nuevo el timbre. Termina y corre a la puerta) ¡Que ya voy! (Se

    asegura de que todo esté en orden. Abre.) FAUSTO: (entrando apresurado) ¡Se me olvidaron las llaves y los reportes para la

     junta!

    ÁNGELA: (alzando la voz) ¿Desayunaste algo? Para cuando salí de bañarme tehabías ido y ni adiós dijiste.

    FAUSTO: (mostrando sus llaves y unos folders y carpetas) Perdóname, cariño. Yasabes cómo he andado.

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    ÁNGELA: (sarcástica) Sí. Sé muy bien “cómo has andado”.

    FAUSTO: (besándola en la mejilla) No estoy seguro de a qué hora llegaré hoy.Tenemos reunión en el Campestre, mejor no me esperes despierta.

     ÁNGELA finge una sonrisa y cierra la puerta. Observa por la ventana: FAUSTO se

    aleja. Suspira aliviada.BERNARDO: Pensé que estaba acá para servir de consuelo pero resulta que soyobjeto de venganza... Al menos es lo que estoy entendiendo. ¿No es así?

    ÁNGELA: Las dos cosas. ¿Quieres tomar algo? (él asiente, ella sirve dos vasos, seacerca a proscenio con la mirada perdida) 

    TERCER CUADRO

    FAUSTO Y JULIETA llegando a la habitación de un hotel. Ella viste un traje sastre

    negro, muy discreto. Lo que más resalta de su atuendo son sus tacones rojos ybrillantes como una manzana.

    FAUSTO: De verdad, ya no te preocupes.

    JULIETA: ¿Y qué tal si me vio?

    FAUSTO: No te vio. Y si sí, pues cree que vamos a una reunión. Tú eres miasistente. ¿Qué tendría de raro?

    JULIETA: ¿Y si no se tragó tu plan de ir por unos papeles para darle realismo a laexcusa?

    FAUSTO: ¡Ya! ¡Tranquila! (se afloja la corbata, la seduce) 

    JULIETA: Pues, bueno... que comience la junta de trabajo (se entrega a él) 

    FAUSTO: ¡Me encantas!

    JULIETA: ¡Y tú a mí!

    Paralelamente vemos aparecer a Ángela en lo que parece ser un estacionamiento.Lleva un vestido negro con cinturón rojo, un abrigo largo en el brazo. Lo que másresalta de su atuendo son unos tacones rojos y brillantes como una manzana.Pueden ser idénticos o de diferente diseño que los de JULIETA. Se acerca elsegundo AMANTE, vestido elegantemente.

    RAMIRO: Hola, ¿ya se tardaron, no?

    ÁNGELA: (Recorriéndolo con la mirada) Sí.

    RAMIRO: ¿Qué auto es el tuyo?

    ÁNGELA: No es el mío, es el de una amiga, vengo con ella.

    RAMIRO: (sonriendo) Me llamo Ramiro, ¿y tú?

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    ÁNGELA: (Extendiéndole la mano, decidida) Yo soy Ángela, y son diez mil pesos lahora.

    RAMIRO: (Sorprendido) Wow. Debes hacer algo extraordinario para ese precio, meintrigas.

    ÁNGELA: (Sugerente) ¿Por qué no lo averiguas?RAMIRO: (Mirando alrededor, en tono íntimo)  A dónde vamos, ¿en qué hoteltrabajas?

    ÁNGELA: (En un ataque repentino de risa)  ¡Ramiro discúlpame, la verdad sóloestaba bromeando, no soy prostituta ni cobro diez mil pesos la hora, sólo era un

     juego!

    FAUSTO Y JULIETA en el hotel

    JULIETA: (Riéndose por las cosquillas que FAUSTO le hace) ¡Ya, FAUSTO! ¡Yo noestoy jugando!

    FAUSTO: (Travieso) Pero yo sí… (Intenta seguir las cosquillas, ella lo detiene) 

    JULIETA: (Mirándolo a los ojos) Pero yo no. Te amo.

    FAUSTO: (separándose repentinamente) No quiero volver a tener esta discusiónotra vez. Venimos aquí a pasárnosla bien. ¿No es suficiente para ti el que le hayatenido que inventar eso a Ángela?

    JULIETA: Pues no, no es suficiente. Es más, no estoy bien con eso.

    FAUSTO: (irónico)  ¿Ahora me vas a salir con que te arrepientes? ¡Si la idea deescaparnos para acá fue originalmente tuya! ¡Yo no quería mentirle de esa manera!

    JULIETA: ¡No me gusta…! No me gusta escucharte mentir. Siento desconfianza decómo puedes estar mintiéndome a mí también.

    FAUSTO: No puede ser… ahora resulta.

    JULIETA: Estoy hablando en serio. Tú para mí ya no eres más un juego.

     ÁNGELA Y RAMIRO, aún en el estacionamiento.

    RAMIRO: ¿Un juego? ¡Cómo puedes jugar con algo así!

    ÁNGELA: Bueno, en realidad sí quiero hacerlo, pero no sé cómo funciona todo esto,digamos que eres mi primer cliente y no estoy muy segura de que me guste.

    RAMIRO: (Sacando la cartera, y extrayendo un fajo de billetes que le extiende a ÁNGELA) Toma estos diez mil pesos y vamos a mi casa para coger un rato, megustas mucho y sé que te vas a divertir.

    ÁNGELA: Ten en cuenta que… tú estás esperando un sexo profesional, y yo… yono lo soy.

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    RAMIRO: (Ansioso) No importa. Créeme Ángela, llevo un buen rato sin estar conuna mujer, y eso es un reto increíble para cualquier hombre, el sexo que sea, pormí está perfecto.

    ÁNGELA: Pero…

    RAMIRO: (Asiéndola por el brazo) ¡No preciosa, vienes conmigo, este juego ahoraes mío también! (ella lo mira dudosa) ¡Cómo tardan en traer el carro!

    ÁNGELA: Está bien… pero prométeme que me vas a decir qué es lo que más tegustó al final… y sobre todo, (juguetona) que me vas a recomendar con tus amigos.

    RAMIRO: (mirando en dirección de donde vienen los autos) No te aseguro eso derecomendarte, pero claro que te voy a decir qué me gusta y cómo. ¿Quieres ir a micasa?

    ÁNGELA: ¿A tu casa? ¿No hay peligro de que llegue tu esposa?

    FAUSTO Y JULIETA en el hotel

    FAUSTO: Ella es mi esposa, Julieta. Tú no lo entiendes porque nunca has estadocasada. Eso de llegar y tener que cumplir, la rutina, las responsabilidades…

    JULIETA: Tienes razón, no lo entiendo, por eso me gustaría vivirlo.

    FAUSTO: (Amoroso)  Lo nuestro tiene el encanto de lo prohibido, de lo efímero.Créeme, si viviéramos juntos, el encanto se acabaría.

    JULIETA: Entonces NO SABES lo que es tener una pareja. Un hombre que deverdad ama a su mujer no le pone el cuerno. Cuando estás seguro de lo que sientes,no tienes ojos para nadie más, no necesitas andar probando la diferencia con otraspersonas. Cuando una persona realmente te llena, no buscas el pretexto de“conocer la diversidad”.

    FAUSTO: ¿Y tú cómo sabes eso?

    JULIETA: No creo que lo entiendas, porque es algo que no sienten ni tú, ni tuesposa.

    RAMIRO Y ÁNGELA

    RAMIRO: (introspectivo)  ¿Mi esposa? (Enciende un cigarro)  Estoy reciéndivorciado.

    ÁNGELA: Oh… lo… ¿siento?

    RAMIRO: Ella no sólo se fue de mi vida, sino que se llevó con ella a mis hijos, y nohay poder humano que la haga cambiar de opinión… (Reacción de ella) Sé lo queestás pensando, y no, tampoco hay abogado fraudulento ni juez corrupto quequisiera ayudarme con mi problema.

    ÁNGELA: ¿Y… por qué se enojó tanto?

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    RAMIRO: Porque me cogí a su prima… (Reacción de ella) Sí, ya sé que a la primase le arrima y si se puede, se le encima… pero no se le embaraza.

    ÁNGELA: (escandalizada) ¡¿Embarazaste a la prima de tu esposa?!

    RAMIRO: Y por poco también a mi prima, pero ella sí se cuidó.

    FAUSTO Y JULIETA

    FAUSTO: Simplemente me cuido.

    JULIETA: ¿Te cuidas? ¿Qué te cuidas? ¿El corazón? (reacción de él) Mentir parano enamorarse. ¿Por qué los hombres son así? ¿Cómo quieren que los perdones?¿Por qué no pueden ser sinceros y decirte que no están felices?

     ÁNGELA Y RAMIRO

    ÁNGELA: Pero… ¿por qué no se lo dijiste?

    RAMIRO: ¿Decirle qué?

    ÁNGELA: Que no estabas feliz con ella…

    RAMIRO: Tiene un carácter de los mil demonios. (Se toca los genitales) Antes,puedo agradecer que me dejó vivir entero.

    ÁNGELA: (para sí misma) Es lo menos que…

    RAMIRO: Pero basta de hablar de mí, ni siquiera me has dicho cómo te llamas.

    ÁNGELA: Ángela

    RAMIRO: Ah, y ¿sí te llamas así o eso también es broma?

    ÁNGELA: No, cometí la estupidez de darte mi verdadero nombre.

    FAUSTO Y JULIETA

    JULIETA: (A punto del llanto)  Y yo cometí la estupidez de enamorarme, deimaginarme una vida contigo.

    FAUSTO: (irritado) ¡Julieta, no me jodas! (ella se suelta a llorar finalmente) Tú y yosabíamos que era un juego. Nos la hemos pasado muy bien todo este tiempo, te heayudado con tus cuentas, nos hemos divertido.

    JULIETA: Voy a pagarte

    FAUSTO: No te estoy cobrando nada, sabes que por el dinero no hay ningúnproblema.

    JULIETA: (gritando) ¡Voy a pagarte, dije! ¡No me trates como prostituta!

     ÁNGELA Y RAMIRO

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    RAMIRO: ¿Y tú, Ángela? ¿Por qué hacerte pasar como prostituta con alguien quese mostraba interesado en ti?

    ÁNGELA: Cómo se tardan en traer tu carro… (Él la mira esperando una respuesta) ¿Me contrataste para platicar o qué?

    RAMIRO: (sonriente) ¿No que era un juego?ÁNGELA: Sí era, pero entraste en él y así me convertiste en prostituta, ¿ya mepagaste diez mil pesos, no? Además tenemos un trato.

    RAMIRO: Ya no estoy seguro si quiero hacerlo, necesito concentrarme en recuperara mi esposa, mejor ayúdame.

    ÁNGELA: ¿Estás loco?

    JULIETA: (desgarrada) ¿Estás loco? ¿Después de tanto tiempo ahora me dices quequieres recuperar a tu esposa?

    FAUSTO: (exaltado)  ¡Sí, sí, estoy loco! Esto siempre fue una locura, desde elprincipio. Tú, tu cuerpo, tu alegría, tu jovialidad, me volvieron loco. Me quedé ciego,no vi lo que estaba perdiendo. Esto debe terminar, Julieta. Debe terminar ahoramismo.

    RAMIRO: ¿Por qué loco? No me digas que a ti también te pusieron el cuerno.

    ÁNGELA: Pues sí, y no voy a hablar contigo del asunto. Lo que hiciste fue muygrave, no puedo creer que esperes que tu mujer te disculpe, mejor busca la manerade aprender a hacer las cosas bien.

    RAMIRO: No me conoces, en verdad fue un error, a mi prima y a la suya sólo melas cogí una vez, y ni siquiera fue tan extraordinario como para perder a mi familia,mi mujer era mucho mejor que ellas dos juntas.

    ÁNGELA: Sí, pobre de ti. Tú tan bueno y tu esposa tan desgraciada.

    RAMIRO: Aunque no lo creas, sí, pobre de mí. (Comenzando a irritarse) Y si quieresque después de esta noche, te recomiende con mis amigos, más te vale que no

     juegues a la psicóloga… bueno, a menos que sea para sacar mis demonios. (Labesa apasionadamente) 

    FAUSTO: No te trato como prostituta

    JULIETA: Tampoco soy tu psicóloga. No quiero escucharte más. (Termina de

    vestirse, recoge sus cosas y sale) FAUSTO: Julieta… No te vayas enojada, espera… ¡Julieta! (Recoge sus cosas ysale tras ella)

    ÁNGELA: (quedando extasiada con el beso de RAMIRO)  Ahora entiendo a lasprimas esas.

    RAMIRO: (Triunfante)  Así está mucho mejor. (Voltea en dirección a los autos) Vámonos, ahí traen ya mi carro. (Salen) 

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    CUARTO CUADRO

    Entra ÁNGELA con el mismo abrigo anterior, ahora puesto encima. Enciende uncigarro. Comienza a sonar “Gimme more” de Britney Spears. Ella comienza a andar

    como en una pasarela, poco a poco aparecen intermitentemente el AMANTE vestidode diferentes formas, y FAUSTO. Mientras ella avanza y baila, ellos le quitan elabrigo, los AMANTES le colocan joyas, le dan dinero, las llaves de un auto, FAUSTOle ofrece flores, besos, abrazos, caricias. JULIETA vestida en jeans, tenis, mascada,gafas oscuras y cámara de fotos, hace las veces de una ridícula paparazzi. A vecessale con grandes bolsas de compras que supuestamente incluyen zapatos. Ellos selas quitan y las apilan alrededor de ÁNGELA. (Se puede usar también un recursoaudiovisual en lugar de la coreografía, o bien combinar ambas) Al final ella terminasentada en una especie de trono, en la que los dos hombres le calzan una grancantidad de zapatos, uno tras otro. Al final se queda en una ropa interior muyprovocativa y unos tacones negros, excelsos.

    ÁNGELA: (al público) Si juegas a ser víctima, corres el riesgo de parecer débil demente y corta de espíritu, por eso dejé de serlo y me descubrí única. ¿Qué es loque me hace ser única? Fácil: Soy Ama y Dueña de Mí.

    Pude quedarme a llorarle a Fausto, pero de repente descubrí que donde antes veíacalles, pasillos o banquetas; hoy veo pasarelas.

    Sólo hay algo más excitante que un deportivo rojo a alta velocidad: y eso undeportivo rojo a toda velocidad, conmigo al volante… y todo gracias a esto (alusióna su cuerpo). No me juzguen mal, no me creo perfecta, sólo que las partes que medisgustan de mi cuerpo, son un secreto que me llevaré a la tumba.

    (Por los zapatos) Todos y cada uno de los tacones en mi armario posee un secretodistinto. ¿La regla de oro para elegirlos? si no te ajustan perfecto desde el principio,siempre te van a lastimar. Se puede aplicar lo mismo para elegir a un hombre. Si miautoestima dependiera de algo más que de mí misma, sería de mis tacones. (Suenasu teléfono, lo toma del asiento)

    ¿Bueno? ¡Ah! ¡Mi queridísimo Carlos! Ya extrañaba oír tu voz. Yo muy bien, comoSanta Elena… ¿cómo que cómo es eso? ¡Cada día más buena! (se carcajea) Ay,ríete, que fue mi sentido del humor lo que más te sedujo… hombre, muchas gracias,siempre es bueno saber que además del cuerpo, alguien aprecie también lainteligencia de una. Y la cultura, claro, de nuevo gracias. Este… sí, me sigodedicando a ello, ¿por qué? ¿Qué posiciones del Kamasutra quieres quepractiquemos ahora? Debo recordarte que nos faltan como unas quinientas (vuelvea reír) Sí, las que practicamos a bordo de tu jet privado (Ríe. FAUSTO aparece enel fondo, en camiseta interior sin mangas, pantalón con tirantes, descalzo. Laobserva silenciosamente) ¡Qué aventura tan tremenda volar a Las Vegas y estar deregreso justo antes de la cena! Te juro que nunca voy a olvidarlo. Sí… claro quevolvería a hacerlo contigo, ¿por qué no querría volver a hacerlo? Hombre, muchasgracias. Ya sé que soy una mujer muy guapa, pero puedes repetirlo cuantas vecesquieras. (Ríe) ¿Qué? ¿Y por qué no dedicarme a esto? Niña buena y niña aburrida

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    no son sinónimos… además, la libertad es afrodisíaca... (Pausa larga que le vacambiando el semblante) Mira, mira, me está entrando otra llamada. Me halaga quepienses así de mí y te lo agradezco, pero preferiría que me llamaras otro día que noquieras sermonearme. Hablamos luego, ¿sí?. Bye.

    ¡Ash! ¿Quién se cree para hablarme de esa manera? Sólo yo puedo decidir qué es

    conveniente y qué no es conveniente hacer con mi vida. Entrometido. (Voltea haciadonde está FAUSTO, que ya ha avanzado para estar lo suficientemente cerca deella, pero éste en un reflejo se mueve de inmediato a sus espaldas. No logradescubrirlo) ¡Mis tacones! ¡Mi hermosa e inmensa colección de tacones! Más valeque vuelva a guardarlos en el armario antes de que llegue Fausto. Necesito revisarla caja de condones para ver de qué sabor me hacen falta. (Ríe) ¡Qué ilusos los quepensaban que lo haría sin cuidarme! Ahora YO les he enseñado que el placer deusar globito no conoce límites. También los colecciono, igual que a mis amantes…

    El alemán altísimo, el chaparrito moreno claro de imaginación extra-ordinaria, elescritor que me fascinaba y por eso le hice un descuento, el comerciante viejo y feo

    que dudé en aceptar. ¡Mi querido Ramiro, que fue quien me inició en esto…! nosvolvimos buenos amigos. No soy una mujer ambiciosa, por eso tengo máximo uncliente al día. Lo mejor del caso es que a Fausto no le parece raro el deportivoblanco estacionado en el garage; él cree que lo compré con el dinero de la casa.Pobre iluso, si con su quincena sólo alcanza para caprichos pequeños, como estostacones que siempre utilicé para engañarlo. (FAUSTO aplaude sentado desde elasiento, sosteniendo la caja de condones y extrayendo de su paquete unpreservativo de color chillante, que desenrolla parsimoniosamente. ÁNGELA seintenta cubrir el cuerpo con las manos) Fausto… ¿qué…? ¿Desde cuándo estásaquí?

    FAUSTO: El tiempo suficiente para escucharte ensayar tu obra… porque veo queahora te dedicas al teatro…

    ÁNGELA: Fausto, yo…

    FAUSTO: Dime que estás ensayando un monólogo. Así es como lo entiendo.

    ÁNGELA: (Reponiéndose)  No, esto no es un personaje. Esta soy yoverdaderamente.

    FAUSTO: (Con aparente tristeza) ¿Por qué?

    ÁNGELA: (Irónica) ¿Por qué? ¿De veras quieres que te recuerde por qué?

    FAUSTO: Tú sabías que estaba con ella, pero al mismo tiempo nunca dejé de venira la casa.

    ÁNGELA: Sí, gracias, qué alivio.

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    FAUSTO: De verdad, si hubiera sido algo serio no estaría yo aquí. (Conteniendo elcoraje, tratando de recuperar lo irrecuperable) Te diste cuenta pero no dijiste nada,eso quiere decir que me amas.

    ÁNGELA: No, eso quiere decir que me dio miedo ser una “divorciada”, pero,¿sabes? Hoy ya no tengo miedo.

    FAUSTO: (en tono de reproche) ¿Miedo? ¿Miedo de qué? Te convertiste en unaputa, ¿qué miedo puede darte un título más decente?

    ÁNGELA: ¡Pues sí, soy una puta, puta y a mucha honra! Así lo decidí y si así lodecido, también puedo dejar de serlo, porque soy más que eso, MUCHO más queeso, y nunca es tarde para darse cuenta.

    FAUSTO: Ya veo, eres más que eso, eres una cínica

    ÁNGELA: Si decirte una verdad y no una mentira piadosa me hace una cínica,entonces, sí, soy una cínica.

    FAUSTO: Yo lo hice con otra porque me encantó, porque me flechó a primera vista,porque lo hacíamos como tú y yo nunca lo hicimos, porque necesitaba sentir otrocuerpo para comprobar lo que siento por ti. Y a ti te importó un carajo, y echaste miamor a la basura. ¡Porque TÚ eres una basura! (ella lo abofetea, él la zarandea y lealza la mano en puño como si fuera a golpearla, ella se asusta, lloriquea)  

    FAUSTO desiste de su intención golpearla y desquita su furia sobre los múltiplespares de zapatos que están por el suelo. Va y viene llorando, externando sonidosguturales de rabia, mientras va dejando limpia la escena y forma una pila de cosasal fondo, sobre una sábana predispuesta para poder desaparecerlos fácilmente.

     ÁNGELA se va recomponiendo hasta elevar la barbilla y secar sus últimas lágrimas.

    Comienza a sonar de nuevo la versión instrumental de “Someone like you” de Adele.Coge su abrigo y sale. Regresa con el abrigo puesto, un vestido y unas maletas. Alfondo se ve a FAUSTO encender un soplete ante la pila de zapatos que está delantede él. La escena se oscurece a medida que también disminuye la flama. ÁNGELAsostiene una hoja y un sobre amarillo. Entra JULIETA, la mira a los ojos y toma lacarta. Lee mientras ÁNGELA queda espalda con espalda de ella. Poco a poco seirá alejando hasta salir de escena.

    JULIETA: (leyendo)  “Hola Julieta, soy Ángela. Hace varios meses que me enteréde tu existencia. En ese momento decidí no confrontarlo de inmediato y dejé pasarel tiempo. Después supe que Fausto y tú habían terminado; él intentó recuperarnuestra relación hasta que por azares del destino, nos divorciamos.

    Hoy sé que el amor puede resolverlo todo, menos la falta al respeto y la dignidad;si tienes un compañero es porque existe confianza, y si uno la pierde, pierdetambién el respeto. Eso no puede llamarse amor.

    Tú tienes la capacidad de hacer de tu vida cosas increíbles, superar este tragoamargo como yo lo estoy haciendo. No es sencillo, pero así tiene que ser. El asuntoes no depender, ni de las lágrimas, ni de las sonrisas.

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    Yo no sé qué tan importante fuiste para él, sólo sé que las mujeres deberíamospoder confiar unas en otras, y sobre todo, valorar que nadie merece aceptar sólolas migajas de un pobre hombre que no ha aprendido a quererse a sí mismo.

    Deseo que superes esto y vivas lo mejor posible.

    Sinceramente,Ángela.”

    (Termina la lectura, vuelve a arrugar la hoja. Al público.)  Algunas mujeres tambiénpensamos en sexo todo el tiempo, ¿saben? Y sí, dicen las malas lenguas que todasfuimos prostitutas en otras vidas, sólo que no todas lo descubren en su presente.Afortunadamente para mí, amo a otras personas, incluso profundamente a muchasde ellas; pero dejé de extrañar a Fausto cuando me di cuenta de que mi únicapersona indispensable, era yo misma.

    Cuando supe a lo que se dedicaba Ángela, no descansé hasta sembrarle la duda aFausto. Al final de cuentas, con él ya todo estaba perdido. Porque aclaro: estarenamorada y ser estúpida no son sinónimos. A mí me gusta que me digas confranqueza si me deseas para un día o para toda la vida. Con base en ello, decidoyo. Si quieres trato de Rey, trátame como a una Reina. Si me tratas como una cosa,atente a las consecuencias.

    Ya sé lo que están pensando, pero no soy la mala del cuento… sólo soy laprotagonista de mi propia historia. (Toma la caja de condones y sale) 

    TELÓN FINAL