Sobre El Sudario de Turin

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Las anomalías ignoradas del "sudario" de Turín Hernán Toro La mayoría de las afirmaciones sobre la exactitud anatómica y patológica del lienzo de Turín parten más del deseo de creer en su autenticidad que de un análisis imparcial de la figura. El "sudario" (1 ) de Turín ha sido considerado por muchos creyentes como la prueba física más importante de la existencia y resurrección de Jesús de Nazaret. Decenas de científicos ávidos de encontrar respaldo a sus creencias religiosas han hecho correr galones de tinta exponiendo la supuesta exactitud anatómica plasmada en el lienzo. Este hervidero de escritos sobre el "sudario" se puede rastrear hasta el año 1898, cuando Secondo Pía tomó las fotos que llevarían al lienzo a la fama mundial: al revelar los negativos encontró que las débiles imágenes que aparecían en él se convertían en una figura aparentemente positiva. Esta característica se consideró milagrosa e imposible de realizar sin tecnología fotográfica (2 ), incrementando así el número de creyentes en la reliquia.

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Las anomalas ignoradas del "sudario" de TurnHernn ToroLa mayora de las afirmaciones sobre la exactitud anatmica y patolgica del lienzo de Turn parten ms del deseo de creer en su autenticidad que de un anlisis imparcial de la figura.

El "sudario" (1) de Turn ha sido considerado por muchos creyentes como la prueba fsica ms importante de la existencia y resurreccin de Jess de Nazaret. Decenas de cientficos vidos de encontrar respaldo a sus creencias religiosas han hecho correr galones de tinta exponiendo la supuesta exactitud anatmica plasmada en el lienzo. Este hervidero de escritos sobre el "sudario" se puede rastrear hasta el ao 1898, cuando Secondo Pa tom las fotos que llevaran al lienzo a la fama mundial: al revelar los negativos encontr que las dbiles imgenes que aparecan en l se convertan en una figura aparentemente positiva. Esta caracterstica se consider milagrosa e imposible de realizar sin tecnologa fotogrfica (2), incrementando as el nmero de creyentes en la reliquia.

Figura 1. Fotografa del rostro del "sudario" y su negativo con el contraste fuertemente acentuado.La actitud pseudocientfica de la sindonologaDesde ese entonces, los "sindonlogos" -as se hacen llamar los estudiosos creyentes en la reliquia- han escrito abundantemente sobre supuestas exactitudes anatmicas, plenes de Palestina y Anatolia, presuntas moneditas que aparecen sobre los prpados de la imagen, imgenes de descarga elctrica de crisantemos, y mil "evidencias" ms. Al hacerlo han incurrido en el patrn de actitud pseudocientfica por excelencia:a) proclamar la veracidad de una conclusin anheladaantesde examinar objetivamente las evidencias,b) examinarlas para reportarslo las que concuerdencon la conclusin deseada,c)ignorar los resultados contrariosa la idea que se quiere defender, y por ltimo,d) establecer hiptesis sin ningn fundamento para tratar de justificar las incoherencias sealadas por los crticos.Veamos un par de ejemplos que resultan esclarecedores. El primero se dio tras la formacin delShroud of Turin Research Project (STURP)en 1977, en los Estados Unidos, proyecto conformado "imparcialmente" por 39 creyentes y un solo agnstico: Walter C. McCrone, quien era el nico microscopista experto en arte y en qumica forense del equipo. Para hacerse una idea del sesgo en la eleccin de sus integrantes, la probabilidad de obtener al azar un grupo de cientficos estadounidenses que tenga 39 creyentes y un solo agnstico es de cerca de7 en mil billones(3) (un uno seguido de 15 ceros). Cuando McCrone encontr evidencia inequvoca de tmpera basada en ocre rojo y bermelln con aglutinante de colgeno (4), dictamin que el lienzo era una pintura. Ello le vali la expulsin del grupo. Hoy da, los sindonlogos hacen a un lado rpidamente cualquier alusin a los resultados de Walter McCrone.El segundo ejemplo de actitud pseudocientfica por parte de los sindonlogos ocurri despus de que la datacin del "sudario" con radiocarbono hubiera determinado sin ambigedad que las plantas de lino de las cuales se hizo la sbana murieron en pleno medioevo (5). Al quedar establecido el origen medieval del lienzo, algunos sindonlogos postularon que la datacin haba tenido problemas. Alegando impurezas biolgicas recientes o incorporacin de carbono moderno, afirmaron que los resultados eran errneos. No obstante, ninguna de sus afirmacionesad hocha podido ser verificada o repetida experimentalmente (6).Justificando lo injustificableA pesar de que los anlisis microscpicos de Walter McCrone establecieron que el "sudario" de Turn era una pintura medieval, y que los resultados del carbono 14 corroboraron posteriormente la conclusin de McCrone acerca de que el lienzo es una reliquia artstica hbilmente pintada, los sindonlogos no aceptaron los resultados. De hecho, han acudido a una falacia retrica: afirman que "una sola prueba en contra" no puede invalidar los innumerables estudios que se supone presentan evidencia contundente de la autenticidad de la sbana. En particular, hablan de la exactitud anatmica de la figura, de su formacin milagrosa, de los anlisis patolgicos y forenses de las torturas que la figura presenta, de la existencia de manchas de sangre "real", y mil alegatos ms.Este argumento es falso. Al contrario de lo que quieren inducir a creer, un argumento lgico es tan fuerte como el ms dbil de sus eslabones, y si las pruebas ms importantes muestran que el "sudario" es medieval, no importa cuntas supuestas evidencias extraordinarias aporten: el "sudario" sigue siendo una reliquia. Se dice "supuestas evidencias" porque cuando se analiza con lupa la proclamada exactitud anatmica de la imagen, se encuentra un panorama totalmente diferente del pintado por los sindonlogos; las lneas siguientes mostrarn que la mayor parte de los alegatos no se sostienen cuando se examinan crticamente.Evidencias del fraudePara comenzar, se puede examinar la tan promocionada "naturaleza negativa" de la imagen del lienzo, la cual permitira que se aprecie una figura supuestamente "positiva" cuando se invierte la imagen (ver Fig.1, lado derecho). En realidad, no es un positivo: si el negativo de una fotografa del "sudario" fuera un positivo real, las manchas de "sangre" deberan aparecer de color oscuro (Fig.1, marca A). En esta misma lnea, el cabello de la imagen debera aparecer negro, a menos que el Jesucristo retratado en el lienzo fuera un venerable y canoso anciano; otro tanto ocurre con el bigote y las barbas blancas que aparecen en la imagen (Fig. 1, marca B). En conclusin, es falso que la imagen del "sudario" de Turn sea un negativo. Sera un negativo si, dejando de lado las manchas de sangre, se estuviera representando una estatua o un bajorrelieve que slo presentara un nico color tanto para la piel como para el cabello y la barba (este dato concuerda con la solucin propuesta por Nickell (7)).Las imgenes de "sangre" que aparecen en el rostro y en el cuerpo del "sudario" tambin presentan otros problemas graves. Una caracterstica de los fluidos viscosos como la sangre es su tendencia a empapar los materiales fibrosos; ello se debe a una propiedad conocida comocapilaridad. Cuando alguien recibe una herida cortante en el crneo, la sangre empapa zonas amplias del cabello; entonces es de esperarse que un lienzo en contacto con un crneo sangrante termine mostrando amplias manchas de sangre. No obstante, cuando se mira la imagen del "sudario", se nota cmo aparecen pintados de forma artificial unos hilos de sangre bien definidos... sobreel cabello! (Fig. 1, marca C). Esto es tpico de cuadros religiosos y no de cadveres de personas que hayan sangrado.Otras anomalas graves se presentan en las manchas de "sangre" del cuerpo. La sangre seca se vuelve de color marrn oscuro a medida que pasa el tiempo. Las manchas del "sudario" presentan un vvido color rojo que es totalmente incompatible con el aspecto real de la sangre seca. La razn de esta anomala la encontr McCrone en su anlisis microscpico, que produjo el resultado ms contundente en contra de la autenticidad del manto: la "sangre" del lienzo est formada por partculas de xido frrico (ocre rojo) y cristales de cinabrio (bermelln). Esto fue establecido por McCrone haciendo un anlisis microscpico de fibras del sudario con aumentos que iban de 400X a 2.500X. Luego de que los miembros del STURP, irritados con el resultado, le confiscaran las muestras e hicieran sus propios anlisis microscpicos con aumentos que iban de 20X a 50X, declararon no haber hallado huellas de pigmento (8). Es probable que esto haya sucedido por haber usado aumentos hasta 125 veces menores que los usados por McCrone. Para captarlo en su mxima expresin de patetismo, vale la pena volver a leerlo: si McCrone detect pigmentos artsticos aumentando 2.500 veces, entonces el STURP vuelve a analizar aumentndolo 50 veces, y as, declara que "no se encuentran" pigmentos en el "sudario" (9). La conclusin objetiva es que las manchas del "sudario" no son de sangre en absoluto. Las pruebas hechas por los sindonlogos en las que afirman detectarla, adolecen de la siguiente falla: ninguna de ellas es especfica para la sangre. Por ejemplo, las porfirinas que ellos interpretan como sangre, tambin aparecen en diversos materiales de origen animal e incluso vegetal (las porfirinas estn presentes en la clorofila de todas las plantas verdes) (10) .Ms anomalas anatmicasMs all de las manchas de "sangre", hay otros indicios de falsificacin del "sudario" de Turn. A pesar de lo afirmado por "renombrados patlogos forenses", cuando se mira la imagen se encuentra varios indicios de torpeza anatmica por parte del pintor que la realiz y por ende, de los supuestos patlogos que la declaran autntica.Al examinar el rostro del "sudario" se aprecia un individuo con barba y largos cabellos blancos. Los cabellos caen por los lados de la cabeza en direccin a los hombros de forma semejante a las representaciones pictricas tradicionales de Jess (Fig. 1, marca D). Esto es totalmente incompatible con la posicin que adquieren los cabellos de un cuerpo acostado, ya que, si ste fuera el caso, necesariamente los cabellos caeran hacia atrs de la cabeza. La representacin del lienzo de Turn es compatible con una representacin iconogrfica tradicional del Cristo Pantocrtor y de ninguna manera con la de un cadver.

Figura 2. Imagen frontal del "sudario"Los errores sobre la "exactitud anatmica" del "sudario" no se detienen en el rostro. Uno de los aspectos ms grotescos de la figura del lienzo es la posicin imposible de los brazos. En la Fig. 2 se advierte la imagen de un cuerpo con los brazos semiflexionados de forma que las manos ocultan los genitales. Cualquier persona que quiera simular la posicin del supuesto "cadver", puede hacer lo siguiente: acostarse en el suelo boca arriba, dejar reposar los codos sobre el suelo, tomar una de las muecas con la otra mano, ysin despegar los codos del suelo, tratar de ocultar los genitales... lograr esta posicin es tan imposible como morderse el codo. Es claro que el falsificador que pint la imagen tuvo bien claro que sera poco decoroso mostrar los rganos genitales del Nazareno en un lienzo que se iba a exponer pblicamente para atraer peregrinaciones. Debido a esta eleccin, la figura del "sudario" qued deformada: los brazos y las manos de la imagen son tan largos que rayan en lo simiesco. La justificacin ad hoc de los sindonlogos no se hizo esperar: sera posible que se le hubieran atado las manos para mantenerlas en su pudoroso sitio. Tal justificacin resulta ridcula: en el siglo primero, difcilmente le importara tanto a alguien la posicin de un cadver como para tomarse la molestia de amarrarle las manos para ocultar el miembro viril. Y, adems, no existe la ms remota evidencia de tales ataduras en la figura del "sudario".Una afirmacin que suelen hacer los sindonlogos a favor de la autenticidad del "sudario" es que las marcas de los clavos en las manos estn en una posicin anatmica correcta: en las muecas. Se afirma que un cuerpo colgado de las palmas de las manos no resistira la tensin: las manos se desgarraran. Este alegato es bastante discutible. Frederick T. Zugibe, sindonlogo, hizo experimentos con cadveres que -segn l- mostraban que se poda sostener bien un cuerpo clavado en las palmas de las manos (11). A pesar de eso, no se sabe con total certeza cmo se crucificaban los reos romanos: hay indicios de que adems de ser clavados, se les amarraban los brazos y se les daba soporte para los pies (12). No obstante, cuando se examina con detalle la imagen, se encuentra que la herida en las manos de la figura est en un sitio ambiguo. En la parte izquierda de la figura 3 se muestra un negativo de la imagen del "sudario". La parte del lado derecho pas por un proceso complicado: primero se la pas por un filtro pasa-bajos y luego se le aument el contraste para detectar un contorno adecuado para el cuerpo. Como el resultado es borroso, finalmente se le superpuso la imagen de la izquierda para que se viera claramente el trazo de las manchas de "sangre". Este proceso es necesario para poder hacerse una idea de la posicin del brazo y de la mano, ya que la figura original es muy difusa. Tras examinar la figura 3 resulta muy difcil concluir que la herida est en la mueca. De hecho, parecera que la herida estuviera en el dorso de la mano y que el pintor de la imagen hubiera hecho hilos de sangre bajando (esta vez en la direccin correcta, sealada por la flecha en la figura 3) que daran la impresin de que la herida estuviera en la mueca. En la figura, la interseccin de las dos lneas rectas sealara el punto de la perforacin de las manos de la pintura, y la flecha indicara la direccin en la que el pintor hubiera hecho creer que la "sangre" pintada fluira.

Figura 3. No se puede afirmar que las heridas de las manos estn en la mueca y no en el dorso de la mano.Los problemas anatmicos no terminan ah. Otra imposibilidad semejante a la de las manos sobre los genitales ocurre a su vez con los pies. Cuando se mira la imagen del lienzo, se ven claramente las piernas rectas. Al tener las rodillas extendidas, sera imposible que la planta de los pies estuviera en contacto con el suelo. A pesar de lo anterior, cuando se mira la imagen dorsal del "sudario" se aprecia claramente una huella plantar en pleno contacto con el piso (Fig. 4, recuadro).

Figura 4. Huella plantar de la imagen representada en el "sudario"Si esta representacin de la huella plantar fuera autntica, se habra requerido que la figura representada en la imagen tuviera las rodillas flexionadas casi en ngulo recto con el fin de posibilitar su impresin (Fig. 5, B), pero ello va en contra del resto de la imagen, que muestra las piernas extendidas (Fig. 5, A). Esta es otra de las incoherencias graves entre la imagen frontal y la dorsal del "sudario". La conclusin es que no hay una correspondencia perfecta entre la imagen posterior y la anterior, a pesar de lo que afirmen los sindonlogos una y otra vez, sin mirar realmente las pruebas.

Figura 5. Posicin necesaria para posibilitar la aparicin de una huella plantar en el "sudario"Tal vez la peor incoherencia de todas es el aspecto pictrico de la imagen. Una figura envuelta en un lienzo habra dejado unaimpronta de contactoque estara deformada con respecto al modelo real. Como el lienzo habra estado en contacto con las orejas, estas apareceran vistas de lado en el lienzo. Algo semejante pasara con cualquier caracterstica facial. Se obtendra una figura con una anatoma semejante a la de la figura 6.

Figura 6. Deformacin del rostro para una hipottica imagen de contactoLa ausencia de esta deformacin en el lienzo indica sin lugar a dudas que ste no fue generado por contacto con un cadver, sino que fue pintado para que pareciera una ilustracin tradicional de Jess.Se podra seguir hablando sobre otros tpicos "candentes" del "sudario". Por ejemplo, las acusaciones infundadas de los sindonlogos sobre supuestos errores en la datacin de radiocarbono (aunque para que ste pareciera pertenecer al siglo XIV se requerira el doble del peso del "sudario" en impurezas modernas) (13); las "evidencias" de plenes que supuestamente mostraran el paso del "sudario" por Jerusaln y Anatolia, a pesar de que hay serias sospechas de que el palinlogo Max Frei alter subrepticiamente sus muestras agregndoles polen (14), o las supuestas moneditas en los ojos que slo puede ver quien cree en ellas, hasta el punto que el STURP las ha desacreditado.ConclusionesA pesar de la abundante palabrera pseudocientfica de los sindonlogos, la autenticidad del "sudario" no se sostiene ante un simple anlisis lgico de la imagen. La figura no es un negativo; la imagen no es exacta anatmicamente; no se puede afirmar que las heridas de los clavos estn en las muecas; las manchas de "sangre" no son sino imgenes pintadas con rojo ocre y bermelln; el supuesto cadver tiene proporciones simiescas y adopta posiciones imposibles; la figura no satisface las condiciones geomtricas de formacin por contacto, y por ltimo, la supuesta imposibilidad de hacer una figura parecida a un negativo con medios simples fue refutada por Joe Nickell con su tcnica de Frotis, desde 1988 (15). A pesar de la falsedad evidente, los sindonlogos ignoran campantemente las evidencias que van en contra de su creencia. Esta actitud es claramente pseudocientfica: partir de una conclusin y buscar evidencias que la avalen mientras se ignoran las que la refutan es lo opuesto al camino racional de la ciencia.REFERENCIASBroch, Henri.Los Fenmenos Paranormales. Editorial Crtica. Barcelona 1987.Charpak, Georges y Broch, Henri.Convirtase en brujo, convirtase en sabio. Ediciones B. Barcelona. 2003.Damon, P.E. et al. Radiocarbon dating of the Shroud of Turin.Nature. Vol. 337. No. 16. Feb. 1989. p. 611-615.McCrone, Walter. The Shroud of Turin: Blood or Artist's Pigment?Accounts of Chemical Research. Vol. 23. Mar.1990. p. 77-83.McCrone, Walter. The Shroud Image.The Microscope. Vol. 48. No. 2. 2000. p. 79-85.Nickell, Joe. Scandals and Follies of the 'Holy Shroud'.Skeptical Inquirer. Vol. 25. No. 5. Sep-Oct 2001. p. 17-20.Polidoro, Massimo.Los Grandes Misterios de la Historia. Intermedio Editores. Bogot. 2003.NOTAS1.De acuerdo con la definicin del Diccionario de la Real Academia de 2001, un "sudario" es un lienzo que se pone sobre el rostro de un difunto o en el que se envuelve el cadver. A pesar de que los estudiosos creyentes en el "sudario" de Turn prefieren llamarlo sndone para diferenciarlo de otra reliquia que se venera en Oviedo y que tambin creen autntica, en este artculo se ignorar la tendencia de los "sindonlogos" porque la palabra "sndone" no existe en el Espaol. Se entrecomilla el trmino "sudario" porque no hay ninguna evidencia de que el lienzo haya contenido alguna vez un cadver.2.Hay tcnicas sencillas para lograr un efecto negativo. McCrone cita la tcnica de"Grisaille"conocida en la Edad Media; vase McCrone (1990), p. 82. Nickell logr un efecto asombroso usando una tcnica de frotis sobre un bajorrelieve; vase Broch (1987), p. 58. Vase tambin la nota 13 de este artculo.3.Clculo de Henri Broch reportado en Charpak, G. y Broch, H. (2003). p.102.4.La descripcin detallada de los protocolos experimentales seguidos por McCrone para identificar la pintura y descartar la sangre en el "sudario" de Turn se encuentra en McCrone (1990), p. 77-83. Se encuentra una traduccin autorizada al espaol en el sitio web de Escpticos Colombia:http://www.geocities.com/escepticoscolombia/articulos/milagros/mccrone/mccrone.html5.El reporte completo del procedimiento de datacin se encuentra Damon, P.E. (1989).6.Una refutacin de estos alegatos se encuentra recopilada en Polidoro, M. (2003), p.208 ss.7.Vase nota 2.8.Vase McCrone (1990), p. 83.9.Esta es la versin tecnolgica del viejo aforismo de "No hay peor ciego que el que no quiere ver".10.Vase, Polidoro (2003), p. 202. y Broch (1987), p. 60.11.Broch (1987), p. 52.12.Polidoro (2003), p. 192.13.En este caso, en vez de decir que el "sudario" est contaminado con impurezas, sera ms apropiado decir que las impurezas estaran contaminadas con "sudario". As de absurda es la justificacinad hocdel pediatra Leoncio Garza-Valdez.14.Tambin se ha determinado que Frei no era precisamente competente en sus investigaciones: Vase sobre estos temas, Nickell (2001), p. 19-20.15.Aunque microscpicamente el aspecto del "Sudario" difiere del de la rplica de Nickell, el aspecto macroscpico es incluso ms convincente; Vase McCrone (2000). An as, un buen pintor puede lograr un efecto cuasinegativo sin necesidad de milagros; vase McCrone (1990), p. 82.Sobre el autorHernn Toroes ingeniero electrnico y trabaja como docente en el Centro de Ciencia Bsica en la Escuela de Ingeniera de la Universidad Pontificia Bolivariana. Pertenece a la agrupacin Escpticos Colombia. Ha sido traductor del Boletn Racionalista Internacional.