Second Life Capítulo 6

Second Life Capítulo 6 ¿Esto es Vivir?

Título: Second Life

Rated: M

Disclaimer/ Renuncia: Los personajes, ya los conocen le pertenecen a la genio S.

Meyer, yo sólo me divierto con la loca historia que se le ocurrió a mi esposo y que les

desarrollo en estos capítulos.


Summary/Resumen: Dos detectives, un amor prohibido. Deseo, pasión y peligro, es

lo que rodeara a los agentes Swan y Masen, cuando descubran que su amor es

amenazado por la profesión que tanto aman.

“Porque la vida siempre da segundas oportunidades”.

Gracias a Ericastelo de BetasFanfiction por el trabajo genial de edición que hace con

la historia.

“A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante.” Oscar Wilde

Capítulo 6. ¿Esto es Vivir?

Kay West, La Florida diciembre de 2010.

. . .

Dos semanas, dos malditas semanas habían pasado ya, desde que Marie tuvo la

estúpida idea de ofrecerse como carnada. Al Jefe Taylor le pareció excelente idea y

Emmett aunque en desacuerdo tuvo que acceder al plan y darle soporte. Pero lo que

no se perdonaba Edward era el hecho de haberlo permitido. Poco le hubiese

importado enfrentarse a su superior. En eso tenía experiencia con Armstrong ¿Cómo

pudo permitirlo? No lo sabía…o quizás sí. Ella, no era una mujer sumisa, era un agente

entrenado, una mujer capaz de matar con sus propias manos. Pero maldita sea, eso

no significaba que tuviese que meterse en la boca del lobo. Sin embargo, lo peor era la

confusión en sí mismo.

Y aquí estaba él en la oficina frente al computador, mientras ella era arriesgada como

un pedazo de carne, para agarrar a un bastardo traficante de drogas conocido por


tener un desfile de mujeres hermosas siempre junto a él. Sin poder concentrarse y con

un cúmulo de sentimientos entrelazados siguió haciendo rutinas en su ordenador

mientras seguía en su línea de pensamiento.

Nunca había sentido deseo por una mujer como el que sentía por ella. Oh sí, porque

aún la deseaba como a nadie. Razón de más por lo que estaba de nervios,

desconcentrado y abatido. Y lo que fuera peor que lo anterior, era que estaba

preocupado por ella y él nunca se había preocupado por nadie; como ahora lo hacía

por ella. Ni siquiera por sí mismo en aquella época en que desafiar las leyes físicas y las

impuestas por la autoridad era su mayor diversión y eso lo tenía más que impávido

Emmett, lo saco de sus cavilaciones y retreta de culpabilidad con una noticia que solo

hizo empeorar su humor y la situación en que se encontraban.

―Masen, tenemos una situación.

― ¿Qué quieres decir?

―El Departamento de identificación de perfiles tiene un caso en el área.

No podía ser malditos asesinos, lo perseguirían siempre, pensó.

― ¿Y que con eso?

― Que si se pone fea la cosa, tendremos que dividirnos entre el seguimiento a Marie, y

apoyar a la Policía en este caso junto con tu anterior división.

―El problema es que no me han asignado a la División Especial y todavía pertenezco a

mi vieja división, así que me llamarán. ― dijo compungido Edward.


―No seas imbécil Masen, este puesto es tuyo desde que te asignaron esta misión, a

cada uno de nosotros ya nos remitieron al equipo en que estaremos. Aunque no sé si

decirte felicidades o darte las condolencias. Y sobre tu antiguo jefe te llamara aunque

ya no pertenezcas a su mando, eres el mejor. ― afirmó Emmett.

―Gracias McCarthy por tu consuelo, pero es cierto me llamara de todos modos, ese

viejo Armstrong es incorregible, pero no entiendo ¿qué insinúas con lo de las

felicidades?

―Mira te conozco y hay que ser ciego para no darse cuenta que tu y esa agente se

traen algo. No te preocupes yo lo veo porque te conozco, pero Masen, nunca te

interpusiste en misiones antes de ningún compañero y aquí estas tratando de sacarla

del hoyo y sabes que será tu compañera, no somos estúpidos aunque eran dos puestos

ofrecidos en el curso, el de ella siempre estuvo asegurado, ustedes juntos son la

bomba de la información criminalística

Edward no sabía si reír o llorar.

―Pero bueno además de informarte del asunto de tu antigua división, debo decirte

algo que te va a gustar menos. ―dijo Emmett cambiando el tema radicalmente para

darle espacio a su amigo y compañero.

―Escúpelo.

―Rosalie está de vuelta

Edward Masen se giro en su silla quitando la atención de las rutinas que corrían en su

computador por primera vez en toda la conversación.


― ¿De qué hablas McCarthy?

― Rosalie no estaba secuestrada, su tapadera no fue descubierta, sólo que no pudo

comunicarse por temor a que la descubriesen. Tejió una mentira para zafarse

inventando un viaje y, la aparición de Marie le ayudo. Ahora el sospechoso tiene a otra

en la mira. Quiere a tu compañera, por lo que Marie no puede acercarse a nadie de

nosotros. Lo que me lleva a lo siguiente que debo decirte tu deberás reunirte con ella.

Por el contrario de nosotros, tú si podrías interceptarla en un lugar público. No te

conocen y tienes todo menos imagen de agente.

Las palabras de Emmett ululaban en la mente de Edward como una olla con agua en

ebullición. Esto no podía estar pasando. La primera vez que alguien que conocía estuvo

en peligro, la persona era casi insignificante para él, pero ahora la persona en cuestión

se había convertido en su razón para respirar.

― McCarthy debo sacarla de allí, dime que hago para contactarla, puedo trazar un plan

de distracción, ya no hay razón para que esté en territorio enemigo.

―Te equivocas compañero, esta mujer es buena, ya descubrió quien está involucrado

en la red que transporta droga desde Centroamérica y Méjico a Kay West, si la

podemos desarticular será un duro golpe.

― Y a que costo, Emmett maldita sea.

―Que…coños Edward Masen, no se traen algo ya ustedes…

―No pervertido, ella y yo solo somos compañeros, pero no puedo dejar que le hagan

daño.


―Compañeros a la porra, si fueran compañeros estarías moviendo el culo hacia la

oficina del Jefe para que te pusiera en la misión.

Edward se dio cuenta que era cierto lo que decía su amigo, en otras circunstancias

habría actuado impulsivamente, pero en esta ocasión el miedo a que ella resultase

herida fue más poderoso que su osadía y decidió seguir el plan al pie de la letra. Ese no

era él, no, era lo que ella había hecho de él.

―Está bien, tu ganas ella me importa no sé por qué y de una manera que no sabía que

alguien me podría importar, por lo que discúlpame si quise mantenerla a salvo

siguiendo el plan.

―Te entiendo Edward más que nadie ¿Cómo crees que estuve estas semanas sin saber

de Rose?

Edward se dio cuenta que había sido desconsiderado, dadas las circunstancias con su

amigo.

―Lo siento. ― dijo.

―No hay nada que sentir, ahora traigamos a salvo de vuelta a tu novia.

― McCarthy, que no es mi novia.

―Si no lo es hoy lo será mañana ya consulte al oráculo. ― dijo riéndose a carcajadas

Emmett, mientras instaba a Edward a que generara basura en los sistemas y poder

enviar el mensaje a Marie de que se encontraran en un parque cercano a la marina y

así poder planear su salida rápida y con las pruebas necesarias.

…


Esa tarde Edward caminaba al lugar de encuentro con Marie en la Marina de Kay West.

El paisaje era hermoso no en vano, Kay West era uno de los puertos más concurridos

de Estados Unidos, para colmo era época cercana a las fiestas navideñas y ya se

empezaba a sentir el ambiente de la segunda quincena de diciembre. Turistas

llegando, gente retirándose para viajar con sus familias y los lugareños saliendo de

compras.

Para Edward la época navideña siempre había sido simple, regalos a los familiares

pasar tiempo con ellos y listo, ningún sentimiento especial involucrado, era algo

robótico para él. Pero está navidad él había cambiado y no sabía cómo enfrentaría

esos cambios en esta época, en fin faltaban unos días así que ya pensaría en algo.

Se sentó en el borde de una fuente en un lugar de los menos concurridos de la marina

de Kay West y espero. Espero con calma unos minutos a que ella apareciera. Tenía dos

largas semanas sin ver su rostro y eso lo estaba matando.

Cinco minutos habían pasado cuando Edward la vio. Vestía pantalones deportivos,

zapatillas y un top de hacer ejercicios. El cabello, ese que él tanto añoraba, lo llevaba

recogido en una coleta que al correr le golpeaba sobre cada hombro. En sintonía con

sus movimientos al trotar.

Ella disminuyo su trote y se acerco disimuladamente a apoyar su pie en el borde de la

fuente, donde él se encontraba sentado. Dejo en el borde una memoria y procedió a

amarrarse los cordones de su zapatilla derecha y aprovechar para hablar.

―Ahí tienes suficiente para suspender la línea de producción de este hombre.

―Gracias, lo usare inmediatamente. Ya tienes el plan de escape.


Ella dudó y él se dio cuenta que algo iba mal.

― ¿Qué sucede?

―Hoy hay una fiesta y luego de la fiesta nos veremos con un proveedor, yo soy su

acompañante nueva por lo que debo ir, no puedo no hacerlo se dañaría el plan y no

saldría limpia con mi careta.

―Comprendo, entonces nos vemos en la noche yo te ayudare a cumplir la careta, de

hecho podemos interceptar el embarque. ¿La información está aquí? ― preguntó

Edward señalando el bolsillo donde había guardado la memoria.

―En efecto.

― Entonces yo te sacare ¿de acuerdo?

―Lo sé. ―dijo Marie convencida que nada impediría que él fuera por ella esa noche.

…

Al regresar a su oficina se reunió con McCarthy y con Taylor luego de dejar a su equipo

la evacuación de las pruebas contenidas en la memoria. El equipo de Edward encontró

facturas, contactos, líneas de embarque y tapaderas de los trasiegos por los países

centroamericanos de la droga hasta llegar a Kay West y como desde allí era desviada

hacia Miami y así sucesivamente.

En la reunión se discutió que tan buena idea era lo de sacar a Marie está noche de su

misión, pero McCarthy apoyo a Edward en que era muy peligroso, luego del

encautamiento del embarque él que ella se mantuviera infiltrada.


Esa noche Edward se vistió de chofer de limosina y reemplazo al que coincidentemente

debía manejar la limosina de Marie y el conocido Mangnate Jhon Gregory.

En medio de la fiesta Marie se enfermó y Gregory pidió que la limosina la llevara a su

casa.

Por lo que antes de que todos pudieran sospechar que ella tenía algo que ver con lo

que sucedería después, ella estaba sentada en la parte de atrás de una limosina

llevada a su casa por su compañero de trabajo Edward Masen.

―Todo salió bien, que bueno ojala ese bastardo caiga hoy. ― dijo Marie Swan

suspirando mientras se quitaba los enormes zapatos de tacón.

―Lo hará Marie, lo veras, ahora si me permites voy a llamar a McCarthy. Edward tomo

su celular y discó el número de Emmett.

―McCarthy, la tengo fase A, concluida, la llevo a casa. ― del otro lado del celular

Emmett, confirmaba que Marie estaba a salvo y que Masen la custodiaría por

cualquier anormalidad.

Edward cerró llamada y continuó hablando con ella. ―Me quedare contigo esta noche

por cualquier problema en la misión del equipo, nos quedaremos en un hotel. Así si

van al apartamento que creen es tuyo no te encontrarán. Además no debemos

presentarnos hasta el lunes al servicio, luego que la Policía local haya hecho los

allanamientos, así no te relacionaran con la fuga de información.


― Entiendo, pero no tengo más ropa que este vestido de gala y unas cuantas cosas. ―

dijo ella preocupada porque no tendría más ropa que un escote pronunciado todo el

fin de semana.

Edward era muy consciente del vestido negro con escote en uve que dejaba ver la

línea hacia sus pechos. Tuvo que hacer acopio de todas sus fuerzas para desviar su

mirada de ese escote cuando la vio. Y ahora debía hacer otro esfuerzo para contestarle

y que su voz no delatara todo lo jodidamente excitado que estaba.

―Tengo una pequeña maleta con ropa tuya además de mi ropa en el maletero, podrás

cambiarte en cuanto lleguemos.

Dejaron la limosina en el centro de limosinas y como era cambió de turno otro agente

reemplazo a Edward, uno que estaría en la operación.

Marie y Edward tomaron un auto y llegaron a un hotel en el centro. Dieron nombres

falsos y se registraron como una pareja de novios turistas de paso por el puerto.

Al subir a la habitación ella fue directamente al baño con la pequeña maleta que él

había señalado.

Edward miraba por la ventana cuando ella salió del baño dejándolo sin habla. No podía

ser su vestimenta más provocadora. Él no recordaba haber metido esa prenda en su

maleta, eso le pasó por meter de todo sin mirar. Y ahora estaba duro y excitado con es

aparición sexy frente a él.

Edward seguía sin habla mientras ella se acercaba. Cuando estuvo a centímetros de él,

lo tomo de la mano y le dijo:


― Bésame.

Edward la miro a los ojos, ese mar chocolate que lo envolvía. Pero no se movió, por lo

que ella insistió.

―Quiero sentir tus labios Edward otra vez. ―dijo ella.

Y Edward no necesito más, sus defensas cayeron e irrumpió en su boca como si fuese

la última vez que pudiera tocar esos labios.

Todo lo referente a su trabajo podría y debía esperar, esto era vivir porque se dio

cuenta que antes de ella no había vivido en lo absoluto.

…

Hola yo por aquí sabiendo que me quieren matar por dejarlo así ¿pero no les parece raro el

comportamiento de ella? Aunque yo también hubiera pedido beso. En fin gracias por la

acogida a la historia tengo en cada capítulo más alertas y más comentarios, muchas gracias,

son fenomenales.

La compilación del Famdom4Tsunami será enviada al partir del 20 de mayo, se aceptan

donaciones hasta el primero de junio. Así que todavía hay tiempo de donar. Son sólo $10.00

la donación y hay historias muy conocidas como Motu y Emacipation Proclamation

participando. Para los que no saben un outtake de esta historia referente a la vida de Edward

antes de ser agente fue donado a esta causa del Famdom4Tsunami, en ayuda a las víctimas

del Tsunami que afecto a Japón hace unos meses. Ya saben donemos. No me extiendo más,

cuídense y nos leemos.

Katlync


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