3

IdeayFotografíasdeKike R. Celma

revista.tramaurbana@gmail.com

BarcelonaBarri de GràciaRovira i Trias

Torrent de les florsLes Tres Senyores

RabassaMassensMassens

Sant Salvador

35

SEÑOR EN BRONCE

El tranvía número 39 escalaba penosamente y entre chirridos toda la ciudad, desde los baños de la Barceloneta hasta el corazón de Gracia. En el último tramo, torcía por Rosellón, junto a la fábrica Elizalde y trepaba por Bailén hasta enfilar el llamado Torrent de les Flors –que debería llamarse calle del señor Torrente Flores, hay nombres predestinados al equívoco- para rendir viaje en la plaza Rovira. Que siempre ha sido una plaza desballestada donde se cruzan un montón de calles que van a otros sitios, como si pasaran de largo. A Juan Marsé le gusta el lugar como escenario de pos-guerra de sus novelas, y está bien visto aquel aire de barrio enve-jecido, pueblerino, uno de los límites de la ciudad, que se cansaba de seguir montaña arriba decidiendo que mayores alturas ya iban a ser el extrarradio, las afueras. Las atracciones de la plaza eran el cine Rovira, que desapa-reció engullido por un banco, y el tranvía que una vez en el final de trayecto cambiaba de dirección sus asientos móviles, mientras el conductor hacía la maniobra del trole para disponerse a em-prender el regreso. Traer aires del mar e ir nuevamente en su busca, y así veces y veces hasta la noche. Los tranviarios bebían en una fuente pública y liaban un pitillo de picadura. Ahora el señor Rovira i Trias está en bronce, de tamaño na-tural, sentado en la plaza, a la espera del paso del tiempo; él fue quien urbanizó esta zona, cuyos propietarios se llamaban Mas-sens, Rabassa, Sansalvador, Torrente Flores, todos ya convertidos en calles, que es lo que le pasa a cualquiera a poco que se descui-de; así como las <<tres señoras>>, sus mujeres, que también figuran en el nomenclátor. Cada cual pasa a la posteridad como le dejan.

36 Carlos Pujol

Barcelona y sus vidas

Hoy en día en la plaza hay un banco, dos cajas de ahorros, dos farmacias – símbolos de una antigua y elemental aspiración: <<salud y pesetas>>-, una vieja casa con okupas, y muy cerca, Villa Esperanza, delicioso nombre. Todo es menos cutre que antaño, la plaza de Rovira parece más plaza de lo que fue, aunque estemos aún inconsolables por el tranvía y el cine. Que cuando deambulaban por aquí los personajes de Marsé Que cuando deambulaban por aquí los personajes de Marsé eran dos formas de evasión baratísimas; ver películas americanas e ir de un lado a otro de la ciudad mecidos por el traqueteo de aquellos artefactos chatarrosos; aunque también se podían elegir los tebeos, la radio, las novelitas del Coyote, Doc Savage o Pete Rice, o simplemente cerrar los ojos y ver lo que uno quería ver y no lo que veía. Ésta era también la última escala en las excursiones infantiles al Parc Güell, antes de ser monumento turístico, cuando no pasaba de espacio notoriamente abandonado, y con insólitas fan-tasías de piedra que nadie sabía si tenían que suscitar admiración o susto, A partir de la Plaza Rovira, se continuaba a pie, vencien-do ásperas pendientes, resoplando ya de espaldas a la realidad co-tidiana, cada vez más lejos. Cargados con el balón, el diábolo, la comba, el bocadillo de la merienda – que no se podía abrir hasta llegar a las Tres Cruces-, el jersey para cuando se pusiera el sol, y un cargamento de sueños inexplicables que luego no correspondían a lo que pasaba; pero qué más da, habría otra tarde libre, otro 39, otra vez la Plaza Rovira y otras imaginaciones que iban más allá de lo que podía ser.

37

38

39

40

41

SEÑOR EN BRONCE

Barri de Gràcia

Barcelona

Torrentdeles flors

LesTresSenyores

RoviraiTrias

Rabassa

Massens

Sant Salvador

MISCELÁNEA

Números 43

Miscelánea

Miscelánea

La Ciudad que Desaparece44

Postales 45

Miscelánea

Miscelánea

Postales46

Plaçade

Catalunya47

Miscelánea