Revista Nómades N° 1

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NO MA DES

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La Revista Nómades es una nuevo producto de ChileVisit, dirigida al turista nacional, trata temas sobre deportes, turismo y cultura. Edición Número 1, Abril2016.

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NOMADES

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Nómades es una constante invitación al movimiento, una ruta con momentos para compartir, celebrar y recrear. En cada uno de nuestros espacios queremos mostrar distintos lugares que encanten y permitan disfrutar la vida en mayor plenitud; el objetivo de este número es una alegre travesía por rincones aún no conocidos, proyectos emergentes que evocan fuertemente la pasión, el placer y la armonía. Recorreremos ideas, sueños, desafíos y lugares mágicos. Queremos cautivar a cada uno de nuestros lectores y

Editoriallectoras con una propuesta cultural de vivir una vida novedosa que sorprende y experimenta nuevos desafíos en el camino. Este será el principio de nuestrarelación, pretendemos enamorarnos y viajar juntos por rutas que no tienen fecha de regreso, ni de expiración.

Recorramos juntos este viaje y constru-yamos nuevos rumbos que nos alegren y sorprendan. Seamos Nómades.

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Marcelo Solis:

Paz Olivares:

Nataly Piña:

Trinidad Segura:

Pablo Pavez:

Guillermo Zerda:

Josaphat Jarpa:

Katherine Brown:

Christian Brown:

Dirección de arte y diseño

Dirección de arte y fotografía

Redacción

Columnista

Redacción y edición

Asesor de edición

Comunicaciones y RRPP

Dirección comercial

Dirección general

Créditos Nómades

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Yoga yMAR

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El nido del guerrero

una nueva vida entre el yoga y el mar

nómades

En Nómades conocimos a Óscar Guerrero, un puertorriqueño que practica yoga exploratorio buscando conectar dos de sus pasiones, el surf y el yoga, en medio del mar o en una pequeña laguna en el centro de San Juan, Puerto Rico. Aqui su proyecto y sus deseos de traerlo a nuestro país. ¿Cómo nació la idea de hacer yoga en el agua?La idea comienza después de hacer un internado y una facilitación completa como maestro de yoga, ahí surge el deseo de

desarrollar una práctica en conexión con la naturaleza. Comienzo a hacer esta práctica en una finca que tiene mi familia en el centro de Puerto Rico y desarrollo un proyecto que se llama El nido del guerrero. Luego, mientras hago la instrucción como maestro de yoga, me invitan a una clase de demostración que iban a dar en la Laguna del Condado sobre las tablas, sobre el paddle boarding, ahí hago mi primera clase con Rachel Duda, una maestra que venía de EEUU.

En ese momento me enamoré de la práctica, yo surfeaba desde niño y estaba en contacto directo con el mar desde pequeño, consolidaba dos pasiones que se fusionaban en una práctica: el paddle yoga. De ahí comencé a indagar más y establecí entonces mi práctica en la Laguna del Condado creando un estudio flotante único en Puerto Rico y en el Caribe, con las mejores condiciones para desarrollarlo, así que fui completamente bendecido al encontrarme con el abrazo de este espacio para una práctica en perfecta armonía, balance y retroalimentación con la naturaleza en la que vivimos.

¿Cómo lograste transformar tus dos pasiones, el yoga y el surf en un proyecto sustentable?Lo que hice desde el día uno fue reforzar la economía local, a los puestos de renta de tabla de paddle boarding les ofrecí un negocio a través de una planta de negocio: el “win to win situation”, donde establece que trabajo para que ellos ganen y ellos trabajan para que yo gane. De forma tal que dividimos los intercambios económicos desde el arriendo de la tabla hasta mi servicio como maestro de paddle yoga. Así que a nivel económico ingenie una alianza con los puestos de arriendo que ya tenían su equipo, equipos que necesitaba para la práctica: tablas anchas y con un mat en toda la tabla que hace amable la práctica sobre ella, como si tuvieses un mat de yoga. El estudio se convierte en un estudio flotante. Logramos innovar económicamente llevándolo a un nivel extraordi-nario y de excelencia con el negocio de los puestos de arriendo ya establecidos y la práctica emergente

especializada que fui estudiando, construyen-do y creando. Llevamos ya tres años en la laguna del condado y dando talleres alrede-dor de toda la isla. ¿Qué relación tiene el yoga, que promueve un tipo de vida y un tipo de relación con la naturaleza y el cuerpo, con el turismo? Porque pudiera parecer que el turismo aspiraría a otras cosas y sin embargo tú haces una conexión, tú propones una relación.De entrada la práctica de yoga en su traducción más objetiva significa unión, unión de mente, cuerpo y espíritu específicamente, ahora si eso lo traducimos a una sociedad o a un sistema podemos llegar a la conclusión de la unidad, así nos damos cuenta de que no existe el uno sin el otro, es una complemen-tación donde nuevamente no existe el uno sin el otro y en ese aspecto nuestra propues-ta es una propuesta hacia la alianza desde el aspecto intrínseco de la unidad de tu cuerpo, de tu mente y de tu espíritu hacia tus relaciones. Yo creo que todo en nuestra vida se basa en nuestras relaciones, así es que la práctica promueve una forma de relacionarte armoniosamente en contacto directo con tu naturaleza y con tu mayor elemento que es el mar. Nosotros como especie tenemos que reconocer que somos en gran parte líquidos,

agua con minerales y acá ofrecemos ese contacto directo, con la naturaleza y con la naturaleza de tu elemento mayor a través de una plataforma que te invita a la armonía y al empoderamiento. Los resulta-dos son bastantes individuales, cada cual está en su proceso, cada cual está manejan-do distintas situaciones, a fin de cuentas, en la práctica se promueve que el maestro es tu instrumento de conexión, tu práctica es tu maestro.

¿Cuántos años llevas en este proyecto y cuáles son los nuevos desafíos que te has planteado?Llevo alrededor de cinco años con la práctica de yoga en contacto directo con la naturaleza, tres de paddleyoga en Puerto Rico y aproximadamente cinco años de yoga exploratorio, que es una manifesta-ción de yoga en contacto directo con la naturaleza. Nació bajo la experiencia de visitar la finca de mi familia en el centro de la isla, donde nace el proyecto El Nido del Guerrero (pueden acceder a él a través de las redes sociales) es un espacio de conexión con la naturaleza, es un centro denominado un santuario de la naturaleza que apoya prácticas como el yoga, reiki, masajes y observar la naturaleza sin

alterarla, es un espacio mágico de sentir el espacio sagrado de la tierra. Ahí nace yoga exploratoria, una travesía en el bosque haciendo y practicando asanas, meditaciones, formas de respirar, hasta que llegas a la orilla del río donde terminamos nuestra práctica con un savasana delicioso, que es el final de la clase, donde reciben la práctica de ese día, un momento de soltarlo todo y transformarte, de ser pura energía, puro soplo, puro viento, puro aire, pura partícula. Ahora, el plan futuro es poder exportarlo a otros países, específicamente a Chile. De hecho, quiero llegar allí, es una tierra que me conoció como actor y me encantaría poderles ofrecer esta cara y esta faceta de servicio y de opción de vida, porque es un estilo de vida que se puede llevar a cabo en cualquier parte del planeta. Me encantaría llegar a Chile con esta práctica, quien dice que no.

Fotograf ias: Oscar Guerrero

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En Nómades conocimos a Óscar Guerrero, un puertorriqueño que practica yoga exploratorio buscando conectar dos de sus pasiones, el surf y el yoga, en medio del mar o en una pequeña laguna en el centro de San Juan, Puerto Rico. Aqui su proyecto y sus deseos de traerlo a nuestro país. ¿Cómo nació la idea de hacer yoga en el agua?La idea comienza después de hacer un internado y una facilitación completa como maestro de yoga, ahí surge el deseo de

desarrollar una práctica en conexión con la naturaleza. Comienzo a hacer esta práctica en una finca que tiene mi familia en el centro de Puerto Rico y desarrollo un proyecto que se llama El nido del guerrero. Luego, mientras hago la instrucción como maestro de yoga, me invitan a una clase de demostración que iban a dar en la Laguna del Condado sobre las tablas, sobre el paddle boarding, ahí hago mi primera clase con Rachel Duda, una maestra que venía de EEUU.

nómades

En ese momento me enamoré de la práctica, yo surfeaba desde niño y estaba en contacto directo con el mar desde pequeño, consolidaba dos pasiones que se fusionaban en una práctica: el paddle yoga. De ahí comencé a indagar más y establecí entonces mi práctica en la Laguna del Condado creando un estudio flotante único en Puerto Rico y en el Caribe, con las mejores condiciones para desarrollarlo, así que fui completamente bendecido al encontrarme con el abrazo de este espacio para una práctica en perfecta armonía, balance y retroalimentación con la naturaleza en la que vivimos.

¿Cómo lograste transformar tus dos pasiones, el yoga y el surf en un proyecto sustentable?Lo que hice desde el día uno fue reforzar la economía local, a los puestos de renta de tabla de paddle boarding les ofrecí un negocio a través de una planta de negocio: el “win to win situation”, donde establece que trabajo para que ellos ganen y ellos trabajan para que yo gane. De forma tal que dividimos los intercambios económicos desde el arriendo de la tabla hasta mi servicio como maestro de paddle yoga. Así que a nivel económico ingenie una alianza con los puestos de arriendo que ya tenían su equipo, equipos que necesitaba para la práctica: tablas anchas y con un mat en toda la tabla que hace amable la práctica sobre ella, como si tuvieses un mat de yoga. El estudio se convierte en un estudio flotante. Logramos innovar económicamente llevándolo a un nivel extraordi-nario y de excelencia con el negocio de los puestos de arriendo ya establecidos y la práctica emergente

especializada que fui estudiando, construyen-do y creando. Llevamos ya tres años en la laguna del condado y dando talleres alrede-dor de toda la isla. ¿Qué relación tiene el yoga, que promueve un tipo de vida y un tipo de relación con la naturaleza y el cuerpo, con el turismo? Porque pudiera parecer que el turismo aspiraría a otras cosas y sin embargo tú haces una conexión, tú propones una relación.De entrada la práctica de yoga en su traducción más objetiva significa unión, unión de mente, cuerpo y espíritu específicamente, ahora si eso lo traducimos a una sociedad o a un sistema podemos llegar a la conclusión de la unidad, así nos damos cuenta de que no existe el uno sin el otro, es una complemen-tación donde nuevamente no existe el uno sin el otro y en ese aspecto nuestra propues-ta es una propuesta hacia la alianza desde el aspecto intrínseco de la unidad de tu cuerpo, de tu mente y de tu espíritu hacia tus relaciones. Yo creo que todo en nuestra vida se basa en nuestras relaciones, así es que la práctica promueve una forma de relacionarte armoniosamente en contacto directo con tu naturaleza y con tu mayor elemento que es el mar. Nosotros como especie tenemos que reconocer que somos en gran parte líquidos,

agua con minerales y acá ofrecemos ese contacto directo, con la naturaleza y con la naturaleza de tu elemento mayor a través de una plataforma que te invita a la armonía y al empoderamiento. Los resulta-dos son bastantes individuales, cada cual está en su proceso, cada cual está manejan-do distintas situaciones, a fin de cuentas, en la práctica se promueve que el maestro es tu instrumento de conexión, tu práctica es tu maestro.

¿Cuántos años llevas en este proyecto y cuáles son los nuevos desafíos que te has planteado?Llevo alrededor de cinco años con la práctica de yoga en contacto directo con la naturaleza, tres de paddleyoga en Puerto Rico y aproximadamente cinco años de yoga exploratorio, que es una manifesta-ción de yoga en contacto directo con la naturaleza. Nació bajo la experiencia de visitar la finca de mi familia en el centro de la isla, donde nace el proyecto El Nido del Guerrero (pueden acceder a él a través de las redes sociales) es un espacio de conexión con la naturaleza, es un centro denominado un santuario de la naturaleza que apoya prácticas como el yoga, reiki, masajes y observar la naturaleza sin

alterarla, es un espacio mágico de sentir el espacio sagrado de la tierra. Ahí nace yoga exploratoria, una travesía en el bosque haciendo y practicando asanas, meditaciones, formas de respirar, hasta que llegas a la orilla del río donde terminamos nuestra práctica con un savasana delicioso, que es el final de la clase, donde reciben la práctica de ese día, un momento de soltarlo todo y transformarte, de ser pura energía, puro soplo, puro viento, puro aire, pura partícula. Ahora, el plan futuro es poder exportarlo a otros países, específicamente a Chile. De hecho, quiero llegar allí, es una tierra que me conoció como actor y me encantaría poderles ofrecer esta cara y esta faceta de servicio y de opción de vida, porque es un estilo de vida que se puede llevar a cabo en cualquier parte del planeta. Me encantaría llegar a Chile con esta práctica, quien dice que no.

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En Nómades conocimos a Óscar Guerrero, un puertorriqueño que practica yoga exploratorio buscando conectar dos de sus pasiones, el surf y el yoga, en medio del mar o en una pequeña laguna en el centro de San Juan, Puerto Rico. Aqui su proyecto y sus deseos de traerlo a nuestro país. ¿Cómo nació la idea de hacer yoga en el agua?La idea comienza después de hacer un internado y una facilitación completa como maestro de yoga, ahí surge el deseo de

desarrollar una práctica en conexión con la naturaleza. Comienzo a hacer esta práctica en una finca que tiene mi familia en el centro de Puerto Rico y desarrollo un proyecto que se llama El nido del guerrero. Luego, mientras hago la instrucción como maestro de yoga, me invitan a una clase de demostración que iban a dar en la Laguna del Condado sobre las tablas, sobre el paddle boarding, ahí hago mi primera clase con Rachel Duda, una maestra que venía de EEUU.

En ese momento me enamoré de la práctica, yo surfeaba desde niño y estaba en contacto directo con el mar desde pequeño, consolidaba dos pasiones que se fusionaban en una práctica: el paddle yoga. De ahí comencé a indagar más y establecí entonces mi práctica en la Laguna del Condado creando un estudio flotante único en Puerto Rico y en el Caribe, con las mejores condiciones para desarrollarlo, así que fui completamente bendecido al encontrarme con el abrazo de este espacio para una práctica en perfecta armonía, balance y retroalimentación con la naturaleza en la que vivimos.

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¿Cómo lograste transformar tus dos pasiones, el yoga y el surf en un proyecto sustentable?Lo que hice desde el día uno fue reforzar la economía local, a los puestos de renta de tabla de paddle boarding les ofrecí un negocio a través de una planta de negocio: el “win to win situation”, donde establece que trabajo para que ellos ganen y ellos trabajan para que yo gane. De forma tal que dividimos los intercambios económicos desde el arriendo de la tabla hasta mi servicio como maestro de paddle yoga. Así que a nivel económico ingenie una alianza con los puestos de arriendo que ya tenían su equipo, equipos que necesitaba para la práctica: tablas anchas y con un mat en toda la tabla que hace amable la práctica sobre ella, como si tuvieses un mat de yoga. El estudio se convierte en un estudio flotante. Logramos innovar económicamente llevándolo a un nivel extraordi-nario y de excelencia con el negocio de los puestos de arriendo ya establecidos y la práctica emergente

especializada que fui estudiando, construyen-do y creando. Llevamos ya tres años en la laguna del condado y dando talleres alrede-dor de toda la isla. ¿Qué relación tiene el yoga, que promueve un tipo de vida y un tipo de relación con la naturaleza y el cuerpo, con el turismo? Porque pudiera parecer que el turismo aspiraría a otras cosas y sin embargo tú haces una conexión, tú propones una relación.De entrada la práctica de yoga en su traducción más objetiva significa unión, unión de mente, cuerpo y espíritu específicamente, ahora si eso lo traducimos a una sociedad o a un sistema podemos llegar a la conclusión de la unidad, así nos damos cuenta de que no existe el uno sin el otro, es una complemen-tación donde nuevamente no existe el uno sin el otro y en ese aspecto nuestra propues-ta es una propuesta hacia la alianza desde el aspecto intrínseco de la unidad de tu cuerpo, de tu mente y de tu espíritu hacia tus relaciones. Yo creo que todo en nuestra vida se basa en nuestras relaciones, así es que la práctica promueve una forma de relacionarte armoniosamente en contacto directo con tu naturaleza y con tu mayor elemento que es el mar. Nosotros como especie tenemos que reconocer que somos en gran parte líquidos,

agua con minerales y acá ofrecemos ese contacto directo, con la naturaleza y con la naturaleza de tu elemento mayor a través de una plataforma que te invita a la armonía y al empoderamiento. Los resulta-dos son bastantes individuales, cada cual está en su proceso, cada cual está manejan-do distintas situaciones, a fin de cuentas, en la práctica se promueve que el maestro es tu instrumento de conexión, tu práctica es tu maestro.

¿Cuántos años llevas en este proyecto y cuáles son los nuevos desafíos que te has planteado?Llevo alrededor de cinco años con la práctica de yoga en contacto directo con la naturaleza, tres de paddleyoga en Puerto Rico y aproximadamente cinco años de yoga exploratorio, que es una manifesta-ción de yoga en contacto directo con la naturaleza. Nació bajo la experiencia de visitar la finca de mi familia en el centro de la isla, donde nace el proyecto El Nido del Guerrero (pueden acceder a él a través de las redes sociales) es un espacio de conexión con la naturaleza, es un centro denominado un santuario de la naturaleza que apoya prácticas como el yoga, reiki, masajes y observar la naturaleza sin

alterarla, es un espacio mágico de sentir el espacio sagrado de la tierra. Ahí nace yoga exploratoria, una travesía en el bosque haciendo y practicando asanas, meditaciones, formas de respirar, hasta que llegas a la orilla del río donde terminamos nuestra práctica con un savasana delicioso, que es el final de la clase, donde reciben la práctica de ese día, un momento de soltarlo todo y transformarte, de ser pura energía, puro soplo, puro viento, puro aire, pura partícula. Ahora, el plan futuro es poder exportarlo a otros países, específicamente a Chile. De hecho, quiero llegar allí, es una tierra que me conoció como actor y me encantaría poderles ofrecer esta cara y esta faceta de servicio y de opción de vida, porque es un estilo de vida que se puede llevar a cabo en cualquier parte del planeta. Me encantaría llegar a Chile con esta práctica, quien dice que no.

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En Nómades conocimos a Óscar Guerrero, un puertorriqueño que practica yoga exploratorio buscando conectar dos de sus pasiones, el surf y el yoga, en medio del mar o en una pequeña laguna en el centro de San Juan, Puerto Rico. Aqui su proyecto y sus deseos de traerlo a nuestro país. ¿Cómo nació la idea de hacer yoga en el agua?La idea comienza después de hacer un internado y una facilitación completa como maestro de yoga, ahí surge el deseo de

desarrollar una práctica en conexión con la naturaleza. Comienzo a hacer esta práctica en una finca que tiene mi familia en el centro de Puerto Rico y desarrollo un proyecto que se llama El nido del guerrero. Luego, mientras hago la instrucción como maestro de yoga, me invitan a una clase de demostración que iban a dar en la Laguna del Condado sobre las tablas, sobre el paddle boarding, ahí hago mi primera clase con Rachel Duda, una maestra que venía de EEUU.

En ese momento me enamoré de la práctica, yo surfeaba desde niño y estaba en contacto directo con el mar desde pequeño, consolidaba dos pasiones que se fusionaban en una práctica: el paddle yoga. De ahí comencé a indagar más y establecí entonces mi práctica en la Laguna del Condado creando un estudio flotante único en Puerto Rico y en el Caribe, con las mejores condiciones para desarrollarlo, así que fui completamente bendecido al encontrarme con el abrazo de este espacio para una práctica en perfecta armonía, balance y retroalimentación con la naturaleza en la que vivimos.

¿Cómo lograste transformar tus dos pasiones, el yoga y el surf en un proyecto sustentable?Lo que hice desde el día uno fue reforzar la economía local, a los puestos de renta de tabla de paddle boarding les ofrecí un negocio a través de una planta de negocio: el “win to win situation”, donde establece que trabajo para que ellos ganen y ellos trabajan para que yo gane. De forma tal que dividimos los intercambios económicos desde el arriendo de la tabla hasta mi servicio como maestro de paddle yoga. Así que a nivel económico ingenie una alianza con los puestos de arriendo que ya tenían su equipo, equipos que necesitaba para la práctica: tablas anchas y con un mat en toda la tabla que hace amable la práctica sobre ella, como si tuvieses un mat de yoga. El estudio se convierte en un estudio flotante. Logramos innovar económicamente llevándolo a un nivel extraordi-nario y de excelencia con el negocio de los puestos de arriendo ya establecidos y la práctica emergente

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especializada que fui estudiando, construyen-do y creando. Llevamos ya tres años en la laguna del condado y dando talleres alrede-dor de toda la isla. ¿Qué relación tiene el yoga, que promueve un tipo de vida y un tipo de relación con la naturaleza y el cuerpo, con el turismo? Porque pudiera parecer que el turismo aspiraría a otras cosas y sin embargo tú haces una conexión, tú propones una relación.De entrada la práctica de yoga en su traducción más objetiva significa unión, unión de mente, cuerpo y espíritu específicamente, ahora si eso lo traducimos a una sociedad o a un sistema podemos llegar a la conclusión de la unidad, así nos damos cuenta de que no existe el uno sin el otro, es una complemen-tación donde nuevamente no existe el uno sin el otro y en ese aspecto nuestra propues-ta es una propuesta hacia la alianza desde el aspecto intrínseco de la unidad de tu cuerpo, de tu mente y de tu espíritu hacia tus relaciones. Yo creo que todo en nuestra vida se basa en nuestras relaciones, así es que la práctica promueve una forma de relacionarte armoniosamente en contacto directo con tu naturaleza y con tu mayor elemento que es el mar. Nosotros como especie tenemos que reconocer que somos en gran parte líquidos,

agua con minerales y acá ofrecemos ese contacto directo, con la naturaleza y con la naturaleza de tu elemento mayor a través de una plataforma que te invita a la armonía y al empoderamiento. Los resulta-dos son bastantes individuales, cada cual está en su proceso, cada cual está manejan-do distintas situaciones, a fin de cuentas, en la práctica se promueve que el maestro es tu instrumento de conexión, tu práctica es tu maestro.

¿Cuántos años llevas en este proyecto y cuáles son los nuevos desafíos que te has planteado?Llevo alrededor de cinco años con la práctica de yoga en contacto directo con la naturaleza, tres de paddleyoga en Puerto Rico y aproximadamente cinco años de yoga exploratorio, que es una manifesta-ción de yoga en contacto directo con la naturaleza. Nació bajo la experiencia de visitar la finca de mi familia en el centro de la isla, donde nace el proyecto El Nido del Guerrero (pueden acceder a él a través de las redes sociales) es un espacio de conexión con la naturaleza, es un centro denominado un santuario de la naturaleza que apoya prácticas como el yoga, reiki, masajes y observar la naturaleza sin

alterarla, es un espacio mágico de sentir el espacio sagrado de la tierra. Ahí nace yoga exploratoria, una travesía en el bosque haciendo y practicando asanas, meditaciones, formas de respirar, hasta que llegas a la orilla del río donde terminamos nuestra práctica con un savasana delicioso, que es el final de la clase, donde reciben la práctica de ese día, un momento de soltarlo todo y transformarte, de ser pura energía, puro soplo, puro viento, puro aire, pura partícula. Ahora, el plan futuro es poder exportarlo a otros países, específicamente a Chile. De hecho, quiero llegar allí, es una tierra que me conoció como actor y me encantaría poderles ofrecer esta cara y esta faceta de servicio y de opción de vida, porque es un estilo de vida que se puede llevar a cabo en cualquier parte del planeta. Me encantaría llegar a Chile con esta práctica, quien dice que no.

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En Nómades conocimos a Óscar Guerrero, un puertorriqueño que practica yoga exploratorio buscando conectar dos de sus pasiones, el surf y el yoga, en medio del mar o en una pequeña laguna en el centro de San Juan, Puerto Rico. Aqui su proyecto y sus deseos de traerlo a nuestro país. ¿Cómo nació la idea de hacer yoga en el agua?La idea comienza después de hacer un internado y una facilitación completa como maestro de yoga, ahí surge el deseo de

desarrollar una práctica en conexión con la naturaleza. Comienzo a hacer esta práctica en una finca que tiene mi familia en el centro de Puerto Rico y desarrollo un proyecto que se llama El nido del guerrero. Luego, mientras hago la instrucción como maestro de yoga, me invitan a una clase de demostración que iban a dar en la Laguna del Condado sobre las tablas, sobre el paddle boarding, ahí hago mi primera clase con Rachel Duda, una maestra que venía de EEUU.

En ese momento me enamoré de la práctica, yo surfeaba desde niño y estaba en contacto directo con el mar desde pequeño, consolidaba dos pasiones que se fusionaban en una práctica: el paddle yoga. De ahí comencé a indagar más y establecí entonces mi práctica en la Laguna del Condado creando un estudio flotante único en Puerto Rico y en el Caribe, con las mejores condiciones para desarrollarlo, así que fui completamente bendecido al encontrarme con el abrazo de este espacio para una práctica en perfecta armonía, balance y retroalimentación con la naturaleza en la que vivimos.

¿Cómo lograste transformar tus dos pasiones, el yoga y el surf en un proyecto sustentable?Lo que hice desde el día uno fue reforzar la economía local, a los puestos de renta de tabla de paddle boarding les ofrecí un negocio a través de una planta de negocio: el “win to win situation”, donde establece que trabajo para que ellos ganen y ellos trabajan para que yo gane. De forma tal que dividimos los intercambios económicos desde el arriendo de la tabla hasta mi servicio como maestro de paddle yoga. Así que a nivel económico ingenie una alianza con los puestos de arriendo que ya tenían su equipo, equipos que necesitaba para la práctica: tablas anchas y con un mat en toda la tabla que hace amable la práctica sobre ella, como si tuvieses un mat de yoga. El estudio se convierte en un estudio flotante. Logramos innovar económicamente llevándolo a un nivel extraordi-nario y de excelencia con el negocio de los puestos de arriendo ya establecidos y la práctica emergente

especializada que fui estudiando, construyen-do y creando. Llevamos ya tres años en la laguna del condado y dando talleres alrede-dor de toda la isla. ¿Qué relación tiene el yoga, que promueve un tipo de vida y un tipo de relación con la naturaleza y el cuerpo, con el turismo? Porque pudiera parecer que el turismo aspiraría a otras cosas y sin embargo tú haces una conexión, tú propones una relación.De entrada la práctica de yoga en su traducción más objetiva significa unión, unión de mente, cuerpo y espíritu específicamente, ahora si eso lo traducimos a una sociedad o a un sistema podemos llegar a la conclusión de la unidad, así nos damos cuenta de que no existe el uno sin el otro, es una complemen-tación donde nuevamente no existe el uno sin el otro y en ese aspecto nuestra propues-ta es una propuesta hacia la alianza desde el aspecto intrínseco de la unidad de tu cuerpo, de tu mente y de tu espíritu hacia tus relaciones. Yo creo que todo en nuestra vida se basa en nuestras relaciones, así es que la práctica promueve una forma de relacionarte armoniosamente en contacto directo con tu naturaleza y con tu mayor elemento que es el mar. Nosotros como especie tenemos que reconocer que somos en gran parte líquidos,

nomades

agua con minerales y acá ofrecemos ese contacto directo, con la naturaleza y con la naturaleza de tu elemento mayor a través de una plataforma que te invita a la armonía y al empoderamiento. Los resulta-dos son bastantes individuales, cada cual está en su proceso, cada cual está manejan-do distintas situaciones, a fin de cuentas, en la práctica se promueve que el maestro es tu instrumento de conexión, tu práctica es tu maestro.

¿Cuántos años llevas en este proyecto y cuáles son los nuevos desafíos que te has planteado?Llevo alrededor de cinco años con la práctica de yoga en contacto directo con la naturaleza, tres de paddleyoga en Puerto Rico y aproximadamente cinco años de yoga exploratorio, que es una manifesta-ción de yoga en contacto directo con la naturaleza. Nació bajo la experiencia de visitar la finca de mi familia en el centro de la isla, donde nace el proyecto El Nido del Guerrero (pueden acceder a él a través de las redes sociales) es un espacio de conexión con la naturaleza, es un centro denominado un santuario de la naturaleza que apoya prácticas como el yoga, reiki, masajes y observar la naturaleza sin

alterarla, es un espacio mágico de sentir el espacio sagrado de la tierra. Ahí nace yoga exploratoria, una travesía en el bosque haciendo y practicando asanas, meditaciones, formas de respirar, hasta que llegas a la orilla del río donde terminamos nuestra práctica con un savasana delicioso, que es el final de la clase, donde reciben la práctica de ese día, un momento de soltarlo todo y transformarte, de ser pura energía, puro soplo, puro viento, puro aire, pura partícula. Ahora, el plan futuro es poder exportarlo a otros países, específicamente a Chile. De hecho, quiero llegar allí, es una tierra que me conoció como actor y me encantaría poderles ofrecer esta cara y esta faceta de servicio y de opción de vida, porque es un estilo de vida que se puede llevar a cabo en cualquier parte del planeta. Me encantaría llegar a Chile con esta práctica, quien dice que no.

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En Nómades conocimos a Óscar Guerrero, un puertorriqueño que practica yoga exploratorio buscando conectar dos de sus pasiones, el surf y el yoga, en medio del mar o en una pequeña laguna en el centro de San Juan, Puerto Rico. Aqui su proyecto y sus deseos de traerlo a nuestro país. ¿Cómo nació la idea de hacer yoga en el agua?La idea comienza después de hacer un internado y una facilitación completa como maestro de yoga, ahí surge el deseo de

desarrollar una práctica en conexión con la naturaleza. Comienzo a hacer esta práctica en una finca que tiene mi familia en el centro de Puerto Rico y desarrollo un proyecto que se llama El nido del guerrero. Luego, mientras hago la instrucción como maestro de yoga, me invitan a una clase de demostración que iban a dar en la Laguna del Condado sobre las tablas, sobre el paddle boarding, ahí hago mi primera clase con Rachel Duda, una maestra que venía de EEUU.

En ese momento me enamoré de la práctica, yo surfeaba desde niño y estaba en contacto directo con el mar desde pequeño, consolidaba dos pasiones que se fusionaban en una práctica: el paddle yoga. De ahí comencé a indagar más y establecí entonces mi práctica en la Laguna del Condado creando un estudio flotante único en Puerto Rico y en el Caribe, con las mejores condiciones para desarrollarlo, así que fui completamente bendecido al encontrarme con el abrazo de este espacio para una práctica en perfecta armonía, balance y retroalimentación con la naturaleza en la que vivimos.

¿Cómo lograste transformar tus dos pasiones, el yoga y el surf en un proyecto sustentable?Lo que hice desde el día uno fue reforzar la economía local, a los puestos de renta de tabla de paddle boarding les ofrecí un negocio a través de una planta de negocio: el “win to win situation”, donde establece que trabajo para que ellos ganen y ellos trabajan para que yo gane. De forma tal que dividimos los intercambios económicos desde el arriendo de la tabla hasta mi servicio como maestro de paddle yoga. Así que a nivel económico ingenie una alianza con los puestos de arriendo que ya tenían su equipo, equipos que necesitaba para la práctica: tablas anchas y con un mat en toda la tabla que hace amable la práctica sobre ella, como si tuvieses un mat de yoga. El estudio se convierte en un estudio flotante. Logramos innovar económicamente llevándolo a un nivel extraordi-nario y de excelencia con el negocio de los puestos de arriendo ya establecidos y la práctica emergente

especializada que fui estudiando, construyen-do y creando. Llevamos ya tres años en la laguna del condado y dando talleres alrede-dor de toda la isla. ¿Qué relación tiene el yoga, que promueve un tipo de vida y un tipo de relación con la naturaleza y el cuerpo, con el turismo? Porque pudiera parecer que el turismo aspiraría a otras cosas y sin embargo tú haces una conexión, tú propones una relación.De entrada la práctica de yoga en su traducción más objetiva significa unión, unión de mente, cuerpo y espíritu específicamente, ahora si eso lo traducimos a una sociedad o a un sistema podemos llegar a la conclusión de la unidad, así nos damos cuenta de que no existe el uno sin el otro, es una complemen-tación donde nuevamente no existe el uno sin el otro y en ese aspecto nuestra propues-ta es una propuesta hacia la alianza desde el aspecto intrínseco de la unidad de tu cuerpo, de tu mente y de tu espíritu hacia tus relaciones. Yo creo que todo en nuestra vida se basa en nuestras relaciones, así es que la práctica promueve una forma de relacionarte armoniosamente en contacto directo con tu naturaleza y con tu mayor elemento que es el mar. Nosotros como especie tenemos que reconocer que somos en gran parte líquidos,

nómades

agua con minerales y acá ofrecemos ese contacto directo, con la naturaleza y con la naturaleza de tu elemento mayor a través de una plataforma que te invita a la armonía y al empoderamiento. Los resulta-dos son bastantes individuales, cada cual está en su proceso, cada cual está manejan-do distintas situaciones, a fin de cuentas, en la práctica se promueve que el maestro es tu instrumento de conexión, tu práctica es tu maestro.

¿Cuántos años llevas en este proyecto y cuáles son los nuevos desafíos que te has planteado?Llevo alrededor de cinco años con la práctica de yoga en contacto directo con la naturaleza, tres de paddleyoga en Puerto Rico y aproximadamente cinco años de yoga exploratorio, que es una manifesta-ción de yoga en contacto directo con la naturaleza. Nació bajo la experiencia de visitar la finca de mi familia en el centro de la isla, donde nace el proyecto El Nido del Guerrero (pueden acceder a él a través de las redes sociales) es un espacio de conexión con la naturaleza, es un centro denominado un santuario de la naturaleza que apoya prácticas como el yoga, reiki, masajes y observar la naturaleza sin

alterarla, es un espacio mágico de sentir el espacio sagrado de la tierra. Ahí nace yoga exploratoria, una travesía en el bosque haciendo y practicando asanas, meditaciones, formas de respirar, hasta que llegas a la orilla del río donde terminamos nuestra práctica con un savasana delicioso, que es el final de la clase, donde reciben la práctica de ese día, un momento de soltarlo todo y transformarte, de ser pura energía, puro soplo, puro viento, puro aire, pura partícula. Ahora, el plan futuro es poder exportarlo a otros países, específicamente a Chile. De hecho, quiero llegar allí, es una tierra que me conoció como actor y me encantaría poderles ofrecer esta cara y esta faceta de servicio y de opción de vida, porque es un estilo de vida que se puede llevar a cabo en cualquier parte del planeta. Me encantaría llegar a Chile con esta práctica, quien dice que no.

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nómades

Fotograf ias: Laura Alemán

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RESISTIRSEAL

ENCIERRO

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ALBA

nómades

Hacer resistencia a la monotonía, al encierro, a pagar por servicios turísticos fuera de la ciudad que emule la comodidad citadina. Matanzas, una pequeña playa ubicada en la comuna de Navidad, intenta demostrar la posibilidad de vivir contra estos esfuerzos, contra la necesidad de instalarlos como necesidad. La imposición de un centralismo que no conoce otras formas de vida que el gris cemento, la inmediatez de sus servicios y la cercanía de todos sus recursos a un

alto costo. El costo del colapso y sobrexplotación de la misma ciudad. Matanzas intenta recordarnos que es posible una otra vida, más lenta, que busca nuevos ritmos. Viajamos a Matanzas, a conocer el Alba Hotel Boutique, un espacio y proyecto familiar, que no teme a la búsqueda de una conexión íntima con la naturaleza, con sus visitantes y con sus habitantes. Imagina un hotel a la orilla del mar, donde tu patio y terraza son parte de la playa.

Sientes el constante sonido del choque de las olas, día y noche, no importa la hora, nos sentimos abrazados por el mar durante toda nuestra estadía. Desde un comienzo, Alba nos sorprende, la familiaridad de la bienvenida que se trasmite en la confianza y acceso a todos los espacios del hotel, la panorámica vista desde el comedor hacia la playa a través de un gran ventanal donde la luz entra por todas partes, el balcón, y por supuesto, el mirador de frente al mar. No estamos acostumbrados a tanta inmediatez.

Daniela y Nicolás Molina, hermanos y dueños del Hotel, que lelva dos años de existencia, nos reciben y cuentan su deseo de lograr otra forma de hacer turismo. Creen en la necesidad de salir de las grandes urbes y apostar por un turismo que no se limite al lujo y a los servicios. “Se trata de sacar a la gente, de resistirse al encierro” nos comenta Daniela. “Nos hemos acostumbrado a un turismo hacia dentro, se arrienda una cabaña y uno se encierra con su familia. Sin conocer ni el lugar que se visita ni la gente que lo habita”.

Boutique Hotel

Es por esto que Alba Boutique Hotel busca ser una experiencia completa de salida, vivir el afuera, donde abunde el compartir con otros viajeros, romper la indiferencia con otros o con el mismo mar a través de actividades como las excursiones: paseos en bote para conocer la flora y fauna en Islote Pupuya y Loberas; suftrips para quienes saben surfear y buscan las mejores olas del día; surf de remo a las loberas frente a Matanzas. Los panoramas que ofrecen consideran a toda la familia desde la Escuela para surf para todas las edades hasta clases de yoga, programas que incluyen Windsurf, Kitesurf; la idea es que, en un intenso fin de semana, tengas la posibilidad de practicar alguna actividad acuática o atreverse por primera vez a subir a una tabla y surfear una ola. Transformar la estadía en una experiencia de apertura, dejar los miedos a un nuevo aprendizaje. El complemento a una experiencia tal sin duda es una buena comida. Alba Boutique Hotel cuenta con un restaurant con una variada y sencilla carta. Con un pisco sour exquisito, suave y con textura. Pescados y mariscos, hamburguesas

y sandwichs, carnes rojas y blancas, destilados y cervezas, exquisitas variantes vegetarianas y un especial menú para niños. Una comida al atardecer en el balcón del restaurant frente al mar puede volverse fácilmente un inolvidable. El esfuerzo en transformar cada detalle, en volver a la simplicidad un atractivo en sí mismo, destaca a cada momento. Al atardecer, nos acompaña una leve brisa marina que enfría la calurosa tarde, es una jornada propicia para un pequeño picoteo de verduras y probar nuevamente el delicioso pisco sour, en la terraza, a la espera de la puesta

completa del sol. Nos sentimos pequeños ante la inmensidad del mar y la pequeña muerte del sol, hundiéndose poco a poco en el Pacífico.

Vemos volver a un puñado de surfistas exhaustos, felices. Comentan unos con otros la generosidad de las olas. Ha sido una jornada intensa. Nosotros volvemos a nuestra habitación donde un amplio espacio nos cobija. Un gran ventanal nos recuerda el oscuro mar que nos rodea, como si quisiera tragarnos. Nos arrojamos a la cama agradecidos, ha sido una bella jornada.

Carlos Ibañez del Campo s/n - Matanzas, Navidad, VI Región

+56 9 5823 0999

www.albahb.cl

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Hacer resistencia a la monotonía, al encierro, a pagar por servicios turísticos fuera de la ciudad que emule la comodidad citadina. Matanzas, una pequeña playa ubicada en la comuna de Navidad, intenta demostrar la posibilidad de vivir contra estos esfuerzos, contra la necesidad de instalarlos como necesidad. La imposición de un centralismo que no conoce otras formas de vida que el gris cemento, la inmediatez de sus servicios y la cercanía de todos sus recursos a un

alto costo. El costo del colapso y sobrexplotación de la misma ciudad. Matanzas intenta recordarnos que es posible una otra vida, más lenta, que busca nuevos ritmos. Viajamos a Matanzas, a conocer el Alba Hotel Boutique, un espacio y proyecto familiar, que no teme a la búsqueda de una conexión íntima con la naturaleza, con sus visitantes y con sus habitantes. Imagina un hotel a la orilla del mar, donde tu patio y terraza son parte de la playa.

nómades

Sientes el constante sonido del choque de las olas, día y noche, no importa la hora, nos sentimos abrazados por el mar durante toda nuestra estadía. Desde un comienzo, Alba nos sorprende, la familiaridad de la bienvenida que se trasmite en la confianza y acceso a todos los espacios del hotel, la panorámica vista desde el comedor hacia la playa a través de un gran ventanal donde la luz entra por todas partes, el balcón, y por supuesto, el mirador de frente al mar. No estamos acostumbrados a tanta inmediatez.

Daniela y Nicolás Molina, hermanos y dueños del Hotel, que lelva dos años de existencia, nos reciben y cuentan su deseo de lograr otra forma de hacer turismo. Creen en la necesidad de salir de las grandes urbes y apostar por un turismo que no se limite al lujo y a los servicios. “Se trata de sacar a la gente, de resistirse al encierro” nos comenta Daniela. “Nos hemos acostumbrado a un turismo hacia dentro, se arrienda una cabaña y uno se encierra con su familia. Sin conocer ni el lugar que se visita ni la gente que lo habita”.

Es por esto que Alba Boutique Hotel busca ser una experiencia completa de salida, vivir el afuera, donde abunde el compartir con otros viajeros, romper la indiferencia con otros o con el mismo mar a través de actividades como las excursiones: paseos en bote para conocer la flora y fauna en Islote Pupuya y Loberas; suftrips para quienes saben surfear y buscan las mejores olas del día; surf de remo a las loberas frente a Matanzas. Los panoramas que ofrecen consideran a toda la familia desde la Escuela para surf para todas las edades hasta clases de yoga, programas que incluyen Windsurf, Kitesurf; la idea es que, en un intenso fin de semana, tengas la posibilidad de practicar alguna actividad acuática o atreverse por primera vez a subir a una tabla y surfear una ola. Transformar la estadía en una experiencia de apertura, dejar los miedos a un nuevo aprendizaje. El complemento a una experiencia tal sin duda es una buena comida. Alba Boutique Hotel cuenta con un restaurant con una variada y sencilla carta. Con un pisco sour exquisito, suave y con textura. Pescados y mariscos, hamburguesas

y sandwichs, carnes rojas y blancas, destilados y cervezas, exquisitas variantes vegetarianas y un especial menú para niños. Una comida al atardecer en el balcón del restaurant frente al mar puede volverse fácilmente un inolvidable. El esfuerzo en transformar cada detalle, en volver a la simplicidad un atractivo en sí mismo, destaca a cada momento. Al atardecer, nos acompaña una leve brisa marina que enfría la calurosa tarde, es una jornada propicia para un pequeño picoteo de verduras y probar nuevamente el delicioso pisco sour, en la terraza, a la espera de la puesta

completa del sol. Nos sentimos pequeños ante la inmensidad del mar y la pequeña muerte del sol, hundiéndose poco a poco en el Pacífico.

Vemos volver a un puñado de surfistas exhaustos, felices. Comentan unos con otros la generosidad de las olas. Ha sido una jornada intensa. Nosotros volvemos a nuestra habitación donde un amplio espacio nos cobija. Un gran ventanal nos recuerda el oscuro mar que nos rodea, como si quisiera tragarnos. Nos arrojamos a la cama agradecidos, ha sido una bella jornada.

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Hacer resistencia a la monotonía, al encierro, a pagar por servicios turísticos fuera de la ciudad que emule la comodidad citadina. Matanzas, una pequeña playa ubicada en la comuna de Navidad, intenta demostrar la posibilidad de vivir contra estos esfuerzos, contra la necesidad de instalarlos como necesidad. La imposición de un centralismo que no conoce otras formas de vida que el gris cemento, la inmediatez de sus servicios y la cercanía de todos sus recursos a un

alto costo. El costo del colapso y sobrexplotación de la misma ciudad. Matanzas intenta recordarnos que es posible una otra vida, más lenta, que busca nuevos ritmos. Viajamos a Matanzas, a conocer el Alba Hotel Boutique, un espacio y proyecto familiar, que no teme a la búsqueda de una conexión íntima con la naturaleza, con sus visitantes y con sus habitantes. Imagina un hotel a la orilla del mar, donde tu patio y terraza son parte de la playa.

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Sientes el constante sonido del choque de las olas, día y noche, no importa la hora, nos sentimos abrazados por el mar durante toda nuestra estadía. Desde un comienzo, Alba nos sorprende, la familiaridad de la bienvenida que se trasmite en la confianza y acceso a todos los espacios del hotel, la panorámica vista desde el comedor hacia la playa a través de un gran ventanal donde la luz entra por todas partes, el balcón, y por supuesto, el mirador de frente al mar. No estamos acostumbrados a tanta inmediatez.

Daniela y Nicolás Molina, hermanos y dueños del Hotel, que lelva dos años de existencia, nos reciben y cuentan su deseo de lograr otra forma de hacer turismo. Creen en la necesidad de salir de las grandes urbes y apostar por un turismo que no se limite al lujo y a los servicios. “Se trata de sacar a la gente, de resistirse al encierro” nos comenta Daniela. “Nos hemos acostumbrado a un turismo hacia dentro, se arrienda una cabaña y uno se encierra con su familia. Sin conocer ni el lugar que se visita ni la gente que lo habita”.

Es por esto que Alba Boutique Hotel busca ser una experiencia completa de salida, vivir el afuera, donde abunde el compartir con otros viajeros, romper la indiferencia con otros o con el mismo mar a través de actividades como las excursiones: paseos en bote para conocer la flora y fauna en Islote Pupuya y Loberas; suftrips para quienes saben surfear y buscan las mejores olas del día; surf de remo a las loberas frente a Matanzas. Los panoramas que ofrecen consideran a toda la familia desde la Escuela para surf para todas las edades hasta clases de yoga, programas que incluyen Windsurf, Kitesurf; la idea es que, en un intenso fin de semana, tengas la posibilidad de practicar alguna actividad acuática o atreverse por primera vez a subir a una tabla y surfear una ola. Transformar la estadía en una experiencia de apertura, dejar los miedos a un nuevo aprendizaje. El complemento a una experiencia tal sin duda es una buena comida. Alba Boutique Hotel cuenta con un restaurant con una variada y sencilla carta. Con un pisco sour exquisito, suave y con textura. Pescados y mariscos, hamburguesas

y sandwichs, carnes rojas y blancas, destilados y cervezas, exquisitas variantes vegetarianas y un especial menú para niños. Una comida al atardecer en el balcón del restaurant frente al mar puede volverse fácilmente un inolvidable. El esfuerzo en transformar cada detalle, en volver a la simplicidad un atractivo en sí mismo, destaca a cada momento. Al atardecer, nos acompaña una leve brisa marina que enfría la calurosa tarde, es una jornada propicia para un pequeño picoteo de verduras y probar nuevamente el delicioso pisco sour, en la terraza, a la espera de la puesta

completa del sol. Nos sentimos pequeños ante la inmensidad del mar y la pequeña muerte del sol, hundiéndose poco a poco en el Pacífico.

Vemos volver a un puñado de surfistas exhaustos, felices. Comentan unos con otros la generosidad de las olas. Ha sido una jornada intensa. Nosotros volvemos a nuestra habitación donde un amplio espacio nos cobija. Un gran ventanal nos recuerda el oscuro mar que nos rodea, como si quisiera tragarnos. Nos arrojamos a la cama agradecidos, ha sido una bella jornada.

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Hacer resistencia a la monotonía, al encierro, a pagar por servicios turísticos fuera de la ciudad que emule la comodidad citadina. Matanzas, una pequeña playa ubicada en la comuna de Navidad, intenta demostrar la posibilidad de vivir contra estos esfuerzos, contra la necesidad de instalarlos como necesidad. La imposición de un centralismo que no conoce otras formas de vida que el gris cemento, la inmediatez de sus servicios y la cercanía de todos sus recursos a un

alto costo. El costo del colapso y sobrexplotación de la misma ciudad. Matanzas intenta recordarnos que es posible una otra vida, más lenta, que busca nuevos ritmos. Viajamos a Matanzas, a conocer el Alba Hotel Boutique, un espacio y proyecto familiar, que no teme a la búsqueda de una conexión íntima con la naturaleza, con sus visitantes y con sus habitantes. Imagina un hotel a la orilla del mar, donde tu patio y terraza son parte de la playa.

Sientes el constante sonido del choque de las olas, día y noche, no importa la hora, nos sentimos abrazados por el mar durante toda nuestra estadía. Desde un comienzo, Alba nos sorprende, la familiaridad de la bienvenida que se trasmite en la confianza y acceso a todos los espacios del hotel, la panorámica vista desde el comedor hacia la playa a través de un gran ventanal donde la luz entra por todas partes, el balcón, y por supuesto, el mirador de frente al mar. No estamos acostumbrados a tanta inmediatez.

Daniela y Nicolás Molina, hermanos y dueños del Hotel, que lelva dos años de existencia, nos reciben y cuentan su deseo de lograr otra forma de hacer turismo. Creen en la necesidad de salir de las grandes urbes y apostar por un turismo que no se limite al lujo y a los servicios. “Se trata de sacar a la gente, de resistirse al encierro” nos comenta Daniela. “Nos hemos acostumbrado a un turismo hacia dentro, se arrienda una cabaña y uno se encierra con su familia. Sin conocer ni el lugar que se visita ni la gente que lo habita”.

Es por esto que Alba Boutique Hotel busca ser una experiencia completa de salida, vivir el afuera, donde abunde el compartir con otros viajeros, romper la indiferencia con otros o con el mismo mar a través de actividades como las excursiones: paseos en bote para conocer la flora y fauna en Islote Pupuya y Loberas; suftrips para quienes saben surfear y buscan las mejores olas del día; surf de remo a las loberas frente a Matanzas. Los panoramas que ofrecen consideran a toda la familia desde la Escuela para surf para todas las edades hasta clases de yoga, programas que incluyen Windsurf, Kitesurf; la idea es que, en un intenso fin de semana, tengas la posibilidad de practicar alguna actividad acuática o atreverse por primera vez a subir a una tabla y surfear una ola. Transformar la estadía en una experiencia de apertura, dejar los miedos a un nuevo aprendizaje. El complemento a una experiencia tal sin duda es una buena comida. Alba Boutique Hotel cuenta con un restaurant con una variada y sencilla carta. Con un pisco sour exquisito, suave y con textura. Pescados y mariscos, hamburguesas

y sandwichs, carnes rojas y blancas, destilados y cervezas, exquisitas variantes vegetarianas y un especial menú para niños. Una comida al atardecer en el balcón del restaurant frente al mar puede volverse fácilmente un inolvidable. El esfuerzo en transformar cada detalle, en volver a la simplicidad un atractivo en sí mismo, destaca a cada momento. Al atardecer, nos acompaña una leve brisa marina que enfría la calurosa tarde, es una jornada propicia para un pequeño picoteo de verduras y probar nuevamente el delicioso pisco sour, en la terraza, a la espera de la puesta

completa del sol. Nos sentimos pequeños ante la inmensidad del mar y la pequeña muerte del sol, hundiéndose poco a poco en el Pacífico.

Vemos volver a un puñado de surfistas exhaustos, felices. Comentan unos con otros la generosidad de las olas. Ha sido una jornada intensa. Nosotros volvemos a nuestra habitación donde un amplio espacio nos cobija. Un gran ventanal nos recuerda el oscuro mar que nos rodea, como si quisiera tragarnos. Nos arrojamos a la cama agradecidos, ha sido una bella jornada.

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@taraguichile

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A LA BÚSQUEDA DE

“LA BARRA”

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MEHUÍN

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Trinidad Segura

Fotógrafa y surfis-ta profesional. Integrante de la selección chilena de surf. Desde los 12 años reside en Pichilemu. Fue subcampeona de surf 2010. Creadora del primer circuito de surf femenino en Chile: Sirenas Surf Trip.

Maravilloso lugar que surfistas chilenos tienen olvidado. Mehuín es un pueblo que gira en torno a la pesca. Se trata de la costa de una caleta donde revienta la más conocida ola del sector, conocida como ¨La Barra¨, una ola izquier-da de forma tubular, bien rápida y larga. Esta ola necesita algunas condiciones específicas para surfearla de la mejor manera: mar grande de olas de 2,5 a 3 metros de altura promedio, marea media y poco viento. En general lo mejor es surfearla en las mañanas y

funciona todo el año cuando hay olas.Mehuín aparte de su clásica ola tiene varias olas más, estas funcionan con mar chico y marea llena y solo en las mañanas, son olas de orilla ¨beach-breaks¨. A estas las tienes que buscar por los alrededores, hay varias opcio-nes.Lamentablemente Mehuín se encuen-tra amenazado, como muchas playas de la costa chilena, por la instalación posible de un ducto de una celulosa que desea lanzar sus desechos al mar. Esperemos esto nunca pase.

XIV región de los lagos

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D E S P U É S D E A L G O Ú N I C O , T U P R E M I O P A R A R E L A J A R T E .

TrinidadSegura

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DORMIR

NIDOEN UN

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REUSSLANDEl Parque Ecológico, dormir en un nido

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El Parque Ecológico Reussland, ubicado en Cañete en la Provincia de Arauco, te invita a introducirte en lo más profundo de los bosques milenarios. Pasa la noche entre los árboles después de un día de actividades al aire libre. Siente la textura de su corteza y descansa dentro de los refugios diseñados para 2 ó 4 personas. Dentro de estos nidales, podrás adquirir un nuevo conocimiento del bosque en lo más íntimo: habitar entre los árboles, un nuevo concepto ecológico.

Dentro de Reussland, podrás realizar cabalgatas, trekking guiado, canyo-ning, observación de aves y camina-tas nocturnas. Además a sólo 15 minutos podrás visitar el Museo Mapuche de Cañete, la Ruka Tegualda en el Valle Elicura donde podrás degustar la exquisita gastronomía mapuche.En una hora de viaje podrás conocer las majestuosas araucarias milena-rias, donde se encuentra la Piedra del Águila, lugar perfecto para deleitarte con la vista de los volcanes del sur de Chile.

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En estas 60 hectáreas de bosque milenario podrás encontrar saltos de agua y una rica gastronomía en su cafetería sustentable.

Reussland, un lugar mágico en la Región del Bío Bío.

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FUTRONO O ELVERDE LUJOBahía Coique

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Futrono es un espacio de escape.No solo en la época de verano, sino durante todo el año en Bahía Coique. Imagina un extraordinario complejo turístico de más de 35 departamen-tos con todo equipado, donde independiente de la época, puedas disfrutar del lago y el bosque nativo, conocer a aves como el traro y la bandurria, además de practicar todo tipo de deportes como el tenis, futbolito, mountain bike y trekking, cabalgatas, servicios de marina, www.bahiacoique.cl

deportes naúticos, piscina, pesca deportiva, además de contar con monitores deportivos y clases de gimnasia. Los circuitos a realizar son infinitos. Además, el lugar cuenta con agua potable de napas subterráneas de una pureza exquisita y una planta detratamiento, de manera que no se contamina el agua del entorno con residuos tóxicos. De este modo, no solo es posible escapar de las grandes ciudades, sino más bien un

imperativo. Más todavía al considerar que Bahía Coique también permite la compra de departamentos y sitios en Palihue Bajo y Alihuen.

50 hectáreas de suaves lomas que miran al Lago Ranco, bosques centenarios y una extensa playa de arena blanca. Las opciones son múltiples, estancias pasajeras y estancias permanentes.

Ustedes deciden, Futrono los espera.

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Futrono es un espacio de escape.No solo en la época de verano, sino durante todo el año en Bahía Coique. Imagina un extraordinario complejo turístico de más de 35 departamen-tos con todo equipado, donde independiente de la época, puedas disfrutar del lago y el bosque nativo, conocer a aves como el traro y la bandurria, además de practicar todo tipo de deportes como el tenis, futbolito, mountain bike y trekking, cabalgatas, servicios de marina,

deportes naúticos, piscina, pesca deportiva, además de contar con monitores deportivos y clases de gimnasia. Los circuitos a realizar son infinitos. Además, el lugar cuenta con agua potable de napas subterráneas de una pureza exquisita y una planta detratamiento, de manera que no se contamina el agua del entorno con residuos tóxicos. De este modo, no solo es posible escapar de las grandes ciudades, sino más bien un

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imperativo. Más todavía al considerar que Bahía Coique también permite la compra de departamentos y sitios en Palihue Bajo y Alihuen.

50 hectáreas de suaves lomas que miran al Lago Ranco, bosques centenarios y una extensa playa de arena blanca. Las opciones son múltiples, estancias pasajeras y estancias permanentes.

Ustedes deciden, Futrono los espera.

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TRAROTRAVELLa excursión como locación

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Existe en Nómades un apremio: “Estamos convencidos de la necesi-dad de salir, de no encerrarse, de encontrarnos en nuevos espacios, espacios que nos lleven a nuevos desafíos y experiencias de vida”. El sur de nuestro país ya no es un frondoso desconocido, sin embargo hemos de aprender nuevas formas de conocer, más allá de la cabaña y el encierro.

Cristián Muñoz, un santiaguino que

partió de la capital hace más de veinte años, a través de Traro Travel, transformó una pasión, la excursión y el trekking en toda una oficina de turismo aventura en Bahía Coique, Futrono, en la región de Los Lagos. Un proyecto que se armó paulatina-mente de manera azarosa. Tras ayudar a la búsqueda de locaciones de una productora para comerciales, cayó en cuenta del gran potencial de los paisajes: cascadas, ríos, cerros, cimas, lugares recónditos y culturales.

Los movimientos posibles eran infinitos. Comenzó hace seis años con una mochila y dos bastones y con la búsqueda de un mecenas que financiara bicicletas de excursión hasta llegar a ofrecer hoy en día escalada, rapel, canyoning y trekking.

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Existe en Nómades un apremio: “Estamos convencidos de la necesi-dad de salir, de no encerrarse, de encontrarnos en nuevos espacios, espacios que nos lleven a nuevos desafíos y experiencias de vida”. El sur de nuestro país ya no es un frondoso desconocido, sin embargo hemos de aprender nuevas formas de conocer, más allá de la cabaña y el encierro.

Cristián Muñoz, un santiaguino que

partió de la capital hace más de veinte años, a través de Traro Travel, transformó una pasión, la excursión y el trekking en toda una oficina de turismo aventura en Bahía Coique, Futrono, en la región de Los Lagos. Un proyecto que se armó paulatina-mente de manera azarosa. Tras ayudar a la búsqueda de locaciones de una productora para comerciales, cayó en cuenta del gran potencial de los paisajes: cascadas, ríos, cerros, cimas, lugares recónditos y culturales.

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Los movimientos posibles eran infinitos. Comenzó hace seis años con una mochila y dos bastones y con la búsqueda de un mecenas que financiara bicicletas de excursión hasta llegar a ofrecer hoy en día escalada, rapel, canyoning y trekking.

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Tomás Fuentes busca triunfar en EEUU

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Son las 9 de la mañana y nos trasladamos al Parque Araucano a encontrar a Tomás e interrumpir su entrenamiento, según acordamos por mensaje de texto. Nos recibe cordialmente, en lo que se ha transformado un espacio propio: Las rampas rojas del Parque Araucano. Tranquilo y risueño nos sonrie, nos instalamos lentamente buscando la sombra, una mesa y un par de sillas. Ya se siente un fuerte calor matinal del sol santiaguino, pero nos asegura que nada detendrá el entrenamiento, entonces nosotros también comenza-mos.

Se inició a los doce con su hermano mayor y los amigos del barrio en el Parque Gorostiaga, lamentablemente su hermano tuvo un accidente tras un año de práctica y no pudo continuar.Al principio era un juego consistente en querer volar como los más grandes. El BMX poco a poco lo encanta, lo atrapa. “Me dedico a las rampas y al Bowl, las piscinas de cemento”, nos aclara. “Yo intento hacer un truco más simple, pero lo hago volando dos personas de alto. Simple, rápido, alto y limpio. Esa es la idea”.

Sin embargo, nos cuenta que el desafío más grande hasta ahora, no se ha tratado de un truco en particular, sino más bien de presen-tarse en un lugar: “El año pasado en el US OPEN en California, es un campeonato de bowl que invitan a los 30 mejores del mundo. Es una competencia muy exigente, cuando lo ves por la tele no sientes lo que en verdad está en el ambiente. Nadie está relajado, todos quieren ganar, todos quieren en el fondo demostrarle a los sponsors, quieren estar arriba. Aparte me tocó entrenar con los finalistas del año pasado, son nombres muy grandes. Esto sin duda ha sido lo más exigente. En Chile hay campeonatos exigentes, pero lo más reciente y exigente ha sido esto”. Se entusiasma al contarnos que logró competir con riders de la talla de Denis Enarson, Chase Hawk, “ellos son los mejores del mundo”, sentencia. Sin embargo no todo ha sido sencillo. Los comienzos de todo rider sobre todo en América Latina no son fáciles. Principalmente por la incredulidad de la familia. Es que no es habitual practicar y dedicarse de

manera profesional al BMX. “Junte lucas para viajar a EEUU. Dije, si quiero hacer esto, lo debo hacer de la mejor forma”. A los 19 años, Tomás viajó a Austin Texas, iniciando una conocida peregrinación para quienes quieren transformar el BMX en algo más que un deporte casual. “Me bajé en el aeropuerto de Dallas, es gigante, sabía que tenía que ir al terminal de buses, no hablaba nada de inglés, y nada, fui a la vida. Me dije: “quiero hacer esto y lo voy a hacer de la mejor forma”. EEUU era el lugar. Y había que pasar por eso, era la única forma. Eso aprendí, era la única forma, quedarse botado sin nada y después empiezas a escalar. El primer viaje iba a ser así, un salto al vacío, así comienzas a hacer tus redes de contacto y sí, fue una apuesta gigante. Pero funcionó, y salió bien. Fue bien loco”. Ahora bien, nos aclara: “en el primer viaje no tienes ningún resultado”. El problema es que esa no era la respuesta que esperaba su familia. Era el momento de demostrar. “Así que comencé a subir el nivel y comencé a tener resultados acá en Chile.

Volvía y competía harto en giras por Chile, en distintas playas, en el Yogu Yogu y me empezó a ir bien con el Coco (Zurita), haciendo exhibiciones para la gente y me llamó una productora que hacia los Yogu Yogu y comenzamos a trabajar ya con otras marcas. Fue creciendo todo como una bola de nieve.” Así llegaron los sponsors. 3.000 seguidores en Instagram “son seguidores de público objetivo, te siguen jóvenes y jóvenes que les gusta la bicicleta. En el fondo es publicidad”. Esto atrae a las marcas. Sin embargo se trata de un largo camino. Nos cuenta: “A la tienda de bicis fui muy niño como a las 17 años. Lo fui a intentar no más. Andaba a cambio de nada, me daban stickers, guantes, cosas chicas, pedales, puños, cuando eres niño estás feliz con eso, además vives con tus papás, así que ¿qué más vas a necesitar? Después esto empieza a tomar forma. La tienda es ICBikes. Después está Etnies, aunque estuve también en Dickies, pero pronto me llamaron de Etnies. Buscaban un rider de BMX, ellos me llamaron, tiene una historia genial, está muy comprometida con el BMX. Me identificó. Los otros riders auspiciados también siguen más menos mi estilo. Así que bien. Y ahora cerré con la clínica Meds”.

Al decir esto nos asustamos. ¿Son muchos los accidentes en BMX? Nos dice que no, mientras recuerda un accidente en casa de Denis Enarson, actual campeón del US Open: “estábamos entrenando, hago un truco, me toca la rueda de atrás en el borde y caigo de cabeza al plano. Me levante normal, me senté para relajarme, no pasan más de cinco minutos, y no sabía dónde estaba, me perdí completamente. La mamá de Denis es enfermera, me llevo a la casa, me reviso los ojos, finalmente estaba bien pero fue un golpe muy duro”. Aún así, siendo un deporte extremo y los riesgos son muchos, los accidentes son menores: “aprendes a caer, a poner los brazos, los riesgos no son tantos como se tiende a ver desde afuera”.

En junio de este año llega su nuevo desafío, el US Open en California, donde esta vez competirá por el campeonato. Ya no basta solo con participar, quiere ir por el triunfo en rampa. Tomás ha encarnado el consejo que le da a sus pequeños aprendices en el Parque Araucano los domingos por la mañana: “siempre de menos a más, sin apurarse”.

EL JOVEN RIDER

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Son las 9 de la mañana y nos trasladamos al Parque Araucano a encontrar a Tomás e interrumpir su entrenamiento, según acordamos por mensaje de texto. Nos recibe cordialmente, en lo que se ha transformado un espacio propio: Las rampas rojas del Parque Araucano. Tranquilo y risueño nos sonrie, nos instalamos lentamente buscando la sombra, una mesa y un par de sillas. Ya se siente un fuerte calor matinal del sol santiaguino, pero nos asegura que nada detendrá el entrenamiento, entonces nosotros también comenza-mos.

Se inició a los doce con su hermano mayor y los amigos del barrio en el Parque Gorostiaga, lamentablemente su hermano tuvo un accidente tras un año de práctica y no pudo continuar.Al principio era un juego consistente en querer volar como los más grandes. El BMX poco a poco lo encanta, lo atrapa. “Me dedico a las rampas y al Bowl, las piscinas de cemento”, nos aclara. “Yo intento hacer un truco más simple, pero lo hago volando dos personas de alto. Simple, rápido, alto y limpio. Esa es la idea”.

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Sin embargo, nos cuenta que el desafío más grande hasta ahora, no se ha tratado de un truco en particular, sino más bien de presen-tarse en un lugar: “El año pasado en el US OPEN en California, es un campeonato de bowl que invitan a los 30 mejores del mundo. Es una competencia muy exigente, cuando lo ves por la tele no sientes lo que en verdad está en el ambiente. Nadie está relajado, todos quieren ganar, todos quieren en el fondo demostrarle a los sponsors, quieren estar arriba. Aparte me tocó entrenar con los finalistas del año pasado, son nombres muy grandes. Esto sin duda ha sido lo más exigente. En Chile hay campeonatos exigentes, pero lo más reciente y exigente ha sido esto”. Se entusiasma al contarnos que logró competir con riders de la talla de Denis Enarson, Chase Hawk, “ellos son los mejores del mundo”, sentencia. Sin embargo no todo ha sido sencillo. Los comienzos de todo rider sobre todo en América Latina no son fáciles. Principalmente por la incredulidad de la familia. Es que no es habitual practicar y dedicarse de

manera profesional al BMX. “Junte lucas para viajar a EEUU. Dije, si quiero hacer esto, lo debo hacer de la mejor forma”. A los 19 años, Tomás viajó a Austin Texas, iniciando una conocida peregrinación para quienes quieren transformar el BMX en algo más que un deporte casual. “Me bajé en el aeropuerto de Dallas, es gigante, sabía que tenía que ir al terminal de buses, no hablaba nada de inglés, y nada, fui a la vida. Me dije: “quiero hacer esto y lo voy a hacer de la mejor forma”. EEUU era el lugar. Y había que pasar por eso, era la única forma. Eso aprendí, era la única forma, quedarse botado sin nada y después empiezas a escalar. El primer viaje iba a ser así, un salto al vacío, así comienzas a hacer tus redes de contacto y sí, fue una apuesta gigante. Pero funcionó, y salió bien. Fue bien loco”. Ahora bien, nos aclara: “en el primer viaje no tienes ningún resultado”. El problema es que esa no era la respuesta que esperaba su familia. Era el momento de demostrar. “Así que comencé a subir el nivel y comencé a tener resultados acá en Chile.

Volvía y competía harto en giras por Chile, en distintas playas, en el Yogu Yogu y me empezó a ir bien con el Coco (Zurita), haciendo exhibiciones para la gente y me llamó una productora que hacia los Yogu Yogu y comenzamos a trabajar ya con otras marcas. Fue creciendo todo como una bola de nieve.” Así llegaron los sponsors. 3.000 seguidores en Instagram “son seguidores de público objetivo, te siguen jóvenes y jóvenes que les gusta la bicicleta. En el fondo es publicidad”. Esto atrae a las marcas. Sin embargo se trata de un largo camino. Nos cuenta: “A la tienda de bicis fui muy niño como a las 17 años. Lo fui a intentar no más. Andaba a cambio de nada, me daban stickers, guantes, cosas chicas, pedales, puños, cuando eres niño estás feliz con eso, además vives con tus papás, así que ¿qué más vas a necesitar? Después esto empieza a tomar forma. La tienda es ICBikes. Después está Etnies, aunque estuve también en Dickies, pero pronto me llamaron de Etnies. Buscaban un rider de BMX, ellos me llamaron, tiene una historia genial, está muy comprometida con el BMX. Me identificó. Los otros riders auspiciados también siguen más menos mi estilo. Así que bien. Y ahora cerré con la clínica Meds”.

Al decir esto nos asustamos. ¿Son muchos los accidentes en BMX? Nos dice que no, mientras recuerda un accidente en casa de Denis Enarson, actual campeón del US Open: “estábamos entrenando, hago un truco, me toca la rueda de atrás en el borde y caigo de cabeza al plano. Me levante normal, me senté para relajarme, no pasan más de cinco minutos, y no sabía dónde estaba, me perdí completamente. La mamá de Denis es enfermera, me llevo a la casa, me reviso los ojos, finalmente estaba bien pero fue un golpe muy duro”. Aún así, siendo un deporte extremo y los riesgos son muchos, los accidentes son menores: “aprendes a caer, a poner los brazos, los riesgos no son tantos como se tiende a ver desde afuera”.

En junio de este año llega su nuevo desafío, el US Open en California, donde esta vez competirá por el campeonato. Ya no basta solo con participar, quiere ir por el triunfo en rampa. Tomás ha encarnado el consejo que le da a sus pequeños aprendices en el Parque Araucano los domingos por la mañana: “siempre de menos a más, sin apurarse”.

EL JOVEN RIDER

Page 43: Revista Nómades N° 1

Son las 9 de la mañana y nos trasladamos al Parque Araucano a encontrar a Tomás e interrumpir su entrenamiento, según acordamos por mensaje de texto. Nos recibe cordialmente, en lo que se ha transformado un espacio propio: Las rampas rojas del Parque Araucano. Tranquilo y risueño nos sonrie, nos instalamos lentamente buscando la sombra, una mesa y un par de sillas. Ya se siente un fuerte calor matinal del sol santiaguino, pero nos asegura que nada detendrá el entrenamiento, entonces nosotros también comenza-mos.

Se inició a los doce con su hermano mayor y los amigos del barrio en el Parque Gorostiaga, lamentablemente su hermano tuvo un accidente tras un año de práctica y no pudo continuar.Al principio era un juego consistente en querer volar como los más grandes. El BMX poco a poco lo encanta, lo atrapa. “Me dedico a las rampas y al Bowl, las piscinas de cemento”, nos aclara. “Yo intento hacer un truco más simple, pero lo hago volando dos personas de alto. Simple, rápido, alto y limpio. Esa es la idea”.

Sin embargo, nos cuenta que el desafío más grande hasta ahora, no se ha tratado de un truco en particular, sino más bien de presen-tarse en un lugar: “El año pasado en el US OPEN en California, es un campeonato de bowl que invitan a los 30 mejores del mundo. Es una competencia muy exigente, cuando lo ves por la tele no sientes lo que en verdad está en el ambiente. Nadie está relajado, todos quieren ganar, todos quieren en el fondo demostrarle a los sponsors, quieren estar arriba. Aparte me tocó entrenar con los finalistas del año pasado, son nombres muy grandes. Esto sin duda ha sido lo más exigente. En Chile hay campeonatos exigentes, pero lo más reciente y exigente ha sido esto”. Se entusiasma al contarnos que logró competir con riders de la talla de Denis Enarson, Chase Hawk, “ellos son los mejores del mundo”, sentencia. Sin embargo no todo ha sido sencillo. Los comienzos de todo rider sobre todo en América Latina no son fáciles. Principalmente por la incredulidad de la familia. Es que no es habitual practicar y dedicarse de

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manera profesional al BMX. “Junte lucas para viajar a EEUU. Dije, si quiero hacer esto, lo debo hacer de la mejor forma”. A los 19 años, Tomás viajó a Austin Texas, iniciando una conocida peregrinación para quienes quieren transformar el BMX en algo más que un deporte casual. “Me bajé en el aeropuerto de Dallas, es gigante, sabía que tenía que ir al terminal de buses, no hablaba nada de inglés, y nada, fui a la vida. Me dije: “quiero hacer esto y lo voy a hacer de la mejor forma”. EEUU era el lugar. Y había que pasar por eso, era la única forma. Eso aprendí, era la única forma, quedarse botado sin nada y después empiezas a escalar. El primer viaje iba a ser así, un salto al vacío, así comienzas a hacer tus redes de contacto y sí, fue una apuesta gigante. Pero funcionó, y salió bien. Fue bien loco”. Ahora bien, nos aclara: “en el primer viaje no tienes ningún resultado”. El problema es que esa no era la respuesta que esperaba su familia. Era el momento de demostrar. “Así que comencé a subir el nivel y comencé a tener resultados acá en Chile.

Volvía y competía harto en giras por Chile, en distintas playas, en el Yogu Yogu y me empezó a ir bien con el Coco (Zurita), haciendo exhibiciones para la gente y me llamó una productora que hacia los Yogu Yogu y comenzamos a trabajar ya con otras marcas. Fue creciendo todo como una bola de nieve.” Así llegaron los sponsors. 3.000 seguidores en Instagram “son seguidores de público objetivo, te siguen jóvenes y jóvenes que les gusta la bicicleta. En el fondo es publicidad”. Esto atrae a las marcas. Sin embargo se trata de un largo camino. Nos cuenta: “A la tienda de bicis fui muy niño como a las 17 años. Lo fui a intentar no más. Andaba a cambio de nada, me daban stickers, guantes, cosas chicas, pedales, puños, cuando eres niño estás feliz con eso, además vives con tus papás, así que ¿qué más vas a necesitar? Después esto empieza a tomar forma. La tienda es ICBikes. Después está Etnies, aunque estuve también en Dickies, pero pronto me llamaron de Etnies. Buscaban un rider de BMX, ellos me llamaron, tiene una historia genial, está muy comprometida con el BMX. Me identificó. Los otros riders auspiciados también siguen más menos mi estilo. Así que bien. Y ahora cerré con la clínica Meds”.

Al decir esto nos asustamos. ¿Son muchos los accidentes en BMX? Nos dice que no, mientras recuerda un accidente en casa de Denis Enarson, actual campeón del US Open: “estábamos entrenando, hago un truco, me toca la rueda de atrás en el borde y caigo de cabeza al plano. Me levante normal, me senté para relajarme, no pasan más de cinco minutos, y no sabía dónde estaba, me perdí completamente. La mamá de Denis es enfermera, me llevo a la casa, me reviso los ojos, finalmente estaba bien pero fue un golpe muy duro”. Aún así, siendo un deporte extremo y los riesgos son muchos, los accidentes son menores: “aprendes a caer, a poner los brazos, los riesgos no son tantos como se tiende a ver desde afuera”.

En junio de este año llega su nuevo desafío, el US Open en California, donde esta vez competirá por el campeonato. Ya no basta solo con participar, quiere ir por el triunfo en rampa. Tomás ha encarnado el consejo que le da a sus pequeños aprendices en el Parque Araucano los domingos por la mañana: “siempre de menos a más, sin apurarse”.

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Son las 9 de la mañana y nos trasladamos al Parque Araucano a encontrar a Tomás e interrumpir su entrenamiento, según acordamos por mensaje de texto. Nos recibe cordialmente, en lo que se ha transformado un espacio propio: Las rampas rojas del Parque Araucano. Tranquilo y risueño nos sonrie, nos instalamos lentamente buscando la sombra, una mesa y un par de sillas. Ya se siente un fuerte calor matinal del sol santiaguino, pero nos asegura que nada detendrá el entrenamiento, entonces nosotros también comenza-mos.

Se inició a los doce con su hermano mayor y los amigos del barrio en el Parque Gorostiaga, lamentablemente su hermano tuvo un accidente tras un año de práctica y no pudo continuar.Al principio era un juego consistente en querer volar como los más grandes. El BMX poco a poco lo encanta, lo atrapa. “Me dedico a las rampas y al Bowl, las piscinas de cemento”, nos aclara. “Yo intento hacer un truco más simple, pero lo hago volando dos personas de alto. Simple, rápido, alto y limpio. Esa es la idea”.

Sin embargo, nos cuenta que el desafío más grande hasta ahora, no se ha tratado de un truco en particular, sino más bien de presen-tarse en un lugar: “El año pasado en el US OPEN en California, es un campeonato de bowl que invitan a los 30 mejores del mundo. Es una competencia muy exigente, cuando lo ves por la tele no sientes lo que en verdad está en el ambiente. Nadie está relajado, todos quieren ganar, todos quieren en el fondo demostrarle a los sponsors, quieren estar arriba. Aparte me tocó entrenar con los finalistas del año pasado, son nombres muy grandes. Esto sin duda ha sido lo más exigente. En Chile hay campeonatos exigentes, pero lo más reciente y exigente ha sido esto”. Se entusiasma al contarnos que logró competir con riders de la talla de Denis Enarson, Chase Hawk, “ellos son los mejores del mundo”, sentencia. Sin embargo no todo ha sido sencillo. Los comienzos de todo rider sobre todo en América Latina no son fáciles. Principalmente por la incredulidad de la familia. Es que no es habitual practicar y dedicarse de

manera profesional al BMX. “Junte lucas para viajar a EEUU. Dije, si quiero hacer esto, lo debo hacer de la mejor forma”. A los 19 años, Tomás viajó a Austin Texas, iniciando una conocida peregrinación para quienes quieren transformar el BMX en algo más que un deporte casual. “Me bajé en el aeropuerto de Dallas, es gigante, sabía que tenía que ir al terminal de buses, no hablaba nada de inglés, y nada, fui a la vida. Me dije: “quiero hacer esto y lo voy a hacer de la mejor forma”. EEUU era el lugar. Y había que pasar por eso, era la única forma. Eso aprendí, era la única forma, quedarse botado sin nada y después empiezas a escalar. El primer viaje iba a ser así, un salto al vacío, así comienzas a hacer tus redes de contacto y sí, fue una apuesta gigante. Pero funcionó, y salió bien. Fue bien loco”. Ahora bien, nos aclara: “en el primer viaje no tienes ningún resultado”. El problema es que esa no era la respuesta que esperaba su familia. Era el momento de demostrar. “Así que comencé a subir el nivel y comencé a tener resultados acá en Chile.

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Volvía y competía harto en giras por Chile, en distintas playas, en el Yogu Yogu y me empezó a ir bien con el Coco (Zurita), haciendo exhibiciones para la gente y me llamó una productora que hacia los Yogu Yogu y comenzamos a trabajar ya con otras marcas. Fue creciendo todo como una bola de nieve.” Así llegaron los sponsors. 3.000 seguidores en Instagram “son seguidores de público objetivo, te siguen jóvenes y jóvenes que les gusta la bicicleta. En el fondo es publicidad”. Esto atrae a las marcas. Sin embargo se trata de un largo camino. Nos cuenta: “A la tienda de bicis fui muy niño como a las 17 años. Lo fui a intentar no más. Andaba a cambio de nada, me daban stickers, guantes, cosas chicas, pedales, puños, cuando eres niño estás feliz con eso, además vives con tus papás, así que ¿qué más vas a necesitar? Después esto empieza a tomar forma. La tienda es ICBikes. Después está Etnies, aunque estuve también en Dickies, pero pronto me llamaron de Etnies. Buscaban un rider de BMX, ellos me llamaron, tiene una historia genial, está muy comprometida con el BMX. Me identificó. Los otros riders auspiciados también siguen más menos mi estilo. Así que bien. Y ahora cerré con la clínica Meds”.

Al decir esto nos asustamos. ¿Son muchos los accidentes en BMX? Nos dice que no, mientras recuerda un accidente en casa de Denis Enarson, actual campeón del US Open: “estábamos entrenando, hago un truco, me toca la rueda de atrás en el borde y caigo de cabeza al plano. Me levante normal, me senté para relajarme, no pasan más de cinco minutos, y no sabía dónde estaba, me perdí completamente. La mamá de Denis es enfermera, me llevo a la casa, me reviso los ojos, finalmente estaba bien pero fue un golpe muy duro”. Aún así, siendo un deporte extremo y los riesgos son muchos, los accidentes son menores: “aprendes a caer, a poner los brazos, los riesgos no son tantos como se tiende a ver desde afuera”.

En junio de este año llega su nuevo desafío, el US Open en California, donde esta vez competirá por el campeonato. Ya no basta solo con participar, quiere ir por el triunfo en rampa. Tomás ha encarnado el consejo que le da a sus pequeños aprendices en el Parque Araucano los domingos por la mañana: “siempre de menos a más, sin apurarse”.

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Son las 9 de la mañana y nos trasladamos al Parque Araucano a encontrar a Tomás e interrumpir su entrenamiento, según acordamos por mensaje de texto. Nos recibe cordialmente, en lo que se ha transformado un espacio propio: Las rampas rojas del Parque Araucano. Tranquilo y risueño nos sonrie, nos instalamos lentamente buscando la sombra, una mesa y un par de sillas. Ya se siente un fuerte calor matinal del sol santiaguino, pero nos asegura que nada detendrá el entrenamiento, entonces nosotros también comenza-mos.

Se inició a los doce con su hermano mayor y los amigos del barrio en el Parque Gorostiaga, lamentablemente su hermano tuvo un accidente tras un año de práctica y no pudo continuar.Al principio era un juego consistente en querer volar como los más grandes. El BMX poco a poco lo encanta, lo atrapa. “Me dedico a las rampas y al Bowl, las piscinas de cemento”, nos aclara. “Yo intento hacer un truco más simple, pero lo hago volando dos personas de alto. Simple, rápido, alto y limpio. Esa es la idea”.

Sin embargo, nos cuenta que el desafío más grande hasta ahora, no se ha tratado de un truco en particular, sino más bien de presen-tarse en un lugar: “El año pasado en el US OPEN en California, es un campeonato de bowl que invitan a los 30 mejores del mundo. Es una competencia muy exigente, cuando lo ves por la tele no sientes lo que en verdad está en el ambiente. Nadie está relajado, todos quieren ganar, todos quieren en el fondo demostrarle a los sponsors, quieren estar arriba. Aparte me tocó entrenar con los finalistas del año pasado, son nombres muy grandes. Esto sin duda ha sido lo más exigente. En Chile hay campeonatos exigentes, pero lo más reciente y exigente ha sido esto”. Se entusiasma al contarnos que logró competir con riders de la talla de Denis Enarson, Chase Hawk, “ellos son los mejores del mundo”, sentencia. Sin embargo no todo ha sido sencillo. Los comienzos de todo rider sobre todo en América Latina no son fáciles. Principalmente por la incredulidad de la familia. Es que no es habitual practicar y dedicarse de

manera profesional al BMX. “Junte lucas para viajar a EEUU. Dije, si quiero hacer esto, lo debo hacer de la mejor forma”. A los 19 años, Tomás viajó a Austin Texas, iniciando una conocida peregrinación para quienes quieren transformar el BMX en algo más que un deporte casual. “Me bajé en el aeropuerto de Dallas, es gigante, sabía que tenía que ir al terminal de buses, no hablaba nada de inglés, y nada, fui a la vida. Me dije: “quiero hacer esto y lo voy a hacer de la mejor forma”. EEUU era el lugar. Y había que pasar por eso, era la única forma. Eso aprendí, era la única forma, quedarse botado sin nada y después empiezas a escalar. El primer viaje iba a ser así, un salto al vacío, así comienzas a hacer tus redes de contacto y sí, fue una apuesta gigante. Pero funcionó, y salió bien. Fue bien loco”. Ahora bien, nos aclara: “en el primer viaje no tienes ningún resultado”. El problema es que esa no era la respuesta que esperaba su familia. Era el momento de demostrar. “Así que comencé a subir el nivel y comencé a tener resultados acá en Chile.

Volvía y competía harto en giras por Chile, en distintas playas, en el Yogu Yogu y me empezó a ir bien con el Coco (Zurita), haciendo exhibiciones para la gente y me llamó una productora que hacia los Yogu Yogu y comenzamos a trabajar ya con otras marcas. Fue creciendo todo como una bola de nieve.” Así llegaron los sponsors. 3.000 seguidores en Instagram “son seguidores de público objetivo, te siguen jóvenes y jóvenes que les gusta la bicicleta. En el fondo es publicidad”. Esto atrae a las marcas. Sin embargo se trata de un largo camino. Nos cuenta: “A la tienda de bicis fui muy niño como a las 17 años. Lo fui a intentar no más. Andaba a cambio de nada, me daban stickers, guantes, cosas chicas, pedales, puños, cuando eres niño estás feliz con eso, además vives con tus papás, así que ¿qué más vas a necesitar? Después esto empieza a tomar forma. La tienda es ICBikes. Después está Etnies, aunque estuve también en Dickies, pero pronto me llamaron de Etnies. Buscaban un rider de BMX, ellos me llamaron, tiene una historia genial, está muy comprometida con el BMX. Me identificó. Los otros riders auspiciados también siguen más menos mi estilo. Así que bien. Y ahora cerré con la clínica Meds”.

Al decir esto nos asustamos. ¿Son muchos los accidentes en BMX? Nos dice que no, mientras recuerda un accidente en casa de Denis Enarson, actual campeón del US Open: “estábamos entrenando, hago un truco, me toca la rueda de atrás en el borde y caigo de cabeza al plano. Me levante normal, me senté para relajarme, no pasan más de cinco minutos, y no sabía dónde estaba, me perdí completamente. La mamá de Denis es enfermera, me llevo a la casa, me reviso los ojos, finalmente estaba bien pero fue un golpe muy duro”. Aún así, siendo un deporte extremo y los riesgos son muchos, los accidentes son menores: “aprendes a caer, a poner los brazos, los riesgos no son tantos como se tiende a ver desde afuera”.

En junio de este año llega su nuevo desafío, el US Open en California, donde esta vez competirá por el campeonato. Ya no basta solo con participar, quiere ir por el triunfo en rampa. Tomás ha encarnado el consejo que le da a sus pequeños aprendices en el Parque Araucano los domingos por la mañana: “siempre de menos a más, sin apurarse”.

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ARIESLa última colección de María José Carlier

Fotografías de Macarena Ternicien Loma-osorio

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María tiene 30 años, vive en Algarrobo, junto a su pareja e hijo y estudió Diseño Gráfico en Viña del Mar.

“Vivo en el escenario más propicio para crear, según mi punto de vista: la playa. Me dedico a observarlo y a inspirarme en él.”

¿Cómo es tu proceso creativo?

Mi proceso de creación es bastante simple, como son dibujos digitales, desarrollo bosquejos digitales, que son mas fáciles de editar; entonces abiertamente, invento un lugar parecido al que veo, o a veces simplemente copio lugares que me han llamado la atención. Quizás eso hace que mi trabajo sea más fluido de realizar, ya que lo hago a partir de mi propio contexto.

Las ediciones de poleras en serigrafía son una especie de materialización de mi trabajo y son el formato que por ahora más me gusta exponer, por que es versátil y es una pieza que transmite por si sola.

Las últimas colecciones son “LIBRA” y “ARIES”, ésta última es una colección triple, que expuse como serigrafía en papel y poleras.

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www.ladominical.cl

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mariajosecarlier.tumblr.cominstagram.com/mariajosecarlier

Si te interesa conocer más de las últimas colecciones, visita:

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FamiliaApaltagua

Dosnuevosfrescos

de la

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CARMENERE ROSEEXTRA BRUT

RESERVA PINOTyGRIGIO 2015

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A comienzos de Enero dos activida-des en un mismo evento, nos llevaron al recientemente inaugurado Bar La Vinocracia ubicado a un costado de la Plaza Ñuñoa; por una parte, se trata de la presentación de dos nuevos vinos de la Viña Apaltagua: el Carmenere Rose Extra Brut y del Reserva Pinot Grigio 2015, y por otra, conocer el bar La Vinocracia, primohermano de un clásico de Plaza Ñuñoa, La Destileria, que presentare-mos en una nueva edición de

Nómades. El Carmenere Rose extra Brut se trata de un espumante rosé hecho con Carmenere que busca un sabor frutoso. En él fue usado el método champenoise, el mismo usado para la producción de los espumosos al estilo de la zona de Champagne o el cava de España. Se trata de un vino fresco, fácil de tomar. Especial para comer con pescados, comida igualmente fresca. En boca aparecen sabores en fruta confitada, es graso

y fresco. Su precio: $ 7.990.Por otra parte, el Reserva Pinot Grigio proveniente de San Antonio, donde los suelos minerales se hacen sentir en la salinidad del vino. Se trata de un vino suave, fácil de tomar, fresco, color oro y rosa. Hecho con uvas rosadas, con baja cantidad de agua en el riego y mucha influencia del mar. Su precio: $ 5.290. Ambos vinos se suman a las más de 28 etiquetas que la viña Apaltagua nos ofrece. Sin duda fue una noche inolvidable. A esto se suma la hospitalidad y buena atención de La Vinocracia, a la que prometimos volver para dar a conocer sus más de mil doscientas etiquetas de vino. Demás está decir que haremos efectiva la invitación.

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A comienzos de Enero dos activida-des en un mismo evento, nos llevaron al recientemente inaugurado Bar La Vinocracia ubicado a un costado de la Plaza Ñuñoa; por una parte, se trata de la presentación de dos nuevos vinos de la Viña Apaltagua: el Carmenere Rose Extra Brut y del Reserva Pinot Grigio 2015, y por otra, conocer el bar La Vinocracia, primohermano de un clásico de Plaza Ñuñoa, La Destileria, que presentare-mos en una nueva edición de

Nómades. El Carmenere Rose extra Brut se trata de un espumante rosé hecho con Carmenere que busca un sabor frutoso. En él fue usado el método champenoise, el mismo usado para la producción de los espumosos al estilo de la zona de Champagne o el cava de España. Se trata de un vino fresco, fácil de tomar. Especial para comer con pescados, comida igualmente fresca. En boca aparecen sabores en fruta confitada, es graso

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y fresco. Su precio: $ 7.990.Por otra parte, el Reserva Pinot Grigio proveniente de San Antonio, donde los suelos minerales se hacen sentir en la salinidad del vino. Se trata de un vino suave, fácil de tomar, fresco, color oro y rosa. Hecho con uvas rosadas, con baja cantidad de agua en el riego y mucha influencia del mar. Su precio: $ 5.290. Ambos vinos se suman a las más de 28 etiquetas que la viña Apaltagua nos ofrece. Sin duda fue una noche inolvidable. A esto se suma la hospitalidad y buena atención de La Vinocracia, a la que prometimos volver para dar a conocer sus más de mil doscientas etiquetas de vino. Demás está decir que haremos efectiva la invitación.

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COMPARTIR LA ALTURABUSCAR LA GRIETA

Diego Señoret

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Chile es un país privilegiado por sus montañas y sin embargo nuestra relación con ellas es bastante torpe. Fuimos a la búsqueda de Diego Señoret, parte de la joven camada de montañistas acostumbrados a moverse en medio de dificultades, desde las grandes paredes y alturas montañosas hasta la posibilidad de vivir dedicándose al montañismo.

¿Cómo empezaste y cuál ha sido la experiencia más inolvidable en la montaña?

Mi pasión por el montañismo nace por mi familia. Llevo practicando este deporte hace más de diez años y durante los últimos cinco me he dedicado a las grandes paredes en la montaña, lograr cumbres maravillo-sas. He hecho las tres Torres del Paine, en su momento fueron lo máximo para mí, he escalado los

grandes macizos de Cochamó y han sido experiencias maravillosas, pero lo que más me marcó fue el ascenso al cerro Torre este verano. El cerro Torre es una de las montañas más lindas del mundo y una de las más difíciles de la Patagonia. Muchos escaladores vienen a intentar el cerro Torre y la verdad es que es una pared de hielo, pero donde, en la última parte del recorrido encuentras solo hongos de hielo, pareciera estar habitando en otro planeta. La verdad es que fue muy emocionante llegar a la cumbre, es sin duda uno de los momentos que más me ha marcado. También, por otro lado, subí el cerro Borracho en la región de Los Lagos, un cerro que yo venía mirando y explorando hace muchos años, el año pasado abrí el sendero a machetazos y este año se me dio la oportunidad de escalarlo. Fue una experiencia maravillosa, una pared virgen que hicimos junto a mi primo Cristobal Señoret, fuimos los primeros en hacer ascenso a la montaña y la primera ruta. Se la dedicamos a mi papá que falleció hace dos años y que nos dio a conocer esa montaña. Fue una de las experien-cias más significativas como montañista.

¿Cuál es la relación que tienen los chilenos con la montaña? El montañismo en Chile tiene algo de historia

pero no muy conocida, porque no tenemos una cultura de montaña como si la tiene EEUU o Europa, Italia, Alemania, ellos desarrollan el montañismo hace largos años y son países que también tienen mucha montaña donde la gente sale a disfrutar, hay muchos escaladores, muchos esquiadores, hay cultura sobre el estar en la montaña. Aquí en Chile, al contrario, tenemos mucha montaña, inclusive, mucho más que ellos, pero no tenemos una cultura de montañista. El montañis-mo se empezó a desarrollar a partir de los años cincuenta y sesenta, en comparación de los europeos que lo comenzaron a desarrollar en el mil ochocientos, esa es la gran diferen-cia, pero sí creo que ha crecido mucho los últimos años, que hay potencial en los escaladores chilenos. Tenemos tanta montaña que tenemos mucho para entrenar, para desarrollar proyectos por concretar. Existe una alta gama de escaladores que se están dedicando a esto, que están subiendo su nivel, que están escalando montañas más difíciles, así como también mucha

gente está haciendo trekking en los cerros de los alrededores de Santiago: el Manquehue, el Pochoco, el Provincia, todos esos cerros reciben mucha gente los fines de semana, incluso en la semana. Yo creo que Chile es un país que está creciendo en este ámbito y se está familiarizando cada vez más con la montaña.

¿Cómo iniciarse entonces en el montañismo?

Lo primero que debes tener claro es que se trata de un proceso de crecimiento, de aprendizaje y de experiencia. Uno no llega de un día a otro a escalar una montaña gigante y haciendo cosas técnicas, eso te lo da el tiempo y la experiencia. Yo llevo diez años escalando y si hoy en día estoy en los proyectos que tengo y he escalado las montañas que he escalado, es porque los años me han dado esa sabiduría, ese aprendizaje, esos conocimientos. Puedes iniciarte haciendo escalada deportiva, se practica en muchos lugares, son escaladas que se hacen en no más

de treinta metros, cosa que puedas familiarizarte y subir poco a poco tus grados de dificultad. Comienzas a conocer de a poco como se manejan los sistemas, las cuerdas, los anclajes, y luego si quieres entrar al montañis-mo propiamente tal, debes comenzar a escalar por grietas, por fisuras, saber usar los emprotadores, saber rapelear, técnicas de ascenso, escaladas artificiales, solo asi puedes lograr llegar al montañismo extremo, que es lo que yo estoy practicando hoy en día. No es lo mismo que el montañismo de altura, porque uno es el montañismo de hacer grandes

paredes que es lo que hago yo, y otro, es el de montañas de altura, que es por ejemplo, subir los 8.000 m, los que suben el Everest, todo eso es otro tipo de montañismo relacionado con la altura que también tenemos mucho potencial aca en Chile porque tenemos cerros altos: el Plomo en Santiago, el Aconcagua, los Ojos del Salado, estos dos últimos son las cumbres más altas de América, entonces también tenemos potencial para desarro-llar ese tipo de montañismo. Yo me dedico más a hacer grandes paredes, pero para llegar a eso se necesita mucho entrena-miento físico, mental y de conocimiento de técnicas.

¿Cuáles son tus próximos proyectos?

Tengo varios. Principalmente en la Patagonia. Hay dos cerros que nunca he subido, son los dos más altos de la Patagonia: el Monte San Lorenzo y el monte San Valentín. También tengo como proyecto hacer el monte Fitz Roy, que no ha calzado con mi planificación. Asi que tengo esa espinita. También quiero intentar hacer el cerro Torre en invierno. El año pasado fui y el clima impidió subirlo

y tuvimos que intentar otra torre. Pero Patagonia invernal es lo más estricto que puede hacer un escalador en este planeta, porque uno se enfrenta a fríos de menos 35 grados bajo cero, te encuentras solo en el Parque porque en esa época no hay nadie escalando, ese vendría siendo un gran desafío. Otro proyecto que tengo para este año es viajar al extranjero a visitar el Parque Nacional Yosemite en EEUU, donde está la montaña El Capitán. Si no viajaría a las Torres del Trango en Pakistán, son montañas más largas y con altura, ese es un desafío doble, aparte de ir a Pakistán, que eso sería un sueño. Esos serían los proyectos de este año, además de entrenar mucho en el Cajón del Maipo. Yo me mantengo día a día entrenando, buscando donde ir, hay hartos compañe-ros que están a un mismo nivel, entonces estamos programando muchas salidas para seguir entrenando y seguir armando proyectos, porque yo pretendo vivir de esto. Aunque sea algo difícil porque Chile no tiene el montañismo muy explotado, ni profesionalizado, con mis compañeros más cercanos estamos intentándolo, consiguiendo auspicios, financiamientos para proyectos y la verdad es que poco a poco lo hemos ido logrando.

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Chile es un país privilegiado por sus montañas y sin embargo nuestra relación con ellas es bastante torpe. Fuimos a la búsqueda de Diego Señoret, parte de la joven camada de montañistas acostumbrados a moverse en medio de dificultades, desde las grandes paredes y alturas montañosas hasta la posibilidad de vivir dedicándose al montañismo.

¿Cómo empezaste y cuál ha sido la experiencia más inolvidable en la montaña?

Mi pasión por el montañismo nace por mi familia. Llevo practicando este deporte hace más de diez años y durante los últimos cinco me he dedicado a las grandes paredes en la montaña, lograr cumbres maravillo-sas. He hecho las tres Torres del Paine, en su momento fueron lo máximo para mí, he escalado los

nómades

grandes macizos de Cochamó y han sido experiencias maravillosas, pero lo que más me marcó fue el ascenso al cerro Torre este verano. El cerro Torre es una de las montañas más lindas del mundo y una de las más difíciles de la Patagonia. Muchos escaladores vienen a intentar el cerro Torre y la verdad es que es una pared de hielo, pero donde, en la última parte del recorrido encuentras solo hongos de hielo, pareciera estar habitando en otro planeta. La verdad es que fue muy emocionante llegar a la cumbre, es sin duda uno de los momentos que más me ha marcado. También, por otro lado, subí el cerro Borracho en la región de Los Lagos, un cerro que yo venía mirando y explorando hace muchos años, el año pasado abrí el sendero a machetazos y este año se me dio la oportunidad de escalarlo. Fue una experiencia maravillosa, una pared virgen que hicimos junto a mi primo Cristobal Señoret, fuimos los primeros en hacer ascenso a la montaña y la primera ruta. Se la dedicamos a mi papá que falleció hace dos años y que nos dio a conocer esa montaña. Fue una de las experien-cias más significativas como montañista.

¿Cuál es la relación que tienen los chilenos con la montaña? El montañismo en Chile tiene algo de historia

pero no muy conocida, porque no tenemos una cultura de montaña como si la tiene EEUU o Europa, Italia, Alemania, ellos desarrollan el montañismo hace largos años y son países que también tienen mucha montaña donde la gente sale a disfrutar, hay muchos escaladores, muchos esquiadores, hay cultura sobre el estar en la montaña. Aquí en Chile, al contrario, tenemos mucha montaña, inclusive, mucho más que ellos, pero no tenemos una cultura de montañista. El montañis-mo se empezó a desarrollar a partir de los años cincuenta y sesenta, en comparación de los europeos que lo comenzaron a desarrollar en el mil ochocientos, esa es la gran diferen-cia, pero sí creo que ha crecido mucho los últimos años, que hay potencial en los escaladores chilenos. Tenemos tanta montaña que tenemos mucho para entrenar, para desarrollar proyectos por concretar. Existe una alta gama de escaladores que se están dedicando a esto, que están subiendo su nivel, que están escalando montañas más difíciles, así como también mucha

gente está haciendo trekking en los cerros de los alrededores de Santiago: el Manquehue, el Pochoco, el Provincia, todos esos cerros reciben mucha gente los fines de semana, incluso en la semana. Yo creo que Chile es un país que está creciendo en este ámbito y se está familiarizando cada vez más con la montaña.

¿Cómo iniciarse entonces en el montañismo?

Lo primero que debes tener claro es que se trata de un proceso de crecimiento, de aprendizaje y de experiencia. Uno no llega de un día a otro a escalar una montaña gigante y haciendo cosas técnicas, eso te lo da el tiempo y la experiencia. Yo llevo diez años escalando y si hoy en día estoy en los proyectos que tengo y he escalado las montañas que he escalado, es porque los años me han dado esa sabiduría, ese aprendizaje, esos conocimientos. Puedes iniciarte haciendo escalada deportiva, se practica en muchos lugares, son escaladas que se hacen en no más

de treinta metros, cosa que puedas familiarizarte y subir poco a poco tus grados de dificultad. Comienzas a conocer de a poco como se manejan los sistemas, las cuerdas, los anclajes, y luego si quieres entrar al montañis-mo propiamente tal, debes comenzar a escalar por grietas, por fisuras, saber usar los emprotadores, saber rapelear, técnicas de ascenso, escaladas artificiales, solo asi puedes lograr llegar al montañismo extremo, que es lo que yo estoy practicando hoy en día. No es lo mismo que el montañismo de altura, porque uno es el montañismo de hacer grandes

paredes que es lo que hago yo, y otro, es el de montañas de altura, que es por ejemplo, subir los 8.000 m, los que suben el Everest, todo eso es otro tipo de montañismo relacionado con la altura que también tenemos mucho potencial aca en Chile porque tenemos cerros altos: el Plomo en Santiago, el Aconcagua, los Ojos del Salado, estos dos últimos son las cumbres más altas de América, entonces también tenemos potencial para desarro-llar ese tipo de montañismo. Yo me dedico más a hacer grandes paredes, pero para llegar a eso se necesita mucho entrena-miento físico, mental y de conocimiento de técnicas.

¿Cuáles son tus próximos proyectos?

Tengo varios. Principalmente en la Patagonia. Hay dos cerros que nunca he subido, son los dos más altos de la Patagonia: el Monte San Lorenzo y el monte San Valentín. También tengo como proyecto hacer el monte Fitz Roy, que no ha calzado con mi planificación. Asi que tengo esa espinita. También quiero intentar hacer el cerro Torre en invierno. El año pasado fui y el clima impidió subirlo

y tuvimos que intentar otra torre. Pero Patagonia invernal es lo más estricto que puede hacer un escalador en este planeta, porque uno se enfrenta a fríos de menos 35 grados bajo cero, te encuentras solo en el Parque porque en esa época no hay nadie escalando, ese vendría siendo un gran desafío. Otro proyecto que tengo para este año es viajar al extranjero a visitar el Parque Nacional Yosemite en EEUU, donde está la montaña El Capitán. Si no viajaría a las Torres del Trango en Pakistán, son montañas más largas y con altura, ese es un desafío doble, aparte de ir a Pakistán, que eso sería un sueño. Esos serían los proyectos de este año, además de entrenar mucho en el Cajón del Maipo. Yo me mantengo día a día entrenando, buscando donde ir, hay hartos compañe-ros que están a un mismo nivel, entonces estamos programando muchas salidas para seguir entrenando y seguir armando proyectos, porque yo pretendo vivir de esto. Aunque sea algo difícil porque Chile no tiene el montañismo muy explotado, ni profesionalizado, con mis compañeros más cercanos estamos intentándolo, consiguiendo auspicios, financiamientos para proyectos y la verdad es que poco a poco lo hemos ido logrando.

Page 64: Revista Nómades N° 1

Chile es un país privilegiado por sus montañas y sin embargo nuestra relación con ellas es bastante torpe. Fuimos a la búsqueda de Diego Señoret, parte de la joven camada de montañistas acostumbrados a moverse en medio de dificultades, desde las grandes paredes y alturas montañosas hasta la posibilidad de vivir dedicándose al montañismo.

¿Cómo empezaste y cuál ha sido la experiencia más inolvidable en la montaña?

Mi pasión por el montañismo nace por mi familia. Llevo practicando este deporte hace más de diez años y durante los últimos cinco me he dedicado a las grandes paredes en la montaña, lograr cumbres maravillo-sas. He hecho las tres Torres del Paine, en su momento fueron lo máximo para mí, he escalado los

grandes macizos de Cochamó y han sido experiencias maravillosas, pero lo que más me marcó fue el ascenso al cerro Torre este verano. El cerro Torre es una de las montañas más lindas del mundo y una de las más difíciles de la Patagonia. Muchos escaladores vienen a intentar el cerro Torre y la verdad es que es una pared de hielo, pero donde, en la última parte del recorrido encuentras solo hongos de hielo, pareciera estar habitando en otro planeta. La verdad es que fue muy emocionante llegar a la cumbre, es sin duda uno de los momentos que más me ha marcado. También, por otro lado, subí el cerro Borracho en la región de Los Lagos, un cerro que yo venía mirando y explorando hace muchos años, el año pasado abrí el sendero a machetazos y este año se me dio la oportunidad de escalarlo. Fue una experiencia maravillosa, una pared virgen que hicimos junto a mi primo Cristobal Señoret, fuimos los primeros en hacer ascenso a la montaña y la primera ruta. Se la dedicamos a mi papá que falleció hace dos años y que nos dio a conocer esa montaña. Fue una de las experien-cias más significativas como montañista.

¿Cuál es la relación que tienen los chilenos con la montaña? El montañismo en Chile tiene algo de historia

nómades

pero no muy conocida, porque no tenemos una cultura de montaña como si la tiene EEUU o Europa, Italia, Alemania, ellos desarrollan el montañismo hace largos años y son países que también tienen mucha montaña donde la gente sale a disfrutar, hay muchos escaladores, muchos esquiadores, hay cultura sobre el estar en la montaña. Aquí en Chile, al contrario, tenemos mucha montaña, inclusive, mucho más que ellos, pero no tenemos una cultura de montañista. El montañis-mo se empezó a desarrollar a partir de los años cincuenta y sesenta, en comparación de los europeos que lo comenzaron a desarrollar en el mil ochocientos, esa es la gran diferen-cia, pero sí creo que ha crecido mucho los últimos años, que hay potencial en los escaladores chilenos. Tenemos tanta montaña que tenemos mucho para entrenar, para desarrollar proyectos por concretar. Existe una alta gama de escaladores que se están dedicando a esto, que están subiendo su nivel, que están escalando montañas más difíciles, así como también mucha

gente está haciendo trekking en los cerros de los alrededores de Santiago: el Manquehue, el Pochoco, el Provincia, todos esos cerros reciben mucha gente los fines de semana, incluso en la semana. Yo creo que Chile es un país que está creciendo en este ámbito y se está familiarizando cada vez más con la montaña.

¿Cómo iniciarse entonces en el montañismo?

Lo primero que debes tener claro es que se trata de un proceso de crecimiento, de aprendizaje y de experiencia. Uno no llega de un día a otro a escalar una montaña gigante y haciendo cosas técnicas, eso te lo da el tiempo y la experiencia. Yo llevo diez años escalando y si hoy en día estoy en los proyectos que tengo y he escalado las montañas que he escalado, es porque los años me han dado esa sabiduría, ese aprendizaje, esos conocimientos. Puedes iniciarte haciendo escalada deportiva, se practica en muchos lugares, son escaladas que se hacen en no más

de treinta metros, cosa que puedas familiarizarte y subir poco a poco tus grados de dificultad. Comienzas a conocer de a poco como se manejan los sistemas, las cuerdas, los anclajes, y luego si quieres entrar al montañis-mo propiamente tal, debes comenzar a escalar por grietas, por fisuras, saber usar los emprotadores, saber rapelear, técnicas de ascenso, escaladas artificiales, solo asi puedes lograr llegar al montañismo extremo, que es lo que yo estoy practicando hoy en día. No es lo mismo que el montañismo de altura, porque uno es el montañismo de hacer grandes

paredes que es lo que hago yo, y otro, es el de montañas de altura, que es por ejemplo, subir los 8.000 m, los que suben el Everest, todo eso es otro tipo de montañismo relacionado con la altura que también tenemos mucho potencial aca en Chile porque tenemos cerros altos: el Plomo en Santiago, el Aconcagua, los Ojos del Salado, estos dos últimos son las cumbres más altas de América, entonces también tenemos potencial para desarro-llar ese tipo de montañismo. Yo me dedico más a hacer grandes paredes, pero para llegar a eso se necesita mucho entrena-miento físico, mental y de conocimiento de técnicas.

¿Cuáles son tus próximos proyectos?

Tengo varios. Principalmente en la Patagonia. Hay dos cerros que nunca he subido, son los dos más altos de la Patagonia: el Monte San Lorenzo y el monte San Valentín. También tengo como proyecto hacer el monte Fitz Roy, que no ha calzado con mi planificación. Asi que tengo esa espinita. También quiero intentar hacer el cerro Torre en invierno. El año pasado fui y el clima impidió subirlo

y tuvimos que intentar otra torre. Pero Patagonia invernal es lo más estricto que puede hacer un escalador en este planeta, porque uno se enfrenta a fríos de menos 35 grados bajo cero, te encuentras solo en el Parque porque en esa época no hay nadie escalando, ese vendría siendo un gran desafío. Otro proyecto que tengo para este año es viajar al extranjero a visitar el Parque Nacional Yosemite en EEUU, donde está la montaña El Capitán. Si no viajaría a las Torres del Trango en Pakistán, son montañas más largas y con altura, ese es un desafío doble, aparte de ir a Pakistán, que eso sería un sueño. Esos serían los proyectos de este año, además de entrenar mucho en el Cajón del Maipo. Yo me mantengo día a día entrenando, buscando donde ir, hay hartos compañe-ros que están a un mismo nivel, entonces estamos programando muchas salidas para seguir entrenando y seguir armando proyectos, porque yo pretendo vivir de esto. Aunque sea algo difícil porque Chile no tiene el montañismo muy explotado, ni profesionalizado, con mis compañeros más cercanos estamos intentándolo, consiguiendo auspicios, financiamientos para proyectos y la verdad es que poco a poco lo hemos ido logrando.

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Chile es un país privilegiado por sus montañas y sin embargo nuestra relación con ellas es bastante torpe. Fuimos a la búsqueda de Diego Señoret, parte de la joven camada de montañistas acostumbrados a moverse en medio de dificultades, desde las grandes paredes y alturas montañosas hasta la posibilidad de vivir dedicándose al montañismo.

¿Cómo empezaste y cuál ha sido la experiencia más inolvidable en la montaña?

Mi pasión por el montañismo nace por mi familia. Llevo practicando este deporte hace más de diez años y durante los últimos cinco me he dedicado a las grandes paredes en la montaña, lograr cumbres maravillo-sas. He hecho las tres Torres del Paine, en su momento fueron lo máximo para mí, he escalado los

grandes macizos de Cochamó y han sido experiencias maravillosas, pero lo que más me marcó fue el ascenso al cerro Torre este verano. El cerro Torre es una de las montañas más lindas del mundo y una de las más difíciles de la Patagonia. Muchos escaladores vienen a intentar el cerro Torre y la verdad es que es una pared de hielo, pero donde, en la última parte del recorrido encuentras solo hongos de hielo, pareciera estar habitando en otro planeta. La verdad es que fue muy emocionante llegar a la cumbre, es sin duda uno de los momentos que más me ha marcado. También, por otro lado, subí el cerro Borracho en la región de Los Lagos, un cerro que yo venía mirando y explorando hace muchos años, el año pasado abrí el sendero a machetazos y este año se me dio la oportunidad de escalarlo. Fue una experiencia maravillosa, una pared virgen que hicimos junto a mi primo Cristobal Señoret, fuimos los primeros en hacer ascenso a la montaña y la primera ruta. Se la dedicamos a mi papá que falleció hace dos años y que nos dio a conocer esa montaña. Fue una de las experien-cias más significativas como montañista.

¿Cuál es la relación que tienen los chilenos con la montaña? El montañismo en Chile tiene algo de historia

pero no muy conocida, porque no tenemos una cultura de montaña como si la tiene EEUU o Europa, Italia, Alemania, ellos desarrollan el montañismo hace largos años y son países que también tienen mucha montaña donde la gente sale a disfrutar, hay muchos escaladores, muchos esquiadores, hay cultura sobre el estar en la montaña. Aquí en Chile, al contrario, tenemos mucha montaña, inclusive, mucho más que ellos, pero no tenemos una cultura de montañista. El montañis-mo se empezó a desarrollar a partir de los años cincuenta y sesenta, en comparación de los europeos que lo comenzaron a desarrollar en el mil ochocientos, esa es la gran diferen-cia, pero sí creo que ha crecido mucho los últimos años, que hay potencial en los escaladores chilenos. Tenemos tanta montaña que tenemos mucho para entrenar, para desarrollar proyectos por concretar. Existe una alta gama de escaladores que se están dedicando a esto, que están subiendo su nivel, que están escalando montañas más difíciles, así como también mucha

nómades

gente está haciendo trekking en los cerros de los alrededores de Santiago: el Manquehue, el Pochoco, el Provincia, todos esos cerros reciben mucha gente los fines de semana, incluso en la semana. Yo creo que Chile es un país que está creciendo en este ámbito y se está familiarizando cada vez más con la montaña.

¿Cómo iniciarse entonces en el montañismo?

Lo primero que debes tener claro es que se trata de un proceso de crecimiento, de aprendizaje y de experiencia. Uno no llega de un día a otro a escalar una montaña gigante y haciendo cosas técnicas, eso te lo da el tiempo y la experiencia. Yo llevo diez años escalando y si hoy en día estoy en los proyectos que tengo y he escalado las montañas que he escalado, es porque los años me han dado esa sabiduría, ese aprendizaje, esos conocimientos. Puedes iniciarte haciendo escalada deportiva, se practica en muchos lugares, son escaladas que se hacen en no más

de treinta metros, cosa que puedas familiarizarte y subir poco a poco tus grados de dificultad. Comienzas a conocer de a poco como se manejan los sistemas, las cuerdas, los anclajes, y luego si quieres entrar al montañis-mo propiamente tal, debes comenzar a escalar por grietas, por fisuras, saber usar los emprotadores, saber rapelear, técnicas de ascenso, escaladas artificiales, solo asi puedes lograr llegar al montañismo extremo, que es lo que yo estoy practicando hoy en día. No es lo mismo que el montañismo de altura, porque uno es el montañismo de hacer grandes

paredes que es lo que hago yo, y otro, es el de montañas de altura, que es por ejemplo, subir los 8.000 m, los que suben el Everest, todo eso es otro tipo de montañismo relacionado con la altura que también tenemos mucho potencial aca en Chile porque tenemos cerros altos: el Plomo en Santiago, el Aconcagua, los Ojos del Salado, estos dos últimos son las cumbres más altas de América, entonces también tenemos potencial para desarro-llar ese tipo de montañismo. Yo me dedico más a hacer grandes paredes, pero para llegar a eso se necesita mucho entrena-miento físico, mental y de conocimiento de técnicas.

¿Cuáles son tus próximos proyectos?

Tengo varios. Principalmente en la Patagonia. Hay dos cerros que nunca he subido, son los dos más altos de la Patagonia: el Monte San Lorenzo y el monte San Valentín. También tengo como proyecto hacer el monte Fitz Roy, que no ha calzado con mi planificación. Asi que tengo esa espinita. También quiero intentar hacer el cerro Torre en invierno. El año pasado fui y el clima impidió subirlo

y tuvimos que intentar otra torre. Pero Patagonia invernal es lo más estricto que puede hacer un escalador en este planeta, porque uno se enfrenta a fríos de menos 35 grados bajo cero, te encuentras solo en el Parque porque en esa época no hay nadie escalando, ese vendría siendo un gran desafío. Otro proyecto que tengo para este año es viajar al extranjero a visitar el Parque Nacional Yosemite en EEUU, donde está la montaña El Capitán. Si no viajaría a las Torres del Trango en Pakistán, son montañas más largas y con altura, ese es un desafío doble, aparte de ir a Pakistán, que eso sería un sueño. Esos serían los proyectos de este año, además de entrenar mucho en el Cajón del Maipo. Yo me mantengo día a día entrenando, buscando donde ir, hay hartos compañe-ros que están a un mismo nivel, entonces estamos programando muchas salidas para seguir entrenando y seguir armando proyectos, porque yo pretendo vivir de esto. Aunque sea algo difícil porque Chile no tiene el montañismo muy explotado, ni profesionalizado, con mis compañeros más cercanos estamos intentándolo, consiguiendo auspicios, financiamientos para proyectos y la verdad es que poco a poco lo hemos ido logrando.

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Chile es un país privilegiado por sus montañas y sin embargo nuestra relación con ellas es bastante torpe. Fuimos a la búsqueda de Diego Señoret, parte de la joven camada de montañistas acostumbrados a moverse en medio de dificultades, desde las grandes paredes y alturas montañosas hasta la posibilidad de vivir dedicándose al montañismo.

¿Cómo empezaste y cuál ha sido la experiencia más inolvidable en la montaña?

Mi pasión por el montañismo nace por mi familia. Llevo practicando este deporte hace más de diez años y durante los últimos cinco me he dedicado a las grandes paredes en la montaña, lograr cumbres maravillo-sas. He hecho las tres Torres del Paine, en su momento fueron lo máximo para mí, he escalado los

grandes macizos de Cochamó y han sido experiencias maravillosas, pero lo que más me marcó fue el ascenso al cerro Torre este verano. El cerro Torre es una de las montañas más lindas del mundo y una de las más difíciles de la Patagonia. Muchos escaladores vienen a intentar el cerro Torre y la verdad es que es una pared de hielo, pero donde, en la última parte del recorrido encuentras solo hongos de hielo, pareciera estar habitando en otro planeta. La verdad es que fue muy emocionante llegar a la cumbre, es sin duda uno de los momentos que más me ha marcado. También, por otro lado, subí el cerro Borracho en la región de Los Lagos, un cerro que yo venía mirando y explorando hace muchos años, el año pasado abrí el sendero a machetazos y este año se me dio la oportunidad de escalarlo. Fue una experiencia maravillosa, una pared virgen que hicimos junto a mi primo Cristobal Señoret, fuimos los primeros en hacer ascenso a la montaña y la primera ruta. Se la dedicamos a mi papá que falleció hace dos años y que nos dio a conocer esa montaña. Fue una de las experien-cias más significativas como montañista.

¿Cuál es la relación que tienen los chilenos con la montaña? El montañismo en Chile tiene algo de historia

pero no muy conocida, porque no tenemos una cultura de montaña como si la tiene EEUU o Europa, Italia, Alemania, ellos desarrollan el montañismo hace largos años y son países que también tienen mucha montaña donde la gente sale a disfrutar, hay muchos escaladores, muchos esquiadores, hay cultura sobre el estar en la montaña. Aquí en Chile, al contrario, tenemos mucha montaña, inclusive, mucho más que ellos, pero no tenemos una cultura de montañista. El montañis-mo se empezó a desarrollar a partir de los años cincuenta y sesenta, en comparación de los europeos que lo comenzaron a desarrollar en el mil ochocientos, esa es la gran diferen-cia, pero sí creo que ha crecido mucho los últimos años, que hay potencial en los escaladores chilenos. Tenemos tanta montaña que tenemos mucho para entrenar, para desarrollar proyectos por concretar. Existe una alta gama de escaladores que se están dedicando a esto, que están subiendo su nivel, que están escalando montañas más difíciles, así como también mucha

gente está haciendo trekking en los cerros de los alrededores de Santiago: el Manquehue, el Pochoco, el Provincia, todos esos cerros reciben mucha gente los fines de semana, incluso en la semana. Yo creo que Chile es un país que está creciendo en este ámbito y se está familiarizando cada vez más con la montaña.

¿Cómo iniciarse entonces en el montañismo?

Lo primero que debes tener claro es que se trata de un proceso de crecimiento, de aprendizaje y de experiencia. Uno no llega de un día a otro a escalar una montaña gigante y haciendo cosas técnicas, eso te lo da el tiempo y la experiencia. Yo llevo diez años escalando y si hoy en día estoy en los proyectos que tengo y he escalado las montañas que he escalado, es porque los años me han dado esa sabiduría, ese aprendizaje, esos conocimientos. Puedes iniciarte haciendo escalada deportiva, se practica en muchos lugares, son escaladas que se hacen en no más

nómades

de treinta metros, cosa que puedas familiarizarte y subir poco a poco tus grados de dificultad. Comienzas a conocer de a poco como se manejan los sistemas, las cuerdas, los anclajes, y luego si quieres entrar al montañis-mo propiamente tal, debes comenzar a escalar por grietas, por fisuras, saber usar los emprotadores, saber rapelear, técnicas de ascenso, escaladas artificiales, solo asi puedes lograr llegar al montañismo extremo, que es lo que yo estoy practicando hoy en día. No es lo mismo que el montañismo de altura, porque uno es el montañismo de hacer grandes

paredes que es lo que hago yo, y otro, es el de montañas de altura, que es por ejemplo, subir los 8.000 m, los que suben el Everest, todo eso es otro tipo de montañismo relacionado con la altura que también tenemos mucho potencial aca en Chile porque tenemos cerros altos: el Plomo en Santiago, el Aconcagua, los Ojos del Salado, estos dos últimos son las cumbres más altas de América, entonces también tenemos potencial para desarro-llar ese tipo de montañismo. Yo me dedico más a hacer grandes paredes, pero para llegar a eso se necesita mucho entrena-miento físico, mental y de conocimiento de técnicas.

¿Cuáles son tus próximos proyectos?

Tengo varios. Principalmente en la Patagonia. Hay dos cerros que nunca he subido, son los dos más altos de la Patagonia: el Monte San Lorenzo y el monte San Valentín. También tengo como proyecto hacer el monte Fitz Roy, que no ha calzado con mi planificación. Asi que tengo esa espinita. También quiero intentar hacer el cerro Torre en invierno. El año pasado fui y el clima impidió subirlo

y tuvimos que intentar otra torre. Pero Patagonia invernal es lo más estricto que puede hacer un escalador en este planeta, porque uno se enfrenta a fríos de menos 35 grados bajo cero, te encuentras solo en el Parque porque en esa época no hay nadie escalando, ese vendría siendo un gran desafío. Otro proyecto que tengo para este año es viajar al extranjero a visitar el Parque Nacional Yosemite en EEUU, donde está la montaña El Capitán. Si no viajaría a las Torres del Trango en Pakistán, son montañas más largas y con altura, ese es un desafío doble, aparte de ir a Pakistán, que eso sería un sueño. Esos serían los proyectos de este año, además de entrenar mucho en el Cajón del Maipo. Yo me mantengo día a día entrenando, buscando donde ir, hay hartos compañe-ros que están a un mismo nivel, entonces estamos programando muchas salidas para seguir entrenando y seguir armando proyectos, porque yo pretendo vivir de esto. Aunque sea algo difícil porque Chile no tiene el montañismo muy explotado, ni profesionalizado, con mis compañeros más cercanos estamos intentándolo, consiguiendo auspicios, financiamientos para proyectos y la verdad es que poco a poco lo hemos ido logrando.

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Chile es un país privilegiado por sus montañas y sin embargo nuestra relación con ellas es bastante torpe. Fuimos a la búsqueda de Diego Señoret, parte de la joven camada de montañistas acostumbrados a moverse en medio de dificultades, desde las grandes paredes y alturas montañosas hasta la posibilidad de vivir dedicándose al montañismo.

¿Cómo empezaste y cuál ha sido la experiencia más inolvidable en la montaña?

Mi pasión por el montañismo nace por mi familia. Llevo practicando este deporte hace más de diez años y durante los últimos cinco me he dedicado a las grandes paredes en la montaña, lograr cumbres maravillo-sas. He hecho las tres Torres del Paine, en su momento fueron lo máximo para mí, he escalado los

grandes macizos de Cochamó y han sido experiencias maravillosas, pero lo que más me marcó fue el ascenso al cerro Torre este verano. El cerro Torre es una de las montañas más lindas del mundo y una de las más difíciles de la Patagonia. Muchos escaladores vienen a intentar el cerro Torre y la verdad es que es una pared de hielo, pero donde, en la última parte del recorrido encuentras solo hongos de hielo, pareciera estar habitando en otro planeta. La verdad es que fue muy emocionante llegar a la cumbre, es sin duda uno de los momentos que más me ha marcado. También, por otro lado, subí el cerro Borracho en la región de Los Lagos, un cerro que yo venía mirando y explorando hace muchos años, el año pasado abrí el sendero a machetazos y este año se me dio la oportunidad de escalarlo. Fue una experiencia maravillosa, una pared virgen que hicimos junto a mi primo Cristobal Señoret, fuimos los primeros en hacer ascenso a la montaña y la primera ruta. Se la dedicamos a mi papá que falleció hace dos años y que nos dio a conocer esa montaña. Fue una de las experien-cias más significativas como montañista.

¿Cuál es la relación que tienen los chilenos con la montaña? El montañismo en Chile tiene algo de historia

pero no muy conocida, porque no tenemos una cultura de montaña como si la tiene EEUU o Europa, Italia, Alemania, ellos desarrollan el montañismo hace largos años y son países que también tienen mucha montaña donde la gente sale a disfrutar, hay muchos escaladores, muchos esquiadores, hay cultura sobre el estar en la montaña. Aquí en Chile, al contrario, tenemos mucha montaña, inclusive, mucho más que ellos, pero no tenemos una cultura de montañista. El montañis-mo se empezó a desarrollar a partir de los años cincuenta y sesenta, en comparación de los europeos que lo comenzaron a desarrollar en el mil ochocientos, esa es la gran diferen-cia, pero sí creo que ha crecido mucho los últimos años, que hay potencial en los escaladores chilenos. Tenemos tanta montaña que tenemos mucho para entrenar, para desarrollar proyectos por concretar. Existe una alta gama de escaladores que se están dedicando a esto, que están subiendo su nivel, que están escalando montañas más difíciles, así como también mucha

nómades

gente está haciendo trekking en los cerros de los alrededores de Santiago: el Manquehue, el Pochoco, el Provincia, todos esos cerros reciben mucha gente los fines de semana, incluso en la semana. Yo creo que Chile es un país que está creciendo en este ámbito y se está familiarizando cada vez más con la montaña.

¿Cómo iniciarse entonces en el montañismo?

Lo primero que debes tener claro es que se trata de un proceso de crecimiento, de aprendizaje y de experiencia. Uno no llega de un día a otro a escalar una montaña gigante y haciendo cosas técnicas, eso te lo da el tiempo y la experiencia. Yo llevo diez años escalando y si hoy en día estoy en los proyectos que tengo y he escalado las montañas que he escalado, es porque los años me han dado esa sabiduría, ese aprendizaje, esos conocimientos. Puedes iniciarte haciendo escalada deportiva, se practica en muchos lugares, son escaladas que se hacen en no más

de treinta metros, cosa que puedas familiarizarte y subir poco a poco tus grados de dificultad. Comienzas a conocer de a poco como se manejan los sistemas, las cuerdas, los anclajes, y luego si quieres entrar al montañis-mo propiamente tal, debes comenzar a escalar por grietas, por fisuras, saber usar los emprotadores, saber rapelear, técnicas de ascenso, escaladas artificiales, solo asi puedes lograr llegar al montañismo extremo, que es lo que yo estoy practicando hoy en día. No es lo mismo que el montañismo de altura, porque uno es el montañismo de hacer grandes

paredes que es lo que hago yo, y otro, es el de montañas de altura, que es por ejemplo, subir los 8.000 m, los que suben el Everest, todo eso es otro tipo de montañismo relacionado con la altura que también tenemos mucho potencial aca en Chile porque tenemos cerros altos: el Plomo en Santiago, el Aconcagua, los Ojos del Salado, estos dos últimos son las cumbres más altas de América, entonces también tenemos potencial para desarro-llar ese tipo de montañismo. Yo me dedico más a hacer grandes paredes, pero para llegar a eso se necesita mucho entrena-miento físico, mental y de conocimiento de técnicas.

¿Cuáles son tus próximos proyectos?

Tengo varios. Principalmente en la Patagonia. Hay dos cerros que nunca he subido, son los dos más altos de la Patagonia: el Monte San Lorenzo y el monte San Valentín. También tengo como proyecto hacer el monte Fitz Roy, que no ha calzado con mi planificación. Asi que tengo esa espinita. También quiero intentar hacer el cerro Torre en invierno. El año pasado fui y el clima impidió subirlo

y tuvimos que intentar otra torre. Pero Patagonia invernal es lo más estricto que puede hacer un escalador en este planeta, porque uno se enfrenta a fríos de menos 35 grados bajo cero, te encuentras solo en el Parque porque en esa época no hay nadie escalando, ese vendría siendo un gran desafío. Otro proyecto que tengo para este año es viajar al extranjero a visitar el Parque Nacional Yosemite en EEUU, donde está la montaña El Capitán. Si no viajaría a las Torres del Trango en Pakistán, son montañas más largas y con altura, ese es un desafío doble, aparte de ir a Pakistán, que eso sería un sueño. Esos serían los proyectos de este año, además de entrenar mucho en el Cajón del Maipo. Yo me mantengo día a día entrenando, buscando donde ir, hay hartos compañe-ros que están a un mismo nivel, entonces estamos programando muchas salidas para seguir entrenando y seguir armando proyectos, porque yo pretendo vivir de esto. Aunque sea algo difícil porque Chile no tiene el montañismo muy explotado, ni profesionalizado, con mis compañeros más cercanos estamos intentándolo, consiguiendo auspicios, financiamientos para proyectos y la verdad es que poco a poco lo hemos ido logrando.

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CARRERA SOLARATACAMA

nómades

A poco más de un mes del desarrollo de la “Carrera Solar Atacama by Wisetrack”, participamos en el Test Drive organizado por La Ruta Solar en una calurosa mañana en el Movicenter de Huechuraba. Se trata de la muestra de los autos solares que competirán desde el 21 al 26 de Abril en el norte del país. Los autos exhibidos fueron: el Velo, un vehículo híbrido que incluye paneles solares y pedales, el Pandius, un vehículo híbrido eléctrico con pedales de la www.carrerasolar.com

Universidad Diego Portales, y por último Vilti, el auto eléctrico de La Ruta Solar. “Chaleco” López nos acompañó en la prueba de los prototipos, junto al Seremi metropolitano de Energía, José Miguel Arriaza. Nómades tuvo la oportunidad de manejar personal-mente los autos solares en una pista de carrera especialmente diseñada para la ocasión. Para esta carrera se espera la participación de veintiún equipos de

siete países distintos, equipos que se autofinancian; se trata de emprende-dores que son convocados para demostrar la potencia de la energía solar. El desafío es “transformar una miseria tecnológica a una perseveran-cia tecnológica”, nos cuenta Leandro Valencia Vio, Director de La Ruta Solar. No es solo el desarrollo de un “motos-port”, sino de un “brainsport” que apuesta por la innovación y la demos-tración de la eficiencia de nuevas

formas de energía. Es el desafío de la promoción de la cultura solar: “Para nosotros este evento es muy relevante, ya que gracias al apoyo de Corfo, Collahuasi, Escondida y Rockwood Lithium, acercamos tecnología de punta a todas las personas. Los autos solares nos regalan la posibilidad de ver en directo que la utilización del sol, uno de nuestros recursos naturales más preciados y abundantes en el país, junto a un trabajo respetuoso con el medio ambiente, resulta en una innovación que logra recorrer más kilómetros con menos energía y que se transforma en una posibilidad de desarrollo para el país” afirmó Valencia. 2300 kilometros esperan a los participantes de la Cuarta versión para la Carrera Solar Atacama que se extenderá por primera vez hasta Diego de Atacama en la Tercera Región. Será posible seguir el desarrollo de la carrera a través de la página www.carrerasolar.com

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A poco más de un mes del desarrollo de la “Carrera Solar Atacama by Wisetrack”, participamos en el Test Drive organizado por La Ruta Solar en una calurosa mañana en el Movicenter de Huechuraba. Se trata de la muestra de los autos solares que competirán desde el 21 al 26 de Abril en el norte del país. Los autos exhibidos fueron: el Velo, un vehículo híbrido que incluye paneles solares y pedales, el Pandius, un vehículo híbrido eléctrico con pedales de la

Universidad Diego Portales, y por último Vilti, el auto eléctrico de La Ruta Solar. “Chaleco” López nos acompañó en la prueba de los prototipos, junto al Seremi metropolitano de Energía, José Miguel Arriaza. Nómades tuvo la oportunidad de manejar personal-mente los autos solares en una pista de carrera especialmente diseñada para la ocasión. Para esta carrera se espera la participación de veintiún equipos de

nómades

siete países distintos, equipos que se autofinancian; se trata de emprende-dores que son convocados para demostrar la potencia de la energía solar. El desafío es “transformar una miseria tecnológica a una perseveran-cia tecnológica”, nos cuenta Leandro Valencia Vio, Director de La Ruta Solar. No es solo el desarrollo de un “motos-port”, sino de un “brainsport” que apuesta por la innovación y la demos-tración de la eficiencia de nuevas

formas de energía. Es el desafío de la promoción de la cultura solar: “Para nosotros este evento es muy relevante, ya que gracias al apoyo de Corfo, Collahuasi, Escondida y Rockwood Lithium, acercamos tecnología de punta a todas las personas. Los autos solares nos regalan la posibilidad de ver en directo que la utilización del sol, uno de nuestros recursos naturales más preciados y abundantes en el país, junto a un trabajo respetuoso con el medio ambiente, resulta en una innovación que logra recorrer más kilómetros con menos energía y que se transforma en una posibilidad de desarrollo para el país” afirmó Valencia. 2300 kilometros esperan a los participantes de la Cuarta versión para la Carrera Solar Atacama que se extenderá por primera vez hasta Diego de Atacama en la Tercera Región. Será posible seguir el desarrollo de la carrera a través de la página www.carrerasolar.com

Page 70: Revista Nómades N° 1

A poco más de un mes del desarrollo de la “Carrera Solar Atacama by Wisetrack”, participamos en el Test Drive organizado por La Ruta Solar en una calurosa mañana en el Movicenter de Huechuraba. Se trata de la muestra de los autos solares que competirán desde el 21 al 26 de Abril en el norte del país. Los autos exhibidos fueron: el Velo, un vehículo híbrido que incluye paneles solares y pedales, el Pandius, un vehículo híbrido eléctrico con pedales de la

Universidad Diego Portales, y por último Vilti, el auto eléctrico de La Ruta Solar. “Chaleco” López nos acompañó en la prueba de los prototipos, junto al Seremi metropolitano de Energía, José Miguel Arriaza. Nómades tuvo la oportunidad de manejar personal-mente los autos solares en una pista de carrera especialmente diseñada para la ocasión. Para esta carrera se espera la participación de veintiún equipos de

nómades

siete países distintos, equipos que se autofinancian; se trata de emprende-dores que son convocados para demostrar la potencia de la energía solar. El desafío es “transformar una miseria tecnológica a una perseveran-cia tecnológica”, nos cuenta Leandro Valencia Vio, Director de La Ruta Solar. No es solo el desarrollo de un “motos-port”, sino de un “brainsport” que apuesta por la innovación y la demos-tración de la eficiencia de nuevas

formas de energía. Es el desafío de la promoción de la cultura solar: “Para nosotros este evento es muy relevante, ya que gracias al apoyo de Corfo, Collahuasi, Escondida y Rockwood Lithium, acercamos tecnología de punta a todas las personas. Los autos solares nos regalan la posibilidad de ver en directo que la utilización del sol, uno de nuestros recursos naturales más preciados y abundantes en el país, junto a un trabajo respetuoso con el medio ambiente, resulta en una innovación que logra recorrer más kilómetros con menos energía y que se transforma en una posibilidad de desarrollo para el país” afirmó Valencia. 2300 kilometros esperan a los participantes de la Cuarta versión para la Carrera Solar Atacama que se extenderá por primera vez hasta Diego de Atacama en la Tercera Región. Será posible seguir el desarrollo de la carrera a través de la página www.carrerasolar.com

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A poco más de un mes del desarrollo de la “Carrera Solar Atacama by Wisetrack”, participamos en el Test Drive organizado por La Ruta Solar en una calurosa mañana en el Movicenter de Huechuraba. Se trata de la muestra de los autos solares que competirán desde el 21 al 26 de Abril en el norte del país. Los autos exhibidos fueron: el Velo, un vehículo híbrido que incluye paneles solares y pedales, el Pandius, un vehículo híbrido eléctrico con pedales de la

Universidad Diego Portales, y por último Vilti, el auto eléctrico de La Ruta Solar. “Chaleco” López nos acompañó en la prueba de los prototipos, junto al Seremi metropolitano de Energía, José Miguel Arriaza. Nómades tuvo la oportunidad de manejar personal-mente los autos solares en una pista de carrera especialmente diseñada para la ocasión. Para esta carrera se espera la participación de veintiún equipos de

siete países distintos, equipos que se autofinancian; se trata de emprende-dores que son convocados para demostrar la potencia de la energía solar. El desafío es “transformar una miseria tecnológica a una perseveran-cia tecnológica”, nos cuenta Leandro Valencia Vio, Director de La Ruta Solar. No es solo el desarrollo de un “motos-port”, sino de un “brainsport” que apuesta por la innovación y la demos-tración de la eficiencia de nuevas

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formas de energía. Es el desafío de la promoción de la cultura solar: “Para nosotros este evento es muy relevante, ya que gracias al apoyo de Corfo, Collahuasi, Escondida y Rockwood Lithium, acercamos tecnología de punta a todas las personas. Los autos solares nos regalan la posibilidad de ver en directo que la utilización del sol, uno de nuestros recursos naturales más preciados y abundantes en el país, junto a un trabajo respetuoso con el medio ambiente, resulta en una innovación que logra recorrer más kilómetros con menos energía y que se transforma en una posibilidad de desarrollo para el país” afirmó Valencia. 2300 kilometros esperan a los participantes de la Cuarta versión para la Carrera Solar Atacama que se extenderá por primera vez hasta Diego de Atacama en la Tercera Región. Será posible seguir el desarrollo de la carrera a través de la página www.carrerasolar.com

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AUTÉNTICOSABORVEGETARIANO

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ARTE CULINARIORestaurant El Árbol

nómades

El proyecto nace alrededor del 2005, tres socios armaron el restaurant. José Miguel, nuestro entrevistado, llegó después. Lo conocía como cliente. Siempre deseó tener un restaurant. Nunca se imaginó en tener un restaurant vegetariano. Sin embargo, este no era solo un restaurant, en el encontró un especial compromiso con la naturaleza: “Me gustó la orientación hacia la naturale-za, más allá de cómo está decorado, tiene un trasfondo que es muy

potente, a mi me interesó esto más allá de vender comida, me interesó el trasfondo que tiene. Busco que El Árbol sea, además de un restaurant donde se venda comida rica, vegetariana y vegana, un aporte para el mundo en que vivimos. Por ejemplo, buscamos el reciclaje de los desechos, cosa difícil en este país, buscamos llegar a tener un 30 % de energía autogenerada que nos permita palear un poco el consumo que tenemos de electricidad hoy en

Huelen 74, Providencia

+56 2 2235 0822

[email protected]

www.vegetariano.cl

día. Pensamos en el futuro, aquí no es factible desde el punto de vista técnico, pero si puede serlo en otra ubicación, con otra instalaciones, reciclar el agua, botamos una cantidad de agua que duele la guata, y si pudiéramos recuperar un poco de esa agua, reciclar y reutilizarla en ciertas cosas, estaríamos contribuyendo enorme-mente a tener una empresa que es sustentable, que es amigable con el medio ambiente, es éste el proyec-to de El Árbol. Siendo un rico restaurant, donde pueda venir a comer gente que no es vegetariana y pueda quedar satisfecha. Esto nos ha pasado mucho últimamente. Acá viene gente que no es vegetariana, traído por un vegetariano y te dicen: “oiga yo no quería venir acá, pero me voy super contento”. Comimos rico en un ambiente grato, rica la atención, rica la música, eso es la cara visible del Árbol, pero detrás tiene todo esto, en estas tres áreas que estamos trabajando, que no son para nada fáciles. El reciclaje de desechos orgánicos requiere de una infraes-tructura que en Chile no existe, hay

una gran empresa que se dedica a esto y recibe los desechos de otras empresas, que reciclan grandes volúmenes, pero en el caso de nuestros volúmenes es muy complejo, tengo que buscar, yo ir a dejarle a alguien, prácticamente debo pagarle a alguien que me reciba, pero bueno, en eso estamos. Esto es lo que está detrás del árbol hoy día. Ahí en el cartel dice: “El árbol: naturaleza para todos” y eso es parte de lo que queremos conseguir”.Si bien en Chile seguimos siendo muy carnívoros, en El Árbol creen que estamos en un momento de transición: “El chileno es bien carnívoro, pero es una tendencia cultural que va en retroceso. No me cabe ninguna duda de eso. Cada vez más son los vegetarianos y los que continúan en el vegetarianismo después de los veinticinco años. Nosotros tenemos clientes de 30 a 40 años que tú ves venir constante-mente, conversas con ellos y son vegetarianos desde hace mucho tiempo, mantuvieron la decisión de no consumir carne y muchos de ellos tampoco comen productos

derivados de animales. Entonces vas viendo que, aunque la gran masa aún es carnívora, cada vez más personas deciden no consumir carne permanentemente. En eso estamos esperanzados, de que tenemos un mercado para crecer y que conjuntamente con ello tenemos la posibilidad de demostrar de que una empresa por chiquitita que sea, puede hacer el esfuerzo y puede contribuir a que el entorno se beneficie con su funcionamiento, a eso vamos. Ahora se ha repetido un fenómeno que hemos venido detectando: los nietos vienen con sus abuelos a comer acá. Típico te dicen: “mijita la voy a invitar a comer. Ok me va a invitar a comer, perfecto, pero vamos a comer donde yo como”, y eso pasa y ha pasado mucho. Celebran cumplea-ños, viene toda la familia, a lo mejor ninguno más era vegetariano, pero conocen y se van contentos, encuentran que es rico el lugar y esa es una tendencia que ha ido en aumento. Chicos y chicas de 18 a 20 años vienen con sus abuelos de 60 años. Eso antes no se veía, antes el vegetariano era el apartado de la

familia, que solo se juntaba con otros vegetarianos y en esas instancias podían ir a comer de una comida vegetariana, hoy día no, el vegetariano está más integrado y es más respetado y tiene la posibilidad de decir: “ok vamos a comer pero vas a ir donde yo puedo comer y usted se adapta a lo que puede”. Nos esforzamos en que quienes no son vegetarianos vengan acá y encuentren que es un buen restaurant. Con eso nosotros estamos pagados”. Preguntamos entonces cuál es el secreto culinario del árbol: “Buscamos los sabores, sabores distintos. Incorporando cosas que están habitualmente a nuestra disposición pero que pocas veces las vemos. Las berenjenas, la quínoa, que son tremendos alimentos pero que muy poca gente los conoce y muy poca gente los consume, no saben cómo se preparan; nosotros trabajamos en eso, con cosas novedosas que la gente diga: “mira tiene Chupe de Berenjena, cómo hacen un Chupe de Berenjena, a ver probemos”. A base de ensayo y errores vamos incorporando cosas, vamos

poniéndole sabor. Intentamos construir algo que haga salir del concepto de que la comida vegetariana es fome, y nos ha ido bien, estamos permanentemente probando, ahora estamos probando una hamburguesa de berenjenas y poder sacar un sándwich para no tener la típica hamburguesa de soya sino una cosa distinta, hemos tenido buenos resultados, creemos que vamos a sacar una tremenda hamburguesa que se va a llamar El Árbol y que va a ser grande y glotona pero no va a tener carne animal. La encontrarás rica, saciadora y te vas a ir contento de acá habiendo comido una hambur-guesa de berenjenas”. Los nuevos desafíos para El Árbol van desde la renovación de la carta y la imple-mentación completa de sus proyectos de sustentabilidad. Es que El Árbol no se detiene en su búsqueda por un mejor sabor trasversal. Por eso, no nos vamos sin solicitar un recomendado, la respuesta es clara y enérgica: “No puedes perderte el chupe de berenjenas”, ahí tienen.

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El proyecto nace alrededor del 2005, tres socios armaron el restaurant. José Miguel, nuestro entrevistado, llegó después. Lo conocía como cliente. Siempre deseó tener un restaurant. Nunca se imaginó en tener un restaurant vegetariano. Sin embargo, este no era solo un restaurant, en el encontró un especial compromiso con la naturaleza: “Me gustó la orientación hacia la naturale-za, más allá de cómo está decorado, tiene un trasfondo que es muy

potente, a mi me interesó esto más allá de vender comida, me interesó el trasfondo que tiene. Busco que El Árbol sea, además de un restaurant donde se venda comida rica, vegetariana y vegana, un aporte para el mundo en que vivimos. Por ejemplo, buscamos el reciclaje de los desechos, cosa difícil en este país, buscamos llegar a tener un 30 % de energía autogenerada que nos permita palear un poco el consumo que tenemos de electricidad hoy en

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día. Pensamos en el futuro, aquí no es factible desde el punto de vista técnico, pero si puede serlo en otra ubicación, con otra instalaciones, reciclar el agua, botamos una cantidad de agua que duele la guata, y si pudiéramos recuperar un poco de esa agua, reciclar y reutilizarla en ciertas cosas, estaríamos contribuyendo enorme-mente a tener una empresa que es sustentable, que es amigable con el medio ambiente, es éste el proyec-to de El Árbol. Siendo un rico restaurant, donde pueda venir a comer gente que no es vegetariana y pueda quedar satisfecha. Esto nos ha pasado mucho últimamente. Acá viene gente que no es vegetariana, traído por un vegetariano y te dicen: “oiga yo no quería venir acá, pero me voy super contento”. Comimos rico en un ambiente grato, rica la atención, rica la música, eso es la cara visible del Árbol, pero detrás tiene todo esto, en estas tres áreas que estamos trabajando, que no son para nada fáciles. El reciclaje de desechos orgánicos requiere de una infraes-tructura que en Chile no existe, hay

una gran empresa que se dedica a esto y recibe los desechos de otras empresas, que reciclan grandes volúmenes, pero en el caso de nuestros volúmenes es muy complejo, tengo que buscar, yo ir a dejarle a alguien, prácticamente debo pagarle a alguien que me reciba, pero bueno, en eso estamos. Esto es lo que está detrás del árbol hoy día. Ahí en el cartel dice: “El árbol: naturaleza para todos” y eso es parte de lo que queremos conseguir”.Si bien en Chile seguimos siendo muy carnívoros, en El Árbol creen que estamos en un momento de transición: “El chileno es bien carnívoro, pero es una tendencia cultural que va en retroceso. No me cabe ninguna duda de eso. Cada vez más son los vegetarianos y los que continúan en el vegetarianismo después de los veinticinco años. Nosotros tenemos clientes de 30 a 40 años que tú ves venir constante-mente, conversas con ellos y son vegetarianos desde hace mucho tiempo, mantuvieron la decisión de no consumir carne y muchos de ellos tampoco comen productos

derivados de animales. Entonces vas viendo que, aunque la gran masa aún es carnívora, cada vez más personas deciden no consumir carne permanentemente. En eso estamos esperanzados, de que tenemos un mercado para crecer y que conjuntamente con ello tenemos la posibilidad de demostrar de que una empresa por chiquitita que sea, puede hacer el esfuerzo y puede contribuir a que el entorno se beneficie con su funcionamiento, a eso vamos. Ahora se ha repetido un fenómeno que hemos venido detectando: los nietos vienen con sus abuelos a comer acá. Típico te dicen: “mijita la voy a invitar a comer. Ok me va a invitar a comer, perfecto, pero vamos a comer donde yo como”, y eso pasa y ha pasado mucho. Celebran cumplea-ños, viene toda la familia, a lo mejor ninguno más era vegetariano, pero conocen y se van contentos, encuentran que es rico el lugar y esa es una tendencia que ha ido en aumento. Chicos y chicas de 18 a 20 años vienen con sus abuelos de 60 años. Eso antes no se veía, antes el vegetariano era el apartado de la

familia, que solo se juntaba con otros vegetarianos y en esas instancias podían ir a comer de una comida vegetariana, hoy día no, el vegetariano está más integrado y es más respetado y tiene la posibilidad de decir: “ok vamos a comer pero vas a ir donde yo puedo comer y usted se adapta a lo que puede”. Nos esforzamos en que quienes no son vegetarianos vengan acá y encuentren que es un buen restaurant. Con eso nosotros estamos pagados”. Preguntamos entonces cuál es el secreto culinario del árbol: “Buscamos los sabores, sabores distintos. Incorporando cosas que están habitualmente a nuestra disposición pero que pocas veces las vemos. Las berenjenas, la quínoa, que son tremendos alimentos pero que muy poca gente los conoce y muy poca gente los consume, no saben cómo se preparan; nosotros trabajamos en eso, con cosas novedosas que la gente diga: “mira tiene Chupe de Berenjena, cómo hacen un Chupe de Berenjena, a ver probemos”. A base de ensayo y errores vamos incorporando cosas, vamos

poniéndole sabor. Intentamos construir algo que haga salir del concepto de que la comida vegetariana es fome, y nos ha ido bien, estamos permanentemente probando, ahora estamos probando una hamburguesa de berenjenas y poder sacar un sándwich para no tener la típica hamburguesa de soya sino una cosa distinta, hemos tenido buenos resultados, creemos que vamos a sacar una tremenda hamburguesa que se va a llamar El Árbol y que va a ser grande y glotona pero no va a tener carne animal. La encontrarás rica, saciadora y te vas a ir contento de acá habiendo comido una hambur-guesa de berenjenas”. Los nuevos desafíos para El Árbol van desde la renovación de la carta y la imple-mentación completa de sus proyectos de sustentabilidad. Es que El Árbol no se detiene en su búsqueda por un mejor sabor trasversal. Por eso, no nos vamos sin solicitar un recomendado, la respuesta es clara y enérgica: “No puedes perderte el chupe de berenjenas”, ahí tienen.

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El proyecto nace alrededor del 2005, tres socios armaron el restaurant. José Miguel, nuestro entrevistado, llegó después. Lo conocía como cliente. Siempre deseó tener un restaurant. Nunca se imaginó en tener un restaurant vegetariano. Sin embargo, este no era solo un restaurant, en el encontró un especial compromiso con la naturaleza: “Me gustó la orientación hacia la naturale-za, más allá de cómo está decorado, tiene un trasfondo que es muy

potente, a mi me interesó esto más allá de vender comida, me interesó el trasfondo que tiene. Busco que El Árbol sea, además de un restaurant donde se venda comida rica, vegetariana y vegana, un aporte para el mundo en que vivimos. Por ejemplo, buscamos el reciclaje de los desechos, cosa difícil en este país, buscamos llegar a tener un 30 % de energía autogenerada que nos permita palear un poco el consumo que tenemos de electricidad hoy en

día. Pensamos en el futuro, aquí no es factible desde el punto de vista técnico, pero si puede serlo en otra ubicación, con otra instalaciones, reciclar el agua, botamos una cantidad de agua que duele la guata, y si pudiéramos recuperar un poco de esa agua, reciclar y reutilizarla en ciertas cosas, estaríamos contribuyendo enorme-mente a tener una empresa que es sustentable, que es amigable con el medio ambiente, es éste el proyec-to de El Árbol. Siendo un rico restaurant, donde pueda venir a comer gente que no es vegetariana y pueda quedar satisfecha. Esto nos ha pasado mucho últimamente. Acá viene gente que no es vegetariana, traído por un vegetariano y te dicen: “oiga yo no quería venir acá, pero me voy super contento”. Comimos rico en un ambiente grato, rica la atención, rica la música, eso es la cara visible del Árbol, pero detrás tiene todo esto, en estas tres áreas que estamos trabajando, que no son para nada fáciles. El reciclaje de desechos orgánicos requiere de una infraes-tructura que en Chile no existe, hay

nómades

una gran empresa que se dedica a esto y recibe los desechos de otras empresas, que reciclan grandes volúmenes, pero en el caso de nuestros volúmenes es muy complejo, tengo que buscar, yo ir a dejarle a alguien, prácticamente debo pagarle a alguien que me reciba, pero bueno, en eso estamos. Esto es lo que está detrás del árbol hoy día. Ahí en el cartel dice: “El árbol: naturaleza para todos” y eso es parte de lo que queremos conseguir”.Si bien en Chile seguimos siendo muy carnívoros, en El Árbol creen que estamos en un momento de transición: “El chileno es bien carnívoro, pero es una tendencia cultural que va en retroceso. No me cabe ninguna duda de eso. Cada vez más son los vegetarianos y los que continúan en el vegetarianismo después de los veinticinco años. Nosotros tenemos clientes de 30 a 40 años que tú ves venir constante-mente, conversas con ellos y son vegetarianos desde hace mucho tiempo, mantuvieron la decisión de no consumir carne y muchos de ellos tampoco comen productos

derivados de animales. Entonces vas viendo que, aunque la gran masa aún es carnívora, cada vez más personas deciden no consumir carne permanentemente. En eso estamos esperanzados, de que tenemos un mercado para crecer y que conjuntamente con ello tenemos la posibilidad de demostrar de que una empresa por chiquitita que sea, puede hacer el esfuerzo y puede contribuir a que el entorno se beneficie con su funcionamiento, a eso vamos. Ahora se ha repetido un fenómeno que hemos venido detectando: los nietos vienen con sus abuelos a comer acá. Típico te dicen: “mijita la voy a invitar a comer. Ok me va a invitar a comer, perfecto, pero vamos a comer donde yo como”, y eso pasa y ha pasado mucho. Celebran cumplea-ños, viene toda la familia, a lo mejor ninguno más era vegetariano, pero conocen y se van contentos, encuentran que es rico el lugar y esa es una tendencia que ha ido en aumento. Chicos y chicas de 18 a 20 años vienen con sus abuelos de 60 años. Eso antes no se veía, antes el vegetariano era el apartado de la

familia, que solo se juntaba con otros vegetarianos y en esas instancias podían ir a comer de una comida vegetariana, hoy día no, el vegetariano está más integrado y es más respetado y tiene la posibilidad de decir: “ok vamos a comer pero vas a ir donde yo puedo comer y usted se adapta a lo que puede”. Nos esforzamos en que quienes no son vegetarianos vengan acá y encuentren que es un buen restaurant. Con eso nosotros estamos pagados”. Preguntamos entonces cuál es el secreto culinario del árbol: “Buscamos los sabores, sabores distintos. Incorporando cosas que están habitualmente a nuestra disposición pero que pocas veces las vemos. Las berenjenas, la quínoa, que son tremendos alimentos pero que muy poca gente los conoce y muy poca gente los consume, no saben cómo se preparan; nosotros trabajamos en eso, con cosas novedosas que la gente diga: “mira tiene Chupe de Berenjena, cómo hacen un Chupe de Berenjena, a ver probemos”. A base de ensayo y errores vamos incorporando cosas, vamos

poniéndole sabor. Intentamos construir algo que haga salir del concepto de que la comida vegetariana es fome, y nos ha ido bien, estamos permanentemente probando, ahora estamos probando una hamburguesa de berenjenas y poder sacar un sándwich para no tener la típica hamburguesa de soya sino una cosa distinta, hemos tenido buenos resultados, creemos que vamos a sacar una tremenda hamburguesa que se va a llamar El Árbol y que va a ser grande y glotona pero no va a tener carne animal. La encontrarás rica, saciadora y te vas a ir contento de acá habiendo comido una hambur-guesa de berenjenas”. Los nuevos desafíos para El Árbol van desde la renovación de la carta y la imple-mentación completa de sus proyectos de sustentabilidad. Es que El Árbol no se detiene en su búsqueda por un mejor sabor trasversal. Por eso, no nos vamos sin solicitar un recomendado, la respuesta es clara y enérgica: “No puedes perderte el chupe de berenjenas”, ahí tienen.

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El proyecto nace alrededor del 2005, tres socios armaron el restaurant. José Miguel, nuestro entrevistado, llegó después. Lo conocía como cliente. Siempre deseó tener un restaurant. Nunca se imaginó en tener un restaurant vegetariano. Sin embargo, este no era solo un restaurant, en el encontró un especial compromiso con la naturaleza: “Me gustó la orientación hacia la naturale-za, más allá de cómo está decorado, tiene un trasfondo que es muy

potente, a mi me interesó esto más allá de vender comida, me interesó el trasfondo que tiene. Busco que El Árbol sea, además de un restaurant donde se venda comida rica, vegetariana y vegana, un aporte para el mundo en que vivimos. Por ejemplo, buscamos el reciclaje de los desechos, cosa difícil en este país, buscamos llegar a tener un 30 % de energía autogenerada que nos permita palear un poco el consumo que tenemos de electricidad hoy en

día. Pensamos en el futuro, aquí no es factible desde el punto de vista técnico, pero si puede serlo en otra ubicación, con otra instalaciones, reciclar el agua, botamos una cantidad de agua que duele la guata, y si pudiéramos recuperar un poco de esa agua, reciclar y reutilizarla en ciertas cosas, estaríamos contribuyendo enorme-mente a tener una empresa que es sustentable, que es amigable con el medio ambiente, es éste el proyec-to de El Árbol. Siendo un rico restaurant, donde pueda venir a comer gente que no es vegetariana y pueda quedar satisfecha. Esto nos ha pasado mucho últimamente. Acá viene gente que no es vegetariana, traído por un vegetariano y te dicen: “oiga yo no quería venir acá, pero me voy super contento”. Comimos rico en un ambiente grato, rica la atención, rica la música, eso es la cara visible del Árbol, pero detrás tiene todo esto, en estas tres áreas que estamos trabajando, que no son para nada fáciles. El reciclaje de desechos orgánicos requiere de una infraes-tructura que en Chile no existe, hay

una gran empresa que se dedica a esto y recibe los desechos de otras empresas, que reciclan grandes volúmenes, pero en el caso de nuestros volúmenes es muy complejo, tengo que buscar, yo ir a dejarle a alguien, prácticamente debo pagarle a alguien que me reciba, pero bueno, en eso estamos. Esto es lo que está detrás del árbol hoy día. Ahí en el cartel dice: “El árbol: naturaleza para todos” y eso es parte de lo que queremos conseguir”.Si bien en Chile seguimos siendo muy carnívoros, en El Árbol creen que estamos en un momento de transición: “El chileno es bien carnívoro, pero es una tendencia cultural que va en retroceso. No me cabe ninguna duda de eso. Cada vez más son los vegetarianos y los que continúan en el vegetarianismo después de los veinticinco años. Nosotros tenemos clientes de 30 a 40 años que tú ves venir constante-mente, conversas con ellos y son vegetarianos desde hace mucho tiempo, mantuvieron la decisión de no consumir carne y muchos de ellos tampoco comen productos

derivados de animales. Entonces vas viendo que, aunque la gran masa aún es carnívora, cada vez más personas deciden no consumir carne permanentemente. En eso estamos esperanzados, de que tenemos un mercado para crecer y que conjuntamente con ello tenemos la posibilidad de demostrar de que una empresa por chiquitita que sea, puede hacer el esfuerzo y puede contribuir a que el entorno se beneficie con su funcionamiento, a eso vamos. Ahora se ha repetido un fenómeno que hemos venido detectando: los nietos vienen con sus abuelos a comer acá. Típico te dicen: “mijita la voy a invitar a comer. Ok me va a invitar a comer, perfecto, pero vamos a comer donde yo como”, y eso pasa y ha pasado mucho. Celebran cumplea-ños, viene toda la familia, a lo mejor ninguno más era vegetariano, pero conocen y se van contentos, encuentran que es rico el lugar y esa es una tendencia que ha ido en aumento. Chicos y chicas de 18 a 20 años vienen con sus abuelos de 60 años. Eso antes no se veía, antes el vegetariano era el apartado de la

familia, que solo se juntaba con otros vegetarianos y en esas instancias podían ir a comer de una comida vegetariana, hoy día no, el vegetariano está más integrado y es más respetado y tiene la posibilidad de decir: “ok vamos a comer pero vas a ir donde yo puedo comer y usted se adapta a lo que puede”. Nos esforzamos en que quienes no son vegetarianos vengan acá y encuentren que es un buen restaurant. Con eso nosotros estamos pagados”. Preguntamos entonces cuál es el secreto culinario del árbol: “Buscamos los sabores, sabores distintos. Incorporando cosas que están habitualmente a nuestra disposición pero que pocas veces las vemos. Las berenjenas, la quínoa, que son tremendos alimentos pero que muy poca gente los conoce y muy poca gente los consume, no saben cómo se preparan; nosotros trabajamos en eso, con cosas novedosas que la gente diga: “mira tiene Chupe de Berenjena, cómo hacen un Chupe de Berenjena, a ver probemos”. A base de ensayo y errores vamos incorporando cosas, vamos

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poniéndole sabor. Intentamos construir algo que haga salir del concepto de que la comida vegetariana es fome, y nos ha ido bien, estamos permanentemente probando, ahora estamos probando una hamburguesa de berenjenas y poder sacar un sándwich para no tener la típica hamburguesa de soya sino una cosa distinta, hemos tenido buenos resultados, creemos que vamos a sacar una tremenda hamburguesa que se va a llamar El Árbol y que va a ser grande y glotona pero no va a tener carne animal. La encontrarás rica, saciadora y te vas a ir contento de acá habiendo comido una hambur-guesa de berenjenas”. Los nuevos desafíos para El Árbol van desde la renovación de la carta y la imple-mentación completa de sus proyectos de sustentabilidad. Es que El Árbol no se detiene en su búsqueda por un mejor sabor trasversal. Por eso, no nos vamos sin solicitar un recomendado, la respuesta es clara y enérgica: “No puedes perderte el chupe de berenjenas”, ahí tienen.

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SKATE OR DIE

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Rodrigo es parte de toda una generación que lucha por transformar una pasión en una profesión. La ruta sin duda es difícil. A sus 20 años, las decisiones parecen tensionar el futuro. Entre la tienda de Old tree apparel y la práctica del skateboar-ding, se va construyendo un proyecto que comenzó por el mero disfrute de la tabla. “Cuando era chico tenía un vecino que andaba en skate, yo lo miraba porque me intrigaba mucho la

Rodrigo Gamonal

patineta, hasta que me regalaron una de esas que venden en los supermer-cados… Malísimas, se rompían. Eso hasta que me cambié de casa y conocí en mi edificio a unos “cabros” que andaban: el “Tutan” y el Diego Fariña (rie). Hasta ahí no tenía tabla, andaba con las de mis amigos, luego Diego se compró una y me donó la antigua. Esa fue mi primera tabla completa y se lo agradezco. Eso fue más menos a los 11 años”.

Los inicios...

“Comencé en el estacionamiento del edificio, luego iba a los skatepark del Parque de los Reyes y al Parque Bustamante, también practicaba en unas escaleras que están afuera de un banco por Macul. Todo se fue dando solo con el tiempo, a mí me gusta pasarlo bien arriba del skate, más que nada, los momentos con los amigos que trae, solo disfrutarlo (ríe)”.

¿Qué estilo desarrollas?

“Me gusta andar de todo, desde los bowls, mucho street, barandas, manuals, vacíos, wallrides, rejas, todo tipo de superficies. En Chile es difícil dedicarse al 100 %, algunos lo logran, todo va dentro de uno y como uno lo ve. Mi familia siempre me ha apoyado, mi mamá, mi abuelita, mi tía, después conocí a Tito: cuando me habló de un proyecto que estaba haciendo y que necesitaba alguien motivado, le dije que lo apoyaba haciendo videos. Después de un tiempo me dio sponsor con Old Tree Apparel. Eso es harto apoyo, además de ser una gran motivación.

Nuevos proyectos

“Yo me dedico a medio tiempo entre la tienda y el skate, aparte que este año quiero estudiar. Quiero seguir patinando hasta que ya no pueda, skate or die (rie)”.

Antes de terminar, Rodrigo nos interrumpe: “¿Puedo enviar saludos?”, “por supuesto” respondemos. “Quiero agradecer especialmente a mi mamá, abuelita y toda mi familia por el apoyo que me dan, a mi amigo Matías Vega (Cherman), el Charlie, Mati Rojas, Fabrizio Sandoval, Roberto Ponce, al ganga, Danny Stuven, Ariel, Gonzalo Dominguez, el Mini, Nicomon, Tobal, toda esa gente que se me olvida, también a Old Tree Apparel por el apoyo con ropa de calidad, a Poeta Bohemio y a Revista Nómades por el espacio.

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SKATE OR DIERodrigo es parte de toda una generación que lucha por transformar una pasión en una profesión. La ruta sin duda es difícil. A sus 20 años, las decisiones parecen tensionar el futuro. Entre la tienda de Old tree apparel y la práctica del skateboar-ding, se va construyendo un proyecto que comenzó por el mero disfrute de la tabla. “Cuando era chico tenía un vecino que andaba en skate, yo lo miraba porque me intrigaba mucho la

nómades

patineta, hasta que me regalaron una de esas que venden en los supermer-cados… Malísimas, se rompían. Eso hasta que me cambié de casa y conocí en mi edificio a unos “cabros” que andaban: el “Tutan” y el Diego Fariña (rie). Hasta ahí no tenía tabla, andaba con las de mis amigos, luego Diego se compró una y me donó la antigua. Esa fue mi primera tabla completa y se lo agradezco. Eso fue más menos a los 11 años”.

Los inicios...

“Comencé en el estacionamiento del edificio, luego iba a los skatepark del Parque de los Reyes y al Parque Bustamante, también practicaba en unas escaleras que están afuera de un banco por Macul. Todo se fue dando solo con el tiempo, a mí me gusta pasarlo bien arriba del skate, más que nada, los momentos con los amigos que trae, solo disfrutarlo (ríe)”.

¿Qué estilo desarrollas?

“Me gusta andar de todo, desde los bowls, mucho street, barandas, manuals, vacíos, wallrides, rejas, todo tipo de superficies. En Chile es difícil dedicarse al 100 %, algunos lo logran, todo va dentro de uno y como uno lo ve. Mi familia siempre me ha apoyado, mi mamá, mi abuelita, mi tía, después conocí a Tito: cuando me habló de un proyecto que estaba haciendo y que necesitaba alguien motivado, le dije que lo apoyaba haciendo videos. Después de un tiempo me dio sponsor con Old Tree Apparel. Eso es harto apoyo, además de ser una gran motivación.

Nuevos proyectos

“Yo me dedico a medio tiempo entre la tienda y el skate, aparte que este año quiero estudiar. Quiero seguir patinando hasta que ya no pueda, skate or die (rie)”.

Antes de terminar, Rodrigo nos interrumpe: “¿Puedo enviar saludos?”, “por supuesto” respondemos. “Quiero agradecer especialmente a mi mamá, abuelita y toda mi familia por el apoyo que me dan, a mi amigo Matías Vega (Cherman), el Charlie, Mati Rojas, Fabrizio Sandoval, Roberto Ponce, al ganga, Danny Stuven, Ariel, Gonzalo Dominguez, el Mini, Nicomon, Tobal, toda esa gente que se me olvida, también a Old Tree Apparel por el apoyo con ropa de calidad, a Poeta Bohemio y a Revista Nómades por el espacio.

Page 81: Revista Nómades N° 1

Rodrigo es parte de toda una generación que lucha por transformar una pasión en una profesión. La ruta sin duda es difícil. A sus 20 años, las decisiones parecen tensionar el futuro. Entre la tienda de Old tree apparel y la práctica del skateboar-ding, se va construyendo un proyecto que comenzó por el mero disfrute de la tabla. “Cuando era chico tenía un vecino que andaba en skate, yo lo miraba porque me intrigaba mucho la

patineta, hasta que me regalaron una de esas que venden en los supermer-cados… Malísimas, se rompían. Eso hasta que me cambié de casa y conocí en mi edificio a unos “cabros” que andaban: el “Tutan” y el Diego Fariña (rie). Hasta ahí no tenía tabla, andaba con las de mis amigos, luego Diego se compró una y me donó la antigua. Esa fue mi primera tabla completa y se lo agradezco. Eso fue más menos a los 11 años”.

Los inicios...

“Comencé en el estacionamiento del edificio, luego iba a los skatepark del Parque de los Reyes y al Parque Bustamante, también practicaba en unas escaleras que están afuera de un banco por Macul. Todo se fue dando solo con el tiempo, a mí me gusta pasarlo bien arriba del skate, más que nada, los momentos con los amigos que trae, solo disfrutarlo (ríe)”.

¿Qué estilo desarrollas?

“Me gusta andar de todo, desde los bowls, mucho street, barandas, manuals, vacíos, wallrides, rejas, todo tipo de superficies. En Chile es difícil dedicarse al 100 %, algunos lo logran, todo va dentro de uno y como uno lo ve. Mi familia siempre me ha apoyado, mi mamá, mi abuelita, mi tía, después conocí a Tito: cuando me habló de un proyecto que estaba haciendo y que necesitaba alguien motivado, le dije que lo apoyaba haciendo videos. Después de un tiempo me dio sponsor con Old Tree Apparel. Eso es harto apoyo, además de ser una gran motivación.

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Nuevos proyectos

“Yo me dedico a medio tiempo entre la tienda y el skate, aparte que este año quiero estudiar. Quiero seguir patinando hasta que ya no pueda, skate or die (rie)”.

Antes de terminar, Rodrigo nos interrumpe: “¿Puedo enviar saludos?”, “por supuesto” respondemos. “Quiero agradecer especialmente a mi mamá, abuelita y toda mi familia por el apoyo que me dan, a mi amigo Matías Vega (Cherman), el Charlie, Mati Rojas, Fabrizio Sandoval, Roberto Ponce, al ganga, Danny Stuven, Ariel, Gonzalo Dominguez, el Mini, Nicomon, Tobal, toda esa gente que se me olvida, también a Old Tree Apparel por el apoyo con ropa de calidad, a Poeta Bohemio y a Revista Nómades por el espacio.

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DATOS NÓMADES

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DE LA HORRA ANDREA

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¿Algún infaltable en tu cartera cuando vas de paseo?

Mi infaltable es la cámara de foto.

Andrea vive y trabaja en Santiago, pero ama el mar y la naturaleza, en esta edición vamos a conocer un poco sobre su vida y trabajo.

¿Qué te inspira?

El mar y los viajes.

Básicamente ¿En qué consiste tu trabajo?

Soy diseñadora textil, desarrollo desde ambientación para eventos de marcas a fabricación de mochilas, carpas, etc.

¿Qué relación encuentras entre tu trabajo y el mar, la naturaleza en general?Me ha servido demasiado que estas dos cosas sean

tan importantes en mi vida porque gracias a eso he podido intervenir muchos espacios decorativamente y el nexo entre la naturaleza y mi trabajo hacen un buen resultado gracias a la comodidad que siento al realizar estos proyectos.

¿Cuales son tus sitios favoritos?

El que ocupo mucho es Pinterest, porque se relaciona con lo que hago.

¿Qué lugares de Chile te gustan?

Hay varias lugares que me gustanprincipalmente donde puedo nadar.Por ejemplo:Vichuquén, Pucón y Punta de choros.

Page 85: Revista Nómades N° 1

¿Algún infaltable en tu cartera cuando vas de paseo?

Mi infaltable es la cámara de foto.

adelahorra.tumblr.com

Si quieres conocer más sobre el trabajo de Andrea, visita:

www.lomochile.cl

Andrea vive y trabaja en Santiago, pero ama el mar y la naturaleza, en esta edición vamos a conocer un poco sobre su vida y trabajo.

¿Qué te inspira?

El mar y los viajes.

Básicamente ¿En qué consiste tu trabajo?

Soy diseñadora textil, desarrollo desde ambientación para eventos de marcas a fabricación de mochilas, carpas, etc.

¿Qué relación encuentras entre tu trabajo y el mar, la naturaleza en general?Me ha servido demasiado que estas dos cosas sean

tan importantes en mi vida porque gracias a eso he podido intervenir muchos espacios decorativamente y el nexo entre la naturaleza y mi trabajo hacen un buen resultado gracias a la comodidad que siento al realizar estos proyectos.

¿Cuales son tus sitios favoritos?

El que ocupo mucho es Pinterest, porque se relaciona con lo que hago.

¿Qué lugares de Chile te gustan?

Hay varias lugares que me gustanprincipalmente donde puedo nadar.Por ejemplo:Vichuquén, Pucón y Punta de choros.

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EN ELCORAZÓNDEL CERRO

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HOTEL 17En el corazón del cerro

nómades

Valparaíso no es un desconocido. Sin embargo, sus múltiples miradores, el constante movimiento de su bohemia y el crecimiento de centros culturales, renuevan cada día al Puerto transfor-mándolo en un imperdible permanen-te. Valparaíso sigue siendo un escape necesario a la ciudad. Es por esto que queremos presentarte el Hotel Boutique 17, ubicado en medio del cerro Concepción, en pleno circuito turístico. Hotel 17 mezcla arquitectó-nicamente una construcción moderna

con una fachada tradicional con todas las comodidades necesarias para una estadía placentera, una estética exquisita, además de una insuperable vista de todo el Puerto de Valparaíso desde cada una de sus habitaciones. La búsqueda de familiaridad y cercanía en los servicios ofrecidos, como el Bar de la confianza, donde tomas libremente del bar del hotel (autoservicio), dando cuenta personalmente del consumo, lo transforman en signo de calidad, buena atención y el deseo sincero de hacerte sentir como en casa.

Papudo 557, Cerro Concepción, Valparaíso

+56 323277295

[email protected]

www.hotel17.cl

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C I N E A R T E N O R M A N D I E

nómades

Sin duda tenemos una mala relación con la muerte, con la finitud, con la conciencia de que las cosas se acaban, tienen un final. Vivir, creemos, es lo mismo que aplazar la muerte, quitarla de nuestra vista, de ahí que resulta incómodo hablar de ella. Como si hubiese una cierta tranquili-dad al creer que como no tenemos control sobre la muerte, nos alivia pensar que llegará súbitamente sin que podamos tener una estrategia que permita recibirla. Preferimos este dejar ser a la muerte. Olvidamos, sin embargo, que uno siempre muere para otros, para los que quedan, por más solitaria que parezca la ruta a la muerte, son los otros los que le dan sentido a nuestra ausencia. Truman, la última película de Cesc Gay, nos presenta, entre la brutal decisión de un enfermo terminal y el reencuentro con un amigo entrañable, la pregunta de si acaso es posible preparar la propia muerte, preparar la propia ausencia.

Julián (Ricardo Darín) un actor argentino radicado en Madrid (curiosa coincidencia), es diagnosti-cado con un cáncer terminal. Ante ello, toma la decisión de acabar con su terapia de contención a su enfermedad y esperar lentamente la muerte apresurando los efectos del cáncer. En medio de ello, recibe la visita de un antiguo amigo radicado en Canadá, Tomás (Javier Cámara), con quien comparte cuatro intensos días. Es el viaje de un reencuentro donde la nostalgia atraviesa todo el relato, desde la breve estadía de Tomás y su inminente regreso hasta la constante tensión de preparar la muerte de Julián y por último, la preocupación por el duelo de Truman (Troilo) el perro de Julián, a quién buscan un nuevo amo y que termina representando la donación de la amistad. A veces drama, a veces comedia, resulta difícil no identificarse con ese amor entrañable que da la complici-dad de la verdadera amistad, esa amistad cruel, descarnada, que puede escuchar y entender aún

cuando desgarren las decisiones del otro. ¿Cuánto puede una amistad?

Por otro lado, ¿por qué nos cuesta tanto la soberanía sobre el propio cuerpo? Truman muestra esa contradicción constante que es nuestra vida, por más bravura que intentemos depositar en ella, relatos interrumpidos, relaciones entrecorta-das, Julián y su hijo, Julián y su ex esposa, Julián y Tomás, Julián y la muerte. Sin embargo, si algo podemos reconocerle es valentía, al cáncer le puso cojones, al infierno se le mira de frente. Quizás poco a poco se vuelva un cielo crepuscular, un dulce atardecer, asi debiesen ser las despedidas, de frente, con una leve sonrisa aunque aprete la barriga y muerda la garganta. ¡Qué va!

Cuando llegue el momento veremos.

TRUMANO ¿existe el buen adiós?

Page 91: Revista Nómades N° 1

Sin duda tenemos una mala relación con la muerte, con la finitud, con la conciencia de que las cosas se acaban, tienen un final. Vivir, creemos, es lo mismo que aplazar la muerte, quitarla de nuestra vista, de ahí que resulta incómodo hablar de ella. Como si hubiese una cierta tranquili-dad al creer que como no tenemos control sobre la muerte, nos alivia pensar que llegará súbitamente sin que podamos tener una estrategia que permita recibirla. Preferimos este dejar ser a la muerte. Olvidamos, sin embargo, que uno siempre muere para otros, para los que quedan, por más solitaria que parezca la ruta a la muerte, son los otros los que le dan sentido a nuestra ausencia. Truman, la última película de Cesc Gay, nos presenta, entre la brutal decisión de un enfermo terminal y el reencuentro con un amigo entrañable, la pregunta de si acaso es posible preparar la propia muerte, preparar la propia ausencia.

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Julián (Ricardo Darín) un actor argentino radicado en Madrid (curiosa coincidencia), es diagnosti-cado con un cáncer terminal. Ante ello, toma la decisión de acabar con su terapia de contención a su enfermedad y esperar lentamente la muerte apresurando los efectos del cáncer. En medio de ello, recibe la visita de un antiguo amigo radicado en Canadá, Tomás (Javier Cámara), con quien comparte cuatro intensos días. Es el viaje de un reencuentro donde la nostalgia atraviesa todo el relato, desde la breve estadía de Tomás y su inminente regreso hasta la constante tensión de preparar la muerte de Julián y por último, la preocupación por el duelo de Truman (Troilo) el perro de Julián, a quién buscan un nuevo amo y que termina representando la donación de la amistad. A veces drama, a veces comedia, resulta difícil no identificarse con ese amor entrañable que da la complici-dad de la verdadera amistad, esa amistad cruel, descarnada, que puede escuchar y entender aún

cuando desgarren las decisiones del otro. ¿Cuánto puede una amistad?

Por otro lado, ¿por qué nos cuesta tanto la soberanía sobre el propio cuerpo? Truman muestra esa contradicción constante que es nuestra vida, por más bravura que intentemos depositar en ella, relatos interrumpidos, relaciones entrecorta-das, Julián y su hijo, Julián y su ex esposa, Julián y Tomás, Julián y la muerte. Sin embargo, si algo podemos reconocerle es valentía, al cáncer le puso cojones, al infierno se le mira de frente. Quizás poco a poco se vuelva un cielo crepuscular, un dulce atardecer, asi debiesen ser las despedidas, de frente, con una leve sonrisa aunque aprete la barriga y muerda la garganta. ¡Qué va!

Cuando llegue el momento veremos.

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Sin duda tenemos una mala relación con la muerte, con la finitud, con la conciencia de que las cosas se acaban, tienen un final. Vivir, creemos, es lo mismo que aplazar la muerte, quitarla de nuestra vista, de ahí que resulta incómodo hablar de ella. Como si hubiese una cierta tranquili-dad al creer que como no tenemos control sobre la muerte, nos alivia pensar que llegará súbitamente sin que podamos tener una estrategia que permita recibirla. Preferimos este dejar ser a la muerte. Olvidamos, sin embargo, que uno siempre muere para otros, para los que quedan, por más solitaria que parezca la ruta a la muerte, son los otros los que le dan sentido a nuestra ausencia. Truman, la última película de Cesc Gay, nos presenta, entre la brutal decisión de un enfermo terminal y el reencuentro con un amigo entrañable, la pregunta de si acaso es posible preparar la propia muerte, preparar la propia ausencia.

Julián (Ricardo Darín) un actor argentino radicado en Madrid (curiosa coincidencia), es diagnosti-cado con un cáncer terminal. Ante ello, toma la decisión de acabar con su terapia de contención a su enfermedad y esperar lentamente la muerte apresurando los efectos del cáncer. En medio de ello, recibe la visita de un antiguo amigo radicado en Canadá, Tomás (Javier Cámara), con quien comparte cuatro intensos días. Es el viaje de un reencuentro donde la nostalgia atraviesa todo el relato, desde la breve estadía de Tomás y su inminente regreso hasta la constante tensión de preparar la muerte de Julián y por último, la preocupación por el duelo de Truman (Troilo) el perro de Julián, a quién buscan un nuevo amo y que termina representando la donación de la amistad. A veces drama, a veces comedia, resulta difícil no identificarse con ese amor entrañable que da la complici-dad de la verdadera amistad, esa amistad cruel, descarnada, que puede escuchar y entender aún

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cuando desgarren las decisiones del otro. ¿Cuánto puede una amistad?

Por otro lado, ¿por qué nos cuesta tanto la soberanía sobre el propio cuerpo? Truman muestra esa contradicción constante que es nuestra vida, por más bravura que intentemos depositar en ella, relatos interrumpidos, relaciones entrecorta-das, Julián y su hijo, Julián y su ex esposa, Julián y Tomás, Julián y la muerte. Sin embargo, si algo podemos reconocerle es valentía, al cáncer le puso cojones, al infierno se le mira de frente. Quizás poco a poco se vuelva un cielo crepuscular, un dulce atardecer, asi debiesen ser las despedidas, de frente, con una leve sonrisa aunque aprete la barriga y muerda la garganta. ¡Qué va!

Cuando llegue el momento veremos.

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Después de 3 horas de sueño, mirar The Hobbit, Life of Pi y ARGO, en un vuelo de 13 horas, comencé a explorar la música del paquete de entretención del avión… de pronto me detuve en una carátula atractiva de nombre “Best of Bowie”, y minutos más tarde me vi descubriendo a un grande de la música.

Hay bandas y cantantes que sin duda merecen ser escuchados. Después de oírlos uno termina conectándose con diversas emociones o te permiten entrar en distintos estados de ánimo… David Bowie es claramente uno de ellos.

Éxitos como Space oddity (69), The man who sold the world (70), Life on mars (71), Change (71), Andy Warhol (71), Ziggy stardust (72), Starman (72), Five years (72), Fame (75), Heroes (77), Ashes to ashes (80), Under pressure (82), Modern love (83), Let’s dance (83), This is not America (85), son parte de una larga lista que puede continuar sin dificultad considerando que se mantuvo vigente y creando por 5 décadas, y su último álbum fue lanzado en enero de 2016, 3 días antes de su fallecimiento.

BOW EUn artista a quien es necesario conocer

David Bowie es unos de los artistas más astutos que hemos tenido. Su apodo de camaleón cobra sentido al ver cómo fue capaz de reinventarse una y otra vez, con distintos estilos durante toda su carrera. Pudo leer los estilos musicales vigentes y emergentes, se adaptó a los múltiples periodos, creó un persona-je popular de culto de la talla de Ziggy Stardust e incluso incursionó en cine. Su variedad musical es tan

grande que durante más de 50 años estuvo en escena destacando en los rankings musicales una y otra vez.

Mi recomendación… The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars, para mi gusto su mejor álbum.

Ahora, aclaremos algo. Bowie no es un genio al estilo Roger Water, David Gilmour, John Lennon, Freddy Mercury o incluso más actualmente Noel Gallagher y Matt Bellamy. Uno no encontrará en los discos de David Bowie una seguidilla de canciones increíbles, porque la verdad, no todas lo son.Y es que el Duque está en una categoría distinta. Si bien su talento musical es destacable, en su caso lo más relevante son su capacidad comercial, intelectual y creativa.

Page 94: Revista Nómades N° 1

Después de 3 horas de sueño, mirar The Hobbit, Life of Pi y ARGO, en un vuelo de 13 horas, comencé a explorar la música del paquete de entretención del avión… de pronto me detuve en una carátula atractiva de nombre “Best of Bowie”, y minutos más tarde me vi descubriendo a un grande de la música.

Hay bandas y cantantes que sin duda merecen ser escuchados. Después de oírlos uno termina conectándose con diversas emociones o te permiten entrar en distintos estados de ánimo… David Bowie es claramente uno de ellos.

Éxitos como Space oddity (69), The man who sold the world (70), Life on mars (71), Change (71), Andy Warhol (71), Ziggy stardust (72), Starman (72), Five years (72), Fame (75), Heroes (77), Ashes to ashes (80), Under pressure (82), Modern love (83), Let’s dance (83), This is not America (85), son parte de una larga lista que puede continuar sin dificultad considerando que se mantuvo vigente y creando por 5 décadas, y su último álbum fue lanzado en enero de 2016, 3 días antes de su fallecimiento.

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BOW EDavid Bowie es unos de los artistas más astutos que hemos tenido. Su apodo de camaleón cobra sentido al ver cómo fue capaz de reinventarse una y otra vez, con distintos estilos durante toda su carrera. Pudo leer los estilos musicales vigentes y emergentes, se adaptó a los múltiples periodos, creó un persona-je popular de culto de la talla de Ziggy Stardust e incluso incursionó en cine. Su variedad musical es tan

grande que durante más de 50 años estuvo en escena destacando en los rankings musicales una y otra vez.

Mi recomendación… The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars, para mi gusto su mejor álbum.

Ahora, aclaremos algo. Bowie no es un genio al estilo Roger Water, David Gilmour, John Lennon, Freddy Mercury o incluso más actualmente Noel Gallagher y Matt Bellamy. Uno no encontrará en los discos de David Bowie una seguidilla de canciones increíbles, porque la verdad, no todas lo son.Y es que el Duque está en una categoría distinta. Si bien su talento musical es destacable, en su caso lo más relevante son su capacidad comercial, intelectual y creativa.

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SONY MUSICGO MUSIC

Lanzarán una plataforma digital que permitirá disfrutar de conciertosen vivo y en 360°

nómades

La iniciativa, que pretende revolucio-nar la industria de la música, estará disponible para computadores, teléfonos celulares, Smart TV e incluso dispositivos de realidad virtual.

Sony Music, la reconocida firma a nivel global, no tan sólo es la primera en lo que a la industria de la música se refiere, sino que actualmente potencia a artistas de la talla de Enrique Iglesias, Charlie Wilson,

Nicky Jam, Ricky Martin, entre muchas otras estrellas.

La marca está consciente de que el aumento del consumo de contenido digital es sostenido en nuestro país, sobre todo en lo que se refiere al entertainment, la actividad que más ha crecido a nivel mundial.

Según comScore, el 86% del conteni-do digital que se consume en Chile es entretenimiento, lo que responde

a una tendencia mundial, no por nada la consultora PwC proyectó el crecimiento del mercado y la explosión del streaming para el 2018 y las ganancias de las OTT hablan por sí mismas, generan ingresos del orden de los US$509,2 millones, según el observatorio de entretenimiento Dataxis, cifra que se estima crecerá en un 262% y llegará a US$1.843 millones para el 2018.

Según PwC, el crecimiento del video streaming y los servicios de música comercializados por ésta plataforma, son los dos segmentos de crecimiento más explosivos de todo su reporte. Así también, la audiencia que privilegia el uso de dispositivos móviles no tan sólo creció un 9% en apenas un año, sino que Latinoamérica vuelve a liderar en esta categoría, pues según un estudio de GfK, la región fue la que más creció en el último trimestre de 2014, con un elevado 43% de incremento sosteni-do. El resto del mundo no se queda atrás, en Norteamérica esa cifra fue de 31% y en Europa de 29%.

Ante una demanda creciente del mercado, Sony decidió asociarse a Go Music, una plataforma Over the top (OTT) que llega al mercado a revolucionar la industria de la música con tecnologías multipantalla, multidispositivos, con contenidos originales y en 360, tanto VOD como LIVE. De esta manera, Go Music se lanza al mercado con un interesante modelo de negocios, que entregará conciertos en

vivo en altas resoluciones de video, que van del HD hasta el increíble 4K. “Gracias a esta alianza, el público podrá disfrutar no tan sólo de la transmisión de recitales en vivo, sino que también de contenido bajo demanda, permitiendo así elegir videos y conciertos de una extensa lista de artistas internacionales y locales a disposición del usuario”, dice Myriam Cardemil, Commercial Manager de Go Live.Continúa “Los usuarios van a percibir beneficios directos, no tan sólo tendrán la posibilidad de disfrutar de concier-tos de todo tipo y material absolutamente gratuito, sino que podrán acceder al contenido que quieran en el momento que quieran”.

En los tiempos que corren es el usuario el que decide, el qué ver, cuándo y dónde hacerlo, viviendo la experiencia de usuario que prefiera, en su “diván” junto a su familia, “sólo”, o bien, desde su “Smartphone” en el trayecto a su trabajo.

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La iniciativa, que pretende revolucio-nar la industria de la música, estará disponible para computadores, teléfonos celulares, Smart TV e incluso dispositivos de realidad virtual.

Sony Music, la reconocida firma a nivel global, no tan sólo es la primera en lo que a la industria de la música se refiere, sino que actualmente potencia a artistas de la talla de Enrique Iglesias, Charlie Wilson,

Nicky Jam, Ricky Martin, entre muchas otras estrellas.

La marca está consciente de que el aumento del consumo de contenido digital es sostenido en nuestro país, sobre todo en lo que se refiere al entertainment, la actividad que más ha crecido a nivel mundial.

Según comScore, el 86% del conteni-do digital que se consume en Chile es entretenimiento, lo que responde

a una tendencia mundial, no por nada la consultora PwC proyectó el crecimiento del mercado y la explosión del streaming para el 2018 y las ganancias de las OTT hablan por sí mismas, generan ingresos del orden de los US$509,2 millones, según el observatorio de entretenimiento Dataxis, cifra que se estima crecerá en un 262% y llegará a US$1.843 millones para el 2018.

Según PwC, el crecimiento del video streaming y los servicios de música comercializados por ésta plataforma, son los dos segmentos de crecimiento más explosivos de todo su reporte. Así también, la audiencia que privilegia el uso de dispositivos móviles no tan sólo creció un 9% en apenas un año, sino que Latinoamérica vuelve a liderar en esta categoría, pues según un estudio de GfK, la región fue la que más creció en el último trimestre de 2014, con un elevado 43% de incremento sosteni-do. El resto del mundo no se queda atrás, en Norteamérica esa cifra fue de 31% y en Europa de 29%.

Ante una demanda creciente del mercado, Sony decidió asociarse a Go Music, una plataforma Over the top (OTT) que llega al mercado a revolucionar la industria de la música con tecnologías multipantalla, multidispositivos, con contenidos originales y en 360, tanto VOD como LIVE. De esta manera, Go Music se lanza al mercado con un interesante modelo de negocios, que entregará conciertos en

vivo en altas resoluciones de video, que van del HD hasta el increíble 4K. “Gracias a esta alianza, el público podrá disfrutar no tan sólo de la transmisión de recitales en vivo, sino que también de contenido bajo demanda, permitiendo así elegir videos y conciertos de una extensa lista de artistas internacionales y locales a disposición del usuario”, dice Myriam Cardemil, Commercial Manager de Go Live.Continúa “Los usuarios van a percibir beneficios directos, no tan sólo tendrán la posibilidad de disfrutar de concier-tos de todo tipo y material absolutamente gratuito, sino que podrán acceder al contenido que quieran en el momento que quieran”.

En los tiempos que corren es el usuario el que decide, el qué ver, cuándo y dónde hacerlo, viviendo la experiencia de usuario que prefiera, en su “diván” junto a su familia, “sólo”, o bien, desde su “Smartphone” en el trayecto a su trabajo.

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