Responsabilidad Social Corporativa en tu pyme Responsable...
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Descubre las ventajas de implantar planes deResponsabilidad Social Corporativa en tu pyme
Responsabley rentablePuede parecer que es una moda más, pero no es así. Primero, porque es un concepto bastante antiguo y, segundo, porque es una demanda del mercado que procede de su evolución lógica. Para los expertos,es una forma de dar valor a tu empresa.
Según el Foro para la Evaluación dela Gestión Ética (www.foretica.es),ante dos productos similares, algomás del 53% de los consumidores
elegiría aquel procedente de una empresasocialmente responsable, aunque fueraun poco más caro. Esta tendencia, conso-lidada en EE UU, cada día cobra más fuer-za en España. Tanto es así que en losúltimos años la llamada responsabilidadsocial corporativa (RSC) o empresarial(RSE) ha comenzado a tener gran repercu-sión en todos los foros.
El mercado se mueveEs más, la UE creó un grupo de ‘sabios’para analizar el tema, el Congreso de losDiputados cuenta con una subcomisión,diferentes colectivos profesionales hanpuesto en marcha grupos de estudio, sehan organizado seminarios, editado librosy guías de ayuda, creado observatorios yweb especializadas, desarrollado normascomo la SGE 21 de Forética y se ha forma-do a los primeros auditores especializados.
Frente a esta marea de propuestas, esnecesario aclarar algunas dudas: ¿Qué esuna empresa socialmente responsable?¿Responde a una moda, es una demandadel mercado, una estrategia empresarial ouna evolución del sistema? ¿Es aplicable alas pymes o se limita sólo a las grandes?
Para Miguel Ángel Rodríguez, directordel Center for Business in Society de IESE,“una empresa responsable y sosteniblees aquélla que tiene consciencia de surelación con el entorno en el que opera yque, en consecuencia, actúa social ymedioambientalmente. Su principal res-ponsabilidad es innovar, y eso es bueno,tanto para su capacidad de crear valor ygenerar fondos para sí misma, como paracrear valor para su entorno”.
En ese sentido, ser responsable social-mente es una cuestión, primero, de acti-tud. Segundo, la empresa debe aunaropiniones y esfuerzos sobre esta filosofíacon todos sus empleados. Tercero, se debeempezar por implantar políticas responsa-bles internamente dirigidas a mejorar�
Los expertos aseguran que,aunque la RS supone un coste
al igual que otras acciones reali-zadas por una empresa, no debeconsiderarse como gasto, sinocomo inversión, que se rentabili-za a medio y largo plazo en tangi-bles e intangibles. También reco-nocen que es difícil cuantificar elcoste, porque es complicadosaber qué acciones son computa-bles a las obligaciones legales ycuáles a la voluntariedad.Luna afirma que “lo que sí sepuede comprobar es que, a
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mayor inversión en RS, mayorrendimiento económico. Es más,desde el punto de vista de orga-nización, estructura, motivacióndel personal, productividad…, elbeneficio es inmediato”.Urarte sostiene que “no es tantoel coste económico, sino quemuchas veces es tiempo parapensar en definir un plan ajusta-do a sus necesidades. Que nosuponga un coste, aumenta lacreatividad a la hora de aplicarmodelos de RS. Tarde o tempra-no, todas acabarán entrando, ya
que es una exigencia del merca-do y de cada uno cuando eligeuna empresa en la que le gustaríatrabajar o de la que compra susproductos y servicios. Los prime-ros que decidan entrar en RSserán los que más ganen”.Los beneficios tangibles tienenque ver con el ahorro en la factu-ra de la luz, el agua, el papel, losconsumibles, los procesos defabricación, etc. Y los intangibles,con la posibilidad de que se nosabran más puertas para negociarcon grandes empresas y con la
Administración, y un mayor reco-nocimiento de los consumidoresy de la competencia. “Tambiénreporta beneficios en la plantilla,porque se siente más satisfechaal identificarse con los valores dela empresa”, destaca Lucio A.Muñoz, de la consultora Euro-group Human Resources.“Contratar a un experto de RSpuede costar entre 3.500 y 4.000euros; un código de conducta,entre 1.500 y 2.000, y una memo-ria de sostenibilidad, entre 4.000y 6.000. Depende del tipo de
empresa y de los objetivos quequiera cumplir”, asegura Luna.Urarte señala que “el coste no es,ni mucho menos, comparable auna consultoría informática yvaría entre 3.000 y 12.000 euros”.Y Muñoz añade que, “por ejem-plo, un comercio pequeño puedegastarse 2.000 ó 3.000 euros enuna acción social, coordinándolacon una ONG, y divulgándola enlos medios de la zona. Y unapyme, contratar un plan de mar-keting social, unos 3.000 ó 4.000,además de la acción social”.
Cuánto me puede costar ser socialmente responsable¿ ¿
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el ambiente y las condicioneslaborales, los recursos y la organiza-ción. Tercero, se deben extender esasiniciativas a nuestro entorno más cerca-no, en el sentido de mejorar nuestra rela-ción con proveedores, consumidores,competencia, mercado y Administración.Y cuarto, promover acciones que mejo-ren el entorno social y medioambiental.
Con todas estas iniciativas, puedes for-malizarlas en una memoria de sostenibi-lidad y hacerla pública, o directamentecomunicar cada acción a medida que sevan implantando. La primera opción esmás consistente que la segunda porquereúne datos económicos, ambientales ysociales fiables de una empresa, lo quepermite dar una imagen más real del com-promiso adquirido por una organización.
Silvia Urarte, directora general de Coné-tica, consultora especializada en RS, afir-ma que “es una demanda del mercadoque procede de la evolución lógica del
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Para Francés, no debemosfocalizar la RS en la
acción social: “Es sólo unapata y, además, no es la másimportante”. En su opinión,la responsabilidad socialdebemos considerarla desdeun nivel interno (es decir,qué mejoras puedo hacerrelacionadas con la organiza-ción interna de la empresa) yotro externo. Y dentro deéste, uno inmediato o cerca-no (mejoras dirigidas a nues-
tros proveedores, clientes,competencia, mercado yAdministración pública), yotro externo más amplio(mejoras dirigidas al entornosocial y medioambiental).Para Luna, “lo primero quedebe saber una empresa escon quién se relaciona: quié-nes son sus grupos de inte-rés. Después, se puede ela-borar un código de conduc-ta, algo muy simple en elsentido de ‘en esta empresa
se trabaja de acuerdo a talesvalores de comportamientoético’. Esos valores debenenglobar unos principios queni yo, como dueño de laempresa, ni mis empleadospodemos saltarnos, queregularán nuestra relacióncon cada uno de nuestrosgrupos de interés y que seránuestra forma de presentar-nos y relacionarnos deforma socialmente respon-sable en el mercado”.
¿ ¿Qué iniciativas puedes implantar
Como explica Fran-
cesc Saldaña, de
Optimiza, consultora especiali-
zada en la conciliación laboral
y familiar, “es muy difícil para
una empresa incrementar la
calidad de sus productos y/o
servicios o el respeto social y
medioambiental, si no se hace
primero internamente con las
personas de la organización.
Esto cobra especial relevancia
en la pyme, donde las perso-
nas tienen mayor protagonis-
mo y el compromiso debe ser
absoluto para ser competiti-
vas”. En la medida de lo posi-
ble y valorando los recursos
materiales, humanos y econó-
micos de cada empresa, se
pueden poner en marcha
medidas que mejoren las con-
diciones de trabajo (horarios
de entrada y salida, días de
permiso y vacaciones, teletra-
bajo, etc.) con la vista puesta
en una conciliación laboral y
familiar real. También se deben
promover acciones que mejo-
ren el desarrollo profesional y
personal de los empleados,
como planes de formación,
asesoramiento, servicios socio-
sanitarios, tique de comida y
de guardería, etc. Y se debe
potenciar el diálogo con los
empleados y sus representan-
tes, para que el ambiente labo-
ral cada vez sea mejor.
1 ¿Qué podemos hacer internamente?
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Las ventajasde invertir en RS se ven a medio ylargo plazo entangibles eintangibles
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“Una vez que funcio-
na todo bien interna-
mente, sal fuera y contribuye a
la sociedad en función de tus
valores”, subraya Urarte.
En el caso de nuestros provee-
dores, debemos darles a cono-
cer nuestro código de conduc-
ta, para que sepan cuáles son
los valores y principios con los
que trabajamos. En ese senti-
do, Francés defiende –en un
informe realizado para Foréti-
ca– la idea de establecer un
control de nuestra cadena de
proveedores: “Puede tener un
mayor o menor alcance según
el sector y la dimensión de
nuestra empresa, pero supone
verificar que las operaciones
de los proveedores respetan la
legislación y no violan dere-
chos básicos”.
Respecto a clientes y consumi-
dores, debemos crear canales
de información que nos permi-
tan conocer cuáles son sus
opiniones y demandas para, en
la medida de lo posible, satisfa-
cerlas y que se sientan parte
importante de la empresa.
También debemos fijarnos en
las empresas de nuestro entor-
no, en nuestros competidores
y en el mercado en general.
Luna sostiene que “si todos
saben que tu empresa es un
negocio ético y responsable, y
que no hace competencia des-
leal, sino positiva y creativa,
generaremos un concepto de
socio-competidor que nos faci-
litará sinergias y alianzas”.
Tampoco debemos olvidar que
cada vez son más las grandes
empresas que se decantan por
un proveedor socialmente res-
ponsable que por otro que no
lo es. Y en cuanto a nuestra
relación con la Administración
pública, debemos potenciarla
cumpliendo con las leyes bási-
cas (fiscales, laborales, etc.). Y
participando y colaborando
con iniciativas gubernamenta-
les, así como promoviendo la
contratación de trabajadores
con minusvalía, colectivos des-
protegidos, etc. Luna recuerda
que la Administración incentiva
cada vez más determinadas
prácticas de RS con mayores
puntos en concursos públicos
y en la obtención de ayudas.
2 ¿Y en el entorno más cercano?
Aquí debemos dife-
renciar entre aquellas
acciones dirigidas a mejorar
nuestra relación social y
medioambiental con el entorno
más directo, como puede ser la
zona de influencia donde esté
ubicada nuestra empresa, y
por otro, la sociedad en gene-
ral. En el primer caso, debemos
generar un diálogo abierto con
asociaciones, ayuntamientos,
colectivos, etc., para conocer
sus demandas y opiniones
acerca de nuestra actividad. En
este sentido, se pueden organi-
zar visitas guiadas a nuestra
empresa, realizar encuestas de
satisfacción, buzón de suge-
rencias, etc. Y en el segundo
caso, podemos colaborar, pro-
mover y contribuir económica-
mente con acciones sociales y
de interés público (bibliotecas,
polideportivos, campañas de
concienciación, etc.). Podemos
apoyarnos en ONG sociales y
medioambientales.
3 ¿Y en un entorno más amplio?
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propio sistema. Es una forma de darvalor a una empresa, ayudándola a posi-cionarse en el mercado”.
La RS es aplicable a cualquier tipo deempresa. “El hecho de que se haya difun-dido inicialmente entre las grandes esporque está siguiendo el mismo caminoque en su momento hizo la gestión de lacalidad. A partir de aquí, irá llegando pocoa poco a todas las pymes con posibilidadesde ser proveedoras de grandes compañíaso de la Administración”, explica PedroFrancés, profesor de ética de la Universi-dad de Granada y experto en esta materia.
Acciones que crean valorSegún Rodríguez, “las pymes no han deembarcarse en actividades de RS que nocontribuyan a crear valor. No debe conver-tirse en una carga, sino en una ayuda. Nopodemos confundir la RS con hacer sólouna memoria de sostenibilidad, por ejem-plo. Es bueno que una empresa haga eseinforme, pero no, si con él no contribuye acrear valor para sí misma y para susempleados y su entorno; de lo contrariosupondrá una carga para toda la empresa”.
Francés recomienda, primero, informar-se. “Es importante que un empresario,que tenga dudas y objeciones sobre suutilidad, se informe y participe en distintosforos, y conozca a otros empresarios que lecuenten las ventajas de la RS para mejorarel ambiente laboral, reducir costes, incre-mentar la productividad, mejorar el
Siete años después, estabodega oscense, que
cuenta con unos 60 emple-ados, decide aunar todossus esfuerzos anteriores“en un plan de gestión mo-derno y de calidad dirigidoa empleados, proveedores,accionistas y a la socie-dad”, recuerda Juan CarlosPalacios, gerente.Las primeras acciones pues-tas en marcha estabanencaminadas a minimizar elimpacto ambiental de su ac-tividad: “Nos certificamosen la norma 14.001 me-dioambiental, mejorando eluso de las energías, im-
plantando la separación deresiduos...”. Después impul-saron acciones para que elplan llegara a sus viticulto-res, ubicados en más de 20municipios”. Así, en 2002obtuvieron el primer vinoecológico de Somontano.El tercer paso fue aglutinaresa política en una memo-ria de sostenibilidad o tri-ple cuenta de resultados(económicos, ambientalesy sociales), validada porAenor. “Tenemos planes deseparación de residuos ysomos punto de recogidacertificado de envases deproductos fitosanitarios”.También colaboran con uninstituto de enseñanza enel desarrollo de un viñedoexperimental y con unasociedad ornitológica parala protección de aves.Palacios asegura que lamayor ventaja de invertiren RS “es mostrar a los tra-bajadores y grupos de inte-rés nuestro compromisomedioambiental. Además,conseguimos una proyec-
ción exterior, que nos per-mite ser reconocidos comouno de los mejores del sec-tor y del tejido empresa-rial”. Un beneficio directoes el ahorro en costesenergéticos. Han reducidoconsiderablemente el con-sumo de agua destinada alimpieza y el gasto eléctri-co. También han consegui-do tener mayor repercu-sión: “En nuestro sector esdifícil acceder a medios decomunicación y con estasiniciativas lo hemos logra-do”. Palacios señala, ade-más, que el coste no esgrande: “La memoria desostenibilidad no es cara yse convierte en una buenacarta de presentación”. Noobstante, reconoce que “escomplicado saber cuántohemos invertido, pero conun tres por mil de la factu-ración sería suficiente. Con-seguimos el retorno de lainversión generando mayorcompromiso de nuestrosgrupos de interés y con laaparición en medios”.
“Cuando nacimos en 1993 nuestro compromiso socialmenteresponsable ya era promover el desarrollo rural de la comarca de Somontano y su actividad agroalimentaria”
BODEGA PIRINEOS
Juan Carlos Palacios, gerente de la empresa, junto a sus vinos ecológicos.
Tres empresas responsables�
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Las pymes acabaránentrando en la RS porser una demanda socialy del propio mercado
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reconocimiento social… Cuando seconvenza con ejemplos, entrará”.
Rodríguez aconseja, además, que no seimplanten medidas que no se puedanafrontar o que resten recursos para hacerotras cosas más importantes. “La empresadebe tener una cultura más comunitariafrente a la meramente contractual. Deberecuperar la idea de que los empleadosno son meros recursos de los que desha-cerse cuando quiera, sino que se sientanmiembros de esa realidad. Cuando unapersona sabe que su empresa puede pres-cindir de ella si el mercado sufre altibajos,¿qué compromiso tendrá? Ninguno”, dice.
Para Rodríguez, “la empresa debe apos-tar por el diálogo con su entorno social yevitar encerrarse en sí misma. Debe sentir-se partícipe con su entorno y dialogar conempleados, clientes, proveedores, com-petencia, asociaciones, Administración,etc. En definitiva, una empresa que pro-mueve esa cultura y se abre al entornoserá capaz de innovar, contribuyendo asu progreso y al de la sociedad”.
José Ramón Luna, portavoz de la Comi-sión de Trabajo sobre RSC de Aje Madrid,dice que las pymes pueden aplicarla siem-pre que no clonen los métodos de sosteni-bilidad de las grandes, porque sus recursosson diferentes. “Una pyme puede analizarlo que han implantado las grandes y adap-tarlo a su tamaño, recursos, necesidades yestructura, transformándolo en herra-mientas muy concretas”.
Javier Escudero
Justicia, equidad, comercio justo, solidari-dad, cooperación y búsqueda del mutuo
beneficio son los valores sobre los que seasienta Alqvimia. “Siempre he creído quelo más valioso de la empresa es su capitalhumano. Del mismo modo, es básico paranosotros el respeto por la naturaleza, yaque, si no cuidamos nuestra fuente de pro-ducción, sería imposible elaborar buenos yeficaces productos”, asegura Idili Lizcano.En su afán por ser una empresa respetuosacon el medio ambiente –poseen varios pre-mios–, en 1989 difundió el concepto de‘química ecológica’ y crearon una gama de
productos de higiene y limpieza biodegra-dables que llevan un distintivo ecológicootorgado por Greenpeace Internacional.“Participamos en la elaboración de la pri-mera Guía de cosmética para el consumi-dor, que informa de los cosméticos peligro-sos para la salud”, dice.También colaboran con Médicos Sin Fron-teras, Intermon Oxfam, Fundación VicenteFerrer, Acción contra el Hambre, AmnistíaInternacional... Lizcano recuerda que lasacciones también se dirigen a sus emplea-dos: “Además de ofrecerles formación,cada año regalamos varios cruceros”.
Somos padres y quere-mos tener una vida más
allá de la oficina”, dice JoséAntonio Soler, cofundadorde esta firma de abogadosde Barcelona. “No pretendoque el trabajo acabe siendoel paraíso pero, cuanto másfacilites la vida a tus em-pleados, más productividadconseguirás”, señala Soler.Para que sus trabajadoresse adaptaran a la flexibili-dad laboral implantaron elprograma PFAL (Plan deFlexibilidad y AdaptaciónLaboral) “con horarios ade-cuados a las necesidadesde cada empleado: uno
para personas que tienenque ir a buscar a sus hijosal colegio; otro intensivopara los que viven fuera dela ciudad, y otro para losque quieren acogerse a labaja maternal o paternal,cuiden de un enfermo ohagan un voluntariado”.Los trabajadores puedencomer en el office de laempresa y dar clases deinglés dos veces por sema-na. Ambas cosas gratuita-mente. “A los recién incor-porados al mundo laboral,les pagamos la colegiaciónprofesional y en la cena deNavidad premiamos a los
empleados que han mos-trado más esfuerzo con via-jes para los que no tienenque gastar días de susvacaciones. También paga-mos mutuas de asistenciasanitaria, cursos y suple-mentos para guardería. Yno podemos hacer más porfalta de recursos”. Solercree que “todo esto redun-da en que el equipo seamás productivo. Pero no lohacemos por eso, sino paraque se adapten mejor a suentorno. Estas iniciativasson una inversión en nues-tro recurso más importan-te: el equipo”.
“Desde el principio, mi mujer y socia –Laura Maniega– y yo teníamosmuy claro que queríamos tener una serie de políticas de flexibilidad”
“Hace 20 años fundé estaempresa de alta cosméticanatural basada en la economíahumanizada que conjuga valores éticos y morales”
MANIEGA & SOLER ABOGADOS
ALQVIMIA
José Antonio Soler, director ejecutivo de lafirma, en la sala habilitada para comer.
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La RS aporta solucionesa muchos problemasinternos de las pymes
Idili Lizcano, fundador de Alqvimia.
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